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Índice
Bibliografía …………………………………………………………………………………………… 16
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Introducción:
Para iniciar quiero dejar como declaración de principios que en mi accionar como musicoterapeuta
interactúo: con sujetos, personas, individuos, ricos en subjetividad y más ricos en su individualidad:
En la evolución de los seres vivos el cerebro se fue desarrollando desde abajo hacia
arriba Paul Mc. Lean en 1967 concibió este modelo llamado cerebro trino, que aún tiene
vigencia en la concepción neurocientífica.
cerebro de reptil, En la base del cerebro es donde están situados los centros
necesarios para la vida: Controlan el dormir y el despertar, la respiración, la regulación de la
temperatura y los movimientos automáticos básicos; también es estación de paso para las
estimulaciones sensoriales que llegan desde el mundo externo.
cerebro paleomamífero incluido el sistema límbico promueve la supervivencia,
mejora y refina los movimientos y la coordinación, en él se desarrolla el aparato de la memoria y
las emociones. Potencia la relación con el mundo social.
corteza o neomamífero o neocortex. Es el nivel superior. En esta área se afinan
las funciones inferiores y se realizan las funciones de abstracción, asociación, y planificación.
Por su parte el cerebelo también evolucionó demostrando que también tiene
función sobre el pensamiento, el habla la memoria y la vida emocional.
Filogenéticamente se sabe que las zonas que más desarrollo han tenido en el ser humano son
las que tienen relación con funciones cognitivas. Así la corteza premotora está más
desarrollada que la sensorial o motora primaria.
1 Leivinson, Cora. 1999 ¿Musicoterapia para autismo o Musicoterapia por ser humano? en Biblioteca virtual www.centrobenezon.com presentado en
1ª Jornadas de Autismo. APADEA. Mendoza. 1999.
2 Leivinson, Cora 2008 “Apuntes de neurología para master Musicoterapia” CIM Bilbao.
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La influencia del ritmo en los estados de trance es el principio “sanador” utilizado por muchas
culturas. En pacientes muy desorganizados psíquicamente comprobamos como la
regularidad rítmica puede brindarles seguridad. En ocasiones tener como fondo el
ritmo adormecedor de un teclado electrónico puede ser facilitador de otras situaciones
creativas.
La música posee un tempo, es decir una velocidad en su movimiento, una velocidad subjetiva y
objetiva en su pulso, o sea en su ritmo básico.
existe música de dos tiempos, o binaria que se la asocia con la marcha automática y los
ritmos fisiológicos, (inspiración y espiración, sístole y diástole) estos ritmos son regidos
por el sistema vegetativo.
también existe música de tres tiempos que nos incita a la danza, a veces como un
balanceo y otras de giros, son los ritmos ternarios, y tienen que ver con el acunamiento,
o con ritmos tan básicos como el vals. (en personas con autismo la estimulación y
autoestimulación laberíntica también está relacionada con este ritmo ternario)
En la música oriental encontramos mayor complejidad rítmica, nuestro oído
culturalmente occidental se va adecuando a ello y los va incorporando de forma
paulatina.
Melodía y cerebro medio, los formantes de la voz materna, la melodía del lenguaje, el
llamar, o el nombrar (los intervalos de terceras ascendentes y descendentes) determinan
situaciones de apego y reconocimiento familiar. Se establecen las reacciones emocionales y la
memoria emotiva. Todas las culturas tienen expresiones melódicas en sus cantos. Varía
notablemente la utilización de la voz como instrumento musical principal. Existen culturas que
emiten la voz con resonancias especiales, naturalmente exageradas, como es el caso del canto
armónico o difónico de algunos pueblos orientales, los falsetes de algunas canciones de los
Alpes o de algunos pueblos de Los Andes, la emisión impostada para el canto operístico, las
melodías quejosas del flamenco, o los gritos melodiosos de algunos pueblos africanos.
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Podríamos decir que cada ser humano tiene su Tempo mental y hasta
podríamos darle una relación con colores o texturas, con la música sucede algo similar
encontramos música áspera, colorida, suave, liviana, ligera, etérea, pesada, oscura, clara, y
ya desde estos calificativos no nos estamos refiriendo solamente a su velocidad sino a la
combinación de velocidad con masa sonora o con timbre predominante, y depende de las
asociaciones que realizamos con nuestra memoria emotiva que también es a su vez
integradora de experiencias.
Armonía y cerebro superior, la corteza cerebral humana está preparada para la decodificación
del lenguaje hablado, asociaciones, anticipaciones, análisis y síntesis. Las zonas de la corteza
que tienen funciones cognitivas son las que mayor desarrollo han tenido a lo largo de la
historia de la humanidad. Cada cultura tiene su forma de comprender y expresar la armonía.
Teniendo en cuenta que se considera un principio armónico la superposición de timbres, es
importante aceptar que a veces encontramos disarmónicos los productos musicales de culturas
diferentes a la nuestra por el mero hecho de no estar acostumbrados a oírlos.
Las secuencias armónicas favorecen estados mentales y emocionales. Hay importante influencia
de la cultura en las apreciaciones armónicas. La mente de las personas co n autismo presenta
dificultades para anticipar situaciones o comprender empáticamente lo que le está cediendo o
está pensando su interlocutor. La música puede ofrecerle un colchón mullido que disfraza el
contenido semántico, para basarse simplemente en la forma de la comunicación.
ritmo
Armonía
melodía
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Como consecuencia de sus trabajos de investigación Levitin nos describe cuáles son las
zonas del cerebro que se activan con la música:
El feto oye toda una gama de sonidos de baja frecuencia: rumores internos, el
movimiento del quilo durante la digestión, los ritmos cardíacos. La respiración rítmica
como flujo y reflujo constante. Y luego la voz de su madre ante la cual va a
reaccionar, reconociéndola, una vez nacido. La audición al igual que la visión está
integrada por varios centros.
Por otro lado en investigaciones recientes se comprueba que la música dispara
patrones de “encendido neuronal” a lo largo de grandes regiones de la corteza que se
usan también para el razonamiento espacial.
Es el inicio de la vida motriz, el feto comienza a responder motrizmente a los estímulos
externos, Su piel, primer órgano funcional trasmitirá los estímulos vibracionales que
serán devueltos en movimientos; comienza el placer por el balanceo rítmico, producido
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por el impulso del líquido amniótico, sensación que probablemente guarde en el
inconsciente para ser recuperada en cualquier momento de la vida extraútero 4.
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Campbell D 1998 “El efecto Mozart”
5 Julián de Ajuriaguerra, 1978 Manual de Psiquiatría Infantil. Barc. Toray Mason
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¿Qué hacemos los musicoterapeutas cuando trabajamos con un
niño seriamente afectado?
Comenzar un tratamiento musicoterapéutico significa iniciar un vínculo empático
entre musicoterapeuta y niño…un vínculo en el que el juego con sonidos estructurados como
música será el vehículo de comunicación e interrelación.6
Desde una perspectiva cognitiva, la ansiosa exigencia de un mundo sin cambios, remite
inmediatamente a la idea que existen anomalías y limitaciones en los procesos de anticipación o
más en general de formación de esquemas o uso de ellos….los esquemas…cumplen un papel
decisivo en las capacidades humanas de “integrar información diversa del mundo”. Un mundo sin
esquemas es un caos fragmentario, en que las realidades que no se acomodan miméticamente a
lo ya sucedido son terroríficas novedades, cognitivamente incomprensibles y emocionalmente
inaceptables. (Rivière, Íb. Capítulo 3.Tratamiento y definición del espectro autista. Anticipación,
flexibilidad y capacidades simbólicas)
En el desarrollo de sus competencias de simulación y ficción, el niño pasa por cuatro etapas:
1. Desde el final del primer año es capaz de reproducir en su propio sistema emocional y
perceptivo intenciones de otros en relación con situaciones presentes.
2. Desde los 18 meses empieza a hacer simulación on-line y desarrolla las primeras
capacidades de atribución de estados mentales.
3. Desde los tres años desliga la simulación de los contextos presentes e inmediatos.
6 Leivinson, Cora 2006 Musicoterapia en el tratamiento del autismo infantil y TGD. Rev. Música terapia y comunicación, Nº23 Bilbao
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4. Desde los 4 a 6 años aproximadamente su imaginación es tan poderosa que suele superar
cognitivamente situaciones contrafácticas simples7.
En el caso de los niños con autismo por ejemplo, tienen grandes dificultades para
realizar juego simbólico, representar la realidad en sus juegos sólo les es posible con la
asistencia y motivación constante por parte del adulto. Los juguetes carecen para ellos de
cualidad representativa; es por ello que son utilizados de manera peculiar con gestos básicos y
repetitivos; sacudir, entrechocar, golpear, girar…La Música puede suplir en parte esa situación,
brindando objetos sonoros y situaciones lúdicas sonoras en las que por ejemplo, el silencio del
calderón colabora con la conciencia del suspenso temporal.
El niño también
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Grita: buscando resonancias acústicas, buscando la atención del adulto, defendiéndose
de una situación que no logra dominar.
Regurgita: como autoestimulación, como expresión de desagrado
Gime: como autoestimulación, como expresión de dolor,
Habla a veces de manera rítmica o particularmente melódica: intenta imitar el
lenguaje hablado muchas veces no comprendido en su significado real (lo recibe muchas
veces como melodía)
Canturrea reproduciendo estribillos de canciones o jingles publicitarios: intenta
imitar canciones por el puro placer de cantar..
Rechina: por bruxismo, por autoestimulación sonora.
Chasquea: por autoestimulación vocal.
“El juego es un modo de relación con el adulto con el que (el niño) no sólo expresa sus
posibilidades de oponerse a su dependencia sino incluso las de adquirir una relativa
autonomía, también puede ser el símbolo o la expresión de relaciones positivas: puede
constituir una de las relaciones más válidas y constructivas con el adulto”.8
8Diatkine y Lebovici 1978 en Manual de Psiquiatría Infantil de Julián de Ajuriaguerra .Ed Toray Masson.
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Cora Leivinson 2006 “Resonando, ecos, matices y disonancias en la práctica musicoterapéutica”, Ed
Nobuko Bs As
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en cuenta los aspectos que se describen más adelante, conocería a sus alumnos desde
otra dimensión, y lograría posiblemente encontrar actividades que resultaran
favorables para la mayoría considerando a la minoría que requiere atención especial.
Capacidades motoras:
Motricidad gruesa.
Gesto primario. Gesto complejo.
Gesto reversible (utiliza la mano en varios sentidos)
Motricidad fina. Incorporación de la pinza en la prensión.
Independencia de los dedos en el pulsar
Funciones psíquicas:
Atención, secuenciación, retención y memoria.
Anticipación. Flexibilidad. Sentido del humor.
Tono mental
Ubicación espacio-temporal
Habilidades específicas:
Posibilidad de expresión verbal
Intencionalidad de canto en la emisión de la voz.
Creación musical.
Posibilidades de expresión y creatividad.
Capacidad de imaginación.
Discriminación y receptividad del lenguaje
y el hecho sonoro en general.
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Aspectos de la historia personal que influyen en su espectro-
sonoro musical individual.
Técnicas de empatía
(áreas de la comunicación y cognitiva)
Imitar: hacer eco o reproducir una respuesta del otro cuando ésta haya
concluido.
Sincronizar: hacer lo que el otro este haciendo pero al mismo tiempo.
Incorporar (asociar): servirnos de un comportamiento sonoro-musical del otro
para componer desde ahí y elaborarlo.
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Rowel, Lewis Introducción a la filosofía de la música.
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Ajustar: adaptarnos al nivel de energía musical del otro – intensidad y
velocidad-.
Reflejar (el estado anímico): interpretar el estado de ánimo, actitud,
sentimiento que muestre el otro.
Amplificar: repetir y exagerar una respuesta del otro que haya sido diferente,
significativa, creativa.
Distorsionar: deformar intencionadamente una música con actitud
humorística...
Técnicas de estructura
Fondo rítmico: mantener un compás básico o proporcionar un fondo rítmico
para la improvisación del otro.
Centro tonal: proporcionar un centro tonal, escala o fondo armónico como
base para la improvisación la improvisación del otro
Dar forma (ley de cierre): ayudar al otro a definir la duración de una frase y
darle una forma expresiva.
Técnicas de intimidad
Compartir instrumentos: utilizar el mismo instrumento que el otro o tocarlo
cooperativamente.
Dar (ofrecer un instrumento, etc): presentar al otro a modo de regalo una
ejecución sonora, vocal o instrumental, o bien un instrumento u otro objeto
relacional con un sonido asociado (pelota, etc...)
Soliloquio musical: improvisar una canción como si se hablara a uno mismo
sobre el paciente.
Técnicas de facilitación
Repetir: reiterar el mismo patrón rítmico, melódico o de movimiento, o de
letra, etc, de forma continua o intermitentemente.
Modelar: presentar o mostrar algo para que el otro lo imite.
Hacer espacios (espera estructurada): dejar espacios en toda la estructura
de la improvisación propia para que la otra se interponga.
Interponerse (en los huecos no sonoros del otro): esperar que haya un
espacio en la música del otro para complementarlo.
Extender: añadir algo al final de la respuesta para complementarlo.
Completar: contestar o completar la pregunta musical del otro o la frase o
fragmento antecedente.
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Secuenciar: ayudar al otro a poner cosas en un orden secuencial (p. ej.
Secciones de una improvisación, acontecimientos de una historia o
información autobiográfica).
Dividir: improvisar con la otra persona dos aspectos dos aspectos conflictivos
de su “yo”.
Transferir: improvisar dúos con el otro que permitan explorar relaciones
significativas en su vida.
Cambios de roles: intercambiar diversos roles con el otro mientras
improvisa
Anclar: asociar una experiencia significativa en terapia a algo que capacite al
paciente a recordarla fácilmente o refundir la experiencia en una modalidad,
medio o forma que facilite la exteriorización o su consolidación.
Cabe agregar que todas estas técnicas implican también el abordaje del área
motriz ya que el paciente está permanentemente tocando instrumentos para poder
expresarse musicalmente.
- a nivel cognitivo:
- Estimular las funciones superiores: atención, memoria, orientación,
reconocimiento, creatividad, imaginación.
- Afianzar y desarrollar gnosias auditivas y visuales,
- Colaborar en la instauración del lenguaje
- a nivel físico:
- Estimular la capacidad de recibir y diferenciar estímulos sensoriales.
- Colaborar con la activación física,
- Favorecer la expresión corporal,
- Mantener e instaurar nuevas praxias
- Favorecer estados de relajación corporal y mental.
- a nivel social-emocional:
- Aumentar la capacidad de comunicación
- Favorecer la autoestima (fortalecimiento yoico)
- Promover una participación activa,
- Sembrar la cooperación,
- Favorecer la interacción social,
- Incentivar la identificación y expresión de sentimientos,
- Desarrollar posibilidades de comunicación no verbal
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VI ¿Conexión, desconexión?
A lo terapeutas se nos plantea un problema ético-existencial respecto de la
realidad de nuestros pacientes “¿Debemos ayudarles a salir de su aislamiento?” En el caso de un
sordo profundo “¿Debemos realizarle un implante para que pueda oír?”, en algunos casos de
ceguera “¿Debemos facilitarle quirúrgicamente la posibilidad de ver?”
Según Rivière habría que establecer una “negociación tácita” ya que sería un
error considerar que les produce bienestar emocional su aislamiento. Existen escritos realizados
por personas autistas donde manifiestan su incomodidad ante su situación de vida, se reconocen
como diferentes y desearían no serlo.
La estereotipia tanto motora como verbal o gutural puede ser una forma de reacción
ante lo desconocido, pero también una forma de expresar placer, pertenece a un repertorio de
conductas que en algún momento de su desarrollo tuvieron un contenido de exploración, si
observamos a bebés con desarrollo dentro de lo considerado normal vemos que aparecen esas
conductas que luego son dejadas de lado para dar paso a otras más eficaces. Los niños con
autismo, o niños con patologías severas parece que nunca pudieron reemplazarlas.
Considero que somos los terapeutas los que estamos en constante modificación:
aprendemos permanentemente de nuestros pacientes a ver, a escuchar y a comprender el
mundo de otra manera, a entender que no existen verdades absolutas. Sólo si sabemos anticipar
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situaciones entenderemos cómo ayudar desde la música a ese niño que está pidiendo ayuda
para salir de su propia estructura.
Pero creo que no es imponiendo nuestra estructura sino llegando a un acuerdo tácito,
intermedio, dado por calderones, por síncopas, por sonidos glissandos y eventualmente,
clusters.
La empatía está considerada una de las falencias principales, por ejemplo, en las
personas con autismo, cabríamos preguntarnos si somos nosotros mismos empáticos. Sólo
desde la empatía lograremos ayudar en la flexibilidad.
Conclusiones generales:
La Musicoterapia es una disciplina científica que aborda al ser humano que tiene
alguna problemática, desde un lenguaje no verbal utilizando la música, el sonido, el
silencio y el movimiento.
El musicoterapeuta debe ser músico ya que utilizará los elementos del lenguaje
musical para la comunicación no verbal con los pacientes.
El musicoterapeuta tiene una escucha diferente a la del resto de los profesionales del
equipo interdisciplinario y aporta al equipo una visión también diferente poniendo el
énfasis en las posibilidades expresivas y creativas del paciente en cuestión. De allí que
uno de los objetivos principales en un tratamiento musicoterapéutico sea el aumento
de la autoestima y el reconocimiento de sí mismo.
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Apéndice
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