por donde tantas veces pasé llevando al hombro la taleguera con mis cuadernos y mi pizarra rumbo a la escuela de doña Inés.
Recuerdo mucho que en tus orillas
crecían la malva, las clavellinas, las amapolas y el girasol y que las aves en la mañana trinos cantaban llenos de amor.
Hoy que regreso a mi vereda
después de tanto vagar sin fe, vine a buscarte, viejo camino, camino viejo de mi niñez y con tristeza sólo encontraba, seguramente por tu vejez, que ya no existen las clavellinas, las amapolas ni el girasol y solo quedan las viejas ruinas de aquella escuela de doña Inés.
Camino viejo, viejo camino,
grato recuerdo de mi niñez.
JOSÉ ALEJANDRO MORALES.
LOS CISNES (Garzón y Collazos acompañados por Jaime Llano González)
Un cisne más blanco que un copo de nieve
En un limpio lago tenía su mansión Allí muy tranquilo pasaba los días Allí no sufría penas ni dolor
El cisne se encuentra demasiado solo
Y siente en su pecho hervir la pasión En una manada de cisnes muy blancos Encontró a la dueña de su corazón
Allí muy tranquilos pasaban los días
Salían a nadar al rayo del sol Se miran, se besan, se arrullan, se abrazan Y al mundo le dan ejemplo de amor
En una mañana de mayo por cierto
Arriba de un árbol estaban los dos De pronto el cisne sacude las alas Y se oye de un alma la derramación
El cisne se estira, se tuerce y se encoje
Y entre mil lamentos al suelo cayó La cisne se tiran del árbol llorando Y allí con sus alas al muerto tapó
La cisne se tiran del árbol llorando
Y allí con sus alas al muerto tapó Y así terminaron la vida los cisnes Porque el cazador también la mató
Mujeres y hombres que escuchan la historia
Y amen a los cisnes con ciega pasión Serán sus hogares un templo sagrado Donde se comulgue con hostias de a