Está en la página 1de 5

Un simple letrero ayudó a reducir las emisiones de los

hogares en un 17%
septiembre 27, 2019 por Bridget Hoffmann | 3
Comentarios

Cuando el lacerante frío invernal desciende sobre las ciudades


de la región sur central de Chile, los habitantes echan leña a
sus chimeneas, encienden el fuego regulando el tiro en
posición cerrada para mantenerlas ardiendo por más tiempo, y
se sientan a compartir el calor y el sonido crepitante de sus
hogueras.
La energía producida por la combustión de leña es entre cuatro
y seis veces más barata que la de combustibles alternativos,
como el gas o la electricidad. Pero el problema es que, al
utilizar la leña como forma de calefacción, los habitantes de la

1
zona no solo contribuyen a la formación de smog, haciendo
que las ciudades de esta región estén entre las más
contaminadas de América del Sur, sino que a la vez acortan
sus propias vidas, ya que las emisiones de la leña producen
enfermedades respiratorias y otras afecciones.
Durante la última década, el gobierno de Chile ha puesto todo
su empeño para combatir este problema, aportando subsidios
significativos para la compra de chimeneas de leña menos
contaminantes y fomentando la venta de leña más seca,
políticas que aunadas generan menos emisiones de PM 2.5,
material particulado que en altas concentraciones puede ser
altamente tóxico. Pero incluso las chimeneas con la tecnología
de combustión más moderna y la leña más seca pueden
resultar peligrosas si no se utilizan como es debido. Esto ocurre
cuando los usuarios regulan el tiro de sus chimeneas en
posición cerrada para mantener la leña ardiendo por más
tiempo, como suelen hacer para ahorrar dinero en leña. Esta
práctica da lugar a un proceso de combustión a fuego lento que
es mucho más contaminante y nocivo para la salud humana
que la combustión más limpia que se produce al dejar el tiro
abierto, que permite el libre flujo del aire.
Una forma más sana de usar las chimeneas residenciales
Todo esto se prestó para una intervención basada en la
economía del comportamiento que puede salvar vidas y
mejorar el medio ambiente, logrando que las personas
simplemente modifiquen la forma en que utilizan sus
chimeneas. Dicha intervención fue probada por J. Cristobal
Ruiz-Tagle, del Fondo de Defensa del Medio Ambiente, y
Alejandra Schueftan, del Instituto Nacional de Bosques de
Chile, con el apoyo financiero y técnico del BID. Como
consecuencia, disminuyó en gran medida la frecuencia con

2
que las personas regulaban el tiro de sus chimeneas en
posición cerrada. También se provocó una reducción
considerable de las emisiones residenciales contaminantes.
Además, como la mayoría de las intervenciones del
comportamiento exitosas, esta se hizo a muy bajo costo y sin
imponerle nada a nadie. Y lo mejor es que sus aplicaciones
podrían ser de gran alcance, incluso hasta llegar a aportar
soluciones al problema mundial de la contaminación del aire
en los hogares, que es responsable de hasta 2,6 millones de
muertes al año.
El experimento se llevó a cabo en Valdivia, una ciudad de cerca
de 145.000 habitantes donde, como en la mayor parte de la
región sur central de Chile, entre el 80% y el 95% de la
población utiliza leña como combustible para la calefacción y
la cocina. En materia de concentración de PM 2.5, Valdivia es
la cuarta ciudad más contaminada de América del Sur, y
durante la temporada de frío, entre abril y noviembre, los
niveles superan con creces los estándares nacionales e
internacionales.
La intervención fue muy sencilla. Los investigadores
entregaron leña seca de alta calidad a 80 hogares, y en 40 de
ellos (grupo de tratamiento) fijaron un letrero informativo en las
palancas de los reguladores de tiro de las chimeneas de leña.
Dicho letrero proporcionaba información en tiempo real sobre
los niveles de contaminación asociados con cada uno de los
ajustes de la chimenea, de forma que las modalidades de
cerrado, y casi cerrado –y todas las intermedias– mostraban
niveles de contaminación más elevados que los ajustes de
abierto y casi abierto. La idea era ver si manteniendo
constantemente informadas a las familias sobre las emisiones
que estaban generando, era posible darles un empujoncito

3
para que usaran sus chimeneas de un modo más consciente
de acuerdo con el medio ambiente y la salud.
Disminuciones significativas de las emisiones
Y los resultados demostraron que era posible. Aquellos
hogares provistos con el letrero informativo lograron una
reducción de cerca de un 13% en la frecuencia de utilización
de la modalidad más cerrada y contaminante, y una
disminución superior al 17% en las emisiones de
contaminación residencial.
Desafortunadamente, este experimento no brindó una visión
perfecta de los sacrificios que las familias estaban dispuestas
a hacer. En la vida real, las familias regulan el tiro de sus
chimeneas en posición cerrada para reducir la quema de leña
y ahorrar dinero en la compra de esta. El hecho de haber
entregado leña gratis con el fin de garantizar una calidad y una
combustión homogéneas dificultó la posibilidad de cuantificar
hasta qué punto estarían dispuestas las familias a cambiar
esos ahorros por una menor contaminación.
Pero parece claro que sí estaban dispuestas a soportar al
menos cierto grado de sacrificio financiero. Si hubiesen
quemado lentamente la leña que recibieron gratis, podrían
haberla conservado y haber ahorrado dinero para futuras
compras una vez terminado el experimento. O podrían haber
vendido la leña restante a sus vecinos. Sin embargo, debido a
que se les informó sobre el efecto contaminante, redujeron
significativamente el uso de los ajustes cerrados en sus
chimeneas y, a pesar de la potencial pérdida financiera,
optaron por disfrutar de un medio ambiente más limpio.
Implicaciones globales para la reducción de emisiones

4
Los resultados tienen implicaciones para todos aquellos
lugares donde se utilizan chimeneas de leña con diferentes
ajustes. La reducción de emisiones gracias a la disminución en
la frecuencia del uso de ajustes cerrados no es lineal. Es decir,
después de cierto punto, la reducción de emisiones aumenta
drásticamente. Lo mismo puede decirse del efecto de las
emisiones de partículas en la salud. La mayoría de las
personas podemos soportar un poco de contaminación; pero a
partir de cierto punto, todos corremos un riesgo significativo.
En este contexto, las intervenciones sencillas y de bajo costo
que se basan en la economía del comportamiento y que sirven
para dar un empujoncito a las personas hacia un mejor uso de
sus chimeneas de leña, pueden desempeñar un papel
fundamental. En definitiva, pueden reducir de manera tajante
la contaminación del aire en los hogares, que es el octavo
factor de riesgo de muerte prematura a nivel mundial.

También podría gustarte