Epílogo de El Equipo de Los Sueños Por Mateo Leguisamon

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Enero 20 del 2003

Vamos por partes dijo Jack

L uego de lo ocurrido y que ya te conté pasaron muchas cosas


buenas sobretodo, yo sigo de novio con Pato y nunca se sintió tan
feliz conmigo, ayer fui a conocer a Luis. Por un lado me sentí
cómodo y por otro un poco acosado por el mismo porque me
trataba como si fuera Dios, un capo el viejo. Es de esos que ya con estar con ellos te
cagas de risa, lo sentí como mi viejo, era la persona que necesitaba en mi vida.
I. Mis amigos son todos aliens, por un lado Pablo que de lo único que habla de
nuestra aventura como si fuera lo mejor que nos pasó en la vida y el Equi de
futbol me tienen harto. Pinocho sigue igual siempre preservado y 2 pasos
delante de todos. Él dejo de trabajar en la verdulería porque consiguió u mejor
trabajo, yo por ejemplo sigo clavado ahí, siempre pesando las cosas perfectas y
sin ser recompensado aunque me importa un poco nada. En realidad yo creo
que Pinocho se fue porque luego de que dejo la verdulería ese día mi ti lo tenía
agarrado hasta el cuello con las quejas. Hablando de eso mi tío Roberto abrió
otra verdulería por suerte es al frente de la verdulería donde trabajo, pero
parece un hipermercado tiene de todo, ahí trabaja Pinocho pero de encargado
y creo que le va muy bien, siempre me habla de que gracias a esa decisión de
dejar la verdulería, pudo abrir otras puertas.
II. El otro día estaba atendiendo la verdulería como siempre y vino un cliente muy
particular, vestido de un saco y jean pero tenía pinta de ser un cana me pidió
dos kilos de tomate (a lo que por cierto se los di exactos) y un ramo de apio.
Me pregunto acerca de mi tío, me dijo que tenga cuidado con él, que era un
hombre muy peligroso y que se metía en cosas que no debía. Pasado esto se
marchó hacia un auto donde se encontraba otro con pinta de cana. Se lo conté
a mi tío y me explico que estaba sucediendo y en que estaba metido, me dijo
que iba a dejar de ocultar las cosas que le hacen a la verdulería ( por si no
entendes las “coimas”). Ojala sigamos en contacto, no se si sea buena mi
historia pero te lo quería decir amigo.

Para mi amigo por carta Sergio Olguín, espero que te gusté mi vida.
PD: Ojala sigas escribiendo.

I.

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