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«Perro» redirige aquí. Para otras acepciones, véase Perro (desambiguación).
Perro
Estado de conservación
Domesticado
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Mammalia
Orden: Carnivora
Suborden: Caniformia
Familia: Canidae
Género: Canis
Especie: C. lupus
Subespecie: C. l. familiaris
LINNAEUS, 1758
Distribución
Sinonimia
1Concepto de raza
2Ancestros e historia de la domesticación
3Características
o 3.1Diferencias respecto a otros cánidos
o 3.2Anatomía externa
3.2.1Pelaje
3.2.2Cola
o 3.3Aparato locomotor
4Sentidos
o 4.1Vista
o 4.2Oído
o 4.3Olfato
o 4.4Gusto
o 4.5Tacto
5Comportamiento
o 5.1Inteligencia
o 5.2Socialización
o 5.3Problemas de comportamiento o anormales
o 5.4Gruñido
6Interacción con los humanos
o 6.1Interpretación de gestos y señales comunicativas humanas
7Salud
o 7.1Enfermedades
o 7.2Reproducción
o 7.3Castración y esterilización
o 7.4Alimentación
8Predadores
9Razas
o 9.1Clasificación de perros según la FCI
10Usos y utilidad
11Véase también
12Referencias
13Enlaces externos
Concepto de raza
El concepto que los científicos tienen de raza, como un grupo que comparte caracteres
genéticos, difiere del uso coloquial del término dado por las personas como sinónimo de
variedad. El término "raza" en ciencia incluiría todas las variedades de perros que habitan
en el mundo, es decir, solo existe una "raza" de animales que comprenden a los perros y
esta definición se acercaría más a la etiqueta taxonómica de familia. El vulgo hizo
extensiva la significación de "raza" a las distintas variedades de canes, como Bulldog,
Doberman o Chihuahua; esto debido a que los perros son fenotípicamente distintos por lo
que se creó esa "construcción social", sin embargo en zoología, el concepto de "raza" no
es sinónimo de variedad en la especie. Los perros tienen diversidad genética, pero esto se
debe principalmente a la reproducción selectiva en condiciones controladas.16 Esto es
similar a la especie humana. No existen razas en los humanos: asiáticos, negros,
morenos, blancos, pelirrojos, pequeños y altos son variedades que siguen siendo la misma
especie al igual que los perros1718 Al igual que con los humanos y perros y otras especies,
existen personas, incluso científicos, que defienden el concepto de "razas".19
Hay aproximadamente cuatrocientas razas —más que de cualquier otro animal— que
varían significativamente en tamaño, fisonomía y temperamento, presentando una gran
variedad de colores y de tipos de pelo según la raza.9202122 Estas razas de perros tienen
una antigüedad menor a doscientas años, pues son el resultado de una intensa selección
artificial, realizada por los seres humanos desde finales del siglo XIX hasta la actualidad,
con el objetivo de crear a su antojo ejemplares que cumplan determinados criterios
estéticos y de comportamiento.20 Esto ha provocado el desarrollo y transmisión crecientes
de numerosos problemas de salud y de comportamiento, incluyendo graves
malformaciones y enfermedades genéticas que pueden provocar sufrimiento crónico y
disminución de la esperanza de vida.202122 Asimismo, ciertas prácticas requeridas para
cumplir los estándares marcados para determinadas razas, como la amputación de la cola,
pueden provocar dolor crónico (como el experimentado en otro tipo de amputaciones y
el síndrome del miembro fantasma) e incapacidad para comunicarse adecuadamente,
tanto con otros perros como con los seres humanos.2324
Tienen una gran relación con los humanos, para quien son animales de compañía,
animales de guardia, perros de trabajo, perros de caza, perros de agua, galgos de
carrera, perros guía, perros pastores o perros boyeros por mencionar algunos.
El perro, junto con el gato, son las mascotas o animales de compañía más populares.
Figura de perro realizada por la cultura Colima entre 100 AdC y 300.
En el siglo XXI, los investigadores han alcanzado un consenso casi absoluto acerca de que
la domesticación del perro empezó por la adaptación espontánea de este al acercarse a
vivir junto al hombre, más que por la voluntad humana.25 Esto se debe a que vivir junto al
hombre siempre fue ventajoso para el cánido. Un perro que vivía en una comunidad
humana, aun en la antigüedad, podía alimentarse con menos esfuerzo que uno salvaje,
podía tener mejores condiciones disfrutando del afecto y cuidado humano.
El perro es una subespecie doméstica del lobo, según la comparación de los mapas
genéticos de ambas especies.26 La evidencia fósil más antigua de un perro domesticado
fue encontrada en 2008 en la cueva Goyet de Bélgica, correspondiente a unos 31 700
años y al parecer asociado a la cultura auriñaciense.27 Hasta entonces las pruebas más
remotas se habían encontrado en Rusia, con una antigüedad de 14 000 años (Eliseevich).
El hombre consiguió domesticar a ejemplares de lobos, o, más probablemente, se
demostró incapaz de impedir que los lobos se introdujeran en sus aldeas y tuvieran allí a
sus cachorros.25 El perro era útil como ayuda en la caza y para defender al grupo y su
morada, como demuestran grabados de hace 6000 años en Arabia Saudí 28. Poco a poco,
el hombre los adaptó a sus necesidades, creando diferentes razas para las distintas
labores y características ambientales y geográficas. La evidencia genética y arqueológica
sugiere que el proceso de domesticación se produjo en los dos extremos de África y
Eurasia de forma independiente -aunque posteriormente la población oriental reemplazó
casi por completo a la occidental-,29 así como en las culturas que poblaron todo el
continente americano.11
El ser humano se dio cuenta rápidamente de los finos sentidos del olfato y el oído que
tenía el perro: su olfato es más potente que el del humano —su área olfatoria es veinte
veces más gruesa, en el caso del pastor alemán tiene una superficie treinta y cuatro veces
mayor y con células olfatorias cuarenta veces más que los humanos—; y su oído es capaz
de percibir sonidos muy por debajo y por encima del rango que oyen los humanos. Ventaja
esta que aumenta su utilidad para la caza y las labores de guarda. Su uso como pastor y
protector de los rebaños es bastante posterior, yendo parejo a la domesticación y
explotación de otros animales. Como animal de costumbres sociales, que convive en
grupos perfectamente jerarquizados, se adaptó a convivir con los humanos.
Los perros son muy valorados por su ayuda en la caza. Los perros enterrados en el
cementerio mesolítico de Svaerdborg en Dinamarca muestran que, en la antigua Europa,
eran ya una valiosa compañía.
Los perros han acompañado al hombre en su proceso a la civilización, su presencia está
probada en todas las culturas del mundo. Así en Perú, en la era prehispánica,
los moches los usaban como ayuda en la caza y también como mascotas en casa. En el
entierro del Señor de Sipán, se encontraron dentro de las tumbas restos de un perro que
seguramente se usó en la caza, ya que el cráneo tenía perfectamente desarrollados sus
molares.
El cráneo y los dientes del perro doméstico han disminuido de tamaño con relación al lobo
al no necesitar matar presas grandes. Así mismo, al pasar de una dieta de carne a una
constituida por los desechos provenientes de la alimentación de los humanos,
desarrollaron cerebros más pequeños que requieren menos calorías y menos proteínas
para su crecimiento y sustento.
La percepción del perro por parte del ser humano ha variado y varía según las culturas. En
varias etnias americanas anteriores a 1492, tal y como aún ocurre en zonas del Extremo
Oriente Asiático, los perros eran usados directamente como alimento. En zonas del
Oriente Medio el perro ha sido asociado por su aspecto con los chacales —de hecho
científicamente se creyó hasta el desarrollo de la genética a fines del siglo XX que los
perros comunes de todo el mundo eran descendientes de chacales— y al ser los chacales
animales principalmente carroñeros, los perros también han sido considerados impuros en
esa zona. Quizás la única especie de perro que no desciende del lobo es el perro
fueguino que descendería del culpeo.
Características
Diferencias respecto a otros cánidos
En comparación con lobos de tamaño equivalente, los perros tienden a tener el cráneo un
20 % más pequeño y el cerebro un 10 % más pequeño, además de tener
los dientes relativamente más pequeños que otras especies de cánidos.30 Los perros
requieren menos calorías para vivir que los lobos. Su dieta de sobras de los humanos hizo
que sus cerebros grandes y los músculos mandibulares utilizados en la caza dejaran de
ser necesarios. Algunos expertos piensan que las orejas flácidas de los perros son el
resultado de la atrofia de los músculos mandibulares.30 La piel de los perros domésticos
tiende a ser más gruesa que la de los lobos y algunas tribus esquimales prefieren su piel
para vestirse, debido a su resistencia al desgaste en un clima inhóspito.30 A diferencia de
los lobos, pero al igual que los coyotes, los perros domésticos tienen glándulas
sudoríparas en las almohadillas de las patas.30 Las patas d