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Elementosdehermenuticabblica 090601140017 Phpapp02 PDF
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Presentación
Esperamos que tal esfuerzo, pueda ser fuente de bendición para muchas y
muchos hermanos y un factor de crecimiento para las congregaciones del país.
Introducción
Finalmente, una de las herramientas de mayor eficacia son nuestras propias notas,
nuestra mente, dada por el mismo Padre Celestial, es capaz de llegar a grandes alturas
del conocimiento, nuestros pensamientos de hoy, nos pueden ayudar para entender
mejor la Palabra de Dios en el futuro, debemos por lo tanto guardar nuestras
conclusiones, hacer nuestras propias notas, la exhortación es, entonces, ¡Leer, meditar y
escribir!
Hermenéutica General
El espíritu correcto
Las actitudes controlan nuestra vida y consecuentemente todo lo que hacemos, en ese
sentido, para enfrentar el análisis hermenéutico de las Escrituras, no basta con estudiar
la Biblia, sino que debemos tener motivos correctos para su estudio u lo que es lo
mismo un espíritu correcto. Tal disposición del espíritu, debe contener al menos las
siguientes actitudes:
1) Humildad: Es una actitud difícil, tanto para explicar como para encontrar en
nuestras vidas, señala fundamentalmente al hecho de depender en forma total de
Dios, para así llegar a la fuente del conocimiento espiritual de las cosas.
“ Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros,
que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí
con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno”
(Romanos 12:3).
2) Honestidad: Dios espera que seamos honestos cuando nos acercamos a su Palabra.
El intérprete honesto, desecha las ideas preconcebidas y se apega a la verdad,
descarta sus propias opiniones, intereses y deseos, que lo pueden conducir al error,
porque desea conocer la verdad y lo razonable. La honestidad nos permite aceptar la
verdad, aun cuando esta nos demuestra que estabamos equivocados.
6) Atendencia: Esto es, estar atentos al mensaje, Dios está hablando realmente con
nosotros cuando estudiamos su Palabra. El vocablo atención señala hacia la “postura
del soldado listo para una orden”. Los cristianos somos soldados de la cruz, siempre
listos para obedecer.1 Por último, cabe anotar la importancia, no solo para el trabajo
hermenéutico, sino que también para todas las áreas de la vida cristiana, de una
entrega permanente al ejercicio de la oración, esto garantizará, en todo momento, la
guía del Espíritu Santo en nuestra labor.
El método correcto
Es por eso que se hace necesario adoptar un método correcto, que nos de la
garantía de accesar la verdad, en armonía con las interpretaciones de otros
estudiosos.
1
Recomendamos al respecto la lectura y estudio de la Parábola del Sembrador, Mateo 13:3-
23.
2
Sugerimos para un mayor entendimiento, analizar la discusión sobre los diferentes métodos,
presentada en la obra “Claves de Interpretación Bíblica, consignada en la bibliografía.
Presentamos a continuación los pasos principales de este método.
La interpretación histórica
1) ¿Quién está escribiendo o está hablando? Saber quién escribe o habla es vital
para armonizar los pasajes y tener un entendimiento completo de los temas.
2) ¿A quién fue escrito o fue hablado? Es vital conocer las características y las
necesidades los receptores primarios del mensaje bíblico.
La interpretación gramatical
Todo vocablo o palabra por sí sola, puede poseer un cierto sentido, sin embargo, es en la
relación con otras palabras cuando adquiere su verdadero significado (contexto
gramatical).
3) El significado individual de las palabras: Las palabras han sido llamadas “bloques
de construcción de un lenguaje” o “vehículos de pensamiento”. Es imposible
entender el mensaje de Dios, si no entendemos en primer lugar las palabras que él
escogió para comunicar la verdad. Para tal fin se han de utilizar cuatro técnicas, que
permiten llegar al significado exacto de una palabra, en un pasaje en particular:
Una interpretación correcta, de cualquier pasaje bíblico, no puede darse por acabada
hasta tanto no se coteje cuales otros pasajes tratan el mismo tema y se considere toda la
enseñanza en su conjunto.
Los casos más evidentes son la vida de Jesús, tratada por los cuatro Evangelios y los
libros proféticos, que deben de ser estudiados juntos, en cuanto se entiende que hablan
del mismo período del futuro o de la historia.
5
Ver apartado de la interpretación histórica.
De esta forma los “pasajes oscuros”, serán explicados por los pasajes paralelos, donde la
enseñanza es clara.
El lenguaje figurado
Entre las razones para utilizar este tipo de lenguaje, podemos mencionar las siguientes:
4) El lenguaje figurado es más potente que el literal: Tal es el caso de Hechos 23:3,
cuando Pablo llamó al Sumo Sacerdote Ananías una “pared blanqueada” o de las
ocasiones en que Jesús denunció severamente a los fariseos por su maldad.
1) Por lo general podemos dar por un hecho que un pasaje es literal, a menos que
haya evidencia amplia de que su significado es figurado: Casi siempre habrá
alguna indicación en el texto de que se está utilizando lenguaje figurado.
La clave para interpretar el significado del lenguaje figurado, es reconocer los atributos
del objeto o cosa de la que se habla y aplicárselos al objeto considerado como semejante
o similar.
Para tal efecto, se puede proceder mediante la utilización de las siguientes sugerencias:
1) Siempre existe una relación entre el sentido literal de las palabras y su uso
figurado en la oración analizada: Por ejemplo en el caso de la expresión “Yo soy
la puerta” (Juan 10:9), el significado literal de la puerta (objeto que permite el paso
u entrada), es aplicable a Jesús, pues él permite la entrada al reino.
Por último, es necesario advertir que nunca debemos interpretar una figura, en forma tal
que el significado esté en conflicto con su contexto.
El lenguaje figurado contiene una amplia tipología de figuras, sin embargo, en nuestro
criterio, para aquellos estudiantes que se inician en el trabajo hermenéutico, es
suficiente considerar los siguientes tipos:
“... y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma y venía sobre él”
(Mateo 3:16).
4) La Alegoría: Esta figura es semejante a una metáfora, con la salvedad de que utiliza
una historia para realizar la comparación. En este sentido es similar a una parábola,
con la excepción de que una parábola es una historia posible, supuesta, mientras que
la alegoría es un acontecimiento actual o histórico, usado para establecer la
comparación. Véase al respecto, la utilización que hace Pablo de la historia de Sara
y Agar, para enseñar la diferencia entre los dos pactos de Dios con los hombres
(Gálatas 4:22-31, Génesis 21).
5) La Hipérbole: Se refiere a una exageración usada para dar énfasis, proviene del
vocablo griego que significa “exceder”, ejemplo de hipérbole es Juan 21:25 y
también Efesios 3:8.
7) La Sinécdoque: Posee una gran semejanza con la metonimia, sólo que cuando se
presenta el caso de que la palabra utilizada sustituye el todo por la parte o la parte
por el todo, estamos ante una sinécdoque. Claro ejemplo de esta figura es Mateo
6:11, en la que el “pan” sustituye la totalidad de la comida.
“Así que no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su
afán” (Mateo 6:34).
La Poesía Hebrea
Entre las razones que explican la presencia de la poesía en la Biblia, podemos citar:
1) Facilita la memorización.
Esto, pues, la poesía hebrea se caracteriza por su estilo adornado y elevado, el uso de
vocabulario especial y principalmente por su forma simétrica de expresión llamada
paralelismo, la cual consiste en la correspondencia o contraste entre los renglones de la
poesía, con respecto al pensamiento o lenguaje de ellos y a veces de las dos cosas.
La Profecía
En este sentido la figura del profeta aparece como aquel que habla por otra persona y
especial por Dios. El profeta es, entonces, aquel personaje que declara el mensaje de
Dios, el cual le ha sido dado por Dios mismo.
Sin embargo, el valor principal de la profecía es para la posterioridad, más que para su
época. De ahí que podemos decir que su propósito fundamental es revelar a Cristo, su
evangelio y su reino.
Además, la profecía tiene un valor como revelación orientadora para la vida particular,
tal y como lo enseña Pablo en I Corintios 10:11. Por otro lado, también tiene valor en
relación con el mensaje inmediato al pueblo de la época, en la cual Dios actuaba
directamente con su pueblo, preparándolo para la llegada del Salvador, de forma tal que
la profecía es parte de la historia del pueblo Hebreo.
Lo anterior nos permite concluir que las profecías hablaron principalmente del futuro
más lejano, en relación con Cristo, pero con frecuencia tenían aplicación a su época
inmediata, pero sólo en sentido figurado o hiperbólico
En el primer caso, se refieren en forma directa a Cristo, sin hacer mención a otra
persona o circunstancia, de esta manera el cumplimiento solamente puede darse en
Cristo, véase como ejemplo Zacarías 13:7, en conexión con Mateo 26:31.
Por su parte las profecías indirectas, son aquellas que se refieren en forma superficial a
otra persona o circunstancia, pero cuyo lenguaje solo se cumple perfectamente en
Cristo, así siempre habrá una referencia inmediata, aplicable a otra persona, además de
la persona de Cristo, como en el caso de Salmos 16:9-10, en conexión con Hechos 2:25-
31 y en referencia a David.
Todo esto nos permitirá entender las siguientes reglas, para la interpretación de la
profecía:
Como corolario, podemos afirmar a la luz de todo lo expuesto, que la Biblia nos
pertenece y que puede ser entendida fácilmente, si trabajamos aportando lo mejor de
nosotros mismos, dejándonos guiar por el Espíritu Santo y siguiendo con dedicación las
sugerencias aquí presentadas, cuyo contenido dan forma a la Hermenéutica Bíblica.
Las bendiciones de Dios le están esperando.
Bibliografía