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ESI Clase4 S PDF
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En la clase 3 hemos conocido los materiales con los que contamos en el Programa
ESI. No se espera que estos materiales sean “recetarios”, pero sí orientaciones para
el trabajo en el aula, con conceptualizaciones, actividades, juegos, sugerencias,
ideas, dinámicas, películas, y sobre todo, un soporte para comprender el enfoque de
la enseñanza. Como docentes sabemos de la necesidad de contextualizar el
proceso de enseñanza y aprendizaje, de conocer y comprender la situación de las/os
alumnas/os y de las instituciones educativas en que se desempeñan. Como vimos en
la historia de Ariel, en el inicio de la clase 3, la relación entre la planificación
curricular, la situación del grupo y la reflexión de las/os docentes es circular y se
retroalimenta, generando espacios de enseñanza de la ESI que sean significativos e
incrementando la complejidad de los temas abordados, la articulación entre áreas
disciplinares, la realización de proyectos pedagógicos, o la implementación de talleres
específicos.
Ahora bien ¿todas/os las/os jóvenes que conocemos están ansiosas/os por tener
relaciones sexuales y lo hacen de forma irresponsable? Si se sostiene esta imagen
como única, corremos el riesgo de invisibilizar una diversidad de situaciones que
también atraviesan los/as jóvenes: jóvenes militantes, jóvenes apáticas/os, jóvenes
trabajadoras/es, jóvenes tímidas/os, jóvenes “raros”, jóvenes que se sienten
presionadas/os por “debutar”, jóvenes que crían a sus hermanas/os; la lista podría
continuar. Lo interesante será reflexionar sobre cómo los estereotipos de jóvenes
descontroladas/os o transgresoras/es están presentes, a veces en cada una/o de
nosotras/os, y en las instituciones; entre ellas en la escuela secundaria.
Un punto de partida que consideramos
relevante es entender a la “juventud”,
“adolescencia” o “infancia” como
producciones históricas sociales y
culturales (3). Las ciencias sociales
vienen discutiendo fuertemente la
definición más clásica o hegemónica de
juventud como etapa de la vida
inevitablemente vinculada a una
“moratoria social”. Es decir, a una etapa
de transición neutral y como
postergación del ingreso a la
“verdadera” etapa valiosa: una adultez
fundada en decisiones racionales. En la
clase 2 vimos que esta imagen de joven entra en conflicto con los enfoques de
derechos (por ejemplo, en relación a la participación estudiantil).
Nuestra escuela
Como se vio hasta aquí, las investigaciones (5) del campo de la educación, el género
y las sexualidades han estudiado los modos en que la escuela secundaria “produce”
una sola masculinidad y feminidad juvenil posible. Y han denunciado, entre otras
cuestiones, la falta de mujeres y homosexuales en el curriculum, las expectativas
diferenciales para varones y mujeres, y los usos sexistas de los cuerpos, además de
la ausencia de la afectividad y los sentimientos como contenido escolar. Como
docentes estamos implicadas/os, entonces, en esas representaciones e ideas que se
construyen en torno a la juventud, es decir, en los modos de pensarla y de suponer
cómo debe ser ese “período” de la vida.
Pero no se debe negar, sino más bien reconocer que en la escuela, por más que
“disciplinemos” consciente o inconscientemente, las voces y las prácticas juveniles
cuestionan las formas de enseñar, las prácticas y saberes propios del “formato” del
secundario, y también demandan nuevos modos de abordar la educación sexual.
Las/os jóvenes “actúan” la sexualidad, “negocian” sus significados, la representan,
simbolizan, hablan de ella, la viven. Nos referimos a que también existen “grietas” y
contradicciones en los mensajes escolares. La educación formal colaboró y colabora
positivamente, y en forma determinante, en la transformación de la condiciones
sociales de, por ejemplo, las mujeres (6). Desde la experiencia de las/os jóvenes, la
escuela representa también un espacio de fuerte significación afectiva, un lugar de
contención y de referencia que no encuentran en otros ámbitos. Y esperamos, un
lugar relevante desde el punto de vista de las experiencias de aprendizaje que en
ella acontecen (7).
Veamos tres casos que nos permitirán reflexionar sobre cómo las personas que están
en las escuelas “actúan” y “resignifican” las nociones hegemónicas de género,
sexualidad y juventud.
Willy tiene 17 años, cursa quinto año de una escuela pública de la Ciudad de
Buenos Aires. La escuela fue el primer lugar en el públicamente dijo: “soy
gay”. Sin embargo, el tránsito no resultó sencillo. En sus propias palabras:“Yo,
acá en la escuela, lo dije el año pasado, después de hablar con mis amigas de
acá. Ellas me dijeron que estaba todo bien, que no pasaría nada, que eso era
normal. A mí ya se me notaba, pero no importó. En primer año, decía que me
gustaba Katerin, después dije que tenía novia. Ahora Mara es mi novia para
mi familia, pero acá ya saben, ya lo dije” (…) “Con el tema de la ley del
matrimonio gay, las profes daban su opinión. La profe de Literatura dijo que
estaba a favor. Nosotros ya sabíamos que era lesbiana, pero ella no lo dijo,
pero nos habíamos dado cuenta. Eso re ayudó, creo. Bue, eso me ayudo a
mí” (10).
Disponible en:
www.youtube.com/watch?v=yvSmmhOxi6A&list=UUabanzP5CB2EIr7TT8LnCqg&index=2
Más allá de la valiosa inquietud personal que tengamos, la voluntad y la red que
ofrece la institución es un facilitador central de la ESI. En este sentido, en el nivel
secundario, la ESI debe constituir un espacio sistemático (no ocasional, eventual,
o sólo cuando queda una “hora libre”) de enseñanza y aprendizaje que incluya los
lineamientos curriculares de ESI en las correspondientes áreas curriculares y/o en
espacios curriculares específicos (14). A su vez, es una tarea pedagógica que debe
ser realizada y llevada adelante por las/os docentes de la misma institución, que
conocen a las/os chicas/os, que están en la escuela todas las semanas, que pueden
seguir acompañándolas/os. Aquellas/os otras/os profesionales o especialistas,
“externos” a la escuela, pueden trabajar con nosotras/os, pero no reemplazarnos.
Más abajo veremos que en los “Cuadernos para el aula” hay propuestas para varias
asignaturas y también propuestas de talleres para trabajar en los espacios
curriculares específicos, donde se ofrecen distintas actividades orientadas a abordar
temáticas relevantes para el momento de la vida que atraviesan las/os jóvenes, y
que, por lo general, se plantean como inquietudes por parte de docentes, directivos
y otros actores de la comunidad educativa. Estos talleres se centran en los siguientes
temas: Embarazo y adolescencias, Infecciones de transmisión sexual, VIH/sida,
Violencia y maltrato (Cuaderno ESI de nivel secundario I); Vulneración de derechos
y abuso sexual en la adolescencia, Vínculos violentos en parejas adolescentes,
Discriminación y diversidad sexual, Trata de Personas (Cuaderno ESI de nivel
secundario II).
Ciencias sociales
Siguiendo este enfoque, proponemos ver, del Cuaderno de nivel secundario de ESI
I, la actividad (20) de la página 23, a partir del relato: “Un amor contrariado”. La
actividad retoma una historia “sencilla”, pero que constituye un ejemplo de ruptura
con las ideas dominantes de la época. Así, permite comparar entre pasado y presente,
y abona el terreno para que las/os estudiantes no naturalicen los roles actualmente
asignados a varones y mujeres. Podemos preguntar a las/os estudiantes “¿Qué
continúa igual y que cambió en las formas de organización familiar? ¿Cómo definirían
a una familia hoy?”
En el Cuaderno de nivel secundario de ESI II se describe el rol central que tiene esta
asignatura ya que, como se señala, “la ESI parte del reconocimiento de los
adolescentes como sujetos de derecho, y desde este área curricular se reconoce el
valor de la expresión de deseos y necesidades propios y ajenos; se fomentan
igualmente valores y actitudes relacionados con la solidaridad, el amor, el respeto a
la intimidad propia y ajena, el respeto por la vida y la integridad de las personas, y
el desarrollo de actitudes responsables ante la sexualidad (…) Los contenidos que se
abordan en este campo deben ser conocidos pero fundamentalmente ejercitados, en
tanto implican la formación de las competencias necesarias para el desarrollo de una
ética basada en los derechos humanos” (pág. 22).
Por otro lado, así cómo no podemos sostener una mirada “universalista” sobre la
adolescencia o la juventud, ya que es necesario reconocer los diferentes modos y
posibilidades de vivirla de acuerdo con sus condiciones de vida (tal como vimos más
arriba), desde el feminismo se ha efectuado también una crítica al universalismo
abstracto (22). Esto significa que la noción de ciudadanía, aunque se asuma neutral,
sigue siendo masculina (y adulta): los rasgos que no se especifican en la definición
de humano terminan siendo la del sujeto dominante (varón), y cuando no es así, se
explicita la diferencia (¿por qué hay derechos específicos para mujeres,
homosexuales y trans, así como para niñas/os y adolescentes, si se supone que
todas/os somos iguales ante la ley?). Veamos un ejemplo: es sabido que los
“próceres” de la Revolución Francesa (antecedente central para analizar la idea de
ciudadanía) fueron blancos, propietarios, burgueses. Es así que una de las formas de
evidenciar dicho universalismo con las/os estudiantes es trabajar la “Declaración de
los derechos de la Mujer y la ciudadana”, escrita en 1789 por Olympe de Gouges,
quien luego fuera asesinada bajo la guillotina de sus contemporáneos franceses, y
ocultada por la propia historia oficial.
Otro modo de trabajar la ESI en esta asignatura es desde la distinción entre ética y
moral, que resultará significativa para el ejercicio de la reflexión crítica de los
derechos promovidos desde la ESI. Citando al Cuaderno de ESI de nivel secundaria
II, “es el Derecho el que debe “administrar” la convivencia de moralidades diferentes
y sobre todo “impulsar, informar y sensibilizar ese sentimiento ético, y transformar
la moral que sustenta la costumbre y el esquema jerárquico de la sociedad” (p.23).
Así, enseñamos que la ética abre también la posibilidad permanente de reconfigurar
el marco institucional vigente y que podemos aspirar a nombrar e instalar nuevos
derechos, garantías y protecciones para un bien social mayor.
Lengua y Literatura
Las tres opciones son válidas e incluso pueden convivir en una sola propuesta.
Sugerimos una actividad (28) del Cuaderno de nivel secundario de ESI I que se llama
“Un primer recorrido por relatos “verdaderos”, en la página 36. La actividad propone
explorar los llamados “ritos de pasaje” de la niñez a la adultez, recogidos por
antropólogas/os y que también aparecen en los cuentos maravillosos, en los que
quedan huellas de esos “pasajes” ¿Son los mismos ritos para mujeres que para
varones? Estos, por ejemplo, pueden resultar pertinentes para abordar los conceptos
modernos de adolescencia y juventud como etapa de vida, tal como se vio más arriba.
En los Cuadernos de ESI para el aula, se propone una gran variedad de relatos y
películas, de universos a los cuales recurrir para conversar con ellas/os sobre temas
que las/os interpelan, sobre decisiones tales como la pertenencia o no a cierto grupo,
la manifestación de un vínculo afectivo, la posibilidad de seguir estudiando, etc.
Educación física
Un primer paso para reflexionar sobre esta asignatura es reconocer que en la escuela
no se educa “cerebros flotantes”, no se enseña solamente a pensar, sino que como
vimos, también se educan los cuerpos, en todo momento. Un segundo paso es
comprender que predomina un modo particular de concebir a la corporalidad (29):
la modernidad viene a inaugurar una noción de cuerpo radicalmente diferente a las
percepciones de la antigüedad o de diferentes pueblos actuales en los cuales no
existe una separación entre lo que usualmente se ha denominado como “carne” y
alma. El desarrollo capitalista, de la mano de la ciencia positivista, contribuyó a
percibir al cuerpo como objeto, como ente aislado, como máquina conformada por
fragmentos que hacen de engranajes, que debe ser útil y a su vez dócil. En este
paradigma, ¿qué lugar le cabe al placer y al dolor? Numerosas investigaciones
muestran por ejemplo, cómo el ideal de la educación física, del alto rendimiento (que
tiene importantes raices militares), favoreció –y favorece aún– a estimular una forma
de masculinidad hegemónica, agresiva y competitiva, caracterizada por el vigor y la
fuerza, el control sobre el dolor físico y el ocultamiento de las emociones. Ésta
desalienta y en ocasiones deja afuera a un importante número de chicas y de chicos
en las clases (30).
Educación artística
Es evidente que la ESI interpela fuertemente los contenidos de las Ciencias Sociales,
las Humanidades, la Lengua. No obstante, también el campo de la Matemática y las
ciencias exactas afines tiene un interesante repertorio de aspectos para abordar. Si
bien no está incluida esta área en los lineamientos curriculares ni en los Cuadernos
de ESI, acá se incluye brevemente para ampliar y profundizar.
Llegando al final de la última clase del curso, creemos que una buena manera de
comenzar a abordar estos nuevos desafíos es dándole importancia al tiempo. El
tiempo para pensar estos temas, el tiempo que nos damos para vernos a nosotras/os
mismas/os en relación con ellos, el tiempo para construir nuevos diálogos con las/os
colegas al abordar la temática, los tiempos de trabajo con las/os jóvenes, los tiempos
para proponer, ensayar, debatir y volver a intentar, el tiempo para ver algún
resultado… Esperamos que la lectura de esta clase haya aportado al inicio –o
fortalecimiento- de ese proceso.
ACTIVIDADES
Foro de Balance
Trabajo Final
Bibliografía obligatoria
Cuadernos de ESI, para la educación secundaria I (2010) y II (2012).
Notas
[1] Nos referimos sobre todo, a los trabajos de Michel Foucault (varios de ellos ya citados a lo largo de
este curso), Louis Althusser (con su obra Ideología y aparatos ideológicos del Estado), Paulo Freire (desde
su reconocida obra Pedagogía del Oprimido), entre muchos otros y otras.
[3] La emergencia de la juventud como idea o palabra está surge de la expansión en la modernidad, sobre
todo, a partir del siglo XX, con la expansión de la escolarización, con la masificación de las llamadas
“industrias culturales” y con una mayor comunicación entre los distintos países, que promovieron una
forma particular de conocer.
[4] Para ampliar, se recomienda la lectura de “La invención de la niña” (1999), de Ana María Fernández.
[5] Algunas referentes del campo son Deborah Epstein y Robert Johnson, Guacira Lopes Louro, Deborah
Britzman.
[6] En un comienzo lo hizo con aquellas primeras egresadas de los sectores más acomodados, pero, en la
actualidad, la educación representa una herramienta clave para mejorar las posibilidades de empleo, para
el ejercicio de la ciudadanía en sus diferentes formas y, sobre todo, para la ampliación de los horizontes
en el proyecto de vida.
[7] Para profundizar este reflexión, recomendamos la película francesa “Entre los muros” (Cantet 2008).
[8] Para ampliar, recomendamos la lectura de “Maternidad, paternidad y embarazo en la escuela” (2013)
de Paula Fainsod. Disponible en: http://www.eldiplo.org/index.php/archivo/169-que-quiere-la-clase-
media/maternidad-paternidad-y-embarazo-en-la-escuela/
[9] En la Ciudad de Buenos Aires existe el Programa de Retención escolar de alumnas/os madres/padres
y embarazadas.
[10] Fragmento tomado del registro de campo de la investigación de Jésica Baez. Para ampliar, se
recomienda la lectura del artículo “'Yo soy', posibilidad de enunciación de las sexualidades en la escuela”
En: Polifonías, Revista de Educación. Año II - Nº 2 // Abril - Mayo 2013
[11] Esta inclusión se dio sólo en algunas jurisdicciones, en conmemoración de 17 de mayo de 1990, día
en que se eliminó a la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales por parte de la Asamblea
General de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
[12] Consultar:
http://www.indec.mecon.ar/micro_sitios/WebEncuestaTrans/pp_encuesta_trans_set2012.pdf
[13] Resaltamos el caso del Bachillerato Trans Mocha Celis, en la ciudad de Bs. As. Se trata de una
experiencia educativa novedosa, que busca generar un espacio más amigable para personas trans, que
posibilite retomar y continuar sus estudios. Recientemente, la revista del Ministerio de la Educación, “El
Monitor” publicó una nota que cuenta esta experiencia pedagógico-institucional con mayor detalle. Se
puede leer en el siguiente link: http://elmonitor.educ.ar/secciones/la-escuela-por-dentro/bachillerato-
popular-trans-mocha-celis/
[14] Tal como se plantea al inicio del documento “Lineamientos Curriculares de ESI”, “La transversalidad
y la existencia de un espacio curricular específico no constituyen alternativas excluyentes” y “en lo que
respecta al nivel secundario, podría encaminarse progresivamente a la creación de espacios curriculares
específicos” (Lineamientos Curriculares ESI, pág. 14).
[15] En el caso de la ESI, sólo algunas provincias realizaron un lineamiento curricular propio.
[16] El marco legal también establece un límite a lo que podemos enseñar, a lo que debemos enseñar: es
nuestra responsabilidad dar información científicamente validada de acuerdo a las etapas de desarrollo de
los chicos y chicas, según lo indica la Ley de ESI Nº 26.150: “Asegurar la transmisión de conocimientos
pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación
sexual integral” (art. 3, inciso “b”).
[17] Además, es necesario problematizar el hecho de que existe un desigual margen de autonomía entre
varones y mujeres al momento de decidir cuándo, cómo y con quién utilizar un preservativo. La perspectiva
de género brinda grandes aportes para reflexionar sobre el mal uso (o directa ausencia) del profiláctico,
en jóvenes (y también adultos), que en su mayoría, sí acceden a toda la información sobre los cuidados
necesarios, pero que aún así no lo utilizan correctamente.
[18] Cuando hablamos de reflexión epistemológica, queremos decir que no tomamos los conocimientos
científicos establecidos en el curriculum como una verdad “natural”, dada, obvia, porque toda conclusión
científica es transitoria, y el resultado del lenguaje, de los intereses, de los recursos económicos, (y
también de las peleas!) entre científicos/as, grupos y naciones.
[19] Bonder, Gloria (1994) Ponencia presentada en el I Encuentro Nacional de Programas Universitarios
de Estudios de la Mujer, PRIOM, Ministerio de Cultura y Educación. Este artículo retoma una producción
de una autora norteamericana, Peggy McIntosh.
[20] Un contenido de los Lineamientos curriculares de ESI que se vincula con esta propuesta es: “La
comprensión de los cambios en las configuraciones familiares a lo largo de la historia, los roles tradiciones
para mujeres y varones y sus transformaciones fundamentales a partir de la segunda mitad del siglo XX,
a nivel mundial y en la Argentina”.
[21] Para ampliar, recomendamos la lectura: “Deshacer el género desde la formación ética y ciudadana.
Apuntes epistemológicos a la construcción del área.” De Fainsod, P. y Zattara, S. Ponencia al III coloquio
Educación, sexualidades y relaciones de género. UBA, Noviembre 2011, Buenos Aires.
[22] Para ampliar, recomendamos la lectura de “Ciudadanía Sexual. Aspectos personales, legales y
políticos de los derechos reproductivos como derechos humanos” de Diana Maffía. En Seminario Año XIV,
Nº 26/27.
[23] Para ampliar, recomendamos la lectura de “Evolución humana: Una propuesta pedagógica desde una
perspectiva de género” de Busca, M.; Díaz Villa, G.; González del Cerro, C. (2011).
[24] Algunas biólogas y científicas feministas, como A. Fausto Sterling, D. Haraway y E. Fox Keller
cuestionan el sesgo androcéntrico y heteronormativo de la ciencia y los modos en que ésta clasifica a la
naturaleza, a la vez que resaltan el carácter sumamente diverso de los propios cuerpos.
[25] El propio Darwin expresa que dentro de la teoría de la selección natural, no debemos maravillarnos
de que todas las disposiciones de la naturaleza no sean absolutamente perfectas (como en el ejemplo que
expone sobre el aguijón de la abeja, que al ser utilizado ocasiona su propia muerte).
[26] Estas se corresponden con el siguiente contenido de los Lineamientos Curriculares de ESI “El
conocimiento de los procesos humanos vinculados con el crecimiento, el desarrollo y maduración. Los
órganos sexuales y su funcionamiento. La procreación: reproducción humana, embarazo, parto, puerperio,
maternidad y paternidad, abordados en su dimensión biológica articulada con las dimensiones sociales,
afectivas, psicológicas y éticas que los constituyen. Se abordará el dilema de la diversidad biológica y
fenotípica versus la uniformidad de los fenotipos corporales considerados culturalmente como patrones
hegemónicos de estética y perfección.”
[27] Para ampliar, recomendamos la lectura de “Disciplinando las lenguas. Desafíos y obstáculos para la
incorporación de la ley de Educación Sexual Integral en la asignatura de Lengua y Literatura en el nivel
medio” de Baez, J, Melo M., Malizia A. Actas del XI Jornadas Nacionales de Historia de las Mujeres y VI
Congreso Iberoamericano de Estudios de Género. http://www.rimaweb.com.ar/articulos/2012/1135/
[28] Un contenido de los lineamientos que podría vincularse a la propuesta es: “La disposición de las
mujeres y los varones para defender sus propios puntos de vista, considerar ideas y opiniones de otros,
debatirlas y elaborar conclusiones”
[29] El campo de la antropología del cuerpo ha realizado importantes contribuciones sobre estos temas.
Podemos nombrar referentes locales, como Silvia Citro, y al francés David Le Breton.
[30] Recordemos los textos que vimos en este curso, de Pablo Scharagrodsky y de Carlos Ivan García
Suárez.
[31] Se corresponde con el contenido curricular de ESI “La reflexión y valoración del cuerpo como
expresión de subjetividad. La promoción de la autovaloración del propio cuerpo como soporte de confianza,
el crecimiento y la autonomía progresiva”.
[32] Así, se vincula con el siguiente contenido de los Lineamientos Curriculares: “La valoración del cuerpo
humano como instrumento de expresión, vocal, gestual, del movimiento, etc.”
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