Está en la página 1de 5

Capítulo 15

Irete- Ofun
Irete-Afun
Él hizo la adivinación para el árbol de la palma

Atemu mi ateyo, ojojumo ni omo araye kpere te ati te'ni mu


Ori eni ni ko'ni yo

Profundiza eso en lo recóndito y en el sacrificio


No hay un día que pase sin que la humanidad no piense en el hundimiento en el
precipicio
Es la cabeza de uno, la que lo salva de todos los planes malévolos de la humanidad

Ésos fueron los awoses que hicieron adivinación para el árbol de la palma, cuando ella
estaba viniendo del cielo. Le aconsejaron hacer el sacrificio con tela blanca, gallina,
rata, pez, sal, eko y akara y servir a su cabeza con una paloma. Ella se negó a hacer el
sacrificio porque ella estaba segura que su carácter imprescindible y de su belleza que le
servirían para vencer todos los obstáculos. Ella nació al mismo tiempo con doscientas
divinidades, porque ella les había proporcionado el pasaje para el mundo a través del
agua.

Al llegar al mundo, ella tenía un bello pecho y una bonita cara. Todos los hombres la
cortejaron, pero ella le hizo desaire a todos. El bosquecillo (eti) decidió atacarla y
sitiarla. Eso fue cuando ella convidó a sus hermanos y hermanas para que se asentaran
a su alrededor para que le sirvieran a su cabeza. Después del sacrificio, ellos
comenzaron a bailar. Cuando le tocó el turno el fuego durante el baile, el atacó a todos
los que habían atacado a su hermana (la palma) obligándolos a retirar su ojos de ella con
ira. Tan pronto como comenzó a bailar obligo a (eti) a retirarse quemándolo, mientras
bailaba, cantaba:

"Wele wele ni ino njo-to ba to ke bu yaya"

Es por eso que el árbol de la palma tiene el mejor asentamiento en su medio.

En el Ugbodu, la persona debe servir su cabeza con una paloma y a Esu con un macho
cabrío. En la adivinación, la persona servirá a Ogun con un gallo y a su hermano o
hermana con otro gallo.

Él hizo la adivinación para ÒÒ rúnmìlà

Okiti kpuke ao eba ono. Odifa fun ÒÒ rúnmìlà jijo to 'nlo bo


Oshun ati orusa

Él hizo la adivinación para ÒÒ rúnmìlà cuando él iba a ofrecer sacrificio a Osun y al


Orisa. Las personas comenzaron a hacerle bromas, por cuanto él iba a servir a Ifá, al
Orisa y a Osun al mismo tiempo a todos. Él le dijo a las personas que estaban
importunándole que se ocuparan de sus asuntos y que no se inmiscuyeran en el de él.
En un futuro no muy lejano el prosperó asombrosamente que aquéllos que se habían
burlado de el quedaron atónitos. En la adivinación a la persona debe decírsele que no
preste atención a aquellos que lo están despreciando, porque su éxito aguarda callado
con tal que él haga el sacrificio.

Poema especial contra el miedo

Atefun shun. Mi atefun shun. Oni omo eku kii ke fin fin
Ki a tori ti be tori re bo eran
Atefun Sun. Mi atefun Sun. Omo eja kii ke fiin fiin ka to
Ri re bo run
Beni omo eye. Kii ke fin fin ka to ri re bo 'run
Boni omo eniyan kii ke fin fin ko to to ri bo'run

El pantano da el camino cuando se le pisa. Los niños de la rata, del pez, del pájaro y de
la humanidad no pueden ser devorados a menos que se les capture y se les ase, solo
porque aparentemente ellos lloran desvalidamente.

Cuando este Odù aparece en la adivinación, a la persona se le debe decir que se


encuentra perturbada emocionalmente por algo, y que no se siente con un
desenvolvimiento cómodo. Se le debe aconsejar que haga sacrificio, que después del
mismo su comportamiento y sus expresiones serán más audaces

La adivinación que él hizo al dejar el cielo.

Aro fifun da didun. Aro didun da fifun..

Estos fueron los Awoses que hicieron adivinación para este Odu cuando él estaba
viniendo al Mundo. Le aconsejaron que hiciera las preparaciones adecuadas, porque él
iba a transitar por difíciles momentos sobre todo en la tierra, especialmente por que el
fue destinado para que sus problemas se lo transportara a otras personas. le aconsejaron
que hiciera los sacrificios siguientes: servir Esu con un macho cabrío; a su ángel
guardián con un carnero, gallina y caracol; servir la voz de las personas en un cruce de
camino con 16 palomas y un pedazo de tela blanca; para así obtener la bendición de
Dios. Él hizo todos los sacrificios antes de venir para el mundo.

En conseguir al mundo, él se hizo un sacerdote de Ifa y todas sus predicciones a


menudo se hacían realidad. A pesar de su efectividad, su vida era apática y descolorida.
Él no se podía dar el lujo de tener una familia " ni de construir una casa. Su madre era
una mujer llamada Iwa, (uyinwen en Bini) quién era muy pobre, y Atefun era su único
hijo. Atefun era muy amistoso con el hijo de Olofin y ellos siempre andaban juntos.
Olofin tenía una tela de lomo negra, la cual llevaba puesta a menudo, cuando se sentía
melancólico. También tenía algún ganado que comprendía 201 vacas y unas 201 cabras,
201 ovejas y 201 aves las cuales eran pastoreadas por 4 pastores.

Un día, cuando Atefun estaba hablando en broma con su amigo el hijo de Olofin, él le
expresó un deseo acerca de que si Olofin le pudiera dar cuatro de cada uno de sus
varios ganados, él podría limpiar su oscuro infortunio para colorearlo de blanco. El
príncipe le preguntó de forma significativa que si el era capaz de mantener lo dicho y
Atefun de forma categórica dio una respuesta afirmativa. El príncipe rápido corrió hasta
su casa para planteárselo a su padre, el Oba quien inmediatamente mandó a buscar a
Atefun. Cuando su madre escuchó acerca de que había sido invitado para hacerles
algunas preguntas, ella se sintió asustada.

Cuando Atefun llegó al palacio, una gran muchedumbre se presentó para escuchar su
maravillosa historia. Cuando él preguntó por el Oba para confirmar que él era capaz de
lavar su oscuro infortunio en uno blanco, él explicó que aunque él lo dijo en broma, no
obstante, el consideraba que no era un problema importante porque él sabría
compensarlo correspondientemente. Entonces le dijeron que se preparara para asumir la
responsabilidad dentro de 7 días. El Olofin le dijo que si él tenía éxito realizando la
encomienda, el le daría la mitad de su reino para que lo administrase, pero que si fallaba
el lo ejecutaría. Él se consternó y partió corriendo a su casa para contarle a su madre
como él mismo se había metido en un problema. La madre estalló en lágrimas el pensar
en la perspectiva de perder a su único hijo. Ella corrió rápidamente ante ÒÒ rúnmìlà por
adivinación.

A la adivinación, el Odu Atefun fue el que emergió, donde le indicaba que el joven
hombrecito había ignorado por largo tiempo su Okekponrin, y que no estaba
practicando de forma adecuada el Ifismo. ÒÒ rúnmìlà tranquilizó a la mujer diciéndole
que su hijo iba poder realizar la proeza, con tal de que ella hiciera el sacrificio con un
carnero a Ifá además de agregarle unos diez metros de pedazos de tela blanca, y un
macho cabrio a Esu. Le orientaron que el día de la operación ella debía colocar los diez
metros de los pedazos de tela blanca en una vasija, agregarle cuatro ratas y depositarla
en la ribera del río. Aunque las personas ya estaban ridiculizando a Atefun por haberse
metido mediante su locuacidad en aquel problema, sin embargo la madre procedió a
realizar los sacrificios.

Cuando transcurrieron los 7 días fijados Atefun concurrió al palacio y el Olofin estaba
portando su vestido negro y tenía suficiente jabón negro para la función, mientras
ordenaba a sus inspectores que lo acompañasen hasta el río para que verificaran la
operación. Los inspectores estaban riéndose de él, al esquivar todas las vías que
conducían al río, el comenzó a lavar la tela negra, mientras los cuatro inspectores se
mantenían de pie observando atentamente. Había llegado el tiempo de accionar de Esu
por el sacrificio que había disfrutado. El comenzó liberando las cuatros ratas con la
cuales Atefun había hecho el sacrificio, en el medio de los cuatro inspectores, las cuales
identificaron como las cuatro especies de ratas que Olofin había hallado para el
sacrificio. Ellos abandonaron sus deberes y persiguieron a las ratas, teniendo en cuenta
que el Oba había prometido una compensación para aquel que fuese capaz de traerle las
ratas.

Mientras los cuatro inspectores estaban persiguiendo a las ratas, la madre de Atefun
salió de su escondite en el pantano le entregó los diez metros de pedazos de tela blanca
y su y tomó de él los diez metros de pedazos de tela negra. Acto seguido marcho para
su casa, mientras su hijo se mantuvo en el lugar lavando la tela blanca. Entre tanto los
inspectores regresaron después de sentirse satisfechos por haber podido capturar las
cuatros ratas.
Ellos quedaron atónitos cuando vieron que Atefun estaba lavando una tela blanca, que la
tela negra ya se había convertida en blanca, ellos le dijeron que parara el lavado porque
ya él había tenido éxito al convertir la tela negra en blanca.
En cuanto llegaron al palacio, había un asombro general en cuanto vieron que la tela
negra se había convertida en blanca. Esu Portu parte arreglo hizo los arreglos con la
forma y el tamaño de la tela negra. Los jefes sacaron una cinta midieron el tamaño de la
tela, y todo coincidió con el tamaño de la tela negra. Olofin sin embargo dijo que él
permitiría algún periodo de bondad, para observar si ningún infortunio le ocurría, antes
de pasar a pagar la compensación a Atefun. Casi, de forma inmediata Esu viró sus dos
ojos provocando temblores y sacudidas a todas las tierras a lo largo de todo el palacio.
Con ese traqueteo Olofin reaccionó en sus sentidos e inmediatamente promulgó un
decreto donde nombraba a Atefun como la Ojugbona del reino de Ife. A Atefun se le
dio el cargo, con la responsabilidad de administrar la mitad del reino y de esa forma se
obtuvo una prosperidad eterna.

Cuando este Ifá aparece en el Ugbodu, a la persona se le debe decir que haga el
sacrificio para que su disposición a causa de su locuacidad se le pueda convertir en
bendición. Él debe servir a Ifa de forma escrupulosa, para que le proporcione
prosperidad. En la adivinación, a un hombre se le aconsejará tener su propio Ifa y para
una mujer, debe agenciarse su Ifá para que pueda apartar el riesgo de entrar en
problemas a causas de sus expresiones.

Él adivinó para ÒÒ rúnmìlà cuando fue a la tierra de los Albinos

Bi oju ba ti kpon eni akponju. Awo iro ni o mu


Ni nshe. Odifa fun orunmila ni ojo to'nlo she awo
Fun awon ni ilu afin.won ni ki Orunmila ru ebo na

Cualquiera que tenga prisa en la vida termina en el infortunio. Ése fue el Awo que
hizo adivinación para ÒÒ rúnmìlà cuando él viajó en su practica de Ifá a la tierra de los
Albinos. Le aconsejaron que hiciera sacrificio con una paloma y con suficientes aves. Él
hizo el sacrificio antes de partir de viaje.

Después de la adivinación, él les aconsejó que hicieran sacrificio con suficientes frutas,
una gallina negra, una cabra, una oveja y una vaca. Ellos consiguieron los materiales y
ÒÒ rúnmìlà preparó el sacrificio con las hojas apropiadas para darles un baño. Ellos todos
se bañaron con el agua y a la mañana siguiente, todas sus pieles se pusieron oscuras
como la de ÒÒ rúnmìlà. Él les dijo sin embargo que no bañaran de nuevo hasta después de
siete días. Después de esto, él regresó a Oke-jetti. Aquéllos que se bañaban después de
cinco días, consiguieron que su color de la piel cambiara del negro a su antigua
pigmentación original Albina. Ellos fueron en grupo de nuevo por ÒÒ rúnmìlà, y el les
repitió el sacrificio aquellos que se habían sentidos afectados.

A la adivinación, a la persona se le debe aconsejar que debe sentirse satisfecha con


aquello que Dios le haya dado, y no debe intentar cambiar los designios del creador
omnipotente.
Afolabi Ìrètè Òfún.

Síntesis profética.- Habla de la popularidad y del éxito de


Ifá. El negocio del cliente o trabajo el mejorará.

Ìrètè Òfún adífáfún Òrúnmìlá Wón ni Òrúnmìlá ma a rawo


şe, àwon Ènìyàn yoo maa wa gba Ifá, won yoo maa wa te
Ifá.

t. Ìrètè Òfún, lo profetizado por Ifá para Òrúnmìlá. Ellos


dijeron que Orunmila tendrían muchos clientes. Muchos
vendrían a recibir a Ifá; muchos llegarían a ser iniciados;
muchos vendrían a él por adivinación. Le dijeron que
sacrificara una paloma, un ave y veinte mil caracoles. Él
obedeció y sacrificó.

Ìrètè Òfún adífáfún Animo òla animaşahun, wón niki o wa


rúbo, won ni: Ohun gbogbo ti enú i je niki o wa rú, Igbá
iyán ati awo obe.

Ìrètè Òfún, lo profetizado por Ifá para Animo ola


animaşahun. Le dijeron venir y sacrificar. Ellos dijeron que
él debe sacrificar todo lo que sea comestible. El sacrificio:
una guira de ñame machacado, una olla de sopa, kola
amargo y veinte mil caracoles. Él obedeció y sacrificó.
Ellos dijeron: Las personas generosas nunca estarán con
necesidad.

También podría gustarte