La relación entre Jesús histórico y la resurrección
En nuestra realidad latinoamericana, surgen varios acontecimientos
difíciles, que dan como consecuencia unos pensamientos emergentes, los implicados en este pensamiento, las víctimas del conflicto, los excluidos o como lo llamaría Boff los sin tierra, en busca de un lugar mejor, no podemos dejar de lado la historia, el Jesús histórico nos da un ejemplo de revolución con un propósito específico; el amor.
El conflicto nos genera la utopía de un lugar mejor, esa fuerza intrínseca
de la historia de cientos de personas que anhelan un mundo sin guerra, la presencia permanente del resucitado propicia el dar la vuelta a los acontecimientos, es una revolución que desde el 68 se viene gestando, esto supone un cambio de paradigma, una ruptura. El Jesús histórico implica una imagen que inspira el Concilio Vaticano II y se reconoce que es a partir de la realidad donde surge el cambio de perspectiva, para defender la dignidad concreta, para sentir la resurrección desde la vida, para la vida y por la vida.
¿Qué significa la palabra Jesucristo?
La palabra Jesucristo vista desde la visión de Leonardo Boff, es
conciencia, es resistencia, es una manera de ser y de pensar, en pocas palabras es un estilo de vida, no es una oposición al sistema, es simplemente una reacción y desde allí una profunda transformación, no es una teología “Aséptica” es el plan de Dios como una utopía de un mundo otro.
La palabra Jesucristo surge del constructo que confronta el dato
revelado con la condición histórica del Jesús histórico, es un objetivo temático desde el compromiso social, es una opción fundamental por los pobres y devolver su dignidad perdida.
¿Por qué se produce la relación entre Jesucristo y cultura?
La vida en América Latina, tan violentada y atacada en su esencia
misma, solicita una criticidad, una emancipación del saber popular, es esa ruptura de paradigmas patriarcales y autoritarismos poco José Camilo Ramos Díaz Fsc. Inter Congregacional Universidad de La Salle fundamentados el tipo de revelación que se pretende cambiar desde Jesucristo.
Hacer una sociedad más horizontal, no quedarse en la permanencia sino
generar una evolución teniendo en cuenta el fenómeno de la globalización, las guerras de mercado emergentes, la revolución tecnológica, la presencia de las economías emergentes, es en la realidad de la cultura en la que surge este nuevo tipo de revelación, una relación entre Jesucristo y cultura empieza a darse cuando se tiene la certeza de empezar a crear otro tipo de lucha, una lucha que oriente la vida, la justicia social, una economía que cuide la causa común y no el bien propio porque nos lo recuerda José Ingenieros en su libro “El hombre mediocre” “La esperanza tiene dos hermanas, la indignación y el coraje”.