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No es de recibo tal argumento debido a que si bien los tres ocupantes del taxi
tenían algún grado de alcohol en su sangre, tal circunstancia no es determinante
ni contribuyó en la producción del resultado por cuanto, se comprobó que las
circunstancias que dieron lugar a los hechos fueron las omisiones de las entidades
demandadas en efectuar medidas, controles, planes, estudios, que previnieran los
resultados de hechos similares al presente en atención al conocimiento del riesgo.
Fue llamada en garantía dentro del proceso en atención a que entre EMPRESAS
PÚBLICAS DE MEDELLÍN y la aseguradora se suscribió una póliza de
responsabilidad extracontractual (…). La cláusula segunda de la carátula de la
póliza contempla que la Compañía reembolsará al asegurado, dentro de los
términos y con sujeción a las condiciones de dicho seguro, las sumas que debiera
indemnizar en razón de su responsabilidad civil por lesiones a personas o daños a
propiedades, causados en desarrollo de las actividades específicamente
amparadas bajo las condiciones particulares en la póliza. (…) Se observa que los
riesgos asegurados son los siguientes: local, predios, operaciones; productos que
incluye incendios y explosión; responsabilidad patronal, contratistas
independientes, vehículos alquilados y/o ajenos; vehículos propios y ascensores.
Dicha póliza conforme al anexo 511 tiene una vigencia desde el 6 de septiembre
de 1988 hasta el 6 de septiembre de 1989. Sin embargo, el riesgo consistente en
la omisión en la ejecución de sus actividades de dirección, administración y
prestación de los servicios públicos por parte de Empresas Públicas de Medellín
no se encuentra cubierta o amparada dentro de las cláusulas de la póliza. Por lo
tanto, no le corresponde asumir el monto del valor asegurado, por cuanto la
inactividad u omisión de la entidad pública no se encontraba expresamente
amparada. (…) En vista de lo anterior, el riesgo consistente en la omisión en la
ejecución de sus actividades de aseo, recolección y disposición final de basuras y
atender la limpieza general de la ciudad en lo referente a la barrida y lavado de las
vías públicas no se encuentran cubiertas o amparadas dentro de las cláusulas de
la póliza. Por lo tanto, no le corresponde asumir el monto del valor asegurado, por
cuanto la inactividad u omisión de la entidad pública no se encontraba
expresamente amparada.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN TERCERA
SUBSECCIÓN C
1. La demanda y pretensiones
En subsidio:
(…) B. (…) A los demandantes LUZ MYRIAM CAÑAS DE TEJADA, MÓNICA ANDREA y
SANDRA JASMIN TEJADA CAÑAS se les pagará además también (Fl. 31 C.1)
(…) B. (…) A los demandantes ANA CECILIA OSPINA SUÁREZ (…) y LEIDY KATERINE
SUÁREZ OSPINA se les pagará además también (…) (Fl. 25 C.1)
2. Hechos de la demanda
“(…) 2.1 Que en horas de la noche del 16 de septiembre de 1988, se desató sobre la
ciudad de Medellín una torrencial lluvia que se prolongó hasta el amanecer del día
siguiente (17).
21.1 Produciéndose la inundación del tramo vial de la calle 63 D, entre calles 42 y 44.
21.2 Inundaciones que son frecuentes en ese punto, cada que llueve copiosamente sobre
el sector, como ocurrió nuevamente en la noche del 22 de noviembre de 1988 (escasos
dos meses del trágico hecho que motiva esta demanda), porque:
212.2 Que las hojas, ramas y desechos vegetales fueran a parar también a las cajas
pluviales y ductos de conducción de aguas lluvias, produciéndose su obstrucción.
2.2 La mala construcción de la carretera, que en ese tramo vial es una depresión que
contribuye al represamiento del agua.
Las obras civiles elaboradas, dentro de las cuales se incluyen las de alcantarillado,
son construidas para cumplir con los fines para los cuales se destinada y no para
prevenir lo imprevisible, pues si ello fuera así, su costo sería extremadamente
cuantioso.
Por último, expresó que hubo una contribución por parte de la víctima,
especialmente la desplegada por el conductor.
Por auto de 20 de junio de 1997 el Tribunal ordenó correr traslado a las partes
para presentar los alegatos de conclusión y al Ministerio Público para que emitiera
el concepto de rigor. (Fl. 312 expediente 901147)
Las Empresas Públicas de Medellín presentó para los tres procesos los alegatos
de conclusión el 11 de julio de 1997 (Fls. 313 a 320 expediente: 901147). Hizo
alusión a algunas pruebas arrimadas al expediente y concluyó que en el presente
caso las entidades demandadas se encontraban impedidas para actuar debido a
que se configuró una fuerza mayor.
Expresó así mismo que las hojas y ramas fueron cayendo durante la tormenta y se
incorporaron a la corriente de las aguas durante un largo recorrido, y el lodo, las
piedras y otros objetos no se encontraban acumulados en el sitio del accidente
cuando iniciaron las precipitaciones, sino que se encontraban en el cauce de las
quebradas, y todo fue arrastrado por el caudal desmedido de las aguas hasta la
vía deprimida donde ocurrieron los hechos. Aunado a lo anterior, las funciones
que debía ejecutar la entidad demandada no incluye la limpieza de los cauces de
las quebradas de la ciudad. (Fl. 323)
De acuerdo con el acervo probatorio, no existe prueba que indique las omisiones
alegadas en las demandas, contrario a ello, existen pruebas aportadas por las
propias entidades que hacen pensar que siempre cumplieron con sus deberes
constitucionales. (Fl. 348 C. ppal)
Indicó que la parte actora no demostró que las entidades demandadas cometieron
omisiones en su actividad de prevención de desastres, sostenimiento y
construcción de obras públicas, sino que fueron estas últimas las que demostraron
a cabalidad que siempre estuvieron atentas y realizaron todas las obras
necesarias para el sostenimiento de las obras construidas y la prevención de
desastres naturales. (Fl. 357 C. ppal)
También consideró que no existía prueba alguna que permitiera afirmar que el
Municipio de Medellín tenía conocimiento de las causas reales que podían
producir una inundación en el sector y que ante dicho conocimiento no hizo nada
para evitarlo. Contrario a ello, el material probatorio induce a pensar que a las
autoridades les tomó por sorpresa el evento y debieron realizar los estudios para
definir las posibles causas y tratar de evitar hechos similares en el futuro. (Fl. 358
C. ppal)
Por último, el a quo indicó que una inundación como la ocurrida, como
consecuencia de una tormenta inusual e inesperada y que causó el
desbordamiento de muchas quebradas, se constituye en un hecho imprevisible e
irresistible para la Administración. (fuerza mayor). (Fl. 359 C. ppal)
5. El recurso de apelación
Indicó que:
“(…) Es cierto, que para el 17 de septiembre de 1988, cayó sobre la ciudad de Medellín,
un aguacero de considerables proporciones, pero no es menos cierto que en el proceso
brilla por su ausencia la prueba de una inundación en alguna de las calles de la ciudad de
la misma magnitud a la que se presentó en el tramo vial deprimido y que hubiese causado
la muerte por ahogamiento de alguna persona (…)”. (364 C. ppal)
Consideró que conforme a las declaraciones de varios testigos dentro del proceso
se puede concluir lo siguiente:
Por auto de 25 de octubre de 2001 se ordenó a las partes presentar los alegatos
de conclusión y al Ministerio Público emitir el concepto de rigor (Fl. 374 C. ppal)
7. Alegatos de conclusión.
II. CONSIDERACIONES
1. Competencia
La Corporación es competente para conocer del asunto 1, en razón del recurso de
apelación interpuesto por la parte demandante 2 en proceso de doble instancia,
seguido contra el MUNICIPIO DE MEDELLÍN (Secretaría de obra pública)-
EMPRESAS VARIAS DE MEDELLÍN – EMPRESAS PÚBLICAS DE MEDELLÍN en
el cual se denegaron las pretensiones de la demanda.
3. Problema jurídico
4. El daño Antijurídico
1
De conformidad con el artículo 129 del C.C.A., subrogado por el artículo 37 de la Ley 446
de 1998.
2
La pretensión mayor en las demandas corresponde a los perjuicios materiales así:
$8.067.684 (expediente 901145); $8.945.718 (expediente 901146) y $9.955.558,67
(expediente 901147). A la fecha de la presentación de las demandas, 17 de septiembre de
1990, este valor supera el exigido para que los procesos sean de dos instancias (Decreto
597 de 1988).
3
Ver posición en sentencias de 19 de agosto de 2011, expediente: 19901; 19 de octubre de
2011, expediente: 19630; 20498 de 15 de noviembre de 2011.
En cuanto al daño antijurídico, el precedente jurisprudencial constitucional señala
que la,
“(…) antijuridicidad del perjuicio no depende de la licitud o ilicitud de la conducta
desplegada por la Administración sino de la no soportabilidad del daño por parte de la
víctima (…)” 4.
“(…) que esta acepción del daño antijurídico como fundamento del deber de reparación
estatal armoniza plenamente con los principios y valores propios del Estado Social de
Derecho debido a que al Estado corresponde la salvaguarda de los derechos y libertades
de los administrados frente a la propia Administración (…)”5.
4
Corte Constitucional, sentencia C-254 de 2003. Así mismo, se considera: “El artículo 90 de
la Carta, atendiendo las (sic) construcciones jurisprudenciales, le dio un nuevo enfoque
normativo a la responsabilidad patrimonial del Estado desplazando su fundamento desde la
falla del servicio hasta el daño antijurídico. Ello implica la ampliación del espacio en el que
puede declararse la responsabilidad patrimonial del Estado pues el punto de partida para la
determinación de esa responsabilidad ya no está determinado por la irregular actuación
estatal – bien sea por la no prestación del servicio, por la prestación irregular o por la
prestación tardía- sino por la producción de un daño antijurídico que la víctima no está en el
deber de soportar, independientemente de la regularidad o irregularidad de esa actuación”.
Corte Constitucional, sentencia C-285 de 2002.
5
Corte Constitucional, sentencia C-333 de 1996. Puede verse también: Corte Constitucional,
sentencia C-918 de 2002. A lo que se agrega: “El artículo 90 de la Constitución Política le
suministró un nuevo panorama normativo a la responsabilidad patrimonial del Estado. En
primer lugar porque reguló expresamente una temática que entre nosotros por mucho tiempo
estuvo supeditada a la labor hermenéutica de los jueces y que sólo tardíamente había sido
regulada por la ley. Y en segundo lugar porque, al ligar la responsabilidad estatal a los
fundamentos de la organización política por la que optó el constituyente de 1991, amplió
expresamente el ámbito de la responsabilidad estatal haciendo que ella desbordara el límite
de la falla del servicio y se enmarcara en el más amplio espacio del daño antijurídico”. Corte
Constitucional, sentencia C-285 de 2002. Sin embargo, cabe advertir, apoyados en la
doctrina iuscivilista que “no puede confundirse la antijuridicidad en materia de daños con
lesiones de derechos subjetivos y, menos todavía, una concepción que los constriña, al
modo alemán, a los derechos subjetivos absolutos, entendiendo por tales los derechos de la
personalidad y la integridad física, el honor, la intimidad y la propia imagen y los derechos
sobre las cosas, es decir, propiedad y derechos reales”. DÍEZ-PICAZO, Luis. Fundamentos
del derecho civil patrimonial. La responsabilidad civil extracontractual. 1ª ed. Navarra,
Aranzadi, 2011, p.297.
tales como la solidaridad (Art. 1º) y la igualdad (Art. 13), y en la garantía integral
del patrimonio de los ciudadanos, prevista por los artículos 2º y 58 de la
Constitución”6.
Debe quedar claro que es un concepto que es constante en la jurisprudencia del
Consejo Estado, que debe ser objeto de adecuación y actualización a la luz de los
principios del Estado Social de Derecho, ya que como lo señala el precedente de
la Sala un “Estado Social de Derecho y solidario y respetuoso de la dignidad de la
persona humana, no puede causar daños antijurídicos y no indemnizarlos” 7. Dicho
daño tiene como características que sea cierto, presente o futuro, determinado o
determinable8, anormal9 y que se trate de una situación jurídicamente protegida 10.
6
Corte Constitucional, sentencia C-333 de 1996; C-832 de 2001. Cabe afirmar, que en la
doctrina del derecho civil se advierte que “la antijuridicidad del daño no se produce porque
exista violación de deberes jurídicos”, definiéndose como “violación de una norma especial o
de la más genérica alterum non laedere”. DÍEZ-PICAZO, Luis. Fundamentos del derecho
civil patrimonial. La responsabilidad civil extracontractual., ob., cit., p.298.
7
Agregándose: “Para eludir el cumplimiento de sus deberes jurídicos no puede exigirle al
juez que, como no le alcanzan sus recursos fiscales, no le condene por ejemplo, por los
atentados de la fuerza pública, contra la dignidad de la persona humana". Sentencia de 9 de
febrero de 1995, expediente: 9550.
8
Sentencia de 19 de mayo de 2005. Rad. 2001-01541 AG.
9
“por haber excedido los inconvenientes inherentes al funcionamiento del servicio”.
Sentencia de 14 de septiembre de 2000, expediente: 12166.
10
Sentencia de 2 de junio de 2005. Rad. 1999-02382 AG.
ocupantes (Fl. 195 y 196 expediente 901146; Fls. 192 y 193 expediente 901147) y
el informe del Departamento de Bomberos de Medellín (80 expediente: 901145).
5. La imputación de la responsabilidad.
20
Conforme a lo establecido en el artículo 90 de la Carta Política “los elementos
indispensables para imputar la responsabilidad al estado son: a) el daño antijurídico y b) la
imputabilidad del Estado”. Sentencia de 21 de octubre de 1999, Exps.10948-11643. Es, pues
“menester, que además de constatar la antijuridicidad del [daño], el juzgador elabore un
juicio de imputabilidad que le permita encontrar un título jurídico distinto de la simple
causalidad material que legitime la decisión; vale decir, ‘la imputatio juris’ además de la
‘imputatio facti’”. Sentencia de 13 de julio de 1993. En el precedente jurisprudencial
constitucional se sostiene: “En efecto, el artículo de la Carta señala que para que el Estado
deba responder, basta que exista un daño antijurídico que sea imputable a una autoridad
pública. Por ello, como lo ha reiterado esta Corte, esta responsabilidad se configura “siempre
y cuando: i) ocurra un daño antijurídico o lesión, ii) éste sea imputable a la acción u omisión
de un ente público”. Corte Constitucional, sentencias C-619 de 2002; C-918 de 2002.
21
“Toda acción administrativa concreta, si quiere tenerse la certeza de que realmente se trata
de una acción administrativa, deberá ser examinada desde el punto de vista de su relación
con el orden jurídico. Sólo en la medida en que pueda ser referida a un precepto jurídico o,
partiendo del precepto jurídico, se pueda derivar de él, se manifiesta esa acción como
función jurídica, como aplicación del derecho y, debido a la circunstancia de que ese
precepto jurídico tiene que ser aplicado por un órgano administrativo, se muestra como
acción administrativa. Si una acción que pretende presentarse como acción administrativa no
puede ser legitimada por un precepto jurídico que prevé semejante acción, no podrá ser
comprendida como acción del Estado”. MERKL, Adolfo. Teoría general del derecho
administrativo. México, Edinal, 1975, pp.212 y 213.
22
“Como también lo señala Hart, algunos iusfilósofos, por ejemplo Austin y Bentham, que
advirtieron que el concepto de obligación no se relaciona con estados psicológicos,
propusieron definir aquel concepto en relación, no a la creencia subjetiva de que se sufrirá
un daño si no se actúa, sino a la probabilidad objetiva de que una persona que no actúa de
cierta manera sufrirá un mal… Como conclusión Hart sostiene que, si bien hay en la idea de
obligación alguna relación con la probabilidad de sufrir un mal, lo decisivo para ese concepto
es la existencia de ciertas reglas o normas que permiten enjuiciar la conducta del individuo
obligado”. NINO, Carlos Santiago. Introducción al análisis del derecho. 1ª ed. Barcelona,
Ariel, 1983, pp.191-192.
patrimonial del Estado. Precisamente, en el precedente jurisprudencial
constitucional se sostiene,
“La superioridad jerárquica de las normas constitucionales impide al legislador diseñar un
sistema de responsabilidad subjetiva para el resarcimiento de los daños antijurídicos que
son producto de tales relaciones sustanciales o materiales que se dan entre los entes
públicos y los administrados. La responsabilidad objetiva en el terreno de esas relaciones
sustanciales es un imperativo constitucional, no sólo por la norma expresa que así lo
define, sino también porque los principios y valores que fundamentan la construcción del
Estado según la cláusula social así lo exigen”23.
23
Corte Constitucional, sentencia C-043 de 2004.
24
En los términos de Kant, dicha imputación se entiende: “Imputación (imputatio) en sentido
moral es el juicio por medio del cual alguien es considerado como autor (causa libera) de
una acción, que entonces se llama acto (factum) y está sometida a leyes; si el juicio lleva
consigo a la vez las consecuencias jurídicas del acto, es una imputación judicial (imputatio
iudiciaria), en caso contrario, sólo una imputación dictaminadora (imputatio diiudicatoria)”.
KANT, I. La metafísica de las costumbres. Madrid, Alianza, 1989, p.35. En nuestro
precedente jurisprudencial constitucional se sostiene: “La jurisprudencia nacional ha
recabado en ello al sentar la tesis de que la base de la responsabilidad patrimonial del
Estado la constituye la imputabilidad del daño. En efecto, con fundamento en la
jurisprudencia del Consejo de Estado, la Corte Constitucional ha sostenido que la
responsabilidad patrimonial del Estado y de las demás personas jurídicas públicas se deriva
de la imputabilidad del perjuicio a una de ellas, lo cual impide extenderla a la conducta de los
particulares o a las acciones u omisiones que tengan lugar por fuera del ámbito de la
administración pública”. Corte Constitucional, sentencia C-254 de 2003.
25
El “otro principio de responsabilidad patrimonial del Estado es el de imputabilidad. De
conformidad con éste, la indemnización del daño antijurídico le corresponde al estado
cuando exista título jurídico de atribución, es decir, cuando de la voluntad del constituyente o
del legislador pueda deducirse que la acción u omisión de una autoridad pública compromete
al Estado con sus resultados”. Corte Constitucional, sentencia C-254 de 2003.
26
“Tenía razón Welzel al considerar que el Derecho debe respetar estructuras antropológicas
como la capacidad de anticipación mental de objetivos cuando se dirige al hombre mediante
normas. Desde luego, si el ser humano no tuviera capacidad de adoptar o dejar de adoptar
decisiones teniendo en cuenta motivos normativos, sería inútil tratar de influir en el
comportamiento humano mediante normas prohibitivas o preceptivas”. MIR PUIG, Santiago.
“Significado y alcance de la imputación objetiva en el derecho penal”, en Revista Electrónica
de Ciencia Penal y Criminología, 05-05-2003 [http://criminet.urg.es/recpc], pp.6 y 7.
En cuanto a esto, cabe precisar que la tendencia de la responsabilidad del Estado
en la actualidad está marcada por la imputación objetiva que “parte de los límites
de lo previsible por una persona prudente a la hora de adoptar las decisiones” 27.
Siendo esto así, la imputación objetiva implica la “atribución”, lo que denota en
lenguaje filosófico-jurídico una prescripción, más que una descripción. Luego, la
contribución que nos ofrece la imputación objetiva, cuando hay lugar a su
aplicación, es la de rechazar la simple averiguación descriptiva, instrumental y
empírica de “cuando un resultado lesivo es verdaderamente obra del autor de una
determinada conducta”28.
en la existencia del daño antijurídico como fuente del derecho a obtener la reparación de
perjuicios siempre que el mismo le sea imputable a una entidad estatal, dejando de lado el
análisis de la conducta productora del hecho dañoso y su calificación como culposa o no,
ello no significa que la responsabilidad patrimonial del Estado se haya tornado objetiva en
términos absolutos, puesto que subsisten los diferentes regímenes de imputación de
responsabilidad al Estado que de tiempo atrás han elaborado tanto la doctrina como la
jurisprudencia”. Sentencia de 24 de febrero de 2005. Exp.14170.
31
MIR PUIGPELAT, Oriol. La responsabilidad patrimonial de la administración. Hacia un
nuevo sistema., ob., cit., p.171.
32
“El principio de proporcionalidad se compone de tres subprincipios: el principio de
idoneidad; el de necesidad y el de proporcionalidad en sentido estricto. Estos principios
expresan la idea de optimización... En tanto que exigencias de optimización, los principios
son normas que requieren que algo sea realizado en la mayor medida de lo posible, dadas
sus posibilidades normativas y fácticas. Los principios de idoneidad y de necesidad se
refieren a la optimización relativa a lo que es fácticamente posible por lo que expresan la
idea de optimalidad de Pareto. El tercer subprincipio, el de proporcionalidad en sentido
estricto, se refiere a la optimización respecto de las posibilidades normativas. Las
posibilidades normativas vienen definidas, fundamentalmente, por la concurrencia de otros
principios; de modo que el tercer subprincipio podría formularse mediante la siguiente regla:
Cuanto mayor ser el grado de la no satisfacción o del detrimento de un principio, mayor debe
ser la importancia de satisfacción del otro. Esta regla puede denominarse: “ley de la
ponderación” (subrayado fuera de texto). ALEXY, Robert. “Teoría del discurso y derechos
constitucionales”, en VASQUEZ, Rodolfo; ZIMMERLING, Ruth (Coords). Cátedra Ernesto
Garzón Valdés., ob., cit., p.62.
ejercicio de la ponderación33 que el juez está llamado a aplicar, de tal manera que
se aplique como máxima que: “Cuanto mayor sea el grado de la no satisfacción o
del detrimento de un principio, mayor debe ser la importancia de satisfacción del
otro” 34.
33
“La ley de la ponderación pone de manifiesto que la ponderación puede fraccionarse en
tres pasos. El primero consiste en establecer el grado de insatisfacción o de detrimento del
primer principio; el segundo, consiste en establecer la importancia de la satisfacción del
segundo principio, que compite con el primero y, finalmente, el tercer paso consiste en
determinar si, por su importancia, la satisfacción del segundo principio justifica la no
satisfacción del primero”. ALEXY, Robert. “Teoría del discurso y derechos constitucionales”,
en VASQUEZ, Rodolfo; ZIMMERLING, Ruth (Coords). Cátedra Ernesto Garzón Valdés., ob.,
cit., p.64.
34
ALEXY, Robert. “Teoría del discurso y derechos constitucionales”, en VASQUEZ, Rodolfo;
ZIMMERLING, Ruth (Coords). Cátedra Ernesto Garzón Valdés., ob., cit., p.62. Sin embargo,
se advierte que Habermas ha planteado objeciones a la ponderación: “… la aproximación de
la ponderación priva de su poder normativo a los derechos constitucionales. Mediante la
ponderación –afirma Habermas- los derechos son degradados a nivel de los objetivos, de las
políticas y de los valores; y de este modo pierden la “estricta prioridad” característica de los
“puntos de vista normativos”. HABERMAS, Jürgen. Between Facts and Norms, Trad. William
Rehg, Cambridge, 1999, p.259. A lo que agrega: “… no hay criterios racionales para la
ponderación: Y porque para ello faltan criterios racionales, la ponderación se efectúa de
forma arbitraria o irreflexiva, según estándares y jerarquías a los que está acostumbrado”.
Para concluir que: “La decisión de un tribunal es en sí misma un juicio de valor que refleja,
de manera más o menos adecuada, una forma de vida que se articula en el marco de un
orden de valores concreto. Pero este juicio ya no se relaciona con las alternativas de una
decisión correcta o incorrecta”. HABERMAS, Jürgen. “Reply to Symposium Participants”, en
ROSENFELD, Michel; ARATO, Andrew. Habermas on Law and Democracy. Los Angeles,
Berkeley, 1998, p.430.
35
Deberes de protección que es “una consecuencia de la obligación general de garantía que
deben cumplir las autoridades públicas y se colige claramente de los artículos 2.3 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos y 25 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, que regulan el derecho a disponer de un recurso efectivo en caso de
violaciones a los derechos humanos”. CASAL H, Jesús María. Los derechos humanos y su
protección. Estudios sobre derechos humanos y derechos fundamentales. 2ª ed. Caracas,
Universidad Católica Andrés Bello, 2008, p.31.
36
Cfr. Günther Jakobs. Regressverbot beim Erfolgsdelikt.Zugleich eine Untersuchung zum
Gruñd der strafrechtlichen Haftung bei Begehung. ZStW 89 (i977). Págs 1 y ss.
la calle un herido en grave peligro (situación de peligro generante del deber) y no le
presta ayuda (no realización de la acción esperada); posteriormente fallece por falta de
una oportuna intervención médica que el peatón tenía posibilidad de facilitarle
trasladándolo a un hospital cercano (capacidad individual de acción). La muerte no le es
imputable a pesar de la evitabilidad y el conocimiento. En efecto, si no tiene una posición
de garante porque él no ha creado el riesgo para los bienes jurídicos, ni tampoco tiene
una obligación institucional de donde surja un deber concreto de evitar el resultado
mediante una acción de salvamento, el resultado no le es atribuible. Responde sólo por la
omisión de socorro y el fundamento de esa responsabilidad es quebrantar el deber de
solidaridad que tiene todo ciudadano”37.
37
Corte Constitucional, Sentencia SU-1184 de 2001. En la doctrina se afirma que la “posición
de garantía” debe modularse: “(…) todos deben procurar que su puño no aterrice
violentamente en la cara de su congénere, o que su dedo índice no apriete el gatillo de un
arma de fuego cargada apuntada sobre otra persona, etc. Sin embargo, también aparecen
sin dificultad algunos fundamentos de posiciones de garantía referidas a supuestos de
omisión: quien asume para sí una propiedad, debe procurar que de ésta no emanen riesgos
para otras personas. Se trata de los deberes de aseguramiento en el tráfico, deberes que de
modo indiscutido forman parte de los elementos de las posiciones de garantía y cuyo
panorama abarca desde el deber de aseguramiento de un animal agresivo, pasando por el
deber de asegurar las tejas de una casa frente al riesgo de que caigan al suelo hasta llegar
al deber de asegurar un carro de combate frente a la posible utilización por personas no
capacitadas o al deber de asegurar una central nuclear frente a situaciones críticas”.
JAKOBS, Günther. Injerencia y dominio del hecho. Dos estudios sobre la parte general del
derecho penal. 1ª reimp. Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2004, p.16.
38
“En una sociedad de libertades, y, más aún, en una sociedad que además hace posibles
contactos en alto grado anónimos, es decir, en una sociedad que pone a cargo de los
ciudadanos la configuración del comportamiento a elegir, con tal de que ese comportamiento
no tenga consecuencias lesivas, la libertad decentral de elección debe verse correspondida,
en cuanto sinalagma, por la responsabilidad por las consecuencias de la elección”. JAKOBS,
Günther. Injerencia y dominio del hecho. Dos estudios sobre la parte general del derecho
penal., ob., cit., p.15.
Vg. Si alguien abre una zanja frente a su casa, tiene el deber de colocar artefactos que
impidan que un transeúnte caiga en ella. Ahora bien, si las medidas de seguridad
fracasan y el riesgo se exterioriza amenazando con daños a terceros o el daño se
produce – un peatón cae en la zanja- surgen los llamados deberes de salvamento, en
los cuales el sujeto que ha creado con su comportamiento peligroso anterior
(generalmente antijurídico) un riesgo para los bienes jurídicos, debe revocar el riesgo –
prestarle ayuda al peatón y trasladarlo a un hospital si es necesario- (pensamiento de la
injerencia). Esos deberes de seguridad en el tráfico, también pueden surgir por asunción
de una función de seguridad o de salvamento, como en el caso del salvavidas que se
compromete a prestar ayuda a los bañistas en caso de peligro.
Los anteriores deberes nacen porque el sujeto ha configurado un peligro para los bienes
jurídicos y su fundamento no es la solidaridad sino la creación del riesgo. Son deberes
negativos porque su contenido esencial es no perturbar o inmiscuirse en los ámbitos
ajenos. Corresponde a la máxima del derecho antiguo de no ocasionar daño a los
demás.
2) Pero frente a la libertad de configuración, hay deberes que proceden de instituciones
básicas para la estructura social (competencia institucional) y que le son impuestas al
ciudadano por su vinculación a ellas. Por ejemplo, las relaciones entre padres e hijos y
ciertas relaciones del estado frente a los ciudadanos. Estos deberes se caracterizan,
porque el garante institucional tiene la obligación de configurar un mundo en común con
alguien, de prestarle ayuda y protegerlo contra los peligros que lo amenacen, sin
importar que el riesgo surja de un tercero o de hechos de la naturaleza. Vg. El padre
debe evitar que un tercero abuse sexualmente de su hijo menor y si no lo hace, se le
imputa el abuso.
Los deberes institucionales se estructuran aunque el garante no haya creado el peligro
para los bienes jurídicos y se fundamentan en la solidaridad que surge por pertenecer a
ciertas instituciones básicas para la sociedad. Se trata de deberes positivos, porque
contrario a los negativos en los cuales el garante no debe invadir ámbitos ajenos, en
éstos debe protegerlos especialmente contra ciertos riesgos39”40.
16. En una teoría de la imputación objetiva construida sobre las posiciones de garante,
predicable tanto de los delitos de acción como de omisión, la forma de realización
externa de la conducta, es decir, determinar si un comportamiento fue realizado mediante
un curso causal dañoso o mediante la abstención de una acción salvadora, pierde toda
relevancia porque lo importante no es la configuración fáctica del hecho, sino la
demostración de sí una persona ha cumplido con los deberes que surgen de su posición
de garante”41.
Dicha formulación no debe suponer, lo que debe remarcarse por la Sala, una
aplicación absoluta o ilimitada de la teoría de la imputación objetiva que lleve a un
desbordamiento de los supuestos que pueden ser objeto de la acción de
39
Cfr. Günther Jakobs. Strafrecht Allgemeiner Teil.Die Grundlagen und die Zurechnungslehre
(studienausgabe). 2 Auflage.Walter de Gruyter.Berlin.New York. 1993.Pags. 796 y ss.
40
Corte Constitucional, sentencia SU-1184 de 2001.
41
Corte Constitucional, Sentencia SU-1184 de 2001.
reparación directa, ni a convertir a la responsabilidad extracontractual del Estado
como herramienta de aseguramiento universal 42, teniendo en cuenta que el riesgo,
o su creación, no debe llevar a “una responsabilidad objetiva global de la
Administración, puesto que no puede considerarse… que su actuación [de la
administración pública] sea siempre fuente de riesgos especiales” 43.
Para el examen, la Sub-sección en el caso concreto (en sus dos extremos: ámbito
fáctico y atribución jurídica) precisa determinar las circunstancias de tiempo, modo
y lugar, y su encaje en los criterios con base en los cuales se puede establecer
[bien sea se acredite una, varias, o todas ellas] la existencia de la omisión por
parte de las entidades demandadas en el fallecimiento de los tres ocupantes del
taxi como consecuencia de la lluvia que se desató entre el anochecer del día 16 y
la madrugada del 17 de septiembre de 1988.
45
Sentencia de 10 de septiembre de 1993, expediente: 6144; sentencia de 20 de septiembre
de 2007, expediente: 16014; sentencia de 22 de abril de 2009, expediente: 17000; sentencia
de 9 de junio de 2010, expediente: 18375.
1. Dentro del proceso se encuentra probada la existencia de precipitaciones de
agua lluvia en horas de la noche del día 16 y la madrugada del 17 de septiembre
de 1988 en la ciudad de Medellín, así como el rescate de los cuerpos sin vida de
los tres ocupantes del taxi. Lo anterior se sustenta con el oficio No. 188 del
Departamento de Bomberos con fecha de 7 de noviembre de 1990 dirigido al
Abogado de la Alcaldía de Medellín en el que se informó lo siguiente:
“(…) Al finalizar la noche del día 16 de septiembre del año 1988 y en toda la madrugada
del día 17, se atendieron inundaciones en todo el sector suroccidental del Área
Metropolitana, siendo los barrios más afectados (…) Como consecuencia del fuerte
aguacero se presentaron innumerables contratiempos de todo tipo, árboles caídos,
deslizamientos, etc.
En resumidas cuentas, se desbordaron el Río Medellín, Las Quebradas la Picacha, La
Iguaná, La Hueso, y otros afluentes de menor cauce.
Este caso fue algo excepcional que le ocurrió a la Ciudad esos días, ya que a nadie en el
Departamento de Bomberos, le había tocado atender un caso de tales magnitudes (…)
(Fl. 80 expediente: 901145)
“(…) 1.1. El día 17 de septiembre de 1988 por llamada recibida a las 2:14 a.m., se atendió
una inundación en la carrera 63 calles 43 y 44 y en todo el sector Occidental de la ciudad.
1.2. De las aguas represadas en el lugar se rescataron tres (3) cadáveres.
1.2.1 En el momento del rescate se pudo constatar que los cadáveres correspondían a
los nombre de JESÚS MARÍA VELÁSQUEZ ZAPATA (conductor), LUÍS HUMBERTO
POSADA y un NN.
1.2.2. Los cadáveres se encontraron dentro del vehículo tipo Taxi de placas TI-2122.
1.3. La inundación se debió a un fenómeno sobrenatural, donde la fuerte lluvia que se
precipitó sobre el sector occidental de la ciudad, arrastró de las laderas lodo, piedras y
árboles.
1.4. Una vez revisados los archivos de la institución, no se pudo constatar que con
anterioridad o posterioridad se haya atendido un caso similar en esa dirección. (…)”.
2. Ahora bien, dentro de los hechos se estableció que la muerte de los tres
ocupantes del taxi ocurrió en la carrera 63 D entre calles 42 a 44 de la ciudad de
Medellín, vía que es de propiedad del municipio, tal como se consignó en escrito
de 24 de marzo de 1993 suscrito por el Alcalde de Medellín de aquella época. Así
mismo, expresó que las obras de la vía fueron realizadas por Instituto
Metropolitano de Valorización (INVAL) en 1972. (Fls. 187 a 189 expediente:
901146)
“(…) 2.3. La Secretaría de Obras Públicas del Municipio de Medellín, sí adelantó trabajos
en la dirección mencionada atendiendo la emergencia invernal presentada durante la
noche del 16 al 17 de septiembre. El equipo que se desplazó hacia el sitio para la
atención de la emergencia fue (…):
Se anexa copia de los informes que posee la Secretaría de Obras Públicas, sobre la
atención de emergencia. En esa noche, los desbordamientos de quebradas, fueron
generalizados obligando a un despliegue de equipo y personal que no aceptaba un único
funcionario al mando, sino que, por el contrario, el personal técnico tenía que desplazarse
continuamente para cubrir los inmensos requerimientos de atención (…)”. (Subrayado por
la Sala)
“(…) 2.4. Sí. Se desplazó equipo y personal de la Secretaría de Obras Públicas del
Municipio de Medellín, para atender la emergencia del 22 de noviembre, pero de menor
magnitud a la que se presentó el 17 de septiembre de 1988. Se anexa copia de los
recursos movilizados, para cubrir las zonas donde se presentaron nuevas emergencias,
anotando que en esta ocasión se afectaron los barrios del sector oriental de la ciudad y el
corregimiento de San Antonio de Prado (…)”. (Subrayado por la Sala)
c. Con las declaraciones de Juan Alberto Ramírez (Fls. 249 a 254 expediente
901145) quien para el momento de los hechos era ingeniero civil y trabajaba en
Empresas Públicas de Medellín; Hernando Bedoya Neira (Fls. 283 y 284
expediente 901145) quien para la época de la declaración laboraba en Empresas
Varias de Medellín; Pedro Antonio Berdugo (Fls. 249 a 251 expediente 901147)
Ingeniero Civil y quien para el momento de los hechos trabajaba en Secretaría de
Obras Públicas; Alonso Sierra Ramírez (Fls. 252 a 254 expediente 901147) quien
para la época de la declaración trabajaba en las Empresas Públicas como jefe de
sección de daños alcantarillado y, Oscar Enrique Sánchez (Fls. 289 a 292
expediente 901147) quien era Bombero para la época de los hechos, indicaron
que la inundación de la vía se generó por el desbordamiento de las quebradas
tales como la Matea, la Picacha, la Magdalena, entre otras, que se encuentran
cerca de la vía. Estas declaraciones se plasmarán más adelante.
4. Con ocasión del desbordamiento de las quebradas, éstas arrastraron un
sinnúmero de materiales sólidos, hojas, basura y escombros a la vía, (de acuerdo
con los informes del Departamento de Bomberos de Medellín y las declaraciones),
lo que obligó a las autoridades iniciar los trabajos necesarios para el rescate de los
cuerpos sin vida, así como de varios vehículos que quedaron atrapados en la vía.
También fue necesaria la realización de los trabajos para la adecuación de
estructuras hidráulicas y reparación del tramo vial.
a. Mediante oficio del 12 de enero de 1993 el HIMAT allegó certificado del estado
del tiempo de los días 16 y 17 de septiembre de 1988. (Fls. 184 y 185 expediente:
901147)
“(…) CERTIFICA
Que en la ciudad de Medellín, de acuerdo a los datos registrados en la estación
meteorológica Aeropuerto OLAYA HERRERA (…) el comportamiento de la precipitación
durante la noche del día 16 de septiembre de 1988 y las primeras horas del día siguiente
(17 de septiembre de 1988) fue el siguiente:
Se registraron 10.5 mm. De precipitación entre las 23:10 HLC del día 16 y las 02:00 HLC
del día 17 de septiembre de 1988. La mayor intensidad (9.3 mm) se presentó entre las
00.00 y las 01:00 HLC del día 17.
CONVENCIONES
HLC; Hora legal colombiana
Mm: milímetros
Un milímetro de precipitación equivale a un litro de agua por metro cuadrado de superficie
o a diez (10) metros cúbicos de agua por hectárea (…)”. (Subrayado por la Sala)
“(…) Las Empresas Públicas no tienen instalados pluviógrafos (…) en inmediaciones del
deprimido de la carrera 63D, entre calles 42 y 44. Por lo tanto no nos es posible verificar
cual fue la magnitud ni la intensidad de la lluvia presentada en dicho sitio durante los días
16 y 17 de septiembre de 1988.
c. Mediante escrito del 4 de marzo de 1993 (Fls 175 y 176 C.1) el Jefe del
Departamento de Hidrometría e Instrumentación de las Empresas Públicas de
Medellín dio respuesta a la solicitud en los siguientes términos:
23:45 0.0. -
00:25 68.2 102.3
00:45 71.2 9.0
01:15 72.7 3.0
01:45 74.2 3.0
02:00 74.5 1.2 (…)”
Dentro del análisis conjunto y armónico del acervo probatorio, cabe resaltar la
valoración de los testimonios recepcionados dentro del proceso:
a. Juan Alberto Ramírez (Fls. 249 a 254 expediente 901145) quien para el
momento de los hechos era ingeniero civil y trabajaba en Empresas Públicas de
Medellín
“(…) PREGUNTADO: Qué sabe usted sobre la muerte de tres personas que se
movilizaban en el vehículo el 17 de septiembre de 1988, por la carrera 63 D, entre calles
43 y 44 de esta ciudad? CONTESTO: En esa dirección, a fines del 88, debido a una
inundación que se presentó en el deprimido de la Bolivariana, se ahogaron varias
personas. PREGUNTADO: Usted sabe qué labores de limpieza, con posterioridad a ese
hecho, se realizaron por parte de las Empresas Públicas de Medellín? CONTESTO: Con
los equipos hidrodinámicos, conocidos con el nombre de “VACTOR”, se procedió a la
evacuación del agua y la limpieza de los sumideros de aguas lluvias. PREGUNTADO: A
quién le corresponde el mantenimiento de los sumideros de aguas lluvias? CONTESTO:
el mantenimiento de los sumideros de aguas lluvias le corresponde a las Empresas
Públicas. (…) PREGUNTADO: Durante el tiempo en que usted ha laborado en las
Empresas Públicas de Medellín, recuerda que les haya tocado atender otra
emergencia de esta magnitud del caso que nos ocupa en este momento y en ese
mismo lugar? CONTESTO: Sí, en varias oportunidades el deprimido de la
Bolivariana se ha inundado, pero con la salvedad de que no se han presentado
muertes. PREGUNTADO: Ha habido diferencias entre las otras inundaciones y la
que hubo el 17 de septiembre de 1988, en cuanto a la magnitud y otros aspectos
que valga la pena mencionar? CONTESTO: Las características son exactamente las
mismas. Siempre se ha presentado acumulación de sólidos, Barro, basura como
plásticos, palos, escombros, etc. (…) PREGUNTADO: Quien construyó los sumideros
de aguas lluvias de esa vía, si lo sabe? CONTESTO: El drenaje del deprimido lo
construyó valorización con Interventoría de la Empresa, por solicitud de la Secretaría de
Obras Públicas. PREGUNTADO: Se han hecho estudios técnicos en las Empresas
Públicas de Medellín, sobre la obstrucción frecuente que se presenta en esa vía?
CONTESTO: Siempre que se desbordan las quebradas “’LA PICACHA” o la “MATEA” o la
“MAGDALENA”, se presenta este tipo de inundación en el deprimido. Si esas tres
quebradas no se salen de su cauce, hasta la fecha no se han presentado problemas. (…)
la única causa es la llegada de sólidos procedentes de esas quebradas. El estudio es que
cuando se desbordan, vamos y miramos. (…) PREGUNTADO: Usted recuerda si el día
17 de septiembre de 1988, las quebradas que mencionó se desbordaron?
CONTESTO: Sí, recuerdo que las tres quebradas, inclusive fuera de “LA PICACHA”,
la “MATEA” y la “MAGDALENA”, se salieron la “ALTAVISTA” (…) PREGUNTADO: En
ese sector qué quebradas pasan? CONTESTO: Por el norte del deprimido pasa la
quebrada LA PICACHA. La quebrada LA PICACHA está canalizada, no está cubierta. La
quebrada LA MATEA que baja por la avenida Bolivariana, por la circular primera,
intercepta la avenida Bolivariana y luego cae en la PICACHA. Es un afluente de la
Picacha y viene cubierta. La quebrada LA MATEA, auncuando (sic) viene en dirección
casi hacia el centro del deprimido, se debía una cuadra antes hacia el Sur, luego sigue LA
MAGDALENA, que cruza aproximadamente por la carrera 71 a San Juan. El agua
procedente de esta quebrada baja por San Juan y cae al deprimido. En mi concepto, esas
son las tres quebradas que afectan el deprimido. PREGUNTADO: Usted recuerda si en
ese mes del año, particularmente ese día, la precipitación de lluvias mostró índices
elevados comparativamente con los que normalmente se presentan en la ciudad de
Medellín? CONTESTO: Se que en año ochenta y ocho, si no fue el invierno más fuerte
que hasta ahora ha sucedido, es de los más fuertes. PREGUNTADO: En las evaluaciones
que se han efectuado, respecto de las inundaciones que se han presentado en el
deprimido que hemos referido en esta diligencia, qué recomendaciones se han
presentado a efecto de que esas inundaciones no se presenten? CONTESTO: Sobre las
tres quebradas que mencioné anteriormente, existen problemas de insuficiencia
hidráulica, así por ejemplo: en la calle 33 con la 66 B, y sobre la quebrada LA PICACHA,
existen o existían mejor, en esa época, dos puentes cuya canalización era en forma de
bóveda; toda la basura, escombros y árboles que arrastra la quebrada, se
atrancaban en esos dos puentes, ocasionando por consiguiente las inundaciones
de ese punto para abajo, vías, sótanos, etc . En ese momento, se cambiaron los dos
puentes por estructuras que tienen mayor capacidad hidráulica. Esa era una de las
recomendaciones para esa quebrada. La quebrada la MATEA, también presenta
insuficiencia hidráulica. En ese momento la Secretaría de Obras Públicas, a quien
corresponde el mantenimiento de esas quebradas, le cambió dos tramos de esa
quebrada. Auncuando (sic) consideramos que se debe revisar de ahí para abajo, porque
creemos que aún sigue insuficiente. Esto lo está estudiando la Secretaría de Obras
Públicas. La quebrada LA MAGDALENA, La Secretaría de Obras Públicas trató de hacer
el trabajo o sea el cambio de la sección, por medio de valorización, pero no fue
aprobado. Eso es lo que se ha sugerido para evitar las inundaciones en el deprimido
(…)”.
“(…) PREGUNTADO: Sírvase decirnos cómo se enteró ud. del accidente ocurrido al
amanecer del 17 de septiembre de 1988 en la cra. 63B entre calles 42 y 44 de esta
ciudad en la cual pereció ahogado el sr. MARCO FIDEL SUAREZ ALZATE. RESPONDE:
Esa noche fui llamado a mi casa por la Scria de Obras Públicas para atender la
emergencia que en la ciudad se estaba presentando debido al fuerte aguacero que había
caído en la ciudad; lo cual ocasionó el desbordamiento de muchas quebradas en el
occidente de Medellín en compañía de varios miembros del Comité de Emergencia
Metropolitano COME, hicimos un recorrido a las partes más afectadas de la ciudad
entre ellos el barrio la Iguaná, sector del estadio con la quebrada la hueso, y
pasamos también por los deprimidos de San Juan con la dirección antes citada, allí
encontramos los bomberos quienes adelantaban la diligencia de rescate de un
vehículo si mal no recuerdo SIMCA, que había quedado atrapado en ese lugar, Así
me enteré del accidente.
d. Alonso Sierra Ramírez (Fls. 252 a 254 expediente 901147) quien para la época
de la declaración trabajaba en las Empresas Públicas como jefe de sección de
daños alcantarillado
“(…) preguntado: Sírvase describirnos cuál era el nivel de inundación que presentaba el
sitio de los hechos y cuál fue la causa para ello. RESPONDE: El nivel de inundación no
tengo referencias exactas de la altura de la cual llegaba el agua en el deprimido, por las
señas que daba el agua en los tanques de contención del deprimido si era suficiente para
tapar un carro o un vehículo. La causa fue el inesperado desbordamiento de varias
quebradas que contribuyó a aumentar el caudal. PREGUNTADO: Sírvase decirnos si
el deprimido tiene y tenía en esa época sistemas de desagües y si estaba
funcionando bien? RESPONDE: El deprimido sí tenía en ese entonces y tiene
actualmente un sistema de drenaje que es suficiente para las aguas lluvias que
caen en el área de influencia del sector, más no para otros caudales que puedan
aportar de quebradas que se desborden (…)”.
El apoderado de EEPP pregunta (…) PREGUNTADO: Al hacer las limpiezas del sumidero
encontraron material sólido que obstruyeran los sumideros del deprimido vial?
RESPONDE: Se encontró mucho material de sólidos arrastrado por el caudal de las
quebradas que se desbordaron y que taparon los sumideros, piedras, palos,
cascago en general, otras basuras. (…) PREGUNTADO: De acuerdo con su
experiencia, cada vez que se presenta un aguacero se presentan dichos síntomas o es
necesario que este se salga de lo común para que suceda. RESPONDE: Es necesario
que el aguacero sea de una intensidad fuerte, para que ocurra ese fenómeno de
desbordamiento de las quebradas. Una lluvia fuera de lo normal, de los términos medios
para que ocurra ese desbordamiento.
“(…) PREGUNTADO: Eran o son frecuentes ese tipo de inundaciones sobre todo en ese
lugar de los hechos? CONTESTÓ: De pronto inundaciones como las que hubieron (sic)
en ese día yo no las había llegado a ver en Medellín ni antes ni después. Porque ese día
fue un día de inundarse todos los barrios (…) noroccidental de la ciudad, hasta tal punto
que barrios que yo nunca había visto en los años que llevo trabajando en el dpto de
bomberos fueron inundados a consecuencia del aguacero que cayó esa tarde.
Inundaciones si las hay en Medellín cada que llueve pero no como las que hubieron (sic)
ese día. (…) PREGUNTADO: (…) fueron reportados (sic) más emergencias en el cuerpo
de bomberos? CONTESTO: Por eso le digo, que inundaciones ha habido y hay a cada
momento en la ciudad de Medellín, Pero en mis 25 años que llevo nunca había visto a la
ciudad de Medellín inundada como esa vez.
46
López Blanco, Hernán Fabio. Procedimiento Civil Tomo 3. Segunda edición 2008. Dupré
Editores. Págs. 208 y ss.
abril de 1993, el Secretario de Obras Públicas informó lo siguiente: (Fls. 198 a 206
expediente: 901147)
(…)
47
Por el cual se dicta el Código Nacional de Recursos Naturales Renovables y de Protección
al Medio Ambiente. Código aplicable para aquella época
48
Mediante escrito de 15 de marzo de 1993 el Jefe de relaciones industriales de las
Empresas Varias de Medellín allegó copia del Acuerdo y de los Estatutos de la Entidad.
“(…) 1.Atender la limpieza general de la ciudad en lo referente a la barrida y lavado de las
vías públicas. (Fl. 229 expediente 901145) (Subrayado por la Sala)
49
Bajo una interpretación conjunta y sistemática, el Decreto 1333 de 1986, por el cual se
expide el régimen municipal dispone en el artículo 32 lo siguiente. El desarrollo de las áreas
urbanas se regulará dentro de una política nacional de equilibrio entre las diversas regiones
del territorio y entre las zonas rurales, urbanas y de conservación ecológica. Así mismo se
procurará la óptima utilización del suelo urbano y de los limitados recursos de inversión en
vivienda, infraestructura y equipamiento y la participación de la sociedad en el valor de la
tierra que se deba exclusivamente al crecimiento de las ciudades o al gasto público.
Artículo 34. La planeación urbana comprenderá principalmente:
(…) 2o. La localización adecuada de servicios públicos cuyo funcionamiento pueda afectar el
ambiente (…) Normas que posteriormente fueron modificadas por Ley 9 de 1989, por la cual
se dictan normas sobre planes de desarrollo municipal, compraventa y expropiación de
bienes y se dictan otras disposiciones.
territoriales y las empresas prestadoras de dicho servicios, esto es, lograr la
unidad en la actuación administrativa como fin del Estado para la prestación
eficiente de los servicios públicos. Por lo tanto, no pueden aislarse entre sí las
funciones de las autoridades, ya que de un lado es obligación del municipio todo lo
referente a las quebradas y caudales y de Empresas Varias, en virtud de la
descentralización por servicios, todo lo relacionado con la recolección, tratamiento
y disposición final de las basuras.
“(…) por Ministerio del Decreto 376 de 1964 (Estatutos de las Empresas Varias), le
corresponde a este organismo, entre otras funciones, realizar la recolección de basuras y
atender la disposición final de las mismas. De ahí se infiere, necesariamente, que la
obligación es recoger basuras y no escombros, que como se sabe, son elementos sólidos
a base de piedra, ladrillo o cemento, que si depositaran en los carros recolectores
destruirían su funcionamiento.
En segundo término, pide Usted que se le diga si las Empresas Varias tienen la función
de podar los árboles ubicados en las zonas verdes aledañas a las vías públicas y si
tienen que recoger las hojas desprendidas de tales árboles.
Es necesario distinguir:
a).La función de podar los árboles corresponde al Departamento de Ornato y aseo de la
Secretaría de Educación Municipal; b). Las hojas que diariamente se caen de los árboles
son barridas por los equipos de trabajadores (escobistas) de las Empresas varias (…)”.
Por otra parte, las Empresas Públicas de Medellín mediante el Acuerdo No. 58 de
6 de agosto de 1955 50 (Fl. 164 a 170 expediente 901145) fue creado como
Establecimiento Público encargado de la dirección, administración y prestación de
los servicios públicos municipales de Energía eléctrica, teléfono, acueducto y
alcantarillado. (Artículo 1º) (Subrayado por la Sala)
En 1987 la Junta Directiva del ente autónomo expidió el Acta No. 1077 de junio 11
de 1985 51 y en el que se dejó consignado lo siguiente:
“(…) Las Empresas Públicas incluirán dentro del servicio de alcantarillado de aguas
lluvias que actualmente prestan, la construcción, operación y sostenimiento de las cajas
pluviales y su empalme con las redes principales de alcantarillado; acelerarán la
realización de los programas y la ejecución de las obras para la ciudad, de forma tal que
50
Mediante escrito del 23 de febrero de 1993 el Concejo de Medellín allegó copias auténticas
del Acuerdo.
51
Allegada copia por el Secretario General de Empresas Públicas de Medellín mediante
escrito del 7 de junio de 1993 (Fl. 273 a 278 expediente: 901145)
ellas se desarrollen al ritmo que la urgencia y las necesidades de su crecimiento
demanden y atenderán las prestación del servicio de acueducto a todos los
asentamientos subnormales, que en concepto de Planeación Metropolitana de la
Administración Municipal reúnan condiciones apropiadas para recibir asentamientos
poblacionales y tengan o acepten un esquema de organización comunitaria (…)”.
52
Sentencia Corte Constitucional T-472 de 1993. Posición reiterada en sentencias -578 de
1992, T-170 de 1994, T-974 de 2009
Si bien se allegaron certificaciones de Empresas Públicas de Medellín que
indicaban que no tenía pluviógrafos en el lugar de los hechos y por lo tanto, no
era posible verificar la intensidad de las precipitaciones y en otro registro referente
a la planta de tratamiento de aguas del Corregimiento de San Cristóbal, en el que
según su reporte las precipitaciones de los días 16 y 17 de septiembre de 1988
ocurren cada 100 años, (Fls. 81 y 82 expediente 901145, Fls. 2187 y 218
expediente 901146), lo cierto es que no se probó dentro del proceso cuáles eran
las medidas o controles en un pasaje vial con las características de un deprimido
que representa represamiento de agua. Se reitera que conforme a las
declaraciones de las personas, el deprimido en anteriores ocasiones padecía de
inundaciones, lo que hacía insuficiente el sistema hidráulico del lugar, sin que la
entidad demandada haya tomado las medidas tendientes a evitar más sucesos
como el acaecido en este proceso.
Ahora bien, siguiendo con el concepto de prevención para la época de los hechos
era aplicable la ley 9 de 197953 mediante el cual en su artículo 493 disponía que
“(…) En cada departamento, intendencia, comisaría y municipio se constituirá un comité
de emergencias cuya integración, competencia, jurisdicción y relaciones serán
determinadas por el Comité Nacional de Emergencias. Todos los Comités de
Emergencias tendrán un representante del Ministerio de Salud o de una de sus entidades
delegadas (…)”
Los Comités de Emergencias de carácter municipal, para los efectos del presente Decreto
se denominarán Comités Locales de Emergencia, y tendrán las siguientes funciones:
2. Promover la elaboración de los análisis de vulnerabilidad, planes de contingencia y
planes de emergencia, por parte de las diferentes entidades que correspondan al área de
su influencia.
3. Evaluar, coordinar, consolidar y apoyar los análisis de vulnerabilidad, planes de
contingencias y planes de emergencia, realizados por las diferentes organizaciones o
entidades del área de su influencia.
(…)
Estas normas para la época de los hechos eran de plena aplicación por parte de
las entidades públicas aquí demandadas y de obligatorio cumplimiento pero
desconocidas totalmente, debido a que ante los eventos reiterados de
inundaciones en el deprimido vial, (conocimiento del hecho) no se desarrollaron
objetivos, directrices, planes de contingencia, estudios técnicos, etc., cualquier
medio idóneo que reflejara la necesidad de continuar con el mejoramiento de la
prestación del servicio público de alcantarillado, recolección de basuras y el
cuidado, mantenimiento, dirección y vigilancia de las quebradas a cargo del
Municipio y las demás entidades.
Aun cuando en el oficio del Secretario de Obras Públicas de Medellín con fecha 13
de mayo de 1993 informó sobre la situación de la emergencia ocurrida los días 16
y 17 de septiembre de 1988 (Fl. 184 expediente 901146) y adjuntó copia de los
informes sobre la labor realizada en los días de la emergencia y de la evaluación
económica de la inversión para la adecuación de las estructuras hidráulicas y la
reparación de las vías y barandas de los puentes deteriorados, vistas las copias
aparece la evaluación económica de las “catástrofes invernales de los días 17 de
septiembre 23 y 25 de noviembre de 1988”, se evidencia que con posterioridad a
los hechos continuaba sin atenderse adecuadamente la problemática suscitada, y
sin adoptarse medidas efectivas para la prevención y contención de las
inundaciones, desbordamientos y empozamientos, con la finalidad de evitar que
se incrementaran situaciones de riesgo como la acaecida el 17 de septiembre de
1988. En este sentido, obra en el acervo probatorio constancia de los daños
causados y la adecuación de las estructuras hidráulicas de la Quebrada Iguaná,
La Hueso, La Picacha, entre otros con su respectivo valor. Así mismo, aparece el
costo de la reparación de las vías y de las barandas en puentes. Por el contrario,
no aparece constancia alguna, o manifestación del municipio y de las demás
entidades demandadas en el que se exprese la planeación de actividades o la
adopción de medidas preventivas respecto a la realidad material que imponía la
probabilidad de desbordamiento y de inundaciones de los afluentes, lo que permite
inferir lógicamente que se produjo (y seguía produciéndose) una exposición
elevada a situaciones riesgosas55 que eran razonablemente aprehensibles y
previsibles para la administración pública56.
En este sentido, cabe afirmar que las entidades demandadas son responsables
del daño antijurídico causado cuando la situación extraña se ve agravada, o la
realización y materialización del riesgo que se había advertido, avisado y
analizado ha sido elevado como consecuencia de la inactividad de la
administración pública en su obligación de adecuar, ejercer políticas, mantener,
controlar, vigilar e inspeccionar áreas de su competencia 57.
"Se llama fuerza mayor o caso fortuito, el imprevisto a que no es posible resistir, como
naufragio, un terremoto, el apresamiento de enemigos, los autos de autoridad ejercidos
por un funcionario público, etc."
"En relación con la fuerza mayor y el caso fortuito, se lomaron (sic) como términos
sinónimos, significando indiferentemente lo da (sic) causa extraña al deudor que pone un
obstáculo a la ejecución de la obligación. Por eso observan Josserand y Colín y Capitant
que los redactores del Código Francés acogieron las dos expresiones citadas como
indiferentes para expresar una misma idea.
"Mas (sic) un estudio detenido de este punto, hecho por los autores y la jurisprudencia, en
la que puede citarse la colombiana, ha venido a evidenciar que si es verdad que el caso
fortuito y la fuerza mayor producen el mismo efecto liberatorio o sea la exoneración del
deudor, no obstante eso, esas dos figuras son distintas y responden a formas también
muy diversas. La fuerza mayor designa el obstáculo a la ejecución de la obligación, como
resultado de una fuerza extraña, y el caso fortuito es el obstáculo interno, es decir, el que
proviene de las condiciones mismas (sic) de la conducta del deudor, el accidente material,
de la falta de un empleado, etc. Por eso en el caso fortuito se ve la imposibilidad relativa
de la ejecución, al paso que la fuerza mayor se considera como la imposibilidad absoluta
proveniente de un obstáculo insuperable que no permite el cumplimiento de la prestación,
como un terremoto, una tempestad, el abuso de autoridad. El elemento relativo que
condiciona el caso fortuito, determina que no siempre que existe o se presenta éste, se
llegue indefectiblemente a la exoneración del deudor, la cual no se produce sino cuando
militan además ciertas circunstancias especiales, que debe demostrar quien las alega.
Por eso el artículo 1604 del Código Civil enseña que incumbe la prueba del caso fortuito
al que lo alega, en la forma condicionada que aquí se detalla.” (Casación, 7 marzo 1939,
XLVII, 707)”58.
58
Sentencia de 16 de diciembre de 1949.
59
Sentencia de 15 de junio de 2000, expediente: 12.423.
Así mismo, en posterior precedente se indicó,
“Esa disposición se redactó, como lo dice la doctrina, bajo el concepto de la teoría unitaria
de la causa extraña, esto es, la tendencia que acepta la identidad entre el caso fortuito y
la fuerza mayor, utilizada por nuestra jurisprudencia civil - mayoritaria - al considerar que
no son conceptos separados “sino elementos de una noción. El casus fortuitus indica la
imprevisibilidad del acontecimiento, y la vis major, su irresistibilidad” (60)
1)
En esta Jurisdicción de lo Contencioso Administrativo, a diferencia de lo anterior, la
aplicación y el tratamiento de ambas figuras no ha sido monista sino dual, esto es
bajo la consideración dividida e independiente de cada una de esas figuras
jurídicas hasta el punto de considerar que de éstas sólo estructura causa extraña
a la fuerza mayor”61.
Queda claro que son dos los elementos esenciales para que pueda firmarse la
existencia de una situación de fuerza mayor: imprevisibilidad e irresistibilidad.
Pero, además, dicha situación debe ser externa o exterior al sujeto que la padece,
de tal manera que no tenga control, o pueda achacarse alguna injerencia en su
60
VALENCIA ZEA. Arturo. Derecho Civil. De las Obligaciones. Tomo III. 8ª ed. Temis. Bogotá.
1990. Pág. 252.
61
Sentencia de 2 de mayo de 2002, expediente: 13477.
62
Sentencia de 28 de abril de 2010, expediente: 19839.
ocurrencia63. En el caso concreto, es cierto que se presentó un fenómeno natural,
como fue la lluvia que cayó en la ciudad de Medellín el 16 y 17 de septiembre de
1988, pero no es determinante, y se sustenta en el acervo probatorio, que la
situación externa haya sido la única y exclusiva que permitió el
desencadenamiento del daño ocasionado.
“… no hay fuerza mayor, cuando el juez estima qué precauciones habrían podido ser
tomadas por la Administración o por la víctima para evitar las consecuencias dañosas de
un evento, que no se considera por lo tanto que haya sido irresistible”64.
63
DEGUERGUE, Maryse. “Causalité et imputabilité”, en Juris-Classeur Administratif, 02,
Fac.830, 2002, p.17.
64
(CE, 14 mars 1986, Cne Vald’Isere: AJDA 1986, p.337 et 300, chron. Azibert et Fornaciari;
JCP G 1986, II, 20670, conlc. Lasserre, note Moderne, concerniente a una avalancha, contra
la cual las obras de protección habría debido ser construidas por la administración.
DEGUERGUE, Maryse. “Causalité et imputabilité”, en Juris-Classeur Administratif, 02,
Fac.830, 2002, p.18 (traducción de la Sala).
En atención a lo anterior, no fue imprevisible el hecho consistente en conocer que
cada vez que se presentaban precipitaciones, la vía se inundaba, máxime si las
quebradas aledañas al lugar se desbordaban llevando consigo múltiples objetos
sólidos que taponaban los ductos de aguas. Las entidades demandadas al tener
conocimiento de estas situaciones, debieron implementar las medidas tendientes a
evitar o en lo posible, reducir los estragos causados por las lluvias en
consideración al desbordamiento de las quebradas. Tampoco fue irresistible, en la
medida en si se hubieran tomado las medidas necesarias para contrarrestar o por
lo menos reducir los eventos como el presente.
No debe olvidarse, pues, que la fuerza mayor como una situación extraña,
65
DEGUERGUE, Maryse. “Causalité et imputabilité”, en Juris-Classeur Administratif, 02,
Fac.830, 2002, p.18 (traducción de la Sala).
Con respecto a este presupuesto obra dentro del expediente el certificado del
Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses Regional Nor- Occidente –
Medellín de fecha 19 de abril de 1993 en el cual indicó (Fl. 195 expediente:
901146) que
“(…) de acuerdo a la necropsia # 3.522 (NN. Marco Fidel Suárez Alzate) tenía un grado
de alcoholemia: 96 mg (…): necropsia # 3521 de JESÚS MARÍA VELÁSQUEZ ZAPATA
con alcoholemia de 82 mg%; (…) necropsia # 3520 de LUÍS HUMBERTO TEJADA
SERNA con alcoholemia de 67 mg% (…)”
Sin embargo, no es de recibo tal argumento debido a que si bien los tres
ocupantes del taxi tenían algún grado de alcohol en su sangre, tal circunstancia no
es determinante ni contribuyó en la producción del resultado por cuanto, se
comprobó que las circunstancias que dieron lugar a los hechos fueron las
omisiones de las entidades demandadas en efectuar medidas, controles, planes,
estudios, que previnieran los resultados de hechos similares al presente en
atención al conocimiento del riesgo.
8. Llamamiento en garantía.
Fue llamada en garantía dentro del proceso en atención a que entre EMPRESAS
PÚBLICAS DE MEDELLÍN y la aseguradora se suscribió una póliza de
responsabilidad extracontractual No. 004000. Mediante la Resolución 2807 de 8
de agosto de 1991 la Superintendencia Bancaria dispuso tomar en posesión
inmediata de los bienes, haberes y negocios de dicha aseguradora, por lo tanto,
es imprescindible precisar quién es su sucesor procesal en el asunto sub judice,
desde el momento en que entró a regir la citada resolución. De acuerdo con el
artículo 60 del Código de Procedimiento Civil,
“Art. 60 (Modificado Decreto 2282 de 1989, Artículo 1. Num. 22). Sucesión procesal.
Fallecido un litigante o declarado ausente o en interdicción, el proceso continuará con el
cónyuge, el albacea con tenencia de bienes, los herederos, o el correspondiente curador.
“Si en el curso del proceso sobrevienen la extinción de personas jurídicas o la
fusión de una sociedad que figure como parte, los sucesores en el derecho debatido
podrán comparecer para que se les reconozca tal carácter. En todo caso, la
sentencia producirá efectos respecto de ellos aunque no concurran.
“El adquirente a cualquier título de la cosa o del derecho litigioso, podrá intervenir como
litisconsorte del anterior titular. También podrá sustituirlo en el proceso, siempre que la
parte contraria lo acepte expresamente.
“El auto que admite o rechace a un sucesor procesal es apelable.
“Las controversias que se susciten con ocasión del ejercicio del derecho consagrado en
el artículo 1971 del Código Civil, se decidirán como incidentes.” (negrillas y subrayado
fuera de texto)
Ahora bien, una vez revisada la copia auténtica de la póliza junto con sus anexos,
se tiene lo siguiente:
Teniendo en cuenta que la póliza fue objeto de una extensión al amparo de las
vigencias mediante el certificado de modificación 82-016 (Fl. 137 expediente
901146), se observa que los riesgos amparados son los siguientes: vehículos no
propios, local, predios y operaciones y responsabilidad patronal.
Cobertura (…) se reembolsará al Asegurado las simas que debiere pagar en razón de la
Responsabilidad Civil Extracontractual por lesiones a personas, o daños a propiedades,
que le sean imputables como consecuencia de:
1.1 Posesión, conservación o uso del (los) predio (s) para los fines que, de acuerdo con
las declaraciones del Asegurado, constituyen la destinación del riesgo.
1.2 Las operaciones que lleve a cabo el Asegurado en el giro normal de sus negocios.
(…)
Definiciones:
(…) 2.2. Operaciones: Por operaciones se entenderá las actividades que realicen las
personas vinculadas al Asegurado mediante contrato de trabajo, dentro del giro normal de
sus negocios, material del presente seguro (…)”
9. Indemnización de perjuicios
66
Conforme a la legislación que rige la materia del estado civil, la Ley 57 de 1887, sobre
adopción de códigos y unificación de la legislación nacional, en su artículo 22, estableció
tener y admitir como pruebas principales del estado civil, respecto de nacimientos,
matrimonios o defunciones de personas bautizadas, casadas, o muertas en el seno de la
iglesia católica, las certificaciones que con las formalidades legales expidieran los
respectivos sacerdotes párrocos, insertando las actas o partidas existentes en los libros
parroquiales. Con base en lo anterior, fue anterior a la expedición de la Ley 32 de 1938, que
indicó que los documentos referidos anteriormente pasaron a ser supletorios y se determinó
en el artículo 18 ibídem que solo tendrían el carácter de pruebas principales del estado civil
respecto de los nacimientos, matrimonios, defunciones, reconocimientos y adopciones, que
se verifiquen con posterioridad a la señalada fecha, las copias auténticas de las partidas del
registro del estado civil, expedidas por los notarios, el alcalde municipal, los funcionarios
consulares de Colombia en el Exterior y los corregidores e inspectores de policía, quienes
quedaron encargados de llevar el registro del estado civil de las personas
Así mismo, mediante declaraciones se afirmó lo siguiente:
67
Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación Civil, sentencia de 15 de abril de 2009,
expediente:1995-10351.
daño antijurídico causado y la sanción pecuniaria correspondiente a fijar por el juez, como
se analiza en la presente providencia.
De las funciones que cumple el principio de proporcionalidad en el control constitucional
de la legislación y en la tutela de los derechos fundamentales depende en gran parte la
efectividad del Estado Social de Derecho, el respeto de la dignidad humana y la
inalienabilidad de los derechos de la persona. Es por ello que se hace necesario un
manejo adecuado del principio de proporcionalidad, diferenciando su sentido general
-como máxima de interpretación que evita el desequilibrio, la desmesura o el exceso en el
ejercicio del poder público- de su sentido específico como parte constitutiva del juicio de
igualdad68. Tal distinción entre un sentido genérico y uno específico con que se usa el
concepto de proporcionalidad conduce al problema de los métodos para su aplicación.8.2.
Un uso general, no técnico, del concepto de proporcionalidad en el control de
constitucionalidad, prescinde de un método para su aplicación. La relación de equilibrio
entre dos magnitudes, instituciones, conductas, etc., se establece en forma intuitiva,
conectada muchas veces a un juicio de grado. Se afirma, por ejemplo, que un acto es
proporcionado, desproporcionado, leve o manifiestamente desproporcionado. La
inexistencia de método para establecer el grado a partir del cual dicho acto pierde la
proporción hasta el punto de verse afectada su constitucionalidad, conlleva la
concentración en el juez de la facultad de decidir discrecionalmente sobre la juridicidad de
las actuaciones de otros órganos del poder público. Tal consecuencia no es compatible en
un estado democrático de derecho donde los órganos del Estado cumplen funciones
separadas. Es por ello que el uso coloquial de la proporcionalidad o desproporcionalidad,
en el sentido de exceso o desmesura, requiere ser sustituido por métodos objetivos y
controlables que permitan al juez constitucional ejercer su misión de salvaguarda de la
Constitución y de los derechos constitucionales, dentro de un marco jurídico respetuoso
de las competencias de las demás autoridades públicas, en especial del legislador
democrático. La proporcionalidad concebida como principio de interpretación
constitucional puede adoptar la forma de dos mandatos: la prohibición de exceso y la
prohibición de defecto. El primero tiene que ver principalmente con la limitación del uso
del poder público de cara a las libertades fundamentales. El segundo se aplica por lo
general respecto de los deberes positivos del Estado y la protección de los derechos que
comprometen la actuación de las autoridades para el cumplimiento de los fines esenciales
del Estado. El método de aplicación del principio de proporcionalidad es la ponderación.
Generalmente, el objeto de la ponderación son intereses enfrentados que han recibido
alguna protección constitucional, la cual es mayor en el caso de intereses cobijados por
derechos fundamentales. Los intereses ponderados también se concretan en medidas y
fines estatales. Se pondera, por una parte, las medidas y los fines estatales y, por otra
parte, la afectación de parámetros formales o materiales consagrados en la Constitución.
Existe, por lo tanto, una clara relación conceptual entre la proporcionalidad y la
ponderación. La primera es establecida mediante la segunda, puesto que siendo la
primera un concepto relacional, los extremos de dicha relación han de ser comparados y
sopesados, esto es, ponderados con el fin de establecer si ellos mantienen el equilibrio, el
68
Sobre la proporcionalidad como elemento del juicio de igualdad únicamente cuando el test
es estricto, ver la sentencia C-673 de 2001 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; aclaración
de voto de Jaime Araujo Rentería
balance o la medida debida o, por el contrario, se desconocen las prohibiciones de
exceso o defecto.
No existe un solo método de ponderación. Se pueden aplicar diferentes formas de
ponderar según la materia de que se trate. Por ejemplo, cuando se analiza si una medida
policiva es desproporcionada, la comparación se efectúa, generalmente, entre la
gravedad de las circunstancias, de un lado, y la magnitud con la cual la medida afecta
intereses constitucionalmente protegidos En el juicio de razonabilidad, cuando éste
incluye un análisis de proporcionalidad en sentido estricto, la comparación se realiza,
usualmente, entre los fines y las medidas estatales, de un lado, y la afectación de
intereses protegidos por derechos constitucionales. Los métodos de ponderación se
distinguen no solo según qué es lo que se sopesa, sino también por los criterios para
decidir cuando la desproporción es de tal grado que procede una declaración de
inexequibilidad. No se exige una proporcionalidad perfecta puesto que el legislador no
tiene que adecuarse a parámetros ideales de lo que es correcto por no ser excesivo.
Por lo anterior, el análisis de proporcionalidad del límite de mil salarios mínimos legales,
se hará de conformidad con el siguiente método: (i) identificar y clarificar cuáles son los
intereses enfrentados regulados por la norma; (ii) sopesar el grado de afectación que
sufre cada uno de esos intereses por la aplicación del límite fijado en la norma; (iii)
comparar dichas afectaciones; (iv) apreciar si la medida grava de manera
manifiestamente desproporcionada69 uno de los intereses sopesados protegidos por la
Constitución, y, en caso afirmativo, (v) concluir que resulta contraria a la Constitución” 70
(subrayado fuera de texto).
69
Ver entre otras la sentencia C-758 de 2002, MP: Álvaro Tafur Galvis. Allí la Corte justifica
que en materia de sanciones el límite entre lo constitucionalmente inadmisible y lo permitido
se traza con el criterio de la desproporción manifiesta
70
Corte Constitucional, sentencia C-916 de 2002.
71
Ver entre otras las sentencias del Consejo de Estado, del 13 de abril de 2000, expediente:
11892; 19 de julio de 2001, expediente: 13086; 10 de mayo de 2001, expediente: 13.475 y
del 6 de abril de 2000, expediente: 11.874. Ver también, por ejemplo, la sentencia de la Corte
Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal del 29 de mayo de 1997, expediente: 9536.
víctimas72, el perjuicio estético causado73 o el daño a la reputación74. Si de la aplicación de
tales criterios surge que dichos perjuicios superan el límite fijado por el legislador, habría
una afectación grave del interés de las víctimas por lograr una indemnización integral de
los perjuicios que se le han ocasionado y cuyo quantum ha sido probado. Al igual que con
los perjuicios materiales, el límite resultaría manifiestamente desproporcionado frente al
derecho de las víctimas a la reparación integral, como quiera que el riesgo de
arbitrariedad del juez es menor cuando el valor de los perjuicios ha sido acreditado en el
juicio por factores que no dependen de su apreciación subjetiva.
Esta desproporción resulta más evidente si se tiene en cuenta que ni en la jurisdicción
civil ni en la jurisdicción contencioso administrativa existe una disposición legal que
restrinja la discrecionalidad del juez para decidir la reparación de perjuicios morales. En
dichas jurisdicciones se ha fijado una cifra para la valoración de ciertos perjuicios que
depende de consideraciones puramente subjetivas y cuyo quantum ha sido reconocido
tradicionalmente hasta por 1000 gramos oro, o más recientemente hasta por 2000 y 4000
gramos oro75”76.
En cuanto al primero, esto es, la idoneidad, debe decirse que la indemnización del
perjuicio debe estar orientada a contribuir a la obtención de una indemnización
que se corresponda con criterios como dolor, aflicción, pesar, apego, ansiedad,
72
Consejo de Estado, 6 de agosto de 1982, expediente: 3139, donde se reconoció como
perjuicio moral el “malestar psíquico” sufrido a raíz del accidente. Sentencia del Consejo de
Estado, 4 de abril de 1997, expediente: 12007, que reconoció como perjuicio moral por el
hecho de que la víctima “estuvo sometida al miedo, la desolación, a la zozobra, a la tristeza,
mientras se produjo su liberación.”
73
Consejo de Estado, Sección Tercera, 31 de julio de 1989, expediente: 2852; sentencia de 6
de mayo de 1993, expediente: 7428.
74
Consejo de Estado, Sección Tercera, 30 de marzo de 1990, expediente: 3510.
75
Consejo de Estado, Sección Tercera, Sentencias de 25 de septiembre de 1997,
expediente: 10421, que fijó una indemnización por perjuicios morales de 2.000 gramos oro.
Sentencia del 19 de julio de 2000, expediente: 11842, , que fijó una indemnización por
perjuicios morales de 4.000 gramos oro.
76
Corte Constitucional, sentencia C-916 de 2002.
77
La doctrina señala que “la propia estructura del principio de proporcionalidad consiste, en
efecto, en la aplicación del conocido test tripartito sobre una medida determinada, adoptada
de ordinario por un sujeto distinto a aquel que desarrolla el juicio de control”. ARROYO
JIMENEZ, Luis. “Ponderación, proporcionalidad y derecho administrativo”, en ORTEGA,
Luis; SIERRA, Susana de la (Coords). Ponderación y derecho administrativo. Madrid, Marcial
Pons, 2009, p.33.
desasosiego, tristeza, respeto a la dignidad y valoración de las relaciones propias
al núcleo familiar de la víctima, como convivencia, cercanía sentimental y apego.
Con convivencia
Sin convivencia pero conSin convivencia y sin relación de
relación de cercanía cercanía (simple presunción de
Registro Civil)
Familiares inmediatos y50 SMMLV 10 SMMLV 5 SMMLV
cónyuge
Familiares derivados 20 SMMLV 5 SMMLV 2 SMMLV
Expediente 901145:
Expediente 901146:
Expediente. 901147:
S = Ra (1 + i)n –1
i
78
Tabla que se aplica para el momento de los hechos (Fls. 161 a 165 expediente 901147).
79
En sentencia del 4 de octubre de 2007, expediente 16.058 y 21.112 se dijo lo siguiente:
“De igual forma, se modifica el criterio jurisprudencial que se tenía en relación con la
presunción de manutención de los hijos hasta la mayoría de edad si no se acreditaba la
escolaridad, desechando esta distinción, y dando por presumido que la condición de
dependencia económica de aquellos respecto de los padres se mantiene hasta la edad de
25 años, con fundamento en los artículos 13 y 45 de la Constitución Política y en
consideración además, a las reglas de la experiencia, siempre y cuando se acredite tal
dependencia por cualquier medio probatorio”
80
IPC según informe allegado por el DANE (Fls. 237 y 238 expediente 901146)
El periodo consolidado inicia desde la fecha de la muerte (17 de septiembre de
1988) hasta la fecha se esta sentencia (febrero de 2012) es decir 280.96 meses.
Ra: $265.640,62
280.96
S = Ra (1 + i)n –1
i
156.9
S = $88.546.87 (1 + 0.004867) –1 = $20.778.327,37
0.004867
S = Ra (1 + i)n –1
i
116. 23
S = $88.546.87 (1 + 0.004867) –1 = $13.795.090,15
0.004867
S = Ra (1 + i)n –1
i
129.93
S = $88.546.87 (1 + 0.004867) –1 = $15.995.196,42
0.004867
Ahora bien, teniendo en cuenta que solo se concederá el lucro cesante en favor de
la señora Margarita Edilma Yepes Loaiza, se liquidará este periodo desde el día
siguiente de la fecha de esta sentencia hasta la expectativa total de vida del señor
Jesús María Velásquez Zapata.
El señor Jesús María Velásquez Zapata nació 10 de octubre de 1934, para la ápoca
de los hechos tenía 53 años de edad, según las tablas de mortalidad proferidas por el
Instituto de Seguro Sociales la expectativa de vida equivale a 25.12 años que en meses
son 301.44 meses.
Periodo futuro (n): 20.48 meses que se deriva de la resta entre los meses de la
expectativa total de vida del señor Jesús María Velásquez Zapata (301.44 meses) y el
periodo consolidado (280.96 meses)
Ra: $265.640,62
S = Ra (1 + i)n –1
i (1+i) n
20.48
S = $265.640,62 (1 + 0,004867) –1 = $5.166.027,54
20.48
0,004867 (1+ 0,004867)
Así mismo obra dentro del expediente una certificación de la empresa Rivera S.A.,
mediante la cual indicó que el señor Luís Humberto Tejada Serna laboró como
electricista en esa empresa desde el 27 de abril de 1987 hasta el día de su muerte
devengando como salario $39.510 (Fl. 12). Sin embargo, en atención a que
también ejercía la actividad musical, en aras del principio de equidad y atendiendo
a las reglas de la experiencia, toda persona laboralmente activa no puede
devengar menos de este monto. Por lo tanto, se calculará el lucro cesante
respecto de lo que devengaba como electricista y también como músico 81.
a. Salario devengado en su actividad de electricista
En atención a que obra prueba que indica que el señor Tejada Serna devengaba
por su actividad económica de electricista se actualizará el valor de $39.510.
81
“(…) La equidad constituye un instrumento útil para determinar la proporción o valoración
de un daño cuando resultan insuficientes los datos que integran el proceso, sin que tenga la
obligación el juez de arribar a conclusiones matemáticas específicas, ya que, son la sana
crítica y el sentido común, articulados con la equidad como principio general del derecho, los
instrumentos que permiten determinar o establecer resultados fundamentados en la
experiencia, a efectos de, so pena de aplicar la ley, imponer conclusiones o decisiones
injustas que no se acompasan con los principios y valores constitucionales (…). Sentencia
de 31 de enero de 2911 expediente 17842.
82
Tabla que se aplica para el momento de los hechos (Fls. 161 a 165 expediente 901147).
83
En sentencia del 4 de octubre de 2007, expediente 16.058 y 21.112 se dijo lo siguiente:
“De igual forma, se modifica el criterio jurisprudencial que se tenía en relación con la
presunción de manutención de los hijos hasta la mayoría de edad si no se acreditaba la
escolaridad, desechando esta distinción, y dando por presumido que la condición de
dependencia económica de aquellos respecto de los padres se mantiene hasta la edad de
25 años, con fundamento en los artículos 13 y 45 de la Constitución Política y en
consideración además, a las reglas de la experiencia, siempre y cuando se acredite tal
dependencia por cualquier medio probatorio”
Actualizando el valor de $35.510 se tiene lo siguiente
S = Ra (1 + i)n –1
i
280.96
S = Ra (1 + i)n –1
i
84
IPC según informe allegado por el DANE (Fls. 237 y 238 expediente 901146)
211.9
S = $10.719,51 (1 + 0.004867) –1 = $3.959.524,24
0.004867
S = Ra (1 + i)n –1
i
229
S = $10.719,51 (1 + 0.004867) –1 = $4.492.955,46
0.004867
Ahora bien, teniendo en cuenta que solo se concederá el lucro cesante en favor de
la señora Luz Miryam Cañas Miranda, se liquidará este periodo desde el día
siguiente de la fecha de esta sentencia hasta la expectativa total de vida del señor
Humberto Tejada Serna.
El señor Luís Humberto Tejada Serna nació el 21 de febrero de 1953, para la ápoca
de los hechos tenía 35 años de edad, según las tablas de mortalidad proferidas por el
Instituto de Seguro Social la expectativa de vida equivale a 41.47 años que en meses son
497.64 meses.
Periodo futuro (n): 285.74 meses que se deriva de la resta entre los meses de la
expectativa total de vida del señor Luís Humberto Tejada Serna (497.64 meses) y el
periodo consolidado (211.9 meses)
Ra: $21.439,02
S = Ra (1 + i)n –1
i (1+i) n
285.74
S = $21.439,02 (1 + 0,004867) –1__ = $3.304.864,76
285.74
0,004867 (1+ 0,004867)
b. Salario devengado en su actividad de músico
Como el valor actualizado es inferior al valor del salario mínimo legal vigente, se
tomará éste último ($566.700) al cual se le adiciona un 25% ($141.675,oo) por
concepto de prestaciones sociales y se descuenta un 25% ($177.093,75)
85
En sentencia del 4 de octubre de 2007, expediente 16.058 y 21.112 se dijo lo siguiente:
“De igual forma, se modifica el criterio jurisprudencial que se tenía en relación con la
presunción de manutención de los hijos hasta la mayoría de edad si no se acreditaba la
escolaridad, desechando esta distinción, y dando por presumido que la condición de
dependencia económica de aquellos respecto de los padres se mantiene hasta la edad de
25 años, con fundamento en los artículos 13 y 45 de la Constitución Política y en
consideración además, a las reglas de la experiencia, siempre y cuando se acredite tal
dependencia por cualquier medio probatorio”
86
IPC según informe allegado por el DANE (Fls. 237 y 238 expediente 901146)
correspondiente al rubro que destinaba para su propia subsistencia, obteniéndose
como resultado el valor de $531.281,25. Dicho valor se dividirá en dos,
correspondiéndole la mita a la esposa ($265.640,62) y la otra mitad se divide entre
los tres hijos (265.640,62 dividido en dos = $132.820,31).
S = Ra (1 + i)n –1
i
280.96
S = Ra (1 + i)n –1
i
211.9
S = $132.820,31 (1 + 0.004867) –1 = $49.060.566,93
0.004867
229
S = $132.820,31 (1 + 0.004867) –1 = $55.670.057,45
0.004867
Ahora bien, teniendo en cuenta que solo se concederá el lucro cesante en favor de
la señora Luz Miryam Cañas Miranda, se liquidará este periodo desde el día
siguiente de la fecha de esta sentencia hasta la expectativa total de vida del señor
Humberto Tejada Serna.
El señor Luís Humberto Tejada Serna nació el 21 de febrero de 1953, para la ápoca
de los hechos tenía 35 años de edad, según las tablas de mortalidad proferidas por el
Instituto de Seguro Social la expectativa de vida equivale a 41.47 años que en meses son
497.64 meses.
Periodo futuro (n): 285.74 meses que se deriva de la resta entre los meses de la
expectativa total de vida del señor Luís Humberto Tejada Serna (497.64 meses) y el
periodo consolidado (211.9 meses)
Ra: $265.640,62
S = Ra (1 + i)n –1
i (1+i) n
285.74
S = $265.640,62 (1 + 0,004867) –1__ = $40.948.995,1
285.74
0,004867 (1+ 0,004867)
87
Tabla que se aplica para el momento de los hechos (Fls. 161 a 165 expediente 901147).
la sentencia (febrero 2012), para el caso de la esposa, y para la hija, desde la
época de los hechos hasta la edad en que cumplieran 25 años 88.
Como el valor actualizado es inferior al valor del salario mínimo legal vigente, se
tomará éste último ($566.700) al cual se le adiciona un 25% ($141.675,oo) por
concepto de prestaciones sociales y se descuenta un 25% ($177.093,75)
correspondiente al rubro que destinaba para su propia subsistencia, obteniéndose
como resultado el valor de $531.281,25. Dicho valor se dividirá en dos,
correspondiéndole la mita a la esposa ($265.640,62) y la otra mitad para la hija
($265.640,62)
S = Ra (1 + i)n –1
i
280.96
88
En sentencia del 4 de octubre de 2007, expediente 16.058 y 21.112 se dijo lo siguiente:
“De igual forma, se modifica el criterio jurisprudencial que se tenía en relación con la
presunción de manutención de los hijos hasta la mayoría de edad si no se acreditaba la
escolaridad, desechando esta distinción, y dando por presumido que la condición de
dependencia económica de aquellos respecto de los padres se mantiene hasta la edad de
25 años, con fundamento en los artículos 13 y 45 de la Constitución Política y en
consideración además, a las reglas de la experiencia, siempre y cuando se acredite tal
dependencia por cualquier medio probatorio”
89
IPC según informe allegado por el DANE (Fls. 237 y 238 expediente 901146)
Lucro cesante consolidado para Leidy Katerine Suárez Ospina
El periodo consolidado inicia desde la fecha de los hechos (17 de septiembre de
1988) hasta la fecha en que cumpliera 25 años (la menor nació el 4 de enero de 1985, al
momento de los hechos tenía 3 años de edad, por lo tanto cumpliría los 25 años el 4 de
enero de 2010) es decir, 256.56 meses.
Ra: $265.640,62
S = Ra (1 + i)n –1
i
256.56
S = $265.640,62 (1 + 0.004867) –1 = $135.095.659,6
0.004867
Ahora bien, teniendo en cuenta que solo se concederá el lucro cesante en favor de
la señora Ana Cecilia Ospina Alzate, se liquidará este periodo desde el día
siguiente de la fecha de esta sentencia hasta la expectativa total de vida del señor
Marco Fidel Suárez Alzate.
S = Ra (1 + i)n –1
i (1+i) n
251
S = $265.640,62 (1 + 0,004867) –1__ = $38.449.596
251
0,004867 (1+ 0,004867)
11. Medidas de satisfacción
La Sala en aplicación del principio de reparación integral, y a lo consagrado en el
artículo 16 de la ley 446 de 1998, ordenará medidas de satisfacción, teniendo en
cuenta que debe ceder el fundamento procesal del principio de congruencia ante
la primacía del principio sustancial de la “restitutio in integrum” (Artículo 228 C.P.),
máxime cuando existe la vulneración a un derecho humano. En el precedente de
la Sala se sostiene,
90
Sentencia de 19 de octubre de 2007. Exp.29273A. Ver de la Corte Permanente de Justicia
Internacional, caso Factory of Chorzów, Merits, 1928, Series A, No. 17, Pág. 47. Citada por
CRAWFORD, James “Los artículos de la Comisión de Derecho Internacional sobre
Responsabilidad Internacional del Estado”, Ed. Dykinson, Pág. 245; Corte Interamericana de
Derechos Humanos - Caso de la Masacre de Puerto Bello (vs) Colombia, sentencia de 31 de
enero de 2006; de la Corte Constitucional Sentencia T-563 de 2005 M.P. Marco Gerardo
Monroy Cabra. En igual sentido T- 227 de 1997 M.P. Alejandro Martinez Caballero, T-1094 de
2004 M.P. Manuel José Cepeda Espinosa y T-175 de 2005 M.P. Jaime Araujo Rentería.
Corte Constitucional, sentencia T-188 de 2007, M.P. Álvaro Tafur Galvis
medidas las entidades demandadas deberán remitir informe de su cumplimiento al
Tribunal de origen, y a este Despacho dentro de los treinta (30) días calendarios a
la ejecutoria de esta sentencia.
RESUELVE:
Expediente 901145:
Margarita Edilma Yepes Loaiza (esposa) sesenta (60) smlmv ($34.002.000);
Nancy Velásquez Yepes (hija) sesenta (60) smlmv ($34.002.000); Ramiro de Jesús
Velásquez Yepes (hijo) sesenta (60) smlmv ($34.002.000); Elmer Velásquez
Yepes (hijo) sesenta (60) smlmv ($34.002.000); Amor de María Velásquez Zapata
(hermana) cinco (5) smlmv ($2.833.500); Miriam de Jesús Velásquez Zapata
(hermana) (5) smlmv ($2.833.500); Gilmer de Jesús Velásquez Zapata (hermano)
(5) smlmv ($2.833.500); María Fabiola Velásquez Zapata (hermana) (5) smlmv
($2.833.500); María Margarita Velásquez Zapata (hermana) veinte (20) smlmv
($11.334.000); Conrado de Jesús Velásquez Zapata (hermano) (5) smlmv
($2.833.500); Gonzalo María Velásquez Zapata (hermano) cinco (5) smlmv
($2.833.500); María Aurea Velásquez Zapata (hermana) veinte (20) smlmv
($11.334.000) y María de la Paz Velásquez Zapata (hermana) veinte (20) smlmv
($11.334.000).
Expediente 901146:
Luz Miryam Cañas Miranda (esposa) cincuenta (50) smlmv ($28.335.000); Mónica
Andrea Tejada Cañas (hija) cincuenta (50) smlmv ($28.335.000); Sandra Jasmín
Tejada Cañas (hija) cincuenta (50) smlmv ($28.335.000); Francisco Luís
Tejada García (padre) dos (2) smlmv ($1.134.400); María Dolores Serna de Tejada
(madre) dos (2) smlmv ($1.134.400); Luz Amparo Tejada Serna (hermana) dos
(2) smlmv ($1.134.400); María Consuelo Tejada Serna (hermana) dos (2) smlmv
($1.134.400); María Lucelly Tejada Serna (hermana) dos (2) smlmv ($1.134.400);
Fanny de Jesús Tejada Serna (hermana) dos (2) smlmv ($1.134.400); María
Edilma Tejada Serna (hermana) dos (2) smlmv ($1.134.400); Luz Dary Tejada
Serna (hermana) dos (2) smlmv ($1.134.400); Luís Eduardo Tejada Serna
(hermano) dos (2) smlmv ($1.134.400) y María Rosmira Tejada Serna (hermana)
dos (2) smlmv ($1.134.400).
Expediente. 901147:
Ana Cecilia Ospina Alzate (esposa) cincuenta (50) smlmv ($28.335.000); Leidy
Katerine Suárez Ospina (hija) cincuenta (50) smlmv ($28.335.000); Graciela Alzate
Alzate (madre) dos (2) smlmv ($1.133.400); Ruth María Suárez Alzate (hermana)
dos (2) smlmv ($1.133.400); Luz Marina Suárez Alzate (hermana) dos (2) smlmv
($1.133.400) y Eduvar Antonio Suárez Alzate (hermano) dos (2) smlmv
($1.133.400)
Expediente 901145:
Expediente 900146:
Lucro cesante consolidado: en favor de Luz Miryam Cañas Miranda la suma de
DOCE MILLONES OCHOCIENTOS VEINTIOCHO MIL CUATROCIENTOS
CUARENTA PESOS CON VEINTISEIS CENTAVOS ($12.828.440,26) y CIENTO
CINCUENTA Y OCHO MILLONES NOVECIENTOS CINCUENTA Y UN MIL
CINCUENTA Y CUATRO PESOS ($158.951.054); para Mónica Andrea Tejada
Cañas la suma de TRES MILLONES NOVECIENTOS CINCUENTA Y NUEVE MIL
QUINIENTOS VEINTICUATRO PESOS CON VEINTICUATRO CENTAVOS
($3.959.524,24) y CUARENTA Y NUEVE MILLONES SESENTA MIL QUINIENTOS
SESENTA Y SEIS PESOS CON NOVENTA Y TRES CENTAVOS
($49.060.566,93); y para Sandra Jasmín Tejada Cañas la suma de CUATRO
MILLONES CUATROCIENTOS NOVENTA Y DOS MIL NOVECIENTOS
CINCUENTA Y CINCO PESOS CON CUARENTA Y SEIS CENTAVOS
($4.492.955,46) y CINCUENTA Y CINCO MILLONES SEISCIENTOS SETENTA
MIL CINCUENTA Y SIETE PESOS CON CUARENTA Y CINCO CENTAVOS
($55.670.057,45).
Lucro cesante futuro en favor de Luz Miryam Cañas Miranda la suma de TRES
MILLONES TRESCIENTOS CUATRO MIL OCHOCIENTOS SESENTA Y CUATRO
PESOS CON SETENTA Y SEIS CENTAVOS ($3.304.864,76) y CUARENTA
MILLONES NOVECIENTOS CUARENTA Y OCHO MIL NOVECIENTOS
CINCUENTA Y CINCO PESOS CON DIEZ CENTAVOS ($40.948.955,10).
Expediente 901147:
SEXTO: Dese cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 176 y 177 del Código
Contencioso Administrativo, para lo cual se expedirá copia de la sentencia de
segunda instancia, conforme al artículo 115 del Código de Procedimiento Civil.