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ESPECIALIZACIÓN EN GESTIÓN JUDICIAL expertos, tanto como está en las bibliotecas, en los salones

Universidad Bolivariana de Venezuela / Escuela Nacional de universitarios, o en donde a bien tengan desarrollarse (y
la Magistratura concentrarse) actividades académicas.
En fin: al conocimiento se llega por una suerte de escalera
Apuntes de clase del 06 de noviembre de 2010 cada vez más empinada, deviene meta y cristaliza en algo
material: el título1. Si no fuera así, digo, si el conocimiento no
Por se patentara en un papel con sus respectivos sellos y firmas, si
José Javier León en última instancia no existiera un soporte material
joseleon1971@gmail.com difícilmente podríamos afirmar qué es lo que en definitiva
sabemos. No es que el título lo diga, mas sin duda lo de-
Conocimiento abstracto – conocimiento concreto muestra. No haría falta que nos preguntaran a quemarropa:
¿tú, qué sabes?; como San Agustín cuando le preguntaron

P or mucho tiempo hemos hablado de conocimiento y


asumido que vamos en pos de él. Que tras una ‘carrera’
de éxitos y tropiezos nos haremos del «título»,
instrumento que afirma y confirma la adquisición (y posesión)
de determinadas competencias. Sin duda, hablamos de algo
¿qué es el tiempo?, responderíamos: si me preguntan no lo sé;
si no me preguntan, lo sé.
Lo abstracto le confiere sus atributos al conocimiento aplicado
a la realidad, que desde entonces será un conocer des-
territorializado, ubicuo, ajeno, impropio y extraño. Por otro
externo, ajeno e impropio. Pero hay algo más: el conocimiento lado, no exactamente conoceremos la realidad digamos real,
pre-existe, es decir, antes de que naciéramos ya existía y sin sino una realidad conceptualizada, que ha pasado por el tamiz
duda nos sobrevivirá. Mientras podamos, sólo alcanzaremos a de los conceptos y las categorías, que sólo es visible porque ha
recibirlo, adquirirlo, conocer-lo, acaso merecerlo. sido previamente conceptualizada. Ciertamente, el «método
Ello apunta a una condición abstracta, a una suerte de científico» no se ocupa de la realidad como tal, sino de una
naturaleza flotante; el conocimiento del cual hablamos parece «realidad» (aprehensible y asible conceptualmente) que
gozar de ubicuidad: está en todas partes y en ninguna. Está en responde a marcos categoriales establecidos, paradigmáticos,
los libros, por ejemplo, y la mitificación incluso nos lleve a disciplinarios. Lo que sale de la horma de dichos conceptos, lo
creer que habita (y que su presencia puede revelarse) en todos que escapa a su campo de visión-acción es invisible (e inactivo
los libros, de ahí el fetichismo, el culto, la reverencia a la e improductivo) y, si existiese -de hecho existe- lo hace en un
cultura libresca, y la existencia de ciertos tabúes como territorio inhóspito, hostil, ayuno de racionalidad (de planes
resabios animistas que prohíben arrancarles páginas o sub- de desarrollo, de a-planamientos científico-tecnológicos, de
rayarlos. productividad.)
Pero se encuentra también, decimos, en los ilustrados, en los Cuando algo de lo real llega a las investigaciones es
sabios, en los científicos, en los maestros o profesores, en los domesticado, racionalizado, embutido en un nicho conceptual
pre-determinado, pre-existente, ya dado. Lo nuevo termina mercancías, y la ‘clase´ -lo mismo que el intercambio
metido en odres viejos. El conocimiento occidental ha comercial- funda-ría el nexo social.
concentrado sus esfuerzos en la construcción de marcos Efectivamente, el nexo social es la ‘abstracción del
conceptuales que den cuenta cada vez más y mejor de dicha intercambio’ derivado del intercambio de mercancías. Esta
«realidad». Una realidad, insistimos racional(izada) y ‘abstracción’ del intercambio «es real porque ocurre en un
racionalizable, que se puede pensar (juzgar, medir, interpretar, proceso espacio-temporal que es ocupado por un
dentro de ámbitos disciplinarios conocidos). Una realidad que acontecimiento vacío, por una ausencia: la falta de uso» (Del
ha sido objetivada y por tanto, reificada (cosificada). Búfalo, 2007:137). Dice Ovejero (1994:37): «Para que el
Convertida en «cosa» devino mercancía: alcanzada esta mercado funcione se requiere la ausencia de la dimensión
metamorfosis se despliega -desarrolla y desenvuelve- en temporal». Ludovico lo planteó en los siguientes términos: «La
operaciones mercantiles. En síntesis: la «realidad», sus condición para que exista un sistema filosófico es que sea
procesos y productos, son mercancía. vacío, es decir, que explique al mundo olvidándose del
Retomando unas ideas desarrolladas en el artículo «La mundo» (Silva, 2009:171). Para entenderlo mejor, cito en
escuela-articulación: conocimiento, sujetos y territorio»2, extenso a Guido Munari (2008):
veamos una revisión desde la crítica al capitalismo de la
llamada educación tradicional. Uso y cambio no sólo son diferentes por definición, sino
Si consideramos el concepto de mercancía («la célula que se excluyen mutuamente en el tiempo, pues el uso
supone modificación de la cosa -constructiva en tanto
económica de la sociedad capitalista») como un valor de producción, y destructiva en tanto consumo- y, en
cambio sustentado en un valor de uso (Silva, 1980: 155), y «la contraste, la práctica de intercambio –es decir, un cambio
suspensión temporal del uso es una condición inmanente a la en términos puramente de status social de la mercancía
acción de intercambio» (Del Búfalo, 2008:136). Si, por otro como propiedad- requiere que la condición física de la
lado, la mercancía media determinadas relaciones sociales mercancía, su status material, permanezca inalterado y no
conspire contra la igualdad cuantitativa de los valores a
«tan sólo si es abstraída del movimiento natural productivo o intercambiar. De este modo, “el intercambio de mercancías
de consumo». Si, además, el ‘salón de clases’, como una no puede llevarse a cabo como institución social reconocida
segunda naturaleza erigida sobre el mundo de la producción a menos que se cumpla estrictamente el postulado de
«genera una estructura formal de fenómenos de abstracción separación entre uso y cambio”. El intercambio de
real» (Munari, 2008), deviniendo espacio ‘vacío’ de toda mercancías se hace por medio de la “abstracción” del uso:
no se trata de una abstracción mental, sino de una
«actividad física e intelectual de los hombres, a objeto de que abstracción real, “allí, en la plaza del mercado o en los
este vacío sea ocupado por su nexo social» (Sohn-Rethel escaparates, las cosas no cambian. Están como hechizadas
citado por Del Búfalo, 2007:136); entonces, el salón de clases y por una exclusiva actividad: cambiar de propietario”.
las ideas allí intercambiadas, equivalen al mercado y sus Sin embargo, aunque el intercambio expulsa al uso de las
acciones de los hombres que acuden al mercado, no lo

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expulsa de sus mentes, ellos adquieren determinada punto de aceptar como fracaso individual, como derrota
mercancía en función de una necesidad a satisfacer personal, lo que es el fruto opimo de un sistema alienador,
posteriormente en la esfera del uso, es decir, las mentes no
pueden olvidar el propósito de la transacción. Sólo la acción
destructor implacable de las condiciones que harían posible la
es abstracta, y la abstracción de esta acción, en vida digna de las personas. La escuela en este sentido, en
consecuencia, escapa al pensamiento de quienes la realizan. todos sus niveles, crea las condiciones objetivas y subjetivas
En el intercambio, la acción es social, las mentes privadas. para que la población se aleje, se aliene de sí, de su territorio,
de sus propias -y arrasadas o reducidas al límite- posibilidades
Lo que sostengo es que en nuestros salones de clases, de re-producción autónoma, autogestionaria y social de bienes
desterritorializados, con sujetos de-subjetivados, arrancados y servicios, de tal manera que los individuos sometidos a
violentamente de su condición histórico-social, suspendidos y mecanismos de control y fabricación de ideología, ‘maduren’
sometidos a los vientos que levantan las pujas del mercado y (esto es, que sus personalidades se asienten y aquieten, que
la valorización del capital, no hay ‘intercambio intelectual’ ya no griten sino a lo sumo rumien), que acepten de consuno
(des-mercantilizado) sino construcción sistemática de su condición de explotados (identificación y clasificación en el
alienación3 (por la vía de compra-venta de «conocimiento- orden del Estado-capitalista) como propia, natural e
mercancía»). Además, en una sociedad en la cual las relaciones inmanente a la condición humana.
mercantiles no constituyen una práctica productiva de bienes, Desde esta perspectiva, hay intercambio intelectual (y
sino que intercambian bienes existentes, el sujeto individual actividad física), no valorización del capital y en consecuencia
no puede ser productor de conocimiento. Tan solo conoce des-alienación- cuando el salón de clases se territorializa, los
sujeto a las leyes de la abstracción del intercambio que son sujetos se su(b)jetivizan, es decir, se organizan para aprender y
para él leyes de la realidad misma. Es un simple receptor trabajar juntos, colectivamente. Glosando las condiciones que
pasivo de una realidad ya estructurada (Del Búfalo, 1998:94). hacen posible el método IAP (Montero, 2006: 35)- deviene el
En los salones de clases que conocemos, en los que ocurre un ‘aula’ espacio para la:
proceso de valorización del capital4 (directo e indirecto),
donde se intercambia conocimiento-mercancía, inútil por - participación
demás en términos de producción de bienes, no se produce - sistematización de los métodos que permiten la
conocimiento, amén de que participamos de un ‘contrato’ que transformación y la re-creación de la realidad
fija sus propias leyes -un ‘marco categorial’ pre-fijado- y que - reflexión colectiva
establece los límites o alcances de la realidad misma. El - reflexión crítica
capital, para valorizarse, necesita crear dinámicas para su re- - exploración con múltiples técnicas y estrategias
producción que necesariamente requieren de una extensa e - asunción de compromisos
intensa fabricación de ‘asentimiento’, de aceptación incluso - planificación rigurosa que permita «improvisar ante
festiva de la negación de la propia condición humana, hasta el situaciones inesperadas»

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Si vamos a lo que ocurre en un salón de clases, observamos en
Como bien nos lo explica Boaventura De Sousa Santos (2008: el marco de estrictas relaciones de poder, el despliegue de la
43) la investigación acción define y ejecuta proyectos de mercancía-conocimiento separada del uso, independiente de
investigación que involucran a las comunidades y a las las fuerzas naturales, e inmodificable.
organizaciones populares, que avanzan articulando sus El hecho de estar separado de la realidad, del espacio tiempo
intereses con los «intereses científicos de los investigadores» de los sujetos que participan en el intercambio o ‘clase’ (como
de modo que «la producción del conocimiento científico se da se le llama familiarmente a la actualización concreta y
estrechamente ligada a la satisfacción de necesidades de los cotidiana de ese contrato desigual y opaco), le confiere al
grupos sociales que no tienen poder para poner el conocimiento-mercancía la naturaleza de fetiche, pues
conocimiento técnico y especializado a su servicio a través de aparece como «un objeto extraño, ajeno, con características
la vía mercantil». misteriosas» (Silva, 1980:211), que subyuga y domina a los
En el proceso que hemos llamado educación ha ocurrido, hombres y mujeres, y que se encuentra siempre rayano en la
precisamente, un intercambio de mercancías en un espacio- inaccesibilidad, en lo incognoscible. Sobre esta fetichización se
tiempo ocupado por la falta de uso, por la inutilidad. El ha construido todo el sistema educativo, con los
conocimiento-mercancía además, no es sólo una relación concomitantes grados, ascensos, jerarquías y métodos,
social, sino como sabemos una relación de poder, además de la disciplinarización, controles y múltiples
«caracterizada por la apropiación recíproca entre individuos dispositivos que regulan el régimen de ‘verdades’.
formalmente iguales». Cuando la relación mercantil se instala El ‘salón de clases’ constantemente renueva la relación de
ampliamente, la clásica asimetría profesor-estudiante se ‘compra-venta’, el intercambio de conocimiento-mercancía,
borra, cumpliéndose la referida igualdad formal de los asegurando «la continuidad de la relación específica de
contratantes y recortándose las figuras de universidad- dependencia» y confiriéndole a la ‘clase’ la «apariencia
empresa y estudiante-cliente (y el cliente como sabemos… engañosa de una transacción», de contrato entre poseedores
siempre tiene la razón). Empero, en la práctica sabemos que (en este caso de ‘conocimientos’) y desposeídos (Silva,
en «el intercambio mercantil no hay elección ‘libre’ por 1981:47), de ignorantes. Pero como dijera Marx, hablar del
ninguna parte» (Ovejero, 1994: 57). salario «es algo tan irracional como lo sería hablar de
El conocimiento-mercancía pierde sus cualidades de cosa logaritmos amarillos», del mismo modo que las ‘notas’
natural «al quedar separad[o] del uso» (Del Búfalo, 2008:164), resultan absurdas, y a partir de ellas todo lo que se construye:
el mercado además «le otorga una materialidad objetiva sin méritos, ‘cuadros de honor’, aplazados, eximidos, etc. En esta
cualidades que se mantiene idéntica a sí misma bajo el misma línea, nos encontramos con el ‘conocimiento’ que esas
postulado de inmodificabilidad» (Del Búfalo, 2008:164), la que ‘notas’ avalan o más precisamente acreditan, palabra que
es posible por la «independencia de las fuerzas naturales de viene del mismo verbo latino credere, creer, de donde
las relaciones sociales» (Del Búfalo, 2008: 163). obtenemos también crédito. Obviamente, la realidad

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conceptual –mercantilizada- se encuentra distante, ajena, mínima parte de la población mundial. Baste una cifra: «Entre
extraña, escindida, alienada de lo real y, posiblemente, a 1988 y 2002, el 25% más pobre de la población mundial redujo
mayor complejidad, mayor su distanciamiento. su participación en el ingreso mundial desde el 1,16% al 0,92%,
Al conocer abstracto (c-osificado/mercantilizado) podemos mientras que el opulento 10% más rico acrecentó sus fortunas
oponer el conocer concreto, necesariamente existente, pasando de disponer del 64,7 al 71,1% de la riqueza mundial .
ubicado, localizado, territorializado. El conocimiento de lo real El enriquecimiento de unos pocos tiene como su reverso el
tendría a su vez estos mismos atributos. Lo interesante es que empobrecimiento de muchos» (Borón, 2010)
el marco conceptual no se interpondría entre nosotros y lo El resto, si vive en condiciones de pobreza extrema no puede
real (en el sentido de borrarlo o tornarlo irreconocible, de considerar entre sus objetivos, ocupado como está en la
sustituirlo por conceptos hasta el punto de pasar a ser éstos sobrevivencia, estudiar el mundo para transformarlo. Por otro
más importantes que lo propiamente real), sino que lado, los que no viven en ese límite y se encuentran digamos
nombraría lo real. Este conocer/saber (conceptualizar, pensar, incluidos en el régimen salarial, (pero obviamente) sin
juzgar, medir) no estaría ajeno, des-ubicado, a-locado, des- territorios y sin comprender el alcance productivo de la
territorializado, des-humanizado, des-su(b)jetivado, sino que territorialización (la construcción política, autónoma y
formaría parte de las instituciones, de la potencia institucional autogestionaria de la producción no capitalista de bienes y
de las organizaciones sociales (comunitarias) que precisan servicios en geo-espacios socio-históricos concretos), no
nombrar (conceptualizar, conocer) para transformar la necesitan nombrar el mundo, conocerlo para transformarlo
realidad. puesto que venden su fuerza de trabajo en condiciones de
Este conocer (y me refiero al sistema complejo de saberes) alienación y el orden de la vida se cierra sin esperanza. (Las
comunal y comunitario ha sido y lo es hoy, expropiado. Los fisuras acaso se revelen en una íntima y casi imperceptible
grupos humanos han sido históricamente arrancados de sus desesperación que nace del profundo sinsentido de una vida
territorios y sus memorias, conocimientos, saberes, vuelta nada)5.
tecnologías, destruidas y en algunos casos, incorporadas a Nuestras escuelas y universidades, de más está decir no se han
formas productivas des-humanizadas, esto es, arrancadas de ocupado del nombrar (saber/conocer) comunal, sino de los
sus contextos comunitarios y de alguna manera marcos conceptuales que conceptualizan la «realidad», sólo
universalizadas. Las operaciones del conocer des- que en nuestro caso específico, esa realidad que dicen conocer
territorializado se imponen violentamente como formas únicas tampoco está articulada a la producción tecnológica
de producción de conocimiento, y fungen de cubierta (concebida según los parámetros del homo economicus y el
ideológica para cubrir las operaciones de violencia homo consumens), sino que, en un juego de espejos, se vincula
institucional que le abren camino a procesos de a un pensar tecnológico sin soporte material, sin recurso a la
industrialización para la producción en masa e intensiva, empiria, a la práctica, a la experiencia. En efecto, constatamos
dirigidas a la acumulación de capital y al sostenimiento de una

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una suerte de parodia de («aprendizaje» de) lo tecnológico:
¡tecnología sin intercambio con la naturaleza! Notas
1
De ahí que revertir ese absurdo en nosotros, impone al menos En la acepción cuarta del DRAE título es un «Documento jurídico en el que se
otorga un derecho o se establece una obligación»
dos emergencias: no se trata de conocer desde los marcos 2
Se puede leer en: http://www.scribd.com/doc/32184195/La-escuela-articulacion
categoriales que impone la racionalidad productiva 3
Alienación: «separación, disociación, desgarramiento de algo que ya no está más
hegemónica y la tecnologización de la producción masiva e en su sitio, expropiación de algo que no está ya más en región propia» (Silva,
intensiva, sino desde las comunidades, en función de producir 2009:213).
4
En palabras de Franz Hinkelammert (citadas por Edgardo Lander, 2004):
la base material de la vida de acuerdo a necesidades no «Cualquier actividad humana tiene que ser transformada en una esfera de inversión
creadas por el consumo capitalista. Tampoco, de incluirnos en del capital, para que el capital especulativo pueda vivir; las escuelas, los jardines
la racionalidad productiva hegemónica (que en términos infantiles, las universidades, los sistemas de salud, las carreteras, la infraestructura
energética, los ferrocarriles, el correo, las telecomunicaciones, los otros medios de
civilizatorios ha puesto al planeta al borde del colapso y a la comunicación, etc. Inclusive la policía, la función legislativa y el mismo gobierno, se
especie humana a un paso de la extinción) creando una pretende transformarlas en esfera de inversión de estos capitales»
5
universidad que participe y colabore en (la elaboración de) El poeta peruano César Vallejo (Santiago de Chuco, 16 de marzo de 1892 - París,
15 de abril de 1938) lo expresó claramente:
marcos categoriales disciplinarios o in-disciplinados (a la final «Estáis muertos.
da lo mismo), sino de conocer el mundo para transformarlo Qué extraña manera de estarse muertos. Quienquiera diría no lo estáis.
desde lo real, creando una institucionalidad educativa cuyo Pero, en verdad, estáis muertos.
Flotáis nadamente detrás de aquesa membrana que, péndula del zenit al
proyecto de transformación de la realidad se localice y nadir, viene y va de crepúsculo a crepúsculo, vibrando ante la sonora caja de una
territorialice en función de necesidades concretas, a partir de herida que a vosotros no os duele. Os digo, pues, que la vida está en el espejo, y que
realidades concretas. La naturaleza de ese investigar desde vosotros sois el original, la muerte.
las comunidades, desde abajo, desde el sur6, es parte Mientras la onda va, mientras la onda viene, cuán impunemente se está
uno muerto. Sólo cuando las aguas se quebrantan en los bordes enfrentados, y se
sustantiva del reto que nos toca. doblan y doblan, entonces os transfiguráis y creyendo morir, percibís la sexta cuerda
que ya no es vuestra.
Estáis muertos, no habiendo antes vivido jamás. Quienquiera diría que, no
siendo ahora, en otro tiempo fuisteis. Pero, en verdad, vosotros sois los cadáveres de
una vida que nunca fue. Triste destino. El no haber sido sino muertos siempre. El ser
hoja seca, sin haber sido verde jamás. Orfandad de orfandades.
Y sin embargo, los muertos no son, no pueden ser cadáveres de una vida
que todavía no han vivido. Ellos murieron siempre de vida.
Estáis muertos.»
6
«Entiendo por Epistemología del Sur –escribe Boaventura de Sousa Santos (2010:
53)- el reclamo de nuevos procesos de producción y de valoración de
conocimientos válidos, científicos y no científicos, y de nuevas relaciones entre
diferentes tipos de conocimiento, a partir de las prácticas de las clases y grupos
sociales que han sufrido de manera sistemática las injustas desigualdades y las
discriminaciones causadas por el capitalismo y por el colonialismo»

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Bibliografía Silva, Ludovico (1980) Teoría y práctica de a ideología.
Nuestro Tiempo: México, D. F.
Borón, Atilio (2010) Sepa lo que es el capitalismon. En
Rebelión: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=105848

De Sousa Santos, Boaventura (2010) Refundación del Estado


en América Latina. Perspectivas desde una Epistemología del
Sur. Ediciones IVIC: Caracas, Venezuela

Del Búfalo, Enzo (2008) La genealogía de la subjetividad.


Monte Ávila: Caracas, Venezuela

Hinkelammert, Franz (2001) El nihilismo al desnudo. Los


tiempos de globalización, LOM Ediciones, Santiago, 2001,
p.15.

Lander, Edgardo (2004) La utopía del mercado total y el poder


imperial. En: Revista Tareas, Nro. 118, septiembre-diciembre.
CELA, Centro de Estudios Latinoamericanos, Justo Arosemena,
Panamá, R. de Panamá. 2004. pp. 31-64.
Disponible en:
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/tar118/lander.rt
f

Munari, Guido (2008) La abstracción real del mercado. En


Rebelión: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=61406

Ovejero, Félix (1994) Mercado, Ética y Economía. Icaria:


Barcelona, España

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