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PROFESOR:
ALUMNO:
APRENDIZAJE:
EVALUACIÓN:
PRINCIPALES REPRESENTANTES
IGNACIO DE LOYOLA
El interés fundamental de su pedagogía era el de afianzar el papel de la Iglesia
Católica y destacar la figura del Papa, la cual se veía amenazada por la reforma
protestante, encabezada por Martín Lutero. Su objetivo fundamental es poner
al servicio de la iglesia católica al hombre disciplinado que las circunstancias
requerían, basándose en la rigidez y el orden absolutos, estando sus maestros
bien preparados para ello.
Paradigma conductista
Dentro de los paradigmas vigentes, el que ha permanecido en la disciplina
educativa, es el conductista. Es uno de los que más influencias han tenido en la
Psicología de la Educación, cuyo objetivo es modificar la conducta del alumno en
el proceso de enseñanza aprendizaje: profesor (emisor) alumno (receptor). Las
dimensiones de la disciplina más desarrolladas son la técnico-práctica.
Profesor.
El paradigma conductista es considerado tradicional, pues no aporta a la
formación integral del estudiante, según Ertmer, P. y Newby. T. (1993). El trabajo
del profesor es determinar cuáles son aquellas ‘pistas’ que pueden lograr la
respuesta deseada; organizar situaciones de práctica en la cual la conjunción de
estímulos, logren un ambiente ‘natural’ de desempeño; adicionalmente “organizar
condiciones ambientales de tal forma que los estudiantes puedan dar las
respuestas correctas en la presencia de los estímulos correspondientes y recibir
refuerzos por las respuestas correspondientes.” (p.7)
Alumno
Este paradigma concibe al alumno como un receptor pasivo únicamente de
información. Un alumno “es considerado como un receptor de las informaciones,
su misión es aprenderse lo que se le enseña” (Hernández Rojas, 2010, p.
114). Este enfoque manifiesta que el alumno es un ser autómata al cual se le
suministra información y produce un resultado determinado, que puede ser
modificado o condicionado a través de factores exteriores.
Enseñanza.
En este proceso se crea varios estímulos que generarán respuestas
(condicionamientos), en (Hernández Rojas, 2010, p. 114) se indica que “el modelo
de enseñanza subyacente es un modelo que al condicionar facilita el aprendizaje”.
Es fundamental conocer la base de conocimientos que tiene el alumno con la
finalidad de conocer, que objetivos ha cumplido y cuáles no. Se utilizan refuerzos
para el desempeño, reconociendo el logro con el uso de premios tangibles (puntos
a calificaciones) o bien retroalimentación informativa que permita un mejor
entendimiento. El profesor usa ‘pistas’ las cuales permitirán tomar decisiones
sobre el futuro del educando.
Aprendizaje
El aprendizaje es un cambio de conducta duradero en el que interviene estímulos
y respuestas específicas. El aprendizaje en el paradigma conductista es aquel que
“constituye un cambio en la conducta”, según afirma (Hernández Rojas, 2010, p.
18), esto nos dice que el cambio que se da en una persona está relacionado con
respecto a sus pautas. En el cual se logra un cambio de comportamiento notorio
en su proceso de enseñanza-aprendizaje.
Evaluación.
El proceso de evaluación, se basa en el producto obtenido, a través de
repeticiones mecánicas sin incitar a la reflexión de la conducta ejecutada. Se dice
que “el logro de los objetivos ha hecho de los exámenes (sean de ensayo,
objetivos u orales), la herramienta por excelencia para medir los aprendizajes
(conocimientos) que el alumno demostrará como evidencia de su rendimiento
educacional” según manifiesta (Hernández Rojas, 2010, p. 117).esto nos refleja
que por medio de esta herramienta se mide la capacidad intelectual que tiene los
estudiantes han desarrollado durante su preparación académica, reflejando las
falencias o aciertos de un tema determinado.
PRINCIPALES REPRESENTANTES
El aprendizaje no era nada más que una serie de conexiones entre los estímulos
y las respuestas que aparecen a consecuencia de estos y que a su vez se ven
fortalecidas si causan consecuencias satisfactorias en los individuos.