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La Idea Iusnaturalista en El Pensamiento Clásico
La Idea Iusnaturalista en El Pensamiento Clásico
Concepto de naturaleza: La naturaleza como algo común que engloba a todos los
seres. Visión panteísta del mundo.
Negación de la esclavitud: Consecuencia de su concepto de naturaleza.
Fraternidad: El hombre es sagrado para el hombre, escribió Séneca.
Cosmopolitismo: Minimización de las diferencias nacionales, debido primero a
la crisis de la polis y segundo al ideario del imperio romano.
En razón de esto, el iusnaturalismo estoico alude a la idea de un orden cósmico (logos)
y un destino (determinismo universal). Los actos, por tanto, han de adaptarse a las leyes
de la naturaleza. Las pasiones han de dominarse, hasta culminar en la apatía ó ataraxia
(ideal ascético). Queda establecido un triunvirato de leyes (natural, universal y humana)
que supone un precedente del cristianismo.
LA IDEA IUSNATURALISTA EN ROMA: CICERÓN
Hay influencia de Grecia, sobre todo del estoicismo. Las ideas de Cicerón, discípulo de
Posidonio, se resumen en su objetivismo jurídico, su estoicismo y su apuesta por la
Naturaleza como fundamento del Derecho.
Cicerón distingue entre ius civiles (leyes positivas de cada comunidad política), ius
gentium (derecho universal) y ius naturale(derechos abstractos y generales). Sin
embargo, para Gayo sólo existe el ius civile y el ius gentium. Ulpiano vuelve a la
tricomía de Cicerón, pero extiende demasiado el concepto de ius naturale. Finalmente,
Paulo, habla de ius civile y un ius naturale visto como ideal, lo cual es un precedente de
Justiniano.
EL IUSNATURALISMO CRISTIANO
El cristianismo, como oposición y en buena medida como continuación del paganismo,
constituye un ineludible fenómeno histórico-cultural.
El cristianismo supone la unión de los conceptos pecado y delito. Fundamenta, además,
el origen divino del monarca (la norma emanada del soberano se hace equivaler a un
mandato religioso).
El influjo del cristianismo cambia, al principio, la visión sobre el hombre, ya que trae
consigo una serie de valores humanos. Asimismo, conlleva un ideal de filiación divina y
de amor fraterno universal, que añade dignidad al hombre (paso del individuo a la
persona).
EL IUSNATURALISMO CRISTIANO HASTA EL SIGLO XIII
San Pablo, en su Epístola a los romanos, inicia el iusnaturalismo cristiano. Afirma que
la ley de Dios está inscrita en la Naturaleza. Se refiere a una ley moral natural.
Más tarde, las obras de los Padres de la Iglesia (la Patrística) son de tipo apologético, y
no se ocupan de modo sistemático del Derecho Natural. Identifican la ley natural con
los Diez Mandamientos. Distinguen entre Derecho Natural primario (antes de la caída)
y secundario (después del pecado), y sus textos, a fin de cuentas, revisten de
fundamento teológico el Derecho Natural.
SAN AGUSTÍN
Culmina la Patrística. Parte de un concepto de ley eterna, que, pasada por el filtro
racional del hombre, es ley natural. A su vez, las leyes que derivan de ésta son leyes
positivas.
SAN ISIDORO
Escribe el Libro de las Etimologías. Se acoge a una división trimembre del Derecho
(Natural, Civil y Consuetudinario).
EL IUSNATURALISMO ESCOLÁSTICO
SANTO TOMÁS DE AQUINO
Parte del concepto agustiniano de ley eterna (función gobernadora del orden universal).
De ahí llega a la ley natural, al igual que San Agustín. Los preceptos de la ley natural
son: autoconservación del propio ser, conservación de la especie y vida en sociedad y
búsqueda de la verdad. Cualitativamente, hay que atender a la veracidad y a la evidencia
en el proceso interactivo-racional-práctico, por lo cual cabrá hablar de preceptos
primarios, secundarios y terciarios (siendo los primeros los de más evidencia y
veracidad, y los últimos lo que menos).
Para Santo Tomás, la ley natural es universal (la misma para todo tiempo y lugar) e
inmutable (tiene una unidad en el tiempo).
LA ESCOLÁSTICA FRANCISCANA
Sigue la tradición platónico-agustiniana (que se opone a la aristotélico-tomista). Sigue
un camino intermedio (llamado racionalvoluntarismo) entre el intelectualismo que da
primacía al entendimiento humano (o divino): lo que se manda, se manda porque es
bueno; lo que se prohíbe, se prohíbe porque es malo y el voluntarismo que da primacía a
la voluntad humana (o divina): lo que es bueno, es porque está mandado; lo que es
malo, lo es porque está prohibido.
AUTORES
DUNS ESCOTO
Sigue la corriente franciscana. Es opuesto al tomismo. Adopta una postura voluntarista.
Piensa que más que la búsqueda del conocimiento de Dios (intelectualismo), lo que ha
de primar es el amor a Dios (voluntarismo). Esto lo justifica con la Teoría del
contigentismo físico (las leyes físicas son contingentes, no necesarias para Dios). Por su
parte, el contigentismo moral alude a que la moralidad del mundo es tal por voluntad de
Dios.
GUILLERMO DE OCKHAM Y EL TRÁNSITO A LA MODERNIDAD
También franciscano, y más avanzado. Parte del voluntarismo y formula los
contigentismos más radicales que Scoto. Rompe con los universales aristotélicos y
habla de nominalismo: las cosas son modos de designación o nombres. Por tanto, el
único conocimiento es el de las cosas concretas. Por tanto, no podemos tener un
conocimiento directo de Dios. Ockham abre así la vía hacia la modernidad.
EL PENSAMIENTO RENACENTISTA
Se produce un ocaso de la escolástica e instauración del pensamiento racionalista.
Cultural y artísticamente hay una vuelta al mundo grecolatino.
EL IUSNATURALISMO RACIONALISTA
La filosofía racionalista dominó Europa a partir del Renacimiento. Supone, ante todo,
un cambio de mentalidad. Sus presupuestos básicos aluden a un principio de necesidad
(el universo tiene una estructura necesaria, esto es, racional), no hay azar ni
contingencia (y por extensión, lo más necesario es la matemática), separación entre
filosofía y teología. Se produce una revalorización de las ciencias naturales: Kepler,
Galileo, Newton, Pascal, Copérnico... Todo ello contribuye a componer la idea de
Progreso.
Autores
GROCIO
Es un jurista interesado por la praxis. Equipara el Derecho natural con la Naturaleza
racional (que en última instancia todavía está en Dios). Además del componente
racional, está el social (sociabilidad).
PUFFENDORF
Es el instaurador definitivo del racionalismo en el Derecho. A diferencia del anterior, se
acerca al voluntarismo. Para Puffendorgf, el hombre posee dos condiciones naturales: la
imbecillitas (inseguridad, desamparo; estado de naturaleza) y la socialitas (status civilis,
o para é: status adventilius).
TOMASIO
Discípulo del anterior. Entre sus ideas ilustradas, encontramos que para él el motor de la
unión social es la búsqueda de la felicidad. Aquí Dios no aparece como legislador, sino
como creador. Existen tres órdenes reguladores: la ética, los usos sociales y la
jurisprudencia (lo cual supone, también, separación entre moral y Derecho).
WOLF
Más filósofo que los anteriores. Es conciliador y racionalista. No separa, sin embargo,
entre moral (ley preceptiva) y Derecho (ley permisiva).
EL IUSNATURALISMO EN EL S.XIX
Entramos en un siglo repleto de complejidad y heterogeneidad filosófica. La influencia
de Kant es gigantesca. Se produce también una reacción contra el Racionalismo
ilustrado. Esta reacción viene desde tres frentes: -el vitalismo: que defiende la
continuidad y flujo constante de la vida; -el tradicionalismo: que aboga por una vuelta al
pasado; y el historicismo y evolucionismo: que fijan sus explicaciones en el dinamismo
de la Historia.
POSITIVISMO FILOSÓFICO: Presta exclusiva atención a los datos empíricos. Niega
la metafísica.
POSITIVISMO JURÍDICO: Sólo reconocen el Derecho positivo. Niega el Derecho
natural.
Corrientes
a) Teoría general del Derecho (Merkel): Proviene de Alemania. Es la justificación
científica de lo jurídico. Es el conjunto de abstracciones generales de lo común a
cada tipo de Derecho.
b) Escuela de jurisprudencia analítica (Austin): Desde Inglaterra. Austin quiere
llegar a una ciencia sobre la base de los conceptos jurídicos, mediante el análisis
comparado de los diferentes ordenamientos jurídicos.
HISTORICISMO:
La escuela histórica del Derecho supone una reacción al iluminismo del s. XVIII. Las
ideas de esta Escuela se centran en los conceptos de nación o pueblo unidos al
volksgeist (espíritu popular). Además, marginan la idea iusnaturalista.
En el clima descrito, la nueva consciencia de la historicidad del Derecho supone
un radical cambio de perspectiva que se manifiesta en todas las instancias de la
teoría y de la práctica jurídica. Se abre así paso, progresivamente, una
revalorización de lo individual y lo concreto; de lo histórico, frente al gusto por
la sistematización abstracta y universalista que había predominado en las instancias
jurídicas del Iluminismo. En particular, se van disolviendo los instrumentos
conceptuales del XVIII en un proceso lento y gradual que va socavando los
cimientos de aquel, en apariencia, sólido edificio que forman las construcciones de la
cultura jurídica del Iusnaturalismo ilustrado. De ahora en adelante, la tarea del
jurista no revestirá ya los caracteres de una búsqueda incondicionada de la norma más
justa bajo los auspicios de la pura razón, sino que se dirigirá a la
sistematización y explicación de un material empírico: el Derecho positivo, a través de
la variedad de sus determinaciones históricas. Esta nueva comprensión de la
realidad que se inicia en las postrimerías del siglo XVIII puede considerarse como una
tendencia general de la cultura alemana. Las influencias del pensamiento francés
e inglés, especialmente a través de la penetración de las obras de Montesquieu y
Burke, impulsó a los espíritus más inquietos hacia el estudio de la Historia. Importancia
decisiva en esta dirección tuvieron también las Patriotische Phantasien (1704) y la
Osnabrückische Gescbichte (1768) de Justus Móser, quien con su revalorización de las
viejas tradiciones corporativas, sentaba las bases de un nuevo entendimiento y una
nueva valoración del pasado histórico.
IUSNATURALISMO CONTEMPORÁNEO.
Desde Antígona hasta nuestros días, la cuestión iusnaturalista se ha prolongado por
veinticinco siglos. La pervivencia de una discusión indica, por una parte, que se trata de
un tema vivo, quizás ineludible. Pero por contraste, el hecho de que a través de los
siglos y tras muchos esfuerzos no aparezca, haberse llegado a un acuerdo sobre la
validez, sentido y alcance práctico, de la cuestión, muestra que hay algo en ella que la
hace especialmente conflictiva.
En segundo lugar se da un panorama a la forma en que argumentan los diversos autores
iusnaturalistas, al exponer sus teorías, que como se sabe son muy variadas, sin embargo
“les resulta para algunos contemporáneos la existencia de un Derecho Natural, y la
adopción de un iusnaturalismo, pero como los tiempos han cambiado, y hoy la
tradición es la del relativismo.
Además también se valora la flexibilidad y parece que la admisión de una teoría
iusnaturalista, necesariamente lleva a una rigidez, tanto intelectual como práctica,
puesto que el iusnaturalismo se admiten ciertos puntos morales, y los defiende, y está
por el mismo hecho descalificando a las personas que piensan moralmente diferente.
Son muchas y muy variadas las razones por las cuales puede negarse a aceptar un
Derecho Natural y a mantener una teoría iusnaturalismo. “Hay dos respuestas relevantes
para que una sociedad entienda la existencia de una Derecho Natural y una Teoría
Iusnaturalista, la primera de estas respuestas es que la idea de Derecho Natural está
relacionada con la noción del límite. Y en nuestra época por razones tan diversas como
pueden ser los abusos del totalitarismo, la destrucción de la familia, el abuso a la mujer
y la destrucción del medio ambiente.
Sin embargo hay muchas razones por las cuales nos han llevado a cada uno de nosotros
a sostener la existencia de un Derecho Natural, inclusive en una época en la que
académicamente o políticamente no es conveniente hacerlo.
Como exponentes principales de esta corriente denominada Iusnaturalismo Racionalista
o Moderno, puede encontrarse, entre otros a Hugo Grocio (1583 – 1654 d.C.), Samuel
von Puffendorf (1632 – 1694 d.C.), Christian Thomasio (1655 – 1728 d.C.), Christian
Wolf (1679 – 1754 d.C.), entre los más relevantes.
EL IUSNATURALISMO EN LA ACTUALIDAD
Iusnaturalismo, sentimiento del derecho natural y ética moderna
Derecho Natural y iusnaturalismo son conceptos ambiguos y con múltiples sentidos.
Implican una pluralidad de posiciones -no reductibles a uni- dad- dependiendo de las
diferentes situaciones de la vida -pensamiento y acción- en las que se realizan.
A menudo sucede que el uso de expresiones, ideas, etc., durante siglos tiende al
establecimiento de una noción unitaria, corriendo el riesgo de generalización. Acontece
que una idea, a través de los siglos, se carga de significados con diversas ramificaciones
imposibles de reconducir a la unidad originaria, aunque tengan una denominación
común.
La expresión iusnaturalismo, como teoría del Derecho Natural, puede ayudar a
distinguir entre derecho de la naturaleza y el reenvío a las doctrinas iusnaturalistas.
El iusnaturalismo como doctrina se desinteresa del puro sentimiento del Derecho
Natural. Si se lleva a cabo la distinción entre iusnaturalismo -como teorización de la
idea del derecho natural- y el sentimiento del derecho natural -como apelación
emocional a un derecho existente "in cordibus"- será más fácil demostrar la tesis
pretendida: una renovación del iusnaturalismo en la conciencia del pensamiento
contemporáneo es incompatible con el carácter esencial de la ética moderna cuya raíz
deriva de su histórica e ideal modernidad. Es incompatible el iusnaturalismo con la ética
moderna.
El sentimiento del derecho natural coincide con el sentimiento de la justicia -invocación
al derecho natural- contra una legislación -una de las varias determinaciones históricas
de la idea de la justicia- que ha de conocerse en el etos de las que participa. El
sentimiento de la justicia aparece con más claridad ante la insuficiencia de la misma que
ante su posibilidad.
Pero el discurso filosófico cuando emprende el camino del reconocimiento de la justicia
bajo los residuos del derecho natural, debe dirigirse a la identificación de la primera, no
del segundo.
Si el sentimiento del derecho natural puede comprenderse en su verdadera esencia sólo
si se refiere a la justicia de la que es un aspecto, no por ello el iusnaturalismo debe
identificarse, en rigor, con los razonamientos en torno a la justicia. En sentido estricto,
el iusnaturalismo es otra cosa, no se limita a comentar y sostener ese sentimiento, no se
limita a insistir de forma monótona en su protesta contra las leyes injustas, sino que es
una concepción de la vida, se conecta con una determinada visión del mundo, que se
manifiesta de diferentes formas.
El iusnaturalismo no puede reconciliarse con la moderna concepción moral del mundo,
formada desde el Humanismo hasta la actualidad, a través de los tiempos, denominados
modernos.