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Procedencia de los nombres de algunos elementos químicos.

Procedencia
de los nombres de algunos elementos químicos.

He destacado los nombres más curiosos en rojo.

Nombres de elementos en honor a planetas y asteroides:

Mercurio, su nombre se debe al planeta del mismo nombre, pero su


abreviatura es Hg. Dioscórides lo llamaba plata acuática (en
griego hydrárgyros). hydra=agua, gyros= plata.
Uranio (U): del planeta Urano.
Neptunio (Np): del planeta Neptuno.
Plutonio (Pu): del planeta Plutón.
Cerio (Ce): por el asteroide Ceres, descubierto dos años antes. (¿Sabíais que
el cerio metálico se encuentra principalmente en una aleación de hierro que se
utiliza en las piedras de los encendedores?).
Titanio(Ti): de los Titanes, los primeros hijos de la Tierra según la mitología
griega.

Nombres de lugares y similares:

Magnesio (Mg): de Magnesia, comarca de Tesalia (Grecia).


Scandio (Sc) Scandia, Escandinavia ( por cierto, Vanadio (V): Vanadis, diosa
escandinava).
Cobre (Cu): cuprum, de la isla de Chipre.
Galio (Ga): de Gallia, Francia.
Germanio(Ge): de Germania, Alemania.
Selenio (Se):de Selene, la Luna.
Estroncio (Sr): Strontian, ciudad de Escocia.
Itrio (Y): de Ytterby, pueblo de Suecia.
Rutenio (Ru): del latín Ruthenia, Rusia.
Terbio (Tb): de Ytterby, pueblo de Suecia.
Europio (Eu): de Europa.
Holmio (Ho): del latín Holmia, Estocolmo.
Tulio (Tm): de Thule, nombre antiguo de Escandinavia. (¿Pero porqué Tm?)
Lutecio (Lu): de Lutetia, antiguo nombre de Pans.
Hafnio (Hf): de Hafnia, nombre latín de Copenhague.
Polonio (Po): de Polonia, en honor de Marie Curie (polaca) codescubridora del
elemento junto con su marido Pierre.
Francio (Fr): de Francia.
Americio (Am): de América.
Berkelio (Bk): de Berkeley, universidad de California.
Californio (Cf): de California (estado estadounidense).
Renio (Re): del latín Rhenus, Rin.

Nombres que hacen referencia a propiedades:

Berilio (Be) de beriio, esmeralda de color verde.


Hidrógneno (H): engendrador de agua.
Nitrógeno (N). engendrador de nitratos (nitrum)
Oxígeno (O): formador de ácidos (oxys)
Cloro (Cl) del griego chloros (amarilio verdoso).
Argón (Ar) argos, inactivo. (Ya sabes, los gases nobles son poco
reactivos).
Cromo (Cr): del griego chroma, color.
Manganeso (Mg): de magnes, magnético.
Bromo (Br): del griego bromos, hedor, peste.
Zinc (Zn): del aleman zink, que significa origen oscuro.
Arsenico (As): arsenikon, oropimente amarillo (auripigmentum).
Zirconio (Zr): del árabe zargun, color dorado.
Rubidio (Rb): de rubidius, rojo muy intenso (a la llama).
Rodio (Rh): del griego rhodon, color rosado.
Yodo (I): del griego iodes, violeta.
Indio (In): debido al color indigo (anil) que se observa en su espectro.
Cesio (Cs): de caesius, color azul celeste.
Disprosio (Dy): del griego dysprositos, volverse duro. (Si alguien conoce la
razón que me lo haga saber).
Osmio (Os): del griego osme, olor (debido al fuerte olor del OsO4).
Iridio (Ir): de arco iris.
El platino (Pt) en estado metálico es blanquecino y medianamente similar a la
plata (aunque mucho menos maleable que esta), por lo que cuando en 1748 el
español don Antonio de Ulloa lo encontró en una expedición por Sudamérica lo
llamó "platina", lo que quiere decir más o menos "parecido a la plata". Se
describe en un obra: "Relación Histórica del viaje a la América Meridional"
(Madrid,1748) como sigue:
"En el partido de Chocó, habiendo muchas minas de lavadero, como las
que se acaban de explicar, se encuentran también algunas, donde por
estar disfrazado, y envuelto el oro con otros cuerpos metálicos, jugos y
piedras, necesita para su beneficio del auxilio del azogue [mercurio]; y tal
vez se hallan minerales, donde laplatina (piedra de tanta resistencia, que
no es fácil romperla, ni desmenuzarla con la fuerza del golpe sobre el
yunque de acero) es causa de que se abandonen; por que ni la
calcinación la vence, ni hay arbitrio para extraer el metal, que encierra,
sino a expensas de mucho trabajo y costo."

Oro (Au): de aurum, aurora respiandeciente.


Talio (Tl): del griego thallos, vástago o retoño verde.
Bismuto (Bi): del alemán weisse masse, masa blanca.
Astato (At): del griego astatos, inestable.
Radón (Rn): radium emanation (radiactiva). (De noble nada de nada, es
radioactivo).
Radio (Ra): del latín radius, rayo.
Actinio (Ac): del griego aktinos, destello o rayo.
Volframio (W): del inglés wolfrahm; o tungsteno, de tung sten, del sueco,
piedra pesada.
Bario (Ba): del griego barys, pesado.
Praseodimio (Pr): de prasios, verde, y didymos, gemelo.

Nombre que hacen referencia a la mitología:

Vanadio (V): Vanadis, diosa Escandinava.


Niobio (Nb): Níobe, hija de Tántalo.
Paladio (Pd): Pallas, diosa de la sabiduria.
Prometio (Pm): de Prometeo, personaje mitológico.
Tantalio (Ta): de Tántalo (mitología). (Mira lo que significa y dime si sabes
porqué le pusieron este nombre).
Torio (Th): de Thor, dios de la guerra escandinavo. ¡Mira que dar el nombre
de un dio guerrero a un elemento!
Vanadio (V): Vanadis, diosa escandinava.

Nombres de científicos:

Curio (Cm): en honor de Pierre y Marie Curie.


Einstenio (Es): en honor de Albert Einstein.
Fermio (Fm): en honor de Enrico Fermi.
Mendelevio (Md): En honor al químico ruso Dmitri
Ivánovich Mendeléiev precursor de la actual tabla periódica.
Nobelio (No): en honor de Alfred Nobel.
Lawrencio (Lr): en honor de E.O. Lawrence.
Unnilquadium (Unq): Unnilquadium significa 104 (su número atómico) en latín.
Los soviéticos propusieron el nombre de Kurchatovium (Ku) en honor de Igor
V. Kurchatov, mientras que los estadounidenses preferían el nombre de
Rutherfordium (Rf) en honor de Ernest Rutherford. La IUPAC le asignó este
nombre temporal en 1980.
Unnilpentium (Unp): en latín unnilpentium equivale a 105 (su número
atómico). La IUPAC estableció este nombre frente a las propuestas
estadounidenses de llamarlo Hahnio (Ha) en honor de Otto Hahn y de los
soviéticos de llamarlo Nielsbohrium en honor de Niels Bohr. (Desde hace un
tiempo, la IUPAC utiliza este sistema de nomenclatura para los elementos
a partir del 104, hasta que se decida cuales van a ser los nombres
definitivos).
Gadolinio (Gd): del mineral gadolinita, del químico finlandés Gadolin.
Samario (Sm): del mineral samarskita, (en honor del ruso Samarski).

Otros:

Helio (He): de la atmostera del sol (helios, se descubrió por primera vez en el
espectro de la corona solar durante un eclipse en 1868, aunque la mayoría de
los científicos no lo aceptaron hasta que se aisló en la tierra).
Litio (Li): de lithos, roca.
Boro (B): del arabe buraq.
Carbono (C): carbón.
Fluor (F): de fluere (que no se lo que significa)..
Neón (Ne). nuevo (del griego neos). (No se complicaron nada la vida con el
nombre).
Sodio (Na): Del latín sodanum (sosa), Na del latín natrium (nitrato de sodio).
Aluminio (Al): del latín alumen (que tampoco se lo que significa).
Silicio (Si): de silex, sílice.
Fósforo (P) de phosphoros, portador de luz (el fosforo emite luz en la
obscuridad porque arde al combinarse lentamente con el oxígeno del aire).
Azufre (S) del latín sulphurium.
Potasio (K) kalium; el nombre, del inglés pot ashes (cenizas). (Las cenizas de
algunas plantas son ricas en potasio).
Calcio (Ca) de calx, caliza. (La caliza está formada por Ca2CO3).
Hierro (Fe): de ferrum.
Cobalto (Co): He leído dos explicaciones, una que dice que cobalto proviene
de cobalos, mina. Otra versión asegura que cobalto es el nombre de un
espíritu maligno de la mitología alemana. Lee aquí su historia.
Niquel (Ni): proviene del término alemán kupfernickel, que quiere decir algo
asi como cobre del demonio, (aparece en minas de cobre pero no lo es).
Como kupfer significa cobre, níquel debe querer decir demonio.
Kriptón (Kr): del griego kryptos, oculto, secreto.
Molibdeno (Mo): de molybdos, plomo. (Al parecer, los primeros químicos lo
confundieron con mena de plomo).
Tecnecio (Tc): de technetos, artificial, porque fue uno de los primeros
sintetizados.
Plata (Ag): del latín argentum.
Cadmio (Cd): del latín cadmia, nombre antiguo del carbonato de zinc. (Casi
todo el cadmio industrial se obtiene como subproducto en el refinado de los
minerales de zinc, quizás sea por eso). Si alguien conoce la historia exacta del
nombre que me la haga llegar.
Estaño (Sn): del latín stannum.
Antimonio (Sb): de antimonium; Sb de stibium.
Teluro (Te): de Tellus, tierra.
Xenon (Xe): del griego xenon, extraño, raro.
Lantano (La): del griego lanthanein, yacer oculto.
Neodimio (Nd): de neos-dydmos, nuevo gemelo (del lantano).
Plomo (Pb): del latín plumbum.
Protoactinio (Pa): de protos (primero) y actinium.

Si te interesa la historia del descubrimiento de los elementos químicos te


recomiendo el siguiente libro :
La búsqueda de los elementos. Isaac Asimov.

Página principal.
Índice de elemtos.
www.Webelement.com
www.IUPAC.org
Una tabla periódica muy graciosa (166 Kb.)
Si quieres realizar comentarios y aportaciones mandame un e-mail
pinchando aquí.}

http://www.uv.es/~jaguilar/elementos/nombres.html

Origen de los nombres de los elementos en la tabla


periódica

Dmitri Mendeléyev en 1897.

En 1871, el químico ruso Dmitri Mendeléyev propuso una forma de organizar y


clasificar los 56 elementos químicos conocidos hasta la fecha: la Tabla Periódica de
los Elementos. En ella, hasta predijo las propiedades de ocho elementos que aún
no habían sido descubiertos.

Cada elemento en la tabla moderna adaptada de la de Mendeléyev tiene un símbolo


formado por una, dos o tres letras. Hay 14 elementos cuyo símbolo es una única
letra: H, K, B, C, N, O, F, P, I, Y, W, V, S y U. Por norma general, ésta coincide con
laprimera letra de su nombre, excepto en el caso notable del potasio, cuyo símbolo
(K) viene de "kalium" que significa “potasa”, la sustancia de la que se aisló el
elemento por primera vez, en latín.

El resto de los elementos tienen un símbolo de dos letras que puede estar relacionado
con su nombre antiguo en latín (Au, Hg, Ag...) o no.
A continuación propongo una lista casi completa del origen etimológico de los
nombres de los 118 elementos de la tabla periódica, clasificados según el tipo
de origen. Se encuentran ordenados por número atómico dentro de cada categoría,
que se indica entre paréntesis.

Origen mitológico
 Helio (2): dios griego del sol Helios.

 Titanio (22): los titanes en mitología griega, eran los hijos de la diosa de la
Tierra.
 Vanadio (23): deidad Vanadis o Freya, diosa de la belleza en mitología
escandinava.
 Níquel (28): de "Nickel" o "Nixe", un espíritu malvado de la mitología
alemana que vivía en las minas.
 Selenio (34): de la diosa griega de la luna Selene.
 Niobio (41): de Níobe, hija de Tántalo (véase el elemento con Z = 73) en la
mitología griega.
 Paladio (46): Palas Atenea, diosa griega de la sabiduría. Otras fuentes
señalan que se llama así por el asteroide Palas.
En 1803, Wollaston quiso llamar al elemento Ceresio (Ce), pero descartó este nombre
para evitar confusión con el Cerio.
 Cadmio (48): Cadmo, personaje mitológico griego que fundó la ciudad de
Tebas.
 Telurio (52): del latín Tellus, diosa romana de la Tierra.
 Cerio (58): diosa romana de la tierra y la agricultura Ceres.
 Prometio (61): Prometeo, titán de la mitología griega que robó el fuego del
Monte Olimpo y lo llevó a los humanos.
 Tantalio (73): de Tántalo, rey de Frigia (Grecia).
 Iridio (77): diosa Iris del arcoiris.
 Mercurio (80, Hg): dios romano mensajero de los dioses. En inglés antiguo
se conoce comoquicksilver, que significa actualmente voluble o caprichoso.
Su símbolo viene del latín "hydrargyrum", plata líquida.
 Torio (90): del dios escandinavo del trueno Thor.
 Uranio (92): de Urano, el dios griego del cielo que a su vez inspiró el nombre
del planeta.
 Neptunio (93): de Neptuno, dios romano de los océanos. Fue el primer
elemento sintético transuránico descubierto.
 Plutonio (94): de Plutón, dios griego de la muerte.
Composición de la kriptonita: Pu, Ta, Xe, Pm... ¿Se referirán al género
de plantas fabáceas Dialium?, Hg y un 0,57 % desconocido.
Dedicados a personas
 Gadolinio (64): de la piedra gadolinita, donde fue encontrado, y que recibe
su nombre por el químico, médico y minerólogo finés Johan Gadolin.
 Curio (96): a Marie Curie.

Fuente: Reppublica.it.
 Einstenio (99): actínido sintético en honor a Albert Einstein.
 Fermio (100): otro actínido sintético en honor a Enrico Fermi, físico nuclear
italiano.
 Mendelevio (101): al célebre y ya mencionado Dmitri Mendeléyev.
 Nobelio (102): al químico sueco y precursor de los prestigiosos Premios
Nobel Alfred Nobel.
 Lawrencio (103): a Ernest Lawrence, físico estadounidense ganador del
Nobel de Física.
 Rutherfordio (104): en honor al físico y químico neozelandés Ernest
Rutherford, creador de su modelo atómico y ganador del Pemio Nobel de Química.
 Seaborgio (106): por Glenn T. Seaborg, físico atómico norteamericano,
ganador de un Premio Nobel de Química, y única persona que seguía viva cuando se
bautizó a un elemento de la tabla en su honor.
 Bohrio (107): en honor al físico danés Niels Bohr, Nobel de Física en 1922.
 Meitnerio (109): a la física austriaca Lise Meitner (¡otra mujer además de
Curie!).
 Roentgenio (111): a Wilhelm Röntgen, descubridor de la radiación X.
 Copernicio (112): o Ununbio, a Nicolás Copérnico.
 Flerovio (114): por el Laboratorio de Reacciones Nucleares Flerov de Dubna,
llamado así por el físico nuclear ruso Georgy Flyorov.
Procedentes de topónimos
 Magnesio (12) y Manganeso (25): ambos elementos cogen su nombre
de Magnesia, una prefectura de Tesalia en Grecia.
En un principio, Sir Humphry Davy propuso para el elemento 12 el nombre Magnio
(Mg), para evitar confusión con el Manganeso.
 Escandio (21): del latín "Scandia", Escandinavia.
 Cobre (29): del latín "cyprium", Chipre, donde se extraía en la época romana
y se conocía como "cyprium" o "cuprum".
 Galio (31): de Galia, la palabra en latín para designar Francia.
 Germanio (32): de Germania, la palabra en latín para designar a Alemania.
Originalmente, el químico alemán Winkler quiso llamar a su descubrimiento en 1886
Neptunio, nombre que ya estaba pillado por el elemento 93.
 Estroncio (38): pueblo escocés Strontian.
 El pueblo minero de Ytterby en Suecia tiene cuatro elementos dedicados a
él:Itrio (39), Terbio (65), Erbio (68) e Iterbio (70).
 Rutenio (44): de Rutenia, una región de Europa del este.
 Europio (63): Europa, a su vez llamada así por la diosa griega Europa.
 Holmio (67): de Estocolmo (Stockholm), capital de Suecia.
 Tulio (69): de Tule, el nombre griego antiguo de Escandinavia o Islandia.
 Lutecio (71): del nombre latín para la ciudad francesa París, Lutecia.
 Hafnio (72): del nombre latín para la ciudad de Copenhague, Hafnia.
 Renio (75): del río Rin (en alemán, Rhein), en Europa.
 Polonio (84): llamado así en honor de Polonia, país de nacimiento de Mme
Curie.
 Francio (87): por Francia, país de descubrimiento por parte de la médico
francesa (¡y ya van tres mujeres en los 118 elementos!) Marguerite Perey.
 Americio (95): proviene del continente América, que coge su nombre del
explorador italiano Americo Vespucci.
 Berkelio (97) y Californio (98): actínidos sintéticos, sintetizados por
primera vez en la Universidad de California, Berkeley.
 Dubnio (105): Dubna, Óblast de Moscú, Rusia.
 Hassio (108): Estado Federado de Hesse, Alemania.
 Darmstadtio (110): Darmstadt, ciudad del Estado de Hesse, Alemania.
 Livermorio (116): por el Laboratorio Nacional de la ciudad de Livermore,
California.

Referencias a colores
 Cloro (17): del griego "khlôros", verde claro.
 Cromio (24): de la palabra griega "croma", color.
 Arsénico (33): del persa "al zarnikh" (oropimente amarillo).
 Rubidio (37): del latín "rubidius", rojo oscuro.
 Zirconio (40): árabe "zargun", color dorado.
 Rodio (45): del griego "rhodos", rosa.
 Indio (49): de índigo, por las líneas azules presentes en el espectro de
emisión del elemento enespectroscopía.
 Yodo (53): del griego "ioeidēs", púrpura o violeta por el tono de los vapores
emitidos en su forma elemental.
 Cesio (55): Bunsen lo llamó así por color azul de su llama, y en latín
"caesius" es cielo azul.
 Praseodimio (59): del griego "prasinos", verde, y "didymos", gemelo.
 Talio (81): del griego "thallos", ramita verde o brote.
 Bismuto (83): del alemán "weiße Masse", masa blanca.

Otros orígenes
 Hidrógeno (1): su nombre procede de los términos griegos "hydros" y
"genes", agua y generador.
 Litio (3): de "lithos", que significa piedra en griego.
 Berilio (4): del griego "beryllos", berilo, una gema.
El químico francés Vauquelin propuso en 1798 el nombre Glucinio (Gl) para este
elemento, pero fue rechazado por su similitud con el aminoácido Glicina.
 Boro (5): del árabe "buraq" (bórax).
 Carbono (6): latín "carbo", carbón.
 Nitrógeno (7): griego "nitron" y "genes", formador de nitro.
Lavoisier propuso en 1776 el nombre Azote o Ázoe (Az), que sigue empleándose en
la nomenclatura de las sales de diazonio o en las reacciones de diazotación de las
aminas.
 Por otro lado, Oxígeno (8) viene del griego "oxy genes", formador de ácidos.
 Flúor (9): del latín "fluorés", corriente.
 Neón (10): del griego "νέον" o "neos", nuevo.
Originalmente, el hijo del descubridor del elemento, el escocés Ramsay, propuso en
1898 el nombre "novum", pero el padre lo modificó a neón para que tuviera un origen
griego, como muchos de los elementos ya nombrados.
 Sodio (11, Na): del árabe "suda", que significa dolor de cabeza, ya que el
carbonato sódico se usaba para tratar esta afección.
El símbolo proviene del latín moderno "natrium", que designa una sal mineral natural.
 Aluminio (13): del latín "alumen", que significa sal amarga.
 Silicio (14): del latín "silex" o "silicis", pedernal.
 Fósforo (15): del griego "phôs" (luz) y "phoros" (dador)".
 Azufre (16): del latín "sulpur", o "sulfre", que en castellano se le añadió el
prefijo árabe.
 Argón (18); del griego "argon", que significa inactivo o vago.
 Potasio (19, K): como ya hemos comentado antes, se llamó así por la potasa
o hidróxido de potasio, la sustancia de la que se aisló la primera vez.
El símbolo viene del árabe "al qaliy", cenizas calcinadas,
 Calcio (20): latín "calx", cal.
 Hierro (26, Fe): latín "ferrum", hierro o espada.
 Cobalto (27): del alemán "Kobold", que significa espíritu malvado.
 Cinc (30): del alemán "Zinke", adjetivo para defirnir algo con forma de diente
o púa.
 Bromo (35): del griego "brôme", hedor por el característico olor de sus
vapores.
 Kriptón (36): del griego "kryptos", escondido. No confundir con "kriptonita",
que luego pasa lo que pasa.
 Molibdeno (42): de la palabra griega "molybdos" que significa "plomo".
 Tecnecio (43): del griego "teknos", artificial por ser el primer elemento
artificial producido.
 Plata (Ag, 47): del latín "plattus", que significa ancho o aplanado.
Los romanos la llamaban "argentum" por su brillo, y por eso tiene su símbolo.
 Estaño (50): de latín "stannum", que se utilizaba para denominar a una
aleación de plata y plomo.
 Antimonio (Sb, 51): del latín "antimonium", que podría proceder del griego
"anti-monachos", o mata-monjes porque muchos alquimistas se dedicaban a esta
profesión principalmente, y este elemento en particular era venenoso.
Berzelius lo llamaba "stibium", del griego "stibi" (pintura de ojos) y de ahí su símbolo.
 Xenón (54): del griego "xenos", extraño, extranjero o invitado.
 Bario (56): del griego "barys", pesado.
 Neodimio (60): del griego "neos", nuevo, y "didymos", gemelo.
 Samario (62): del mineral samarskita, de donde fue aislado.
 Disprosio (66): lantánido que coge su nombre del del griego "dysprositos",
que quiere decir difícil de encontrar.
 Tungsteno (74): descubierto por Fausto y Juan José Delhuyar en España.
"Tung sten" significa piedra pesada en sueco.
El símbolo W proviene de wolframio, derivado de la piedra wolframita (cuyo nombre
proviene del alemán "Wolf Rahm", que significa "crema o espuma de lobo").
 Osmio (76): del griego "osme", que significa olor. Recibe este nombre por el
característico olor a ceniza o humo del tetróxido de osmio, un compuesto volátil.
 Platino (78): de la palabra española platina, significando en este caso plata
pequeña.
 Oro (79): latín (aurum, derivado de aurora) significa “principio brillante”.
 Plomo (82): del latín "plumbum", palabra que se usó para designar al metal
desde la antigüedad.
 Astato (85): del griego "astatos", inestable.
 Radón (86): derivado del radio (Z = 88), ya que se detectó por primera vez
como emisión de la desintegración radioactiva de este elemento.
 Radio (88): del latín "radius", rayo.
 Actinio (89): del griego "aktinos", que significa rayo de luz.
 Protactinio (91): del griego "protos" y "aktinos", que juntos significan antes
o padre del actinio.
En un principio, un isótopo inestable de este elemento se llamó Brevio, por su corta
vida media.
¡Reivindiquemos el Tungsteno/Wolframio como se merece!
Para trabajar con una tabla periódica interactiva, os recomiendo esta página de Big
Picture de Google Research.

El origen de los nombres de los


elementos químicos
By Triplenlace on 21 - diciembre - 20142 Comments


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Marcos Díaz Gay >

Todos nos hemos preguntado alguna vez por qué los elementos tienen los
nombres que tienen. Sobre todo en nuestros inicios en el apasionante mundo de
la química, que es cuando nuestra curiosidad está en su punto álgido y todavía
no hemos empezado a creer y memorizar sin cuestionar, múltiples principios y
leyes fundamentales.

A medida que avanzamos en la tabla periódica pasamos de nombres muy


conocidos y que no llegamos a cuestionarnos porque digamos que son así
porque así han sido siempre (hidrógeno, carbono, oxígeno, plata, oro, etc.) hasta
otros que indudablemente nos resultan familiares, por referirse a países o
personalidades históricas relacionadas con la química, u otros en los que una
simple lectura nos hace sacar una sonrisa por su inusual sonoridad, véase por
ejemplo el que pone fin al séptimo período, el “ununoctio” (aunque una segunda
lectura más seria nos puede hacer ver que parece tener una cierta relación con el
número 118).

Pero independientemente de si nos son más o menos conocidos, los nombres de


estos elementos tienen un origen, y conocerlo puede hacer que la ardua tarea de
memorizarlos pase a ser un ejercicio de historia, mitología, geografía,
comprensión de sus propiedades, etc.

Espero que con estas líneas la primera labor de un futuro químico, aprender la
tabla periódica, requiera un menor esfuerzo, o que al menos, sea más
gratificante.

Nombres prequímicos
En esta descripción de algunos de los distintos nombres de los elementos del
sistema periódico vamos a comenzar con los prequímicos. Estos son aquellos
propios de elementos conocidos desde la antigüedad. Muchos de ellos podrían
caer dentro de ese grupo que antes denominábamos como el de los elementos
que se llaman así “porque sí”, porque así han sido siempre. Y es que entre ellos
tenemos a los 7 metales clásicos: el oro y la plata (conocidos desde hace más de
6.000 años), el cobre, el hierro, el plomo, el estaño y el mercurio (que ya
hace más de 3.000 años era usado por alquimistas indios en la preparación de
elixires que se creaban buscando alcanzar el secreto de la inmortalidad).

Como es evidente en este último caso, las clasificaciones que serán usadas en
este artículo se entremezclan, pues aunque el mercurio forme parte de estos 7
metales clásicos también sabemos que su nombre deriva de la mitología, en
particular del dios romano Mercurio, que será una de los grupos de nombres
que se presentarán a continuación. Por otro lado, este elemento también
comparte nombre con el primero de los planetas de nuestro sistema solar, por lo
que también podrá ser incluido dentro de otra categoría relacionada con los
cuerpos celestes.

Es importante tener esto en cuenta, pues hay casos en que no está


completamente claro el origen del término que nombra al elemento ni su
clasificación dentro de los distintos grupos, y existen discrepancias al respecto.
En este texto, se tratará de incluir el nombre del elemento en todas las posibles
clasificaciones que sean oportunas en cada caso.

Como curiosidad, de nuevo en el caso del mercurio, se produce un hecho


sorprendente, pues su nombre no se corresponde en absoluto con su símbolo
(que es lo que sucede en la mayoría de casos, usándose las iniciales siempre que
es posible mientras no existan coincidencias entre elementos), que es Hg. El
origen de este último lo encontramos en el nombre que le daba Dioscórides:
plata acuática (en griego hydrárgyros: hydra = agua, gyros = plata).

El origen de los nombres prequímicos es incierto, aunque se supone que derivan


de términos procedentes de lenguas antiguas como el griego, el latín, el
sánscrito o el indoeuropeo. Además de los nombrados 7 metales clásicos
también forman parte de este grupo el carbono [cuyo origen se supone
griego carbonis o latino carbon] o el azufre [sánscrito sulveri o latín sulphur].

Nombres derivados de cuerpos celestes


Esta categoría, que aparentemente podría parecer una de las más conocidas por
todos y que necesita poca explicación, tiene sorprendentes componentes, pues
no sólo la forman los clásicos elementos con nombre de planeta sino que
también se derivan nombres de asteroides, del sol o de la luna.
Comenzando con los planetas, todos podemos reconocer con facilidad la
referencia al descubrimiento de Urano en el elemento uranio (que fue
descubierto sólo 8 años después de que lo fuese el planeta) o la correlación de
los dos elementos siguientes denominados neptunio y plutonio, en referencia
a la sucesión de, en su momento, los tres últimos planetas en el sistema solar
(actualmente Plutón no es considerado planeta sino planeta enano desde 2006
según la Unión Astronómica Internacional). Pero ya no es tan evidente la
relación del telurio con el nombre de la Tierra en latín o del fósforo con el
apelativo de Venus también en latín.

Derivado de la luna está el selenio, mientras que del sol el helio, ambos
nombres procedentes del nombre de estos astros en griego.

Pero lo más desconocido seguramente sea el nombre de dos elementos


derivados de los dos primeros asteroides descubiertos: Ceres y Palas. Estos dan
lugar al cerio y al paladio, hallados respectivamente sólo dos y un año después
de que lo fuesen sus correspondientes asteroides.

Nombres derivados de la mitología


En este grupo es evidente que también van a poder ser encuadrados muchos del
anterior, pues también existe una gran relación entre el mundo de la mitología y
la nomenclatura de los cuerpos celestes, tanto de planetas como también de
asteroides, como los presentados anteriormente Ceres y Palas (que proceden de
las diosas Ceres y Palas Atenea, de la agricultura en la mitología romana y de la
sabiduría en la mitología griega respectivamente).
Castigo de
Tántalo

Además también tenemos en esta categoría elementos como


el tántalo [procede de Tántalo, hijo de Zeus; se explica el nombre dado al
elemento porque en la mitología este personaje sufre un castigo mítico por
entregarle la bebida de los dioses a los humanos, siendo condenado con el
hambre y la sed eternas, lo que se relaciona con la capacidad de este metal de no
ser atacado por los ácidos], el niobio [Níobe, hija de Tántalo; el niobio fue
descubierto en el mineral tantalita, que contenía tantalio, por lo que se le puso
el nombre de la hija del personaje que daba nombre al elemento ya conocido],
el prometio [en honor a Prometeo, el personaje mitológico que robó el fuego a
los dioses para la humanidad], el titanio [procedente de los Titanes, hijos de
Urano], el iridio [diosa griega Iris], el torio [en referencia a Thor, dios de la
guerra nórdico] o el vanadio [deriva de la diosa de la belleza en la mitología
nórdica].
Nombres derivados de sus minerales o compuestos
derivados
Otros muchos elementos como por ejemplo el aluminio, el bario, el samario,
el silicio o el gadolinio toman su nombre de los minerales o compuestos de
los que forman parte, en este caso del alumbre, la baritina, la samarskita, el sílex
y la gadolinita respectivamente.

Nombres derivados de colores de los elementos o de


sus compuestos
En esta categoría, junto con la que se presentará a continuación, se sitúan los
elementos cuyas propiedades son las que han generado su nomenclatura. Se les
ha bautizado a partir de las palabras en diferentes idiomas (aunque
predominantemente en griego o latín) referidas a sus propiedades más
importantes.

En este primer caso la propiedad a destacar es el color, bien sea del elemento
propiamente o de alguno de sus compuestos más importantes.

Separándolos por los idiomas de los que proceden los términos tenemos los
siguientes elementos dentro de este grupo:

 Del griego proceden los nombres del cloro [khloros: amarillo verdoso], el cromo [khroma:
color; debido a los distintos colores que presentan sus compuestos], el yodo [ioeides: violeta],
el praseodimio [prasios: verde y didymos: gemelo], el rodio [rhodom: rosado] y
el talio [thallos: retoño verde o rama, por el brillo de color verde en las líneas de su espectro
de emisión, como podemos ver en la imagen de la derecha].
 Del latín tenemos el cesio [caesius: azul celeste], el indio [indium: índigo, añil] y
el rubidio [rubidius: rojo muy intenso, por las dos rayas rojas características de su espectro de
emisión].
 Del alemán deriva el nombre del bismuto [weiße Masse: masa blanca].
Nombres derivados de propiedades diferentes al
color
Dentro de las otras propiedades que caracterizan la nomenclatura de parte de
los elementos de la tabla periódica, destaca la de formador de un cierto tipo de
compuestos.

De ahí parten los nombres de muchos de esos elementos que nos suenan
también muy familiares, pero que de esta forma podremos conocer un poco
mejor. Hidrógeno deriva de los términos griegos hydro y gen: generador de
agua, oxígeno por su parte significa generador de ácidos, mientras
que nitrógeno, generador de nitratos.

Otras propiedades cuya importancia ha hecho que pasen a la historia dando


nombre a los elementos que las poseen son por ejemplo el olor, en
el osmio [del griego osme: olor, debido al fuerte olor del OsO4] y en
el bromo [del griego bromos: hedor, peste], la “portación de luz” en
el fósforo [del griego phos: luz y phero: portador], la baja calidad respecto a la
plata (según opinión de sus descubridores claro) en el platino [que procede de
la palabra castellana platina], la dificultad de su obtención en el disprosio [del
griego dysprositos: difícil de obtener], la inestabilidad, debido a la propensión a
la desintegración radiactiva, en el ástato [del griego A-statos: inestable] o el
hecho de ser producido de forma artificial en el tecnecio [del griego technetos:
artificial], entre muchas otras.

Nombres derivados de países, ciudades, etc.


Este es uno de los grupos más numerosos y que permite reconocer fácilmente el
origen del término que nombra al elemento (excepto en los casos en que no se
usa el nombre actual del lugar sino el latino). Pero las razones por las que un
elemento recibe el nombre de un determinado país o ciudad son diversas. Puede
ser para destacar la nacionalidad del descubridor, el país donde fue descubierto
o simplemente para honrar el trabajo realizado en un cierto lugar en lo referente
a la investigación química (como es el caso de Berkeley, Darmstadt o Dubná,
lugares donde se sitúan importantes laboratorios de investigaciones nucleares,
responsables de la síntesis de los últimos elementos de la tabla periódica actual
desde mediados del siglo pasado).

Según los países, ciudades, lugares, etc. a los que hacen referencia se presentan
en la siguiente lista:

 América: americio
 Alemania: germanio y hassio (derivado de Hassias, nombre latino para Alemania)
 Berkeley (California, EEUU),: berkelio
 California (EEUU): californio
 Copenhague: hafnio (nombre latino de la ciudad, Haffnia)
 Darmstadt (Alemania): darmstadtio
 Dubná (Rusia): dubnio
 Escandinavia: escandio y tulio (derivado de Thule, nombre latino para Escandinavia)
 Estocolmo: holmio (nombre latino de la ciudad Holmia)
 Europa: europio
 Francia: francio, galio
 Isla de Chipre: cobre
 Kadmeia (Grecia): cadmio
 Magnesia (Thessaly, Grecia): magnesio y manganeso
 París: lutecio (derivado del nombre de la ciudad en latín Lutecia)
 Polonia: polonio (por el país de nacimiento de su codescubridora Marie Curie)
 Rhin: renio (derivado de su forma en latín Rhenus)
 Rusia: rutenio (derivado de su forma en latín Rutenia)
 Strontian (Escocia, RU): estroncio
 Ytterby (Suecia): erbio, iterbio, itrio y terbio (en la mina de este pueblo se descubrieron una
gran cantidad de elementos, entre los que se encuentran estos cuatro que tomaron su nombre
para la posteridad de diferentes formas)
Nombres en honor a grandes personajes de la ciencia
química
En los últimos años ha habido una gran sucesión de descubrimientos de nuevos
elementos químicos que, como ya se ha comentado, han sido bautizados en
ocasiones con nombres relacionados con los países o lugares donde se ha
producido su síntesis.

Sin embargo esto sólo ha ocurrido en unos pocos casos. En la mayoría, el


término por el que estos elementos pasarán a la historia está directamente
relacionado con algo muy diferente. Su nombre se ha puesto en honor a grandes
personajes de la historia de la química. Hombres y mujeres que han dedicado su
vida al mundo de las ciencias químicas y que con su trabajo y esfuerzo han
contribuido en gran medida, por ejemplo, a completar la tabla periódica hasta el
punto en que la conocemos y estudiamos hoy en día.

También tenemos el caso particular del galio, que antes comentábamos que
venía derivado de Francia, por su nombre en latín. Pero también aparece dentro
de esta clasificación, pues su nombre responde a uno de esos juegos de palabras
de los que tanto gustaban los científicos de finales del siglo XIX ya que la
palabra latina gallus significa gallo, o lo que viene a ser lo mismo coq en francés,
es decir, el nombre de su descubridor exceptuando el artículo previo: Lecoq. De
esta forma tan ocurrente, el nombre del elemento hace honor tanto al país de
origen como al nombre de su descubridor.

Según el personaje histórico al que hace honor


el nombre, se presentan los restantes
elementos clasificados dentro de este grupo
ordenados por número atómico creciente:

 Curio: Pierre y Marie Curie


 Einstenio: Albert Einstein
 Fermio: Enrico Fermi
 Mendelevio: Dmitri Ivánovich Mendeléiev
 Nobelio: Alfred Nobel
 Lawrencio: E. O. Lawrence
 Rutherfordio: Ernest Rutherford
 Seaborgio: Glenn T. Seaborg
 Bohrio: Niels Bohr
 Meitnerio: Lise Meitner (matemática y física de origen
austríaco y sueco)
 Roentgenio: Wilhelm Conrad Roentgen (descubridor
de los rayos X)
 Copernicio: Nicolás Copérnico
Nombres sistemáticos y controversia en la
nomenclatura de los nuevos elementos superpesados
Por último vamos a descubrir por fin el sentido de esas palabras raras que
empiezan por u y que tantas sonrisas han sacado a los más jóvenes estudiantes
de química mientras los más importantes científicos las veían como salvación, al
menos temporal, a sus fuertes disputas.
En esta carrera que comentábamos anteriormente por el descubrimiento de
nuevos elementos superpesados alrededor de los años 60 y 70, había surgido
una gran controversia derivada del gran enfrentamiento reinante en la época: la
guerra fría. Este conflicto entre americanos y rusos se transformó en el entorno
químico en una guerra de nomenclaturas para los nuevos elementos entre
ambas potencias. Grandes científicos de uno y otro bando merecían para cada
una de las partes un reconocimiento. Ante ello la comunidad internacional,
liderada por la IUPAC (International Union of Pure and Applied Chemistry),
decidió en 1976 que a partir del elemento de número atómico 103,
el laurencio (que cerraba la serie de los actínidos y que ya había sido objeto de
polémica aunque finalmente fuese aceptado por los rusos), los nuevos
elementos responderían a un nombre sistemático. Según las propias palabras de
la organización “para evitar la confusión y para asegurar que todos los químicos
hablen del mismo elemento”.

Este nombre sistemático se crearía a partir del número atómico de cada nuevo
elemento, refiriéndose a los tres números de este con una serie de raíces, mezcla
de griegas y latinas, para evitar ambigüedades. Mientras, el símbolo del
elemento tendría también 3 letras para diferenciarlo completamente de
cualquier elemento anterior existente en la tabla periódica. De ahí salieron
nuestros queridos elementos que comienzan en u (lógico, pues todos los
números atómicos mayores a 103 comienzan con un 1 al que hay que poner
nombre), como por ejemplo el anteriormente conocido
como unununio (número atómico 111, actualmente roentgenio) o
el ununoctio (número atómico 118), que se indicaba al comienzo de este texto.

Todo esto facilitaba la vida a los científicos y evitaba múltiples disputas,


generadas en su mayor parte, porque el criterio habitual de la IUPAC consistía
en que el descubridor podía elegir el nombre del elemento. Esto no tendría
mayor problema si no fuese porque en los últimos años, tanto rusos como
americanos, además de franceses y alemanes, declaraban haber sido los
descubridores de los mismos elementos en muchas ocasiones. Por supuesto, el
personaje o lugar al que querían dejar para la posteridad, rara vez coincidía
entre los distintos equipos de científicos.

Sin embargo, más tarde en 1995 la IUPAC volvía a cambiar de criterio,


seguramente por presiones políticas ante la menor trascendencia de Rusia en el
contexto internacional, y se volvía a aceptar la nomenclatura de los elementos a
partir de personalidades históricas. La controversia volvía y de hecho continúa
hasta nuestros días. Elementos como el meitnerio, el roentgenio,
el livermorio o el todavía no oficial flerovio han sido objeto de nuevas
polémicas que seguro se seguirán repitiendo en un futuro.

¡Con lo fácil y divertida que era la nomenclatura sistemática! Qué ganas de


complicarse la vida y buscar enfrentamientos.

Para finalizar, cabe destacar que todavía se mantiene la nomenclatura


sistemática para los nuevos elementos descubiertos temporalmente, hasta que
le sea asignado un nombre definitivo por la IUPAC. El origen de estos últimos
seguramente podremos en un futuro encuadrarlo en las categorías que han sido
explicadas con anterioridad aunque, como ya sabemos, el descubridor decide.
Bibliografía
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Vázquez) Xunta de Galicia. Secretaría Xeral de Política Lingüística. Centro Ramón Piñeiro para a
investigación en humanidades. 2006
 “Que es y para qué. Elementos químicos y sus aplicaciones” (F. Franco Ibeas) Ed. Index
(Madrid-Barcelona) 1983
 www.uv.es/~jaguilar/elementos/nombres.html
 www.cienciaxplora.com/divulgacion/cuatro-elementos-qumicos-nombre-pero-muchos-
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 www.alonsoformula.com/inorganica/tabla_periodica.htm
 es.wikipedia.org/wiki/Elemento_qu%C3%ADmico
 es.wikipedia.org/wiki/Descubrimiento_de_los_elementos_qu%C3%ADmicos
 es.wikipedia.org/wiki/Controversia_sobre_la_denominaci%C3%B3n_de_los_elementos

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libro de química

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