Barinas, 29 de Julio de 2019

TAXONOMÍA DEL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE

Auto(es):

Existen varias actividades investigativas en lo que respecta a la taxonomía del

proceso de enseñanza aprendizaje, entre estas destaca la taxonomía de Bloom,
B.S. y Taxonomía de Marzano y Kendall. Estos autores asumen como tarea
clasificar los objetivos educativos. Para el año de 1948, un grupo de educadores
asumió la tarea de clasificar los objetivos educativos. Ellos se propusieron
desarrollar un sistema de clasificación teniendo en cuenta tres aspectos: el
cognitivo, el afectivo y el psicomotor. El trabajo del apartado cognitivo se finalizó en
1956 y normalmente se conoce con el nombre de Taxonomía de Bloom.

La idea general planteada por los educadores es los educadores que los
alumnos sepan cuáles son los objetivos educacionales, para esto establecieron una
estructura jerárquica que va del más simple al más complejo hasta llegar al de la
evaluación. Al momento en que el docente elabora la planificación de los contenidos
de aprendizaje, han de tener en cuenta estos niveles y, mediante las diferentes
actividades, ir avanzando de forma progresiva desde el nivel más bajo hasta llegar
a los más altos.

El modelo de Bloom parte del compromiso interno de la persona de asumir una

nueva tarea, donde el sistema metacognitivo establece metas y estrategias, y el
proceso cognitivo procesa información relevante, para su posterior interiorización
del conocimiento, el modelo explica el proceso como el ser humano de decidirse o
no de involucrarse en una nueva tarea en algún punto del tiempo. también explica
cómo la información es procesada una vez que la decisión de participación en el
proceso ha sido tomada. este modelo hace alusión a tres sistemas mentales: el
interno, el metacognitivo y el cognitivo, y un cuarto componente del modelo es el
conocimiento.
 Así mismo se presenta el modelo de taxonomía propuesta por representantes
de La Escuela de Graduados en Educación del Tecnológico de Monterrey. Marzano
y Kendall (2007 y 2008) estos investigadores proponen como punto de partida para
el diseño de objetivos de aprendizaje, además de sustentarse en diferentes estudios
sobre los procesos de pensamiento y dominios del conocimiento, un modelo de
taxonomía constituye una alternativa actual para identificar mejor dónde se está y
hacia dónde se quiere llegar en el proceso de enseñanza- aprendizaje en las
diferentes disciplinas. Referente a la educación, la taxonomía de los objetivos
educativos, explica el dominio de conocimientos y sistemas de pensamiento. El
dominio de conocimientos corresponde a información (Procedimientos mentales y
psicomotores), mientras que el sistema de pensamiento es por niveles: Nivel 1:
Recuperación (sistema cognitivo) Nivel 2: Comprensión (sistema cognitivo) Nivel 3:
Análisis (sistema cognitivo) Nivel 4: Utilización del conocimiento (sistema cognitivo)
Nivel 5: Metacognición (sistema metacognitivo) Nivel 6: Sistema interno.

Los objetivos de aprendizaje son el punto de partida para la planeación de la

evaluación, por lo que se debe tener relación entre los objetivos, el nivel taxonómico.
esta Taxonomía está conformada por dos dimensiones, denominadas: nivele de
procesamiento y nivel de dominio del conocimiento. Referente a los niveles de
procesamiento, se mencionan: interno metacognitivo y cognitivo. Respecto a los
dominios de conocimiento se clasifican en tres: información, procedimientos
mentales y procedimientos psicomotores.

La taxonomía Marzano y Kendall mejora en algunos puntos a la propuesta

presentada por Benjamin Bloom. En primer lugar, es un modelo que en su esencia
es una teoría sobre el pensamiento humano, a diferencia de la propuesta de Bloom
que se limita a ofrecer un marco de referencia que describe seis niveles de
procesamiento de información. En segundo lugar, la metacognición se presenta
como un tipo de procesamiento que es aplicado al contenido de la disciplina que se
estudia o se pretende estudiar, no se pone al mismo nivel que el conocimiento
factual, conceptual y procedimental. En tercer lugar, se encuentra el hecho de haber
enunciado la existencia del sistema interno ubicado en primer espacio de la
jerarquía, que tiene la facultad de controlar si el aprendiz se involucra o no en el
proceso de aprendizaje al que se le está invitando. Este sistema, además de
contener todo lo que pasa por la conciencia (memoria, acciones, deseos, etc.),
también permite jerarquizar los retos trazados en y para nuestra vida.