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(Apollinaire)
PROLOCO I
PROLOCO II
PROLOCO IV
PROLOCO V
A mi padre...
Fue obsceno mirar tu dolor como un mapa,
Pero fue saludable hacerlo.
Ciertas intencionalidades que siempre habían
Permanecido en la sutileza se hicieron evidentes,
Hasta aclararme hacia dónde correr para escapar
De la ley del embudo.
Logré ubicar en mí determinados miedos que a ti te
Causaban insomnio y supe que tendría que dormir
Con ellos.
Observé que las flores del jardín de tus virtudes
Lucieron en la solapa de muchos y en el corazón
De pocos. Le prometí a mis flores jardinería
Sin jarrones.
Reconocí en ti una antigua fuerza herida, de la cual
Yo me sentía el último desgarrón. Gracias por la
Risa y el humor que tanto nos acercaron al amor,
Esa antigua fuerza herida.
Ruego al Padre por la paz de mi Padre.
Bendigo a mi padre por haberme legado la necesidad
del combate.
A mi madre...
Busqué mujeres para explicarte y al final
Tú me explicaste las mujeres que encontré.
Gracias por haber sido como fuiste, porque si no,
Yo no hubiera llegado a ser Duro de matar III.
■ ■ ■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
A mis hijas...
Perdón por intentar con alas y no quedar en nadie como un recuerdo inocente.
Tenía que viajar a la región de los sueños a rescatar los frutos que, espero,
retornarán la salud a la semilla.
Siempre procuré no caer en la tentación de convertirlas en barricadas que me
defendieran de la revolución interior.
Ustedes tienen sus raíces en mí, pero yo no tengo las mías en ustedes. Si los
padres somos los arcos, los hijos son las flechas que atraviesan nuestros cora-
zones antes de llegar al blanco.
Perdón si no fui lo que esperaban y espero que algún día puedan aceptar lo
inesperado que fui.
A mis amigos...
" mi familia son los que hacen conmigo la voluntad de mi Padre".
(Mateo 12, 46 a 50)
A la familia...
"Yo no tengo familia,..."
(Mateo 12, 46 a 50)
A mis enemigos...
Gracias por haberme ayudado a entender la diferencia.
A la iglesia...
"Me preguntan si lo que yo explico es la teología de la liberación; y yo
contesto que lo que explico es la liberación de toda teología .
(Tony de Mello)
J
...A mi país
Cuando los colombianos comprendamos que la gloria inmarcesible y el júbilo
inmortal están en el surco de Dolores, el bien germinará.
A Medellín...
Gracias por el yin que me dio.
A la de Siempre...
No pude ser el hombre de la que no eras, ni el amante de la que fabricaron tus
padres. Ellos sin pasión ni compasión se realizaron en ti, dejándote sin yo y
también sin mí.
Yo no necesitaba que repitieras la imagen de mi madre, más bien que inven-
taras la tuya propia, que a lo mejor era la mía, la misma que en mí andaba bus-
cando espejo.
No puede ser que el temor de tu abuela por su cuerpo, en ti ya sea pánico. Ni
que la codicia de tu madre te impida hacer el amor con...fiada.
No te rescataré de la torre ni del vientre del dragón. La Edad Media ya pasó y
el siglo XX espera que saltes para caer en ti misma. Siempre la misma en cuer-
pos distintos y caras diferentes. Siempre una necia adelante y una sabia
detrás. Y yo asomándome por encima de ti para verte. Y yo amándote en todas
las mujeres donde parece que apareces, aunque en ninguna todavía estés com-
pleta.
Pero siempre mantendré la esperanza de ver resplandecer la belleza escondi-
da en la carne de una mujer, como resplandecer se vio la carne de Magdalena
el día de Pentecostés.
■ ■ ■ LUIS E N R I Q U E MEJIA D.
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Sin pretender precisar su singularidad, y con la certeza de quedarme corto,
arriesgo una descripción, así:
Haga de cuenta que una parte de Dios en usted se quedó indeterminada con el
fin de poder gozar de lo determinado sin predeterminaciones. Como no tiene
Corma, el loco no se compara con nada, pues no tiene desde dónde hacerlo. Y
si no se compara con nada, es porque de nada está separado. ¡Loco amoroso!
Para él nada es distinto, porque él no es diferente a nada. Con la misma inten
sidad con que se apropia de los seres y las cosas, de ellas se desapega, y de
ellos se despega.
Es su esencia. Sin memorias que le distingan su última experiencia de la
primera, no necesita olvidar porque no retiene nada. Para él, lo que interrumpe
es continuación. Camina apasionadamente por el filo de la navaja, sabiendo
que la vida se avispa cuando la muerte se aviva. Por eso nunca muere. Siempre
está en un lugar que es el lugar donde está. Allí sus ojos creen lo que ven,
porque sabe que su única realidad es la que existe en el lugar donde está y
comprende que existe por ser necesaria y es necesaria por existir. En otras
palabras, acepta lo que sus ojos ven porque sabe que el corazón lo muestra.
Ama la verdad y por ello no le cuestiona a Dios su creación. ¡Simplemente se
la goza! La recorre con la actitud de no detenerse jamás. Que lo que pase, siga.
Que lo que es, suceda. El transluce lo que va sucediendo. Por eso nada lo atra
pa. No rechaza nada porque de nada se siente enemigo. Puede vivir en
cualquier forma, mas sólo la forma adecuada puede vivir en él. Siempre tiene
opciones, por entender que todas son válidas. Sabe que todo lo que encuentra,
lo andaba buscando. No encuentra el amor porque él es el amor. Como no
conoce la culpa, no es prisionero de nadie. Es un canto de libertad que
traspasa cualquier reja que quiera silenciarlo. Al loco no le interesa la veloci
dad de la luz, sino la luz viajando. Es nadie, es el cero que iluminado es un
lucero. Anterior a toda cultura y a toda civilización, el loco es inmemorial, pos
terior a ellas, es eterno.
Y re-cuerdo que íbamos a hablar de la otra locura, la del que:
Quiso
Ser
Y frenó
Esquizofrénico
■ ■ ■ LUIS E N R I Q U E MEJIA D.
UN TEÓLOCO DE BALDE
como dirían los griegos. Y nada mejor para ello que llenar otro balde con el mis-
terioso mar de la encarnación. El misterio que condensa el trinitario, abajo. El
del Cristo como verbo emanado del padre, haciéndose hombre. Pero como los
hombres ya estaban hechos, simplemente introduciéndose en ellos, en su
carne. Como lo hizo el Cristo en Jesús.
Y hasta aquí todo iba bien. Ya teníamos en la tierra una sagrada familia donde,
al igual que en el cielo, Jesucristo era el hijo. ¿Pero, era esto suficiente? ¿No
sería necesario un desarrollo posterior? ¿Que Jesús el Cristo, cumpliendo con
la inversión que sufren las cosas al pasar de la cabeza al cuerpo, como en las
imágenes del espejo, asumiera la posición de padre para dar continuidad a la
estirpe de sangre real? Lo contrario sería condenarlo a no superar la condición
de hijo y a quedarnos con la imagen de un Peter Pan divino.
No sabemos bien lo que pasó. Porque los evangelios que conocemos nos dicen
Que la única boda a la que asistió Jesús, no fue la suya. Que en Canaán en lugar
de ser el esposo, fue el vinatero. Tampoco nos aclaran qué pasó con Magdalena
y Betania. Lo cierto es que no quedó constancia de boda alguna y menos de
descendencia. Desde otro ángulo, los evangelios gnósticos y demás documentos
de Nag Hammadi (1947) señalan una mayor familiaridad de Jesús con las
damas y un lenguaje más cercano al amor como asunto de polaridad, pero tam-
poco dan testimonio de que haya tenido vida en pareja con hijos y cuotidianidad.
Así las cosas, no sabemos si el misterio de la encarnación quedó donde lo par-
quiaron las iglesias con el dogma, o si apenas está en proceso y va más allá de
la encarnación del Cristo. Lo cierta del caso es que tal como y donde quedó, no
logró configurar un mito lo suficientemente claro como para derivar de él un
modelo matrimonial y familiar que ejemplificara con más precisión en la expe-
riencia carnal, los caminos del amor en la pareja y sus frutos.
Por mi parte y en aras de la esperanza, me quedo con la opción procesal. Creo
que el misterio de la encarnación aún está pendiente. Que siendo muy posible
que el amor esté germinando en el mundo, es muy improbable que ya esté
establecido en él. Que aún no somos portadores conscientes pero podemos ser
pioneros en despertarlo. Sigo esperando un hombre que cargando al Cristo,
encuentre una mujer que tenga Espíritu Santo y celebren las bodas del amor.
Ya es hora de darle un nieto al padre para asegurar el futuro del amor en la
tierra. Y establecer definitivamente la estirpe sagrada.
Postdata
Como teólogo aficionado a la ciencia ficción religiosa, confieso que vivo acari-
ciando la idea de un avatar femenino que, como Jesús al Cristo, encarne al
Espíritu Santo. Quién sabe si esa no sea la segunda venida. No la del que ya
vino y aquí está, sino la del Paráclito que El nos prometió. Quizás esa
muchacha es la que está haciendo falta para desempantanar la encarnación.
SIENDO
EL ABANDONO
SOBRE LA FE
EL CONEJO DE ALICIA
Encontrarse
Es dejar de esconderse
Uno no corre sino huyendo o persiguiendo.
Siempre que corremos vamos detrás de algo
Que nos rehuye o huimos de algo que nos acosa.
Por eso el que corre no encuentra.
Porque a lo mejor aquello que lo persigue
Es lo mismo que se le escapa. Quizás si se
Dejara atrapar no tendría que perseguir.
Corriendo es muy difícil encontrar y
Muy fácil tropezar.
Por eso los vagos...
LA VULGAR PALABRA
ciar. La que escupe en el oído de los que no matan una mosca. La que moles-
ta a las señoras en la calle y en la cama las excita. La que es munición de ira,
violencia en sonido y terapia instantánea. Mejor dicho, la oscura palabra que
Utiliza la sombra para quitarse la máscara.
Quiero hacer un homenaje a ese procaz lenguaje que parece brotar más del
cuerpo que de la misma cabeza. Palabra plebeya que sin pena expresa lo que
otras con pena apenas insinúan. Cinco he elegido para darles tribuna y permi-
tir que se expresen a sus anchas, que superen su condición de epíteto y nos
cuenten su concepto, que aquí puedan ser algo más que una exclamación y
nada menos que una explicación.
Démosle pues la bienvenida a nuestras invitadas, y con ustedes la
Chimba: Soy sonora, vibrante y rosada. Según los entendidos dizque soy
sinónima de vagina, opinión que no comparto pues mi experiencia me indica
todo lo contrario, que soy antónima y nada sinónima. Fíjense ustedes que con
la vagina se procrea y conmigo se goza. Por eso digo que chimba tenemos las
hembras y vagina las señoras. La de ellas es seca y la mía secreta. A veces me
siento vacía y me dicen vagina alcancía. Para recuperarme me empapo y ella,
por lo general, se empepa. Somos muy distintas. Tanto es así que mi abogado
me contó que el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, y no crean que
por eso está de mi parte, dice que la vagina es una vaina porque eso significa
en latín. En cambio, de mí dicen que soy "una especie de dulce hecho con
huevos, almendras y almíbar". ¡Qué tal! Por si les queda alguna duda les aclaro
que yo también puedo ser madre, incluso, con más ganas y sin cesárea. Chao.
Pichar: Soy un verbo inexistente para la Real Academia, pero abundante para
la realidad de la calle. Me encargo de hacer el amor con deseo y soy conside-
rado vulgar por los que lo hacen sin él. Dicen que no soy espiritual y de entra-
da reconozco que no lo soy, pues los novatos no ven. Pero como San Juan el
del evangelio, a medida que me conjugo, he ido notando que uno le saca jugo
a la carne si la trata con el verbo.
Miné: Soy un término acuñado por los lingüistas de barrio para resolver la
negativa de los latinistas de la lengua a traducir como lengua en coño el llamado
cunnilingus, aduciendo para ello que la lengua nada tiene que estar haciendo
por fuera de la academia.
Malparidez: Soy un concepto inexistente que define un estado abrumador.
Soy lo que siente un niño cuando la mamá le cierra la puerta de su corazón en
las narices. Habito en un hueco que se hace más hondo con cada portazo.
Hueco lleno de plomo autocompasivo y cagalastimero, donde chapoteo sin
encontrar la salida. Fui fundado por Edipo cuando lo colgaron de un árbol para
que se lo comiera el tigre y así él no pudiera comerse a la mamá. Pertenezco
al círculo vicioso de los abandonados que no comprenden la soledad.
Güebón: Me considero un término de uso común para denominar un tipo de
varón más común que el mismo término. A causa de mi fonética todo el mundo
confunde mi genética.
Debo aclararle a la afición que no provengo de los testículos, sino que del
huevo vengo y que soy aquel pollo que por no salir del huevo, voy creciendo
adentro y con el huevo, hasta llegar a huevo grande o huevón y como los niños
no dicen huevo sino güevo, quedar definitivamente como güebón.
Podría seguir cursando invitaciones pero no quiero arriesgarme a aparecer
como un tipo vulgar ante los lectores. Espero que lo dicho les haya parecido
una chimba.
OREMOS HERMANOS
sación si no vemos al interlocutor o creemos que éste no tiene nada qué decir.
Esto sería monólogo y no diálogo. Lo dicho nos lleva, entonces, a comprender
que la comunicación con Dios, como fenómeno total, conlleva dos fases: la acti-
va o fase verbal, que siempre hemos conocido como oración y la pasiva que
hemos denominado audiovisión. La primera se dirige a Dios Padre, a la cabeza
de Dios, a Dios como idea, como logos, como verbo. La segunda nos conecta
con el Dios Madre, con el cuerpo de Dios, con la naturaleza de Dios, con Dios
como experiencia, sabiduría y Espíritu Santo. De la primera sabemos mucho y
de la segunda, más bien poco. Consecuencias de la tendencia patriarcal occi-
dental que mencionábamos al comienzo. Esta segunda fase que podríamos dis-
tinguir como fase sensible o experiencial de la comunicación con Dios implica
escuchar y ver a Dios, escucharlo con el ojo y el oído. Un ojo observando es un
ojo escuchando imágenes. Un ojo viendo es equivalente a un oído escuchando.
Ambos nos permiten poner de presente a Dios. Me da la impresión de que
cuando Jesús decía: "El que tenga ojos que vea y oídos que oiga", se refería a
un nuevo nivel de conciencia que abría la puerta a la visión y la escucha de
Dios. Quizás este nuevo nivel era el que posibilitaba la "oración en espí-
ritu" que él anunció a la samaritana. No siendo esta otra cosa que la percepción
sensorial de Dios en nosotros. Escucharlo adentro y verlo afuera como proyección
interna. Resumiendo apretadamente, digamos que la comunicación con Dios
como fenómeno total, completo, sería la oraudiovisión, término que concatena
la oración, la escucha y la visión como proceso lógico-sensorial de comuni-
cación con Dios, algo así como una trinidad de la boca, el ojo y el oído actuan-
do coherente y complementariamente en el misterio de la conversación entre
lo terrestre y lo celeste.
Tratemos ahora de aterrizar un poco más lo dicho hasta el momento. Hablemos
de la oración como fase verbal de la comunicación con Dios. ¿De qué habla-
mos, desde dónde y para qué? Hay todo un menú de opciones y cada quien se
ha despachado a su gusto. La inmensa mayoría le habla para pedirle. Desde un
favorl hasta un milagro, desde un almuerzo hasta la lotería, desde un objeto
hasta un fenómeno. En fin, desde todo lo que necesitamos hasta todo lo innece-
sario, Dios padre proveedor para hijos bien provistos. Obviamente, esta moda-
lidad es un claro síntoma de que nuestra evolución espiritual no ha logrado
suiperar la adolescencia. Todavía confundimos a Dios con el papá.
Más maduro y fructífero sería solicitarle que nos ayudara a conseguir las habili
dades y destrezas que nos permitieran solucionar personalmente nuestras
necesidades. "A Dios rogando y con el mazo dando", o "Te rogamos Señor que
nos facilites el mazo para darnos". Esta sería una muy decorosa manera de orar.
Recordemos que el séptimo día de la creación, Dios lo dedicó al descanso. Esto
quiere decir que Dios también necesita descansar. Si pidiéramos lo necesario
para no tener que volver a pedir, le estaríamos ampliando las vacaciones a Dios
y a lo mejor tendría más tiempo para jugar con nosotros.
No contentos con pedir cosas, también pedimos privilegios, protecciones,
poderes e inmunidades, olvidando ingenuamente, y a veces no tanto, que es
contrario a Dios pedirle que nos evite lo que nuestra energía convoca o que nos
otorgue aquello de lo cual no nos hemos hecho dignos. Y digámoslo de una vez:
el primer postulado de una buena oración es tener en cuenta que Dios no es
bobo. Si lo tuviéramos en cuenta hasta cuenta nos daríamos de lo torpe que
resulta solicitarle a Dios que se contradiga para darnos gusto. Que para
demostramos su generosidad pase por encima de su lógica. Que para
demostrar misericordia deje de lado su justicia. A nosotros llega lo que nues
tra energía llama. No nos llega lo que queremos porque nos llega lo que somos.
Que esto funcione así quiere decir que así funciona el libre albedrío, que es el
don más grande que Dios le haya concedido al hombre. No le pidamos
entonces, que cambie lo que nosotros decidimos. Más bien, que nos ayude a
cambiar nuestras decisiones o a hacer su voluntad, si es que no es lo mismo.
Oraciones como "Líbranos Señor de todo mal y peligro", suenan como líbranos
Señor de nosotros mismos, que somos los que ejercemos el mal y nos ponemos
en peligro. Sálvanos Señor de asumirnos, de la autogestión y el ere-cimiento.
Todo bueno, Señor. Maluco nada.
Por otro lado, para qué le pedimos lo que no tenemos con qué cargar. Hazme
sabio, Señor, mientras ejercemos nuestra ignorancia. Tal vez, 'Ayúdame a salir
de bruto" sea más realista y adecuado. No podemos pedirle a Dios que nos tape
el error con la virtud. La oración no es para pedir atajos, descuentos, preben
das o escamoteos. Hay gente que pidió la lotería y para su desgracia se la con
cedieron. ¿Qué pidieron entonces? Sencillamente una prueba que no tuvieron
con qué superar. Hagámonos merecedores, no merecidos. Al que pide como
merecido le dan...y duro...su merecido.
■■ ■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
la razón sentida. La razón que piensa y la razón que siente son los cónyuges
del matrimonio de la sabiduría, de las bodas del amor.
¡Ah! Y no olvidemos que así como el espantapájaros del Mago de Oz busca un
cerebro y el hombre de hojalata un corazón, el león buscaba su perdida valen-
tía. Sin ésta no es posible la acción, no es posible llevar a cabo lo sentido por
el corazón y explicado por la razón.
Oremos pues hermanos porque mi Dios no se le aparece a uno, sino que los
ojos de uno van haciendo aparecer a mi Dios.
"Por más bacano que sea el otro uno no puede dejar de ser uno".
"Un pecador que peque sin intención de ser santo, es un güebón". (V)
"Y mientras pasa esta apoteosis del instinto, ¿dónde pongo el alma?".
"Es que para ser uno, hay que ser todos". (V)
EPIFANIO MEJIA
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EL MODELO FAMILIAR CATÓLICO
LA NUEVA ERA
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■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
LA MUECA
EL ASTROLOCO
Siempre me ha parecido que el zodíaco son doce tipos, que como los apóstoles,
representan las doce maneras posibles de ser humano. Cada uno dotado con
una particular combinación de luz y sombra. Cada quien con un demonio que
se cree santo y un santo que no cree en su demonio.
Por eso me gusta el zodíaco, porque es un juego del alma, que bien jugado, nos
conduce a las virtudes posibles transitando por los defectos vigentes. Y digo
defectos, porque el camino de la verdad está empedrado con el error y, por lo
mismo, el 90% del tiempo necesario para llegar a la virtud, lo pasamos en los
estaderos del defecto.
Así que este paseo por el zodíaco no deja de ser una broma sobre las oscuri-
dades del signo iluminadas por el ascendente, una charada sobre la virtud que
aparece cuando se destapa un defecto.
Que nadie se ofenda si los astros le tocan un callo, pues mi signo también está
en juego y en cuestión de defectos, todos somos tocayos.
■ ■ ■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Sagitario
El diablo haciendo hostias. Cuando están con Dios echan de menos la
cama y cuando están en la cama echan de menos a Dios. Buscadores
en el cielo de lo que se les perdió en la tierra, les encanta ser discípu-
los de gurú pobre y cónyuges de bobo rico, quedando, finalmente, en
santos con tarjeta de crédito. Son como el fuego de brasa, que deja
asado todo lo que abraza. Cuando meten la pata, por sacarla más la
meten. Como son la aspiración conteniendo la respiración, si aprenden
a soltar el aire, podrán respirar tranquilos.
Capricornio
El alquimista cómodo. Signo utilizado por Dios para reencarnar
aristócratas. Llamados a convertir el plomo en oro, se contentan con
bañar en oro el plomo. Contunden la comodidad con el placer, el nivel
con la clase, lo útil con lo sutil, y el ascenso social con la subida al cielo.
Consideran la manipulación como el máximo desarrollo del sentido
práctico. Cuando la usan es virtud y cuando los usan, defecto. En cues-
tiones de geometría, sostienen que la menor distancia entre dos puntos
es la travesía. Hábiles para hacer trampa, son mejores para caer en
ella. Son tan prácticos que el arte se les convierte en diseño y la estéti-
ca en decoración. Suben como palma y por ello tienden a ser cocos.
Piscis
El cristiano anticuado. El devoto al servicio del sacrificio. Siempre esperan-
do que Dios le mande una causa para gastarse en los demás y quedar en
nada con ellos mismos. Si los acuarianos son los cristianos del futuro,
estos son los cristianos del pasado. Antipasto de leones, plato fuerte de
Nerones. No se les ocurre que el servicio puede llegar a ser vicio. Que ser
devoto no es regalar el voto. Que el sacrificio puede ser sacro oficio y no
necesariamente inmolación. Salgan del mar que de allí salió la vida.
Salgan del útero, queridos feto peces, no se queden atrapados en el
anzuelo del cordón umbilical. La salvación no es amar la gente al cielo,
sino salvar en la tierra lo que en nosotros y los otros, al cielo pertenece.
Y recuerden que no sólo espinas tiene el pez. Es cama también.
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Acuario
El príncipe mendigo. Viven temerosos del presente porque no se parece
al futuro de donde provienen. Por haberse caído de un ovni, tienden
a camuflarse y en su afán de no ser descubiertos, niegan saber lo que
saben y copian perfectamente lo que no saben. No tienen enemigos
sino prójimos extravagantes. De puros postmodernos pueden llegar a
ser muy prehistóricos. Continuamente miran al cielo buscando la
nave madre y sólo de cuando en cuando miran p'adentro los hijue-
madres. Finalmente, si no logran reinar sobre la mediocridad serán
sus reyes.
Aries
Yo soy yo y los demás son monte. Muchachos, uno no se diferencia de
los otros afuera hasta que no diferencia a los otros adentro. Con su
desapacible franqueza y precisión cirujana, ustedes son excelentes
para cantarle a los otros cómo los ven de pendejos. Háblense ustedes
en el espejo y hagan lo mismo con su pendejo. Así sabrán que el yo sólo
aparece, cuando desaparece la pendejada del ego. No detesten lo
efímero so pretexto de que el yo se consolida durando, pues el ego
también durando se consolida. En todo caso muchachos, en Marte ni
se casen ni se embarquen.
Virgo
La totalidad del detalle. Holográfico personaje capaz de meter en un frag-
mento la totalidad del paisaje. Por su condición de héroe laboral, no
tiene inconveniente en recibir parte del sueldo en felicitaciones. Si se
derrumba el entorno, él ve caer los detalles. Por desconfiado, previsi-
vo al máximo y, por lo mismo, siempre sorprendido por lo inesperado.
Avaro con lo que ama. es generoso con lo que está engüesado. Amante
del formato, se lo aplica hasta al orgasmo. Como fanático de la civi-
lización, es sensorialmente inculto y como ateo de la cultura, a la
razón rinde culto. Son los niños juiciosos de la virgen y en el ajedrez
los peones de la dama.
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■ ■ ■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Leo
El cobarde valiente. Sólo le tienen miedo al ridículo y al miedo. Del miedo
se protegen con la valentía e ingenuamente creen que el heroísmo los
salva del ridículo. Parecen no comprender que el verdadero heroísmo
es la capacidad de vivir en la ridiculez cuotidiana. Siempre quieren ser
el centro de una periferia abarrotada de público, preferiblemente
aplaudiendo. Cuando no les paran bolas, se dan el pantallazo rugiendo
como el león de la Metro. Si no logran impresionar a nadie, quedan
como el Mago de Oz. Perdonan con nobleza a quienes les perdonan su
nobleza y nadie tiene problemas con ellos siempre y cuando les obe-
dezcan. Nunca juegan en la banca, a menos que sea un trono. Y digan
lo que digan, sigo siendo El Rey.
Tauro
El mezquino generoso. Necesita de la mezquindad para equilibrar su na-
tural desmesura. A menudo confunden el ser con el tener y esto porque
piensan que tener es lo que le da existencia al ser. Por lo mismo, plati-
carle a un tauro de pobreza es como hablarle a un pigmeo de basquet-
bol. Como buenos rumiantes, son lentos para digerir cualquier cosa,
pero una vez que lo logran, buena o mala la conservan hasta la muerte.
De ahí, su proverbial terquedad y lo difícil que es lidiar con ellos. No
tienen problema en embestir una espada y en acudir muchas veces al
engaño. Sin distinguirse por el sentido del humor, cuando lo tienen son
maestros del burladero. A diferencia de los demás signos, consideran
con naturalidad todo lo que el cuerpo segregue, emane, exhale o dis-
pare. Amos y señores de la paciencia, cuando se les agote, líbranos
señor de la embestida de un tauro.
Libra
El juez cojo. En efecto, cuando violan la ley, lo hacen en ejercicio de un dere-
cho, y cuando juzgan, lo hacen en cumplimiento de un deber.
Preocupados por el equilibrio, manejan la balanza como cualquier ten-
dero tramposo. Siempre de lo que ofrecen, algo se guardan y lo guarda-
do es su falta, lo que les queda faltando para conservar el equilibrio.
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Esa falla de balance, con vanidad compensan y por eso piensan que
justificar es hacer justicia y que el kilo pesa una libra.
Escorpión
El Don Juan de San Juan. Saben que el espíritu está en la carne y siem-
pre están averiguando en qué punto exactamente. Perciben al prójimo
como una sucursal de su libido. Es el único signo de agua que no sabe
nadar, pero le encantan los lugares húmedos y vellos. Muchos de ellos
se caracterizan por un extraño brillo metálico en sus ojos, que algunos
atribuyen al deseo y otros a la voluntad de matar lo que no pueden
poseer. Personalmente, creo que dicho brillo obedece a lo primero y si
lo deseado no se deja, le aplican la segunda. En todo caso, si usted está
cansado del amor platónico, con ellos podré conocer el amor plutónico.
Géminis
La división que multiplica. Es un signo matemático cargado de dividen-
dos y a cargo de varios divisores a los cuales se les hace muy difícil lle-
gar a ser cuocientes. ¿O conscientes? A los géminis, la división de la
personalidad les multiplica las personalidades. En ellos, todos se la
pasan pensando qué van a hacer y prácticamente ninguno se encarga
de lo que ha hecho, porque, finalmente, nadie sabe quién lo hizo. Por
eso se dice que cargan la experiencia en un balde roto. Por lo demás,
es muy divertido charlar con ellos, aunque a la hora de abrazarlos uno
siente que se esfuman en el aire como un espejismo.
Cáncer
El ternero huérfano. Signo mamón por excelencia. Siempre dando o reci-
biendo teta, es un paramédico afectivo y un traumatizado de la leche.
Especializado en la culpa, igual la siente o la produce. Posesivo, como
los cangrejos, antes que soltar, prefiere perder la pinza. El abandono es
para él la peor ofensa y por lo mismo la mejor defensa. En efecto, cuan-
do se siente ofendido, esconderse es su mejor ataque y hundirse la per-
fecta manera de salvarse. Todavía no comprende que la homeopatía del
abandono es la soledad. Se considera sensible pero ante todo es
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■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D
EXPL-ORACIONES
Gracias Señor
Por la locura dulce
Que me zafó de la locura amarga.
Por esta pobreza de rico
Que me libró de la riqueza pobre
Por los minutos de Amor
Que sanaron los años de apego
Por la soledad
Que me salvó de las malas compañías
Por el destierro que me sacó del entierro.
Gracias Señor por todo lo que me has dado y lo que aún me estás debiendo
pnra completar lo estipulado. Bastantes males me has enviado para en bienes
invertirlos. Grande fue tu confianza y espero no haberla defraudado, pero sigo
siendo tan porfiado que no dejo de preguntarme si acaso no hubiera sido posi-
ble hacerme de males menos acaudalado.
Mercurio
Buen bandido de socarrona risa
Espíritu flotante de las transmutaciones
Tú que ves iluminada la oscura belleza de la tierra
Regálame la magia de las conexiones
El arte de ambular por las fronteras
Robándole a la vida lo que me faltaba para completarla.
Señor: No somos dioses en proyecto, sólo un proyecto de los dioses.
No pretendemos alcanzar tu gloria, aunque sí manifestarla.
Recuerda que sólo somos imágenes tuyas en pos de la semejanza.
Que no te molesten los caminos que abrimos para poderle encontrar.
Manirroto
Con los panes
Con los peces
Con los clavos.
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■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D
Crucifixión +
Resurrección
Cruci-ficción
Por
La bella
Soñadora
Intrépida
Y solitaria
Oveja perdida,
Jesús abandonó todo el rebaño.
__ EL DURO
EL DESUSO DE LA SENSACIÓN
EPILOCO
•
"Dijo alguien
que aunque siempre dijo
lo que le pareció,
posteriormente,
no siempre le pareció lo que dijo.
Nunca pude pulir lo que viví
porque esto es privilegio
de los que logran tener raíces
y yo no logré tenerlas.
Así que muchas cosas de estas libretas
ya no logran expresar
fielmente algunas ideas".
(Luis Enrique Mejia)
■ ■ ■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Los editores.
LA POESIA...
Hola mi niña amada. Es de mañana y quiero cantar para ti. Como el pinche y
el compinche. Pájaro-monje mesurado gorrión que sale temprano a buscar su
grano de luz. Y lo encuentra. A veces en el viento. A veces en el agua. En la
tierra a veces. Hoy en una rosada herida abierta. Que le cambia las alas por
■ ■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
conchas. Para llorar perlas. Como las ostras. Que baten sus alas. La concha
para volar en el agua y tornar de nuevo a pájaro-pinche-gorrión-compinche
tuyo rosada herida abierta.
De ti aprendí
A no esperarte
A igualar el verte llegar con el verte partir
A ir dejando suceder
A jubilar el destino.
Me gustaría fueras
Un poema de siete lecturas
Pendientes de un hilo
Poema móvil
Para el móvil del poema.
Tu rompecabezas me
Hirió porque no
Encontré la pieza
Donde te escondías.
Francamente
No entrés a esta guerra
Si no sabés nadar en la duda cangreja
Volar en la oscuridad lechuza
Caminar sobre el fuego salamandra
Respirar bajo tierra duende
Si no soportás la quemadura del látigo
El frío de las noches sin Magdalena
Francamente
No entrés a esta guerra de cielo o nada
De bayoneta clavada en el costado del vencedor.
Si estás ahí
Vivo
Si no
Medro
Si estás allí
Amo
Si no
Esclavo
Si estás ahí
Verbo
Si no
Discurso
Si estás ahí
Canto
Si no
Grito
Si estás ahí
Tengo sentido
Si no
Código
Si estás ahí
El dolor fortalece
Si no
Mata
Si estás ahí
Vive en mí
Si no
Que el agua se disuelva en el agua
El aire en el aire
La tierra en la tierra
Y el fuego en el fuego.
Déjame sucederte
Está escrito en las hojas de los árboles que
Sólo quedarás libre el próximo otoño.
Esa noche la trompeta secreta derribó el muro de cristal que guardaba tu oído.
Un clamor de libertad desnudó tus pies y caminaste descalza por las avenidas
de la luna. El amanecer amaneció pidiendo muro y distancia. De nuevo el
cristal pendiente. Y los zapatos de la distancia, -antes del jueves- dijiste, -antes
del aguacero-, pensé.
Poeta y santo
Del mismo pájaro
Vuelo y canto.
A ti
Semen de estrella
La luz te perderá
Para hacerte más luz.
La necesidad de ti
Labrará en mi corazón
El ojo que te verá
La mano que te asirá.
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La vida cania aunque los hombres no escuchen
La vida muestra aunque los hombres no vean
La vida actúa aunque los hombres no hagan
Son gritos los cantos de la vida para los sordos
Pesadillas sus imágenes para los ciegos
Agresiones sus actos para los paralíticos
La vida no muere porque los hombres la nieguen
Los hombres
Sí mueren
Por negarla.
Omaira
Rumbo al encuentro que nos alejaría,
Todo era síntoma. El lecho ya no era
Río y risa no había.
Necesidad sí, de calmar la ausencia
Presente en la distancia que ningún
Abrazo acorta.
Se inicia el rito con el grito silencioso
De la muerte y quedamos a las puertas
De la tierra prometida musitando
Un casi, igual a "por un pelo",
Infinitamente más doloroso que un
Sencillo adiós cargado de desencuentro.
Repica sobre las sábanas
Una música nausica
Convocando las aguas de tus ojos y
Los míos a correr por el lecho
Inventando el fuego dulce que
Derritió todo lo que tú y yo, antes
De la fundación de la memoria,
Habíamos congelado en la garganta.
Luego el grito fue canto, la distancia
Presencia y tu alma la mía.
Gomo al trueno
Y las campanas
Que no inventé
Presto mi oído
A tus silencios.
Andás lenta
Como creciendo
Tenés flores en la mirada
Y palomas en las manos.
Dejando de caer
La cascada calló.
■ ■ ■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Rastrea un sueño
Maestro cazador
Acorrálalo
No lo presiones
Suelta tus armas
Déjate cazar por él.
Si sigues
Te vas a quedar así
Decía una madre a su hijo
Que jugaba a ser invisible.
Vos sabés
Que mi sueño es Dios
El poder circundante
La punta de la evolución
La reconexión con la luz
Yo sé que vos
Soñás con el mundo
El poder circulante
La punta de la revolución
La cancelación de la cuenta de la luz.
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Contigo
Por una vez
Piel y palabra fueron una
Y a la vez.
Amanecieron
Los surcos
De tu campo
Cargados de sueños
Esperando ser
El agua
De tu diluvio
Interior
Fecunda
Inundación
Donde el arcano
Del corazón
Se descifrará
Navegando
El mar
Con leones y ovejas
Antes opuestas parejas
Ahora lana y melena
Que la paloma cuelga
En la misma rama
Del olivar.
■ ■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
En otros tiempos
Este hubiera sido el tiempo de asesinarte
Pero ahora que me decidí por el despacio absoluto
Gasto el tiempo de los asesinatos
Haciendo poemas que te aumenten la vida
Y esperando que la muerte barra para el sol mi patio.
A veces
Por soledad
Mi poesía y yo
Nos hacemos.
Soy
El hombre y la mujer
La cúpula del templo
La paloma en el alero
Una noche que termina
Un resplandor que comienza
Don Juan y Francisco
Ella y todas las que habité
Sol luna soluna
Solo uno
Soledad de célula mítica
Mitosis mística de la célula
La esquizofrenia de Galilea.
Enderezaba
Su voluntad
Contra los muros
Del laberinto.
Mantenía la sensación
De que los espejos
Eran ventanas.
Les puso cortinas.
Cortejo
Una palmera
Porque le gana
Al cemento
De la vecindad.
Levantaba
Cada célula
De su corazón
Buscando
La respuesta
Intangible.
Cualquier día
La Presencia
Lo habitó.
Debió pasar
Largos años
Rastreando
Su fe de niño.
Mostraba
Las cosas
Sin nombrarlas...
Enseñaba caminando
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La luz
La rodeaba
Completamente
Esperando
Una grieta
Lluvia
Además de mojar
Sé que eres el espíritu
De la mujer celeste
Humedeciendo la tierra.
Cada gota en un charco
Es un ojo que se abre
Para que yo sepa que yo vi.
.Ser errante
No es error
Del caminante
Pues sabio es
Aceptar el rumbo
Del instante.
Amad
A las mujeres
De la piel ajena
De la sangre propia
Las del espacio nuevo
Las del tiempo velado
A todas sin excepción
Las que os han llovido o asoleado.
■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Yo no vine
A traer paz
Sino espada.
Vine a unir
Lo disperso
Y a separar
Lo apegado.
Todo esto lo decía
Un antiguo carpintero
Mientras unía con cola
Lo que había serruchado.
La soledad
No es tan mala
Como dicen.
Te faculta
Para hablar
Con las paredes.
Las libélulas
Vislumbraron
El gran estanque-
Equivocadas
Despegaron a las 5:45.
A veces
Después de muchas veces
La humildad que se nos reclama
Acaba siendo un lugar de complacencia
Con las batallas que nunca ocurren
Con los viajes que nunca comienzan
Con las sabidurías de sillón.
Notó
Que las palabras
Devoraban los hechos...
Enmudeció de asombro.
LO SAGRADO...
ignoraba o los golpeaba -cuando le hacían ver su lado oscuro-. Cuando Job le
muestra que él sabe que tiene un lado oscuro con el cual la relación sólo es
posible con el temor, Yaveh decide hacer lo que tiene que hacer para conocerse
y hacer justicia a Job y lo que decide es encarnarse, pues ve que Job ya sabe
sobre él más que él mismo. El trámite de la encamación se lo deja a la
Sabiduría -el Espíritu Santo- pues en la primera creación hecha por él su lado
oscuro pudo intervenir como quiso y evitar que Yaveh lograra proyectar luz -
conciencia- sobre ese lado oscuro. Cuando Yaveh ve su lado oscuro conoce su
miseria y sabe que la manera de redimirla es percibiéndola experimentalmente
-en el consciente- y llega entonces el temido instante, el del espíritu que logra
sentir dolor -o su lado oscuro-. Mientras más dolor siente, más amor tendrá la
capacidad de sentir. Mientras más dolor sienta, más amor podrá sentir por el
hombre y más grande será la reparación para los hombres, por las injusticias
que cometió con ellos mientras crecía su conciencia. Es como si todo el dolor
que hubiera causado él injustamente a los hombres lo quisiera condensar en él
y sentirlo a través del hijo. Con todo ese dolor quemaría oscuridad convirtién-
dola en amor.
Qué le pasará a la intuición de los que necesitan argumentos con 2.000 años
de antigüedad para creer.
No tener con qué sentir a Dios, es no tener con qué sentirse hombre.
Trataré Señor de ser el artista que interpreta tu ser para ti. El artista vacío. El
que carece de guiones personales. El inmenso asombrado del ser que repre-
senta. El perplejo artista que se sabe representando el ser que es su único
público pero también el público total. El artista que simultáneamente es espec-
tador del drama que pasa a través de él. Trataré Señor de representarte bien
para verte mejor.
La parusía será como entrar a una finca a robar manzanas con el perro ama-
rrado. O disfrutar del mundo sin el diablo o un flash de mil años.
Al cabo de los cuales estaríamos fundidos de meter lucidez y manzanas.
Entonces sueltan nuevamente al perro y hasta al diablo.
Tengo la impresión de que la escolástica ha sido, más bien, una fábrica de argu-
mentos destinados a legitimar el paulatino concubinato entre el poder espiri-
tual y el temporal.
Mi aventura es con Dios, no con los hombres. Más preciso: con Dios a través
de los hombres.
Siendo Jesús templo del Cristo pudo decirle a la samaritana del pozo que algún
día los hombres podrían orar en el templo sin ir al templo. Orar en espíritu fue
exactamente lo que dijo. Orar esquizitamente.
Los elegidos no son, como a veces se piensa, una élite pre-escogida para la sal-
vación. Son, más bien, un residuo que acepta vivencialmente una convocato-
ria general a la trascendencia. Obviamente, son las dificultades de la vivencia,
su exigencia de heroísmo, lo que deja todos los convocados convertidos en ape-
nas un resto. En este sentido, la parábola del sembrador sería exacta, pues
hubo semilla hasta para la tierra pedregosa. Pero la dureza de la piedra impidió
la entrada de la semilla en la tierra fecundante, así como la dureza del corazón
impide la entrada del Cristo en el cuerpo que lo podría manifestar.
Y hasta las piedras tendrán que aceptar que fueron convocadas, porque desde
hace 2.000 años la palabra resuena sobre todas las piedras de la tierra y sólo muy
pocas han aceptado las tristezas del carbón para obtener la luz del diamante.
Excepto por el don, la virtud se extrae del pecado. Por ello, más que a no pecar,
lo que un cristiano debería aprender es a pecar, o sea, a trabajar la materia...
prima de su virtud, pues por raro que parezca, sólo al don Juan le será posi
ble la castidad, cuando ésta no sea un don y el sea sólo Juan.
El diálogo del mago es con Dios como naturaleza. El diálogo del profeta es con
Dios como visión. El diálogo del teólogo es con Dios como imagen. El diálogo
nuestro es con Dios como intimidad que incomoda la oscuridad que maneja
nuestras vidas, como oscuridad que reclama seriamente su derecho a ser luz.
Siempre que morimos en El, resucitamos en nosotros.
"Porque como el relámpago sale por oriente y brilla hasta occidente, así será
la venida del hijo del hombre... inmediatamente después de la tribulación de
aquellos días el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor", etc.,etc.,
¡Qué diría Mateo si hubiera presenciado Hiroshima!
Aclárame Señor:
Soy
Misterio
Ministerio
O Monasterio?
Creo que para un hombre es tan importante revelar a Dios como revelar su
instinto. A lo mejor lo uno no es posible sin lo otro. Así como el carbón carga
diamantes, de repente el instinto carga luz. Uno no sabe, pero dicen que Dios
es uno.
El pecado de omisión
No tiene perdón,
Porque no se cometió.
Señor:
¿Eres mucho para poco?
¿Somos poco para tanto?
O, ¿acaso, lo mucho que eres
Ya lo soy y no lo sé?
Sólo hay una cosa más peligrosa que encontrar al Cristo y es dejarlo pasar.
Oíme místico: ahora que estás allá con él, por qué no te acordás que estás aquí,
y te lo traés.
Parece que la noche oscura que parió el rayo, teme la claridad que parió.
Los hombres, uno tras otro, entierran sus talentos y los hijos de Urano no
nacen.
Hasta los héroes están cansados y a punto están de jugarse su destino a cara
o sello con su talento.
Ya sospechan que el primero que no puede soportar el resplandor de su rostro,
es el mismo Dios,
Lejana, entonces, continúa la tierra prometida.
Sin embargo, que prosiga el martillo en la fragua, pues es destino de los hom-
bres concretar hasta el temor del Dios.
LO JUNGUIANO...
"Ying
Yang
Yung" (Luis Enrique Mejia)
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La intuición es un saber femenino que se comprueba
con la razón experimental masculina. Si esta boda se celebra por convenien
cia, el hijo se llama Conciencia (saber con ciencia o conciencia de lo sabido) o
conocimiento. Si la boda se hace por amor, el hijo se llama Sabiduría (saber con
ciencia y amor).
Lo que se reprime en los sueños (o sea lo que el sueño muestra que se oculta
o disimula) es lo que sucederá en la realidad.
Cuando el Complejo se enfrenta consciente y voluntariamente, aparece en los
sueños como piscina. Cuando se elude o padece inconscientemente aparece
como pantano.
Viniendo de allá hay que dividirse para estar aquí. Saliendo de aquí hay que
unificarse para estar allá.
Estrictamente la conciencia sería el ego vacío, y el ser lo percibido por el ego
vacío. Así también puede decirse que la depresión es la pérdida de energía que
ocurre cuando la conciencia se da cuenta de que lo que percibe no es el ser.
Una pulsión podría ser el golpe que una energía da en la puerta del consciente.
La compulsión sería, entonces, el debate entre el deseo de abrir y el de no
hacerlo.
Con el tiempo descubrí que lo que mis amigos y yo llamábamos con orgullo la
"arrechera" no era cosa distinta de lo que el viejo Freud llamaba "complejo de
Edipo": un deseo frenético de sumergirnos en la madre. La mujer que
elegíamos para consumar el hartazgo de chupar y penetrar la leche era, por lo
■ ■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Que una mujer se masculinice no significa que asuma en un todo y para todo
la polaridad masculina, pues con ello sólo lograría convertirse en un macho
dominante. Significa más bien, que administre la sensación (femenino) que
tenga, con la lógica (masculino) que adquiera.
Si hay culpa se borra la noche y queda la oscuridad. .Si se borra la culpa, queda
la noche iluminada. Quedamos conscientes, somos materia revelada, oscuridad
iluminada.
Mientras el padre sea el aspecto más importante del ánimus de una mujer, le
será muy difícil evitar casarse con un hombre que repita la energía de su padre
o la contraria, según le haya ido en la vida con él.
El ánima
El aspecto más preponderante en el ánima de un varón, es la madre. Ella es la
imagen que más influye en el alma femenina del varón. Los que han carecido de
ella o han tenido poca, en esta vida, deben atenerse a una imagen karmática y a
las experiencias que tengan tratando de encontrarla. Así como un niño puede
perder a su madre en un supermercado durante una hora, un hombre puede
quedarse sin madre toda una vida. Me imagino que sucede para enseñarle a vivir
sin mamá, como un adulto responsable de sí mismo. Seguramente en otras vidas
fue muy hijo de su madre y eso lo perdió. Ahora pierde la madre para encontrarse
él, Me imagino que quienes en vidas anteriores, se la han pasado peleando con
la madre, en esta vida, nunca su madre será de las que fallezcan en el parto ni
después del parto, al menos, no antes de 70 años.
Personalmente, creo que la influencia de la imagen de la madre en las mujeres,
puede llegar a ser tan poderosa, como la del ánima en los varones, sólo que en
ellas dicha influencia se daría como sombra.
El ánima le plantea al varón el problema de la infinitud. La hembra es expan-
siva, fértil, generosa, prolífica, o sea que tiende al infinito. A su vez, es erótica
y en función de Eros tiende a juntar lo que está separado. Igualmente es sabia
porque siente y uno sabe lo que siente y es oscura porque ignora lo que sabe.
El ánimus le plantea a la mujer el problema del límite. El varón es restrictivo,
normativo, formal, o sea que tiende a la estructura. A su vez es lógico, y en
esta función tiende a separar lo que está confundido. Igualmente, puede ser
sabio porque es capaz de ver lo que siente y manifestarlo. También puede ser
oscuro cuando no siente, pues su mirada no tiene sobre qué posarse.
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La mujer es materialista en función de mantener la vida, o sea, de permitirle
seguir su marcha hacia el infinito.
El varón es materialista para la que la vida se concrete, o sea, para irla reve-
lando mientras marcha hacia el infinito.
El Complejo teme morir, es decir, teme ser aclarado. Cuando una parcela de su
oscuro cuerpo se ilumina, parece concebir el resplandor corno sangre de su
herida. ¿Qué o quién podrá mitigar el dolor que la luz le causa al ego?
cia, los símbolos se comportaban como espíritus burlones: con una carcajada
y un súbito cambio de lugar, burlaban al especialista que creía tenerlos atra-
pados en la red de su método o en la jaula de sus clasificaciones. Sin embar-
go, el símbolo siempre será esquivo a dejarse clavar como una mariposa en la
pared de un sistema, porque él es el vuelo insólito de la mariposa. Rehuye ser
cadáver, porque es la apariencia viviente de la energía que anima el objeto que
miramos, con él no es posible la actitud del médico forense, sino un diálogo
vivencial que posibilite la acción simbólica y la aceptación de lo simbólico en
nuestra acción.
Parece ser que el diletante está más facultado para hacerse cargo del sím-
bolo porque su actitud de deleitarse con las cosas, permite que goce con
las cabriolas del símbolo o disfrute con todas las posibilidades del mismo.
Y es que la palabra diletante, cargada peyorativamente como sinónimo de
charlatán, realmente hace alusión a alguien que tiene deleite en
algo, el símbolo en este caso, alguien que se deleita teniéndolo continua-
mente ante sí.
El símbolo no es un objeto de conocimiento sino de reconocimiento, que nos
permite reajustar nuestro afuera reconociéndolo en las imágenes del adentro.
Lo que limita conmigo es diferente a mí y referencia para mí. Por ello todo lo
que me limita me aumenta mi conciencia.
■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
LA VIDA Y LA MUERTE...
La vida ciega
Siega la vida
Ciega la vida
Siega la muerte
Propongo que la desterrada muerte vuelva a nuestras vidas. Si nos mata nos
confirmará que no estábamos vivos. O que no queríamos o teníamos con qué
estallo. Si algo sobrevive sabremos que lo que está realmente vivo no muere.
Oíste es un conocimiento propio de la resurrección.
Así como la bestia ama a la bella que no huye de su presencia y con tacto la
trata, así la muerte ama la vida que no se asusta de su contacto y no la mata.
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Es el vacío del cero
El lugar donde el dolor mató a la muerte.
Por eso me gusta la soledad, porque allí el único que se muere es uno.
Vivan para que tengan de qué morirse.
¿Matar o mutar?
ESQUIZITESAS...
Hay cosas que deben manifestarse con ritmo de chorro en una atmósfera cal-
cinada.
HAMLET 1995:
¿Uno hez o no hez?
Los verdaderos fantasmas son los que existen en una falsa realidad.
Que toda regla tenga su excepción significa que no existe ningún espacio sin
ventana, ¿para mirar hacia dónde?
Hongo
Ojo
Interior
Me gusta aprender cosas que no sirvan para estar acá, sino para ir allá.
Mientras más dura seas, más trillada te dejará el molino del mundo.
Aprende a vivir sin ella para que puedas vivir con ella.
Tratar de anular el dolor que nos causan con el dolor que causamos: la dialéc-
tica de la venganza.
La quietud es su misión.
Deseo llegar a gozar con todo lo que se atraviese sin atravesar yo nada.
El que se divide,
¿queda pobre en el cuociente o en el consciente?
Dijo el hindú
Mayá es ilusión
Y los mayas desaparecieron.
Por lo general las mujeres son hinchas del equipo perdedor porque compren
den muy bien la parte pasiva del gol.
De cierto mi razón
Sin la flor desierto es.
Teorema:
¿Ser o enser?
■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
La mediocridad no existe
La mediocridad sobrevive.
La marihuana destraba.
El fútbol lo hizo Dios para que los hombres descansaran del ajedrez.
El dólar americano
Está a la par con el dolor
Suramericano.
Trampa tesa: creer que la mierda que nos cubre es crema inglesa.
¿Mediocridad
O
Miedocridad?
El deber es de ver.
La luz terminará por poseer lo más oscuro sin que desaparezca la noche.
Es frecuente encontrar que las mujeres de difícil orgasmo están casadas con
varones de orgasmo fácil.
Mataste al padre
La magia del amor radica en que lo que esté unido esté separado.
Cuando uno siente el dolor como víctima, uno sufre pero no siente el dolor.
Soy tu - yo Señor.
Ascender es calarse.
La verdad es increíble.
Verbo es toda forma capaz de manifestar una sensación sin quitarle energía.
Confundimos lo que es con lo que se puede ver. Reducimos el ser al límite del
ojo, negándole lo que el ojo no vea.
Aprendió
La libertad
Cuando pudiendo
No quiso.
Ego metría
Geo metría
Terrateniente.
Se inyectaba
Miedo
Todos los días
La dosis
Para no dormirse.
Le dieron
Toda la libertad...
Se encartó.
Ella buscó
Su espacio interior
Su madre el exterior
La urbanizaron.
Aquí y ahora
Dijo la lora
Del monasterio
Zen.
Desconfía
De una ideología
Capaz de volver serio
Un pueblo de costeños.
Puedes por igual saber que ignorar, y con el mismo dolor, parir o morir.
Es mejor hacer con hambre lo que me gusta, que harto lo que me jarta.
Apreciado señor:
He sabido que usted y mi mujer se entienden
¿Sería tan amable de informarme qué entendió?
EL TAROT...
"No nos aclaramos más imaginando figuras de luz, sino haciendo consciente
nuestra oscuridad". (Jung)
Carta V - El Papa:
Este señor es el que tiene el poder de leer en el libro de la Papisa.
La Papisa conoce los secretos de las plantas. El Hierofante su principio
activo.
La carta VI del tarot pertenece al aliado Rafael que es una energía sabia
que lleva al sujeto a comprender que sólo la castidad abré la corriente
energética de la XIIII.
Carta X
Según el esquema de las proporciones del cuerpo humano de Da Vinci,
el chakra Muladara está localizado en el centro de la figura humana
inscrita en un cuadrado, o sea en el cruce de sus diagonales (centro de
la cruz de San Andrés). Esta estructura convertiría al pene erecto en
un eje sobre el cual gira la cuaternidad o la materia. La erección
■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Carta XII:
La carta XII es la cruz asumida como un Pedro: cabeza abajo. Por ello
es la carta del Mesías y del sacrificio. Es un estado mental de no-hacer
o sea de vivir en forma diferente a la de siempre. Se ejerce el amor
mediante el no-ejercicio de la venganza. Es convertir el sacrificio en el
sacro oficio u oficio sagrado. Cuando no se asume con conciencia deja
de ser sacro-oficio y se convierte en sufrimiento puro y simple. El suje-
to entonces queda suspendido para la vida. Queda extrañado.
Desterrado de todo. Hasta de sí mismo. Sólo puede salir comprendien-
do que hay unos dolores que lo esperan para limpiarlo. Los que no
quiere asumir.
El 12
3x4=12
El Cristo penetrando en la cuaternidad.
El Cristo materializándose.
La trinidad encarnándose a través del hijo (el padre y la madre
reunidos en el andrógino: el Cristo).
El cuarto elemento de la trinidad sería el recipiente en el cual se encar-
na: el hombre.
La trinidad encarnada es el hombre cristificado.
Cristo es el consciente.
La 21
La trinidad encarnada en el hombre crisfifieado.
El 12 al revés sería el 21.
Es uno pasando a través del espejo-(dos) y entrando al consciente.
(1 2)1 1 ( 2 1).
El uno inconsciente (1) se divide (2) para volverse a unificar con
conciencia o sea uniéndose (2) en (1) o 21 que por reducción es 3
(trinidad).
Carta XVI
Vana será tu forma
Si no es templo
Vano será tu templo
Sin la piedra angular.
Carta XVII
La esperanza es como la vía láctea: un. sendero de pequeñas luces en
la oscuridad.
A lo mejor sea por eso que la carta XVII del tarot simboliza la esperan-
za y se llama la estrella o las estrellas.
También es carta de adivinación porque cada lucecita es una respues-
ta, un lugar a dónde ir.
Las estrellas deben ser muchachas
Hijas de la Diosa Blanca,
Sacerdotisas,
Vírgenes por la claridad que aman
Y dispensan como leche a los unicornios.
"Quien mira hacia fuera, sueña. Quien mira hacia adentro, despierta". (Jung)
Sólo las formas vacías permiten que en ellas suceda cualquier cosa. Hasta lo
imposible. Que por lo demás, sólo sucede en espacios vacíos.
Muy pocos pintores han pintado lo que es. Generalmente pintan las formas que
encierran lo que no es. Es muy difícil precisar las formas que pueden contener
lo que es. Pero una flor o un pájaro siempre serán formas de lo que es.
Para pintar lo que es, el pintor debe volverse dócil para que lo que es pueda
manifestarse a través de la mano capaz de obedecer instantáneamente la
orden de virtualizar una sombra, de oscurecer un destello, de convertir una
escalera en la cola de un gato. Pintar así es un desvelar. Hacer aparecer lo que
subyace. El que pueda dejar que la vida le suceda podrá pintar así. Dejar que
la vida suceda es dejar a lo que es ser. Vivirla así es colorear la sombra y
oscurecer el destello con la obediencia que debe la forma a la esencia. Sólo las
formas vacías siguen incondicionalmente las esencias. Esa es la belleza del
cero y de su equivalente humano: el loco.
Los que pintan lo que es, pintan a Dios. Los infinitos rostros de Dios. El senti-
do profundo del arte: una ventana al infinito.
Mis amigos pintores piensan que la pintura es un misterio. Y tienen razón. Sin
embargo, este no radica, como ellos creen, en la forma de hacerla sino en la
dimensión de donde proviene.
■ ■■ LUIS ENRIQUE MEJÍA D.
Había un pintor que se negaba a firmar sus cuadros porque los desequilibraba.
Al menos, eso afirmaba.
El arte del final de los tiempos reclama que fu cuerpo sea el lienzo donde se
pinte el ser.
Picasso:
Me gusta mucho Picasso. Gomo hombre y como pintor. Su actitud ante la vida.
Eso de no detenerse nunca. Aquello de no buscar por estar muy ocupado
encontrando. Me gustan sus períodos pictóricos y sus periódicas mujeres. La
rosa, la azul y la africana y la cúbica. En fin, me gusta mucho Picasso porque
era como un cometa.
Hay pintores que captan la luz de afuera y con ella resuelven sus cuadros. Hay
pintores que captan la luz de adentro y con ella sus cuadros se resuelven.
Todo hombre que diga conocer una sensación que no ha vivido, miente. Por ello
Borges o la mentira esquizita.
Lo que más me gusta del teatro es que forma gente capaz de dejarse poseer
por una energía extraña sin enloquecerse.
LA FAMILIA...
"Porque los hombres vivimos juntos, pero cada uno se muere solo...".
(Unamuno)
Los mongolos no son un castigo, más bien, la última sonrisa del corazón mori-
bundo de la familia.
Para mi familia fue ridicula mi lucidez. Ahora sé que puedo lucir ridículo.
Las familias de rancio abolengo deberían preocuparse más por lo rancio que
por el abolengo. A fin de cuentas, rancio es lo que está a punto de podrirse.
Todos los padres desean secretamente que sus hijos conviertan la ira en amor.
O sea la tara en salud. Y esta es la idea correcta. En los procesos evolutivos
todo aporte cubre una falta. Y toda falta de aporte aumenta la necesidad del
aporte. Por esto los padres nunca se equivocan. Siempre será el hijo el respon
sable. Por ser el depositario. El último de la cadena. La fuerza que puede
enfrentar la muerte personal. Los que llevan a las familias a su destrucción son
los padres. Los que permiten que los padres destruyan la familia son los hijos.
Argumentar en contrario sería una nueva pataleta de las que han impedido a
los hijos convertir en amor la ira.
Con los hijos repetimos todas las películas de las que nos hemos salido.
El incesto es honesto
Sin la carne
Por supuesto.
LOS PENSAMIENTOS...
Entre la revelación del ser y la velocidad del tiempo hay una relación. Vagad y
lo comprobaréis.
Da la impresión de que la ciencia confunde lo que Es con lo que puede ser
conocido. Así, el ser sería lo que la ciencia logre ver, aunque el ser siga siendo
a pesar de que la ciencia no lo vea. Y la miopía, actualmente, está siendo ope-
rada con éxito por la ciencia.
Creo que el primer servicio que nos puede prestar el ascetismo es permitir que
podamos ver en toda su desnudez nuestra cólera interior. Todos los placeres,
comodidades y acompañamientos son en el fondo paliativos que nos permiten
mantener nuestra cólera en un nivel manejable que denominamos cordura.
La medusa griega es la cólera de cada uno. Cuando la tienes te vuelves piedra.
Te pierdes en ti mismo, No logras salir de ti mismo. No puedes amar. Eres
piedra.
La cólera nació con la creación. Cuando el hombre perdió su unidad con el
infinito y quedó confinado en la necesidad. La cólera se recrea en cada parto,
cuando el nacido pierde su unidad con el inconsciente y queda atrapado en el
consciente.
La cólera es producto de la división y aumenta con la ausencia de una actitud
conciliadora entre los opuestos.
Deberíamos tener en nuestras vidas un tiempo para aceptar las visitas del
dolor. Un tiempo para la alquimia del dolor. El proceso de borrar las viejas
memorias y fijar los nuevos conocimientos. Los que permiten la mutación.
A cada rato se escapan heridas del combate interior. Van buscando la herida
externa que les corresponde. Imágenes buscando espejo. Para verse. En el
otro. En el dolor del otro. Reflejo del propio. Inquilino de la noche hasta el
amanecer del amor. Emoción difícil que nos hace permanecer donde
■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
La historia no tiene leyes sino problemas que se repiten porque nunca han sido
resueltos. Esta persistencia da una apariencia de constantes en la historia que
parece permitir su formulación como leyes. Quizá la única ley de la historia sea
la de su repetición, mientras el hombre no resuelva los conflictos que la
constituyen.
Existe una rara manera de enseñar sin enseñar. Se trata de mostrar al aprendiz
cosas que le hagan creer y a continuación cosas que le hagan desconfiar de lo
que creyó. Así logra lo más importante del aprendizaje: que el aprendiz decida.
Todo primer pecado estrena una sensación que nos puede capturar en la
intrincada telaraña del pezón, ese ancestro milenario del tetero.
Cuando quedamos prisioneros en la telaraña, se dice de nosotros que hemos
tenido un tro-pezón.
Edipo y Ulises tuvieron en común una vida llena de tropezones.
Sólo muy pocos han dejado de creer que la ideología y las algas nos salvarán
del odio y el hambre.
Una buena mujer rica manejando la abundancia tiene, paralelamente, los mis-
mos problemas que una buena mujer pobre manejando la escasez. La una sufre
por conseguir lo que falta y la otra porque no se dañe lo que sobra. Ambas sien-
ten que carencia y desperdicio podrían amarse y dar a luz el pan nuestro de
cada día.
Carezco de un plan rentable para mi vida. Quizás ahora pueda vivir al día.
Sólo sé que viajo por el misterio. ¡Mentira! Sólo sé que estoy intentando comen
zar el viaje por el misterio. Vergonzosamente he descubierto que aún no tengo
la fe requerida.
¿Desconfiar de todo para que nada me mate, o dolarme matar de todo para no
desconfiar de nada?
Como Tiresias a Edipo, Juan Bautista a Herodías le precisa que vive en inces
to. Edipo ciega sus ojos para no ver. Herodías cierra los ojos de Juan para que
no vea.
Para Edipo, Antígona fue luz y guía; para Juan, Salomé fue oscuridad y muerte.
Es posible que ciertos actos de cortesía de los varones para con las mujeres
sean un ritual erótico inconsciente. Así podemos notar que el acto por el cual
un caballero se levanta en presencia de una dama contiene toda la estructura
de una erección.
Sospecho que la mayoría de los hombres no luchan por su destino, sino que
más bien se limitan a ignorarlo;
Me puse en marcha porque hay jornadas que deben cumplirse para no dejar
incompleta la vida.
■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Yo deseo asistir en mi bosque a las bodas de la roca y el hongo. Que sólidos ojos
sean sus hijos. Pupilas para el gran chamán ciego.
La luz es sombra para la oscuridad y ésta también tiene inquisidores, así que no
os extrañe sufrir persecuciones si lleváis en vosotros la sombra de la sombra.
Todos cayeron por el mismo precipicio y sólo algunos aprendieron a volar antes
de llegar al suelo.
Que las cosas adquieran su propio tamaño y no el que yo les quiera dar.
¿No has notado que somos un espacio donde la vida se muere de hambre?
Nos suceden cosas distintas a las que deseamos porque nos suceden cosas
iguales a lo que somos.
Sólo podré dejar de fumar cuando asuma mi verdadero Yang. O sea que dejar
de fumar es muy difícil, pues casi tendría uno que resolver la vida, para poder
hacerlo. ¡Nada!
Cuando una sociedad se pone de acuerdo para matar a alguien, es porque ge-
neralmente ese alguien representa una pregunta que dicha sociedad es inca-
paz de contestar.
La H no suena, es silenciosa.
Pero quítele la H a chulo y entenderá los sonidos del silencio.
Al que pelea con su cuerpo, éste le queda sirviendo exclusivamente para trans-
portar la cabeza.
Las ideas existen sin mí -yo las expreso, pero no las hago existir- quizá com-
pleto su existencia expresándolas.
■■ ■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
A la vejez llegas cuando pierdes las ganas de celebrar tus propios chistes y de
alabar tus propias guerras.
Cuando te invade una sutil distancia con el entorno y puedes amar sin sofocar.
Cuando esperas y toleras porque sabes que siendo muy posible que el amor esté
germinando en el mundo, es muy Improbable que ya esté establecido en él.
En fin, a lo mejor comprender la vejez dependa de entender que la vida puede
ser hermosa sin aspavientos.
La vida no es un problema para ser resuelto, sino un misterio para ser vivido.
Sólo quien está dispuesto a escuchar su corazón, verá las visiones del tambor.
Es importante saber que el otro tiene la razón, pero es más importante saber
por qué no la tengo yo.
El guardián del umbral es cualquier miedo que te impida pasar a otra dimen-
sión de ti mismo.
Es hora de abandonar las cosas por las que vivimos y conquistar las cosas por
las que estamos dispuestos a morir.
Nos sobró cerebro para llegar a la luna y nos falló corazón para mantener
limpios nuestros ríos.
Sujetos con voluntad de poder y sin voluntad de saber son sujetos con deseos
de civilización y sin ganas de cultura.
Además de teológica, por ser agradable a los ojos de Dios, la humildad es una
virtud metodológica, pues hacernos pequeños permite que se vea grande lo que
nos rodea.
Uno tiene que aprender a dormir con el miedo que le produce insomnio.
Hay que asumirse todos los días para llegar a pertenecerse algún día.
Si uno lograra darle más o menos importancia a todas las cosas, disminuiría
notablemente la tasa de sobresaltos.
Es muy difícil pretender que el corazón no duela porque uno tenga muy bue-
nas razones para que no lo haga.
Y seguimos creyendo que amar es matar al otro con los actos para resucitarlo
con las palabras.
Mientras los hindúes creen que meditar es ver las cosas internas
adentro, algunos occidentales pensamos que meditar es ver las
cosas internas, afuera.
Vida interior
Tener una vida interna no significa vivir separado del mundo exterior. Significa
más bien, que sólo sean de recibo los hechos externos que percibimos conec-
■■ ■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
tados con lo interno y las acciones que realizamos impulsados por lo interno.
Mirada así, la vida interior es la vivida como una conexión de lo interno con lo
externo, o sencillamente aquella en la cual le damos validez a lo externo sólo
cuando conecta con lo interno o se origina en él.
Yo no vine a traer la paz sino la espada que divide lo que no multiplica, dife-
rencia lo indiferenciado, separa lo apegado, distingue lo confundido, y mata la
muerte.
¡Qué vaina si la envainas!
Y si uno entiende que el placer es tan cortico, ¿por qué el dolor tiene que ser
más largo?
Vos tirás mucho paraíso para evitar el sudor que aparece mucho más abajo de
la frente.
Y hay quienes hacen de todo para no hacer nada de lo que hay que
hacer.
Dame todo lo que temes que te reciba para poderte recibir todo lo que temes
entregarme.
La paradoja de la evolución es que lo que hace dos mil años era correcto, ahora
no lo es y sin embargo, sigue siendo correcto.
Por lo tanto nosotros ahora somos los perfectos correctos que mañana seremos
los güebones perfectos.
La ciencia es la magia de la cabeza y la magia es la ciencia del cuerpo.
Siempre hay algo que uno deja para después: el pedacito de uno mismo que
necesita ser cambiado... después. Esto ayuda a comprender nuestros trabajos
incompletos.
El único dolor que un hombre tiene derecho a causar es el que resulte de ser
fiel a sí mismo.
Ser digno es reunir las, condiciones necesarias para entrar en contacto con
cualquier cosa.
LAS HIJAS...
A Melissa
Para recordarle que su nombre viene de la miel.
A Manuela
Para recordarle que su nombre viene de Emmanuel.
Que mis hijas estudien lo que quieran aunque eso no sea lo que deben saber.
■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Lo único que puedo ofrecerle a mis hijas son los paisajes de mis caminos.
Melissa
Melissa no nació. Simplemente invadió la tierra y se la fue apropiando a golpes
de imagen y sonido.
Con sus modos y lenguajes recreaba a los seres que penetraban su atmósfera.
Así, el perro según Melissa fue un nuevo perrotipo.
Le gustaba hacer y vestir combinaciones.
Melissa no nació. Pero a través de ella sí volvió a nacer el universo. Y presen-
ciar este tipo de cosas lo parte en dos a uno.
Melissa ventana. Melissa espejo. Melissa lila. Melissa narcótico. Melissa dolor.
Melissa sola. Melissa vino. Melissa fuego. Melissa bruja. Melissa guerrera.
Muchacha dulce.
Melissa
Por todos los poros
Ojos ciegos de la piel
Que te miran sin una palabra
Como si fueras nueva luego de seis años de mirarnos.
Percibo tus ojos soportando incómodos
El escrutinio de mi amor particular por ti
Sustancia de la sustancia tantas veces indagada
Ahora con la mirada
Te hago la misma vieja pregunta
Y en el viaje de tus ojos
Por los míos
Espero descubras el paisaje secreto de tu padre.
Melissa
Algo que siempre me asombrará de Melissa es que a los 4 años descubrió el
pecado original, se percató solita de que en ella había una bruja mala como la
del mago de Oz. Me pareció que en el conocimiento de sí misma Melissa iba
más lejos que la mayoría de adultos que conozco. Por esos mismos días, un
niño de 3 años señaló a Melissa a su madre y le dijo: "Ella es energía". El niño
se llamaba Faro. Estoy seguro de que por ese tiempo Melissa supo que ella era
doble: un universo compuesto de luz y oscuridad. Ojalá el señor Dios y la seño-
ra Diosa le permitan conservar la destreza con la que percibió sus compo-
nentes, para conciliarios.
Pequeño refresco
29 de diciembre de 1987. Melissa cierra su primer ciclo de 7 años. Feliz
cumpleaños muchacha amada.
■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Melissa mi Eros
Manuela mi Logos
Hermanas medias son Melissa y Manuela.
Melissa
Que creces
A escondidas
De tu padre.
Manuelita
Tan pronto naciste, guardafaro me hice
Sin saber si cuidarte o darte custodia
Como al primer fuego que tuvo el hombre.
Algunas veces y cada vez más a menudo
Brota de ti algo dulce y luminoso,
Como una señal intermitente,
Parecida a los guiños de una estrella,
De aquellas que guían a los navegantes
Por las radiantes aguas de la noche verdadera.
Espero impedir siempre que tu luz se apague
Y siempre conseguir que tu luz crezca
Como faro estelar entre dos mundos.
Sol soledlo
Cocuyo Manuelita
Brisa cargada de viento,
Primera sonrisa que atrabesó mi corazón.
Manuelita
Primavera interminable
Polen de la rosa azul
Eco del canto inicial
Dibujo secreto en las alas de la mariposa.
LA LOCURA...
Locura maluca:
sumergirse en la totalidad dividido.
Locura cuerda:
sumergirse en la totalidad unificado.
Locos... todos
Que lo sepan... pocos
Y estos, por lo general, se dedican a la psicología,
Pues comprenden que poner la locura propia
En manos ajenas, enajena.
Esquizitofrenia
No tenemos que morir porque un lado nuestro mate al otro, ni enloquecer
porque lo ignore. Es origen de toda muerte y locura pretender resolver la total-
idad en una mitad de la misma. Es muy tonto creer que lo revelador puede vivir
sin lo revelable. Ingenuo pensar que la luna pueda iluminar la noche sin el sol
y el sol sin la luna pueda con la noche conversar, pues escrito está que el sol
prende la luna y la luna se solprende. Día y noche tenemos y juntos la tierra
son. Significado y sentido somos y unidos la verdad consiguen. Forma y ser nos
constituyen y ligados nos manifiestan. Nada hay en este mundo que no sea de
a dos. Desde lo tragicómico hasta lo Jesucrístico. Siempre un Uno compuesto
de Dos, los cuales por separado consideran ser el todo.
No abundemos más en lo que podemos resumir diciendo que en cualquier lugar
y en todo tiempo, el odio entre opuestos complementarios engendra la división
de la polaridad y ésta es el símbolo básico que señala el comienzo del viaje
hacia la locura furiosa cuyo único remedio se encuentra en el amor.
Cada vez me parece más clara la chifladura de los chiflados que la cordura de
los cuerdos.
■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
LA MUJER, EL VARON...
"¡Cuidado! No muestres tanto eso que no eres el único que lo tiene". (L. B.)
Ya las mujeres no dan a luz. Sólo reproducen su oscuridad en los hijos. El sín-
drome de la fotocopia. Y muerto el original, desaparecida la copia. El síndrome
de Lola Flórez.
¿Femenina o feminina?
Las gatas son femininas.
Una mujer se rebela con b larga porque un hombre no la reveló con v corta.
La puta quiere que sus hijos sean árboles, la matriarca que sean bonsais.
■ ■■ LUIS ENRIQUE MEJIA I).
Las señoras tienen principios y las putas estrategias. Algunas señoras uti-
lizan los principios como estrategia y algunas putas desarrollan principios
estratégicos.
Cuando una mujer ejerce el masculino sin tener puta, de seguro que se le va la
mano en señora.
"Mi señora" dicen los maridos, refiriéndose a la mujer con quien reemplazaron
a la madre.
Las mujeres que más me gustan, son las que tienen clara su oscuridad.
La mujer
Que buscaba
Lo habitaba.
Los varones podemos tener una lista de ideas y por ello ser idealistas. Las
mujeres deberían tener un cuerpo teórico.
EL AMOR...
Mami:
Hoy pude aceptar en otra mujer tu deseo-ira, el mismo que sientes como peca-
do porque nadie lo aceptó cuando lo percibías como virtud.
El deseo como pecado nace cuando a uno se lo rechazaron como virtud.
El rechazo del deseo inocente genera un deseo perverso, es decir, cargado de ira.
Hay que restablecer el deseo inocente acolitándole a la mujer su deseo per-
vertido. Permitiéndole que lo ponga en la cama sin enjuiciarlo, y no sólo eso,
siendo además su cómplice seductor para que lo exprese hasta en su más
recóndita y retorcida imagen. Si eres un hombre ella sabrá que la amas, y su
ira, la que pervirtió su deseo, disminuirá quizá hasta desaparecer, y su deseo
recobrará una inocencia cargada de la experiencia dolorosa del perverso, con
lo cual será un deseo inocente pero no bobo.
Yo no había aceptado la ira de mi madre porque no sabía que su ira era su
deseo.
Ella le dijo que él nunca la había aceptado como era. Puso comillas a la pa-
labra "era". Repuso él que ella nunca había sido.
Perdono tu belleza
También tu lucidez
Lo imperdonable es
Que no las conjugues.
No puedo pertenecerte
Pues dejaría de pertenecerme;
Pero si tú te pertenecieras
Podríamos pertenecemos.
Haz el amor negando el animal que eres y animal triste después del coito serás.
Básicamente hay dos seres en uno: el que piensa y el que siente. Cada uno tiene
su sexo y su función. El que piensa quiere organizar lo que siente. El que siente
se resiente cuando queda mal organizado, y el que piensa se resiente cuando se
lo dicen. Este es el eterno matrimonio (el verdadero) que bulle en nosotros
aunque estemos solteros. El que reproducimos cuando nos casamos. Feliz ma-
trimonio parece ser entonces, aquel donde el que piensa logra organizar al que
siente como éste siente que debe estar organizado para que no le duela.
No existen juicios justos, porque lo propio del juicio es añadir o quitar. Por eso
el que ama no enjuicia y con ello ejerce la justicia.
De tanto mirarse .
Acabaron por verse...
Se odiaron.
■■■ LUIS ENRIQUE MEJIA D.
Conocer cómo piensa él y sentir lo que ella siente, es lo que permite a los
amantes su lenguaje secreto.
Hasta que no cantemos el dolor que nos impidió el amor, chao amore.
DOS SUEÑOS...
La muerte 1/7/98
Estoy en la parle alta de la escalera, en la baranda,
de la casa de La Matea. Veo que del sofá de la sala empieza a salir hacia la
escalera una mujer con un manto completo de virgen color negro con café y
como untado de tierra. No camina, se desplaza. Cuando va pasando por el re-
llano se detiene y me mira. Su cara tiene músculos o algo parecido, pero no piel
y los ojos son redondos y un poco brotados y el iris es dorado opaco. Me mira
con una gran neutralidad, mayestática y de ella emana un inmenso poder que
está concentrado en ella. Yo la miro directamente a los ojos y no siento susto.
No percibo en ella ninguna carga desagradable. Luego se voltea y sigue
desplazándose hacia el patio. Creo que me desperté con susto pero pasajero.
Me volví a dormir.
A la mañana siguiente me levanté muy bien. Cuando ella me miró yo supe que
era la muerte.
Black bird 12/5/99
Voy siguiendo un jeep que transporta dos soldados,
uno de los cuales es mi padre quien ostenta un alto rango. El que va manejan-
do no lo conozco. Ya estaba oscureciendo o amaneciendo, de cualquier ma-
nera, la atmósfera era claroseura. El espacio por donde transitan es la parte
baja de Prado, como por Balboa, sector donde nací. En un momento dado se
van estacionando al lado de dos puertas de garaje cerradas con persianas
metálicas y ahí yo ya estoy en la parte de atrás del jeep. Aparece en el aire un
pájaro negro que reúne en él como la forma universal del pájaro. No era ni este
ni aquel, simplemente era el pájaro. Está cantando una melodía hermosa, que
en otro sueño yo le había oído cantar pero que nunca terminaba, siempre que-
daba inconclusa. Sin embargo esta vez, el pájaro la estaba concluyendo y yo
embelesado escuchaba cómo sus trinos dulces y melodiosos iban llegando al
final hasta que quedamente se apagaron.
EL EPÍLOGO...
conservador y los conservadores creían que yo era liberal. Por qué mi asesora
tributaria me asegura que yo carezco de importancia para el fisco. Por qué las
mujeres que han compartido mi vida, han partido de mi vida, por qué hay quién
piense que sirvo a Dios y otros al diablo. Quizás todos tenían razón y a lo mejor
ninguno la tiene.
50 años en contravía, calle abajo y cielo arriba, no le dejan a nadie nada claro.
Pero declaro que siempre he tratado de reconocerle a las heridas el dolor que
me han causado y al placer la alegría que la culpa le ha negado.
Finalmente reconozco que llevo 50 años siendo un tipo raro, cargado de
apologías y rechazos, razón por la cual no tengo más remedio que esperar
poder hacer mía, antes de la muerte, aquella famosa frase de San Pablo según
la cual: "Aparecí como loco ante los ojos de los hombres para poder quedar
cuerdo ante los ojos de Dios".
Así sea.