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INTRODUCCIÓN

Las sondas son instrumentos utilizados para comprobar la permeabilidad de un


conducto, localizar la abertura de una cavidad o canal, valorar su profundidad y
observar su contenido.
El sondaje es la técnica de colocación de las sondas que en general, puede
considerarse como indispensable para resguardar la vida de un paciente en momentos
determinados, solo si su aplicación es realizada tomando en cuenta los pasos y las
precauciones que amerita dicha técnica, en caso contrario puede representar para el
paciente un nivel de riesgo.

Resulta de gran importancia conocer los distintos tipos de sondas, dependiendo el


caso que presente el paciente se empleara una de estas, por ello se debe conocer las
características de cada una y, entre las cuales tenemos:
La endotraqueal, utilizada para conducir gases y vapores anestésicos, así como
gases respiratorios dentro y fuera de la tráquea.
La traqueotomía, se utiliza con el fin de evitar la obstrucción de las vías
superiores, extraer secreciones traqueobronquiales, etc.
La nasogastrica, que se utiliza para descomprimir el estómago y en la
alimentación enteral.
La vesical, utilizada solo en caso que lo amerite el paciente, por la alta
incidencia de infecciones urinarias asociadas con esta práctica, empleada ante
dificultades de evacuaciones urinarias.

En el presente trabajo se explicará detalladamente cada una de las diferentes sondas,


sus técnicas de colocación y de extracción y su utilidad.

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OBJETIVOS

Objetivo General
Describir y reconocer las diferentes tipos de Sondas, las técnicas de
Utilización y la finalidad de cada una de ellas.

Objetivos Específicos
Describir los diferentes tipos de sondas y el uso de cada una de ellas.
Explicar detalladamente la técnica de colocación y extracción de la sonda
endotraqueal
Explicar detalladamente la técnica de colocación y extracción de la sonda de
traqueotomía
Explicar detalladamente la técnica de colocación y extracción del tubo torácico
Explicar detalladamente la técnica de colocación y extracción de la sonda
Nasogástrica
Explicar detalladamente la técnica de colocación y extracción de la sonda
réctales
Explicar la técnica de colocación y de extracción de las sondas vesicales tanto en
el hombre como en la mujer

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SONDAS

CLASIFICACIÓN DE LAS SONDAS

Para la Administración de Oxigeno

MASCARILLAS

Desechable de plástico o simple


De reinhalación parcial
De reinhalación total
De venturi
Laringea

CANULA NASAL

Para acceso a vías respiratorias

Laringea
Sonda endotraqueal
Sonda de traqueotomía.
Tubo torácico.

Para accesos a vías digestivas:

Sondas digestivas:

Sondas cortas o nasogastrica: DE LEVIN, DE SALEM

Sondas largas o nasointestinales: DE MILLER-ABBOT, DE CANTOR.

Sondas réctales.

Para acceso a vías urinarias:

Sondas Vesicales:

Sondas permanentes: DE FOLEY

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Sondas temporales: NELATON

PARA LA ADMINISTRACIÓN DE OXIGENO

Mascarillas

Dispositivo desechable o no, elaborado con material de plástico y hule, posee


una determinada forma, la cual le permite amoldarse a la boca y nariz. Lleva
incorporada dos válvulas, las cuales permiten inhalar oxigeno al aparato respiratorio
exhalar el dióxido de carbono. Presenta una cinta elástica, la cual le permite mantenerse
en posición y evitar la fuga del oxigeno.

Clasificación:

Se clasifican de acuerdo a las concentraciones de oxigeno que pueden aportar y


se usan a un flujo determinado del mismo.

 Mascarilla de plástico desechable o simple:

Es la más sencilla y menos costosa, representa un sistema de bajo flujo menor a


6lt por minuto. La concentración de oxigeno aportada es menos de 40%, se conecta
directamente al tubo de oxigeno, el aire exhalado se elimina por unos agujeros a ambos
lados de la mascarilla.

Puntos claves

La mascarilla debe cubrir la nariz y la boca para lograr su funcionamiento


adecuado.
Debe escogerse el tamaño adecuado al tipo de paciente (adulto o pediátrico).
Se debe comprobar que las aberturas para la entrada de aire en la mascarilla no
estén obstruidas.

Mascarilla de reinhalacion parcial.

Representa un sistema bajo de flujo, de 8 a 11 L por minuto.


Aporta una concentración de oxigeno entre 50 y 75%.

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Cuenta con una bolsa que sirve de reservorio.donde se acumula la primera
exhalación del paciente, la misma que se mezcla con el oxiegeno al 100%, dicha
mezcla servirá para las próximas inhalaciones.
Mantiene el aire inspirado con un grado mayor de humedad.
El paciente inhala una pequeña porción del oxigeno acumulado en la bolsa,
debido a que el resto se escapa por los orificios de dicha mascarilla.

Puntos claves

Se debe comprobar que las aberturas para la entrada de aire en la mascarilla no


estén obstruidas.
Debe escogerse el tamaño adecuado al tipo de paciente (adulto o pediátrico).
La mascarilla debe cubrir la nariz y la boca para lograr su funcionamiento
adecuado.

Mascarilla de reinhalacion total

Cuenta con una bolsa pero no con orificios de ventilación.


Además de usarse para la administración de oxigeno, se utiliza para el empleo de
anestecia.
Esta mascarilla brida una mayor absorción de oxigeno, debido a que esta no
posee orificios por donde escape el mismo.
Se debe comprobar que las aberturas para la entrada de aire en la mascarilla no
estén obstruidas.
La mascarilla debe cubrir la nariz y la boca para lograr su funcionamiento
adecuado.

Mascarilla de venturi

Representa un sistema de alto flujo, de 12 L por minuto.


Proporciona una concentración de oxigeno determinada, desde el 80% hasta el
100%
Son llamadas también mascarillas sin recirculación, debido que, no se conserva
el aire exhalado.
El aire exhalado pasa a través de los tubos ubicados a los lados de la mascarilla.

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Son incomodas para el paciente, debido a que le impiden realizar actividades
como beber y comer.
En este tipo de mascarilla se mezcla el flujo de oxigeno prescrito con el aire
ambiental.

Puntos clave

Puede ser utilizado para administrar gases.


La mascarilla debe estar bien ajustada.
Se debe comprobar que las aberturas para la entrada de aire en la mascarilla no
estén obstruidas.
La mascarilla debe cubrir la nariz y la boca para lograr su funcionamiento
adecuado.

Mascarilla laríngea

Permite ventilación controlada con niveles moderados de presión positiva ( hasta


15 cm.de agua)
Proporciona y mantiene una zona sellada alrededor de la entrada laríngea para la
ventilación espontanea.
Se presenta en 4 tamaños: recién nacidos, niños pequeños, adultos de talla
pequeña y adulto normal.

Procedimiento

Se prepara el material a utilizar.


Colocarse los guantes.
Escoger el tamaño adecuado de la mascarilla.
Colocar al paciente en decúbito dorsal.
Se establece el grado de anestecia a implementar.
Lubricar el manguito e insertar la mascarilla con la abertura hacia la base de la
lengua hasta encontrar resistencia.
Insuflar el manguito con el volumen de aire adecuado.
Verificar si la colocación ha sido correcta.

Puntos claves

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Es necesario escoger el tamaño adecuado al tipo de paciente.
La resistencia indica que el extremo del manguito ha llegado al esfínter
esofágico superior.
Para comprobar que no se ha producido obstruccion laríngea por desplazamiento
hacia debajo de la epiglotis, es importante la auscultación y la visualización de
los movimientos de inspiración y espiración.
Permite tener una vía aérea rápida y libre.
Brinda acceso directo a la glotis
Puede servir de guía para una intubación orotraqueal
Se utiliza a menudo para aliviar la hipoxia.

CÁNULA NASAL

Dispositivo desechable, elaborado por un material de plástico suave, con forma


de semicírculo, constituido por dos tubos cortos.

Procedimiento:

 Se prepara el equipo a utilizar: Cánula nasal, Tubo de conexión, Lubricante,


cinta hipoalergénica, fuente de oxigeno, guantes desechables.
 Preparación sicológica del paciente.
 Colocar los tubos de conexión entre la cánula nasal y la salida del humificador.
 Colocar el extremo de la cánula nasal en las fosas nasales del paciente, no más
de 2 o 2,5 cm.
 Pase los tubos de la cánula por encima de las orejas del paciente y ajuste la
cánula con el pasador, de manera que éste quede por debajo de la barbilla. (Los
tubos deben adaptarse a la cara y el cuello del paciente sin presiones ni
molestias).

 Ajustar la cantidad de oxigeno indicado, aproximadamente de 6 a 8 lt por


minuto.
 Asegurar el tubo a la almohada o ropa de cama con cinta hipoalergénica. Dicho
tubo estará conectado a una fuente de oxigeno.

Técnicas de extracción

 Desconectar la fuente de oxigeno.

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 Retirar suavemente la sonda para no producir molestias al paciente.

Importante:

Si la cánula esta bien conectada, el oxigeno debe salir a través de los extremos
nasales.

Verificar a intervalos de tiempo, el estado del paciente y el funcionamiento del


equipo.

Cambiar diariamente la cánula, tubos y otros equipos que se expongan a la


humedad.

Este sistema se utiliza ante todo en enfermos crónicos.

Es ventajoso o cómodo para el paciente, ya que, le permite al paciente comer y


hablar con toda libertad.

Entre sus efectos secundarios se puede observar, sequedad en las mucosas, dolor o
irritación en los senos nasales y cefaleas.

MASCARILLA LARÍNGEA

La mascarilla laríngea es un aditamento muy útil para el manejo de la vía aérea,


tanto fácil como difícil. Se coloca en la orofaringe y cubre la apertura glótica en su
totalidad. Provee una excelente vía aérea para la ventilación espontánea e, inclusive,
puede usarse para administrarse presión inspiratoria positiva. Es fácil de colocar y
puede ser usada en aquellos casos en los que la intubación endotraqueal es fallida.
La mascarilla laríngea se utiliza para el manejo de la vía aérea en adultos y niños
bajo anestesia general con el objetivo de evitar la intubación traqueal
En ocasiones, no se logra intubar al paciente, bien por falta de experiencia o por
situaciones que dificultan la intubación o la ventilación. En estos casos se
recomienda el uso de La Mascarilla laríngea.

La mascarilla laríngea está formada por un tubo de material flexible que termina en
una especie de mascarilla inflable que, una vez colocada, se llena de aire para evitar el

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desplazamiento de la misma. Nos permite comunicar la vía aérea con el exterior para
ventilar al paciente de una forma bastante exitosa, poco traumática y segura.
Como inconveniente encontramos que no aísla por completo la vía aérea, existiendo
por tanto mayor riesgo de aspiración si se produjera vómito. Además, con este método,
es difícil ventilar al paciente si éste requiere presiones elevadas.
Las mascarillas laringeas se utilizan en caso de:
Fracaso en la intubación
Traumatismo cervical o facial
Quemaduras en la cara
Malformaciones anatómicas

Técnica de colocación
1. Preparar el equipo a emplear
2. Con una jeringa, inflar el manguito de la mascarilla laríngea, comprobar que
funciona y no tiene fugas.
3. Desinflar por completo: apoyar la mascarilla sobre una superficie dura y plana y
presionar hasta que salga todo el aire.
4. Ventilar al paciente con mascarilla y bolsa autoinflabe con oxígeno al 100%
5. Colocar al paciente acostado, con el cuello alineado, con una ligera
hiperextencion.
6. Lubricar la parte posterior del manguito de la mascarilla laríngea.
7. Colocar el dedo índice en la unión del tubo con la mascarilla.
8. Introducir la mascarilla en la boca, deslizando la punta sobre el paladar duro.
9. Con el dedo índice la progresaremos hasta el paladar blando, hasta la parte
posterior de la faringe (Imagen 6).
10. Progresar hasta notar un tope o resistencia (es el esfínter esofágico superior).
11. Empujar con la palma de la mano el tubo conector externo.
12. Inflar el manguito (tiende a salir hacia el exterior un poco) y comprobar que la
línea media del tubo coincide con la zona media del paladar.
13. Conectar a la bolsa autohinchable y ventilar al niño.
14. Fijar la mascarilla laríngea con esparadrapo o venda.
Para colocar la mascarilla laríngea primero deberemos lubricar la parte que se
pone en contacto con el paladar. Con esto conseguiremos introducir la mascarilla
más fácilmente. Una vez la hayamos introducido en el lugar adecuado (se coloca

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en la orofaringe y cubre la apertura glótica en su totalidad) inflaremos el
manguito con la ayuda de una jeringa (los ml de aire a introducir dependerán del
tamaño del manguito). Para concluir fijaremos la mascarilla a la cara del
paciente con la ayuda de unas tiras de esparadrapo.

PARA ACCESO A VIAS RESPIRATORIAS

SONDAS DE TRAQUEOTOMÍA

La traqueotomía es un procedimiento mediante el cual se hace una abertura


(traqueostoma) en la tráquea. Cuando se introduce una sonda a permanencia en la
tráquea, el término correcto es traqueotomía. Esta última es transitoria o permanente.
La sonda con la cual se realiza la traqueotomía se llama traqueotomo constituido por un
tubo cilindro hueco y curvo, cuya parte final presenta dos aletas que se fijan al cuello
del paciente a través de cinta hipoalergénica.

La traqueotomía se realiza con el fin de:

 Evitar la obstrucción respiratoria de las vías superiores, extraer


secreciones traqueobronquiales.
 Posibilitar el uso prolongado de la ventilación mecánica.
 Prevenir la aspiración de secreciones bucales o gástricas en personas
inconscientes o paralizadas (al aislar la tráquea del esófago) o reemplazar
una sonda endotraqueal.

El orificio que se produce al practicar una traqueotomía se llama traqueostoma.


La traqueotomía es la realización de un traqueostoma en la traquea.

Técnicas de Colocación

Suele efectuarse en el quirófano o en la unidad de cuidados intensivos, donde se


controla satisfactoriamente la ventilación del paciente y se mantiene una técnica
aséptica óptima.

1. Asepsia.
2. Anestesia local.

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3. Se hace una abertura entre el segundo y tercer anillo traqueal.
4. Después de que la tráquea queda expuesta, se inserta una sonda de traqueotomía
con manguito de tamaño adecuado. El manguito es un dispositivo inflable unido
a la sonda de traqueotomía, el cual se diseñó para ocluir el espacio entre las
paredes de la traquea, y la sonda de modo que permita una ventilación mecánica
efectiva y reduzca el riesgo de aspiración.
5. La sonda de traqueotomía se fija al cuello del paciente con cintas adhesivas. Es
usual que se coloque un cuadro de gasa estéril entre la sonda y la piel para
absorber el drenaje y prevenir infecciones.

TUBO TORÁCICO

El tubo torácico es estéril y flexible de vinílo, silicona o látex multifenestrado en


su extremo distal y con marcas radiopacas para facilitar su localización radiológica,
entre diversos tamaños de longitud y grosor en función de la edad del paciente y
finalidad terapeútica. Los tubos torácicos se insertan para drenar sangre, líquido o
aire y permitir la expansión completa de los pulmones. El tubo se coloca en medio
de las costillas, en el espacio entre el revestimiento exterior e interior del pulmón
(espacio interpleural).

Técnicas De Colocación

1. Colocar al paciente en posición semi-sentada, entre 30-60° con el miembro


superior ipsilateral en la nuca. También se puede colocar al paciente en
decúbito lateral opuesto al sitio de drenaje con el miembro superior elevado
y flexionado con una almohadilla a nivel del flanco que se encuentre del lado
de la cama.
2. Durante el procedimiento, se realiza una asepsia del área selecciona.
3. Iniciar la anestesia local con la infiltración en el espacio intercostal por
debajo del cual se va a insertar el tubo torácico.
4. Se Realizar la incisión de 2-4cm de longitud aproximadamente, en la línea
axilar media en el 4 o 5 espacio intercostal siguiendo el borde superior de la
costilla inferior.
5. El tubo debe ir introducido en sentido apical, medial y posterior en el espacio
interpleural y se debe verificar que todos los orificios llamados femestras se

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encuentren dentro de la cavidad interpleural. Todos estos orificios deben
estar colocados en la cavidad torácica sino puede producir diversos
problemas como esfiscemia subcutáneo y por ende problemas disneicos.
6. Conectar el tubo a la manguera que presenta un frasco denominado trampa
de agua.
7. Ordenar al paciente que tosa o inspire profundamente para observar las
burbujas a nivel del sello del agua verificando así la permeabilidad del
sistema de drenaje.
8. Fijar el tubo torácico a la piel.
9. En el sitio de entrada del tubo torácico aplicar un poco de ungüento
antibiótico, gasa estéril asegurada con adhesivo a la piel.
10. Realizar una radiografía de tórax para cerciorarse de la ubicación del tubo y
adecuado funcionamiento.

Técnicas De Extracción

En líneas generales la extracción del tubo torácico es posible cuando no


se ha producido drenaje de aire y liquido durante 24 horas, al cesar las
variaciones respiratorias en el sello de agua o cuando la radiografía de tórax
muestre desaparición de las lesiones. Pasos a seguir:

1. Colocar al paciente lo mas sentado posible.


2. Retirar la cura que recubre al tubo torácico, realizar asepsia con solución
de alcohol iodado y cortar la sutura que aseguro el tubo a la piel.
3. Retirar las conexiones del drenaje.
4. Recomendar al paciente que mantenga la respiración e inspiración para
que en forma rápida y luego retirarlo de la cavidad interpleural.
5. Mientras se va extrayendo el tubo con la otra mano se sostiene una gasa
impregnada de ungüento antibiótico.
6. Cerrar la sutura.
7. Cada 6 horas mantener control radiográfico y observación clínica y
estricta.

SONDA ENDOTRAQUEAL

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Es un tubo que sirve para conducir gases y vapores anestésicos así como gases
respiratorios dentro y fuera de la traquea.

El extremo de la sonda situado en la traquea se designa traqueal o distal, el otro


extremo proyectado fuera del paciente se denomina extremo para el aparato o proximal.
El tubo o sonda endotraqueal debe ser de un material hipoalergénico y flexible,
preferiblemente transparente para poder ver a través de ella la existencia de secreciones
o sangre. Es además recomendable que tenga marcas numéricas para conocer la
longitud del tubo que introducimos en la traquea y valorar así posteriormente si éste se
ha movido. Existen tubos con balón y sin balón.

La sonda endotraqueal se introduce en la parte posterior de la laringe, ya sea por


la nariz o por la boca y puede estar fabricada de diversos materiales como goma y
plástico con diferentes diámetros internos.

El sondaje endotraqueal consiste en la inserción de un tubo hueco en la tráquea


para permitir una vía aérea permeable.

La intubación endotraqueal se utiliza en casos de:


Obstrucción de la vía aérea superior (cuerpo extraño, aspiración de
meconio, traumatismos, secreciones)
Ausencia de reflejos protectores de la vía aérea (depresión respiratoria
producida por anestesia, traumatismo craneoencefálico)
Necesidad de aplicar ventilación mecánica con presión positiva.

Técnicas de colocación

A) OROTRAQUEAL

1. Verificar el material a utilizar: El medicamento (anestesia), fuente de aspiración,


conducto endotraqueal y el balon, lubricante.
2. Se coloca el paciente en una superficie plana, con la cabeza hacia atrás.
3. Aplique lubricante a la sonda endotraqueal antes de insertarla.

4. Sostenga abierta la boca del paciente e incline la cabeza hacia atrás para permitir
una vía recta para la observación e inserción.

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5. Introduzca el laringoscopio a lo largo del lado derecho de la lengua para que
empuje la lengua hacia la izquierda, se coloca la punta de la pala del
laringoscopio debajo de epiglotis se hace un movimiento de la muñeca que
levante la epiglotis para que quede expuesta la glotis . Luego, se inserta la sonda
endotraqueal en la laringe mas allá de la epiglotis y aproximadamente 1,5 cm de
las cuerdas vocales.
6. Se infla el balón con una jeringa, no se debe pasar de 10cc, si se infla demasiado
se puede dañar el epitelio de la traquea.
7. Después de completar la intubación, aspire secreciones de la sonda y tráquea.
8. Verifique la colocación apropiada de la sonda endotraqueal. Dé varias
respiraciones rápidas con un dispositivo de auxilio respiratorio. Ausculte los
pulmones y estómago. Si el "silbido" del aire puede escucharse en el estómago,
el tubo está en el esófago y debe extraerse y reinsertarse en la tráquea. Si el aire
puede escucharse al auscultar los pulmones, el tubo probablemente está bien
colocado. Si puede escucharse aire sólo del lado derecho, la sonda está insertada
muy lejos. El examen radiográfico permite verificar la colocación de la sonda.
9. Se fija el tubo con adhesivo en la comisura labial y labios.
10. Se conecta el tubo en su extremidad proximal a una fuente de oxigeno o un
ventilador mecánico.

B) NASOTRAQUEAL

1. Se levanta la epiglotis con ayuda del laringoscopio igual como se realiza en la


orotraqueal.

2. La sonda es más delgada y se introduce por una fosa nasal, cuando se observa
por la boca, con ayuda de una pinza de magill se sujeta al tubo para facilitar la
entrada por la glotis, y lo hará progresar aproximadamente 1,5 más allá de las
cuerdas vocales.

3. Comprobar que la posición del tubo es la correcta. Para ello observaremos que
los movimientos sean simétricos en ambos hemitorax, que la auscultación es
simétrica y adecuada en ambos pulmones.
4. Si se elije un tubo con balón se procede a llenarlos con la cantidad de aire
apropiado.

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5. La correcta colocación del tubo se confirma con una radiografía de tórax.
6. La sonda debe conectarse a una fuente de oxígeno humedecido o a un
ventilador mecánico.

PARA EL ACCESO DE LAS VIAS DIGESTIVA

SONDAJE DIGESTIVO

El sondaje del estomago o intestino se realiza por los siguientes motivos:

Para vaciar o descomprimir, extrayendo el gas o contenido intestinal o


del estomago por medio de succión (especialmente en caso de
obstrucción intestinal.)
Para diagnosticar ciertas enfermedades mediante el análisis del material
aspirado (por ejemplo ante la necesidad de obtener cultivos gástricos ante
la sospecha de tuberculosis)
Para el lavado del estomago después de la ingestión de sustancias toxicas
o para obtener una contracción de los vasos sanguíneos del estomago en
caso de hemorragia gastrointestinal alta.
Para la instalación de alimentación enteral, que se emplea en aquellos
pacientes que conservan el peristaltismo intestinal pero que no son
capaces de ingerir los alimentos por vía oral.

La sonda suele insertarse por la nariz, especialmente cuando el paciente es un individuo


adulto, pero en ocasiones puede introducirse por la boca, vía por lo que habitualmente
se introducen en los niños.

Las sondas suelen conocerse como: Nasogástricas (las que llegan al estomago) y
nasointestinales o nasoentericas (las que van de la nariz al intestino).

SONDAJE NASOGÁSTRICO

El sondaje nasogástrico es una técnica que consiste en la introducción de una


sonda desde uno de los orificios nasales hasta el estómago.

Sonda nasogástrica

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La sonda es un tubo de material plástico más o menos flexible que normalmente se
coloca por vía nasal, aunque también se puede colocar por vía oral. Las hay de distintos
materiales, como el polivinilo, la silicona o el poliuretano. Las de polivinilo son
gruesas y rígidas, por lo que son muy útiles para la succión. Las de silicona y las de
poliuretano son más finas y elásticas, preferibles para sondajes de larga duración. Con
respecto a su calibre, hay que decir que también éste es variable, que se mide en French
y que un número 14 suele ser válido para la mayoría de los casos (a mayor número,
mayor calibre).

Tipos de sondas nasogástrica

Sondas cortas

Los tubos de menor longitud son los que habitualmente se introducen hasta el
estomago, por lo general miden de 105 a 127 cm de largo.

1. Sonda gástrica de Levin

La sonda Levin es un estándar de los cuidados hospitalarios. Fue diseñada por un


médico norteamericano, el Dr. Abraham Louis Levin (1880-1940).

La sonda Levin es de un indistinguible color rojo, está construida de caucho duro,


presenta una sola luz, tiene la punta cerrada, y cuatro orificios laterales cerca de la
punta. Midiendo de la punta de la sonda hacia atrás, se observan marcas en forma de
una, dos, tres y cuatro rayas, que indican longitudes en 37, 54, 67 y 68 centímetros,
respectivamente. La finalidad de estas marcas es orientar al personal de salud sobre la
longitud de la sonda a introducir. La distancia de la arcada dentaria hasta el cardias
depende del sexo del paciente. En el hombre, esta distancia es de unos 40 cm. En la
mujer, es de 37 cm. Esto quiere decir que, en el caso de un adulto, la sonda debe
introducirse por lo menos hasta la segunda marca (54 cm) para asegurar que quede
colocada en la cavidad gástrica. Si se quiere que la sonda Levin se quede colocada en el
esófago, se debe introducir hasta unos 3 cm antes de la primera marca.

Las sondas Levin tienen 115 cm de longitud, y vienen en calibres de 12F - 20F (1 F =
0.33 mm). Por consiguiente, una sonda Levin 18 F tiene unos 6 mm de diámetro
(referido al diámetro externo).

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La sonda Levin se usa primariamente para la aspiración del material contenido en el
interior del estómago, y la descompresión de la cavidad gástrica, tal y como se desea en
los estados post-operatorios de la cirugía gastrointestinal.

Las sondas Levin de la última generación se construyen de material plástico


transparente, para permitir la inspección del material gástrico aspirado. El diámetro
interno de estas nuevas sondas Levin es mayor, lo que facilita la aspiración del material
contenido en el estómago.

2. Sonda gástrica de Salem


Es una sonda de doble luz, y con dos aberturas, una para la succión y otra para
permitir el flujo de aire. En estas sondas se prefiere una succión continua a baja presión
(30mmHg), en caso de no ser posible esta aspiración continua, se realiza una
intermitente pero a alto vacío. El tubo de ventilación debe producir un silbido, si no se
oye dicho silbido, o si se produce la salida de líquido por este tubo, debe de
reposicionarse al paciente para volver a colocarlo. Seguidamente se irriga el tubo con
10ml de suero fisiológico, y a continuación con 10 o 20cc de aire.

Sondas Largas

Son tubos de mayor longitud (180 a 300cm de longitud) se utilizan para la


descompresión del intestino delgado. Hay dos tipos:

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1. Sonda de Miller-Abbot: de doble luz, uno de los cuales comunica con la
luz intestinal; el otro se emplea para inflar un balón que está cerca de la
punta y que sirve para propulsar la sonda y facilitar el paso del tubo a
través del píloro hacia el intestino delgado. Tiene 3 metros de largo y
viene en calibres de 12 a 18F. La más usada es la 16F. Tiene como
marcas un anillo a los 45 cm, dos a los 60 cm y tres a los 75 cm; después
del tercer anillo tiene una marca cada 30 cm. El conducto de succión es
pequeño y fácilmente se obstruye.
2. Sonda de Cantor. Tiene una luz única más amplia que la de la sonda
anterior. En el extremo de la sonda y sin comunicación con la luz hay una
bolsa de látex en la que se inyecta mercurio, la cual es impulsada por la
gravedad y por la acción peristáltica, tiene la desventaja de que una vez
introducida no puede retirarse el mercurio para que no avance más. Es el
mejor tubo largo para uso prolongado.

 Lubricante. El lubricante que se emplee para la inserción de la sonda ha de ser


hidrosoluble (como la glicerina), ya que puede ser reabsorbido por el
organismo en caso de que llegue al árbol bronquial. Se han de evitar, por tanto,
los lubricantes con base oleosa como la vaselina.

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Técnica De Colocación de la sonda Nasogástrica

1. Explicarle al paciente en qué consiste la técnica que vamos a realizar y


que además va a ser necesaria su colaboración.
2. Colocar al paciente en posición de Fowler (con el cabecero de la camilla
o de la cama en posición de sentado o semisentado).
3. Cubrir el pecho del paciente con la toalla y colocar cerca la batea (por si
se produce algún vómito al introducir la sonda) así como todo el material
que hemos preparado previamente.
4. Lavarse las manos y enfundarse los guantes.
5. Retirar las prótesis dentarias del paciente si las hubiese.
6. Decirle al enfermo que se suene la nariz y examinar los orificios nasales
para comprobar su permeabilidad. Le diremos al paciente que respire
alternativamente por cada uno de los orificios mientras bloqueamos el
contralateral. Escogeremos el orificio por el que respire mejor.
7. Determinar la cantidad de tubo que debemos introducir para llegar al
estómago. Para ello y, ayudándonos de la propia sonda, mediremos la
distancia que va desde la punta de la nariz del paciente al lóbulo de la
oreja, y de aquí al apéndice xifoides del esternón. Las sondas suelen
presentar unas marcas que nos pueden servir de orientación, pero es
conveniente que tras realizar la medida hagamos nosotros una señal en el
lugar deseado.
8. Una vez lubricado el extremo distal de la sonda, la introduciremos por el
orificio nasal elegido, dirigiéndola hacia abajo y hacia la oreja del mismo
lado, haciéndola progresar con un suave movimiento rotatorio. Nos
ayudará que el paciente incline la cabeza un poco hacia atrás.

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9. Una vez hayamos pasado la resistencia de los cornetes, habremos llegado
a la orofaringe, cosa que podremos comprobar pidiéndole al paciente que
abra la boca. En estos instantes, el enfermo suele experimentar náuseas.
Le diremos que se relaje, que incline la cabeza hacia delante (con este
movimiento se cierra la vía aérea) y que intente tragar saliva o un sorbito
de agua.
10. Con la cabeza inclinada hacia delante y aprovechando los momentos en
que el paciente realiza la deglución, iremos progresando suave y
rotatoriamente la sonda hasta la señal previamente realizada. Si en algún
momento el paciente presenta tos, es señal de que hemos introducido el
tubo en la vía respiratoria, por lo que procederemos inmediatamente a
retirarlo totalmente o hasta situarnos nuevamente en la faringe para, tras
unos minutos de descanso, reiniciar el procedimiento. Otro hecho que
puede suceder es que la sonda se enrolle sobre sí misma y no avance, con
lo cual procederemos de la misma manera: retirar, descansar y reiniciar.
11. Cuando la marca que hemos hecho en la sonda llegue a la nariz, es de
suponer que ésta se encuentra en el estómago. Para comprobarlo
podemos hacer varias maniobras: si se consigue aspirar jugo gástrico es
señal de que la sonda se encuentra en el estómago. Si se aspira un
líquido amarillento, es indicio de que el tubo está en el intestino delgado
o de que existe un reflujo duodenogástrico. Si el intento de aspiración
resulta negativo, se puede introducir una embolada de aire con la jeringa
y oír el burbujeo que se produce mediante un fonendoscopio colocado
sobre el epigastrio.

21
Maniobra de comprobación de la existencia de burbujeo
12. Una vez colocada la sonda, procederemos a fijarla a la nariz con el
esparadrapo, lo cual se suele hacer de la siguiente manera: se coge una
tira de esparadrapo de unos 10 cm de largo y se corta longitudinalmente
hasta la mitad. El extremo que no está dividido se fija a la nariz. Los
extremos que están divididos se enrollan alrededor de la sonda, primero
uno y luego el otro. Posteriormente tiraremos suavemente de la sonda
para comprobar que no se desplaza.

Fijación de la sonda en la nariz.


13. Una vez fijada la sonda a la nariz, es conveniente también fijar el
extremo abierto de la sonda en el hombro del paciente, para así evitar el
arrancamiento si se produce un tirón.
14. Según la finalidad del sondaje, en el extremo abierto del tubo se puede
colocar un tapón, una bolsa colectora o realizar lavados.

Técnica de extracción de la sonda

1. Lavarse las manos y colocarse unos guantes, que no es necesario que


sean estériles.
2. Colocar al paciente en posición de Fowler.
3. Debe pinzarse la sonda para evitar la aspiración del liquido drenado
4. Quitar el esparadrapo de fijación.
5. Solicitar al paciente que haga una inspiración profunda
6. Retirar la sonda suavemente, con un movimiento continuo y
moderadamente rápido, mientras el paciente expulsa el aire lentamente.
El paciente quizás tenga nauseas. Pueden ser útiles todas las técnicas de
respiración profunda.

22
7. Efectuar la higiene de las fosas nasales y de la boca.

Consideraciones del sondaje nasogástrico en la nutrición enteral

Cuando la finalidad del sondaje es la nutrición enteral, en el extremo abierto del tubo se
coloca un tapón. Además, se actuará de la siguiente manera:

 Se cambiará la posición de la sonda diariamente, con el fin de evitar decúbitos.


Con un movimiento rotatorio, se hará que la songa gire, retirándola o
introduciéndola un centímetro.
 Con el mismo fin, se cambiará diariamente el esparadrapo, variando igualmente
la zona de fijación. Se limpiarán los orificios nasales y luego se les aplicará un
lubricante hidrosoluble.
 Se llevará a cabo la higiene de la boca diariamente, manteniendo los labios
hidratados.
 Se mantendrá al enfermo en posición de Fowler en el momento de dar el
alimento y hasta una hora después.
 Antes de dar el alimento, se aspirará el contenido gástrico. Si el volumen es
superior a 150 ml, es necesario volver a introducirlo y esperar a la siguiente
toma, repitiendo la misma operación.
 La entrada del alimento debe ser lenta (entre 15-20 minutos según la cantidad),
independientemente de si es administrado en bolo (jeringa), por declive o en
bomba de infusión.
 Después de la administración de cada alimentación o medicación, conviene
hacer irrigaciones de la sonda con agua, para evitar cualquier posible bloqueo
del tubo.
 El cambio de la sonda varía según el material de ésta: cada 7-14 días para las
de polietileno, cada 2-3 meses para las de poliuretano y cada 3-6 meses para las
de silicona.

Consideraciones del sondaje nasogástrico en el lavado gástrico

La indicación del lavado gástrico es de uso restringido en atención primaria y sólo se


llevará a cabo en situaciones de aislamiento con respecto al hospital de referencia:

23
En la sospecha de hemorragia digestiva alta, el sondaje nasogástrico tiene las
siguientes utilidades:

 Confirmar el origen alto de la hemorragia cuando el aspirado es sanguinolento.


Sin embargo, se debe tener en cuenta que un aspirado no sanguinolento excluye
el origen esofágico y gástrico del sangrado, pero no el postpilórico. Por otro
lado, un sondaje traumático puede originar un aspirado hemático que induzca a
una falsa interpretación.
 Valorar la actividad del sangrado: la sangre roja normalmente indica un sangrado
activo, mientras que la observación de “posos de café” suele indicar que la
hemorragia no está activa en ese momento.
 Evacuar el contenido estomacal lo cual, por un lado, ayudará a evitar posibles
bronco aspiraciones si se produjera un vómito y, por el otro, facilitará la
visibilidad de la posterior endoscopia.

En la intoxicación oral y, dependiendo del tiempo transcurrido, el sondaje nasogástrico


nos permitirá verificar o no el suceso.

En el caso de que se decida hacer el lavado, se introducirá agua a temperatura


ambiente en pequeñas cantidades (100-200 ml.), dejándola fluir por gravedad o
lentamente mediante la jeringa. Posteriormente, se aspira con suavidad o se desciende
la sonda para que refluya el contenido. El proceso se repetirá tantas veces como sea
necesario. Para el lavado el paciente debe de estar colocado en decúbito lateral
izquierdo y con la cabeza elevada para evitar la aspiración. Los lavados con agua
helada, que antes se empleaban habitualmente, no han demostrado su utilidad a la hora
de cohibir la hemorragia.

SONDAS NASOINTESTINALES

La colocación es similar a la de una sonda nasogástrica. Cuando se utiliza el


tubo de Cantor se lo introduce por la fosa nasal sin mercurio en la bolsa; una vez la
bolsa esté en la faringe, se saca por la boca con una pinza y con jeringa y aguja se
inyectan 2 a 5 ml de mercurio, siguiendo luego el proceso explicado para pasarla al
estómago.

24
Cuando la sonda esté en el estómago se determina por fluoroscopia si está cerca
del píloro. Si no se dispone de fluoroscopia, se coloca al paciente en decúbito lateral
derecho y se espera 30 minutos a que pase al duodeno, lo cual se evidencia por la
aspiración de material bilioso. Si esto no se consigue, se hace deambular el paciente
buscando que por efecto gravitacional pase el píloro; si se trata de una sonda de Miller-
Abbott, se puede inflar el balón con 5 ml de mercurio, buscando el mismo efecto
gravitacional. Si con estas maniobras no pasa el píloro, es necesaria la manipulación
fluoroscópica. Cuando la punta de la sonda está en la segunda porción del duodeno, se
coloca al paciente sobre su lado izquierdo y luego semisentado, para facilitar su
progreso. La sonda no se fija para permitir que avance 10 cm cada media hora. Cuando
la sonda esté en el duodeno se introducen 10 ml de mercurio y cuando pase el ángulo
duodeno-yeyunal (Treitz) se añaden otros 20 ml. Una vez pasado el ángulo de Treitz la
sonda avanza con facilidad impulsada por el peristaltismo.

En casos de ileon adinámico y de obstrucción intestinal con necrosis, es muy difícil


avanzar una sonda más allá del píloro.

Las sondas largas se deben retirar lentamente para evitar torciones del intestino. Se
retiran 20 a 30 cm por vez, fijando la sonda para evitar que la peristalsis la reintroduzca.
Después de una hora se retira igual longitud del tubo. Si hay alguna dificultad para
retirar la sonda, se puede cortar para que sea expulsada por el recto. Retirar la sonda
muy rápido o hacerlo con el balón inflado, puede producir una invaginación.

Ocasionalmente los gases intestinales pueden difundir al interior del balón de una sonda
de Cantor, distendiéndolo en tal forma que produce una obstrucción que requiere
manejo quirúrgico. Para evitar esto, debe puncionarse la parte proximal del balón con
una aguja No.21 antes de introducir la sonda. La salida accidental del mercurio no
produce ningún problema, excepto que a veces se demora en excretarse.

PARA EL ACCESO DE LAS VIAS URINARIAS

SONDAS VESICALES
Es la colocación de un catéter a través del meato urinario y la uretra hasta la vejiga.
Para ayudar al paciente, el medico esta en la capacidad de recetar fármacos colinergicos
con la finalidad de que este cese la retención de la orina al aumentar las contracciones

25
vesicales. El método CREDE es la técnica utilizada en los pacientes que perdieron
irreversiblemente el control urinario del órgano, consiste en ejercer presión manual de la
vejiga lo cual facilita la micción y en caso de que no sea útil se recurre al sondaje.

Si al culminar el sondaje no es vaciada la vejiga por completo puede originar éxtasis


urinaria y en último termino un infección.
El cateterismo vesical es un hecho común en los ingresos hospitalarios y constituyen el
principal factor de riesgo en las infecciones urinarias prolongadas. La infección urinaria
que se produce en pacientes ingresados se debe a que:
El sujeto receptor tiene una patología previa que pueda haber deteriorado su
mecanismo de defensa.
Los agentes causales son gérmenes hospitalarios más resistentes a los
antibióticos.
Indicaciones del sondaje vesical:
Vaciar la vejiga en caso de retención urinaria.
Recoger muestra de orina estéril.
Determinar orina residual después de una micción espontánea
Permitir la cicatrización de las ibas urinarias tras la cirugía
Realizar irrigaciones vesicales en casos de hematuria o administra
medicaciones.
Mantener seca la zona genital en pacientes incontinentes.

Tipos de sondas vesicales


Las sondas vesicales poseen unos o varios orificios en su parte distal, la forma de los
mismos y el tamaño dependen del tipo de sonda y de la forma que tiene en la punta.
En su interior puede tener hasta tres vías distinta, en el caso de las de una sola vía
son generalmente rígidas y se utilizan para sondajes terminantes, cuando tienen dos
vías una correspondería al balón que serviría para fijarla rellenándola con suero y o
agua destilada, la tercera vía se utiliza para irrigar la vejiga de forma continua.
1. Sondas Uretrales De Tres Vías: estas sondas están diseñadas especialmente
para irrigación continua. El diseño de los ojos y el canal de irrigación evitan el
"bypass" del antibiótico o líquido de limpieza usado en operaciones severas en

26
las cuales se necesita el paso del líquido dentro de la vejiga aún en condiciones
de irrigación continua.
2. Sondas Uretrales Tipo Foley: con válvulas de diseño original para control del
llenado y vaciado del globo de autoretención
3. Sondas Uretrales Tipo Nelaton

Diseñada por Augusto Nelaton, cirujano francés (1807-1873). Su uso en intubación


nasal se limita a intubaciones nasoesofágicas o nasogástricas en niños pequeños. Se
emplea para descomprimir la vejiga cuando no es necesario dejar una sonda a
permanencia.

Mide 42 cm de longitud, tiene la punta cerrada y un orificio lateral cerca de ella. Viene
en calibres de 8F a 20F.

Técnica de Colocación de la sonda de Foley

La finalidad de la sonda de foley es vaciar la vejiga en forma continua, por un periodo


determinado. La técnica de colocación es distinta en el hombre y en la mujer.

Técnica de colocación en la mujer:

4. Explicar el propósito de la técnica y el procedimiento.


5. Colocar a la paciente en decúbito supino con las rodillas flexionadas y las
piernas en abducción.

6. Cubrir a la paciente.

7. Preparación del material.

8. Lavarse las manos.

9. Colocarse guantes de procedimientos.

10. Hacer aseo genital con agua + jabón limpiando el área desde adelante hacia atrás
usando una tórula por vez y eliminándola. Para hacer un aseo prolijo se deben
separar los labios menores con los dedos pulgar e índice, buscando el meato
durante la limpieza.

27
11. Cambiarse los guantes por un par estéril.

12. Colocar paño estéril en región genital.

13. Solicitar a la Auxiliar de Enfermería que dirija una luz fuerte al meato.

14. Exponer el meato uretral, separando los labios con el pulgar y el índice.

15. Lubricar la punta de la sonda con vaselina estéril. La lubricación disminuye la


fricción y el traumatismo.

16. Distraer la atención de la paciente e introducir la sonda hasta que la orina


empiece a salir.

17. Inflar el balón de la sonda con 3 a 10 cc de agua destilado o suero fisiológico.


(Según indicación de cada sonda).No olvide probar el CUFF de la sonda antes
de introducirla.

18. Traccionar suavemente la sonda para verificar indemnidad y posición del balón.

19. Conectar la sonda al recolector de orina.

20. Retirar guantes.

21. Fijar la sonda al muslo con tela adhesiva.

22. Lavarse las manos.

23. El recolector de orina se fija a un lado de la cama, sin que tope el suelo y sin
acodar la sonda o el tubo del recolector.

24. Registrar en hoja de enfermería: Cantidad, color y olor de la orina.

Técnica de colocación en el hombre:

1. Explicar el procedimiento al paciente para aliviar su tensión.


2. Colocar al paciente en decúbito supino.

3. Cubrir al paciente para proporcionarle mayor intimidad.

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4. Colocarse un par de guantes de procedimiento.

5. Hacer aseo genital con agua + jabón, sosteniendo el pene entre el pulgar y el
índice, limpiando del meato hacia afuera y retrayendo el prepucio durante el
aseo. Usar una tórula cada vez y desecharla.
6. Cambiarse los guantes por guantes estériles.

7. Colocar sobre el pene un paño perforado.

8. Ejerciendo presión suave elevar el pene hasta colocarlo perpendicular al cuerpo.


Esto hace que la uretra se enderece tanto como anatómicamente sea posible.

9. Lubricar zona con endogel si es necesario.

10. Introducir la sonda hasta encontrar resistencia.

11. Pedir al paciente que respira profundamente y retraer más el pene; bajarlo
ligeramente e introducir la sonda impulsándola con movimientos breves, hasta
que la orina empiece a fluir.

12. Inflar el balón de la sonda con 3 a 10 cc de agua destilado o suero fisiológico.


(según indicación de cada sonda)

13. Traccionar suavemente la sonda para verificar indemnidad y posición del balón.

14. Conectar la sonda al recolector de orina.

15. Retirar guantes.

16. Fijar la sonda al muslo con tela adhesiva.

17. Lavarse las manos.

18. El recolector de orina se fija a un lado de la cama, sin que tope el suelo y sin
acodar la sonda o el tubo del recolector.

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Observaciones

Previo a instalar sonda chequear estado del balón, inflando con 5 - 10 cc de


aire.
La sonda foley debe cambiarse cada 7 días.

El recolector de orina debe cambiarse cada 48 hrs.

A este paciente debe realizársele aseo genital a lo menos 3 veces/día.

Mantener siempre el recolector bajo el nivel de la cama o baranda del catre,


cuidando que no toque el suelo.

Los urocultivos se toman solo por indicación médica.

No se envía por rutina la punta de la sonda a cultivo.

Indicar al enfermo que mantenga la bolsa del drenaje por debajo del nivel de
la vejiga, para prevenir infecciones por reflujo.

Excepto que este contraindicado (pacientes con fallo renal o cardiaco)


estimular el aporte de líquidos de dos a tres litros por día, para aumentar el
flujo urinario y evitar el riesgo de infección.

Valorar los indicadores de infección urinaria (aumento de la temperatura,


escalofríos, dolor en flanco suprapúbico, orina turbia o mal oliente,
hematuria).

Valorar la aparición de infección uretral, comprobando que no hay secreción


alrededor de la sonda, en caso de que ésta existiera, tomar una muestra para
cultivo.

Técnica de extracción de la sonda vesical

1. Explicar al paciente el procedimiento que vamos a realizar, asegurándole que


no es doloroso, sino ligeramente molesto.
Pincelar con solución antiséptica la doble vía.

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2. Conectar una jeringa y vaciar completamente el contenido del balón. En
algunos casos puede suceder que bien por fallo de fabricación o porque se
haya pinzado en algún momento el catéter por encima de la doble vía, la luz
de la misma esté pegada evitando que se pueda vaciar el balón. Si cortando
la doble vía por encima de la válvula no fluye el suero procederemos a
introducir un fiador fino (drum) lentamente hasta sobrepasar la obstrucción,
en ese momento vaciar el balón asegurándose que se saca la totalidad del
suero que contiene.

3. Retirar la sonda suavemente y si el paciente es autónomo indicarle que se


lave bien la zona, sino lo es, proceder a su limpieza.

4. Anotar la diuresis existente en la bolsa de drenaje, y las características de la


misma, así como la hora en que se realiza la retirada.

5. Controlar las micciones tras la retirada de la sonda por si apareciera alguna


alteración. En pacientes postoperados puede aparecer disuria y polaquiuria,
ambas alteraciones son normales después de una intervención y mejora con
el paso del tiempo

SONDAS RÉCTALES

El sondaje rectal es una técnica que consiste en la introducción de un catéter rectal a


través del esfínter anal hasta el recto.
Aspectos relacionados con la sonda (tipo, tamaño, material, etc.) y con el paciente
(edad, patología, etc.) son datos básicos a tener en cuenta, pero también son igualmente
importantes otros aspectos ligados a la técnica:
Por una lado, el conocimiento de las posibles complicaciones como lesiones en
la mucosa rectal, perforación intestinal, etc.
Por otro, las situaciones en las que está contraindicada la realización del sondaje
rectal, como en casos de pacientes intervenidos de colon o recto, pacientes con
inestabilidad cardiaca, etc.

Se utiliza para distintas finalidades:

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Administración de enemas (enema de limpieza, de retención, oleoso, ciego,
lavativa de Harris).
Administración de medicación (enema medicamentoso, enema antiséptico).
Aliviar la distensión abdominal (causada por estreñimiento o flatulencias, ya que
una gran distensión abdominal puede alterar la función respiratoria por
desplazamiento del diafragma, y puede comprometer el peristaltismo).
Reducir la temperatura corporal.
Como método diagnóstico (enema de bario, enema aéreo, para comprobar la
permeabilidad del esfínter anal).

La sonda rectal es un tubo flexible o semirrígido, hueco con un orificio distal grande y
un único orificio proximal. Su diámetro externo varía desde los 6milímetros (mm.)
hasta los 36, y su longitud desde los 10centímetros (cm.) hasta los 50.

Tipos de sonda réctales:


1. Sonda rectal de látex o caucho natural: se caracteriza por su óptima rigidez, su
gran resistencia a las dobleces y por su alta flexibilidad. Es opaca a los rayos x.
Es de un solo uso, debido a la laboriosa limpieza que requiere, pero en casos
especiales se podría esterilizar por vapor de agua, óxido de etileno,
desinfectantes líquidos o ebullición.
2. Sonda rectal de silicona: se caracteriza por su inocuidad fisiológica y su
resistencia. Una ventaja de este tipo de sondas son sus propiedades hidrófugas y
antiadherentes.
3. Sonda rectal con balón o doble balón distal: se utiliza en determinadas
ocasiones, como la administración de un enema de limpieza a un paciente
inconsciente o la administración de un contraste.

32
Algunos tipos de sondas réctales
Técnica De Colocación
1. Reunir el equipo necesario
2. Identificar correctamente al paciente
3. Explicar el procedimiento al paciente, cuando la edad lo permita, eso facilita su
colaboración y le da seguridad
4. Procurar intimidad.
5. Levantar la cama a un nivel apropiado.
6. Bajar la barandilla.
7. Lavarse las manos.
8. Proteger la cama o cuna con una sábana travesera o hule para evitar mancharla.
9. Colocar al paciente en posición de Sims izquierda o lateral izquierda, ya que
sobre el lado izquierdo se facilita la salida de los gases y en caso de enema
permite que la solución se desplace por gravedad hacia dentro, a través de la
curvatura natural de rectosigma, mejorando la retención de la misma. Los niños
pequeños también pueden colocarse en decúbito supino.
10. Colocarse los guantes.
11. Descubrir el área anal, y lubricar entre 5 y 10 centímetros de la sonda desde la
punta para disminuir la resistencia al paso de la sonda por los esfínteres anales.
12. Separar los glúteos para ver el ano.
13. Pedir al paciente que respire profundamente con la boca para relajar el esfínter
anal.
14. Introducir la sonda con suavidad en dirección al ombligo (esta dirección sigue el
trayecto anatómico del intestino grueso) cuando el paciente está exhalando.
Parar si se queja de dolor o si se siente resistencia.
15. Dejar la sonda durante un período de tiempo de 20 minutos, sobrepasar este
tiempo puede producir lesiones en la mucosa rectal.
16. Si es necesario fijar la sonda con esparadrapo a la cara interna del muslo
izquierdo, con ello se evita la salida de la sonda.
17. Disponer el material recolector en el extremo distal de la sonda: la cuña por si se
expulsa algo de contenido fecal o bien una bolsa de drenaje si lo que se desea es
mantener un circuito cerrado y conocer la cantidad de gas o contenido
expulsado.
18. Retirar la sonda y limpiar el área rectal

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Algunas complicaciones del sondaje rectal
Alteración del bienestar.
Deterioro de la integridad tisular.
Perforación intestinal, para lo cual es importante no introducir la sonda
demasiado profunda ni forzar su entrada.
Ansiedad.
La presencia de hemorroides externas puede dificultar la entrada de la
sonda a través del esfínter, para facilitar su entrada se pide al paciente
que realice el esfuerzo de defecar en el momento de introducción de la
sonda para abrir el esfínter externo, y las respiraciones lentas y profundas
ayudan a relajar el esfínter.

El sondaje rectal está contraindicado en pacientes recién intervenidos del recto,


próstata o con patología rectal por riesgo de perforación intestinal; así como en
pacientes con inestabilidad cardiaca por riesgo de estimulación vagal.

Anatomía de los esfínteres réctales


Tamaño y distancia de introducción de una sonda rectal según la edad del paciente.
Medidas orientativas.

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Distancia de Tamaño de la Diámetro Longitud de
Edad
introducción sonda(Frenchs) externo la sonda
Recién
2,5 cm. 12 4 mm. 10 cm.
Nacido
Lactante 2,5 cm. 14 - 18 6 mm. 10 cm.
2 – 4 años 5 cm. 14 - 18 6 mm. 10 cm.
4 – 10 años 7,5 cm. 14 - 18 10 mm. 20 cm.
> 11 años 10 cm. 14 - 18 6 – 12 mm. 20 cm.
Adulto 15 – 20 cm. 22 - 30 30 – 50 cm.

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CONCLUSIÓN

Todo paciente al presentar cualquier avería u obstrucción podrá contar con un equipo
técnico los cuales manejados bajo supervisión médica lograrán mejoras y facilitara el
acceso a las vías correspondiente.
Todo esto se logra a través de las sondas como ya se menciono hay distintos tipos de
ellas para cada caso, dependiendo la vía de acceso están por ejemplo:
Sondas endotraqueales, de traqueotomía
Sondas digestivas, entre las cuales están la nasogastrica, la nasointestinal,
las orales., las réctales
Sondas vesicales
Es importante tomar en cuenta los aspectos relacionados con la sonda como el tamaño,
el tipo, material, etc. Y los relacionados con el paciente como lo es la edad, patología
etc. Son datos básicos a tener en cuenta, pero también son igualmente importantes otros
aspecto ligados a las técnicas.
Por lo tanto se concluye que es de suma importancia tener un conocimiento preciso
en cuanto a las características, utilidad, las técnicas de colocación y extracción de los
diferentes tipos de sondas, ya que de ello dependerá la condición optima del paciente, en

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caso contrario se puede poner en riesgo la vida del mismo; ocasionar lesiones,
infecciones, e incluso la muerte debido a la mala colocación de una de estas.

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