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Existen muchos elementos que pueden alterar el buen funcionamiento de la voz. Algunos de
estos elementos son conocidos, como el mal uso vocal. Pero otros son desconocidos, como los
problemas digestivos o el uso de los caramelos de menta. Además, existen falsos mitos, sobre
qué influye más o menos en nuestra voz. Tal es el caso de las bebidas frías. El frío no debería
afectar a la voz. Y cuando lo hace, es por dos situaciones: o la bebida fría se tomó en un sitio
de ruido y ha sido el ruido el factor desestabilizador de la voz, o existe un problema local
laríngeo que lo explica (pólipo laríngeo, lesiones congénitas etc. ) y hay que resolver.
La voz es el producto del funcionamiento de muchos sistemas; por eso, cuando la voz se
estropea, no suele tener una causa única, sino que suele ser la suma de varias mal funciones
en diversos órganos o sistemas. En cada sistema, además, pueden influir muchos factores que
modifican su funcionamiento. Pasado un cierto umbral, el factor de riesgo (o la suma de
factores) puede originar un trastorno vocal.
Conocer los factores de riesgo que influyen en la voz puede ser una buena medida para
prevenir problemas.
I.-Bloque del mal uso vocal, que produce traumatismos y lesiones directamente en el órgano
vocal.
II.-Bloque de los conflictos emocionales y afectivos. Producen una rigidez del sistema y una
mayor facilidad para que se originen problemas de voz.
III.- Bloque de factores diversos. Cualquier cambio en el tracto vocal va a predisponer una
modificación de la voz.
IV.- Bloque de los cambios en el organismo.
V.- Bloque de los cambios en la lubricación. El movimiento tan rápido de las cuerdas vocales
hace que la ausencia de un medio que lubrifique produzca inevitablemente lesiones de
quemadura y roce.
VI.- Bloque de los factores constitucionales. Por formación anómala del tracto vocal, que
puede producir modificaciones en la voz.
De todos los factores de riesgo, los que más estropean la voz, en orden creciente de
importancia, son:
Vamos a analizar cada uno de los bloques con sus respectivos ítems para comprender mejor en
qué medida influyen en la voz y cómo podemos evitar que nos ocasionen problemas.
I.- BLOQUE DEL MAL USO VOCAL
1. Realizas esfuerzos para hablar. Hablar es un placer, y cuanto más se habla más ganas se
tiene de hablar. Esto no debería provocar fatiga ni ronquera en ninguna persona. Es un
caso semejante al del atleta: cuanto más se entrena, más posibilidades tiene de correr
más y mejor. El que se fatiga después de hablar, el que se esfuerza hablando, es porque
no lo realiza correctamente. Cuando vemos a una persona que hace esfuerzo vocal
podemos apreciar que su cuello se hincha. Cuando una persona no tiene problemas de
voz siempre habla sin esfuerzo.
Cuando hablamos, la voz se mueve; a esto lo llamamos melodía. Tener una buena melodía
es como caminar: el que sabe caminar adecuadamente no hace ningún esfuerzo, pero
para el que tiene un problema de un callo o de una fractura, caminar sería siempre
doloroso y molesto.
2. Eres charlatán. Ser charlatán no es malo. Sin embargo, si se habla mucho y mal (con
esfuerzo), los problemas de voz serán grandes. Las cuerdas no necesitan grandes tiempos
de descanso, pero sí una cierta lubricación que se consigue con las pausas que hay entre
frase y frase. Lo mejor por tanto, es hablar haciendo pausas.
3. Gritas de repente y con fuerza. Toses y carraspeas. A pesar de que la gente piensa que
los gritos son una de las peores cosas que le puede suceder a la voz, no es del todo cierto,
gritar, si está bien hecho, es lo que hace crecer la voz. Aprender a gritar no es fácil:
requiere un tiempo, un entrenamiento concienzudo. Por eso, gritar no es malo; incluso se
podría decir que, a veces, una buena terapia con gritos puede ayudar a liberar las
preocupaciones, las ansiedades, la cabeza ... ; pero es preciso aprender a gritar
adecuadamente.
·La tos son golpes traumáticos de las cuerdas vocales cuyo objetivo es la liberación de
moco. Este golpeteo continuado puede generar en nuestras cuerdas vocales pequeños
traumatismos que impiden realizar nuestro trabajo vocal con toda libertad. Lo mismo
ocurre con el carraspeo.
4. Usas la voz en ambientes ruidosos (bares, discotecas, recreos ...) . Es una de las cosas que
más puede estropear la voz ya que aumentamos el volumen sin darnos cuenta, no sin
estar exentos de fuertes tensiones laríngeas.
Existe una relación muy directa entre la tensión y los problemas de la voz. La voz es elasticidad,
distensión, equilibrio. Si existe rigidez, la voz se ve afectada muy rápidamente. Por eso, en este
bloque vamos a analizar si existe algún tipo de conflicto emocional, ya que es la causa más
frecuente de una rigidez del sistema. Si a eso le unimos también un mal uso vocal, los
problemas de la voz crecerían de forma exponencial.
¿Cómo evitar las preocupaciones? Las preocupaciones existen, vienen solas en nuestro
quehacer diario y no podemos evitarlas. Lo que sí podemos hacer es disminuir la influencia de
esa preocupación sobre nosotros mismos, bien realizando alguna actividad física o
poniéndose a trabajar sobre el tema que provoca la preocupación y resolverlo lo antes
posible. Esto a veces es imposible, ya que muchas veces el asunto que nos preocupa no está
en nuestras manos sino en las de otros.
3. Eres temperamental, dominante, agresivo, impulsivo. Cuando una persona tiene una
personalidad y un carácter excesivamente temperamental, agresivo, impulsivo ... hace
que las relaciones con los demás sean muchas veces como explosiones. Esa explosión
vital, corporal, es también una explosión de voz.
4. Sientes ansiedad, estrés. La presencia de ansiedad en la vida de una persona hace que
todo pueda parecer más complicado y más pesado de lo que habitualmente es. Todos
tenemos estrés mientras vivimos, y no tenerlo sería un problema importante, ya que no
reaccionaríamos ante los hechos habituales. Por eso, el estrés no es malo. Pero vivir el
estrés con ansiedad, con preocupación y angustia, es muy dañino para nuestra salud
general y también vocal.
5. Tienes frecuentes enfados y discusiones. Hay personas que se enfadan, que discuten con
facilidad, que son pleitistas. Ese tipo de acciones y de personalidades son realmente
nocivas para la salud vocal. Hablar sin discutir es lo ideal.
1. Percibes rigidez general, falta de flexibilidad. Cuando existe rigidez, falta de flexibilidad,
las cuerdas vocales se lesionan muy fácilmente, ya que el contacto entre ellas se
transforma en duro y se produce un roce. Este roce puede originar lesiones de tipo
nódulos vocales.
2. Ingesta de líquidos. Cuando emitimos cualquier sonido, las cuerdas vocales vibran (se
mueven) a gran velocidad generando un choque entre ellas. Para que este roce entre ellas
no genere ningún tipo de lesión, es preciso que estén bien lubrificadas. La ingesta de
líquido de forma habitual en gran cantidad, ayuda mucho a esto. Lo ideal es beber
alrededor de 1,5 ó 2 litros de líquido al día.
3. Sientes agotamiento, por cansancio físico y fatiga. El agotamiento hace que nuestro
cuerpo reaccione de forma rígida para poder mantenerle. Es una de las causas que
pueden producir la falta de flexibilidad.
4. No haces un reposo nocturno suficiente. Sabemos que una de las cosas que más
modifican la voz es levantarnos después de haber dormido poco. La voz se transforma en
pastosa, oscura, ronca ... Dormir lo que cada persona necesita (8, 6, 4 ó 10 horas) es muy
importante para nuestro organismo, para nuestro cuerpo y para nuestra voz.
5. Tienes tendencia a hablar rápido, sin pausas. Cuando una persona habla sin dejar pausas,
se ve obligado a realizar inspiraciones a través de la boca porque necesita introducir aire
muy rápidamente. Al eliminar la entrada de aire por la nariz, se producirá una sequedad
importante en nuestra garganta. Esa sequedad es la que va a hacer que las cuerdas
vocales vayan rozando y lesionándose.
6. Mantienes una postura inadecuada del cuello: cuello estirado y rígido. El cuello es el
lugar en el que se aloja la laringe, como flotando. Cuando el cuello está excesivamente
rígido, tenso, la voz no va a poder salir. Para eliminar esas tensiones del cuello no hay que
acudir específicamente al cuello sino a todo el cuerpo. Por eso, bailar con movimientos
elásticos, soltando todo el cuerpo, es muy adecuado.
1. Tienes tendencia a padecer catarros. Esto va a provocar una acumulación de moco a nivel
laríngeo. Con catarro se habla mal, porque hay una dificultad importante para poder
emitir la voz.
2. Eres fumador. El tabaco, junto con el hablar en ambientes ruidosos, es uno de los factores
que más problemas de voz produce.
La lubricación insuficiente o deficiente es una de las causas más importantes en las lesiones de
las cuerdas vocales.
4. Contacto habitual con polvo y tiza. Cuando el tracto vocal se seca por la entrada de
polvo, el aparato vocal funcionará peor. Los ambientes con polvo, a veces, son inevitables.
5. Aire acondicionado. El aire acondicionado seca mucho todo el árbol respiratorio porque
modifica el grado de hidratación.
6. Caramelos y menta. Los caramelos van a secar la garganta por su alto peso molecular,
que modifica la viscosidad de la saliva y la vuelve más espesa. Especialmente si son de
menta. Aunque en un primer momento la sensación sea de alivio, frescura y apertura
nasal, rápidamente le sigue una sensación de sequedad y será necesario tomar otro
caramelo para eliminarla. Se originara así un círculo vicioso que será difícil de romper.
No todos estamos hechos igual. Existen muchos defectos de constitución (de fabricación) que
sólo afloran después de un derrumbe del sistema; por ejemplo, por un catarro muy fuerte o un
exceso vocal. No tienen fácil solución y hay que saber convivir con ellos. Actualmente, la
cirugía puede ayudar a mejorar algunos de estos problemas, pero solo se recurre a ella en
último caso.
1. Diferencias por el sexo. Por estadística está comprobado, que es mayor el número de
mujeres con problemas en la voz.
3. Voz peculiar desde la infancia. La voz peculiar es aquella voz peculiar que, escuchada por
primera vez, genera siempre algún comentario, resulta "diferente". Esto es muy parecido
a lo anterior: es la manifestación clínica de algo congénito.
4. Poder cantar y entonar con claridad. Cuando la voz está bien, uno puede subir o bajar de
tono sin hacer ningún esfuerzo. Pero cuando no es así, pueden surgir problemas,
especialmente en actividades que requieran altas prestaciones (el canto, por ejemplo).
5. Ronqueras con facilidad ante los esfuerzos vocales. Un esfuerzo vocal no debe
desembocar necesariamente en una ronquera. El que un niño salga de excursión, haga un
esfuerzo vocal y vuelva ronco, no puede considerarse normal. En esa excursión muchos
niños han gritado, han hecho barbaridades con su voz y no han tenido problemas. Cuando
esto sucede, siempre hay que buscar el motivo y la solución. Esto sólo está en las manos
de un especialista.
Vamos a conocer cuáles son los Factores de Riesgo que más te afectan. En cada una de las
preguntas tendrás que responder con un número del 0 al 3, dependiendo de tu valoración
subjetiva. El 0 es “Nada o nunca”, el 1 es “Poco o a veces”, el 2 es “Bastante o a menudo” y el 3
es “Mucho o siempre”.
2. Eres charlatán.
0 1 2 3
0 1 2 3
0 1 2 3
4. Tienes ansiedad y estrés laboral, familiar, social... ambientes competitivos y/o poco
Interactuantes
0 1 2 3
0 1 2 3
0 1 2 3
2. Ingesta de líquidos. (0= 2 litros/día; 1=1,5 l/día; 2=1l/día; 3=0,5l/día)
0 1 2 3
3. Sufres agotamiento por cansancio y fatiga.
0 1 2 3
4. Reposo nocturno insuficiente.
0 1 2 3
5. Tienes tendencia a hablar rápido, sin pausas, sin vocalizar, sin mover la lengua.
0 1 2 3
0 1 2 3
3. Número de cigarrillos día. (1= 1-5 cig/día; 2= 6-10 cig/día; 3= 11-15 cig/día)
0 1 2 3
0 1 2 3
5. Alcohol: en vasos de vino (1 vaso de alcohol son 3 de vino). (1= 1-3 v/día; 2= 4-6;
3= +7)
0 1 2 3
6. Audición deficiente. 0 1 2 3
0 1 2 3
3. Sufres variaciones bruscas de temperatura.
0 1 2 3
4. Estás en contacto habitual con polvo, tizas...
0 1 2 3
5. Estás con aire acondicionado habitualmente.
No todos los factores de riesgo tienen el mismo peso. Existen unos factores Mayores (esfuerzo,
gritos, ruido, temperamental, ansiedad, enfados, reposo nocturno, catarros, tabaco, reflujo,
sequedad, ronqueras con facilidad) que influyen de manera más decisiva que los otros.
Resultado
Si la puntuación está entre 0-20 directos su riesgo vocal es escaso.
Si está entre 21-40 ¡atención! usted puede ser un candidato a problemas de voz.
Si la puntuación obtenida es superior a 40 ¡PELIGRO! usted es una persona que puede
padecer fácilmente problemas de voz.
Todo esto no quiere decir que la persona que tiene un alto índice de factores de riesgo
tenga necesariamente problemas de voz, pero sí que existe una mayor probabilidad de
que, al sumarse varios de estos factores a un mismo tiempo, se desencadene
fácilmente un trastorno de voz.