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Varios Autores Una Comunidad Lee El Evangelio de Marcos PDF
Varios Autores Una Comunidad Lee El Evangelio de Marcos PDF
COMUNIDAD
ee el EVANGELIO
QG
aiteos
mm SAN PABLO
T. B E C K - U . BENEDETTI
G. BRAMBILLASCA - CLERO - S. FAUSTI
UNA
COMUNIDAD
CLCVANQCLIO
D C MARCOS
SAN PABLO
A la memoria de nuestros hermanos
Sandro Ciabarri, sj, y Mario Laner, sj
Una persona, expresando un vago malestar que era un poco común a todos, afirmó
con desparpajo y a la vez con desagrado que todas sus creencias religiosas estaban en
crisis. Al preguntársele si eso se refería sobre todo a Jesús, a Dios o a la Iglesia, respondió
que "obviamente la Iglesia es el origen de toda la crisis".
Esta actitud, en la cual muchos de nuestros amigos se pueden ver reflejados, nos llevó
a considerar cómo la Iglesia, es decir, todo el pueblo de Dios, si no se le "pone en crisis"
continuamente confrontándolo con la Palabra de Dios, "pone en crisis" siempre la fe de
cada hombre de buena voluntad. Por su parte, también la misma fe en Dios, si no se la
pone constantemente "en crisis" frente a la cruz de Jesús, obtiene el mismo efecto, y se
reduce a una religión que oprime y no deja al hombre el espacio de la libertad que el Hijo
de Dios nos ha entregado.
De aquí nace la necesidad de acercarse a la Palabra de Dios que es el fundamento
de la Iglesia: ella nos pone en discusión, nos saca continuamente de nuestras actitudes
defensivas, ya que abre nuestro corazón para que acojamos un don.
Este don es el mismo Dios, que se nos da en el hombre Jesús, verdadero rostro de
Dios y rostro escondido del hombre.
En la Escritura el rostro de Dios más que intelectualmente se nos descubre de tal
modo que implica todo el hombre e involucra la vida.
El Antiguo Testamento nos revela el nombre de Dios en el evento capital del éxodo,
la gran liberación de la esclavitud. Allí se reconoce a Dios con su nombre, Yahvé,
manifestado a Moisés (Ex 3, 14) precisamente como "reconocido" de una manera
dramática como el que salva.
Aun con mayor profundidad, el conocimiento de Dios se realiza en el drama vivo de
quien, al alejarse de Él para acudir a los ídolos, se encuentra de nuevo y siempre frente
a Él que lo ama y lo busca. El profeta Oseas nos muestra cómo, en lo vivo de nuestro
pecado, la experiencia de la fidelidad de Dios, que nunca falla, viene a ser para nosotros
un conocimiento luminoso de El. "Porque soy Dios, no hombre" (Os 11, 9), y así como
"te amé desde que eras niño" (Os 11,1), también "te amo más allá de tu pecado" (cf./r31,
34). Rendirse ante semejante amor, reconocerlo, es conocer el verdadero rostro de Dios.
En el Nuevo Testamento este camino bíblico para el conocimiento de Dios alcanza su
plenitud en la aceptación vital de la venida del Señor Jesús. "Yo estoy aquí: reconocedme",
"volved a mí, a mi amor", es la paráfrasis de la predicación del Señor (Me 1, 15). Él se
muestra a nosotros, se muestra como Hijo de Dios, en el cual encontramos las variadas
situaciones y las variadas actitudes de nuestra vida.
PROEMIO 5
Esta experiencia no se reduce a momentos aislados, sino que toma la actitud de un "segui-
miento de Jesús". Jesús camina siempre hacia adelante (véase, por ejemplo, 10,32), nos pre-
cede con su palabra, nos interpela acerca de lo que Él es para nosotros (8,29). Nos percatamos
entonces de que Él nos trasciende, nos supera en nuestra justicia, a la cual le falta siempre
algo sustancial (10,21: el joven rico). Por ello quedamos asombrados como los apóstoles (10,
24.26). Todo eso no es algo teórico, sino "histórico", a costa nuestra, en una diversidad que
se repite y renueva entre la Palabra y nuestra vida.
El conocimiento vivo del Señor se va desarrollando de este modo en la tierra de nuestra
conversión. Esto durará hasta la revelación decisiva: Jesús morirá en la cruz en un acto de
amor supremo e imprevisible, contrastado y no aceptado (cf. 8, 32: reproche de Pedro),
pero viene a ser el sello de su divina diversidad y, por consiguiente, culmen del evangelio.
Entonces exclamamos con el centurión: "Verdaderamente este hombre era Hijo de
Dios" (15, 39).
En toda la Biblia el conocimiento de Dios siempre había sido un grito de estupor y
admiración, que el evangelio renueva, haciéndolo pasar a la intimidad del corazón del
hombre.
Esta es la experiencia que vamos haciendo también en nuestra comunidad.
Como fruto del estudio, de la conversación y de la oración comunitaria, que nos
ocupa cada día, nacieron estas hojas sobre el evangelio de Marcos, leído paso a paso por
entero, y luego se recogieron en un primer volumen (Me 1,1-8, 30). No se trata sólo de
un subsidio para comprender mejor el evangelio: nuestra comunidad quiere proponer su
experiencia de meditación en el camino tras la "nube" (cf. Nm 9,17 ss), no como modelo,
sino más bien como camino para confrontarse, abrirse, corregirse y enderezar cada vez
mejor su seguimiento en pos de Cristo.
Después de una breve introducción sobre el evangelio general, y alguna nota sobre
el evangelio de Marcos en particular, presentamos de cada trozo cinco niveles de
profundización, nacidos en la meditación comunitaria y redactados por cada uno según
su estilo propio. Por consiguiente, de cada trozo expondremos estos cinco puntos:
1. Presentación del texto y notas de explicación: después de una breve anotación acerca
del contenido del trozo, se aclara en la nota el significado de términos particular-
mente importantes o difíciles.
2. Significado teológico (o mensaje) del trozo, al interior del evangelio de Marcos, a la
luz de toda la revelación.
3. Actualización, es decir, esfuerzo por volver a expresar el mensaje con las categorías
de nuestro tiempo, para hacer comprensible el evangelio al hombre de hoy.
4. Aplicación a la vida: es decir, reflexión y esfuerzo por aplicar el mensaje a la vida
concreta de cada día y poner en evidencia sus consecuencias prácticas.
5. Reflexión de fe, como tema que se ofrece a cada uno o a la comunidad, para una
experiencia sobre el trozo.
A los amigos que al sentir la exigencia de revisar los contenidos de la fe cristiana y de
volver a dar un sentido más verdadero a sus expresiones, a menudo se preguntan cómo
leer el evangelio y cómo orar, ofrecemos estas páginas, con la esperanza de que les brinden
6 PROEMIO
alguna ayuda para captar en su vida la acción y la Palabra de Dios.
Este subsidio quisiera ser útil en la medida en que se hace una reflexión personal que
lleve a saborear directamente la palabra de la vida, recordando que "no es saber mucho
lo que sacia el alma, sino saber y saborear y gustar interiormente las cosas" (Ignacio de
Loyola, Ejercicios espirituales, Anotación 2a).
Este libro, evidentemente, no se ha de leer de un tirón. Cada trozo ha de ser meditado
lentamente, para asimilar el contenido del mensaje que se desarrolla progresivamente.
Por utilidad práctica, los temas principales con frecuencia vuelven a tomarse, para
ofrecer una comprensión suficientemente completa de cada trozo. De aquí resultan
las repeticiones necesarias, en lugar de simples referencias, que resultarían demasiado
incómodas al lector.
Como lo indiqué desde un principio, este itinerario de fe nació en un contexto de
crisis acerca de la comunidad-iglesia. La respuesta que juntos hemos encontrado al leer
el evangelio de Marcos recayó positivamente también sobre nuestra comunidad de vida.
Este comentario a Marcos lleva la firma de cinco religiosos jesuitas. Precisamente esta
lectura de la Palabra, pensada y realizada juntamente, ha sido un laboratorio fecundo
a través del cual nosotros los religiosos y algunas familias hemos comprendido cómo
podíamos ser familia de una manera nueva. Una comunidad de corazón abierto a la
Palabra, inspiradora y transformadora, una comunidad de puertas abiertas al hermano,
para hacer crecer la solidaridad social. Son las dos referencias que aún hoy caracterizan
la comunidad de Villapizzone1.
Advertencia: para el texto de Marcos seguimos la traducción española de la Biblia de
Jerusalén, reservándonos la libertad de introducir alguna modificación, que indicaremos
y justificaremos cada vez en las notas.
Silvano Fausti
La referencia a la Palabra se ha concretizado en la serie de los comentarios a los Evangelios de S. FAUSTI, Una cormtnita legge ¡/
Vangelo di Luca, EDB, Bolonia 1998, pp. 816; Una commita legge il Vangelo di Matteo, I, EDB, Bolonia 1998, pp. 288, mientras la
referencia a la fraternidad está bien descrita en el volumen de B. VOLPI - E, MELON1, Vivere con la porta aperta, EDB, Bolonia
1998, pp. 144.
PROEMIO 7
INTRODUCCIÓN
I. EL EVANGELIO
INTRODUCCIÓN 9
casual, y existe la convicción, o por lo menos la aspiración inalienable de todo hombre de
que ella constituya su fin, como coronación y sello definitivo, que le da un significado.
Este significado último se ha de construir con paciencia y se ha de alcanzar con fatiga, a
través de una sucesión gradual de opciones coherentes que delinean lo que llamamos el
"proyecto" de la misma vida, sin el cual la vida humana carece de sentido.
Si la historia se ha de escribir a partir de su final, el evangelio escrito no es sino el
intento de comprender la historia de Jesús partiendo de su final, es decir, de su cruz a la
luz de la resurrección, para captar su proyecto global de existencia.
Eso no responde tanto a una pura curiosidad sino más bien a la necesidad de
encontrar el significado propio de la vida cristiana: en efecto, la vida de Jesucristo es la
vida del cristiano, que sigue su mismo camino, realizando las mismas opciones (cf. Flp
2, 5), de tal modo que, viviendo el mismo Espíritu, en el poder de su resurrección y en la
comunión de sus padecimientos, después de haberse hecho semejante a Él en su muerte,
tenga parte en su vida más allá de la muerte (cf. Flp 3, 10s.). Para seguir a aquel que da
la alegría y la vida, la comunidad de sus primeros discípulos, por consiguiente, trató de
comprender su camino, y se dedicó a recoger los diferentes testimonios de esos "hechos
y dichos" de Jesús en los cuales se condensaba y cristalizaba el enigma de Aquel que
los interpelaba como su Señor. Por consiguiente, trataron de unirlos entre ellos, de tal
modo que saliera a flote ese proyecto de existencia que, en la fuerza del Espíritu pascual,
sentían que se constituía la vida de su vida: "En efecto mi vida es Cristo", dice Pablo (Flp
2,21;cf.Ga2,20).
De este modo, lentamente, como un río que recoge en su lecho las aguas de muchas
fuentes, se ha ido formando en la comunidad eclesial el texto del evangelio.
10 INTRODUCCIÓN
redactados por diferentes autores con estilo y con acentuaciones y teologías diferentes,
con el único intento de ofrecer una contemplación orgánica de la vida de Jesús: así
tenemos la visión con cuatro perspectivas, matices multiformes, de ese único proyecto de
existencia que llevó Jesús desde la cruz hasta la gloria. Obviamente los cuatro evangelios
no lo narran todo. Se atienen a las líneas esenciales: en efecto, "hay muchas otras cosas
que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para
contener los libros que se escribieran" (Jn 21, 25). Lo que ha sido escrito, sin embargo,
constituye unas señales suficientes "para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de
Dios, y para que creyendo tengan vida en su nombre" (Jn 20, 31).
INTRODUCCIÓN 11
efecto, el evangelio no da recetas ni ofrece soluciones a problemas personales o sociales:
tampoco trae al hombre un conocimiento que tenga una finalidad particular, y mucho
menos se puede instrumentalizar para un fin general como cobertura ideológica. ¡Son
todas cosas que se hacen en abundancia!... En fin, del evangelio no podemos servirnos
en ningún caso, ni preguntarnos "¿para qué sirve?", pues eso sería ya colocarse en una
óptica totalmente equivocada.
Con el evangelio sucede como con el amor: no "sirve" para nada; antes bien, cues-
tiona la misma pregunta: "¿Para qué sirve?", y abre al mismo tiempo al hombre un mun-
do nuevo, más allá del campo de lo utilizable, donde él descubre la luz del propio sentido,
la propia libertad, la plenitud y la alegría de vivir.
Por consiguiente, como primera característica el evangelio lo "rompe" todo, y es un
continuo desmantelamiento de las estructuras "serviles" que nos impiden la libertad. Lo
rompe todo, pero no por un gusto destructivo salvaje, sino porque presenta la belleza
del don y del amor, que no puede ser contenido ni coartado por ningún límite, por ser
demasiado angosto: por él el hombre lo abandona todo, pero con alegría, porque ha
descubierto algo más grande, como aquel que ha descubierto el tesoro en el campo y,
"lleno de alegría", va, vende todo lo que posee y compra aquel campo (Mt 13, 44).
El evangelio, si lo escuchamos correctamente, nos abre un horizonte siempre nuevo,
un futuro cada vez más grande, y nos llama continuamente hacia adelante y nos hace
salir de todo lo que es presente hacia nuestra identidad futura, nuestro oculto, el rostro
de nuestro deseo: "¡Seréis como Dios!". Como el amor, así el evangelio no "sirve" para
nada, sino que lo cambia todo: "¡Hago un mundo nuevo!" (Ap 21, 5; cf. Is 65,17). Por lo
tanto, la lectura del evangelio consiste en primer lugar en la contemplación del Otro que
acoge y se convierte en un principio nuevo de nuestra acción, en una caída progresiva de
todas nuestras barreras defensivas, hasta cuando el otro llega a ser nuestra vida (cf. Ga
2,20).
Sólo así logramos la libertad y la vida, "quien quiera salvar su vida, la perderá, y el
que pierda su vida por mí y por el evangelio, la salvará" (Me 8, 35).
12 INTRODUCCIÓN
naciente, será el don de la profecía que es el distintivo de todos los cristianos (cf. Hch
2,17s.), sin el cual no existe la Iglesia. El Espíritu profético no consiste en algo extraño
y peregrino, sino en saber discernir la realidad de hoy con el ojo de Dios, y tiene como
fundamento la persona concreta de Jesucristo, su Palabra definitiva al mundo: en efecto,
el Espíritu "os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho" (Jn 14,26), dice
el Señor. Es en esta "memoria subversiva" de Jesucristo donde "descubriremos toda la
verdad" y "conoceremos el porvenir" (cf. Jn 16,13), el tesoro que Dios nos ha reservado.
En Él y por El no sólo somos llamados, sino que somos realmente "hijos de Dios" (cf. ljn
3, 1). El Espíritu de Cristo no sólo nos introduce y nos guía en la lectura del evangelio,
sino que se nos entrega: Él es el amor de Dios derramado en nuestros corazones (cf. Ga
4, 6; Rm 8,15), el Espíritu que Cristo nos ha entregado desde lo alto de la cruz: "Al morir
nos entregó su Espíritu" (Jn 19, 30), y de su costado brotó para nosotros el río de agua
viva y de sangre de la nueva linfa (cf. Jn 19, 34). Este Espíritu penetra en nosotros, y nos
lleva a amarnos mutuamente como Él nos ha amado (cf. /n 15,12), para que en nosotros
more la alegría, y nuestra alegría sea colmada (cf. Jn 15,11).
El principio y el fin del evangelio, por consiguiente, es el Espíritu Santo, es decir, el
amor, que derrite, destruye, abre, libera, renueva y llena de vida nueva. La verdadera
lectura del evangelio será entonces la que rompe el endurecimiento de nuestro corazón, y
lo dilata, reanimándolo continuamente a lo largo del camino de la libertad de los hijos de
Dios.
Los discípulos de Emaús, en vez de caminar en la fe de la resurrección, huían de
Jerusalén, lejos de sus hermanos, con el corazón triste, apesadumbrado y desilusionado.
El Resucitado se hizo su compañero y se volvió a encender su ánimo, al hacerlos
comprender que era necesario el paso de la muerte a la vida; "luego empezando por
Moisés y continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre Él en todas
las Escrituras" (Le 24, 26s.).
Aquí se nos sugiere concretamente el modo como se puede y se debe encontrar a
Cristo: lo encontramos entre nosotros y aquí hay que buscarlo, en nuestro mismo camino;
pero no lo podemos descubrir y nos quedamos en nuestra amargura si Él mismo no nos
introduce, después de habernos inflamado el corazón con su Espíritu, en el conocimiento
de la Escritura, donde se nos habla de la promesa de Dios y de su realización. "¿Qué
buscáis?", son las primeras palabras que Jesús dirige a sus discípulos en el evangelio de
Juan, le respondieron: Rabí (que significa 'Maestro'), ¿dónde vives? Él les dijo: "Venid
y lo veréis". Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día" (Jn 1,
38s.). Cristo dirige la misma petición a todos los que lo buscan y quieren saber dónde
vive y quedarse con Él: nosotros vamos hacia Él siguiendo su palabra, vemos dónde vive
y lo contemplamos en su palabra y Él mismo habita entre nosotros si permanecemos en
su palabra (cf. Jn 14, 23s.). Ahora bien, su palabra nos la testimonia la Escritura, donde
Dios nos habla, nos interpela y nos atrae. El acudir a ella es indispensable, porque Cristo
es una palabra que "no nace de sangre, ni deseo de carne, ni deseo de hombre, sino que
nació de Dios" (Jn 1, 13): por consiguiente, a Él lo podemos comprender sólo a través
de la Escritura, que es la promesa de Dios de la cual Él mismo es la realización. Las
Escrituras no son sino esa nueva respuesta de Dios que es el mismo Jesús, el hombre
nuevo, el Hijo de Dios. Por lo tanto, no se da ninguna comprensión del misterio del
evangelio fuera de la palabra de Aquel que la ha prometido. En efecto, se trata de una
promesa y de una realización no del hombre, sino de Dios.
INTRODUCCIÓN 13
En este sentido son ejemplares los primeros discursos de los Hechos de los Apóstoles,
donde el significado de la vida, de la muerte y de la resurrección de Cristo se busca
siempre a partir de las promesas del Antiguo Testamento. En efecto, Jesucristo es la
palabra, única y total, que todas las Escrituras dicen, y éstas, como lo dice el Bautista,
no son más que la voz que lo proclama. Así, utilizando una distinción de Orígenes,
podemos decir por una parte que, así como no se puede oír la palabra si no es expresada
por una voz, tampoco podemos concebir a Cristo sin las Escrituras, de quien ellas son la
voz; por otra parte, como una voz no tiene ningún sentido si no se expresa una palabra,
así las Escrituras son un sonido sin sentido si no expresan a Cristo, que es su palabra.
Entonces el evangelio, don del Espíritu, lo entendemos y lo tocamos sólo en la lectura
de la Escritura, en una escucha prolongada: en esta escucha el hombre es movido por la
acción del Espíritu Santo, que lo pone en discusión en su existencia concreta y lo abre
para acogerlo como el don de Dios, fuente de vida nueva.
Entonces el evangelio, que nació en la iglesia primitiva como su interrogante acerca
del origen de la propia existencia, viene a ser también siempre un interrogante dirigido
a la comunidad eclesial, que tiende a la plenitud de la vida manifestada en Jesús (cf. Dei
Verhum, 8).
De ahí que la Iglesia es "sacramento de salvación" en cuanto y porque es fiel a esta
palabra. Así su unidad, que se expresa en la "fracción del pan", halla su origen en esta
palabra (cf. Dei Verbum, 8).
Para la lectura del evangelio es también importante saber usar todos los instrumentos
que los exégetas nos ofrecen. Pero en general el trabajo de éstos corre elriesgode agotarse
en un puro hecho técnico, es decir, en el exclusivo suministro de los instrumentos de
orquesta, sin saberlos tocar ni escuchar. Es necesario dejarse concluir más allá, porque el
Espíritu Santo es el único que hace emitir el sonido y que nos da el oído para escucharlo.
En efecto, se puede incluso "oír bien, sin escuchar" (Me 4, 12). Si nos limitamos en la
lectura del evangelio a los solos comentarios, aún los más hermosos y los mejor infor-
mados, nos sucede como a un atleta que no logra dar el salto, porque ha agotado todo
su aliento en la carrera: debemos saber ir más allá, dar un salto cualitativo, para oír la
melodía maravillosa de la palabra de Dios.
Por eso, aun valiéndonos de los datos exegéticos adquiridos, en esta lectura del
evangelio nuestra finalidad es la de ayudar al lector a acercarse al mismo texto: por eso
ofrecemos un comentario no muy erudito, pero que quisiera hacer que se comprenda
cada trozo en su contenido más inmediato y en el contexto más amplio de toda la
Escritura, al menos para los puntos esenciales. Por eso la Escritura hay que leerla con la
Escritura, si se quiere dejar resonar la Palabra de Dios que da la vida. Así la leyeron y la
acogieron los santos padres, y de ese modo alimentaron la vena inagotable de la tradición
que se formó en el tiempo de los apóstoles y que se continuó luego a través de los siglos
"en la práctica y en la vida de la Iglesia que cree y ora" (cf. Dei Verbum, 8).
También nosotros con las otras comunidades creyentes que escuchan la Palabra de
Dios, estamos y crecemos fielmente en la Iglesia, a cuyo magisterio vivo ha sido confiada
la tarea de "interpretar auténticamente la Palabra de Dios escrita o transmitida". "Pero
el magisterio no está por encima de la Palabra de Dios, sino a su servicio, para enseñar
puramente lo transmitido, pues por mandato divino y por la asistencia del Espíritu Santo lo
14 INTRODUCCIÓN
escucha devotamente, lo custodia celosamente, lo explicafielmente;y de éste depósito de la fe
saca todo lo que propone como revelado por Dios para ser creído" (cf. Dei Verbum, 10).
Esta palabra nos sacude siempre, para que, "conquistados por Cristo Jesús", conti-
nuemos el camino sin demora hacia la meta que Dios nos ha fijado (cf. Flp 3, 12).
INTRODUCCIÓN 15
Por consiguiente, Marcos fue el primer evangelista y, además, ofrecía una teología
elaborada de Cristo, del cual se dieron las más variadas interpretaciones, según los juicios
o prejuicios de los varios comentadores que en él concentraron su atención.
Mateo y Lucas conocieron su evangelio y lo utilizaron ampliamente, incluso como
guión (sobre todo Lucas, que conserva su estructura de "subida a Jerusalén"), adaptán-
dolo a los respectivos ambientes, judíos o helenistas, integrándolo con una tradición
común de sentencias de Jesús, denominada "Q" 5 , y con tradiciones propias.
"Q" indica la fuente de los "dichos" o loghia de Jesús, comunes a Mateo y Lucas. Se llama así por la letra inicial de la palabra alemana
"Quelle", que significa precisamente "fuente".
V. Taylor, The áccordmg to St. Mark, London 1952, p. 106.
M. Káhler, Der sogenanntt histoñsche Jem und der geschkhtliche bibliscke Christus, München 1961, p. 60.
16 INTRODUCCIÓN
que poco a poco se va delineando y determinando, para apuntar, finalmente, al Gólgota,
"fuera de los muros" (Me 15, 20). Sobre esta trama muy tenue, intencionalmente
simplificada, Marcos teje todos los elementos que posee, ampliando y reduciendo, y
de todos modos adaptando y reelaborando la totalidad con una sabiduría adecuada a
los fines de dejar relucir gradualmente el sentido inaudito del evangelio, es decir, "el
anuncio gozoso" de que el Hijo de Dios es el hombre-Jesús. Esta iluminación, que es
total solamente alfinaldel evangelio en la exclamación del centurión: "¡Verdaderamente
este hombre era Hijo de Dios!" (15,39), es la respuesta de fe que el lector debe apropiarse,
ya que ha sido preparado por la revelación progresiva de Dios en la vida de Jesús. Esta
exclamación del centurión es como el leitmotiv de Marcos, que repiten los espíritus, y que
es esbozado por el estupor de la muchedumbre anónima, y es proclamado por la voz de
Dios desde lo alto (1,11; 9, 7) y se capta con dificultad e incomprensión en la confesión
espontánea pero aún insuficiente de Pedro: "¡Tú eres el Cristo!" (8, 29). La luz de la fe
final ilumina hacia atrás cada pasaje del evangelio. Así la vida de Jesús se ilumina con su
significado, y viene a ser el camino del cristiano, y, si lo seguimos como discípulos, llega a
hacer resonar sobre la tierra la profesión de fe que había resonado solamente desde el cielo,
y a reconocer en Galilea, es decir, en la vida cotidiana, la presencia del Resucitado, que lo
precede como Él dijo (cf. 16, 7).
El estilo de Marcos es rudo y al mismo tiempo refinado, con el sabor de las fuertes imá-
genes primitivas que, en pocas palabras, lo expresan todo; se puede descubrir en él casi la
expresión del genio creativo y popular, sencillo y grandioso, que en pocos rasgos, decididos
pero con resonancias matizadas, dice lo esencial y sugiere lo infinito. Marcos es poseído
totalmente por el objeto de su contemplación, y desaparece detrás de él, casi en él, como
los discípulos, los que han sido objeto de milagros y la multitud atónita, que constituyen
el escenario en el cual Jesús asume la propia grandeza: en efecto, él es el sujeto único, con
dimensión desmesurada, que llena y mueve todo el espacio visual, y asume e involucra al
lector en el movimiento del asombro sin fin, que brota de la revelación progresiva de un
Dios insospechado en el hombre Jesús.
INTRODUCCIÓN 17
N o s h a l l a m o s , p o r t a n t o , a l a s r a í c e s d e l a t e o l o g í a , d o n d e l a "theologhia", palabra
humana de Dios, halla su origen o, mejor, su desmentida en Jesús, palabra del mismo
Dios, que trastorna todo pensamiento del hombre. Como ya lo hemos dicho, en el
evangelio se trata de la revelación de Dios en el hombre concreto Jesús, y el evangelio no
es más que el anuncio gozoso, escandaloso y blasfemo para cierta teología, de que Dios
es precisamente y sólo Aquel a quien conocemos en su Hijo, el hombre Jesús. A nosotros
no nos queda otra cosa sino renunciar a toda idea preconcebida para contemplarlo y
seguirlo, ya que estamos siempre impulsados a seguirlo para poder contemplar, porque
va siempre "a otra parte", recorriendo, como el primer hombre, el camino de Dios.
Así Cristo y el cristiano son inseparables, y su misterio viene a ser el mismo misterio
del cristiano y de la Iglesia. El evangelio nos habla de esta historia que ya es común del
hombre y de Dios en el hombre Jesús. Después de Wrede, como ya lo hemos indicado,
se ha escrito mucho acerca del denominado "secreto mesiánico" cuya posición y solución
constituyen el meollo de la teología del evangelio de Marcos, que con razón M. Dibelius
define como el "libro de las epifanías secretas"8. Mientras remitimos la interpretación a
la lectura atenta del texto, nos parece que el "secreto mesiánico" no sea tanto un artificio
literario, sino más bien la huella de una necesidad teológica que el evangelio siempre,
como una revelación de Dios, implica: en efecto, El sigue siendo misterioso para el
hombre, precisamente como revelación de Dios. Marcos capta en su punto de origen
este dato de hecho, y lo convierte en tema de su evangelio. Además hay que añadir que
Marcos, como todo lector que se acerca a la figura de Jesús, percibe este misterio no sólo
genéricamente, sino en una forma concreta, en el hecho de que el Dios que poco a poco
se nos revela es Aquel que ningún hombre jamás hubiera podido sospechar, es decir, el
hombre Jesús, el Crucificado por la religión y el poder.
Como lo hemos dicho, el evangelio de Marcos es al mismo tiempo la posición y la
solución del "secreto mesiánico": éste es colocado en la primera parte del evangelio como
esa pregunta del hombre acerca de Jesús, que en la segunda parte encuentra su respuesta,
de parte de Dios, en el Hijo del hombre Jesús. Junto a la cruz cesa totalmente todo
secreto, en la exclamación del centurión, que, al ver "que había expirado de esa manera",
exclama: "Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios" (15, 39). En la cruz, la tierra
alcanza el cielo y el cielo se rasga sobre la tierra (cf. 15,38), mientras Jesús, "lanzando un
fuerte grito, expiró" (15, 37).
A pesar de las apariencias contrarias, el evangelio que, desde el punto de vista teo-
lógico, se acerca más al evangelio de Marcos, es aquel que está lejos en el tiempo y en la
mentalidad, el de Juan: aún con una cultura y un genio diferentes, los dos evangelistas se
elevan y se pierden en ese espacio único e idéntico, muy luminoso, que es la persona de
Jesucristo, Hijo de Dios, como lo indica Marcos en el título (1,1) y Juan en la conclusión
020,31).
División del evangelio de Marcos
Antes de hablar de cualquier división, es necesario observar la unidad de la obra:
todo el evangelio, elaborado en torno al "secreto mesiánico", es visto como un camino
creciente hacia la revelación final del Hijo de Dios en Jesús, el Crucificado (15, 39).
18 INTRODUCCIÓN
Todas las diferentes tradiciones acerca de Jesús están incluidas y organizadas con un
estudio acortado, y se dosifica para el lector ese "colirio" (cf. Ap 3, 18) que renueva su
vista, y lo hace idóneo para sostener la luz oscura de la cruz, en la cual hay que apropiarse
la fe que se halla contenida en ia palabras del centurión.
Pero como esta luz no tiene fin, porque es el mismo Dios, al final del evangelio, con
estupor, nos remite al comienzo "vuelvan a Galilea" (16, 7), con un movimiento circular
en forma de espiral, en el cual el conocimiento aumenta sin límites, y crece en proporción
con el asombro. El misterio del hombre Jesús, en efecto, es inagotable, porque en Él
"habita corporalmente la plenitud de la divinidad" (Col 2, 9).
Una división general de la obra ya está señalada en el título, donde se dice que se
trata del evangelio de Jesús -que será el sujeto de toda la obra-, Cristo9, Hijo de Dios:
así la primera parte (1,14-8, 30) trata de Jesús como el Mesías, la esperanza del hombre,
acerca del cual uno se pregunta incesantemente: "¿Quién es éste?"; la segunda parte
(8, 31-15, 39) en cambio es la respuesta de Dios a esta pregunta que Él ha colocado en
el hombre: respuesta realmente admirable, donde el hombre, como les sucedió a los
discípulos, ya no se anima a interrogar (cf. 9, 32b), y la misma pregunta muere y se pone
atención solamente a escuchar y a acoger la revelación del Hijo de Dios en el Crucificado.
El paso entre las dos partes está marcado por la pregunta de Jesús, que por vez primera,
en vez de ser interpelado y cuestionado, interpela y cuestiona: "Y ustedes, ¿quién ieci.
que soy yo?" (8, 29).
Por lo que se refiere al "secreto mesiánico", la primera parte introduce en el corazón del
misterio de Jesús, que nos interpela, mientras la segunda parte da razón de este misterio: la
mesianidad de Jesús es y sigue siendo un secreto porque no responde a ninguna pregunta
del hombre, Jesús crucificado.
En esta división general que nosotros seguiremos, son posibles otros tipos de divi-
sión. Cargada de significado es la que se articula según la incomprensión progresiva con
respecto a Jesús. En nuestro comentario, examinaremos paso a paso los varios trozos, sin
darle mucha importancia a divisiones o títulos preconcebidos, para coartar la palabra del
evangelio en un esquema que, a pesar de todo, es siempre nuestro, y tiene algo de abstracto
y, tal vez, de arbitrario. Sin embargo, por motivos prácticos, en nuestra división y al asignar
los varios títulos y subtítulos nos hemos inspirado sobre todo en dos comentarios que
hemos considerado más útiles: el de E. Schweizer10 y el de V. Taylor.
9
Para los lectores de la comunidad de Marcos, "Cristo" era probablemente un título mesiánico desusado, que se convirtió en el
nombre propio de Jesús, en la forma "Jesucristo": Marcos usa este término sólo en el título y en el centro de su obra (1,1; 8, 29), tal
vez para crearle el espacio de significado originario.
E. Schweizer, // vangelo secondo Marco, Brescia, 1971,
INTRODUCCIÓN 19
I PRÓLOGO
1,1-13
1. JUAN EL BAUTIZADOR
( M c l , 1-8; cf. Mt3, 1-12; Le 3, 1-20)
Después delv. 1, que es como el título de todo el evangelio de Marcos y que procla
el anuncio gozoso del que se hablará es el hombre Jesús, el Mesías, Hijo de Dios, Ma
nos presenta inmediatamente al Bautista: en él se convierte en voz el deseo y la pregu
Dios que se extienden a todo el Antiguo Testamento. En efecto, el Bautista encama en
rasgos el Antiguo Testamento en su línea esencial, la espera profética del juicio de Di
de la liberación que El realizaría en medio de los hombres (v. 3); y anuncia la inminen
del Señor, día de condena y ala vez de salvación. El cierra el Antiguo Testamento y es
espera preanunciando el Nuevo Testamento. Es el índice apuntado hacia Jesús. Es la p
introduce en la novedad absoluta del evangelio. El predica la conversión y bautiza con a
"después" de él viene "uno que es más fuerte" que él, el cual bautizará en el Espíritu S
24 1, JUAN EL BAUTIZADOR: Me 1, 1 -8
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
1. JUAN EL BAUTIZADOR: Me 1, 1 -8 25
El Señor está presente y se deja encontrar. Él está cerca (cf. Is 55, 6). A Él hay que
dirigirse ahora: "He aquí vuestro Dios" (Is 40, 9) ¡en medio de vosotros!
De aquí nace el vigoroso llamamiento a la conversión (v. 4) que el Bautista nos dirige
continuamente, y la llamada a un éxodo nuevo y último. En efecto: "Acudía a Él gente de
toda la región de Judea y todos los de Jerusalén" (v. 5).
Este último éxodo, que es el inicio del camino de la nueva liberación, es totalmente dife-
rente del éxodo de Egipto o de aquel de la esclavitud de Babilonia. La gente sale ahora de
Judea y de Jerusalén, que habían constituido la meta de los éxodos precedentes, y vuelve
a atravesar el Jordán, pero en sentido inverso: es un éxodo hacia una nueva patria, donde
ninguno todavía ha estado, diferente de la patria que guarda las tumbas de todo nuestros
padres, diferente del osario de esta tierra vieja. En efecto, la Judea y Jerusalén son el lugar
sagrado, del cual ahora es necesario salir, pasando a través de un nuevo mar Rojo, para
liberarse de la esclavitud de la ley, que mata, y acoger el Espíritu que vivifica (cf. 2Co 3, 6):
es necesario salir de la propia justicia, dice Pablo (cf. Flp 3,7ss.), para acoger al Señor que ya
no está en su lugar santo e inaccesible, sino aquí entre los hombres, en el hombre Jesús, en
el cual "reside corporalmente la plenitud de la divinidad" (Col 2, 9).
El éxodo al que se refiere el versículo 5, es el éxodo del evangelio: el éxodo definitivo en el
cual el hombre está en el camino hacia la patria prometida, hacia el absoluto, donde nunca ha
estado ninguno, y que el hombre, desde su infancia, ha deseado: "Seréis como Dios".
Por eso el mensaje característico del Bautista, que es fundamental para todo el que
se acerca al evangelio, es el de la espera. Pero ya no se trata de la espera de los antiguos
profetas, que esperaban un futuro remoto, sino de la atención para descubrir al Dios
presente: "En medio de ustedes está uno a quien no conocen... a quien yo no soy digno
de desatarle la correa de su sandalia" (Jn 1, 27; cf. 1, 7). El Bautista como el que se acer-
ca con rectitud al evangelio, sabe que detrás de la realidad presente se oculta ya algo más
que hay que descubrir, uno más fuerte, al cual hay que cederle el paso, y que viene en
seguida "después" (v. 7): toda nuestra atención va dirigida a este "después", represen-
tado por Jesús, el primero que ha recorrido el camino de Dios entre los hombres, abrién-
dolo también a todos nosotros con la efusión del Espíritu.
La intención principal de este trozo introductorio de Marcos es la de hacer que estemos
constantemente atentos a ceder el paso a Aquel que en seguida, después, en la continua-
ción del evangelio, nos será presentado, para que también nosotros podamos encami-
narnos por la misma senda. De este modo sale a flote, ya delineado claramente como
deseo, el tema del "seguimiento de Jesús" (cf. 1, 16-20), que era sentido tan fuertemente
por los apóstoles y por los primeros cristianos, hasta el punto de ser el hilo conductor del
mismo evangelio de Marcos, el cual precisamente nos presenta a Aquel a quien hay que
seguir.
Al resumir en el Bautista las características constantes del hombre frente al evangelio,
como Marcos podemos decir que, por el hecho de que Dios ya está aquí, en el hombre
Jesús, se lleva a cabo ahora, en esta realidad su juicio de condenación (v. 2) y de salvación
(v. 3). Estamos llamados a realizar un nuevo éxodo (v. 5), saliendo de la ley de nuestra
justicia, en ese desierto en donde desertamos de nosotros mismos y nos vaciamos de
nuestros criterios, para dar espacio al que viene después (v. 7): sólo así llega el "Espíritu"
(v. 8), principio del evangelio, que nos hace criaturas nuevas, capaces de recorrer con Él
el camino del "más fuerte" (v. 7) que vencerá la muerte y nos dará la vida.
26 1. JUAN EL BAUTIZADOR: Me 1, 1 -8
ACTUALIZACIÓN
Anuncio y liberación
Nuestra lectura del evangelio de Marcos tiene como guía una pregunta: ¿qué significa
él para nosotros hoy? ¿Tiene todavía un sentido para el hombre de hoy, como individuo
y como sociedad? ¿Cómo interpretar hoy el evangelio? Ya Marcos trata de actualizar.
No se limita a narrar la historia de Jesús, sino que capta todo su profundo significado en
función de los problemas de los cristianos de su tiempo.
También nosotros nos proponemos el mismo objetivo, de tal modo que el evangelio
pueda decir algo significativo y decisivo al hombre actual. Tratamos así de volver a
escribir nuestro evangelio.
Pero, ¿qué es el "evangelio"?
Es el mensaje de salvación, el anuncio de la voluntad salvífica de Dios: la misericordia
es ofrecida a los pecadores, la esperanza se da como regalo a los desesperados, el sentido
de la vida y de la historia es revelado a los vacilantes y a los inciertos, el camino es
indicado a los desorientados. Es la buena noticia, el anuncio gozoso, un grito de alegría;
porque el hombre prisionero es liberado y el hombre perdido es reconstruido.
Escribe Pablo: el evangelio es "fuerza de Dios para la salvación de todo el que cree"
(Rm 1, 16). Por consiguiente, es un mensaje y una fuerza de liberación. Y nosotros,
¿cómo lo hemos tratado? Con frecuencia hemos prescindido de su carga liberadora e
innovadora, y lo hemos vuelto innocuo e inútil.
El mensaje de liberación crea y exige una capacidad de escucha que involucra toda la
persona, más que una mente idónea a sondear los misterios del universo. En este sentido
el evangelio es un llamamiento, que suscita y exige la fe. Cuando se anuncia el evangelio
de la liberación, caen las cadenas interiores y exteriores que vuelven a los hombres tristes
y malos. El oyente toma conciencia de la situación imposible en la cual se ha lanzado con
las propias manos y trata de salir hacia una situación nueva de libertad. En este sentido
el evangelio es acogido solamente en la fe. Y presupone la fe. Sólo el que cree en el
evangelio, es decir, sólo el que coloca su vida bajo la exigencia del evangelio de tal modo
que se deja determinar en todo y para todo por él, lo puede comprender.
Por eso Marcos habla del evangelio de Jesús "Mesías, Hijo de Dios". La experiencia de
la fe como de una liberación vivida es el punto de partida. El comienzo supone elfinal.Y el
final hace comprender el comienzo. Sólo una experiencia de resurrección hace comprender
a Cristo, el Hijo de Dios. Entonces se cree en el Cristo presente, en el Hijo de Dios que
actúa aquí y ahora, en el Resucitado, el cual no es una fuerza oscura que se identifica con el
proceso de la historia, sino el que interpela y promete.
Sin embargo, hay que evitar colocar a Cristo-Hijo de Dios en los cielos, fuera de nues-
tra vida y de nuestra historia. El Mesías es "Jesús". Es un hombre entre los hombres.
Cristo ya se encuentra en la historia, en las situaciones concretas, en los hombres. Es
necesario saber leer y discernir la presencia de la acción de Dios al interior de nuestra
historia personal y social. ¡Dios está aquí! He aquí el anuncio gozoso. Dios no es un más
allá para evadirnos; no es el Señor que le quita espacio al hombre, el cual para realizarse
tenga que negarlo, sino que es Dios con nosotros y en nosotros. De este modo queda
afirmada la unidad entre Dios y el hombre, contra toda separación, la cual hace que Dios
1. JUAN EL BAUTIZADOR: Me 1, 1 -8 27
exista sin el hombre (y ésta es la raíz de toda alienación religiosa), y que el hombre exista
sin Dios (y ésta es la raíz de toda concepción idolátrica del hombre). Lo que hace falta
no es la división entre el hombre y los otros hombres, sino la unidad de Jesús y todos
los hombres; no la separación entre los aspectos negativos (la muerte) y los aspectos
positivos (la resurrección) de la vida, sino la unidad entre ellos, de tal modo que los
segundos nazcan de los primeros. Así quedan superadas y resueltas todas las escisiones,
que caracterizan al hombre y a su mundo.
Pero, ¿deque modo el hombre-Jesús es el Mesías-Hijo de Dios? Y ¿de qué modo el Me-
sías-Hijo de Dios es hombre? He aquí la novedad y el secreto del evangelio de Marcos.
Pero antes de que se nos manifieste concretamente, se nos piden algunas condiciones sin las
cuales el mensaje no se puede captar. En los vv. 2-8 se indica el camino que conduce a Jesús,
el Mesías. Este camino es la historia del pueblo de Israel y la historia del hombre. Cristo
no es un grito que resuena en un vacío absoluto. Su venida ha sido preparada, es esperada
e invocada. La historia del hombre no está abandonada a sí misma. Ella es la historia de
la promesa. Dios envía a "sus mensajeros". Éstos preparan su venida final y definitiva.
Pronuncian palabras de promesa y esperanza. Consuelan y animan, pero esencialmente
impulsan hacia adelante. Indican siempre un éxodo, una salida de las seguridades, de los
mitos y de las idolatrías. Son "voces que gritan": gritan sin miedo y abiertamente contra la
injusticia y la violencia, están al lado de los pobres y de los débiles que son oprimidos, y en
este sentido se colocan contra el poder económico, político, ideológico y religioso. Son voces
proféticas, nunca aliadas con losricosni de los poderosos: son libres, como es libre el que le
presta a Dios su palabra. A Él siempre se refieren como a la base de su crítica social.
Con la sola fortaleza de la palabra de Dios, los profetas indican los caminos del
Señor, "allanan sus senderos", que son muy diferentes de los senderos de los hombres.
Juan Bautista es uno de ellos; aún más: él los resume a todos. Él es pobre y anuncia que
el Reino está cerca. Él indica el camino de Dios representado por el evangelio de Jesús,
que está a punto de irrumpir en la historia del hombre. Un mundo viejo está a punto de
terminar y un mundo nuevo está a punto de nacer: Juan está con sus espaldas vueltas al
pasado y con el dedo apuntado para indicar el nuevo tiempo final.
Y Juan Bautista indica su camino. Es el camino no de la conservación, sino del
cambio radical y continuo (conversión). Al contrario de los realistas y positivistas que
están apegados a lo que es, a lo que es dado y a lo presente, nuestra mirada debe dirigirse
hacia el futuro y hacia lo nuevo, que está a punto de nacer. Es el camino de la esperanza,
es decir, de la certeza confiada.
APLICACIÓN A LA VIDA
28 1. JUAN EL BAUTIZADOR: Me 1, 1 -8
aspectos aun más contradictorios, en el sufrimiento, en la esperanza del hombre, anuncia y
viene a ser el "mensajero" enviado adelante por Dios para que indique su presencia aquí.
"Muchas veces y de muchos modos" se nos repite este anuncio. Pueden estar, por
ejemplo, bajo un signo negativo, el decaimiento y el estado confuso, a nivel de explosión
ya de civilizaciones, culturas, sistemas que se basan en el privilegio, el poder, en la
autosuficiencia, en la opresión común consumada: es el "juicio" de Dios del cual habla
Malaquías más que la "iniquidad" humana, que lanza al aire los cálculos del hombre; es
también ahuyentar al Faraón y la salvación divina en el desierto.
Por una parte, bajo un signo positivo, pueden estar el crecimiento y la irrupción por
doquiera de fermentos de esperanza, de anhelos de liberación, de gemidos de esa nueva
criatura que está a punto de salir a la luz (Rm 8, 22). Son comunidades de creyentes,
grupos, clases sociales y pueblos que en la pobreza extrema y en la opresión, vienen a
ser sacramento del Dios que salva en la necedad (así la juzga el hombre) y desmonta "las
cosas que son con las que no son" (cf. lCo 1, 28).
Es el anuncio de ese hoy de Dios que resuena siempre: "¡Hoy esto se ha cumplido!" (cf.
Le 4,14-21).
En una perspectiva semejante viene a ser perentoria la invitación a "salir de", para estar
en el desierto, y discernir por consiguiente todo lo que es caduco, inútil, estorboso para
un seguimiento ágil, al cual por otra parte nosotros estamos aferrados. En situaciones de
estructuras religiosas vienen a ser objeto de una obligada consideración la misma comunidad,
el estilo de vida, las liturgias, las reglas, las relaciones jerárquicas, la transparencia y la
oscuridad del testimonio. En situaciones de organización humana están las relaciones entre
grupos, incluso a nivel mundial, las escalas de valores, los modelos de vida en las familias
así como en la escuela y las fábricas: desde la afirmación exasperada de sí mismos hasta
el privilegio específico de clase, de la competitividad o de la trepada social a la cuenta
bancaria, con el rostro buscado o simplemente aceptado de la opresión.
Sólo así está "preparado el camino" para el evangelio, que podrá luego resonar con toda
su fuerza.
REFLEXIÓN DE FE
El carro de fuego
Una tradición hebrea espera el regreso del profeta Elias, hasta el punto de que en la
cena del pesah (pascua hebrea) se puede encontrar un cáliz preparado para él, que era
el huésped siempre esperado. Tal vez, eso se debe al modo como este gran personaje
religioso, símbolo del profetismo hebreo, se alejó de Eliseo hacia el cielo con el fuego,
señal del Espíritu.
Elias, que es descrito como "hombre con un manto de pelo y con una faja de piel
ceñida a su cintura" (2R 1, 8), parece que revive en Juan Bautista, pero, a pesar de las
semejanzas externas, en él no se cumple la esperanza mesiánica. Sólo Jesús, como lo
veremos en seguida, representa la plenitud profética (cf. 1, 10ss.). Juan Bautista, en
cambio, realiza a lo vivo, en su persona y en su pobreza, el paso entre un viejo Elias
que se ve obligado a alejarse en la espera, arrastrado por el fuego del Espíritu, y otro, el
nuevo Elias que es proclamado como presente en el fuego del mismo Espíritu: "Yo los
1. JUAN EL BAUTIZADOR: Me 1, 1 -8 29
he bautizado con agua, pero Él los bautizará en el Espíritu Santo" (1, 8: según algunos
manuscritos: "Con el Espíritu Santo y el fuego").
En el mismo corazón de este hombre humilde, puesto en confrontación con Cristo
y que nos obliga a cada uno de nosotros a una espera igual, en el momento de la
proclamación del Espíritu sucede el paso del Antiguo al Nuevo Testamento. El carro de
fuego sólo había podido llevar a Elias más allá de su pueblo hacia un punto de esperanza.
Allí él había desaparecido, mientras Eliseo con todo Israel fijando la mirada en ese punto
exclamaba: "¡Padre mío, Padre mío! ¡Carro y caballos de Israel! ¡Auriga suyo!" (2R 2,
12). Pero ahora el tiempo se ha cumplido y el reino de Dios ha llegado en aquel que
bautiza en el carro de fuego del Espíritu que viene.
30 1. JUAN EL BAUTIZADOR: Me 1, 1 -8
2. EL BAUTISMO DE JESÚS
(Me 1,9-11; cf. Mt 3,13-17; Le 3, 21-22)
9. Por aquellos días vino Jesús desde Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan
en el Jordán.
10. En el momento que salía del agua, vio que los cielos se rasgaban y que el
Espíritu, en forma de paloma, bajaba a Él.
11. Y se oyó una voz que venía de los cielos: "Tú eres mi Hijo amado, en ti me
complazco".
v. 9: por aquellos días: esta indicación genérica Aquí se quiere poner de relieve un momento funda-
de tiempo introducida por Marcos quiere subrayar mental de la toma de conciencia que realizó Jesús con
que el bautismo de Jesús está enmarcado en el respecto a su vocación, como se comprueba en el caso
contexto del ministerio de Juan Bautista, casi para de varios profetas, bajo la luz del Espíritu.
establecer una vinculación entre el anuncio de los Los cielos se rasgaban: esta imagen ya se halla en el
profetas y la venida del Mesías o, más globalmente, Antiguo Testamento (como, por ejemplo, en /s 63,19),
entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. para indicar que ha terminado el tiempo de la separa-
Jesús: significa este nombre: aquel cuya salva- ción o de la enemistad entre Dios y los hombres.
ción es Yahvé, o bien, salvación de Dios. En forma de paloma: la imagen de la paloma se
v. 10: vio: el sujeto es Jesús. Es difícil decidir encuentra ya en la literatura rabínica como emblema
si Marcos quiere describir una visión o un fenómeno de Israel. Aquí se recuerda la concepción del Espíritu
físico. Tal vez, él quiere expresar un fenómeno obje- de Dios que aletea sobre las aguas, de los cuales se
tivo, que, sin embargo, no fue percibido por los otros. habla ya en los antiquísimos relatos de la formación
De todos modos a nosotros no nos interesa tanto este del universo. También la voz del Señor se compara
problema de carácter histórico o científico, que es con la voz de la paloma. Además la imagen de la
ajeno a la perspectiva de los evangelistas, cuyo intento paloma era considerada como el símbolo del elemento
era el de presentar el alcance y el sentido de la presencia vivificante del hombre (que nosotros solemos llamar
y de la obra de Jesús en medio de nosotros acudiendo alma). En fin, ella era considerada también como
a imágenes, hechos yfrasesdel Antiguo Testamento. símbolo de la sabiduría.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
2. EL BAUTISMO DE JESÚS: Me 1, 9 33
Con eso hace justicia de todo aislamiento espléndido o temeroso de tanta religión y
"aristocracia".
Dice dos cosas:
- de condena: para la alienación que no tiene nada que compartir con la fe y el
compromiso evangélico, de quien o aquella comunidad o iglesia (pequeña o grande) que
de cualquier modo se aparta de lo humano; pero sobre todo
- de salvación: en situaciones humanas muy diferentes, en esta persona concreta,
en un núcleo de familias, en un grupo o en pueblos enteros oprimidos y sufridos, en
comunidades o movimientos de rescate, de promoción, de participación, de solidaridad,
de servicio, se manifiesta e irrumpe la presencia de la salvación, de la liberación, de la
vida nueva... la "cercanía del reino". Y esto sucede no en términos de trascendencia
aplastante, sino de un compartir y de servicio oculto (véase: "Mi Hijo amado", de
Marcos y el primer cántico del siervo sufrido de Isaías).
En esta perspectiva se pueden escuchar otros dos trozos:
1. La afirmación del bautizador: "En medio de ustedes está uno a quien no conocen"
(Jn 1, 26b). Es la escandalosa posibilidad de que Jesús, de quien todos conocen de
dónde viene y quiénes son su madre y sus parientes (6, 3), sea el Mesías, de quien
"nadie sabe de dónde venga" (Jn 7, 27; Mt 24, 26);
2. y la pregunta al juez: "¿Cuándo te vimos hambriento y te dimos de comer; o
sediento y te dimos de beber?" (Mt 25, 37).
REFLEXIÓN DE FE
Irrupción imprevisible
El relato del bautismo parece que está marcado por una presentación de Jesús muy
sobria y por una manifestación divina igualmente gloriosa.
Es un Jesús casi anónimo, que llega de una Nazaret apenas mencionada, que en una
sencillez total e inadvertido para los presentes, se acerca a la multitud también anónima
de los bautizados.
Sobre Él desciende una manifestación divina, que rasga las tinieblas de la historia y
de los tiempos cargados de expectativa. Es una irrupción del Espíritu de Dios que, desde
ese momento, está destinado a dominar el mundo en plenitud, contrastado ferozmente
pero inútilmente, por el espíritu del mal. En seguida después se tendrá el primer choque
frontal entre los dos espíritus, en Jesús llevado al desierto. Por ahora lo que resuena es la
palabra del Padre sobre el "Hijo amado".
La decisión y la plenitud con la que es presentada esta venida divina repercutirá en la
decisión y plenitud de Jesús, el Mesías (" el reino de Dios está cerca", cf. v. 15), así como
la humilde posición de aquel que se hace "bautizar" será el mismo estilo de toda su vida.
La humillación glorificada será la condición del Mesías.
Los vv. 9-11 forman parte de la representación inicial que el evangelio hace de Jesús
y que espera ser redescubierta y verificada en las vicisitudes sucesivas del hombre Hijo
de Dios.
v. 13: cuarenta días: la expresión no se ha de sucesiva (libros apócrifos y libros rabínicos) este
entender en sentido estrictamente cronológico, así término asume el significado de príncipe del mal y
como tampoco cuando en el Antiguo Testamento de antagonista de Dios, y retoma una idea de origen
se habla de la experiencia de Moisés (Ex 34, 28), del persa.
pueblo hebreo en el desierto, de Elias (IR 19, 8) y de Animales del campo: esta indicación particular
otro pasaje del Nuevo Testamento cuando se habla puede subrayar que el lugar donde Jesús se ha reti-
del primer período de la vida de Cristo resucitado rado era realmente aislado y áspero. Pero en el
antes de la Ascensión (Hch 1, 13); el uso de esta Antiguo Testamento la presencia de animales va
expresión en el Nuevo Testamento vuelve a tomar unida a los poderes del mal. Por eso aquí el ele-
explícitamente el significado que tiene en el Antiguo mento característico viene a ser precisamente la
Testamento: indica un período de experiencia convivencia pacífica de Jesús con los animales del
religiosa particularmente intensa y decisiva. desierto, como señal del comienzo del mundo nue-
Satanás: es la transcripción de una palabra vo que se había de instaurar con la vida del Mesías
aramea que significa "el que acusa", "el que divide", victorioso sobre las fuerzas del mal (cf. Is 11, 1-
"adversario". En el Antiguo Testamento se usa poco 10; 65, 25; Sal 92, 12-13), para asemejar Jesús a la
y sólo en los libros tardíos; indica un ángel cuya figura del primer Adán que vivía entre los animales
tarea es la de acusar al hombre (Jb 1, 2) o bien un a los que les había dado el nombre, señal de dominio
poder maléfico (lCro 21, 1); en la literatura hebrea sobre ellos (Gn 2,19-29).
3. LA TENTACIÓN: Me 1, 12-13 35
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
36 3. LA TENTACIÓN: Me 1, 12-13
La tentación de Jesús es la de todo hombre: es la de "pensar según los hombres", no
según la "palabra revelada por Dios": el mal es interior al hombre, que entiende a su
modo el ser hijo de Dios, como Adán.
Pero Jesús no sucumbe como Adán; en todo el evangelio se desarrollará el camino
del Hijo de Dios contrapuesto al camino del hombre (cf. Flp 2, 5-11). En Jesús ya está
anunciado el nuevo Adán, el hombre de la nueva creación, el Mesías esperado que vence
el mal y reconstituye ese orden que existió al principio, sólo como espera y deseo del
hombre: en efecto "estaba entre los animales del campo", señal de reconciliación en toda
la creación, liberada ya del domino de la iniquidad.
Es precisamente ese "Mesías" -ese esperado que vuelve a recorrer el camino del
desierto propio del hombre, sin evasiones, y por consiguiente, morirá- que se nos revela
aquí de un modo inesperado como el Hijo, a cuyo servicio están los ángeles.
ACTUALIZACIÓN
3. LA TENTACIÓN: Me 1, 12-13 37
atajos maravillosos de todo tipo que el poder puede ofrecer? Esta es la perspectiva de vida
para quien acepta las visuales mundanas. Pero el poder tiende siempre a ser opresión y
no puede servir para liberar a ninguno.
Como nadie obra "con un fin malo", podemos decir -y en esto consiste la tentación-
que es precisamente "con un fin bueno" como se comete todo el mal entre los hombres.
Pero en la actitud de Jesús se invierten los caminos de los hombres. Fiel a Dios y a su
misión evitará lo que en el mundo es considerado prudencia, honor y convivencia.
Y he aquí la grande novedad sobre la faz de la tierra: la armonía del mundo -"estaba
con los animales del campo" (v. 13) - como consecuencia y encarnación de la armonía
con Dios - "y los ángeles le servían" (v. 13).
APLICACIÓN A LA VIDA
Atentos al Espíritu
El Espíritu que "con su poder" impulsa a Jesús al desierto logra siempre ser sorpren-
dente y preocupante, aunque sabemos que precisamente en el desierto Dios construye
su pueblo.
Preocupa porque, por ejemplo, va contra nuestros esquemas, ¡religiosos o menos!
Nosotros inmediatamente imaginamos -e invocamos- a un Espíritu que nos saque de las
dificultades, del mundo, que le evite "a la bella alma" el bautismo de la prueba y el rigor
del desierto.
Pero el Espíritu sopla donde quiere, e impulsa donde quiere.
El relato de las tentaciones vuelve a proponer -como el Bautismo- la "seriedad" y
el "estilo" de la encarnación. No es en absoluto una comedia pedagógica, sino que es
la contraprueba de que Jesús se colocó realmente en fila con los pecadores y estuvo
sometido a la tentación. Es decir, que vivió en primera persona las seducciones, las
mismas posibilidades obvias (¡descontadas y cómodas en definitiva!) de éxito, de
autoafirmación, de poder, con el aspecto de instrumentalización, de la opresión de los
otros, y de la desconfianza.
Pero Él realizó a lo largo de toda su vida (cuarenta días) una conversión real a la
pobreza, al servicio, a la liberación. Y es importante para nosotros, ya que: "... habiendo
sido probado en el sufrimiento, puede ayudar a los que se ven probados" (Hb 2,18).
Para encontrar el significado más práctico e incisivo de este mensaje acerca de
nuestras actitudes, tengamos en cuenta los pasajes paralelos de Mateo y de Lucas.
Se ha dicho que es "juzgada" en forma directísima la huida del mundo para la cons-
trucción de una ciudad ideal propia, pero cae también bajo el juicio de la Palabra la
malicia o más bien la insuficiencia de múltiples posiciones, que por otra parte son válidas
y buenas. De ahí que la palabra no se da para distribuir razones a los unos contra los otros
-instrumentalización de la Palabra de Dios-, sino para conducirlos a todos a la vida.
Entonces, por ejemplo, es obvio que estamos sometidos a la tentación cuando lo
ideal y lo absoluto es la cuenta bancaria, éxito, la expansión y el dominio económico (y
se esclavisa a personas, clases, "mundos enteros"), lo que vale es la honorabilidad, la
seguridad y la escala social, cuando se apunta al poder político, económico, de influjo (y
el mundo se trnsforma en un tablero de ajedrez y se dividen y se contraponen bloques),
38 3. LA TENTACIÓN: Me 1, 12-13
cuando todo el esfuerzo de liberación, de crecimiento se reduce al solo rescate económico
y social. Pero es algo muy cuestionable cuando personas, tipos de experiencias, familia,
escuela, sociedad y la misma Iglesia toman al hombre y con la perspectiva del logro de
valores, lo "atan" con los hilos más íntimos y ocultos, llegando hasta la culpabilización, el
chantaje, el convencimiento forzado e incluso la violencia o el plagio afectivo o religioso.
"Allí donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad", dice Pablo (2Co 3,17).
REFLEXIÓN DE FE
3. LA TENTACIÓN: Me 1, 12-13 39
II - COMIENZO DEL MINISTERIO EN GALILEA
1.14-3.6
4. SÍNTESIS DE LA PREDICACIÓN DE JESÚS
(Me 1, 14-15; cf. Mt 4, 12-17; Le 4, 11 -15)
14. Después de que Juan fue entregado, marchó Jesús a Galilea; y proclamaba la
buena nueva de Dios:
15. "El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios está cerca; conviértanse y crean en
la Buena Nueva".
v. 14: Desde los primeros renglones de su momento presente, que en Él viene a ser el viraje
evangelio Marcos presenta a Juan Bautista como decisivo para un futuro imprevisible.
aquel que, al concluir el Antiguo Testamento, intro- El reino de Dios está cerca: sobrepasando los
duce a Jesús que llevaría a su cumplimiento las prome- significados que la expresión "reino de Dios" tenía
sas de los profetas. También aquí se pone en evidencia en el Antiguo Testamento con respecto al dominio
el mismo pasaje al hacer coincidir el comienzo de la de Dios sobre la creación y la instauración de la era
predicación de Jesús con la desaparición de Juan mesiánica, Jesús imprime en ella tal profundidad que
Bautista que ha sido encarcelado por orden de hace de ella el tema clave de su predicación. Jesús
Herodes. anuncia el reino de Dios como una realidad nueva
v. 15: El mensaje reproducido aquí por Marcos que toca todos los aspectos de la existencia humana;
es expuesto como un sumario de lo que Jesús ha es una realidad hecha por Dios y que el hombre
proclamado, concentrando el contenido en pocas puede solamente buscar, recibir y heredar; es una
palabras extremamente densas recogidas alrededor realidad que tendrá su cumplimiento definitivo
de la idea fundamental del "reino de Dios". cuando se cierre la historia de este mundo terrestre (a
El tiempo se ha cumplido: es difícil expresar el esto hace alusión la expresión "los últimos tiempos"
significado exacto del original griego; usando una que encontramos en la Biblia y la otra expresión
perífrasispodemosdecinhallegadohasu maduración técnica "escatológica" o "dimensión escatológica"
el momento propicio y decisivo para la historia de la escotología de Jesús y de la vida cristiana,
humana; en otras palabras: es el momento que tiene usada por los teólogos).
una importancia incomparable en el designio de Pero además de eso, como algo igualmente
Dios para la salvación del mundo. A diferencia de la fundamental encontramos allí la idea de que este
Carta a los Calatas, donde se habla de la "plenitud reino ya está presente hoy en la persona y en la
de los tiempos" (Ga 4, 4), aquí nuestra atención no obra de Jesucristo: de aquí la insistencia de los
está llamada a volver al tiempo ya transcurrido de evangelistas en el tema de la lucha de Jesús "el más
la promesa que ahora se realiza en Cristo, sino al fuerte" contra Satanás que antes ha dominado sobre
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Invitación
La palabra de Jesús es una invitación, y por lo mismo presupone algo. No se puede
invitar a lo que no existe. La invitación a un banquete nupcial presupone la existencia de
las bodas y de la fiesta preparada.
Jesús nos llama a la conversión y nos invita a ser parte del reino que es la presencia
activa del Espíritu Santo en nuestra vida. Jesús lo había recibido en el Bautismo en el
Jordán y había sido conducido al desierto por Él. Ahora el Espíritu entra con Jesús en
el mundo y se propone a él. Es una presencia divina, desconcertante, que realiza las
expectativas bíblicas. El reino de Dios ya está aquí. Los cielos están abiertos sobre Jesús,
pero también sobre aquellos que ahora en adelante lo van a escuchar.
Evidentemente es necesario una conversión, pero ella debe abarcar no tanto cada una
de nuestras acciones, sino más bien nuestra actitud ante la invitación, nuestra apertura
a la Palabra.
Todo hombre, mientras permanece encerrado en sí mismo, duro de corazón, se en-
cierra en la presión de su misma injusticia. También la ley, buena y justa en sí misma,
puede llegar a ser vehículo de una falsa religión farisaica (cf. Carta a los Gálatas).
Antes de cualquier otra cosa, es necesario aceptar la presencia del Espíritu, del amor
de Dios hacia nosotros (í/n 4,10): "No es que nosotros hayamos amado a Dios, sino que
Él nos amó").
Se trata de basar nuestra religiosidad en el Espíritu que desciende, superando Ja ten-
dencia a abandonarnos a nosotros mismos en una soledad vacía. Es decir, se trata de
pasar de una religión como autoafirmación, a la fe como respuesta a la invitación de Dios,
confiando más en la presencia viva de Jesús que en mi conversión, actitud difícil a la cual
nos oponemos con las razones de los beatos escrupulosos y de los fariseos. En lugar de
decir: "Ya nos hemos arrepentido, Dios viene a nosotros", el evangelio nos lleva a afirmar:
"¡Dios ha venido a nosotros, por consiguiente, convirtámonos!". Es una palabra dura, que
nosotros no comprendemos bien, aunque creemos o fingimos que la comprendemos.
He aquí por qué la oración profunda, la contemplación, la espera de Dios, el desierto
y el silencio fácilmente los sustituimos por "prácticas" religiosas nuestras de las cuales
nos ufanamos. Una prueba de ello es que nos sorprendemos diciendo: "Yo no soy como
los otros"; y ésta es la comprobación de que somos fariseos (cf. Le 19, 9-14: el fariseo y
el publicano).
Debemos meditar algunas contestaciones radicales que Jesús nos presenta: "En ver-
dad les digo que los publícanos y las prostitutas llegan antes que ustedes al reino de
Dios" (Mí 21, 31).
Es precisamente, la predicación de Jesús acerca del reino de Dios la que inaugura esta
inversión: su presencia precede y determina nuestra "justicia". De lo contrario quedamos
excluidos: "Si su justicia no es mayor que la de los escribas y fariseos no entrarán en el
reino de los cielos" (Mt 5, 20).
En este trozo encontramos unidas las narraciones que corresponden a dos momentos d
rentes de la llamada de los apóstoles. A esto hay que agregar un tercer momento que se refi
a la llamada de Leví (cf. 2, 14) y un cuarto que se refiere a los doce apóstoles en su conjun
(3, 13-19).
Se puede fácilmente reconocer el origen de esta narración en la predicación de san Pedr
que debe haber tenido una resonancia amplia en las primeras comunidades cristianas. Se lee
el punto de vista de un pescador que ha visto pasar a Jesús a orillas del lago, quedó fascina
por Él y lo dejó todo para seguirlo.
La fe como seguimiento
Estos versículos muestran concretamente qué significa la llamada de Jesús: "Crean
en el evangelio" (v. 15). Muestran la actitud nueva y radical del cristiano.
Las dos escenas de vocación están estructuradas de la misma manera (así como la
vocación de Leví, en 2, 13-14): son escena ideales, miniaturas que recalcan la llamada
"tipo" que brota del encuentro con Jesús. Notamos el dinamismo de esa llamada: el Jesús
que llama está siempre en movimiento (cf. 1, 16.19). En efecto, se trata de la llamada a
un nuevo éxodo, hacia el camino inaudito y nuevo del evangelio: "Vengan conmigo" (1,
17). Y ellos, dejándolo todo, lo siguieron (cf. w. 18.20).
Todo este dinamismo se desprende de la mirada y de la llamada de Jesús en el caso
de los discípulos, y de la misma palabra del evangelio para nosotros, que en Él encon-
tramos (cf. 8, 35: "El evangelio"; 8, 38: "Sus palabras"; 9, 7: "Escúchenlo", apéndices
redaccionales escritas intencionalmente para aquellos cristianos que no han visto a Jesús).
No es una iniciativa que parte del hombre. No se trata del camino del hombre, sino
del camino de Dios entre los hombres. En efecto, se parte del hombre, la única condición
es dejarlo todo (v. 1, 20; 10, 21).
La llamada al seguimiento, es decir, a seguir a Jesús, constituye todo el tejido del
evangelio de Marcos. El evangelio termina precisamente con las palabras: "Él irá delante
de ustedes a Galilea. Allí lo verán, como les dijo" (16, 7). La Galilea -donde veremos
a Jesús resucitado, si seguimos lo que Él ha dicho- es precisamente el comienzo del
evangelio, nuestra vida cotidiana, donde Jesús dice: "¡Vengan conmigo!".
El seguimiento es el nexo entre Jesús y el cristiano: la vida cristiana es la vida evangélica,
es decir, vida que se realiza siguiendo paso a paso el camino que Jesús ha recorrido.
Seguir a Jesús, vivir según los criterios en los que Él se inspiró, constituye el final del
tiempo del hombre que conduce a la muerte, la presencia del reino de amor y de vida, la
conversión, en una palabra: la presencia de Dios en medio de los hombres.
Precisamente en este seguimiento aquí y ahora, en nuestra Galilea o vida cotidiana se
juega el destino del hombre, su verdadero futuro, su rostro escondido (cf. 8, 38).
El Jesús a quien debemos seguir es un móvil: "Sale" siempre (ya en el c. 1, los w.
20.35.38). Él sale siempre de la vida del hombre y de sus criterios (cf. por ejemplo, 10,42-
45), hasta cuando salga incluso de la muerte del hombre, dejando el sepulcro vacío (16, 6),
arrebatando su presa a la muerte, suma y resultado del espíritu codiciador del hombre.
Es necesario seguirlo en su salir y en su camino, aunque no sepamos a dónde se dirige:
en efecto, abre un camino nuevo para nosotros: el camino de la libertad, de la justicia, del
amor y de la vida, el camino de Dios.
Es un camino oscuro para el hombre, porque es diferente de todo lo que le es cono-
cido y "obvio". Se conoce sólo recorriéndolo. La continuación del evangelio nos lo
manifestará.
Al recorrer el camino preciso, también para nosotros la realidad lentamente se transfigura
(cf. 9,1 -8) y se vacían también para nosotros las garras de la muerte, el sepulcro.
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Un camino maravilloso
Este trozo se aclarará mejor después, cuando se dice que Jesús "instituyó" a los após-
toles "para que estuvieran con Él" (3,14).
También aquí se trata de una iniciativa de Jesús particularmente decisiva para aque-
llos a quienes se dirige; Él interviene aquí con la misma "autoridad" con la cual en se-
guida después predicará en Cafarnaún ("una doctrina nueva con autoridad", v. 22 y con
la cual inmediatamente antes había proclamado el anuncio del reino (w. 14-15).
Lo que más emerge en el trozo es el camino maravilloso de Cristo que precede toda
decisión humana. Su paso anticipa y llena nuestro camino, que adquiere sentido única-
mente como un "ir en pos de Él".
Los primeros cuatro capítulos son totalmente anticipados y guiados por Jesús, que
camina a lo largo del lago. El primer camino es el de Jesús, y a los otros les quedará, como
valor supremo, venir después de Él. Y aunque este seguimiento sea débil y vacilante, se
podrá igualmente subir a Jerusalén, es decir, llegar a la salvación (cf. 10, 32): "Marchaba
delante de ellos; ellos estaban sorprendidos y los que lo seguían tenían miedo".
De este modo Jesús precede tan completamente el camino del hombre que lo sor-
prende. Los apóstoles están reparando las redes, dedicados por completo a su trabajo. No
han previsto nada, no merecen nada. No están leyendo textos sagrados ni meditando las
esperanza mesiánicas de las Escrituras. Ellos están simplemente manipulando las redes.
Hay poca probabilidad de que unos pescadores y unos cazadores, mientras atienden a
sus trampas, logren también poner atención a otras cosas o se dispongan a contemplaciones
piadosas. También cuando han terminado la pesca están absorbidos por lo que ha sucedido
(cf. Jn 21, 5: "Le contestaron: no": ¡no logran ni siquiera ver a Cristo resucitado!). Notamos
una actitud análoga en quienes están contando dineros colocados en orden sobre la mesa.
Es el caso de Leví-Mateo (2,14), otro que había sido llamado por sorpresa.
Así es el seguimiento. No consiste en establecer primero una verdad, en conquistarse
primero una serie de convicciones y de ideas, como creemos nosotros, pecadores
encallecidos en el fariseísmo. El seguimiento no es una conquista: es "ser conquistado"
{Flp 3,12).
Las personas que se dan importancia y las escrupulosas no saben resignarse a eso:
para los santos todo es más sencillo: se dejan "pescar" por Jesús y renuncian a seguir la
propia "justicia" (cf. Flp 2, 8-9).
La vinculación inmediata de este trozo con el anterior a primera vista parece que sug
incluso un nexo cronológico también estricto. Pero la referencia al sábado que encont
aquí -día en el cual estaba prohibido pescar y reparar las redes-, nos muestra que Marco
relacionar este episodio con el anterior, no ha tenido la intención de narrar con precisió
acontecimientos, sino de poner en evidencia el significado para la comunidad.
El punto central de este trozo aparece en los w. 22 y 27: el milagro que se narra en
versículos intermedios es la señal de la autoridad absoluta de Jesús. Marcos no considera
algo extraño e increíble narrar un exorcismo: aun basándose en la mentalidad de ese tiem
el evangelista la supera decisivamente. En efecto, no es el relato en sí mismo el que const
el meollo del trozo, sino más bien la afirmación de la intervención irresistible de Jesús q
una sola palabra, sin el empleo de artes mágicas, que eran habituales en este género de r
de la antigüedad, libera a ese hombre del espíritu demoníaco. ¡He aquí la razón del pro
estupor de los circunstantes!
v. 21: en la sinagoga: era el lugar normal de Antiguo y Nuevo Testamento un atributo exclusivo
reunión de los hebreos para la oración, la lectura de Dios, que deriva de su señorío en el mundo. La
y el comentario de la Sagrada Escritura para el enseñanza de Jesús tiene la misma "autoridad", es
día sábado: todo miembro de la asamblea podía decir, el mismo "poder" de la palabra de Dios.
levantarse para leer y comentar el texto sagrado. Los escribas: eran los "teólogos" de ese tiempo
v. 22: enseñaba como quien tiene autoridad: ely también los "juristas", por cuanto también el
término "autoridad", usado por Marcos, indica en el Antiguo Testamento era el código que regulaba la
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Desde lo profundo
La palabra humana por sí misma quiere expresar y busca la vinculación, la comunión.
¡Pero con frecuencia falla! Aún más, a veces la usan para convencer, para afirmarse,
para tener razón ante el otro por parte de personas particulares, de políticos, de maestros
en la escuela o en otras partes.
Así incluso unos buenos discursos fracasan, o también maduran sobre la voluntad
de adoctrinar, de cerrar, de instrumentalizar, explícitamente. Es como si dijéramos que,
más allá de la palabra pronunciada, "desde adentro", es decir, desde el corazón de los
hombres (7, 21) sale a flote la malicia y la maldad. Es ésta la situación humana.
Y, aunque no es engaño, la palabra a menudo es sólo esperanza.
Las palabras de Jesús no son como las de los "escribas". No son como las de los
hombres. Nacen de un terreno distinto.
La sorpresa evangélica
El evangelio en este punto nos "sorprende". La gente que se asombra por las palabras
de Jesús, nos sugiere una actitud muy adecuada para transformar la lectura del evangelio
en meditación. Muy a menudo leemos la Escritura como cualquier otro libro.
Deberíamos aprender a leerla como lo hacemos con los salmos: en el asombro y en la
oración.
El aspecto divino de la palabra debería hacernos conmover por el asombro, como se
dice expresamente en este trozo (v. 22). Me propone una palabra "nueva" (v. 27) con
respecto a la vida que está en mí y en mi derredor...
Hemos notado ya todo ese asombro en la predicación de Jesús (v. 15) en quien
la presencia del reino que "me anticipa" y me lleva a la conversión es un anuncio
sorprendente. También el anuncio de los apóstoles (vv. 16-20) contiene ese elemento.
Todo se coloca más allá de lo previsible, tanto la voz inesperada de Jesús a orillas del lago,
como la decisión de los apóstoles de abandonar las redes y seguirlo.
El anuncio gozoso, el evangelio, en todos sus rasgos lleva impresa esta novedad, que
rompe la esclavitud de nuestro modo reducido de existir y nos hace pasar de una vida
muerta a una vida verdadera.
El asombro por la fuerza liberadora de Jesús con que se cerraba el trozo anterior, intr
estos tres versículos en los cuales Marcos insiste en la "autoridad" nueva y extraordina
Jesús, que simplemente con su presencia, sin pronunciar palabra, cura la suegra de Pedro
se pone a "servirles".
29. Saliendo luego de la sinagoga, se fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés.
30. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre; y al punto le hablaron de ella.
31. Se acercó y, tomándola de la mano, la levantó. La fiebre la dejó y ella se puso a
servirles.
v. 31: ella se puso a servirles: notemos el do con frecuencia en la Iglesia primitiva para
tiempo del verbo en el original griego ("les servía", indicar el compromiso del amor fraterno que los
imperfecto o copretérito), que expresa el sentido creyentes de las primeras comunidades sentían
de una actitud continuada, en contraste con los como fundamental y expresaban en particular con
tiempos definitivamente pasados de los otros ver- palabras ligadas a la idea de "servicio",
bos del contexto. El verbo emplea el término usa-
SlGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
El pobre es inconfundible
Si me pregunto por qué le hablan a Jesús de la suegra de Pedro, pienso que lo hacen
porque estaba enferma. Otros habrán formado parte de la familia de Pedro, pero a Jesús
le llevan de inmediato al que está enfermo. Todavía no lo conocen bien, a Jesús, y hasta
el final tendrán dificultad en conocerlo. Lo confundirán con sus aspiraciones nacionales
mesiánicas. Pero sobre un punto su presencia se expresa en seguida con claridad y se
percibe sin confundirse. Es allí donde Jesús se coloca junto al pobre y al débil. Es como la
última orilla del evangelio -o la primera- que nunca se puede perder. Ella va más allá de
toda mentira acerca de sí mismo que el hombre construye sistemáticamente -creyendo
a veces que hace historia-. Es una intuición misteriosa de lo divino en el mundo: es la
verdad de la condición humana, que nunca lograremos sofocar totalmente.
El hombre reconoce esa intuición y se deshace de ella... Pero no la puede eludir del todo.
Por eso, cuando Jesús viene al encuentro de la pobreza humana, lo reconocemos
aunque contemporáneamente -como los apóstoles- tenemos que buscarlo todavía y
comprenderlo en muchos otros aspectos. En el encuentro con la debilidad y la muerte,
prevalece Cristo, el Hijo de Dios (cf. v. 1).
El evangelio parte de allí, de un acto de comprensión que, al ser llevado a sus últimas
consecuencias, conduce a la muerte y a la resurrección. Tal vez, no es todo el evangelio,
pero es su punto de partida firme y claro.
He aquí por qué el primer milagro no es la apología del poder de Cristo, sino el
misterio de su encuentro con una anciana enferma, que para san Agustín es el símbolo
de toda la humanidad en la fiebre que la atormenta.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
Oración y praxis
Con razón se tiende hoy, tanto en la presentación de la figura de Jesús como en la
delincación de la imagen del cristiano, a acentuar el aspecto pragmático. El cristianismo
debería ser principalmente una praxis, que contagia, renueva y transforma. También
Marcos insiste en este aspecto: Jesús es el anunciador infatigable de la buena noticia,
que va de una aldea a otra, sanando a los enfermos y expulsando demonios. Así, sobre las
huellas de Jesús, el cristiano debe anunciar la Palabra y confirmarla con obras de liberación.
Pero la praxis tiene necesidad de una teoría que la ilumine y la oriente: de lo contrario
es ciega. Necesita una carga de esperanza indomable: de lo contrario se cede frente a los
obstáculos y se cae en la desesperación. Necesita una fuerza superior, que haga posible aun
lo imposible. ¿De dónde saca la luz, la esperanza y la fuerza para la acción el cristiano? En
el diálogo con Dios y, por lo tanto, en la oración.
La relación de Jesús Hijo con el Padre es el corazón y el alma de toda su vida: por eso
"cuando todavía estaba muy oscuro, se levantó, salió y fue a un lugar solitario y allí se
puso a hacer oración" (v. 35).
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
v. 41: compadecido: algunas traducciones dicen cristianos y cuyo rito se componía desde el comienzo
airado. Esta última traducción parece que es más sustancialmente de la palabra y del gesto.
conforme con el significado de conjunto del trozo. v. 43: prohibiéndole severamente: así se supone
Ante el estado de sufrimiento y de aislamiento en que que Jesús reacciona contra la tendencia de la gente
yack el leproso -a los leprosos se los mantenía segre- a ver en El al glorioso taumaturgo, olvidando o
gados y alejados de las viviendas- Jesús expresa su ira rehusando conocer el camino del siervo que sufre y
e indignación frente a los poseídos por el demonio: a través de El había debido pasar (cf. en los ce. 8-9-
estas opresiones del demonio contradicen la voluntad 10 los anuncios de la pasión en contraposición con
de Dios. Más allá de la compasión de Jesús emerge su las aspiraciones triunfalistas de los apóstoles). Por
misión de luchar contra todo aquello que es contrario a eso algunas traducciones dicen: suspirando hacia Él,
Dios y a su proyecto acerca de las criaturas. a causa de la testarudez y ceguera de los hebreos que
Lo tocó y le dijo: estas dos acciones (tocar y decir) no comprendían el camino auténtico de la libertad
en que se asocian el gesto y la palabra eficaz hace pensar por el cual Él los encaminaba, al referirse aYahvé.
en la práctica de los sacramentos a través de los cuales v. 44: vete, muéstrate al sacerdote: tal como suena,
la acción salvtfka de Dios sigue manifestándose en los la expresión puede significar que Jesús invita al que
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Oración de liberación
El clima del cual parte el anuncio es una toma de conciencia silenciosa en la confron-
tación con la realidad vivida. Es necesario saber callar, no hacer propaganda: "No digas
nada a nadie" (v. 44); no hagas correr esa "noticia" en vehículos demasiado asequibles
a nuestra inquietud superficial; impídele caer presa de aquel que se cree "justo". Así el
mandato de Jesús se convierte en oración.
Espíritu de Jesús:
líbranos del evangelio fácil,
líbranos del evangelio descontado,
líbranos del evangelio presumible,
líbranos del evangelio obvio,
líbranos del evangelio probable,
líbranos del evangelio de los fariseos y de los escribas,
líbranos del evangelio de quien busca un rey propio,
líbranos del evangelio del que ya no tiene hambre ni sed,
líbranos del evangelio que nos lleva a ser fanáticos,
líbranos del evangelio que nos hace creernos justos,
líbranos del evangelio que nos hace creer que somos diferentes de los otros,
líbranos del evangelio que nos encierra en una raza,
líbranos del evangelio que nos agota en una cultura,
líbranos del evangelio que nos impide buscar siempre el evangelio,
líbranos de "nuestro" evangelio. Amén.
v. 2: É¡ les anunciaba la palabra: al comenzar el "pecado", recobra sus significados. Los sinópticos,
el último trozo del capítulo 1 (cf. v. 45) ya hemos luego san Juan y san Pablo, desarrollan toda una
puesto de relieve el significado denso de este término teología acerca del pecado, subrayando con mayor
"logos" (palabra) usado en las primeras comunidades precisión ante todo la relación entre la condición
cristianas para indicar el anuncio del evangelio. de pecado de la humanidad y cada uno de los actos
v. 5: tuspecados te son perdonados: la intervenciónpecaminosos de los hombres, luego toda la serie de las
de Jesús que, en un primer momento, desplaza la consecuencias del pecado (sobre todo de la muerte) y
atención de la enfermedad de ese hombre a los pecados, en fin la lucha definitiva y la victoria de Jesús contra
muestra que el mal físico es señal y consecuencia de Satanás y el pecado.
un mal más grave, constituido por la deformación v. 10: el Hijo del hombre: entre los diferentes
o negación del designio de Dios con respecto a los títulos atribuidos a Jesús en los textos del Nuevo
hombres; la novedad y la autoridad extraordinaria Testamento, éste, que fue abandonado muy pronto
de Jesús estriba precisamente en su intervención en la Iglesia primitiva -no se encuentra sino en los
decisiva que lleva al hombre a redescubrir y hacer evangelios sinópticos- es el único que Jesús mismo
realidad el proyecto originario. La victoria de Jesús se atribuyó. Es una expresión semita: los evangelistas
sobre la enfermedad entonces viene a ser una señal no la explican nunca Esto hace suponer que era muy
de su victoria sobre el demonio, sobre el pecado (cf. conocida en su origen. Pero muy pronto también los
el banquete con los pecadores, w. 13-17) y sobre la cristianos perdieron su significado y, por consiguiente,
ley (cf. 2, 18-3, 6). también su uso, para acudir a otros títulos más com-
Pecado: en el Antiguo Testamento no encontra- prensibles para ellos, sobretodo el de "Señor".
mos ninguna palabra tan sintética y precisa para De los pasajes del Antiguo Testamento donde se
expresar todo lo que nosotros queremos decir con encuentra esta expresión (especialmente en Daniel
el término "pecado". El concepto sustancial que 7), deducimos que el Hijo del hombre representa
emerge se puede resumir como "faltar la señal", una figura que pertenece contemporáneamente a
tanto en el sentido de dejar de alcanzar el objetivo dos mundos: al mundo de Dios, por una parte, del
(distorsión, desviación), como en el sentido de no cual Él es el revelador último y depositario, y al
cumplir los pactos a los que uno se ha comprometido mundo de los hombres, por otra, en cuanto es soli-
(infidelidad, rebelión). Por eso el pecado es mentira dario hasta el fondo con ellos y es su representante.
y falsedad no porque engañe a Yahvé, sino porque En los tiempos de Jesús este título del contexto
es un falso objetivo, que además va contra los de la literatura religiosa hebrea, tenía que estar sufi-
compromisos asumidos: por consiguiente, el cientemente claro para indicar un personaje extraor-
pecador es un necio y es el causante de su mal. dinario, que no era de este mundo y al mismo tiempo,
De aquí deriva toda la reflexión bíblica para al venir a nuestro mundo, marcaba definitivamente
explicar el mal que existe en el mundo, como conse- el destino del hombre. Por ello se comprende que
cuencia de la locura del hombre, el cual, en lugar de este título era el más adecuado para expresar el
abrirse al proyecto de Dios, se repliega a sí mismo, significado nuevo de la realidad mesiánica de Jesús
y trata de poseerse y de poseer, y así genera toda y Jesús mismo se lo atribuyó, poniéndolo en relación
suerte de violencia y de dolor. Sólo el Señor bueno con su destino de sufrimiento y de muerte para
y misericordioso puede llevar al hombre a desblo- el rescate de todos. Precisamente por eso el Hijo
quearse de esta senda ciega de perdición, haciéndolo del hombre recuerda inmediatamente la figura del
cambiar de camino, e invertir la ruta (conversión) y Siervo sufrido de Yahvé, celebrado por Isaías y
haciéndolo capaz de responder a su amor. con el cual Jesús se identifica abiertamente. Este
El Nuevo Testamento, al reducir prácticamente a mismo Hijo del hombre a quien veremos "es Señor
uno solo los numerosos términos hebreos que indican también del sábado" (v. 28) y tiene en la tierra el
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
El poder de la reconciliación
Con un crescendo continuo, éste, que es el primer milagro que Jesús obra en público,
cierra toda la primera serie de narraciones de milagros y abre la de las discusiones,
que explican su sentido. Ante la manifestación del significado del milagro, la gente
prorrumpe en una exclamación: "Jamás vimos cosa parecida" (v. 12). Es la exclamación
inicial de fe del cristiano que comienza a abrirse a la propuesta del evangelio.
El asombro nace de la afirmación de Jesús: "Tus pecados te son perdonados" (v. 5),
que explica el sentido del milagro -"para que sepan que el Hijo del hombre tiene en la
tierra poder de perdonar pecados... a ti te digo: levántate, toma tu camilla y vete a tu
casa" (vv. lOss.). Por consiguiente, Jesús obra el milagro para manifestar este "nuevo
poder" de levantar a este hombre no sólo exteriormente, sino también en su interior, por
un camino nuevo.
Jesús no es un simple sanador de los males del hombre y del sistema: no cura los
puntos débiles, para que todo funcione como antes, o solamente mejor que antes. No
propone pequeños retoques exteriores: abre un horizonte radicalmente nuevo, que se
concreta en el "poder de perdonar los pecados", es decir, en la reconciliación con Dios,
fuente de toda reconciliación y crecimiento.
Toda la actividad sanante de Jesús tiene como finalidad iluminar el horizonte
nuevo de la promesa de Dios que ahora se cumple. En este horizonte el hombre no sólo
encuentra la realización de sí mismo, según sus posibilidades, sino que se realiza en Dios
que se ha revelado progresivamente como rostro oculto del hombre, su punto final. Si
el pecador es el hombre fallido en su finalidad que es el mismo Dios, ahora se cumple
lo que había vaticinado Ezequiel: "Quedarán purificados de todas sus impurezas y de
todas sus basuras los purificaré. Y les daré un corazón nuevo... les daré un corazón de
carne. Infundiré mi espíritu en ustedes y haré que los conduzca según mis preceptos" (Ez
36, 25b-27b).
El paralítico puede levantarse y ponerse en camino, dejándolos a todos "asombrados",
no simplemente porque se han afianzado sus miembros (v. 12): él, que antes estaba
paralizado e inmóvil, ahora ha recibido el espíritu nuevo, el espíritu de Dios, que
hace que se levante y camine de una manera nueva, hasta el punto de dejarlos a todos
"asombrados".
Los verdaderos "paralíticos" parece que en este trozo sean los escribas que están allí
"sentados" (v. 6) y, en lugar de acoger la presencia de Dios en esta nueva realidad que se
va poniendo en camino, piensa en su corazón: "¡Éste blasfema!" (v. 6). Ellos saben que
sólo Dios pueden perdonar los pecados: pero ¿por qué no lo han reconocido ahora, sobre
esta tierra, en el Hijo del hombre?
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Dentro y fuera
El ex paralítico se va con su comilla sobre los hombros, y la gente en su derredor
comenta: "¡Jamás vimos cosa parecida!".
También nosotros podemos decir que nunca se ha visto una cosa semejante: un
hombre ha sido hecho nuevamente, ha sido puesto en pie "dentro" y "fuera". Eso, si
no es un embrollo, es el anuncio de que se acerca un mundo nuevo. Porque el mundo al
cual estamos acostumbrados, el mundo viejo, es terriblemente monocorde, monocolor,
parcial y, por consiguiente, aburridísimo (en los discursos, en la política, por ejemplo):
jes unilateral! Por consiguiente, a decir verdad, más que en el tedio, va a parar en la
falsedad y en la muerte. Porque la verdad y la vida son multiplicidad de aspectos,
variedad, completamiento.
Sobre el hombre son muchos los que se ejercitan en hacer diagnósticos y en aplicar
terapias. Lo hacen con muy buena voluntad (y eso a veces crea complicaciones), pero
ciertamente con resultados insuficientes.
Con un esquema útil, aunque bastante trivial, se pueden distinguir:
- los que quieren poner en pie al hombre "fuera" y, por consiguiente, se dedican
enseguida a ellos en un plano más inmediato, palpable, físico, y se olvidan que el hombre
es algo más;
- los que quieren sobrepasar este primer nivel y, por lo tanto, tratan de poner en pie al
hombre "dentro", y distinguen sutilmente y hablan de razones profundas: en categorías
religiosas hablan en forma unilateral del alma, de la otra vida; también ellos olvidan que
el hombre es algo más.
Lo insólito, lo que nunca ha sucedido, que el trozo evangélico nos presenta es esto:
Jesucristo no olvida nada; y recordará a los primeros lo que dicen los segundos y a éstos
lo que hacen los primeros. Y esto lo manifiesta realizándolo, haciéndolo brotar -lo que le
es imposible al hombre- el milagro de la curación y la vida.
El hombre es tendencioso, parcial, unilateral y si no tiende a reducirse a sí mismo
(como el primer caso), pretende en forma absurda la autosalvación (como en el segundo
caso). Porque está en el pecado. Así está este paralítico antes de ser curado, como símbolo
del hombre. A ese nivel, en ese punto capital interviene Jesucristo. En el relato no hay
REFLEXIÓN DE FE
En la sección de las discusiones de Jesús con los fariseos este pasaje revela el debate so
cuestiones ciertamente vivas en las primeras comunidades cristianas: ¿Jesús ha venido solam
para los judíos que siguen la ley mosaica o también para los paganos y también para aquel
que después del bautismo se han mostrado infieles al abandonar el camino del evangelio?
A la luz de estas preguntas se comprende por qué Marcos une tan estrechamente los
dos episodios de la vocación de Leví (vv. 13ss.) y el de la comida que Jesús consume con lo
"cobradores de impuestos y los pecadores" (vv. 15ss.) y los incluye en la sección 2, 1-3, 6
quiere poner de relieve la superación fundamental de la frontera entre judíos y paganos, entr
justos y pecadores: la misericordia de Dios que se manifiesta en Jesús los llama a todos a
reconciliación -se sienta a la mesa junto con ellos- y los invita a todos a seguirlo sin distinció
Más aún, por la frase que cierra el relato, la actividad de Jesús va dirigida precisamente a l
pecadores.
Además al observar los verbos de las frases narrativas de la segunda parte de este pasa
están casi todas en copretérito o imperfecto (w. 15ss.), piensa uno que aquí el evangelista qu
subrayar que el sentarse al lado de los hombres pecadores ha sido la actitud normal y const
de Jesús durante su vida sobre la tierra.
13. Salió otra vez al lago y toda la gente acudía a Él, y Él les enseñaba.
14. Al pasar, vio a Leví, el de Alfeo, sentado en el despacho de impuestos, y le dice:
"Sigúeme". Leví se levantó y lo siguió.
15. Y estando en casa de él, a la mesa, se pusieron también muchos publícanos y
pecadores a la mesa con Jesús y sus discípulos, pues eran muchos los que lo
seguían.
16. Al ver los escribas de los fariseos que comía con los pecadores y publícanos,
decían a los discípulos: ¡Come con publícanos y pecadores!".
17. Al oír esto Jesús, les dice: "No necesitan de médico los sanos, sino los enfermos;
no he venido a llamar a justos, sino a pecadores".
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Deudores de la salvación
El trozo sigue inmediatamente al del paralítico y proclama aún más extensamente la
realidad de Jesucristo en su poder divino de perdón.
Nosotros estamos invitados a confrontarnos con aquellos que son deudores con la
palabra divina de salvación, al reconocernos también, en el seguimiento, pecadores con
los cuales Jesús se sienta a la mesa.
Jesús que perdona el pecado ahora más que nunca está rodeado y seguido por los
pecadores (v. 15), pues vino precisamente para ellos (v. 17).
Si yo me reconozco en la palabra que me llama a salir del mal: "¡Sigúeme!" (v. 14), me
reconozco también en el camino de quien está con frecuencia en una situación de grande
inadecuación con respecto al evangelio.
También en este caso debo tener tanta humildad para creer que estoy sentado a la
mesa con Jesús y así encontrar el valor para continuar. El estar a la mesa con Él, en
efecto, es, incluso en mi condición de pecador, una esperanza misteriosa y una promesa
divina. Me alegro también en estas condiciones, por ser, a pesar de todo, un invitado y,
en esta alegría, acojo las palabrasfinalesdel pasaje: "No he venido a llamar a justos, sino
a pecadores" (v. 17).
18. Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando, vienen y le
dicen: "¿Por qué mientras los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos
ayunan, tus discípulos no ayunan?".
19. Jesús les dijo: "¿Pueden ayunar los invitados a la boda mientras el novio está
con ellos? Mientras tienen consigo al novio no pueden ayunar.
20. Pero vendrán días en que les será arrebatado el novio; entonces ayunarán, en
aquel día.
21. Nadie cose un remiendo de paño tieso en un vestido viejo, pues el remiendo
nuevo tiraría de lo viejo, y el roto se haría mayor.
22. Nadie echa tampoco vino nuevo en odres viejos; pues el vino rompería los odres
y se echaría a perder tanto el vino como los odres: sino que el vino nuevo se echa
en odres nuevos".
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Encuentros vivos
El encuentro con Cristo está representado en el encuentro con el novio, para expresar
toda la alegría que lo caracteriza: ella es la condición ideal de la alegría del cristiano y
puede llegar a ser alegría plena sólo en la esperanza.
Es la fe en la que se mueven los protagonistas de los Hechos de los Apóstoles, domi-
nados por el Espíritu de Jesús resucitado, que ha bajado sobre ellos (cf. Hch 2).
La viveza sorprendente de la relación con el Señor supera y domina en ellos los ele-
mentos y los hechos separados, cada uno de los acontecimientos de su historia. El diálogo
con los hombres viene a ser luminoso y anunciador. Es una relación como la relación
nupcial, en la cual Jesús afecta cada acto y lo ilumina con su resurrección.
Pero todo eso es un "momento" de nuestro camino. La posesión no es definitiva:
debe cumplirse ahora. Aquel que ya había pregustado el banquete, ve que le arrebatan al
esposo y se encuentra de nuevo en el camino por el desierto. Habrá otras etapas y fases
de alegría y de dolor, hasta la tierra prometida. Después de la alegría del encuentro nos
sorprende la pesadez del camino. Es nuestra vida cotidiana, nuestro ayuno. Es todo lo
que hacemos nosotros, casi sin él: es nuestro esfuerzo.
Cuando estaba con nosotros, la plenitud de la caridad lo abarcaba todo, y nos
resultaba fácil vivir. "Ama y haz lo que quieras", decía san Agustín. "Pues toda la ley
alcanza su plenitud en este precepto: amarás a tu prójimo como a ti mismo" {Ga 5,14).
Pero en el tiempo del duro camino vuelve afloteel esfuerzo y el dolor de nuestra vida:
es como un ayuno que nos queda por guardar.
Pero en esta espera se requiere mucha atención, para que no se convierta en el ayuno
del fariseo. Debemos realizar las obras de nuestro ayuno, sin confiar en ellas, ni esperar
de ellas el regreso de Jesús. Nuestros ayunos no tienen valor alguno en sí mismos, sino
el de ser una humilde espera. Así cuando Él regresa, nos queda toda la sorpresa y somos
renovados en la alegría.
También aquí se trata de un episodio de conflicto entre Jesús y los fariseos, como en los
trozos de este capítulo segundo. La confrontación, o mejor el choque, se va acentuando p
poco hasta llegar a su ápice en la primera página del capítulo 3.
A partir de todo el conjunto del relato (ausencia completa de referencias de tiempo
de lugar, las espigas arrancadas -hecho menos grave que el de caminar en sábado-, sole
nes afirmaciones de principio alfinaldel trozo), nace la hipótesis de que el relato sea sus
cialmente una composición hecha por los primeros núcleos de cristianos, los cuales, a tra
una referencia de carácter descriptivo (la caminata en el campo de las espigas), una evoc
del Antiguo Testamento y dos afirmaciones generales unidas entre sí, han querido expres
contraste entre la religión de los fariseos y el evangelio de Jesús, lo cual es un contraste q
muy sentido incluso en las primeras comunidades cristianas. En el origen pueden haber ex
algunos dichos de Jesús acerca del ayuno, retomados y enmarcados en este relato que
inmediatamente al pasaje de la discusión acerca del ayuno.
Todo el trozo gira alrededor de la afirmaciónfinal,centro del mensaje evangélico, q
Jesús, el Hijo del hombre, ha llegado el sábado de Dios y en Él la creación alcanza su pl
23. Un sábado Jesús iba caminando por entre los sembrados, y sus discípulos
empezaron a cortar espigas al pasar.
24. Entonces los fariseos le dijeron: "Mira ¿por qué hacen en sábado lo que no es
lícito?".
25. Y El les respondió: " ¿Jamás han leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad,
y él y los que lo acompañaban sintieron hambre,
26. cómo entró en la Casa de Dios, en tiempos del Sumo Sacerdote Abiatar, y
comió los panes de la presencia, que sólo a los sacerdotes es lícito comer, y dio
también a los que estaban con él?".
27. Y añadió: "El sábado ha sido instituido para el hombre y no el hombre para el
sábado.
28. Así que el Hijo del hombre es señor también del sábado".'
v. 23: En el calendario judío, el "sábado" era el menos por lo que se refiere al tipo de observancia
séptimo día de la semana. Los primeros cinco libros del cual tenemos documentación, difícilmente admi-
del Antiguo Testamento (indicados a menudo con sible en un pueblo nómada.
el único término "Pentateuco" o Torah, es decir, De todos modos el sábado muy pronto se fue
"Ley") hacen remontar la institución del sábado al convirtiendo en un día sagrado, señal de autenti-
período mosaico. Pero eso no parece probable, al cidad del judaismo y marcado por observancias
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
Liberación de la ley
"El sábado ha sido instituido para el hombre". Con esta afirmación libre y liberadora
Jesús coloca el sábado en relación con el hombre. El vino nuevo que Jesús ofrece, renueva
el vino viejo de la ley, que está orientada hacia el hombre. La observancia moral y jurídica,
losritos,el culto y las fórmulas con las que expresa la fe, no sonfinespara sí mismos; pero
tienen un valor funcional y relativo al hombre. Son medios al servicio del hombre.
Así queda herido de muerte todo moralismo y formalismo, todo legalismo y juridicismo,
todoritualismoy dogmatismo: donde la norma moral y j urídica, elritoy la expresión de la fe,
son válidos en sí mismos y por sí mismos, independientemente de su referencia al hombre.
Ellos lo instrumentalizan y así convierten los instrumentos en finalidad y lafinalidaden
instrumentos. Ellos aplastan al hombre. El hombre es para ellos, a su servicio. Pero toda la
predicación y toda la vida de Jesús están dominadas por el conflicto de fondo, que lo opone
a los hombres de la ley, cuya religiosidad se resuelve en un sistema deritosy de observancias
y se convierte en instrumento de domino del hombre sobre el hombre. Porque la religión
de la ley esclaviza siempre el hombre al hombre. Si esta instrumentalización del hombre
puede acontecer en la religión, ella se puede extender a todas las actividades humanas;
porque es una característica del hombre, sea como individuo, sea como sociedad, calcular
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Sábado de la liberación
Es necesario ver este trozo en conexión con lo que precede y con el choque inminente
con los fariseos (3,1-6).
La observancia del sábado -en cumplimiento de la ley- es ella misma un don de Dios
que se daba al israelita piadoso con herencia. Pero el fariseo transforma la religiosidad en
dureza del corazón, como lo veremos más expresamente en el pasaje siguiente. El tiende
a apoderarse de la religión que profesa. Tiende a apropiársela: ella viene a ser para él
motivo de orgullo y de perdición (cf. Mt 23).
"El sábado para el hombre" contiene una advertencia grave y maravillosa de Cristo,
que debe descender a lo más profundo de nuestro espíritu religioso. Sin él podremos
cuando mucho ser buenos fariseos, para renovar el misterio de dar muerte al justo.
Adueñarse del sábado, vivir la observancia religiosa con espíritu legalista y sin amor
al Padre, al cual pertenece el sábado, es en cambio propio de la religión en la cual la fe
prevalece sobre las observancias externas y no las impregna con su inspiración profunda.
La superación de todo esto va más allá de las fuerzas y de las aptitudes humanas. Es
necesario derrotar una tendencia radical a "adueñarnos" de las acciones que hacemos,
incluso las religiosas. Pero al hombre no le es posible expropiarse de lo que hace.
Ninguno de nosotros está en condiciones, en definitiva, de liberarse de sí mismo para
vivir religiosamente con espíritu puro.
La solución de este dilema en el cual la oposición entre el amor egoísta de sí mismo y
el amor puro al Padre se disputan el terreno de la misma religiosidad, no está en nosotros,
sino que nos la da la gracia de Dios. Precisamente en la conclusión del capítulo 2 de
Marcos está contenida una enseñanza decisiva a este propósito: "El Hijo del hombre
es también señor del sábado" (v. 28). Una vez más el misterio de Cristo, que atraviesa
todo el evangelio, es anunciado. La grandeza divina se proclama allí precisamente en la
confrontación viva con la debilidad humana. Como al comienzo de este capítulo segundo
se había declarado el poder de Jesús sobre el pecado (v. 10), así aquí brilla su señorío
sobre la ley, sobre el sábado. En ambos casos Jesús resplandece divinamente por encima
del hombre, eternamente anclado y atado a sí mismo.
La superación de la observancia legalista y el paso hacia una obediencia gozosa en las
manos al Padre, es posible sólo a aquel que fue proclamado Hijo amado (1,1).
Queda en pie el problema: ¿quién es para nosotros Jesucristo y cómo en Él se ha
de vivir y liberar toda nuestra instancia religiosa? Litúrgicamente el poder salvífico de
Cristo se compendia en la célebre fórmula final: "Por Cristo, con Él y en Él", con lo cual
la invocación en la Iglesia es liberada de la incapacidad humana y confiada a la única
"religión pura", la del Hijo.
1. Entró de nuevo en la sinagoga. Había allí un hombre que tenía la mano paralizada.
2. Y estaban al acecho a ver si Jesús lo curaba en sábado, para poder acusarlo.
3. El dijo al hombre que tenía la mano paralizada: "Levántate ahí en medio".
4. Luego les dijo: "¿Es lícito en sábado hacer el bien en vez del mal, salvar una
vida en vez de destruirla?". Pero ellos callaban.
5. Entonces, mirándolos con ira, apenado por la dureza de su corazón, dice al
hombre: "Extiende la mano". Él la extendió y quedó restablecida su mano.
6. En cuanto salieron los fariseos, se confabularon con los herodianos contra El
para ver cómo eliminarlo.
v.2: También las prestaciones médicas estaban Esta ira de Jesús que no implica rencor, mani-
prohibidas el sábado, excepto en el caso de peligro de fiesta su reacción frente a gente que, a causa de su
muerte. apego a la ley, se vuelve insensible a los valores más
v. 3: ruinándolos: también en otros puntos del fundamentales de la palabra de los profetas.
evangelio Jesús se impone con esta mirada penetrante Apenado por la dureza de su corazón: esto es para
que rompe toda barrera y toca en lo vivo del corazón indicar la actitud interior de estos fariseos, acudiendo
de los que están en su derredor; es una mirada que a una palabra que deriva de un verbo cuyo significado
si es aceptada suscita conversión y salvación, y si es es "endurecerse como una piedra", "calcificarse". En
rechazada, deja la dureza en el corazón y el fracaso. este contexto la palabra significa cerrazón y ceguera
Con ira: esta expresión no se encuentra en los de la mente.
pasajes paralelos de Mateo y Lucas, tal vez, a causa Notemos que Marcos usa el mismo término en
de algún reparo de atribuir a Jesús estas emociones. forma verbal en otros dos casos, para referirse a los
La franqueza y la sencillez del texto de Marcos al mismos apóstoles que rehusan reconocer las nuevas
referirse incluso a estos detalles es una señal de su señales que El coloca delante de sus ojos (6, 52; 8,
mayor antigüedad. 17). En otro pasaje esta palabra se pone en los labios
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Comienza la tercera parte del evangelio de Marcos (3, 7-6, 6a). Al igual que la anterior,
también ésta se abre con una descripción sumaria de la actividad de Jesús, a la que sigue la llama
definitiva de los Doce, y termina con un nuevo rechazo a Jesús, esta vez en su ciudad natal.
Estos "sumarios" son característicos de Marcos y constituyen las partes redaccionales,
es decir, redactadas directamente por el evangelista para unir, en una unidad típicamente
suya y original, los relatos acerca de Jesús que le llegaban de tradiciones anteriores. Ya hemo
encontrado algunos en l, 14 y 1, 32-34; los volveremos a encontrar más adelante. La alusión
a las muchedumbres, a la barca, a los demonios, mientras retoma el contexto de enseñanzas y
milagros anteriores de Jesús, introduce otros episodios que Marcos presentará a lo largo de lo
capítulos siguientes, con el fin de llevarnos a profundizar el conocimiento del "Hijo de Dios"
y a seguirlo con mayor decisión. En este cuadro aparecerán combinados justamente pasajes
ambientados ya sobre la barca en la orilla o en medio del lago, ya sobre las pendientes del
monte, y son elementos teológicamente cargados de significados, como ya lo hemos indicado
comentar los dos primeros capítulos. La amplitud y solemnidad muy particular de este sumario
nos hace pensar en una intención precisa de Marcos al redactarlo. Jesús es condenado en su
fidelidad en la realización de su misión que ha recibido del Padre, la de liberar a los hombres
encadenados por varias miserias y esclavitudes. Pero precisamente en el mismo momento en
que El es rechazado como el Siervo paciente de Yahvé (cf. a este propósito la cita de Isaías
incluida en este paralelo), viene a ser el centro de la atención y la fuente de atención para un
gran número de personas y pueblos; se trataba de gente que tenía necesidad de "ser curada".
Jesús actúa en medio de ellos no con gestos milagrosos fáciles, sino con una acción mucho má
profunda, simbolizada en la curación física y como resultado era el descubrimiento progresivo,
de que El es el Hijo de Dios, es decir, la manifestación en la carne del amor de Dios que
perdona y libera, y que es fuente de vida nueva para los hombres.
7. Pero Jesús se retiró con sus discípulos hacia el mar, y le siguió una gran muche-
dumbre de Galilea. También de Judea,
8. de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de los alrededores de Tiro y
Sidón, una gran muchedumbre, al oír las cosas que hacía, acudió a Él.
9. Entonces, a causa de la multitud, dijo a sus discípulos que le prepararan una
pequeña barca, para que no lo aplastaran.
10. Pues curó a muchos, de suerte que cuantos padecían dolencias se le echaban
encima para tocarlo.
v. 7: se retiró: es un término insólito en Marcos; vivaces, pone en evidencia la necesidad que Jesús
Mateo le da un significado diferente, ya que une el siente de sustraerse a esa afluencia incontenible
hecho de que Jesús se retira, a la decisión de los fari- de gente, creando así un contraste fortísimo de
seos de urdir un complot contra El. Según la presen- la actitud de los fariseos que acaban de decidir
tación de Marcos, Jesús se retira, pero no para que eliminarlo.
no lo encuentren, sino para manifestar su verdadera v. 10: para tocarlo: ya en un pasaje anterior,
fisonomía de Mesías y salvador como lo ha enviado el del leproso (cf. 1, 41), se encuentra este verbo.
el Padre. Pero allá es Jesús quien toca al enfermo. Aquí,
v. 8: La enumeración de estas regiones responde como también en otras partes, es la gente la que
a la idea de presentar la centralidad de la persona de hace todo lo posible por tocar a Jesús. Es una inver-
Jesús y la universalidad de su mensaje y de acción sión significativa de movimiento, que manifies-
liberadora. Las regiones enumeradas aquí corres- ta el crecimiento de la semilla del reino de Dios
ponden bastante bien al plan de todo el evangelio de sembrada por Jesús.
Marcos. En efecto, en su primera parte se describe v. 12: Vuelve aquí el tema del denominado
la obra de Jesús en Galilea (ce. 1 -6); el capítulo siete "secreto mesiánico" cuyo significado ya hemos
está ambientado en la región de Tiro y Sidón; sigue presentado en forma sumaria al comentar el episodio
luego la sección que concierne a su actividad al otro del leproso (cf. 1,40-4 5), donde se vuelve a encontrar
lado del Jordán; en fin se expone la parte extensa el mismo mandato de Jesús. Reconocer en Jesús al
de los últimos capítulos; que presentan los últimos Hijo de Dios es fruto de la conversión que realizamos
hechos de Jesús en la ciudad de Jerusalén. en nosotros y en nuestro derredor en la medida en que
v. 9: una barca: en el comentario que sigue pon- tenemos la valentía de seguir a Jesús en camino, sin
dremos en evidencia el fuerte significado teológico de detenernos en las ilusiones fáciles de haber recorrido
este término en Marcos. Aquí notamos solamente que ya bastante camino. Jesús sigue siendo siempre
en el original griego se dice "una pequeña barca". un "secreto" o un misterio para la inteligencia del
Para que no lo aplastaran: con el fin de subrayar hombre, porque se le descubre solamente en la
la amplitud y la consistencia de la afluencia de las experiencia que se va adquiriendo en la vida.
gentes alrededor de Jesús, Marcos, con rasgos muy
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
El nacimiento de la Iglesia
Hemos visto, en los capítulos anteriores, que Jesús estaba siempre "en camino" y
"salía" para ir "a otra parte". Ahora en cambio, después de su condena a muerte decretada
por los jefes religiosos y civiles del pueblo (v. 6), Jesús "se retira" definitivamente (v.
7), no sólo para sustraerse a sus enemigos, sino, como lo veremos, sobre todo para
manifestarse de una manera nueva a sus amigos que lo siguen. Ya toda su actividad se
desarrollará en gran parte en lugares desérticos o a lo largo del lago, hasta el momento
en que apuntará hacia Jerusalén, donde se entregará a la muerte, de la cual este retiro
definitivo es el anticipo y la imagen. Pero, según el designio de Dios que suscita la vida
donde existe la muerte, si la sección anterior se cerraba con una decisión de muerte para
Jesús, ahora se reabre una nueva sección que nos presenta el primer nacimiento de una
vida nueva: como de la semilla que muere nace la espiga (cf. las parábolas del c. 4), así
de su muerte nacerá la vida: como de su costado traspasado brotarán sangre y agua (cf.
]n 19, 34), es decir, el río de agua viva que regenerará el mundo, así ahora de este retiro
suyo nace el primer embrión de la Iglesia. En efecto, cuando Él se retira, la gente acude a
ACTUALIZACIÓN
Un pueblo nuevo
Jesús se retira y las gentes acuden a Él desde los lugares más diversos y lo siguen. Esta
afluencia de la gente en torno a Jesús indica que se está formando y creciendo un nuevo
pueblo. Jesús la hace pasar de la condición de "no-pueblo" a la condición de "pueblo" y
la reúne en una nueva comunidad.
El nacer y formarse de un nuevo pueblo alrededor de Jesús pone en evidencia el
aspecto comunitario del evangelio. Éste se mueve todo en una perspectiva comunitaria,
porque es el evangelio de la liberación, y la liberación es esencialmente comunitaria. No
nos libera solos, sino con la ayuda de los otros y todos juntos. No se camina separados,
cada uno por su cuenta, sino al liberarse, unidos se van hacia el reino prometido: estamos
en marcha y vamos juntos de la opresión a la liberación que viene de Dios. Jesús se dirige
a las masas, y éstas son las que rodean al maestro: por consiguiente, es del pueblo y para
el pueblo. Surge de aquí la exigencia impelente de un modo de vivir la fe, que asuma las
esperanzas, las ansias, los problemas, las luchas y la misma cultura del pueblo; y así el
pueblo es hecho partícipe y responsable: entonces es un cristiano que, además de ser para
y del pueblo, viene también del pueblo.
Este nuevo pueblo es pueblo de Jesús, que renueva al pueblo de Dios del Antiguo
Testamento. En efecto, es Jesús el que congrega a su comunidad: Él sana, dando un
viraje a todas las cosas. Los enfermos se le echan encima para tocarlo, porque su contacto
transmite el poder de Dios.
El nuevo pueblo, que está a punto de nacer, no es pueblode poderosos, sino de pobres,
que tocan a Jesús para ser liberados de sus enfermedades y de sus alienaciones. Nunca
es una iglesia grande y poderosa, sino que es una pequeña barca, en la cual se refugian
para no ser oprimidos y hacia la cual miran todos los pobres y todos los necesitados.
De la nueva iglesia, que está a punto de nacer, forman parte efectivamente aquellos
que son efectivamente pobres y que, en la conciencia de la propia insuficiencia radical,
son disponibles para recibir el reino de Dios. Es la Iglesia de los pobres que nace en el
rechazo de la iglesia de los fariseos y de los poderosos. Entonces podemos comprender
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Pentecostés y la cruz
El pasaje, precisamente en el modo con el cual es colocado al comienzo de una nueva
sección del evangelio, nos induce a profundizar su lectura, para encontrar allí una oración
nueva. Como está colocado después del rechazo a Jesús por parte de sus adversarios (v.
6), es el preludio del camino de la pasión en el cual Cristo será arrojado "fuera de los
muros", donde está colocada la cruz. Sin embargo, él nos presenta precisamente ahora,
en una descripción sorprendente en Marcos, la gente que de todas partes acude a El. En
esta relación entre Cristo rechazado y las muchedumbres que se dirigen a Él, el texto
nos propone algunas preguntas. Ellas poco a poco se irán profundizando en nosotros
con el desarrollo de todo el relato evangélico. Jesús, al aceptar desde ahora la pasión,
inaugurada por incomprensión del hombre, comienza el camino de su amor único y
total al Padre, que revelará plenamente en la cruz, su realidad como Hijo de Dios. Pero
precisamente en este punto vemos a todo el pueblo que acude a Él (w. 7-8). Las orillas
y las aguas de este lago ven desplegarse la nueva manifestación de Dios al mundo: como
el desierto, en el brillo de su luz absoluta, formó al antiguo pueblo de Dios en el culto al
único Dios, así la belleza sobria y dulce del lago de Galilea ha guiado los primeros pasos
del pueblo destinado al culto del Padre.
Nuestra oración va orientada a descubrir a Cristo, Hijo de Dios, colocándonos junto
a estas muchedumbres que acuden de todas partes. Hemos de encontrarlo no ya como
maestro aprobado por el "mundo", sino ya, fuera de Cafarnaún, en oposición al mismo
"mundo". Es una oposición que existe también dentro de nosotros y que poco a poco
superaremos, aceptando en la oración las propuestas evangélicas.
La sucesión de las frases del v. 14, yuxtapuestas la una a la otra con una estructu
literaria más bien ruda, y la repetición de la misma expresión al inicio del v. 14 y del
("instituyó Doce"; "instituyó a los Doce") hace pensar que este trozo debió formarse a
de añadiduras sucesivas y arreglos oportunos a lo largo de los primeros años. Luego
lo incluyó en su evangelio sin modificarlo. Tal vez así se explica también la ausencia de
vivacidad del relato que es habitual en Marcos, el cual suele apelar a la fuente de la pred
del apóstol Pedro, testigo ocular de los episodios que se narran. Esto no significa que d
el valor histórico del hecho de la institución de los Doce: como en otros pasajes, el hec
es recibido en el círculo de los primeros discípulos y luego en la primera comunidad cr
está en la base de la interpretación teológica que, en primera instancia, guió la formació
pasaje y lo podemos reconocer en estos dos elementos: ante todo en el significado simb
número "Doce", como realización completafinaldel nuevo pueblo de Dios, prefigurado
doce tribus de Israel, y luego en el encargo de la misión que Jesús confiere a este nuev
13. Después subió al monte y llamó a los que Él quiso; y vinieron donde Él.
14. Instituyó Doce, para que estuvieran con Él,
15. y para enviarlos a predicar con poder de expulsar los demonios.
16. Instituyó a los Doce y puso a Simón el nombre de Pedro;
17. a Santiago el de Zebedeo y a Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso por
nombre Boanerges, es decir, hijos del trueno;
18. a Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón
el Cananeo
19. y Judas Iscariote, el que lo entregó.
v. 13: subió al monte: es la primera vez que realizado definitivamente la alianza con su pueblo.
ocurre este término en el evangelio de Marcos, La experiencia del nuevo encuentro definitivo con
que suele enmarcar sus relatos en el contexto del el Dios liberador del Nuevo Testamento recupera
mar o en lugares desiertos. Como ya lo hemos el tema del "monte" en la manifestación glorio-
notado en los pasajes de los primeros capítulos, sa de Jesús en el Tabor (cf. 9, 2-8). La tradición
estas ambientaciones de lugar se caracterizan por iconográfica cristiana representará la cruz de Jesús
motivos teológicos, arraigados en la teología del levantada sobre el monte Calvario, lugar de la
Antiguo Testamento, como ya lo hemos indicado a plena revelación del amor de Dios en Jesucristo,
propósito de los temas del "mar" y el "desierto". que con su muerte rescata definitivamente a los
No menos relevante es el tema del "monte". El hombres de su esclavitud.
camino de liberación recorrido por el pueblo hebreo A los que El quiso: ya en el Antiguo Testamento
pasa a través de la etapa final de la experiencia el nacimiento y el crecimiento del pueblo de los
del Sinaí (cf. Ex 19ss.), donde el Dios Yahvé ha creyentes brota de la "elección" libre de Dios:
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
La fe y la acción
Jesús recoge en torno a Él su comunidad. La llama para que "esté con Él y para "en-
viarla". Así queda indicado el programa de la futura Iglesia, la cual encuentra en Él
la propia identidad. En efecto, se presentan las dos dimensiones fundamentales, que
caracterizan la nueva comunidad creada por Jesús: la dimensión de la fe, como relación
personal y comunitaria con Jesucristo, y la dimensión de la acción, como evangelización
y liberación del hombre de sus males. Los dos momentos, aunque son distintos, son
inseparables y nunca deben confundirse con la reducción del uno al otro. Si no existen
ambos, por una parte se viene a caer en una fe desencarnada y por la otra parte en una
búsqueda de un puro eficientismo ciego y vacío. Nos parece que ésta es en gran parte, la
situación de la Iglesia hoy, la cual está dividida entre una fe distanciada de los problemas
y una praxis, que ya no está sostenida ni iluminada por la luz ni por la fuerza de la fe.
La comunidad cristiana, si se mira en su núcleo, es una comunidad de fe. Ella está
llamada a responder a la interpretación divina, que la escoge y la invita a "estar con Jesús".
Este es su centro vital, la fuente de su fuerza y su misterio sustancial. La intimidad y la
comunión con su Señor celestial, el vínculo estrecho que une a Jesús en una identidad de
vida, de tarea y destino, constituye el núcleo fuerte y animador de la comunidad cristiana.
Ésta está llamada continuamente a crecer y a madurar en la fe, a robustecer y a profundizar
el propio "estar con Jesús". Escuchar su palabra, seguir su camino, conocerlo de cerca y
contemplar el rostro humano de Dios es el germen, el corazón y el fundamento de la vida
del pueblo de Dios.
APLICACIÓN A LA VIDA
Un examen de eficiencia
Este trozo se puede dedicar a quien se siente responsable de la evangelización, o del
esfuerzo de liberación. Se trata de un examen de eficiencia evangélica. Allí se dice: "al
monte... instituyó Doce para que estuvieran con Él, y para enviarlos a predicar, con po-
der de expulsar los demonios" (vv. 13ss.).
Ahora bien, si tomamos el trozo como un mensaje que tiene como objeto una ocupa-
ción específica en la Iglesia, partimos de algunas consideraciones. Se llenan bibliotecas
con comentarios, elaboraciones bíblicas y teológicas. Ya no es posible contar, incluso
gracias a la apertura positiva de la liturgia, las homilías y las meditaciones bíblicas. Son
numerosas las cartas pastorales, los discursos y también las encíclicas. Se multiplican
las iniciativas espontáneas o estructuras, en las que se estudia, se explica y se investiga
la Escritura. Se debe añadir que eso adquiere aun una mayor resonancia gracias a los
medios modernos de difusión, como los medios de comunicación.
A nivel de contenido, así como a nivel de compromiso operativo, por consiguiente,
está fuera de discusión el esfuerzo y la buena voluntad: ninguno puede dudar que no se
quiera "predicar" o que no se quieran "expulsar demonios". El punto entonces es, si en
realidad eso se logra.
Es verdad que no es criterio válido en absoluto el del resultado numérico: "¿Cuánta
gente?"... Pero ¿qué se concluye de allí, si tratamos de aplicar el principio de juzgar el
árbol por sus frutos?
REFLEXIÓN DE FE
Una redacción densa, sostenida por un discurso teológico preciso, que brota de los pasajes
anteriores y apunta a concluir la serie de las controversias de Jesús de los tres primeros capí-
tulos, confiere unidad incluso literaria a este trozo denso, que revela una reelaboración pro-
funda del evangelista. Esto está confirmado también por el hecho de que este trozo en Mateo y
Lucas no se encuentra compacto en el mismo contexto; las cuatro partes, de las que hablaremos
en seguida y que Marcos reúne en el mismo trozo, en Mateo y Lucas aparecen en diferentes
pasajes. Con mayor precisión, he aquí un cuadro de los pasajes paralelos:
La primera y la última parte de este trozo se vinculan al tema del parentesco de Jesús, pero
se trata desde puntos de vista radicalmente diferentes.
Las primeras dos partes presentan dos acusaciones contra Jesús, la de sus parientes que
lo consideran "fuera de sí" y la de los escribas que lo acusan de ser endemoniado. Esta
confrontación entre Jesús y los escribas se desarrolla con una serie de afirmaciones yuxtapuestas
sobre la trama de imágenes centradas en la figura del hombre fuerte que representa a Satanás,
sobre el cual Jesús, el siervo de Dios, obtendrá la victoria.
La tercera parte está constituida, por la denuncia, colocada en boca de Jesús, del verdadero
pecado que no será perdonado: son afirmaciones que, en su formulación actual deben haber
nacido entre los creyentes después de Pentecostés. Es difícil decir qué es lo que realmente afirmó
Jesús.
La cuarta parte del trozo, la última, vuelve a tomar la escena de los parientes de Jesús,
interrumpida al comienzo, y se ponen allí nuevos criterios para establecer las orientaciones y
los vínculos más fundamentales, para que en nuestra vida podamos realizar un seguimiento
fiel. Responde al mismo objetivo otra frase semejante de Jesús, reproducida por Le 11, 27 ss.,
que, sin embargo, debió transmitirse por separado y que probablemente fue pronunciada por
Jesús en otro contexto.
v. 20: vuelve a casa: es más exacto así, pues se traste los dos clanes, el de Pedro en Cafarnaún y
considera que esta casa era la de Pedro en Cafar - el de Santiago, es decir, de los parientes de Jesús?
naún, la misma en la cual Jesús había curado la Más allá de la cuestión histórica, queda en pie el
suegra de Pedro (cf. 1, 29). hecho de que el tema de la "casa" comienza aquí
Como resultado de recientes excavaciones ar- a asumir un significado preciso en el evangelio de
queológicas, no aclaradas totalmente, parece que en Marcos, sobre todo en la conexión con la revelación
esta casa, que debió ser la sede normal de Jesús mien- progresiva de Jesús.
tras predicaba en los alrededores, se constituyó más v. 22: los escribas que habían bajado de Jerusalén:
tarde un núcleo defemiliascristianas (clan de Pedro) Jesús suscitaba un movimiento siempre creciente
-una "ínsula", hoy un lugar "aislado"- en el cual se entre la gente y es comprensible que los escribas,
puede reconocer un tipo de las comunidades cris- responsables de las instituciones hebreas, hubieran
tianas de los orígenes. sido enviados oficialmente desde Jerusalén para
Por lo que se refiere a nuestro pasaje, se nos está darse cuenta de lo que estaba sucediendo.
preguntando ¿qué podría significar la venida de Está poseído por Beelzebul: Baal Zebul en su
este grupo de los parientes de Jesús desde Nazaret origen era el nombre de una antigua divinidad
hasta esta casa de Pedro: al describir este episodio, siria; significa probablemente "señor de la casa" o
el evangelista refiere simplemente un hecho del "del templo". En 2R1, 2, con un juego de palabras,
tiempo de Jesús, o bien, ¿subyace también un se ridiculiza esta falsa divinidad llamándola Baal
hecho posterior, que interesó y, tal vez, vio en con- Zebub, es decir, dios de las moscas. En la literatura
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Conflictos
A veces una opción decidida, de amor y de justicia, nos causa miedo. Nos hace pare-
cer originales y extraños frente a los otros. Los más cercanos a nosotros no quisieran
vernos diferentes con respecto a modelos cotidianos en los que se debilita el bien; otros,
sobre todo cuando son doctos e importantes, confían más bien en posiciones alcanzadas
y controladas, en las que ellos mismos se han colocado. Así Jesús tiene en su contra su
misma familia (v. 21) y los escribas que se han incomodado al venir desde Jerusalén (v.
22) para hacerle perder crédito a este hombre, que parece poner en discusión el orden que
ellos mismos han constituido.
¿Cómo podremos nosotros, que queremos estar vinculados a Jesús, superar estos
conflictos, cuando éstos emergen de la misma composición de los ambientes en los que
cada uno vive? Es necesario, pues, meditar con atención, interiorizar, en una contempla-
ción prolongada y silenciosa, el hecho de que Jesús mismo sea el primero en no dejar de
padecer incluso en eso en su realidad humana. La pasión de Jesús es también su misma
vida, vivida en las condiciones normales en las que vivo yo mismo y que entran
continuamente en conflicto con el mundo. En éste la injusticia, en un proceso efectivo de
autojustificación, encontrará siempre unos rieles sobre los cuales ha de correr, en un viaje
que aparentemente es cómodo y sin sacudidas.
Haz, oh Señor, que comprendamos, en tu vida y en tus respuestas a la vida, un camino
verdadero, que huyamos de recorrer fuera de estos rieles obligados, donde el sentido
genuino de las cosas muchas veces se calla a favor de muchas mentiras obligatorias.
Tal vez, tú nos indicas en este pasaje también la fuerza de tu presencia, de la cual no
debemos dudar. Ahora Satanás, el enemigo, está realmente vencido. Uno más fuerte,
que eres tú, ya está aquí con nosotros, vence el mal, y por eso ya no debemos temer el
falso reproche de quienes no quieren vernos comprometidos en un seguimiento por tu
reino. Nosotros queremos ser tu familia, y tú la nuestra, donde se tiene la valentía de la
voluntad de Dios, y tendemos a lo que es bueno y justo.
El capítulo es una composición ordenada de las enseñanzas de Jesús, centradas sobre todo
en el tema del crecimiento del reino de Dios y expresadas en forma de parábolas o de "dichos"
de Jesús diseminados (reunidos aquí en los w. 21 -25). Se piensa que ya Marcos haya tenido a
su disposición una colección de parábolas, que utilizó particularmente en este capítulo, según
una intención teológica precisa.
El primer trozo de este capítulo contiene la parábola del sembrador, narrada por Jesús.
Una confrontación con los pasajes paralelos de Mateo y Lucas nos muestra que el texto de
Marcos, con sus numerosos semitismos, es el más fiel al relato originario de Jesús. La mano d
evangelista se reconoce, tal vez, en el v. 1 que introduce la parábola y, al retomar los temas
conocidos del mar, de la multitud y déla barca, confiere un tono de importancia particular a
la enseñanza que Jesús quiere impartir.
Es significativo que Marcos, después de haber resumido, en el capítulo 1 (cf. 1, 15) con
una frase muy densa la enseñanza de Jesús acerca del reino, y después de haber desarrollado
su significado en los capítulos sucesivos a través del relato de "hechos", ahora lo profundiza
mediante parábolas. Ellas no se reducen a simples subsidios didácticos para hacer comprensib
una doctrina difícil, sino que, usando el lenguaje de las imágenes que es comprendido sólo
por quien lo contempla con gusto y simpatía, expresan el convencimiento de que el mensaje
del reino puede ser acogido solamente por quienes se colocan en una consonancia interior,
decir, de conversión y adhesión con respecto a Jesús que habla: "Por consiguiente, el hablar
en imágenes no es en absoluto menos comprometedor; antes bien, es más comprometedor qu
cualquier lenguaje directo, precisamente porque exige una determinada disponibilidad a dejar
introducir en una relación con el que habla" (cf. Schweizer, II Vangelo secondo Marco, p. 92)
El tema del reino de Dios, aunque no se menciona explícitamente, constituye el núcleo de esta
parábola, cuyo tema está vinculado al tema de la "mies", que en la Biblia recuerda el evento
final del reino de Dios. También las otras parábolas de este mismo capítulo están centradas en
el crecimiento del reino.
Al narrar esta parábola, Jesús quiso manifestar su confianza profunda en la realización
del reino y en su llegada a maduración precisamente en las dificultades discretas en las que s
desarrolla su predicación y su actividad, como lo hemos podido comprobar en los capítulos
anteriores.
1. Y otra vez se puso a enseñar a orillas del mar. Y acudió a Él tanta gente, que subió a
una barca y, ya en el mar, se sentó; toda la gente estaba en tierra a la orilla del mar.
2. Les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas. Les decía en su instrucción:
3. " Escuchen. Una vez sal ió un sembrador a sembrar.
v. 1: otra vez: después del paréntesis de la lla- Ya en el mismo evangelio (como lo veremos en este
mada de los apóstoles y de un nuevo rechazo que capítulo, cf. w. 13-20) y en muchos comentarios
le habían dado los escribas en el capítulo anterior, antiguos a los evangelios (cf. por ej. san Agustín),
Jesús reanuda con tenacidad, sin ninguna pausa, su notamos este tipo de interpretación alegórica de las
misión de anuncio y de misión. parábolas, cuando se busca unacorrespondenciacon-
v. 2: les enseñaba por medio de parábolas: los tinua o una aplicación de todos los elementos incluso
evangelios hacen uso abundante de este lenguaje mínimos del relato a una situación concreta, que se
en imágenes: se encuentra además en numerosas quiere ilustrar.
comparaciones, metáforas, analogías y en los sím- En cambio las parábolas, como tales, tienden
bolos. Mientras que estas variadas formas de len- a fijar nuestra atención sobre un solo punto funda-
guaje en imágenes han sido siempre muy comunes mental, que se ha de descubrir más allá de cada uno
también en el mundo antiguo, la forma específica de de los elementos del relato, los cuales no deben ser
la parábola se encuentra solamente en los evangelios interpretados uno a uno, sino sencillamente han de
sinópticos y puede relacionarse con tipos análogos leerse como contorno narrativo.
de "historias ilustrativas" del Antiguo Testamento. Evidentemente las parábolas narradas por Jesús
Un examen más atento de las parábolas, inclu- nacen poco a poco de circunstancias precisas en las
so en el aspecto de su estructura literaria, nos hace que Él se encuentra y de las cuales saca la enseñanza
comprender mejor su función con respecto a lo que expresada por las parábolas: como lo hemos señalado
quieren significar. En general una parábola es una antes, aquí Jesús quiere profesar su firme confianza
comparación muy amplia, que se desarrolla a la mane - en el crecimiento y en los frutos sobreabundantes del
ra de un relato, que normalmente reproduce hechos reino, a pesar de las resistencias gravísimas que tratan
o episodios de la vida humana cotidiana, cuya fina- de sofocarlo.
lidad es la de ilustrar verdades de carácter religioso y v. 3: salió un sembrador: la imagen del sem-
moral. En la literatura clásica este género de relatos brador ya se hallaba presente en autores clásicos
asume con frecuencia el nombre de "fábula", por antiguos; el aspecto original de esta reelaboración
cuanto tiene referencia al mundo animal. por parte de Jesús está en el fuerte acento sobre
La comprensión del mensaje contenido en estos el fracaso de la siembra, para hacer resaltar de
relatos no es tan inmediata para todos, no tanto un modo impresionante el fruto, paradójicamente
porque sea particularmente difícil desde el punto abundante, que deriva.
de vista conceptual o porque sea oscurecido por las v. 4: una parte cayó a lo largo del camino: los
imágenes de la parábola, sino más bien porque se campesinos de Palestina solían sembrar sobre toda la
requiere determinadas disposiciones de ánimo para extensión del campo antes de arar: por consiguiente,
comprender su mensaje que concierne en opciones una parte de la semilla caía sobre los senderos o
fundamentales de la vida. Precisamente por eso en sobre los terrones cubiertos por zarzas y piedras, que
los w. 10-20, que siguen al relato de la parábola del al arar volvían a ser una superficie cultivada.
sembrador, se habla del "misterio" revelado por v. 8: unas produjeron treinta, otras sesenta, otras
las parábolas. Notemos que en hebreo el término ciento: aquí está ciertamente el punto focal de la pará-
correspondiente a "parábola" significa como si fuera
bola, que, como otras parábolas de Marcos, sobre
una alegoría, que por cierto es muy semejante a la
todo en este capítulo, contrapone la dificultad de los
parábola en cuanto a la forma que es la de un relato.
comienzos y del desarrollo con el triunfo del éxito:
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
APLICACIÓN A LA VIDA
Experiencia de lo indetenible
Debe haberles sucedido a todos, en la edad en que uno se asombra realmente, de
haber visto con miedo un grande incendio, o de haber temblado frente a un río que se
desborda.
Nos han dado la impresión de lo que no se puede detener: las llamas que lo devoran todo:
casas, árboles, campos; o bien el agua que arrebata la vida y apaga inclusive el fuego.
Cuando uno es adulto pasa por la experiencia con menos asombro de muchas otras cosas.
Pero el común denominador de lo que no se puede detener, corre el riesgo de ser el
mal. Se comprueba que lo que no se puede detener es el aumento de los precios, el costo
de vida, el impulso hacia la inflación; lo que no se puede detener es la contaminación
y el estrés de quien trabaja fuera de casa, así como de quien está ocupado en casa; se
pasa por la prueba dolorosa de enfermedades implacables como el cáncer, que siguen
su proceso y truncan una existencia joven o se llevan a un padre de familia. ¡Y uno se
vuelve pesimista! Es la "constatación" ineludible de que las cosas "empeoran": en los
periódicos se intensifican las noticias de secuestros de personas; se vuelve cada vez más
peligroso vivir; es difícil encontrar un trabajo o tener un puesto asegurado; las iglesias, se
dice, están siempre más desiertas; ¡la honestidad y la justicia desaparecen! Se propagan
en cambio... ¿No nos viene la sospecha de que se propaga el reino de Dios? ¿Que él
"irrumpe" (1,14) de un modo invencible?
¿No nos sorprende tal vez la idea, o mejor, no experimentamos que la palabra de
Dios, aquella semilla a la que se aplica la parábola, a pesar de todas las dificultades y los
obstáculos, produce fruto?
Tal vez entonces somos ciegos y sordos, para usar las expresiones del evangelio;
nosotros estamos en el camino de la conversión, no pertenecemos a la familia de Dios,
aunque tenemos tareas muy precisas en la Iglesia. Y entonces todo lo que se diga acerca
de Dios, que es ante todo Jesucristo, pero es también la historia del hombre en sus hechos
y en sus sufrimientos, se convierte en parábola, enigma y rompecabezas incomprensible
(todo lo sugerirá el pasaje siguiente). Ciertamente muchas cosas tienden a lanzarnos por
esta pendiente desesperada: la ciudad-desierto, los cielos grises, la ausencia de árboles,
los ritmos frenéticos, la desolación de la violencia... Corremos el riesgo de apagar la capa-
cidad de captar el sentido más profundo, poético y vital de la realidad. Pero por mo-
mentos, tal vez en situaciones decisivas, se rasga el velo, y con los ojos de una esperanza
lúcida se descifra el mundo y de allí nace un mensaje.
REFLEXIÓN DE FE
Presagios favorables
¡Cuan arduo es el camino del hombre! En una primera mirada, él no puede sustraerse
al pesimismo, y corre elriesgode anidarse en él casi hasta la angustia. Y el asfalto plano
de la calle, que me sustrae a mí mismo (v. 4), la aspereza (v. 5) y la sequedad del camino,
tiende a secar cada cosa (v. 6). Tribulaciones y espinas están en mi derredor (v. 7).
Pero ¿es éste el sentido último y verdadero de las cosas? ¿Puede existir una mirada
que no recoja su provocación, que no confíe en su testimonio de contradicción? ¡Pero sin
evadirlas ni trasformarlas ni hacerlas objeto de superstición!
Es mi fe, oh Señor, que debe probarse en la respuesta. Porque yo sé que tú estás
aquí con tu reino (1, 15). Quiero estar con aquellos que tienen oídos para oír (v. 9),
presagiando la buena tierra y recibiéndola con la esperanza de sus frutos. Ella no falta
tampoco en mí. Quiero presentar un corazón que sea bueno en tu presencia, y anteponer
eso a la visión más "realista", pero en verdad más superficial, de un mundo que carece
de tu cercanía y de tu amor.
10. Cuando quedó a solas, los que lo seguían a una con los Doce le preguntaban
sobre las parábolas.
11. Él les dijo: "A ustedes se les ha dado el misterio del reino de Dios, pero a los que
están fuera todo se les presenta en parábolas,
12. para que por mucho que miren no vean, por mucho que oigan no entiendan, no
sea que se conviertan y se les perdone.
v. 10: los que ¡o seguían a una con los Doce: más final de la historia del mundo: se tratará de la salva-
exactamente deberíamos traducir: "los que estaban ción o de la condenación de los hombres.
en su derredor con los doce"; en efecto, en 3, 21, "los En los evangelios el término "misterio" se en-
suyos" indica los parientes que habían ido a buscarlo; cuentra solamente en estos tres pasajes paralelos de
aquí en cambio, son los discípulos a los cuales Marcos, los sinópticos, con referencia al misterio del reino
de un modo más bien forzado, a diferencia de Mateo que no se define pero, en el conjunto del evangelio
y Lucas, añade también los doce. se expresa en la misma persona de Jesús, reconocible
v. 11: el misterio del reino de Dios: la palabra sólo por medio de una revelación. En san Pablo
"misterio", de etimología incierta (parece que deriva encontramos un amplio desarrollo teológico de este
del verbo griego que significa "cerrar la boca"), tiene término. El significa ante todo el plan y la decisión
un uso muy amplio en el mundo greco-romano, de Dios de salvar a los hombres mediante la muerte
para designar varias formas deritosreligiosos. de Cristo, primogénito de los resucitados: designio
En el Antiguo Testamento el término griego divino oculto durante siglos, manifestado luego a
indica, por lo general, "cosa secreta" y en particular los profetas y a los discípulos de Jesús, a los cuales
el plan o la decisión del rey. se les ha confiado la misión de anunciarlo a todas las
En los textos de Qumran designa los proyectos naciones, para que todos, judíos y paganos, puedan
llegar a ser partícipes del mismo cuerpo.
y las decisiones de Dios que conciernen al período
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
Aceptar su juego
La característica de Jesús, maestro del hombre, es que Él no enseña nunca una verdad
extraña a sí mismo: Él me enseña "su propia persona", hace consistir la verdad en las
riquezas y en el sufrimiento de su vida. El hombre a menudo quisiera encontrar a Cristo
en un terreno "neutro" para hacerse dar pruebas de verdades para discutir. Quisiera
alcanzar la verdad de una manera presumida; hacer de ella un objeto de conquista per-
sonal, adaptándola a sí mismo, como se hace con un vestido bien medido y tal vez
elegante: de todos modos, hacer que Cristo baje a su terreno. Jesús, en las parábolas, en
cambio comienza a hacerme desalojar. Toma la iniciativa con un relato vivo, al cual tengo
que abrirme. Tengo que salir a su encuentro y confiar en sus parábolas. Aceptar su juego
son sólo en cuanto a las cosas que tendrá que decirme y que sólo Él posee ("En verdad,
en verdad te digo, nosotros hablamos de lo que sabemos y damos testimonio de lo que
hemos visto... Jn 3, 11"), sino también en la manera con la cual quiere expresarlas. Es,
para dar un ejemplo casi trivial, como cuando alguien propone un relato ingenioso. Él
debe ser aceptado junto con el relato que expone, con elriesgoque todo caiga.
Por eso, si no acojo la palabra demuestro que tengo un corazón endurecido hacia Jesús
que me la propone de un modo íntimo y prudente: yo escucho, pero no comprendo; miro,
pero no veo. Tengo dificultad en aceptar una verdad tan personalizada, que se identifica
con el que la dice. Quiero solamente una verdad fría y calculada, como signo frío de la
era actual. Es necesario desenganchar esa verdad de Jesús, de la cual es indispensable
defenderse... no acepto que Él al decir la palabra, acabe por decir su misma persona.
En este aspecto, cada palabra de Jesús pertenece al género de las parábolas: en ellas
veo, por encima del contenido, una presencia que me concierne muy de cerca, y que no
acaba nunca de asombrarme.
v. 14: el sembrador siembra la palabra: como Esta concepción del diablo en la Biblia se en-
ya lo hemos señalado al comentar 1, 45, el término marca en el tema más amplio acerca de los demonios
"palabra" (logos), en el uso común de la iglesia de que, tal como ha llegado hasta nosotros, en sus
los orígenes, indica el evangelio y su predicación (cf. rasgos fundamentales se remonta a las mitologías
Hch 6, 4; 8, 4; lTs2,13; Ga 6, 6; Col4, 3; etc.). de la antigua Mesopotamia. Los males de la vida se
v. 15: Aquí el terreno representa a los hombres, atribuían al mal influjo de los demonios, cuya
la semilla la palabra: es la aplicación más inmediata. malicia podía ser frenada por los brujos. Se admitía
también la existencia de espíritus buenos, que eran
Viene Satanás: ampliando los pocos datos a
invocados para arrojar los demonios malos. En el
propósito de 1, 13 y 3, 22, añadimos alguna explica-
pueblo hebreo, donde no se admitía la magia, esta
ción ulterior. La Biblia griega de los Setenta traduce
concepción acerca de los demonios nunca tuvo una
con frecuencia la palabra hebrea "Satanás" con "dia-
difusión amplia: se encuentran huellas de ella en el
bolos", que significa "acusador" (en una corte penal)
lenguaje popular, al hablar de los dioses extranjeros
o "calumniador". En el Nuevo Testamento Satanás y
o de los peligros que amenazan al hombre (cf. Sal
diablo se usan indiferentemente. En la mayor parte
91, 5-6), y contra ellos Yahvé protege a sus fieles.
de los pasajes del Antiguo Testamento, el término
Satanás adquiere el sentido metafórico de "adversa- La creencia en los demonios se reaviva en
rio": a veces se trata de adversarios suscitados por el judaismo que sirve como contexto del Nuevo
Yahvé mismo para castigar a los pecadores. Testamento. El origen de los demonios se explica
Sobre todo en el libro de Job, Satanás aparece acudiendo a algunos pasajes bíblicos, como está
como el acusador celestial, casi un agente de Yahvé, documentado en los libros apócrifos, según los cua-
cuya función es poner a prueba la virtud de los les los demonios se describen como ángeles decaí-
hombres. dos o como los hijos de Dios que se casaron con las
hijas de los hombres (cf. Gn 6, 1-4).
En la literatura apócrifa la obra de Satanás, como
príncipe de los espíritus malignos, viene a ser acción En el Nuevo Testamento la presencia de los de-
maliciosa, por cuya envidia la muerte entró en el mun- monios prácticamente se limita a los casos de pose-
do. En el Nuevo Testamento nos la presenta siempre sión diabólica; los demonios con frecuencia se llaman
en este aspecto. Él se atreve a tentar incluso a Jesús, espíritus, a veces se definen también como "impuros".
que, sin embargo, lo vence definitivamente, al soltar Se les llama también ángeles de Satanás, y para ellos
las cadenas con las cuales él mantenía esclavos a los está preparado el fuego eterno. De la concepción
hombres; la lucha de Jesús contra Satanás constituye del reino demoníaco, típica del judaismo, derivan
uno de los temas fundamentales de los evangelios. términos como "principados", "potencias", "potesta-
des", que se encuentran en las cartas de san Pablo: se
Los hijos del diablo son aquellos que no
trata de una jerarquía de dominadores de las tinieblas,
practican la justicia y no aman a sus hermanos.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
Las dificultades de la fe
A primera vista, esta parábola parece totalmente diferente de la parábola anterior, de
la cual debería ser la explicación: allá Jesús apuntaba su mirada llena de esperanza hacia
la certeza del gran resultado final; aquí, en cambio, se detiene en forma prolija sobre los
varios tipos de terreno infecundo, y los interpela de un modo alegórico.
Alguien la ha llamado la "parábola del buen terreno", y da una interpretación moralista.
Las cosas en realidad son así: en este texto nos encontramos frente a una aplicación
precisa de la parábola, que Jesús ha narrado, a la situación concreta de la iglesia para la
cual Marcos escribe su evangelio. En otras palabras, a la luz de la parábola, que Jesús
había narrado para exponer el misterio de su vida llena de dificultades, pero también llena
de fe y de esperanza, la comunidad examina con los ojos abiertos las propias dificultades,
las que encuentra al recorrer el mismo camino de fe y de esperanza. Se trata de un ejemplo
magnífico de aplicación de la enseñanza que Jesús nos ha dado en su vida: su palabra incide
de un modo decisivo en la vida vivida del que sabe "escuchar" (cf. 4,3).
El sembrador es Jesucristo, y la semilla es su palabra (v. 14), que llega hasta nosotros
a través de la voz del evangelio. El problema consiste en identificar todo aquello que
en nuestra comunidad impide la fe y la esperanza en esa palabra, las dificultades y
resistencias que ella encuentra y debe superar. Éste es el problema vital de la comunidad:
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
v. 21: Acaso se trae la lámpara: literalmente el v. 24: Las últimas palabras de este versículo
texto griego dice: "Acaso viene la lámpara" y, nos hace nos ofrecen el modo de entender el significado de
comprender con mayor claridad el significado bíblico las anteriores que forman una frase aparte, toda
de la palabra de Jesús que, como luz, ha venido para ella centrada en la imagen de la "medida": es decir,
iluminar no para ser olvidado y arrinconado. De esta a quien reconoce el alcance de la palabra de Jesús
manera nacen las dos imágenes del recipiente (del y la acoge, se le promete un conocimiento y una
celemín), que se usaba para extinguir la lámpara con experiencia cada vez más amplia del don de Dios; el
el fin de evitar que produjera humo, y la del lecho que secierraaeste anuncio (el que no se deja "medir"
(que sustituye tal vez la más originaria de "cubo"), por él), será cada vez más incapaz de captarlo y de
debajo del cual se podía ocultar la luz. comprenderlo. Así se explica también el versículo
v. 22: Este "dicho" de Jesús indicaba, origina- sucesivo, que aparentemente es paradójico.
riamente, tal vez una referencia al día del juicio v. 25: Tal vez, originariamente, esta frase era
final de Dios: aquí en el contexto de Marcos, un proverbio popular ("el rico se volverá siempre
en cambio, la frase refiere al momento de la más rico y el pobre siempre será más pobre"), que
proclamación del evangelio a todo el mundo. Jesús o la comunidad ha retomado, dándole un
significado nuevo.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
26. Les decía también: "El Reino de Dios es como un hombre que echa el grano en
la tierra;
27. duerma o se levante, de noche o de día, el grano brota y crece, sin que él sepa
cómo.
28. La tierra por sí misma da el fruto; primero la hierba, luego la espiga, después el
trigo abundante en la espiga.
29. Y cuando el fruto lo admite, en seguida se le mete la hoz, porque ha llegado la
siega".
v. 26: Notemos la construcción particular v. 29: Cita el profeta Joel (4,13), que se refiere
de esta frase, que con mayor presición se puede al juicio final de Dios,
traducir así: "sucede con el reino de Dios, como
con un hombre que...".
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
La parábola de la paciencia
También ésta es una parábola del contraste en el cual se contrapone la siega, es
decir, la llegada del reino de Dios, y la inactividad del agricultor, es decir, del hombre.
Porque el reino de Dios es como la semilla que crece pos sí sola, sin que el hombre pueda
intervenir en nada.
ACTUALIZACIÓN
La fuerza de la semilla
Una concepción individualista de la historia, en la cual todo es fruto de la libertad y
de la fantasía creadora de cada ser humano, no satisface. En ella falta una visión global
y total; todo se reduce tan sólo a un choque caótico y desordenado de cada una de las
libertades. También las diferentes visiones globales de la historia que se dan hoy (por
ejemplo el marxismo, el evolucionismo, la confianza absoluta en el progreso y en la
razón técnica), se presentan como la actuación de una potencialidad originaria, en la
cual el hombre está más o menos orientado de un modo determinista. Basta pensar en la
manipulación, en la administración y en la esclavitud del hombre en la técnica. Sólo en la
fe de un futuro cualitativamente bueno y no deducible la historia adquiere sentido, sale
de sus propios problemas y recibe unafinalidadque le da fundamento y significado. La
historia de este modo está así bajo la promesa de Dios, que es fiel.
Pero la promesa de Dios es como una semilla arrojada en el surco de la historia: en conse-
cuencia es Cristo resucitado, que obra desde ahora en el mundo. Él es la semilla, que brota
por sí sola y que crece secretamente, de un modo espontáneo y por virtud propia, viviendo
y obrando en las diferentes libertades humanas y a pesar de ellas. Él es una fuerza vital
interior, que transforma al individuo y la sociedad porque es la potencia de Dios que libera
al hombre, haciéndolo capaz de obrar y de ser paciente a la espera del futuro de Dios.
Esta semilla lleva en sí el principio del desarrollo y del crecimiento. Por tanto, el reino
de Dios se realiza gradualmente y de un modo parcial ya en este mundo.
La fuerza secreta de la semilla llevará la historia a la plena realización del reino de
Dios. Por consiguiente, éste puede compararse con la cosecha y con la mies madura. Es
la semilla, pero al llegar al término de su desarrollo, cuando "Dios sea todo en nosotros"
(1 Co 15, 28) y la mies sea reunida en los graneros del cielo. "Como descienden la lluvia y
la nieve de los cielos y no vuelven allá, sino que empapan la tierra, la fecundan y la hacen
germinar, para que dé simiente al sembrador y pan para comer, así será mi palabra, la que
salga de mi boca, que no tornará a mí de vacío, sin que haya realizado lo que me plugo y
haya cumplido aquello a que la envié" (h 55,10-11). El Señor lo ha dicho. Y así es. -
REFLEXIÓN DE FE
La imagen del grano de mostaza, que, más allá de toda previsión, se desarrolla pa
vertirse en un arbusto grande, es introducida aquí al final de la sección de las parábo
reino, para subrayar que el desarrollo prodigioso del reino por obra de Dios (cf. pa
anteriores) no se puede medir según nuestros acostumbrados criterios de grandeza
evolución de la historia humana: sólo alfinalse comprobará su florecimiento maravill
está tan fuera de nuestros esquemas mentales, que el evangelista, aunque ya haya expli
mensaje con algunas parábolas, agrega todavía otra, para recalcar la insistencia co
fesús mismo debe haber vuelto a tratar este tema.
En Palestina era casi proverbial la pequenez de la semilla de mostaza, tanto que
tradición primitiva de esta parábola, a la cual se refiere Lucas (13, 18-19), no hacía re
explícita. Cuando la predicación del evangelio se extendió fuera del mundo palestino,
importante insistir en el contraste entre la pequenez de la semilla y el tamaño gran
arbusto.
Probablemente Jesús, al narrar esta parábola, pensaba en la relación entre los co
humildes del reino y su crecimiento en medio de los hombres mientras luego la comu
en ella la relación entre su crecimiento progresivo, oculto al interior de la historia hum
manifestación clara alfinalde los tiempos, con la convicción de que tanto el proceso d
como el resultadofinales obra de Dios (cf. la unión que hace Mateo de esta parábola
levadura, que hace fermentar toda la masa). La referencia al Antiguo Testamento tiend
que la realizaciónfinaldel rano involucrará a todos los pueblos de la tierra, como lo
expresamente Jesús (cf. 13, 10). Los w. 33 s., que cierran la sección de las parábolas, c
Jesús acudía ampliamente a este modo de hablar, y que la comprensión de los oyentes e
según como ellos estaban cerca de Jesús, para asimilar sus opciones fundamentales de
30. Les decía también: "¿Con qué compararemos el reino de Dios o con qué
parábola lo expondremos?
31. Es como un grano de mostaza que, cuando se siembra en la tierra, es más
pequeña que cualquier semilla que se siembra en la tierra;
32. pero una vez sembrada, crece y se hace mayor que todos los vegetales y echa
ramas tan grandes que las aves del cielo anidan a su sombra".
33. Y les anunciaba la Palabra con muchas parábolas como éstas, según podían
comprenderla;
34. no les hablaba sin parábolas; a sus propios discípulos se lo explicaba todo en
privado.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
Certeza confiada
También los w. 30-32 nos presentan una parábola de contraste, en la cual se contra-
pone la pequenez del granito de mostaza, "más pequeña que cualquier semilla que se
siembra en la tierra" (v. 31) y el tamaño del árbol que, en poco tiempo,, se produce (v. 32).
El reino de Dios se compara con el grande árbol final, donde se reúnen y buscan abrigo
las aves, símbolo precisamente del reino del Mesías, que congregará a la gente dispersa
en un pueblo único. La parábola, en boca de Jesús, es también, como las anteriores,
expresión de una certeza confiada en la promesa de Dios. Es verdad que su anuncio del
reino ha tenido poco éxito, los jefes de su pueblo lo han condenado (cf. 3, 6) y el grupo
de los que están a su alrededor es una pequeña entidad sin importancia. Sin embargo,
este pequeño comienzo se compara con "la más pequeña de todas las semillas" de la cual
nacerá el grande árbol, es decir, el reino que abarca todos los pueblos, según la profecía
de Ez 17, 23. La experiencia misionera de la comunidad de Marcos ve incluso este reino
que se extiende hasta abarcar a todos los pueblos, como el árbol del que se habla en Dn
4,17-19 y Ez 31, 3-9.
Esta parábola, que habla del crecimiento del reino de Dios, está ligada estrechamente
con la anterior; sólo que, en lugar de subrayar la espontaneidad del crecimiento contrapuesta
a la inactividad del agricultor, pone en evidencia el tamaño grande del árbol ya crecido
en contraposición con la pequeña semilla. Por este motivo, en Mateo ella va unida a la
parábola, de la levadura {Mt 13, 33), que expresa tanto la pequenez y el crecimiento
espontáneo, como el tamaño del resultado ("fermenta toda la masa").
Es grande la enseñanza del evangelio que se nos propone en estas parábolas: en
medio de las dificultades (vv. 4-9), de las pruebas (13-20), del ocultamiento (21 -25), de
la inactividad aparente (26-29), vemos el reino de Dios que llega, así como en la pequeña
semilla está la certeza del grande árbol (30-32).
ACTUALIZACIÓN
Pequenez y grandeza
El reino de Dios es una realidad inmensa y misteriosa, con dimensiones cósmicas y
universales. Es el grande árbol final, que se extiende hasta abarcar a todos los pueblos y
debajo del cual se congregan todos los hombres. Por lo tanto, el hombre, en su aventura
histórica, es guiado por una palabra y es sostenido por un amor. La palabra es liberadora
y creadora; el amor es principio de vida. Una realidad benigna envuelve todas las cosas:
tiene brazos tan amplios y produce tanta sombra, que en ella todas las cosas encuentran su
refugio. Y toda la historia camina hacia la realización última y definitiva, de la cual nacerá
"nuevos cielos y una tierra nueva, en los que habite la justicia" (2P 3,13). Esta es una visión
grandiosa, que trae a la mente la inmensidad del mar en el cual confluyen todos los ríos, o la
vastedad de la bóveda del cielo que lo recubre todo. Pero el reino de Dios en su fase final, es
decir, la realización definitiva de la historia, tiene unos comienzos y unos indicios, que son
las anticipaciones históricas, las cuales hacen presagiar la realidad final y dan la posibilidad
de esperarla y de prepararla. Por eso existen cosas pequeñas que son indicios de cosas grandes
mientras existan cosas grandes que no tienen futuro y están muriendo. Es otro estilo de
grandeza, que los hombres del poder y del capital llaman pobreza, porque no es arrogancia ni
prepotencia. Así, el contraste entre la pequenez de la semilla y el tamaño grande de la planta
no es para indicar la Iglesia que extiende su dominio sobre todo el mundo.
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
El árbol nuevo
Aquellos a los que se les ha dado el misterio del reino (v. 11), comparten las perspec-
tivas de Cristo. De una pequeña semilla nace un arbusto grande: la cosa pequeña y humil-
de puede ocultar un destino de gloria, si se capta su valor. Hasta aquí logramos intuir.
Pero también somos capaces de reducir la potencia de la pequeña semilla, haciendo de
ella una pequeña parábola campestre. Son cosas no desprovistas de gracia ni de verdad,
que pueden permanecidas adheridas a lo externo, como los pañuelos o camisas con
letreros.
Tratemos de invertir la situación y miremos el árbol. Preguntémonos ante todo si queda-
mos sorprendidos y asombrados, como Jesús que nos lo describe. Él acoge generaciones
enteras de pequeños y libres hijos de la luz, que.hienden los aires y los dominan. Es vivo y
misterioso. Domina el huerto, produce sombra, descanso profundo como el horizonte. Está
más allá de la sed de un tiempo deseoso de devorarnos y de arder con perjuicio nuestro, pero
está también dentro de nuestro tiempo. Es celestial, pero estable sobre la tierra, en la cual
hunde sus raíces desconocidas y poderosas. No se puede desarraigar, pero es fuente de todos
nuestros recorridos. Este árbol nuevo es lo opuesto del árbol del paraíso terrenal, que hablaba
de tentación: en efecto, éste nos habla de esperanza. Es necesario creer en su calidad y verlo
realizado en medio del mundo por la presencia de Cristo (cf. 1,15).
Pero ¿dónde y cómo está ya aquí? ¿En la ciudad del hombre, desierta, sin ningún
árbol? ¿La esperanza es ilusión? No, pero se requieren criterios de reconocimiento, méto-
dos de búsqueda. El empirismo espiritual no sabe indicarlo. Necesitamos una espiritua-
lidad, una genialidad: precisamente la del reino.
No es pequeño porque es agradable y gracioso. Es lo divino en su inmensa sencillez.
Luz deslumbrante, plenitud del don, riqueza infinita, pero totalmente diferente. Es una
riqueza no como la concibe el hombre carnal -acumulación arrogante, impía, desagra-
dable de un conjunto de bienes-, sino la grandeza del creador, que está sobre las pajas
del pesebre y en el madero de la cruz, pasando a través de la humildad del anuncio
evangélico, que también por eso se hace en parábolas (vv. 33s.), sin ser excluido de su
gloria sino por los presumidos.
Vemos en este trozo una relación entre la sección de las parábolas y el capítulo siguien
nos presenta otra serie de milagros. También aquí Jesús está en la barca como al comien
capítulo, cuando, mientras estaba en la barca, narró la parábola del sembrador. Y precisa
porque los discípulos no habían comprendido el mensaje de las parábolas, ahora, en la
pestad que se desencadena sobre el lago, no logran comprender lo que significa la presen
Jesús en medio de ellos, aunque Jesús no hace nada (porque "duerme"), precisamente c
sucede a quien no percibe el significado de la semilla oculta en un campo.
Este milagro, en el cual Jesús domina las fuerzas de las olas que corren el riesgo de s
gir la barca, introduce la narración de dos curaciones y déla resurrección de la hija de J
en estos hechos Jesús manda a los demonios y se muestra como Señor de la vida. El núc
del pasaje es una provocación explícita de fe de parte de Jesús: es una fe como capacida
reconocerlo a El y valentía para confiar en Él, incluso cuando parece que ya no hay esc
toria; es una fe como confianza en el Dios de Jesús, más que en su poder taumatúrgico.
La intención principal del milagro, en efecto, es la de suscitar en los discípulos el inter
acerca de la realidad de lapersona de Jesús, así como la intención del relato que hace el eva
es la de estimular a cada lector a plantearse el mismo interrogante: "¿Quién es éste?".
35. Aquel mismo día, al atardecer, les dijo: "Pasemos a la otra orilla".
36. Despiden a la gente y le llevan en la barca, como estaba; e iban otras barcas con Él.
37. Se levantó entonces una fuerte borrasca y las olas saltaban por encima de la
barca, de suerte que estaba a punto de llenarse.
38. Y Jesús estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Ellos lo despertaron y le
dijeron: "Maestro, ¿no te importa que perezcamos?".
39. El se levantó, increpó al viento y dijo al mar: "¡Calla, enmudece!". El viento se
calmó y sobrevino una gran bonanza.
40. Y les dijo: "¿Por qué están con tanto miedo? ¿Cómo no tienen fe?".
41. Ellos se llenaron de gran temor y se decían unos a otros: "¿Quién es éste que
hasta el viento y el mar le obedecen?".
v. 35: al atardecer: como ya lo hemos anotado en la sección de las parábolas, podríamos decir "la
otra parte (cf. 1, 32), estas indicaciones cronológicas jornada de las parábolas", se pasa a otra sección.
en el evangelio de Marcos tienen un significado v. 36: iban otras barcas con El: esta frase parece
particular, por cuanto marcan el paso de una serie un residuo de un estadio anterior en la formación de
de trozos unidos entre sí a otra serie: así, terminada este relato; en el texto tal como suena ahora, estas
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
El miedo y la confianza
La angustia es un miedo general frente a una realidad imprecisa que amenaza, que hace
imposible toda esperanza. Con frecuencia estamos angustiados. Frente a las dificultades
La contrariedad no es obligatoria
Nosotros estamos más acostumbrados a emitir noticieros meteorológicos que
boletines acerca de nuestra salud. O, en términos más transparentes, formulamos acusa-
ciones de tal modo que tenemos siempre pronta una auto justificación.
En realidad la comunidad primitiva advierte las dificultades que le preocupan:
¡viento, agua, borrasca! Pero confiesa sobre todo su miedo que agiganta las dificultades,
y la debilidad de su fe que falla en su salto cualitativo de descubrirlo a él, despierto y
vigilante, en el sueño.
Nosotros, en cambio, por una costumbre desafortunada, seguimos quejándonos
de los tiempos y de las situaciones; nunca estamos conformes con el agua y siempre
tenemos algo que decir acerca de los vientos; expresamos acusaciones y quejas, como si
tuviéramos el carisma de la maledicencia, del pesimismo y del miedo. Hemos criticado
todo viraje, todo reajuste social y toda revolución: la evolución normal y providencial
de la humanidad, su modo nuevo de autocomprenderse, se viven como un ciclón y un
desconcierto, si no es como un ataque traicionero.
Pero ¿por qué nos preguntamos si está aquí exactamente el punto central del asunto?
Y si El se levantara y dijera: "Estamos de acuerdo: ¡el viento y el agua! Pero, en cuanto
a la fe, ¿cómo estamos? ...". Pero Él, que desplaza la atención desde el exterior hasta el
interior, El también es cuestionado: ¡duerme y está ausente!
Al menos el hebreo piadoso se percataba de que la pregunta maligna: " ¿Dónde está
tu Dios?", se la hacían otros.
Por otra parte viene también la sospecha de que se aborda solamente la superficie de
la cuestión y que se busquen pretextos para nuestra contrariedad.
Nosotros en el fondo nos quejamos de que no se realiza esa presencia que nosotros
queremos: nos ha enseñado mucho el "Dios escondido" del Antiguo Testamento y nos
hemos desembarazado aprisa del antiguo precepto de no construirnos una imagen de
Dios.
El sueño, el silencio o la ausencia de Dios, suscita en nosotros miedo y contrariedad,
más que provocación y una saludable petición de fe: ¡toca dolorosamente la reflexión de
los teólogos, de los sociólogos de la religión y las preocupaciones de los pastores de almas,
toda comunidad y todo el que perciba la exigencia de la fe! Es drama para quien siente, en
la fatiga y en el compromiso de la existencia, del trabajo, de la familia, de la educación de
los hijos o del entendimiento con el cónyuge... la decadencia de esquemas religiosos.
El eclipse de un Dios que "estaba allí" y "veía" muy despierto, aunque algo entro-
metido y estorboso, nos resulta incómodo. No es exacto pensar la situación en términos
de añoranza, de nostalgia; pero ciertamente se asemeja mucho al malestar de la "pérdida
del objeto amado" y tranquilizador. ¿Ha desaparecido, tal vez, sin un mínimo aviso de
un regreso próximo?
No se agota el problema, y no es totalmente justo responder diciendo que el hombre
toma conciencia de la propia capacidad, de su autonomía y responsabilidad con respecto
al mundo. Es también imperfecto decir que, si Dios calla, es porque las cosas nos han
alejado de Él, o nosotros mismos nos hemos alejado, perdiendo el sentido de la conexión
REFLEXIÓN DE FE
El sueño de la fe
Así como después de la primera parábola del c. 4, la de la semilla, Marcos nos da 1;
explicación que Jesús transmitió, así al final del mismo capítulo hay una explicaciór
general de las parábolas en el episodio de la tempestad calmada.
La tierra es aparentemente estéril e infructuosa antes que brote la planta, pero el
agricultor lee allí la presencia escondida, activa y poderosa de la semilla que ha sembrado.
Ya ve la mies madura allí donde el ojo común sólo ve la campiña vacía (w. 26ss.). Es la
fe la que se percata del reino que se halla presente más allá de la esterilidad aparente, y
vive con la certeza de la mies. Además esta semilla de la palabra parece insignificante,
pero tiene la fuerza del granito de mostaza; es imperceptible mientras su árbol crece en
la esperanza (vv. 30ss.). La realidad, la fuerza del reino de Dios, que ya está cerca de
nosotros (cf. 1, 15), desmienten una primera mirada superficial a la tierra. Mientras con
los ojos de la carne vemos solamente los reinos de la tierra y sus modelos, escuchamos las
conversaciones que se tienen allí y damos por cierta la verdad mundana y mutable que
allí se propone, con los ojos de la fe vemos otro reino, el de Dios, no menos presente, pero
diferente e insospechado. Sus características son la vitalidad y la modestia, en lugar de la
realidad monumental muerta de los reinos de la tierra destinados a derrumbarse (cf. Dn
2, 28ss.). Así la fe conoce más allá de la apanencia y se alegra en la esperanza, que ya es
presencia.
Pero precisamente acerca de esta fe somos interrogados aquí, junto con los apóstoles.
La semilla de trigo, oculto bajo la tierra, la pequenez de la mostaza, está aquí, en Jesús
que duerme. El mundo, con sus oleadas, entre tanto nos arrastra. Podríamos tener la
tentación de ponernos a salvo saltando de la barca del Señor. Pero Jesús que duerme está
presente y su sueño es sólo porque nosotros no sabemos que Él está con nosotros. Cuando
Él se despierta para los que estamos en la barca, su palabra es un reproche: "¿Cómo no
tienen fe?". ¡Sí, Jesús, lo confesamos, todavía no tenemos fe! Solamente tenemos aquella
fe un poco teórica, que es objeto de discusiones y precisiones abstractas. Tenemos la que
hay que ejercitar sobre tierra firme y segura y garantizada contra toda contradicción y
tempestad. Nos falta la fe en el reino de Dios, presente entre los reinos tumultuosos del
hombre.
El c. 5, que en su relato se conecta con el último episodio del capítulo anterior, presenta
una estructura insólita en Marcos: dos relatos extensos, de los cuales cada uno consta de dos
episodios colocados el uno en el otro.
Así, en la primera parte del capítulo, leemos un trozo que consta casi de cuatro escenas: el
encuentro de Jesús con el endemoniado que vive en las cavernas; el episodio de los cerdos que
se lanzan al mar; la reacción de la gente; de nuevo el diálogo entre Jesús y el hombre sanado
que pide seguirlo.
El escenario grandioso, en el que se enmarca este trozo, manifiesta la importancia que Marcos
quiso darle a este ulterior choque con Satanás, después del que se ha narrado en 1, 23-28.
El conjunto del relato deja entrever un núcleo originario, compuesto por un episodio de exor-
cismo y de algunos versículos acerca del tema del seguimiento; a este núcleo se ha ido añadiendo
poco a poco otros elementos de origen diferente. La inclusión más amplia es la historia de
los cerdos, que tal vez era una antigua leyenda popular, transmitida con un humorismo
consciente por narradores hebreos, según los cuales los cerdos, prohibidos por su ley, eran la
morada conveniente de los demonios y con razón fueron echados a pique. También a través de
la utilización de estos elementos legendarios y populares, Marcos expone su teología sobre la
huella de la predicación de Pedro.
Una vez más, y siempre con mayor insistencia, el mensaje se centra en la acción sanadora
y liberadora de Jesús a beneficio del hombre, contra el poder maléfico del diablo. Pero, al igual
que en los otros episodios análogos, la intención fundamental del evangelista va más allá, por
cuanto el ápice del relato pone de relieve el reconocimiento de Jesús de parte de las potencias
supraterrenales, y el estupor o incluso el espanto de la gente que se encuentra ante hechos
extraordinarios, que obligan a cuestionar la costumbre normal de vida: la gente prefiere no ser
molestada en su tranquilidad cómoda e interesada.
Pero el que ha tenido experiencia de ser liberado de la esclavitud en la que se hallaba,
siente el compromiso de abrazar la nueva perspectiva del reino de Dios, anunciado por Jesús
con sus obras y sus palabras: a éste se le confía el encargo de proclamar el amor de Dios que se
compromete en la liberación del hombre.
Tal vez Marcos subentiende aquí los comienzos de la misión entre los paganos (como en 21
ss.), ya que la escena se desarrolla en el territorio de la Decápolis, en TransJordania, región
semipagana, distinta de las regiones judías
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
21. Cuando Jesús pasó de nuevo en la barca a la otra orilla, se reunió junto a Él
mucha gente; Él estaba a la orilla del mar.
22. Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al ver a Jesús, cae a sus pies,
23. rogándole con insistencia: "Mi hijita está muriéndose; ven, impon tus manos
sobre ella, para que se salve y viva".
24. Jesús fue con él. Una gran multitud lo seguía y lo empujaba.
25. Y una mujer enferma con una hemorragia desde hacía doce años,
26. que había sufrido mucho con muchos médicos y gastado toda su hacienda'sin
obtener ninguna mejoría, antes, había empeorado,
v. 21: Jesús vuelve a la orilla occidental del v. 22: cae a sus pies: el dolor y la confianza en
Jordán. Laescena es normal en Marcos: se desarrolla que sería escuchado, mueven a Jairo a acudir a Jesús,
a lo largo del mar con mucha gente. La presencia se expresa desde el principio de la escena con este
de la muchedumbre es insistente en este trozo: gesto de reverencia y de súplica.
ella sigue a Jesús en todos sus desplazamientos, v. 23: ven, impon tus manos sobre ella: era el ges-
y manifiesta poco a poco curiosidad, expectativa, to habitual en el mundo hebreo en varias circuns-
devoción, estupor, delante de lo que Jesús hace. tancias solemnes (sacrificios, bendiciones, envíos
Notemos el contraste con la actitud de los gerasenos, a una misión) y también en los antiguos relatos-de
que por miedo le rogaron a Jesús que se alejara de su curaciones. Significaba la comunicación de un poder
región (cf. w. 15 y 17). nuevo que capacita para una tarea particular o que
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Con estos versículos se cierra la tercera sección del evangelio (3,7-6,6a). La anterior
cerraba^ con la reacción de las autoridades religiosas y civiles, que se proponen dar mue
Jesús. Ésta se cierra con un fracaso aún más dramático: Jesús es rechazado también por
conciudadanos y por sus parientes. Lucas añade incluso que querían matarlo (Le 4, 28ss.)
Probablemente el núcleo originario de este pasaje se limita a registrar el hecho de que
había sido rechazado por los suyos. Luego, a lo largo de la tradición, alcanzó un desarr
diferente, como lo vemos por una parte en Mateo y en Marcos y por otra en Lucas. Marc
introduce en él algunos elementos suyos típicos, como el nombrar a los discípulos que s
a Jesús y el brevísimo resumen acerca de su actividad en el v. 5b. En este episodio se pued
originalmente el rechazo del Mesías de parte de Israel, su pueblo.
En el contexto de Marcos, sin embargo, parece que se perfile el rechazo que opone a
unos que creen en él -"su nuevo pueblo "- cuando falta a la fidelidad a sus propuestas y opcio
Es un desarrollo que lleva a su cumplimiento el tema anunciado en 3, 19 (uno de los doc
"luego lo entregó") y desarrollado en 3, 20-35, donde se habla de los familiares de Jesús
vienen a hacerse cargo de El porque lo consideran como que "está fuera de sí" (3, 21). Se
de la ceguera eterna del hombre, aunque esté bien dispuesto hacia la fe, ante el misterio de
que, si es "escándalo" para los judíos, es "locura" para todos los prudentes (cf. lCo 1, 22
1. Marchó de allí y fue a su pueblo acompañado de sus discípulos.
2. El sábado se puso a enseñar en la sinagoga. La multitud, al oírlo, llena de
estupor, decía: "¿De dónde le viene esto? Y ¿qué sabiduría es ésta que le ha sido
dada? ¿Y esos milagros hechos por sus manos?
3. ¿No es éste el carpintero, el hijo de María y hermano de Santiago, José, Judas y
Simón? ¿Y no están sus hermanas aquí entre nosotros?". Y se escandalizaban a
causa de El.
4. A su vez, Jesús les decía: "Un profeta sólo en su patria, entre sus parientes y en
su casa carece de prestigio".
5. Y no pudo hacer allí milagro alguno, a excepción de unos pocos enfermos a
quienes curó imponiéndoles las manos.
6a. se maravillaba de su incredulidad.
v. 2: llena de estupor: cf. 5, 42 para el signifi- v. 3: el carpintero, el hijo de María: es difícil de-
cado del término "estupor" en Marcos. Aquí se mostrar si esta frase es original de Marcos. Muchos
explicitan algunos de los motivos por los cuales la manuscritos, entre ellos algunos de los más impor-
gente quedaba fuertemente maravillada al ver las tantes, dan otro texto: "el hijo del carpintero". Parece
acciones y al escuchar las palabras de Jesús. que tiene más fundamento concluir que está última
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Se abre aquí una nueva sección, la "sección de los panes" (6, 6b-8, 30), que nos lleva
hasta la confesión de Pedro, al punto culminante de la primera parte del evangelio de Mar
También aquí, como al comienzo de las dos secciones anteriores (cf. 1, 16-20 y 3, 13-
habla de los "doce": allí se trataba de la llamada que Jesús les dirigió; ahora se trata d
misión que les confiere, que ya estaba preanunciada en la estrecha relación con su vocaci
3, 14). Después de haberlos elegido para que lo siguieran y estuvieran con El, ahora Jes
envía a predicar en una disponibilidad y pobreza, y nos muestra que el seguimiento impl
también este compromiso.
Admitimos sin más que Jesús mismo repetidas veces envió en misión a sus discípulos.
Por otra parte las modalidades, que en forma aún más detallada se leen en los pasaje
paralelos de Mateo y Lucas, reflejan la actividad misionera sucesiva de los apóstoles,
se fue desarrollando desde el principio cuando se fueron formando las primeras comunid
cristianas. El pasaje de Mateo revela la forma más antigua de estas instrucciones, con
añadidura de algún rasgo típico de Marcos, como elv. 7 yelv. 12 (con la alusión caracterí
a la "conversión"), que constituyen casi como el marco dentro del cual Marcos incluyó la
te que llegaba desde la tradición, que se refería a las instrucciones para los misioneros
sustancia de este pasaje consiste en mostrar cómo en los apóstoles obraba el mismo pod
el cual Jesús obraba prodigios, manifestaciones de la llegada del reino de Dios, y cómo
actividad extraordinaria dirigida a gente necesitada se realizaba en una pobreza impresion
de medios humanos, tal como lo había hecho Jesús, e iba acompañada de una invitac
apremiante a la "conversión".
6b. Y recorría los pueblos del contorno enseñando.
7. Y llamando a los Doce los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los
espíritus inmundos.
8. Les ordenó que, aparte de un bastón, nada tomaran para el camino: ni pan, ni
alforja, ni dinero guardado en la faja;
9. sino: "Calzados con sandalias y no vistan dos túnicas".
10. También les dijo: "Cuando entren en una casa, quédense en ella hasta marchar
de allí.
11. Si algún lugar no los recibe y no los escuchan, márchense de allí sacudiendo el
polvo de la planta de sus pies, en testimonio contra ellos".
12. Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran;
v. 6b: Esta frase sirve como unión redaccional que era muy apreciada entre los hebreos; llevarán el
entre este pasaje y el anterior; siguiendo la mayor bastón y las sandalias.
parte de los intérpretes, colocamos el episodio de La alusión al bastón sobreentiende la tradición
la misión en el período durante el cual Jesús fue veterotestamentaria de la vara milagrosa de Moisés,
peregrinando por las aldeas de Galilea. que abrió paso a través del Mar Rojo e hizo brotar
v. 7: los doce: cf. la nota a 3, 14. agua de la roca (cf. Ex 14 y 17). En los pies calzarán
De dos en dos: el ir de a dos a una misión era las sandalias, para poder recorrer el largo camino
una costumbre hebrea (como se deduce también de que les espera.
Le 7,13;/nl, 37; y de los Hechos de los Apóstoles). v. 11: sacudiendo el polvo de la planta de sus
Detrás de esta costumbre puede existir la tradición pies: era un gesto casi proverbial que era habitual
hebrea según la cual se requerían dos testigos, para entre los hebreos, cuando de regiones paganas
que su testimonio fuera jurídicamente válido. regresaban a su tierra, para significar que dejaban
Dándoles poder sobre los espíritus inmundos: Jesús atrás de sí lo que era impuro.
hace partícipes a los apóstoles de su misma autoridad, En testimonio contra ellos: también aquí prefe-
que es el poder de acompañar la enseñanza con obras rimos (cf. nota a 1,44) esta traducción a la oficial que
prodigiosas (cf. 1, 22ss.); al igual que Jesús, también dice: "Como testimonio para ellos". En la predicación
los apóstoles dirigen a los hombres un anuncio en realizada con poder y en la pobreza, como lo había
el cual se manifiesta el poder de Dios, ante el cual hecho Jesús y seguían haciéndolo los apóstoles, se
ceden las fuerzas de la violencia y de la esclavitud, realizaba también un juicio; no es posible permanecer
representadas por los "espíritus inmundos" (cf. el sencillamente neutrales e indiferentes: el testimonio
comentario al, 23). suscita salvación o condena.
vv. 8-11: Encontramos aquí un vademécum v. 12: predicaron que se convirtieran: en Marcos
misionero. Comparándolo con Mateo y Lucas, subrayamos que, mientras Jesús predica el evan-
el texto de Marcos es más conciso y presenta gelio (la "palabra"), los apóstoles predican la con-
diferencias en algunos detalles (cf. por ejemplo versión, tema sobre el cual el evangelista insiste
la costumbre, aceptada por Marcos, de llevar el desde el primer capítulo. Sólo después de la resu-
bastón y las sandalias). El significado de estos rrección los apóstoles reciben el encargo de pre-
mandatos es doble: se quiere subrayar la urgencia dicar el "evangelio" (cf. 16,15): pero sabemos que
y la solidaridad con la cual hay que cumplir esta la segunda parte del c. 16 no es de Marcos.
misión: por eso serían un impedimento los bagajes v. 13: ungían con aceite a muchos enfermos: en
y las cargas inútiles. Pero sobre todo se insiste en la el mundo antiguo el aceite se usaba mucho incluso
pobreza efectiva de los que son enviados a procla- como medicina: se tienen pruebas en el mismo
mar el anuncio del reino: confiar en los medios evangelio (cf. Le 10, 34).
humanos y en las medidas de seguridad, es algo
Entre los hebreos la unción asumía un carácter
que no hace creíble este mensaje. Tampoco pueden
sagrado en la investidura real y sacerdotal. Aquí
llevar el "pan", que se menciona aquí intencional-
tiene un valor simbólico, con respecto a la acción,
mente en primer lugar, porque ellos tienen "un
corroboradora y renovadora, realizada por Jesús y
solo pan", que es Jesús (cf. 8, 14).
en su nombre por los apóstoles. Este significado
Eso no tiene nada que ver con una mentalidad de aparece otra vez en el Nuevo Testamento, en St 5,
ascetismorígidocomo si fuera un fin para sí mismo. 14, que tal vez refleja ya el rito de la unción de los
Los misioneros se servirán de lo que encuentren enfermos que se había introducido en las comuni-
en un puebloy en otro, y disfrutarán de lahospitalidad dades cristianas.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
La misión en la pobreza
El éxito, en el evangelio, llega siempre después del fracaso. Según la lógica humana,
después de la vida viene la muerte; en cambio, el evangelio tiene una lógica contraria,
según la cual después de la muerte viene la vida: es la lógica de la fe en el Dios fiel, que ya
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Amonestaciones
La "misión" de los doce es la continuación de la misma misión de Jesús; aún más, se
identifica con Él: ellos fueron escogidos "para que estuvieran con Él y para enviarlos a
predicar" (3,14-15). Los apóstoles no deberán difundir una doctrina amplia y compleja,
sino más bien reproducir en sí a Cristo, que anunció la buena noticia del reino. He aquí
por qué este pasaje no reproduce las palabras del Señor con respecto a lo que los apósto-
les deberán decir, sino sólo cómo deberán presentarse, para reproducir en sí la figura del
divino predicador. Son amonestaciones prácticas que conciernen la conducta, el modo de
vivir. Señalan un estilo profundamente semejante al de Cristo. Como en la predicación
de Jesús, de la que se habla en ele. 1 (w. 21-28), no llegamos a saber qué dice Jesús, sino
quién es Él (el que enseña con autoridad, el Nazareno que viene a arruinar el demonio, el
santo de Dios, etc.), así aquí debemos principalmente ver quiénes son los apóstoles, cómo
se conforman con el divino Maestro que los envía. Los consejos que Jesús les da para
la misión, colocan así a sus enviados en un género de vida pobre y evangélico. De aquí
se difunde no una instrucción religiosa cualquiera ni cualquier anuncio, sino el grande
anuncio, que es grande porque es el mismo Jesús: "El reino ha llegado: conviértanse" (v.
12: "predicaron que se conviertan"). El anuncio de la salvación, por consiguiente, no es
el cristianismo como una ideología elaborada. No exige una ciencia extraordinaria ni una
información excesiva. No se basa en títulos de prestigio. No ama colocarse a la par con
los literatos, ni conseguir posiciones desde las cuales puedan hacer descender una sabi-
duría que no tiene como contenido propuestas religiosas. Puede valerse con modestia de
una buena ciencia; pero, en la sustancia, es y sigue siendo un grito de fe, basado en el tes-
timonio, que brota de la vida compartida con Cristo y con los hermanos.
San Pablo nos coloca delante la figura del apóstol como aquel que predica a Cristo
crucificado. "Porque la necedad divina es más sabia que la sabiduría de los hombres, y
la debilidad divina, más fuerte que la fuerza de los hombres" (1 Co 1, 2 5). A través de los
apóstoles, es Jesús quien sigue presentándose, precisamente en su vida, en su ser.
14. El rey Herodes oyó hablar de Jesús, pues su nombre se había hecho célebre.
Algunos decían: "Juan el Bautista ha resucitado de entre los muertos y por eso
actúan en El fuerzas milagrosas".
15. Otros decían: "Es Elias"; otros: "Es un profeta como los demás profetas".
16. Pero Herodes, al oír hablar de esto, decía: "Aquel Juan, a quien yo decapité, ése
ha resucitado".
17. Herodes, en efecto, había mandado apresar a Juan y lo había metido en la cárcel
a causa de Herodías, la mujer de su hermano Filipo, con quien Herodes se había
casado.
18. Porque Juan decía a Herodes: "No te es lícito tener la mujer de tu hermano".
19. Herodías odiaba a Juan y quería matarlo, pero no podía,
20. porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era hombre justo y santo, y lo
protegía; y al oírlo, quedaba muy perplejo, y lo escuchaba con gusto.
21. Y llegó el día oportuno. Herodes ofrecía un banquete, en su cumpleaños, a sus
magnates, a los tribunos y a los grandes personajes de Galilea.
22. Entró la hija de la misma Herodías, danzó, y agradó mucho a Herodes y a los
comensales. El rey, entonces, dijo a la muchacha: "Pídeme lo que quieras y te lo
daré".
23. Y le juró: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino".
24. Salió la muchacha y preguntó a su madre: "¿Qué pido?". Y ella le contestó: "La
cabeza de Juan el Bautista".
25. Corrió de nuevo adonde estaba el rey, entró y pidió: "Quiero que me des en
seguida, en una bandeja, la cabeza de Juan el Bautista".
26. El rey se entristeció, pero no quiso desairarla a causa del juramento y por los
invitados.
27. Y al punto mandó el rey a uno de su guardia, ordenándole que trajera la cabeza
de Juan. Se fue y le decapitó en la cárcel
28. y trajo la cabeza en una bandeja, y se la dio a la muchacha, y la muchacha se la
dio a su madre.
29. Al oír esto, llegaron los discípulos de Juan a recoger el cadáver y le dieron
sepultura.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
El testimonio
El relato de la muerte del Bautista -aquel que sigue a Jesús precediéndolo en un pasó-
se coloca aquí, después de la misión de los doce y al interior de la sección de los panes, como
preludio a la suerte de Jesús y de quien quiere seguirlo: es el preanuncio de la pasión.
El relato sirve también como introducción a la confesión de Cristo: comienza, en
efecto, con el primer intento de responder a la pregunta constante del evangelio acerca
del ministerio de Jesús, a quien algunos confunden con el Bautista (w. 14, 16). Ese
intento, que ahora fracasa, tendrá éxito positivo, aunque parcial, al final de la sección de
los panes, en la confesión de Pedro (8, 29).
Saber reconocer a Cristo vivo es el tema fundamental de toda la sección de los panes,
en la cual Marcos trata de llevar a su comunidad a la misma confesión de Pedro. El
paralelismo entre la confesión de Herodes~(vv. 14-16) y la de Pedro (8, 27-29) lo coloca
intencionalmente Marcos, que quiere conducir a su lector de la primera a la segunda.
Tenemos aquí el último relato en Marcos que no tiene a Jesús como protagonista:
pero sólo aparentemente, porque Él constituye a la vez la prefiguración de su muerte y
una introducción a saber reconocerlo en el "hecho de los panes" (v. 52) o en el "único
pan" (8,14) que, como lo veremos luego, es el memorial de Jesucristo que la comunidad
celebra en la eucaristía.
En los vv. 14-16 el reconocimiento de Jesús fracasa. Él es identificado configurasdel
pasado: figuras eximias, pero ya muertas. Es la única respuesta que puede dar la carne,
es decir, el hombre, acerca de Jesús (cf. 8, 27b-28). Como lo veremos, saber reconocer a
Cristo vivo y presente, sin confundirlo con un "fantasma" (v. 49), es la voluntad continua
del cristiano. Identificar al que es el viviente con lo que ya está muerto y pertenece al
pasado, es el error en el cual cayeron incluso los primeros discípulos que buscaban "entre
los muertos al que está vivo" (Le 24, 5b).
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
30. Reunidos de nuevo los apóstoles con Jesús, le contaron todo lo que habían
hecho y lo que habían enseñado.
31. Y El les dijo: "Vengan también ustedes aparte, a un lugar solitario, para des-
cansar un poco". Eran, efectivamente, muchos los que iban y venían, de suerte
que no les quedaba tiempo ni para comer.
v. 30: los apóstoles: la palabra que significa pausa entre la primera experiencia misionera de
"enviados", indica la actividad que desarrollaban los doce y el episodio de la multiplicación de los
estos seguidores de Jesús. panes que, como lo veremos, plantea una serie de
Es el único pasaje de Marcos en el que aparece interrogantes decisivos a los discípulos acerca de la
este término, que no debemos entender en el persona de Jesús.
sentido oficial que asumirá luego en los Hechos A un lugar solitario: el término griego que se
de los Apóstoles y en las cartas de Pablo, como usa aquí es igual al de "desierto", y por tanto evoca
título de los doce. El contenido fundamental de las experiencias religiosas decisivas que el pueblo
este título está en ser enviados por Jesús, con un hebreo vivió durante el camino de la esclavitud
poder específico en orden a la predicación y a la a la tierra prometida (cf. el Éxodo), y al que los
liberación de la esclavitud del demonio. profetas del Antiguo Testamento han llamado con
v. 31: aparte: como lo hemos indicado en la nota insistencia al pueblo hebreo.
a 4, 34, esta expresión con un significado particular, Para descansar un poco: Marcos se refiere al des-
se encuentra en puntos importantes del evangelio canso físico, pero deja entrever que la paz funda-
de Marcos: aquí nos hallamos en un momento de mental del corazón se adquiere con el valor de
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
Preludio de la liberación
El regreso de los doce sirve como introducción inmediata a la grande revelación que
Jesús hará de sí mismo a los que lo han seguido por el desierto. Ellos, alimentados con el
pan, que como en Juan 6, es el pan de vida, reconocerán quién es Jesús y profesarán al final
con Pedro: "Tú eres el Mesías" (8, 9). Esta profesión de fe será el punto de llegada de la
primera parte del evangelio. Toda la "sección de los panes" (6, 6b—8,30) la dirige Marcos a
su comunidad que, como la de ICO 11,17-34, no ha comprendido el significado profundo
de la celebración eucarística. Lo que se expresa en esta sección halla su clarificación en
la secuencia del evangelio marcado por los tres anuncios de la pasión, con la invitación al
seguimiento (8, 31 -34; 9, 31-35; 10, 32-45), y hallará su realización en la narración de la
pasión del Hijo del hombre, que ha venido a servir y a dar su vida (cf. 10,45).
Entre el envío de los doce y su regreso, Marcos no habla de lo que hizo Jesús ni de lo
que hicieron los discípulos: todo el espacio lo llena con el testimonio de Juan Bautista,
que es el primer preanuncio de la pasión.
Los apóstoles se "reúnen con Jesús" (v. 30): el "estar con Jesús" es, en efecto, su caracte-
rística fundamental, de la cual brota su misma misión; pero es también la característica de
todo discípulo, es decir, de todo cristiano (cf. 3, 34). Los apóstoles refieren a Jesús ante
todo lo que habían "hecho". Sólo en un segundo lugar hablan de lo que han "enseñado".
Es importante anotar que la prerrogativa de "enseñar" en Marcos está reservada sólo a Jesús
(quince veces con formas verbales, que indican una acción continuada, y cinco veces con
el sustantivo): sólo en este punto se habla de la enseñanza de los apóstoles, pero con una
forma verbal que indica una acción momentánea. En consecuencia, Jesús es el único
maestro, el maestro interior que continuamente se entrega a su Iglesia en su palabra. La
enseñanza de los apóstoles es sólo el momento que, con el llamamiento a la conversión,
lleva a los fieles a volverse a Jesús Mesías, pues sólo de Él proviene la inteligencia del
misterio del reino y la sabiduría del evangelio.
El v. 31 es ya un preludio al milagro de los panes (vv. 32-44), e introduce los grandes
temas del mismo milagro, como el "desierto" (v. 31a; cf. vv. 32.35), el "descanso" (v. 31b:
cf. 37b), el "alimento" (v. 31: cf. vv. 36-37. 42.44) y otros elementos menores.
En la invitación del v. 31a, resuena tal vez el dicho de Jesús: "Vengan a mí todos los
que están fatigados y sobrecargados, y yo les daré descanso" (Mt 11, 28). Aquí Jesús
atrae por vez primera explícitamente a sus discípulos al "desierto", para hablarles al
corazón (cf. Os 2, 14): la escena recuerda la del primer éxodo en el desierto, donde el
pueblo de Dios verá la liberación del Señor, lo reconocerá y lo adorará (Ex 3,12). En este
desierto, la gente que sigue a Jesús llegará a ser el nuevo pueblo, que experimentará la
verdadera liberación del Señor: Él los alimentará con el nuevo maná; no el que nuestros
padres comieron y murieron, sino el verdadero, que sacia (v. 42; cf. Jn 6, 58), y que es
Jesús mismo, el verdadero "pan bajado del cielo" (Jn 6, 31-58), que da la vida por la
salvación del mundo (Jn 6, 51).
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Un lugar solitario
Jesús que da la señal de despegue y que proclama un período de descanso para
los suyos, no nos resulta que haya sido considerado ni apreciado por personas que se
consideraban serias y comprometidas. Si se agregan luego dos grandes, hechos miste-
riosos, que se pueden colocar en esta línea, de los años transcurridos en Nazaret y de la
muerte aceptada al perfilarse el fracaso, las cosas se complican aún más.
Con respecto a este trozo, con razón hay que apresurarse a hablar de preparación, de
desierto en el cual nuevamente será creado un pueblo alimentado con el maná verdadero,
de un momento necesario de quietud, de pasividad y de inacción, frente a la intervención
de Dios, de oración y de contemplación. Pero se debe hacer notar también que se trata
de una pausa impuesta a la actividad de los apóstoles, y que por otra parte se habla
explícitamente de un lugar solitario y de descanso, al menos como intención e intento.
Existe una resistencia notable a aceptar esta situación, una especie de mística muy
tenaz del compromiso y del trabajo, inextirpable, especialmente si está arraigada en
A una página de una fábula se puede añadir una página de historia de la Iglesia y del
monaquismo.
Desde comienzos del s. V en adelante, aunque no representaron nunca un modo
efectivo y nunca fueron numerosos, hubo, sin embargo, personas que estaban encami-
nadas sobre una columna: se les llamaba estilitas. En el fenómeno más amplio del mona-
quismo primitivo tal vez querían expresar con su conducta, insólita y provocadora, el
llamado al desprendimiento de las cosas, a la contemplación.
REFLEXIÓN DE FE
Después del breve relato del regreso de los discípulos de su misión, se desarrolla sin solució
de continuidad el relato de la travesía sobre el lago, que introduce el episodio de la multipli-
cación de los panes. Precisamente por la conexión estrecha entre los w. 30-34 los diferentes
comentaristas difieren al establecer el comienzo del pasaje que contiene el milagro del pan.
Nosotros hemos seguido una de las diferentes divisiones posibles. La marcha del relato presen
un dramatismo, aunque muy moderado. En efecto, en los w. 31-34 el evangelista describe muy
vivamente por una parte el intento repetido de jesús de retirarse un poco a un lugar tranquilo
junto con los discípulos, y, por otra, la imposibilidad de hacer perder las propias huellas: donde-
quiera buscaba refugiarse, se encontraba siempre ante una multitud de personas, que intuía sus
desplazamientos y lo perseguía o incluso lo precedía. Con este breve trozo descriptivo, Marcos
introduce en lo vivo de una de las secciones teológicamente más importantes de su evangelio: "
sección de los panes", que ha comenzado ya con la misión de los apóstoles (cf. w. 6b ss.). Ell
se centra en el doble relato de la multiplicación de los panes, alrededor de la cual se encuentra
muchos otros trozos, cuyafinalidades la de colocar ante nuestros ojos el significado de este pa
que se da a todos, y nos lleva a tomar conciencia de los impedimentos bajo los cuales nosotro
continuamente nos dejamos sofocar, hasta el punto de no comprender.
El anuncio del reino de Dios, que se ha inaugurado en la persona y en la acción de Jesús, y
toca toda la historia hasta el final de los tiempos, asume aquí un significado muy concreto en
el signo del pan: pues, este pan, mientras se hace alimento hoy, viene a ser también promesa y
garantía del banquete eterno, cuando el reino de Dios haya llegado a su realización.
Cuan importante consideraron los primeros cristianos esta meditación, es algo que está
atestiguado también por el hecho de que los cuatro evangelistas dedican una parte importante
a los trozos centrados en la señal de los panes. Evidentemente esto se explica por la importancia
de la eucaristía como "memorial" de Cristo muerto y resucitado, es decir, como experiencia de
amor concreto, que nos lleva a entregamos los unos a los otros. También de las palabras usad
para narrar la multiplicación de los panes resalta el influjo que han ejercido, en la formación
de estos trozos, tanto la memoria de la última cena de Jesús, como la eucaristía que celebraban
los primeros cristianos.
Sobre todo Marcos y Juan (c. 6) narran los mismo episodios, cada uno a su modo, según
su óptica teológica, e imprimen al relato de la multiplicación de los panes un valor decisivo
para aquellos que quieren seguir a Jesús, y, por consiguiente, una importancia fundamental
por lo que se refiere a nuestro conocimiento de Jesús. Tanto el c. 6 de Juan (cf. w. 67-69),
como esta sección de los panes de Marcos (cf. 8, 27-29) se concluye con una solemne profesión
de fe de parte de Pedro, es decir, de parte de quien opta por seguir a Jesús, a pesar de que "lo
v. 32: se fueron en la barca, aparte, a un lugar muy conocidas aspiraciones políticas de los com-
solitario: son las mismas palabras contenidas en patriotas. No se excluye que algunos de estos deta-
la invitación de Jesús en el v. 31 (cf. sus notas lles de las narraciones de Marcos dejen entrever la
respectivas). Aquí la relación particularmente in- formación de un movimiento mesiánico de tipo
tensa de Jesús con los doce es subrayada por el nacionalista alrededor de Jesús el cual, sin embargo,
hecho de que están "en la barca", señal de la comu- obra siempre drásticamente (cf. 6, 45). También Jn
nidad que Jesús sigue de cerca. 6, 15 confirma abiertamente estas tendencias de la
v. 33: Como en otros puntos de su evangelio, gente y el mismo rechazo neto por parte de Jesús.
Marcos insiste particularmente en presentar este Mateo y Lucas suelen ser menos explícitos y
movimiento de afluencia de la gente alrededor de menos vivaces al hablar de estos movimientos de
Jesús, señal de la eficacia de su palabra y de las la gente; también aquí ellos hacen alusión en forma
obras realizadas por Él. El entusiasmo, que Jesús genérica a la gente que apareció en la otra orilla (cf.
iba suscitando, podía muy bien dar pábulo a las Mtl4,13b; Le 9, 11).
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Disponibilidad en relación
Abundancia con las necesidades austeras
(350 millones de habitantes) (800 millones de habitantes)
Escasez de alimentos
Hambre (500 millones de habitantes)
Grave escasez de alimentos Sobreabundancia
(1300 millones de habitantes) (650 millones de habitantes)
v. 45: ordenó a sus disápuhs: el texto griego es sículo hacen pensar en los relatos de las apariciones de
más fuerte: "obligó a sus discípulos". Jesús resucitado.
Hacia Betsaida: en Marcos son muy raros los v. 51: y el viento se calmó: esta frase se lee tam-
nombres de lugar. Esta indicación complica la recons- bién en 4, 39; son las repeticiones fáciles de los relatos
trucción de los desplazamientos de Jesús en estos populares. Eso no significa que este relato tenga que
pasajes: en el v. 53 se dice que llegaron de Genesaret, ser visto como una repetición del episodio de la
que se encuentra en la misma orilla del lago con res- tempestad en el lago: el tema fundamental de los
pecto al lugar donde presumiblemente estaban tam- dos pasajes es diferente.
bién antes (cf. nota al v. 34). Si eso es verdad, no hubo Quedaron en su interior completamente estupefac
una "travesía" del lago, sino un desplazamiento hacia tos: Marcos suele hablar que estupor de los discípu-
el Norte, remando paralelamente a la costa, llegando los o de la gente en sentido positivo, es decir, como
así a una localidad más o menos al frente de Betsaida. el primer reconocimiento gozoso o presentimiento
Tal vez eso puede haber sucedido a causa del viento de la realidad divina de Jesús (cf. nota a 5, 42): aquí
fuerte que obligó a los discípulos a cambiar su ruta. la frase deja transparentar una situación más pesada
Según Marcos, Jesús y los discípulos llegan a Betsaida, y ofuscada por el excesivo miedo e incapacidad de
sobre la otra orilla del lago, sólo más tarde (cf. 8, 22). entender.
v. 46: se fue al monte a orar: para la oración v. 52: Marcos presenta un doble motivo del
de Jesús cf. la nota relativa a l , 35. Allí se dice que "estupor" de los discípulos, el uno como causa del
Jesús se retiró "a un lugar desierto"; aquí, "sobre otro: porque no habían entendido "el hecho de los
el monte": las dos indicaciones evocan los lugares panes", y a causa de que su mente estaba embotada.
decisivos de la experiencia religiosa del pueblo he- Este tema, junto con el otro de la ceguera de los
breo (cf. el éxodo). ojos y la cerrazón de los oídos, penetra todos los
v. 47: Con la mayor concisión Marcos pinta una episodios de esta sección.
escena cargada de ansiedad, casi de suspenso, que Para el significado de la expresión "corazón
prepara el sentido del miedo y de desorientación endurecido", cf. la nota relativa a 3, 5. Como para
que experimentarán los discípulos al aparecer Jesús: otros puntos, también con respecto a este tema se
estaban solos en medio del mar, al anochecer, sin puede entrever en Marcos un influjo del vocabu-
Jesús, que había quedado en tierra. lario y de la enseñanza de Pablo (cf. 2Co 3,14; Rm
v. 48: a eso de la cuarta vigilia de la noche: Esta 11, 7-25; Ef 4, 18).
expresión supone el sistema romano, que fijaba la Es interesante anotar que Mateo, en el pasaje
división de la noche en cuatro períodos. El sistema paralelo, se aleja profundamente de Marcos por este
hebreo indicaba tres períodos. Eran cerca de las tres último detalle: afirma, en efecto, que los discípulos
de la madrugada. en la barca adoraron a Jesús y lo reconocieron
Viene hacia ellos caminando sobre el mar: tal vez como Hijo de Dios (cf. 14,33). Es evidente la inten-
es una reminiscencia de pasajes veterotestamentarios, ción doctrinal de Mateo y su perspectiva teológica
donde se habla del poder de Dios que camina sobre diferente.
lasaguas:(cf./í>9, 8;S¿24, 5). vv. 55-56: Al episodio del lago, Marcos añade
Y quería pasarlos de largo: el sentido de la frase es otro sumario acerca de la actividad de Jesús ro-
que, ante los ojos asustados de los discípulos, pareció deado asiduamente por una multitud de gente
que Jesús tuviera la intención de salirles adelante; que acude de todas partes, para traerle enfermos.
en realidad Jesús se estaba acercando a ellos; así Es un pasaje cuya composición es típicamente de
interpretamos el verbo "querer" como un auxiliar. Marcos, como los ejemplos anteriores -cf. sobre
v. 50: El lenguaje -"lo habían visto, estaban tur- todo 1, 32-34 y 3, 7-12-acuyo comentario y a cuya
bados"; "ánimo, no teman"- y el estilo de este ver- notas remitimos.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
Realidad y fantasma
Después de la multiplicación de los panes, Jesús obliga a sus discípulos a alejarse, y Él
mismo despide a la gente: en efecto, como lo especifica Juan, querían hacerlo rey (Jn 6,
15). Jesús se retira. Es una tentación grande: como en 1,35, después de la primera jornada
mesiánica, así también ahora, después de la grande revelación en el desierto, Jesús se
eclipsa y sube al monte a orar. La oración impide que Jesús caiga en el "pensamiento de
los hombres" y le da la fuerza de proseguir en su camino (cf. comentario al 1, 32-38). Así
está clara la estrategia de Jesús que no busca la gloria ni tomar el poder, como los zelotes:
en consecuencia Jesús libera de todo poder, que por su naturaleza oprime, y vive y ordena
que vivamos el único mandamiento, el que libera. Éste es el significado del "hecho de los
panes", señal de su don de amor, del cual también los discípulos tienen que vivir.
Sobre la barca, símbolo de la Iglesia, en medio del mar, es decir, en las dificultades
propias de la vida, la única presencia de Jesús es precisamente este "pan". Pero los discípulos
no saben reconocerlo, y lo confunden con un "fantasma" (v. 49). Como la comunidad de
lCo 11, 17-34, también la comunidad para la cual Marcos escribe su evangelio, no sabe
"discernir el cuerpo de Cristo" (lCo 11, 29) en los propios hermanos (ver las razones en
1 Co 11,18ss.); cambia la realidad de la "fracción del pan" por un fantasma. No comprende
que precisamente en este "hecho de los panes" está presente realmente Dios: "Soy yo",
dice Jesús (v. 50b), con una resonancia joánica. En efecto, "hemos recibido de Él este
mandamiento: quien ama a Dios, ame también a su hermano" (ljn 4, 21), y al que cumple
su palabra, el Padre lo amará, "y vendremos a él, y haremos morada en él", dice Jesús (Jn
14, 23). En realidad "a Dios nadie lo ha visto nunca: si nos amamos unos a otros, Dios
permanece en nosotros" (ljn 4,12). La "fracción del pan", es decir, el memorial del amor
de Dios que se entregó y que la Iglesia revive en el amor fraterno, es la presencia real de
Dios entre los hombres, porque "Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece
en Dios y Dios en él" (ljn 4, 16). Los discípulos se hallan en dificultad sobre la barca
porque no comprenden esto: pues el centro del pasaje es el versículo 52, en el cual Marcos
afirma que los discípulos no habían comprendido el "hecho de los panes", porque tenían
"el corazón endurecido". En el pasaje siguiente se explicará el motivo. Por ahora Marcos
quiere dar a su comunidad una enseñanza profunda, aún más, la enseñanza central del
evangelio: creer que la presencia real del Señor entre nosotros consiste en "la fracción del
pan", es decir, en el amor fraterno, que nos hace amar como Él nos ha amado (cf. Jn 13,
34). Esto no es un "fantasma" sino la realidad del evangelio, es decir, de Dios presente en
medio de los hombres. Es la "dureza del corazón" la que impide comprender el "hecho de
los panes". Ella desempeña un papel determinante en todo el evangelio, y es el motivo por
el cual los fariseos deciden aliarse con los herodianos para eliminar a Jesús (3, 5s.).
Ella es también el motivo por el cual de nuevo Cristo es llevado a la muerte en su Iglesia,
todas las veces que no comprendemos el "hecho de los panes", y confundimos su presencia
con un "fantasma", no sabemos reconocerlo resucitado y vivo en nuestros hermanos.
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Para Él,
ovejas sin pastor, la gente;
círculo de sufrimiento
y manos que se dan a la acción
pidiendo liberación,
enfermos,
oprimidos,
marginados.
Miraba
más allá de lo que los ojos de cada día
deciden ver;
y en el vestido de la convención
del interés
se le transparentaba
desnuda
REFLEXIÓN DE FE
v. 1: Probablemente estos fariseos eran del de Marcos -"todos los judíos"- refleje el interés
lugar; los escribas que vienen de Jerusalén ejercen particular que se suscitaba en Roma alrededor de
su función de inspección en materia de ortodoxia este problema, o bien sea motivada por la tenden-
religiosa. cia de grupos judíos en la diáspora, donde tal vez
v. 3-4: Al igual que la añadidura del versículo estaban vigentes unas reglas más rígidas que en
anterior -"es decir, no lavadas"-, también estos Palestina. A no ser que en Galilea también los
dos versículos son una inserción de Marcos, como laicos más celosos tuvieran el escrúpulo de obser-
explicación a sus lectores que en su mayoría eran paga- var todas estas prescripciones rituales y que algún
nos. El segundo versículo da un ejemplo de las purifi- rabino enseñara una conducta más estricta que la
caciones rituales que se usaban, no sin una punta de que indicaba e! Talmud.
ironía por parte del evangelista. Sin haberse lavado las manos hasta el codo: es difí-
Como estas prescripciones propiamente se cil comprender la expresión "hasta el codo"; otros
imponían solamente a los sacerdotes hebreos y no traducen: "con un poco de agua"; el texto dice exacta-
a los laicos, se puede pensar que la generalización mente "con el puño". Tal vez es un gesto ritual.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
v. 24: La novedad del significado de este pasaje se designaban los cachorros domésticos, que eran
está indicada también en la anotación geográfica de objeto más de simpatía que de desprecio.
que Jesús deja la Galilea, donde se desarrolla la mayor De todo el conjunto, el relato deja entrever en
parte de su ministerio, y se dirige a un territorio paga- el mismo Jesús el malestar que sentía al no poder
no. Algunos manuscritos omiten el nombre de la ciu- extender su ministerio también entre los paganos.
dad de Sidón: tal vez éste fue añadido posteriormente, El sabía que su misión se limitaba a los judíos: a la
por asimilación con el pasaje paralelo de Mateo 15, 21 Iglesia se habría de confiar la tarea de predicar el
y con la alusión que sucesivamente hace Marcos al v. evangelio a todos los pueblos.
31. v. 28: Señor: dada la importancia de toda esta
•Entrando en casa: parece que este viaje de Jesús sección en orden a la manifestación de la verdadera
a un territorio pagano haya sido determinado por la realidad de Jesús, creemos que este apelativo, que la
exigencia que sentía de encontrar un poco de tran- mujer le dirige, esté cargado de todo el significado
quilidad. Pero nos parece que el evangelista quiere según el cual los apóstoles comenzaron a usarlo des-
insistir más en el hecho de que también entre los pués de la pascua. En efecto, aquí la mujer descubre
paganos la fama de Jesús se difundía inmediatamente en Jesús la bondad del Padre que prepara la mesa, de
hasta el punto de convertirla en centro de atracción. la cual se alimentan los hijos y los perritos.
Esta descripción tan incisiva y viva del ambiente v. 29: por lo que has dicho: como en otros casos,
introduce la narración del episodio siguiente. habríamos esperado leer: "Por motivo de tu fe".
v. 26: esta mujer era pagana, sirofenicia de naci-¿Cuál es esta "palabra" de la mujer por la cual Jesús
miento: Marcos presenta la mujer según su religión obra el milagro? No es fácil precisar el punto exacto al
(pagana), y su nacionalidad. Mateo usa el término cual se refiere esta expresión. Lo que la mujer había
bíblico "cananea", por cuanto esta región antigua- dicho poco antes, manifiesta su confianza grandísima
mente estaba poblada por los cananeos. en Jesús.
v. 27: espera que primero se sacien los hijos: esta ¿Es esta confianza de la mujer el elemento
frase, que no se encuentra en el texto paralelo de dominante para la curación que Jesús realiza? Nos
Mateo, y por eso algunos lo consideran posterior al parece que, en el contexto del significado funda-
texto de Marcos, no es superflua, porque prepara mental de la sección de los panes, la respuesta de
la respuesta decidida y confiada de la mujer. Las esta mujer al v. 28 implica la convicción de que la
alusiones frecuentes a los panes en estos pasajes salvación se realiza a través de la entrega: el pan,
dejan entrever el interés catequético de toda esta que representa a Jesús, se da a todos, hasta las
sección en orden a la Eucaristía. últimas migajas. La sirofenicia confía con mucha
Y echárselo a los perritos: los escritores judíos espontaneidad y sencillez en este don de Jesús, que
designan a veces a los paganos con el apelativo de obra milagros.
"perros". La dureza de esta palabra se suaviza en
el texto de Marcos con el diminutivo, con el cual
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
31. Saliendo del territorio de Tiro, fue por Sidón, atravesando la Decápolis, hacia el
lago de Galilea.
32. Le presentan un sordo que, además, hablaba con dificultad, y le ruegan
imponga la mano sobre él.
33. Él, apartándole de la gente, a solas, le metió sus dedos en los oídos y con su
saliva le tocó la lengua.
34. Y, levantando los ojos al cielo, suspiró, y le dijo: "Effatá", que quiere decir:
"¡Ábrete!".
35. Y al punto se le abrieron los oídos y se le soltó el trabazón de la lengua, de modo
que hablaba correctamente.
36. Les encargó que no lo dijeran a nadie, pero cuanto más se lo ordenaba, más lo
proclamaban.
37. Y se maravillaban sobremanera y decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los
sordos y hablar a los mudos".
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
La fe como don
"Oigan todos y entiendan" (v. 14), había dicho Jesús en el contexto de la discusión
sobre el legalismo. Pero, como sucederá también después de la repetición del milagro de
los panes, los discípulos: "Teniendo ojos no ven y teniendo oídos no oyen" (8, 18). Esa
ceguera y sordera debe ser curada por el "toque" de Cristo, para que puedan ver y oír.
Este milagro -y aún más el del ciego de Betsaida- es muy fatigoso, según el tipo
de los exorcismos. Como en los otros milagros, a Jesús le ruegan que "imponga las
manos" (v. 32). Pero Jesús ante todo aparta al sordomudo de la gente (v. 33a), así como
también tomará de la mano al ciego y lo conducirá fuera del pueblo (8, 23). Es una
nota característica la de Jesús la de sustraerse a la gente y a sus entusiasmos fáciles y
equívocos. Pero en este pasaje su acción de apartarse asume un significado diferente:
indica la "separación" de la gente propia de aquel que debe oír y ver lo que en ningún
lugar humano se puede oír y ver, es decir, el misterio de la persona de Jesucristo, que
ni la carne, ni la sangre están en condiciones de comprender (cf. Mt 16, 17). En efecto,
se trata de cosas que "ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegaron" y
que "Dios preparó para los que lo aman" (I Co 2, 9). De este modo se subraya el aspecto
r ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Ninguna prótesis ni para oír ni para hablar: la comunidad puede ser sanada
En una conferencia docta y convincente, un fulano muy especializado exponía los
secretos de la memoria. Al final, cuando ya todos habían salido, lo vieron cuando volvía
a entrar para recoger furtivamente el sombrero... olvidado.
Algo semejante parece que evidencia el pasaje del evangelio con respecto a la comu-
nidad: el mensaje específico que ella debe llevar, como señal distintiva y cualificante,
es el amor recíproco, el partir el pan, que encuentra su expresión más profunda a nivel
litúrgico-sacramental en la celebración de la Eucaristía como aceptación de la palabra y
repartición del pan, indicio de lo que se recibe (el oír) y de lo que se da (el hablar). Ahora
bien, la contradicción evidente, en la que ha de vivir, es que desde siempre, al lado del
intento de proponer verbalmente el tema acertado, resulta la desmentida normal por
parte de los hechos y del estilo de vida.
De ahí deriva la consecuencia amarga de que se recibe este último mensaje y no el que
estaba en la intención.
Por otra parte, la fe no es una fábula ni una magia, o que se puedan pronunciar
palabras milagrosas y que así todo funcione: la palabra, aun la más santa, se garantiza,
adquiere autenticidad y significado solamente en la existencia. Lo de la memoria... se
quiere ver en los hechos.
Se hablaba de la Eucaristía. Es un pequeño detalle, pero sintomático: se proclama allí
la palabra en un lenguaje incomprensible para la mayoría, y la gente a duras penas y por
delegación decía algún "amén". Actualmente-la incongruencia se ha vuelto insostenible
y se busca un viraje decisivo. Pero, dejando a un lado el riesgo de una nueva estructura
rígida y predispuesta, ¿se advierte y se identifica la razón más profunda y original
también en el caso de ese riesgo? Ciertamente, también en un plano expresivo, como en
los actos litúrgicos, se transparenta sin equívocos el estilo que no sabe acoger ni sabe dar:
se trata precisamente de sordos y mudos.
No es necesario en absoluto con esto intentar justificaciones: en sí se trata de una
situación humana muy normal, como podrían documentarlo infinidad de ejemplos
incluso en el campo del trabajo, de la familia, de la educación o de la política.
¡Lo que se pide a la comunidad es que no lo oculte, que no se busque con astucia, con
inventos, con protestas de defensa o testimonios de conductas meritorias, como prótesis
vanas, murmurando algo aprendido, para aparecer como personas con oídos perfectos y
con la lengua suelta! Eso agravaría la situación.
En cambio, ha de acoger el reproche de que ella se ilusiona como si escuchara a Dios
cuando cierra sus oídos a las palabras verdaderas y sufridas del hombre; se hace la ilusión
de que habla de Dios cuando ya no comparte y ya no pronuncia palabras auténticas,
vividas, propias de un hombre: ¡partir el pan y comerlo juntos es otra cosa! Allí está
el amor fraterno concreto, donde se abre la escucha del Dios que da como un don la
liberación (cf. ljn 4, 20).
REFLEXIÓN DE FE
1. Por aquellos días, habiéndose reunido de nuevo una gran multitud y que no
tenía qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo:
2. "Siento compasión de esta gente, porque hace ya tres días que permanecen
conmigo y no tienen qué comer.
3. Si los envío en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino, y algunos de ellos
han venido de lejos".
4. Sus discípulos le respondieron: "¿Cómo podrá alguien saciar de pan a éstos aquí
en el desierto?".
5. Pero Él les preguntó: "¿Cuántos panes tienen?". Ellos le respondieron: "Siete".
6. Mandó entonces a la gente a acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete
panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los
sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente.
7. Tenían también unos pocos pececillos y habiéndolos bendecido dijo que
también los sirvieran.
8. Comieron todos hasta saciarse, y se recogieron de los trozos sobrantes siete
espuertas.
9. Fueron unos cuatro mil; y luego Jesús los despidió.
10. Subió en seguida con sus discípulos a la barca y se fue a la región de Dalmanutá.
v. 2:Hace ya tres días que permanecen conmigo: que en cambio es de origen hebreo, corresponde
mientras en el primer relato del milagro de los panes al uso helenístico; sin embargo, sobre los peces se
se habla de la hora tardía, aquí se subraya la capacidad pronuncia la bendición (cf. v. 7): pero los dos términos
de Jesús para mantener pendientes de Él a las gentes aquí se pueden entender como equivalentes. Aquí se
por largo tiempo. El detalle puede tener también el mantiene más estrechamente el paralelismo con la
efecto de acentuar aún más la exigencia de dar de última cena de Jesús: también por eso la mención
comer a la gente. Anotamos también aquí que Jesús de los peces se deja para un segundo momento del
es movido a compasión precisamente por el hecho relato. Ya hemos revelado, en el comentario al primer
de que esta gente desde hace mucho tiempo está sin milagro, el característico valor simbólico del pan y del
tomar alimento, mientras que en el primer relato esta pez con relación a la Eucaristía.
alusión expresa una preocupación mucho más amplia v. 10: y se fue a la región de Dalmanutá: es
de Jesús, de carácter más expresamente mesiánico. una región que hoy no identificamos; este nombre
v. 6: dando gracias, hspartió: la expresión recalca aparece tan sólo aquí en Marcos, y se presenta con
la que usa Pablo en el relato de la última cena (cf. 1 Co variantes en los diferentes manuscritos.
11,24). La acción de gracias, en lugar de la bendición
ACTUALIZACIÓN
REFLEXIÓN DE FE
Amén.
La clara línea teológica, que Marcos va siguiendo en esta "sección de los panes", em
fuertemente también en esta breve perícopa que está centrada en la respuesta de Jesús al v
es una frase que condensa el drama de la vida de Jesús en medio de los hombres. Hay una o
muy precisa -¡y una sola!- en el modo como Dios se manifiesta en Jesucristo, a través de
palabras: pues bien, precisamente esta opción no es comprendida, porque no es aceptada
no es posible otra, por lo que Dios es y nos quiere decir. Y Jesús no echa pie atrás de esta o
avanza, volviendo a subir a la barca y dirigiéndose a la otra orilla.
Esta frase del v. 12, en su sustancia, está presente desde el comienzo en las diferentes
tradiciones neotestamentarias: enMt 12, 39; 16, 4; en Le 11, 29; enjn 6, 30ss. Anterior a
Marcos aparece la transmisión de esta frase en el contexto del milagro del pan, como se p
constatar en Mt 16, 4, e indirectamente, es decir, a través del recuerdo del milagro del m
en el desierto, en Jn 6, 30ss.
Un elemento característico, que está presente en la formulación originaria de esta fra
es el paralelismo entre Jesús y el profeta Jonás, paralelismo quefiguratambién en Mateo
Lucas, mientras Marcos lo omite, tal vez porque habría sido una referencia que difícilm
sería comprendida en el ambiente de cristianos provenientes del paganismo a quienes se
su evangelio.
11. Se acercaron los fariseos y comenzaron a discutir con Él, pidiéndole una señal
del cielo, con el fin de ponerlo a prueba.
12. Dando un profundo suspiro desde lo íntimo de su ser, dice: "¿Por qué esta
generación pide una señal? Yo les aseguro: no se dará, a esta generación ninguna
señal".
13. Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta.
v. 11: pidiéndole una señal del cielo: prescin- 16, la palabra "señal" indica un acontecimiento de
diendo de otros pasajes (de los cuales dos están en carácter apocalíptico, es decir, un hecho cósmico
el final espurio del c. 16 y uno en 14, 44) que aquí extraordinario, ligado a la venida final del Hijo del
no nos interesan, el término "señal" en Marcos se hombre.
encuentra solamente aquí (2 veces) y en el discurso Si se admite esto, comprendemos que el uso de
escatológico (13, 4.22). este término en Marcos es diferente del de Pablo en
Esta observación, unida al hecho de que los 1 Co 1, 22 y de Juan, el cual manifiesta toda su teología
fariseos piden una "señal del cielo" (v. 11), hace de las "señales" realizadas por Jesús. También en
pensar que en Marcos, tal vez siguiendo un ramo Juan, sin embargo, parece que emerge de nuevo el
de la tradición más antigua que aparece en Le 11, significado de señal que es típico de la tradición
260 37. LOS FARISEOS PIDEN UNA SEÑAL DEL CIELO: M e 8, 11 -13
sinóptica (Jn 4, 48 y 6, 30). Marcos, al presentar las el diablo propone a Jesús otros caminos, que no
acciones de Jesús, suele hablar no de "señales", sino son las del amor que se entrega para salvar a los
de "obras poderosas". hombres.
Con elfinde ponerlo a prueba: en la intención de v. 12: dando unprofimdo suspiro: Marcos subra-
los fariseos, la pregunta debía poner a Jesús frente a ya con satisfacción las emociones de Jesús, frente
un dilema que en ambos casos le era desfavorable: si al sufrimiento de los enfermos, esclavos de las fuer-
Él aceptaba realizar esa señal (un milagro cósmico, zas del mal y frente a la ceguera de los hombres.
de carácter apocalíptico), habría fracasado su misión También en 7, 34, a propósito de la curación del
(cf. ¡las tentaciones!); si rehusaba, perdería el favor sordomudo, encontramos el mismo verbo.
popular. La respuesta de Jesús es un rechazo neto; No se dará a esta generación ninguna señal: un
pero el contexto -la sección de los panes- en la cual traducción más precisa podría ser ésta: "¿Dar a esta
Marcos la incluye, invita a pensar en la única señal generación una señal?". Es el único caso en que en el
que se da, la del pan, es decir, la del amor que se Nuevo Testamento se encuentra una construcción de
entrega en la persona humana de Jesús. este tipo. De todos modos el significado es claro: es
La tentación de los fariseos contra Jesús, nos un rechazo neto.
lleva a las tentaciones del desierto (cf. 1,13), donde
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
La señal
Inesperadamente, no se sabe de dónde ni cómo, inmediatamente después del relato
de la segunda multiplicación de los panes, reaparecen los fariseos. Marcos, con esa
aparición improvisa, quiere declarar la conexión que existe entre el hecho de los panes y
la incomprensión de los discípulos, que se describe en el trozo siguiente (vv. 14-21).
La presencia de los fariseos en este punto es análoga a la de 7, 1-23; ella sirve para
mostrar el motivo profundo por el cual los discípulos -y con ellos la misma comunidad
de Marcos- no entienden el significado de los panes. Esa incomprensión depende de una
actitud farisaica íntima, que es como una levadura de corrupción (cf. v. 15), que siempre
se halla presente en medio de la comunidad de los discípulos. Esta levadura consiste en
el deseo innato de "pedir una señal del cielo" (v. 11). Jesús responde categóricamente que
no se dará ninguna señal (v. 12b). En efecto, la señal es una referencia a alguna otra cosa,
y cesa su función cuando ha llegado la realidad de la cual es señal. Así Dios, que es amor,
ya está presente realmente en medio de nosotros en la liberación del pan, que ha sido
hecha posible por el don que Jesús nos ha hecho de sí mismo en la cruz. Por eso, explícita
con razón Mateo, no se dará ninguna otra señal, sino la de Jonás, es decir, el misterio del
Hijo del hombre que será absorbido por la muerte y restituido a una vida nueva después
de tres días (Mt 12, 39s.): en efecto, con su muerte se rasgó el velo del templo, y ha sido
abolida la ley que separa al hombre de Dios; y, con su resurrección, se quebró el sepulcro
de la muerte, y ha sido derribado el muro que divide al hombre del Dios de los vivos. El
hecho de los panes es precisamente la señal de Jonás: nosotros, al partir el mismo pan,
estamos en comunión con el cuerpo de Cristo moribundo, y tenemos un acceso total al
Padre que es amor; y, al beber del mismo cáliz, recibimos su mismo Espíritu de vida, que
circula en nosotros y hace que amemos a todos como hermanos, hijos del único Padre.
Pedir una señal que remita a otra parte, quiere decir no haber captado la realidad del
Dios vivo, que ya está presente en el amor entre los hombres. En lugar de pedir señales,
por consiguiente, es necesario vivir en serio esta nueva realidad, y no confundir con
"fantasmas" el "hecho de los panes".
37. LOS FARISEOS PIDEN UNA SEÑAL DEL CIELO: Me 8, 11 -13 261
La raíz de este malentendido, que impide creer en el pan de un modo verdadero, es
siempre, como en 7,1 -23, la ley, la cual pone a Dios fuera del hombre. En cambio, es el
gozoso anuncio de que Dios está aquí, es uno de nosotros, en el hombre Jesús. Pedir una
señal que envíe fuera de esta realidad es precisamente esa levadura que amenaza siempre
a la comunidad cristiana, la cual corre el riesgo de vivir todavía bajo la ley y de no captar
en la fe en el evangelio, el hecho de los panes.
Por consiguiente, Jesús, al rehusar cualquier señal "del cielo", invita a los fariseos (o
mejor, a sus discípulos), a saber leer la grande obra de Dios que se va cumpliendo "sobre
la tierra". Igualmente Marcos invita a su comunidad a no mirar ya inútilmente hacia lo
alto (cf. Hch 1,11a), sino a creer y a realizar aquí, sobre la tierra, en el hecho de los panes,
la presencia real de la liberación de Dios.
En la segunda parte del evangelio veremos cómo esta liberación de Dios no es la que
quiere el hombre (cf. 8, 33), sino la que se ha realizado en el hombre Jesús. Por eso es
indispensable para nosotros la referencia constante al misterio de la persona de Jesús, que
es la única señal de salvación que se da a los hombres.
ACTUALIZACIÓN
El fundamento de nuestra fe
Es necesario preguntarse el motivo por el cual se cree: el hombre es un animal
racional y ni siquiera en la religión debe renunciar a la propia inteligencia, que busca
el fundamento de todas las cosas. Pero en esta búsqueda es fácil, aún más, es natural
cometer el error de los fariseos. Ellos, con su idea humana de Dios» están hambrientos
de prodigios y de cosas grandes, quieren señales del cielo: así esperan la bondad de Dios
como solución milagrosa de todos los problemas, o bien su justicia como catástrofe
cósmica. A toda costa quieren que Dios se haga sentir como ellos lo imaginan, y que dé
pruebas incontrovertibles de su presencia poderosa. Éste es el camino que, más o menos,
ha recorrido siempre la apologética, que es esforzaba por mostrar los milagros de Jesús
como una señal tan manifiesta de su poder divino, que quien no creía, o carecía del don
de la inteligencia o estaba en flagrante mala fe.
En cambio, Jesús rehusa expresamente dar ese fundamento a nuestra fe: dice que no
se dará ninguna señal, y que no lloverá nunca nada del cielo en este sentido.
Este tipo de religiosidad, que podemos llamar "celestial", es un medio cómodo de
evasión de nuestra realidad cotidiana: ella, al que quiere lo suficiente de apoyo necesario
para ir adelante día a día, ofrece un alimento de nubes y de aire, con perspectivas amplias
de horizonte hacia un futuro que nunca viene. Con razón esa religiosidad fue definida
como opio, que cierra nuestra capacidad de comprender el presente, y como alienación,
que nos roba nuestras posibilidades de realizarnos.
En cambio, el evangelio nos propone una fe "terrestre", en la cual el mismo Dios
como que se ha aniquilado, salió de sí mismo y se hizo hombre como nosotros, en Jesús.
Él, más que una señal del poder de Dios como nosotros lo pensamos, es una antiseñal,
escándalo para los religiosos y locura para los prudentes de este mundo. En efecto, su
vida fue extremamente humilde, modesta y pobre, totalmente dedicada al servicio de los
otros según la voluntad de Dios, "el cual quiere que todos los hombres se salven y lleguen
al conocimiento de la verdad" (lTm 2, 4). Nuestra fe en Jesucristo, por tanto, no se basa
262 37. LOS FARISEOS PIDEN UNA SEÑAL DEL CIELO: Me 8, 11 -13
en señales de poder, sino en reconocer en su débil humanidad, que se acabará en la cruz.
el misterio del amor de Dios que ha venido a nuestro encuentro en Jesús y se hizo pan
cotidiano para todos nosotros, y nos ha abierto e indicado el camino por recorrer.
A medida que nosotros lo seguimos y vivimos su palabra, llegamos también a conocer
la verdad que nos salva.
Este seguimiento de Jesús es la única verificación de nuestra fe, la cual precisamente
en ella se traduce en hechos concretos y se hace realidad. Por consiguiente, la nuestra no es
una religión de señales "del cielo", sino de "realidades terrestres", que está en un camino
lento hacia aquel Dios que se hizo como uno de nosotros para hacernos como El.
APLICACIÓN A LA VIDA
37. LOS FARISEOS PIDEN UNA SEÑAL DEL CIELO: Me 8, 11 -13 263
de sustancia, de pan; por consiguiente, la fe no podrá alimentarse con "demostraciones",
sutilmente especulativas o que atraen el sentimiento, pero crecerá en el "milagro"
cotidiano, bajo la señal del pan.
REFLEXIÓN DE FE
La pantomima
La petición de una señal, que supere la señal de los panes, es lo que nosotros hacemos
cuando, por encima del amor y del don del pan partido en el cual la Iglesia reconoce
y se realiza, buscamos prodigios más convincentes para nuestra fe. Creemos que unas
leyes mejores y unos poderes más justos sean las únicas posibilidades de la entrega total
del hombre al hombre, y no más bien a sí mismos, en su inevitable utilidad, fruto de
una regeneración del corazón. Fariseos en cuanto a la confianza en la ley, y herodianos
en cuanto al poder, nosotros estamos eternamente barnizados de nuevo en la historia y
hacemos la pantomima de Dios. Por más derrotas que suframos en este punto -¡milagro
al contrario!- renacemos siempre, para decirnos que el misterio de ser humanos está
todo en nuestras manos, no en las del Padre. Que Cristo, si quiere que le creamos,
nos demuestre de otro modo sus dotes divinas. El milagro de los panes partidos y del
don completo de nosotros mismos que él implica, nos los hacemos nosotros solos. Nos
consideramos capaces, como en la torre de Babel (Gn 11), no sólo de construir torres
hasta el cielo, sino incluso de reducir el mundo a la unidad.
Así como el pecado de la torre de Babel lleva al culmen el mal del hombre, incapaz
ya de una salvación que no venga de Dios (cf. Gn 12: Abrahán), así también, en la
resistencia del fariseo, existe como un culmen de la dureza del corazón, que ahora hace
suspirar a Cristo (v. 12) y que, en el pasaje siguiente, lo hará prorrumpir en su invectiva
más admirable y bíblica.
264 37. LOS FARISEOS PIDEN UNA SEÑAL DEL CIELO: Me 8, 11 -13
38. EL MISTERIO DE LOS PANES
(Me 8, 14-21; cf. M/16, 5-12).
En esta página notamos una reelaboración muy personal de Marcos, con base en una
tradición popular que emerge claramente también en el pasaje paralelo de Mateo, el cual, sin
embargo, reduce el alcance del trozo, pues pasa del tema de los panes al de la levadura de los
fariseos. El fuerte carácter redaccional muestra la importancia que Marcos atribuye a este
pasaje. El relato está unido coherentemente con el contexto de la segunda multiplicación de los
panes, que había suscitado una discusión con los fariseos que exigían "una señal del cielo".
Después de subir a la barca con Jesús (v. 13), los discípulos se preocupan porque no llevan
consigo sino un solo pan.
En este punto, sin una conexión aparente, se inserta un dicho tradicional acerca de los
fariseos (v. 15), que efectivamente queda aislado en sí mismo en el planteamiento preciso que
Marcos da a todo el resto del trozo.
Salta a la vista la doble referencia muy distinta a los dos relatos de multiplicación de los
panes, referencia elaborada casi con las mismas palabras y en el mismo orden en los dos trozo
respectivos (cf. v. 19 en relación con 6, 41-43; y v. 20 en relación con 8, 6-8).
De esta primera mirada es fácil deducir que en la intención de Marcos el pasaje responde
a una exigencia litúrgico-catequética con respecto a la eucaristía, señal de la llegada del rein
y prefiguración del banquete celestial (vv. 1-10): no sólo los fariseos, encerrados en su presunt
justicia, no comprenden esta señal y van buscando inútilmente otras (vv. 11-13), sino también
aquellos que quieren seguir a Jesús, entonces como hoy, corren el riesgo continuamente de
perderse por el camino a causa de su falta de disponibilidad para acoger el don de la palabra de
Jesús, que explica el significado de sus acciones, en particular el don del pan, misterio de amor
que se da en todo lo que tiene y se vuelve creador de nuevas posibilidades inesperadas.
El centro del pasaje se apoya en el reproche insistente de Jesús a los discípulos por su
estupidez mental y mezquindad del corazón, que los aprisionan en sus miradas estrechas y
preocupaciones inmediatas, haciéndolos incapaces de comprender el lenguaje de las señal
de Dios. En otras palabras, Jesús denuncia la falta de fe que asimila a los discípulos a "los
de afuera" (cf. 4, 2), es decir, a aquellos que rechazan el evangelio, los cuales se cierran a la
experiencia de la liberación que es fruto del don del amor. El pasaje concluye dramáticamente
con una pregunta-afirmación de una importancia capital, que en sí es negativa, pero cargada
de una enorme expectativa de esa luz que comenzará a brillar en las mentes de los discípulos
con los dos episodios que siguen inmediatamente.
14. Los discípulos se habían olvidado de tomar panes y sólo tenían un pan en la barca.
15. Jesús les hizo esta advertencia: "Abran los ojos y guárdense de la levadura de los
fariseos y de la levadura de Herodes".
v. 15: Éste era probablemente un dicho de las cuales algunas tienen claramente un valor afirma-
Jesús en forma de amonestación, que se repetía con tivo: todas tienen la finalidad de impulsar a los
frecuencia entre los discípulos y en las primeras discípulos a tomar conciencia de su terquedad y
comunidades cristianas en polémica con los judai- mezquindad interior.
zantes. ¿Aún no comprenden ni entienden? ¿Es que tienen
Como Marcos no suele incluir en sus relatos la mente embotada?: es interesante la cercanía de
ningún dicho aislado -tenemos algunos ejemplos de estos verbos el uno al otro. La fe es una respuesta
dichos reunidos e incluidos en el contexto de los que brota del corazón y de la mente: el amor, como
relatos, como lo hemos visto en los ce. 2, 3 y 7-, capacidad de dejarse tocar por el don, hace disponible
probablemente aquí se trata de un residuo que ha la inteligencia para comprender lo que se le ofrece
quedado en la fuente a la cual se refiere el evangelista para hacerlo eficaz en la propia vida.
y que formaba parte originariamente de un contexto v. 18: Estas dos preguntas se expresan con las
más amplio en el cual la denuncia contra los fariseos dos palabras de los profetas que eran muy conocidas
y contra Herodes se desarrollaba paralelamente con (cf. Js 6,9-10;/r5,21;Ez 12,2):de este modo el evan-
el reproche que iba dirigido a los discípulos. En gelista nos hace pensar en lá falta de disponibilidad
efecto, en el pasaje paralelo de Mateo los dos temas de los discípulos para ver y comprender a Jesús, se
se encuentran más unidos, aunque con poca claridad verifica de nuevo el drama experimentado muchas
y organicidad; además, Mateo sustituye la alusión a veces por el pueblo en la antigua historia de la sal-
Herodes con la que hace a los saduceos, una secta vación, cuando no comprendía que su Dios estaba
tradicionalista que pertenecía a la aristocracia sacer- presente para liberarlo de muchas esclavitudes y
dotal, y explica que esta levadura es su doctrina (cf. guiarlo hacia un mundo nuevo. Jesús se presenta
16,12). En Lucas este dicho aparece en un contexto como la manifestación plena y, por consiguiente,
muy diferente y hace alusión a la hipocresía (cf. 12, definitiva de Dios autor de salvación y como el que
1), y se mencionan sólo los fariseos. inaugura el mundo nuevo del reino de Dios.
Si excluimos las referencias en una parábola La intención didáctica, que es particularmente
brevísima (cf. Mt 13, 33; Le 13,20-21), en el Nuevo intensa en este trozo, nos enseña que la historia de
Testamento y en los escritos rabínicos la levadura esos primeros discípulos será también la de todo
indica algo malo (cf. Lv 2,11; lCo 5, 6-8; Ga 5,9) creyente y, por tanto, también la nuestra.
y más peligroso por ser contagioso. Marcos no da la w. 19-20: Las preguntas de. Jesús se vuelven
interpretación de la frase. Pero el significado usual cada vez más apremiantes y llevan poco a poco a
que hemos indicado concuerda con el contexto, en los discípulos a comprobar hechos precisos e irre-
el cual se pone en evidencia la mala disposición de futables: en este caso son los dos milagros del pan.
los fariseos, que pervierten la enseñanza de la ley y
de los profetas (cf. 7,1 -23) y pretenden señales que La expresión "no se acuerdan" evoca la actitud
sean de su agrado (cf. 8, 11-13). y el valor que son implícitos en toda la Escritura, que
sustancialmente es el "recuerdo vivo y actualmente
La alusión a la levadura de Herodes, unida aquí activo" -es decir, "memorial", según la palabra
a la de los fariseos, se explica en parte si la región hebrea usada para la celebración de la pascua (cf. Ex
enigmática de Dalmanutá, cuyo nombre aparecía al 12-13)- de las maravillosas acciones liberadoras de
final de la segunda multiplicación de los panes, es Dios a favor de su pueblo. También en la celebración
identificable en el territorio en la orilla occidental, de la eucaristía los creyentes siempre han repetido
cerca de Tiberíades, sede del tetrarca. las palabras del Señor: "Hagan esto en memoria
v. 17: Con este versículo se abre una serie de mía": es decir, como "memorial" de su muerte y
preguntas de Jesús a los discípulos, preguntas de resurrección, acto supremo de amor, que resume y
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
La ley y el poder
La ley, entendida debidamente, quiere ser señal y propuesta de valores, e indicación
de formas concretas para actuarlos en la vivencia cotidiana. Pero en el caso de que
prevalezca el egoísmo de cada individuo o peor aún, de grupos sociales enteros, ella
corre elriesgode identificarse con el derecho del más fuerte. Esto sucede fatalmente en
los regímenes dictatoriales, tanto si son formales como si son camuflados. Al interior de
esas estructuras, la ley y el poder siempre van de acuerdo. Los conflictos eventuales entre
APLICACIÓN A LA VIDA
El relato de la curación del ciego de Betsaida lleva hacia la conclusión de la segunda parte
de la sección de los panes, cuya estructura y función ya hemos puesto en evidencia al comentar
los trozos precedentes. Ya estamos en el umbral de la parte fundamental del evangelio de
Marcos, en la cual Pedro, al expresar en sus palabras el primer punto de llegada de la fe de los
discípulos, dará una primera respuesta clara al interrogante siempre presente: "¿Quién es ese
jesús que vive en medio de nosotros?".
El hecho del ciego curado, mientras vuelve a presentar en su enfermedad la condición de
cierre del hombre frente al evangelio, preanuncia, en su curación, la posibilidad de comprender
este evangelio, con la condición de que uno se deje "tocar" y "curar" de Jesús.
Entonces este pasaje es un episodio clave en su estructura literaria, sin duda alguna, se
relaciona con la narración anterior de la curación del sordomudo, colocado como conclusión de
la primera parte de la sección de los panes (cf. 7, 31 -37). Este ciego curado recuerda un trozo
sucesivo, en el cual el protagonista será otro ciego, el cual, en su profesión clara de fe y en su
entusiasmo por seguir a jesús, manifiesta lo expedito del camino de quien ha sido tocado por la
fascinación de Cristo (cf. 10, 46-52).
Existe una semejanza muy notoria entre este pasaje y el del sordomudo en el capítulo
anterior. Basta confrontar los dos relatos, sobre todo en su primera parte, y precisamente en
7, 32-34 y 8, 22-24: subrayamos la correspondencia de la introducción de las dos escenas, de
tomar aparte al enfermo, de extender las manos sobre él, de escupir sobre la parte enferma y
de otras actitudes y términos en el texto de los dos pasajes.
Con base en esto, algunos exegetas han pensado que este episodio del ciego sea un duplicado
del episodio del sordomudo.
Pero la diversidad del sujeto y las características propias de cada pasaje son suficientes para
convencemos de la realidad de los dos hechos. La constatación de que sólo Marcos refiere este
episodio del ciego de Betsaida, introduciéndolo en este punto preciso del evangelio, nos lleva
a poner en evidencia, una vez más, la línea del tema teológico que Marcos desarrolla en estos
capítulos a través de los varios relatos, como lo hemos anotado en los comentarios anteriores.
Las semejanzas lingüísticas se pueden explicar recordando que Marcos tiene la tendencia a
repetir las mismas expresiones y que las narraciones que se formaron en la tradición oral asume
con frecuencia un desarrollo fijo.
La obra redaccional de Marcos aparece también en el primero y en el último versículo, que
unen el relato en el contexto del capítulo, y lo incluyen en su línea del "secreto mesiánico".
v. 23: lo sacó fuera del pueblo: por éste y por Comenzó a ver perfectamente y quedó curado,
otros detalles, que se hallan también en el relato de suerte que veia de lejos claramente: notemos
del sordomudo en 7, 31-37, remitimos a las notas la diferencia en los tiempos de estos tres verbos:
de ese pasaje. mediante la acción de Jesús este hombre fue curado,
realizó los primeros actos de la facultad adquirida, y
v. 24: veo a los hombres, pues los veo como árboles,
pero que andan: esta identificación pintoresca de los luego siguió disfrutando de este don de la vista.
hombres con los árboles significa un modo primitivo v. 26: ni siquiera entres en elpueblo: otros manus-
de ver muy confuso, -los árboles como tipo de ob- critos añaden: "en el pueblo no le hables de esto a
jetosfijos,por consiguiente, más fácilmente percep- ninguno". Esta segunda redacción une más expresa-
tibles- y sirve como contraposición a la capacidad de mente también este episodio al tema del "secreto
ver bien y distintamente todo, la cual fue adquirida mesiánico".
en un segundo momento. En varios relatos de curaciones, el evangelista
v. 25: le volvió a imponer las manos: es una anota esta acción de Jesús que se retira de la gente:
característica de la narración de este milagro la el don de la salud física y de la fe es fruto de un
curación en dos tiempos, casi como para subrayar encuentro profundo con Cristo, que a menudo pue-
la grandeza del milagro y la necesidad absoluta de de ser impedido por la dispersión entre la multi-
la aeción de Jesús para adquirir la capacidad de tud, y por la instrumentalización interesada y
ver. Expondremos en el comentario el contenido demagógica del milagro; podemos explicar también
teológico de ese relato peculiar, que mediante imá- esto con la teología del "secreto mesiánico" que es
genes nos muestra cómo "comprender" a Jesús en típica de Marcos.
la señal de los panes.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
¿Ves algo?
Nosotros los cristianos estamos llamados a responder a esta pregunta del Señor:
"¿Ves algo?". Debemos reconocer con el ciego que, aunque tengamos un cierto grado
de fe, no logramos darle un contenido visible muy preciso. Y mucho menos estamos en
condiciones de dar de ella un testimonio transparente a los otros.
APLICACIÓN A LA VIDA
La fatiga de Dios
Curar a un ciego es el más bello de los milagros. Jesús es luz del mundo, y nosotros
así llegamos a ser capaces de verlo. El milagro de Betsaida, colocado en este momento del
evangelio, nos indica la esperanza maravillosa de sanar de la dureza de nuestro corazón,
objeto del reproche de Cristo. El corazón ciego se volverá capaz de ver, aún más, verá
lejos como el de los profetas ("quedó curado, de suerte que veía de lejos" v. 25).
Sin embargo, el acontecimiento está ligado a una "fatiga de Dios". No es fácil,
requiere tiempos sucesivos. Es la historia de la liberación humana en su nivel profundo,
bíblico. Como siempre, en este caso está comprometida una fuerza creadora divina, que
según parece tiene que luchar, e indicar una acción poderosa y difícil (cf. Ex 15,16). Así,
mientras la creación del cielo y de la tierra ya es narrada en el solo capítulo 1 del Génesis,
la liberación de un pueblo se desarrolla en los primeros 14 extensos y contrastados
capítulos del Éxodo. Es fácil para el Hijo de Dios calmar el lago gritándole: "¡Calle!"
(4, 39), hacer que se levante la niña muerta mediante una palabra muy leve, y curar a
la hemorroísa casi sin querer (c. 5); pero no le resulta igualmente fácil curar al ciego de
Betsaida. Aquí la acción aparece laboriosa, casi acompañada de un diálogo con el ciego.
Lo mismo sucede con la dureza de nuestro corazón, y para liberarnos de ella Jesús deberá
pasar la agonía del huerto de los olivos.
Todo eso nos ofrece el modo de recoger una doble lección evangélica. La primera
es que el espíritu no debe distraerse en mil arroyuelos secundarios ni marginarse en la
periferia de infinitas normas morales, que corren el riesgo de caer siempre en el rigor
inútil de los fariseos, sino que hay que ir al corazón del problema del hombre, del cual, si
acaso, hay que hacer emerger los aspectos particulares de la vida.
Es necesario apuntar más al fondo: allí donde yace la roca inamovible de nuestra
dureza. Todos los juegos que realicemos, dejándola intacta, serán un carrusel infantil,
con una apariencia de seriedad de carácter burlesco. La segunda lección es que, en
esta superación, precisamente porque es tan profunda, es necesario confiar más que
nunca en la acción de Cristo, que se nos aparecerá como el Señor precisamente en una
relación de fe liberadora, la cual, sin embargo, implica, en el conjunto del relato, nuestra
participación en la fracción del pan y en lo que ella implica de una vida fraterna y real,
como ya se dijo. Es necesario tener presente continuamente que aquí se trata del pueblo
de Dios que come el nuevo pan del desierto, si no se quiere reducir toda la sección a una
confrontación con Cristo, aislado de la realidad de la Iglesia y del mundo, confrontación
que domina la sección.
Pero el evangelio nos indica que esta confianza en Jesucristo, el Señor, no es un simple
acto de buena voluntad, y mucho menos de una voluntad fuerte y llena de sí mismos. En
cambio, es un don humilde y doloroso, en el cual es necesario aceptar la progresión de
dejarse liberar y con eso la humillación de ser todavía esclavos (cf. Jn 9, 39ss.).
La "sección de los panes", que según hemos visto está centrada en los dos relatos de la
multiplicación de los panes (6, 30ss.), se concluye ahora con el episodio de la confesión de
Pedro, que constituye el modo natural de desembocar de la línea teológica buscada por Marcos
en los pasajes de estos capítulos. La "señal del pan" fue el hilo conductor, como motivo de
preguntas fundamentales con respecto a Jesús y acerca del modo de comprenderlo. En este
pasaje el evangelista nos presenta una primera etapa en el camino de fe de la comunidad de los
discípulos. El texto, sintético y lineal, deja transparentar la huella de la catequesis primitiva
acerca de la persona de Cristo. Los títulos que la "gente" le atribuye resumen algunos de los
atributos más conocidos y elevados que la tradición del Antiguo Testamento reservaba al mesías
esperado. La insuficiencia de todos estos atributos, para definir la persona de Jesús, se hace
resaltar con la pregunta dirigida a los discípulos e introducida en la traducción latina por la
palabra "vero" (pero, más). Enfrentados a la opinión común, ahora se.sienten interpelados
personalmente, en un diálogo que no admite evasiones o respuestas rutinarias. Pedro, dejando
que hable su corazón (efi Mt 16, 17), tocado muchas veces por las palabras y las acciones
maravillosas de Jesús, expresa un juicio nuevo, que marca el punto de llegada de la primera
parte del evangelio de Marcos.
Pero inesperadamente también este episodio se cierra con la acostumbrada orden terminante
de Jesús: "Les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de Él". En efecto, también
Pedro, aunque había expresado una sincera profesión de fe, mostrará, inmediatamente des-
pués, que no ha comprendido casi nada del "misterio de Jesús " y que todavía estaba muy influen-
ciado por la mentalidad mundana.
La segunda parte del evangelio, que se abre después de este episodio de la confesión de
Pedro, tendrá precisamente la finalidad de llevarnos, junto con los discípulos, a una compren-
sión más verdadera y profunda del Señor Jesús, sobre todo a través de la experiencia dolorosa
de la pasión y muerte y la promesa de la resurrección. Creemos, por consiguiente, que tanto
en el aspecto de la estructura del texto, como en el aspecto del contenido teológico, con esta
respuesta parcial que Pedro ha dado acerca de la identidad de Jesús, se concluya la primera
grande parte del evangelio de Marcos, más allá de otras divisiones particulares, que hemos
puesto en evidencia a lo largo de los diferentes capítulos.
Así, a través del comentario de los diferentes episodios que se han sucedido desde el comienzo
del capítulo 1, hemos alcanzado una comprensión teológica profunda de lo que significa que
Jesús es el Mesías (que constituye la primera parte del título del evangelio de Marcos): este
atributo sale aquí por vez primera y adquiere su significado profundo y nuevo por el modo
con el cual Jesús ha ido manifestándose. De este modo Marcos recobra el sentido originario
27. Salió Jesús con sus discípulos hacia los pueblos de Cesárea de Filipo, y en el
camino les preguntó: "¿Quién dice la gente que soy yo?".
28. Ellos le dijeron: "Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elias; otros, que uno de
los profetas".
29. Y él les preguntó: "Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?". Pedro le contestó:
"Tú eres el Cristo".
30. Y les mandó severamente que no lo dijeran a nadie.
v. 27: hacia los pueblos de Cesárea de Filipo: esta En el tiempo de Jesús, el profetismo ya no
indicación precisa de lugar en Marcos, que suele existía en Israel. El pueblo sentía el peso de este
estar tan escaso, merece una atención especial. Este silencio de Dios: se esperaba la reaparición de
es también un elemento que confiere importancia algún profeta (cf. lM 4, 46; 14, 41;/n 1, 21). Así se
y solemnidad a este episodio, central en todo el comprende la referencia a EKas (cf. también en el
evangelio, y mucho más porque esta localidad se relato de la transfiguración, en 9, 5-4) de quien se
encuentra en los confines entre el territorio judío habla en 2R 2, 1-18 y de quien Malaquías había
y el mundo pagano. Cesárea de Filipo marca un preanunciado el retorno (cf. MI 3, 23): el mismo
viraje decisivo también en el itinerario de Jesús Marcos presenta muy claramente la espera de esta
según el relato de Marcos. En efecto, después de las nueva venida de Elias, pero afirma que él ya se ha
peregrinaciones fuera de la Galilea al otro lado del manifestado en Juan Bautista "y han hecho con él
lago de Tiberíades, Jesús vuelve hacia la Galilea, y cuanto ha querido" (cf. 9,11-13).
apunta decididamente sobre Jerusalén, para que se Aún más, se esperaba al profeta escatológico:
cumplan las profecías acerca del mesías. es decir, aquel que instauraría definitivamente el
v. 28: ]uan Bautista; otros, que Elias; otros, que reino mesiánico.
uno de los profetas: esta breve enumeración de las Entonces es explicable que la atención de la
opiniones de la gente acerca de Jesús retoma exacta- gente se haya fijado en Jesús: las gentes reconocían
mente los personajes que son nombrados en 6, 14- en él a un grande profeta, como se puede comprobar
15, cuando Herodes trata de darse cuenta de lo que en algunos pasajes de Mateo y Juan y en varios
la gente decía acerca de Jesús. pasajes de Lucas. Implícitamente Jesús aceptaba
La personalidad de Juan Bautista, sacrificado este título (cf. Mt 13, 57; Le 13, 34). En Marcos
por Herodes, había impresionado fuertemente el este atributo aplicado a Jesús aparece sólo tres
ambiente judío. Con respecto al título de profeta veces (6, 4; 6, 15 y aquí). En el segundo y en el
que se atribuye a Jesús, los testimonios del Nuevo tercer caso, sin embargo, el texto hace resaltar su
Testamento son numerosos. inadecuación con respecto a la verdadera realidad
En el judaismo del Antiguo Testamento la de Jesús. La idea de Jesús profeta se difundirá sobre
figura del profeta ocupa un espacio fundamental. todo en los ambientes judeo-cristianos y será un
El profeta es un hombre llamado por Dios, para atributo importante para la fe en Jesús en las
que con palabras y gestos manifieste el designio de primeras comunidades; en cambio, desaparecerá en
la liberación de Dios y los caminos a través de los la predicación a los paganos. Eso explica por qué ese
cuales el mismo Dios lo va realizando en la historia; atributo no tuvo mucha resonancia en la iglesia.
también un hombre que proclame el juicio de v. 29: y El les preguntó: ¿ Y ustedes... ?: El tex
Dios acerca de las vicisitudes humanas, según su de la traducción dice así, pero el texto griego y
correspondencia o menos (fidelidad o infidelidad) latino dicen el equivalente a: "pero Él replicó: y
con respecto a este designio. ustedes...", para expresar el sentido adversativo
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
La provocación de Jesús
"Pero ustedes, ¿quién dicen que soy yo?": así suena la pregunta de Jesús. Se trata de la
provocación esencial del evangelio, que continuamente nos cuestiona y nos llama a salir
de nosotros mismos y de nuestros criterios mundanos de evaluación y de acción.
Es la provocación permanente que Cristo hace a su Iglesia, para que sepa liberarse
de todos los enredos de la ley y del poder, y quedar abierta a la novedad del don que el
evangelio presenta.
Los "hombres" ofrecen siempre respuestas prefabricadas y que se dan por descontado,
y aplican a Jesús lo que ya saben. Se cierran así el acceso al misterio de su persona.
Nosotros pensamos siempre que sabemos ya por nuestra cuenta qué es la liberación, la
salvación, lafiliacióndivina y Dios mismo; y afirmamos que Jesús es el Mesías, el Salvador,
el Hijo de Dios y el mismo Dios. Pero todo esto es equivocado, por más que pueda parecer
paradójico, y Jesús nos pregunta: "Pero ustedes ¿quién dicen que soy yo?".
Debemos saber renunciar a todas nuestras categorías "religiosas", como dice Pablo en
Flp 3,4 -11. Se trata de la conversión más radical y más profunda, que nos lleva a descubrir
qué es la liberación, la salvación, lafiliación,de Dios y Dios mismo no como lo pensamos
nosotros, sino como se nos manifiesta en Jesús de Nazaret. Jesús no es la incógnita, que
tratamos de comprender atribuyéndole todas nuestras ideas acerca de Dios y haciendo de
ellas una percha de nuestras buenas opiniones burguesas o parcialmente revolucionarias.
Es Dios la incógnita, a quien conocemos sólo a través de Jesús, su palabra eterna, plena
y definitiva, manifestada a los hombres.
"A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, Él lo ha
contado" (Jn 1,18). En el primer caso medimos a Dios según nuestra medida: hacemos
nuestros ídolos, y a Dios lo reducimos a hombre, encerrándolo en la carne y en la sangre.
En el segundo caso nos medimos a nosotros a la medida de Dios, y así quedamos siempre
abiertos a su palabra, y descubrimos en la humanidad pobre de Jesús el rostro de Dios.
En este sentido el evangelio es una provocación que nos desmiente continuamente en
todos nuestros intentos de respuesta reductiva.
En efecto, esta respuesta siempre debe constituir un "pero" con respecto a lo que se
daba por adquirido, en un camino de liberación sin fin, hasta la revelación en nosotros
del "yo" de Cristo, como dice Pablo: "No vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí"
(Ga 2, 20), porque "para mí la vida es Cristo" (Flp 1, 21).
Por tanto, esta respuesta no debe ser abstracta, de palabra, sino encarnada por un "us-
tedes" que abarca toda la iglesia de aquellos que quieren seguir a Cristo.
Por consiguiente, así como Jesús fue el "pero" de Dios al mundo y a sus criterios
de egoísmo, de dominio, de sometimiento, de alienación y de muerte, -revelándonos el
amor, el servicio, la liberación y la vida-, así también la comunidad de los discípulos, es
decir, la Iglesia, siempre debe presentarse como un "pero" concreto y sufrido a todos los
criterios inhumanos del mundo en el que se encuentra: ella misma es la respuesta viva a
la provocación de Jesús, el Mesías liberador.
REFLEXIÓN DE FE
Pero en todo y siempre, incluso cuando te decimos con Pedro: "Aléjate de mí" (Le 5,
8), sábete que siempre con Pedro diremos: "Tú sólo tienes palabras de vida eterna"
(Jn 6, 68).
31. Seguidamente comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho
y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado
y resucitar a los tres días.
32. Hablaba de esto abiertamente. Pedro entonces lo tomó aparte y se puso a repren-
derle.
33. Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro, diciéndole:
"¡Quítate de mi vista, Satanás! porque tus pensamientos no son los de Dios,
sino los de los hombres".
v. 31: comenzó a enseñarles: también en estas precisamente las ideas contenidas en la expresión:
primeras palabras del texto aparece la novedad "debía sufrir mucho y ser reprobado..." (cf. la
del contenido teológico de esta segunda parte del continuación del comentario).
evangelio de Marcos, cuya característica estará en El Hijo del hombre: ya en otros pasajes de los
hablar "abiertamente" (v. 32) del "misterio" de Jesús capítulos anteriores hemos encontrado el uso de
mesías, después de haberlo presentado en parábolas y esta expresión aplicada a Jesús (cf. nota a 2,10). En
en señales en la primera parte. la segunda parte del evangelio de Marcos esta
Algunos elementos son característicos de este figura pasa al primer plano no sólo por el puesto
primer anuncio de la pasión y resurrección, y que ocupa en los tres anuncios de la pasión (es el
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
El Hijo del hombre debe ser llevado a la muerte: la espera del hombre y la
promesa de Dios
Para comprender este pasaje será útil ofrecer una breve síntesis de los temas de la
primera parte del evangelio, que culmina con el reconocimiento de Jesús como Mesías. En
El se cumple el anhelo de liberación que se extiende por todo el Antiguo Testamento. Jesús
había comenzado con la proclamación del "evangelio", es decir, con el anuncio de la venida
del reino de Dios, si uno se convierte y cree en su palabra, es decir, si lo sigue (1, 14-20):
en la fuerza de su palabra sucede la liberación del hombre del mal (1,21 -28) y comienza el
nuevo espíritu de servicio (1,29-31). Con Él cesa la división de la ley (1,40-45) y se realiza
la reconciliación con Dios (2, 1-17), que se hace presente y "desposa" a la humanidad (2,
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
El exorcismo fundamental
La situación en la cual se encuentra en este punto, donde Cristo denuncia que satanás
está presente, es realmente el nudo de toda nuestra vida con Dios (el eje de la religiosidad
humana y el significado vivificante de la fe, sin la cual la misma religión muere). Para
orar y colocarse delante de Dios, es necesario el llamamiento angustioso y el grito de
Cristo sobre Pedro. Necesitamos esta confrontación fundamental contra satanás que
está presente. Antes de esta maravillosa y dramática lucha, la declaración abierta de
Cristo no podrá ser acogida (v. 32a). Si le impedimos que nos exorcice sobre este punto,
Él no podrá manifestarse a nosotros. La verdadera vida en el espíritu comienza aquí y el
evangelio nos amonesta para que no evitemos esta confrontación. No debemos eludir la
situación que el pasaje nos propone, con elriesgode impedir a Cristo que se revele para
la salvación. El mérito de Pedro es doble: el que se narró antes, de llamar Mesías a Jesús
(v. 29), y el actual, de haber afrontado a Jesús al negarle la cruz, pero permitiéndole así
desmentirlo, es decir, salvarlo. Por nuestra parte, aquí puede suceder la grande evasión.
No afrontamos a Cristo, y así no recibimos de Él una desmentida abierta; al llegar a
proclamarlo Mesías, nos movemos con una cautela extrema y con las menores sacudidas
que sean posibles, para que no suceda que Él se nos declare abiertamente.
Pero así corremos el peligro de detener "nuestra religión" en el punto en que ella se
vuelve evangelio y, en lugar de la noticia feliz de que seremos herederos del reino de la cruz,
corremos elriesgode detenernos en la garita de satanás, sin salir de la frontera de un reino
que está presente, en el cual acabamos por llegar a ser herederos en la carne (v. 33).
Después del primer anuncio de la pasión y resurrección, con el cual forma contraste
reacción de Pedro, Marcos nos presenta un pasaje que contiene una exhortación apremi
a seguir a jesús por el camino que El recorrió primero, como único modo para realizar
verdadera vida, hasta el pleno reconocimientofinaldelante de Dios y déla comunidad de to
los que han sido salvados.
Este trozo está compuesto de cinco dichos pronunciados por jesús, al menos en lo sustan
y van dirigidos a todos. Todos estos cinco dichos se repiten en el mismo orden también e
pasajes paralelos de Mateo y Lucas, en los cuales se encuentra solamente alguna variante
respecto al texto de Marcos, sobre todo en los últimos dos. Los primeros tres dichos deben
sido unidos desde los primeros tiempos de la tradición, de la cual ha quedado huella tam
enjnU, 24-26.
La enseñanza de jesús, contenida en estos cinco dichos, exhorta a la valentía para tom
opciones conformes al evangelio, sobre todo en los momentos difíciles, cuando se experim
la tentación de hacer lo que resulte más cómodo. Por consiguiente, es plausible que estas
bras hayan sido transmitidas por comunidades expuestas a persecuciones y grandes riesg
hayan sido incluidas aquí oportunamente por Marcos, después de las perspectivas muy se
indicadas en el pasaje anterior. De este modo el evangelista llama a la comunidad a real
opciones valientes, siguiendo el camino de jesús en la historia de cada día, para poder disfr
de la vida en la eternidad.
34. Llamando a la gente a la vez que a sus discípulos, dijoatodos: "Si alguno quiere
venir en pos de mí, niegúese a sí misrrio, tome su cruz y sígame.
35. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por
mí y por el Evangelio, la salvará.
36. ¿Qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su propia vida?
37. Y ¿qué dará el hombre a cambio de su vida?
38. Porque quien se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera
y pecadora, también el Hijo del hombre se avergonzará de él cuando venga en la
gloria de su Padre con los santos ángeles".
9,1. Les decía también: "Yo les aseguro que entre los aquí presentes hay algunos que
no gustarán la muerte hasta que vean venir con poder el reino de Dios".
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
2. Seis días después, toma Jesús consigo a Pedro, Santiago y Juan, y los lleva, a
ellos solos, aparte, a un monte alto. Y se transfiguró delante de ellos,
3. y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como ningún
batanero en la tierra sería capaz de blanquearlos de ese modo.
4. Se les aparecieron Elias y Moisés, y conversaban con Jesús.
5. Toma la palabra Pedro y dice a Jesús: "Rabbí, bueno es estarnos aquí. Vamos a
hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y- otra para Elias";
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
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sacrificado, es descrito a Abrahán como "tu hijo predilecto", tipo de Cristo (cf. alusiones
en Hb 11,17-19; St 2,21; Hch 3, 25; Hb 6,13s; 11,12; Ga 3, 6).
Esa palabra resonará por vez primera sobre la tierra, haciéndose voz de liberación
para el hombre, y en el Crucificado se nos manifestará nuestro Dios (cf. comentario a
15,39).
Después de la proclamación solemne: "Este es mi Hijo amado", Marcos hace añadir a
la voz: "Escúchenlo", que hace alusión en el contexto a Dt 18,15.19. Como ya se señaló,
este imperativo recuerda el que resuena desde la tumba vacía: "Vayan... Él irá delante
de ustedes a Galilea; allí lo verán, como les dijo" (16, 7). Teológicamente, para Marcos,
es el centro de la transfiguración, y significa que para ver su gloria (9, 1), es necesario
escucharlo, es decir, seguirlo (8,34), no avergonzarse, ahora en esta vida, de su "evangelio"
(v. 35) ni de sus "palabras" (v. 38). Se trata de añadiduras redaccionales de Marcos, el cual
dice a su comunidad, que no ha visto al Señor, cómo puede verlo del mismo modo que
los primeros discípulos: es necesario vivir su anuncio, como único Señor y seguirlo en su
camino de vida (8, 34-38; cf. Jn 20, 29). Así es clara la tarea de los discípulos de todos
los tiempos: deben ser testigos de su resurrección (cf. Hch 1, 22b), afrontando su mismo
destino de pasión para tener parte en su gloria (cf. comentario a 8, 34-38).
Después de la transfiguración todo vuelve a ser como antes (v. 8). Pero sólo aparente-
mente, porque en realidad los discípulos son enviados a recorrer ese camino largo que
hace que la gloria de Jesús sea también la gloria de ellos -es decir, todo el itinerario del
evangelio, desde Galilea hasta el monte Gólgota.
Sólo así ellos pueden comprender o experimentar la resurrección, que ahora no
comprenden, y se eliminará todo velo (vv. 9s.). Pero ya desde ahora, la comunicación de
esta.gloria del Resucitado es como una semilla que se desarrolla y actúa: es el misterio
del reino, que ha sido confiado a los discípulos (4,11), como una fuerza que les permite
llegar a ser semejantes a Él en la muerte, con la certeza de llegar a su vida más allá de la
muerte (cf. Flp 3,10s.).
La transfiguración marca el viraje decisivo en la vida de Jesús. Si antes su camino era un
errar incierto, ahora apunta decididamente sobre la ciudad de Dios. Los acontecimientos
de ahora en adelante precipitan hacia elfinal,o mejor, ascienden hacia su final, "al monte
santo". Allí nosotros, como lo dice Pedro, al leer las Escrituras, que son "como lámpara
que luce en lugar oscuro", vemos las tinieblas que se disuelven: ya ha despuntado el día
y se ha levantado el lucero de la mañana (cf. 2P 1, 16-19). En el corazón del discípulo
que lo sigue ya se ha levantado la estrella de la mañana y ha amanecido el día. Esta
estrella de la mañana y este día que se preanuncia es el mismo Señor Jesús, Él, que se ha
manifestado en su gloria y se ha comunicado a nosotros con el don de su Espíritu, Él es
la gloria de la resurrección, el inicio de la luz, que ya no conoce ocaso.
ACTUALIZACIÓN
La transfiguración de la realidad
La transfiguración de Cristo no es sino el hombre Jesús, rechazado y negado por todos,
que se encamina hacia la cruz, que se manifiesta como totalmente otro: acogido por Dios y
confirmado ante Dios. Precisamente en la humanidad crucificada se revela su verdadera
naturaleza, la gloria del Hijo de Dios: en Él el Padre ha colocado sus complacencias.
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
La gloria de la Galilea
Estamos impactados por el hecho de que esta aparición de la Galilea es presentada
de una manera tan gloriosa y fulgurante, y eso no se realizará en las apariciones de
Cristo resucitado, donde las tradiciones evangélicas prefieren los relatos sencillos,
hasta mostrarnos a Jesús que se aparece y come pescado (Le 24, 43) o que prepara la
merienda a los apóstoles (Jn 21, 9ss.). ¿De dónde vienen estos fulgores? Del hecho que
el acontecimiento está colocado en la Galilea. El monte de la transfiguración, con su
forma característica, está colocado en la soledad, porque se eleva aislado, en la llanura de
Esdrelón. El es muy visible desde las colinas de Nazaret: ;es indebido pensar que Jesús,
en su trabajo cotidiano se sintiera, a la vista del altar místico del Tabor, levantado hacia
la contemplación del Padre? En realidad sobre este monte de Galilea Él resplandeció
porque la Galilea, así como fue el fundamento del mesianismo de Cristo, es también el
lugar del esplendor cristiano.
El pasaje subraya y sella toda la sección anterior de los panes y la revelación del siervo
que sufre, hecha a Pedro: los apóstoles -y nosotros con ellos- no deben asemejarse a
los fariseos que buscan señales y prodigios (Me 8, 11). En cambio, ellos deben estar
dispuestos a acoger la señal en el pan, sacramento cotidiano, aún más, signo de lo
cotidiano. Otra señal no se dará normalmente al que comprende la misericordia y el
amor: al que cree. El que quiere otras señales es porque no logra conocer esto. El que no
sabe comprender el valor de un vaso de agua dado con amor, no puede comprender nada
de la vida. Y la vida es un vaso de agua pura convertido en un don. Pero si uno va a fondo
en esta lección que es el evangelio en el evangelio, se da cuenta de que esa agua es un
conjunto de perlas iridescentes y luminosas. Que todos los colores más bellos se reflejan
en sus gotas. Y ve con Pedro, Santiago y Juan a Jesús transfigurado en la luz.
Pero el Señor conoce nuestra debilidad y sabe que el misterio cotidiano tiene dificultad
en transfigurarse en nosotros. Él interviene para sostener de vez en cuando nuestro
corazón con sus consuelos divinos. Y al igual que sobre el Tabor los apóstoles atemorizados
vieron a Jesús en la luz, también a nosotros se nos dará algunas veces algún anticipo de la
resurrección. Pero debemos estar preparados: en seguida después los apóstoles volverán a
ver a "Jesús solo", el cual, sin embargo "estaba con ellos". Sobre el Tabor, que se volvió
como una pequeña colina de Galilea, una presencia escondida pero no menos poderosa y
activa se convierte en levadura de nuestra presencia cotidiana en el mundo.
9. Mientras bajaban del monte Jesús Jes ordenó que a nadie contaran lo que
habían visto hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos.
10. Ellos guardaron el secreto, discutiendo entre sí qué era eso de "resucitar de
entre los muertos".
11. Y le preguntaron a Jesús: "¿Por qué dicen los escribas que Elias debe venir
primero?".
12. El les dijo: "Elias vendrá primero y restablecerá todo; y ahora bien, ¿cómo está
escrito acerca del Hijo del hombre que sufrirá mucho y que será despreciado?
13. Pues bien, yo les digo: Elias ha venido ya y han hecho con él cuanto han
querido, según estaba escrito de él".
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Precursores y seguidores
Todas las profecías y las expectativas Cristo las cumple, pero también las "desplaza'
Se espera al rey de la gloria -y es verdad (Sal 28)- pero lo es solamente como reino de 1
cruz (8, 31). Toda la expectativa mesiánica del Antiguo Testamento queda precisada e
este desplazamiento hacia la cruz. No podía dejar de quedar involucrado Elias, que er
imprescindible en toda expectativa mesiánica. Entonces Elias es el Bautista y su gloria e
la decapitación de una figura sin aureola.
Juan-Elias es instruido en su misma historia, incluido es esta novedad mesiánic;
desde el interior. También los apóstoles, es decir, la comunidad fiel, debe ser tomad;
desde el interior de la propia situación. Sólo entonces llegamos a ser verdaderos oyente;
de la Palabra y no nos avergonzamos del evangelio. Sólo en este paso interior de una ;
otra gloria Cristo será proclamado Señor en el sentido del evangelio. "Él murió por todos,
para que no vivan para sí los que viven, sino para Aquel que murió y resucitó por ellos...
y si conocimos a Cristo según la carne, ya no lo conocemos así" {2Co 5,15s). Sólo al llegar
a este punto se imprimirá en nuestro corazón el mismo título del evangelio de Marcos:
Jesucristo, Hijo de Dios (1,1).
Elias y el Bautista los precursores, nosotros los seguidores, y todo el que de cualquier
modo está vinculado a una salvación que viene de El, todos estamos implicados y nos
realizamos en esta parte decisiva del evangelio que, desde la primera profecía de la pasión
(8,31) en adelante, corre veloz hacia su meta y acelera sus tiempos de palabra en palabra
con dirección hacia la cruz.
Veremos en el c. 15 que precisamente en el momento en que se rasga el velo del
templo y así cesa la antigua alianza, Cristo muere y es proclamado Hijo de Dios (15,
39). Aquí está la novedad del evangelio, su valor, su poder, en este anuncio gozoso y
liberador. Está realizándose una alianza diferente y beatificante. Ella queda sustraída a
toda relación convencional de justicia con Dios e inserta en el camino de Cristo, misterio
de pasión y de libertad, de amor sin retorno.
14. Al llegar donde los discípulos, vio a mucha gente que les rodeaba y a unos
escribas que discutían con ellos.
15. Toda la gente, al verlo, quedó sorprendida y corrieron a saludarlo.
16. Y les preguntó: "¿De qué discuten con ellos?".
17. Uno de la muchedumbre le respondió: "Maestro, te he traído a mi hijo que
tiene un espíritu mudo
18. y, cuando se apodera de él, lo tira al suelo, lo hace echar espumarajos, rechinar
los dientes y lo deja tieso. He dicho a tus discípulos que lo expulsaran, pero no
han podido".
19. Jesús les respondió: "¡Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo estaré con
ustedes? ¿Hasta cuándo habré de soportarlos? ¡Tráiganmelo!".
20. Y se lo trajeron. Apenas el espíritu vio a Jesús, retorció violentamente al
muchacho, que cayéndose al suelo, se revolcaba echando espumarajos.
21. Y Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto?". Le dijo:
"Desde niño.
22. Y muchas veces lo arroja al fuego y al agua para acabar con él; pero, si algo
puedes, ayúdanos, compadécete de nosotros".
23. Jesús le dijo: "¡Qué es eso de si puedes! ¡Todo es posible para quien cree!"
24. Al instante, gritó el padre del muchacho: "¡Creo, ayuda a mi poca fe!".
25. Viendo Jesús que se agolpaba la gente, increpó al espíritu inmundo, diciéndole:
"Espíritu sordo y mudo, yo te lo mando: sal de él y no entres más en él".
26. Y el espíritu salió dando gritos y agitándole con violencia. El muchacho quedó
como muerto, hasta el punto de que muchos decían que había muerto.
27. Pero Jesús, tomándolo de la mano, lo levantó y él se puso en pie.
28. Cuando Jesús entró en casa, le preguntaban en privado sus discípulos: "¿Por
qué nosotros no pudimos expulsarlo?".
29. Les dijo: "Esta clase con nada puede ser arrojada sino con la oración".
Esta clase de demonios no puede ser arrojada, sino con la oración y el ayuno
El comienzo del ministerio de Jesús, después del llamamiento al seguimiento, se abre
con un exorcismo, que tiene un valor programático. En él se muestra lafinalidadde la obra
de Jesús y de quien lo sigue: combatir y vencer ese espíritu del mal que posee al hombre y
lo mantiene esclavo y alejado de Dios (cf. comentario a 1, 21 -28).
También la segunda parte del evangelio, después de una invitación más específica al segui-
miento, nos presenta un exorcismo nuevo y último. En éste se recalca de un modo más explí-
cito en qué consisten la lucha y la victoria obtenidas mediante la fe en el seguimiento de Jesús.
Se trata de una lucha que se vuelve cada vez más intensa y dura, que llega a la confrontación
extrema y decisiva, y en fin hasta la victoria sobre el fruto último del mal, la muerte.
Lo que Marcos quiere poner en evidencia al comienzo y al final del relato (v. 18b y v.
28) es la impotencia de los discípulos en esta lucha a la cual están llamados: ellos no "son
bastante fuertes" para vencer el mal. ¿De dónde viene esta falta de fuerza, y de dónde
puede venir la fuerza? Ésta es la pregunta a la cual este relato quiere dar respuesta (v. 29).
La situación, que el relato presenta, es análoga a la de los discípulos angustiados, a
merced de la tempestad, mientras Jesús "duerme" (4, 35.41; cf. también 6,45-52, ¡donde
Jesús está también ausente!). Aquí Jesús está ausente: se encuentra sobre el monte de la
transfiguración. Es una alusión clara a la situación de la Iglesia después de la pascua, por
la cual Cristo "duerme", está "ausente". De aquí nace la impotencia de los discípulos que,
como lo veremos, puede superarse sólo con aquella fe que lo hace presente con su fuerza
(w. 23ss.; cf. 4, 40; 5, 34.36; 6, 50b). Se añade también que esta fe se debe traducir en
oración (cf. 11, 20-25) y en ayuno (v. 29).
Este es el nuevo modo de presencia de Cristo: El está definitivamente ausente sobre
el monte de la transfiguración, y está presente con la fuerza de su resurrección para quien
acoge la voz del Padre que dice: "Escúchenlo" (v. 17b) y sigue su palabra.
Nos presentan en seguida a los discípulos desorientados por la gente desilusionada y
en discusión con los adversarios, los escribas (v. 14). El objeto de la discusión se indica
después: la impotencia de los discípulos en ausencia de Jesús (w. 17ss.; cf. v. 27a). Ésta es
la situación normal de la Iglesia, donde reina la confusión y la discusión, paralelamente con
la ineptitud, y donde los enemigos pueden fácilmente cantar victoria. Con razón dice Jesús:
"Sin mí no pueden hacer nada" (/n 15,15).
Pero al aparecer Jesús, los discípulos y la gente encuentran un punto de referencia y
los escribas se disuelven y desaparecen de la escena (v. 15), como el rocío al salir el sol. Su
aparición, aunque recuerda la de Moisés que baja del Sinaí, es más semejante a la de Yahvé
en el Antiguo Testamento: en efecto, en su presencia sus enemigos se dan a la huida (cf. Nm
10, 35; Sal 68,2; Is 33, 3 etc.), así como también los demonios.
En la primera parte de los evangelios eran los discípulos y la gente los que se inte-
rrogaban acerca de Jesús y decían: "¿Quién es éste?". Ahora, en cambio, desde cuando Él
se ha manifestado (8, 27-9,13), es siempre Jesús el que interpela y quiere una respuesta.
También aquí pregunta: "¿De qué discuten?" (v. 16). Él se ha dado a conocer: a su luz
también el hombre puede y debe desenmascararse. Los discípulos deben reconocer que,
sin Él, quedan ciegamente encerrados en el círculo de discusiones estériles, y Jesús quiere
llevarlos a descubrir el motivo de todo esto. Ellos son como la comunidad cristiana que, en
ACTUALIZACIÓN
La omnipotencia de la fe
El cristiano, sin Jesús, es impotente frente al mal: "Sin mí nada pueden hacer" (Jn 15,
5). La Iglesia, sin la presencia activa de Cristo vivo, es impotente. Todos los que se rebelan
contra una iglesia impotente para salvar al hombre -aquellos a quienes consideramos
como caídos en una irreligiosidad- en realidad no son más que personas que se sienten
traicionadas por nosotros en nuestra misión de salvación.
El hecho evidente es que ninguno puede salvarse ni salvar sin Cristo. El hombre es una
necesidad radical de salvación. Eso quiere decir que él no puede superar las alienaciones,
que lo vuelven prisionero y le impiden realizar una existencia completa en y con su mundo.
El mal del hombre no se supera con tener algo más, sino con ser diferente, es decir, libre
de los límites que lo encierran en sí mismo. Si. quiere salvarse por sí solo, puede quererlo
libremente, pero su voluntad no es capaz de hacerlo. El que pretende salvarse por sí
solo, cae en el mal radical del hombre, que es el de creerse absolutamente autónomo y
pretender ser él mismo el creador de sí, de sus valores y del mundo. Así comete el pecado
fundamental de la mentira, que consiste en querer salvarse por sí solo sin tener ninguna
necesidad de Dios.
El hombre, ciertamente, es libre; pero su libertad está condicionada, vinculada, herida
y perdida, tanto individual como colectivamente. La liberación de la libertad, es decir,
la libertad liberada, es totalmente obra de Dios. Ella no puede ser merecida con ninguna
obra religiosa y moral, ni ser producida por ninguna lucha socio-política, aunque las
obras y las luchas son indispensables como en el camino para llegar a la meta, pero no
son ni constituyen ni construyen la meta. Ella tampoco puede ser prevista por nuestras
especulaciones ni ser imaginada ni representada, ni mucho menos puede ser planificada,
organizada y producida.
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
La oración
La amonestación final de Jesús (v. 29) nos propone la oración en su sentido y en su
fuerza.
La fuerza de la oración: sólo ella puede ahuyentar el mal, auii el más terrible, aquel del
cual sólo Cristo puede liberarnos. La palabra está dicha en forma absoluta. No hay que
tomarla de cualquier modo. Es una afirmación poderosa de Cristo. Es necesario creerle.
Esta segunda parte del capítulo 9, que Marcos enmarca en el viaje de Jesús a Jerusalén a
través de Galilea, está constituida casi enteramente por dichos, reunidos aquí y reorganizados
por el evangelista en la forma de una instrucción a los discípulos (v. 31a). Eso tal vez se explica
también con el hecho de que la tradición no ofrecía otras informaciones acerca de estafase del
camino de Jesús. Marcos subraya especialmente el carácter privado de este momento, al volver a
proponer la línea del "secreto mesiánico " de una manera aún más amplia que la acostumbrada;
recomienda que no se dé a conocer ni siquiera el mismo viaje (v. 30). En ese contexto se incluye
el segundo anuncio de la pasión y resurrección que abre esta breve sección.
Con respecto a los otros dos anuncios (cf 8, 31 y 10, 32c-34) éste queda reducido a lo
esencial: por eso se considera que es el más cercano a las palabras pronunciadas por Jesús.
Si por una parte a la gente no se le comunica nada de eso, porque estaba demasiado dis-
traída con otras ideas mesiánicas, por otra, los discípulos, a quienes Jesús habla abiertamente
(cf. 8, 32), se muestran cada vez menos preparados y más cobardes frente a esas perspectivas
(cf. 8, 32ss.; 9, 32; 10, 32).
A través de sus expresiones típicas -sobre la línea del secreto mesiánico o poniendo en
evidencia incomprensiones y temores de los discípulos- Marcos insiste fuertemente en subra-
yar la incapacidad radical del hombre, mientras permanece en su lógica mundana, para com-
prender el designio de Dios y para realizarlo por el camino que Jesús muestra.
30. Saliendo de allí, iban caminando por Galilea; Él no quería que se supiera,
31. porque iba enseñando a sus discípulos. Y les decía: "El Hijo del hombre será
entregado en manos de los hombres; lo matarán y a los tres días de haber
muerto resucitará".
32. Pero ellos no entendían estas palabras y temían preguntarle.
v. 30: saliendo de allí: es decir, de la región don- reales y humanos; cf. el significado teológico muy
de se había realizado la transfiguración de Jesús. Es marcado en Marcos del verbo "entregar" en la nota
una forma estereotipada de Marcos (cf. una expresión a 14, 10; encontraremos este término también en la
semejante en 7, 24, idéntica a la de 10,1). tercera predicción (cf. 10, 33).
v. 31: Ya nos hemos referido a la importancia Lo matarán; y... resucitará: en los tres anuncios
particular de esta formulación con respecto a las que vuelven estos dos verbos; el segundo es típico del
leemos en los otros dos anuncios. anuncio pascual (cf. nota a l ó , 6); para el primero
Será entregado en manos de los hombres: más cf. nota a 8, 31 ("ser matado").
que atribuirlo a la acción particular de alguno (de "A los tres días": encontramos la misma fórmula
Judas) creemos que Marcos quiera aquí aludir a la también en los otros dos anuncios; cf. nota a 8, 31.
realización del designio de Dios a través de hechos
ACTUALIZACIÓN
Amor y sacrificio
Toda la pasión de Jesús se realiza bajo la insignia del verbo "entregar": Judas lo entrega
a los soldados, los soldados a los jefes del pueblo, los jefes del pueblo a Pilato y éste a los
verdugos. Pero la paradoja es que el mismo Dios lo entrega a la muerte. No es que Dios sea
un padre cruel, que quiere la muerte del Hijo: en la entrega del Hijo a la muerte es El mismo
quien se entrega al hombre.
¡Porque Dios es amor! Y el amor es estar fuera de sí para estar en el otro, es identi-
ficarse con el otro, es salir de sí mismo para ir hacia el otro: es sacrificio, don y entrega de
sí mismo. Sólo así se expresa y se vive el amor. En Jesús, que voluntariamente se entrega
al Padre por amor a los hombres, se hace presente la libertad soberana de Dios en su amor
que se entrega. Este amor de Dios asume un cuerpo concreto en la libertad de Jesús que se
entrega. Su vida que es esencialmente para los otros, su humanidad que se vacía totalmente
en la cruz, es el espacio humano, en el cual Dios puede entrar y existir en su plenitud como
amor hacia el hombre. Jesús entregado y sacrificado no es sino la existencia histórica y
concreta de Dios en el mundo: la existencia de Dios que se entrega a los hombres y les da
a ellos y por ellos su vida.
Un Dios que ama y que se hace tan cercano al hombre es un Dios débil y vulnerable. Si
un Dios que está en lo alto puede cuando mucho ser olvidado, un Dios que desciende hasta
abajo puede ser llevado a la muerte. "Dios ha muerto, y ¡nosotros lo hemos matado!": es
tremendamente verdad y puede tener como respuesta o la fe o el ateísmo. Este es el grito de
la edad moderna, que es realmente deicida y repite el misterio de iniquidad cometido por
el enceguecimiento de Israel. Si Dios se hace hombre, se coloca en condiciones de causar
el ateísmo activo, que hace de Dios lo que quiere, hasta intentar apoderarse de Él y darle
muerte.
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
33. Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutían por
el camino?".
34. Pero ellos callaron, pues por el camino habían discutido entre sí quién era el mayor.
35. Entonces se sentó, llamó a los doce, y les dijo: "Si uno quiere ser el primero, sea
el último de todos y el servidor de todos".
36. Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo:
v. 3: llegaron a Cafamaún: localidad situada en ante todo a un niño, en Marcos, como lo hemos
Galilea a orillas en el lado noroccidental del lago de visto, Jesús antes pronuncia el dicho acerca de la
Tiberíades. Allí Jesús había comenzado su ministerio verdadera grandeza, luego presenta el niño; de este
en medio de la gente (cf. 1, 21; 2, 1). modo, a diferencia de los otros sinópticos, Marcos
En casa: probablemente era la casa de Pedro, subraya más la fuerza del dicho de Jesús, de un
a la cual se hace alusión ya en 1, 29; para su modo que corresponde exactamente a la instrucción
significado cf. notas al v. 28 y a 3, 20. sucesiva al tercer anuncio de la pasión (cf. 10, 42-
Les preguntó: en Mt 18, 1 son los discípulos quie- 45); el significado del niño quedará mejor ilustrado
nes dirigen la pregunta a Jesús, mientras en Le 9, 47 por Marcos en un pasaje sucesivo (cf. 10,13-16).
Jesús, "conociendo lo que pensaban en su corazón", v. 37: De la confrontación con el v. 42 (donde
antes de hablar coloca delante de sus ojos a un niño. "el pequeño" es el discípulo) y de las variantes de
v. 35.: se sentó: es la posición característica del estas palabras de Jesús que se encuentran también
maestro que enseña. en Mt 10, 40; Le 10, 16; Jn 13, 20, parece que se ha
de concluir que Marcos realiza una inversión con res-
Llamó a los Doce: parece que no se ha de buscar
pecto al significado originario del dicho -"el que es-
una distinción entre los "discípulos", que ya estaban
cucha a uno de mis discípulos, me escucha a mí"-,
en la casa con Jesús y "los Doce", a quienes ahora él y lo convierte en una enseñanza acerca del modo
llama para que se le acerquen; creemos más bien que como los discípulos deben tratar a los otros, sobre
se trata de una repetición determinada por la todo a los más débiles. La idea según la cual al aco-
conjunción redaccional de versículos provenientes de ger a un pequeño se acoge a Jesús en persona, la afir-
contextos diferentes. ma también Mateo, pero de un modo totalmente
Si uno quiere ser el primero... : la presencia de independiente (cf. 25, 40).
este dicho en los sinópticos muestra que fue pronun-
ciado probablemente por Jesús y era considerado de Probablemente Mt 10, 40 refleja una versión
una importancia fundamental en la comunidad cris- más auténtica del reproche que Jesús dirige a los
tiana. Entre las diferentes versiones (en Me 9, 35 y discípulos por la ambición de éstos, y ese reproche
10, 43s.; repetido casi de un modo idéntico en Mt 20, se centra en el valor y en el significado del niño.
26s.; en Le 22, 26 semejantes a Mt 23, 11 y también Tal vez Marcos tenía a su disposición un fragmento
en Le 9, 48c) la forma más antigua es la que leemos de tradición en el cual se había confundido el
en Me 10, 43s. por su mayor fidelidad a la estructura dicho acerca de los niños y el que se refiere a los
literaria hebrea: se trata de dos elementos que se "pequeños" (en el sentido de los hermanos más
repiten en forma paralela. En los pasajes paralelos de humildes y débiles de la comunidad).
Mateo y Lucas, que redactan de una manera diferente En mi nombre: es la palabra-clave que ofrece a
la conversación entre Jesús y los discípulos (cf. nota a Marcos el tema para unir aquí otros versículos (cf.
los w. 33 y 36), este dicho no se encuentra. vv. 38.39.41).
v. 36: tomando un niño: mientras en Mateo y A mí me recibe:en la mentalidad judía acoger al
Lucas Jesús introduce su respuesta presentando enviado es como acoger a aquel que los ha enviado.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
La idea fija
(Entre otras cosas no es ni siquiera muy exacto hablar de ideafija.Por que se trata de
algo que tiene mayor cuerpo y de algo más radical, que interesa también a la inteligencia,
pero involucra sobre todo a la persona entera y la estructura de la sociedad civil y religiosa.
Aún más, para una forma sutil de autodefensa, rara vez sale a flote como idea en la
conciencia o en el discurso).
Hablamos de la ideafija,del instinto o de la tendencia ineliminable a realizarse, a afir-
marse en competición y en opción a los otros,"según el tipo "tu muerte significa mi vida".
Ahora bien, eso a ratos emerge explícitamente y, en situaciones cruciales, incluso en
formas vistosas: es cosa de chacales o de lobos (sea dicho con todo el debido respeto). Se
puede también contar con atenuantes genéricos a veces o resolverlos en el género de los
disparates terribles (como los discípulos que se están mordiendo acerca de la cuestión de
quién es el más grande, mientras acompañan a Jesús hacia el fracaso). Pero se tiene la im-
presión clara de que la radiografía de cada grupo, de cada convivencia, tal vez de cada relación
entre personas, al lado de los aspectos positivos sustanciales, pondrían sin más en evidencia,
como una sombra, elriesgoy el instinto de la prevaricación, constante y universal.
Es algo así como decir que crecen juntas dos plantas antagonistas, viven juntas dos almas
enemigas, cohabitan el diablo y el ángel. Es como decir que los discípulos están en el segui-
miento de Jesús, pero en forma contradictoria, están al servicio de un ideal específico de ellos.
Es como si dijéramos, por ejemplo, que la familia como nosotros normalmente la vivi-
mos nace de una raíz y con una intención positiva, por la cual los dos se casan, porque se
aman, traen al mundo unos hijos, los crían y los educan por amor, pero en forma paralela
REFLEXIÓN DE FE
Mudos
A veces tampoco nosotros sabemos qué hemos de decirle a Dios. Callamos como los
apóstoles (v. 34). Es un silencio que indica alejamiento de Dios. Si fuera solamente la aridez
de la oración, hecha de fe, podría también indicar algo valioso, justo. Lejos del Egipto de
nuestros ídolos, nos encontramos no preparados para el silencio de Dios, incapaces de
avanzar más allá de las cosas. Pero nuestro mutismo no está ligado solamente al misterio de
la fe y de su oscuridad necesaria e inevitable. No es solamente aridez del desierto de las cosas,
purificación y sobriedad. Por más árido que sea el desierto, no es necesariamente estéril:
espera el agua paraflorecer.Nuestro mutismo, en cambio, indica no sólo la aridez, sino
también la esterilidad, la dureza del corazón (cf. 3,1 -6). Si no rompemos esta costra, el agua
viva nunca podrá fecundarnos.
¿De dónde viene este mutismo? Se debe a la incomprensión del anuncio gozoso, del
evangelio. Y aquí es precisamente el evangelio el que es anunciado en su mensaje sustancial,
no sólo en algunas de sus reglas de buen vivir. Aquí el evangelio no es aceptado en sí
mismo, porque quiere decirnos sencillamente lo que es: que la resurrección y la vida salen
de la muerte de toda ambición y se traducen en la realidad, no muda, sino elocuente, del
servicio. Y es el seguir-servir que no encuentran respuesta en el corazón de los oyentes.
No me elevo hacia Dios ni me realizo por poseer cada vez más cosas y personas. No
he de ascender colocándolo todo debajo de mis pies. Tampoco puedo avanzar en forma
grotesca convirtiendo a mi prójimo en zancos. Lo lograré con la aceptación desapasionada
de mi verdad humana, de mi condición mortal. Y eso lo haré de la única manera posible
que es la de la esperanza para un servicio. En ella y sólo en ella pasa el hilo que sostiene
la subida de Dios.
Ha terminado el tiempo de las parábolas, de 1 as cuales los apóstoles pedían explicaciones,
porque estaban al abrigo del velo que en las parábolas cubre el misterio. Al quitar ese velo,
se revela el evangelio y se acaban las ganas de pedir explicaciones. Para subir en la esperanza
divina, será necesario descender, en el nombre de Jesús (v. 37), por las escaleras en las que
se refugiaba nuestra avidez de posesión y volverse como niños, que caminan sobre la tierra
llana, en lo bajo de las cosas y en la llanura del mundo.
38. Juan le dijo: "Maestro, hemos visto a uno que arroja los demonios en tu nom-
bre y no viene con nosotros y tratamos de impedírselo porque no venía con
nosotros".
39. Pero Jesús dijo; "No se lo impidan, pues no hay nadie que obre un milagro
invocando mi nombre y que luego sea capaz de hablar mal de mí.
40. Y quien no está contra nosotros, está por nosotros".
v. 38: Juan: es el discípulo llamado por Jesús En tu nombre: es una fórmula de carácter semita
(cf. 1, 19) que fue uno de los tres testigos de la que se encuentra en el Antiguo Testamento; en estos
resurrección de la hija de Jairo (cf. 5, 37), de la algunos pasajes del Nuevo Testamento; en estos
transfiguración (cf. 9, 2), de la profecía de la ruina versículos donde se presenta como palabra-clave,
del templo (cf. 13, 3) y de la agonía en el huerto del se presenta en cuatro casos (cf. w. 37.38.39.41),
Getsemaní (cf. 14, 33). con alguna variante en la forma gramatical, hasta
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
En mi nombre
En el pasaje anterior Jesús declaró en qué consiste el seguimiento: en ser el "último y el
servidor de todos", en acoger a "los pequeños", con los cuales Jesús, la "piedra desechada"
(12,10), se identificó (w. 35ss.). Aquí se hacen ulteriores especificaciones. El punto central
del pasaje, que es también la palabra-clave, es el nombre, es decir, la persona de Jesús. Por
consiguiente, tenemos una referencia precisa a lo que Jesús decía en la primera invitación a
su seguimiento, donde se dirigía a quien "quiere venir en pos de mí", "perderá su vida por
mi y por el evangelio", no "se avergonzará de mi ni de mis palabras" (8, 34.35.38). Estas
afirmaciones habían sido confirmadas por el Padre con el imperativo: "Escúchenlo" (9,7b).
Con base en el "nombre", es decir, en la persona de Jesús que está en el centro de la comu-
nidad, se determina qué es el verdadero seguimiento. En el pasaje anterior hemos visto que Él
se identifica con el último, representado en el niño, con relación al cual se mide concretamente
el mismo seguimiento (v. 37; cf. Mt 25,40-45). Ahora continúa la enseñanza.
Esta instrucción es ocasionada por una discusión que surgió en la iglesia primitiva, que
Marcos resuelve aquí en la serie de dichos sobre el seguimiento centrado en el "nombre"
de Jesús. De este modo se muestra cómo también las discusiones eclesiales, en lugar de ser
causa de pleitos y discusiones, pueden ser causa de unión en el respeto por la diversidad,
si se resuelve en el "nombre" de Jesús, en lugar de hacerlo en el nombre de los propios
intereses de prestigio, de primacía o de monopolio (cf. el pasaje anterior).
También la iglesia primitiva se vio afectada por un problema que la agobiaba, que dio
lugar a debates y tensiones agudas. Ella buscó la solución allí donde la podía encontrar, es
decir, en su fundamento: en Jesús y en su Espíritu. De esto da testimonio también Pablo en
] Co 12-14. Se trata de un problema de siempre, que depende del hecho de que el Espíritu
es multiforme e imprevisible; porque Él es vida y "sopla donde quiere" (Jn 3, 8), sin que se
pueda coartar o extinguir suriquezay variedad de dones. Así, desde los primeros tiempos,
como nos lo muestra este pasaje de Marcos, habían personas que en el "nombre"de Jesús, es
decir, en el poder de su Espíritu, obraban prodigios. Lo que turbaba a la iglesia (jerárquica)
era el hecho de que estas personas estaban al margen (o tal vez eran marginadas) de la
institución eclesial, y no seguían ese extraño "nosotros" bien constituido, como se definen
aquí los discípulos (v. 38). Se trata claramente de una situación pos-pascual, en la cual ya se
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Discernimiento espiritual
Juan no sabe comprender qué "espíritu" es el que mueve a ese exorcista (v. 38), que no
pertenece al grupo de losfieles.El discernimiento del espíritu, con respecto a los dones de
Dios no es fácil tampoco para él, el más espiritual de los apóstoles, así como no fue fácil para
san Pablo, que redactó tres capítulos célebres para regular los carismas en Corinto (1 Co 12 -
13-14): constituye una dificultad en la comunidad cristiana y por eso Marcos quiere tratar
de eso expresamente.
¿Qué medida se ha de usar para no resolver apresuradamente la cuestión de los dones de
Dios, con su simple exclusión de la perspectiva de la Iglesia, desde el momento en que Jesús
mismo no obra así (v. 38)? Pero entonces ¿hay que aceptarlos? Si no se inserta ni se colocan
decididamente en el grupo que sigue a Jesús, ¿son falsos de inmediato? ¿Cómo evaluar los
milagros verdaderos, las obras poderosas, las verdaderas afirmaciones proféticas? ¿Cómo
distinguirlas, separarlas de otras obras poderosas, pero que en verdad no son evangélicas,
porque son gratificantes, sugestionadas, posesivas, "psíquicas" y carnales? ¿Acaso no está
lleno el mundo de obras grandiosas y demoníacas?
El discernimiento más profundo es el que se hace en el nombre de Jesús. Las obras se
han de hacer "en su nombre" (v. 38). El verdadero discernimiento se realiza mediante la
confrontación continua con Jesús.
No se trata tanto de los dones como de su raíz: el Espíritu de Cristo, su.vida en el servicio.
Jesús de parte de Dios ha llegado a ser para nosotros sabiduría y justicia y santificación
y redención... (1 Co 1,30) de tal modo que "ninguno", que hable bajo el influjo del Espíritu
de Dios, dice: "Maldito es Jesús"; así como ninguno puede decir: "Jesús es Señor, sino
con el Espíritu Santo" (1 Co 12, 3). En El, en su evangelio, se halla la fuerza necesaria que
expulsa todo demonio; en Él, en su evangelio, está incluido todo don: "Muchas veces y
de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los profetas;
en estos últimos^ tiempos nos ha hablado por medio del Hijo..." (Hb 1, 1), y de ahí que
el Padre diga: "Éste es mi Hijo amado, en quien me complazco; escúchenlo!" (Mt 17, 5).
Todo poder, incluso si es de apariencia espiritual, debe medirse en Cristo. Pero en el Cristo
que... será entregado en manos de los hombres, los cuales lo matarán, y tres días después
Dios lo resucitará (cf. 9, 31).
El verdadero don espiritual se ha de vivir con el rigor evangélico. Tal vez éste es el
motivo por el cual sólo ahora, después de las profecías abiertas de la pasión, se nos propone
el discernimiento del exorcista: confíese a la verificación de la cruz, es decir, al Espíritu de
Jesús, que vino para servir.
El discernimiento de los carismas verdaderos no se ha de basar en cualquier seguimiento,
sino en el del Espíritu de aquel que preanuncia la pasión. Así se convierte en confrontación
incluso con el Cristo que se hace Iglesia. Pero en toda amplitud del término en el cual por
Iglesia se entiende no ésta o aquella asociación, sino la confluencia de todos los dones en el
único Espíritu (lCo 4ss.).
Al edificar en la caridad se forma una única Iglesia, en la utilidad común (lCo 1, 7).
Será entonces el signo de la pertenencia genuina a Cristo. Y entonces la identificación del
don con el bien de la secta sería sustraerlo al único Señor Jesús y no responder ya a una obra
realizada en su nombre.
360 48. EN EL NOMBRE DE JESÚS: MC 9, 38-40
49. AYUDA Y ESCÁNDALO
(Me 9, 41-50; Mf 18,6-9)
41. "Quien les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que son de Cristo, les
aseguro que no perderá su recompensa".
42. "Y al que escandalice a uno de estos pequeños que creen, mejor le es que le
pongan al cuello una de esas piedras de molino que mueven los asnos y que lo
echen al mar.
43. Y si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtatela. Es mejor que entres manco
en la Vida que, con las dos manos, ir a la gehenna, al fuego que no se apaga.
45. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtatelo. Es mejor que entres cojo en la
Vida que, con los dos pies, ser arrojado a la gehenna.
47. Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, sácatelo. Es mejor que entres con un
solo ojo en el reino de Dios que, con los dos ojos, ser arrojado a la gehenna,
v. 41: Este dicho está incluido aquí tanto en Pero aquí se habla de eso como un instrumento
virtud de la palabra-clave "en mi nombre", que unía de suplicio que se usaba entre los romanos.
ya los w. 37-39 como también en calidad de crema- w. 43-48: Estos versículos constituían el núcleo
llera entre la exhortación a acoger a los otros (niños, originario alrededor del cual se formó, tal vez antes
personas creyentes, pero no pertenecientes a la comu- de Marcos, la colección de los dichos de los w. 38-
nidad) y que la promesa de que los discípulos serán 48. Ya hemos puesto de relieve en la presentación las
sostenidos y asistidos por el Señor que los envía (v. palabras-referencia ("escandalizar" es ciertamente el
42). Lucas omite este versículo, mientras Mateo lo término principal), que han determinado la unión de
incluye más oportunamente en el discurso de la mi- estas frases. Mientras el v. 42 denuncia la gravedad
sión: es una recomendación a los hermanos para que de todo intento de seducir a los creyentes, ahora son
acojan generosamente a los misioneros cristianos. los creyentes los que son alertados con respecto a los
Por el hecho de que son de Cristo: la expresión queobstáculos y las insidias que llevan dentro de sí o
se usa aquí en el original griego es un poco diferente buscan por sí mismos. Metafóricamente se habla de
de la de los w. 37.38.39; encontramos allí una idea la mano (v. 43), del pie (v. 45) y del ojo (v. 47) como
familiar en san Pablo ("son de Cristo": Rm 8, 9; lCo posibles impedimentos a nuestro ingreso en la vida, y
1,12; 3, 23; 2Co 10, 7) que luego será expresada con la frente a ellos es necesario tomar una decisión radical.
palabra "cristiano" para designar al seguidor de Jesús. Las frases se repiten de un modo casi idéntico
No perderá su recompensa: coherentemente con en los tres casos.
otros pasajes del Nuevo Testamento donde se habla Este pasaje falta en Lucas; en Mt 18, 6-9 se
de recompensa (cf. Mt 20,1 -16 y 1 Co 13, 3), no es la encuentra íntegramente -excepto la cita de Isaías
promesa de una retribución correspondiente al bien del v. 48, que está redactada con alguna variante,
o al sacrificio que se ha hecho, sino la invitación a tal vez también como consecuencia del hecho de
obrar por amor a Dios, basándose únicamente en su que Mateo utiliza estos dichos en el contexto del
benevolencia ("porque son de Cristo"). sermón de la montaña (cf. 5, 29s.).
v. 42: Tal vez en alguna colección primitiva este En muchísimos manuscritos la cita de Isaías
dicho seguía inmediatamente al v. 37 en virtud de se repite también después de los dichos acerca de
la unión niño-pequeño, como lo vemos en Mateo, la mano y el pie, dando origen así a los w. 44 y 46;
que combina juntamente el texto de Marcos y otra pero es bastante claro que se trata de añadiduras
fuente independiente (cf. Mt 18, 5-7), cuya expresión incluidas más tarde por algún copista precisamente
originaria se lee en Le 17, ls., donde no encontramos en virtud de la regla de la simetría, que caracteriza
ninguna relación con la imagen del niño. También en este tipo de compilaciones. Por tanto, no figura en
Marcos recobra el significado originario del dicho, las traducciones actuales del evangelio.
superando claramente la referencia al niño, para L na última anotación general sobre estos ver-
colocar en primer plano a los discípulos, sobre todo sículos concierne la forma poética característica
los débiles e indefensos, expuestos a los ataques de los de esta parte final del c. 9: salta a la vista, si consi-
poderosos y de los malvados; cf. la expresión "uno de deramos el presumible texto arameo de los w. 38-
estos pequeños que creen". 48 y refleja muy probablemente el estilo de Jesús,
Al que escandalice: se encuentra este verbo en la cuando hablaba a la gente con este género de frases.
Biblia sólo con el significado de tender una asechan- v. 43: córtatela: como sucede más adelante para
za; se encontraba ya en 4,17 en la forma medio-pasiva el pie y para el ojo, y según el planteamiento meta-
de "sucumbir", y, por consiguiente, "abatirse": cf. fórico de todo este pasaje, no se habla aquí de mutila-
también 14, 27.29. ción en el sentido de esas intervenciones que se
Una de esas piedras de molino que mueven los practicaban en algunos cultos paganos antiguos. En
asnos: era el instrumento usado entonces en Pales- cambio, se quiere afirmar que Dios está en primer
tina para moler el trigo: consistía en una piedra gran - lugar, incluso por encima de las cosas más queridas:
de en forma de campana, que un asno hacía girar nacía debe obstaculizar nuestra fidelidad a El, aún a
alrededor de otra piedra en forma de cono; el trigo se costa de grandes renuncias.
dejaba caer desde lo alto entre las dos piedras.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Un servicio pésimo
El que cree siempre es "pequeño". No porque la confrontación con la realidad de la fe lo
mortifique o lo aplaste, sino porque ella le da la verdadera medida de sí mismo y la relación
correcta con los otros. Por eso el que cree no es un gigante solitario, sino una persona, que
vive la fe y el amor en la fraternidad: uno nace y se construye con otros.
Ahora bien, se promete una grande recompensa incluso por un pequeño gesto que se
hace (un vaso de agua) y se amenaza con una pena que puede parecer exorbitante para el
que da escándalo: son dos ejemplos para indicar que el seguimiento de Jesucristo implica el
servicio al hermano y la remoción de todo obstáculo que pueda impedir el camino.
El seguimiento debe ser ágil, es necesario caminar expeditamente; por ello, habrá que
"relativizar" aun la relación con las personas, consigo mismo, con las cosas. Con imágenes
y con un lenguaje muy perentorio, existe la invitación a desembarazarse de lo que pueda
ser un impedimento, aunque uno lo posea con un título justo, como sucede evidentemente
con una mano, un pie o un ojo. Uno está muy lejos de las disquisiciones artificiosas y
abundantes acerca de lo superfluo: no se queda uno en pequeneces. Y resulta sorprendente
y bufo imaginar esta marcha extraña de cojos agilísimos, de ciegos que ven lejos, de mancos
sumamente activos.
Pero ¿qué quiere decir, qué significa este escándalo? ¿De qué cosa escandalosa debe uno
desembarazarse? La experiencia diaria nos ha acostumbrado a un uso elástico de la expresión
escándalo: a veces es una acción incorrecta según el modo de pensar más común (o incluso
menos, con respecto al modo de obrar), a veces es simplemente lo que hace el otro, exagerando
con mayor desfachatez lo que simplemente yo como "avispado" haría; o bien es el hecho de
una mala costumbre política o social que improvisamente estalla y aparece en las páginas de
los periódicos, que borra el anterior y será suplantado por el siguiente aún más clamoroso...
Aquí está el tropiezo, el obstáculo en medio del camino, ya que se está en la perspectiva
del seguimiento. Ahora bien, ya que las posibilidades del camino son dos, el tropiezo, el
"escándalo" puede entenderse en unas maneras opuestas.
Jesucristo, por ejemplo, escandalizó, decididamente. Lo que El dijo, escogido y hecho,
su misma persona, fue un motivo de escándalo; "piedra angular", pero también "piedra de
tropiezo y de escándalo" como dice Pedro en su cita (1P 2, 7).
REFLEXIÓN DE FE
Ya enelv. 1 Marcos presenta el marco fundamental en el cual se sitúan los trozos de este
capítulo: Jesús todavía está en camino, pero esta vez lo hace para hacer su llegada definitiva
ajerusalén. No se trata de una simple indicación del lugar: la referencia a Judea, que aparece
en primer plano, indica la decisión libre de Jesús de afrontar todas las consecuencias de sus
opciones y de su enseñanza hasta el sufrimiento de la pasión y déla muerte en la cruz. También
la presencia de la gente, de la cual Marcos habla a menudo y que vuelve a aparecer aquí para
servir como trasfondo a todo el drama de la pasión, pone en evidencia la solemnidad y la
importancia de las afirmaciones y de los gestos de Jesús.
El pasaje vuelve a proponer con energía el significado de los compromisos del matrimonio
según el designio originario de Dios, que creó al hombre y ala mujer. La enseñanza se expone
en forma de discusión entre Jesús y un grupo de fariseos según el relato primitivo (w. 2-9), que
se formó probablemente en el contexto de polémicas entre comunidades judías y cristianas.
Marcos introduce este episodio con una frase típicamente suya (v. 1) y lo concluye con una
añadidura en la cual una vez más vuelve a presentar la escena de la casa, donde Jesús se reúne sólo
con los discípulos para una profundizaáón de las palabras que ha pronunciado delante de todos.
El pasaje paralelo de Mateo, que presenta una redacción diferente de la discusión, además
de la referencia particular al repudio de la mujer "en el caso de concubinato" (cf. Mt 19, 9),
documenta otra añadidura acerca de la opción alternativa al matrimonio, es decir, la virginidad
"por el reino de los cielos" (cf. Mt 19, 10-12). Lucas omite todo el trozo, pero recuerda en forma
aislada un dicho acerca del repudio de la mujer (cf. Le 16, 18).
En el contexto de la enseñanza amplia acerca del seguimiento, que se extiende en los ce. 9-
10, Marcos exhorta a la comunidad, con las palabras de Jesús, a recuperar el proyecto genuino
de Dios acerca de la vida conyugal, e invita a los creyentes a superar decididamente toda forma
de legalismo, que oculta en realidad un egoísmo mezquino y la incomprensión del significado
auténtico de la pareja y déla sexualidad humana en el proyecto de Dios. El creyente, que
quiere seguir el camino señalado por Jesús, precisamente cuando reconoce su debilidad y su
incapacidad para su entrega completa y para siempre a la otra persona en la vida de la pareja,
es invitado a tomar como punto de referencia la palabra originaria de Dios, que es una promesa
indefectible del don de la fidelidad en el amor, tan fuerte comofieles su amor a los hombres.
Marcos, al volver a meditar la enseñanza de Jesús, enuncia implícitamente el fundamento
teológico sobre el cual luego se desarrolló, ya con san Pablo, la teología del matrimonio cris-
tiano (cf. Ef 5, 23ss.).
Las palabras de Jesús, por consiguiente, confieren al matrimonio una dignidad muy elevada,
mucho más allá de la concepción que tenía de él tanto el judaismo como el mundo pagano.
También para el matrimonio se propone a los creyentes el anuncio evangélico del amor unifi-
cador y fecundo de Dios y no otra ley.
Seguimiento y matrimonio
Continúa todavía la instrucción extensa de Jesús sobre el seguimiento. Ahora la exposi-
ción se hace más amplia y toca un gran tema, el del matrimonio, que no es realmente
indiferente con respecto al seguimiento. Después del inciso conclusivo de los w. 13-16, se
tratará el tema de los bienes de este mundo (w. 17-33).
En la parábola de la invitación a las bodas, que son símbolo del reino, lasriquezasy el
matrimonio son los motivos por los cuales se declina la invitación (cf. Le 14,18-20).
En este pasaje se presenta la actitud de la comunidad a la luz de la palabra de Jesús,
frente al modo como debe entender el matrimonio el que quiere seguirlo. Redescubre así su
profundo significado genuino, el que Dios había querido "desde el principio" y que ahora
es posible vivir en Cristo: el hombre puede ahora amar "como Él nos amó" (cf. Jn 15,12),
con la misma fidelidad de Dios.
El trozo no se puede entender como el volver a proponer una ley: por el contrario,
es uno de los anuncios más fuertes del evangelio, es decir, del amor que Dios concede al
hombre en Jesús.
Jesús se encuentra en camino hacia Jerusalén, donde se concluye su existencia terrena,
rodeada de la multitud (v. 1). Esta multitud, que aparece confrecuenciaen el evangelio y
que todavía no se identifica ni con los seguidores ni con los adversarios de Jesús, indica él
mundo, que todavía no se ha decidido con respecto a su palabra, aunque sigue abierto a
ella. También a él va dirigido el llamamiento de Jesús, frente al cual ninguna persona puede
permanecer indiferente (cf. 8, 35-38). El juicio y la liberación de Jesús van dirigidos a todas
las personas, que no pueden seguir siendo la "muchedumbre" anónima para siempre. Su
enseñanza, que se recuerda aquí nuevamente, tiene lafinalidadde orientarla hacia el reino
y hacerlos sus discípulos. En efecto, a éstos se les revela directamente el grande misterio
del matrimonio, que sin su luz sigue siendo incomprensible. Sin embargo, los discípulos no
comprenderán ahora, como nos lo atestigua Mateo; pues concluirán diciendo: "Si tal es la
condición del hombre respecto de su mujer, no trae cuenta casarse" (Mt 19,10).
Los adversarios de Jesús se le acercaron para ponerlo a prueba, y lo interrogaron acerca
de la licitud del divorcio. La ley lo admitía (cf. v. 4: Dt 24, 1), con restricciones más o
menos rigurosas según la interpretación de los diferentes rabinos. Unos decían, como
el rabino rigorista Shammai, que el divorcio'era lícito solamente en el caso de adulterio;
otros, como los de la escuela del rabino Hillel, consideraban suficiente cualquier motivo
para divorciarse, incluso, por ejemplo, la simple mala suerte de dejar quemar el alimento
en la sartén. Otros, en cambio, como los del Qumran, que esperaban el reino como algo
inminente, no admitían en absoluto el divorcio.
De todos modos, la ley de Moisés lo admitía (w. 3-4): en ella existía la preocupación
de reglamentar la praxis del divorcio, de tal modo que protegiera a la persona más débil,
es decir, a la mujer, contra las arbitrariedades del hombre, que tenía el dominio total en el
contrato matrimonial. En efecto, sólo él podía dar o no el documento de repudio. Pero la ley
es también una ratificación del más fuerte, es decir, del varón, que, por haber "comprado"
a la mujer con un contrato regular y un cambalache de bienes, dispone de ella al igual que
de todas las cosas que son de su propiedad o adquiridas por él.
Sin embargo, el divorcio no es sólo la ratificación de un dominio del más fuerte, sino aun del
dominio de los "más fuertes" entre los varones, es decir, de los ricos que, antiguamente, en la
ACTUALIZACIÓN
La fidelidad
Aunque existe muchos problemas objetivos graves -la emancipación de la mujer, la
paridad de derechos, la relación hombre/mujer-, en el matrimonio todo aparece hermoso.
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
13. Le presentaban unos niños para que les impusiera las manos; pero los discípulos
los reñían.
14. Pero Jesús, al advertirlo, se enfadó y les dijo: "Dejen que los niños vengan a mí,
no se lo impidan, porque de los que son como éstos es el reino de Dios.
15. Yo les aseguro: el que no reciba el reino de Dios como niño, no entrará en él".
16. Y abrazaba a los niños, y los bendecía imponiéndoles las manos.
v. 13: le presentaban: detrás de ese episodio tal expiación; cf. también aquí en el v. 16 una alusión
vez hay que suponer la costumbre hebrea de llevar precisa a la bendición que imparte Jesús a los niños
los niños a los escribas, para que recibieran una con el gesto acostumbrado de la imposición de las
bendición el día anterior al que estaba dedicado a la manos. Estos niños podían ser de diferentes edades,
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
17. Como saliera Jesús de camino, uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante
El, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener vida eterna?"
18. Jesús le dijo: "¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sino sólo Dios.
19. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levan-
tes falso testimonio, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre".
20. Él, entonces, le dijo: "Maestro, todo eso lo he observado desde mi juventud".
21. Jesús, fijando en él su mirada, lo amó y le dijo: "Una cosa te falta: anda, cuanto
tienes véndelo y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y
sigúeme".
22. A estas palabras aquel hombre frunció el ceño y se marchó entristecido, pues
tenía muchos bienes.
23. Mirando entonces a su alrededor, dij o Jesús a sus discípulos:" ¡ Qué difícilmente
entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas!".
24. Los discípulos quedaron sorprendidos al oírle estas palabras. Pero Jesús les dijo
de nuevo: "¡Hijos, qué difícil es entrar en el reino de Dios!
25. Es más fácil que un camello pase por el ojo de la aguja, que el que un rico entre
en el reino de Dios".
26. Ellos se asombraban aún más y se decían: "Y ¿quién se podrá salvar?".
Jesús, mirándolos fijamente, dice: "Para los hombres, imposible; pero no para
27. Dios, porque todo es posible para Dios".
Pedro se puso a decirle: "Ya lo ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos
28. seguido".
Jesús dijo: "Yo les aseguro: nadie que haya dejado casa, hermanos, hermanas,
29. madre, padre, hijos o hacienda por mí y por el Evangelio,
30. quedará sin recibir el ciento por uno: ahora al presente, casas, hermanos,
hermanas, madres, hijos y hacienda, con persecuciones; y en el mundo
venidero, vida eterna.
31. Muchos primeros serán últimos y los últimos, primeros".
v. 17: uno: Marcos no ofrece ningún dato Maestro bueno: como sólo Dios es bueno, este
acerca de esta persona: del relato se deduce que ya apelativo no se debía atribuir a ningún hombre, tal
no debía ser muy joven (v. 20), a diferencia de Mt como Jesús responde a su interlocutor (v. 18). Con
19, 20.22, y que era rico (v. 22); Lucas lo presenta estas palabras Marcos implícitamente afirma que
como "uno de los principales" (cf. 18, 18). en la persona, en las palabras y en las acciones de
Arrodillándose ante El: es un gesto de homenaje Jesús debemos ver la manifestación de la bondad
superior al que se rendía a los rabinos (cf. también del mismo Dios. En Mt 19, 16 el adjetivo "bueno"
en 1, 40; 5, 22). se refiere a lo que se debe hacer.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
El seguimiento y la riqueza
En esta tercera secuencia que se compone de varias escenas, la iglesia de Marcos se
interroga a fondo y saca las conclusiones últimas y prácticas acerca de la relación entre querer
"salvar", es decir, poseer la propia vida para perderla, y la decisión de "perder", es decir, dar
la vida por Cristo para salvarla (8, 35). Aquí se habla específicamente de la relación entre el
seguimiento de Cristo y los bienes de este mundo, a propósito de los cuales Jesús ya había
dicho: "¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si arruina su vida?" (8,36).
Si antes se había expresado en forma interrogativa, ahora se afirma categóricamente la
conexión entre la posesión de lasriquezasy la pérdida de la propia vida.
El problema, además de estar en relación con el primer anuncio de la pasión-resurrec-
ción, ya había aflorado en varios otros puntos del evangelio: ya en la primera llamada, los
discípulos lo dejan todo para seguir a Jesús (1,18.20; 2, 25); en la aplicación de la parábola
de la semilla, los bienes de este mundo son llamados "la seducción de las riquezas", que,
como abrojos, sofocan la palabra, la cual de este modo queda sin fruto (4,19); en el discurso
sobre la misión, los discípulos son enviados a dar testimonio de la libertad del reino en una
pobreza absoluta (6, 6b-13) y, en fin, en toda la sección de los panes se mostró que la nueva
economía del reino no consiste en "poseer", sino en "dar".
El problema, como se ve, debía ser bastante actual y urgente para la comunidad de
Marcos, no menos que en la nuestra. Pero, a diferencia de nosotros, aún en la constatación
de la imposibilidad humana para vivir las condiciones del seguimiento, la comunidad
primitiva no cedía, y tenía la conciencia precisa de la inconciliabilidad entre lasriquezasy
el reino prometido a los pobres.
ACTUALIZACIÓN
Dios o el dinero
El dinero es el dios de nuestra sociedad. Su único valor es el producto; y el valor de los
valores es el producto de los productos, el dinero. Entonces la nuestra no es una sociedad
atea, como a menudo se dice. Es una sociedad idólatra, que adora el tener. Y como se tiende
a identificarse con el objeto de la propia adoración, el hombre ya "es" solamente lo que
"tiene": nos hallamos en la cosificación total del hombre (son hermosas a este propósito
las páginas juveniles de los "Manuscritos económico-filosóficos de 1944", Turín 1975, pp.
151-157).
Este dios dinero no se venera en el culto del trabajo para la producción; sino que hay que
venerarlo con el culto del consumo para la destrucción. Es un dios que tiene una necesidad
esencial de destruir lo que produce, o mejor, a quien lo produce con dedicación y lo que él
mismo no produce: le es necesaria la vida de sus oradores. Al mismo tiempo destruye en la
injusticia y en el atropello, en la pena y en la opresión, en la marginación y en la supresión,
incluso a quien no quiere amarlo. Es un dios que exige la vida de todos.
La alternativa para los discípulos de Jesús es clara: ¡o Dios o el dinero! Entre los dos
no es posible ningún compromiso, aunque es muy fácil. En la pobreza Jesús propone
al hombre la renuncia al dios de este mundo. ¡Pero una pobreza estoica o cínica no es
suficiente! Se trata de la pobreza de quien lo da todo a los pobres. Por consiguiente, no es
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
sbisboqSssbn?.V.-
32. Iban de camino subiendo a Jerusalén, y Jesús marchaba delante de ellos; ellos
estaban sorprendidos y los que le seguían tenían miedo. Tomó otra vez a los
D oce y comenzó a dec irles lo que le iba a suceder: .
33. "Miren que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los
sumos sacerdotes y a los escribas; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los
gentiles,
34. y se burlarán de él, lo escupirán, lo azotarán y lo matarán, y a los tres días resuci-
tará". ^. .
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Kyrie eleison
Para los que seguían a Jesús que subía a Jerusalén se podría hablar de vértigos y de
malestares progresivos semejantes, por ejemplo, a los que se experimentan cuando se va
hacia la altura de la montaña: atontados, incapaces de movimiento, cada vez más callados.
Se puede sacar provecho de esto para reflexionar y trata de identificar la conducta justa,
el estilo correcto del seguimiento.
Es verdad que eso vale sobre todo en un plano más general: en el sentido de que se
puede vivir dispersándose en la "diversión", en el conformismo de la opinión pública, de la
ideología corriente; así como se puede, por el contrario, ahondar en lo sustancial de la vida
(conriesgode la desesperación).
Eso, sin embargo, vale sobre todo en un plano de fe, en relación con el creyente, o mejor
aún, en relación con la Iglesia.
Traduciendo en los términos precisos del seguimiento se puede decir que existen dos
modos opuestos de seguir a Jesús, de los cuales... uno solo es correcto.
Al igual que los discípulos se puede charlar mucho, dar vueltas delante de Jesucristo
hasta estorbarlo en el camino; puede uno llegar a ser tan estorboso que se impida su vista;
se puede hablar de todo y hacer disquisiciones sobre todo; uno puede incluso llegar hasta
dar lecciones de buena conducta a quienes deberían sencillamente seguir a Jesucristo. Se
trata de personas alocadas, charlatanas y superficiales.
O bien se puede lentamente tomar conciencia de nuestra poquedad, alimentar fuertes
dudas acerca de nuestras fuerzas en el seguimiento y, callados e incómodos, al considerar
nuestras experiencias más recientes o remotas, colocarnos en pos de El.
De Él no hemos comprendido las opciones, las acciones, elfinal;con dificultad hemos
conservado solamente sus palabras, y en particular algunas.
Por tanto, se repite una, dos, tres veces que la síntesis de un viaje -casi como un papel
desgastado que de vez en cuando se saca del bolsillo para orientarse-, o el recuerdo de un acto
de valentía o de una actitud de coherencia de Jesús, el resumen de su mensaje, del mensaje de
aquel que marcha delante. Y allí brilla la increíble perspectiva de la resurrección.
REFLEXIÓN DE FE
Al igual que después del primero y del segundo anuncio de la pasión y resurrección, también
después del tercero siguen algunos versículos que nos manifiestan de nuevo la incomprensión de
los discípulos y nos vuelven a presentar el llamamiento insistente al seguimiento de Jesús (cf. el
cuadro de los contextos de los tres anuncios en la presentación en 8, 31-33).
La reelaboración del material que se halla en la base de este pasaje es obra de Marcos.
Tomando pie de lapetición de Santiago y de Juan (w. 35-37) y de la consiguiente reacción de los
discípulos (v. 41) HIOS momentos que ya estaban unidos en la tradición anterio-, el evangelista
usó varias palabras de Jesús, de las cuales algunas se encuentran en los otros evangelios, pero
incluidas en contextos diferentes: las palabras sobre el cáliz y sobre el bautismo (w. 38s.), sobre
la suerte de los discípulos en el reino futuro (v. 40), sobre el servicio fraterno y sobre Jesús siervo,
como motivación de la muerte y resurrección de Jesús (v. 45b). Jesús debió volver repetidas veces
sobre el tema de la verdadera grandeza, para poner en evidencia su contraposición con respecto
a la mentalidad mundana; en efecto, encontramos pasajes precisos paralelos de los versículos
42b-44: cf. 9, 35 y sobre todo en Le 22, 24-27 en el contexto de la última cena.
Estos dichos acerca del servido están formulados según el estilo hebreo del paralelismo -re-
petición de la misma idea en dos frases semejantes en cuanto a las palabras e inmediatamente
sucesivas-: también eso muestra la importancia de estos textos, compuestos en la forma más ade-
cuada para ser repetidos fácilmente.
La combinación de estos residuos varios de la tradición que derivan directamente de Jesús,
pero que a lo largo de los años se había enriquecido con la reflexión cristiana progresiva, hace
que sea más bien difícil captar la unidad fundamental del pasaje, tanto a nivel de estructura
literaria como a nivel de contenido teológico, como se puede comprobar por las discusiones
acerca de algunos versículos en particular, de los cuales hablaremos en las notas.
Pero por encima de los varios temas que se entrelazan, predomina la meditación de la comu-
nidad cristiana, de la cual Marcos fue el portavoz, sobre el contraste entre la lógica de Jesús y
la lógica mundana (lógica del servicio y lógica del poder) y al mismo tiempo sobre la paciencia
inagotable y la capacidad divina de Jesús de "marchar delante" para abrir el camino y casi
como para "llevarse tras sí" a los discípulos con una participación cada vez más profunda en
su suerte (cf. v. 39: "sí lo beberán... y también serán bautizados"; y el v. 42: "llamándolos")
y en fin sobre el único camino de salvación para provecho de todos según el designio de Dios
(v. 40). Ya la experiencia de los sacramentos del bautismo y déla eucaristía -cf. la imagen del
bautismo y del cáliz en los vv. 38s.- debía percibirse como una agregación progresiva al camino
de Jesús del cual el episodio siguiente nos dará un ejemplo luminoso.
v. 35: Santiago y Juan, hijos de Zebedeo: estos influido discusiones que surgieron entre familias
dos hermanos, de los cuales presumiblemente San- diferentes (los Zebedeo y otros) al interior de la
tiago era el mayor, llamados a seguir a Jesús desde comunidad cristiana.
el comienzo de su ministerio (cf. 1, 19), son nom- v. 37: nos sentemos en tu gloria...: con esta peti-
brados a menudo juntos en el evangelio y son ción los dos discípulos muestran que no han compren -
presentados como testigos privilegiados de algunos dido nada del significado de los tres anuncios de la
episodios muy importantes, a través de los cuales pasión y resurrección, con el tercero de los cuales,
Jesús ha manifestado poco a poco su realidad inmediatamente precedente, estos versículos deter-
divina: la resurrección de la hija de Jairo (cf. 5, 37), minan un contraste muy fuerte.
la transfiguración (cf. 9, 2), el discurso escatológico El lenguaje de lapetición está totalmente mode-
sobre el monte de los Olivos (cf. 13, 3), la agonía en lado sobre expresiones del Antiguo Testamento,
el huerto (cf. 14, 33); sólo de Juan se habla también que manifiestan la pretensión de ocupar puestos de
en 9, 38. El hecho de que se les nombre también honor y de autoridad.
aquí, como los interlocutores directos de Jesús,
muestra que el mensaje contenido en este pasaje es De Mt 20, 21 se deduce que "en tu gloria"
de gran importancia para comprender la persona (cf. también 13, 26) equivale a "en tu reino", del
de Jesús y lo que significa seguirlo. cual también Marcos habla con frecuencia (cf.
especialmente, en el contexto inmediato, 9, 47 y
Queremos...: la petición es presentada primero 10, 24) y cuya instauración los discípulos conside-
en forma genérica. El episodio no es ciertamente raban inminente.
edificante para los discípulos. Tal vez, también por
v. 38: La respuesta de Jesús lleva a sus inter-
este motivo Lucas no lo menciona y Mateo atribuye
locutores a lo que implica ser asociados a su suerte
la petición a la madre de los dos hermanos, pero
como mesías. También Jesús responde con frases
luego no tiene el cuidado de modificar coheren-
temente la continuación del relato (cf. 20, 22-24). formuladas totalmente con lenguaje bíblico.
Probablemente en la formación de este texto han Beber el cáliz: de acuerdo con los salmos y los
profetas, el cáliz puede ser el símbolo de Ja alegría
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
ti ' >>
...no...asi...
Poco antes de lasfiestasde la Navidad, tal vez para impactar mejor o para escandalizar,
apareció escrito con grandes letras sobre la pared de un edificio religioso: "¿Hijo de Dios
o hijo de puta?".
REFLEXIÓN DE FE
El nuevo Juan
Así hablaba el papa Juan:
"... a mi pobre fuente se acercan hombres de toda especie. Mi función es la de dar agua
a todos".
"... el humilde Papa que os habla es plenamente consciente de que personalmente es
muy poca cosa delante de Dios, y no puede hacer otra cosa sino humillarse... Os lo decimos
con toda la sencillez como lo pensamos; ninguna circunstancia, ningún acontecimiento,
por muy honroso que pueda ser para nuestra humilde persona, nos puede exaltar o atentar
contra la tranquilidad de nuestra alma.
Dejad que os traiga una comparación, de la esposa joven: todos la festejarán en el día de
su ingreso en la nueva casa...".
"... Esta mañana tengo que recibir a cardenales, a algunos príncipes y a gobernantes de
importancia. Pero hoy después del mediodía quiero pasar algunos minutos con hombres
comunes que no tengan otro título fuera de su dignidad como seres humanos e hijos de Dios.
He pedido a las nuevas promociones de la guardia suiza que vengan a beber un vaso hoy
después del mediodía, para conocernos mutuamente".
"... comúnmente se cree y se aprueba que el lenguaje incluso familiar del Papa tiene
sabor de misterio y de terror circunspecto. En cambio, es más conforme con el ejemplo de
Jesús la sencillez más atrayente, no separada de la prudencia de los sabios y de los santos a
quienes Dios ayuda.
Algunos esperan que haya en el Pontífice un hombre de estado, un diplomático, un
científico, un organizador de la vida colectiva, o bien uno que tenga el ánimo abierto a todas
las formas de progreso de la vida moderna, sin ninguna excepción... Sobre esta afirmación
queremos insistir: es decir, que nos interesa de manera especial la tarea como pastor de
toda la grey. Las otras cualidades humanas -la ciencia, la destreza y el tacto diplomático,
las cualidades organizativas- pueden servir como embellecimiento y complementación
para un gobierno pontifical, pero de ningún modo pueden sustituirlo. El estilo del pastor
es éste: contar las ovejitas una a una".
"... nos agrada repetir con el Patriarca de Constantinopla: Yo soy el servidor de vuestra
caridad".
"... y nos convencemos siempre más de que nada es más noble ni honroso en el mundo
que el gastarse al servicio de los hermanos, y nos hace parecer liviano todo sacrificio del frío
o del calor, ya que seguramente por este camino, el de la caridad, y no otro, es por donde
podrá pasar el triunfo de la verdad que en definitiva salvará al mundo de las divisiones y de
las luchas, y dará la paz. La cortesía es una rama de la caridad.
Cuánta felicidad para ustedes vivir así, entregarse con un corazón grande y con ánimo
generoso hacia el triunfo de Cristo sobre la tierra...".
"... vendré a ponerme en contacto con ustedes, pero con sencillez, no en forma solemne:
con pasos rápidos y silenciosos. El estilo del pastor es éste: contar las ovejitas una a una".
46. Fueron a Jericó. Y al salir de Jericó con sus discípulos y una gran muchedumbre,
el hijo de Timeo (Bartimeo), un mendigo ciego, estaba sentado junto al camino.
47. Al oír que pasaba Jesús de Nazaret, se puso agritar: "¡Hijo de David, Jesús, ten
compasión de mí!".
v. 46: a Jericó: es una ciudad de Judea situada ción de ayuda del pobre ciego es vigorosa y la
en el valle del Jordán a unos 27 kilómetros de prontitud de Jesús para llamarlo a su seguimiento
Jerusalén: ya Jesús está muy cerca de la meta de su es evidente; igualmente generosa y alegre será la
largo viaje. decisión del hombre curado.
El hijo de Timeo, (Bartimeo): sólo aquí y en el Levántate: es el mismo verbo que hemos visto
episodio de Jairo (cf. 5,22) Marcos cita nombres de para expresar otras curaciones particularmente
personas, fuera del relato de la pasión -exceptuados significativas que obró Jesús (cf. 5,41; 9,27), como
los nombres de los discípulos. Tal vez Bartimeo era anticipo de su resurrección de entre los muertos,
una persona conocida en la comunidad de Jeru- que se indicará también con el mismo verbo en
salén. En arameo "hijo" se dice "bar": por consi- pasivo (cf. nota aló, 6).
guiente, las dos expresiones dicen la misma cosa, v. 50: con tres verbos que expresan un movi-
la primera como explicación para la comunidad miento vigoroso se pinta una escena extraordina-
de lengua griega, la segunda con el término patro- riamente viva, que en el dinamismo de este pasaje
nímico en la lengua original. constituye el punto de apoyo en el cual el grito del
v. 47: se puso a gritar: este término lo usó Mar- ciego y la llamada de Jesús se funden casi en una
cos como expresión de terror (cf. 6, 49) o como voz única en el encuentro tú a tú y en la comunión
reacción violenta de los demonios que se encon- profunda que brota de allí.
traban frente a Jesús, de quien reconocían la reali- v. 51: Es la misma pregunta que Jesús hace a
dad divina (cf. 1, 24; 3,11; 5, 7; 9, 24-26). Por vez Santiago y a Juan en el pasaje anterior (cf. v. 36): ¡pero
primera aquí se expresa la invocación confiada de qué contraste entre la pretensión ambiciosa de los dos
una persona que necesita a Jesús y lo aclama con un discípulos y la petición confiada de Bartimeo!
título que tiene un claro valor mesiánico. Rúbbuní: equivale a "Maestro mío", yes una excla-
Hijo de David: en el evangelio de Marcos sólo mación más fuerte y confiada que el simple "Rabbí".
aquí y en el versículo siguiente Jesús es llamado expre- ¡Que vea! Con mayor precisión deberíamos tra-
samente con este título (cf. también en 11, lOy 12, ducir :' 'que yo pueda ver". Para comprender la impor-
35), que reconoce en Él al heredero de la promesa tancia teológica de esta petición en el umbral del
hechaaDavid (cf. 2S 7,12-16; Sai 89, 4s.20-38.50). relato de la pasión, cf. nota a 16, 4s. acerca del signif-
v. 49: Mámenlo: mientras en otras situaciones icado del verbo "ver" en el evangelio de Marcos que
anteriores Jesús prohibe que revelen su identidad recupera un tema mesiánico -¡los ciegos verán!- tema
(cf. 3,12 y 8, 30; 9,9), ahora acepta esta aclamación que se encuentra sobre todo en Isaías.
insistente del ciego. v. 52: tu fe te ha salvado: Jesús había pronun-
Jesús ya está en el umbral del momento crucial ciado estas mismas palabras frente a la mujer que
de su vida. Después de haber manifestado claramente lo había tocado para ser curada (cf. 5, 34 y la nota
que él era consciente y cuál era el significado de su respectiva). Es la afirmación clave que nos permite
destino de sufrimiento, ya no hay motivo para man- leer en la ceguera de los ojos y en el don de la vista
tener el "secreto mesiánico". En efecto, en los próxi- física el significado espiritual profundo en orden al
mos capítulos serácadavezmásexplícitalarevelación conocimiento de Jesús, que de ahora en adelante se
que Jesús hará de sí mismo, u otros la expresarán, revelará cada vez más abiertamente.
hasta el culmen de la profesión de fe del centurión a Al instante recobró la vista: es sorprendente
los pies de la cruz (cf. 15, 39). que en este milagro, a diferencia de otras veces y
Con respecto al tema del seguimiento puede de los que refieren Mateo y Lucas también para
tener su significado también la triple repetición del este caso, Marcos no hace referencia a ningún ges-
verbo "llamar" en este mismo versículo: la invoca- to especial de Jesús como señal de su poder sal-
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
v. 1: cuando se aproximaban a Jerusalén...: comocasos (cf. 7, 28 y 12, 36s.), nunca atribuye este título
ya lo hemos puesto en evidencia en los capítulos a Jesús. Pero nos parece un intento para resolver una
anteriores, son frecuentes en Marcos los verbos dificultad que no tiene ningún fundamento, si se
que indican el camino continuo de Jesús (cf. nota a tiene en cuenta suficientemente el valor teológico de
1, 16) y en particular en los últimos dos capítulos este trozo en el contexto de toda la sección: Marcos
las referencias acerca del largo viaje hacia Jerusalén aquí quiere precisamente afirmar que Jesús es el
constituyen un elemento narrativo singular que deja "Señor" en el sentido pleno de las profesiones de fe
transparentar el pensamiento del evangelista (cf. más antiguas que se formaron en la experiencia de
nota a 10,1). los eventos pascuales. Es significativo que el otro
Betfagé y Betania: Betfagé era un suburbio texto clarísimo del evangelio de Marcos en el cual
fuera de Jerusalén y Betania una aldea poco distante Jesús es llamado "Señor" es precisamente el que se
en el lado sudeste del monte de los Olivos (para encuentra en el último trozo de esta sección.
esta localidad cf. nota a 13, 3). v. 6: los dejaron: al igual que en 14, 16 para la
Envía a dos de sus discípulos: ponemos en evi- cena pascual, también aquí el exacto cumplimiento
dencia la fuerte semejanza en cuanto al esquema de de las precisiones de Jesús es una afirmación
relato entre este trozo (hasta el v. 6), donde se trata implícita de fe en el plan de Dios, que se cumple en
de los preparativos para la entrada de Jesús en la Jesús más allá de toda acción humana; eso resultará
ciudad, y la narración de los preparativos para la aún más evidente en numerosos pasajes del relato
última cena en 14,13 -16: el Mesías que comienza a de la pasión.
manifestarse abiertamente en su primera aparición v. 7: echaron encima sus mantos: se lee una
en Jerusalén, es el mismo que será inmolado en escena semejante en 2R 9,13.
la cruz y el cordero pascual era su prefiguración. Se sentó sobre él: en Le 19, 35 leemos: "hicieron
Otro elemento temático que es común a los dos montar a Jesús", expresión que hace más explícita
trozos es la declaración implícita de que Jesús sabe la idea de entronización que subyace incluso a los
prever los acontecimientos; coherentemente con la textos de Marcos.
intención teológica de estos textos, no nos interesa
v. 8: otros follaje cortado de los campos: follaje
en absoluto detenernos para discutir si se debe
recogido en los campos y no ramos de palma, que
suponer en realidad un acuerdo previo entre Jesús
son raras en los alrededores de la ciudad; en Jn 12,
y la gente del lugar para "alquilar" el pollino o la
13 se hace referencia a las palmas, pero llevadas por
sala del cenáculo.
gente que sale de la ciudad en fiesta.
v. 2: sobre el cual no ha montado todavía ningún Con base también en el versículo sucesivo tal
hombre: de estas palabras se deduce que también vez hay que ver en este gesto una alusión al Sal
Marcos debía tener presente la profecía de Za 9, 9 118, 27, que se refiere a la procesión de la fiesta de
que es citada explícitamente por Mateo y Juan en las tiendas o de las cabanas, una de las festividades
los pasajes paralelos. más solemnes del calendario hebreo, que coincidía
v. 3: el Señor lo necesita...: algunos comenta- con el tiempo de la cosecha de las frutas. Por las
dores suponen que con el término "Señor" Marcos referencias de este salmo (cf. también ce. 9s.) y por
quiere referirse a Dios o al dueño del Pollino, con otros indicios que harían suponer una permanencia
base en el hecho de que el evangelista, excepto en dos prolongada de Jesús en Jerusalén, uno es inducido
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
Jesús y la política
La entrada de Jesús en Jerusalén es mesiánica. Pero ella asume, de parte de los que
participan, un significado claramente político: Jesús es para ellos el mesías de Israel, que
entra en su ciudad para asumir el poder. Dos veces ellos lo aclaman como el rey davídico,
que viene a posesionarse de su reino (w. 9.10). Y Jesús no los hace callar; antes bien, Él
mismo toma la iniciativa. Ya anteriormente el ciego Bartimeo lo proclama dos veces "hijo
de David". Este título expresa la línea de la realeza mesiánica, porque el mesías esperado
debía ser el heredero del reino de David. Por tanto, equivale a reconocer a Jesús como el
descendiente de David, destinado a la realeza de Israel. Y Jesús no protesta y no impone
silencio. Este comportamiento ambiguo de Jesús hace que surja la pregunta: ¿Él es un
hombre político? Por consiguiente, se plantea el problema de la relación de Jesús con la
política, para declarar el equívoco.
Las tomas de posición a este respecto son extremas y unilaterales. Por una parte, no
sólo en el pasado, sino también hoy se espiritualiza con exasperación la figura de Jesús. Ella
queda reducida a un símbolo y se resuelve en temas y significados teológicos, o espirituales.
Una tendencia determinada al docetismo no está ausente de estas presentaciones. Por el
contrario, desde hace algunos años, algunos quieren convertir a Jesús en un militante político
revolucionario y su evangelio en un manual político- social de corte marxista (cf. el Jesús político
de las lecturas políticas o materialistas del evangelio), como lo ha hecho desde hace siglos un
cristianismo burgués y a él lo convierte en un hombre que quiere implantar un orden.
Es cierto que Jesús no es un hombre político. En efecto Él, al entrar triunfalmente en
Jerusalén, va directamente al templo; pero aquí no sucede nada. La manifestación mesiá-
nica tiene una vida breve. Sale en seguida de la ciudad; pero antes de salir observa todo a
su alrededor; es la mirada de quien está preparando el golpe del día siguiente, es decir, la
expulsión de los vendedores, donde denuncia la ambigüedad del título "hijo de David".
REFLEXIÓN DE FE
Desilusión y gloria
Una especie de desilusión aparece en todo el evangelio de Marcos. Es una desilusión
fuerte, la cual, para ser vivida requiere ser compenetrada progresivamente por el misterio
de Cristo, estar sumergida en la oración. Solamente la grande contemplación final de los
capítulos 14 y 15 podrá permitirnos que leamos nuevamente todo el evangelio y transformar
la desilusión en gloria. Por ahora, en esta primera lectura, la desilusión puede resultarnos
a menudo amarga y podremos entonces sentir la tentación de traducir mal este evangelio,
el cual, por su radicalidad corre siempre el riesgo de ser mal interpretado y contiene para
nosotros la tentación sutil de ser suavizado indebidamente.
\ El evangelio de Marcos requiere una lectura cíclica. Al llegar al final el lector tendrá
que detenerse para orar y luego tendrá que volver a leerlo. Con la fuerza del Espíritu Santo
deberá liberarse con dificultad de unos modos humanos de leerlo y quedará sorprendido al
poder leerlo siempre de una manera nueva, que es el modo de la desilusión y de la gloria.
En este trozo nos entusiasman de inmediato los gritos "Hosanna". Se repite el Hallel
que es propio de la grande manifestación pascual: "Bendito el que viene en el nombre
del Señor" (Sal 118, 26) y parece que todo tiende hacia la gloria inexpresable del que es
Cristo Hijo de Dios. Pero he aquí que inmediatamente después Jesús entra en el templo,
observa todo a su alrededor y sale silenciosamente cuando está anocheciendo. Examinemos
este pasaje en una lectura espiritual que no tenga en cuenta una primera exaltación de
entusiasmo, pero que penetre en el misterio.
Nos hallamos en una situación típica, en el corazón del género evangélico. Es lo mismo
que acontece en todo él dondequiera, en cada página: de la desilusión a la gloria y de la
v. 12: al día siguiente: es el día que sigue a la corresponde a la estructura del relato la interpretación
entrada en la ciudad. Según el planteamiento crono - que considera este texto como una "parábola repre-
lógico-teológico de Marcos, los dos relatos que sentada", aunque Le 13, 6-9 podría dar una pauta
están unidos en este trozo suceden en el marco de para ello. Es más exacto ver en este relato una
toda la segunda jornada que Jesús pasó en Jerusalén escena real, aunque estructuralmente es simbólica,
y tocan también la tercera (v. 20). También Mateo, según el tipo de acciones análogas realizadas por
cuyo marco cronológico resulta menos preciso, los profetas del Antiguo Testamento.
coloca el episodio de la higuera "al amanecer" (del v. 14: que nunco jamás coma nadie fruto de ti:
día siguiente) (cf. 21,18). es ciertamente una frase que, si no es una maldición
Sintió hambre: es una anotación particular, que explícita, sin embargo, corresponde a una irrevo-
prepara la escena de la higuera. cable condena a muerte de la planta. Cf. una expre-
v. 13: con hojas: es una comprobación cierta- sión más moderada en Mt 21,19.
mente verosímil en esa época (marzo-abril) en esa Sus discípulos oyeron esto: Es una anotación que
región. es como un preludio a la afirmación de Pedro en el
No era tiempo de higos: este inciso que con- v. 21, pero ella subraya aún más profundamente la
tiene una observación acertada, tal vez la incluyó el importancia del juicio pronunciado por Jesús.
mismo Marcos, cuando el relato fue redactado en v. 15: Llegan a Jesusalén: esta noticia en un len-
este contexto pascual. De todos modos la frase viene guaje escueto y desencarnado, como aparece aún me-
a ser importante, porque nos da la clave de lectura jor en el texto griego, sirve como elemento redaccional,
de todo el relato como acción simbólica, cada uno de o bien es el comienzo de un antiguo trozo de la tradi-
cuyos elementos (el hambre, las hojas, la carencia de ción que Marcos incluyó en este punto. En todo caso
frutos) adquieren su significado únicamente a la luz nos parece que el núcleo ciertamente originario de
de la idea teológica que subyace a todo el pasaje. este relato (vv. 15b-17), si consideramos también la
Ya los profetas presentaban como símbolo de colocación que da/n 2,13ss., deja entrever un episodio
Israel tanto la higuera como la vid. Parece que no que aconteció algunos meses antes, en coincidencia o
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
El verdadero templo
El primer significado del gesto de Jesús está sobre la línea de una crítica constante contra
el templo, que vuelve a aflorar en todo el Antiguo Testamento. Dios, que siempre se ha
encontrado bien viajando con su pueblo, no se complace incondicionalmente en el templo.
Teme quedar allí encerrado y relegado. En efecto, en seguida después de la construcción
de su templo, no duda en aparecérsele una segunda vez a Salomón para decirle: "Si ustedes
y sus hijos después de ustedes, se vuelven de detrás de mí y no guardan los mandamientos
y los decretos que les he dado... arrojaré de mi presencia esta casa que yo he consagrado a
mi nombre... Todos los que pasen ante esta casa sublime quedarán estupefactos, silbarán y
dirán: ¿por qué el Señor ha obrado así?" (IR 9, 4-9).
Todos los profetas, indistintamente, siempre han sido severos en la crítica contra el
templo, y ha llamado al pueblo al culto verdadero, que es la fidelidad a la alianza, con los
frutos de la justicia.
El templo es desde el principio un signo siempre ambiguo, un receptáculo demasiado
estrecho para un Dios que está interesado más en su gente que en sí mismo. El pueblo
piensa fácilmente que va a ofuscar su vista con el humo del incienso y de la oración, o de
aplacarlo con sacrificios y holocaustos, para cometer luego todas las cosas nefandas que
quiere. Pero Dios dice, sólo para citar algunos entre los reproches infinitos de los profetas:
"Cuando vienen a presentarse ante mí, ¿quién ha solicitado de ustedes esa pateadura de
mis atrios? No sigan trayendo oblación vana: el humo del incienso me resulta detestable.
APLICACIÓN A LA VIDA
"... ¿Son acaso los hombres los árboles del campo para que los trates como a
sitiados?" (Dt 20, 19)
Muchas veces sucede que se oyen las quejas o se comprueba el desconsuelo de padres
de familia que se sienten fracasados en la educación de sus hijos: tienen ideas diferentes,
opciones incomprensibles, tensiones, infelicidad.
Así también uno llega a reflexionar, sin palabras, o en la experiencia de otros o en la
propia y se debe hacer constar que un mar de esperanzas, de expectativas y fatigas no
han tenido éxito. ¡Se creía que las cosas cambiaran, que el futuro sería mejor, luego viene
la desilusión! Es algo así como el anochecer: siempre hay menos transeúntes, luces que
se apagan, frío, oscuridad. Está más lleno el fardo de las desilusiones que lo que estaba
REFLEXIÓN DE FE
La bendición y la maldición
El evangelio acelera ahora bruscamente su desarrollo. Con impaciencia, sin esperar
siquiera la estación que le es propia, Jesús maldice la higuera y asocia al destino del árbol
estéril el templo, convertido en cueva árida (11,17).
El templo inerte y la higuera sin linfa vienen a ser adornos inútiles y testigos evidentes
de lo que ya no vale. Los muros majestuosos ocultan, detrás del velo, secretos que ya han
sido revelados. Con su último grito, Jesús, Palabra eterna, inaugura los tiempos nuevos.
"Pero Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró. El velo del templo se rasgó en dos, de
arriba abajo... el centurión dijo: ¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios!" (15,
38s.). Estos son los versículos culminantes del evangelio. Su fuerza impactante y conclusiva
se anticipa en nuestro trozo: aquí el templo comienza ya a ser desmantelado y la higuera
viene a ser símbolo de su esterilidad. El velo del templo señala ya que va a rasgarse y que el
Hijo de Dios va a manifestarse. La confrontación divina de la tarde anterior, cuando Cristo
caminaba entre sus muros, observándolo todo, ahora se cumple y la ley codificada en los
muros cede el puesto a la Palabra que está presente. Porque la suerte de la higuera maldita
se entrelaza con la caída del templo, y los ramos de la higuera estéril se entrelazan con la
mole de los muros, para denunciar la invalidez de un lugar tan sagrado.
Los tiempos ya han llegado y están maduros, y no queda otra cosa sino convertirse y
creer en el evangelio (cf. 1,15). La dimensión religiosa que el templo de Jerusalén propone,
con sus leyes santas y con sus observancias fieles, pero que han llegado a ser farisaicas, debe
ceder el puesto a una conversión radical a Cristo el Señor, que resume en su persona la ley
y los profetas. La conversión ya no puede resolverse en mil observancias aseguradas por el
templo y por sus muros, sino que, ante todo, debe consistir en volverse hacia aquel que es
el templo del Dios vivo y que, aunque lo destruyan, volverá a surgir en tres días.
Convertirse de ahora en adelante ya no podrá significar caer a los pies del templo, sino a los
pies de la cruz y gritar con el centurión: "¡Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios!".
Ya en un estadio de la tradición anterior a Marcos este racimo de dichos del Señor habí
estado ligado al episodio de la higuera, cuando ya la comunidad cristiana, que se había ext
dido también a los paganos, ya no comprendía el sentido originario de la maldición de Jes
contra la higuera y leyó en ella un ejemplo del poder de la fe y déla oración.
Los versículos 22-25, unidos al contexto de un modo artificial y unidos entre sí por asona
de las frases, como en otras colecciones de dichos de Jesús con unafinalidadcatequética, pa
también una resonancia de la ata anterior de Isaías (cf. "casa de oración" enelv. 17).
Estas palabras de Jesús que tocan el tema de la fe y déla eficacia de la oración formaban
parte de ese material errátil, que en la tradición se usaba cada vez en contextos diferentes
según los diferentes criterios de vinculación.
El versículo 26 reza así: "Mas si ustedes no perdonan, tampoco su Padre que está en lo
cielos perdonará sus ofensas". Se encuentra sólo en pocos manuscritos tardíos, por deriva
deMt6, 15. Por esta razón se omite.
En contraste con la denuncia de la presunción religiosa que es vacía, que Marcos había e
matizado en el trozo anterior, se presenta la actitud del creyentefiel,que "sin dudar", se diri
a Dios, convencido de que él realiza la salvación de todos mediante prodigios.
v. 22: fe en Dios: literalmente en el texto griego 17, 20 y Le 17, 6) emergen algunas diferencias
se lee "fe de Dios", expresión que se encuentra sólo significativas. Ante todo, Lucas, tal vez porque se
en Marcos y que tiene un significado más profundo basa en otra tradición, habla de "sicómoro" y no
con respecto al lenguaje acostumbrado del Nuevo de "monte". Pero sobre todo mientras en Mateo
Testamento. y Lucas se tiene una proposición condicional, que
En Rm 3, 22.26 la misma construcción grama- une esta frase a la anterior -"Si tuvieras fe como un
tical se emplea con referencia a Cristo. granito de mostaza..."-, en Marcos la primera frase
v. 23: Yo les aseguro: cf. nota a 9,1. es imperativo-exhortativa -"Tened fe en Dios"-. Es
verdad que en algunos manuscritos también el texto
Quien diga a este monte...: de la confrontación de Marcos tiene la misma estructura que en Mateo
con otros pasajes paralelos de este dicho (cf. Mt
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
El tema del templo, que se introduce en los pasajes anteriores, sigue presente al
comienzo del capítulo 3, ya sea como lugar de la actividad de enseñanza de Jesús (cf. 11,
27; 12, 35), ya sea como símbolo de ese mundo religioso que Él ha condenado (cf. 11,12-
21) y con cuyos representantes estuvo a menudo en conflicto incluso a través de debates
acalorados.
En esta sección Marcos nos presenta cinco momentos de esas controversias, y todas son
caracterizadas por varios personajes, y sus tonos oscilan entre la controversia polémica, la
conversación y el discurso de revelación y por temas precisos de naturaleza exquisitamente
teológica, que tocan la sustancia de la persona y del mensaje de Jesús. Al comienzo y al
final del capítulo 12 encontramos dos trozos del género diferente, el primero de los cuales
expone en forma de parábola la situación de Jesús en el mundo judío y el otro sintetiza
en algunas afirmaciones duras y luego en el episodio de la pobre viuda la contraposición
radical entre el judaismo farisaico y la fe cristiana.
Los cinco trozos que han sido elaborados en forma de debate, no conservan casi ningún
elemento narrativo que nos informe acerca de las circunstancias de esas discusiones; cada
uno de ellos se ha centrado en palabras que presumiblemente fueron anunciadas por Jesús
en forma de contrapregunta (en las dos primeras discusiones) o de afirmación frente a las
preguntas de los interlocutores (con tono polémico en la tercera discusión y amistosa en la
cuarta) o de interrogante que Jesús mismo plantea con el fin de afirmar algo que es muy
importante y que concierne su persona (en el quinto trozo).
En cambio, puede ser fruto de la reflexión y de la actividad catequética de las primeras
comunidades la reconstrucción de la trama de los diferentes episodios, en los cuales reflejan
algunas cuestiones importantes que constituían un motivo de discusión entre los primeros
cristianos o entre ellos y las comunidades judías.
Casi ciertamente ya antes de Marcos la serie de estos debates -sobre todo los del capítulo
12- había alcanzado su unidad literaria, en una forma semejante a lo que encontramos
también para la serie de las controversias de una de las primeras secciones del evangelio
(cf. 2,1-3, 6). Con una diferencia notable con respecto al preciso marco cronológico y geo-
gráfico de los tres trozos anteriores, en esta sección, sin ninguna referencia de tiempo y con
una sola indicación repetida de lugar (el templo, cf. 12, 27 y 35) se han unido narraciones
que no tienen una vinculación entre sí -tal vez su enganche fue determinado por algunas
palabras-referencia (cf. "escribas" en 11, 27; 12, 28.35.38 y "viuda" en 12, 40.42)- que
hacen referencia también a momentos y lugares diferentes con respecto al breve espacio del
ministerio de Jesús en Jerusalén.
En esta primera discusión, que tiene todas las características de la controversia polémica,
Jesús se encuentra delante de los tres grupos más influyentes de los jefes judíos: los sumos
sacerdotes, los escribas y los ancianos. El relato fue transmitido por la importancia que tenían
entre las primeras comunidades las dos preguntas sobre las cuales él fue elaborado: la primera
expresa la objeción fundamental, que los judíos echaron en cara a Jesús ante todo y luego a
los cristianos, acerca de su juicio negativo y su libertad consiguiente con respecto al sistema
religioso tradicional de carácter legalista; la segunda, en forma de contrapregunta de Jesús,
condensa la discusión muy viva entre los discípulos de Jesús y los grupos judíos acerca del valor
del bautismo de Juan Bautista, que todos más o menos reconocían.
En el contexto actual el núcleo del trozo se halla en los versículos 31ss., que se han de leer no
tanto como información acerca del malestar de los adversarios de Jesús al formular su respuesta,
cuanto como denuncia de su actitud de incredulidad, cerrada a toda salida positiva.
Frente al mensaje de Juan Bautista -su bautismo es símbolo de toda su predicación-,
que recuerda las palabras de los profetas del Antiguo Testamento, ellos quedan inertes y son
incapaces de pronunciarse. Con mayor razón no pueden comprender el poder de Dios que se
manifiesta en las palabras y en las acciones de Jesús, preanunciado y preparado por el Bau-
tista: como no saben reconocer en él un signo, no pueden evidentemente captar lo que su persona
y su predicación han querido significar con respecto a Jesús (cf. 1,4-8).
En esta actitud de indisponibilidad para comprender el signo y su significado, pedir una
prueba es huir de la responsabilidad de dar una respuesta acerca de lo que se tiene ante los ojos.
Por este motivo Jesús no responde a su primera pregunta: pero con sus palabras deja entender que
sólo el que está preparado para captar los nuevos signos, sabrá comprender el poder de Dios.
v. 27: los sumos sacerdotes, los escribas y los toda su actividad; Mt 21, 23 y Le 20, 2 recuerdan
ancianos: aquí y en 8, 31; 14, 43.53; 15, 1 los tres expresamente su enseñanza.
grupos se nombran juntamente, aunque en un O quién te ha dado...: la reduplicación de la pre-
orden diferente (cf. nota a 8, 31). gunta corresponde a un esquema literario típicamente
v. 28: con qué autoridad: ya al comienzo del hebreo. La repetición se expresa en una forma más
evangelio (cf. 1, 22 -27) Marcos, al referir la impresión personalizada.
de la gente, pone en evidencia la autoridad v. 29: De acuerdo con el método acostumbrado
extraordinaria con la cual Jesús enseña y obra. En en las discusiones entre rabinos, Jesús responde
este trozo es el concepto clave que se repite cuatro con una contra-pregunta (cf. también en 10, 3).
veces, e introduce así el tema fundamental de esta Respóndanme: la forma verbal que leemos en
serie de discusiones. La autoridad (o el poder) de el texto griego es imperativa, pero con un valor de
Jesús es el mismo poder de Dios el que se mani- condicional: en 30b se repite la misma forma, que
fiesta en él (cf. nota a 1, 22). sin embargo, mantiene su valor imperativo.
Esto: parece evidente la referencia al episodio v. 30: El bautismo dejuan: cf. nota a 1, 4.
de la expulsión de los vendedores del templo, a Del cielo: expresión hebrea para evitar pronun-
cuyo relato probablemente este trozo ha sido unido ciar el nombre de Dios.
ya antes de Marcos.
v. 32: tenían miedo a la gente: cf. nota al v. 18.
Pero como en ese hecho se puede ver la síntesis Todos creían que Juan Bautista era un profeta y por
de la misión de Jesús, la pregunta polémica de consiguiente inspirado por Dios.
los jefes judíos puede perfectamente referirse a
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
La autoridad de Dios
Se abre una nueva serie de discusiones (11, 27-12, 37), en las cuales se completa el
cuadro de la mesianidad de Jesús, que ya ha salido afloteen las primeras cinco discusiones
(2, 1-3, 6). Si las primeras conciernen la libertad de la ley, éstas conciernen la libertad de
todo poder, por la autoridad de Jesús que viene de Dios (vv. 27-33). En efecto, la ley y
el poder son la "levadura de los fariseos y de Herodes" (8, 15) e impiden también a los
discípulos acoger el evangelio.
Ya se ha conjurado el peligro de equívocos y malentendidos: Jesús ya ha anunciado su
destino como Hijo del hombre, y por largo tiempo ha instruido a sus discípulos. También
su entrada mesiánica en Jerusalén ha mostrado su poder como Mesías, que se expresa
simbólicamente en la maldición de la higuera y del templo, es la de un Mesías humilde,
solidario con los hermanos y con el Padre, que quiere ser acogido y seguido en este estilo
suyo de vida.
También en este pasaje el origen de su gloria mesiánica está velado bajo la forma de una
discusión, que es un modo indirecto y discreto de afirmarla para el que quiere entenderla,
y está dispuesto a acogerla.
Impacta el hecho de que toda la vida pública de Jesús esté incluida entre dos series de
polémicas: el ser signo de contradicción es una característica de Jesús; que no ha venido a traer
la paz sobre la tierra, sino la espada del juicio de Dios (cf. Mt 10,34): precisamente porque
ACTUALIZACIÓN
El riesgo de la fe
Los incrédulos se declaran dispuestos a creer en Jesucristo, en el caso de que se encon-
traran frente a pruebas irrefutables. Los creyentes, para combatir la incredulidad, se
esfuerzan por demostrar la verdad de su fe; y así transforman todo el misterio cristiano
en una prueba inmensa de la divinidad de Jesucristo. Los unos y los otros reducen la fe
cristiana a un hecho de este mundo, verificable y demostrable. La fe, de este modo queda
destruida, al quedar reducida a una de muchas verdades humanas. El que demuestra
demasiado en el campo de la fe no demuestra nada.
La fe es un riesgo, un salto en la oscuridad de la inteligencia y en el vacío de toda
seguridad humana. No es porque falten los signos, que suscitan y llevan a la fe; antes bien,
REFLEXIÓN DE FE
Respóndeme y te responderé
La pregunta de Jesús, que desorienta y hace retorcer a sus adversarios, aunque es aguda,
es muy sencilla. Ella forma parte de la actualidad de esos tiempos, de las conversaciones que
se tenían entre la gente. Se trata de aquellas cosas de las cuales uno no se puede sentir partícipe
ni involucrado. Se refería a la verdad de las cosas que sucedían en ese momento y acerca de
las cuales era necesario -y es indispensable- pronunciarse. Pero precisamente por su carácter
común, la pregunta de Jesús acerca del Bautista viene a ser comprometedora. El que no se
pronuncia acerca de cosas comunes que suceden está destinado a seguir siendo ambiguo. Y en
esta indecisión Jesús no se hace reconocer. Jesús es el Señor en la luz (Jn 1,4).
El siervo de la mentira ambigua no puede ser seguidor del siervo de Yahvé. De este
modo el pasaje viene a ser el relato de nuestras perplejidades.
¿Queremos comprender a Jesús? Guardémonos de imitar las actitudes de esos contem-
poráneos suyos. Si repetimos su modo antipático de búsqueda, tampoco a nosotros se nos
dará la posibilidad de conocerlo. Pero en este caso permanecer perplejos querría también
decir quedar perdidos.
¿Queremos realmente conocer al Señor? ¿Llamarlo con este nombre poderoso? ¿Consi-
derarnos entre aquellos que no conocen otra cosa sino a Jesucristo (1 Co 2, 2)? ¿Saber quién le
dio el poder de hacer lo que hace? ("¿con qué autoridad hace esto?", v. 28). Jesús nos lo dirá, nos
lo declarará todo. Será para nosotros el Señor que salva. Pero antes debemos salir al descubierto.
Debemos responderle, no con la presunción de los grandes, sino con la sencillez de los niños:
Jesús nos responderá acerca de sí mismo, y nos hace responder acerca de nosotros mismos.
Tengo que examinarme sobre la verdad de las cosas que suceden. Necesitamos pre-
guntas verdaderas y respuestas sinceras: ¿es más importante para nosotros la fachada de
nuestra casa o lo que se vive dentro de ella? ¿Nuestra importancia o nuestro servicio? Es
necesario volver a recorrer con otras palabras las preguntas que siguen a las profecías de la
pasión; las de Pedro, que no quiere la cruz del servicio; sentir toda su profunda verdad y
adherencia a nuestros pensamientos.
En síntesis, Jesús se mostrará sin ambigüedad como tu Salvador y liberador cuando tú
en la práctica optes por el evangelio en lugar de lo que no es evangelio.
Pero no es tu opción evangélica la que se coloca al comienzo de la verdad. Es el
interrogante que plantea Jesús. Ese interrogante será cada vez más apremiante hasta la
interpelación suprema de la cruz.
Se ha discutido por largo tiempo, si esta página del evangelio, que aparece como la más
alegórica de los sinópticos, es una parábola o una alegoría (cf. presentación a 4, 1-9 y nota a 4
2 acerca de estos dos géneros literarios), y si la narró el mismo fesús, o bien es una composición
de las primeras comunidades cristianas. Las dos cuestiones están bastante relacionadas, porque
la interpretación alegórica de las parábolas es una característica de la iglesia de los orígenes
(cf. 4, 13-20).
Del texto actual resulta bastante evidente que desde el comienzo la comunidad de lengua
griega interpretó en términos fuertemente alegóricos una parábola originaria de Jesús -que
Marcos quiere presentamos así (cf. el v. 1 que ciertamente es redaccional)- e introduce allí
además las citas de Is 5, Is. (cf. v. l)ydel Sal 118, 22s. (cf. v. 10s.). La interpretación alegórica
viene a ser aún más relevante en los pasajes paralelos de Mateo y Lucas. En esta perspectiva
se comprende mejor el significado de los elementos que racionalmente son inexplicables en los
w. 5-8: si es incomprensible la maldad del pueblo de Israel (los viñadores), aún más lo es el
comportamiento de Dios (el dueño de la viña), que es dictado por su amor sin límites. Así el
género parabólico hace más hincapié en la intuición, en la fantasía e imaginación creativa de
la persona que sobre procedimientos lógico-racionales.
Marcos, interrumpiendo por un momento la serie de las discusiones, incluyó esta parábola
en el contexto del rechazo con el cual Israel se ha opuesto a Jesús (cf 11, 18, tema que se retoma
aquí en el v. redaccional que concluye el trozo) y del juicio que pronuncia sobre el templo (cf.
11, 12-21).
Los tres estadios deformación de esta página (el relato originario de Jesús, la interpretación
alegórica de la comunidad, la utilización que de él hace Marcos) nos han dado un texto densísim
que en la luz pascual de la resurrección explica la pasión de Jesús, que es asimilado a los profet
enviados y llevados a la muerte antes que Él. La cita final del Sal 118, que en la iglesia de los
orígenes era el texto preferido para expresar la suerte de Cristo -desechado, pero convertido e
piedra angular-, marca el punto culminante del trozo (w. 10s.), como un himno de victoria por
la nueva vida del Resucitado que se da a todos.
v. 1: en parábolas: mientras en 4, 2.33 esta después de que el viñedo había sido plantado se
expresión indicaba efectivamente una serie de podían cosechar sus frutos. El término griego
relatos, aquí subraya que Jesús expuso en parábolas que aquí se usa tiene una relevancia teológica de
esta enseñanza. Ahora ya no hay necesidad de una gran importancia: es el momento maduro para la
explicación "en privado" a los discípulos, como realización del designio de Dios (cf. nota a 1,15).
en 4, lOs. 33s: la explicación ya se dio con los tres El comportamiento de los viñadores con respec-
anuncios de la pasión y la resurrección. to a los tres siervos que son enviados sucesivamente
Un hombre plantó una viña...: la descripción por el dueño de la viña marca un aumento gradual
de la viña refleja claramente a Is 5, ls., aunque el de maldad.
punto focal de la parábola no es el comportamiento En la suerte de estos siervos es fácil ver la
de la viña, que representa a Israel, sino el de suerte de los profetas del Antiguo Testamento, que
los viñadores. Se sustituyen además las palabras fueron enviados sucesivamente por Dios al pueblo
iniciales de Isaías ("mi amigo") con "un hombre", infiel. Algunos de esos profetas ya habían sido
de acuerdo con el relato parabólico. llamados "siervos de Dios".
La descripción corresponde realmente al modo v. 6: Todavía le quedaba un hijo querido: para-
como se cultivaba la vid en Palestina. La torre era lelamente con el crecimiento de la maldad de los
una casa de campo construida dentro de la viña viñadores, la bondad del dueño de la viña alcanza
que servía como alojamiento a los viñadores duran- vértices inalcanzables, pues envía a su mismo hijo.
te la vendimia y como lugar de observación y de La palabra griega "querido" es la misma que en 1,
vigilancia. 11 y 9, 7 (cf. las notas respectivas) y reviste un fuerte
Se ausentó: esta alusión al dueño que está lejos significado teológico: es el Hijo del mismo Dios,
y los detalles que siguen acerca del trato reservado a que ha venido en medio de los hombres a cumplir
los siervos por el dueño de la viña, según algunos estu- su misión de salvación de todos, recorriendo el cami-
diosos, representan la situación socio-económica de no del siervo que sufre. El evangelio subraya que
la Palestina de ese tiempo, cuando los latifundistas éste fue el último en ser enviado y que por consi-
ricos hacían trabajar a los pobres campesinos, que con guiente, la actitud que asumen para con él viene a
frecuencia intentaban rebelarse. En cambio, el que ser absolutamente decisiva para la salvación o para
interpreta esta página en un sentido estrictamente la condena (cf. Hb 1,1 -4).
alegórico, ve en la descripción, que bajo ciertos v. 8: lo echaron fuera de la viña: aquí hay proba-
aspectos es inverosímil, simples elementos narra- blemente una alusión.a la muerte de Jesús en la
tivos introducidos con una función alegórica. cruz, que sucedió fuera de los muros de la ciudad,
v. 2: a su debido tiempo: según las antiguas como lo da a entender más explícitamente Le 20,15
prescripciones (cf. Lv 19, 23-35) sólo cinco años (cf. también Hb 13,12).
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Posesión y don
Es una parábola pascual, que está incluida en lo vivo del relato que ya prepara el sufri-
miento y la resurrección. Ya no es una enseñanza acerca de la fuerza de la Palabra ni acerca
de las disposiciones interiores de ella (cf. c. 4). Aquí la atención converge decididamente
sobre el mismo misterio del Hijo del hombre, que es la piedra desechada por los otros
hombres.
En esta parábola Dios se mueve con una fuerza invencible. La historia debe realizar el
proyecto divino. En vano el hombre se opone a este camino, que es la historia de la salvación.
En vano quiere retener para sí los frutos de la viña. El esfuerzo desesperado de encerrarse en
sí mismo es vano. Impedir la destinación justa a los frutos de la viña, que deben ser restituidos
radicalmente a Dios, significa encerrar la tierra en la maldición de la posesión y del egoísmo.
En el capítulo 26 del Deuteronomio, donde está contenida la grande oración de fe del pueblo
de Israel, el tema para ese "credo" lo da el ofrecimiento de las primicias. En efecto, al pasar
de la condición inestable del desierto, tan verdadera para el hombre, a la posesión de la tierra
prometida, tan peligrosa para él, era necesario restituir a Dios la tierra que él había dado al
pasar el Jordán. Eso se realizaba precisamente en el ofrecimiento de los primeros frutos. La
historia no llega nunca a ser la salvación en el encierro, en la avidez, representada en la avaricia
cruel de los viñadores de la parábola, sino en el don, en la devolución. El motivo bíblico
de ese ofrecimiento, sin embargo, no es principalmente la buena voluntad o el ingenio del
mismo hombre, que, cuando mucho, encuentra un modo siempre nuevo de girar sobre sí
mismo, para que el don le vuelva atrás y el dar no sea más que un modo ulterior para tener.
En cambio, el ofrecimiento es provocado por Dios.
Forma parte de su acción, de su presencia creadora. Esta provocación debe ser acogida
por el hombre, que sólo de ese modo podrá salir de sí mismo y devolverle a Dios, junto
con la tierra, su vida. La presencia divina en la historia liberadora del pecado de encierro
ávido es tan poderosa que, incluso cuando el hombre la rechaza, Dios encuentra el modo
de realizar la salvación: aquí está precisamente la fuerza de la parábola.
Y este modo nuevo es Cristo en su misterio. Cristo es nuestra piedra, como lo dice toda
la Escritura (cf. 1 Co 10,1 -4). Se precisa aquí que ella es la piedra desechada por el hombre.
Pues bien, precisamente como piedra desechada, Cristo viene a ser piedra salvífica. El
poder divino trasforma el proyecto humano. El pasaje invita a penetrar en la pasión del
Señor Jesús. En efecto, hay algunos a los cuales se les dará la capacidad de comprender lo
que los viñadores rebeldes y cerrados no comprenden. Eso es lo que también nosotros no
comprendemos mientras no entremos en el número de los "otros" (v. 9). En la parábola
los otros son aquellos que se distinguen de los que poseen con avidez la viña y no quieren
devolverla a Dios: así es el ateo teórico y práctico. Porque el ateísmo es precisamente
no saber devolver los frutos de la viña a Dios y, por consiguiente, a los hermanos. La
devolución a Dios que realiza Jesús es aquí el fundamento de toda devolución.
v. 13: y envían donde Él...: al incluir el pasaje en v. 14: el camino de Dios: es una expresión de
este punto Marcos, sin nombrar a los que toman la estilo hebreo.
iniciativa contra Jesús (cf. también en el v. 12), quiere Tributo al César: ese tributo imperial que impo-
referirse a los jefes del pueblo que había indicado al nían los romanos en Palestina desde el año 6 d. C,
comienzo de la primera discución (cf. 11, 27). era muy odioso para* los judíos, que lo sentían como
En Mt 22, 15s. y Le 20, 20 el texto más elabo- una forma de imponerse a los subditos o incluso como
rado documenta estadios sucesivos de la tradición. una pertenencia al emperador, que en ese tiempo era
Herodianos: cf. nota a 3, 6. Tiberio; esa obligación era tanto más irritante, por
cuanto sobre la moneda estaba grabada su imagen
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Devolución
Los fariseos se confunden, callan, no saben qué responder a Jesús. Tal vez eso nos suceda
también a nosotros. Pero eso no depende tanto del hecho de que Jesús sea astuto, cuanto
más bien del hecho de que Él es demasiado claro y luminoso. Y nosotros no estamos tan
habituados a la luz. Vino la luz, pero no la comprendieron (cf. ]n 1, 5.1 Os.). Por otra parte,
les sucede a los místicos que pierden el control de sí mismos, salen de sí mismos por la luz
excesiva de las revelaciones. Nosotros quedamos confundidos ante ciertas palabras de Jesús,
o cuando mucho, como los apóstoles, quedamos estupefactos. Si nos preguntamos cuándo
en definitiva se muestra incomprensión, tenemos aquí un pasaje que viene precisamente
al caso. En la mentalidad farisaica nosotros ya no comprendemos a Jesús y permanecemos
mudos. El fariseo es precisamente el tipo que, entre todos, comprende menos a Jesús.
Tomemos entonces el episodio de la moneda. Jesús dice que demos a Dios lo que es de
Dios. Parece sencillo, pero el fariseo con toda razón no comprende nada. Pues, sería fácil
comprender: hay cosas que pertenecen a Dios. Entonces devolvámoselas. Otras pertenecen
al hombre: devolvámoselas a él. Pero ellos no comprenden porque es demasiado evidente
que Jesús no quiere decir esto. Y entonces, si no quiere decir esto, ¿qué querrá decir? Todo,
menos una cosa clara para el espíritu farisaico. Todo menos algo codificable y claro para
la mente del hombre. Porque, después de que he devuelto a Dios lo que es de Dios, ¿qué
quedará por devolver a los hombres, como si no todo fuera de Dios? Como cuando Jesús
dice: he venido para los pecadores y no para los justos. Quiere solamente decir que todos
son pecadores, pero no todos lo admiten.
En verdad, es necesario devolver muchas cosas a los hombres, pero no sin antes enten-
der que todo hay que volver a dárselo a Dios, como en las primicias que son un símbolo de
las ofertas de toda la cosecha.
Entonces la frase puede también leerse: devuélvelo todo a Dios, porque todo viene de
El y así te volverás capaz de devolver toda deuda y de ofrecer cada cosa al prójimo con
justicia y amor.
18 Se le acercaron también unos saduceos, esos que niegan que haya resurrección,
y le preguntaron:
19 "Maestro, Moisés nos escribió que si muere el hermano de alguno dejando
mujer sin hijos, el hermano debe tomar esa mujer para dar descendencia a su
hermano.
20 Eran siete hermanos. El primero tomó mujer, y murió sin dejar descendencia;
21 el segundo la tomó y murió sin dejar descendencia; igualmente el tercero,
y ninguno de los siete dejó descendencia. Después de todos, murió también la
22 mujer.
En la resurrección, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los
23 siete la tuvieron por mujer".
Jesús les dijo: "¿No están en un error precisamente por esto, por no entender las
24 Escrituras ni el poder de Dios?
Porque, cuando resuciten de entre los muertos, ni ellos tomarán mujer ni ellas
25 marido, sino que serán como ángeles en los cielos.
Y acerca de que los muertos resucitan, ¿no han leído en el libro de Moisés, en lo
26 de la zarza, cómo Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac y el
Dios de Jacob?
27 No es un Dios de muertos, sino de vivos. Están en un gran error".
v. 18: saduceos: era el grupo de los sacerdotes de saduceos tiene lafinalidadde mostrar que la fe en la
las familias más influyentes de Jerusalén y estaban resurrección tiene consecuencias absurdas.
atentos especialmente para que no se modificara v. 23: en la resurrección, cuando resuciten: es una
en nada la ley de Moisés, los primeros cinco libros repetición que refleja el uso semítico y corresponde
de la Biblia (Pentateuco). Por consiguiente, eran al estilo de Marcos.
aristocráticos y tradicionalistas. v. 24: el poder de Dios: sea que se refiera a Dios o
Es incierta la derivación del nombre "sadu- al mismo Jesús, este "poder" es el fundamento de la
ceos": tal vez deriva de Sadoc, un sacerdote que autoridad y de la supremacía que el evangelio atribuye
vivió en tiempos de David y Salomón. a Dios, por consiguiente, a Jesús, en la primera y en la
Niegan que haya resurrección: la fe en la resu- segunda discusión (cf. 11, 27-33; 12,13-17).
rrección personal después de la muerte emerge v. 25: serán como ángeles en los cielos: la referenc
muy tarde en el judaismo, en forma velada en a los ángeles, característica de la mentalidad judía,
algunos salmos (cf. 16, 9-11; 49, 16; 73, 23-28) y pone en evidencia la diferencia radical de la vida
tal vez en ]b 19, 25-27, luego más claramente en terrestre con respecto a la futura de los cuerpos
los libros más recientes del Antiguo Testamento resucitados. Es el mismo pensamiento que san Pablo
(cf. Dn 12, 2; 2M 7, 14; 12, 43; varios pasajes de los expresa en otros términos en lCo 15, 35ss. El pasaje
primeros capítulos de la Sabiduría). paralelo de Le 20, 34-36, aunque desarrolla el mismo
v. 19: Según el método rabínico, antes de exponer pensamiento, presenta otra formulación.
la pregunta a jesús (v. 23), los saduceos introducen v. 26: acerca de los muertos que resucitan: des-
una cita escriturista: es el pasaje que se refiere a la pués de haber presentado en el v. 25 la solución
ley del levirato, que aseguraba la conservación de los acertada acerca de la cuestión del cómo sucederá la
bienes al interior de la familia del marido en el caso resurrección de los muertos, ahora el evangelio toca
de que éste muriera (cf. Dt 25, 5s.). La historieta la cuestión fundamental acerca del hecho mismo de la
narrada en los versículos 20-22 en la intención de los resurrección, apelando siempre a la palabra de Dios.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Discusión
Jesús con su respuesta provoca un cambio de escena de tipo evangélico, al desplazar
toda la discusión al terreno de la fe y al desorientar así a sus interlocutores y a sus lectores.
En una especie de mesa redonda sobre el tema de la resurrección, él induce a los presentes
a hacer un ejercicio incómodo e imprevisto de fe y de oración. Obtiene el fruto que busca,
que es colocar a la gente en una situación de malestar.
¿Quién es Dios? No se trata de comprender muchas cosas, sino de profundizar una
sola de importancia vital. Eso es lo que nosotros precisamente solemos evitar, al volver a
llevar las cosas a ese sitio razonable que es la discusión, medio soberano de desempeño.
Mientras no hayamos comprendido que Dios es un Dios para la vida, para los vivos (v.
27), mientras no hayamos divisado su poder (v. 24), podremos también convertir la religión
en una palestra útil para nuestro ingenio, pero en el fondo seguiremos siendo los hombres
de siempre, los que saben prescindir del poder de Dios y que en cambio saben colocar
hábilmente las cuestiones fuera de ese poder.
Los saduceos quieren encerrar a Jesús en la trampa de sus argumentaciones, quieren
obligarlo a bajar hasta su plano. Generalmente sucede precisamente esto cuando logramos
evadir el clima de oración, de contacto con Jesús, con preguntas razonables. Jesús los invita
a la contemplación y les vuelve a proponer el evangelio que es "poder de Dios" (Rm 1,
16). En el Calvario los fariseos invitarán repetidas veces a Jesús a descender al terreno de
sus discusiones, siempre con la misma excusa de creerle, mientras cultivan la ambición
de seguir creyendo eternamente sólo a sí mismos. Para creerle a Jesús es necesario dejarlo
donde está: en el Calvario, en la cruz, es decir, en su misterio. Contemplarlo quiere decir
adaptar nuestras razones al poder divino de salvación, que sólo Él posee.
Esta cuarta discusión tiene la forma de una conversación entre un joven y un maestro. Es
difícil establecer si sustancialmente el pasaje reproduce un diálogo que realmente tuvo lugar,
o si se trata en cambio de una composición de la comunidad con el fin de transmitir algunas
palabras fundamentales de Jesús acerca de la fe como amor. Algunos elementos (el texto grie-
go de la cita del v. 30, la actitud amistosa del escriba, la estructura catequética, que es
nemónicamente muy fácil, de todo el pasaje) nos hacen inclinar hacia la segunda hipótesis.
El interlocutor esta vez es un escriba, particularmente bien dispuesto hacia Jesús, que
aprueba su actitud con palabras semejantes a aquellas que eran densas de profunda simpatía,
pronunciadas frente al hombre rico que le había preguntado "qué había de hacer para tener
vida eterna" (cf. 10, 17ss.).
También en este pasaje, como en el anterior y en el siguiente, el contenido que tiene forma de
pregunta o de respuesta, se presenta con referencias continuas ala Sagrada Escritura, según el
método de la enseñanza rabínka. A primera vista puede parecer que estos temas, que se desarrollan
únicamente con base en pasajes del Antiguo Testamento, no van más allá del pensamiento judío
más genuino. Pero tanto en la referencia a los textos veterotestamentarios, como en los versículos
conclusivos de estos trozos, se reconoce claramente el influjo decisivo de la fe en Cristo resucitado:
en la luz pascual y en recuerdo de palabras pronunciadas por Jesús, los primeros cristianos releían
el Antiguo Testamento y hacían salir a flote con toda su luminosidad el alcance teológico.
La preeminencia absoluta que se da al doble mandamiento del amor a Dios y al prójimo,
en este punto del evangelio de Marcos adquiere también el significado de condición primaria
para entrar en el reino a través de la vía de la pasión de Jesús.
Es decir, nos hallamos en el punto en que el evangelio nos lleva a la motivación profunda
de la enseñanza acerca del servicio que Jesús presentó repetidas veces después del segundo y del
tercer anuncio de la pasión y resurrección (cf. 9, 33-35y 10, 35-45): el servicio por amor. Jesús
es el primero en mostrar que amar significa servir; la llamada a seguirlo (cf. 1,16-20; 2, 14)
y a estar con él (cf. 3, 13-19; cf. también laparte extensa acerca del seguimiento en 8, 34; 10,
52), significa también para los discípulos un camino de servicio por amor.
Sólo a partir de estas premisas se puede comprender por qué sufrió y murió en la cruz y por
qué también el discípulo está llamado a vivir esta misma experiencia.
Pero este pasaje nos lleva a descubrir la raíz primera de esta perspectiva del servicio por
amor: es el reconocimiento de que Dios es el único Señor (v. 29); también en 1, 15 la primera
palabra del mensaje cristiano es una invitación a creer. Por este motivo el amor a Dios es en el
fondo una opción que se asume en la fe y en virtud de la fe, precisamente como en la profesión
de los hebreos (v. 29).
28 Se acercó uno de los escribas que los había oído y, viendo que les había respondido
muy bien, le preguntó: "¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?".
29 Jesús respondió: "El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el
único Señor,
30 y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas.
31 El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro manda-
miento mayor que éstos".
32 El escriba le dijo: "Muy bien, Maestro; tienes razón al decir que Él es único y
que no hay otro fuera de El,
33 y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas,
y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y
sacrificios".
34 Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: "No estás lejos del
Reino de Dios". Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.
v. 28: La estructura sintáctica de este versículo De este modo se afirma que el mandamiento del
en el texto griego -tres principios seguidos- es amor brota inmediatamente de la fe en el Dios único
típicadel estilo de Marcos, que muy probablemente que estipuló el pacto de alianza-amor con Israel (cf.
amplió el texto originario de la tradición. De este Ex 19). Por consiguiente, sólo Marcos nos presenta
modo el pasaje del que hablamos queda unido íntima- en toda su profundidad el misterio de la fe cristiana,
mente con las discusiones anteriores. como respuesta de amor al Dios que se ha revelado y
Uno de los escribas: cf. nota a 1, 22. se ha entregado a los hombres (Ijn 4,10; Rm 5, 5-8).
Viendo que les había respondido muy bien: la La cita que leemos aquí es conforme con el texto
actitud amistosadel escribaes un rasgo característico de la traducción griega de los Setenta ("con todo el
del relato de Marcos que presumiblemente es más corazón, con toda el alma y con toda la fuerza"), pero
cercano al texto originario; cf. en cambio los pasa- con la sustitución del último término (en lugar del
jes paralelos de Mateo y Lucas que presentan tam- cual leemos: "con toda tu mente") y con la añadidura
bién este pasaje en forma de controversia. de un cuarto elemento, que con un término diferente,
¿Cuál es el primero...?: también en los círculos con respecto al que es usado en el texto griego, expresa
rabínicos se planteaban estos interrogantes. el mismo concepto ("con toda la fuerza").
v. 29: Escucha, Israel...: sólo Marcos introduce Esta enumeración de facultades humanas de
la respuesta de Jesús con la cita del pasaje de Dt 6, amor y de conocimiento quiere insistir en la necesidad
4s., que constituía la oración diaria del hebreo y el de una respuesta completa de toda la persona humana
fundamento de la teología del antiguo Israel. a Dios que se manifiesta como el único Señor.
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Confrontación severa
Él es el único. El hecho de que no hay Otro fuera de Él, no significa que no haya otros.
Hay otros, pero el Otro es Él.
También éste es un pasaje que exige discernimiento. Antes de la grande lección de la
cruz, es necesario predisponerse. Es un acorde de instrumentos en vista de la ejecución
definitiva.
Las preguntas y las respuestas, que siguen unas a otras en estos capítulos, son una
invitación a la reflexión personal acerca de la verdad de la palabra, acerca de Jesús Verbo
encarnado. La Palabra encarnada quiere hacernos conscientes ante todo de la gran con-
frontación que se aproxima.
Estemos atentos. En efecto, es de suponer que, de la misma manera que la Palabra que
se da en la cruz es rechazada por el hombre, así también las palabras que se nos proponen
en vísperas de la cruz, y son el compendio de la Escritura, por cuanto también ellas son el
compendio de Cristo, pueden ser rechazadas igualmente. Cuan fácil es decir palabras en
lugar de hechos, y así podría ser igualmente fácil acoger sus palabras, peor no acogerlo a
Él. Decimos que las comprendemos así, aisladas, pero cuando se convierten en Él mismo
¿las comprendemos también?
Tal vez no nos queda más que admirar al escriba que "no estaba lejos del reino de Dios"
(v.34).
¿Podemos estar seguros de que somos más que Él? "Escucha, Israel: el Señor es nuestro
Dios, el Señor es uno solo" (Dt 6,4): ¿eso es verdad hasta el fondo para mí?
En ¿¿unos aspectos este trozo puede calificarse como la última de las cinco discusiones que
o a r c una gran parte de esta sección; pero en otros se diferencia de ellas.
.\*.u iodo la discusión entre Jesús y los diferentes representantes del pueblo se ha concluido
ce--. -:. v. 34b ("Nadie más se atrevía ya a hacerle más preguntas"). En efecto, aquí es Jesús el
q*¿ -.'.'.erroga, y se dirige a quienquiera se halle presente en el templo. Además el contenido del
t*:zo está expuesto mediante dos preguntas de Jesús, y entre ellas se concluye la cita del Sal
1'. 0. 1 como fundamento de esas preguntas.
Explícitamente no se da ninguna respuesta, pero la combinación de las frases es tal que deja
intuir la verdadera identidad de Jesús como Mesías e Hijo de Dios, que desde este momento se
manifiesta siempre más luminosamente en la escena del evangelio, y así encamina la solución
definitiva del "Secreto mesiánico".
También en la composición de este trozo (cf. ya en los w. lOs. y 18, 27) es fundamental
la fe pascual de la comunidad cristiana, que sobre la base de palabras pronunciadas por
Jesús mismo ha visto en su resurrección el cumplimiento de las promesas hechas a David en
el Antiguo Testamento. El elemento sobre el cual gira la argumentación es el título "hijo de
David" atribuido a Jesús. También en el seno del judaismo, aunque siga predominando la
interpretación nacionalista, la espera de la venida del hijo de David había ido asumiendo
aspectos más religiosos en orden a la manifestación de Dios. La comunidad cristiana lleva a su
pleno desarrollo el significado teológico de esta figura del hijo de David, y se ve en el Sal 110
la proclamación de la dignidad divina y de la función de juez supremo de Jesús después de la
Pascua (w. 36s. y otros pasajes del Nuevo Testamento). Podemos reconocer la formulación más
precisa de la fe cristiana en Rm 1, 3s. donde los dos aspectos fundamentales se afirman con la
máxima claridad: en Jesús hombre "nacido del linaje de David según la carne" reconocemos al
Hijo de Dios, proclamado Señor con poder en la resurrección de entre los muertos.
El evangelio de Marcos con este último recorrido de la predicación de Jesús dirigida a todos
coloca la frontera definitiva entre el judaismo y el cristianismo. El inicio del trozo sucesivo, que
concluye el misterio público de Jesús, marca aún más netamente esta línea discriminante, y reasume
la enseñanza de Jesús con la condena abierta de la religión de los escribas.
Jesús el Señor
Esta discusión -si así la podemos llamar- es la clave de la revelación de Jesús manifiesta
de sí mismo antes de la pasión. En la primera discusión Él se atribuía el mismo "poder"
de Dios (2, 7), que se ha manifestado en lo que El hizo y se narra a lo largo del evangelio.
El final de su ministerio ha recalcado con mayor claridad que este "poder" hizo irrupción
desde el cielo sobre la tierra (11, 27-33) para cumplir su juicio sobre los dominadores de
este mundo (el templo: 11,12-19; y el César: 12,13-17) y para instaurar el reino de Dios de
los vivos (12,18-27) que se realiza en el amor a su seguimiento (12, 28- 34; cf. el comienzo
del evangelio: 1,15.16-20). La raíz de todo esto, para el lector cristiano, se halla en el hecho
de que Jesús hombre es el "Señor". Es lo que se declara en forma velada en este trozo, que
muestra su significado verdadero y profundo de la mesianidad de Jesús, que los discípulos
ya han intuido en 8, 29. Analógicamente a lo que se dice en Rm 1, 3s., Jesús es el Mesías
Hijo de David, según la carne, pero "constituido Hijo de Dios con poder según el Espíritu
de santificación mediante la resurrección de entre los muertos", y Él, en efecto, es
"Jesucristo, Nuestro Señor". Su presentación es justificada por la resurrección.
Evidentemente en este pasaje hay una reverberación de aquella luz que los discípulos
han recibido solamente después de la pascua, cuando, con la fuerza del Espíritu, han
realizado la experiencia de Jesús resucitado como Señor de la historia.
Ante todo es necesario notar que "ninguno puede decir: Jesús es Señor, sino bajo
la acción del Espíritu Santo" (lCo 12, 3). El Espíritu Santo, como ya había anunciado
veladamente al profeta David un cumplimiento de las expectativas mesiánicas (1S 7, 14)
superior a toda expectativa, haciendo que él llamara "su Señor" al propio descendiente
(v. 36a), así abre también a nosotros la plena inteligencia del misterio de Jesús. Como ya
había aflorado en los labios del ciego de Jericó, ahora se capta con plenitud que Jesús es el
verdadero Hijo de David en el cual la misericordia de Dios sale al encuentro del hombre
(10,47s.).
Para el lector del evangelio, Jesús ahora se revela totalmente en su realidad, y el "anuncio
gozoso" que suena en el título del evangelio ("evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios": 1,1),
alcanza esa transparencia plena que el hombre podrá reconocer en su cumplimiento en la
cruz (15, 39).
Aquí se detiene ya la introducción interpretativa al gran drama de la pasión, que Marcos
tiene presente desde los primeros capítulos del evangelio: después de un pasaje sumamente
instructivo (w. 38-44) y el interludio del discurso escatológico (c. 13), el lector entra en
la contemplación de ese hombre que será reconocible y reconocido como el único Señor
sólo desde la cruz. A nivel interpretativo ya todo está cumplido. Ya no quedará más sino
contemplar y seguir a Cristo crucificado para captar el misterio de la vida de Dios que se da a
los hombres. El que reconoce a "este" Jesús como único Señor, ha comprendido el evangelio:
así puede seguir al Mesías humilde que va al encuentro de la muerte, para vencerla.
APLICACIÓN A LA VIDA
Su identidad
No tiene mucho sentido interpretar un enganche con la vida, si esta página se reduce
a una discusión o a una batalla entre expertos. Sería como dar vueltas entre corredores
infinitos y desiertos, por escaleras que conducen a escaleras.
En cambio, parece que, al leer la página con atención, emergen dos series de reflexiones
muy importantes desde el punto de vista de la pedagogía de la fe. Ante todo, la pregunta que
el mismo Jesús dirige al público indistinto que lo rodea. Marca una etapa sucesiva a aquella
en la cual, de nuevo respondiendo a una pregunta, los discípulos, por boca de Pedro, lo llaman
Mesías. Aquí se hace alusión a un rasgo ulterior, el definitivo, de su identidad, no tanto desde
el punto de vista intelectual, especulativo, ideológico, sino mediante un crecimiento lento y
fatigoso, con su recorrido desde abajo hacia arriba, con la experiencia que es, en definitiva,
en el seguimiento que se realiza con "manos y pies" donde se puede llegar a comprenderlo
y vivirlo tal como se revela. El quemar etapas, el traspasar pasajes y romper ritmos de
experiencia sobre todo, no se halla en la perspectiva del evangelio de Marcos; prueba de ello
muy evidente es ese "secreto mesiánico" del cual se habló en otro sitio.
Existe elriesgode evadir, de habitar en un deísmo genérico que es contrario al evangelio
y es trampa de la cual no se sale.
Induce a reflexionar seriamente en términos de catequesis y de propuesta de la fe.
Ciertamente aquí se solicita el camino hacia esa afirmación que solamente en la expe-
riencia de su muerte "de ese modo" (15,39) será posible y será una realidad con las palabras
del centurión.
Y he aquí entonces la otra serie de reflexiones.
Este hombre del cual está cercana la declaración de fin, de condena a muerte, este
hombre que cada vez más y mejor se delinea como aquel que sirve, que persigue la tarea
de liberar, de rescatar al pobre y al sacrificado, este hombre de Nazaret es el Mesías y algo
más ("hijo de Dios", "Señor").
Es la inversión exacta de nuestra conciencia religiosa y por consiguiente una invitación
perentoria a conversiones muy prácticas (y no sólo de sentimientos y de ideas): porque el
Dios que es su Señor y Amo desde lo alto, es demasiado semejante, va muy bien, bendice y
solicita demasiado la tentación de quien humilla al prójimo, lo instrumentaliza, mira desde lo
alto hacia abajo, juzga y hace el papel de padre eterno. Acaba por ser el Dios señor y amo de
un deísmo religioso estúpido, promotor de divinidades pretendidas, y de señoríos infinitos.
Es ya hora de darnos cuenta de que donde falta un "Señor" de la talla de Jesús de
Nazaret, donde falta, porque lo han quitado (yaque ¡"no esjusto", "está contra la dignidad
del hombre", "es un atentado a la autonomía humana"!), alguien ha engañado y engaña.
REFLEXIÓN DE FE
A través de una serie de intervenciones insistentes el contraste entre jesús y los jefes del
pueblo judío va madurando en una división insanable, que esta vez marca la condena más dura
de Jesús contra el orgullo y la prepotencia de los "maestros" de Israel.
Este trozo, en la intención de Marcos, en el contexto de estos capítulos, marca la ruptura
definitiva entre el evangelio de Jesús y el fariseísmo. A la comunidad cristiana se le impone el
compromiso de realizar una opción fundamental, a la cual Marcos le da un gran realce con
una expresión típica de su evangelio, y recuerda la severa amonestación de Jesús: "¡Guárdense
de los escribas!" (cf. 8, 15).
Los w. 38bs. tienen dos pasajes paralelos: el uno en Le 11, 43 que, en la forma de una
inventiva, refleja mejor la forma originaria de la advertencia de Jesús; el otro en Mt 23, 5-7
en el contexto de una instrucción que Jesús imparte a sus discípulos, para que no caigan en las
trampas de los fariseos.
Al final del capítulo el contraste entre el camino de Jesús y la mentalidad de los escribas
se fija en un cuadro de belleza y fuerza incomparable. Presenta a una viuda pobre, que con
grande generosidad ofrece todo lo que tiene, y esta es una prefiguración del gesto supremo de
Cristo que se entrega hasta la muerte.
La actitud de esta mujer resalta en una oposición abierta al comportamiento de los jefes del
pueblo: éstos dicen cosas acertadas, pero no las hacen; ella, en cambio, no pronuncia ninguna
palabra, pero la cumple.
El evangelio se testimonia así.
De este modo, casi en tono menor, con una sencillez que desarma, Marcos nos introduce en
la contemplación de la pasión y muerte de Jesús, cuyo relato vendrá inmediatamente después
del discurso escatológico.
v. 37b: la muchedumbre...: con una transición que tiene un gran valor: es el contraste perenne
muy leve de volumen los interlocutores de Jesús, entre el pobre y el rico, el cual saca solamente de
después de haber sido designados cada vez con los lo que le sobra.
nombres de los grupos más influyentes que enca- Se encuentran varias aplicaciones de esto, tanto
bezan al pueblo (cf. las discusiones anteriores), se en la literatura judía como también en la de la India
han convertido en una "muchedumbre". Pero en y Grecia.
esta gradación existe también un salto cualitativo: Frente al arca del tesoro: se supone que Jesús
mientras aquellos, excepto el caso del escriba (cf. w. esté sentado junto a este conjunto de celdas ("el
28-34), afrontaba en forma hostil a Jesús, la muche- tesoro"), donde se almacenaban los objetos pre-
dumbre "lo escuchaba con agrado". Es un rasgo ciosos que eran donados al templo, o mejor aún,
típico de Marcos, que pone en evidencia el contraste frente al muro del patio de las mujeres, al lado del
entre la ambición orgullosa de los jefes del pueblo y cual estaban colocadas trece cestas en forma de
de losricosy la sencillez de la gente (cf. nota a 11,18 embudo, en las cuales el pueblo colocaba las
y el trozo del proceso ante Pilato en 15, 6-15). monedas que ofrecía.
v. 38: en su instrucción: es una indicación gené- v. 42: dos moneditas: Marcos indica la corres-
rica de circunstancia, que muy probablemente deriva pondencia en moneda romana, una cuarta parte del
del relato originario utilizado por el evangelista. En el as. Es significativa la mención de "dos" moneditas.
contexto sirve para recordar el tema de la enseñanza La mujer había podido muy bien guardar una de
de Jesús en el templo (cf. 11,18; 12.1.35). ellas para sí: en cambio, ofrece precisamente todos
Amplio ropaje...: son las vestiduras que se usa- sus haberes, "su misma vida", como lo indica el
ban principalmente durante las reuniones religio- texto griego.
sas. Con éste y con los otros detalles usados acerca v. 43: llamando a sus discípulos: es la expresión
del comportamiento de los escribas, el evangelista redaccional característica de Marcos (cf. 9,35 y la nota
quiere estigmatizar la búsqueda del prestigio a 9, 28 para expresiones análogas), que es parti-
humano y la ambición de estas personas. La gra- cularmente significativa en este punto del evangelio,
vedad de su comportamiento consiste sobre todo donde se concluye el ministerio público de Jesús: de
en creerse importantes y en esperar el reconoci- ahoraen adelante (cf. ce. 13 y 14) El se encontrará sola-
miento más amplio no sólo delante de los hombres, mente con el círculo reducido de los apóstoles, hasta
sino también delante de Dios. cuando sea arrestado por sus enemigos. Esto pone aún
v. 40: La frase del versículo 40 se lee solamente en el más en evidencia que lo que sigue va dirigido princi-
texto de Marcos: tal vez circulaba independientemente palmente a la comunidad cristiana.
de las otras denuncias: en efecto, está ligada
a la frase anterior de una manera más bien forzada. De verdad: como ya lo hemos.explicado en la
Probablemente fue añadida al contexto actual antes nota a 9, 1, con estas palabras el evangelista quiere
de la reelaboración de Marcos, por atracción de atraer particularmente nuestra atención, por tratarse
la palabra "viuda" del versículo 42. La denuncia de un punto fundamental del mensaje evangélico.
contra los fariseos se agrava con la añadidura de la v. 44: de lo que necesitaba: el término griego
acusación de hipocresía y de la avaricia vergonzosa pone aún más en evidencia el estado de necesidad,
con prejuicio de quienes están necesitados. y diríamos de miseria de esta viuda, en un fuerte
contraste con la abundancia de los ricos que "echa-
Aquí se tiene el eco de los reproches severos de ban mucho" (v. 41).
los profetas contra la falsedad religiosa (cf. Is 1 y 58;
Todo lo que tenía para vivir: Marcos subraya
Ez 34).
con una energía extraordinaria la totalidad del
vv. 41ss. No tiene importancia definir si esta don de la pobre viuda, y repite el concepto que
descripción supone un episodio real, o bien refiere ya ha expresado antes ("todo cuanto poseía") con
un relatofiguradode Jesús (cf. también Le 21,1 -4). palabras aún más impresionantes: lo que esa mujer
Es tradicional este motivo del don pequeño, pero ofreció equivalía a su misma vida. El texto griego,
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
"Ha echado de lo que necesitaba todo cuanto poseía, todo lo que tenía para vivir"
La oposición entre Jesús y los escribas, que atraviesa todo el evangelio, es radical. En la
polémica con ellos Jesús da la última enseñanza a la gente, que "lo escuchaba con agrado" (v.
37b), a la vez que ataca a los jefes ideológicos del pueblo sobre su mismo frente, mostrando
la incoherencia entre lo que enseñan (amor a Dios, amor al prójimo, cf. w. 32s.) y lo que
hacen, que aquí, con una sátira aguda, es descrito ampliamente (w. 38-40). Muestra sin
ambajes que su modo de obrar está inspirado por la ambición y la vanagloria, en busca de
prestigios y privilegios, y se expresa a través de injusticias abiertas, encubiertas con una
religiosidadfingida.Sobre ellos caerá de una manera dura el fuego del juicio de Dios.
Es bastante sorprendente e interesante notar que Jesús, después de haber adoptado desde
3, 7 una estrategia de retirada, ahora decide atacar tan abiertamente a los guías religiosos de
su pueblo precisamente en su fortaleza, que es el templo. Ha llegado el momento de una
contestación directa, valiente y precisa, que explica bien tanto el motivo por el cual será
llevado a la muerte por las autoridades, como la razón por la cual disfrutaba del fervor del
pueblo.
Pero el pasaje de Marcos tiene también un significado sobre un plano diferente,
eclesial: no se trata solamente de la condena de los escribas de! tiempo de Jesús, que han
desaparecido con la destrucción del templo. En realidad la ralea de los escribas, así como la
de los fariseos, no se extinguirá nunca, ni siquiera en la Iglesia. Jesús ya había amonestado
a sus discípulos diciendo: "Saben que los que son tenidos como jefes de las naciones, las
dominan como señores absolutos y sus grandes las oprimen con su poder. Pero no ha de
ser así entre ustedes" (10,42s.). En efecto, los discípulos querían comportarse de la misma
manera, y tenían sus discusiones acerca del poder (cf. 9, 33-35; 10, 35-37), sin comprender
la enseñanza de Jesús (cf. 9, 35; 10, 31; 10, 43-45).
Así ahora los pone en guardia para que no asuman la misma actitud de los escribas:
"Guárdense de los escribas" (v. 38a), dice aquí, como ya había dicho: "¡Abran los ojos y
guárdense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes!" (8,15). En los versículos
41 -44 Jesús imparte a sus discípulos la enseñanza decisiva: "Quien tenga oídos para oír, que
oiga" (4,23). En efecto, se trata de una cosa extremadamente sencilla, pero que corre el riesgo
de pasar inobservada. Cuando acaba de expresar su juicio severo sobre los escribas, Jesús,
sentado frente al tesoro del templo, observa con su mirada -que en Marcos expresa el poder
de su juicio- lo que sucede delante de sus ojos. Luego, con una solemnidad insólita, llama a
sus discípulos, para hacer que observen una cosa que se les había pasado inobservada: se trata
en apariencia de un pequeño episodio sin importancia a los ojos del mundo, que en cambio,
según Jesús, debe constituir una lección muy importante para los discípulos.
También al comienzo de su evangelio Marcos nos presenta como primer milagro una
curación poco prodigiosa, la cual en realidad muestra el significado fundamental de todos los
milagros (cf. comentario a 1,29-31). Así también esta escena es de poca apariencia: una pobre
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Comprometerse
Nosotros podemos "jugar con la fe" o comprometernos en la fe. Los escribas juegan,
la viuda "se compromete". Los escribas acerca de la religión lo saben todo y juegan con lo
que saben, que los hace personas importantes y diferentes, que los distingue y los separa
de los otros. Son cuñados de los fariseos que, como lo dice el nombre, son los "separados".
Primero lo son en la pureza de la fe, pero luego lo son en la presunción de quienes la
poseen.
Los escribas no se colocan frente a Dios, no se ofrecen, no lo proclaman Señor con su
ser. En cambio, se colocan frente a su saber, se ofrecen a la propia gloria y se proclaman
señores de lo que no saben. Ellos se tienen a sí mismos al frente.
Pero la viuda pobre echa su vida sobre la balanza y, después de haber dado todo lo que
tiene, juega todo lo que es. Frente a sí misma no coloca todavía eternamente su persona, y
ni siquiera su personalidad como creyente, sino Dios. A Él, con mano humilde ofrece como
un don sus moneditas, es decir, sus pocos talentos. Y como son pocos los deposita también
con mano mansa. Entonces la pobreza y la mansedumbre se colocan por nosotros frente a
una vida orgullosa, frente a una religión sin oferta.
Como no aceptamos nuestra pobreza real, simbolizada en la viuda -criatura dividida en
su mismo ser- acabamos por alejarnos del Señor.
En verdad el episodio admirable de la viuda pobre recalca en sentido contrario la
situación del joven rico. De él se ha dicho que "se marchó entristecido..." (10, 22). Él
conocía, y aún más, observaba los mandamientos y, con todo eso, mantenía la ruptura
fundamental con el evangelio. En cambio, la pobre viuda es una grande maestra del
evangelio. Ella muestra que ha separado en sí misma el contraste íntimo, que le impide
al hombre seguir a Jesús. Por consiguiente, ella puede caminar con Él. Pertenece a los
suyos. Jesús la admira, como la que ha sabido aceptar el don supremo, que Jesús realiza
plenamente es sí mismo, de saber comprometerse junto con todas sus moneditas.
Como ya lo hemos indicado, al presentar la estructura de los capítulos 11-13, los trozos
que siguen, unificados bajo el título de "discurso escatológico ", constituyen la última parte de
la extensa enseñanza que Jesús impartió delante del templo, que Marcos hizo comenzar con el
episodio de la expulsión de los vendedores del lugar sagrado y que en su mayor parte se enmarca
en el esquema cronológico del tercer día después de la entrada en Jerusalén.
Ahora Jesús ya no está en el templo (v. 1), sino que está "sentado... frente al templo"
(v. 3). Sin embargo, la unidad de este capítulo con los dos anteriores queda asegurada muy
estrechamente tanto por el esquema cronológico -todavía en un momento del tercer día- como
por el tema del templo, que ofrece la pauta para introducir el discurso de Jesús (vv. 1-2).
También este capítulo nos ofrece un ejemplo excelente del modo como se fue formando el
evangelio, a través de la construcción gradual de unidades literarias, en las cuales primero cada
una de las comunidades, luego el evangelista ha unido dichos y relatos de Jesús con sus reflexiones
y con nuevas referencias al Antiguo Testamento, y así produce documentos valiosísimos para la
catequesis primitiva, densos de contenido teológico y de experiencia espiritual.
Los estudiosos han tratado de comprender lo que Marcos introdujo allí como algo suyo,
elaborando el material que le venía de la tradición primitiva. Puede ser útil tener ante la vista
desde el comienzo de la lectura un cuadro de los principales grupos de versículos que poco a
poco la comunidad y Marcos han fusionado juntamente.
Citemos cinco series de orígenes diferentes y de contenido diverso:
vv. 1-4: (dos parejas de versículos casi como una doble introducción a todo el capítulo);
vv. 5-8 y 24-27 (las grandes señales que anuncian el final);
vv. 9-13 (trozo de exhortación a la firmeza y fidelidad en los momentos de persecución);
vv. 14-20 y 21 -23 (la señal está constituida por una situación política gravísima de Judea
y por la crisis de la comunidad creyente);
vv. 28-37 (conjunto de dichos y parábolas acerca de la necesidad vigilante y déla atención
a las señales).
Puede sernos útil poner en evidencia de inmediato también el hilo conductor seguido por el
evangelista al organizar todo este material.
Antes de introducirnos en la parte central del evangelio, que es la contemplación de la
pasión -son numerosos los elementos (y los vocablos relativos) de sufrimiento que son comunes al
discurso escatológico y al relato sucesivo de la pasión en los capítulos 14 y 15-, Marcos quiere
que demos otro paso en el descubrimiento de la verdadera realidad de Jesús.
Ya a través de las discusiones con los jefes judíos en el templo (cf. ce. 11-12), se ha delineado
con bastante claridad la identidad de Jesús Mesías e Hijo de Dios. Ahora el evangelista nos
presenta otro aspecto, que es como la consecuencia, pero no es menos fundamental, de su
personalidad divina: Jesús como sentido último y juez de la historia y del mundo.
1 Al salir del Templo, le dice uno de sus discípulos: "Maestro, mira qué piedras
y qué construcciones".
Jesús le dijo: "¿Ves estas grandiosas construcciones? No quedará piedra sobre
piedra que no sea derruida".
Estando luego sentado en el monte de los Olivos, frente al Templo, le
preguntaron en privado Pedro, Santiago, Juan y Andrés:
"Dinos cuándo sucederá eso, y cuál será la señal de que todas estas cosas están
para cumplirse".
v. 1: ai salir del templo: es una frase de paso, Mira qué piedras: es el templo que Herodes el
característicadeMarcos. También este movimiento Grande pocos años antes había hecho construir en
de Jesús está cargado de significado simbólico: lugar del anterior que era demasiado modesto y que
después de haber hablado una vez más frente a se terminaría de construir sólo siete años antes de la
las autoridades judías (cf. las discusiones de los destrucción por obra de los romanos en el año 70.
capítulos anteriores) como último llamamiento, v. 2: no quedará piedra sobre piedra...: la pro-
para que abran los ojos, al prever las consecuencias fecía de Jesús resuena como una solemne procla-
fatales de su ceguera (cf. el episodio de la higuera y mación del juicio de Dios sobre la infidelidad obs-
de la purificación del templo, en 11, 12-21), ahora tinada del pueblo "elegido" (cf. la conclusión de la
Jesús "sale" definitivamente del templo, cuyos perso- parábola de los viñadores homicidas, en 12, 9).
najes ya quedan solos con su condena.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23 523
más amplio y se revisten de nuevo de un lenguaje más vistosamente apocalíptico. Es difíc
afirmar hasta qué punto esos versículos se remonten directamente hasta ]esús. Parece q
Marcos se sirvió de una colección palestina de profecías acerca de la ruina de Jerusalén c
autor podría haber sido incluso algún profeta hebreo o cristiano de ese tiempo, que interp
un momento dramático de la historia judía, como señal de un evento futuro que habría de
interesar a todos los pueblos.
En la cuarta serie (vv. 21-23) los primeros dos versículos refieren dos dichos que se l
también en otros pasajes de los sinópticos con variantes en la forma; el mismo Marcos ya h
utilizado una versión más breve de ellos en el versículo 6. El estilo acentuadamente apocalíp
los acerca a los versículos inmediatamente anteriores y al trozo siguiente, con respecto a
cuales se puede anotar otro enganche a través de la palabra-referencia "elegidos" (vv. 20
y 27). El versículo 23, que es ciertamente redaccional, hace resonar la exhortación insisten
que subyace a todo este discurso.
Entonces constatamos que marcos llevó a cabo una gran reelaboración de los. docume
que la tradición le suministraba. Su mano es reconocible en los diferentes pasajes redaccio
y en la recomposición de los diferentes trozos, de los cuales emerge claramente la intenc
teológica y la preocupación pastoral que lo guiaron.
Con base en la convicción de que Dios guía la historia hacia la realización del designi
de salvación y de su juicio sobre los acontecimientos humanos, el evangelista exhorta a la
comunidad a un triple compromiso: confiar en que Dios no abandona a sus "elegidos"; hac
capaces de descubrir las señales de la acción de Dios en los acontecimientos actuales, inclu
los más borrascosos; permanecer anclados en el genuino mensaje.evangélico (cf el llamam
insistente a "estar atentos"y a "velar", en los vv. 5.9.23.33.35.37). De estemodo los creyente
se prepararán adecuadamente a los acontecimientos decisivos futuros.
Al acentuar fuertemente la necesidad del compromiso en el momento actual de la histor
cuya duración no se precisa (vv. 7c.8c.10.13b), Marcos redimensiona y corrige la espe
exagerada de unfinalinminente que a menudo subyacía a la literatura apocalíptica. Así, e
discurso escatológico viene a ser más bien una meditación sobre la historia actual, leída e
perspectiva de la manifestación gloriosa de Señor, juez de la historia, sin detenerse en una
descripción curiosa y desinteresada de un futuro, que no se puede imaginar.
524 67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23
12 El hermano entregará a la muerte a su hermano, y el padre al hijo, y los hijos se
alzarán contra los padres, y los matarán.
13 Y serán odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta
el fin, ése se salvará.
14 Pero cuando vean la abominación de la desolación erigida donde no debe (el que
lea, que entienda), entonces, los que estén en Judea, huyan a los montes;
15 el que esté en el terrado, no baje ni entre a recoger algo de su casa,
16 y el que esté por el campo, no regrese en busca de su manto.
17 ¡Ay de las que estén encinta o criando en aquellos días!
18 Rueguen para que no suceda eso en invierno.
19 Porque en aquellos días habrá una tribulación cual no la hubo desde el principio
de la creación, que hizo Dios, hasta el presente, ni la volverá a haber.
20 Y si el Señor no abreviase aquellos días, no se salvaría nadie, pero en atención a
los elegidos que él escogió, ha abreviado los días.
21 Entonces, si alguno les dice: 'Aquí está el Cristo', o 'está allí', no le crean.
22 Pues surgirán falsos cristos y falsos profetas y realizarán señales y prodigios con
el propósito de engañar, si fuera posible, a los elegidos.
23 Ustedes, pues, estén sobre aviso; miren que se lo he predicho todo.
67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23 525
acoso fantástico de imágenes, símbolos y vaticinios, a acontecimientos, que en esos años turbaban el
bajo los cuales es necesario leer ese núcleo de ánimo de la gente.
significado religioso que los autores han querido No se alarmen: también esta invitación a la
transmitirnos. calma es un rasgo de los escritos apocalípticos.
Aparece entonces claro que el horizonte del Dios guía la historia incluso en los momentos más
futuro y el género apocalíptico son el primero el dramáticos: por consiguiente, no hay motivo para
objeto y el segundo el instrumento de comunicación temer. La convicción de que en los hechos huma-
de un discurso escatológico. nos se actúa el designio de Dios está expresada en
Para el que hace una lectura atenta, el texto del el sucesivo "es necesario" (cf. nota a 8, 31).
discurso escatológico en los sinópticos, especialmente No es todavía elfin:al suceder estas calamidades,
el de Marcos, presenta numerosísimas alusiones y todavía no llega el final, sino que tan sólo será una
ubicaciones directas de pasajes veterotestamentarios señal premonitoria. Este puede ser un indicio de que
de carácter apocalíptico, que abundan en los profetas Marcos aquí quiere referirse a acontecimientos pre-
(cf. sobre todo el libro de Daniel); muchas son las sentes, ante los cuales la perseverancia y la firmeza
alusiones incluso a escritos apocalípticos apócrifos. A de los primeros cristianos se veían expuestas a dura
través de la mediación de la Sagrada Escritura la comu- prueba. Afirmar que lo que acontecerá en el mundo
nidad cristiana ha heredado del judaismo un bagaje de será sólo "el comienzo de los dolores'', puede signi-
imágenes y de vocablos de carácter apocalíptico, que ficar también que sucederán hechos aún más graves,
ha llegado a ser el instrumento para volver a expresar que afectarán a los creyentes muy de cerca, como se
la reflexión sobre la realidad escatológica a la luz de especifica en los versículos siguientes (acusaciones,
una nueva fe cristiana. golpes, contrastes, odios a causa de su fe en Jesús).
Miren: como un leit-motiv el llamamiento a la El comienzo de los dolores: la imagen de la mu-
vigilancia vuelve confrecuenciaen este capítulo 13 jer que sufre en los dolores del parto ya se hallaba
(vv. 5. 9. 23. 33. 35. 37: las primeras cuatro veces presente en los profetas y luego la retomó la tradi-
tenemos el mismo verbo en el texto griego); cada ción rabínica.
vez asume el significado particular, según el con- v. 9: los entregarán: cf. también en los versículos
texto de reflexiones en el cual se coloca. 11 y 12; la importancia de esfe verbo emerge en el
v.6: usurpando miñambre... "Yosoy": noesfácil capítulo siguiente, donde se uñe con frecuencia a
captar el significado exacto de estas dos expresiones Jesús (cf. nota a 14, 10).
colocadas la una junto a la otra. Tal vez se hace alu- A los tribunales: al usarlo en plural, el término
sión al intento de algunas personas de hacerse pasar se refiere a los consejos locales o tribunales discipli -
en la comunidad cristiana por Jesús vuelto a la vida, narios constituidos entre las comunidades hebreas.
apelando directamente a sus palabras (cf. también Se hace alusión a las persecuciones que los cris-
Hch 20, 29ss.; 2Ts 2, 2 y Ijn 2,18). tianos sufrieron de parte de los judíos (cf. también
En Mt 24, 5 la ambigüedad se supera con "Yo / n l 5 , 20ss.;16,2).
soy el Cristo" (es decir, el Mesías). Pero antes del Ante gobernadores y reyes: muy pronto también
siglo II d.C. (cf. el caso de un individuo de nombre los diferentes representantes de la autoridad roma-
Bar Cocba) no se tienen elementos para afirmar que na comenzaron a golpear a los seguidores de Jesús.
haya habido unos presuntos mesías; por las indica- Estas referencias explícitas a persecuciones son moti-
ciones que poseemos no se puede considerar como vadas también por la experiencia de los primeros
tales Teudas ni Judas el Galileo a los que se hace cristianos, que fueron denunciados y golpeados cada
referencia en Hch 5, 36ss. y en un pasaje de la obra vez más duramente. Pero el contexto del mismo evan -
del historiador judío Flavio Josefo. gelio (cf. el destino de Juan Bautista en 6, 17ss. y los
En todo caso estas primeras frases del discurso anuncios de la pasión) induce a pensar que en estas
escatológico debían formar parte de un grupo de palabras resuena alguna profecía real de Jesús acerca
dichos relativos a la venida final de Cristo como del destino de los discípulos, que estaban llamados a
juez. recorrer el mismo camino (cf. Mt 10, 24).
vv. 7ss. Las guerras, las calamidades naturales, Por mi causa: cf. 10, 29 donde encontramos la
las luchas fratricidas y los trastornos cósmicos añadidura: "y a causa del evangelio".
(cf. también vv. 12 y 24ss.) se encuentran ya en v. 10. Es ciertamente una inserción de Marcos
los profetas como señales de los eventos finales y entre dos versículos muy relacionados entre sí. El
vuelven frecuentemente en los escritos apocalíp- tema de la evangelización a todos los pueblos le
ticos (cf. Ap 6 y los Apocalipsis apócrifos). En la interesa mucho al evangelista (cf. el episodio de la
presentación que Marcos hace a algunos de estos sirofenicia, en 7, 24-30 y del centurión en 15, 39)
fenómenos tal vez se puede ver alguna referencia y refleja ciertamente el pensamiento de Jesús. El
526 67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23
lenguaje está constituido por términos ampliamente v. 13: por causa de mi nombre: cf. Hch 4, 17ss.;
usados por san Pablo. Lucas omite por completo 5,40ss;lP4,14.
este versículo; Mateo lo presenta en otra forma (cf. Hasta el fin: probablemente aquí, en forma
24,14). distinta de la expresión del v. 7, "fin" significa
Antes: el significado es ciertamente "antes de la muerte del discípulo (cf. Ap 2, 10). También
los acontecimientos finales", preanunciados por las con la variación del significado de esa palabra, se
señales indicadas. puede comprobar que el discurso escatológico pasa
Es preciso: en el designio de Dios (cf. el uso del con frecuencia de la consideración de las señales
verbo que suele usar como en el v. 7) entra también premonitorias del fin del mundo, a la exhortación
la predicación del evangelio en todo el mundo (cf. que se dirige a la generación actual.
notas a 8, 31; 11, 17; 12, 9). El que persevere: al tema del seguimiento de
v. 11: sino el Espíritu Santo: Marcos ya ha nom- Jesús ahora se añade el de la "perseverancia" del
brado el Espíritu Santo en 1, 8. 10.12; 3, 29; 12, 36, discípulo, como fidelidad constante y tenaz en el
por lo general como principio de luz y vida nueva, camino emprendido y la- valentía para sostener
para comprender y cumplir fielmente el designio incluso contrariedades y sufrimientos.
de la voluntad de Dios. La promesa del don del v. 14: la abominación de la desolación: laexpresión
Espíritu, que Jesús hizo durante su ministerio, se (literalmente: la abominación horrenda, desoladora)
halla en el origen de la formulación de este dicho; deriva de Dn 9, 27; 12,11 y se encuentra también en
luego la fuerte experiencia del Espíritu, que sos- lM\, 54 para indicar la profanación del templo con
tenía a las primeras comunidades cristianas, hizo la entronización de divinidades paganas.
que él volviera con frecuencia en diferentes circuns- No es posible determinar exactamente a qué quie-
tancias en boca de los cristianos, como consuelo y re referirse Marcos al reproducir esta expresión.
fuerza "en la hora" de la prueba. La frase supone ciertamente un sujeto personal:
La forma originaria de este dicho se puede una persona que usurpa un puesto que no le corres-
reconocer en Mt 10, 20, donde se habla del "Espí- ponde (que está "allí donde no conviene"). En
ritu de su Padre", que es un pasaje paralelo a Le 12, las cartas de los apóstoles encontramos varias alu-
12. En cambio Mateo no lo menciona en el discurso siones al "anticristo" (cf. 2Ts 2, lss.; ljn 2, 18; 4,
escatológico. 3). Pero ni siquiera acerca de esto sabemos decir
Le 21, 15, es decir, en el pasaje correspondiente algo preciso. Por otra parte, el lenguaje oscuro es
de este discurso, refiere el mismo dicho, pero susti- típico de los textos apocalípticos.
tuye el Espíritu Santo por Cristo resucitado: eso Ciertamente se hace alusión aquí a una situa-
demuestra que los primeros cristianos estaban con- ción de gravedad excepcional, tal vez al estado de
vencidos de que en el don del Espíritu Santo actua- postración en el cual se encontraba el pueblo judío,
ba el mismo Cristo. dominado cada vez más pesadamente por los roma-
v. 12: La combinación continua de elementos nos, en los años anteriores a la destrucción de Jeru-
apocalípticos y de expresiones exhortativas caracte- salén, que aconteció luego en el año 70. En ese caso
rísticas de este discurso escatológico, se puede encon- se explican mejor también las palabras sucesivas que
trar también en la inserción del dicho, que es de se refieren a circunstancias dramáticas en las que
entonación claramente apocalíptica, y es referido aquí, se habría de encontrar la región de Judea. Aunque
en la serie de otros dichos, que tienden a sostener a los Marcos escribiera en Roma inmediatamente después
primeros cristianos que estaban sometidos a dife- del año 60, podía ciertamente estar informado acerca
rentes formas de persecución. El verbo "entregar" de la situación terrible que se estaba determinando
(arrestar) de los versículos 9 y 11, que se lee también en Palestina.
en este dicho, debió determinar su inserción en este El que lea, que entienda: es una frase de uso
punto. apocalíptico para indicar al lector que precisamente
La interpretación de los contrastes internos a aquí debe dedicar su mente para comprender lo
la misma familia como señales apocalípticas puede que se ha dicho de un modo oscuro, es decir, la cita
remontarse al profeta Mt 7, 6. no declarada de Daniel y su significado actual.
- El dicho originario de Jesús tal vez se puede Huyan a los montes: estas sugerencias y las
reconocer en Le 12, 52ss. Al incluirlo en este otras en los vv. 15ss. indican el estado de agitación
punto del discurso escatológico parece que queda de Judea en los años setenta; pero todavía se trata
adaptado a la situación de hostilidad general (cf. de presagios, porque sigue siendo incierto el mo-
"odiados de todos", en el versículo siguiente) con- mento en que sucederá la "abominación de la deso-
tra los cristianos en tiempos de la persecución de lación" (v. 18).
Nerón.
67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23 527
v. 17: Es típico de los pronósticos apocalípticos se formó sucesivamente en el ámbito de la comuni-
también este detalle que se refiere a la desgracia dad. Las ideas expresadas, además del vocabulario,
que se abatirá indistintamente sobre las madres y se encuentran también en 2Ts 2, 9. El aspecto
los niños. Pero aquí las expresiones de descripción más grave y peligroso de la "tribulación" de "esos
son muy sobrias. días" será precisamente la presencia de estos falsos
v. 19: aquellos días: al igual que en el versículo maestros, que intentarán suscitar en los creyentes
17, también aquí y luego en los versículos 20 (dos dudas y desviaciones, sirviéndose incluso de los
veces) y 24 la gravedad excepcional de la situación gestos prodigiosos.
se subraya también con esta expresión que tiene Falsos cristianos y falsos profetas: además de la
una fuerte resonancia profética. En los versículos figura del "falso profeta" conocida desde el Antiguo
19ss., el tono apocalíptico va creciendo de nuevo. Testamento (cf. Dt 13,2-4), se denuncia ahora también
Aunque ellos son profundamente judíos en las la del "falso cristo", al cual harán alusión numerosos
ideas y en el lenguaje, probablemente no tienen a pasajes de los Hechos de los Apóstoles y de las cartas
Jesús como autor: en efecto, El nunca es favorable de los apóstoles. También este tipo de advertencia
en esas elucubraciones apocalípticas. Tal vez son formaba parte de los pronósticos apocalípticos.
redundancias, que se han formado en la práctica v. 23: Como ya lo hemos anotado (cf. nota al v.
de la predicación, de los versículos 15-18, que en 5), lacontinuapreocupación pastoral, que subyace al
cambio refieren dichos auténticos. discurso escatológico, se expresa también mediante
Una tribulación, cual...: cf. Dn 12, 1 y otros la representación de esta exhortación. Marcos aquí
pasajes de los profetas, que describen grandes de manera especial quiere poner en guardia a los
tribulaciones. discípulos contra el fácil entusiasmo por una fe
v. 20: si el Señor no abreviase: es todavía un rasgo más ligada a manifestaciones prodigiosas, que al
de los escritos apocalípticos, como consideración del camino de Cristo como siervo que sufre. Es la sus-
poder misericordioso de Dios. tancia de la teología de Marcos, que emerge tam-
bién aquí: el único verdadero redentor es Jesús
Nadie: en el texto griego leemos' 'ninguna carne";
que pasará a través de la pasión y de la muerte,
es una expresión típicamente semita para indicar al
que es un tema ya proclamado en 8, 31 y que está
ser humano en su debilidad y precariedad.
presente continuamente en esta página. Se puede
En atención a los elegidos: son los creyentes cris- decir también de las numerosas referencias y coinci-
tianos, llamados por Dios, como lo había sido el pue- dencias entre este capítulo y los capítulos 14 y 15
blo de Israel. Este tema de los "elegidos" constituye acerca de la pasión (cf. 13, 9 en relación con 14, 53-
un elemento ulterior de enlace entre los versículos 20 15, 15; 13, 22ss. en relación con 14, 33-46. 50. 66-
y 22 y el versículo 27 del trozo siguiente. 72; en relación con 14, 17. 43. 72; 15,1).
v. 21: Es un dicho pronunciado por Jesús, del
Se lo he predicho todo: es el verbo usado normal-
cual leemos una versión paralela en Le 17, 23 que
mente para los anuncios proféticos. El "todo" no
a su vez corresponde a Mt 24, 26. Su inserción en
se refiere a lo que era el objeto de la pregunta de
este punto, presumiblemente por obrade un copila-
los discípulos (cf. v. 4), a la cual Jesús responde
dor anterior a Marcos, rompe la sucesión escrita de
directamente en el versículo 32, sino a lo que ha
los versículos 20 y 22, que originariamente debían
expuesto en las diferentes partes de este discurso
estar unidos. Marcos ya había utilizado un dicho
acerca de las señales premonitorias del final, las
semejante en el versículo 6.
situaciones actuales de crisis y de persecución, la
v. 22: Este dicho tanto por su estilo como por necesidad de ser tenaces en la perseverancia en
su contenido se engancha en los versículos 19ss. de creer, sagaces en la interpretación de la historia y
carácter apocalíptico; también éste, como aquellos, muy confiados en el Señor.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
528 67, LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23
está totalmente orientado a hacer que la comunidad cristiana viva el momento presente,
adecuado a descubrir en él el nacimiento de una realidad nueva de un "mundo diferente
que viene", es decir, el reino de Dios, con la certeza de que Cristo es el sentido oculto de la
historia, el rostro escondido del hombre.
A pesar de las apariencias de este trozo, debidas al género literario (apocalíptico), Jesús
no habla de cosas extrañas, ni de catástrofes cósmicas, frente a las cuales la actitud única
sería la de cerrar los ojos ante las cosas equivocadas que hoy nos torturan y que serían
pequeneces sin importancia en comparación con aquellas.
En cambio, nos hablan de "males cotidianos" que hacen penosa la existencia del hom-
bre. En ellos el cristiano debe descubrir el sentido del evangelio y vivir la propia fe de
Cristo el Señor, comprometiéndose en la solución positiva de la historia, que está confiada
totalmente a la responsabilidad de sus manos (cf. v. 34).
Los hechos que narran no se desarrollan en un futuro recóndito: son las faltas de sentido
y los males los que golpean a todos los hombres -y con ellos particularmentelos cristianos,
que se comprometen en la lucha contra ellos-; son esos males que provienen de la lógica
de 1 poder, es decir, del mundo, contra los cuales choca precisamente el que sigue la lógica
opuesta del evangelio (cf. Hb 12, 4-12).
Los hechos que narran aquí se verifican para Marcos en el acto de dar muerte a Jesús,
y encuentran su solución positiva en la intervención de Dios que se manifiesta mediante
la resurrección en el momento en el cual todo estaba perdido irremediablemente. El dis-
curso escatológico es el preludio de la pasión-resurrección. Como siempre, los hechos
que conciernen a Jesús interesan siempre también a sus discípulos. En efecto, el discurso
va dirigido a la Iglesia, para que no se deje desviar. De aquí el llamamiento repetido cons-
tantemente a la atención y a la vigilia (w. 5. 9. 23. 33. 35. 37), y la exclamación de Marcos
mismo precisamente en el punto más oscuro y ambiguo: "¡El que lea, que entienda"! (v. 14).
El trozo está en medio de dos acciones que tienden a poner en guardia contra los
engañadores y los alarmistas (w. 5. 6. 21-23). En el centro se halla la descripción de la
lucha de los cristianos (guerras, terremotos y carestías: w. 7-8) colocados en paralelos con
la "gran devastación", que, desde su condición de mal final, se convierte en la suma de ellos
(w. 14-20). En todos estos males es necesario descubrir el sufrimiento del nacimiento del
mundo nuevo.
En vista de lo complejo del discurso, por comodidad examinemos su mensaje divi-
diéndolo en tres puntos, según la semejanza de los contenidos.
67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23 529
salvación, hablando continuamente de "Cristo aquí, Cristo allí" fuera de las situaciones
concretas. "No lo crean", dice Jesús (v. 21). Habrá también alguien que logrará realizar
"señales y prodigios" (v. 22). Pero son falsos cristos y falsos profetas porque, aunque obren
verdaderas señales y verdaderos prodigios, tienden a engañar, si fuere posible, incluso a los
"elegidos". Éstos deben tener fe sencillamente en la palabra de Jesús, que nos ha trazado un
camino preciso para seguir (vv. 23-23; cf. las amonestaciones análogas en Dt 13,1-6). En
fin, es necesario guardarse de las nuevas revelaciones queflorecenen el terreno fecundo de
la religiosidad popular, para permanecer fieles a la palabra de Jesús, que nos ha dicho que
lo sigamos con libertad de espíritu y animados por la auténtica caridad fraterna.
El resultado común de todos los embusteros y alarmistas religiosos -resultado con
base en el cual se juzga si son precisamente tales- es el de crear turbación y de apartar a los
creyentes de una vida comprometida, ofreciendo evasiones fáciles y haciendo que queden
con una mano en la otra: se crean en losfielesansias y preocupaciones que los desorientan
y los apartan de cumplir la palabra del Señor. Es útil anotar que pueden incluso realmente
obrar "señales y prodigios". Pero para el cristiano no son éstos los que valen. Así como
tampoco la sed de lo "sobrenatural", sino el seguimiento de Jesús en la vida cotidiana.
Tanto en la comunidad primitiva (2Ts 2,1 -2) como en la actualidad, los cristianos con
frecuencia son extraviados por este tipo de gente religiosa y fanática, y pierden la fe genuina
en la palabra de Jesús y el compromiso práctico para hacerla fructificar en el momento
histórico presente. Nace así la "religión como opio", tan alejada de las intenciones de Cristo.
Aunque esta gente realice verdaderas señales y prodigios, aunque digan: "Señor, Señor",
aunque profeticen en su nombre, no se deben escuchar en absoluto, dice Mateo en polémica
con los carismáticos de su tiempo (Mt 7, 22ss.). En efecto, seremos juzgados por nuestra
misma praxis si es conforme a la de Jesús (8, 35-38; cf. Mt 25, 34-46: el juicio final).
Por consiguiente, el cristiano es exhortado fuertemente, por este discurso de despedida
de Jesús, a no angustiarse, a no caer a merced de una credulidad fácil o espejismos. Es
necesario prestar atención sólo a la palabras de Jesús que con su vida nos lo ha revelado todo:
"Ustedes, pues, estén sobre aviso; miren que les he predicho todo" (v. 23). De hecho, Él es el
principio y el cumplimiento de toda la obra de Dios y de su revelación (cf. fíb 1,1-4): "Todo
esto yo les mando, cuiden de ponerlo por obra, sin añadir ni quitar nada" {Dt 13,1).
2 ~ Guerras, terremotos, carestías y gran desolación (vv. 7-8.14-20)
Aquí se describe la situación normal, la de la lógica del mundo, en la cual el cristiano
viene a encontrarse y por la cual sufre en primera persona como todo ser humano. En la
realidad concreta de la historia de cada día donde, junto con el mal que según parece nos va
a engullir, viene a nuestro encuentro la felicidad de Dios para el que esfiela Jesús el Señor
y a su mensaje.
Ante todo (w. 7-8) se habla de las potencias que están en conflicto entre sí. El cuadro
se vuelve más oscuro porque está acompañado de terremotos, que sorprenden a todos sin
preaviso, como si la tierra se rebelara contra el hombre y quisiera quitárselo de encima. A
todo esto se agrega como triste consecuencia la carestía, que hace morir de dolor al que ha
sobrevivido a la violencia del hombre y de la tierra. Es como si se cerrara el cielo sobre la
tierra, y ya no quisiera fecundarla. Así tenemos una situación de violencia general: sobre la
tierra donde se matan; bajo la tierra, donde se desencadenan los poderes del abismo, y en
el cielo, que se vuelve hostil y mudo para la tierra.
530 67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23
Como se ve, la situación es análoga a la que se verificó después del pecado, en la cual el
hombre hace uso de la violencia contra el hombre (Gn 3,16; 4) y la tierra se revela contra
el hombre (Gn 3,17-19), junto con el cielo (Gn 7).
Las guerras, los terremotos y las carestías siempre han sido entendidos por la gente
como una azote tremendo de Dios que deja recaer sobre el hombre su maldad. El hombre,
bajo el signo del poder, se olvida deDios y quiere quitarse de encima su soberanía, que es la
única garantía de libertad para el hombre. Así pasa al demonio de la esclavitud mutuamente
ejercida y sufrida. En este sentido es "necesario que las guerras sucedan", dice Jesús (v. 7b):
son inevitables, a no ser que el hombre acepte la soberanía de Dios y renuncie a ejercer el
poder sobre el hombre. Sin embargo, también estas guerras entran en un designio positivo y
son el juicio concreto de Dios sobre el hombre y sobre su historia: ¡el destino último de todos
los poderosos, que luchan por el dominio, es la autodestrucción por medio de su misma
violencia!
En esta situación el cristiano no debe alarmarse, pues todo esto no es señal del fin ni
de la catástrofe (v. 7), sino el futuro de la lógica interna de este mundo que ya está a punto
de marchitarse, y juntamente el mismo juicio de Dios, que bate al poderoso para liberar al
oprimido. Por eso el cristiano debe ver allí el "principio de los dolores de parto" (v. 8) de
la nueva creación que Dios está realizando. Es un parto muy duro, porque son grandes la
violencia y la injusticia del hombre que se autodestruye. Pero la mirada del creyente debe
permanecer límpida y llena de esperanza, dirigida al futuro de libertad y de justicia y de
paz que está naciendo.
En los versículos 14-20 se habla de la gran crisisfinal,cuando aparece "la abominación
de la desolación" (v. 14, es decir, el devastador abominable del que habla Dn 9, 27; 11, 31;
12,11). En Daniel esta expresión indica a Antíoco IV Epífanes (168 a. C), que profanó el
templo -gesto que el profeta intuye como destrucción de la ciudad misma y del santuario.
Tal vez Marcos, al usar la misma expresión, se refiere a Calígula -que en el año 40 d. C.
había cumplido un gesto semejante al de Antíoco- e intuye, en la línea de Dn 9, 26, la
próxima destrucción del templo, que llevará a cabo Tito. Ciertamente a nivel redaccional
Marcos considera como destrucción del templo la muerte que sufrirá Cristo en la Cruz, Él
que es el verdadero templo, para resucitar luego como nuevo templo vivo, constituido por
los mismos discípulos después del don de su Espíritu.
Se trata de "una turbación, cual no la hubo desde el principio de la creación" (v. 19 =
Dn 12,1). La descripción que se hace de ella es genérica, pero realista, típica de la literatura
apocalíptica, que, con algún rasgo característico, pinta un cuadro de catástrofe universal
(w. 14-18). Pero permanece la convicción profunda del creyente que, inclusive en una
prueba semejante, Dios asiste al hombre por amor a susfieles(v. 20).
"¡El que lea, que entienda!", escribe Marcos (v. 14): es una situación extremadamente
dramática ésta, que se presenta. Pero en ella hay que leer y comprender no la angustia ni los
espantos que difunden los falsos mesías y los falsos profetas (w. 21-25), sino precisamente
el apuro lleno de esperanza del mundo que está a punto de surgir: "¡He aquí que hago un
mundo nuevo!" (Ap 21, 5; Is 65,17).
Son los gemidos y los dolores de parto de la nueva criatura (Rm 8, 22). El cristiano está
llamado nuevamente a estar atento, de tal modo que comprenda y viva el significado de estos
acontecimientos que, aunque hayan sido la trama trágica del tejido de la historia humana,
no constituyen su sentido definitivo. En efecto, en estos acontecimientos hay que ver no
67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23 531
un choque frontal del cual ninguno se libra, sino el campo de la decisión responsable, en el
cual aparecerá la liberación de Dios para quien es fiel al Señor de la historia (cf. los trozos
siguientes).
3 — Persecuciones (vv. 9-13)
El punto central de esta primera parte del discurso lo ocupan estos versículos. En ellos
hay la preocupación por la situación particular en la cual, en el contexto más general,
vienen a encontrarse los cristianos a causa de la lucha por la fe. El evangelista se dirige a la
comunidad y le predice lo que ella debe sufrir y cómo debe comportarse en la lucha violenta
si quiere ser fiel a Jesús su Señor, que fue el primero en afrontarla. El destino de la Iglesia,
que quiere seguir a su Maestro, es un destino de pasión, de persecución y de martirio, como
nos lo atestiguan los documentos de la primera comunidad cristiana (cf. Hch 5, 18-40; 9,
lss.; 12, 2; 6, 22ss.; 21, 33; 25, 9; 26,1). Este es su destino cotidiano de siempre, si quiere
testimoniar el evangelio: no es señal del final, sino solamente el principio de testimonio del
evangelio que debe ser llevado a todos los pueblos (v. 10). Lejos de estar al final, le queda
por consiguiente a la comunidad un camino largo por recorrer, lleno de dificultades. Pero
no debe preocuparse del modo como tendrá que defenderse, "no serán ustedes los que
hablarán, sino el Espíritu Santo" (v. 11). Habrá odios, laceraciones, defecciones, ruptura
de vínculos familiares, delaciones y traiciones incluso en la misma comunidad (vv. 12-13),
precisamente como le sucedió a Jesús en su vida y sobre todo en su pasión. Por eso si se
quiere tener la salvación de Dios, es necesaria la perseverancia.
Para concluir: las características de la comunidad deben ser la vigilancia, la fidelidad
a la palabra del Señor, el testimonio que de allí brota, la confianza en el espíritu y la
perseverancia, es decir, la valentía de llevar adelante esta lucha hasta el final.
Como se ve, todo este discurso se dirige a la comunidad no para satisfacer su prurito
de oír novedades religiosas o su curiosidad de conocer elfinalde los tiempos y del futuro.
Todo eso tiende a alienarla del presente y a desresponsabilizarla de su compromiso de
testimoniar a Cristo el Señor.
El discurso escatológico lo pronunció Jesús precisamente para obviar esas desviaciones,
e inducir al cristiano a vivir sin evasiones el momento presente hasta el fondo, asumiendo
todas sus responsabilidades. Sobre el cristiano, como sobre todo hombre, pesa todo
el esplendor de una historia negativa de poder y de violencia: es en ésta donde él debe
testimoniar el evangelio, con vigilancia crítica contra todas las evasiones religiosas; con
fidelidad en la lucha contra el mal; con plena confianza en el Espíritu Santo de Jesús del
cual vive, y con perseverancia hasta el final.
Entonces el cristiano no es uno que "espera" el fin el mundo, permaneciendo con los
brazos cruzados. Es protagonista activo de la historia y, aunque se hace cargo de su nega-
tividad, como Jesús, mira hacia delante con confianza y esperanza. En efecto, sabe que el
mundo no se consume y no termina en la frustración ni el fracaso total, sino que encuentra
su cumplimiento positivo en la venida del Hijo del hombre, como se dirá en el pasaje
siguiente.
532 67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23
ACTUALIZACIÓN
67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13,5-23 533
El cristiano sabe que, como existe el mal, es inevitable el sacrificio penoso; pero Se
también que, al combatirlo, se vence. Por eso no es remisivo ni renunciante, y la fat.
en su lucha no es una empresa titánica, grandiosa e inútil: su lucha entra en los "coste
inevitables para transformar una historia negativa en una historia positiva, la del reine
Dios prefigurado y anticipado aunque todavía no se haya realizado. La casa antigua _
hombre está a punto de caer en ruinas. ¿Cuánto cuesta hacer una nueva, habitable? Se hace
el cálculo y uno se compromete con todas su fuerzas. Así la vida humana es concretamente
una historia de los "costos" para obtener elfinpositivo.
El primer costo que debe pagar es el de evadirse del mal, eludiendo con posiciones de
privilegio que implican poder. En efecto, éstas están en el origen del mal. Por esta razón el
cristiano se hace cargo del mal en primera persona, lo asume sobre sí sin cometerlo, y lo lleva
sobre sus hombros. Sabe que la historia ya es el lugar de la presencia de Dios, precisamente
en su aspecto negativo: allí encontramos a Cristo que se hizo maldición por nosotros, que
cargó con nuestro mal y quedó aplastado por él, sin apartarse de sufidelidadal Padre y a los
hermanos. Pero precisamente por eso Dios lo ha resucitado. En el mal que ha sufrido y que
no ha cometido, el cristiano ve la realización del misterio de la muerte de Cristo y el anuncio
del misterio de la resurrección. Entonces, en las penas que sufre porque lucha por el bien, sabe
ver los dolores de parto delfinalde un mundo y del surgir de un mundo nuevo: las lee como
los costos de la victoria definitiva sobre el mal y sobre la muerte. El mismo mal viene a ser el
mismo lugar de testimonio y de la proclamación del evangelio a todos los pueblos.
Por consiguiente, no hay que preocuparse: esta lucha e6 inevitable y el mismo Dios
estará de nuestra parte, como lo hizo con Jesús, y su mismo Espíritu nos asistirá. El
cristiano comprende la historia a la luz de Jesús, el Crucificado que afrontó el mal sin
eludirlo y lo venció precisamente en la cruz, para obtener el fruto de la resurrección.
El misterio del mal nunca se niega: aún más, se toma en toda su negatividad. Pero el
que tiene fe no se alarma, y no ve ni siquiera en la muerte la palabra "fin": la flor de la vida
germina en el corazón de la muerte, porque "nosotros sabemos que en todas las cosas inter-
viene Dios para bien de los que lo aman" (Rm 8, 28).
La historia entonces se convierte en historia de esperanza y de acción, precisamente
en su negativo inevitable: allí Dios interviene y rescata al hombre que no provoca el mal y
lucha por el bien y por la vida, precisamente por eso sufre el mal y la muerte. La esperanza
cristiana, como se ve, no es una esperanza barata. Tiene el mismo costo de la vida, y por
lo mismo, se apaga con la muerte. Al igual que para Cristo, la semilla debe morir para
producir los frutos. Sin embargo, no faltan ya desde ahora las señales de esperanza para el
mundo, los indicativos de un futuro último y definitivo.
APLICACIÓN A LA VIDA
534 67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23
cronológico -no es éste el punto-, pero de allí a deducir que se debe apagar el carácter y la
actitud más profunda de tensión y de vigilancia que contradistingue al cristiano, el paso es
indebido.
El creyente se ha clasificado, con demasiada frecuencia, como impreciso en la mira: en
cierto sentido nunca ha caído preciso: saltó demasiado corto o demasiado largo. Quedó
anclado en el pasado o se extendió demasiado hacia el futuro, mientras el punto era que
supiera leer y vivir en el presente sobre todo. Por tanto, no es el cuándo, sino más bien el
cómo del presente.
Algo parecido sucedía para los que seguían físicamente a Jesús; eran incapaces de
comprender lo que sucedía, llegaban a pensar apresuradamente que todo estaba ya
realizado (¡y faltaba todavía el escándalo de la pasión!), o bien desoladamente lloraban la
ocasión perdida. Pero les aconteció luego también a las generaciones sucesivas: o inquietas,
o neuróticas, por una llegada inminente (sobre todo si era para resolver problemas y
contradicciones que se presentaban), o soñolientos por un aplazamiento indefinido al futu-
ro. Había una especie de alternativa insensata: perder la cabeza o cerrar los ojos, de todos
modos con las consecuencias de que nos falta el sentido último de las cosas y nos quedamos
en una inercia mortal.
Así, la fe no afecta el presente, sino que balbucea como un idiota del pasado o se queda
soñando con el futuro; y el cristiano no ve el mundo viejo que termina y no colabora en la
construcción del nuevo que se preanuncia.
Tal vez es precisamente cuestión de hacer frente a lo que sucede: para entenderlo
y vivirlo con seriedad, desde un punto de vista de fe. Pero debemos confesar nuestra
debilidad: cuanto más fanáticos, intuitivos y perspicaces son la interpretación y el lenguaje
escatológico y apocalíptico, tanto más es apagada e insignificante la lectura que nosotros
hacemos de la realidad.
Suceden cosas determinadas, las vivimos en nuestra experiencia personal o en un plano
social, colectivo (inclusive mundial): no se trata de hacer el papel de maestros, de impartir
lecciones a diestra y siniestra, sino que es necesario excluir que se lloriquee sobre registros
religiosos con aires de víctimas o que se entonen fanfarrias triunfales o de poder (¡no será
nuestro balar lo que nos haga corderos de Dios o nuestras trompetas las que hagan caer a
Jericó!). Se trata más bien de confortarnos y de chocar con esa dura realidad, manejada
-incluso por nosotros- con criterios mundanos: las divisiones, las imposiciones, los odios,
las persecuciones, el dolor y la muerte... y de entenderla, llevándola sobre nosotros y
cambiándola, porque realmente ella ha cambiado con Jesucristo.
Todo eso no es fácil. Pero existe un esquema, un parámetro como referencia, y es la
historia de Jesucristo. Cuando se transcribe su aviso "Se lo he predicho todo'', nos debemos
referir ciertamente a lo que se ha cumplido, a su batalla, a su muerte y su resurrección, más
que a las palabras en sí mismas.
Mirando entonces hacia esa existencia, con intensidad y constancia, -en la perspectiva
incluso de su venida final- deberíamos lograr comprender cómo van las cosas. Tendremos
que valemos de criterios y de medios que nuestro ambiente, nuestra cultura nos ofrece, pero
con ese preciso "sabor" cristiano que deriva para nosotros precisamente de la vida de Jesús.
Entonces no se sabrán 31a cosas, sino que comenzaremos a comprender el aspecto
determinante y el sentido más profundo de lo que nos sucede y vivimos.
67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23 535
El hecho de que ya desde siglos rechazamos las pruebas y buscamos el éxito y los
resultados, en formas institucionales; el hecho de que damos por descontada la reacción
en casi todos los campos en lugar del estímulo y la levadura con respecto a un mundo
diferente; el hecho de que bendecimos con los ojos cerrados todo lo que está constituido
y tenemos como peste todo soplo de aire fresco, toda ventana y puerta abierta... no tiene
explicación sino en nuestro propio pecado y nuestra propia incapacidad de entender.
Hemos perdido la carga escatológica de novedad, de esperanza, de "valentía" (o de
"dignidad") con respecto a proyectos, ídolos, ilusiones o temores humanos, algo así como
una sal que ya no tiene sabor.
Hoy sobre todo, cuando, por motivos diferentes, se consumen modelos, hipótesis,
explicaciones y esperanzas -la llamarán neurosis y falta de madurez, pero es tal vez síntoma
de desesperación-, el creyente está llamado a prestar un servicio de confianza auténtica y
de estímulo a vivir, a ser sal, exactamente con el mensaje y la carga que deriva del discurso
escatológico.
REFLEXIÓN DE FE
536 67. LAS SEÑALES DE LA VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Me 13, 5-23
68. LA VENIDA GLORIOSA
(Me 13, 24-27; cf. Mt 24, 29-31; Lo 21, 25-28)
Como ya lo hemos observado en la presentación del extenso pasaje anterior, la serie de est
versículos se engancha directamente con la de los vv. 6-8, pues ambas son partes de un texto
único judeocristiano de carácter apocalíptico, que aquí Marcos utiliza con grande trabajo de
reelaboración.
Es evidente la huella veterotestamentaria en la serie de frases tomadas especialmente de
los profetas, a través de los cuales se han vuelto a expresar algunas palabras de Jesús acerca
de la venida del Hijo del hombre. En el cuadro de las reflexiones teológicas y déla estructura
literaria, dentro de la cual Marcos desarrolla el discurso escatológico, este pasaje constituye
el momento fundamental de todo el capítulo como un eje alrededor del cual giran los otros
pasajes. En él, según el esquema tradicional de los escritos apocalípticos, están unidas tres
descripciones: los prodigios del cielo (w. 24b-25), la aparición del Hijo del hombre (v. 26) y l
reunificación de los elegidos (v. 27).
La primera descripción, que presenta el deshacerse del cosmos, sirve como marco para e
acontecimiento decisivo, la aparición del Hijo del hombre según los tonos del texto de Dn 7,
13-14.
La tercera descripción apunta a la meta hacia la cual están orientadas las señales premoni
toras que ocupan la primera parte del capítulo: es el momento final de toda la historia que
halla su realización en esta reunión de los "elegidos" en la comunión gozosa con Dios, como
manifestación plena del reino de Dios.
Ya la muerte de Cristo en la cruz, que constituirá el centro teológico de los capítulos
próximos es la manifestación decisiva de la realidad del Hijo del hombre y de su significado
para la humanidad y es el contenido fundamental de la fe cristiana.
Pero el evento de la cruz -y de la resurrección que está unido estrechamente a él-, a su
vez, abre toda la perspectiva sobre otra manifestación del Hijo de Dios: la segunda venida de
Cristo más allá de la que ya es la parábola de la historia, la aparición gloriosa que lo verá
como juez del mundo y marcará el cumplimiento de todas las promesas y de los anticipos que
se han verificado en el arco del tiempo.
24. "Mas por esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá, la luna
no dará su resplandor,
25. las estrellas irán cayendo del cielo, y las fuerzas que están en los cielos serán
sacudidas.
26. Y entonces verán al Hijo del hombre que viene entre nubes con gran poder y
gloria;
27. entonces enviará a los ángeles y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos,
desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo".
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
El final de la historia
Dios ya no está presente en el templo, lugar cerrado de su presencia en el mundo y de su
ausencia de Él. En cambio, está presente donde antes estaba ausente, en los que lo niegan,
es decir, en la carne maldita de su Hijo, en los condenados de la tierra que continúan su his-
toria y en la pena cotidiana de quienes pagan los costos por un mundo rescatado del mal.
La presencia de Dios es la típica del final de todo camino: negación y ausencia en la
fatiga de la marcha, cumplimiento y gozo en la alegría de la llegada.
Si el pasaje anterior nos habla de la fatiga del camino, éste nos habla del punto de
llegada de la historia humana bajo la señal de Cristo: su resultado es el señorío de Cristo, la
glorificación del Crucificado y en Él la de todos los crucificados. Este es fruto de la pena, la
ganancia que supera todos los costos de la vida de cada uno y de la historia humana, pero
que cuesta cada vida y toda la historia.
La fatiga del hombre no es inútil ni sin sentido. Tiene un éxito seguro, porque Jesús, el
Mesías crucificado, es su Señor. Si Él es el sentido, la dirección, lafinalidad,la meta -esto
significa que es Señor-, entonces se disuelve la tiniebla y brilla la luz para todos los
crucificados. ¡Es el rescate del mal! Esta es la gran esperanza que nos ha sido revelada.
Optimismo costoso
"De ningún modo aquí la teología significa la ciencia de lo divino, ni la ciencia de Dios".
Teología significa aquí la conciencia de que el mundo es fenómeno, que no es la verdad
absoluta, la cual solamente es la realidad última. La teología es -tengo que expresarme con
mucha cautela- la esperanza de que, a pesar de esta injusticia, que caracteriza el mundo, no
pueda suceder que la injusticia pueda ser la última palabra.
- ¿Teología como expresión de una esperanza?
- Yo preferiría decir: "expresión de una nostalgia, según la cual el asesino no puede
triunfar sobre su víctima inocente" (M Horkheimer en una entrevista de 1971, en italiano
La nostalgia del totalmente altro, Queriniana, Brescia 1972, pp. 74-75).
Son expresiones que impactan por su intensidad y profundidad.
Probablemente el que las ha pronunciado está muy cerca de la verdadera fe de todo
el que presume que se encuentra como en casa. Pero si... ¿el asesinato triunfase sobre la
víctima inocente? ¿Si el mal, la injusticia fuesen la última palabra? Será instintivo, sano,
noble, y muy hermoso desear que eso no suceda y por consiguiente arriesgar la sospecha
o la esperanza de que suceda en forma diferente... Pero ¿será lícito cerrar los ojos?
Cada uno mire en su derredor, sopese su experiencia y mire toda la historia del hombre:
la crónica y la historia de las esperanzas defraudadas, de fracasos, de engaños, de injusticia
y de muerte. Existe este hecho incontrovertible, innegable: la muerte de cada uno de
nosotros. No somos el centro del universo, de verdad, pero en ese momento para nosotros
se oscurecen el sol, la luna y caen las estrellas.
Este es un aspecto de la realidad que ninguna fe ciega ni ninguna piedad por el hombre
puede borrar.
La primera comunidad de los creyentes lo comprendió y lo vio perfectamente descrito
en la historia de Jesús de Nazaret (ese hombre era como nosotros). Si alguna vez hubo algún
inocente sobre la tierra, ése era Él: y fue víctima completa de la injusticia, y el mal prevaleció
sobre Él. Pertenece a la historia y a la fe que fue llevado a la muerte y que también fue
sepultado. Pero pertenece solamente a la sustancia de la fe decir que el asunto no terminó allí,
y que Él "derribó" el muro opaco de la muerte, pasando más allá, Él que es nuestra Pascua.
Tal vez, sobre todo nuestra generación -que a los males antiguos ha añadido nuevos
sufrimientos y a los terremotos del pasado agregó temores por la supervivencia y por el
futuro- ya no pide quedar adormecida por la fe en un optimismo tonto o asegurada con una
póliza fácil contra la dureza de una realidad hostil, sino que pide la caridad y el servicio de
una palabra y de un testimonio limpio y seguro.
El creyente está llamado a convertirse continuamente de las excesivas ambigüedades,
de una fe apagada y poco escatológica. Debe darse cuenta, sufrir en sí mismo y declarar con
una denunciafirmeel mal y la injusticia, el atropello, la locura, el pecado y la muerte: pero
debe declarar también que todo el aparato y la estructura que multiplica el mal que está en
decadencia, es un cuerpo muerto: el sistema (no tanto solar) se hace trizas.
Forma parte del sentido profundo, de la "verdad absoluta", de la cual somos deudores
para con todos los hombres: no ha de haber ninguna adoración a ninguna divinidad (sol o
luna), ningún terror absoluto. El creyente tiene el deber y la capacidad de relativizar lo que
rodea al hombre y tiende a aplastarlo, el deber y la capacidad de abrir hacia horizontes de
esperanza y de vida.
REFLEXIÓN DE FE
La consecución de la tierra
Abrahán ha sido alejado de todo su pasado y ha sido impulsado hacia lo desconoci-
do de Dios. Lo hemos visto en los dos pasajes anteriores. El templo de Jerusalén debe ser
destruido y con él deben perecer todos los ídolos fabricados por nuestras manos: se perfila
un tiempo de espera y nuestra vida queda confiada en las manos de Dios. Está a punto de
cumplirse en Cristo la muerte a una religión farisaica y la posibilidad definitiva de una re-
surrección a la fe de Abrahán.
Es el camino del pueblo de Dios, esencialmente peregrinante. Es el Israel del desier-
to, denominado Iglesia "de Dios" (cf. Lumen gentium, n. 9). El credo bíblico contiene pre-
cisamente estos motivos: "...el Señor nos sacó de Egipto con mano fuerte y tenso brazo...
nos trajo..." (Dt 26, 8). La salida inarrestable de la tierra de los ídolos ocupa toda la prime-
ra parte del libro del Éxodo: la guía de Dios por el desierto, en medio de pruebas de todo
género ocupa la segunda. Pero la nube divina condujo al pueblo hasta los umbrales de la
tierra prometida. En esta nube se condensa la esperanza del camino en la historia (Ex 40,
34-38).
Pero el credo bíblico tiene todavía un punto fundamental: la tierra prometida es don y
herencia: "Nos trajo y nos dio esta tierra, tierra que mana leche y miel" (Dt 26, 9).
El pueblo, objeto del amor divino, es hijo primogénito de Dios (Ex 4,23). Cristo en vís-
peras de su pasión revive y reúne en sí el credo y la esperanza de Israel y cumple sus pro-
mesas. Él será expulsado como Abrahán, alejado como el pueblo de Egipto, de la tierra
habitable, empujado hacia la soledad, destruido como el templo. Subirá por un camino
controvertido e incierto, se convertirá en historia dolorosa, acento de dolor, grito de espe-
ranza. Pero al final se revelará en Él la verdadera gloria de la tierra, en Él resplandecerá la
herencia del Padre. Pero la gloria ya no será sólo suya, así como no es sólo suyo el exilio y
el camino.
El Hijo del hombre es el abandono, el camino, la salvación de todos.
La aparición final de su gloria es la bendiciónde su pueblo, que con él vive las etapas
de lo que cree. Su nombre será grande, pero con Él será bendecido también nuestro nom-
bre: "Por ti se bendecirán todos los linajes de la tierra".
28. "De la higuera aprendan esta parábola: cuando ya sus ramas están tiernas y
brotan las hojas, sepan que el verano está cerca.
29. Así también, cuando vean que sucede esto, sepan que Él está cerca, a las puertas.
30. Yo les aseguro que no pasará esta generación hasta que todo esto suceda.
31. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
v. 29: esto: teniendo en cuenta la estructura remoto fechas que comprometen a cada uno en su
compuesta de estos versículos es muy difícil preci- propio momento histórico.
sar a qué se refiere "esto". En su origen este dicho v. 31: La forma originaria de este dicho correspon-
tal vez se refería a la presencia y a la actividad de de tal vez al pasaje de Mt 5,18, que se refiere ala "ley".
Jesús en su conjunto, que el evangelio incluso Unas modificaciones que intervinieron a lo largo de la
en otras partes presenta como una gran señal de tradición sustituyen "la ley" con "mis palabras" -ex-
los tiempos ya maduros (cf. 1, 15). Le 12, 54-56 presión totalmente desacostumbrada en Marcos, que
analógicamente a partir de la señal de la nube y en ese caso usaría la expresión "mi doctrina"- y am-
del siroco, señales que los hombres saben leer para pliaron el significado del dicho hasta extender su valor
prever las variaciones climáticas. incluso después del cielo y de la tierra, es decir, incluso
Como este dicho se halla en el contexto del dis- en el momento del juicio final.
curso escatológico, puede ser interpretado coheren- v. 32: También este dicho debió ser pronun-
temente con referencia a todos los acontecimientos ciado por Jesús en un contexto diferente del actual:
de la historia que a la luz de la enseñanza y de la vida de todos modos tiene un valor claramente escato-
de Jesús son una señal continua de la realización lógico con referencia al juicio final. En el texto ac-
progresiva del designio de Dios. tual de Marcos resalta un notable contraste entre
El está cerca, a las puertas: tampoco en esta la solemnidad y la certeza de las afirmaciones de
expresión está claro quién o qué cosa esté cerca: en los versículos 3.0ss. y la imposibilidad declarada
efecto, el texto griego no especifica ningún sujeto. en este dicho, de conocer el momento en el cual se
En el contexto del discurso escatológico viene a la verificarán acontecimientos tan importantes.
mente el regreso final de Cristo; pero, en forma Mas de aquel día y hora: es una expresión típica-
coherente con la interpretación que dimos antes a mente bíblica que en una forma o en otra -cf. tam-
la expresión "esto", podemos referir esta palabra bién "el último día" de Jn 6, 39ss.- se repite varias
a la llegada del reino de Dios en Jesucristo, que se veces en el Nuevo Testamento (cf. también 14, 25),
manifestó luego en la historia incluso en la señal de y vuelve a proponer la idea veterotestamentaria
la destrucción de Jerusalén. del "día de Yahvé", que se hallaba tan presente en
v. 30: Yo les aseguro: cf. nota a 9,1. la perspectiva de los profetas: se trataba de un día
No pasará esta generación hasta que...: tambiénque era conocido solamente por Dios, porque en su
para este dicho es difícil establecer el significado designio marcaría el momento de la manifestación
originario: tal vez se refería a algún hecho preciso. En plena de su gloria para la obra de salvación a favor de
el contexto actual asume decididamente un valor todos lo hombres y, por consiguiente, el momento
escatológico, como en el dicho muy semejante de 9,1 del juicio definitivo sobre el mundo. Nadie puede
con referencia particular a las señales premonitorias apoderarse del Señor de la historia, ni siquiera si
de los versículos 5-23 y el retomo de Cristo glorioso. pretende conocer y controlar los tiempos de su
El contexto en su doble temática fundamental -el dis- acción sumamente libre, porque es fruto del amor
curso acerca delfinalde los tiempos y el llamamiento más grande, como era en cambio en la lógica de los
de los creyentes, para que en este momento tomen cálculos apocalípticos.
una decisión frente a las señales de la historia- nos Ni el Hijo: normalmente en el evangelio el
induce a interpretar de un modo existencial y uni- Hijo del hombre es nombrado junto con los ángeles
versal (y no temporal) la alusión a "esta generación". en los discursos escatológicos (cf. 8, 38; 13, 27; Mt
Aunque es verdad que los contemporáneos de Jesús 25, 31; Le 12, 8; Jn 1, 15). Pero aquí la conexión
fueron testigos de acontecimientos muy particulares es muy indirecta. Es el único pasaje de Marcos en
-su muerte en la cruz, que significaba la superación el cual Jesús es llamado Hijo juntamente con el
del viejo mundo religioso- y por consiguiente la refe- nombre del Padre, atribuido a Dios.
rencia a "esta generación", asumía para ellos un valor Con esta afirmación decidida se declara así
especial, sin embargo, esa expresión mantiene su al mismo tiempo la verdadera realidad humana
fuerza de llamamiento para "toda" generación: cada de Jesús, que debe recorrer su camino terreno,
hombre en su tiempo está llamado a leer en lahistoria, también Él sometido a las limitaciones humanas
a la luz del evangelio, las señales del camino de Dios, naturales, y su plena identidad con el Padre hasta el
sin pretender por una parte apoderarse de su iniciativa punto de que no se distingue de su mismo designio
(cf. v. 32) y, por otra, sin aplazar para un futuro y voluntad.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
El pasaje, con el cual se cierra este capítulo, retoma la intención fundamental del discurso
escatológico, y lo vuelve a presentar en forma más explícita como exhortación a la comunidad
a estar muy atentos al leer la historia de hoy y a saber comprometerse con ella con fidelidad a
la cruz del evangelio de ]esús.
Ya hemos subrayado cuatro veces la repetición de la advertencia "estén atentos" (vv. 5. 9.
23. 33), que es señal de una tensión que luego se extiende a todo el capítulo y desemboca en el
último llamamiento solemne y universal al versículo 37, casi como clave de lectura para todo
el discurso escatológico. A este tema ahora se añade una insistencia con esta exhortación a
"velar", que ya resonó en el versículo 33 y ahora se repite en los versículos 35 y 37.
En la bellísima parábola (v. 34), en la cual Marcos une la figura de los dos siervos, que
cumplen su "tarea" de importancia y responsabilidad ("da atribuciones a sus siervos"), y la
figura del portero, al cual se le "ordena" velar, se entrelazan dos parábolas diferentes que
encontramos separadas en otras fuentes neotestamentarias e incluidas en contextos diferentes:
la de los siervos, a quienes le son confiados los bienes del amo, para que cuiden de ellos con
honestidad y fidelidad, mientras él está ausente por un largo viaje (efi Mt 24, 45-51; 25, 14-
30; y Le 19, 11-27: parábolas del "mayordomo " y de los "talentos" o de las "minas"); y la del
portero que durante la noche debe esperar el regreso del amo, que ha salido para un banquete
(cf. Le 12, 35-38): a esta imagen tanto Mateo como Lucas (efi respectivamente 24, 42-44 y 12,
39ss.) unen la otra del ladrón que viene de noche y contra el cual es necesario estar en guardia
(cf. también iTs 5, 2-5 y 2P 3, 10).
Luego observamos que los temas condensados y latentes en el texto conciso de Marcos se
desarrollan y asumen caracterizaciones particulares en parábolas diferenciadas, elaboradas en
la tradición evangélica variada y tal vez sucesiva: por consiguiente, también en la parábola de
Mateo y Lucas se subraya ulteriormente el llamamiento a la fidelidad a la tarea que ha sido
confiada y ala vigilancia para no ser sorprendidos desprevenidos.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
Vigilancia y fidelidad
También en estas parábolas conclusivas, así como en todo el ultimo discurso de Jesús,
Marcos no da detalles acerca de los eventos finales. En cambio, le dice a su comunidad
cuál debe ser su actitud frente al Señor que ciertamente viene. El retomo del Señor no es
un acontecimiento que ella tenga que sufrir pasivamente, sino algo que incide de manera
determinante en su modo de obrar hoy.
Esta parábola sintetiza en dos puntos la enseñanza acerca de la forma correcta de esperar
al Señor. El primero, análogamente al trozo anterior, nos llama a una vigilancia atenta, como
en la parábola del "portero", que debe vigilar en espera de que el amo regrese de un festín
nocturno (cf. Le 12, 36). El segundo nos invita a una fidelidad responsable en la ausencia
del Señor, como en la parábola de los talentos (cf Mt 25,14; Le 19, 12) y en la de la viña
(12, lss.). En la introducción de este segundo motivo se puede entrever la situación de la
comunidad primitiva que, en la dilación de la venida del Señor, siente que debe llenar el
tiempo intermedio de la espera dándole un contenido. ¡No se puede esperar con los brazos
cruzados! Esta situación lleva a la comunidad a una reflexión teológica que le abre toda una
dimensión nueva: la de la historia de salvación, que sólo en parte ya se ha realizado, pero
espera todavía ser realizada en nosotros que nos entregamos a su seguimiento (cf. Col 1,
24). Así nuestra vida se caracteriza por una tensión vigilante, responsable y activa, hacia un
cumplimiento que para nosotros todavía no se ha realizado, pero de él tenemos en Jesucristo
tanto la certeza como la indicación de los medios. Pe este modo, en el tiempo prolongado de
la espera, evitamos caer en las tentaciones recurrentes que son típicas de quienes esperan.
¡La primera tentación del que espera largo tiernpo es precisamente la del aburrimiento y
del cansancio que matan la vigilancia del espíritu! Por eso, precisamente después de haber
declarado la certeza del evento y la incertidumbre del momento (w. 30-32), se renueva el
llamamiento a la vigilancia atenta, que es el estribillo de todo el discurso: ¡es necesario estar
despiertos y saber escrutar en la noche!
En este trozo, el cual resuena con insistencia: "Estén atentos" (v. 33), se recomienda
tres veces que no hay que dormir -una vez al comienzo (v. 33) y dos veces al final (vv. 35.
37)- de tal modo que el trozo resulta incluido entfe estas amonestaciones. Todo el capítulo
ACTUALIZACIÓN
Actividad en la fidelidad
Para los objetivos pastorales, este trozo conclusivo es el más importante: dice cuál es el
modo correcto de la "espera", o mejor la manera acertada para "tender al" fin, que es la
manifestación de la gloria del Señor crucificado.
La historia no es un tiempo vacío ni neutro, un presente irrelevante con respecto a lo
que ha de venir: es un presente que tiende a un futuro, el cual será de la misma calidad
que el presente. Se cosecha sólo si se siembra y sólo lo que se siembra; aunque la cosecha
será en medida sobreabundante con respecto a la siembra, el fruto será siempre lo que fue
sembrado penosamente y será solamente para quien ha sembrado. Este tiempo presente no
es una sala de espera, donde no hay nada más que hacer sino esperar pasivamente y esperar
con ansiedad el tablero de los horarios y los rieles todavía vacíos.
El tiempo presente, con sus dificultades y sus luchas, es ya el tren que nos lleva hasta
el Señor Jesús. Es el único medio disponible. Sólo hay que tener en cuenta que se necesita
subirse a él, haciéndose cargo de la fatiga no pequeña de hacerlo andar en el sentido
acertado. La vigilancia y el discernimiento sirven precisamente para eso.
El riel acertado es el de la actividad fiel a la palabra de Jesús. Su palabra, su manda-
miento, es claro: se resume en el precepto de la caridad, es decir, del amor desinteresado,
del servicio concreto a los hermanos, de colocarse como último y esclavo de todos, como
lo hizo El.
Su mismo "poder", que Él nos ha dejado, es exactamente éste y nada más que éste; es el
único "poder", que Él mismo ejerció sobre la tierra: el poder que es el único en condiciones
de vencer el mal y hacer aparecer entre los hombres el rostro de Dios.
Dios es amor. El amor, en toda su debilidad, es su única fuerza, su presencia en la
historia del hombre.
Ahora bien, ésta queda totalmente confiada al discípulo, que es el siervo fiel de su
palabra. En la ausencia de su Señor, él es el responsable total de esta presencia suya, ante
los hombres y ante Dios. La presencia de Dios y su misma credibilidad delante de todos
ya está confiada a nuestra fragilidad. Si Dios no está y no se ve, es porque nosotros no
somos activos en la caridad. El drama de la ausencia de Dios en el mundo tiene su origen
en nuestra falta de actividad fiel, en nuestro pecado contra la caridad, pecando en general
de pereza y omisión.
Si, en cambio, nosotros estamos muy despiertos y activos, y cumplimos su manda-
miento, tenemos su mismo poder: el del amor que ha vencido al mundo. Entonces cada
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Antes del comentario a cada uno de los pasajes, nos parece útil ofrecer una introducción
general al relato de la pasión. Aunque no lo hayamos hecho para las otras secciones del
evangelio, creemos que eso se justifica desde el punto de vista pastoral: en efecto, en la
liturgia de la semana santa la Iglesia lee el relato de la pasión por extenso, y puede ser útil
tener una visión de conjunto. Pero existe también una justificación más profunda: los
capítulos 14-15 de Marcos constituyen la unidad literaria más amplia y más antigua que
el evangelio nos conserva, en función de la cual se escribió el mismo evangelio. El relato
de la pasión es el núcleo de la tradición primitiva cristiana que fue el primero en llegar a la
forma de una narración continua. Esto sucede porque la pasión de Jesús fue y'sigue siendo,
para los discípulos de entonces y de siempre, el hecho más desconcertante, el primer
interrogante para el cual era necesario encontrar una respuesta, también (¡y sobre todo!)
después de la resurrección.
Expresaremos observaciones: a) acerca del texto; b) del contexto; c) de la cronología de
la pasión en el evangelio de Marcos; d) de la manera como se ha de leer la pasión; e) en fin,
ofreceremos algunas pautas para la reflexión.
a) El texto
Los dos capítulos de la pasión según Marcos nos dejan entrever de una manera más
clara que en cualquier otra parte del evangelio, un relato ya muy bien estructurado que fue
el primero en ir formándose en la tradición primitiva como resultado de varias exigencias
y circunstancias (para la celebración de la cena del Señor, para la catequesis, para homilías
con un fin parenético o exhortativo). También los otros evangelista (cf. Mt ce. 26-27, sobre
todo Le ce. 22-23 y esta vez también Juan ce. 18-19 -cuyo testimonio es particularmente
valioso, para mostrar cómo el esquema de esta tradición antiquísima había adquirido una
importancia y una función muy especial-) presentan a grandes rasgos la misma sucesión
de los hecho principales: después de la introducción, la traición de Judas, la última cena,
la indicación del traidor, el arresto, el doble proceso, la crucifixión. Ya a partir de estas
observaciones generales se puede comprobar la centralidad del relato de la pasión de Jesús
en los evangelios, hasta el punto de hacer entender que todos los capítulos anteriores son
una preparación grande organizada a este momento, como evento culminante de su vida.
Eso aparece evidente sobre todo en Marcos, que desde el comienzo de su evangelio
y luego en los puntos capitales, introduce la perspectiva de la muerte de Jesús como
consecuencia y conclusión de su ministerio en medio de la gente: cf. 1,14 (confrontación
entre el arresto de Juan el Bautista y la predicación de Jesús); 3, 6; 8, 31; 9, 31; 10,
33ss.; y los capítulos 11-13 cuyos episodios están ambientados en Jerusalén y centrados
particularmente en el templo que será destruido, así como Jesús será aniquilado en la cruz.
Ciertamente también en estos capítulos el texto de Marcos -que sin embargo refleja más
fielmente la tradición primitiva- manifiesta la obra redaccional del evangelista, como
aparecerá en el comentario a cada uno de los pasajes.
c) La cronología
Por eso, si antes el evangelista se conformaba con datos cronológicos sumarios, ahora, al
llegar el gran drama de la pasión, marca con precisión el tiempo, enmarcándolo en el marco
de una semana, con el relato de la creación. En efecto está presentado, como se insinúa en la
primera palabra del evangelio, el "principio" de la nueva creación, que brota de la muerte
de Cristo, Jesús, Hijo de Dios. Así toda la actividad de Jesús en Jerusalén está dividida en
siete días, que es el número de la perfección:
1er día (11,1 -11: domingo): subida de Jesús a Jerusalén;
2° día (11,12-15: lunes): maldición del templo y del pueblo infiel (higuera estéril);
3er día (11, 20-13, 37: martes): revelación de Jesús como Señor y juez de la historia (5
discusiones y discurso escatológico);
e) Puntos de reflexión
¡Jesús no murió, lo mataron! Es una verdad que se olvida con frecuencia. La diferencia
entre morir y ser matado es enorme. La primera es un proceso de carácter natural por la
cual el deterioro progresivo del organismo vivo conduce inevitablemente a la cesación de la
vida. La segunda es martirio (del griego "martyrein": testimoniar), es decir, precisamente
testimonio de vida, que presenta como algo sustancial esos valores vividos: es la vida que se
hace transparencia de sí misma, y llega a su realización plena al testimoniarse dentro de la
muerte. El dar muerte, por consiguiente, no es un evento natural negativo, sino una muerte
"activa", causada por aquel que muere, el cual, precisamente en su muerte identifica su
vida con sus razones de vida. Se trata de una identificación de la vida con su fundamento:
así la vida, en lugar de llegar a su fin, alcanza realmente su finalidad.
Estos primeros versículos -a los cuales por su contenido y estilo deberían seguir de inmediato
los w. 19ss.- son densos por su significado teológico ya que se entrelazan temas presentes en
los capítulos anteriores y recordados aquí por Marcos en una vigorosa síntesisfinal.Se pueden
subrayar tres contraposiciones fundamentales.
Ante todo la aproximación entre la inminencia de la pascua hebrea y el complot decisivo
contra Jesús manifiesta la tensión entre el viejo mundo religioso judío y el nuevo reino de Dios,
que ya está a punto de ser implantado definitivamente en el mundo con el sacrificio de Jesús
en la cruz. La indicación de la fecha -hecho desacostumbrado en Marcos y que se repetirá
constantemente en los capítulos de la pasión- acentúa la idea de que la historia es el camino de
Dios en los acontecimientos humanos.
Otra contraposición se desarrolla acerca de la hostilidad irreductible de los opositores de
Jesús -mencionados aquíglobalmente como "sumos sacerdotes y escribas"- los cuales, frente a
la limpidez y valentía al corresponder al designio de Dios por la liberación de los hombres, no
pueden replegarse sino sobre el engaño, poniendo en evidencia descaradamente todo el juego
del poder al cual se habían entregado desde hacía tiempo: era la trágica consecuencia de la
"dureza de corazón", que impide acoger de nuevo el mensaje del evangelio.
En fin, en estos versículos se pone en evidencia la contraposición entre las intenciones de
estos poderosos y la benevolencia sencilla de la gente que está a favor de Jesús, incluso sin
comprender mucho lo que significaban sus palabras y sus gestos: era el preludio a la triste
secuencia conclusiva del proceso, cuando también la multitud cederá a las maniobras de los
jefes, gritando: "¡Crucifícalo!" (cf. 15, 11-14).
1 Dos días después sería la Pascua y los Ázimos. Los sumos sacerdotes y los
escribas buscaban cómo prenderlo con engaño y matarlo.
2 Pues decían: "Durante la fiesta no, no sea que haya alboroto del pueblo".
v. 1: Pascua y Ázimos: cf. nota al versículo 12. las numerosas discusiones y también los choques que
Los sumos sacerdotes y bs escribas: ya hemos Jesús había sostenido con ellos.
indicado que el relato de la pasión había sido prepa- Estos grupos serán nombrados de nuevo explí-
rado con referencias precisas en los capítulos ante- citamente, aquí y allí, en el relato de la pasión,
riores; en particular los capítulos 11 y 12 nos habían como los verdaderos responsables de la condena
suministrado el cuadro ambiental y los protago- que sufrió Jesús (cf. nota al v. 53 y a 8, 31).
nistas de las diferentes escenas. Prenderlo: aunque literalmente este verbo se
La mención explícita de los sumos sacerdotes y usa solamente en el momento del arresto de Jesús
de los escribas en la introducción a la pasión parece (cf. v. 49), la idea que expresa está continuamente
que nos los vuelve a presentar todos ante nuestro presente en los capítulos de la pasión, en los cuales
ojos, como una organización de enemigos unidos domina, por su parte, el amor infinito de Jesús que
para la batalla final, y así se recuerdan implícitamente se entrega y por otra, todas las formas de engaño y
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v. 3: en Betania, en casa de Simón el leproso: reconocido como profeta, mesías y rey, por cuanto
esta precisión, insólita en Marcos, revela la aten- se le consideraba como hijo de David.
ción con la cual el evangelista ha impreso en su men - v. 4: había algunos que se decían entre sí indig-
te el episodio tan significativo, que está a punto de nados: ya a lo largo de la tradición primitiva esta
narrar. alusión genérica que encontramos en Marcos se pre-
Simón es conocido sólo por este pasaje: era un cisa en un sujeto particular: en Mt 26, 8 son los
leproso que tal vez había sido curado por Jesús. dos discípulos los que se indignan; en ]n 12, 4 es
La aldea de Betania ya había sido nombrada Judas, que en los documentos posteriores es consi-
en 11,1. derado cada vez más como culpable. Es una variación
Vino una mujer: ni en Mateo ni en Marcos se le análoga a la que encontramos también en el relato
asigna un nombre a esta mujer: esto sorprende un de la traición: mientras Marcos se limita a una infor-
mación general, en Mateo Judas aparece como más
poco este relato donde se descubre una precisión
intransigente y mezquino al pactar una recompensa
particular incluso en los datos históricos.
pecuniaria (cf. 26,14); Le 22, 3 y jn 13, 27 ven en su
En Jn 12, 3 ella es indicada como María, la comportamiento incluso una posesión diabólica.
hermana de Marta y Lázaro; la tradición a veces la ha
identificado con la pecadora de Le 7, 37 y con María v. 7: pobres tendrán siempre con...: la afirmación
Magdalena que verá al Resucitado (cf. ]n 20,11-18). de Jesús no quiere en absoluto avalar la inelucta-
bilidad de la miseria, que sin embargo estará siempre
Es interesante anotar que en el relato de la pasión
presente en el mundo. Antes bien, la primera parte
la presencia de mujeres viene a ser aún más consis-
de este versículo, que tiene relación con Dt 15, 11,
tente con un papel de primer plano (cf. también 15,
supone un compromiso efectivo para compartir los
40ss. 47; 16, 1. 6ss.); también en los capítulos ante-
bienes para eliminar toda forma de discriminación
riores de todos modos es muy significativa su pre-
entre los hombres.
sencia (cf 1, 30; 3, 31; 5, 22-43; 6,17-29; 7, 25-30).
Si la pobre viuda cierra la parte del evangelio que Pero la intención fundamental de las pala-
presenta el ministerio de Jesús entre los hombres, la bras de Jesús está en hacernos conscientes de la
mujer de Betania abre el relato de la pasión. necesidad de realizar con todas nuestras fuerzas (cf.
v. 8 y 12, 44) una opción decidida con respecto a su
Traía un frasco de alabastro: la sucesión de las persona en el momento en que Él nos interpela con
palabras, sobre todo de los adjetivos, subraya de un su predicación y su obra.
modo fuertemente marcado la preciosidad del don
que traía la mujer. Aún más, el conocimiento de Jesús pobre entre
los hombres nos hace capaces de acoger con mayor
Sobre su cabeza: Marcos y Mateo representan disponibilidad a aquellos que entre los hombres
el gesto de la mujer con una acción sagrada del tipo serán siempre pobres.
de las que se usaban para consagrar a los reyes y
sacerdotes en el Antiguo Testamento; Jesús en v. 8: lo que ha podido: esta frase se lee sólo en
las diferentes fases de su ministerio ya había sido Marcos y nos remite a una expresión muy semejante
que está contenida en el episodio de la viuda pobre
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1. El perfume provocador
La narración aprieta y de una palabra a otra lleva a la muerte. Sin embargo, precisamente
aquí el relato se detiene. En lugar del olor acre de la conspiración (w. 1 -2), se expande una
Este y los dos pasajes sucesivos forman la sección de la última cena de Jesús, narrada en
sus preparativos y en su desarrollo con un estilo que deja trasparentar claramente el contexto
de las celebraciones litúrgicas en la comunidad.
Es tan evidente el alcance de la reflexión teológica que subyace a este pasaje, y que incluso
ha determinado la formulación de muchos versículos de esta parte tanto en los primeros estadios
de la tradición como sobre todo en la reelaboración de Marcos, que llegamos a la convicción
de que forzaríamos la índole del texto si pretendiéramos resolver las grandes dificultades que
emergen acerca de algunos elementos particulares especialmente acerca de la cronología de los
episodios que se narran aquí.
Al enmarcar la última cena en el contexto de la pascua hebrea el evangelista no afirma que
jesús comió el cordero con sus discípulos según el rito pascual hebreo -pero tampoco lo niega:
bajo este aspecto histórico la cuestión parece insoluole. Marcos quiere sencillamente mostrar que
Jesús con esa cena inauguró su pascua.
En el aspecto de la estructura literaria, la predicación del encuentro con personas que
servirán como señal presenta fuertes semejanzas con una página del Antiguo Testamento (cf.
1S 10, 1-10) y en particular con otro pasaje de Marcos (cf. 11, 1-6) en el cual se encuentran
también varias expresiones idénticas a las que leemos aquí.
De eso resulta evidente que Marcos ejerció su obra amplia de redacción, tanto utilizando con
gusto esquemas literarios ya formados, como apelando a la celebración acostumbrada de la cena
del Señor que llegó a ser muy pronto el centro de la comunidad cristiana (cf. Hch 2, 42-48).
El principio de unificación de todos estos elementos es la idea, común a otros sinópticos,
de que la muerte de Jesús en la cruz (su pascua) marca el cumplimiento pleno de la historia
hebrea, que tenía su fundamento en el evento de la liberación del pueblo de la esclavitud de
Egipto, de la cual la pascua hebrea era el "memorial": la cena de Jesús se realiza en el contexto
del banquete del cordero para afirmar que el sacrificio de Cristo inaugura la nueva liberación
definitiva que Dios lleva a cabo para todos los hombres.
v. 12: el primer día de los Ázimos cuando se evangelios-, en el ordenamiento de los otros datos
sacrificaba el cordero pascual: La pascua es la fiesta cronológicos prevalece la intención teológica de cada
principal de los hebreos. Al recuperar una fiesta an- evangelista. Para Juan la muerte de Jesús sucedió en el
terior de primavera que había surgido en un contexto día anterior a la Pascua, cuando se inmola el cordero;
de vida nómada -cf. las alusiones al "estar en pie" y de ese modo el cuarto evangelista concluye el tema
a estar listo para partir- el antiguo pueblo hebreo la que él quiere presentar con la muerte de Jesús que es
instituyó como memorial de la liberación de Israel de la inmolación del cordero. Para Marcos Jesús muere
Egipto y comía el cordero según el rito que se pres- el día de la Pascua: su muerte es nuestra Pascua, la
cribe en Ex 12. La expresión indica que se ofrecía un fiesta de nuestra liberación.
cordero como sacrificio y luego se comía. Sus discípulos: merece subrayarse que cuatro
El ofrecimiento del cordero incluía ciertamente veces en este pasaje Marcos nombra a los "discípulos"
la idea de sacrificio, pero a lo largo del tiempo el y luego no los vuelve a nombra en todo el resto de la
elemento sacrificial había pasado a un segundo lugar pasión, excepto en el versículo 32, al llegar a Getse-
en la celebración del banquete para dejar lugar al maní.
valor de "memorial" de la liberación de Egipto. Para que comas el cordero de Pascua: esta alusió
El aspecto sacrificial está ciertamente presente precisa el banquete pascual -que se repite en los
en la última cena de Jesús (cf. vv. 22 y 24). versículos 14 y 16- parece que se refiere a la celebra-
Cuando adquirió su forma esta celebración, ción ritual hebrea; tal vez es un residuo de la antigua
la Pascua ya estaba unificada con la fiesta de los narración que Marcos ha incluido en su texto cargán-
Ázimos (cf. Ex 12,15-20), queinicialmentedebióser dolo con ese significado teológico que hemos puesto
una fiesta agrícola en coincidencia con el comienzo en evidencia en la presentación.
de la cosecha de la cebada; mientras se preparaba la v. 13: dos de sus discípulos: Pedro y Juan según
nueva cebada, se comía el pan sin levadura. Le 22, 8.
La Pascua hebrea se celebra en el momento de En los versículos 13-16 encontramos varias frases
la luna llena (noche de luz) del primer mes del año, idénticas a las de 11,1 - 6, en el episodio de la entrada
el mes de Nisan (marzo-abril). Antes del anochecer solemne de Jesús en Jerusalén. Eso muestra claramen -
del día 14 Nisan se inmolaba el cordero. te la utilización de un esquema literario. Allá Jesús
Después del anochecer, cuando según el calen- estaba en la ciudad santa del judaismo, ahora entra
dario hebreo comienza el día siguiente, es decir el en la sala del cenáculo: ambas circunstancias marcan
15 Nisan, se celebra la cena pascual, con la cual se el momento decisivo del cumplimiento del desig-
da comienzo a los Ázimos, que se prolonga durante nio de Dios, que implica la superación de la antigua
una semana. Jerusalén y de su culto.
Parece que Marcos confunde el 14 con el 15 Un hombre con un cántaro de agua: es una señal
Nisan, y une los momentos (inmolación del cordero que da Jesús. El evangelista lo presenta como mani-
y primer día de los Ázimos). Pero la dificultad se re- festación de la capacidad profética de Jesús, que
suelve si nos referimos al calendario romano, según prevé y acepta voluntariamente lo que lo espera.
el cual los dos momentos entraba en el mismo día. Según la costumbre hebrea los hombres no
Otro punto controvertido se refiere al día exacto llevaban cántaros, como las mujeres, sino solamente
de la semana en la cual ese año caía la Pascua. Según odres.
el evangelio de Juan ese año la Pascua caía cierta- v. 14: el Maestro dice: la persona de Jesús domina
mente en sábado (el día después de la muerte de Je- la escena, haciendo más evidente el significado
sús). En cambio, Marcos la hace caer en viernes: se teológico que Marcos quiere imprimir al relato.
inicia precisamente con la última cena y termina con La sala... mis discípulos: también aquí nota que
la sepultura, la tarde antes del sábado, en el marco de se subraya fuertemente la persona de Jesús con cuya
un solo día, el cual narra de 14,17 a 15, 47. referencia se designan el lugar y los discípulos.
Se han realizado muchos intentos para armonizar v. 15: Los pocos rasgos solemnes con los que
los evangelios sobre este punto, pero sin llegar a se describe la sala y la insistencia en indicar que era
resultados satisfactorios. Más allá del hecho de que necesario prepararla, aunque ya estaba dispuesta,
Jesús murió un viernes -en eso concuerdan los cuatro crea la expectativa de algo grande.
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REFLEXIÓN DE FE
Al comienzo del capítulo el evangelista había hablado de la decisión de los jefes del pue-
blo de dar muerte a Jesús. Ahora el mismo Jesús, consciente del complot organizado contra
Él, habla abiertamente de esto a los discípulos, e interpreta el hecho como el momento del
cumplimiento definitivo de su misión entre los hombres y al mismo tiempo como realización del
designio de Dios que Él acepta voluntariamente y déla maldad humana que se abate sobre Él
con una violencia inaudita.
Este doble aspecto del hecho de "ser entregado" en las manos de los adversarios imprime
al texto un dramatismo siempre creciente, que aquí se expresa en la pregunta ansiosa de los
discípulos -"¿Acaso soy yo?", v. 19-, resuena en tonos solemnes en el pasaje siguiente de la
cena y se expande en un sufrimiento cada vez más profundo en el relato de la pasión.
Confrontando los sinópticos subrayamos que este pasaje acerca del anuncio de la tradición
se fue formando según dos versiones. Una se nos ha conservado en el texto de Marcos seguido
por Le 22, 21-23, paralelo de Jn 13, 18, donde no se encuentra ninguna identificación del
traidor; la otra aparece en el texto paralelo de Mateo y de Jn 13, 21 -30 con la indicación del
traidor en la persona de Judas.
Notamos ademas una diferencia entre los textos de Marcos y Lucas acerca del momento del
anuncio: mientras el primero se alinea con Mateo y Juan incluyendo este episodio antes de la
cena, tal vez para evitar la presencia de Judas, Lucas lo coloca después.
También aquí la estructura del pasaje está determinada por la intención teológica de Marcos
que reproduce un ejemplo de la predicación primitiva en la cual se ponía en evidencia, por una
parte, la fidelidad voluntaria de Jesús al designio de la salvación en la línea de la tradición
veterotestamentaria, y por otra, la incapacidad de comprender, aún más, el desconcierto y la
hostilidad de los hombres.
El tema de la tradición incluye el cumplimiento de este designio en lo vivo de la historia
humana, sin ser indulgentes con expresiones de denuncia hacia el traidor, que ni siquiera es
mencionado.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
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v. 22: mientras estaban comiendo: el verbo Marcos incluye uno que no pertenecía a la fuen-
griego es idéntico, incluso en la forma, al que se te en la que se basó para el relato de la pasión.
encuentra en el v. 18a (cf. la nota correspondiente); Tomó pan: en estos gestos podemos entrever
se retoma por consiguiente desde el principio la residuos del antiguo rito según el cual se comía la
presentación de la cena de Jesús, como si aún no cena pascual hebrea, que Marcos presenta como
\hubiera hablado de ella. contexto en el cual Jesús celebró la última cena.
Como ya lo hemos señalado en la presentación, Ante todo se servía el primer cáliz de vino con
la práctica de la eucaristía que comenzó inmediata- una proclamación de alabanza y acción de gracias
mente después de la Pascua en las comunidades a Dios; como entrada se comía ensalada y hierbas
cristianas (cf. Hch 2,42-46), determinó la formación aromáticas con pan sin levadura.
de relatos de la última cena del Señor para el uso Seguía un segundo cáliz acompañado de ex-
litúrgico. plicaciones sobre la diferencia entre esta cena y la
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El banquete fraterno
El evangelio de Marcos orientado con brevedad y decisión hacia la pasión no es un
relato resumido, sino una contemplación. Lo hemos dicho y visto a propósito de la unción
de Betania y lo volveremos a ver aún más en el c. 15. En Betania parece que todo se detiene
para dar a la comunidad ocasión de saborear el suave olor de Cristo. En esta narración
debemos disminuir el ritmo de la lectura y detenernos para mirar una cena fraterna en la
cual resuenan las bendiciones (v. 22) y los agradecimientos (v. 23), que se participan en la
misma comida a todos los comensales (v. 23).
Como lo decíamos en el pasaje anterior, aquí se realiza claramente el sentido de la
alianza basada no tanto en la fidelidad humana, sino más bien en la gloria de la fidelidad
divina. Este elemento bíblico aparece en la eucaristía de una manera maravillosa,
precisamente porque esa alianza no es más que el cuerpo que se da y el vino que Cristo
vierte para nosotros.
La muerte de Jesús debe ser acogida y no rechazada, con todo lo que ella implica para
nosotros. Esa muerte, ofrecida con amor, no debe ser objeto de contradicción como sucedió
con Pedro (8, 32) y mucho menos rechazada, como sucede con Judas...
Cuando ha sido acogida brota de ella la alegría mesiánica que se expresa en un banquete.
El mismo Jesús, en su dolor, está lleno de alegría y no puede dejar de vincular la cena actual
con la eterna: ".. .ya no beberé del producto de la vid hasta el día aquel en que lo beba nuevo
en el reino de Dios" (v. 25).
v. 26: cantados los himnos: es el canto de los que Marcos incluyera el anuncio de la resurrección,
salmos del "Hallel" (Sal 115-118) al terminar el el v. 29 debía seguir de inmediato al v. 27.
banquete pascual; esta costumbre se continúa en v. 30: Yo te aseguro: Jesús introduce la predicción
las comunidades cristianas con el canto de himnos del comportamiento de Pedro con la fórmula de las
y salmos después de la Eucaristía. afirmaciones solemnes (cf. nota a 9, 1), casi para
Hacia el monte de los Olivos: cf. nota a 13, 3. quitar toda la alusión a los discípulos de que podían
v. 27: se van a escandalizar: cf. nota a 9, 42. ser fieles sin pasar por grandes pruebas.
Está escrito...: en la cita de Za 13, 7 tanto en el Hoy, esta misma noche: no es una tautología
hebreo como en el griego encontramos el imperativo casi por un efecto de énfasis; son dos indicaciones
en lugar del futuro. de tiempo, una más general con referencia a todo
Jesús en su enseñanza apeló con frecuencia a el período del día entendido en sentido hebreo
la imagen del pastor y del rebaño, y así retoma un (de una tarde a la otra tarde); la otra es más
tema del Antiguo Testamento. particular y se refiere al momento de la noche (muy
probablemente la cuarta "vigilia" o cuarta parte de la
v. 28: es un dicho pascual, que debía circular noche: es decir, hacia las tres).
en la comunidad como pronunciado por Jesús.
Dos veces: en varios manuscritos, tal vez por in-
Su contexto propio se halla en el evangelio de
la resurrección (cf. 16, 7). Marcos lo incluye en este flujo del texto de Mateo y Lucas, falta esta precisión.
punto (cf. también Mt 26, 32) como expresión de Marcos retoma puntualmente este pasaje en
fe en Jesús que está a punto de ser aplastado por la el relato de la negación de Pedro en los w. 68 y 72.
muerte y que a través de esa experiencia llegará a Todos los evangelistas concuerdan, sin embar-
ser realmente el nuevo "pastor" de su pueblo. go, en recordar la triple negación de Pedro, que
En Galilea Jesús había dado los primeros pasos debió producir una impresión enorme en las comuni-
de su ministerio de anuncio de la salvación de Dios dades cristianas.
(cf. 1,9.14.16.39). También los discípulos reunidos La autenticidad de esta profecía de Jesús está
allí, después de su dispersión, volverán a comenzar asegurada por el testimonio directo que Marcos ha
con ánimo nuevo el camino en el seguimiento de recogido de la misma boca de Pedro.
Cristo resucitado (cf. notas a 16, 7). v. 31: insistía: el texto de Marcos subraya cada
Iré delante de ustedes: en el sentido de "iré antes vez más fuertemente el tono de una presunción
que ustedes"; es Jesús quien llama de nuevo y espera inconsciente de Pedro en sus dos frases reproducidas
a los discípulos, que lo habían abandonado, para que en este pasaje.
se dirijan allí donde El va a estar presente. Lo mismo decían...: sólo Marcos anota la adhesión
Por consiguiente, ninguna profecía interviene de todos los otros discípulos a las palabras pronun-
aquí, que haga pensar en un intento de reconquista ciadas por Pedro; por otra parte sólo Marcos había
de su tierra de parte de Jesús después de haber referido en la primera parte del pasaje la advertencia
reorganizado las filas dispersas de sus seguidores. de Jesús a todos los discípulos. El comienzo y la
v. 29: se escandalicen: la repetición del mismo conclusión del pasaje, por consiguiente, se correspon-
verbo del v. 27 pone aún más en evidencia la den en forma sorprendente, antes con el anuncio y
conexión entre la afirmación de Jesús y la respuesta luego con la comprobación de la debilidad de todos.
presuntuosa de Pedro. En el relato antiguo, antes
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REFLEXIÓN DE FE
v. 32: una propiedad, cuyo nombre es Getsemaní: Para una explicación más amplia del verbo "sen-
la palabra significa "lagar para el aceite". tir pavor", que es bastante característico en Marcos,
Ya en el versículo 26 Marcos había indicado cf. nota a 16, 4ss.
que Jesús se había dirigido "hacia el monte de los v. 34: mi alma está triste...: estas palabras reflejan
Olivos". el lenguaje de los salmos (cf. 41, 6.12; 42, 5), aunque
En/n 18, lss., se habla de un jardín "al otro lado aquí Jesús no se dirige a Dios, sino a los discípulos.
del torrente Cedrón, donde había un huerto en el v. 35: aquella hora: es la idea que llegará a ser
que entraron El y sus discípulos". un tema-clave en el evangelio de Juan como la hora
v. 33: tomó consigo a Pedro, Santiago y Juan: para la manifestación de Jesús; en el sentido cumpli-
sólo Marcos anota este detalle. miento final de una espera preparada durante largo
Son los mismos tres discípulos que ya habían tiempo, ella hunde sus raíces ya en Dn 11, 40.45.
sido testigos de otras experiencias fundamentales: En este sentido puramente escatológico encontra-
la resurrección de la hija de Jairo (cf. 5, 37), la mos la misma palabra en 13, 32. Reviste un valor
transfiguración de Jesús (cf. 9, 2) y el discurso semejante también la otra expresión de Me 1, 15:
escatológico (cf. 13, 3). "El tiempo se ha cumplido".
Ellos que habían visto un anticipo del poder y v. 36: ¡Abbá, Padre!: esta expresión, compuesta
de la gloria del Hijo de Dios, ahora son llamados a por el término arameo y por su traducción, no aparece
participar de cerca en su sufrimiento. en ningún otro texto de los evangelios, sino solamente
en las cartas de Pablo (cf. Rm 8,15 y Ga 4, 5).
Y comenzó a sentir pavor y angustia: al poner
en evidencia el efecto que se ha creado en el ánimo Incluso en consideración de la intimidad pro-
de Jesús por la perspectiva de su pasión y muerte, funda que ella expresa entre Jesús y el Padre, es
Marcos subraya fuertemente el aspecto humano de ciertamente verosímil que la palabra hebrea haya
su persona, que en este pasaje encuentra un espacio sido pronunciada por Jesús mismo y que luego
particularmente amplio (cf. Hb 4, 15; 5,7). haya entrado en el uso litúrgico con la añadidura
de la traducción griega.
En Mt 26, 37 se habla de esto en términos
mucho más matizados, mientras en el pasaje Ningún hebreo se dirigió jamás a Dios con esta
paralelo de Lucas no se hace mención de él. palabra tan familiar, que corresponde a "papá".
T
7. LA AGONÍA EN EL GETSEMANÍ: Me 14, 32-42 615
El Hijo del hombre: cf. nota a2, 10 y 8, 31. v. 42: ¡levántense! ¡Vamonos!: a pesar del com-
Va a ser entregado: cf. nota al v. 10. La frase portamiento de los discípulos en el Getsemaní,
que acompaña a este verbo explica lo que trae Jesús se los asocia siempre de nuevo casi arrastrán-
consigo el momento decisivo de la "hora". dolos detrás de sí, para hacerlos partícipes incluso
de esta última fase de su misión; sólo la experiencia
En manos de los pecadores: en forma diversa de
2,15 donde la palabra "pecadores" indica la gente directa del camino de Jesús hasta la muerte, podrá
que quebranta la ley entendida en sentido farisaico, hacerlos capaces de ser sus testigos por todo el
aquí, en forma muy semejante al uso que de ella mundo.
hace san Pablo, se refiere a los paganos y a aquellos Miren: la repetición de esta palabra a brevísima
judíos, que en su terquedad rehusan reconocer distancia expresa el acoso de las situaciones, que
las señales de la nueva presencia de Dios (cf. la se sucederán, como señal evidente de que ya ha
expresión paralela en 9, 31 y 10, 33). llegado la hora de los eventos finales.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
"Llegó la hora"
En la noche histórica de la lucha con Dios, Jacob, padre del nuevo pueblo, recibió
de Dios el nuevo nombre ("Israel", Gn 32, 23ss.). En esa noche decisiva de lucha con el
hombre, Dios recibefinalmentedel verdadero Israel su verdadero nombre: Abbá, Padre.
Es el punto más alto de la historia sagrada.
Este pasaje es el rayo de luz más poderoso que el evangelio arroja sobre la persona de
Jesús, la única ventana que se nos abre sobre su interior más íntimo, sobre el corazón de
su existencia: su relaciónfilialcon el Padre. Todo esto no se nos muestra con palabras del
evangelista, sino con el mismo testimonio de las palabras de Jesús, que se dirige a su Padre
en el momento más dramático de su vida.
Por el contexto nosotros los discípulos comprendemos también qué significa ser hijos
como Jesús e invocar a Dios como Padre. Significa saber "velar y orar", para que en la
"prueba" suprema, con la "fuerza" del Espíritu" sepamos "levantarnos" y entregarnos a su
"voluntad". Entonces llega también para nosotros la "hora" decisiva de la llegada del Hijo del
hombre (cf. 13, 33), el momento en el cual irrumpe el reino de Dios (1,15), y podemos con
toda verdad y plenitud dirigirnos a Dios con el nombre dulcísimo de "Abbá", porque somos
sus hijos. Pero si nosotros "dormimos", sin "orar", "débiles" porque estamos en la "carne",
y "caemos" en la tentación, permanecemos "sentados" dentro de nosotros, prisioneros de
nuestra "voluntad" y evitamos siempre ese momento decisivo de prueba que constituye la
"hora" de nuestrafiliación,en la cual nuestra voluntad se identifica con la del Padre.
Jesús vive en el huerto la agonía mortal del hombre que pasa de su voluntad a la
voluntad de Dios, que precisamente en ese momento se revela como Padre suyo porque le
da la fuerza de portarse como hijo al cumplir su misma voluntad.
El pasaje, modulado sobre las contraposiciones anteriores, gira totalmente sobre la
oposición Jesús-discípulos: se nos muestra la distancia infinita y siempre más creciente
entre el discípulo, que descubre que está lejos, lo alcance y, siguiéndolo, pueda estar
siempre allí donde está su Maestro.
Por eso es llamado siempre a velar, para acoger a su Señor que viene y está ante la puerta
(cf. 13, 29.33.37), precisamente en el momento de la prueba y del testimonio, en el cual el
discípulo debe cumplir la misma opción de su Maestro.
La hora de Jesús, que terminará en la luz plena del sol (16, 2), comienza en las tinieblas.
Hasta este momento era el tiempo de la acción (1,14-8,30) y de la previsión (8,31-13,37).
ACTUALIZACIÓN
La agonía de la fe
Es verdad que Cristo^murió por todos. Pero cada uno debe "saborear" la propia muerte.
Entonces se repite para Él en tono menor la misma lucha del Getsemaní. Pascal decía que
Jesús está en agonía hasta elfindel mundo. En efecto, su agonía se prolonga y se repite en el
drama de todo el que lucha por la causa de Dios, que se identifica con la causa del hombre.
En la agonía del cristiano continúa el misterio de Cristo: cada creyente y cada época reviven
la agonía del Getsemaní, de una manera más o menos intensa y con un éxito más o menos
positivo.
Pero llegará un momento decisivo, en el cual habrá un éxito de esta lucha que no es
ambiguo: será el momento de la verdad, la hora de la muerte. Allí cada hombre -y también
toda la humanidad- se encontrará en la misma situación que Jesús en el huerto: después
de perder todo apoyo humano, ya no quedará sino la fe desnuda en Dios. La misma
aceptación activa de la muerte es el hecho más grande y total de la fe. En ella cada uno se
abandona, en la pérdida de toda seguridad, al Dios que no se ve; el hombre encuentra su
sentido únicamente en Dios.
Frente al mal y a la muerte el hombre puede asumir las posiciones vanas e ineficaces
del estoico, del cínico, del resignado o del prometeo rebelde. De todos modos nada cambia.
O bien puede arriesgarlo todo por el Dios incomprensible: carece ahora de todo apoyo
humano, y encuentra en Dios su única consistencia.
Eso es extremamente difícil: es el fruto de la lucha más grande del hombre por la
libertad, en la cual uno es libre incluso de sí mismo y de todos por Dios. Esta es la verdadera
muerte de la fe. Es una muerte muy difícil, porque se realiza viviendo: es una muerte dura,
porque "hay que vivirla". El único que la cumple totalmente es Jesús. Nosotros podemos
tomar parte en ella sólo "fijos los ojos en Jesús, el que inicia y consuma la fe" (Hb 12,2).
Para todo justo llega la hora en la cual todo se decide, como para Jesús: es la hora en la
cual se abate sobre el justo todo el furor del mal, el cáliz de la amargura, de la insensatez y
de la misma muerte; es la hora del juiciofinalsobre el mundo culpable, con el cual el justo
es solidario y de cuyo mal sufre todas las consecuencias. Y sucumbe.
Es la hora de la tentación, en la cual se percibe claramente el propio fracaso y el de las
propiasfinalidadesjustas. Uno llega a encontrarse, como Jesús, en la incertidumbre acerca
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
El relato de la pasión en los sinópticos, así como en Juan, procede de ahora en adelante
con mucha mayor correspondencia, al menos en cuanto a lo sustancial de los acontecimientos
que allí se narran.
Al igual que en muchas páginas del evangelio, también aquí el texto de Marcos se mantiene
más al relato antiquísimo de la pasión muy probablemente de origen palestino.
También en este pasaje percibimos una estructura compuesta. La primera parte es lineal y
sobria (w. 43-46), y consta del breve relato del arresto de Jesús en el huerto de los Olivos: en el
texto de Marcos, más cercano al documento originario, no encontramos ninguna palabra de Jesús.
Los w. 47-52, en cambio, están constituidos por breves añadiduras, casi marginales, -el episodio
de la oreja que fue cortada, luego un dicho de Jesús y el episodio de un joven que huyó desnudo,
de lo cual los otros evangelistas no hacen mención-; se trata de tres elementos que se han formado
en contextos diferentes y fueron transmitidos aisladamente. Tal vez el mismo Marcos los incluyó
aquí en su forma originaria, que aparece confrontando estos versículos con ios pasajes paralelo
de Mateo, Lucas y Juan, donde encontramos ampliaciones y precisiones de origen posterior: en
efecto, en ellos se agregan algunas frases de Jesús en forma de diálogo con sus adversarios; Luca
y Juan precisan que un siervo fue herido en el oído derecho; Juan indica incluso los nombres de
que hirió y del que fue herido.
La primera parte del pasaje, la más antigua y unitaria, está centrada en la figura de
Judas. El horror suscitado en los primeros cristianos por su gesto traidor resuena todavía en
estos versículos. Aun con la ausencia de cualquier expresión de condena hacia Él, se denuncia
su complicidad culpable, cuya gravedad no disminuye por la convicción subyacente a todo
el pasaje (cf. v. 49b; y antes w. 21.27.36), según los cuales lo que estaba sucediendo era el
cumplimiento del designio que Jesús había acogido por amor a los hombres.
Pero en el conjunto del pasaje, como lo leemos ahora, domina la figura de Jesús, que
antes era un hombre débil e indefenso, poco a poco asediado y atado por una "muchedumbre"
amenazante que sale de repente de todos los rincones de ese huerto envuelto en tinieblas, y luego
es abandonado por todos los suyos y queda solo con el único apoyo de su fidelidad, puesta a
prueba en forma dolorosa, a Dios Padre.
En la experiencia al mismo tiempo de tanta debilidad y fuerza, Jesús encuentra una
profunda tranquilidad interior y la valentía de echar en cara a Judas y a los jefes del pueblo
su cobardía -"¡Han tenido miedo de arrestarme en el templo...!"-y de renovar su decisión de
entregarse hasta la muerte: "Que se cumplan las Escrituras" (v. 49): "¡Levántense, vamos!"
(v. 42).
v. 43: todavía estaba hablando: comienzo típico de Marcos y de la fuente antiquísima en la que
del estilo de Marcos, que sirve como conexión se inspira: no hay ninguna indulgencia hacia
entre esta parte y el pasaje del Getsemaní, que curiosidades propias de una crónica o biografía.
según parece no figuraba en el relato más antiguo. Juan precisará luego que el de la espada fue Simón
Judas, uno de los doce: la insistencia de esta Pedro y el herido fue uno de nombre Maleo.
precisión manifiesta el horror y la amargura de los La inutilidad de este intento de defensa o rei-
primeros cristianos al pensar en el comportamiento vindicación, que por otra parte a su modo muestra
de Judas. (Cf. ya en los w. 10 y 20). solidaridad con Jesús, la declara Marcos con el uso
Un grupo... de parte de los sumos sacerdotes: del término "oreja", que según parece indica la
probablemente se trataba de gente asalariada para parte inferior (el lóbulo) de la oreja.
apoyar la acción de lo que estaban dependientes del v. 48: como contra un salteador...: las dos frases
templo (cf. v. 47: "Al siervo del sumo sacerdote"); que aquí Marcos pone en boca a Jesús suenan como
la mención de los tres grupos juntos subraya la una doble denuncia: ante todo, denuncia -ésta se
responsabilidad común de todos los jefes judíos (cf. dirige también a los discípulos- de la incapacidad
también nota al v. ly a 8, 31). de esa gente de comprender la decisión libre de
v. 44: aquel a quien yo dé un beso: entre los Jesús de vivir sus opciones de amor sin limitaciones,
judíos era común la costumbre de un beso entre dispuesto a pagar con su persona hasta la muerte;
los rabinos y sus discípulos. En el gesto terrible de en segundo lugar, de su cobardía que los impulsa
Judas, casicomo en unaacción simbólica, seconcreta a obrar a escondidas (cf. 11, 18; 12, 12; 14, lss.).
su actitud interior; la intimidad aparente con Jesús También los otros evangelistas refieren en este
cubría su incapacidad trágica de comprenderlo y punto algunas palabras de Jesús: según Mateo, Jesús
de comunicarse con El. Anotamos que el mismo interviene para condenar el uso inútil de la espada
verbo se repite en el versículo siguiente, pero (cf. 26, 52-54); según Lucas, en cambio, lo hace
reforzado con una forma intensiva, para sugerir para sanar al siervo herido (cf. 22, 51); en fin, según
la imagen de que Judas haya estrechado a Jesús Juan, lo hace para reconfirmar la propia decisión de
fuertemente entre sus brazos. fidelidad al Padre (cf. 18,11).
Préndanlo: en el texto griego leemos el mismo v. 49: todos los días: se puede traducir también
verbo que aparece también en 3,21 con el significado "todo el día"; recordamos que, según el cuadro crono-
de "apoderarse" de Jesús para impedirle actuar y lógico de Marcos, Jesús se detuvo en Jerusalén sólo
que aquí viene a ser una palabra-clave del pasaje poquísimos días antes de morir (cf su ministerio en la
(cf. los w. 46.49). ciudad que se presenta en los ce. 11 -13).
v. 47: uno de bs presentes, sacando la espada: la Para que se cumplan las Escrituras: más allá de las
ausencia de los nombres es un rasgo característico acciones mezquinas de esa gente que parece dominar
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
APLICACIÓN A LA VIDA
"... Descubriré tu desnudez delante de ellos para que la vean toda (Ez 16, 37b).
¡Amén, si tú, Señor, quieres que tu Iglesia sea probada, para que se presente a tu
llamado fresca y limpia! No hay nada que decir ninguna excusa ni atenuante, si todos se
van. Pedro, en otra parte podrá incluso haber dicho: "Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes
palabras dé vida eterna" (jn 6, 68), pero en ese día no sólo él, sino todos hemos pensado
que tú sobre todo tuvieras gestos de perdición. Y los hechos, entre nosotros, notoriamente
valen más que las palabras.
¡Amén, si somos despojados; si también el último -la esperanza extrema- se escapará
desnudo! El ciego arrojará su manto para venir a tu encuentro y para seguirte. Nosotros
somos más que ciegos, envueltos en múltiples mantos: nuestra presunción, nuestro
dogmatismo, el orgullo, la arrogancia, los celos, la hipocresía'; los coqueteos con todo poder
cultural, político, económico, personal o de categoría.
Caiga entonces, con la última orla del lienzo, toda pretensión nuestra de salvación.
Al fin de cuentas es señal de tu presencia; es una señal de tu bondad el que hasta el
último escape desnudo y no suceda que los otros huyan por causa de nosotros.
Tu promesa no dejará de cumplirse por eso.
Antes bien, a través de esto, vendrá su realización.
Tú estás en lo profundo y estás dentro de estos hechos. Trabajan a tu servicio y no
lo saben aquellos de quienes decimos: "Nos causan el mal, nos devoran, sus manos nos
despojan y nos tienden asechanzas".
Hay que agradecer porque con una ironía sutil vuelves inútil nuestra maldad y nuestra
voluntad de combatir con las mismas armas a los "otros". Huiríamos con mayor angustia
-porque de todos modos huiríamos-, si hubiéramos cortado cabezas o matado gente. Y
huiríamos más aprisa.
Entonces que nos arrebaten las casas, los campos, las barcas y los anejos. Es doloroso,
sacudimos la cabeza y silban nuestras orejas, pero es una señal de que se continúa en este
seguimiento que nunca termina. ¡Tú no hagas caso a las protestas y sigue adelante!
Es difícil confesarte todavía algo y por eso lo hacemos in extremis: nosotros quisiéramos
valemos de las leyes y a veces también de la espada para que queden a salvo nuestros derechos,
tu santa ley y también las leyes un poco menos santas que protegen nuestros privilegios...
Por consiguiente, ¡quedamos sorprendidos por tu comportamiento que prescinde total-
mente de eso! ¿Pero también por una justicia mejor que la existente? ¿Por una humanidad
un poco menos desigual y conflictiva? Esto de inmediato, pero sobre todo: nos venía
incluso muy bien -desde un punto de vista ideológico al menos, si no desde el práctico-
REFLEXIÓN DE FE
53 Llevaron a Jesús ante el Sumo Sacerdote, y se reúnen todos los sumos sacerdotes,
los ancianos y los escribas.
54 Pedro lo siguió de lejos, hasta dentro del palacio del Sumo Sacerdote, y estaba
sentado con los criados, calentándose al fuego.
55 Los sumos sacerdotes y el Sanedrín entero andaban buscando contra Jesús un
testimonio para darle muerte; pero no lo encontraban.
56 Pues muchos daban falso testimonio contra él, pero los testimonios no
coincidían.
57 Algunos se levantaron para testificar en falso contra Él, diciendo:
58 "Nosotros lo oímos decir: Yo destruiré este Templo hecho por mano de hombre
y en tres días edificaré otro no hecho por manos humanas".
59 Y ni en esto concordaban sus testimonios.
60 Entonces, se levantó el Sumo Sacerdote y poniéndose en medio, preguntó a
Jesús: "¿No respondes nada? ¿Qué es lo que éstos atestiguan contra ti?".
61 Pero él seguía callado y no respondía nada. El Sumo Sacerdote le preguntó de
nuevo: "¿Eres tú el Cristo, el Hijo de Dios Bendito?".
62 Y dijo Jesús: "Sí, yo soy, y verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del Todo-
poderoso y venir entre las nubes del cielo".
63 El Sumo Sacerdote se rasga las túnicas y dice: "¿Qué necesidad tenemos ya de
testigos?
64 Han oído la blasfemia. ¿Qué les parece?". Todos juzgaron que era reo de muerte.
65 Algunos se pusieron a escupirle, le cubrían la cara y le daban bofetadas,
mientras le decían: "Adivina", y los criados le recibieron a golpes.
v. 53: llevaron: como ya lo hemos anotado en 1.16. 20), hasta el momento en que es clavado en la
la presentación del pasaje de la agonía en el huerto cruz: el uso de estos verbos crea un contraste muy
(vv. 32-42), durante la pasión Jesús "es llevado" de fuerte con el caminar de Jesús para ir a través de las
un sito a otro (cf. los mismos verbos también en 15, regiones de Palestina hasta pocas horas antes.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
La blasfemia
En toda la primera parte del evangelio la gente se preguntaba acerca de Jesús: "¿Quién
es éste?". En la mitad del evangelio es Jesús mismo el que, después de haber provocado la
fe en sus discípulos, comienza a explicarles quién es El (8, 29-31). Acalla de ese modo la
pregunta acerca de su identidad y comienza el estupor de los discípulos que no comprenden
su revelación. Pero en este punto del evangelio esa pregunta se vuelve a presentar de un
modo definitivo. Ahora lo interrogan a Él directamente, por vez primera. Y ahora, después
de haber dado con su vida y su palabra todos los elementos para comprenderla, mientras
está a punto de ser condenado, da su respuesta: Él es el Mesías, el Hijo de Dios, el Hijo del
hombre, el juez supremo precisamente mientras es conducido a la muerte.
ACTUALIZACIÓN
...Uno de los modos infinitos con los cuales traducimos en nuestra existencia esa
frase: "Todos juzgaron que era reo de muerte". A veces nuestra responsabilidad es menos
desprovista e ingenua, tal vez menos directa. O bien es también más clara y lineal.
Pero existe una condena de parte de todos: tal vez las palabras estén ausentes, y existen
los gestos precisos, las connivencias y las omisiones; sobre todo estas últimas.
De la desesperación y de la salvación nos salva el hecho'de que rara vez salen a flote los
cadáveres de nuestra injusticia.
Es difícil probar una experiencia nuestra y una culpa nuestra colectiva en ese vere-
dicto.
Es un tema netamente religioso y existe la tentación de la evasión: no sueño siquiera con
negar que Jesús es el Mesías, el hijo del Bendito.
La religión queda mal parada, si es cierto lo que dice Santiago, cuando habla de religión
pura y sin mancha ante Dios nuestro Padre y la entiende como un "socorrer a los huérfanos
y a las viudas en su tribulación y conservarse incontaminados del mundo" (St 1,27).
Nosotros dejamos que Jesús diga "palabras", y también nosotros decimos "palabras".
Nos parece también que somos más abiertos y tolerantes que esos fanáticos; menos
propensos a promover guerras de religión y, si tenemos que empuñar las armas, incluso
ideológicas, pensamos que tenemos que hacerlo por otros motivos.
Es difícil mostrar los camuflajes, desmontar las máscaras y las defensas tras las cuales
nos escondemos con astucia.
Es claro que nuestra presunta tolerancia es una defensa de nuestros derechos, una
trampa oculta que nos permite ser tolerados, aceptados y apreciados por lo que queremos
ser. Pero como la cosa se sitúa explícitamente sobre un plano de fe, como resuena en pleno
el evangelio y se trata de confesar que Cristo vino en la carne, decimos "blasfemia" o, con
nuestra moderación infame: "No exageremos".
O también decimos que no tratamos un tema religioso, que nos colocamos en otro
terreno. No nos damos cuenta con eso de que nos colocamos en la misma situación de
aquellos que pronunciaron históricamente la condena. Porque un punto esencial del
evangelio es que nuestra, lógica, nuestra esmerada separación (él-nosotros; sagrado-
profano) ha sido rasgada. Él superó los confines, invadió el campo.
REFLEXIÓN DE FE
La gloria del Señor, o bien: el exterior y el interior del vaso del mundo
La parábola de la alcachofa. Un día Satanás quiso echar a perder las alcachofas en un
pueblo donde todos se alimentaban casi exclusivamente con esa planta, para hacer que de
ese modo casi todos se precipitarán en la carestía y en la muerte. Entonces le pidió permiso
a Dios para arruinar las alcachofas. Después de obtener el permiso, para poder poner así
a prueba a los hijos del hombre, él comenzó con hacer marchitar todas las alcachofas del
pueblo. Pero cometió un error. Las hacía marchitar desde el exterior, de tal modo que,
como quedaba intacto el corazón, los habitantes de ese pueblo siguieron alimentándose
precisamente con la parte mejor de esa hortaliza.
Entonces Satanás se avispó. Hizo caer sobre la región un viento ardiente que reavivó la
parte externa de la alcachofa haciéndola más hermosa e hizo deteriorar su corazón con un
veneno poderoso. La alcachofa era hermosa a la vista, pero era mortal en su esencia, y así
la alcachofa fue la causa de la muerte de ese pueblo, que se había entregado con avidez a
devorar su alimento preferido. Así la apariencia externa y oficial de una civilización puede
matar a los hijos que confían en ella según los anhelos de su corazón.
Señor Jesús, nosotros creemos en ti precisamente cuando te manifiestas glorioso de un
modo opuesto a la gloria del mundo. Nosotros creemos en ti precisamente ahora, cuando
los hombres hacen oficial tu condena con todos sus arreglos que se manifiestan, como
son a menudo, mundanos. Y es precisamente ahora cuando tú confiesas abiertamente
tu gloria. Tú no fuiste condenado casi por casualidad y distraídamente. Tu muerte no
fue un incidente en el trabajo, un desacierto jurídico. Fue un proceso sellado con señales
de realidades oficiales. Señor, enséñanos a no creer en lo mundano ni en la gloria de las
propuestas fáciles, que se deslizan por los caminos del éxito, para creer en cosas más
v. 67: con Jesús de Nazaret: cf. también en 1, 24. Lucas no habla de una salida de Pedro del patio-,
tal vez es el uso popular de llamar a Jesús. En 16, 6 y esa es su primera salida falsa "fuera del patio" (v.
pstp anelativn adnuiere un valor teolócnco nartinilar 68b).
v. 68: ni sé ni entiendo qué dices: la frase, que v. 69: la criada: los otros tres evangelistas ha-
corresponde a una forma de juramento que se cen intervenir aquí otra u otras personas que inte-
usaba entre los rabinos, expresa el apuro de Pedro, rrogan a Pedro; así lo hará el mismo Marcos para la
tomado por sorpresa con esa pregunta. El intento tercera negación (cf. 70b).
de evasión, dictado por el miedo, viene a ser la v. 70: pero él lo negaba de nuevo: notamos el uso
causa de una negación cada vez más grave. del mismo verbo, como en la primera negación;
Salió fuera, al portal, y cantó un galh: esta frase pero aquí se coloca al imperfecto que por consi-
sonaría mejor al final del relato, seguida inmediata- guiente significa una repetición de actos. Mateo
mente por el v. 72, con la omisión de las primeras hace aún más graves las palabras de Pedro, al especi-
palabras -"Cantó un gallo por segunda vez"-, que es ficar que respondió "jurando" (cf. 26, 72), así como
una añadidura de Marcos para hacer concordar el relato también en la primera negación había agravado la
con el anuncio del doble canto del gallo anunciada en el situación, al precisar que Pedro "lo negó delante de
v. 30. Para obviar la congruencia de esta frase conclusiva todos" (cf. 26, 70a).
casi al comienzo del pasaje, algunos manuscritos, inclu- Además eres galileo: algunos manuscritos añaden:
so entre los más autorizados, la omiten, tal vez bajo el 'tu lenguaje te hace asemejar"; pero es ciertamente
influjo del texto de Mateo (cf. 27, 70), que en este punto una interpolación por influjo de Mt 26, 73.
no hace alusión al canto del gallo.
v. 71: La tercera negación es mucho más fuerte,
La forma como se expresan las tres negaciones en por cuanto es más explícita la tercera pregunta que
la redacción, que se desarrollan simétricamente bajo es dirigida a Pedro por parte de los presentes. El
varios aspectos, manifiesta la formación progresiva texto de Lucas es mucho más matizado, sin los dos
del texto, reorganizado luego definitivamente por verbos que indican la protesta airada del discípulo.
Marcos en la forma actual. Parece que se hayan unido v. 72: cantó un gallo por segunda vez: estas pala-
y se hayan yuxtapuesto relatos paralelos diferentes de bras muestran cuánto ha influido la profecía del v.
las negaciones de Pedro, y así han dado origen a una 30 en la composición de este pasaje de Marcos.
triple repetición del mismo episodio: esta repetición
Recordó lo que le había dicho Jesús: la impor-
fue acogida y reinterpretada por Marcos como tres
tancia de este pasaje es subrayada también por los
momentos diferentes de una negación cada vez más
términos usados que, teológicamente, en la tradición
clara y grave (cf. también el anticipo en el v. 30).
cristiana primitiva tienen un relieve fundamental: "el
Parece que también Juan admite la triple recuerdo" y "la palabra" que es el evangelio.
negación (cf. 18, 17 para la primera y 18, 25-27
Y rompió a llorar: la traducción de esta frase
para las otras dos).
puede variar -a menudo se lee: "Y comenzó a
De este modo se explica el hecho de que el pri- llorar"-, teniendo en cuenta la dificultad de inter-
mer canto del gallo no sacude en lo más mínimo pretar exactamente la construcción del texto griego,
al discípulo -notamos que Mateo, Lucas y Juan, no que se presenta con una expresión mucho más sen-
hacen ninguna alusión a un doble canto del gallo y cilla en Lucas y Mateo, idéntica en ambos.
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Conocerlo y reconocerlo
El hombre exitoso, el hombre arribista, rico y feliz (o considerado así) tiene un buen
patrimonio de personas que lo conocen: una larga fila de admiradores, al menos algunos
amigos verdaderos o presuntos y multitud de personas que lo admiran o lo envidian.
El pobre Cristo no tiene amigos, el marginado no tiene conocidos: parece incluso que
tenga el don de lograr ser invisible y de pasar inobservado. O bien tiene el privilegio de ser
conocido y escogido como clase. En la ciudad uno puede caer sobre el anden y ser pisoteado
sin que nadie lo vea. Basta tan sólo un revés, para que cualquiera se desplome en el limbo
de los anónimos desconocidos.
Es inútil considerar la cosa demasiado en términos de testimonio explícito y proclamado
de fe o de coherencia ideológica.
La comunidad de los creyentes, el individuo creyente reniega a Jesús, cuando no sabe y
no quiere descubrirlo encarnado en la realidad que vive, porque la situación lo desaconseja
y la propia responsabilidad percibida lo coloca prudentemente en estado de... defensa,
cuando, como Pedro, en realidad no lo reconoce porque nunca lo ha conocido. Aparecen
entonces centellas fulminantes de razonamientos sutiles, de "distingo" y de restricciones
mentales: de ese hombre nadie sabe nada y luego "¿qué tengo que ver yo con eso?".
Pero está muy claro que desde Caín en adelante el que no se siente "guardián" del
propio hermano, es porque ya lo ha matado (Gn 4, 9), donde el delito se consuma en
infinidad de maneras.
No se conocen las evoluciones sucesivas del hecho que se narra a continuación, pero
esa vez alguien se expuso, dijo que conocía y reconocía "ese hombre de quien hablan".
¿Se habla demasiado del psicólogo, y por lo general del individualismo? Tal vez. Pero
puede comenzar a decirnos algo, para nuestra confusión y esperanza.
"El Padre Joáo Bosco Penido Burnier era un jesuita misionero entre los Indios Bacairi
en la prelatura del Mato Grosso y coordinador regional del CIMI (Consejo Indigenista
Misionero) en la zona norte del Mato Grosso. La agresión sucesión el día 11 de octubre
de 1976 a las 19 horas.
El Padre regresaba de Santa Teresita (prelatura de Sao Félix, Mato Grosso) donde
había participado en la reunión "indigenista" anual de la misma prelatura. Al pasar por
Riberáo Bonito, caserío de la prelatura de Sao Félix y del municipio de Barra de Garcas,
fue invitado a acompañar al obispo Pedro Casaldáliga a la delegación local para reclamar
juntamente por la injusta detención y reclusión y las torturas, que dos mujeres del lugar
estaban padeciendo.
Ocho días antes el cabo Félix, de la policía militar del Mato Grosso, conocido en
la región por sus arbitrariedades y violencias, había sido asesinado por el señor Jovino
Barbosa a causa del encarcelamiento de sus dos hijos. La muerte del cabo provocó la llegada
al pueblo de Riberáo Bonito de un gran contingente de policía desde Barra de Garcas.
REFLEXIÓN DE FE
Aflojamiento
El llanto de Pedro es el aflojamiento de la dureza del corazón humano, que debe predis-
ponerse a la gran meditación central del evangelio, en el capítulo 15, donde se proclama la
dignidad de Jesucristo.
Esa dureza del corazón, como lo hemos visto en el huerto de los Olivos, acompaña y
puntualiza en el evangelio toda la manifestación progresiva de Cristo Señor. La dureza del
corazón es la incapacidad de reconocer la viveza de un amor divino presente en la fragancia
del pan entregado como un don.
Es esta dureza la que le impide a Cristo que se manifieste, al hombre en la fuerza salva-
dora, que es su cualidad como Hijo de Dios. El corazón duro es atribuido a todos nosotros.
Todo lector del evangelio, para meditar la pasión de Cristo, debe sentirlo dentro, debe
comprenderse en los apóstoles que, en el lago, son amonestados por eso gravemente (8,
14-21).
Aquí en el centro del evangelio, en el umbral de la contemplación del crucificado, la
confrontación entre la manifestación salvadora de Cristo y la impotencia humana para
comprenderlo se hace apremiante, y se apodera decididamente del pecho del lector. Entre
Cristo que se entrega y Pedro que abjura, está la lucha entre la luz divina que quiere
aferramos y las tinieblas del corazón que se cierran en nosotros mismos. La confrontación
carga todas las angustias, las miserias y la misma situaciónridiculade Pedro.
Los motivos que me impiden dejarme invadir por Cristo, luz y verdad, pueden real-
mente tener el mismo alcance que la criada habladora que confunde a Pedro. La agitación
de esta interlocutora nocturna es interrumpida bruscamente por la intervención perentoria
del gallo, que vuelve a llevar a Pedro a la realidad. La trivialidad cotidiana en la cual pueden
terminar miserablemente grandes promesas ideales como las de Pedro en el cenáculo,
nos hace decaer de nuestras presunciones. El llanto de Pedro es el aflojamiento de estas
esperanzas vanas que han naufragado ante la criada en el patio.
El corazón está endurecido por propósitos soberbios de poder y de gloria en los cuales
la palabra del hombre se fundamenta sobre la palabra del hombre. Un corazón de piedra
deberá transformarse en un corazón de barro cocido y al final se convertirá en un corazón
de arcilla. En él el artista divino imprimirá en la contemplación de Jesús Crucificado sus
promesas de salvación: "Les daré un corazón nuevo, infundiré en ustedes un espíritu nue-
vo" (Ez 36, 26).
Después del proceso ante el sanedrín los evangelistas, cada uno según la propia línea
teológica, pasan a narrar el proceso ante el procurador romano, Pilato, cumplimiento puntual
del tercer anuncio de la pasión (cf. 10, 33).
También aquí el texto de Marcos, en el cual se entrevé la huella más antigua de los relatos
de la pasión, se caracteriza por su gran sencillez, sin ninguno de esos desarrollos y ampliaciones
que luego entraron en la narración de los otros evangelistas.
Después de la introducción del v. I, todo el pasaje, redactado en dos escenas, la de Jesús
ante Pilato y la de Pilato ante la multitud -los Jefes del pueblo se hallan presentes en ambos,
pero no intervienen en el discurso directo-, se realiza alrededor de tres puntos de meditación:
límpida elocuencia del silencio de Jesús; el inocente siervo de Dios, golpeado y ultrajado; el
valor del sufrimiento que Jesús afronta por nosotros.
La meditación de la comunidad sobre estas últimas horas de la vida terrena de Jesús se ex-
presa a través de una insólita estructura literaria muy adecuada para involucrar en primera
persona a cualquier lector futuro.
En efecto, el pasaje consta de cinco preguntas, todas ellas dirigidas por Pilato a Jesús o ala
multitud, donde los interrogantes ponen en evidencia y en primer plano la personalidad mesiánica
de Jesús, ya proclamada anteriormente durante el proceso ante el sanedrín, y el significado
salvifico de su muerte a favor de todos los hombres pecadores, representados por la figura de
Barrabás.
El relato parece que se desarrolla totalmente en clave política, alrededor de la expresión
"rey de los judíos ": pero sobre el hilo de este malentendido sutil, o mejor de esta ironía candente
entre Pilato y los jefes del pueblo, corre la constatación amarga de la incapacidad de todos para
comprender la verdadera realidad de la persona y déla obra de Jesús.
La serie apremiante de preguntas y los gritos de respuesta de la multitud crean un contraste
fortísimo con el silencio de Jesús, que en toda esta escena tan movida pronuncia solamente
poquísimas palabras, al responder a la primera pregunta de Pilato.
Son sus últimas palabras antes de ser clavado en la cruz: son la más franca confirmación
-velada solamente para el que no quiere entender- de su misión como salvador, que ya está
realizando con el ofrecimiento de su vida.
Y en todo el resto de la pasión Jesús callará, para mostrar así su adhesión voluntaria al
cumplimiento del designio de salvación, precisamente a favor de aquellos que lo rechazaban
de un modo tan cruel.
Sería inútil querer buscar la exactitud histórica de los detalles de esta narración y su
correspondencia con el relato de los otros evangelistas. También aquí el texto del evangelio,
compuesto en forma de una representación dramática, motivada teológicamente, responde a
1 Pronto, al amanecer, celebraron consejo los sumos sacerdotes con los ancianos,
los escribas y todo el Sanedrín y, después de haber atado a Jesús, lo llevaron y lo
entregaron a Pilato.
Pilato le preguntó: "¿Eres tú el Rey de los judíos?". Y El respondió: "Sí, tú lo
dices".
Los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas.
Pilato de nuevo lo interrogó: "¿No respondes nada? Mira de cuántas cosas te
acusan".
Pero Jesús no respondió ya nada, hasta el punto de que Pilato estaba sorpren-
dido.
6 Cada Fiesta les dejaba en libertad a un preso, el que ellos quisieran.
7 Estaba en prisión el llamado Barrabás, junto con los sediciosos que en un motín
habían cometido un homicidio.
8 Subió la gente y se puso a pedirle la gracia que solía concederles.
9 Y Pilato les dijo: "¿Quieren que les suelte al Rey de los judíos?".
10 (Sabía que los sumos sacerdotes lo habían entregado por envidia).
11 Pero los sumos sacerdotes azuzaron a la gente para^que pidieran que les dejara
en libertad más bien a Barrabás.
12 Pero Pilato de nuevo les dijo: ¿Qué quieren, pues, que haga con el que llaman
el Rey de los judíos?".
13 La gente volvió a gritar: "¡Crucifícalo!".
14 Mas Pilato les decía: "Pues ¿qué mal ha hecho?". Y ellos gritaban más alto:
"¡Crucifícalo!".
15 Pilato, entonces, queriendo satisfacer a la gente, les dejó en libertad a Barrabás
y entregó a Jesús, después de azotarlo, para que fuera crucificado.
v. 1: al amanecer...: en el texto griego la frase Es redaccional -como lo son los insertos aquí y
comienza con la expresión "inmediatamente", que allí por el evangelista, para mostrar que los judíos ya
es típica de Marcos mediante la cual se retoma el desde haría tiempo habían decidido eliminar a Jesús
hilo de la narración del proceso interrumpida con (cf. 3, 6; 11,18; 12,12; 14,1). En ese caso parece que
la negación de Pedro. Marcos supone que haya habido una verdadera reu-
En el relato de Marcos, de quien depende Ma- nión nocturna del sanedrín, que se prolongó hasta la
teo, parece que se nos presentan dos sesiones del mañana, y presentada por él en los w. 5 5 - 6 5, de la cual
sanedrín, una de noche junto a la casa del sumo ahora con el v. 1 quiere referir la decisión conclusiva.
sacerdote, la otra por la mañana temprano. ¿O bien debemos entender este versículo como
Lucas 22, 66ss. y Juan 18, 12ss, en cambio, residuo de la antigua narración, de la cual se sirvió el
hablan de una sola reunión, por la mañana tem- evangelista, y que después del arresto y el episodio
prano según Lucas, sin ninguna indicación de tiem- de Pedro hacía alusión a la reunión del sanedrín por
po en el texto de Juan -pero existen indicios para la mañana temprano, o como lo atestigua también
pensar que él haya querido situarla de noche. Le 22, 6ss.? En ese caso Marcos, inmediatamente
En el intento de explicar la indicación crono- después del arresto de Jesús y el traslado a la casa
lógica de Marcos se ha discutido más en general del sumo sacerdote, habría introducido su ver-
acerca del origen del v. 1. sión del proceso redactada según una intención
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
v. 16: lossoldados: son las guarniciones militares en la derecha". Marcos describe con mucha viva-
que dependían de Pilato y estaban formadas por cidad -también los verbos se usan en tiempo pre-
gente de la Palestina o reclutada en otras regiones sente- la preparación de esta parodia.
del imperio. v. 18: ¡Salve, rey de los judíos!: la exclamación
Dentro del palacio, es decir, del pretorio: si se to-corresponde al saludo romano tradicional que se
man los términos literalmente, no se comprende la dirigía al emperador. El título, pronunciado aquí
proximidad de las palabras "pretorio" y "patio"; por los soldados en un tono sumamente burlesco,
probablemente la añadidura es un intento de expli- ya había sido usado antes incluso tres veces por
car la traducción griega imprecisa de una palabra Pilato, también con ironía (cf. w. 2- 9. 12); luego
aramea anterior (cf. la expresión más sencilla de será fijado en la parte alta de la cruz como "motivo
Mt 27, 27, donde se habla solamente de "pretorio", de la condena" (v. 26).
que por otra parte concuerda también con ]n 18, Con esta modulación insistente y sarcástica del
28. 33; 19, 9). título solemne "rey" atribuido a Jesús, el evangelio
De todos modos se trata de la residencia oficial pone en evidencia el contraste entre la verdadera
del gobernador romano, cuando venía a Jerusalén y realidad de Jesús y la incredulidad mezquina de los.
que se puede identificar con la torre Antonia, que hombres, que la hacen objeto de sarcasmo.
era una fortaleza construida en el ángulo norte- v. 19: En la descripción de la parodia, Marcos
oeste de los muros del templo o con una parte del incluye dos frases, que refieren las heridas y los
palacio de Herodes en el barrio occidental de la esputos que inflingieron a Jesús y que recuerdan los
ciudad. La incertidumbre de esta determinación malos tratos que había sufrido en el sanedrín (cf.
no permite precisar el recorrido a través del cual 14, 65). Tal vez el evangelista refiere aquí una frase
Jesús fue conducido al Gólgota. que originariamente pertenecía a ese episodio.
Toda la cohorte: era un contingente de soldados Así se evoca una vez más lafiguradel siervo que
formado por algunos centenares de hombres. sufre (cf. especialmente Is 50, 6).
v. 17: púrpura... una corona de espinas: el man- Se postraban ante él: en el Nuevo Testamento
to púrpura (cf. la visión de Is 63, 1-5) y la corona esta expresión indica la actitud de adoración. Aquí
son símbolos de la dignidad real. En Mt 27, 29, se se expresa la parodia de la adoración al César o a los
añade otro elemento, símbolo del cetro: "una caña soberanos orientales.
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
"Salve, oh rey"
Después del llanto de Pedro, el discípulo tiene los ojos purificados para contemplar a su
verdadero rey en aquel a quien los ojos del mundo consideran rey sólo por una triste burla.
Para verlo es necesaria esa sabiduría divina y misteriosa, que ningún dominador de este
mundo puede tener (cf. 1 Co 2, 7ss.) y que en cambio se les concede a los pequeños (cf. Mt
11, 2 5). En efecto, es indispensable "tener el pensamiento de Cristo", es decir, su Espíritu,
mediante el cual solamente podemos "conocer todo lo que Dios nos ha entregado como un
don". "El hombre natural", en cambio, no puede comprender: todo esto es "locura para
él" (cf. 1CO2, 12-15).
De aquí en adelante el relato del evangelio será aún más sobrio de lo que suele serlo.
Se expresa con pocas palabras, sin ninguna emoción. Es demasiado grande lo que se ve.
Aquí se está desarrollando la verdadera "pasión", en la cual Jesús es reducido a un puro
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Acertijo
La burla feroz y continua, se perfecciona y se profundiza con un estrago del cual con
dificultad tomamos conciencia en momentos de cruda verdad.
Al hombre todo se lo han hecho creer, todo se le ha hecho esperar, como si lo odiaran
a muerte:
que marchaba bien el proceso de industrialización; era necesario vender las cosas y los
campos, el padre, la madre y los hijos y las esposas para el reino de la industria;
luego se le dijo que todo estaba equivocado, que todo marchaba pésimamente: la
reestructuración, la caja de integración, la inflación, la falta de inversión, la desocupación;
que era necesario ir del Sur al Norte, que había demanda de mano de obra en América,
en Australia, en Alemania, en Suiza: buen salario, un trabajo seguro, una buena tajada de
la torta del bienestar;
luego se han constituido los "ghettos", las discriminaciones, los referendos "contra la
enculturación", las alcobas horrendas para los que duermen o los deshechos de las familias,
las abyecciones, la venta desventajosa de sí mismos, las separaciones inhumanas, bigamos
y viudas blancas;
que todos los hombres son iguales (incluso las mujeres), gente de todos los colores y
de todos los estratos sociales: bocas llenas, oídos atronados con la "igualdad de derechos
y de deberes", "justicia", "paz", "promoción", etc. Constitución, Derechos del Hombre,
Naciones Unidas, Año de la mujer;
luego las recriminaciones raciales, las selecciones y los privilegios, gente de color en
"reservas" apropiadas, negros y puertorriqueños de hoy (no los indios difuntos de ayer),
REFLEXIÓN DE FE
El siervo soberano
Desde el comienzo hasta el fin la Sagrada Escritura proclama a Dios como Señor. En los
primeros versículos del Génesis Él domina el caos, al comienzo del Éxodo, las fuerzas con-
fusas que oprimen al hombre. En lo vivo de toda la lucha entre las tinieblas y la luz, donde
la historia encuentra su desarrollo, Dios es proclamado como el único Señor "¡...se postren
ante Él todos los dioses!" (Sal 97, 7). En vano losfilisteos,después de capturar el arca, la
contraponen a su Dios Dagón. El ídolo quedará abatido y desmenuzado (í S 5,1 -4).
Dios creador es el Rey de su pueblo: "Yo soy el Señor, vuestro Santo,-el creador de
Israel, vuestro Rey" (Is 43,15).
El Dios de Israel afirma su dominio asombroso en lo vivo de la historia, que incluye mi
misma vida, para que también yo lo proclame hoy como Señor y Rey.
Las primeras comunidades cristianas no surgen enseguida alrededor de una predicación
que se desarrolla en toda su extensión, sino alrededor del evangelio de la soberanía del
Señor. La afirmación gozosa, llena de esperanza de la experiencia del Señor vivo, constituye
el núcleo de las antiguas asambleas cristianas. La oración de alabanza y de exultación y la
fracción del pan son momentos de vida que ligan a ellas todo el testimonio; ".. .llénense del
Espíritu. Reciten entre ustedes salmos, himnos y cánticos inspirados: canten y salmodien
en su corazón al Señor, dando gracias continuamente y por todo a Dios Padre, en nombre
de nuestro Señor Jesucristo" (E/5, 18-20). Como para Pablo, es precisamente frente a
"la sublimidad del conocimiento de Jesucristo, mi Señor" (Flp 3, 8), como la comunidad
encuentra la fuerza para considerar como una "pérdida" todo el resto.
La realeza de Cristo es principio de una existencia nueva y de una misión original
en el tiempo. A las fuerzas de condicionamiento y de poder del mundo, se propone un
dominio de naturaleza diferente: el de Cristo. ¿Doblará el hombre la rodilla para adorar
esa realeza?
Las tres profecías de la pasión fueron seguidas necesariamente, como lo hemos visto, de
afirmaciones de ambición y de poder de parte de los discípulos. Sin embargo, para nosotros
es necesario que sea Cristo quien se afirma.
Por nuestra salvación Él debe encontrar lugar en nosotros en lugar de los dioses falsos,
que se levantan cotidianamente contra Él, como el Dagón de los filisteos. Cristo debe
lograr superar divinamente el caos y las esclavitudes interiores que nos sumergen.
Para obtener este resultado supremo y admirable de salvación en lo vivo de nuestra historia,
de una manera coherente con toda su vida, Cristo se presenta en este pasaje en una realeza
sorprendente e imprevisible. Hará afirmar repetidamente sus atributos reales -que serán
también impresos en la cruz- por parte de los mismos hombres, que no quieren aceptarlo en
lugar de sus dioses falsos: "Se pusieron a saludarlo: Salve, rey de los judíos" (15,18).
Jesús realiza su afirmación real como un servicio supremo, al colocarse en la posición
del Siervo de Yahvé. En efecto, será declarado manifiestamente rey, ¡pero por burla! Así
queda oculto en el misterio de un pobre siervo su poder eterno de salvación.
Ya las últimas palabras del v. 15, después del proceso ante Püato, parecían cerrar la
narración de las escenas de la pasión que preceden las secuencias de la crucifixión.
Pero como lo hemos visto en el pasaje anterior, Marcos incluyó un breve paréntesis para
narrar la parodia puesta en escena por los soldados. Solamente ahora comienza el camino
hacia el Gólgota con la repetición de la frase delv. 15 (v. 20b).
Ponemos en evidencia ante todo en estas pocas palabras su origen antiguo y el valor teológico
del episodio brevísimo del Cireneo, que en el evangelio de Marcos es presentado con un esmero
sorprendente en el uso de las palabras y en la precisión de los detalles, que no encontramos en las
reelaboraciones sucesivas de la tradición evangélica, como se puede comprobar en los versículos
paralelos de Mateo y de Lucas.
En el evangelio de Juan no se hace ninguna alusión a este episodio tal vez para no dar
ningún pretexto a interpretaciones teológicas erradas, que estaban naciendo en ese tiempo entre
los gnósticos, según los cuales el crucificado no era Jesús, el Hijo de Dios -hecho considerado
como imposible e inaceptable-, sino este Simón de drene, que había sustituido a Jesús.
La limpidez del texto de Marcos nos transmite con una sencillez extrema la meditación de
los primeros creyentes que vieron en la fatiga del cirineo una imagen del "seguimiento " de Jesús,
hacia el cual nos introduce poco a poco el evangelio.
v. 21: a Simón de Cirene: debía ser una persona Que volvía del campo: no necesariamente se
cuyos hijos eran conocidos de Marcos y en los debe entender "del trabajo del campo": por consi-
ambientes cristianos a los que él se dirigía: en Rm guiente, de este pasaje no se puede deducir nada
16, 13 se menciona un cierto Rufo, que podría ser con respecto a la coincidencia o menos de la última
identificado con uno de estos hijos de Simón. cena de Jesús con la pascua hebrea.
Cirene es la ciudad norteafricana cerca de la A que llevara su cruz: los condenados al
actual ciudad de Bengasi donde vivían numerosos suplicio de la cruz debían llevar la viga horizontal,
judíos; este Simón no debe ser considerado nece- que luego se fijaba sobre el poste vertical que se
sariamente como un pagano. encontraba ya en el lugar de la ejecución.
Notemos además que es uno de los poquísimos El lenguaje que se usa aquí refleja las palabras
nombres propios que se recuerdan en el evangelio de 8, 34 acerca del seguimiento y, por tanto,
de Marcos: además de los nombres de los discípulos manifiesta claramente la intención teológica de
encontramos solamente otros dos en 5, 22 y 10, 46. Marcos. También Lucas subraya este significado y
añade "detrás de Jesús".
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN DE LA VIDA
REFLEXIÓN DE FE
Cireneo
Cireneo -se ha dicho- es aquel que a veces, sin saberlo ni quererlo, lleva efectivamente
la cruz. Puede adaptarse a esa cruz, aunque sea con dificultades.
Si yo medito los pensamientos del cireneo me doy cuenta de que ya no pertenezco
completamente al mundo de los verdugos que crucificaron a Jesús. Se abre para mí un
camino de salvación, lento y fatigoso como el de este portador imprevisto, pero también un
camino diferente del camino de todos los otros.
El cireneo, sin tener de ello una conciencia clara, comparte la dirección de Jesús.
Con un paso después de otro podemos meditar nuestra vida cotidiana siguiendo los
pensamientos del cireneo. ¿Acaso qué es para él y para mí esta cruz? ¿Qué caracteres lleva
en sí este encuentro con la cruz del hombre de Cirene, que viene de los campos para sus
quehaceres y se encuentra efectivamente con este "asunto" sobre los hombros? Se trata
de un acontecimiento improviso e imprevisto, no preparado, ni buscado ni elegido, ni
querido; no asumido en una perspectiva ni proyectado, ni programado. Tiene el carácter
de la sorpresa, de lo que emerge y sale afloteinoportunamente.
Se asemeja a lo que sucede por casualidad, a lo que fastidia por su falta de propiedad,
como cuando un niño dice una palabra fuera de lugar, que acaso todos piensan y nadie
expresa, como si en la escena de un teatro saliera uno que es encargado de la manutención,
en lugar de un actor.
En fin, es un disparate, es algo que le sucede a un campesino que llega a la ciudad.
Sin embargo, ese caso puede llegar a ser un acontecimiento del espíritu. Precisamente por
estos aspectos que lo sustraen y lo colocan fuera del cuadro en el que estoy pintando mi
autobiografía, en lugar de vivir solamente mi vida. Pero para que lo imprevisto, que me
aparta de la gestión del asunto de mi ser personal, se convierta en un hecho espiritual, es
necesario que, poco a poco, yo comience a comprenderlo. Es la meditación de la vida real
por contraste con la vida artificial, condicionada. Es vivir en su dirección verdadera que
es la de Cristo que acepta la muerte. Es la desalienación radical del discípulo de Jesús que,
siguiéndolo, aunque sea incierto y despistado, acaba por comprender su misterio.
Al final el cireneo "se convertirá" en el centurión y llevará mi meditación a una pro-
fundidad nueva. Tal vez fue el centurión el que impuso al cireneo que llevará la cruz y tal
vez al mirarlo comenzó junto con él esa contemplación que culminará en el v. 39 con el
grito: "Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios".
Ya con el episodio del cireneo (w. 20b-21) se ha abierto la última serie de textos de la
pasión, que conciernen a la crucifixión, la muerte y la sepultura de jesús.
El relato es muy descarnado y se formó sobre la base de una narración muy antigua,
dirigida a una comunidad convertida del paganismo, que sentía la exigencia de detenerse a
meditar sobre los últimos momentos de la vida terrena del Salvador.
En este pasaje distinguimos dos series de versículos: la primera (w. 22-27) -exceptuando el
v. 25, que es de carácter redaccional- presenta la crucifixión con un relato muy fiel a la antigua
tradición, caracterizada por un lenguaje muy sencillo y vivo: los verbos están en el presente
histórico, unidos con "y".
La segunda serie (w. 29-32) manifiesta una formación más bien compleja. Probablemente a
partir de las primeras y antiquísimas palabras del v. 29 ("Los que pasaban por allí lo insultaban "),
el cual seguía tal vez en seguida el v. 32b, que se refiere todavía a los dos ladrones, como el v. 27,
se ha desarrollado a lo largo de la tradición una doble versión del episodio de las injurias dirigida
contra Jesús, que en ambos casos se reducían al mismo desafío ofensivo y provocador: "¡Sálvate a
ti mismo bajando de la cruz!". Una versión jugaba acerca del dicho de la destrucción del templo
(w. 29ss.); la otra, tal vez posterior y peor, ironizaba sobre el título "rey de Israel", dejando así
aflorar la polémica acerca de la autoridad mesiánica de Jesús (w. 31ss.).
Es tal vez obra del evangelista el haber unido estas dos versiones.
El v. 28 -"Yse cumplió la Escritura que dice: Ha sido contado entre los malhechores"- no
figura en el texto; en efecto, está ausente en los manuscritos más importantes y normalmente
lo omiten las actuales traducciones del evangelio. Resulta ser una añadidura introducida por
algún copista, como cita de Is 53, 12 por imitación de Le 22, 37.
En todo el pasaje, aún sin la menor concesión a brotes de heroísmo, absolutamente ajeno a lo
relatos de la pasión, domina la soledad cada vez más avanzada en la que se encuentra Jesús, el
cordero manso que es esquilado, sin abrir la boca (cf. Is 53, 7): poco apoco él se siente más aislad
entre la multitud, despojado incluso por los otros dos que han sido crucificados con El.
El designio de Dios, al cual Jesús siempre ha correspondido voluntariamente con una
fidelidad a toda prueba, se está cumpliendo en su fase más importante -cf. el significado de las
citas frecuentes del Antiguo Testamento y de la división en períodos de tres horas de la última
jornada de la pasión.
Los hombres comprenden eda vez menos el camino a través del cual se está realizando la sal-
vación de Dios en el mundo: quisieran otro éxito, según sus expectativas de prestigio y de poder.
No se percatan de que el anuncio gozoso del evangelio es tal, precisamente porque implica
la superación de las tendencias mundanas, que ignoran la entrega hasta la muerte.
v. 22: al lugar del Gólgota...: es la transcripción describirlo con tonos dramáticos, sino describiendo
de nuestro alfabeto del término arameo, que los los diferentes tipos de personajes que se movían en
evangelistas se apresuran a traducir por "lugar de torno a la cruz.
la calavera", tal vez por la forma semejante a un Para el modo de crucifixión cf. nota al v. 13.
cráneo. En los textos evangélicos no hay ningún Y se reparten sus vestidos...: la que debía ser
indicio que haga pensar en una colina. una praxis normal de los soldados a los pies de un
El nombre "Calvario", que luego se volvió crucificado, que es interpretada como el cumpli-
más familiar, deriva de la traducción latina de los miento del Sal 22,19, el salmo que, con los cánticos
evangelios. del siervo que sufre de Isaías, constituía para los
Era un lugar situado fuera del recinto de la primeros cristianos el punto de referencia bíblico
ciudad, porque estaba destinado a las ejecuciones más explícito para comprender la pasión del
capitales, donde aún hoy está situada la antiquísima Señor.
iglesia del santo Sepulcro. Una leyenda tardía En ]n 19, 24 se tiene la distinción entre el sor-
quiere que allí estuviera sepultado el cráneo de teo de la túnica y la repartición de las otras prendas
Adán (cf. el paralelismo entre Adán y Cristo en del vestido, interpretando así la doble expresión
la teología de san Pablo, en Rm 5, 12ss.; lCo 15, del salmo que responde sencillamente al estilo del
21ss. 45ss.). paralelismo de la poesía hebrea.
v. 23: vino con mirra: era un narcótico que v. 25: era la hora tercia: es decir las nueve.
contenía resina, que se ofrecía a quienes estaban a Esta indicación de tiempo, correspondiente a las de
punto de morir, según una costumbre antigua (cf. los w. 33ss., es ciertamente tradicional; en su preci-
Pr 31, 6). sión es una característica de los relatos de la pasión y
Con base en Sal 69, 22, que con la imagen de tiene valor teológico, por cuanto refleja esquemas de
esta bebida expresa las tribulaciones del justo, Mt catequesis o de liturgias de la pasión en la comunidad
27, 34 sustituye la mirra con la "hiél" y Marcos en cristiana de Roma.
el v. 36 (cf. Mt 27, 48) menciona el vinagre. En este sentido no vemos ningún contraste con
En la negativa de Jesús tal vez hay que leer la las indicaciones diferentes de/n 19,14.
afirmación de que Él quiso vivir hasta el fondo de v. 26: la inscripción...: según la costumbre
la manera más consciente incluso la experiencia de romana la inscripción colocada sobre la cabeza del
la pasión. condenado, declaraba el motivo de la pena capital.
v.24: lo crucifican: es impresionante la sobriedad En estas palabras que sustancialmente son idénticas
con la que el evangelio habla de este momento en los sinópticos, se lee tanto la aceptación de parte
terrible. No nos detiene sobre el sufrimiento físico de Pilato de las acusaciones de los judíos contra
que debía ser tremendo: se pone el acento sobre el Jesús, así como el desprecio por tales cuestiones;
sufrimiento moral de Jesús, pero también aquí sin tan cierto es esto que los judíos protestan al verla
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
"Veamos y creamos"
Después del primer versículo a Jesús ya no se le nombra. Ya no tiene nombre; es
simplemente "él", el solo, el que lleva el nombre de todos los justos que lo han precedido
y lo seguirán, crucificado por el mal del mundo. Él es todos, ninguno y uno concreto,
reducido por todos a no ser nadie. Reaparecerá, con su nombre único, en los dos grandes
gritos en la cruz (w. 34.47), en el silencio piadoso del sepulcro (v. 43; 16,1) y en el anuncio
de la resurrección (16, 6).
Lo llevan al Gólgota (v. 22), el lugar de la calavera. Allí una tradición cristiana colocará
la tumba de Adán, el primer hombre: sobre su calavera germinará el hombre nuevo,
levantado sobre el árbol del conocimiento y de la vida de Dios, que el hombre viejo buscó
en vano, al proporcionarse la muerte.
Le ofrecen vino y mirra (v. 23), una bebida anestésica que Jesús rehusa. En efecto,
beberá hasta las heces el cáliz del furor (Sal 75, 9), el cáliz amargo de la violencia (v. 36;
cf. Sal 69, 22) que Dios transformará luego en cáliz rebosante de salvación y de delicia (cf.
Sal 116,13; 23, 5; 16, 5). Adán quiso saborear el fruto que lo habría de hacer semejante a
Dios. Jesús saborea hasta el fondo el cáliz de muerte del hombre, en la insensatez del justo
que es llevado a la muerte.
Luego lo crucifican (v. 24a). A pesar de todo el horror que acompañaba este tipo de
muerte, aquí encontramos solamente una alusión rápida con estas palabras escuetas. A
diferencia de las otras formas de ejecución capital, en que la muerte viene del exterior e
interrumpe de improviso la vida, la crucifixión lleva a una muerte lenta desde adentro,
que es vivida hasta el fondo: en efecto, el crucificado se yergue sobre los brazos y respira,
hasta cuando muere por asfixia en el momento en que ya no es capaz de erguirse en la
lucha contra la muerte -muerte precisamente sólo cuando en él se ha apagado el fuego de la
/
680 84. LA CRUCIFIXIÓN: Me 15, 22-32
él es Dios y no hombre. Por eso el cristiano que no ve y no cree en el Dios crucificado,
blasfema. En efecto, Marcos, precisamente al comienzo de la burla al Crucificado, no
llama insulto, sino "blasfemia" (v. 29) la propuesta de hacer bajar de la cruz al crucificado.
Es la blasfemia que también nosotros pronunciamos, cuando desprendemos a Cristo de
la cruz y noreconocemosallí su divinidad. Por consiguiente, no fue Jesús quien blasfemó
ante el sanedrín (14, 64), cuando se proclamó Mesías, Hijo de Dios y juez supremo: en
verdad el que blasfema es el que no ve ni cree que Cristo Hijo de Dios y juez supremo es
precisamente el nazareno crucificado. El que no ve y no cree esto, blasfema contra Dios,
que es amor, porque no ve ni cree en la demostración del amor que él nos tiene.
Ya la cruz va invirtiendo todos los juicios.
La cruz es ciertamente "escándalo y locura" para todos los hombres, indistintamente.
Pero, para el que "ve y cree" en ella el amor del que ha llevado sobre sí el mal del mundo para
salvar al hombre, ella es "fuerza y sabiduría" de Dios, de ese Dios cuya locura es más sabia
que los hombres, y cuya debilidad es más fuerte que los hombres (cf. ] Co 1,18-25).
La cruz es el gran misterio que se ha de contemplar siempre. Sólo en ella llegamos a ser
sabios con la verdad única: la impotencia de Jesús, primero, y luego la de todos aquellos
que lo seguirán, revela la fuerza de Dios que es amor. El amor, mientras más fuerte es, más
hace débiles y vulnerables.
Los discípulos son aquellos que, al caer en la misma suerte, hacen de la expresión
irónica de la masa y de los jefes su profesión de fe: Cristo, Salvador y Señor, es el hombre
crucificado Jesús, llevado a la muerte como blasfemo y subversivo.
Esta locura es su sabiduría que nunca es comprendida.
Esta ignominia pública es la prueba del Dios que salva. Sólo el amor que conoce todas
las ignominias, es la fuerza de Dios.
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Inaceptable
¡No hay salida! Por más que se busque salir, uno se encuentra sustancialmente en la
situación de esconder nuestra incomprensión, nuestro terror y nuestra desilusión, o en la
injuria, en la burla feroz, o en la negación, en la remoción.
Si Dios es sastre, hace remiendos pésimos. Y los remiendos que coloca empeoran las
rasgaduras.
No comprendíamos a un Dios que no rindiera cuentas del dolor, de las injusticias,
de la muerte: ¿cómo podemos comprenderlo cuando va a terminar en la cruz, vencido
por la maldad, sacrificado por la violencia? ...porque en todo esto Él ha entrado y se ha
comprometido.
No es posible aceptar todo esto, cuando se sabe que significa involucrar millares de
personas, que viven, que aman, sufren, vibran, son pisoteadas, no comprenden, mueren:
involucrar a la persona que amas; involucrarte a ti mismo. Los creyentes, como interesados
directos, han ocultado la cruz como una vergüenza de familia, como el perjuicio de un hijo,
como un pecado oculto. Peor que la cruz de madera en la cual fue clavado Jesús, el símbolo
de la cruz se dice que se dio a conocer sólo en el siglo tercero. Y una de las primeras cruces,
trazadas en un grafito de Roma, lleva un crucificado con la cabeza de un asno.
Porque es todavía pasable, incluso heroica, la hazaña que implica la lucha titánica hasta
el sacrificio de la vida: pero la injuria, la burla hiriente, el repudio, el fracaso, el abandono,
precisamente la muerte en la cruz, no se puede aceptar. No lo permite la religión, que
quiere salvar a Dios; no lo admite una razón sana, que quiere salvar al hombre.
Entonces -en otras palabras- es necesario ser necios para hacer lo que Dios cumplió
en Jesucristo, lo que ha pedido que el creyente emprenda; necios o talmente "estúpidos",
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REFLEXIÓN DE FE
El centurión (I)
El relato se encamina hacia su culminación del v. 39, que condensará en una palabra
todo lo que el evangelio quiere decir: "Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios".
Ahora esta palabra la dirá el centurión. Por consiguiente, podemos ya mirar la escena con
los mismos ojos de este pagano, que expresará con un grito la sorpresa de la humanidad
frente a la muerte de Cristo, que es el evento resolutivo de toda la historia.
El centurión está "frente" a Jesús en el momento de su muerte (v. 39). Pero eso supone
que él se haya colocado progresivamente al frente y que tal vez comenzó de algún modo a
contemplarlo desde el encuentro que le proporcionó Pilato al entregárselo, para ir hacia el
Calvario (v. 15).
Contemplemos entonces los acontecimientos con este centurión para llegar con él a
confesar el misterio del hombre-Dios en la cruz.
Al igual que el cireneo, también el centurión comienza progresivamente a "percatarse"
de Jesús, a distinguirlo por su actitud entre todos los otros, a moverse en una dirección
opuesta a la de los verdugos de Jesús, confesando su divinidad en el momento en que ellos
consuman su delito.
Entonces la contemplación nos invita a disociarnos de la persecución a Cristo que todos
realizan en coro. Cada uno en el relato se deja llevar por la corriente opuesta a la verdad que
es Cristo, que se mueve hacia la cruz.
En una especie de manifestación todos se hacen arrastrar. Emergen en cada uno las
tendencias malignas de la carne y se imponen ante Jesús. El centurión contempla así a los
soldados que continúan el vicio del juego, jugando con los dados a suerte las vestiduras de
Cristo, los sabios apelan a sus seguridades, los poderosos sacuden la cabeza, los detentores
de la verdad que quieren recibir de Cristo un último golpe de verdad si baja de la cruz.
También nosotros tratamos de colocarnos en esta escena admirable y terrible. Estamos
involucrados hasta tal punto que dudamos seriamente de nuestra manera de comportarnos
con el Señor. Comienza, en la contemplación, a aflorar la sospecha de que nos encontremos
ante la verdad crucificada y somos invitados a no incluirnos apresuradamente entre los
justos, porque, en verdad, el cireneo y el centurión son solamente dos.
33 Llegada la hora sexta, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona.
34 Y a la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: "Eloí, Eloí, ¿lema sabactaní?", -que
quiere decir- "¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado?".
35 Algunos de los presentes al oírlo decían: "Mira, llama a Elias".
36 Alguien corrió, empapó una esponja en vinagre y, sujetándola a una caña, le
ofrecía de beber, diciendo: "Dejen, vamos a ver si viene Elias a descolgarle".
37 Pero Jesús lanzando un fuerte grito, expiró.
38 Y el velo del Santuario se rasgó en dos, de arriba abajo.
39 Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa manera,
dijo: "Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios".
v. 33: llegada la hora sexta (el mediodía): cf. la Ls23,46y/n 19,30, refiriéndose también al Anti-
nota al v. 25; así también para la indicación "A las guo Testamento, ponen en boca de Jesús palabras que
tres" del versículo siguiente. hacen evidente sobre todo este aspecto de abandono
Hubo oscuridad sobre toda la tierra: la entona- en Dios y de fidelidad a la misión ya cumplida.
ción apocalíptica del versículo nos hace encontrar La cita del salmo se expresa según la trans-
en estas palabras un cumplimiento de los fenó- cripción del original arameo, pero con variantes
menos que en 13,24 estaban indicados como caracte- derivadas del texto hebreo. El malentendido de los
rísticos del momento final y decisivo de la historia presentes, que reconocen en el grito de Jesús una
humana. invocación a Elias (v. 35), es poco comprensible
Ya en los textos de los profetas la oscuridad acom- en el texto de Marcos que dice "Eloí" (versión
paña las visitas de Dios (cf. Am 8, 9). En el mundo aramea), mientras resulta plausible en el de Mt 27,
antiguo circulaban leyendas sobre el crecimiento del 46 que tiene el término hebreo "Eli" (que tal vez
sol al morir algún personaje célebre. corresponde mejor al dicho original).
Por este motivo nos parece totalmente ocioso Al igual que en otros casos, también aquí Marcos
preguntarse si aquí el evangelista quiere referirse a traduce la expresión aramea colocando a su lado el
algún fenómeno natural. texto griego según la versión de los LXX ligeramente
También la extensión del hecho debe inter- modificada.
pretarse no en sentido geográfico, sino teológico, En el marco de esta interpretación de palabras
es decir, como anuncio del valor de la muerte de de este salmo, pronunciadas por Jesús, manifiestan
Cristo por todos los hombres. su esperanza contra toda esperanza.
v. 34: con fuerte voz: en el texto de Marcos la Aplastado por la angustia mortal y bajo el
fuerza del grito de Jesús en la cruz (cf. también en influjo de la tentación de desconfianza en su Dios,
el v. 37) es al mismo tiempo señal de su enorme Jesús halla la fuerza para afianzar su plena adhesión
sufrimiento y de su victoria sobre las potencias del a su voluntad (cf. el pasaje de la agonía en el huerto
mal y de la muerte. Este último significado puede en 14, 32-42).
ser tanto más plausible, si pensamos que los crucifi- vv. 35ss. La historia de la formación de estos
cados morían exhaustos por asfixia y que en Marcos versículos es más bien compleja.
se menciona únicamente el grito inarticulado de los Probablemente ellos derivan de la combinación
demonios derrotados (cf. 1, 26; 5, 7). de dos tradiciones: una concierne a las personas
La comunidad al leer allí este profundo signi- presentes, que en gran parte eran judíos (w. 35 y
ficado teológico, sintió en el grito de Jesús el 36b), que se burlan de Jesús, y pronuncian las dos
comienzo de la oración del Salmo 22, que es pro- frases irónicas (cf. Mt 27, 47 y 49); la otra concierne
puesto por entero como clave de lectura de la muer- a la historia de un soldado compasivo, que le ofrece
te de Jesús en la cruz. a Jesús una bebida (cf./n 19, 28ss.), y ese gesto luego
El salmo expresa ante todo la fidelidad irre- se interpretaría como un ultraje (cf. Le 23, 36).
movible del justo que sufreen su Dios, precisamente En la redacción actual del texto podemos
cuando parece que todo debe derrumbarse. constatar que de la cita del salmo nace el tema para
SlGNIfTCADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
La prueba extrema
El cuerpo martirizado de un niño, arrollado, se halla al borde de la calle. Hay incerti-
dumbre y el arresto momentáneo de la serpiente de máquinas, silencio y rostros alargados,
en la toma de conciencia...
Cada vez más se nos quita el contacto directo con la muerte. Se tiende a cerrar "el
esqueleto en el armario". Más que por un miramiento a la sensibilidad humana del que
Así se realizan aún experiencias extremas en las cuales el abandono del Padre y, por otra
parte, la protesta de la fe más pura atraviesan la carne del hombre.
Un vértice altísimo es esta carta de un hebreo que murió en el gheto de Varsovia en
1943.
REFLEXIÓN DE FE
El centurión (II)
En el grito del centurión culmina el anuncio del evangelio de Marcos no como excla-
mación de asombro frente a una manifestación divina de poder, sino como eco al grito
de Cristo que muere. "Pero Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró" (v. 37). El dolor de
Cristo es el dolor del mundo: el sufrimiento espiritual en una carne humana. Pero todo
S es transformado en un don de amor de tal modo que el centurión lee allí la realidad del
evangelio de Cristo: "Al ver el centurión, que estaba frente a él, que había expirado de esa
manera, dijo: 'Verdaderamente este hombre era Hijo de Dios'" (v. 39).
Es el dolordel hombre-Dios que abre al centurión el camino hacia la contemplación
plena. Cae en Él toda vacilación al ver que aquel, traspasado, todo lo sufre al entregarse. Es
un dolor abierto al mundo, que no se repliega mínimamente sobre sí mismo, sino que se
expande hasta el final, a lo largo del camino de la compasión. La misericordia que brillaba
ya en la multiplicación de los panes se expresa ahora completamente. Esa benevolencia
que provoca los milagros obtiene ahora la manifestación suprema, viene a ser el Ser de la
cruz que se entrega. Jesús no obra aquí los milagros sobre el mar, sobre los peces, sobre los
ciegos o sobre los leprosos; realiza el milagro nuevo en sí mismo. Queda totalmente abierto
al mundo en el mismo momento en que muere, cuando toda carne se refugia gimiendo en
la propia enfermedad.
Los brazos del Crucificado abiertos en la muerte indican el culmen divino de Cristo.
Es el traslado en la carne de una palabra celestial. Los brazos abiertos de Jesús destruyen la
muerte que encierra a todo ser creado y abren al centurión y al creyente un nuevo horizonte.
La vida toma sentido a partir del dolor, e incluso de la misma muerte.
El centurión es el primero, en el evangelio de Marcos, que se deja abrazar por este
hombre. En verdad él acepta el abrazo de Dios.
El evangelio nos ha llevado afijar nuestras miradas sobre jesús crucificado en una contem-
plación sin fin.
Los pocos versículos que siguen, al final de este capítulo y al comienzo del siguiente, fluyen
casi en sordina, como andrajos de relatos añadidos allí, siempre centrados en Cristo muerto en
la cruz, que más allá de toda palabra dicha, sigue siendo el centro de la escena.
Es un modo tan eficaz para concluir el texto del evangelio, que, como lo veremos, de la
contemplación de jesús muerto se pasará al amanecer del nuevo futuro, que se abre de par en
par sobre el horizonte, en virtud de la continuidad íntima que existe entre la muerte en la cruz
y la resurrección de Jesús.
Cada uno de los tres pasajes en los que agrupamos estos versículos, refuerza en su camino
los elementos de presentación y de espera, casi a través de un lento emerger, de un modo todavía
vago e incierto, de la esperanza que brota necesariamente de la profesión de fe pronunciada a
los pies de la cruz.
Los w. 40ss. suenan como una añadidura del evangelista para pasar al relato de la
sepultura y del anuncio de la resurrección. Más precisamente se trata de un anticipo de lo que se
dirá, tanto por el sentido de espera que allí se respira -las mujeres "que estaban mirando desde
lejos" y las que "habían subido con El ajerusalén"-, como por la indicación de los nombres de
las mujeres que serán las primeras testigos de lo que iba a suceder (cf. v. 47 y 16, 1).
Los discípulos realmente han desaparecido, pues son presa del miedo y de la desilusión más
amarga.
Sólo estas mujeres aseguran la continuidad del seguimiento al ir tras jesús con la duda
acerca de quién sea El y seguirlo en la certeza de la fe.
40 Había también unas mujeres mirando desde lejos, entre ellas, Marfa Magdalena,
María la madre de Santiago el menor y de Joset, y Salomé,
41 que lo seguían y le servían desde cuando estaba en Galilea, y otras muchas que
habían subido con él ajerusalén.
v. 40: unas mujeres: estas mujeres, aunque con que de ella fueron expulsados siete demonios; pero
alguna variante, se nombran también en los dos no se tiene ningún elemento para identificarla con
pasajes siguientes (la sepultura y la resurrección), y "la pecadora" de Le 7, 37, como lo hizo una tradi-
señalan así una unión característica en la parte final ción occidental tardía.
del evangelio. Se nombran tres. La otra María se indica como la madre de San-
María Magdalena (Magdala, aldea a orillas del tiago y Joset: parece que aquí Marcos unió las dos
lago de Tiberíades) que se menciona también en el indicaciones diferentes que se leen en el v. 47 (de
v. 47 y en 16, 1; en Le 8, 2 (y en Me 16, 9) se dice Joset) y en 16, 1 (de Santiago) -era común entre
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
"Unas mujeres..."
Después de que Jesús entregó su vida, se habla de "unas mujeres". Ya cuando ha con-
cluido la primera parte de la vida de Jesús, con estas mujeres se da comienzo a la nueva
etapa en el discípulo. Desde aquí se abre el "evangelio", es decir, el anuncio gozoso del
camino de la vida abierto a todo hombre que sigue el mismo itinerario de Jesús.
En efecto, de estas mujeres se dice que cumplen todas las exigencias de Jesús acerca del
discipulado; ellas "seguían" (cf. 1,17. 20; 2,14; 8, 34; 10, 21) a aquel que los "precede" a
todos (cf. 14,28; 16,7) desde "Galilea" (cf. 1,14; 14, 28; 16,7), le "servían" (cf. en especial
1, 31; 10, 45), y habían "subido" "con Él" al "monte" (cf. 3, 13; 9, 2; 10, 31; 14, 32), en
Jerusalén, hasta el Gólgota. En estos términos: "seguir", "servir", "subir", estar "con Él",
"sobre el monte" se resumen todas las características del discípulo: en un solo renglón
tenemos el concentrado de todas esas exigencias sobre el seguimiento que están esparcidas
aquí y allí en todo el evangelio, y constituyen su misma trama.
El fundamento de su seguimiento está en el hecho de que "contemplan" lo que ha
sucedido en la cruz. No existe otro origen del seguimiento sino el de estar junto a la cruz,
"frente" a Jesús que muere, como el centurión (v. 39). Sólo de allí nace la profesión de fe
práctica que lleva a conocer, reconocer y seguir a Jesús.
Esta enumeración de tres mujeres "María Magdalena, María de Santiago el menor y
de Joset, y Salomé", las primeras de un cortejo imponente exclusivamente femenino, "¡y
muchas otras!", concluye la larga serie de mujeres del evangelio: desde la suegra de Pedro
que "los servía" (1, 29-31), hasta la hija de Jairo y la hemorroísa que experimentan la
fuerza de su "toque" (5, 21 -43); desde la cirofenicia que capta el significado universal de
la liberación del "pan" partido y reducido a migajas (12, 38-44), hasta la mujer de Betania,
que deja derramar el perfume del evangelio ya al comienzo de la pasión (14, 3-9). Estas
mismas mujeres concluirán el evangelio, o mejor lo comenzarán, como encargadas de llevar
el mensaje de Cristo resucitado (16,1-8). Es interesante anotar que, como toda la actividad
pública de Jesús está incluso entre el milagro de la suegra de Pedro que encarna su espíritu
de servicio y la pobre viuda que como él "entrega toda su vida", así también el evangelio
de la muerte-resurrección de Jesús está incluido entre la unción de la mujer de Betania y
estas mujeres, las cuales, progresivamente, como testigos de la muerte, lo acompañarán a
la sepultura y tendrán la sorpresa de la resurrección. Es también interesante anotar que los
apóstoles, incluso los tres elegidos como testigos de la agonía y de la transfiguración, están
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
"¿Estabas tú allí?..."
Se debe hablar de este tema, probablemente, con calma, porque junto a la cruz no es
bueno litigar y tratar cuestiones de prestigio. Pero tenemos que hablar de las mujeres.
Para que los hombres se avergúencen y con eso se salven.
En efecto, han desaparecido del horizonte los discípulos varones y se puede incluso
pensar que el último simpatizante haya dejado el extremo andrajo de decencia con la
sábana, en el episodio del huerto. Sin hacer del feminismo o del antifeminismo un tema de
conversación, el hombre es más propenso a perder la paciencia y el valor, mientras la mujer
debe sostenerse con tenacidad. El evangelio dice el nombre de algunas y habla de "muchas
otras" que habían subido a Jerusalén con El.
Es una especie de... victoria de grupo.
Ellos "estaban allí".
Los instruidos no están a la vista. Están pensando; también porque los datos
cronológicos o históricos, los hechos, son casi "irrelevantes acerca del sentido del hecho".
Los hombres fuertes están ausentes: han hecho análisis más correctos.
Los hombres sabios, los que están más apegados a las tradiciones sanas y nobles, están
en casa, sobre sus sillas cómodas.
El que está en la prudencia de la administración, claramente ha descubierto desde hace
tiempo que la opción era una pérdida, y que todo era un fracaso y ha descargado la causa
y la persona.
En cuanto a los sensibles, están lejos: porque no es propio de un hombre mostrarse
conmovido (pero será ciertamente propio del hombre hacer sufrir).
La mujer es decididamente inferior. No tiene dignidad: puede limpiar las ropas del
hombre, traer hijos al mundo y mantener con vida, pero es un objeto sobre el cual el hombre
hace recaer y calma su violencia.
Del hombre viene con frecuencia la palabra y la fuga, de la mujer los hechos y la
presencia: desde el nacimiento, hasta la enfermedad, hasta la muerte.
No se sabe qué papel pueda corresponderle a la mujer -desde un punto de vista de la fe-
en el campo litúrgico, catequético y pastoral. La mujer ha sido, alguien más que presente,
partícipe sufrida de la cruz, mientras otros estaban gloriosamente lejos, otros que luego
reivindicarían en forma exclusiva unos derechos precisos. Pero es sólo una manifestación
de un comportamiento y de una ceguera que tiene sus raíces en culturas creadas a la medida
de un "varón".
42. Llegada ya la tarde, como era la Preparación, es decir, la víspera del sábado,
43. vino José de Arimatea, insigne miembro del Sanedrín, que esperaba también el
Reino de Dios, y se atrevió ir a Pilato y pedirle el cuerpo de Jesús.
44. Pilato se admiró de que ya hubiese muerto y, llamando al centurión, le preguntó
si había muerto hacía tiempo.
v. 42: era la Preparación, es decir, la víspera adorno descriptivo, mientras los otros evangelistas
del sábado: según la interpretación teológica que ponen en evidencia la característica festiva, casi
hemos dado de la cronología de la pasión de Jesús solemne, de este sepulcro del Señor: era nuevo (Le
en Marcos (cf. Introducción a la pasión), esta 23, 53 y Mt 27, 60), en un jardín (Jn 19, 41).
indicación señala que estaba a punto de terminar el Además, sólo Juan habla de gestos iniciales de
día de la víspera (el viernes) y estaba comenzando unción como último homenaje al cuerpo de Jesús,
el sábado -que para los hebreos comenzaba por por iniciativa de Nicodemo. Le 23, 56 hace alu-
la tarde (hacia las 6)- cuando ya no era posible sión sencillamente a los preparativos para el día
realizar ninguna forma de trabajo. siguiente que era el de la fiesta.
v. 43: ]osé de Arimatea...: todos los evangelistas Anotamos el valor simbólico del "sepulcro" como
hablan de él con mucha estimación. descenso a los infiernos, señal de una humillación
Más exactamente Marcos lo presenta como extrema incluso en el reino de la muerte, donde sin
"miembro respetable" del Concejo judío; Mateo lo embargo Jesús, según la antigua reflexión cristiana,
señala como discípulo de Jesús. recoge las primicias de su obra salvadora, al liberar a
Según Hch 13, 28 fueron "los habitantes de los justos en espera de la nueva vida.
Jerusalén" quienes sepultaron a Jesús. Hizo rodar una piedra: esta piedra, que hicie-
Existía también una norma que se basaba en Dt ron rodar a la entrada del sepulcro sobre una pista
21, 23, según la cual los cuerpos de los condenados excavada en la roca según se acostumbraba, pre-
debían sepultarse el mismo día. para la sorpresa de la mañana de pascua, cuando las
Pedirle el cuerpo de ]esús: según el uso hebreo mujeres vieron que la piedra ya había sido retirada.
un condenado a muerte no tenía derecho a una tum- v. 47: se fijaban: con el mismo verbo de 15,
ba privada. 40 Marcos presenta las mujeres en la actitud de
El término que usa aquí Marcos significa cadá- curiosidad respetuosa y de espera confiada: antes
ver, despojos, mientras los otros evangelistas dicen observaban "desde lejos" el hecho dramático de
"cuerpo" del Señor vivo. la crucifixión, y ahora están allí cerca mirando la
escena serenamente dolorosa de la sepultura.
v. 44: Marcosatribuyeunarelevanciaparticular
a este pequeño episodio, en el cual de nuevo entra Claramente este versículo no forma parte de
en la escena Pilato, precisamente para subrayar la la narración originaria: se añade aquí como paso al
realidad de la muerte de Jesús. trozo siguiente, el de la resurrección.
La muerte de los condenados debía ser verifi- También la transmisión del texto suscita interro-
cada por la autoridad civil, para que no se acudiera gantes a causa de algunas variantes que conciernen
a subterfugios. el nombre de Josét, precisiones acerca de María y
v. 46: un sepulcro que estaba excavado en roca: la añadidura del nombre Salomé (cf nota a 14, 40
Marcos, como es su costumbre, no añade ningún y 16,1).
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
Jesús murió realmente. También Él pasó por la experiencia dura, amarga y cruel de la
muerte. La muerte tenebrosa y oscura lo arrebató; el abismo de la nada lo devoró. De El
no queda sino un cuerpo frío y un cadáver inerme.
El rostro humano de Dios, atrozmente desfigurado por todos los sufrimientos, está
envuelto en el silencio de la muerte, mudo. La luz, que resplandecía en las tinieblas, se ha
apagado. El sol se ha ocultado y ha bajado la noche. Ya se siente el hielo y el frío que penetra
en nuestros huesos.
Si aquel se reveló en la cruz como el Hijo de Dios, yace ahora muerto, podemos con
razón hablar de la muerte de Dios en esa exteriorización de sí mismo que es Jesús. Pero
si nosotros conocemos y encontramos realmente a Dios sólo en Jesús, ahora, cuando
carecemos del Él, ¿no quedamos sin Dios? ¿Ha ocultado éste su rostro? ¿Por qué ya
no tenemos la experiencia del Dios vivo, que habla y actúa hoy? ¿Por qué Dios calla?
"¡Despierta ya! ¿Por qué duermes, Señor? Levántate, no nos rechaces para siempre. ¿Por
qué ocultas tu rostro, olvidas nuestra opresión, nuestra miseria?" (Sal 44, 24-25).
APLICACIÓN A LA VIDA
La semilla enterrada
...pero solamente después sabemos que era una semilla.
Ahora percibimos solamente el miedo al vacío, a la pérdida neta y definitiva, al abismo
que devora y borra todas las esperanzas.
Como el dolor de un padre o de una madre a los cuales se les arrebata el cadáver del hijo,
como el desconcierto del momento en que sepultamos a un amigo: con él somos devorados
también nosotros, nuestras expectativas y nuestros ideales.
Es el sacrificio extremo e incomprensible, la última etapa de un recorrido imposible:
el sacrificio de la esperanza. Aquí no tenemos estaciones a nuestras espaldas que nos
garanticen que se desterrona, que se produce el brote, el tallo, el milagro de la vida que
vence sobre la muerte. La muerte cierra nuestros ojos. Y más allá hay oscuridad.
Son las dificultades, las crisis, las mil y más muertes que se abaten y nos trastornan:
las relaciones con unas personas, una situación proyectada por largo tiempo y sufrida, un
ideal, un modo nuevo de vivir juntos en la experiencia eclesial, la familia, un trabajo, la
sociedad... "Colocar una piedra encima" no es posible. La colocarán sobre nosotros. Es
una piedra que sabe a muerte.
Sin embargo, a la comunidad, sobre todo a la Iglesia, se le pide esto. Es decir, que sepa
aceptar y mirar -como las mujeres del evangelio- con ojos de fe, humanamente despro-
vistos y, por consiguiente, abiertos a lo increíble. Que sepa cumplir y vivir plenamente el
gesto de depositar dentro de la tierra la propia vida, precisamente la esperanza.
En este sentido se puede leer la página de una experiencia, aunque existe el riesgo de
que se le entienda como moralista y poco pertinente. Es un homenaje al que ha vivido así
y es la afirmación de que se puede todavía esperar si uno es sepultado en la situación y si se
depositan debajo de la tierra las propias esperanzas de afirmación y de revancha.
"En ese diciembre, de viaje en Jordania, postrada por la guerra civil, se había trasladado al
norte, a Hossun. Yo quería encontrar a Paul Gauthier, teólogo francés, docente del seminario
de Dijon... ¿Pobre en teoría? Pobre en la práctica. Deja a Francia, va a Nazaret. Hay muchas
cosas que en un cristiano desteñido causa impresión: elegir la miseria más humillante
como prueba de la propiariquezainterior. Gauthier se convierte en carpintero. Sus manos
v. 1: pasado el sábado: tal como suena, parece que María la de Santiago...: cf. nota a 15, 40.47. Sólo
el texto se puede interpretar también en el sentido de María Magdalena es indicada sin duda en todos los
que las mujeres hayan adquirido los aromas la misma textos de la resurrección, incluso el de Juan. ¿Fue real-
tarde del sábado, apenasterminóel descanso legal. mente ella la que descubrió primero la tumba vacía?
Contrariamente a lo que aparece en Jn 19, Una vez más anotamos el valor de la presencia
39ss., Marcos da por descontado que Jesús fue de las mujeres en estos episodios conclusivos del
sepultado sin los honores del embalsamiento: este evangelio (cf. también las notas a 14, 3 y 15, 40).
homenaje ya lo habían tributado a Jesús de un Para ir a embalsamar a Jesús: según Mt 28,
modo profético en la casa de Betania (cf. 14, 3-9). 1 y Jn 20, 1 parece que las mujeres hayan ido al
SIGNIFICADO TEOLÓGICO
ACTUALIZACIÓN
APLICACIÓN A LA VIDA
Comenzar de nuevo
Antes que alguno entone precipitadamente el aleluya, o que un coro improbable
prorrumpa en uno de los muchos cantos de fe fácil, que dicen relación a precio bajo a la
resurrección... hacemos una pregunta: "¿Es un caso el que en todo el evangelio haya sido
impuesto un silencioriguroso,hayan sido acallados los entusiasmos lenguaraces?", o, con
otras palabras: "¿No tenemos ojos para ver ni oídos para oír cuánta fatiga y cuánto dolor
están en el mundo como en su casa?".
REFLEXIÓN DE FE
728 APÉNDICE
APÉNDICE
APÉNDICE 729
Hay que anotar que este final largo ha sido acogido como canónico por la Iglesia
católica y definitivamente ha sido declarado inspirado por un decreto del concilio de
Trento a propósito del. canon (o lista oficial) de los libros de la Biblia. De todos modos el
estilo, el vocabulario y el material no son de Marcos.
Parece que este texto fue compuesto a comienzos del siglo II; ya lo conocía Taciano y
también san Ireneo y lo reproducen la grandísima mayoría de los manuscritos que contiene
el evangelio.
Este final largo lo constituyen cuatro secciones: a) la aparición a María Magdalena (vv.
9-11), que tiene relación con una tradición lucana o joánica (cf. Jn 20,11 -18 y Le 24, 9-11);
b) la aparición a los dos peregrinos (w. 12ss.), que sintetiza el episodio de Emaús (cf. Le 24,
13-35); c) la aparición a los once (w. 14-28), que recuerda Le 24, 36.49; Jn 20,19-23; Mt
28,16-30; d) la ascensión y el comienzo de la misión (w. 19ss.; cf. Le 24, 50ss.).
Conclusión
Podemos creer que estos finales, que siguen al v. 8, ciertamente no son de Marcos:
se trata de añadiduras posteriores que surgieron muy pronto para obviar la impresión
de interrupción brusca que deja el texto de Marcos. Esto prueba también que ya desde
comienzos del siglo II se poseía solamente un texto que terminaba con el v. 8. Si ya desde
entonces todos los manuscritos terminaban con el v. 8, es improbable la hipótesis de que
todos hayan perdido la última página del texto original: fácilmente la habría vuelto a
escribir el autor o la comunidad la recordaría. Por consiguiente, es más plausible pensar, ya
que las cosas están así, que Marcos haya querido terminar su relato precisamente con el v.
8, y que luego, en parte porque no comprendían la intención del evangelista y en parte por
730
la voluntad de armonizarlo con el final de los otros evangelios, o bien por querer que fuera
completo, se hayan redactado las añadiduras que acabamos de recordar.
Ciertamente, a primera vista, parece extraño que Marcos haya querido concluir el
evangelio con unas mujeres asustadas, que huían, y que además no dicen nada. Si Marcos
termina de esta manera un poco original, no es ciertamente porque ignorara las tradiciones
acerca de las apariciones del Resucitado: aunque no las reproduce, alude explícitamente
a ellas, y recuerda expresamente sólo las que sucedieron en Galilea (cf. 14, 28; 16,7).
Entonces es probable que él las haya callado por una intención teológica precisa y con un
fin pastoral, fácilmente comprensible, si se tiene presente que él no quiso mostrar que el
Crucificado ha resucitado, sino que el Resucitado es el Crucificado, y con eso quiso llevar a
los cristianos no a una fe entusiasta, que reduce al cristianismo a un mito de la resurrección,
sino a la contemplación del Hijo del hombre, Jesús de Nazaret de Galilea, el Crucificado.
De este modo se evita el peligro de vaciar la fe cristiana convirtiéndola en una ideología,
porque el cristiano debe seguir a Jesús en su camino concreto, que va desde Galilea hasta
el Calvario, pues sólo allí se revela la gloria de Dios.
Entonces Galilea, a la que remite el final del evangelio, es una invitación al lector para
que vuelva a tomar en sus manos el evangelio desde su comienzo, el cual nos presenta a
Jesús, que precisamente a partir de Galilea inicia su ministerio, y lo relea ya a la luz de
la resurrección, de tal modo que comprenda el secreto mesiánico de la gloria de Cristo
revestida de humildad. Galilea además asume también una relevancia teológica: es el lugar
de la vida concreta del Jesús histórico y del discípulo, que precisamente allí es llamado a
seguirlo (cf. 1, 16-20 y 2, 13ss.). Si éste acoge su llamamiento, en el mismo corazón del
seguimiento del Crucificado experimenta muy vivo el misterio de la resurrección, el secreto
del Hijo del hombre, el cual sufre. Precisamente por eso Marcos no narra las apariciones
del Resucitado y sustituye esos relatos con el episodio de la transfiguración, que coloca en
el centro del evangelio, inmediatamente después de la revelación de su cruz y la invitación
dirigida a los discípulos para que lo sigan por el mismo camino.
Entonces es plenamente comprensible el silencio y el temor de las mujeres, porque están
desconcertadas por la luz de la revelación de Dios en el pobre Crucificado, que desilusiona
por cuanto supera toda expectativa humana, y al mismo tiempo porque perciben el peso y
la responsabilidad de la fe que deriva de allí como seguimiento del mismo Crucificado.
Ahora el misterio de Cristo está plenamente resuelto y revelado. En cambio, comienza
el gran misterio del cristiano, que se vive "en la debilidad y con mucho temor y timidez"
(cf. ] Co 2, 3), en la espera de la transfiguración final, que está reserva a aquellos entre los
discípulos que siguen a Jesús hasta el "monte alto" (cf. 9, 2), obedeciendo ala revelación de
Dios, que desde el cielo dice refiriéndose a Jesús crucificado: "Escúchenlo!" (cf. 9,7).
ÍNDICE
Proemio •>
Introducción "
9
I. EL EVANGELIO
El evangelio nace de la comunidad que se interroga
acerca del significado de la vida y de la muerte de Jesucristo 9
El evangelio está escrito en el Espíritu Santo 10
El evangelio fue escrito para nosotros que vivimos hoy 11
El evangelio se presenta como luz final de la existencia cristiana 11
El evangelio se puede leer sólo en el Espíritu, con la ayuda de las Escrituras,
a la luz de la tradición de la Iglesia 12
II. EL EVANGELIO DE MARCOS 15
El "descubrimiento" del evangelio de Marcos 15
Originalidad, finalidad y estilo del evangelio de Marcos 16
Teología del evangelio de Marcos 17
División del evangelio de Marcos 18
I. PRÓLOGO (1,1-13) 21
1. Juan el bautizador: 1,1-8 23
2. El bautismo de Jesús: 1,9-11 31
3. La tentación: 1,12-13 35