Fortalecer competencias de los docentes demanda una intervención sinérgica
entre todos los asumen el rol de formadores, ya que, a lo largo de todo el proceso de fortalecimiento de capacidades, deberían planificar y gestionar en forma coordinada la producción de los aprendizajes que progresivamente irán configurando sus competencias. La formacion de competencias se da de manera pausada, pautedad, por eso no se alcanzan en forma rápida sino por el comntrario, sino que se van obteniendo en forma progresiva como efecto de una serie de aproximaciones sucesivas y reiterativas en forma de una cadena en espiral, en la que cada eslabón constituye un "saber" que se integra a una estructura cada vez más compleja. Quienes asumen el rol de formadores deben tener una vision de los participantes que van consiguiendo desarrollar competencias, los mismos que deben ser compartidos, enriquecidos y fortalecidos a través de la interacción con sus pares en diversas situaciones planificadas y gestionadas intencionalmente por los tutores en las que intercambien y socialicen, así como discutan, sus progresos personales, insistiendo en que el aprendizaje es un fenómeno intra e inter subjetivo. La formación en base a competencias ha de presentar a los partcipantes en formación continua, en situaciones de aprendizaje similares o afines a las que ellos vivenciarán cuando desempeñen su función directiva con los docentes de su institución, por lo que las demostraciones y aplicaciones prácticas han de constituir las oportunidades más pertinentes para la adquisición de los aprendizajes en contextos reales. La formación de competencias deberá superar los dualismos originado como son: la dicotomía entre "teoría" y "práctica", entre el conocimiento "conceptual" y "funcional", entre el aprendizaje "autonómico" y el "heteronómico", entre la disposición "pro activa" y la "re activa" frente al conocimiento, entre lo "cognitivo" y lo "afectivo", etc. Precisamente, la formación en base a competencias surge como una visión holística y alternativa para la superación de las posturas que fragmentan y fracturan los aprendizajes implicados en ellas, ya que los efectos de ello los estamos constatando en numerosos profesionales actuales que orientan su "profesionalismo" en una visión "eficiente. La formación en base a competencias, además, presupone un sujeto de aprendizaje que posee, en muchos casos su propio estilo de aprender, así como se encuentra en posesión de una serie de estrategias de aprendizaje ‐eficientes e ineficientes‐ adquiridas a través de su tránsito por una diversidad de eventos formativos y capacitadores en interacciones producidas por sus docentes que, por lo general, poseen una perspectiva "escolarizante", tanto de sus capacitandos como del aprendizaje y del conocimiento