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Los Principios Generales del Derecho, Su Importancia en la Administración de Justicia Y su

Aplicación

INTEGRANTES:

Diana Carolina Vásquez Sánchez

Cód. Estudiantil 1811982298

Daniela Moreno Zapata

Cód. Estudiantil 1811982298

Jairo Enrique Mendoza Meléndez

Cód. Estudiantil 1811982749

Karen Dayana Banqueth Mestra

Cód. Estudiantil: 1721981996

Kery Yoana Mejía Morales

Cód. Estudiantil 1811982527

Introducción al Derecho

Profesional en Gestión de la Seguridad y la Salud Laboral

Institución Universitaria Politécnico Gran Colombiano

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INTRODUCCION

Los primeros antecedentes de los Principios Generales del Derecho se originan en la ciudad de

Grecia, Por lo que respecta, al significado etimológico, Enrico Pattaro (1987), comenta lo

siguiente: “Como es sabido, el término que en griego antiguo corresponde a principio es arxe. En

Aristóteles (Estagira -384 Calicle 322 A.C.), arxe se asocia con Stoikeikon (elemento constitutivo)

así como aitia (causa). Inicio, elemento constitutivo, causa (primera) son tres significaciones

posibles del término principio. Probablemente los tres (en algunos autores o en algunas teorías)

concurren en el concepto de principios generales del derecho. Sin embargo, ninguno de los tres,

desde un punto de vista de historia terminológica y conceptual, representa un significado del todo

pertinente del término principio en la expresión principios generales del derecho. AL ORIGEN DE

LA NOCIÓN, “Principios Generales del Derecho. Lineamiento Histórico Filosófico”.

Estos principios generales del derecho los veremos en el desarrollo del tema de investigación,

como son: Los Principios de la buena fe; de la apariencia de buen Derecho, de Simulación; de

Abuso del Derecho; de Responsabilidad Civil; de Imprevisión; de Enriquecimiento Injusto; de

Fraude a la ley; y de Error Común. (Perdomo, 2017).

Los principios generales del derecho. Editorial Librería Bosch. 1933. Página 56.). Los

principios generales del derecho han sido obtenidos a través de conductas generales y reiterativas,

que dan origen a normas particulares. En ese sentido, los principios generales del derecho en

muchas ocasiones han dado origen a derechos humanos y garantías individuales en cada país.

(Vecchio, s.f.)

No constituyen fuente en sí mismo, pero sí son aplicables al caso concreto y en un momento

histórico determinado. Estos principios rectores intemporales y a históricos (conformadores de un

Derecho Natural, que no parece posible, según lo reconoce el autor citado) parecen no existir en

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el mundo jurídico actual. El principio de igualdad ante la ley, el principio de equidad de trato, el

principio de prohibición de actuaciones arbitrarias, como principios generales del derecho de los

cuales se extraen consecuencias jurídicas son intocables directamente ante el Juez para obtener un

fallo favorable al caso concreto. En nuestra Constitución Política de Colombia, prevé en su

artículo 230. Los jueces, en sus providencias, sólo están sometidos al imperio de la ley. La equidad,

la jurisprudencia, los principios generales del derecho y la doctrina son criterios auxiliares de la

actividad judicial.

Esa interpretación está alimentada por el sentido otorgado a la expresión “principios generales

del derecho” como normas que están por fuera del ordenamiento jurídico, realizada en la sentencia

C-083 de 1995. Por ello, es necesario abordar su estudio a partir de tres aspectos: los cambios en

el razonamiento jurídico exigidos por el Estado social de derecho colombiano, el análisis de las

fuentes bibliográficas empleadas en la sentencia y su coherencia con otras normas del

ordenamiento. El principal hallazgo es la necesidad de una reinterpretación del artículo 230 a la

luz de la naturaleza y funciones de los principios en el Estado social de derecho colombiano.

(Velez, 2016).

Con ocasión de la entrada en vigencia de la Constitución de 1991, ha revivido en Colombia un

antiguo debate de índole teórico, relativo a la aplicabilidad de los Principios Generales de Derecho

como fuentes principales en el sistema jurídico colombiano.

A partir de la vigencia de la nueva Constitución Colombiana de 1991, cambió el marco

constitucional del sistema jurídico colombiano, sino que además se produjeron cambios

fundamentales en la estructura política, administrativa y jurisdiccional de la nación. En el campo

del sistema jurídico colombiano, junto al texto expreso de la Constitución, antaño fuente última de

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todo el Derecho, aparece como nueva fuente fundamental la jurisprudencia emitida por el juez

constitucional, Corte Constitucional, jurisprudencia obligatoria que bajo el sistema de precedente

genera merced al activismo judicial, sub-reglas de interpretación normativa.

La Constitución, por otro lado, deja en cabeza del Consejo Superior de la Judicatura las

funciones de dictar los reglamentos que considere necesarios para un desarrollo eficaz en el

funcionamiento de la administración de justicia, además de proponer proyectos de ley sobre el

tema, aspecto que cobra importancia en cuanto se generan directrices sobre la organización y los

trámites, como lo dice la Constitución, en las situaciones no previstas por el legislador. (Gil, 2004).

En esta investigación planteamos la necesidad de establecer si el Estado Colombiano, por

intermedio de la rama de la Justicia, imparte los preceptos de justicia, equidad, celeridad, cumplida

e igualitaria para todas las personas que acuden ante las distintas jurisdicciones (Juzgados,

Tribunales, o distintas Cortes, y sin las interferencias de otros poderes del estado con calidad

democrática de la administración de justicia, bajo los criterios de los Principios Generales del

Derecho.

Dicho proyecto educativo lo vamos a desarrollar bajo la metodología para desarrollar proyectos

en investigación educativa, mediante la identificación de fuentes documentales que se pueden

encontrar en internet, bibliotecas, hemerotecas, centros de información institucional o bien en

diversos eventos como son coloquios, congresos, talleres o seminarios que abordan los temas

educativos y que se considera que pueden ser útiles para el estudio del tema.

JUSTIFICACIÓN

¿Qué nos motivó al grupo de estudiantes a escoger el tema objeto de este trabajo? “Los

Principios Generales del Derecho, su importancia en la Administración de Justicia, y su

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aplicación” Constantemente nosotros como ciudadanos del común, en nuestras distintas

actividades dentro de la sociedad, y en muchos casos como “abogados empíricos” o “acusadores

de algún caso que conozcamos en la opinión pública”, disentimos de lo que está escrito en la ley,

y más allá de ello, resolviendo los casos como si el Derecho fuese una ciencia exacta, olvidándose

que es una ciencia social y como tal evoluciona, y cambia.

Este trabajo de investigación pretende ser un llamado de atención a los distintos operadores

jurídicos, para que al momento de resolver los casos que son sometidos a su conocimiento, no

sean resueltos de manera autómata, aplicando la letra muerta de la ley, sino subsumiendo y

ponderando el acto o hecho, en la búsqueda de la solución que se ajuste a los Principios Generales

del Derecho, tales como la igualdad, la justicia, el bien común, la libertad, los cuales pueden ser

encontrados en primera instancia en la Constitución Política de Colombia y extrínsecamente en

el sistema jurídico propio de nuestro Estado.

Los principios generales del derecho son fuente subsidiaria de derecho en defecto de la ley, y

son los enunciados normativos más generales que a pesar de no haber sido integrados formalmente

en los ordenamientos jurídicos particulares, recogen de manera abstracta el contenido de un grupo

de ellos. En nuestro país ha prevalecido siempre la idea de que la denominación de principios

generales del derecho, consiste en las normas fundamentales que orientan realmente el sistema de

legislación nacional. En defecto de una disposición precisa que deba ser aplicada al caso

contemplado, o de regla legal aplicable por analogía, es obligación del juez, en la oportunidad de

resolver un conflicto.

Esta investigación se basa en establecer si realmente en Colombia son aplicados los Principios

Generales del Derecho, a toda persona que acude a la justicia en sus diferentes ramas; y si

realmente a la hora de la administración de justicia son aplicados en su integridad los preceptos de


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justicia, equidad y celeridad. ¿cuál es la calidad democrática de la administración de la justicia?

Por calidad democrática del sistema de justicia se entiende el grado en que los tribunales de justicia

y los órganos auxiliares imparten una justicia pronta, cumplida e igual para todas las personas, sin

interferencia de otros poderes del Estado. Sus resultados son, por una parte, la protección eficaz

de las libertades y los derechos civiles y políticos consagrados en la Constitución Política y, por

otra, el ejercicio del control ciudadano sobre los asuntos públicos.

Existe en Colombia, indicadores de gestión en la administración de justicia, que midan el grado

de cumplimiento, de satisfacción, ¿o de resultado cuando son requeridos o concurran al

ordenamiento jurídico ante cualquier rama del poder público?

Sin embargo, atendiendo a nuestro objetivo principal, ¿Aplicar los principios generales del

derecho en la administración de justicia, su alcance y la calidad democrática de la administración

de la justicia? hemos dejado al trabajo previo a la redacción de este documento el estudio de la

teoría general del derecho, de sus diferentes academias y, con ello, de las diversas definiciones de

estas figuras. Nuestra tarea es pues definir tales conceptos con la mayor claridad posible para

abordar luego su construcción desde el derecho.

Con esta propuesta se pretende dar un giro a la metodología de enseñanza tradicional,

enfatizándose en la necesidad de aplicar estrategias que permitan en el estudiante la adquisición

de capacidades acordes a los requerimientos de una sociedad.

Problema de Investigación

Determinar si se da aplicación de los principios generales del derecho en la administración de

justicia, su alcance e importancia en un estado social de derecho como el de Colombia.

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Descripción del Problema

Analizar el ámbito de aplicación en la administración de justicia de los principios generales

del en un estado social de derecho como es el colombiano, sus características, el contenido de

cada uno de ellos, sus fuentes de carácter universal y nacional.

Formulación del Problema

Esta investigación se basa en establecer si realmente en Colombia son aplicados los Principios

Generales del Derecho, a toda persona que acude a la justicia en sus diferentes ramas.

Existe en Colombia, indicadores de gestión en la administración de justicia, que midan el

grado de cumplimiento, de satisfacción, o de resultado cuando son requeridos o concurran al

ordenamiento jurídico ante cualquier rama del poder público.

Es importante conocer si realmente a la hora de la administración de justicia son aplicados en

su integridad los preceptos de justicia, equidad y celeridad. ¿cuál es la calidad democrática de la

administración de la justicia?

Por calidad democrática del sistema de justicia se entiende el grado en que los tribunales de

justicia y los órganos auxiliares (véase más adelante) imparten una justicia pronta, cumplida e

igual para todas las personas, sin interferencia de otros poderes del Estado. Sus resultados son,

por una parte, la protección eficaz de las libertades y los derechos civiles y políticos consagrados

en la Constitución Política y, por otra, el ejercicio del control ciudadano sobre los asuntos

públicos.

OBJETIVOS

Objetivo General

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Determinar cuál es la calidad democrática de la administración de la justicia, a la hora de su

aplicación.

Objetivos Específicos|

1. Analizar el grado de celeridad y prontitud que imparten justicia, los tribunales de justicia

y los órganos auxiliares en Colombia.

2. Establecer si los ciudadanos tienen acceso libre e igualitario a la administración de

justicia, ¿impartida por un Poder Judicial.

3. Establecer como la justicia o el estado evalúa la aplicación eficaz de la administración de

justicia.

MARCO TEORICO

Debido a la importancia en este trabajo del elemento de derecho comparado, por un lado, así

como los principios generales del derecho de transparencia, participación y colaboración de otro,

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focalizamos el análisis conceptual en esta perspectiva de principios inspiradores especialmente, ya

que uno de los objetivos fundamentales es identificar la analogía y posibles aplicaciones de los

principios del gobierno abierto en el ámbito de la administración de justicia con calidad

democrática.

Del Vecchio afirma: "Los principios generales del derecho son las verdades supremas del

derecho in genere, o sea aquellos elementos lógicos y éticos del derecho, que por ser racionales y

humanos son virtualmente comunes a todos los pueblos".

Los principios generales de derecho sirven no sólo para crear el derecho, sino también para

interpretarlo e integrarlo. Ellos constituyen la suprema garantía para que la creación, interpretación

del derecho no queden librados al arbitrio subjetivo de quienes las ejercen sino a la objetividad en

que ellos consisten.

Vladimiro Naranjo en su libro "Teoría Constitucional e Instituciones Políticas" afirma que "Los

principios generales de derecho son enunciaciones normativas de valor genérico que condicionan

y orientan la compresión del ordenamiento jurídico, tanto para su aplicación como para la

elaboración de nuevas normas.

Los principios son auténticas normas, por tanto, en ellos debe existir un supuesto y unas

consecuencias, según Eduardo García Maynez "el supuesto es la hipótesis de cuya realización

dependen las consecuencias establecidas en la norma. Las consecuencias son el nacimiento,

modificación o la extinción de facultades y obligaciones. A causa del vínculo que une a los dos

elementos de la norma, se creó la ley de la causalidad "no hay consecuencia jurídica sin supuesto

de derecho. "Hay principios que pueden estar implícitamente comprendidos en las normas

particulares del ordenamiento positivo, las cuales se pueden y deben extraer de allí por inducción,

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en orden a aplicarlos por deducción a los casos concretos con fines creativos (para crear o derogar

normas), interpretativos e integrativos". "Esta técnica es antiquísima y fue ya practicada en Roma.

Con ella obtenían los juristas y pretores los principios no regulares o los no contenidos en reglas,

las cuales servían para auxiliar, suplir y corregir el derecho civil (el ius civile romanorum,

precedente del rígido uis quiritium) principios tales eran extractados del derecho natural o derecho

de gentes, uno de cuyos contenidos fue la equidad.

En el ámbito de la Administración de Justicia, debemos pensar en la separación de poderes en

el Estado, que se asocia a un poder distinto del judicial. Por otro lado, toda aquella persona que

conoce el ámbito de la Administración de justicia, sabe que las particularidades inherentes que son

propias en este ámbito, son tan relevantes, que requieren de especial cautela si hemos de valorar

un grado de apertura y analogía dentro de la Administración de justicia. Aunque hay analogías y

similitudes, como es el hecho de que también en la Administración de justicia también es el

principio de transparencia el que ha estado más analizado tal y como sucede en el ámbito general

de la Administración, no obstante, es igualmente reducido en el ámbito de la justicia, si lo

comparamos con el análisis de la transparencia en otros poderes del Estado.

La calidad democrática en términos de la teoría estándar, remite al vocabulario propio de la

economía, la administración industrial y el marketing, y ello por sí solo da lugar para sospechar de

tales constructos teóricos. (Blanco 2015). De allí que tales discursos deban ser revisados con

beneficio de inventario para evitar caer en la trampa de aceptar las premisas implícitas y las

presuposiciones dadas por ciertas (Monedero 2012). Haciendo uso del símil entre la calidad de

un producto comercial y la calidad de la democracia, (Morlino 2008) han identificado tres

dimensiones que permitirían una medición adecuada: i) procedimientos; ii) contenido, y iii)

resultados.

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Para concretar estas dimensiones, el autor propone la medición de los siguientes aspectos

valorativos: a) Procedimentales: Estado de Derecho, participación (electoral), competencia

(electoral), accountability (o rendición de cuentas) vertical y horizontal; b) Sustantivas: derechos

políticos y libertades civiles e igualdad (formal o ante la ley); y c) Resultado: responsiveness o

capacidad de respuesta frente a las demandas sociales (Morlino y Diamond 2004, 7-30).

Partiendo de los planteamientos que alrededor del tema ha hecho la Corte Constitucional,

podemos señalar que el juez está llamado a ser parte activa dentro del desarrollo del derecho, no

un simple “aplicador” de normas, puesto que al ejercer su labor judicial no sólo se limita a una

aplicación mecánica del texto legal, sino a su ponderación e interpretación de acuerdo con los

principios y fines señalados por la Constitución, el concepto de estado social de derecho, y las

características del caso concreto al cual esta avocado. Tal como lo plantea el alto tribunal, el juez

en el “estado social de derecho” también es un portador de la visión constitucional del interés

general. El juez, al poner en relación la Constitución –sus principios y sus normas- con la ley y

con los hechos hace uso de una discrecionalidad interpretativa que necesariamente delimita el

sentido político de los textos constitucionales. En este sentido la legislación y la decisión judicial

son ambos procesos de creación del derecho.

Esto marca la importancia que adquiere el juez en el “estado social de derecho”, puesto que si

bien el cumplimiento de sus fines compete a la totalidad de las autoridades, es el juez (al desatar

la controversia o caso concreto, en el que incluso una de las partes puede ser otro organismo

estatal), el llamado a ser garante de la realización de la justicia material y de la preservación de los

principios y valores constitucionales, que por su generalidad requieren de la consecuente

interpretación en su aplicación al hecho específico. (Lara 2005).

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MARCO CONCEPTUAL

Según, (Dávila, 2012), Justicia e Impunidad, dedica buena parte de su escrito, a comentar sobre

“El Sistema Penal y la Impunidad” Desde mediados de la década de los años noventa se hizo

corriente la referencia a los enormes índices de impunidad presentes en la justicia penal

colombiana.

Que esto suceda y que no haya sido posible establecer un índice consensuado y compartido de

impunidad reitera la complejidad técnica y político-institucional del asunto, pero no niega la

existencia de un problema serio en torno a la investigación, acusación, juzgamiento y condena de

los delincuentes que, de manera criminal, violan la ley. Cabe señalar, sin embargo, que frente al

problema de la impunidad el Estado colombiano no se ha quedado quieto. Por el contrario, si hay

una especialidad de la justicia que ha estado sujeta a continuos, sucesivos y amplios remezones,

ha sido la de la justicia penal.

De entrada, hay que señalar que, en el año 2000, a través de la Ley 600, se adoptó un nuevo

Código Penal. Menos de tres años después, entró en vigencia una de las reformas de mayor alcance

en la materia, con la adopción, vía la Ley 906 en desarrollo del Acto Legislativo No. 1 de 2002,

del Código de Procedimiento Penal que adoptó para Colombia el Sistema Penal Oral Acusatorio,

SPOA. La amplitud, profundidad y alcance de esta reforma hizo que su adopción se hiciera de

manera paulatina, entre 2005 y 2008, hasta cubrir todo el territorio nacional. No obstante, a la

paulatina y sucesiva implementación del nuevo sistema, se sumaron muy rápidamente dos

procesos que es necesario considerar, por cuanto a la ya compleja adaptación y adecuación de

instituciones y funcionarios involucrados en los procesos.

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Para Paola Andrea Acosta Alvarado,” Administración de justicia y Acceso a la Justicia”, cuando

nos referimos a la dimensión política del acceso es imprescindible recordar el relevante papel que

asume o que debe asumir la justicia en un Estado Social de Derecho en el que se parte del supuesto

de que las autoridades se obligan ante la ley entendida como manifestación de las aspiraciones del

pueblo y la justicia; una justicia que debe ser igual para todos y a la que todos deben poder acceder,

que se encarga de dar cumplimiento a esas leyes y, en general, de asegurar un orden económico y

social justo a través de la salvaguarda de los derechos y las libertades. Así lo ha resaltado nuestra

Corte Constitucional quien afirma que el acceso a la justicia funge como garantía para la

convivencia y coadyuva en la consecución de los fines del Estado (trabajo, justicia e igualdad),

entre ellos la salvaguarda del ejercicio de los derechos, las garantías y las libertades.

No cabe duda que Acosta, asume que, cuando nos referimos a la dimensión política del acceso

a la justicia hacemos alusión a la necesidad de estudiar este tema, y en particular, el servicio de

administración de justicia, a la luz de la realidad determinada por el modelo de Estado en el cuál

este se pretende desarrollar y, particular mente, las circunstancias propias que lo rodean, con miras

a servirse de ellas o, en caso necesario, a superarlas.

En el artículo publicado por la revista científica Prolegómenos, Derechos y Valores, Herrán

Pinzón Omar, El primero de los principios es el de la administración de justicia que, de hecho,

también se encuentra contenido en la Constitución de 1991 en el artículo 228. Se debe señalar,

antes que todo, que la administración de justicia como principio está definida como una parte de

la función pública, pues es al Estado representado principalmente por los funcionarios públicos

mediante los cuales se ejercen las funciones entendidas como públicas; respecto de la

administración de justicia, dicha función está en cabeza de la Rama Judicial conforme se establece

en el título VIII de la Constitución Política y en particular quienes cumplen la función de

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administración de justicia se encuentran determinados en el artículo 116 de la Constitución de la

siguiente manera:

La Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado, el Consejo

Superior de la Judicatura, la Fiscalía General de la Nación, los Tribunales y los Jueces, administran

Justicia. También lo hace la Justicia Penal Militar.

El Congreso ejercerá determinadas funciones judiciales. Excepcionalmente, la ley podrá

atribuir función jurisdiccional en materias precisas a determinadas autoridades administrativas.

Sin embargo, no les será permitido adelantar la instrucción de sumarios ni juzgar delitos.

Los particulares pueden ser investidos transitoriamente de la función de administrar justicia en

la condición de jurados en las causas criminales, conciliadores o en la de árbitros habilitados por

las partes para proferir fallos en derecho o en equidad, en los términos que determine la ley.

Uno de los objetivos específicos planteados en el tema de investigación, hace referencia a:

¿Establecer si los ciudadanos tienen acceso libre e igualitario a la administración de justicia,

¿impartida por un Poder Judicial?, podemos anotar, que dentro de la Ley Estatutaria, expidió la

Ley 270 del 07 de marzo de 1996, con el fin de garantizar “Los Principios de la Administración

de Justicia” el “Acceso a la Justicia” y el “Derecho a la Defensa” que tiene todo ciudadano en

Colombia.

María Paula Sala Cárdenas, en mayo de 2011, realiza un estudio a fondo sobre “Análisis con

respecto a la eficiencia de la administración de justicia basado en un estudio comparativo entre el

arbitraje nacional como mecanismo alternativo de resolución de controversias y el aparato

jurisdiccional estatal”. De la justicia actual a la justicia real. Tomado textualmente del

documento original Universidad de los Andes.

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DEL ESTADO DE LA JUSTICIA EN COLOMBIA, DE SUS INDICADORES Y DE LA

RELACION CON EL ARBITRAJE.

“Esencial de la justicia es hacerla sin diferirla. Hacerla esperar es injusta.” (De La Bruyere,

Jean. 1668)

El Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría, por medio de su Observatorio Legislativo,

aclaró en escrito de mayo de 2009 que, sin perjuicio de que la Constitución Política garantiza el

acceso de todos los ciudadanos a la justicia, en los últimos años la capacidad del sistema judicial

para atender al gran volumen de procesos radicados se ha visto copada, generando congestión de

los despachos judiciales y atraso en el trámite. La baja eficacia de la administración de justicia se

ve reflejada en los altos niveles de impunidad. judicial y en el deterioro de la credibilidad de la

población en la capacidad del sistema para solucionar sus controversias.

Ahora bien, dentro del derecho a recibir justicia se comprende la impartición eficaz de la misma

en cuanto a que no es lo mismo impartirla eventualmente que hacerlo de manera inmediata o en

su defecto, dentro de un plazo razonable. En Colombia no puede decirse que haya un aparato

jurisdiccional eficaz, eficiente y efectivo, sino por el contrario una institución saturada, lenta, con

trámites ineficientes y excesivos formalismos.

La justicia no se compone únicamente de la resolución de conflictos ligados a la vulneración

de un derecho fundamental, sino de la rápida pronunciación con respecto a todos los asuntos que

susciten controversia alguna y que menoscaben o interfieran con los derechos de los cuales se es

titular, sin importar la naturaleza de éstos. Como se dijo anteriormente, si bien la tutela es un

mecanismo eficaz, los derechos no sujetos a protección tutelaría también merecen ser reconocidos

y recibir un trámite rápido.

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La situación actual de la justicia estatal colombiana es precaria. En el mes de febrero, en el

último informe publicado por “Doing Business” a cargo del Banco Mundial, se hizo un extenso

análisis a nivel mundial de los principales factores que influencian la competitividad y la idoneidad

para desarrollarse socio económicamente de los países evaluados. El informe, el cual proporciona

una medición objetiva de las regulaciones para hacer negocios, incluyó a 183 países. Uno de sus

componentes a revisar fue el estado de la justicia de cada país el cual fue analizado mediante un

examen sobre el cumplimiento de contratos por vía judicial, indicador que permitió evaluar la

competitividad de la administración de justicia por parte del ente estatal.

Los resultados fueron críticos para Colombia. Mientras que el promedio de duración de un

proceso judicial en América Latina y el Caribe es de 707 días, y en los Países miembros de la

Organización y Cooperación para el Desarrollo Económico (de la cual Colombia no hace parte) se

registra un promedio de 517.5 días, el promedio de duración del proceso judicial en Colombia es

de 1346 días. Así mismo, el costo del proceso colombiano equipara casi en un 50% (47.9%) el

valor de las pretensiones de la demanda. (VER GRAFICA1 EN ANEXOS)

Cumplimiento de contratos por vía judicial

GRAFICA 1.

América Latina y el
Indicador Colombia OCDE
Caribe

Procedimientos (número) 34 39,8 31,2

Tiempo (días) 1.346 707 517,5

Costo (% de cantidad demandada) 47,9 31,2 19,2

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Entre las 183 naciones estudiadas, y en lo relativo a la administración de justicia estatal,

Colombia ocupó en el año 2010 la posición número 152; dentro de Latinoamérica y el Caribe el

indicador nos ubica en el puesto 25 entre 32 países, números que además de ser críticos, son

ligeramente más altos que las posiciones ocupadas en el mismo estudio llevado a cabo en el 2008.

Otro de los objetivos específicos tiene que ver con ¿Establecer como la justicia o el estado evalúa

la aplicación eficaz de la administración de justicia?

EFECTIVIDAD DE LA JUSTICIA
Efectividad de la Justicia: La Administración de la Justicia en Colombia es Ineficaz e Ineficiente
Fallas en el Fallas en la Diferencias en la Inadecuada Deficiencia en el modelo
gobierno y en la Dirección de los inversion Infraestructura de gestión y de atención
Administración Procesos física y al usuario
de la Rama tecnológicas
Judicial
Carga laboral no Juez no ejerce Presupuesto ejecutado Limitado uso de Inflexibilidad en el
controlada como Director se concentra en gastos las TICs modelo de
del Proceso de funcionamiento administración de
(Indisciplina justicia para atender
Judicial) necesidades del
territorio
Deficiencia en el Falta de apoyo Restringido Inadecuada Falta de controles y de
manejo de la técnico en el cumplimiento de las desconcentración incentivos para generar
información y de proceso y en la decisiones judiciales de la justicia y productividad
las estadísticas decisión judicial ausencia de
judiciales enfoque
territorial en la
oferta
Diseño Inadecuada Múltiples recursos para Instalaciones Inadecuados modelos de
inapropiado de regulación y impugnación de inapropiadas y gestión de despachos
estrategias para deficiencias de decisiones judiciales problemas con
evitar el atraso y conocimiento los POT
la mora judicial técnico

Perfiles Insuficientes Deficit de oferta Fallas en el Asimetría en mapas de


inadecuados en herramientas complementaria modelo justicia (justicia,
el órgano de técnicas del juez arquitectónico defensoría, fiscalía, y
gobierno diseñado para entidades de apoyo)
despachos
judiciales

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Inadecuada Sentencias no logran Déficit de salas La tutela frena la
asignación de concretar el derecho de audiencias productividad de las
funciones y de jurisdicciones ordinarias
capacidades

Fallas en la Fraccionamiento en la
planeación y en primera instancia
la regulación

Ausencia de los puntos


de atención al usuario

Consulta Premio ANIF - 2016

Una justicia efectiva es una justicia eficaz y eficiente. La eficacia hace referencia a la

capacidad de lograr los resultados esperados, que en el caso de la Rama Judicial implica

materializar la tutela judicial; por su parte, la eficiencia hace referencia al uso adecuado y óptimo

de los recursos disponibles.

La eficiencia se analiza desde dos perspectivas: desde la administración de justicia como

institución y desde la operación diaria de los funcionarios. Así, se prepara una institución que

administre sus recursos de manera óptima, que tenga una carga razonable de trabajo y sea asignada

correctamente, y una disposición de la oferta que sea coherente con la realidad del país necesidades

y particularidades de la población y condiciones del territorio. En segundo lugar, se espera que los

funcionarios y empleados se encuentren capacidad de atender y resolver los procesos de manera

oportuna y con calidad – o sea que resuelvan los conflictos puestos a su consideración y logren la

tutela efectiva de los derechos en juego.

En el caso de la eficacia, no es posible hacer una descripción objetiva si no se reconoce los fines

que se persiguen, el tiempo en el que se pretende hacerlo y la calidad que se propone.

MARCO JURIDICO

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La constitución de 1991; crea la Corte Constitucional como máximo órgano de la jurisdicción

constitucional: así mismo se mantuvo a la Corte Suprema de Justicia como órgano superior en la

jurisdicción ordinaria. De otro lado, dentro de la misma Constitución, se deja presente una función

adicional al Congreso de la República en cuanto a la orden de regular, por medio de una ley

estatutaria la administración de justicia. La Constitución, por otro lado, deja en cabeza del Consejo

Superior de la Judicatura las funciones de dictar los reglamentos que considere necesarios para un

desarrollo eficaz en el funcionamiento de la administración de justicia, además de proponer

proyectos de ley sobre el tema, aspecto que cobra importancia en cuanto se generan directrices

sobre la organización y los trámites, como lo dice la Constitución, en las situaciones no previstas

por el legislador. (Pinzon, 2013)

El artículo 230 de la Constitución consagra el principio según el cual los jueces en sus

providencias solo están sometidos al imperio de la ley. Es la autonomía funcional del juez. Aquí

la ley es entendida en sentido amplio, es decir, incluye ante todo la sujeción del juez a la

Constitución.

La administración de justicia es función pública, como lo dice el artículo 228 de la Carta. Eso

significa que se cumple en interés de toda la sociedad en condiciones de igualdad; debe estar al

alcance de toda persona, sin restricciones; debe ser gratuita y la responsabilidad primordial de

prestar el servicio público correspondiente se radica en cabeza del Estado, aunque de modo

excepcional y solamente en los términos de la Constitución y la ley, puede ser confiada

transitoriamente a particulares.

Los términos procesales deben ser observados con diligencia y su incumplimiento debe ser

sancionado (Art. 228). Como lo dice el artículo 29, hace parte del debido proceso que la persona

no sea sometida dilaciones injustificadas. (Galindo, 2017)

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Es importante señalar, que mediante la Ley 270 de 1996, se creó “la Ley Estatuaria de la

Administración de Justicia”, en donde se contemplan los ´Principios de la Administración de

Justicia, como son: Administración de Justicia; Acceso a la Justicia, Derecho a la Defensa;

Celeridad y Oralidad; Autonomía e Independencia; Gratuidad; Eficiencia; Mecanismos

Alternativos, y Respeto a los Derechos.

Como tema del trabajo teórico, es posible realizar la investigación sobre “Los principios

generales del derecho, y su importancia en la administración de justicia y su aplicación”, ya que

existe buena información respecto al tema académico, y se puede documentar de forma creíble, ya

que existe fuentes del derecho y normas jurídicas que constituyen la legislación, configurada desde

la soberana de las normas como es la Constitución Política de Colombia, que en su orden son; Los

Actos Legislativos emitidos por el Congreso de la República; Los Actos Jurídicos Constituyentes

adoptados por la Asamblea Nacional Constituyente y los Actos Jurídicos Constituyentes adoptados

por el Pueblo mediante Referéndum o plebiscito. Como también existen las normas jurídicas,

convertidas en leyes Estatutarias, Orgánicas y Ordinarias, y Decretos Reglamentarios de orden

Nacional, expedido por el Gobierno Nacional, y los Actos Administrativos expedidos por la

Nación, el Departamento o el Municipio. (Gómez, 2008).

Ley 1285 de 2009, “Por medio de la cual se reforma la Ley 270 de 1996 Estatutaria de la

Administración de Justicia.

Artículo 4° Celeridad y Oralidad. La administración de justicia debe ser pronta, cumplida y

eficaz en la solución de fondo de los asuntos que se sometan a su conocimiento. Los términos

procesales serán perentorios y de estricto cumplimiento por parte de los funcionarios judiciales.

20
Su violación injustificada constituye causal de mala conducta, sin perjuicio de las sanciones

penales a que haya lugar. Lo mismo se aplicará respecto de los titulares de la función disciplinaria.

SOLUCION AL CASO PLANTEADO

Es importante conocer si realmente a la hora de la administración de justicia son aplicados en

su integridad los preceptos de justicia, equidad y celeridad. ¿cuál es la calidad democrática de la

administración de la justicia?

Actualmente la justicia formal en Colombia, atraviesa una crisis de legitimidad por la

coexistencia de una multiplicidad de problemas, entre los que se destacan los siguientes:

El limitado acceso de los colombianos al sistema de justicia.

El alto riesgo de interferencia a la independencia judicial

La inseguridad jurídica

La ineficiencia e ineficacia del sistema

SOLUCION PARA MEJORAR EL ACCESO A LA JUSTICIA FORMAL

El acceso a la justicia es el derecho que tiene toda persona a que, sin discriminación alguna y

en condiciones de igualdad, se le garantice mecanismos adecuados y sencillos para la resolución

de sus conflictos y la validación de los derechos protegidos e intereses legítimos de los cuales es

titular (Ventura Robles,2007, Corte Constitucional, Sentencia C-279/13).

El derecho de acceso a la justicia se encuentra expresamente consagrado y garantizado por la

Constitución Política (Art. 229) y este mandato es desarrollado en la Ley Estatutaria de

Administración de Justicia, como un servicio público, por lo que el sistema de justicia también

debe asegurar los siguientes principios, reconocidos en pronunciamientos del sistema

21
Interamericano de Derechos Humanos: el Acceso garantizado, gratuidad o costos razonables,

celeridad y oralidad, continuidad e igualdad.(Méndez, 2000).

Para garantizar que el acceso sea real y efectivo, las autoridades están en la obligación de

respetar, proteger y realizar el derecho (Sentencia C-279/13), lo que se traduce en:

 Respetar: abstenerse de adoptar medidas que impidan el acceso a la justicia o su

realización.

 Proteger: impedir que terceros puedan obstaculizar el acceso, y

 Realizar los Derechos Humanos: propiciar las condiciones para el efectivo goce del

derecho, sin distinciones y generando la posibilidad real de hacer parte de un proceso

y de utilizar los instrumentos normativos.

En cuanto al acceso a la justicia, existen precisiones especiales para las personas en

condición de vulnerabilidad conocidas como las Reglas de Brasilia, que incluyen previsiones

especiales sobre cultura jurídica, asistencia legal, derecho a un intérprete y la revisión de formas

procesales. El acceso a la justicia en Colombia es limitado, persisten obstáculos para que todas las

personas lleven sus conflictos a la justicia formal y puedan hacerlo en condiciones de igualdad.

Como grupo nos pareció muy importante dar respuesta de manera puntual como lo expresa

el escrito, ganador del premio ANIF 2016 Luis Carlos Sarmiento “Caracterización de la Justicia

formal en Colombia y elementos para la construcción de una agenda estratégica para su

mejoramiento”., por cuanto ahí, está expresado lo que sería una verdadera Administración de

Justicia y su Aplicación, con justicia, equidad y celeridad. Se extracta los más relevantes para

solución del caso planteado:

22
Para superar las barreras culturales que impiden acceder a la justicia y que principalmente se
manifiesta en el desconocimiento de derechos y deberes en la impertinencia de la oferta para
responder de manera diferencial a las necesidades particulares en la ausencia de orientación, en la
complejidad normativa e incomprensión de los procesos y decisiones por parte de los ciudadanos,
y en la ausencia de asistencia legal y de cultura de la legalidad y del abuso del derecho; se propone
emprender las siguientes acciones:

1. Formar y acompañar a líderes comunitarios y mujeres como multiplicadores de derecho

y deberes en sus comunidades.

2. Promover la obligatoriedad de la catedra cívica en la educación primaria y secundaria,

con énfasis en la formación de derechos y deberes por medio de estrategias pedagógicas adecuadas

a fortalecer la cultura de la legalidad.

3. Hacer campañas agresivas, eficaces y sostenidas en el tiempo sobre cultura de la legalidad

para todos los ciudadanos.

4. Usar la tecnología para fortalecer instrumentos como Legal App del Ministerio de

Justicia, pagina web, aplicaciones celulares entre otros.

5. Reformar e implementar adecuadamente el Código de Policía (este fue reformado

mediante el Decreto No. 555 del 30 de marzo de 2017).

6. Aplicar las reglas de Brasilia acogida por la cumbre de poderes judiciales de

Iberoamérica, en 2008, para el acceso a la justicia de las personas en condición de vulnerabilidad,

pobreza y acceso a la justicia.

7. Crear puntos de orientación ciudadana en justicia y empoderamiento en derecho y deberes

en los palacios de justicia, casas de justicia, y en oficinas de los principales operadores de justicia.

Los abogados recién egresados deben prestar este servicio social.


23
8. Racionalizar el marco normativo, simplificar el sistema de justicia, los procesos, los

procedimientos, mejorar la calidad de la justicia y la extensión de las decisiones judiciales.

10. Reformar la carrera de abogado para exigir el registro de calidad., incluir el examen de

estado obligatorio para el ejercicio de la profesión y crear la colegiatura obligatoria.

11. Identificar y sancionar el abuso del derecho.

Para las barreras geográficas que impidan acceder a la justicia por el limitado uso de las TIC y las
asimetrías e impertinencias de la oferta institucional es necesario:

1. Desarrollar e implementar herramientas tecnológicas para facilitar la denuncia, la

demanda, la programación de agendas, el seguimiento de procesos y los fallos judiciales, así como

la orientación jurídica y promover el conocimiento sobre las vías de acceso a la justicia.

2. Desarrollar la tecnología necesaria para la conciliación en equidad y en derecho, la

mediación, el arbitraje en línea, con los parámetros y estándares que fije el Ministerio de Justicia.

3. Revisar de manera sistemática las necesidades de la población bien sea mediante la

encuesta de hogares del DANE o herramientas ad-doc., para adecuar la oferta de justicia y buscar

un mayor acercamiento a las realidades culturales, de conflictividad y geográfica del territorio.

4. Articular y revisar sistemáticamente los mapas de la judicatura, de la Fiscalía y de la

Defensoría con los particulares propias de cada territorio., articulados con los MASC.

Para superar las barreras económicas que se manifiestan en las limitaciones de recursos
económicos que tiene una parte considerable de la población para acceder a la justicia, por
situaciones como el limitado acceso al amparo de pobreza, la percepción de altos costos, la
necesidad de acudir con abogado y los costos relacionados con los desplazamientos; se recomienda
lo siguiente:

24
1. Informar adecuadamente a la ciudadanía sobre el alcance y uso del amparo de pobreza

y revisar el procedimiento para hacerlo más asequible y eficiente.

2. Revisar la regulación de las tarifas de abogados y publicarlas en sitios de fácil

conocimiento para toda la población.

3. Crear incentivos para que los abogados presten sus servicios en zonas apartadas y a

población vulnerable.

4. Promover la reorganización y el fortalecimiento de los consultorios jurídicos, para que

presten servicios de asistencia legal y defensa de personas vulnerables, con una mayor cobertura

y una mayor exigencia de calidad a los tutores.

5. Desarrollar una política pública que desincentive y sancione los carteles de abogados.

6. Publicación en sitios visibles en la web de las sanciones en firme contra los abogados

En cuanto al déficit de atención a víctimas y protección a


testigos que se manifiesta principalmente en la ausencia de protección a
su intimidad, identidad y seguridad, deficiencias en la reparación y la falta
de preparación para el proceso; se sugiere adelantar las siguientes acciones:
1. Garantizar de manera efectiva los intereses de las víctimas en el proceso penal mediante

el fortalecimiento de su representación en el proceso por parte de la Fiscalía

2. Aplicar los estándares aprobados de la cumbre de poderes judiciales para la protección

de víctimas y testigos.

3. Cofinanciar, cuando sea necesario, el traslado de víctimas y testigos a los despachos

judiciales o promover las audiencias en línea.

25
4. Realizar programas para promover la participación de la ciudadanía en los procesos

judiciales como testigos.

Para superar la problemática ocasionada por la ausencia de reglas de calidad del servicio

que se da por la inexistencia de quejas, peticiones y reclamos (PQR), la ausencia de mecanismos

para brindar orientación al ciudadano, dar información sobre trámites, la inexistencia de

procedimientos y asegurar la calidad de la justicia y por la ausencia de intérpretes y señalética; se

recomienda adelantar las siguientes acciones:

1. Crear el defensor del usuario de la Rama Judicial que pueda transmitir las percepciones

de los usuarios al órgano de gobierno y administración de la Rama Judicial, y que evalúe

permanentemente el servicio que se le presta al ciudadano.

2. Abrir canales para quejas, peticiones y reclamos para los usuarios sobre los estándares

del servicio (no sobre la decisión de fondo).

3. Actualizar las páginas web del poder judicial, diseñar páginas para cada uno de los

Distritos judiciales y para los circuitos que den cuenta de manera didáctica de los trámites y

procedimientos judiciales.

4. Potencializar legal App para fortalecer la búsqueda de información y crear aplicaciones

similares.

5. Crear centros de orientación ciudadana en cada complejo judicial.

6. Construir o adecuar infraestructura teniendo en cuenta el servicio al ciudadano, el flujo

de personas y que cuenten con accesos adecuados para las personas con discapacidad.

26
Otra problemática que dificulta al acceso a la justicia es el déficit de legitimidad, que se

refleja en las percepciones de corrupción, de impunidad, de inoperancia del sistema de

tratamiento desigual y la predictibilidad de plazos y de resultados. Para contrarrestar estas

situaciones, se sugieren las siguientes acciones:

1. Adelantar acciones de comunicación efectiva para dar cuenta de los resultados y logros

del sistema, resaltando las buenas prácticas, para lo cual se pueden utilizar los eventos de

rendición de cuentas ante el Congreso, la apertura del año judicial, entre otros.

2. Aplicar los principios de Gobierno Abierto en la Rama Judicial.

3. Aplicar los estándares sugeridos por la OCDE de Gobierno Corporativo en la Sala

Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, en la Comisión Nacional de Disciplina

Judicial, en las salas plenas y de gobierno de las altas Cortes.

4. Desarrollar una política de lucha contra la corrupción que sea concertada con los

jueces, empleados y consultada con la academia y la sociedad civil.

5. Informar y publicar anualmente los tiempos procesales y los costos de adelantar un

proceso judicial, por distrito y el agregado nacional.

6. Publicar anualmente la productividad de cada despacho judicial.

7. Identificar a los jueces y magistrados por su nombre y no por un número.

8. Promover que todas las Cortes, Tribunales y Despachos Judiciales apliquen normas de

transparencia y probidad, como la publicación de hojas de vida de sus miembros y jueces, las

declaraciones de renta con la declaración de ingresos y bienes, la participación en sociedades y los

conflictos de interés.

27
9. Promover la expedición de normas para controlar las reuniones de los jueces con las

partes.

Finalmente, en lo que tiene que ver con las acciones recomendadas para enfrentar y resolver las
problemáticas que enfrenta el acceso a la justicia, se plantean las siguientes soluciones generales
y transversales a todas las categorías de problemas enunciadas:
1. Desarrollar una verdadera política de “servicio al usuario”, dentro de la cual se

implemente, por lo menos, la carta de derechos y deberes del ciudadano ante la justicia, promovida

también por la cumbre de poderes judiciales de Iberoamérica.

2. Como parte de este cambio, se propone mejorar el primer contacto del sistema con los

ciudadanos, creando los puntos de orientación

3. Fortalecer los canales de comunicación entre los usuarios y la justicia.

4. Ampliación de los servicios de las Casas de Justicia en prevención del conflicto y

orientación a la ciudadanía.

Al reconocer al acceso a la justicia como un derecho fundamental en sí mismo asumimos, a la

luz de las normas constitucionales, que el Estado tiene tanto una obligación de reconocimiento,

como una de respeto y garantía en relación con éste. En términos generales, la obligación de

reconocimiento quiere decir que el Estado debe valga la redundancia reconocer, jurídicamente

hablando, la existencia misma del derecho y de cada uno de sus elementos sustanciales; la de

respeto, por su parte, “implica para el Estado un deber de abstención de la realización de acciones

violatorias de los derechos humanos” mientras que la “obligación de garantizar, por el contrario,

es una obligación muy amplia que exige del Estado un papel activo, demandándole emprender

todas las acciones necesarias para asegurar que las personas bajo su jurisdicción estén en

condiciones de gozar y de ejercer libre y plenamente sus derechos humanos”. Todas estas

28
obligaciones están, además, estrechamente relacionadas con la obligación de adaptación entendida

como el deber que tiene el Estado de acoplar tanto su ordenamiento jurídico cuanto la conducta de

sus agentes en aras del respeto y la garantía de los derechos, conformando así un todo encaminado

a la efectividad de los derechos fundamentales. Ahora bien, tratándose del derecho de acceso a la

justicia estas obligaciones adquieren el siguiente contenido, en términos generales:

Reconocimiento. Si bien es cierto, el derecho de acceso a la justicia es un derecho de

configuración legislativa no se puede ignorar el contenido constitucional que sirve de derrotero a

la actividad del legislador en esta materia y que necesariamente implica el reconocimiento del

derecho de acceder al aparato de administración de justicia, así como del deber de respetar las

garantías judiciales y del derecho a obtener una respuesta acorde a derecho y ejecutable.

Respeto: El respeto del derecho de acceso a la justicia trae consigo el diseño de un sistema

judicial y de un sistema procesal sin trabas, así como la necesidad de un comportamiento diligente

por parte de los operadores de justicia. Si bien es cierto que, como lo ha dicho la jurisprudencia

nacional el legislador debe recordar que el ordenamiento jurídico ha de estar siempre encaminado

a permitir el ejercicio de los derechos y no, por el contrario, a obstruirlos.

Garantía. Cuando nos referimos a la obligación de garantía nos ubicamos en el corazón del tema

que nos incumbe, aunque no exclusivamente. En efecto, la obligación de garantía tratándose del

derecho de acceso a la justicia se refiere al deber que tiene el Estado de hacer todo lo que esté en

sus manos para el correcto funcionamiento de la administración de justicia (en su triple acepción:

como función, como actividad de gestión o como infraestructura). Es decir, se trata de lograr el

buen gobierno de la función y la infraestructura judicial con miras a satisfacer las prestaciones

necesarias para la salvaguarda efectiva de este derecho. A su vez, esta obligación general de

29
garantía, en relación con el derecho de acceso a la justicia puede desglosarse en cuatro

componentes:

1. Asequibilidad. Quiere decir que es necesario que exista una infraestructura judicial que

asegure condiciones de independencia, imparcialidad y efectividad, allí donde se requiere tomando

en consideración la demanda del servicio.

2. Accesibilidad. Este es uno de los asuntos más relevantes. Se trata de permitir el acceso de

todos aquellos que requieran la prestación del servicio en condiciones de igualdad. En este

componente es muy importante tomar en consideración conceptos tales como “pobreza legal”

(“incapacidad para hacer uso cabal de la ley y sus instituciones”), “discapacidad social”

(incapacidad para ejercer los derechos) y “necesidades jurídicas insatisfechas” (“necesidades de

soluciones judiciales a problemas con relevancia jurídica que las personas especialmente las de

escasos recursos– no pueden resolver por sus propios medios”).

3. Adaptabilidad. Es decir, el servicio debe acoplarse a las necesidades del usuario según sus

particularidades. En este aspecto es muy importante tener en cuenta asuntos tales como la temática

misma de los procesos y las herramientas para adelantarlos.

4. Aceptabilidad. Con ello nos referimos a la calidad del servicio, es decir a las condiciones

suficientes que debe tener la administración de justicia para asegurar un correcto transitar en su

seno y una salida satisfactoria del mismo. Una vez delineados los parámetros generales que deben

tomarse en consideración al momento de pensar una política pública en materia de administración

de justicia, atendiendo a las obligaciones generales que se desprenden de su concepción como

servicio destinado a la garantía de un derecho fundamental, nos corresponde preguntarnos cómo

estamos en esta materia. ¿Acaso hemos tomado el rumbo correcto?

30
En el caso colombiano, la propia evaluación que hace el mismo Consejo Superior de la

Judicatura, al Plan Sectorial de Desarrollo de la Rama Judicial correspondiente al periodo 2003-

2006, muestra los numerosos vacíos persistentes en la prestación del servicio de administración de

justicia. Así mismo, un sinnúmero de doctrina evidencia la difícil realidad del sector judicial en

nuestro país. La versión oficial parece asumir que el más importante obstáculo en la prestación del

servicio de administración de justicia es el de la congestión y la mora judicial

No obstante, la doctrina especializada cree que hay otro tipo de asuntos de mayor relevancia y

preocupación que no han sido abordados, entre ellos, por ejemplo, el del acceso real al aparato de

administración de justicia o el de la efectividad de las decisiones judiciales. Esta discrepancia

explica, por una parte, el enfoque que ha mantenido el Plan de Desarrollo de la Rama y, por otra,

las críticas que éste soporta. En efecto, si se estudian con detenimiento los dos últimos Planes

Sectoriales, correspondientes a 2003-2006 y 2007-2010 éstos cometen errores de antaño al

concentrarse casi exclusivamente en el objetivo de la descongestión judicial. Así, en estos planes

las herramientas principales de trabajo son la creación de más infraestructura, la capacitación de

los funcionarios de la Rama y la reforma a los procedimientos. Con ello se profundizan estrategias

de vieja data que, aunque útiles en su momento e incluso hoy en día han demostrado ser

insuficientes, pues al invertir recursos exclusivamente en ellas se sacrifican asuntos de suma

relevancia y, probablemente, de mejor rentabilidad (en términos de eficiencia). Si atendemos a los

parámetros que señalamos líneas arriba, particularmente aquellos relacionados con la garantía del

derecho de acceso a la justicia encontramos, en primer lugar, que el actual Plan Sectorial ignora la

mayoría de ellos y se concentra en uno en particular: el de la aceptabilidad, sin que se tome en

consideración, por lo menos no de manera suficiente, otro tipo de necesidades.

CONCLUSIONES

31
Algunos lineamientos básicos en torno a los conceptos “acceso a la justicia” y “administración

de justicia”. Con fundamento en ello, esbozamos los criterios elementales que de acuerdo con las

obligaciones estatales que se desprenden de los mandatos constitucionales deben orientar el diseño

de toda política pública en torno a estos asuntos. A partir de estas precisiones teóricas, lo primero

que podemos señalar es que una política pública en esta materia sólo será adecuada en la medida

en que tome en consideración tanto la triple dimensión del acceso a la justicia, como la triple

concepción de la administración de justicia, así como la relación entre estos dos conceptos y, en

consecuencia, cada uno de los componentes necesarios en materia de reconocimiento, respecto y

garantía. Pero la pregunta es ¿cómo lograr esto en un escenario en el que, como el colombiano,

los recursos suelen ser escasos? Siendo conscientes de la realidad que rodea el diseño y la ejecución

de políticas públicas creemos que la clave la podemos encontrar en dos aspectos: el primero en un

diagnóstico acertado, pero no sólo un tradicional diagnóstico de la Rama en sí mismo sino un

diagnóstico serio y completo de las necesidades de sus usuarios y de las condiciones de los mismos;

el segundo, en buscar un real equilibro entre los componentes de asequibilidad, accesibilidad,

adaptabilidad y aceptabilidad, e incluso repensando muchas de las estrategias para lograr su

satisfacción. Si bien somos conscientes de la necesidad de priorizar ciertos aspectos, no podemos

olvidar que una política pública sólo podrá ser adecuada en la medida en que tome en cuenta todos

estos componentes, por lo que la preferencia en relación con alguno o algunos de ellos sólo podrá

justificarse en la medida en que así lo requieran las verdaderas necesidades del usuario, e incluso

sin que eso signifique el sacrifico absoluto de los otros. En nuestra opinión, además de concentrar

los esfuerzos en la descongestión, consideramos imprescindible trabajar en el acceso de los

realmente necesitados; es indispensable repensar el gasto, la inversión, hacia quienes realmente la

necesitan. Con ello se buscaría satisfacer el acceso a la justicia tanto en su sentido estricto, como

32
derecho fundamental, como en sentido amplio, aquel que persigue un orden jurídico, económico

y social justo.

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34
AUDITORIA CIUDADANA SOBRE LA CALIDAD DE LA DEMOCRACIA

ADMINISTRACION DE LA JUSTICIA. CAPITULO 4.

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