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Neurociencia y medicina

A pesar de los grandiosos avances científicos de los


últimos años, el cerebro humano sigue siendo un gran misterio pero, ¿Cómo funciona?
Todavía no ha sido desgranado en su totalidad, y si bien, se conocen muchos detalles sobre
su anatomía o funcionamiento, sigue siendo imposible comprender en su totalidad todas las
funciones llevadas a cabo por el cerebro, esa estructura de tan pequeñas dimensiones.
Entender el cerebro es uno de los mayores retos al que se enfrenta el ser humano. ¿Puede la
neurociencia ayudar a conseguirlo?
Desde la neurociencia se plantean muchos problemas para ser resueltos, los cuales aún se
están investigando por laboratorios de todo el mundo, como la conciencia, la percepción, el
aprendizaje y la memoria, la plasticidad cerebral, la cognición o el sueño entre otros. Y si es
así, ¿Cómo lo hace? Para comprender cómo funciona el cerebro humano, primero es
necesario entender cómo funcionan los pequeños componentes que lo forman, las neuronas,
esos “chip” que se conectan y comunican entre sí, cómo llevan a cabo el trabajo de
transportar, transmitir y almacenar información, o cómo su plasticidad les permite almacenar y
recuperar información durante muchos años. Ése es uno de los objetivos principales de la
neurobiología y a partir del cual se plantean todos los estudios.

La neurociencia no es una ciencia única, es multidisciplinar y se compone por cada una de las
ciencias que, desde diversos puntos de vista, estudian el sistema nervioso del ser humano y el
funcionamiento del cerebro. Para ello se apoya en disciplinas como la biología celular y
molecular, la bioquímica, la farmacología y muchas otras que, afortunadamente van
avanzando, y que, junto con el desarrollo de las técnicas de microscopía, permiten profundizar
en el conocimiento de esta disciplina y se consiguen resultados importantes para el desarrollo
de algunos ámbitos en la medicina.

¿Cómo se enlazan la neurociencia y la medicina? Muchos interrogantes encuentran sus


respuestas en estudios de investigación con animales, los cuales comenzaron en la época
griega y de los que muchas personas están en contra, aumentando con ello las críticas o la
controversia y que, personalmente, considero que son esenciales para que la investigación
pueda avanzar. Con estos estudios de investigación, se mide el comportamiento que ciertos
modelos de animales tienen frente a determinados estímulos o situaciones inducidas en el
laboratorio. Con todos estos avances, se está consiguiendo discernir por qué se producen las
enfermedades relacionadas con la neurodegeneración en el cerebro, como el Parkinson, el
Alzheimer o la esquizofrenia entre otras. Una parte muy importante en todas estas
enfermedades es la acumulación de la placa amiloide, la cual aparece en estas enfermedades
y se produce por el proceso de acumulación de proteínas que se depositan de manera
anómala en el cerebro y van produciendo daños que son irremediables por el momento. La
neurociencia constituye un camino arduo y tedioso, pero a la vez apasionante, con el cual, en
un futuro no muy lejano, podamos comprender en gran parte cómo funciona una de las partes
del cuerpo más perfectas y que a día de hoy, sigue siendo desconocida, y así podamos
ayudar a la población, ya sea en personas de la tercera edad en el caso del Alzheimer, o a
cualquier otro grupo de personas con enfermedades relacionadas con la cognición, el
aprendizaje o trastornos del sueño, entre otras.

Si queréis saber más sobre neurociencia y medicina, asistid a la sesión Neurociencia y


Medicina el sábado 16 de abril de 2016 a las 10:00 en Desgranando Ciencia.
Nace el Departamento de Neurociencia de
la Facultad de Medicina

Doctor Pedro Maldonado


Documentos adjuntos
Claustro del Departamento de Neurociencia
Contenidos vinculados
Nuevo Departamento de Oncología Básico Clínico ya es una realidad
Esta nueva unidad, que surge como una iniciativa que reúne a académicos
adscritos a diferentes departamentos y unidades de la Facultad de Medicina,
tiene como uno de sus objetivos generar conocimiento relevante en los ámbitos
básico y aplicado en el área, de manera de avanzar hacia posibles respuestas
frente al aumento en la prevalencia de enfermedades en salud mental, situación
que a nivel mundial consume un tercio del presupuesto sanitario.

Este naciente enclave, que dará lugar a la docencia, investigación y extensión en la disciplina,
es uno de los resultados de la proyección institucional impulsada por el Decanato y responde a
la necesidad de canalizar las capacidades académicas y asistenciales con que cuenta la Facultad
de Medicina, en aras de abordar problemas prevalentes de salud de la población nacional. Bajo
esta premisa y tal como sucedió con la puesta en marcha del Departamento de Oncología
Básico Clínico, esta unidad nace con el mandato de articular la investigación en los ámbitos
biomédicos correspondientes, con la actividad de formación profesional en salud.
En ese contexto y al presentar esta iniciativa, el decano de nuestro plantel, doctor Manuel
Kukuljan, señaló que este modelo implica “sumar esfuerzos, articular capacidades y no
constituir unidades que se segreguen del quehacer principal de la Facultad”. Teniendo a la
vista una necesidad país en el área clínica de la salud mental y las enfermedades
neurodegenerativas,requerimiento frente al cual ya existen desarrollos en la Facultad, el Decano
señaló que la propuesta “es una oportunidad única, pues también implica articular la
investigación clínica que ya se efectúa en neurología, siquiatría y otras especialidades
afines, generándose así una dinámica que potenciará el desarrollo académico.”
El proyecto de creación del Departamento de Neurociencia fue presentado al Consejo de
Facultad en julio de 2016, aprobado por esta instancia en septiembre del mismo año y,
finalmente, su creación fue decretada por el Rector de la Universidad de Chile a principios de
este año.
Un nuevo modelo
La forma de adscripción a este nuevo departamento se basó en que cada uno de sus integrantes
fue convocado en base a las contribuciones realizadas e intereses manifestados en sus
respectivas especialidades y disciplinas, académicos que en su mayoría no se desvincularán de
sus unidades de origen sino que distribuirán sus horas asignadas con el fin de dedicarlas a la
generación de conocimiento en el área.
Para el doctor Pedro Maldonado, académico del programa de Fisiología del ICBM y director
interino de este departamento, el esquema de reclutamiento ha resultado muy importante para el
proyecto, en tanto “el que nuestros miembros pertenezcan a distintas unidades nos
permitirá articular y gestionar mejores propuestas, más globales y conjuntas, de
proyectos de investigación básica y aplicada. En la mayoría de los casos hemos aumentado
el número de horas de estos investigadores”.
En ese sentido, añade, este departamento no va a tener una identidad física ni un solo espacio
común. “Tendrá que haber una oficina en la que esté el trabajo administrativo, pero la idea
central es priorizar la eficiencia de las tareas en base a que los académicos compartan ciertos
insumos o plataformas experimentales. Los espacios y la cercanía tendrán que ver con esta
premisa, y obviamente mantener a los investigadores clínicos y básicos en su actual área de
trabajo es lo más eficiente”.
- Cuál será la relación del Departamento con el Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica y
el Centro Fondap de envejecimiento “Geroscience Center for Brain Health and Metabolism”?
- Esta vinculación es muy interesante, porque BNI y Gero son principalmente proyectos
grupales de investigación, con la formalidad necesaria para ejecutarlos pero sin contar con una
estructura académica como los departamentos o institutos de Facultad, de manera que no tienen
la posibilidad de reclutar integrantes. Esta relación puede ser tremendamente beneficiosa,
porque combina la formalidad institucional de los departamentos con la flexibilidad de los
proyectos de investigación; es el caso del Centro de Modelamiento Matemático y el
Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, por ejemplo.
Así se aprovechan las ventajas de ambos mundos; este tipo de institutos son los que uno
quisiera fomentar más aún, en base a que unidades académicas formales sirvan como centros de
apoyo a su generación, incentivando la presentación de diversos proyectos colaborativos en
temáticas vinculadas. Esa es una intersección importante, y obviamente sus ventajas son que
atraen recursos considerables como puede ser en el área de infraestructura, que hay que
aprovechar para la Facultad, en una sinergia que combine los intereses del departamento con
los de los institutos para hacer propuestas de espacios financiados externamente. Un
departamento institucionaliza todo este tipo de colaboración como un centro articulador.
Respuestas al futuro
Así, los objetivos del Departamento de Neurociencia son desarrollar la docencia en el área de
neurociencia en los ámbitos del pre y postgrado y en la formación de académicos e
investigadores, al mismo tiempo que constituirse en un referente en investigación con
aplicación en salud y, por último, forjarse en un interlocutor válido para el Estado al momento
de discutir políticas públicas de salud y bienestar en esta área, que permita dar una mejor
respuesta a las necesidades crecientes del país en la materia.
“Estamos dando un paso muy importante que esperamos refrende y potencie todo el desarrollo
disciplinario que tenemos en la Facultad; ojalá que otras universidades sigan este camino, pues
ya existen programas de doctorado en la disciplina sin la base académica de un departamento.
Normalmente es al revés. Y es que hoy la neurociencia es clave en tres aspectos fundamentales:
la salud, pues prácticamente un tercio de todo el gasto mundial en este ámbito se asociado a
enfermedades neurosiquiátricas; por ello es que fortaleceremos la investigación en
neurociencia aplicada a salud, mediante la articulación de proyectos, instalaciones e
infraestructura. Un segundo aspecto se relaciona con la curiosidad de la Humanidad respecto
de qué es lo que nos hace humanos, y eso tiene que ver con el cerebro. Y el tercero es la
educación, el aprendizaje que se hace con el cerebro; en esta área tenemos enormes
expectativas de impacto que ojalá podamos coordinar con otras facultades. Por ejemplo,
estamos pensando crear a futuro un programa de Doctorado en Neurociencias, que implique
una visión conjunta con académicos de ciencias, de ingeniería y de educación. Queremos una
mirada amplia y no focalizada sólo en la resolución de problemas básicos o clínicos de esta
disciplina, sino también para quienes tengan interés en hacer desde propuestas curriculares
novedosas hasta interfases entre el cerebro y robots, o posibles curas para el Parkinson”,
informa el doctor Maldonado.
Un centro articulador
El grupo de académicos que conforma el Departamento de Neurociencia está constituido por un
núcleo de investigadores básicos expertos en el área de la neurociencia con una adscripción
jornada completa. Incluye tres profesores titulares, un profesor asociado y dos profesores
asistentes, uno de los cuales está en proceso de evaluación.
Las experiencias del grupo núcleo incluyen la neurobiología celular, los procesos de
aprendizaje y las ciencias cognitivas, incluyendo interfase cerebro-máquina. A este núcleo se le
suman académicos que adscriben parte de su jornada contratada al Departamento de
Neurociencia y que cuentan con experticia en neurociencia básica y en otras disciplinas
complementarias como genética, farmacología, además de académicos investigadores que
dedican parte de su jornada a la práctica clínica en ámbitos como neurología de adultos,
neurología infantil, psiquiatría, otorrinolaringología, anestesiología y geriatría.
El grupo de académicos de jornada parcial incluye dos profesores titulares, tres profesores
asociados y once profesores asistentes. En total son 20 académicos con grado de Doctor, 2
académicos con grado de Magíster y 14 con especialidad clínica, de los cuales diez tienen el
grado de Doctor, varios de ellos con experiencia postdoctoral.
Bajo este modelo de conformación –similar al ya planteado por el Departamento de Oncología-
, esta nueva unidad cuenta con un total cercano a las 12 jornadas completas equivalentes,
provenientes de los departamentos de Neurología y Psiquiatría de los campus Norte, Sur y
Oriente; de Pediatría y Cirugía Infantil Norte, Centro y Oriente; de Anestesiología,
Otorrinolaringología, Kinesiología y Fonoaudiología, además de diversos programas del
Instituto de Ciencias Biomédicas, tales como Anatomía y Biología del Desarrollo, Biología
Celular y Molecular, Farmacología, Fisiología y Biofísica y Fisiopatología.
La revolución de la
nanotecnología en la medicina
del futuro

Conjunto de nanopartículas de oro. EM

JESÚS MARTÍNEZ DE LA FUENTE


Actualizado: 25/03/2014 11:40 horas

A finales del año 1959 surgió una nueva área de estudio para la ciencia, la tecnología
a escala nanométrica. Richard Feynman expuso de una manera muy visionaria para
la época las ventajas que podría aportar trabajar en la escala nanométrica (un
nanómetro equivale a una billonésima parte de un metro). Sin embargo, estas
ventajas no se empezaron a hacer patentes hasta 20 años más tarde con la aparición
de nuevas técnicas de fabricación y sobre todo con nuevas técnicas de
caracterización que permitieron entender y controlar en mayor medida la composición,
forma, tamaño y propiedades físico-química de estos nanomateriales. Es
precisamente aquí donde se centra la Nanociencia, en entender y explotar las
propiedades de la materia como consecuencia de estar en la "nanodimensión". De
hecho, un material a escala nanométrico presenta unas propiedades muy
diferentes del mismo material a escala macroscópica. Es en estas diferencias en
las propiedades químico-físicas (propiedades ópticas, eléctricas y estructurales)
donde reside el interés creciente en este tipo de materiales.
La Nanotecnología se trata de un campo multidisciplinar que comprende áreas como
biología, química, física, ciencia de materiales, ingeniería, etc., y tiene una gran
importancia en campos como la informática, las comunicaciones, la microelectrónica,
la biotecnología y la medicina. En la actualidad, la nanotecnología es un área en
crecimiento muy rápido, con más de 500 productos existentes ya en el mercado y es
de prever que el número de productos y por lo tanto su impacto económico y social,
sea muchísimo mayor en los próximos 5 años. Uno de los sectores con más
perspectivas de crecimiento y que está empezando a ser una realidad es la
Biotecnología y Medicina, tanto en el desarrollo de nuevas técnicas de diagnóstico y
técnicas de imagen, como en tratamientos terapéuticos más efectivos, dirigidos
específicamente a tejidos y órganos dañados.

Las nanopartículas ya son una realidad clínica que se está


empezando a utilizar contra algunos tumores
Gracias a las herramientas proporcionadas por la nanotecnología, están surgiendo
grandes avances en el tratamiento de diversas enfermedades, tales como
cáncer, enfermedades neurodegeneratias, autoinmunes, cardiovasculares, etc.
Probablemente una de las aplicaciones más extendidas en el campo de la terapia, se
trata del uso de nanopartículas como vehículos transportadores para la liberación
controlada de fármacos. La encapsulación de determinados fármacos en sistemas
nanométricos ha demostrado en muchos casos mejorar la estabilidad, solubilidad y
biodistribución del mismo. En algunos casos incluso se puede llegar a dirigir el
fármaco hasta el órgano diana donde se quiere actuar de una manera más efectiva.
De esta manera se consiguen medicamentos más efectivos y se va a requerir una
menor dosis de fármaco, disminuyendo por tanto los posibles efectos secundarios y
mejorando la calidad de vida del paciente. Este tipo de aproximación es ya una
realidad y el empleo de partículas poliméricas y liposomas ya se están usando en
clínica. Otra aproximación aún en vía de desarrollo, pero con resultados muy
prometedores consiste en usar el nanomaterial, en este caso nanopartículas como
agente terapéutico. Este tipo de aproximación se está utilizando en tratamientos
experimentales de cáncer empleando nanopartículas magnéticas o de oro. Estas
nanopartículas tienen la peculiaridad de liberar calos, tras inducir su calentamiento
bajo la influencia de un campo magnético externo alterno o por irradiación con un
láser. Debido a la mayor sensibilidad de las células tumorales a incrementos de
temperatura que las células sanas, se están teniendo buenos resultados en el
tratamiento de ciertos tipos de tumores en combinación con quimioterapia
convencional.

Grandes resultados en el diagnóstico 'in vitro'

Por otro lado en el campo del diagnóstico, la Nanotecnología trata de desarrollar


nuevos sistemas de análisis y de imagen, o mejorar los existentes, para la
detección de enfermedades en los estadíos más tempranos posibles. El empleo
de nanopartículas como agentes de contraste para marcaje in vivo, ha llevado a una
mejora en la sensibilidad y contraste de las técnicas de imagen, permitiendo la
localización y detección de pequeños tumores. Sin embargo el sector donde se está
obteniendo mejores resultados de una manera más rápida y con una mayor
repercusión económica es en el del diagnóstico in vitro. Las propiedades físicas que
estos nanomateriales tienen los convierten en excelentes candidatos para el
desarrollo de sistemas que permitan una detección específica de sustancias químicas
y biológicas, con gran precisión y sensibilidad en tiempos muy cortos. Esto supone un
gran avance con las técnicas de análisis clínico habituales, ya que éstas requieren
tiempos de análisis largos, son laboriosas y requieren de personal especializado. Las
herramientas que la nanotecnología posibilita, simplifican todos estos procesos de
análisis, consiguiéndose sistemas más sensibles, miniaturizables e incluso capaces
de detectar múltiples analitos simultáneamente.
Pero quedan muchos pasos aún por dar hasta que la Nanotecnología pueda
revolucionar el campo de la Medicina. Aún quedan grandes dudas tales como la
capacidad de escalar la producción de estos nanomateriales a los niveles necesarios
para su aplicación, reproducibilidad, aspectos regulatorios, posibles efectos adversos,
etc. Es necesario hacer un ejercicio de traslación de los resultados experimentales
que se están obteniendo en los grupos de investigación trabajando en el sector, hacía
el campo clínico. Es de vital importancia que esta aproximación entre la investigación
básica y la clínica tenga lugar lo antes posible para poder explotar lo máximo posible
el gran potencial que estas nuevas tecnologías tienen desde un punto de vista
biotecnológico y sanitario, seleccionando las más prometedoras y descartando las que
no son adecuadas para su implementación.

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