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CAUSAS DE VARIABILIDAD Y SU EFECTO EN EL DESEMPEÑO DE SISTEMAS PRODUCTIVOS.

La variabilidad forma cambios inevitables que tienden a modificar el proceso, cambios que afectan
consecutivamente al producto que se produce o al servicio que se ofrece.

La variación es el enemigo de todo proceso, la teoría de la variabilidad es una de las cuatro que el
Dr. Deming propuso a los japoneses dentro de su filosofía del Conocimiento Profundo, otra teoría
que complementa la anterior es la "teoría de la causalidad", en donde plantea que todo efecto tiene
una causa, todo defecto también.

La variabilidad es de mucha importancia, posiblemente más de la que nos podemos imaginar, pues
la variabilidad afecta al producto.

La variabilidad es requerida para modificar el proceso cuando se desea obtener resultados distintos
ya sea para mejorar o corregir un proceso que requiera ajuste.

Kaoru Ishikawa decía que el 85% de los problemas en un proceso son responsabilidad de la gerencia,
el comentario no fue bien recibido. Su afirmación se basa en que las variaciones de un proceso
generalmente se atribuyen a causas normales, según su capacidad diseñada, la cual es
responsabilidad de la gerencia.

 Principio de variabilidad del proceso:

En un proceso de producción, el principio de variabilidad es incuestionable, a pesar de que en este


proceso se lleve a cabo la misma operación, el mismo método de trabajo, la misma herramienta, la
misma maquinaria e inclusive el mismo operador nunca existirán dos artículos iguales. Tal vez a
simple vista sean iguales, incluso al sacar la mediciones de cada pieza, pero no son completamente
iguales, aunque para el caso sean útiles ambas. Esto se debe a la variabilidad, es imprescindible la
ocurrencia de que exista variabilidad, pero si puede ser controlada, tal vez no de forma perfecta
pero si lo suficiente para cumplir con las expectativas requeridas. La estadística como la vida, nos
ha demostrado que no hay dos cosas exactamente iguales, inclusive los dos ojos de una persona o
bien dos cabellos de una misma cabeza.

Pero además nos ha demostrado la estadística que las variaciones de un producto o un proceso
pueden medirse con lo cual podemos determinar el comportamiento del proceso o el lote de
productos o los tiempos de atención en el servicio.

Las mediciones obtenidas de un proceso o un lote de productos varían según una figura bien
definida, que en procesos normales tiene forma de campana, ya que generalmente de esas
mediciones un buen número de ellas tiende a agruparse alrededor de su valor promedio con lo cual
la forma de la curva puede ser calculada. Esto es lo que se conoce como una distribución normal en
donde la frecuencia de las mediciones va disminuyendo hacia los extremos conforme se va alejando
del promedio.

Adicionalmente existen otra serie de estadísticos que podrían utilizarse para el control de la
variación, el promedio correctamente utilizado es importante, al igual la moda y la mediana, así
como el rango, pero no hay que ser tan ambiciosos. Hoy día cuando la mayoría de las empresas se
administran por promedios, se recuerda la anécdota del personaje aquél que se ahogó en un río con
un promedio de metro y medio de profundidad.
Todos hemos experimentado en alguna ocasión la sensación de estar perdiendo el tiempo al esperar
en una cola. El fenómeno de las colas nos parece natural: esperamos en el coche al estar en un
tapón, o un semáforo mal regulado, o en un peaje; esperamos en el teléfono a que nos atienda un
operador y en la cola de un supermercado para paga. Pero a veces las esperas son buenas. Nos
hacen visualizar la importancia del producto o servicio que vamos a adquirir, nos permiten pensar y
reconfigurar nuestro requerimiento.

Pero en general como clientes no queremos esperar, los gestores de los citados servicios no quieren
que esperemos, ¿Por qué hay que esperar? ¿Cuánto hay que esperar?

La respuesta es casi siempre simple, en algún momento la capacidad de servicio ha sido (o es) menor
que la capacidad demandada. Esta limitación se puede eliminar invirtiendo en elementos que
aumenten la capacidad. En estos casos la pregunta es: ¿Compensa invertir en máquinas? ¿O mejor
invertimos en salas de espera? En ese caso ¿cómo de grandes?

La teoría de colas intenta responder a estas preguntas utilizando métodos matemáticos analíticos.

Descripción de un sistema de colas: Un conjunto de “clientes” llega a un sistema buscando un


servicio, esperan si este no es inmediato, y abandonan el sistema una vez han sido atendidos. En
algunos casos se puede admitir que los clientes abandonan el sistema si se cansan de esperar.

El término “cliente” se usa con un sentido general y no implica que sea un ser humano, puede
significar piezas esperando su turno para ser procesadas o una lista de trabajo esperando para
imprimir en una impresora en red.

La teoría de colas fue originariamente un trabajo práctico. La primera aplicación de la que se tiene
noticia es del matemático danés Erlang sobre conversaciones telefónicas en 1909, para el cálculo de
tamaño de centralitas. Después se convirtió en un concepto teórico que consiguió un gran
desarrollo, y desde hace unos años se vuelve a hablar de un concepto aplicado aunque exige un
importante trabajo de análisis para convertir las fórmulas en realidades, o viceversa.

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