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HISTORIA DEL DESCUBRIMIENTO DE LOS ELEMENTOS QUÍMICOS

El carbono (en forma de carbón de piedra), el azufre y el metal líquido mercurio también eran usados en aquellas épocas,
aunque sin saber que eran elementos, es decir, sustancias básicas de que está hecho el universo. Cuando se
contemplaban desde el punto de vista químico, sólo se los consideraba como meros ejemplos de la numerosa cantidad de
sustancias que los alquimistas podían utilizar en sus experimentos.
Es cierto que el oro poseía un valor excepcional y gran parte del trabajo de los antiguos investigadores consistía en fútiles
esfuerzos por obtenerlo a partir de otros metales más baratos. Pero no se tenía el concepto de cuál era su colocación en el
cuadro general, porque ni aun remotamente se tenía idea de que tal cuadro existiese.
El primer elemento descubierto en los tiempos antiguos fue el arsénico. Aunque los griegos ya conocían varios compuestos
de éste, probablemente fue Alberto Magno, en el siglo xm, el primero en afirmar que contenía una sustancia de tipo
metálico. Químicos posteriores lo consideraron algo así como un metal «bastardo» o semimetal y le aplicaron el nombre
de Arsenicum Rex.
En 1604 aparecieron ciertos trabajos, atribuidos a un monje benedictino llamado Basilio Valentine, en los que se describía
el antimonio. Se decía que Valentine los había escrito alrededor de 1470, pero la obra fue «editada» por Tholde, un
fabricante de sal de La Haya, y hay dudas acerca de si Valentine fue escritor.
Las obras que se le atribuyen también mencionan el bismuto, y si aceptamos que puede haberlas escrito, podríamos
considerarlo su descubridor. Sin embargo, en 1556, medio siglo antes de su publicación, el bismuto había sido descripto
por un médico alemán, Jorge Agrícola, en un libro sobre metales.
El aumento de la actividad química a partir del siglo XVIII produjo, como era de esperar, rápido progreso en el
descubrimiento de nuevas sustancias. Puede explicarse en parte la falta de progreso antes de esa época por la enorme
influencia del filósofo griego Aristóteles.
Durante más de mil años su errónea teoría acerca de la existencia de cuatro «elementos» (tierra, aire, fuego y agua) había
detenido toda posibilidad de progreso en la química. Si bien en muchos campos del conocimiento dicho filósofo dejó
importantes contribuciones, su influencia en la química, durante tanto tiempo indiscutida, resultó ser un grave impedimento
para su adelanto.
OTROS DESCUBRIMIENTOS
El fósforo fue el siguiente elemento descubierto. Se le debe al alemán Henning Brand (1669). Medio siglo después, Jorge
Brandt, un sueco, descubrió el cobalto. Esta conquista anunció la llegada de la Edad de Oro del descubrimiento de
elementos.
En el mismo año (1735) Ulloa descubrió el platino. En los cincuenta años subsiguientes se registraron no menos de diez
elementos, entre los cuales cabe mencionar: el níquel (Cronstedt), el hidrógeno (Enrique Cavendish), el flúor (Scheele), el
nitrógeno (Daniel Ruthenford), el cloro (Scheele), el molibdeno (Hjelm), el telurio (Von Reichenstein) y
el tungsteno (d’Elhujar).
Es interesante recordar la historia del descubrimiento del oxígeno, aunque sólo sea para ilustrar la forma a veces
imprevista en que progresa la ciencia. José Priestley, científico notable en muchos campos, consiguió aislar oxígeno
calentando óxido rojo de mercurio y demostró que una vela ardía en él con gran brillo y que un ratón podía vivir
respirándolo. Hasta aquí sus observaciones eran correctas; pero cuando trató de aplicar estos nuevos hechos a la teoría
tradicional de la combustión, se encontró con serias dificultades.
De acuerdo con el pensamiento corriente en aquella época, se suponía que una vela que ardía producía una sustancia
denominada flogisto. El aire común, se decía, contenía cierta cantidad de flogisto y podía absorber más de él; luego ya no
podía contribuir a la combustión. Priestley llamó a este gas «aire deflogisticado» porque en él la combustión era más
violenta y duraba más tiempo que en el aire y porque debía deducirse que, al comenzar, no contenía nada de flogisto.
Años más tarde, Lavoisier explicó la verdadera naturaleza del proceso de la combustión y el papel que en ella desempeña
el oxígeno. Al mismo tiempo que Priestley trabajaba en Inglaterra, Carlos Scheele efectuaba experimentos similares en
Suecia.
Aunque descubrieron el oxígeno casi al mismo tiempo, un retraso de tres años en la publicación de sus trabajos hizo que
Priestley se llevara la mayor parte del éxito. En realidad, la situación es aún más complicada: Juan Mayow, de la Real
Sociedad, parece que había obtenido los mismos resultados un siglo antes, aunque rara vez se lo menciona.
La lista que acompaña este artículo nos da una cronología de los elementos y los nombres de sus descubridores. (Para
simplificar sólo se indica el nombre del descubridor más generalmente aceptado, aunque en muchos casos tanto éste,
como la fecha, están sujetos a discusión.)

CINCO ELEMENTOS IMPORTANTES


Humphry Davy, que con tanto éxito trabajó en muchas ramas de la química y la física, también descubrió cinco elementos
(potasio, sodio, bario, boro y calcio) entre 1807 y 1808. Un poco antes, en 1805, Juan Dalton, trabajando en Manchester,
dio a conocer su teoría atómica que sirvió para enfocar el problema de los elementos. Dalton afirmó que los elementos
químicos están compuestos por diminutas partes indivisibles (átomos) que conservan su individualidad eñ todas las
reacciones químicas.
También decía que los átomos de un determinado elemento son idénticos entre sí y de forma diferente a los de otros
elementos. Finalmente afirmó que la combinación química es la unión de átomos en cierta proporción establecida. El
trabajo de este hombre de ciencia constituye la primera explicación comprensible acerca de qué son los elementos y cómo
se comportan. Durante los siglos XIX y XX fueron descubriéndose nuevos elementos.
Un grupo especialmente interesante, el de los gases inertes —que no se combinan químicamente con otros— fue
descubierto hace unos sesenta años. Guillermo Ramsay, un químico escocés, ayudó a individualizar el neón, criptón, xen
helio y argón. Por la misma época, en 1898, Pedro y Marie Curie consiguieron aislar el radio y el polonio, ambos elementos
intensamente radiactivos, con lo que se abrió el camino a la investigación actual en física nuclear. Sólo alrededor de 90 de
los elementos químicos que han sido descubiertos se encuentran la naturaleza.
El resto son artificiales, y generalmente se ot nen «bombardeando» átomos e inyectándoles partículas nucleares
complementarias. Cambia así la estructura del núcleo y con ello la identidad del átomo. En algunos casos estos nuevos
elementos sólo duran una fracción de segundo. Sin ninguna duda los descubridores de elementos artificiales que han
logrado más éxitos son los estadounidenses Glenn T. Seaborg y A. Ghio Entre ambos han contribuido al descubrimiento de
nada menos que de otros nueve.

CRONOLOGÍA APROXIMADA DE LOS ELEMENTOS


DESCUBIERTOS
Elemento: Año Descubridor III

Carbono Bismuto 1556 Mencionado por Jorge Agrícola

Cobre Conocidos a.C. Mencionado en obra

atribuida a Basilio Valentine


Oro Conocidos a.C.
Antimonio 1604 del siglo anterior

Hierro Conocidos a.C.


Fósforo 1669 Brand

Plomo Conocidos a.C.


Cobalto 1735 Brandt

Mercurio Conocidos a.C.


Platino 1735 Ulloa

Plata Conocidos a.C.


Níquel 1751 Cronstedt

Azufre Conocidos a.C.


Hidrógeno 1766 Cavendish

Estaño Conocidos a.C.


Flúor 1771 Sebéele

Cinc CConocidos a.C.


Nitrógeno 1772 Rutherford

Arsénico Siglo X Alberto Magno


Cloro 1774 Sebéele
Ratenio 1845 Claus
Manganeso 1774 Gahn
Cesio 1861 Bunsen, Kirchoff

Oxígeno 1774 Priestley, Sebéele Subidlo 1861 Bunsen, Kirchoff

Talio 1861 Crookes


Molibdeno 1782 Hjeim
Indio 1863 Reich, Richter

Galio 1875 Boisbaudran


Telurio 1782 Von Reichenstein
Iterbio 1878 Marignac

Tungsteno 1783 d’Elhujar Hoinvio 1879 Cleve

Samaría 1879 Boisbaudran


Titanio 1789 Gregor
Tulio 1879 Cleve

Uranio 1789 Klaproth Neodimio 1885 Welsbach

Praseodimio 1885 Welsbach


Circonio 1789 Klaproth Disprosio 1886 Boisbaudran

Gadolinio 1886 Marignac


Estroncio 1790 Crawford
Germanio 1886 Winkler

Itrio 1794 Gadolin Argón 1894 Rayleigh, Ramsay

Helio 1895 Ramsay


Cromo 1797 Vauquelin
Criptón 1898 Ramsay, Travers
Berilio 1798 Vauqueüiit
Neón 1898 Ramsay, Travers
Niobio 1801 Hatchett
Polonia 1898 P. y M. Curie
Tantalio 1802 Eckberg
Radio 1898 P. y M. Curie, Be
Cerio 1803 Klaproth
Xenón 1898 Ramsay, Travers
Paladio 1803 Wollanston
Actinio 1899 Debierne
Sodio 1803 WolloBstoa
Radón 1900 Dorn
Iridio 1804 Tenaant
Europio 1901 Demarcay
Osmio 1804 Tetinani
Luteeio 1907 Welsbach, Urbain
Potasio 1807 Davy
Protactinio 1917 Hahn, Meitner
Sodio 1807 Davy Hafnio 1923 Coster, Hevesy
Bario 1808 Davy Renio 1925 Noddack, Tacke
Boro 1808 Davy Tecnecio 1937 Perrier, Segre
Calcio 1808 Davy Francio 1939 Perey
Yodo 1811 Courtois Astatino 1940 Corson y otros
Cadmio 1817 Stromeyer Neptunio 1940 McMillan, Abelso»
Litio 1817 Arfedson Plutonio 1940 Seaborg y otros

Setenio 1817 Berzelius Americio 1944 Seaborg y otros

Silicio 1823 Berzelius Curio 1944 Seaborg y otros

Aluminio 1825 Oersted Prometió 1945 Glendenin, Marisd

Bromo 1826 Balard Berkelio 1949 Thompson, Ghi Seaborg

Torio 1822 Berzelius Californio 1950 Thompson y otros

Magnesio 1830 Liebig, Bussy Einstenio 1952 Ghiorso y otros

Vanadio 1830 Sefstrom Fermio 1953 Ghiorso y otros

Lantano 1839 Mosander Mendelevio 1955 Ghiorso y otros

Erbio 1843 Mosondp» Nobelio 1958 Ghiorso y otros

Terbio 1843 Mosander Lawrencio 1961 Ghiorso y otros

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