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La labranza indudablemente es una actividad aplicada previamente antes del cultivo, se estima que
es la actividad agrícola que consiste en seguir puntuaciones bastante profundas en la tierra con una
herramienta de mano o un surco. La labranza sin lugar a duda juega un papel importante en las
actividades tendientes a los procesos de plantación. Drásticamente es un proceso metódico pero
efectivo que depende de la participación del hombre o en su defecto de maquinarias o herramientas
para su aplicación.
Es la labranza que realiza en el suelo anterior a la siembra con maquinaria que corta e invierte total
o parcialmente los primeros 15 cm de suelo. El suelo se afloja, airea y mezcla, lo que facilita el
ingreso de agua, la mineralización de nutrientes, la reducción de plagas y malezas en superficie.
Implica el laboreo anterior a la siembra con un mínimo de pasadas de maquinaria anterior a su corte,
rastrón, rastra doble, rastras de dientes, cultivador de campo. Se provoca la aireación del suelo, pero
hay menor inversión y mezclado de este.
Se aceleran los procesos de mineralización de nutrientes pero a menor ritmo que en el caso anterior.
Quedan más residuos vegetales en superficie y anclados en la masa del suelo; por tanto, el riesgo
de erosión es menor. El objetivo principal es disminuir costos de producción y el apisonamiento del
suelo al haber menos pasadas de la maquinaria.
Salir del rango óptimo de humedad para la labranza puede ser justificado en determinados casos,
del punto de vista del suelo tiene los siguientes efectos: suelos arenosos la labranza en seco no
tiene el efecto deseado porque la arena no tiene fuerzas cohesivas. Por ejemplo un arado no voltea
sino que crea solamente un surco.
La labranza en arena demasiado húmeda no es tan peligrosa como en suelos más pesados pero
también puede llevar a serios problemas de compactación. En suelos limosos se puede labrar en
seco. Sin embargo esto consume más energía que la labranza en suelo húmedo.
Además puede formar polvo y por lo tanto pérdida de suelo por erosión eólica. Hay que evitar
absolutamente la labranza en suelo muy húmedo por el peligro grave de compactaciones. Los
suelos arcillosos son casi imposibles de labrar en seco.
PARA SU REGIÓN CUAL DE ESTOS TIPOS DE LABRANZA SERÍA EL MÁS ADECUADOS Y DIGA POR
QUÉ.
Labranza cero o de conservación por la topografía de los suelos ya que el 80% del municipio son
suelos laderas.