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CARRETERAS SOLARES

INTRODUCCIÓN:
1.1.- MARCO TEORICO
Los módulos, de forma hexagonal, pueden soportar más de 110 toneladas
Cada panel hexagonal, de 30 centímetros por cada cara, está formado por tres capas: una
superficial, fabricada con un material resistente, rugoso y translucido a base de vidrio templado
que deja pasar la luz del sol e incorpora una iluminación led y elementos calefactores; la segunda
contiene las células fotovoltaicas y la tercera distribuye la energía acumulada a la red eléctrica,
además de encender los led y los elementos calefactores.
Los led permitirían señalizar de noche las carreteras con líneas o signos de diseños modificables
según las necesidades, aumentando la seguridad del tráfico, pero también formar cualquier figura
e iluminarse con cualquier color, lo que permitiría facilitar información de todo tipo a los
conductores. Y la calefacción, evitaría la acumulación de nieve o hielo sobre la superficie de la
carretera. Instalada en los carriles bici, esta tecnología permitiría usarlos incluso durante los
peores días de invierno.
Los paneles, desarrollados desde hace una década por los Brusaw, pueden soportar más de 110
toneladas de peso. "Al pensar en lo resistentes que deberían ser, nos vino a la mente la caja
negra de los aviones: no sabíamos de qué material estaba hecha, pero debía ser capaz de
proteger los más delicados componentes electrónicos de los peores accidentes aéreos”, recuerda
Scott Brusaw.
Aunque, pese a utilizar materiales reciclados, el coste de pavimentar una superficie así sea
mucho más elevado que el de limitarse a asfaltarla, los paneles, de forma hexagonal, y que se
interconectan al encajarlos (lo que permite saber si uno falla para reemplazarlo) se rentabilizarían
a largo plazo gracias a la energía producida.
1.2.- OBJETIVOS Y JUSTIFICACION
El estudio de las “carreteras solares”, una poco conocida tecnología pro-metedora al menos a
priori ya que supone aprovechar los medios con los que contamos para obtener energía siendo
respetuosos con el medioambiente. Qué se ha hecho hasta ahora, por qué no está teniendo más
difusión y si podrá ser desarrollado en un futuro más o menos próximo. La propuesta de un
proyecto de aplicación de los captadores horizontales de energía solar con la intención de que
sea finalmente llevado a cabo siendo los resultados satisfactorios y con expectativas de un mayor
desarrollo e implantación a futuro.
En el Perú, el estado gasta cada año más en alumbrado público, entre reparaciones y la cantidad
de personas que cada día crece a un paso acelerado, para solucionar ese problema, se ha
creado una forma efectiva de crear energía, aprovechando el terreno que tenemos.
1.3.- ANTECEDENTES

CHINA: China ya tiene su carretera solar capaz de recargar coches eléctricos, al igual que
Suecia a través de un pantógrafo inteligente. Y Holanda también puede presumir de tener la
primera carretera que integra pintura que se recarga durante el día para guiar a los conductores
de noche.

Y es que en el pasado imaginábamos un futuro de coches voladores, pero el presente parece


haberse detenido en la energía más antigua que existe: la del sol. Es por eso que estas seis
carreteras solares han sentado un precedente en la movilidad.
FRANCIA: 2.280 paneles solares para abastecer a un pueblo

A finales de 2016, Tourouvre-au-Perche, una comuna francesa situada en la región de la Baja


Normandía, estrenó la primera carretera solar en el mundo. El tramo de un kilómetro de longitud
fue cubierto por 2.280 paneles solares, capaces de abastecer las luces de las calles del pueblo.

Construida con la tecnología Wattway -cada panel está cubierto por cinco capas de silicio para
garantizar su resistencia-, esperan que la carretera produzca hasta 1.500 kWh por día durante el
verano. Eso sí, la enorme inversión económica es el principal obstáculo.
2. Estados Unidos y un proyecto fallido que sigue intentándolo

Solar Roadways fue un proyecto que nació en 2012 y cuyo objetivo se basaba en multiplicar por
tres la producción energética de Estados Unidos y alimentar los coches eléctricos con luz solar. El
proyecto se basa en instalar paneles solares modulares cubiertos con vidrio templado como
reemplazo para el pavimento estándar y, en 2016, celebró la primera instalación pública de estos
paneles en Idaho.

Sin embargo, tras años de desarrollo, a la semana de haberse inaugurado 25 de los 30 paneles
instalados ya estaban rotos, además de que el sistema eléctrico ha presentado todo tipo de fallos
que hacen que hoy día esté fuera de servicio.

Pero la empresa no ha cejado en su empeño y han encontrado posibles proyectos en Corea del
Sur, Australia, Dubái, Abu Dhabi y Austria.

3. En la frontera entre Alabama y Georgia

Las carreteras solares de Wattway también aterrizaron en el sudeste de Estados Unidos,


específicamente en la frontera entre Alabama y Georgia. Se instaló un pequeño camino solar con
el objetivo de generar 7.000 kWh al año y atraer a inversores.
4. El carril bici holandés

SolarRoad es un proyecto que se puso en funcionamiento en Holanda a finales de 2014 y que


funcionó mejor de lo esperado. Se trata de un carril bici con células fotovoltaicas que van
integradas en módulos de hormigón de 2,5 a 3,5 metros, y por encima llevan una doble capa de
vidrio templado como protección.

La compañía desarrolladora reveló que su carril generó 3.000 kWh en seis meses, una cantidad
que podría ofrecer energía a un hogar en el que vive una persona, durante un año. Eso sí, se
tuvieron que desembolsar casi tres millones de euros por unos 70 metros de carril.

5. La carretera China que permite una carga inalámbrica

China está saltando estos días a las cabeceras de los medios por su carretera solar. Con un
kilómetro de longitud, los paneles solares que alberga abastecen de energía a los coches
eléctricos que pasen por ella, y sus sensores permiten enviar información al conductor acerca del
estado de la carretera.

Por desgracia, solo tuvieron que pasar cinco días de su inauguración para que alguien robara un
tramo de casi dos metros.
6. Una acera que recarga coches en Budapest

La empresa Platio ha instalado recientemente en Budapest una pequeña acera solar creada con
plástico reciclado. Este sistema tiene una doble función: permite el tránsito de peatones y a la vez
es capaz de recargar las baterías de un coche eléctrico.

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