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Consejos para mejorar el pie plano

Resumen
Por Dra. Gabriela Pahissa, Equipo de Bien Simple
Médica Clínica
M.N. 73182
En los bebés y en los niños que están comenzando a caminar, la ausencia de arco en el pie (pie plano) es normal. Pero si no se
origina en esta instancia, la persona continuará teniendo el pie plano.
Este signo es una afección común, que en muchas oportunidades, no ocasiona ningún síntoma.
Aquí van algunos consejos para mejorar la forma del pie y disminuir el dolor en aquellos que lo padecen.

Pasos
1
Camina varios minutos al día en puntas de pie, sobre los talones o sobre los bordes externos de los pies. Acostúmbrate a hacerlo
por la mañana y por la noche.

2
Elige una actividad física o deporte que involucre saltos, para fortalecer los músculos y los ligamientos del pie.

3
Camina descalzo por superficies irregulares como arena, césped o alfombras. Esto hará que tu pie realice el apoyo completo:
primero en los talones, luego en la zona del arco y por último en la punta. Como el esfuerzo es mayor, se fortalecerán los músculos
del pie.
4
Anda en bicicleta apoyando la punta del pie en los pedales. En los niños es ideal el triciclo. No olvides, luego, elongar los gemelos,
ya que pueden contracturarse y provocarte dolor.

5
Siéntate en una silla que tenga la altura de tus piernas y apoya los pies desnudos en el suelo: Eleva y desciende el talón, con ambos
pies juntos.
Eleva suavemente el talón, primero apoyando sobre el primer dedo (hallux o dedo gordo), luego sobre el resto de los dedos, y
desciende.
Pon un pie sobre tu rodilla (en posición de sastre) y realiza círculos con el pie hacia ambos lados.
Intenta asir objetos (palillos, lápices) con los dedos de los pies.

6
Luego de realizar los ejercicios, elonga los músculos trabajados con flexiones y extensiones del pie. Mantén la tensión por 20
segundos y luego descansa otros 20. Realiza cada serie, por lo menos, 3 veces.

7
Consulta con un médico especialista en ortopedia, y solicítale que te indique el uso de calzado especial, sobre todo si acostumbras
a caminar o correr largas distancias.

8
El uso de plantillas diseñadas especialmente para tu pie, disminuirá el dolor y la sensación de cansancio. Realízalas en ortopedias
reconocidas. Renuévalas, al menos, 1 vez al año.

9
Evita el sobrepeso.

10
Evita la estancia prolongada de pie. Si no tienes opción, cambia el pie de apoyo a intervalos regulares.

Importante
 No sólo deberás mejorar la musculatura y el apoyo del pie, sino que además habrá que realizar una reeducación postural y de
la marcha.
 En algunas ocasiones, las menos frecuentes, es posible recurrir a la cirugía para corregir los apoyos.

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