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En 1985, Don abandonó Touch & Young para ejercer como contralor
corporativo de Cook & Spector, Inc., una enorme división de productos de
consumo -cuatro mil millones de dólares en ventas- de Industrias Queen`s,
una importante corporación británica. Cook & Spector había sido adquirido por
Queen’s en 1984. Don estaba familiarizado con esta firma porque era uno de
sus clientes importantes. Explicaba así por qué decidió asumir el empleo:
“Era también una gran oportunidad de hacer carrera. Cook & Spector era
una gran corporación, razonablemente rentable, con algunos nombres
de marcas destacadas. Mi trabajo era significativo. Tenía 250 personas
que trabajaban para mí. Me reportaba al director general de finanzas y la
única otra persona que también lo hacía, era el tesorero, quien tenía a
ocho personas bajo su mando. De ahí que pensara que yo sería el
probable próximo candidato a asumir como director general de finanzas.”
Don inició funciones en Cook & Spector en agosto de 1985. Pasó sus
primeros seis meses planificando los cambios que él quería introducir a los
sistemas de información contables de la firma. Luego, durante los tres años
siguientes, implementó las modificaciones importantes. Cambió el catálogo de
cuentas de modo tal que la empresa pudiera producir estados de pérdidas y
ganancias hasta el nivel de la producción.
Una vez que los sistemas contables habían sido computarizados, no le fue
difícil a Don reducir los costos en el departamento de contraloría. Luego, redujo
el personal de contabilidad, de 250 a 110, ahorrándole a la compañía más de
cuatro millones de dólares al año.
Administración de Utilidades
Reconocimiento Corporativo
Los superiores de Don estaban extasiados con los esfuerzos que él realizaba.
Había modernizado los sistemas contables de la compañía; había ahorrado a la
entidad cuatro millones de dólares en gastos generales anuales; y había
demostrado gran habilidad en manejar la contabilidad de las cifras de
utilidades. Tras un año en la compañía, fue promovido a vicepresidente-
contralor. Don estaba rebosante de éxito:
Durante su tercer año en Cook & Spector, Don empezó a sentirse inquieto con
respecto de las maniobras que ejecutaba con las reservas. Decía:
“En realidad, no había pensado bien sobre las maniobras que hacía con
las reservas. Estimaba que yo era como el integrante de un equipo. Así
era como la compañía había sido conducida durante años. Ésta poseía
el récord de 33 años consecutivos incrementando las utilidades
trimestrales. Pero, los verdaderos resultados, con recesiones y todo
aquello que suele suceder, no ocurren de esa manera. Por lo tanto, yo
no hubiese inventado la administración de utilidades en Cook & Spector,
aunque probablemente ahora lo estábamos haciendo a una escala
mayor de lo que se había hecho antes.
Don intentó vaciar las reservas del estado de pérdidas y ganancias al nivel del
producto, pero la complejidad era arrolladora debido a que cada una de las
más de 600 líneas de productos, tendría ahora dos estados de pérdidas y
ganancias cada una. Además, el nuevo cálculo provocaría un gran número de
disputas con los administradores operativos, debido a que las divisiones habían
estado manipulando los números por su propia cuenta. Ellos, en realidad, no
habían gastado los desembolsos por promoción como se había informado, y
tenían sus propias reservas ocultas. De hecho, las reservas de una división
probablemente totalizaban más que aquellas creadas a nivel de la corporación.
De este modo, aun cuando Don pudiera eliminar las distorsiones que él había
causado, las declaraciones productivas que así resultaran no producirían
información fidedigna.
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“El año 1988 parecía igual a otro año de baja actividad, y todos decían
‘Necesitamos más desarrollo de productos porque el que se hizo el año
pasado no resultó.’ El presidente, por su parte, afirmaba que
necesitábamos otro 8 por ciento de aumento en los ingresos.
Algunas de las preguntas que Don hacía en las entrevistas era: ¿Cuáles son
las decisiones más importantes que Ud. toma en un mes y en un año, y qué
información utiliza para ello? El administrador de la unidad operativa mayor
expresó:”En un mes, una de las decisiones más importantes que tomo, se
refiere a cuántos ingresos acredito”.
Y él no era una excepción. Todos los demás con quienes hablé reforzaban
aquel mensaje. Los administradores que no lograban sus metas
presupuestarias mensuales recibían una lluvia de críticas. El presidente
rápidamente los llamaba para preguntarle: “¿Qué está haciendo Ud.?, ¿Cómo
está corrigendo este problema?, ¡Corte la publicidad!, ¡Despida personal!”. Esto
me dejaba en claro sobre lo que sucede cuando uno permite las
manipulaciones. La gente no centra su atención en los problemas verdaderos.”
Pero Don quería ser capaz de aportar una solución, razón por la cual se
propuso buscar “el Santo Grial del informe financiero más razonable”. Supo que
algunas compañías estaban experimentando con un enfoque para planificar
centrado en cambios en el valor de los accionistas. Esto centró la atención de
la evaluación en los números duros –flujo de efectivo- más que en el fácilmente
manipulable beneficio operativo. Don estudió estos enfoques y propuso su
utilización a la administración superior, pero los miembros de ésta se oponían
por completo a efectuar cualquier modificación. No entendían por qué ellos
querrían realizar tan drásticos cambios cuando la compañía y su equipo
administrativo lo estaban haciendo tan bien.
La decisión de irse
Como el ritmo del cambio de los sistemas de contabilidad se hacía cada vez
más lento, el trabajo de Don se volvió más rutinario y más aburrido. Empezó a
poner oído a otras oportunidades de hacer carrera. Pensó que deseaba ser
director general de finanzas de una empresa, de modo que pudiera trabajar
más en el área de finanzas, donde no había tenido experiencia alguna. Y
estimó que le gustaría ingresar a una posición de administración en línea
directa.
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La compañía
Transición de Poder
Don, sin embargo, tenía mucho trabajo por hacer antes de que pudiera
dedicarse a los cambios en la planificación de la compañía y a los procesos de
evaluación. Primero, concentró su atención en el catálogo de cuentas de
Eastern. La facturación se hacía manualmente y los gastos se asignaban
solamente a las cuentas muy globales. Por ejemplo, la compañía pagaba
enormes cuentas por arriendo de satélite y servicios de telefonía, sin ningún
intento de delinear los gastos para contratos o incluso las líneas de productos.
Y había otro factor que complicaba el escenario: muchos de los cargos no se
facturaban regularmente, razón por la cual los gastos tenían que ser
acumulados. Sin embargo, las bases sobre las cuales se efectuaban las
acumulaciones no estaban bien elaboradas.
Don también tenía que invertir más tiempo en integrar los sistemas de las
subsidiarias recientemente adquiridas. Supo que Eastern era mucho más
dinámica que Cook & Spector. En esta última tuvo tiempo para planear lo que
quería hacer. En Eastern, en cambio, tuvo que implementar los cambios
rápidamente con la esperanza de afinar los sistemas más adelante.
Tras la preparación del presupuesto, Don inició un análisis del porqué éste
mostraba una pérdida para el año fiscal 1991, toda vez que Eastern había
estado informando de ganancias durante años. Para él era obvio que el
negocio de la comunicación satelital no era realmente rentable. Eastern había
estado reportando utilidades porque la compañía había implementado una
estrategia de información financiera extremadamente agresiva. Joe Blevins
tenía la teoría de que todas las puestas en marcha iniciales eran no rentables
al comienzo, y que las políticas de contabilidad agresivas son necesarias para
hacer que la empresa parezca rentable y obtener capital. “Las utilidades se
recuperan más adelante”.
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Joe utilizaba una serie de métodos para aumentar las utilidades, incluyendo los
siguientes:
1.- Virtualmente, todas las reparaciones y actividades de
mantenimiento eran capitalizados. Debido a que había mucho
desarrollo en plena ejecución, la posición de Joe era que todo el
tiempo de los ingenieros y técnicos se invertía trabajando en la
construcción o efectuando modificaciones que agregaban
capacidad al equipamiento. Por esa razón se capitalizaban todos
los costos.
su verdadera vida útil. Don descubrió que “Cuando los auditores hacían
preguntas sobre la depreciación de 12 años, Joe siempre señalaba la enormes
antenas y decía “Estarán allí durante cien años”. Eso es cierto, pero sólo una
pequeña parte del costo del equipamiento de la compañía está en las antenas.
Hacia fines del año fiscal de 1990, Don estimaba que de los 10 millones de
dólares en adiciones anuales de capital, 3,5 millones era interés y otros 2
millones, ítems que deberían haber sido clasificados como reparaciones,
gastos de mantenimiento y salarios de ingeniería. Si aquellos gastos fuesen
trasladados al estado de ingresos y gastos, Eastern arrojaría una enorme
pérdida. Sin embargo, mientras la administración de Eastern pudiera obtener
fondos para más adiciones de capital, la compañía continuaría aplazando
dichos gastos.
Don asistió a la reunión con los auditores, pero dijo: “Tuve que abandonar la
sala porque era muy escandaloso.”
Los auditores dieron a los estados financieros de Eastern 1990 un dictamen sin
salvedades, aunque expresaron a la junta directiva que tales estados estaban
presionando en el filo de un informe contable agresivo. En respuesta a cómo
los auditores aprobaron los estados financieros, Don respondió:
Pienso que Joe también producía un efecto sobre los auditores. Él posee
una personalidad explosiva. Lo he observado llamar a los auditores a su
oficina, incluso al que es socio, y literalmente chillarles en la cara. Sobre
reacciona enormemente ante cualquier cosa. No es emocionalmente
maduro. Creo que le tienen miedo. Incluso, cuando se dan cuenta de sus
errores, sienten una presión natural por mantener a flote al cliente sobre
la marcha. Esperan que salga bien.”
Don estaba ahora muy preocupado. El resto del equipo administrativo superior
todavía no mostraba mucha fe en las cifras del presupuesto y no habían
rebajado los costos tan radicalmente como a Don le habría gustado. Ellos aun
creían que la negociación con National señalaba el camino del futuro de la
compañía. Don sabía que la actitud de ellos perpetuaba las presiones por
entregar informes financieros agresivos.