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El llano en llamas

Juan Rulfo

Montserrat Cortes Ruiz

3°D T/V

Argumento

El llano en llamas, un libro de Juan Rulfo cuyo contenido son cuentos cortos; los cuales
hacen referencia a historias en pequeños pueblos; enfocándose en lo que ha vivido la
persona, narrando ella misma la situación y solución o final de ellas. Claramente unos
contándolo tristemente, otros indiferentes; demostrando sentimientos de rencor, odio, dolor,
miedo, alegría, entre otros. Y demostrando también, valores como la lealtad.

Ensayo

Hablemos de la desesperación, para ello mencionaré el cuento Nos han dado la tierra
donde hay un claro ejemplo del mismo. La desesperación es la pérdida total de la
esperanza; llega el punto donde termina la tranquilidad, la paciencia. Este pequeño cuento
se adentra en ello, por la esperanza perdida, por la negatividad. En algún momento se ha
recibido un terreno demasiado grande; pero este es de tierra infértil. Tiempo atrás se
pensaba que al obtenerlo, los dueños harían cosecha. Al saber que la tierra no es como ellos
la imaginaban, comenzó la desesperación, la frustración.

Cuando uno entra en una situación como esta, se trunca la vida ella misma, no busca la
solución, solo mira el lado negativo de las cosas. La desesperación es una sensación de
rendimiento, simplemente conduce al estrés, a la tensión, y este mismo puede ser el inicio
de la ira. Y es que no es sencillo aceptar todo lo contrario a lo que pensaste que sucedería,
mucho menos cuando tanto empeño le has puesto; incluso se comienzan a ver las cosas
exageradamente en contra tuya: “uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas,
que nada habría después” (Rulfo, 2012, pág., 7).

Los planes son una cosa muy bien planteada, un objetivo a realizar. Mirar que tendrás
obstáculos o incluso que no los podrías realizar es desesperante: “la tierra está deslavada,
dura. No creemos que el arado se entierre en esa como cantera que es la tierra del Llano.
Habría que hacer agujeros con el azadón para sembrar la semilla y ni aun así positivo que
nazca nada; ni maíz ni nada nacerá” (Rulfo, 1012, pág., 10). ¿Pero cómo saber lo que
pasará sin siquiera intentarlo? Quien trunca sus planes es uno mismo.
La cuesta de las comadres. Quién no es leal con alguien, no es leal consigo mismo. Esta
pequeña lectura nos muestra el valor de la lealtad, un valor que prácticamente es muy
escaso. Para los que no lo saben, la lealtad es la nobleza, la incapacidad de cometer
cualquier traición o engaño. A pesar de que peleen demasiado, que discutan a diario, si se
tiene este valor todo podrás superarlo; me refiero a que se pueden enojar, dejarse de hablar
por un tiempo, pero siempre volverá a existir esa unión, con franqueza, sinceridad y
rectitud.

Solo es leal quien además de ser fiel, es franco y sincero. Servir con lealtad significa no
solo servir con franqueza sino también con sinceridad y honradez. Quien al amigo, al jefe o
al líder no le informa los hechos reales o la verdad de la situación existente, incurre en una
deslealtad de manera mayor, pero el hombre leal es recto, digno e incorruptible: “el y yo
llegamos a pelearnos muchas veces” “era algo duro de entendederas y le gustaba encararse
con todos, pero no pasaba de allí” (Rulfo, 2012, pág., 20). Uno podría ser muy renegón,
demasiado peleonero; pero jamás les fallará a las personas que se han ganado su lealtad.

Vamos repasando todo, ya se habló de la desesperación, acabamos de ver la lealtad; ahora


hablemos un poco del miedo. El miedo es una emoción desagradable para quien lo padece,
es una alteración del ánimo que produce en cierta forma angustia ante un peligro o un
eventual perjuicio, ya sea producto de la imaginación o propio de la realidad.

¡Diles que no me maten!, un cuento el cual expresa el miedo hasta en su mismo título. El
protagonista vuelve a su pasado; pensando que ya todo quedó en el olvido, el mismo sigue
su vida; en seguida dándose cuenta de que lo buscan, despierta el miedo en el, por que esa
acción que cometió en su pasado jamás se olvidó. Dejar deudas pendientes no es bueno,
mucho menos cometer cosas malas, donde perjudicas o te llevas a terceras personas entre
las patas. Date cuenta que después de esto tu podrías estar rogando: “diles que tengan
tantita lástima de mí, Nomás eso diles” (Rulfo, 2012, pág., 89, 90).

El concepto de miedo también se utiliza para nombrar al rechazo o repugnancia que siente
un individuo a que le pase algo malo u opuesto a lo que pretende para sí mismo: “cuéntale
lo viejo que estoy. Lo poco que valgo. Qué ganancia sacará con matarme? Ninguna
ganancia. Al fin y al cabo él debe de tener un alma. Dile que lo haga por la vendita
salvación de su alma” (Rulfo, 2012, pág., 90).

Aquí esta lectura te deja una moraleja. Piensa dos veces las cosas antes de hacerlas; y si las
haces piensa en las consecuencias que puede haber. ¡Recuerda! A toda acción hay una
reacción, y muchas veces no sabemos cual será esa reacción. Existen buenas, existen malas.
Todo depende de lo que tú hagas.
Conclusión

Observé que todos los cuentos al final no luchan por lo que anhelan en realidad. Se
conforman con muy poco, tienen una pequeña capacidad de luchar por lo que en realidad
quieren. Aquí hablamos de valores, de estados de ánimo. Cuando se hace una acción, hay
que tomar en cuenta la reacción, las consecuencias. Jamás te rindas como ellos lo hicieron
en los cuentos, mucho menos te conformes con tan poco; puede haber un poco de realidad
en ellos, pero sé que no nos gustaría terminar con el mismo final (como unos buenos
conformistas), por que siempre podemos dar mucho más de nuestra persona.

Biografía

Rulfo, J. (2012). El llano en llamas. México: RM.

Glosario

1. Carabina: Arma de fuego, portátil, compuesta de las mismas piezas que el fusil,
pero de menor longitud.
2. Cuamil: Acción y efecto de sembrar, tierra sembrada, cosa sembrada, tiempo a
propósito para sembrar, origen o principio del que nacen o se propagan algunas
cosas.
3. Desavenencia: Oposición, discordia, contrariedad.
4. Encinos: Árbol de la familia de las Fagáceas, de diez a doce metros de altura, con
tronco grueso, ramificado en varios brazos, de los que parten las ramas, formando
una copa grande y redonda, hojas elípticas, algo apuntadas, a veces espinosas,
duras, correosas, persistentes, verdinegras por la parte superior y más o menos
blanquecinas por el envés, flores de color verde amarillento. Tiene por fruto bellotas
dulces o amargas, según las variedades, y madera muy dura y compacta.
5. Graznar: Dar graznidos.
6. Huizache: Árbol de la familia de las Mimosáceas, de ramas muy espinosas. Su fruto
contiene tanino, con el que se prepara tinta.
7. Jarillas:
8. Latifundio: Propiedad agraria de gran extensión que pertenece a una sola persona y
que se caracteriza por la mala explotación de sus recursos.
9. Paraneras: se refiere al lugar en donde se siembra la planta forrajera llamada Paraná
o pará, la cual se usa para alimentar al ganado.
10. Pedregoso: Dicho de un terreno: Cubierto naturalmente de piedras.
11. Pespuntes: cierta costura. Fam; mirar de reojo los enamorados.
12. Pizcarse: cosechar, recoger el maíz.
13. Rastrojo: residuo que queda en el campo de las mieles segadas.
14. Reculando:
15. Remanso: retención de corriente de agua, lugar tranquilo.
16. Resuello: Aliento o respiración, especialmente la violenta.
17. Rezagar: Atrasar, suspender por algún tiempo la ejecución de algo.
18. Tepemezquite:
19. Tepetate: roca que se emplea para la fabricación de casas. Sembrar en tepetate,
predicar en desierto.
20. Tordos: dícese de la caballería que tiene el pelo mezclado de color negro y blanco.
21. Trasijado: que tiene los ijares muy recogidos o estrechos, dícese de la persona que
esta muy flaca.
22. Tumulto: alborotó turbación, agitación. Muchas personas o cosas.
23. Yuntas: par de bueyes u otros animales que aran juntos.

08/06/2012

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