En esta redacción vamos a explicar en qué consiste el trastorno antisocial y el trastorno
explosivo intermitente de la personalidad de tal forma que quede lo más claro posible en base a nuestra interpretación y la idea que queremos compartir con el objetivo de dar a entender lo que viven las personas con estos casos clínicos.
La personalidad antisocial se desarrolla normalmente en el trascurso de la niñez y
adolescencia, donde se crean trastornos de todo tipo las cuales han sido llamadas como personalidades agresivas y pueden ir junto con criminalidad y sociopatía, ya que estas personas tienen poca importancia por las normas, leyes y derecho individuales.
Este trastorno también se lo relaciona con el abuso de drogas o sustancias, por la
dificultad de soportar la rutina que viven día a día, generalmente este trastorno se presenta en personas de clase baja, debido a carencias económicas y sociales o por falta de formación académica.
Por otra parte el trastorno explosivo intermitente es un trastorno emocional que se
caracteriza por tener episodios frecuentes de agresividad que la persona no suele recordar, generalmente se presenta en la niñez o adolescencia este trastorno conduce a un riesgo mayor porque se pueden autodañar o incluso pueden llegar a suicidarse en la adolescencia.
Este trastorno es como un desajuste emocional y del comportamiento que se caracteriza
por una conducta de violencia ante una situación de frustración o malestar. La persona que sufre este trastorno explota o reacciona ante cualquier estímulo que le provoque alguna emoción negativa, le cuesta controlar los impulsos y sus reacciones en muchos casos suelen ser desproporcionadas.
Las explosiones de ira o agresividad no son premeditadas y no persiguen propósito
alguno que beneficie a la persona que las manifiesta, las personas con este trastorno pueden ser susceptibles a caer en las drogas y el alcohol.