Está en la página 1de 5

¿Es el matrimonio el único medio para la felicidad?

Mejores son dos que uno, porque tienen buen galardón por su duro
trabajo. Pues si uno de ellos cae, el otro puede levantar a su socio.
Pero ¿cómo le irá al que está solo y cae cuando no hay otro que lo
levante? (Eclesiastés 4:9)

En el mundo moderno no es muy común encontrar personas que consideren la unión


matrimonial como la panacea a su soledad, cada día los humanos encontramos más motivos
para no tener relaciones duraderas, o vivir en solitario se ha convertido en la bandera de muchos
sujetos que pregonan no creer en el amor o en la humanidad. Por consiguiente, el sustento del
presente ensayo es desde la perspectiva de la Biblia, Russell y otros autores como Kierkegaard,
Tolstói que refutan la idea del matrimonio como la mejor opción para la felicidad y sentirse
completos.

Retomando las palabras de Génesis 2:18 donde Dios le dice a Adán: “No es bueno que
el hombre continúe solo”. Y luego añade que creó a Eva “como complemento de él”; la palabra
complemento significa “cosa que se une a otra para completarla”. Al leer ese versículo
podríamos inferir de que uno no está completo a menos que se case.

Ahora bien, ¿este relato nos enseña que las personas no pueden sentirse felices,
realizadas ni completas a menos que se casen y tengan hijos? Claro que no. Jesucristo es un
ejemplo, ya que no existen textos fidedignos que demuestren lo contrario, Jesús demostró por
los relatos de los evangelios que era un hombre soltero y era feliz.

¿Significa entonces que la Biblia se contradice en este punto? Tenemos que ver el
matrimonio en el contexto del propósito de Dios. Si bien él lo instituyó para que fuera una
fuente de felicidad, intimidad y consuelo, a veces también ha sido fundamental para que se
cumplieran ciertos aspectos de su voluntad. Por ejemplo, el propósito de él para Adán y Eva era
el siguiente: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra” (Génesis 1:28). Ninguno de
los dos podía cumplir por sí solo este mandato divino. Se necesitaban mutuamente, y cada uno
completaba al otro en un sentido muy particular.

1
¿Y qué hay de nuestros tiempos? ¿Tienen los humanos que vivimos en este
superpoblado planeta la obligación de casarse y tener hijos para cumplir con el antiguo mandato
divino de llenar la Tierra? Pues no, en Mateo 19:10 Jesús menciona que no todos tienen el don
y no hacen lugar para el matrimonio.

Si bien es cierto que el matrimonio resuelve algunos problemas, pero con frecuencia
causa otros que pueden ser más difíciles de resolver que los que experimentan las personas
solteras. Pablo al respecto dijo que el matrimonio trae “tribulación en la carne”. (1 Corintios
7:28.), y Tolstói en su obra La Sonata de Kreutzer afirma que “el amor y la unión con el objeto
de ese amor (por mucho que se trate de comprobar lo opuesto en poesía y en prosa) nunca
facilita el logro de cualquier fin digno del hombre y siempre lo dificulta” (p.82), pues estar
unido a una persona diferente en gustos, pensamientos, deseos y creencias diversas debido a su
crianza y otros factores, se puede llegar a convertir en un verdadero reto para obtener paz
interior y familiar.

Lo anterior se ha convertido en la piedra del zapato de muchas personas que encuentran


más fácil vivir la soledad que hallar una pareja que medianamente se comprenda con ella, el
temor al fracaso o sacrificios más allá de sus capacidades mentales no le permiten construir
relaciones duraderas en donde el compartir, el amar y sentirse amado y la estabilidad emocional
que trae tranquilidad al espíritu, se convierten en utopías difíciles de alcanzar.

Igualmente, a las diferencias que se puedan tener entre parejas se encuentra también el
egoísmo, siendo algo propio del casado, Kierkegaard (1955) afirma que:

Amor y matrimonio son en el fondo un corroborante más profundo del amor propio;
uno se vuelve doblemente egoísta; por esto los esposos se sienten tan contentos, tan
prósperos para la vida vegetativa, porque el puro amor no está hecho para la
existencia terrenal como el egoísmo. El solitario, por lo mismo, carece de egoísmo,
los esposos lo expresan de él: ‘Es un egoísta’; porque los esposos parten del
principio de que el matrimonio es amor (p. 198).

Partiendo de lo anterior se podría decir que los novios no se casan tanto por amor al otro,
sino más bien por amor a sí mismos. Y en este sentido, entonces, casarse respondería no a un acto
de generosidad, sino más bien de egoísmo. Quien se casa lo hace por amor a sí mismo y no por

2
amor a otro. Y, al contrario de lo que estima el juicio social más común, serían egoístas más los
casados que los solteros, ya que para suplir su soledad buscan un equivalente para sentirse amados
y deseados.

Por otro lado, como menciona Russell en su obra “Matrimonio y Moral” (citado por
Misari,2004) el amor florece mientras es libre y espontáneo, pero cuando se torna obligado puede
inducir al odio; no solo en tiempos antiguos el matrimonio se hacía por conveniencia hoy día
algunas parejas se unen en matrimonio en algunos casos por estabilidad económica,
reconocimiento social o temor a la soledad sin tener en cuenta que vivir en pareja implica más que
compartir el lecho o un techo.

Por lo tanto “el amor” es un ingrediente esencial a la hora de convivir con una pareja pues
este como afirma la Biblia se regocija con la verdad”, “todas las cosas las soporta, todas las cree,
todas las esperas, todas las aguanta” (1 Corintios 13:7), sin querer decir lo anterior que tanto un
cónyuge como el otro tienen que pasar por injusticias, maltratos fiscos o psicológicos en nombre
del amor, antes bien el amor nos incita al respeto, a la lealtad, a la bondad y al deseo de superación
mutua.

Es así como el matrimonio puede aportar muchas satisfacciones y alegrías. Pero para ello,
es preciso aprender a ver al cónyuge desde el ángulo correcto, centrándose en las cualidades que
tiene y los esfuerzos que realiza, en vez de enfocarse en sus defectos. Pero ¿no es eso cerrar los
ojos a la realidad? No, siempre deseamos que tanto el ser superior como nuestros semejantes se
fijen en nuestro lado positivo, así que, debemos adoptar una actitud comprensiva de perdón, y
hacer nuestro el principio de “haz lo que te gustaría que te hicieran a ti” (Mateo 7 :12).

Ahora bien, hablar de perdón en una sociedad competitiva, en donde todos luchan contra
todos haciendo más difícil la convivencia (Russell, citado por Misari,2004) convirtiéndose este en
el eslabón perdido, la piedra angular, pedirlo o concederlo es sinónimo de debilidad; difícilmente
los humanos nos inclinamos hacia este valor que nos permite soltarnos de ataduras que nos causan
dolor emocional y hasta físico. Claro está que perdonar no es aprobar una mala acción, minimizarla
o hacer ver que no ha pasado nada. En vez de eso, es una decisión personal bien pensada que
demuestra un deseo sincero de buscar la paz interior y de establecer o mantener buenas relaciones
con otros y especialmente cuando se trata de perdonar al cónyuge para mantener un clima tranquilo
en la relación.

3
De igual forma, la intimidad en el matrimonio se convierte en el tercer ingrediente que
sazona la relación, bien describe la Biblia el placer que el matrimonio concede al esposo:
“Regocíjate con la esposa de tu juventud .... Que sus propios pechos te embriaguen a todo
tiempo. Con su amor estés en un éxtasis constantemente” (Proverbios 5: 18, 19). Dios también
desea que las esposas disfruten de las relaciones sexuales, pues 1 Corintios 7:3 dice: “El esposo
debe satisfacer las necesidades sexuales de su esposa”, siendo esto entonces un regalo que nos
proporciona el creador desde los inicios de la humanidad cuando promulgó las primeras
palabras para instituir el matrimonio en Génesis 2:24 al mencionar que el hombre dejará a su
padre y a su madre para unirse a su esposa y serian una solo carne.

Entre tanto, casarse o no casarse es una decisión personal, ambos estados pueden
considerarse un regalo de Dios. Pero, como bien sabemos, a todo el mundo no le hace feliz el
mismo regalo. El matrimonio es una unión sagrada que puede aportar amor, compañía y
estabilidad. No obstante, también acarrea “tribulación en la carne”, es decir, también trae
dificultades. En cuanto a la soltería, Dios también hace mención que estas tienen ciertas ventajas
sobre las casadas (1 Corintios 7:28, 32-35).

Optar por no tener una pareja estable a mi modo de ver es respetable pues como antes
se mencionó trae algunas ventajas sobre aquellos que tienen pareja, como, por ejemplo, dedicar
más tiempo a sus preferencias en cuanto a hobbies; tener que estar pendiente de horarios o
complacer a otro algunas veces se convierte en un dilema, también la comprensión ya que
afortunadamente los seres humanos somos diferentes y en ocasiones vivir esas diferencias se
revierten en campos de guerra.

De modo que, si se opta por el matrimonio para encontrar la felicidad pues este trae
consigo la familia sinónimo de estabilidad y si es llevado a cabalidad nos proporciona amor, un
compañero en las dificultades; en contraste, la soltería proporciona a algunas personas
tranquilidad, sosiego, independencia con lo cual se sienten realizadas; son dos opciones desde
mi manera ver equilibradas.

En definitiva, tanto el matrimonio como la soltería son dos opciones respetables, ambas
traen satisfacciones a nuestra vida. Y es una decisión muy personal inclinarse por cualquiera de
las dos. Dependiendo del sujeto el cual puede llegar a ver el matrimonio como el medio para la
felicidad o la soltería como el medio de realización personal.

4
Dinánsela López Molina1

Referencias

Kierkegaard, S. (1955). Diario Íntimo. Recuperado

de: https://es.scribd.com/document/249386850/Diario-Intimo#

Misari, D. (s, f). Russell y su noción filosófica sobre el matrimonio. Recuperado de:
https://es.slideshare.net/hphraim/russell-y-su-nocin-filosfica-sobre-el-matrimonio

Tolstói, L. (1889). La Sonata de Kreutzer. Recuperado de:


https://www.lectulandia.co/book/la-sonata-a-kreutzer/

1
Estudiante V semestre. Licenciatura en Educación Básica con Énfasis en Humanidades y Lengua Castellana
Universidad de Antioquia- Sede Norte. Correo: dinancela.lopez@udea.edu.com

También podría gustarte