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ESTUDIO COMPARATIVO ENTRE LOS ESTILOS DE APRENDIZAJE EN

MEDICINA UTILIZADOS EN LATINOAMERICA Y EUROPA

COMPARATIVE STUDY BETWEEN THE MEDICAL APPRENTICESHIP


STYLES USED IN LATIN AMERICA AND EUROPE

Autor:

RESUMEN

Según la teoría del aprendizaje basada en la experiencia, cada persona


desarrolla un estilo de aprendizaje que caracteriza su forma de adquirir y
transformar experiencias para crear conocimiento. Neuroanatómicamente, con
la estimulación temprana, la experiencia vivida y los intereses personales cada
individuo desarrolla los procesos y competencias para aprender a modo de
estilos de aprendizaje. Los alumnos aprenden en forma más efectiva cuando se
les enseña de acuerdo a sus estilos predominantes de aprendizaje. Dentro de
las tipologías de aprendizaje más conocidas están la de Kolb y la de Honey y
Mumford, cuya adaptación al castellano la realizó Catalina Alonso (1992)
configurándose el cuestionario Honey-Alonso de estilos de aprendizaje
(CHAEA). Este cuestionario determina cuatro estilos de aprendizaje: Activo (A),
reflexivo (R), teórico (T) y pragmático (P).

El test de Kolb evalúa las formas de aprender de cada persona. Su conocimiento


facilita la adaptación de estrategias de enseñanza/aprendizaje según los estilos
de aprendizaje, como también poner atención en alumnos con estilos de
aprendizaje diferentes al de la cohorte.

Objetivo: El objetivo de este trabajo fue identificar los estilos de aprendizaje de


los estudiantes de medicina en Latinoamérica y compararlo con los estilos de
aprendizajes utilizados en Europa

Palabras claves: estilos cognitivos, aprendizaje, cuestionario CHAEA, ; modelos


de aprendizaje; educación de pregrado en medicina

ABSTRACT

According to the theory of learning based on experience, each person develops


a learning style that characterizes their way of acquiring and transforming
experiences to create knowledge. Neuroanatomically, with early stimulation, lived
experience and personal interests, each individual develops the processes and
competences to learn as learning styles. Students learn more effectively when
they are taught according to their predominant learning styles. Among the best
known learning typologies are Kolb's and Honey's and Mumford's, whose
adaptation to Castilian was done by Catalina Alonso (1992), configuring the
Honey-Alonso questionnaire of learning styles (CHAEA). This questionnaire
determines four learning styles: Active (A), reflective (R), theoretical (T) and
pragmatic (P).

The Kolb test assesses the ways of learning of each person. Their knowledge
facilitates the adaptation of teaching / learning strategies according to learning
styles, as well as paying attention to students with learning styles different from
those of the cohort.

Objective: The objective of this work was to identify the learning styles of
medical students in Latin America and compare them with the learning styles
used in Europe.

Keywords: cognitive styles, learning, CHAEA questionnaire,; learning models;


undergraduate education in medicine
INTRODUCCION

Es muy relevante conocer las formas de aprender del educando o estilos de


aprendizaje en el proceso de enseñanza/aprendizaje en todos los niveles
educacionales. Tales antecedentes deberían ser considerados en la
planificación de las estrategias de enseñanza, dado que su impacto puede ser
un insumo muy valioso en el análisis de los resultados finales del proceso.
Muchos estudios han ignorado o no han incluido la complejidad del proceso de
aprendizaje, tratando de mostrar una causa y efecto entre lo cognitivo, estilo de
aprendizaje, y logros (1).

Las teorías de los estilos de aprendizaje han sido vastamente estudiadas durante
los últimos 40 años, empleando como herramienta de estudio el test de Kolb (2)

En los procesos administrativos, previo a la aplicación de nuevas metodologías


y/o de innovación en materia de metodologías de la enseñanza/aprendizaje
es necesario conocer cómo aprenden las personas para luego crear y planificar
las estrategias de la enseñanza (3) Cada persona desarrolla estrategias de
aprendizaje según sus propios intereses, experiencias, vivencias y
oportunidades, y esto hace que en un grupo de personas reunidas en contenido
común puedan tener distintas formas de aprender. Aun- que también es posible
que, según un interés temático común, traiga consigo un estilo de aprendizaje
también común.

David Kolb (2) describió las principales dimensiones del aprendizaje: la


percepción y el procesamiento. Principalmente considerando que el aprendizaje
es el resultado de la forma como las personas perciben y luego procesan la
información percibida, ya sea a través de la experiencia concreta y/o la
conceptualización abstracta.

Considerando la yuxtaposición de las formas de percibir y las formas de procesar


esta información, Kolb describió un modelo de 4 cuadrantes (gráfico ortogonal)
para explicar los estilos de aprendizaje: 1) involucrarse enteramente y sin
prejuicios a las situaciones que se le presenten; 2) lograr reflexionar acerca de
esas experiencias y percibirlas desde varias aproximaciones; 3) generar
conceptos e integrar sus observaciones en teorías lógicamente sólidas, y 4) ser
capaz de utilizar esas teorías para tomar decisiones y solucionar problemas (fig.
1).

La tipología de los estilos de aprendizaje descritos por Kolb subdivide a los


grupos de alumnos en 4 grupos: divergente, asimilador, convergente y
acomodador. Ellos difieren tanto en términos de su comportamiento de
aprendizaje, así como en la personalidad y preferencias (5)

Comprender y evaluar los estilos de aprendizaje al interior del aula permite a los
educadores adaptar y modificar sus estilos de ensen˜anza a favor de los estilos
de aprendizaje de los alumnos (1). El uso de metodologías de ensen˜anza que
apoyan a los estudiantes según sus diversos estilos de aprendizaje ha sido
identificado como una de las prácticas más efectivas de ensen˜anza en la
educación universitaria (6).

MATERIALES Y METODOS

Se aplicó la traducción al español de la primera versión del Inventario de Estilos


de Aprendizaje, desarrollado por Kolb, en 1971 (8) a los estudiantes de los tres
primeros semestres de la carrera de Medicina de la Pontificia Universidad
Javeriana, sede Bogotá, durante el segundo semestre académico del 2009.
El Inventario de Estilos de Aprendizaje es un cuestionario autodescriptivo de
nueve ítems, numerados desde la letra A hasta la I. Cada uno solicita al
encuestado que ordene cuatro palabras, correspondientes a cuatro modos de
aprendizaje, de la manera que mejor describa su forma de aprender. Así, en
cada ítem, las cuatro palabras se ordenan con puntajes de 4 a 1, asignando 4
puntos a la palabra que mejor represente su forma de aprender. Luego, los
puntajes asignados a cada ítem se tabulan para encontrar los valores de los
modos de aprendizaje y el estilo de aprendizaje del estudiante (8).

Como parte de una actividad académica regular, la encuesta se aplicó a los


estudiantes que aceptaron participar. Además del Inventario de Estilos de
Aprendizaje, la encuesta solicitó información sociodemográfica adicional como
edad, sexo, semestre, lugar de procedencia y tipo de colegio. Igualmente, se
pidió a los estudiantes su nombre, para ofrecerles retroalimentación acerca de
su estilo de aprendizaje. Los estudiantes fueron informados acerca de los
propósitos del estudio, de la confidencialidad de la información, así como del
carácter voluntario de su participación y de la posibilidad de retroalimentación
posterior. Un docente aplicó la encuesta y los estudiantes dispusieron de 15
minutos para diligenciarla.

Para el análisis se utilizó el paquete estadístico Stata 11.0. Se calcularon medias


y desviaciones estándar para las variables escalares y proporciones para las
variables categóricas. Para evaluar la presencia de diferencias estadísticamente
significativas entre las variables modo y estilo de aprendizaje según sexo y
semestre se realizaron pruebas no paramétricas, con un nivel de significación
estadística del 5%. No se calculó el tamaño de la muestra, dado que se trató de
un estudio de carácter censal.

RESULTADOS

De los 249 estudiantes inscritos en los tres primeros semestres de la carrera de


medicina de la Pontificia Universidad Javeriana, sede Bogotá, en el segundo
semestre del 2009, 204 aceptaron participar en el estudio, lo que implica una
tasa de respuesta del 81,9%. La edad de los estudiantes estuvo comprendida
entre los 16 y los 38 años, con una media de 18,5 años (DE = 1,95); 55% eran
mujeres (113 estudiantes). La mayoría provenían de colegios privados (95%),
bilingües (54%) y de carácter religioso (61%). El 49% de los estudiantes procedía
de Bogotá, y el 3%, de otro país.

El modo de aprendizaje que predominó fue la conceptualización abstracta


(89/204; 44%), seguida de la observación reflexiva (65/204; 32%) y la
experimentación activa (64/204; 31%). El 17% de los estudiantes (34/204)
mostró preferencia por dos o más modos de aprendizaje. No se encontraron
diferencias estadísticamente significativas en la proporción de modos de
aprendizaje por sexo (prueba de chi cuadrado; p= 0,069).

El estilo de aprendizaje más frecuente fue el asimilador (97/204; 47%), seguido


del convergente (55/204; 27%) (figura 2). No se encontraron diferencias
estadísticamente significativas en la proporción de estilos de aprendizaje por
sexo (prueba de chi cuadrado; p = 0,184) ni por semestre (prueba de chi
cuadrado; p = 0,333).

Figura 2. Distribución de los estilos de aprendizaje

En cuanto al eje de aprehensión, en la mayoría de los estudiantes (152/204;


74%) prevalecieron los estilos de aprendizaje abstractos (asimilador y
convergente) frente a los estilos concretos (acomodador y divergente). Este
resultado se evidenció en ambos sexos.

Con respecto al eje de transformación, el 57% de los estudiantes (117/204)


prefirió los estilos reflexivos (divergente y asimilador) frente a los activos
(acomodador y convergente).

En los hombres sobresalió el estilo reflexivo (59/91; 65%); mientras que en las
mujeres los estilos activo y reflexivo estuvieron igualmente distribuidos (49% y
51%, respectivamente). Sin embargo, estas diferencias no fueron
estadísticamente significativas (prueba de chi cuadrado; p = 0,052), quizás por
un tamaño de la muestra insuficiente.

La figura 3 es una gráfica de Kolb en la que se representa la distribución de los


estilos de aprendizaje de todos los participantes. La cruz, ubicada en el
cuadrante inferior derecho, indica la posición mediana del estilo de aprendizaje
de toda la muestra, que corresponde al estilo asimilador.

Figura 3. Distribución de los estudiantes en la gráfica de los estilos de


aprendizaje de Kolb

Cada punto puede representar uno o varios estudiantes. La cruz, ubicada en el cuadrante
inferior derecho, indica la posición mediana del estilo de aprendizaje de toda la muestra

DISCUSIÓN

Los estilos de aprendizaje que predominaron en nuestros estudiantes fueron el


asimilador (47%) y el convergente (27%), resultados comparables a los
reportados en la literatura. Bitran y colaboradores (9) caracterizaron en el 2003
los tipos psicológicos y los estilos de aprendizaje de 270 estudiantes que
ingresaron a la Escuela de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de
Chile. Su estudio mostró una mayor prevalencia de los estilos asimilador (54%)
y convergente (23%). En el 2008, Borracci y colaboradores (10) estudiaron los
estilos de aprendizaje de 199 estudiantes de medicina y residentes de
cardiología en Argentina. De los 102 estudiantes de segundo año de medicina,
la mayoría también presentó un estilo asimilador (71%). Otras investigaciones
en estudiantes de medicina (5,11,12) encontraron resultados similares; sin
embargo, algunos estudios realizados en la misma población estudiantil en
Turquía, Arabia Saudita y Pakistán (13,14,15) encontraron un predominio de los
estilos divergente y acomodador, lo cual podría explicarse por características
culturales propias de estas regiones.

Contrario a lo reportado en la literatura (10,14,16,17,18), no se encontraron


diferencias en la proporción de estilos de aprendizaje por sexo. Esto se debe
probablemente a un tamaño de muestra insuficiente para realizar un análisis por
subgrupos.

Algunos investigadores han observado que los estilos de aprendizaje van


cambiando a medida que los estudiantes avanzan en sus estudios (5,12). Sin
embargo, en este trabajo no se encontraron diferencias en los estilos de
aprendizaje por semestre, lo cual podría explicarse porque la muestra consistió
en estudiantes de los primeros tres semestres de la carrera, cuando todavía no
han tenido contacto con el contexto clínico hospitalario, entorno de aprendizaje
que podría contribuir al cambio en el estilo de aprendizaje.

El modo de aprendizaje más frecuente fue la conceptualización abstracta —


congruente con el predominio de los estilos de aprendizaje abstractos
(asimilador y convergente), lo cual indica que nuestros estudiantes prefieren
adquirir la información a través del pensamiento lógico, analizando las
experiencias y construyendo teorías; se enfocan en los conceptos e ideas y
valoran la precisión, el rigor y la disciplina. El estudiante asimilador tiene facilidad
para concebir teorías generales a partir de fragmentos de información y se
enfoca más en la coherencia conceptual de las teorías que en su aplicabilidad.
En cambio, el estudiante convergente, más pragmático, se interesa
principalmente por la utilidad del conocimiento para resolver problemas
concretos en situaciones reales.

En los últimos años, la investigación se ha dirigido hacia la búsqueda de


relaciones entre los estilos de aprendizaje y otros factores académicos, como el
desempeño o las preferencias de aprendizaje de los estudiantes. Entre estos
estudios, cabe señalar el artículo de Gurpinar y colaboradores (13), que evaluó
el rendimiento académico y la satisfacción con diferentes métodos de instrucción
de 170 estudiantes de primer año de medicina, en relación con sus estilos de
aprendizaje. Mediante un análisis de regresión logística, estos autores
encontraron que tener un estilo de aprendizaje asimilador era un factor predictor
de satisfacción de los estudiantes con el método de enseñanza tradicional
comparado con el aprendizaje basado en problemas (OR = 2,8; IC 95%: 1,38-
5,75) y un factor predictor de buen desempeño en el bloque teórico de los
exámenes (p = 0,009). Otros investigadores han encontrado resultados similares
y concluyen que los estudiantes asimiladores valoran las clases magistrales y
los cursos centrados en la teoría —privilegiando la lectura, la escritura y el trabajo
autónomo; mientras que los estudiantes convergentes prefieren cursos que les
proporcionen aplicaciones en el ámbito de las prácticas, con menor énfasis en la
teoría. Estos últimos valoran la utilidad de talleres, laboratorios, proyectos,
estudios de caso, trabajo en grupos y otras propuestas pedagógicas que les
permitan poner en práctica los conocimientos adquiridos (19,20,21).

Actualmente, la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Javeriana se


encuentra en proceso de implementación de un cambio curricular que pasó de
un modelo de enseñanza tradicional hacia uno integrado. El nuevo plan de
estudios propone un hilo conductor centrado en el estudio de casos que integran
los conocimientos provenientes de distintas áreas de la medicina, ofrece al
estudiante un contacto más temprano con la práctica clínica y le provee más
oportunidades de trabajo en equipo con sus pares. A la luz de la teoría de los
estilos de aprendizaje, esta diversificación de los escenarios y metodologías de
aprendizaje hacia contextos más prácticos puede beneficiar a los estudiantes
que privilegian los modos de aprendizaje activos, entre los que se encuentran
los estudiantes convergentes, que representan una parte considerable de
nuestra población.

Los estudiantes que participaron en este estudio pertenecen al grupo curricular


anterior, cabe preguntarse si el cambio curricular provoco un tipo de afecto de
algún modo en estilos preferidos de aprendizaje de nuestra población, por lo que
sería conveniente actualizar este estudio en los estudiantes que ingresan
actualmente a la facultad; en particular, sería interesante hacer el seguimiento
de una cohorte de estudiantes para evidenciar si existen cambios en el estilo de
aprendizaje durante la carrera de medicina y si estos cambios están motivados
por el entorno académico, como sugieren algunos autores (5,22).

No obstante, es importante tener en cuenta que en la muestra de estudiantes


encuestados se encontraron exponentes de cada uno de los cuatro estilos de
aprendizaje. Este hallazgo debe alertarnos acerca de la necesidad de ofrecerles
a los estudiantes una variedad de contextos de aprendizaje con el fin de
beneficiar a todo el grupo y estimular el desarrollo o el fortalecimiento de
habilidades que promuevan la efectividad del aprendizaje en cualquier situación
particular que se les presente (6,23). Dicha recomendación está en consonancia
con la teoría de Kolb, según la cual el aprendizaje es un proceso adaptativo
continuo en el que el aprendiz idealmente debería integrar los cuatro modos de
aprendizaje para obtener un estilo de aprendizaje equilibrado que responda a los
diversos contenidos y situaciones de aprendizaje (2). Felder va aún más allá:
manifiesta que un objetivo de la educación superior debería ser equipar al
estudiante con herramientas capaces de favorecer el desarrollo de habilidades
relacionadas con todos los estilos de aprendizaje, independientemente de sus
preferencias personales, porque esas competencias son necesarias para ejercer
su profesión de manera efectiva (24).

Estilos de aprendizaje en Primer Año de Medicina según cuestionario


Honey-Alonso

Los estilos para Honey y Mumford 8, al igual que para Kolb, son cuatro, que
corresponden a las fases de un proceso cíclico y continuo de aprendizaje: Activo;
Reflexivo; Teórico y Pragmático.

Los estudiantes o grupo objeto con predominancia en un estilo activo son


personas que desean vivir nuevas experiencias, implicándose plenamente y sin
prejuicios en esas experiencias. A los reflexivos les gusta considerar las
experiencias y observarlas desde diferentes perspectivas. Analizan
detenidamente antes de llegar a una conclusión. Los sujetos con estilo teórico
predominante se adaptan e integran las observaciones dentro de teorías lógicas
y complejas. Les gusta analizar y sintetizar. A los pragmáticos les gusta la
aplicación práctica de las ideas, actúan rápidamente y con seguridad con
aquellas ideas que les atraen.

Alonso (9) añadió a cada uno de los estilos una lista de características que
permite determinar con claridad el campo de destrezas de cada uno de ellos. De
un estudio de 1371 encuestas9 realizado el año 1991, determinó cinco
características principales para cada uno de los cuatro estilos. En orden de
prioridad, según el estudio estadístico realizado por Alonso, las características
principales para cada uno de los estilos serían:

 En el estilo Activo: 1) Animador; 2) Improvisador; 3) Descubridor; 4)


Arriesgado y Espontáneo.
 En el estilo Reflexivo: 1) Ponderado; 2) Concienzudo; 3) Receptivo; 4)
Analítico y Exhaustivo.
 En el estilo Teórico: 1) Metódico; 2) Lógico; 3) Objetivo; 4) Crítico y 5)
Estructurado.
 En el estilo Pragmático: 1) Experimentador; 2) Práctico; 3) Directo; 4)
Eficaz y Realista.
Para demostrar la fiabilidad y validez del cuestionario, Alonso diseñó y desarrolló
una investigación con variedad de pruebas estadísticas sobre universitarios de
las Universidades Complutense y Politécnica de Madrid9. En este contexto, se
creó el CHAEA, Cuestionario de Estilos de Aprendizaje Honey-Alonso, como
resultado de la traducción y adaptación del cuestionario de Estilos de
Aprendizaje de Honey y Mumford al contexto académico español.

Los resultados de la aplicación del cuestionario CHAEA quedan plasmados en


un gráfico, al que se le llama Perfil de Aprendizaje, de tal modo que los alumnos
pueden trazar su propio perfil al concluir la aplicación del cuestionario.

El presente estudio tiene el objetivo de identificar los estilos de aprendizaje en


estudiantes del primer año de ingreso a la carrera de Medicina, usando el
cuestionario CHAEA, en la búsqueda permanente de desarrollar un mejor
programa curricular que facilite la formación académica de los estudiantes.
MATERIALES Y METODOS

El estudio se realizó en 219 estudiantes de primer año de Medicina de la Facultad


de Medicina de la Universidad de Concepción, quienes participaron en forma
voluntaria. Por tratarse de alumnos de primer año se eligió el comienzo del año
para identificar el perfil de aprendizaje con que ingresan a la carrera.

El instrumento utilizado para medir los estilos cognitivos fue el Cuestionario


Honey Alonso de Estilos de Aprendizaje (CHAEA). Este cuestionario consta de
80 ítems de respuesta dicotómica, de los cuales 20 corresponden a cada estilo
de aprendizaje y están distribuidos en forma aleatoria, de tal modo que la
puntuación máxima que se puede obtener es de 20 puntos en cada estilo. La
puntuación absoluta que cada sujeto obtiene en cada grupo de 20, indica el nivel
que alcanza en cada uno de los cuatro estilos.

Para clasificar la preferencia de estilo de acuerdo a la puntuación obtenida en


cada uno de los estilos, se utilizó el baremo general abreviado de preferencias
de estilo de aprendizaje desarrollado por Alonso y cols9 en el cual participaron
1.371 estudiantes, baremo que facilita el significado de cada una de las
puntuaciones, y que permite saber quién está en la media, quién por encima y
quién por debajo. De esta forma se obtuvieron los datos precisos para conocer
el perfil de aprendizaje y las preferencias de ellos en cada uno de los estilos.

RESULTADOS

Descripción de la muestra

De 231 alumnos que ingresaron a primer año de la carrera de medicina los años
2004 y 2005, 219 contestaron el cuestionario (95%).

La distribución por sexo fue de 40% mujeres y 60 % hombres con una edad
promedio de 18,5 ± 2,1 años.

Análisis de los estilos de aprendizaje

La Figura (2) muestra que el perfil de aprendizaje de los estudiantes fue con
predominio para los estilos reflexivo y teórico. El estilo con menor puntaje
promedio fue el activo.
La Figura (3) muestra la distribución de las preferencias, de acuerdo al puntaje
obtenido por los estudiantes para el estilo activo en valores absolutos. Expresado
en %, las preferencias muy baja, baja, moderada, alta y muy alta fueron de 15,5
- 14,6 - 46,6 - 15,5 y 7,8 respectivamente, predominando el nivel moderado.

La Figura 4 muestra la distribución de preferencias para el estilo reflexivo, en


valores absolutos. Expresado en %, las preferencias muy baja, baja, moderada,
alta y muy alta fueron de 4,1 - 20,1 - 49,3 - 22,4 y 4,1 respectivamente,
predominando, al igual que en el estilo activo, el nivel moderado.

La Figura 5 muestra la distribución de preferencias para el estilo teórico, en


valores absolutos. Ex- presado en %, las preferencias muy baja, baja, moderada,
alta y muy alta fueron de 1,8 - 8,2 - 40,6 -28,3 y 21 respectivamente

Figura 3. Distribución de preferencias en valor absoluto, para el Figura 4. Distribución de preferencias en valor absoluto, para
estilo activo en 219 estudiantes de primer año de medicina. MB: el estilo reflexivo en 219 estudiantes de primer año de
muy baja; B: baja; M: moderada; A: alta y MA: muy alta.
medicina. MB: muy baja; B: baja; M: moderada; A: alta y MA:
muy alta.
Figura 5. Distribución de preferencias, en valor absoluto, para Figura 6. Distribución de preferencias, en valor absoluto,
el estilo teórico en 219 estudiantes de primer año de para el estilo pragmático en 219 estudiantes de primer
medicina. MB: muy baja; B: baja; M: moderada; A: alta y MA: año de medicina. MB: muy baja; B: baja; M: moderada; A:
muy alta. alta y MA: muy alta.

Aunque predomina el nivel moderado, la sumatoria en porcentaje para los niveles


alto y muy alto es de 49,3%, por lo que la preferencia en este estilo obtuvo un
puntaje mayor que para los estilos activo y reflexivo.

La Figura 6, muestra la distribución de preferencias para el estilo pragmático, en


valores absolutos. Expresado en %, las preferencias muy baja, baja, moderada,
alta y muy alta fueron de 11,9 - 17,8 - 33,3 - 23,7 y 13,2 respectivamente.
También aquí, aunque en un % menor que para el estilo teórico, se observa que
la sumatoria para el nivel alto y muy alto (36,9%) es mayor que para el nivel
moderado (33,3%).

DISCUSIÓN

Nuestros resultados demuestran que en la población de estudiantes que


ingresaron al primer año de medicina de la Universidad de Concepción, años
2004 y 2005, el perfil de estilo de aprendizaje pre- dominante fue el estilo
reflexivo que se caracteriza por el análisis y la observación concienzuda de la
información, seguida por el estilo teórico, que intenta metódicamente, establecer
las relaciones lógicas entre las ideas. El tercer lugar lo ocupó el estilo pragmático,
que busca aplicar y llevar a la práctica lo aprendido y, finalmente, la menor
preferencia corresponde al estilo activo, que se caracteriza por la búsqueda de
nuevas experiencias para adquirir información. Además, la distribución de las
preferencias según el baremo CHAEA, demuestra que utilizan como estilos de
aprendizaje en nivel moderado el estilo activo y reflexivo, con un nivel de
preferencias de alto y muy alto para el estilo teórico seguido por el estilo
pragmático.

De acuerdo con la teoría que sustenta a la clasificación de Honey-Alonso, el


aprendizaje debe seguir un ciclo, iniciado siempre con la búsqueda y recolección
de datos (estilo activo), analizar luego esa información desde varios puntos de
vista (estilo reflexivo), construir una conceptualización, estructuración o teoría
propia a partir de esos datos (estilo teórico) y aplicar el nuevo conocimiento en
la solución práctica de problemas (estilo pragmático), reiniciando el ciclo.
Considerando esta secuencia y analizando los resultados de la muestra, se
identificó que existe una debilidad en el primer escalón del ciclo de aprendizaje
(estilo activo), es decir, la población analizada tiene poca preferencia por la
búsqueda de información y la experimentación de nuevas actividades, lo que
tiende a dejar vacíos en su estudio inicial, por lo que, al pasar a los siguientes
peldaños, se encontrarán progresivamente con crecientes deficiencias en su
estudio. Aunque el estilo pragmático se ubicó en el tercer lugar en puntaje
promedio total de la muestra, el puntaje de preferencias alcanzado en alto y muy
alto fue mayor que el obtenido por el estilo reflexivo, lo que indica que estos
alumnos tienden a relacionar la teoría con la práctica, lo que les facilitará aplicar
lo aprendido a la realidad.

Los estilos reflexivo y teórico tienen los mayores puntajes promedios, aunque el
nivel de preferencias es claramente mayor para el estilo teórico, lo que significa
que estos estudiantes gustan de analizar en profundidad el nuevo conocimiento,
piensan varias veces antes de concluir algo, y construyen mentalmente nuevas
teorías. Para todo profesor, esta información brinda la oportunidad de estructurar
cada clase aprovechando los elementos favorables de los estilos preferidos, pero
a la vez, idear actividades que fomenten la utilización de los estilos menos
favorecidos, de manera que se logre una integración de los cuatro estilos, se
inicien y cierren eficientemente todos los ciclos de aprendizaje y se logre un
aprendizaje realmente significativo.

CONCLUSION

Nuestro estudio presenta algunas limitaciones que conviene mencionar.


Primero, la mayoría de los estudiantes provenía de colegios privados, bilingües
y de orientación religiosa, y la mitad procedía de fuera de Bogotá. Esta
particularidad de la muestra se explica por el carácter privado de la Pontificia
Universidad Javeriana, que además recibe estudiantes de todo el país. Por tal
motivo, la extrapolación de los resultados a estudiantes de otras universidades
debe hacerse con precaución. Segundo, al estar fundamentado en la teoría del
aprendizaje basada en la experiencia propuesta por Kolb cuyo instrumento para
determinar los estilos de aprendizaje es el Inventario de Estilos de Aprendizaje
este trabajo presenta limitaciones inherentes al modelo que, como las demás
teorías sobre el aprendizaje, no está exento de críticas (25). Por último, debido
a la existencia de múltiples modelos que clasifican los estilos de aprendizaje de
maneras distintas, no fue posible comparar nuestros resultados con otros
estudios en poblaciones similares de estudiantes, que se basaron en otras
teorías y escalas (26,27).

Conocer o comprender la manera como los estudiantes aprenden es de singular


importancia, ya que una determinada estrategia de enseñanza apli- cada por un
mismo profesor para un conjunto de alumnos, no producirá el mismo efecto de
aprendizaje para cada individuo13,15. Esto quiere decir que cuando un profesor
imparte su clase exclusivamente acorde a su propio estilo de aprendizaje,
favorecerá la atención y comprensión de los estudiantes que coincidan con este
estilo, pero pondrá en des- ventaja a aquéllos cuyo estilo de aprendizaje difieran
con el del profesor. En experiencias previas de nuestro grupo16, se comprobó
que la enseñanza de una misma materia mediante una diversidad de estrategias
metodológicas condujo a altos rendimientos educacionales por favorecer la
elección de la metodología de acuerdo a los estilos cognitivos de cada
estudiante. Lo anterior se puede extrapolar a los métodos de enseñanza que
se están utilizando en las mallas curriculares de las Facultades de Medicina en
nuestro país, y en base a los resultados obtenidos, pareciera importante
considerar que el estilo predominante que estamos viendo en los estudiantes
que ingresan a estudiar medicina es el teórico-reflexivo, aunque es necesario
ampliar los estudios realizados y evaluar si estas preferencias de estilos son
estables o cambian a lo largo de la carrera.
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