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La zona semiárida de San Luis Potosí con una superficie de 15.5 millones de hectáreas, representa el
82% de la superficie estatal En esta región el uso múltiple de los recursos naturales es una práctica
común, ejemplificado por una ganadería extensiva, extracción y colección de especies no maderables y
establecimiento de cultivos en sitios generalmente no aptos para este fin. La sobreutilización de la
vegatación derivado de estas prácticas, ha favorecido y acelerado el proceso degradativo de estos
suelos, de tal forma, que en ciertos sitios la inversión requerida para su recuperación es
antieconómica.
Los bordos a nivel se levantan de preferencia perpendicular a la inclinación o pendiente del terreno.
Como la planta de costilla de vaca se establece aguas arriba del bordo, en el área de captación de
humedad, es conveniente que esta área tenga una alta capacidad de almacenamiento de humedad, lo
cual se puede lograr con un subsoleo profundo, barbecho y adición de materiales orgánicos. Las
actividades de preparación del suelo se realizan antes de que inicie el período de lluvias, de tal manera,
que las escorrentías queden almacenadas en su totalidad el perfil del suelo y que al momento de
establecerse la plantación, disponga de humedad suficente para su establecimiento y se logre un alto
porcentaje de sobrevivencia que bien puede ser hasta del 100%.
Descripción de la Especie
La costilla de vaca pertenece a la familia de la Chenopodeaceas y es nativa del Desierto Sonorense y
Chihuahuense, en este último, se encuentra enclavada la altiplanicie semiárida de San Luis Potosí. Es
una planta generalmente dioica, con flores femeninas agrupadas en panículas densas y con brácteas;
las flores masculinas se agrupan en panículas terminales y estas son de color amarillo. La reproducción
de esta planta generalmente es del tipo sexual (semilla), aunque en ciertas poblaciones naturales
también se observa la repoducción asexual (rebrotes de raíz). Las plantas adultas alcanzan una altura
de 0.5 a 2.0 m, poseen un sistema radical muy complejo, integrado por una raíz principal, raíces
secundarias y una gran cantidad de raíces adventicias, lo cual le permite explorar el agua tanto
horizontal como verticalmente a una profundidad considerables dentro del perfil del suelo. La especie se
desarrolla preferentemente en suelos calcáreos de las ordenes xerosoles, aluvisoles y molisoles; en
texturas arenosas, franco-arenosas y franco-arcillosas y con bajo contenido de materia orgánica (<3%).
Una de las características principales de la especie es su capacidad de retención del follaje aun en época
invernal (cuando el forraje de otras especies es escazo), esta característica que aunado a su alto valor
forrajero que alcanza niveles de proteína cruda entre el 15 y 20%, especialmente en en los brotes y
ramas tiernas, hacen de esta planta, la especie forrajera ideal para muchas de las áreas semidesérticas
de San Luis Potosí.
Método de propagación
El establecimiento de costilla de vaca, al igual que el de muchas otras especies nativas de zonas
semiáridas, requiere de técnicas especiales para su propagación, debido a la precencia de inhibidores y
de otras barreras físicas presentes en la semilla que inhiben o hacen muy tardado el proceso
germinativo. Adicionalmente, es importante considerar medidas protectivas, ya que una vez
estableciada la plantación, esta se ve sujeta al daño por roedores y lagomorfos, que ven en esta planta
una fuente de forraje atractivo y único. El daño producido por estos mamíferos, en ocaciones pueden
acabar con la plantación entera. Aunque la siembra directa es factible, las limitantes señaladas, obligan
a que el establecimiento de esta especie conlleve a la realización de una serie de actividades previas,
generalmente realizadas en vivero o invernadero, con lo cual se asegura un mejor establecimiento del
cultivo. Las actividades de vivero consisten básicamente en preparar almácigos de 10 m 2 de (10 m de
largo x 1 m de ancho X 50 a 70 cm de profundidad), conformar una mezcla de arena, tierra de azolve y
materia orgánica (tierra de mezquite o estiércol bien descompuesto) en una relación volumétrica de
1:1:1. Una vez conformado el almácigo, este se desinfecta con bromuro de metilo en una dósis de una
libra (450 g) por 10 m 2 de almácigo. Previo a la siembra en el almácigo, la semilla,
aproximadamenmte dos kilogramos, la cual ha tenido un perìodo de almacenamiento de un año a un
año y medio posterior a la cosecha, se remoja por un período de 24 horas con el fin de remover
inhibidores. Con este tratamiento, la germinación que normalmente es inferior al 2% se incrementa
hasta un 14 a 17%. En el almácigo, la semilla se distribuye uniformemente y se cubre con una capa de
tierra de 1 a 2 cm de espesor, esta tierra, debe ser tamizada finamente y provenir de la misma mezcla
con la que se rellenó el almácigo.
Plantación en terreno
Plantaciones de costilla de vaca en el Altiplano Potosino, han sido exitosas cuando se utllizan sistemas
de capatación de agua de lluvia. Un sistema de capactación de agua se compone básicamente de dos
partes fundamentales: un área de escurrimiento cuya función como su nombre lo indica es producir
escorrentías y un área de almacenamiento, dedicada esta última al establecimiento del cultivo. La forma
más práctica de establecer esta especie es en bordos a nivel, con una separación variable dependiendo
de la inclinación del terreno, de las condiciones de precipitación existente, costo de establecimiento, así
como de las preferencias personales del agricultor para combinar cultivos anuales u otras especies
forrajeras durante las primeras etapas de desarrollo de este cultivo. Densidades de 3,333 plantas/ha (2
m entre bordos y 1.5 m entre plantas), 2,500 plantas/ha (2 m entre bordos y 2 m entre plantas), 1,667
plantas/ha (3 m entre bordos y 2 m entre plantas) y 1250 plantas/ha (4 m entre bordos, 2 m entre
plantas) han mostrado ser exitosas para diversas condiciones de suelo y precipitación encontradas en el
Altiplano Potosino. Se ha observado que la produccón por planta está directamente relacionada a la
disponibilidad de agua. De esta manera, la producción forrajera para una densidad de plantación mayor,
puede equipararse con la producción forrajera de una densidad de población menor. Sin embargo, un
aspecto importante a considerar en esta situación es el costo de establecimiento, ya que entre mayor
densidad por hectárea se desee, los costos de establecimiento también se incrementan
substancialmente.
LABORES CULTURALES
La costilla de vaca al igual que cualquier otro cultivo, requiere mantenerse libre de la presencia de
malas hierbas, las cuales representan una competencia por agua, luz y nutrientes, factores,
especialmente agua y nutrientes que son muy limitantes en las condiciones ecológicas donde se avocan
estas plantaciones. Los deshierbes deben ser frecuentes (3 a 4), especialmente durante el primer año,
que es el período crítico de establecimiento. Estos deshierbes deben estar distribuidos básicamente
durante y al final del período de lluvias. El crecimiento de la especie en años posteriores inhibe el
desarrollo abundante malezas, por lo que el número de deshierbes se abate considerablemente. Las
labores culturales como son escardas, se deben evitar, especialmente después del primer año, debido a
que es factible dañar el sistema de raíces secundarias, muchas de ellas ubicadas en el primer estrato del
suelo. La limpieza del área de escurrimiento debe ser continua con el fin de favorecer las máximas
escorrentías hacia el área de cultivo. La aplicación de estiércoles y de otros materiales orgánicos en el
área de almacenamiento, debe fomentarse para lograr una adecuada capacidad de almacenamiento de
agua. Similarmente, es conveniente mantener en buen estado la bordería, para que el agua que se
capte aguas arriba, no se escape hacia otras áreas adyacentes, asimismo se disminuyen posibleas
problemas de erosión hídrica.
MANEJO DE AGUA
La costilla de vaca es una especie adaptada a condiciones de precipitación inferiores a 300 mm y que es
característica de condiciones semiáridas. En una plantación los requerimientos hídricos de la especie se
cubren con el establecimiento de la especie en sistemas de captación de agua, donde el agua que cae
directamente en el área de plantación mas la que escurre del área de alamacenamiento en teoría
satisface la demanda hídrica de la especie. Estudios sobre coeficientes de escurrimiento, muestran que
simplemente con la eliminación de la vegetación del área de escurrimiento más la compactación
(apisonamiento) del mismo, incrementa las escorrentías en más del 50%. Con base en lo anterior, se
puede considerar que con la implementación de estos sistemas, la lámina total anual proporcionada a la
planta es de alrededor de 450 mm.A este respecto, los distanciamientos entre bordos y entre plantas ya
mencionados son suficientes para que el agua proporcionada favorezca una buena sobrevivencia y
producción de materia seca.
Estudios en condiciones de riego con esta especie, realizados en Baja California Sur, indican que las
necesidades hídricas del cultivo se satisfacen con 430 mm distribuidos en un período de 9-10 meses,
con láminas de 6-7 cm por riego y aplicando el agua cuando existe un 10% de humedad aprovechable
en el suelo. Experiencias sobre este mismo cultivo en Rioverde, San Luis Potosí, muestran que con 4 a 5
riegos anuales de una lámina de 10 cm, son suficientes para satisfacer la demanda hídrica de la
especie. La labores de mantenimiento de estos sistemas de captación de agua, ya fueron mencionados
pero consisten básicamente en mantener el área de escurrimiento libre de malezas para que se den los
escurrimientos, así como que el área de captación tenga una adecuada infiltración y elevada retención
de agua, lo cual se puede lograr con labores culturales e incorporación de materiales orgánicos.
FERTILIZACION
Abonado y fertilización
La costilla de vaca es típica de ecosistemas caracterizados por su baja fertilidad de suelos, sin
emabargo, esta situación no es indicativa de que la especie, no pueda responder a la adición de abonos
orgánicos o minerales. La aplicaciòn de diversas dósis de estiércol de bovino y pequeñas dósis de
nitrógeno y fósforo mineral, no han mostrado hasta el momento respuesta significativa en sobrevivencia
y desarrollo fenológico. Lo anterior no implica que se obtenga la misma respuesta en todas las
condiciones donde de manera natural se presenta la especie en San Luis Potosí. El efecto de materiales
orgánicos (estiércoles, abonos verdes, etc.) sobre el incremento en la capacidad de almacenamiento de
agua en el suelo, ha sido por demás estudiado en una gran diversidad de cultivos. Se esperaría que la
adición de estos materiales, especialmente en el área de establecimiento de la especie, tuviera un efecto
significativo en incrementar la disponibilidad de agua en el suelo y por ende favorecer su sobrevivencia,
desarrollo y contenido nutricional del forraje. Sin embargo, una mayor investigación en este rubro es
deseable, para definir con presición las dósis y frecuencias de aplicación de compuestos órganicos e
inorgánicos.
RENDIMIENTO ESPERADO
En general, para las condiciones ecológicas del Altiplano Potosino, la producción de forraje de esta
especie se estabiliza al tercer año con una producción media de 2.5 t/ha de materia seca para una
densidad de población de 3,300 plantas/ha; sin embargo, dependiendo de su desarrollo, una plantación
puede aprovecharse a los 18 meses, siempre y cuando no se permita un consumo o un corte mayor al
50% de la biomasa total disponible.