El desorden miofuncional orofacial es una alteración que se produce cuando la

lengua se mueve en una forma exagerada durante el habla o la deglución. La

lengua puede descansar en el piso de la boca o puede protruirse entre los dientes
superiores e inferiores durante el habla, la deglución y en descanso.

Los síntomas de esta alteración son los malos hábitos de succión o interposición
lingual, lengua descendida en reposo, respiración bucal, interdentalización de
fonemas, sin presentar patologías de base neurológica u oncológica.

En el habla esto puede producir alteraciones, las que afectan principalmente los
fonemas /s/, /t/, /d/, /ch/, /l/, esto por la debilidad muscular de la lengua.

Actualmente, las estrategias en salud apuntan a la prevención de patologías,

por lo que el tratamiento comienza por motivar a las familias a favorecer la
oportuna incorporación de consistencia y utensilios, para de esta forma
evitar la instauración de hábitos y patrones posturales orales, que
desfavorecen el correcto crecimiento y desarrollo de la musculatura.

Por otro lado, cuando ya está instaurada la patología el tratamiento se realiza para
cambiar la postura de la lengua en reposo, mejorar la articulación de los fonemas
alterados, y los movimientos linguales durante la deglución, ya que tienen una
incidencia directa y negativa sobre la dentadura, estructura ósea y musculatura de
la boca.

La rehabilitación consiste en la reeducación de los hábitos de deglución atípica,

succión, respiración bucal, y los problemas de lenguaje o articulación que de éstos
se derivan. Generalmente, la terapia involucra un trabajo interdisciplinar con otros
profesionales como, pediatras, cirujanos maxilofaciales, otorrinos, neurólogos y
también psicólogos, educadores y psicopedagogos.