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NOTA PREVIA A COLONIZACION espafiola en Guinea Ecuatorial fue una em- presa humilde y de pocas perspectivas. ‘Tal vez por el origen mismo de la adquisicin de los territorios, cedidos por Portugal como parte de un pacto mas amplio que acabara con las dispu- tas fronterizas en el Rio de la Plata, en zonas de lo que hoy son Brasil, Paraguay 0 Argentina. Pronto se vio que Guinea no supo- nfa ninguna ventaja para Espana. No tenia interés econémico, estratégico o logistico. Y tenfa un clima insano que acababa con todos los espaiioles que eran enviados. Pero ni se abandond, ni fue arrebatada por otra potencia. Con el tiempo, tras los cambios en la politica internacional y en la diplomacia que sucedieron a la Conferencia de Berlin, se inicié una colonizacién de escasas miras y poco lustre. No obstante, desde la mitad del siglo x1x hubo intentos de establecerse permanentemente en la isla de Bioko, la que los portugueses Ilamaron Fernando Poo. Se iniciaron trabajos de co- lonizaci6n agricola para convertirla en una auténtica colonia de plantacin. Fueron muy modestos y de pobres resultados. Los in- gleses habian establecido una pequefia ciudad de cierta prospe- ridad, llamada Clarence, que servia de puerto de abastecimiento a las grandes Iineas maritimas britanicas. Luego fue Santa Isabel y hoy Malabo. Y alli fueron a habitar un pufiado de funcionarios (9) sin ningun interés por Africa, algunos aventureros que entendfan que era su oportunidad para mejorar de fortuna y unos pocos entusiastas de las posibilidades econdomicas de la region. Y los inevitables misioneros que tenia una doble lucha: contra la reli- gion tradicional y contra las ensefianzas protestantes de minis- tros americanos e ingleses. Ninguno con un verdadero impulso intelectual o mercantil suficiente para provocar un cambio dras- tico en las posesiones. Espafia no tenfa funcionarios ni militares especialistas en Africa; no habia lingitistas, antropélogos, botani- cos... Solo algunos militares osados que acudian par ascender rapidamente en el escalafon y procuraban evitar riesgos para su vida y su salud. No habia personas extraordinarias. Eran muy pocos europeos residentes en tres 0 cuatro puntos costeros. EJ interior era dominio bubi. Los territorios continen- tales aun no habfan sido obtenidos de manera clara y reconocida por la comunidad de naciones. Ni los europeos entendian a los bubis, ni éstos a aquéllos. Pero no se molestaban porque todavia no habia accion expansiva. Entre las posibles utilidades que los politicos de Madrid busca- ron para la isla de Fernando Poo, estuvo la de colonia penitencia- ria a la manera australiana. No prosper6é porque no habja tanta poblacion presidiaria ni en la peninsula sobraban personas. Pero se us6, al menos en un par de ocasiones, como lugar de depor- tacion de independentistas cubanos. La dltima, en 1868 tras el grito de Yara y coincidiendo con la revoluci6n espafiola. De esta situacion surgié la idea de la novela. Las situaciones son ficticias, frutos de la imaginacion que ha bebido de las fuentes historicas. Los personajes son imaginarios, aunque se lean algunos nombres de personas que en ese Mo- mento estuvieron allf como el caso del cubano Balmaseda, autor de un libro sobre la experiencia fernandina que se public afos después en Nueva York y de que he tomado algunos datos. No creo que haya ni coincidencias con los verdaderos habitantes de la isla en la época. [10] La novela es un intento de reconstruccién de la vida colonial de la que se tienen muy pocas fuentes. Casi no encontramos es- critos de recuerdos de colonos, relatos de viaje de esa época o auténticos documentos administrativos. Las memorias que los gobernadores estaban obligados a hacer son muy escuetas y muy poco comprometidas. No hay datos sobre la vida cotidiana, y los que hay, apenas se limitan a justificar su falta de iniciativas y me- joras. Es una novela con personajes que pudieron estar alli. No son grandes héroes porque tienen sus miserias, sus cobardias, sus miedos. Pero también su cuota de solidaridad y de confianza. Posiblemente como los que habitaban alli en 1868. (1)

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