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emergencias

o R 1 G 1 N A L

LUXACIÓN DE RODILLA

M. Martínez Pecino*, F. LInna Gasco**, J. A. Moreno Montijano**,


F.Carreras FIores**
*Servicio de Rehabilitación. Hospital «Severo Ochoa». Leganés (Madrid).
':'*Servicio de Traumatología. Hospital «Punta de Europa». Algeciras (Cádiz).

Resumen Por lo tanto, es durante las primeras horas de hos­


La pérdida de contacto de las superficies articulares pitalización cuando hay que estar más alerta y lograr
de la rodilla, supone un compromiso evidente para el descartar de manera fehaciente y objetiva la implica­
componente capsuloligamentario de la articulación ción de una lesión arterial.
con consecuencias imprevisibles, desde el punto de
vista funcional. No obstante, el pronóstico durante Tipo de luxación
las primeras horas·viene reflejado por otra En general, podemos encontrarnos con tres tipos de
complicación más temida como es el riesgo de una luxaciones en dependencia del mecanismo de produc­
isquemia silente. La afectación de la arteria poplítea ción2:
es un hecho, y la presencia de pulso distal no es óbice - Luxación anterior: La tibia se encuentra en un
para desestimar el riesgo de amputación. plano anterior respecto al fémur. Se relaciona con un
Por ello, toda luxación completa de rodilla debe ser mecanismo de hiper-extensión. 11
evaluada en un servicio especializado, o lo que es lo - Luxación posterior: Desplazamiento contrario.
mismo, es el cirujano vascular quién debe de evaluar Resultado de un traumatismo sobre la tibia en sentido
y observar durante las primeras horas al paciente, ya anteroposterior.
que la eventualidad de la complicación vascular es - Luxación externa: Producidas por un mecanismo
un hecho innegable, incluso cuando creamos que en valgo con rotación externa.
todo está en orden. - Luxación interna: Bastante más raras, son debi­
das a un mecanismo contrario al anterior.
Palabras clave: Luxación de rodilla. Arteria poplítea.
Clínica y conducta a seguir
Una vez conocido el mecanismo-violento del trau­
Introducción matismo, habitualmente tan sólo con la inspección de
La luxación de rodilla es un traumatismo, afortuna­ la articulación podremos sospechar el diagnóstico que
damente poco frecuente, que lleva implícito un meca­ será confirmado por la radiología. La deformidad es
nismo de producción violento e implacable. La mayor tan evidente, que pocas dudas tendremos al respecto
parte de las veces se presenta como una «luxación cer­ (Fig. 1).
rrada», sin embargo también puede ser «abierta»]. El interés primordial del explorador debe ir enco­
Siendo, felizmente, un accidente inhabitual, cuando mendado al estudio del lecho vascular. Los signos típi­
aparece puede asociarse con un pronóstico infausto, cos de la coloración, el calor o el pulso, no debe de
sobre todo por la propia viabilidad del miembro afecto. hacernos pensar en la integridad del árbol vascular.
Una vez efectuada una somera exploración del
miembro, se puede intentar la reducción de la luxa­
ción bajo sedación, y si no es posible con anestesia
Correspondencia: Miguel Martínez Pecino. Hospital
«Severo Ochoa». Avda. de Orellana, s/n. 28911 Leganés general. Mediante tracción de la pierna, y un movi­
(Madrid). miento de «cajón anterior», junto con una flexión de

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Figura l. Deforlllidad
característica de la
rodilla (LlIxación
��=;;:;;.
�.... posterior).

la rodilla, lograremos la reducción, manteniendo un nos orientará sobre otras lesiones óseas asociadas
buen control de la misma si afianzamos con firmeza el (Fig. 3).
tercio superior de la tibia. por su cara posterior, con la Una vez reducida la luxación, el gran problema
finalidad de evitar la reluxación (Fig. 2). que se nos plantea es la afectación o no del lecho
12
Es obligada la radiografía de control post-reduc­ vascular. La lesión asociada de la arteria poplítea es
ción. Además de atestiguar la correcta reducción, relativamente frecuente como nos lo demuestran las

Figllra 2. Redllcción de la
IlIxación. Rodilla
flexionada, para relajar
los isqlliotibiales.

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Figura 3. Proyecciones
laterales. en la que
apreciamos la luxación r

el control después de la
reducción.

diferentes publicaciones, pudiendo aparecer la ciones abiertas y a ciertos pacientes con politraumatis­
isquemia, por trombosis, varios días después del mos harán posponer la cirugía ligamentaria.
accidenteJ. La intervención se lleva a cabo lo más precozmen­
En este sentido, la presencia de pulsos distales, te posiblew,S, utilizándose diferentes tipos de técni­ 13
no debe de anular la arteriografía";. No es extraño casWI6.11, incluyendo un tratamiento conservador,
advertir un gesto tranquilizador del explorador al obteniéndose una aceptable función del miembro.
palpar el pulso arterial, pero este signo no nos con­ La rehabilitación dirigida hacia una movilización
firma la integridad de la arteria poplítea. Por este postoperatoria precoz8IJ completará el arduo tratamien­
motivo y en base a la experiencia de los autores, no to, intentando minimizar las secuelas, las cuáles vendrán
hay que ser parco en agotar todas las posibilidades a representadas, fundamentalmente, por la inestabilidad,
nuestro alcance para descartar la lesión arterial, ya la pérdida del arco de movimiento y el dolor crónicoL1•
que el retraso en el diagnóstico de la misma puede En conclusión, y a la luz de los resultados revisa­
dar lugar a la amputación del miembro'61, aconse­ dos, una vez reducida la luxación de rodilla, el trau­
jándose intervenir entre las seis a ocho horas poste­ matólogo debe dejar su protagonismo en manos del
riores al traumatismo�; por lo que el diagnóstico pre­ cirujano vascular, y si éste no está a nuestro alcance
coz se impone en estos casos9, recomendando otros, evacuaremos al paciente a un centro donde posean los
una arteriografía en todos los casos de luxación medios adecuados a fin de intentar controlar, y evitar,
completa de rodillas.,o. la complicación más temida de este traumatismo: la
Por lo tanto, no sería desmesurado, incluso es con­ amputación del miembro, cuyo motivo viene reflejado
veniente, la observación del paciente en un centro por la ausencia o el retraso de la reparación quirúrgi­
dotado con cirugía vascular, ya que la afectación arte­ ca de la lesión arteriaF.
rial no debe de ser menospreciada.
Por añadidura, la vena poplítea puede lesionarse
también". Del mismo modo puede asociarse la ruptu­ Bibliografía
ra del tendón del cuádricepsl2 o la afectación del ner­
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resuelto el problema vascular. Este junto a las luxa- 509-5 17.

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