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Para Castoriadis

Otro de los grandes teóricos de lo imaginario es Cornelius Castoriadis. Su obra parte del
psicoanálisis freudiano y del marxismo; sin embargo los trasciende hasta el punto de proponer una
teoría consistente que comprende distintas dimensiones de la vida del hombre. Castoriadis habla de
imaginario social, y entiende por social la institución social que precede a la praxis y a la teoría. El
imaginario social son variedades colectivas, puesto que lo imaginario no se da sino en imaginarios
locales, históricos y concretos. Veamos una síntesis de los campos de saber en los que ha habido un
interés particular por lo imaginario

Para la democracia no hay más que una garantía relativa y contingente. Lamenos contingente
de todas se encuentra en la paideia de los ciudadanos, en la formación,siempre social de individuos
que han interiorizado la necesidad de la ley y la posibilidad de ponerla en tela de juicio, la
interrogación, la reflexividad y la capacidad de deliberar, la libertad y la responsabilidad

El autor Castoriadis, destaca a lo largo de su obra la importancia de la dimensión pedagógica


del proyecto de autonomía: “de donde el rol enorme de la educación y la necesidad de una reforma
radical de la educación, realizar una verdadera paideia como decían los griegos, una paideia de la
autonomía, una educación para la autonomía y hacia la autonomía que induzca a aquellos que son
educados y no solamente los niños, a interrogarse constantemente si obran en conocimiento de causa
o más bien impulsados por una pasión o un prejuicio. No solamente los niños, porque la educación de
un individuo, en un sentido democrático, es una empresa que comienza con el nacimiento y que no
culmina sino con la muerte (Castoriadis, 1997)

Castoriadis subraya la relevancia de la participación de la política “…la ciudad debe hacer de


todo lo posible para ayudar a los ciudadanos para ser efectivamente autónomos y esto es imposible sin
decisiones políticas . A través de la democracia se hace posible la autonomía individual y colectiva.

En el seminario que dictó Castoriadis sobre el diálogo de Platón, cuando analiza la tercera
digresión (la que define al político a partir de la idea de ciencia afirma: “Cada ciudadano es intérprete
de la ley en lo que se refiere a su propia vida. Cada ciudadano tiene frente a sí ese conjunto de reglas
abstractas pero vive en una realidad cambiante, diversa y sólo él puede tender un puente entre una y
otra. En consecuencia, la tarea del famoso legislador, cualquiera sea, es en ese momento la educación
de los ciudadanos, la paideia, de tal modo y con una orientación tal que ellos mismos puedan suplir
constantemente la ley, es decir cerrar la brecha entre la abstracción del universal legal y la realidad ”)

A su vez sostiene: “Toda legislación debe ser permanentemente capaz de rectificarse, es lo que
llamo la autoinstitución permanente. Y los sujetos activos de esta autoinstitución permanente deben
ser el conjunto de los ciudadanos. ”(Castoriadis, 1999)

El objetivo de la paideia, dice Castoriadis en otra de sus obras, es ayudar al recién nacido
adevenir ser humano: ”El fin de la paideia es ayudarlo a devenir a ser autónomo”.

En consecuencia el objetivo de la pedagogía no es enseñar únicamente materias, debe ser el


desarrollo de la capacidad de aprender del sujeto- aprender a aprender, aprender a descubrir,
aprender a inventar”.

En definitiva la sociedad debe educar a sus individuos para que sean autónomos Sólo una
educación democrática puede llevar a cabo una educación de los individuos hacia la autonomía, por
ello paideia es entendida como una educación para y hacia la autonomía que fomenta la formación de
ciudadanos en tanto que de individuos quienes han interiorizado a la vez la necesidad de la ley y la
posibilidad de la reflexión, responsabilidad y libertad y participación en la vida política.
De esta manera cuando los ciudadanos adquieren conocimientos, habilidades, actitudes y
prácticas democráticas, y cuando participan en los asuntos menores, se convierten en ciudadanos
autónomos.

“Un ciudadano no es forzosamente un militante de un partido, sino alguien que reivindica


activamente su participación en la vida pública y en los asuntos comunes con el mismo derecho que
todos los otros” (Castoriadis, 1993:84).

La autonomía de la colectividad que no puede realizarse sino por la autoinstitución y el


autogobierno explícitos, es inconcebible sin la autonomía de los individuos que la componen. La
sociedad concreta, la que vive y funciona, no es otra cosa que los individuos concretos, es inconcebible
e imposible sin la autonomía de la colectividad” (Castoriadis, 1997).

“Ayudar a la colectividad a través de una política democrática, para crear las instituciones cuya
interiorización por los individuos amplíe su capacidad de devenir autónomos”(Castoriadis, 1993).

Libertad pero bajo la ley, la autonomía significa para Castoriadis, participación de la ley.

"En todo el mundo occidental los niños aprenden que la mayor lealtad es la que deben la
Estado del que son ciudadanos, y que es su deber hacia el Estado actuar según las
instrucciones del gobierno. Y a fin de que no puedan cuestionar esta doctrina, se les
enseña falsa historia, falsa política, falsa economía. Se les informa de los delitos que
cometen otros Estados, pero no de los que comete el suyo propio. Se les induce a pensar
que todas las guerras en las que ha participado su país han sido defensivas, mientras que
las guerras en la que participan otros países son guerras de agresión. Se les enseña a
creer que cuando, por alguna circunstancia, su país conquistó un país extranjero, lo hizo
para llevar la civilización, la luz del evangelio, la moralidad, la ley, o cualquier otra cosa
noble."

(La educación y el patriotismo)

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