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HERENCIA VIRREINAL EN EL PERU

Muchas características de la sociedad peruana actual son una herencia de la época virreinal.
Quizás el uso de la lengua española y la religión católica sean los elementos más importantes de
dicha herencia.
Contrariamente a lo que se podría pensar, cuando llegaron al Perú los españoles no tuvieron la
intención de difundir la lengua castellana entre la población indígena. Más bien quisieron
instituir el uso del quechua como la lengua principal entre todos los idiomas indígenas, para
facilitar con ello las comunicaciones administrativas. Lo que si hicieron fue instruir a un número
reducido de indígenas en el castellano.

ASPECTO POLIÍTICO
Los corregimientos:

Los corregimientos fueron divisiones administrativas y territoriales de la corona española en el


Perú. En 1569 el gobernador y capitán general (no era virrey) Lope García de Castro creó los
corregimientos de indios subordinados a los corregimientos de españoles. Los corregimientos
fueron gobernados por un alto funcionario nombrado, mayormente, por el Consejo de Indias,
denominado corregidor. Los corregimientos tenían facultades políticas (conservaban el orden y
la buena marcha del corregimiento), administrativas (cobraban el tributo de los habitantes que
vivían en la jurisdicción) y judiciales (hacían cumplir las leyes y resolvían los pleitos surgidos
entre los indígenas).

Las intendencias:

Los corregimiento fueron suprimidos en 1784, por Carlos III, como consecuencia de la revolución
de Túpac Amaru II y reemplazados por las Intendencias.
Los cabildos:

Denominados también, ayuntamiento, municipalidad o consejo municipal, fue una institución


de origen español que se trasplantó a América. El cabildo tenía múltiples atribuciones
administrativas. Entre ellas les correspondía administrar arbitrios, presidir espectáculos
públicos, organizar fiestas pomposas al llegar los nuevos virreyes, vigilar el aseo de la ciudad,
inspeccionar las calles y organizar la baja policía. Se distinguen tres tipos de cabildo:
correspondiente a las villas y lugares, las ciudades diocesanas y las ciudades metropolitanas.
En las villas, se constituían por un alcalde ordinario, elegido anualmente en un acto presidido
por el corregidor y cuyos cargos podían ser comprados o heredados; cuatro regidores, un
alguacil y un mayordomo. En las ciudades diocesanas: alcalde elegible, ocho regidores, dos fieles
ejecutores, dos jurados o diputados de cada parroquia, un procurador general, un mayordomo,
un escribano de consejo, dos escribanos públicos, un escribano de minas y otro de registro, un
pregonero mayo, un corredor de lonja y dos porteros.

ASPECTO ECONÓMICO

La economía virreinal se desarrolló a partir de los modelos occidentales, en los que el tributo y el
salario determinaban la relación con el poder en este campo. Para ello utilizó en su provecho la
estructura organizada por el Estado inca, aunque no incorporó los elementos clave de este
modelo, basado en la redistribución y la reciprocidad que, sin embargo, se mantuvieron vigentes
entre la población indígena. Los tributos fueron cobrados inicialmente a través de los
encomenderos (época durante la cual predominó el cobro en especies), pero a partir de 1565
esta función recaudadora la realizaron los corregidores de indios, que en el siglo XVIII fueron
sustituidos por los intendentes.

La moneda:

Moneda de 8 reales conocida como Columnario de plata

En un comienzo, durante la conquista, no hubo moneda para el comercio, después aparece la


primera expresión de la moneda en el Perú, la Callana, que era una pieza rudimentaria fundida
con especificación de peso y ley que funcionó en Cajamarca, Lima, Cuzco y Piura. Después se
confeccionó el peso, que fue un disco burdamente labrado a cincel, llevando una cruz a cada
lado, su valor marcaba 450 maravedíes.
Después aparecieron los ducados, los escudos y los doblones, que hicieron más expeditiva la
transacción comercial. Estas monedas eran acuñadas en las llamadas casa de moneda, que
empezaron a funcionar al promediar el siglo XVI, especialmente en Lima y Potosí.

El mercantilismo español:

El monopolio, el privilegio, la restricción a la libre actividad económica de los particulares, o


cualquier otra, son tradiciones profundamente arraigadas en las sociedades de origen hispánico.
España prohibió el ingreso a sus dominios de América no sólo a todos que no fueran súbditos del
Rey-Emperador sino inclusive en un primer momento a los españoles peninsulares no
provenientes Castilla, Andalucía y Extremadura. Con estas y otras medidas, España logró crear
en América una sociedad increíbemente cerrada. Humboldt encontró en Nueva España (México)
criollos prominentes ignorantes de que existiesen europeos no hispanoparlantes.
Y lo que valía para las personas, valia con más razón (o sin razón) para mercaderías. Buenos
Aires no tuvo derecho a ningún comercio marítimo hasta 1776, cuando se le hizo Virreinato.
Hasta ese año, las importaciones y exportaciones de esta comarca atlántica estaban bajo la
jurisdicción del Virreinato del Perú, lo cual significaba en la práctica que un cargamento
procedente de Cádiz o Sevilla y destinado a Buenos Aires tenía que ir a Portobello, en la costa
oriental de Panamá, cruzar el istmo a lomo de mula, ser transportado por el Océano Pacífico
hasta Lima y ...de allí, de nuevo a lomo de mula traspasar la cordillera de Los Andes por La Paz,
hasta la llanura y la costa del Océano Atlántico.
Mineria:

Fue la actividad mas novedosa que los


españoles introdujeron al Perú, también fue la misma que les trajo como consecuencia trabajos
forzados “mitas mineras” a los indios. Los principales centros mineros de los cuales sacaban oro
y sobre todo plata fueron: Potosí, Huancavelica, Castrovirreina, Oruro, Cailloma, etc.

Los centros mineros fueron ciudades que rápidamente se convirtieron en emporios comerciales
que engranaron todo un circuito comercial en el que se encontraban la ciudad de México (para
Zacatecas y Guanajuato) y Lima (para Potosí, Cerro de Pasco y Huancavelica). Para la extracción
de la plata las técnicas andinas incluían el método de la huaira, que consistía en el empleo de un
horno al cual se le sometía el plomo, extrayéndose finalmente la plata. Pero esta plata era de
una impureza notoria
Trabajo en el campo:

Se introdujo nuevos cultivos y nuevas especies que fueron traídas por los españoles, y una
nueva organización del trabajo en el campo: nuevas técnicas. Las nuevas especies se difundieron
rápidamente por todo Sudamérica y Centroamérica pero también conservaron cultivos nativos
como la coca, la papa, maíz que ahora también estuvo al alcance de la elite.

Obraje textil:

Durante el virreinato hubo notable crecimiento de la industria textil aunque los resultados no
lograron superar a los de los antiguos peruanos. Los propietarios de los obrajes abusando del
trabajo operario de los indígenas obtuvieron muy buenas ganancias ya que las exportaban hacia
España.

ASPECTO RELIGIOSO

Al establecerse el Virreinato, se aniquiló cualquier otro tipo de creencia religiosa que no fuera la
religión católica.Sin embargo, como proceso natural, surgió una transculturación; es decir,
algunas creencias indígenas (una de las, misiones fundamentales fue convertir al catolicismo a
los indigenas) se sustuyeron o se adaptaron para poder ser asimiladas. Algunos dioses fueron
identificados con características de los santos y así se asumieron como patronos del pueblo, o
bien algunos rituales fueron incorporados.Una vez establecido el Virreinato, se instituye a la
Inquisición como aparato regulador de las conductas. Es importante decir que en América una
de las Inquisiones más duras fue justamente la del Perú. Puedes corroborarlo en sus archivos en
donde consta evidencias de multitudinarios Autos de Fe a manera de escarmiento y de edictos
de la época.
ASPECTO CULTURAL
El arte durante los primeros años virreinales fue exclusividad de los religiosos y su uso tuvo un
fin práctico principalmente en el adoctrinamiento. La ciudad de Lima jugó un rol preponderante
en el desarrollo del arte en el virreinato del Perú. Su rápido crecimiento urbano, la acumulación
de riqueza por parte de los encomenderos y la construcción de templos e iglesias fueron motivos
para la demanda de pinturas y esculturas de las principales ciudades de los reinos españoles.
Especial preferencia se tuvo por las obras provenientes de Flandes e Italia, aunque las obras
sevillanas y andaluzas tuvieron igualmente gran demanda.

Arquitectura:

Los claustros fueron uno de los tipos de edificios más difundidos en el virreinato, en la foto el
Claustro redondo de Santo Tomás en Lima
La arquitectura virreinal alcanzó su máxima expresión en la edificación de iglesias, claustros,
casas y mansiones señoriales, y en menor medida fortalezas y cuarteles. Su desarrollo fue
incentivado fundamentalmente por la actividad religiosa, la cual construyó catedrales, claustros
y conventos urbanos y rurales, dispersos por toda su geografía. La mayoría de las iglesias de
fines del siglo XVI poseían planta gótico-isabelina con nave alargada y separada por presbiterio o
capilla mayor por un gran arco denominado toral. Sin embargo, son pocos los ejemplos de
arquitectura del siglo XVI. Algunas casas-patio de Lima y Cusco, y ciertas iglesias en provincia son
la única muestra de las construcciones de aquella época. Del siglo XVI destacan la casa de
Jerónimo de Aliaga en Lima, La Merced en Ayacucho, la Iglesia de San Jerónimo en Cusco y la
Asunción en Juli, Puno

ASPECTO GASTRONÓMICO

Con respecto a las costumbres culinarias el virreinato del Perú podemos señalar que en sus
comidas eran austeros y frugales, ya que debían guardar diferentes ayunos; en términos
generales la comida de los clérigos eran legumbres, pan y fruta. Sin embargo cuando debían
agasajar visitas en los conventos y monasterios, en los años iniciales de la colonia, se servían
verdaderos banquetes, a partir del siglo XVII la austeridad se convirtió en una regla muy
respetada por los religiosos, incluso en los agasajos ofrecidos. Quienes contaban con gran
prestigio dentro del clero, en sus preparaciones culinarias y repostería, eran las monjas de los
diversos conventos del territorio del virreinato.

Con lo que podemos concluir mencionando que desde 1,542, año en que se crea el virreinato del
Perú, hasta 1,821, año de la independencia nacional, transcurrieron 279 años de dominio
español, los que indiscutiblemente dejaron innumerables aportes a nuestra culinaria, muchos de
los cuales en la actualidad se han estilizado, otros han sufrido variaciones, algunos han
desaparecido a través de los años y algunos se conservan inalterables después de muchas
generaciones.

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