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Rudyard Kipling, La Carga del Hombre Blanco (1899)

Nacido en la India, lugar donde transcurren sus novelas más conocidas, Kipling supo expresar la ideología de
la clase media inglesa ligada a la administración colonial. Este poema, publicado en 1899, es quizá la mejor
expresión de las ideas de esa clase.

Llevad la carga del Hombre Blanco— Llevad la carga del Hombre Blanco,
Enviad adelante a los mejores de entre Y cosechad su vieja recompensa—
vosotros— La reprobación de vuestros superiores
Vamos, atad a vuestros hijos al exilio El odio de aquellos que custodiáis—
Para servir a las necesidades de vuestros El llanto de las huestes que conducís
cautivos; (¡Ah, lentamente!) hacia la luz;--
Para servir, con equipo de combate, “¿Por qué nos librasteis de la esclavitud,
A naciones tumultuosas y salvajes— Nuestra amada noche egipcia?”
Vuestros recién conquistados y
descontentos pueblos, Llevad la carga del Hombre Blanco—
Mitad demonios y mitad niños. Vuestra audacia no va a menos—
Ni llama ruidosamente a la Libertad
Llevad la carga del Hombre Blanco— Para encubrir vuestro cansancio.
Con paciencia para sufrir, Por todo lo que deseéis o susurréis,
Para ocultar la amenaza del terror Por todo lo que hagáis o dejéis de hacer,
Y poner a prueba el orgullo que se ostenta; Los silenciosos y descontentos pueblos
Por medio de un discurso abierto y simple, Os estimarán a vuestro Dios y a vosotros.
Cien veces purificado,
Buscar la ganancia de otros ¡Llevad la carga del Hombre Blanco!
Y trabajar en provecho de otros. Habéis hecho en días de infancia—
El laurel ligeramente concedido,
Llevad la carga del Hombre Blanco— La fama fácil y sin fundamento;
Las salvajes guerras por la paz— Venid ahora, a buscar vuestra hombría,
Llenad la boca del Hambre, A través de todos los años no agradecidos,
Y ordenad el cese de la enfermedad; Fríos, aguzados con la costosa sabiduría,
Y cuando vuestro objetivo esté más cerca El juicio de vuestros pares.
(El fin buscado para otros)
Contemplad a la pereza e ignorancia salvaje
Llevar toda vuestra esperanza hacia la nada.

Llevad la carga del Hombre Blanco—


No el gobierno de hierro de los reyes,
Sino el trabajo del siervo y el barrendero—
El relato de cosas comunes.
Las puertas por las que vosotros no
entrareis,
Los caminos por los que vosotros no
transitareis,
Vamos, hacedlos con vuestra vida
Y marcadlos con vuestra muerte.

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