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Ella Frank &

Brooke Blaine Halo

Serie Ángel CAÍDO 1 ~1~


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Ella Frank
Brooke Blaine

Halo

Serie Ángel CAÍDO 1

Serie Ángel CAÍDO 1 ~2~


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

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Serie Ángel CAÍDO 1 ~3~


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Sinopsis
Giras masivas por el mundo. Más de cien millones de álbumes
vendidos. Muchas fanáticas.

Cada día es una fiesta para Viper y los chicos de TBD, la banda
de rock más grande del mundo. Pero todo se detiene cuando el cantante
principal sale del estudio un día y nunca regresa.

Voces que lastiman. Letras destrozadas. Buscadores de fama.

Después de meses de audiciones mediocres, Viper, el guitarrista


principal y chico malo por excelencia del grupo, está listo para encontrar
consuelo en el fondo de una botella. El tiempo se está acabando y los
presionan para encontrar un nuevo cantante, pero no es hasta que un
ángel entra por la puerta que las oraciones de la banda son contestadas.

Carismático. Talentoso. Mágico detrás del micrófono. Halo es todo


lo que han estado buscando.

Con una voz a la altura de su impresionante belleza, Viper no tarda


en prestarle atención. Pero hay varias razones por las que esto es una
mala idea:

1. Las relaciones interpersonales en la banda son desaconsejables.

2. Viper ya ha roto la regla 1, un gran error.

3. Halo es hetero.

Lástima que el cuerpo de Viper no esté escuchando su cabeza, al


menos no la que está sobre sus hombros. Pero no se puede falsear la
química, ni en el escenario y ciertamente no fuera de él, ¿y Viper y Halo?
La tienen a montones.

Mientras ambos hombres tratan de resistir el fuego que arde entre


ellos, la banda se ve forzada a reinventarse, será un ascenso complicado
de vuelta a la cima. Pero de las cenizas de lo que fue, nace algo hermoso.
Algo mejor. Y cuando el mundo finalmente vea a Halo extender sus alas,
descubrirán lo que es enamorarse de un ángel.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Uno
Viper
Las mañanas. No había nada que odiara más. Sin embargo, aquí
estaba yo, al amanecer, en Electric Sound Studio en NoHo, esperando
conocer al último aspirante a sustituto de Trent Knox. Era la tercera vez
esta semana que Killian nos sacaba de la cama y nos decía que fuéramos
al estudio, y esta mierda nos estaba agotando.
Habían pasado casi siete meses y medio desde que nuestro ilustre
cantante había salido durante una sesión de grabación, y unos siete
meses y medio desde que decidí que lo odiaba. Trent Knox había
abandonado TBD, y a sus compañeros de banda, en el peor momento
posible. Acabábamos de salir de una gira mundial que había sido un éxito
gigantesco y volvíamos al estudio de grabación, cuando decidió que tenía
que ir y ‘encontrarse a sí mismo’. Mientras tanto, el resto habíamos
quedado con la polla en la mano.
Sí, ¿mencioné que le odiaba a muerte?
—¿Viper? —Killian, el bajista de TBD y mi amigo de toda la vida, se
metió en mis no tan agradables pensamientos y tuvo mi atención
volviendo a la razón por la que me levanté antes del mediodía—. ¿Estás
listo?
Apenas resistí el impulso de poner los ojos en blanco. ¿Listo?
Considerando que nunca esperé estar en esta posición en primer lugar,
eso sería un duro no. Pero no podía decirle eso a Killian después de todo
lo que habíamos pasado, y si quería encontrar a alguien que reemplazara
a Trent, ¿quién era yo para detenerlo?
—Supongo —fue mi respuesta poco entusiasta.

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Brooke Blaine Halo
Un resoplido desde el otro lado de la habitación hizo que mis ojos
se posaran en Slade, nuestro baterista, que estaba tumbado en el sofá de
terciopelo rojo girando sus baquetas entre sus dedos.
—Sí, suenas muy emocionado.
—Cómeme.
—Te gustaría eso, ¿verdad? —contestó Slade, al que le mostré el
dedo.
—Los últimos tres no fueron tan malos —dijo Killian, tratando de
ver lo bueno a la situación de mierda en la que estábamos todos.
—No era tan malo no va a funcionar para mí, Kill —le dije—. Por
mucho que odie admitirlo, Trent era dinamita en el escenario...
—Cabrón —refunfuñó Slade, a lo que asentí. Trent era un cabrón,
y me aseguré de que todos los que me preguntaban sobre su partida lo
supieran.
Pero me estaba saliendo de la pista, algo que pasaba mucho cada
vez que pensaba en la forma en que mi sueño había llegado a un punto
muerto por culpa de una maldita persona. Me acerqué a Killian y le dije:
—Quienquiera que entre por esa puerta tiene que ser capaz de
igualar a Trent. Tú lo sabes y yo también. No voy a conformarme con
menos. —En todo caso, quería más. Quería algo mejor si existía. Para
poder metérsela por el culo a Trent.
—Tienes razón. —Killian miró a Slade, y luego a su reloj—. ¿Dónde
está Jagger?
—Amigo, no lo sé. ¿Salió a que le lustraran los zapatos?
¿Recogiendo su ropa de la tintorería? Elige lo que quieras. Si lo necesitas
en algún lado, necesita más de dos horas para estar presentable para el
público. —El comentario de Slade me hizo reír, pero Killian sacudió la
cabeza.
Desde nuestro ascenso a la fama, nuestro teclista, Jagger, había
desarrollado una gran afinidad por las cosas más finas de la vida. Ropa
más fina, autos más finos y, como él diría, mujeres más finas.

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Mientras que lo único que me gustaba más fino en estos días era
mi alcohol. Ahora mismo me conformaría con un trago de lo que sea que
haya a mano para pasar las próximas dos horas escuchando a un
aspirante a cantante hacer las versiones de nuestros éxitos.
—Mándale un mensaje y mira dónde está, ¿quieres? —Killian miró
su teléfono, revisando un mensaje, y añadió—: Halo debería estar aquí
en cualquier momento.
Espera...
—¿El nombre del tipo es Halo? ¿Qué clase de maldito nombre es
ese?
Killian dirigió una mirada hacia mí.
—Está bien, Viper1.
—Sabes a lo que me refiero. Halo no me hace pensar exactamente
en TBD. Esto no es un coro de la iglesia.
—Gracias por aclararme eso. Pero ahora mismo, no me importaría
si fuera un sacerdote. Mientras pueda cantar. ¿Quieres sentarte aquí
otros siete meses?
Soltando un suspiro, tomé un lugar junto a una de las ventanas.
Crucé los brazos y me resigné al hecho de que no había manera de salir
de esto a menos que lo dejara… y yo no era una persona que se rindiera.
Pero antes que comenzara esta monótona mañana, una cosa tenía que
suceder.
—¿Crees que podría tomar una copa en algún momento de este
siglo?
—Son las nueve de la mañana —señaló Killian.
—Es mediodía en alguna parte. Y si quieres que me siente a través
de horas de algún aficionado destrozando nuestras canciones, necesito
algo para calmar el dolor. ¿De acuerdo?
Killian levantó las palmas.

1
Víbora, serpiente.

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—Lo que sea que te ayude a superarlo. —Luego abrió la puerta y
pidió cuatro whiskeys. Antes de recibir una respuesta, Killian levantó la
mano y saludó a alguien al final del pasillo, y no hacía falta ser un genio
para saber que Halo había aparecido.
—Hola —dijo Killian, mientras me preparaba para otra tortuosa
audición—. Veo que encontraste bien el lugar.
La respuesta fue amortiguada, pero Killian sonreía, y cuando me
miró, pude ver el mensaje en sus ojos, alto y claro… juega bien. Killian
debería haberlo sabido mejor. Habíamos sido amigos durante casi treinta
años, y una cosa de mí que él sabía muy bien era que cuando jugaba, no
era bueno.

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Dos
Halo
¿Realmente estoy haciendo esto? pensé, no por primera ni por
décima vez, mientras entraba por las puertas delanteras de Electric
Sound Studio. Me había estado pellizcando desde que recibí la llamada
del propio Killian Michaels, diciéndome que había visto mi cinta de la
audición, y ¿si podría venir a verme cara a cara con él y el resto de TBD?
¿Conocer a una de las bandas de rock más grandes del mundo? ¿A
la audición como su cantante principal? Era surrealista.
Pero cuando contacté con la recepcionista y ella señaló el pasillo al
estudio 1B, la emoción inicial que sentí cuando Killian llamó doce horas
antes comenzó a transformarse en una ansiedad total. ¿En qué demonios
estaba pensando cuando envié ese video? Pero alguien tenía que ponerse
en el lugar de Trent Knox. ¿Por qué no podía ser yo?
Mis pasos se tambalearon, y casi dejé caer la funda de mi guitarra
cuando doblé la esquina y miré el largo pasillo. Las paredes estaban
forradas con lo que parecía terciopelo negro, lámparas de araña brillaban
cada pocos metros, y al final del pasillo, detrás de la puerta con ‘1B’
grabado en plata, estaban los chicos de TBD. Una banda a la que había
escuchado durante una década, a lo largo de todos mis años de
formación, y ahora aquí estaba, al borde de algo que podría cambiar mi
vida.
Pero no podía moverme. Si me diera la vuelta y saliera por la puerta
ahora, no tendrían la oportunidad de rechazarme, y entonces podría vivir
el resto de mi vida sin la angustia aplastante que ese desaire me traería.
O... podría ser un hombre, entrar en esa habitación, y mostrarles
exactamente por qué era el hombre perfecto para el trabajo. La vida se

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trataba de riesgos, ¿verdad? Si no lo intentaba, no fallaría, pero tampoco
llegaría a ninguna parte, y no me contentaría con tocar covers en antros
casi vacíos por el resto de mi vida. No cuando sabía de lo que era capaz.
Con mi decisión tomada, di un paso adelante justo cuando se abría
la puerta del estudio 1B y Killian Michaels apareció en la entrada,
gritando por cuatro whiskeys. Cuando me vio, sus ojos se iluminaron y
me hizo señas para que me acercara.
—Hola —dijo, sonriéndome, y casi miré detrás de mí para
asegurarme que no había nadie más—. Veo que encontraste bien el lugar.
Obligué a mis pies a seguir moviéndose mientras asentía.
—Sí, hola.
—Hola. —Killian miró por encima de su hombro, volvió al estudio
y luego me miró de nuevo cuando me detuve frente a él. De pie era más
o menos de la misma altura que yo, con una mata de pelo oscuro que era
más largo en la parte superior y peinado hacia atrás de una manera que
gritaba indiferencia, aunque probablemente le había tomado una media
hora perfeccionar. Era tan extraño verle ahí parado con vaqueros
normales y una sudadera con capucha en lugar de la personalidad de
rock que usaba en el escenario.
—Soy Killian —dijo, extendiendo la mano como si todos en el
mundo libre no supieran quién era.
—Halo. —Cambié la guitarra a mi otra mano y le di un apretón de
manos firme.
Una de las cejas de Killian se levantó.
—¿Ese es tu verdadero nombre?
—¿El tuyo es Killian? —Salió antes que pudiera detenerlo, pero en
vez de ofenderse, se rió y me dio una palmada en el hombro.
—Me gustan los sabelotodo. Ven a conocer a los chicos.
Me llevó adentro, e inmediatamente mis sentidos se sintieron
abrumados. Lo primero que noté fueron las gruesas cortinas de color
carmesí que cubrían hábilmente de piso a techo y que ocupaban toda

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una pared. La segunda cosa que me llamó la atención fue la enorme
araña en medio de la habitación que hacía que los que estaban en el
pasillo parecieran hormigas. Dios mío, así es como vive la otra mitad.
—Hola, hola —dijo una voz detrás de mí, y con su mano sobre mi
hombro, Killian nos dio la vuelta hasta donde Jagger, el teclista de TBD,
entraba. Vestido con una camisa de manga larga negra y pantalones a
juego, solo unos pocos tonos más oscuros que su piel, Jagger era el
encantador integrador de la banda, lo cual era evidente cuando se puso
delante de nosotros.
—Llegas tarde —dijo Killian.
Jagger lo ignoró y me dio una sonrisa ganadora.
—Tú debes ser Halo.
—Y tú eres Jagger —le dije. Mientras le estrechaba la mano, era
difícil no ver el Audemars Piguet dorado en su muñeca, o los diamantes
guiñando en los anillos de sus dedos.
—No me perdí el espectáculo, ¿verdad?
—No, acaba de llegar —dijo Killian, echándole una mirada que me
hizo pensar que la llegada tardía de Jagger no era inusual.
—Entonces no llego tarde. —Jagger guiñó un ojo y luego se dirigió
a donde los otros dos miembros de TBD estaban tendidos en los sofás de
terciopelo frente a una fila de ventanas.
Mierda. Están justo ahí.
Cuando Killian me llevó al frente y al centro, asintió hacia el
hombre cubierto de cuello a pie con coloridos tatuajes.
—Halo, te presento a Slade.
Con una mirada penetrante y la cabeza afeitada, excepto por la
sección de seis centímetros que a veces peinaba en una cresta en la parte
superior, el baterista de TBD podía parecer intimidante, pero no era el
chico malo de la banda. No, ese honor era para el hombre del sofá de
enfrente.

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—Y este es Viper —dijo Killian, y mientras miraba al guitarrista
principal, mi primer pensamiento fue que el tipo no parecía muy contento
de verme. Con un tobillo sobre su rodilla, y acariciando casualmente su
labio con su dedo índice, su lenguaje corporal podía parecer relajado,
pero sus ojos oscuros decían algo completamente diferente. Estaban
entrecerrados, evaluadores, y aunque no supiera de mis años de seguir
a la banda que él era el crítico más duro del grupo, aún así habría sido
cauteloso basado en esa mirada. Había una razón por la que se había
ganado el nombre de Viper, después de todo. Observador, pero rápido al
atacar… eso era lo que afirmaban todas las historias sobre él a lo largo
de los años.
Mi corazón empezó a latir un poco más fuerte, y recé para que no
pudieran oírlo.
—Chicos, este es Halo. Vi el video que me envió anoche… muy
bueno. —Killian volvió a mirarme y me dijo—: Muéstranos lo que tienes.
—De acuerdo —dije, pero mi voz salió áspera.
La puerta del estudio se abrió de nuevo, y una mujer entró con una
bandeja de cuatro vasos medio llenos de líquido ámbar. Ella le pasó uno
a cada uno de los miembros de la banda, y cuando Killian tomó el suyo,
me lo ofreció.
—¿Necesitas un poco de coraje líquido? —preguntó.
No era de los que beben licor fuerte a primera hora de la mañana,
pero no estaba seguro de poder pasar esta audición sin él, así que tomé
el vaso con gratitud y me lo tragué de una sola vez. Fue una quemadura
suave al caer, nada como las cosas baratas a las que estaba
acostumbrado. Pero por supuesto que no lo era. Este era el gran lugar,
con candelabros y terciopelo en los estudios en lugar de cajas de huevos
rasgadas cubriendo una habitación del tamaño de un armario.
Con cuatro pares de ojos sobre mí, me incliné para desenganchar
la funda de mi guitarra, lo que logré hacer en el primer intento…
increíble, considerando que mis manos habían empezado a temblar.

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Sólo respira. No pienses en los dioses del rock sentados a dos metros
de distancia. Son sólo otro grupo de gente medio escuchando en un antro.
Sujeté la correa de mi guitarra y afiné, y cuando estaba listo, me
pasé los dedos por el pelo, respiré profundamente y me enfrenté a los
cuatro hombres que sostenían mi destino en las palmas de sus manos.
—¿Quieren que toque algo en particular? —le pregunté.
Killian agitó la cabeza.
—Lo que quieras.
—Correcto. —Afiné las cuerdas tranquilamente mientras debatía si
debía intentarlo con uno de los mayores éxitos de TBD, y después de
unos segundos de deliberación, pensé, joder, ve a lo grande o vete a casa
y empecé a tocar las notas iniciales de ‘Más que suficiente’.
Cerré los ojos, tarareando junto con la introducción, y luego...
comencé a cantar.

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Tres
Viper
Jódeeeeme.
Sí, esa fue la idea que se me pasó por la cabeza cuando Killian se
hizo a un lado y Halo entró al estudio hace unos diez minutos. Y seguía
corriendo por mi cabeza ahora, mientras me sentaba solo en uno de los
sofás frente al tipo que estaba cantando una canción que Killian y yo
habíamos escrito hace dos años, como si la hubiéramos escrito
específicamente para él.
Me lo merecía, supongo. Si me hubiera molestado en ver el archivo
adjunto de video en el email que Killian nos envió anoche, no habría
estado tratando de ocultar la reacción que estaba teniendo hacia el tipo…
y sí, estaba teniendo una gran reacción.
Había estado tratando de averiguar por qué cualquier rockero
esperanzado se llamaría a sí mismo Halo desde que Killian había
mencionado su nombre. Pero cuando entró por la puerta y lo vi por
primera vez, eso se aclaró muy rápido.
El tipo era una puta sensación. Tenía el pelo del color de la luz del
sol o del oro… sobre los que los poetas escribirían alguna mierda… y
ondeaba en una sexy maraña de rizos sueltos que golpeaban el cuello de
su chaqueta. Y esa cara suya, Jesús. Era perfecto. Casi de otro mundo.
Y con ojos de un ligero tono verde, como aguamarina... era casi
demasiado hermoso para mirarlo.
Me moví en el sofá y deseé que Killian me hubiera pedido la botella
entera de whisky, porque de repente no estaba bebiendo para apagar el
dolor de que alguien cantara nuestras canciones. Estaba bebiendo para

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tratar de distraerme de lo atractivo que era este tipo. Especialmente
cuando le agregas su voz… y qué voz tenía.
Él pronunciaba las palabras de una manera ronca y profunda que
sentías en tu espina dorsal y en tu alma, y mientras rasgueaba su
guitarra, cerró esos preciosos ojos suyos y se perdió en mi canción… es
decir, nuestra canción.
Mierda, esto no era bueno. Por supuesto que el primer tipo que
mostraba algún potencial tenía que ser alguien que me pusiera la polla
dura, y cuando miré a Killian y lo vi observándome para ver mi reacción,
esperé como el infierno que solo estuviera mirando mi cara.
Halo llegó al final de la canción, y me sorprendió, él fue el primer
hombre que había logrado superar todo el asunto sin arruinarlo.
Cuando la habitación se hundió en el silencio, Halo abrió los ojos
y parpadeó, y cuando se ensancharon un poco, casi me eché a reír. ¿Se
había olvidado dónde estaba? Bueno, si ese era el caso, seguro que ahora
lo estaba recordando.
—Guau. —Killian fue el primero en ponerse de pie, mientras
aplaudía lentamente y miraba hacia nosotros—. Te dije que era bueno,
¿no?
—¿Bueno? —dijo Jagger, y luego se rió—. Eso fue increíble,
hombre.
Por el rabillo del ojo, vi a Slade asintiendo de acuerdo, pero sin
ofrecer mucho más que eso, y finalmente Killian me miró.
—¿Y bien?
Mis ojos se movieron de Killian a Halo, que me miraba, esperando
mi reacción. Y aunque yo no era de los que le echaba humo en el culo a
nadie, también era lo suficientemente hombre como para admitirlo
cuando estaba impresionado.
—No está mal.

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Los labios de Killian se movieron. Me conocía lo suficientemente
bien como para saber que eso era un maldito elogio de mi parte… pero el
que estaba a su lado parecía menos convencido.
—¿Puedo tocar otro si quieres? —se ofreció Halo, pero Killian agitó
la cabeza.
—Dame un segundo, ¿quieres?
—Bien —dijo Halo mientras Killian cruzaba para detenerse frente
a mí, y al acercarse, no pude evitar que mis ojos se desviaran hacia Halo,
que había retrocedido un poco para darnos privacidad y que ahora
mostraba gran interés en la cabina de sonido detrás de él.
De espaldas a Halo, Killian miró a Jagger y Slade, quienes le dieron
su aprobación con la cabeza, y luego sus ojos volvieron a mirarme.
—¿Quieres hacerle algunas preguntas? —Esa era la forma que
tenía Killian de preguntarme si me gustaba Halo lo suficiente como para
que viera si estaba disponible para volver y realmente probar con
nosotros. Que probara un set completo con nosotros y ver si se enredaba.
Pero el único tipo de enredo que tenía en mente no requería
instrumentos, ni compañeros de banda, ni, bueno... ropa. De alguna
manera, no creí que eso fuera lo que Killian quería decir.
Una vez más, había tantas razones por las que esto era una mala
idea.
Mis ojos deben haber transmitido al menos eso de mis
pensamientos, porque en el momento en que abrí la boca para sugerir
que Halo no era el adecuado, Killian bajó la voz y dijo:
—Es malditamente increíble, V. ¿Cuál es tu problema?
Decidí que era mejor no decir cuál era mi problema en particular,
miré hacia abajo a mi regazo y los ojos de Killian me siguieron. Cuando
vio lo increíble que pensaba que había sido este tipo, los labios de Killian
se curvaron hacia un lado.
—Yo diría que es una respuesta positiva. ¿No lo crees?
Junté los dientes y agité la cabeza.

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—No lo creo.
—Vamos, V. Es el primer tipo que vemos donde no te has dormido
a mitad de camino.
Eso era cierto, pero no estaba seguro que esto fuera mejor.
—Si puede hacerte esto, imagina lo que podría hacerle a un estadio
lleno de fans gritando.
Vale, Killian tenía razón, y que se joda por eso. Pero, ¿realmente
quería someterme a este tipo de tortura día tras día? Yo había estado allí,
lo había hecho, y mira cómo resultó.
Entrecerré los ojos, pero antes de que pudiera decir nada más,
Killian se enderezó y le dijo a Halo:
—Bien. ¿Por qué no vienes a sentarte y podemos conversar un
poco?
Maldito Killian. Bueno, al menos no podía decir que no le había
advertido.

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Cuatro
Halo
Mierda santa. Acababa de actuar para TBD, y no había olvidado la
letra, no me había desmayado, vomitado encima de mí, o hecho cualquier
otro truco igualmente embarazoso. En vez de eso, cerré los ojos y me dejé
caer en la canción, bloqueando completamente a mi público. No fue hasta
que los abrí de nuevo y vi las reacciones aturdidas de tres de ellos que
sentí que el peso abandonaba mis hombros. Quién sabía lo que
decidirían, pero por mí mismo, sabía que lo logrado; incluso si no creían
que yo era el adecuado, no podría haberlo hecho mejor.
Guardé mi guitarra y luego me senté en la silla que Killian había
jalado para mirar hacia los sofás. No había pensado en la audición como
una inquisición, pero eso fue exactamente lo que pareció cuando Jagger,
Killian y Slade lanzaron una pregunta tras otra:
—¿Cómo te metiste en la música?
—¿Por qué crees que encajarías bien con TBD?
—¿Cuántos años tienes?
Tuve un momento de pánico ante eso. No creía que me veía joven,
pero aún así me pedían la tarjeta en todos los lugares a los que iba, así
que admitir que sólo tenía veintitrés años, una década más joven que
ellos, me hizo preguntarme si eso sería un obstáculo para el trato.
Pero nadie reaccionó a esa información y las preguntas
continuaron. Con cada uno que pasaba, empecé a relajarme lentamente,
especialmente cuando se desviaban hacia lo ridículo:
—Muy bien, tengo una. —Slade se inclinó hacia delante, sus codos
sobre sus rodillas, su expresión muy seria—. Es el fin del mundo y sólo
un superhéroe puede salvarte. ¿A quién eliges?

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Jagger resopló.
—¿En serio?
—¿Qué diablos tiene que ver eso con si es el adecuado para la
banda? —dijo Viper.
Slade levantó la mano, bloqueando las protestas de los demás, e
hizo un gesto para que yo siguiera.
—Supongo que diría... ¿tal vez Thor? Su padre es un dios,
literalmente, así que podría ser mi mejor oportunidad. —En realidad, no
sabía mucho del mundo de los superhéroes, así que no estaba seguro de
si era una buena elección o no—. ¿Qué hay de ti?
—Iron Man —dijo Slade.
—Bueno, yo elegiría a la Mujer Maravilla —dijo Jagger—. Si es el
fin del mundo, no me importaría salir con una explosión.
A su lado, Killian gimió y le dio un empujón.
—Eso fue jodidamente horrible.
La cabeza de Jagger cayó hacia atrás mientras se reía, y yo no podía
parar de reírme. ¿Estaba realmente sentado aquí, bromeando y riendo
con TBD? Sabía que en cualquier momento me despertaría en mi
apartamento de mierda, comería ramen y me iría a un concierto. Incluso
me pellizqué a mí mismo para estar seguro.
—¿Canción favorita nuestra? —preguntó Slade.
Tenía algunos favoritos, pero iba a jugar mi mano sabiamente. No
se me había pasado por alto que Viper permaneció en silencio durante
casi todas las preguntas, aunque sus agudos ojos no se perdieron nada.
Ojalá supiera lo que le pasaba por la cabeza al tipo, porque tenía la
sensación de que si no pasaba a la siguiente ronda o lo que fuera que
viniera después, sería porque Viper se había puesto firme.
—Luz oscura —dije, y por el rabillo del ojo, vi a Viper sonreír. ‘Luz
oscura’ era una de las canciones de Viper, una canción que había escrito
para el álbum Amanecer. Sí, la elegí a propósito, con la esperanza de
convencerlo… así que demándame.

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—¿Querías añadir algo, V? —preguntó Killian, mirando fijamente a
su compañero de banda. La sonrisa de Viper cayó, y miró a Killian
durante un largo minuto antes de girar su cabeza en mi dirección.
Mi garganta se secó mientras esperaba que hablara. Se tomó su
tiempo, pasando la mano por encima de la sombra oscura en su
mandíbula, y yo traté de no moverme bajo su intensa mirada, finalmente
lo miré bien.
Chico malo. Jugador. Rompe corazones. Todas las palabras que
había oído sobre Viper, y podía entender por qué. La piel bronceada y
dorada, el cabello negro azabache que era lo suficientemente largo que
podía meterlo detrás de las orejas o dejarlo caer en su cara, y la fuerte
línea de la mandíbula unía la mirada rebelde de alguien que volvía locos
a los hombres y mujeres que seguían a la banda. Se rumoreaba que
prefería lo primero, pero no era asunto mío.
Viper extendió su brazo a lo largo de la parte de atrás del sofá, esos
ojos de obsidiana suyos enfocados directamente en mí.
—Vale, Halo —dijo mi nombre como un desafío—. Si pudieras
cambiar algo, cualquier cosa, sobre la banda, ¿qué sería?
Mierrrrda. Me puso en un aprieto, me hizo una pregunta para la
que no había una buena respuesta. Era como en las entrevistas de
trabajo donde te preguntaban cuáles eran tus debilidades. Lo último que
querías hacer era no ser perfecto y joder la oportunidad de conseguir un
trabajo, y eso era exactamente lo que estaba sucediendo aquí. ¿Qué
cambiaría sobre TBD?
Vale, había dos maneras de ver esto. Podría ser honesto, o podría
jugar a lo seguro. La respuesta segura era que no había nada que
cambiaría en ellos, bla, bla, bla, bla, bla, pero la respuesta honesta....
—Me necesitas como tu líder —dije antes de poder cambiar de
opinión. Un par de cejas se elevaron, pero mantuve mi atención en Viper,
esperando ver su reacción. Pero como sabía lo que quería y no me daba
la satisfacción, su rostro permaneció impasible.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 20


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Brooke Blaine Halo
¿Impasible bueno? ¿O impasible malo? ¿O un tienes que estar
bromeando impasible? No podría decirlo. Pero entonces Viper dijo cuatro
palabras que parecieron sellar mi destino:
—Estaremos en contacto.
Se me cayó el estómago. ¿‘Estaremos en contacto’? Mierda. Mierda,
mierda, mierda, mierda. Acababa de arruinarlo con esa respuesta.
Acababa de arruinarlo, y ahora todos me miraban como si necesitara salir
de la habitación y…
—Te acompañaré fuera —dijo Killian, poniéndose de pie.
Rápidamente empaqué mi guitarra cuando una sensación de pavor
se apoderaba de mí. Mantén la calma hasta que salgas.
—Fue un placer conocerlos. Gracias por la oportunidad. —Caminé
hacia cada uno de ellos y les estreché la mano. Slade y Jagger me
asintieron a cambio, pero cuando llegué a Viper, se agarró a mi mano
más tiempo, su agarre firme y su mirada viajando sobre mí antes de
soltarme.
Mientras me alejaba, me pregunté qué vio Viper cuando me miró
de la forma en que lo había hecho. ¿Vio a un joven que se esforzaba
demasiado? ¿O lo había impresionado aunque sea un poco?
Supongo que pronto lo descubriría.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 21


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Cinco
Viper
—¿V. pizza o mexicano? —gritó Killian desde su cocina, mientras
yo me caía en uno de los sofás de cuero de su extenso ático de Tribeca
esa misma tarde. Acabábamos de llegar a casa después de un largo día
en la MGA, nuestro sello discográfico, donde nos sentamos en una
reunión tras otra con nuestro manager, Brian.
Desde que Trent se fue, la MGA había estado presionando para que
encontráramos un nuevo líder, porque de ninguna manera una compañía
discográfica iba a ‘continuar canalizando dinero hacia un barco que se
hunde’… sus palabras, no las mías.
Les habíamos traído dinero suficiente para toda una vida.
Pensarías que al menos nos daría algo de tiempo para resolver nuestra
mierda. Sin embargo, veían las cosas de manera diferente. Imbéciles. Nos
habían dado una fecha límite, a la que nos acercábamos rápidamente, y
esa era una de las razones por las que Killian nos había estado sacando
de nuestras camas a horas impías esta semana para ver estas audiciones.
Llevábamos meses buscando, y todos ellas rápidamente no habían
ido a ninguna parte. Pero la de hoy... la de hoy había sido una historia
totalmente diferente, y fue la razón por la que terminamos pasando la
mayor parte del día en reuniones por toda la ciudad… algo que ninguno
de nosotros disfrutó.
—Pizza —le dije, y luego sacudí mi habitual cobertura de
salchichas, cebollas, champiñones y queso extra.
Killian agarró su teléfono de la mesa de café con forma de guitarra.
—Como si no lo supiera. ¿No te cansas de pedir lo mismo todas las
veces?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 22


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Me gusta lo que me gusta. Eso no va a cambiar pronto. —Qué
podía decir, yo era una criatura de hábitos.
Killian se rió mientras llamaba al número y hacía nuestro pedido.
Una vez que terminó, se sentó en su sillón favorito, acomodado frente a
los ventanales de pared a techo, y luego miró hacia mí.
—Hablando de cosas que te gustan... —Killian me miró mientras
se apoyaba el tobillo en la rodilla—. ¿Qué te pareció Halo hoy? Fue bueno,
¿eh?
Esa era una forma de describirlo. Probablemente no de la forma
que yo lo haría. Pero dudaba que Killian quisiera saber que no podía dejar
de pensar en la forma en que Halo podría verse desnudo en mi cama.
—Sí —dije, dando mi respuesta estándar sin compromiso—. Como
dije, no es malo.
—No es malo, mi trasero. Ese tipo es jodidamente brillante.
Admítelo. Es casi tan bueno como...
—Si dices Trent, podría darte una patada en las pelotas.
Killian se rió, y decidí que podría patearlo de todos modos.
—¿Por qué? Porque puede haber alguien que pueda igualarlo o...
—Porque su nombre me hace querer cometer actos violentos.
Killian se puso serio en un instante.
—Lo juro, un día de estos vas a tener que dejar de hablar mal de él
cada vez que abras la boca.
—¿Sí? Bueno, un día de estos podría dejar de odiarlo. Hay
esperanza para todos nosotros.
Killian suspiró y se pasó una mano por el pelo, y yo sabía que era
demasiado esperar que toda la conversación terminara, y que la televisión
estuviera encendida. Y ni un minuto después, Killian estaba de vuelta en
el tema.
—Así que... Halo. ¿Finalmente viste el video que te envié anoche?
¿Lo había mirado? Eso sería un sí. Tan pronto como Halo se fue, y
los chicos salieron a fumar, abrí rápidamente el correo electrónico y el

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 23


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
archivo adjunto. Apurado por echar otro vistazo a esa cara… porque qué
cara maldita sea.
—Sí, lo he mirado.
—¿Yyyyyyy?
—¿Y qué quieres que diga, Kill? Él es bueno. Realmente bueno,
carajo. Tiene oído, pero… —Me detuve, y cuando Killian se sentó allí
dándome su mirada, pensé: Al diablo con esto—. Me pone la polla dura,
¿de acuerdo? No puedo estar en un escenario con ese tipo. ¿Le has visto?
Es demasiado guapo para su propio bien.
—Exactamente por eso es que sería perfecto para TBD.
Killian había perdido la cabeza.
—¿Estás sordo? Acabo de decirte que...
—Sé exactamente lo que me dijiste. Yo también lo vi. Pero no estoy
preocupado. Es heterosexual. ¿No escuchaste la letra de la segunda
canción que escribió?
¿Las letras? Estaba demasiado ocupado concentrándome en la
forma en que su boca se movía. No lo que salía de ella.
Killian sonrió.
—Estaba cantando sobre su corazón roto, sobre cómo ella le
rompió el corazón. Pero es bueno saber que no te diste cuenta. Crees que
es sexy. Y crees que es sexy cantando nuestras canciones. No te he visto
actuar de esa manera desde...
Mi mirada hizo que Killian se mordiera su nombre, y luego se
deslizó hacia el borde de su asiento.
—Química, V. Todo se trata de química en el escenario. Lo sabes
mejor que nadie, y necesitas tenerlo con nuestro líder.
—¿Química? Si tengo más química con él, podría explotar.
Killian resopló.
—Tal vez puedes guardártelo para ti mismo cuando lo llamemos,
¿sí? No quiero asustar al novato.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 24


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Así que realmente vamos a hacer esto? ¿Invitar a un tipo al redil
que parezca tan puro como un puto ángel?
—La gente encuentra la idea de corromper a alguien tan caliente
como domar al chico malo. A las mujeres y a los hombres les va a
encantar. Su rostro y nuestras palabras saliendo de su boca. Podemos
jugar con eso. Además, la voz de Halo es asesina, y su forma de tocar la
guitarra es fuera de serie. No la cagó ni una vez hoy, aunque tenía que
estar nervioso. Y sé que eso te impresionó.
Maldito Killian. El imbécil conocía bien mi debilidad, y el hecho de
que Halo no hubiera estropeado nuestra música había sido su boleto de
ida a la siguiente ronda.
—No puedo decidir si lo contratas como nuestro líder, o si tratas
de convencerme de que me acueste con él. De cualquier manera, supongo
que estoy dentro.
—Voy a fingir que no lo dices en otro sentido que no sea… dentro
del plan.
Le sonreí a Killian, una sonrisa de lobo que no hacía promesas. Era
lo suficientemente inteligente como para saber lo que invitaría si traía a
Halo de vuelta por más.... pero ese no era mi problema. Había sido sincero
sobre mis preocupaciones, y si Killian estaba dispuesto a arriesgarse por
un poco de buena química a la antigua, entonces, ¿quién carajo era yo
para detenerlo?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 25


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Seis
Halo
Había estado en casa menos de dos minutos cuando empezaron los
golpes en mi puerta. Después de salir de la audición, no había querido ir
a casa, así que había ido a Central Park y me había apropiado de un
banco durante horas, observando a la gente, congelándome el culo y
tocando la guitarra de vez en cuando. Tratando de mantener mi mente
alejada de la forma en que la audición había terminado.
El golpeteo comenzó de nuevo, y suspiré y me quité los zapatos
antes de ir a contestar. Sabía quién estaba del otro lado, y lo último que
quería hacer era responder a un millón de preguntas. ¿Por qué había
decidido hacer el papel de bastardo engreído en esa última? Me costó mi
oportunidad, y todo lo que quería hacer ahora era arrastrarme a la cama
y fingir que hoy nunca había ocurrido. Bueno, tal vez sólo el final.
Conocer a la banda había sido increíble, y tal vez una vez que mi
frustración hacia mí mismo desapareciera, sería capaz de pensar en ello
de una manera positiva.
—¡Halo! —gritó Imogen—. Sé que estás ahí. ¡Abre!
Sin duda mi hermana había estado mirando a través de su mirilla
para ver cuándo había entrado, que era por qué había llegado tan rápido.
Ventajas de vivir en el mismo edificio que tu hermano.
Apenas tenía la puerta abierta antes de que Imogen dijera:
—Por fin. ¿Cómo te ha ido? Cuéntamelo todo. ¿Amaron...? —Pero
cuando vio bien mi cara, su sonrisa desapareció—. Oh no. ¿Qué ha
pasado?
Sin decir una palabra, dejé la puerta abierta y me dirigí a la cocina,
o lo que pasaba por una cocina en mi pequeño apartamento, de todos

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Brooke Blaine Halo
modos. Había suficiente espacio para un pequeño fregadero, dos
quemadores y una mini nevera, lo que estaba bien teniendo en cuenta
que yo no cocinaba nunca. Tomé una cerveza de la nevera, y mientras
abría la lengüeta, los ojos verdes de Imogen se abrieron de par en par.
—Has estado fuera durante horas. Y.... ¿estás bebiendo? Oh,
Halo... —Me siguió hasta el sofá, y cuando me desplomé sobre los cojines
desgastados, se sentó a mi lado, sin cederme ni un ápice—. Me estás
matando aquí. ¿Perdiste la voz o algo así?
Casi desearía haberlo hecho. Hubiera sido fácil mantener la boca
cerrada.
Girando la lengüeta de un lado a otro hasta que se rompió entre
mis dedos, mantuve mis ojos en la fría lata en lugar de tener que ver la
desilusión que llenaría los ojos de Imogen cuando le contara lo que había
pasado.
—La cagué.
—Imposible.
—Nada es imposible, créeme.
—Eres el mejor cantante, intérprete, músico que conozco, y eso no
es ser parcial, así que creo que estás siendo demasiado duro contigo
mismo.
—El problema no fue la audición. Lo logré. —Pensé en la mirada
que Viper me había dado cuando me hizo la última pregunta, la que había
puesto el clavo en mi ataúd—. Digamos que a veces debo pensar antes
de hablar.
—Oh, Halo, no lo hiciste.
—Seeep. —Pasé varios tragos de cerveza y luego me eché hacia
atrás, apoyando mi brazo sobre mis ojos.
—Oye, tal vez no fue tan malo. ¿Qué has dicho?
—Me preguntaron qué cambiaría de la banda.
—Oh mierda.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 27


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Brooke Blaine Halo
—Sí. Y decirles que yo debería ser su líder no tuvo exactamente
una buena reacción.
—Espera. ¿Qué? —Imogen me quitó el brazo de la cara—. ¿Eso es
todo?
—¿Qué quieres decir con eso es todo? Prácticamente me echaron
después de eso.
Imogen me miró fijamente durante un largo momento antes de
echarse a reír.
Me senté, fulminándola.
—¿Qué demonios es tan gracioso?
—Tú. —Se limpió los ojos y agitó la cabeza hacia mí—. ¿Te dijeron
que tuvieras una buena vida?
—Dijeron que estarían en contacto.
—¿Estarían en contacto? Eres un imbécil. Eso es algo bueno. —
Mientras me llevaba la cerveza a los labios, ella me robó la lata y la dejó
en el suelo a su lado—. Escucha, necesitamos que entiendas algo, ¿de
acuerdo? Mírame.
Puse los ojos en blanco pero incliné la cabeza en su dirección.
—Voy a ser franca. Entiendo que seas duro contigo mismo. Por eso
eres tan bueno como eres, porque te presionas fuerte y no aceptas un no
por respuesta. Por eso les dijiste que te necesitan como cantante. Hola,
fuiste honesto. Sabes que los mejorarás. ¿Y sabes qué? No quieren un
tímido alhelí que se suba al escenario con ellos, sino a un tipo confiado
que les dice que es el mejor.
Parpadeé hacia Imogen. Con su largo pelo rojo envuelto alrededor
de sus hombros en olas, y con sus ojos esmeralda destellando, parecía el
epítome de la enérgica pelirroja de la que siempre has oído hablar, y en
ese momento, también sonaba como una de ellas. Ni siquiera tuve la
oportunidad de responder antes que disparara otra pregunta.
—¿Cuál se te metió en la cabeza? ¿Fue Slade? Sabes que sólo se ve
aterrador, ¿verdad? He oído que es un buen tipo.

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Me acordé de la reunión, y de cómo todos los chicos, en un
momento u otro, se reían y peleaban el uno con el otro... todos menos
uno.
—Ahí —dijo Imogen—. Lo veo por toda tu cara. ¿Quién?
—Viper es... interesante.
—¿Interesante? Querrás decir ‘jodidamente sexy’.
—No estaba mirando realmente.
—Sí, pero puedes admitirlo cuando sabes que otro tipo es guapo.
¿Y Viper? Es, como, escandalosamente sexy.
—Lo entiendo. Crees que es sexy. Tal vez también le gusta hacer
pasar un mal rato a los demás, porque ese tipo no sonrió ni una sola vez.
—Bueno, si le crees a Entertainment Daily, pasa un buen rato a
menudo. —Imogen me guiñó un ojo, y cuando le di un empujón, se rió.
Mi teléfono vibró en mi bolsillo, y cuando lo saqué y vi el número
en la pantalla, empecé a sudar frío.
—Mierda.
—¿Quién es?
La miré a ella.
—Killian.
—¿Qué? —gritó ella—. ¡Contesta el maldito teléfono!
—Pero...
—Responde. El. Teléfono.
Oh Dios. Aquí estaba. La frase de gracias pero no gracias, que había
estado temiendo todo el día. Me puse el teléfono en la oreja y cerré los
ojos como si pudiera bloquear lo que estaba a punto de decir.
—¿Hola?
—Halo, soy Killian.
—Hola —dije, y me lamí los labios, listo para pedir disculpas—.
Escucha, estoy...
—¿Disponible mañana a las once?
Se me abrieron los ojos.

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Brooke Blaine Halo
—¿Qué?
—Todos pensamos que eres genial, y nos gustaría ver adónde
puede ir esta cosa.
La sangre que corría por mis oídos casi ahogó sus palabras, y
necesitaba asegurarme que lo había oído bien, porque sonaba como si
hubiera dicho…
—¿Me quieres a mí?
Killian se rió.
—Suenas sorprendido.
—Uh, sí. —Imogen estaba rebotando en el sofá, con las manos
sobre la boca para evitar chillar.
—No lo hagas. Malditamente lo rockeaste, tío. No podemos esperar
a oír qué más puedes hacer.
Mierda, esto estaba pasando. No había estropeado las cosas
después de todo, lo que significaba que no se habían ofendido por mi
respuesta, y Viper no me había echado la bronca.
Que me parta un rayo...
—Así que mañana a las once, ¿sí? —dijo Killian—. Ensayaremos en
mi casa. ¿Tienes un bolígrafo?
Imité escritura en el aire para Imogen, y ella saltó y salió corriendo
a buscar un bolígrafo. Cuando regresó con una toalla de papel y un
rotulador, escribí la dirección que Killian agitó y le dije que estaría allí a
las once en punto. No se me ocurrió hasta que terminé la llamada que
tenía la dirección de Killian Michaels en mi regazo. No sólo eso, sino que
acababa de ser invitado a unirme a la banda a modo de prueba.
Mi boca se movió, pero no pude encontrar las palabras. Imogen
soltó el grito que había estado reteniendo, agarrándome y sacudiéndome
emocionada.
—Dios mío, Halo —dijo ella, con una gran sonrisa en la cara—. ¿Así
que estás dentro?

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Aturdido, me agarré la nuca, con una sonrisa que se deslizaba
lentamente por mis labios.
—Estoy dentro.

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Siete
Halo
La mañana próxima, entré en el ascensor del edificio de Killian y
subí al ático, con mi guitarra en la mano y una mochila colgada sobre mi
hombro. Se sentía extrañamente como el primer día de escuela, toda la
anticipación, emoción y los nervios peleando, especialmente en un
ambiente tan elegante. Cuando miré arriba y abajo en el pasillo, noté que
sólo había una puerta en este piso, lo que significaba que la casa de
Killian ocupaba todo el lugar.
Me quedé sin aliento cuando llamé a la puerta, decidido a entrar
ahí como un igual. Había una razón por la que me habían pedido que
volviera, y necesitaba mostrarles a estos tipos que habían tomado la
decisión correcta.
La puerta se abrió de golpe y Killian me sonrió, apoyando su brazo
contra el marco de la puerta.
—Hola, hombre. ¿Estás listo para esto?
Algo en la forma en que lo dijo me hizo pensar que él sabía que yo
pensaba que estaba por encima de mi capacidad, pero que no estaba
dispuesto a demostrarlo, así que le respondí honestamente.
—¿Alguien está preparado para esto?
Se rió y se alejó de la puerta.
—Joder, no. Sólo puedo improvisar.
—Fingir hasta que lo consigas —le dije, entrando mientras él
cerraba la puerta detrás de mí.
—Exactamente. Ves, estás más preparado que nosotros cuando
empezamos. —Nos llevó a una enorme sala abierta con paredes rojas y
vigas expuestas que parecían ser una combinación de áreas de estar, la

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Brooke Blaine Halo
cocina y el comedor, y un área de entretenimiento. Ninguno de los otros
tipos parecía estar alrededor, y mientras Killian rodeaba la isla de granito
de gran tamaño frente a la nevera, dijo—: Entonces, ¿cuál es tu veneno?
Tengo café, té, refrescos y un bar lleno.
—El agua es buena por ahora.
Me dio una botella de la nevera y me señaló dónde estaba todo.
—Te daré un tour más tarde, pero aquí es donde ensayamos, así
que siéntete como en tu casa.
Miré a mi alrededor, con curiosidad por saber dónde, porque no
veía ningún instrumento, y una batería no era algo que quisieras cargar
todo el tiempo.
Como si pudiera ver lo que estaba pensando, Killian se rió y agitó
la cabeza.
—No literalmente aquí. Hemos insonorizado una habitación por
ahí. —Señaló una elevada puerta de madera a nuestra izquierda, y
después de servir café en un vaso, asintió para que lo siguiera.
Tengo esto. No hay necesidad de estar impresionado. Son tipos
normales... tipos normales que han vendido millones de discos y viven en
áticos. No es gran cosa.
Cuando entré en el espacio de ensayo, vi a los otros afinando sus
instrumentos, risitas sonando mientras Jagger decía algo que les hacía
poner los ojos en blanco. En comparación con el resto del ático, la
habitación era sorprendentemente sencilla. Pisos alfombrados, paredes
de madera y paneles enmarcados de tela negra en las paredes para
absorber el sonido. Nada elegante, sólo sus instrumentos y un par de
sofás de cuero y sillas contra la pared.
Slade me vio primero y levantó sus baquetas para saludar, y luego
las cabezas de Jagger y Viper se volvieron hacia mí.
Eres el puto líder, me dije a mí mismo, enderezándome, y luego
asentí a los chicos.
—Hola.

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Brooke Blaine Halo
—Halo, mi hombre —dijo Jagger, sonriendo y mostrando su puño.
Dejé la funda de mi guitarra y le di un puñetazo con el mío. A pocos
metros de distancia, Viper se quedó observándonos, con los brazos
cruzados sobre su guitarra.
—Viper —dije saludando.
Inclinó un poco la cabeza.
—Ángel.
—Es Halo.
Viper sonrió con suficiencia.
—Lo mismo.
Biennn, así que obviamente Viper no se había entusiasmado
mucho con la idea de tenerme a bordo desde ayer, pero tampoco me había
dicho que me fuera a la mierda, así que me imaginé que me aceptaría.
Eventualmente.
—Así que comencemos —dijo Killian, frotándose las manos. La
emoción desató el aire a su alrededor, y me preguntaba cuánto tiempo
había pasado desde que se habían reunido en este espacio para ensayar.
¿Había otros que habían audicionado antes que fueron invitados aquí?
¿Era el primero? Y lo que era más importante, ¿sería el último?
Puse la funda y la mochila de mi guitarra a un lado, tragué un poco
de agua y me puse detrás del soporte del micrófono principal. No estaba
seguro de si tocaría una guitarra como la de Trent en alguna ocasión, o
si sólo querían que cantara, pero había traído la mía por si acaso.
—Vamos a empezar con el álbum Amanecer, ya que es el más
reciente —dijo Killian, apilando unas cuantas hojas de papel que
contenían letras en el stand frente a mí. Cuando abrí la boca para
protestar porque no las necesitaba, él levantó la mano—. Sé que dijiste
que estabas familiarizado con las canciones, pero hasta nosotros
olvidamos la letra a veces.
Cierto. Buen punto. Sería peor olvidar una línea frente a estos tipos
que tener que mirar las palabras frente a mí.

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Brooke Blaine Halo
—Gracias —dije, mientras Killian se movía a mi izquierda y se
ponía el bajo.
—Encrucijada —dijo. Miré hacia abajo para asegurarme que era la
página de la letra mientras Slade nos guiaba hasta la introducción.
Cuando se lanzó a un ritmo fuerte, una emoción me recorrió, y la piel de
gallina saltó por toda mi piel. Si había pensado que la audición de ayer
había sido surrealista, no tenía nada que ver con lo que estaba pasando
en ese momento, cuando los otros comenzaron a tocar. Sus sonidos se
mezclaron tan perfectamente que, por un momento, me quedé
asombrado, olvidando por completo el hecho de que tenía un papel que
interpretar.
Killian levantó la mano cuando me perdí mi señal y la música se
detuvo. Luego me levantó una ceja.
—¿Todo bien?
—Mierda, lo siento —dije, pero no pude evitar que la gran sonrisa
se apoderara de mi cara—. Eso es tan jodidamente genial. Es
simplemente —alucinante— increíble. —Traté de aplacar mi excitación y
miré por encima de mi hombro a los otros chicos—. Lo siento. ¿Podemos
hacerlo de nuevo?
Detrás de mí, Killian se rió, y luego Slade hizo una cuenta regresiva
y lanzó la canción de nuevo.
Esta vez, estaba listo incluso mientras trataba de asimilar cada
segundo de lo que estaba sucediendo. Sacudí los brazos mientras la
música crecía, y luego agarré el micrófono y comencé a cantar.
Era malditamente mágico.
Había estado en un par de bandas antes, pero mierda. La forma en
que todo se combinaba cuando estabas con músicos en la cima de su
carrera saltaba a pasos agigantados por encima de todo lo que yo había
experimentado antes. Y aunque mi voz era naturalmente un poco más
grave que la de Trent, aún así le emparejé nota por nota.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 35


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
La primera canción salió sin problemas, y pasaron directamente a
la siguiente canción del álbum. No me quedé quieto por mucho tiempo,
arranqué el micrófono de la base y rondé por la habitación, sintiendo lo
que me rodeaba y mi lugar en esta banda. Cuando me enfrenté a ellos de
nuevo, los cuatro chicos tocando magistralmente, apenas podía creer que
esta era mi vida. Sería mi vida en los años venideros, porque después de
tener esta muestra de lo que era ser parte de TBD, no había manera que
me diera por vencido. Y como esta era otra prueba para ver cómo
encajaba, no iba a andar con rodeos.
Parte de cualquier banda exitosa era la presencia en el escenario.
No importaba lo bien que sonabas en un álbum. Si apestabas delante de
miles, si no le dabas a la multitud algo que ver, entonces no se quedarían
para la próxima gira. Así que con ese pensamiento en mente, me acerqué
a Viper, y cuando me vio viniendo por él, sus oscuros ojos se iluminaron.
Sin perder una nota, me miró fijamente mientras me acercaba, sus
dedos increíblemente rápidos volando hacia arriba y hacia abajo por el
mástil de su Fender Telecaster. Había una razón por la que se le conocía
como uno de los mejores guitarristas vivos: el tipo era una leyenda. Y,
según Imogen, todos los habitantes del planeta pensaban que era un
‘chico malo y guapo’ o lo que sea, lo cual, ahora que estaba cara a cara
con él, supuse que podía ser cierto. Con una mirada penetrante y rastrojo
a lo largo de su mandíbula fuerte y alineando su boca presumida, pude
ver el atractivo.
Espera, ¿qué? Uh, no. Podía ver el atractivo para mi hermana o
cualquier otra persona. No para mí. No estaba mirando los labios de otro
tipo. Sólo estaba concentrado en ganarme a la única persona que conocía
que potencialmente podría interponerse en mi camino para hacer que
esta situación fuera permanente.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 36


Ella Frank &
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Ocho
Viper
Malditamente increíble, después de años de gira con Trent como
nuestro líder, y rodeado de algunos de los músicos más talentosos del
mundo, no me sorprendía mucho en estos días. Rara vez me quedaba
mudo por la capacidad de alguien para mantener cautivo a un estadio, y
me impresionaba aún menos que alguien intentara cantar las palabras
en las que había puesto mi corazón y mi alma.
Pero desde el momento en que Halo abrió la boca y cantó la primera
canción hasta ahora, mantuvo mi atención de una manera que yo sabía
que iba a ser un maldito problema.
Mientras tocaba la introducción a la segunda canción de Amanecer,
un simple arpegio de seis notas que repetí y modulé con el pedal a mi pie,
Halo sacó el micrófono del soporte y giró en mi dirección.
Con sus ojos claros, me midió como si estuviera tratando de decidir
si debía quedarse donde estaba o acercarse, y cuando el resto de la banda
se unió y el ritmo comenzó a latir realmente, pareció actuar como el
empujón que necesitaba.
Halo caminó en mi dirección con más fanfarronería en su dedo
meñique de la que la mayoría de la gente tenía en todo el cuerpo, lo cual
era algo bueno teniendo en cuenta la canción que estaba cantando.
Cuando se detuvo frente a mí, sus dedos se apretaron alrededor del
micrófono mientras cantaba la primera estrofa, y no pude evitar
preguntarme qué estaba corriendo por su cabeza mientras sus ojos se
deslizaban por mi cuerpo hasta donde yo estaba tocando las cuerdas de
mi guitarra.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 37


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Así de cerca, pude oler el aroma fresco de cualquier jabón que
hubiera usado esta mañana mientras se acercaba, y me permití un
momento para mirar realmente al tipo desde que entró al estudio.
Con jeans desgastados, una camiseta negra y Converse, Halo no
estaba vestido para impresionar, más bien vestido para su comodidad.
Pero con una correa de cuero alrededor de su muñeca derecha, esa
maraña de desordenadas ondas en su cabeza, y una boca llena cantando
una canción que había escrito sobre la lujuria no correspondida, me
alegré mucho de tener una guitarra que cubriera la mitad inferior de mi
cuerpo.
Sabía que esto iba a pasar. Desde el momento en que entró en la
audición hasta anoche, cuando le dije a Killian que era una mala idea. El
cantante siempre tocaba con el guitarrista principal, y nuestra banda no
era diferente. Química, eso fue lo que Killian dijo que quería. Veamos qué
tenía el ángel en la manga.
Mientras Halo cantaba hacia el primer estribillo, y Slade se
apresuraba a tocar los tambores, dirigí mis ojos hacia Killian, cuya
mirada estaba fija en nosotros dos; probablemente se preguntaba qué
coño iba a hacer a continuación… pero oye, ese era su problema, no el
mío.
En vez de eso, volví a prestar atención a Halo, cantando las voces
de fondo para acompañar a las suyas. Llegué justo a tiempo para captar
sus ojos cayendo a mi boca, y joder si eso hizo algo para aplastar la
excitación que lamía a través de mis venas de tenerlo tan cerca, y cuando
pareció darse cuenta de dónde estaba mirando y sus ojos se elevaron
para chocar con los míos, no pude detener la sonrisita que cruzó mis
labios.
Levantando una ceja, casi lo reté a que se acercara, y cuando
llegamos a la siguiente ronda del coro, bajó su brazo, se inclinó y
compartió el micrófono conmigo, poniendo sus labios peligrosamente
cerca de los míos.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 38


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
El tipo tenía pelotas, tenía que reconocerlo, y mientras el ritmo de
los tambores pulsaba alrededor de la habitación, conduciéndonos hacia
el segundo verso, Halo envolvió su mano alrededor de mi soporte del
micrófono y dirigió su cara hacia mí, mientras cantábamos la última línea
del coro en completa sincronía entre nosotros.
Cuando las palabras se interrumpieron y la música tomó el control
antes del segundo verso, Halo soltó el soporte del micrófono y dio un paso
atrás. Sus ojos aún estaban fijos en los míos como si no pudiera creer lo
que acababa de hacer, pero luego una sonrisa arrogante curvó sus labios
y era obvio que estaba bastante satisfecho consigo mismo, y así debería
ser.
Una vez me preguntaron en una entrevista qué tres cosas me
parecían más sexys en una persona, y en ese momento había sido
bastante fácil hablar de ellas, ya que había estado sentado al lado de
Trent.
Confianza.
Talento.
Autoconciencia sexual.
Y mientras Halo se movía de vuelta al centro de la habitación y
deslizaba lentamente el extremo de su micrófono hacia el soporte, como
una caricia, me di cuenta de que mi respuesta no había cambiado ni un
poquito. Porque la confianza que Halo estaba ahora lanzando cuando
cerró los ojos y comenzó a cantar el siguiente verso me hizo pensar por
primera vez que podría haber algo mejor ahí fuera que Trent Knox, y que
podría estar aquí en la sala de ensayo de Killian.
Al terminar la canción, la energía de la sala prácticamente vibraba
cuando la voz de Halo se desvaneció en el silencio, y cuando terminó,
Jagger fue el primero en hablar.
—¿Estás bromeando?
Halo abrió los ojos y miró en mi dirección, a pesar que Jagger había
sido el que prácticamente se había vuelto loco por su actuación.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 39


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Eso fue increíble. Jodidamente increíble. ¿Verdad, chicos?
Halo tragó y luego se volvió hacia el borde del escenario, donde
estaba la batería, para agacharse y recoger su botella de agua. Sabía que
debía concentrarme en la música y su voz, y lo bien que había cantado
nuestras canciones. Pero con la forma en que el vaquero estaba ahora
estirado sobre su trasero, mi atención había cambiado de marcha.
—En serio. Buen trabajo, hombre —dijo Slade mientras giraba el
palo de su mano izquierda hacia arriba y hacia abajo por cuatro de sus
dedos—. Lo has logrado. Incluso te metiste en el espacio de Viper y
aguantaste el tuyo.
Estaba a punto de ofrecerme a dejar que Halo se metiera con otra
cosa mía si así lo deseaba, pero por suerte para él, Killian llegó primero.
—Tengo que admitirlo, sabía que eras bueno, pero esto está en otro
nivel de bueno. —Killian miró en mi dirección—. ¿V?
Vi la emoción grabada en las caras de mis amigos y compañeros de
banda, algo que ninguno había sentido en meses, y tuve que darle crédito
a Halo no sólo por cantar la mierda de nuestras canciones, sino también
por recordarnos por qué diablos estábamos aquí en primer lugar.
—Sí, lo hiciste bien —le dije.
Un escalofrío se deslizó por el cuello de Halo, y no se me pasó por
alto ni a mí ni a mi pene que mis palabras fueron las que le causaron esa
reacción. No las de Slade. No las de Jagger. No las de Killian. Halo había
estado esperando mi aprobación hoy, y me preguntaba si se había dado
cuenta de lo que ese tipo de caricia al ego le hacía a un hombre como yo.
Estaba pensando que no, de otra manera no habría manera en la verde
tierra de Dios de que él todavía estuviera sosteniendo mi mirada.
—Correcto —dijo Killian, tirando efectivamente de mi mirada, lo
que era su intención, a juzgar por la mirada de déjalo que tenía en sus
ojos. Me encogí de hombros—. ¿Qué tal si revisamos el resto del set y
vemos cómo se sienten?
Halo dejó caer el agua a sus pies y se pasó una mano por el pelo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 40


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—A mí me parece bien. ¿Hay algo que quieras que cambie? ¿Qué
haga de otra manera?
—Nada.
—De acuerdo. —Halo miró a los papeles que tenía delante en el
estrado, luego miró por encima de su hombro a Slade y le dijo—: Listo
cuando lo estés. —Como si lo hubiera estado haciendo toda su puta vida.
Y mientras Slade sostenía sus palos sobre su cabeza y los golpeaba
juntos, me di cuenta que no podía dejar de mirar al hombre detrás del
micrófono.
Confianza. Halo la tenía en abundancia. Y maldita sea si eso no lo
hacía aún más tentador.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 41


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Nueve
Halo
Seis horas y un exitoso primer ensayo más tarde, y estaba
montando en un subidón como nunca había sentido. Había sido tan
natural al frente de la banda, como si hubiera nacido para hacerlo, y de
ninguna manera iba a poder deshacerme de la amplia sonrisa de mi cara
en un futuro cercano.
—Buen trabajo hoy, Halo —dijo Jagger, mientras empacábamos
para irnos. Se deslizó en un fino abrigo mientras me subía la cremallera
de mi mochila y me la colocaba en el hombro.
—Gracias, hombre. Eso fue... —Agité la cabeza. No tenía las
palabras, pero por suerte sabía exactamente cómo me sentía y me dio
una palmada en la espalda.
—Lo hiciste muy bien. Me alegro de tenerte con nosotros.
—Estoy feliz de estar aquí. —Dios, eso era quedarse corto. Más bien
estaba en éxtasis.
Salí de la sala de ensayo con la funda de mi guitarra y me despedí
de Killian y Viper, que estaban conversando profundamente entre sí.
Teníamos otro ensayo programado para mañana a la misma hora, y
después de cómo han ido las cosas hoy, estaba empezando a visualizar
muchos más en mi futuro.
Al subir al ascensor, presioné el botón de la planta baja y, cuando
las puertas comenzaron a cerrarse, oí a alguien gritar:
—Sostén la puerta.
Disparé la mano, forzando las puertas del ascensor, y luego Viper
entró. Su presencia en cualquier habitación era tremenda, un aire de
dominio irradiaba del tipo, y era especialmente potente en un área tan

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 42


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Brooke Blaine Halo
pequeña. Apenas podía creer que me había enfrentado a él en el ensayo.
Cuando actuaba, era como si pudiera empujar el límite, como si la
música se apoderara de mí y me obligara a hacer cosas fuera de mi zona
de comodidad.
Viper sacó un paquete de cigarrillos del bolsillo interior de su
chaqueta de motociclista de cuero color burdeos y se puso uno en la
oreja.
—¿Quieres uno?
—No, gracias. No fumo.
Sonrió con suficiencia y volvió a meter el paquete en su chaqueta.
—Por supuesto que no.
—¿Qué se supone que significa eso?
—Nada, Ángel. ¿También eres virgen?
Ignoré su golpe.
—Sigues llamándome Ángel. ¿Por qué?
—Mírate. —Viper me miró con tranquilidad, tomándose su tiempo.
Bajo su mirada, sentí la necesidad de moverme, incapaz de quedarme
quieto. Cuando sus ojos volvieron a mi cara, dijo—: Todavía me pregunto
por dónde caerás. ¿Eres tan puro como pareces, o eres un ángel oscuro
disfrazado?
Las puertas del ascensor se abrieron, pero yo me quedé arraigado
en el lugar hasta que Viper arrastró su mano hacia adelante.
—Después de ti.
Apreté mis dedos alrededor de la empuñadura de la funda de la
guitarra, sintiendo que se resbalaba de la palma de mi mano, y salí y
atravesé la salida. El viento tempestuoso me azotó el pelo en la cara, y el
frío me picó instantáneamente la piel expuesta. El mes de enero en Nueva
York nunca era divertido, pero al menos las fuertes nevadas se habían
detenido para este momento. Empecé a ir en dirección de la entrada más
cercana del metro cuando un taxi se detuvo frente al edificio de Killian.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Cuando Viper abrió la puerta para entrar, me miró por encima del
hombro.
—Oye, Ángel. ¿Tienes hambre?
Me quité el pelo de la cara para asegurarme de que había sido Viper
y no un producto de mi imaginación.
Levantó las cejas.
—¿Y bien?
Con el momento perfecto, mi estómago gruñó.
—Sí, podría comer.
Viper asintió para que me uniera a él, y cuando empecé a avanzar,
el taxista se acercó por detrás para poner la funda de mi guitarra en el
maletero.
Sorprendido seria la palabra que usaría cuando me uní a Viper en
el asiento trasero y él recitó una dirección cercana. No estaba seguro de
por qué me había invitado, ya que no parecía ser el tipo más sociable,
pero quizás esta sería una buena oportunidad para conocerlo.
Ciertamente había oído hablar mucho de él, pero ¿quién sabía lo que era
cierto y lo que eran los chismes?
—¿Chino está bien? —preguntó Viper. Mi estómago retumbó de
nuevo en respuesta, y se rió—. Tomaré eso como un sí.
No dijimos mucho durante el corto trayecto, y cuando el taxi se
detuvo frente a un edificio de ladrillos indescriptible, Viper le dio al
conductor unos cuantos billetes y tomamos mi funda de la parte de atrás.
—Parece un agujero en la pared, pero la comida es irreal —dijo
Viper, al ver mi confusa expresión mientras bajábamos a lo que parecía
un sótano. Un pequeño letrero en la puerta con las palabras Li's Kitchen
era el único que no era una residencia. Al empujar la puerta, el calor del
interior fue un alivio bienvenido, pero la decoración dejó mucho a la
imaginación. Con paredes rojas descoloridas que se pelaban en algunos
puntos, parecía que no se había actualizado desde que abrieron, lo que
tuvo que ser hace décadas.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 44


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
¿Esto era algún tipo de broma?
Pero para mi sorpresa, cuando Viper nos llevó a una mesa en la
esquina, vi que el restaurante estaba lleno. No sólo eso, sino que las
miradas que lo seguían provenían no sólo de las mujeres, sino también
de algunos de los hombres. Las mandíbulas cayeron, los dientes se
mordieron los labios inferiores y se escucharon jadeos audibles. ¿Se daba
cuenta Viper de la reacción que la gente tenía hacia él, o ya estaba tan
acostumbrado que era ruido blanco?
Mi respuesta llegó cuando nos cruzamos con un grupo de mujeres
y una de ellas se acercó para tocarlo. Cogió la mano de ella, se la llevó a
los labios y luego le puso un beso en el dorso. Ella tomó un aliento, y
cuando él le guiñó un ojo y se fue, toda la mesa estalló en gritos.
Cuando nos sentamos, Viper eligió el que le daba la espalda al resto
de la habitación, sólo pude sacudir la cabeza.
—Jesús, mi hermana tenía razón.
—¿Razón sobre qué?
—Todo el mundo está enamorado de ti. —Nunca había visto nada
igual, e incluso de espaldas a ellos, la gente seguía mirando. ¿Vendrían
a por él más tarde? ¿Dejarle servilletas con sus números escritos en ellas?
—Ellos no me aman —dijo Viper, pasando su brazo sobre el
respaldo de la silla—. Sólo quieren follarme.
Mis ojos se abrieron de par en par. No era de los que se andan con
rodeos, ¿verdad?
—No te preocupes, no voy a abandonarte aquí —dijo, con los labios
inclinados hacia arriba—. No son mi tipo.
¿Cuál es tu tipo? Casi le pregunté, pero eso no era asunto mío. En
vez de eso, me encogí de hombros, queriendo que supiera que no iba a
juzgar.
—Lo que sea.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 45


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Antes que Viper pudiera responder, un hombre delgado y mayor se
nos unió y dejó una botella de algo llamado Baijui, dos vasos pequeños y
dos aguas heladas.
—Gracias, Li —dijo Viper, y luego habló en voz baja con el hombre
que yo presumía era el dueño, si su nombre era una indicación. Después
que Li se fue, Viper nos sirvió a los dos un poco de Baijiu2.
—¿Vienes mucho por aquí? —le pregunté.
Viper levantó su vaso mientras yo hacía lo mismo, y luego se tomó
de un trago el espíritu blanco. No me jodas, esto era fuerte. Mis entrañas
ardían mientras el licor bajaba.
—Bueno, ¿verdad? —Viper sonrió—. Y sí, siempre que estoy en el
vecindario vengo. No parece mucho, pero es el mejor chino auténtico de
la ciudad. Si limpiaran la mierda aquí, algún periódico estaría por todas
partes, y entonces los turistas tomarían el control. Al carajo con eso.
Tenía sentido. Los turistas arruinaban todos los lugares buenos.
Le eché un vistazo al menú, mis ojos se fijaron en las opciones de dim
sum y me negué a buscar en otra parte.
Viper no se molestó en mirar el menú, sino que nos sirvió otra
ronda de Baijui.
—Déjame adivinar: te pasa lo mismo cada vez que vienes aquí —le
dije.
—Bingo.
—Sorprendente. Pensé que un tipo como tú diría que la variedad
es la sal de la vida —bromeé.
La ceja de Viper se arqueó.
—¿Un tipo como yo?
Vale, eso no salió como si lo dijera en serio.
—Sólo que pareces alguien que disfruta de los placeres de la vida.
Ya sabes, no empantanarse con lo mismo de siempre.

2
Baijiu, también conocido como shaojiu, es una categoría de al menos una docena de
licores chinos hechos de grano. Báijiǔ significa literalmente "alcohol blanco" o licor.

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—Oh, disfruto de los placeres de la vida, Ángel. Tienes razón en esa
parte.
Jesús, era como si todo lo que salía de la boca del tipo sonara
sexual. Ni siquiera sabía qué decir a eso, así que tomé otro trago de licor,
y esta vez no me quemó por dentro. Demasiado.
—Cuidado con eso —dijo Viper—. Esa cosa da un puñetazo.
—¿Crees que no puedo aguantar el alcohol?
—Espero que no. Me gustaría ver cómo es un ángel borracho.
De repente sentí demasiado calor con mi chaqueta y la deslicé de
mis hombros. El alcohol debe haber golpeado ya, eso o la vergüenza de
la forma en que Viper parecía disfrutar burlándose de mí. Mientras
miraba alrededor de la habitación, todos los ojos seguían puestos en el
hombre que tenía delante, y me incliné sobre la mesa.
—Todo el mundo sigue mirándote fijamente. ¿Sucede esto cada vez
que sales?
—Sí.
Agité la cabeza.
—No sé si alguna vez saldría de mi casa si fuera tú.
—Tendrás que acostumbrarte si quieres ser nuestro líder. Sólo será
peor para ti.
¿Peor? ¿Peor que todos en la sala vigilando cada uno de tus
movimientos? Realmente no había pensado en ese lado de estar en una
banda, pero como no estaba técnicamente en la banda, no parecía algo
de lo que tuviera que preocuparme.
Ese hilo de pensamiento se interrumpió cuando Li regresó para
recibir nuestras órdenes. Viper pidió a pesar de que aparentemente
ordenaba el mismo combo de pollo con almendras cada vez, y una vez
que se fue, se frotó la barbilla.
—¿Cómo te sentiste hoy? —preguntó.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Pensé en cómo describir la forma en que cada segundo del ensayo
de hoy se había sentido como un sueño, pero todo sonaba muy cursi y
no algo que quisiera admitir. Así que opté por:
—Perfecto.
—Me alegra oírlo. Porque nos gustaría que te unieras a nosotros.
La charla en la sala pareció quedarse en silencio, el mundo entero
desapareciendo mientras me concentraba en las palabras de Viper y
trataba de darle sentido. ¿Unirme a ellos? Ya me estaba uniendo a ellos
para otro ensayo mañana.
Oh, joder. Seguramente no quiso decir... ¿para siempre?
—Uh.... —Mi garganta se cerró, y busqué mi agua, sorbiendo la
mitad del contenido antes de poder hablar de nuevo—. ¿Unirme a qué,
exactamente?
Viper resopló, agitando la cabeza.
—Únete a la banda, de forma permanente.
Abrí la boca, la cerré, la abrí de nuevo, y todo lo que salió fue:
—Santa Mierda. Santa Mierda. —¿Me querían como parte de TBD
después de un ensayo? ¿Me estaba tomando el pelo, o esto era de
verdad?— ¿No me estás mintiendo ahora mismo?
Viper levantó el vaso hasta sus labios.
—No te estoy mintiendo. ¿Qué dices?
—Uh, joder, sí —dije, prácticamente saltando de mi silla mientras
Viper se reía de mi reacción.
—Tendrás que llenar un montón de papeleo aburrido en los
próximos días, pero el trabajo es tuyo si lo quieres.
¿Si lo quiero? Tuerce mi maldito brazo. Dejé caer la cabeza en mis
manos, escondiendo la forma en que sonreía tan fuerte que me dolían las
mejillas. Yo estaba en la banda. Yo era el cantante principal de TB-
Maldito-D.
—Salud —dijo Viper, y cuando levanté la cabeza, lo vi sosteniendo
su vaso.

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Elevé el mío y bajé el resto del licor, y todo lo que podía pensar era
que este año ya estaba empezando a cambiar completamente la vida.

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Diez
Viper
Cuando me ofrecí de voluntario para darle la noticia a Halo de que
lo queríamos de manera permanente, había sido por razones puramente
egoístas. ¿Qué mejor manera de poner al tipo en una situación de uno a
uno en la que pudiera medirlo mejor que llevarlo a cenar y darle las
mejores noticias que ha recibido en su vida?
Pero mientras me sentaba frente a él en la antigua mesa y
observaba la euforia pura que se extendía por su rostro, lo último que
sentí fue egoísmo. Halo parecía como si quisiera saltar sobre la mesa y
gritar su buena fortuna a cualquiera que quisiera escuchar, y a juzgar
por los curiosos ojos que nos habían seguido desde nuestra llegada, esa
sería cada una de las personas del lugar.
En estos días, rara vez me daba cuenta de las miradas indiscretas,
las miradas intrusivas que venían junto con el tipo de fama que TBD
había adquirido. Era algo a lo que me había acostumbrado y aprendí a
lidiar a medida que nos abríamos paso hasta la cima de las listas de
éxitos a través del trabajo duro, el sudor y la perseverancia. Pero
experimentarlo todo de nuevo a través de los ojos de Halo esta noche fue
un duro recordatorio de lo verde que era este tipo… lo verde que habíamos
sido nosotros. La diferencia era que todos habíamos tenido un minuto
para aceptarlo. Años. ¿Halo? Iba a tener una semana.
TBD tenía un trabajo de caridad en Savannah. Era un evento más
pequeño que el que hacíamos normalmente, pero ya llevaba reservado
más de un año, antes de que Trent decidiera irse a la mierda. Esa fue
una de las razones por las que la compañía discográfica nos había estado
molestando tanto en los últimos meses, y Killian y yo pensamos que era

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
la oportunidad perfecta para ver cómo Halo iba a manejar el escenario,
manejarnos a nosotros y, lo que es más importante, a una multitud.
Si iba como había sido esta tarde, los tendría comiendo de su mano.
—Sus órdenes —dijo Li mientras se detenía junto a nuestra mesa
y colocaba mi pollo de almendra frente a mí, una pequeña cesta de vapor
frente a Halo y una cesta de arroz blanco entre nosotros. Cuando agregó
otra botella de Baijiu, inmediatamente la cogí, y después de darle las
gracias, hice un gesto al vaso de Halo.
—¿Otro?
Halo cogió su vaso y lo aguantó.
—Realmente estás tratando de emborracharme, ¿no?
—No. Estamos celebrando. —Cuando su vaso estaba lleno, yo
rellené el mío y luego tomé mis palillos—. Es una ocasión trascendental.
Conseguiste el trabajo con TBD, y ya no tengo que escuchar a la gente
destrozar mis canciones hasta que me sangran los oídos. Esa es razón
suficiente para beber.
Halo sonrió mientras quitaba la tapa de su comida, y cuando la
puso sobre la mesa al lado de la canasta, me incliné para mirar dentro.
—¿Repíteme, qué es eso?
Halo levantó sus ojos hacia los míos.
—El Siu Mai de cerdo.
Puse los ojos en blanco mientras me sentaba en mi asiento.
—Y eso no me dice nada exactamente. ¿Qué hay dentro?
Halo se rió mientras ponía un poco de arroz en su plato.
—Cerdo y camarones molidos. ¿Por qué?
Maldición, eso sonaba muy bien. ¿Pero quién sabía cómo sabría?
Al menos sabía que mi pollo de almendras no era dinero desperdiciado.
—Por nada.
Halo cogió sus palillos y agarró la albóndiga más cercana a él
mientras me metía arroz y pollo en la boca. Cuando tragó su comida e

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
hizo un gemido sexy en la parte posterior de su garganta, mi mano se
detuvo dónde estaba sosteniendo mi segunda porción.
—¿Supongo que está bueno? —dije, y esperé a que los ojos de Halo
se concentraran en mí.
—¿Eh?
Señalé su comida con mis palillos.
—Tu comida. Gemías como si alguien te hubiera chupado la polla.
Supongo que estás disfrutando lo que acabas de ponerte en la boca.
Los labios de Halo se abrieron. Lo conmocioné, lo que, sin duda,
había estado tratando de hacer. Pero entonces sus ojos se entrecerraron
una fracción como si se hubiera dado cuenta de lo que estaba haciendo,
y asintió.
—Tenías razón. Su comida es muy buena. Apuesto a que desearías
haber sido un poco más aventurero ahora, ¿eh?
Me lamí el labio inferior y me pregunté qué haría si se daba cuenta
de lo aventurero que quería ser con él. Pero, no queriendo hacer huir al
líder la misma noche que le ofrecimos el trabajo, me conformé con algo
un poco menos... directo.
Me acerqué con mis palillos y le saqué de la canasta la albóndiga a
medio comer. Los ojos de Halo se abrieron de par en par cuando me lo
metí en la boca, lo mastiqué y joder si no tenía razón. Era una buena
mierda, y cuando terminé, le mostré una sonrisa.
—No te importa compartir, ¿verdad?
Pude ver la mente del tipo trabajando horas extras, ya que
probablemente intentaba decidir si me refería a eso de alguna otra
manera que no fuera su comida.
Halo soltó una risita.
—Claro, por qué no. Lo que es mío es tuyo.
Con el Baijiu corriendo por mis venas, y la adrenalina todavía
bombeando por el primer día exitoso de ensayo que habíamos tenido en
meses, nada podría haber detenido lo que salió de mi boca entonces.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Estaba de humor, y aunque el alcohol y el buen día eran la mitad de la
razón de ello, era el tipo jodidamente sexy frente a mí lo que me hacía
sentir demasiado... estimulado.
—Sabes, deberías ser más específico con lo que ofreces, Ángel.
Dudo que estemos pensando lo mismo.
Halo pareció meditarlo durante un momento antes de coger su vaso
y rápidamente tragarse su bebida. Luego empezó a apilar arroz en sus
palillos otra vez.
—¿Así que esto es lo tuyo?
Lo observé de cerca mientras se llevaba los utensilios a los labios,
obsesionado por la forma en que se cerraban a su alrededor y luego se
deslizaban por los palos, llevando la comida a su boca.
—¿Lo mío?
—Sí —dijo Halo, asintiendo—. ¿Ser un jugador? ¿El chico malo?
Vamos, sabes la reputación que tienes. ¿Coqueteas con todo el mundo?
Bueno, mira eso. El alcohol estaba haciendo al ángel audaz ahora,
¿no?
—Los afortunados.
Halo dejó escapar una carcajada.
—Maldito infierno.
—¿Qué?
—Creo que nunca he conocido a nadie como...
—¿Caliente como yo antes? Está bien, me lo dicen mucho. —Dirigí
un guiño a Halo mientras masticaba un bocado de mi cena, y él agitó la
cabeza.
—Iba a decir arrogante.
Me encogí de hombros, sin que me afectara. Me habían dicho cosas
peores en los últimos años, eso era seguro.
—Oye, tienes que trabajar con lo que tienes. No es mi culpa que la
gente me vea y piense en sexo.
Halo tosió un poco, y luego miró a nuestro alrededor.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿De verdad?
Me senté y crucé las piernas en los tobillos debajo de la mesa, y
cuando mi pie tropezó con la pierna de Halo, se sobresaltó un poco,
haciéndome reír.
—Sí. Estás pensando en sexo ahora mismo. ¿No es así?
—Sólo porque sigues hablando de ello.
—Eso es porque yo también lo estoy pensando. —Eso hizo que Halo
espabilara rápidamente, y decidí seguir adelante mientras el ángel se
sentía parlanchín—. Hablando de sexo...
—Tú hablas de sexo. Yo estaba tratando de comer mi cena.
—Papas, patata, lo que sea3. Pero para responder a tu pregunta
original sobre si coqueteo con todo el mundo, entonces sí, supongo. Es
fácil hacer que alguien se sienta bien prestándole un poco de atención.
¿Pero me los follo a todos? Hmm... a los medios les gusta pensar eso.
Pero eso no significa que sea verdad, ¿no?
Halo me contempló en silencio, como si tratara de decidir cuál era
la verdadera respuesta. Pero cuando no dijo nada más, miré alrededor de
Li y le dije:
—Por ejemplo. Al menos la mitad de la gente en este restaurante se
pregunta quién eres para mí ahora mismo. ¿Eres mi amigo? ¿Eres mi
último polvo? Y considerando mi ‘reputación’, ¿qué conclusión crees que
están sacando?
El color desapareció de la cara de Halo en un instante.
—Exactamente. Sólo porque lo piensen, no significa que sea
verdad... ¿o sí?
La espalda de Halo se endureció, y yo me reí mientras señalaba la
botella de alcohol, pero esta vez agitó la cabeza, probablemente de forma
inteligente.

3
Expresión que indica que se diga como se diga significa lo mismo.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Así que —dije, pasando mis ojos sobre su postura
repentinamente rígida— ya que ambos sabemos que no estás durmiendo
conmigo. ¿Tienes una novia en casa esperándote?
Cuando Halo me miró en blanco, le dije:
—¿Estás saliendo con alguien?
—¿Por qué? ¿No está permitido?
—Está permitido. Pero los fans, pueden ponerse muy intensos. Sólo
trato de averiguar si vamos a tener que estar atentos por si hay algo de
celos locos.
La boca de Halo se abrió como si fuera a decir algo, pero luego la
cerró y se puso una mano en el pelo.
—No pensé en eso.
—¿Crees que la gente me está mirando ahora mismo? Espera hasta
que llegues al escenario con esa cara y esa voz. Mierda, la gente se va a
lanzar a tus pies.
Un rubor, muy parecido al que se le había subido por el cuello en
el ensayo de hoy, inundó las mejillas de Halo, y no pude detener el
estruendo de risa que salió de mi garganta.
—Oh sí, Ángel. Con esa inocente cara tuya y las canciones que vas
a cantar, vas a poder elegir entre mujeres y hombres.
Eso finalmente pareció conseguir una reacción de Halo. Sus labios
se estrujaron.
—¿Te preocupa que vaya a entrometerme en tu territorio? No lo
hagas, te dejaré a los hombres a ti.
—Ya veo. —Me froté el pulgar y el índice sobre la barba en mi
barbilla—. ¿Y eso no te molesta?
Cuando los ojos de Halo se llenaron de confusión, elaboré.
—A Kill y a mí no nos gustan las mujeres.
La nariz de Halo se arrugó y agitó la cabeza.
—No. Mientras no te importe lo que yo haga.
Me importaba, pero no por las razones que él pensaba.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—No me molesta. En este negocio, se ve de todo. Hombres a los que
les gustan los hombres. Hombres a los que les gustan las mujeres.
Hombres a los que les gustan ambos... Sólo me aseguro de que estés bien.
—Estoy bien. No me molesta en absoluto.
Y como no pude evitarlo, y el licor… sí, lo culparía también…
agregué:
—Bien. ¿Nunca antes habías mirado a un tipo así? ¿Ni siquiera
una vez?
Cuando Halo agitó la cabeza, me acordé de lo que había hecho
antes y de la forma en que me había estado mirando durante las primeras
canciones, y el diablo que había conseguido mantener a raya la mayor
parte de la noche decidió salir a jugar.
—¿Estás seguro de eso?
—Sí, creo que recordaría haber mirado a un tipo. —Halo se rió, y
yo me moví en mi silla para inclinarme hacia adelante y poner mis brazos
sobre la mesa.
Cuando me acerqué, bajé la voz para que sólo él me oyera y dije:
—Entonces, ¿nunca has mirado la boca de un hombre? ¿Sus
labios? Y pensado, ¿y si...?
Los ojos de Halo se fijaron en los míos, y mientras estábamos
sentados en el restaurante de Li, sus ojos claros se oscurecieron.
—¿Alguna vez has mirado a una mujer y has pensado...Y si...?
—Sí —respondí inmediatamente—. También me la follé. Es por eso
que sé que prefiero una verga.
Cuando los ojos de Halo se abrieron de par en par al tamaño de un
platillo, se me escapó una risa baja.
—Relájate, Ángel. Sólo estoy bromeando. O no, en este caso. —Volví
a mi lado y busqué mi billetera en el bolsillo trasero, y cuando Halo no
dijo nada, hice un gesto a la mesa con una inclinación de mi cabeza—.
¿Terminaste?
Halo miró su cesta vacía y asintió.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 56


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Oh, sí.
Saqué varios billetes y los puse sobre la mesa mientras Halo
buscaba su billetera.
—Pago esta noche.
—No. No tienes que...
—No te preocupes. No espero un beso ni nada antes que te vayas.
Cuando me puse de pie, Halo también lo hizo, tirando su servilleta
sobre la mesa.
—Eres una mierda, ¿lo sabías?
—Así me dice la gente. Es parte de mi encanto.
Mientras me dirigía hacia la puerta con Halo siguiéndome, estaba
más consciente de lo que había estado en años de los ojos sobre mí, y no
había estado mintiendo cuando dije que algunos estarían especulando
sobre quién era él. No todos sabían que estábamos buscando al nuevo
cantante de TBD, pero pronto lo harían.
Cuando salimos y Halo me dijo dónde vivía, en el lado opuesto de
la ciudad, se hizo evidente que no íbamos a compartir un viaje de regreso
a casa en taxi. Al llegar a la acera, me metí las manos en los bolsillos y
dije:
—Tómalo. Tienes más cosas que cargar. Cogeré el siguiente.
Halo abrió la puerta y deslizó su guitarra en el asiento trasero, y
después que entró, me acerqué para cerrar la puerta. El viento eligió ese
momento para aullar en la calle, y al agarrarse alrededor de mis piernas,
hizo que el pelo dorado de Halo se erizara alrededor de la impresionante
cara que él había inclinado hacia mí.
Dios, era hermoso. Sus ojos, ese pelo, y sus labios generosos
mientras se curvaban en una media sonrisa.
—Gracias por la cena. Hoy ha sido un día increíble.
El comentario fue bastante inocente, pero mi polla no lo tomó de
esa manera. Mi polla se estaba imaginando lo que sería subir a ese taxi
con él y terminar esto de la manera que realmente quería.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 57


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Me mojé los labios, y cuando los ojos de Halo automáticamente
cayeron hacia ellos, agarré la puerta del auto un poco más fuerte. La
conversación de antes volvió con toda su fuerza, y antes de cerrar la
puerta, le dije:
—Oye, Ángel...
—¿Sí?
—Ahora no puedes decir que nunca has mirado la boca de otro
hombre y te has preguntado. Nos vemos mañana. —Y antes de que Halo
pudiera decir otra palabra, cerré la puerta y el taxi se fue.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 58


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Once
Halo
—Pareces nervioso.
Levanté la vista a Viper, que se sentó frente a mí en la parte trasera
de la limusina que nos llevaba desde el jet privado que la MGA había
alquilado para nosotros hasta el lugar. Había pasado una semana de que
me nombraran oficialmente miembro de TBD, y aunque los ensayos
habían ido bien, esta noche sería la verdadera prueba.
¿Nervioso? Ni mierda. ¿Emocionado? Demonios, sí.
—Tienes esto —dijo Killian, golpeando su hombro contra el mío—.
Te van a adorar.
—Estarían locos si no lo hicieran —añadió Jagger. Mientras
enderezaba sus gemelos, me guiñó un ojo—. Pero no la cagues.
Resoplé una carcajada. Era más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad?
Pero si las cosas iban tan bien como la semana pasada, no tenía nada de
qué preocuparme... aparte de tocar en mi primer concierto con la banda
de rock más grande del mundo. No era gran cosa.
Cuando nos acercábamos a la arena, ya podía ver las masas de
gente que estaban alrededor de la entrada, y cuando vieron la limusina
cuando pasamos, empezaron los gritos.
—Oh mierda. —Me incliné hacia adelante, mi mirada en los
aficionados que nos saludaban hasta que la limusina rodeó la parte
trasera de la arena y pasó a través de una puerta de seguridad.
Vale, tal vez ahora estaba nervioso.
Sin embargo, no tuve tiempo de pensar en ello. Nos apresuramos a
hacer la prueba de sonido, a presentarnos con la estación de radio que
estaba organizando el evento de caridad, y luego a nuestro vestuario

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 59


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
conjunto. Tuve que admitir que estaba aliviado de que todos
estuviéramos en la misma habitación, porque lo último que necesitaba
era meterme demasiado en mi propia cabeza y enloquecer. También fue
un alivio que no hubiera encuentros con los fans esta noche, algo en lo
que la MGA había insistido hasta que vieran cómo iba el programa, lo
que me pareció que aún era una prueba a sus ojos. Pero les mostraría
que habían tomado la decisión correcta. No había mucho tiempo para
prepararme, pero estaba tan preparado como podía.
Mientras los demás bromeaban y se amontonaban alrededor de la
mesa del catering, me tomé mi tiempo para prepararme. No había manera
de que pudiera comer ahora, no con la forma en que mi estómago se
volteaba cada cinco segundos mientras escuchaba a la multitud, su
emoción se filtraba en la habitación.
Corrí a través de mi calentamiento mientras me ponía un par de
vaqueros negros y una camiseta a juego, y luego me enrollé mi brazalete
de cuero alrededor de la muñeca. No quería pasarme de la raya esta
noche, no quería que mi primera salida pareciera que me esforzaba
demasiado. Ya tendría suficiente atención a mi manera, y preferiría que
se centraran en la música.
Un vaso de licor transparente apareció delante de mí, y cuando
miré al espejo, vi a Viper detrás de mí. Desde la noche en que fuimos a
cenar, me aseguré de mantener mis ojos en los suyos cada vez que estaba
cerca… y no en sus labios.
—Pensé que podrías necesitar esto —dijo, y tomé el vaso y lo
olfateé.
—¿Esto es....?
Cuando Viper levantó una botella de Baijiu con la otra mano, me
reí. Incluso después de haber bebido la mitad de la botella en Li's, me
había despertado sin ningún tipo de resaca, lo que la convertía en la
elección perfecta para una bebida pre-show.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
El resto de los chicos se reunieron alrededor, con vasos de chupito
en la mano, aunque los suyos eran de diferentes tonos dependiendo de
su veneno.
Killian levantó su shot en mi dirección.
—Esta noche es la primera noche de un nuevo capítulo para TBD,
uno que va a ser más grande y mejor que nunca. Sé que hablo por todos
nosotros cuando digo que estamos muy entusiasmados por tenerte, así
que salgamos y mostremos a todos cómo se hace.
Se escucharon los coros de ‘sí, demonios’ y tragamos nuestros shot
justo cuando la multitud empezó a cantar.
Dios, aquí vamos. Estábamos haciendo esto. Estaba haciendo esto.
Tomé la retaguardia cuando los chicos salieron de la habitación,
dirigiéndose hacia las bandas, donde nos equiparon con monitores
internos.
Mientras me sonaba el cuello de un lado a otro y estiraba las
extremidades, tratando de deshacerme de la energía nerviosa, Viper vino
a pararse a mi lado. Todavía tenía el pelo húmedo de la ducha y se lo
quitó de la cara, aunque una vez que empezaba a tocar, no se quedaba
así por mucho tiempo.
—¿Estás bien? —preguntó.
Me quedé sin aliento.
—Creo que sí.
—Esa no es la respuesta correcta.
—Entonces, joder, sí, estoy bien.
La boca de Viper se levantó, y asintió.
—Así está mejor. —Cuando se apagaron las luces y la multitud
empezó a gritar, dijo—: Buena suerte ahí fuera. —Y luego subió al
escenario con el resto de la banda para ocupar sus puestos.
Me quedé solo en la oscuridad del lateral, esperando mi señal, y
segundos después, Slade dio el puntapié inicial a las notas de Luz Oscura.
Boom. Boom, boom, boom.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Boom. Boom, boom, boom. ROCK.
Boom. Boom, boom, boom.
Boom. Boom, boom, boom. ROCK.
El estruendoso golpe sacudió el suelo de la arena, vibrando a través
de mi cuerpo y disparando adrenalina en mis venas a medida que diez
mil fanáticos de TBD comenzaron a rugir.
Ni siquiera había llegado al escenario todavía, pero ya podía sentir
la intensa energía que irradiaba el público, y fue algo completamente
inesperado y como nada de lo que había experimentado antes. Si no
hubiera tenido confianza en los ensayos, podría haber entrado en pánico,
pero tenía esto. Aunque no era mi música original, cobraba vida en el
escenario. Siempre lo hacía cuando actuaba, y me encantaba nuestro set.
De repente, el sonido de los tambores cesó, mi señal, y aunque la
arena permaneció oscura mientras salía del lateral y golpeaba mi marca
en el centro del escenario, los gritos penetrantes llenaron mis oídos.
Hagámoslo.
Con la cabeza baja, respiré hondo y agarré el micrófono, y luego
empecé a cantar.
Esta canción, un gran éxito para TBD, comenzaba con solo mi voz.
Yo, el micrófono y la oscuridad, y mientras mi voz resonaba alrededor de
la arena, todo lo que podía ver eran las luces de las cámaras y los flashes
en la oscuridad, mientras la multitud vibraba con anticipación. La
energía era palpable, cuando las palabras salieron de mis labios, y
cuando canté la nota final antes de que la banda se uniera, juré que el
trueno en mis oídos no podía ser más fuerte, entonces las luces se
encendieron.
Los tambores volvieron el ritmo anterior, esta vez más fuerte y
rápido, y luego Viper y Killian se unieron, junto con Jagger en los
teclados, y la multitud perdió la cabeza.
Incapaz de ocultar mi sonrisa ante la abrumadora reacción,
arranqué el micrófono de la tribuna y atravesé el escenario a toda

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velocidad, con la mirada puesta en el estadio lleno de gente. Era enorme,
aterrador y jodidamente increíble, y no podía creer que estaba aquí,
tocando ante esta multitud de gente, todos los cuales gritaban y saltaban
arriba y abajo al ritmo que Slade tocaba.
Fue difícil determinar con precisión cuándo ocurrió exactamente,
pero cuando nos lanzamos a la segunda canción, y luego a la tercera,
sentí un cambio en el aire. Al principio fue lento, mis ojos se fijaron en
unos cuantos ceños fruncidos aquí y allá, la gente susurrando a sus
amigos. Ya había estado en espectáculos como fanático y nunca había
sentido que la gente en el escenario pudiera verme, pero déjenme decirles
que podía ver. Pude verlo todo, y la desilusión que surgió entre la
multitud casi me hizo caer de rodillas.
Mi ritmo cardíaco subió un poco, esta vez por la ansiedad que
anulaba la adrenalina inicial, y cuando volví al centro del escenario, capté
los ojos de Viper. Parecía tan desconcertado como yo por el cambio de
reacción, pero me dijo: ‘Sigue adelante’, así que eso fue lo que hice. Seguí
cantando, haciendo todo lo posible para ganarme a la multitud, aunque
a sus ojos parecía que estaba fallando miserablemente. ¿Pero cómo? ¿Por
qué?
Fue al final de la tercera canción cuando obtuve mi respuesta. Los
gritos de ‘¡Queremos a Trent!’, ‘¿Dónde está Trent?’ y ‘¿Quién diablos eres
tú?’ me golpearon, y no se rindieron. Vi a la gente irse. Escuché los
malditos chismes. Había tenido mi parte de rechazo en mis veintitrés
años, pero diez mil personas apuntando odio en tu camino? No le
desearía eso a un enemigo.
Pero los chicos siguieron tocando, y yo seguí cantando, aunque
quería arrastrarme a un agujero y morir. Sabía que no sería fácil hacerse
cargo de la voz principal de la banda, pero nunca, y quiero decir nunca,
imaginé una reacción tan volátil.

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Ella Frank &
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Pasaron noventa minutos como si hubieran sido noventa días, y
cuando prácticamente me bajé del escenario, golpeado y agotado, me
pregunté cómo todo se había ido a la mierda tan rápido.

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Doce
Viper
¿Qué carajo fue eso?
Una maldita pesadilla, eso fue lo que pasó. Una en la que te
quedabas dormido y soñabas que estabas en el escenario, sólo para
escuchar a miles de personas abucheando tu nombre. ¿Y a quién
podemos agradecer por esta pequeña pesadilla convertida en un reality
show de mierda? Lo tienes… el maldito Trent Knox.
Mientras Slade se las arreglaba para llevarnos hasta el final del set,
y las luces finalmente… malditamente gracias… se apagaron, arranqué
la correa de mi Telecaster por sobre mi cabeza y salí del escenario, mi
enojo corriendo a través de mí como un tren de carga.
Mierda. Mierda. Mierda.
Esta noche había sido un maldito desastre, y no por nada que
hubiéramos hecho. No, fue un desastre porque nuestro cantante original
se había largado y nos había dejado en un puto arroyo de mierda sin
remo.
Dios, era exasperante. El abandono de Trent no sólo nos había
causado meses de audiciones monótonas, sino que ahora que habíamos
encontrado a alguien para reemplazar su trasero punk, nos estaban
abucheando en el maldito escenario.
¿Me estás tomando el pelo? Nunca nos habían abucheado, ni
siquiera cuando empezamos.
Maldito. Trent. Knox.
—¡Viper! —gritó Killian detrás de mí, pero yo no estaba
disminuyendo la velocidad por nadie. Salí corriendo del escenario, sin

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Brooke Blaine Halo
que me importara una mierda si alguien me seguía, y me dirigí de vuelta
al camerino.
Los gritos y las burlas de los fans decepcionados todavía resonaban
en mi cabeza, o quién sabe, tal vez los que se habían quedado hasta el
final se deleitaban en retorcer el cuchillo un poco más fuerte, quedándose
atrás para asegurarse de que escucháramos lo mucho que pensaban que
apestábamos. De cualquier manera, cuando abrí la puerta del vestidor y
se estrelló contra la pared, hice una línea recta hasta las botellas de licor
y destapé la parte superior de una, decidido a ahogarlas jodidamente
emborrachándome.
El resto de los chicos vinieron a buscarme, y pude escuchar a
Jagger y Killian murmurando entre ellos, pero no le presté mucha
atención. Estaba demasiado ocupado pensando en todas las formas en
que podía expresar cuánto odiaba al hombre que se había ido, al chico
con el que había crecido, del que estúpidamente creí que nunca nos
jodería tan duro como lo había hecho.
—¿Viper? ¿No podías habernos esperado allí atrás? —dijo Slade
mientras cerraba la puerta detrás de ellos, y no se me escapó lo tranquilo
que estaba Halo en ese momento, lo retraído que se veía mientras se
dirigía a la esquina de la habitación y se alejaba del resto de nosotros.
—Lo siento. No me di cuenta de que tenía que esperar para que
pudiéramos hacer el paseo de la vergüenza juntos.
—V... —dijo Killian, pero la mirada que le envié lo detuvo.
No habría manera de calmarme esta noche. Diablos, en lo que a mí
respecta, los chicos deberían estar agradeciéndome por no haber tirado
mi micrófono a la ingrata multitud. Levanté la botella a mis labios, tomé
otro trago, y luego miré a Halo, que todavía no había dicho una palabra.
—Eso fue un desastre. —Jagger se movió a uno de los sofás de la
habitación y se desplomó en él, y su apariencia, normalmente unida, se
veía algo derrotada mientras sus ojos se movían por la habitación.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—No me digas —estuvo de acuerdo Slade, mientras se pasaba una
mano por la cabeza y se agarraba la nuca—. Nunca he oído nada
parecido.
—¿Qué? ¿Gritos tan fuertes que prácticamente hicieron vibrar el
escenario? —dije con el ceño fruncido retorciendo los labios—. O tal vez
estás hablando de la forma en que todos gritaban el nombre de ese
maldito Trent tan fuerte que probablemente lo escuchó en cualquier
agujero en el que se haya metido.
—Viper —gritó Killian, y lo inmovilicé con una mirada que debería
haberle doblado las rodillas.
—¿Qué?
—Necesitas calmarte.
—No. Necesito emborracharme. —Le di la vuelta a la botella y tomé
otro trago largo y fuerte del whisky—. Todo esto es culpa suya, y lo sabes.
Killian apretó los puños a los costados mientras apretaba los
dientes, y cuando no respondió, me fijé en el que no había hecho ni un
solo ruido desde que salimos del escenario. El que parecía que quería que
el suelo se abriera y se lo tragara entero. Y esa era otra razón por la que
esperaba que Trent pudiera sentir nuestra ira dondequiera que estuviera
esta noche: el desaliento total escrito en la cara de Halo.
Dios sólo sabía lo que estaba pensando ahora mismo. Ya había sido
una bola de nervios antes de subir al escenario, pero después de ese
fracaso épico, probablemente estaba deseando no haber oído hablar de
TBD. ¿A quién estaba engañando? Ahora mismo, estaba deseando la
misma maldita cosa.
Apiadándome de él, me dirigí a donde estaba Halo y le pasé la
botella. Cuando sus ojos se fijaron en mi mano, y luego volaron hacia los
míos, la confusión, la decepción y la disculpa que había en ellos me
hicieron atemperar mi propio mal humor por un segundo mientras decía:
—Ahora, ¿quieres emborracharte conmigo?

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Halo hizo una mueca de dolor, pero fue por la botella, y justo
cuando estaba a punto de llevársela a los labios, la puerta se abrió y
Brian, nuestro manager, entró. Genial, justo lo que necesitábamos.
—Chicos... —comenzó Brian, sus ojos vagando por la habitación
desde Jagger y Slade, luego hasta Killian, y finalmente, se decidieron por
Halo y por mí. Cuando vio la botella de alcohol en la mano de Halo,
sacudió lentamente la cabeza—. No fue su mejor momento esta noche.
¿Hablaba jodidamente en serio ahora mismo? Hablando de decir lo
obvio.
—¿Corriste todo el camino hasta aquí en tus brillantes Oxford para
decirnos eso, Brian? Noticia de última hora: ya lo sabemos. Estábamos
allí arriba, ¿recuerdas?
—V... —dijo Killian en tono de advertencia, sabiendo lo cerca de la
superficie que estaban mis nervios y mi ira.
—Mira —dijo Brian mientras caminaba más adentro de la
habitación. Valiente de su parte, considerando todas las cosas—. No
quiero ser el portador de malas noticias...
Resoplé.
—Entonces, ¿qué tal si te das la vuelta y te largas de aquí? No
necesitamos que nos digas cómo se sintió el público esta noche. Creo que
lo sabemos.
—Eso no es lo que vine a decirte. Jesús, Viper, ¿qué tal si cierras
la boca por cinco segundos para que pueda hablar?
—¿Qué tal si te vas a la mierda?
—Viper —dijo Slade, señalando con sus palos hacia mí—. Amigo,
todos estamos jodidamente deprimidos ahora mismo, pero tienes que
controlarlo. Tranquilo.
Halo se puso de pie, y cuando miré en su dirección, sus ojos me
suplicaron que me calmara, que no lo hiciera peor de lo que ya era, y algo
en esa mirada, esa apelación silenciosa, interrumpió mi furia de una
manera que yo no creía que fuera posible.

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Ella Frank &
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—Gracias, Slade. —Los ojos de Brian se movieron hacia Killian, y
él levantó su teléfono—. Acabo de hablar con la MGA. Tenían a alguien
aquí esta noche entre la multitud, y los informes que recibieron, por no
mencionar la paliza que están recibiendo en línea, no han servido de nada
para un sello discográfico feliz.
Me burlé, pero antes que pudiera abrir la boca, Halo empujó la
botella de alcohol contra mi brazo y agitó la cabeza, así que la cerré.
—No son felices, chicos. En realidad, son... —Cuando Brian se
calló, Jagger se sentó en el borde del sofá.
—¿Qué son, Brian? Escúpelo.
Brian respiró hondo y luego lo soltó.
—Quieren sus traseros en casa, pronto. Están cancelando todos
los próximos conciertos, y la última palabra que recibí de ellos fue que
no les importa lo que hagan, o cómo lo hagan, pero tienen que arreglar
las cosas rápido.
Mis ojos volaron hacia Killian, y juro que si Trent hubiera estado
allí, lo habría estrangulado.
—¿Arreglar cosas? ¿Qué demonios significa eso?
—No lo sé. —Brian miró a Halo, y sentí que algo primitivo se
clavaba dentro de mí, algo que me hizo querer proteger al hombre a mi
lado.
Me puse delante de Halo, bloqueando la línea de fuego de Brian.
—Entonces supongo que será mejor que nos dejes en paz para que
podamos hacer las maletas e irnos a casa. ¿No deberías?
Los ojos de Brian se entrecerraron sobre mí, pero no me importó
en lo más mínimo. Me había encontrado cara a cara con él en numerosas
ocasiones, especialmente en los últimos meses. Pero si estaba insinuando
que Halo era la razón por la que nos acababan de patear las pelotas en
el escenario, entonces estaba fuera de la línea.
Trent era la razón de este colosal lío, y que me condenen si Halo
tomaba algo de eso sobre sus hombros.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Bien. Me voy —dijo Brian mientras abría la puerta—. Pero tienen
que tomarse esto en serio. Piensen en lo que está en juego aquí.
—Creo que somos conscientes de lo que está en juego, Brian. Son
nuestras carreras. —Con un último vistazo en su dirección, me volví
hacia Halo, cuyos labios se torcieron al costado mientras extendía la
mano para tomar el whisky.
Se lo devolví y Halo dijo:
—Gracias por eso.
—¿Qué?
—Defenderme.
—Te lo merecías. Le dimos una buena paliza esta noche. Lo
lograste. No había nada que pudieras haber hecho mejor. —Incliné mi
cabeza a un lado, mis ojos vagando sobre la cara de Halo, y encontré una
parte de mí mismo aliviado al ver que la disculpa de antes había sido
reemplazada por... respeto—. No es tu culpa que quisieran a Trent. Igual
que no es culpa nuestra. Así que al diablo con ellos. No voy a dejar que
hablen mierda de ti cuando estás haciendo todo lo que puedes.
Mientras Halo sonreía, no hice ningún intento de esconder donde
estaba mirando, y si no lo supiera mejor, habría pensado que se había
lamido el labio inferior a propósito. Entonces levantó la botella, tomó otro
trago y dijo:
—Creo que esta noche me voy a emborrachar. ¿Puedo quedarme
con esto?
—Es todo tuyo, Ángel. Hay muchas más de donde vino eso. —Y
antes de hacer algo estúpido, me alejé de él y volví a la mesa del catering,
donde había varias botellas sin abrir. Planeaba llevarlas todas a la
habitación del hotel y beberme al menos la mitad de ellas antes de que
tuviéramos que tomar nuestro vuelo mañana. Porque no le había estado
mintiendo a Halo sólo para que se sintiera mejor… esta noche habíamos
sido los dueños de ese escenario. Habíamos tocado mejor que en años.

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Ella Frank &
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El problema era que nos faltaba un elemento clave… y que se joda Trent
Knox por eso.

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Ella Frank &
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Trece
Halo
Horas después, me encontré tirado detrás de un piano de cola en
el salón vacío de nuestro hotel, con la cabeza apoyada en la parte superior
mientras mis dedos se movían por sí solos sobre las teclas.
Entumecido. En estado de shock. Desconcertado. Mi cerebro no
podía entender lo que había sucedido esta noche, y mientras corría por
el show una y otra vez, traté de señalar con precisión en qué me había
equivocado. Pero mi voz había sido fuerte, la energía había sido alta... fue
un set impecable. Lo que significaba que el problema había sido... yo.
El problema era yo. Yo no era Trent, y esta noche demostré que los
fans de TBD no iban a aceptar a quienquiera que tomara su lugar. Yo
había asumido estúpidamente que debido a que el resto de los chicos
todavía estaban allí, el cantante principal podía ser intercambiable. No
era como si la música hubiera sido renovada; yo había hecho coincidir a
Trent nota por nota.
Equivocado. Totalmente equivocado.
El coro de sonidos resonó en mi cabeza, y cerré los ojos como si
fuera a forzar el sonido. No hubo tal suerte. Probablemente oiría los
cánticos y vería la decepción en las caras de los que estaban en la
multitud por el resto de mi vida.
—¿Disculpe, señor? —Levanté la cabeza y el camarero me sonrió
con indecisión— estoy a punto de cerrar. ¿Puedo traerle algo antes de
irme?
Miré la casi vacía botella de alcohol que había tomado del lugar, la
que me había dado Viper, y agité la cabeza.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Vale. Quédese todo el tiempo que quieras. —Puso una botella de
agua en el borde del piano y luego retrocedió, dándome espacio.
No había sido el único. No había visto a los otros desde que
llegamos al hotel, aunque tenía la sensación de que no estaban mucho
mejor que yo. Después de la épica caída de Viper entre bastidores, había
sido un viaje sorprendentemente tranquilo hasta el hotel, cada uno
atrapado en su propia miseria.
Viper. Me había impresionado muchísimo esta noche. De
cualquiera, lo habría señalado como la última persona en defenderme,
pero había terminado siendo el único.
Una ráfaga de calor llenó mi pecho mientras pensaba en la forma
en que Viper le había dicho a nuestro manager que se fuera a la mierda
cuando Brian había insinuado que tenían que ocuparse del problema, es
decir, de mí. Todavía era una gran posibilidad de que me dijeran que me
perdiera, y tal vez sería lo más inteligente que podría hacer. Dejarme ir,
pedirle a Trent que vuelva, y arreglarlo. Pero por la forma en que Viper
odiaba a Trent, dudaba que fuera una buena idea que los dos volvieran
a la misma habitación, así que... ¿cuál era la solución?
No había nada que pudieras haber hecho mejor.
Viper no era el tipo de persona que tiraba elogios, pero lo había
hecho esta noche, ¿no? Respondió por mí como si pensara que yo había
añadido algo a TBD, no como si yo fuera la imitación de segunda clase
que todos querían ver. Y si Viper, el crítico más duro de la banda, pensaba
que lo había hecho bien, entonces tenía que ser cierto.
Al menos, eso era lo que me decía a mí mismo.
Sentado, me pasé una mano por la cara y luego puse los dedos
sobre las teclas. Sentado al piano o con una guitarra en el regazo siempre
se sentía como volver a casa, e incluso después del desastre de las
últimas horas, no pude evitar que la comezón en mis dedos quisiera
tocar. No tenía que pensar mientras tocaba; sólo tenía que sentir.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Derramé mis emociones a través de la música de la manera en que
siempre lo había hecho, dejando que aliviara el dolor y me volviera a unir.
Fue mientras tocaba sin pensar que me tropecé con una melodía que me
hizo detenerme y volver a tocarla de nuevo.
Mis dedos se movían sobre las teclas, el ritmo saliendo de las yemas
de los dedos y hacia el instrumento que estaba frente a mí mientras mi
pie daba golpecitos en el pedal de abajo. Tarareé y luego me detuve,
repitiendo el riff.
A veces tocaba para liberar la frustración o la decepción de un día
difícil. A veces sólo era yo creando un montón de nada, notas que unía y
que no tenían ningún sentido. Otras veces... era mágico.
Mientras tocaba el riff una y otra vez, me di cuenta de que esta era
una de esas veces.
Estaba claro como el día la forma en que la canción comenzaría,
donde el bajo y la guitarra entrarían... luego la batería. Podía oír a Jagger
en el sintetizador, redondeando lo que sería una especie de pista de rock
más lenta y alternativa. No era nada parecido a lo que TBD tocaba, pero
tal vez era exactamente lo que necesitaba. Para sacar su música de mi
cabeza y crear algo que fuera mío. Algo que nadie más escucharía. Algo
que nadie más podía rechazar. Algo que me pertenecía.
Podría lidiar con la bofetada de la realidad mañana.

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Catorce
Viper
Bam.
La puerta de la suite presidencial de Killian se cerró de golpe detrás
de mí mientras todos entrábamos uno tras otro. Bueno, todos nosotros
excepto Halo, que se había retirado y dijo que necesitaba ir a relajarse, y
con la forma en que había estado agarrando esa botella de licor que le
había dado en el camerino, tenía la sensación de que sabía exactamente
cómo planeaba lograrlo.
El desastroso evento de esta noche se cernía sobre nosotros como
una nube oscura mientras los cuatro nos adentrábamos en la sala de
estar de la opulenta suite y nos caíamos en los sofás. Con la boca cerrada,
los ojos mirando hacia cualquier parte menos hacia el otro, tratamos de
comprender el hecho de que nos acababan de patear el trasero en el
escenario por primera vez en la historia, y la incredulidad comenzó a
hacerse sentir.
¿Era este el fin de TBD? ¿Podría un cantante principal o, más
exactamente, un cambio en el cantante principal realmente hacernos o
deshacernos cuando todavía estábamos en la cima de las listas? No creí
que eso fuera posible, pero después de esta noche se hacía cada vez más
obvio que Trent había tenido más influencia de la que yo quería darle
crédito.
Mierda.
—Así que... —Killian miró al sillón en el que había plantado mi
trasero y arqueó una ceja—. Quieres hablar de lo que pasó esta noche?
—No. —Oye, al menos fui sincero.
—V, vamos. No podemos ignorarlo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 75


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—No quiero ignorarlo. No quiero sentarme en un maldito círculo
ahora mismo y tomarme de la mano mientras lloramos por ello. ¿Te
parece bien?
Killian respiró, tratando de tener paciencia, pero pude ver la señal
reveladora de que se estaba agotando. Fue el tic en su mandíbula. Le
había cabreado lo suficiente a lo largo de los años para saber cuándo se
estaba preparando para explotar, y ahora mismo Killian estaba a dos
comentarios de decirme que me fuera a la mierda.
Pero eso era una lástima. Nada iba a controlar mi temperamento
esta noche. Lo había mantenido tapado por el bien de Halo mientras
hacíamos el viaje de regreso al hotel, y pensé que tal vez el alcohol
ayudaría. Pero incluso después de haber bebido media botella de whisky
y un paquete entero de cigarrillos, sentía la necesidad de... golpear algo.
Killian se pasó una mano por el pelo.
—Gran actitud, Viper. No lo estás haciendo más fácil, ¿sabes?
No le dije nada a eso, porque en realidad, ¿qué había que decir? Me
sentía como una mierda, y no importaba lo que me dijera Killian, eso no
iba a cambiar. No, yo era muy feliz revolcándome en mi miseria, y si
Killian quería que todos nosotros estuviéramos en una habitación para
‘discutir’ las cosas, entonces supongo que iban a ser arrastrados
conmigo.
—No lo sé, Kill. —Slade se puso de pie y caminó hasta el bar lleno
de provisiones en la esquina de la habitación—. Estoy con Viper. Sólo
quiero hacerme amigo de una botella de alcohol y lidiar con esta mierda
mañana.
—¿Esta mierda? —Killian agitó la cabeza—. Esta mierda es nuestro
sustento, Slade. ¿Crees que se verá mejor mañana cuando te golpees la
cabeza porque te tragaste medio minibar?
—Mejor que machacar porque diez mil personas nos abuchearon
en el puto escenario.
La cabeza de Killian se giró en mi dirección.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 76


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Tú. Cierra la boca.
Jagger puso uno de sus tobillos sobre sus rodillas, sus ojos
moviéndose entre nosotros tres.
—Tal vez Kill tenga razón. Quiero decir, sí, esta noche fue una de
mierda. Como una mierda total y absoluta. Pero no podemos
emborracharnos y fingir que nunca sucedió.
—Puedo —dijo Slade, y luego tragó un vaso de vodka.
Jagger sonrió con satisfacción cuando Killian se pasó una mano
por la cara cansada, y yo busqué la botella medio vacía que había
empujado por el costado del sofá.
—Mira —dijo Killian— no quiero sentarme y hablar de nuestros
sentimientos y esa mierda. Creo que es bastante obvio que todos nos
sentimos como el infierno. Pero imagina cómo se tiene que sentir Halo
ahora mismo. Esta es la primera vez para nosotros, después de años de
conciertos exitosos, y a nadie le gusta ser pateado en las pelotas. Pero
esta fue su primera experiencia. Tenemos que juntar nuestra mierda para
que no se vaya.
Slade se encogió de hombros.
—Quiero decir, eso apestaría, sí, pero si se va, siempre podemos
encontrar a alguien más.
—¿Alguien más? ¿Has olvidado cuánto tiempo nos llevó encontrar
a Halo? Y él era, con mucho, nuestra mejor opción. —Killian se agarró de
la nuca—. Ese tipo tiene una de las mejores voces que he oído, y si no
nos sacamos la cabeza del culo, nos va a dejar antes de que parpadeemos.
—Mi cabeza no está en el culo de nadie —murmuré— con lo que
ha pasado esta noche, no voy a tener ningún culo en un futuro cercano.
¿Cómo está tu cama esta noche, Kill? No veo a nadie esperándote fuera
como siempre.
—Jódete.
—No, gracias. No me meto las vergas con que trabajo. —Tan pronto
como las palabras salieron de mi boca, quise devolverlas, y si Killian

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 77


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
hubiera sido la mitad de imbécil que yo, habría hecho el tiro limpio que
tenía, pero él no funcionaba así.
—Ten cuidado —dijo Killian en un tono que yo conocía bien. Era la
advertencia que daba antes de que terminara de hacer de pacificador. La
señal de que estabas a un paso de él sin importarle una mierda de una
forma u otra cómo te sentías. Y si lo empujabas allí, bueno, la única forma
de volver era arrastrarse como un hijo de puta.
A mí no me gustaba arrastrarme. Así que retrocedí un paso.
—No lo sé, Kill. —Jagger se pasó una mano por la barbilla—. Tal
vez sería mejor que se fuera. ¿Entonces podríamos encontrar a alguien
que se parezca un poco más a Trent? ¿O que tenga la misma edad? Tal
vez Halo es demasiado... diferente.
Las palabras hicieron que algo en mis entrañas se retorciera y se
rebelara. Se sentía mal hablar de Halo de esta manera cuando él no
estaba allí para defenderse, pero yo no era quien tomaba las decisiones
esta noche, no cuando estaba ebrio. Así que en vez de decir nada, torcí
la tapa de la botella de alcohol y la tiré al suelo.
—No estoy tratando de ser un imbécil —dijo Jagger—. Pero sólo
porque Halo tenga talento no significa nada, obviamente. No es lo que
nuestros fans quieren. Quieren a Trent.
Y eso era justo el punto, ¿no?
Los fans querían a Trent.
La compañía discográfica quería a Trent.
El bastardo no se apartaría de nuestro camino, aunque él se
hubiera ido.
—Bueno, eso es una lástima —dijo Killian—. Trent se ha ido. Y no
va a volver. Todos tenemos que lidiar con ello, o darle un beso de
despedida a esta, esta banda que todos amamos.
No quería reconocer cómo la verdad de las palabras de Killian
irritaba mi ego. Después de todo, habíamos sido nosotros tres, Killian,
Trent y yo, quienes comenzamos TBD hace más de una década, y el hecho

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 78


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
de que el resto de nosotros no pudiéramos mantener la banda sin Trent
me hizo querer tirar la botella en mi mano a través de la habitación en
lugar de terminarla.
—Entonces, ¿cuál es la solución? —preguntó Slade mientras se
tiraba al sofá junto a Jagger—. ¿Adónde vamos a partir de aquí?
Con las manos tirando de su cabello oscuro, Killian se puso de pie
y caminó por el lugar. Todo lo que el resto de nosotros podíamos hacer
era mirar, porque ¿cuál era la respuesta aquí? Si no había Trent, no había
TBD. Y no había manera de que renunciara a lo que tanto nos había
costado hacer porque ese imbécil se había ido.
Con un suspiro, Killian bajó las manos.
—Viramos.
—¿Nosotros qué? —dijo Jagger.
—Viramos. Cambiamos de dirección. Empezamos de nuevo.
—¿Empezar de nuevo? —La voz de Slade se elevó—. Tenemos
medio álbum de canciones nuevas grabadas...
—Los de MGA ya lo tiraron a la basura —terminó Killian—. No
podemos usarlos. No podemos escribir canciones para alguien que ya no
está aquí.
Mierda. ¿Estaba bromeando? Eso significaba que meses de trabajo
habían desaparecido.
—Creo que es hora de que enfrentemos lo inevitable. —Killian se
encogió de hombros—. Tenemos que enterrar a TBD...
—¿Qué? No vamos a renunciar... —Empecé, pero Killian levantó la
mano.
—Y nos levantaremos de nuevo.
¿Levantarnos de nuevo? Y yo que pensaba que era el que había
bebido demasiado. ¿Qué demonios significaba eso?
—¿Cómo un zombie? —dijo Slade.
—No, hombre, como Jesús. —Jagger asintió—. Sí.
Miré entre ellos, mi labio se apretó.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 79


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Brooke Blaine Halo
—¿Por qué coño están hablando de zombis y Jesús?
—Estamos hablando de resurgir de las cenizas —dijo Jagger—.
TBD está muerto. Esta noche lo dejó muy claro. Tenemos que empezar
de nuevo.
—¿Muerto? —Agité la cabeza—. No estamos muertos. Sólo
necesitamos...
—Cambiar —dijo Killian con firmeza—. Nadie podrá ocupar el lugar
de Trent; Halo fue nuestra mejor opción. Así que algo tiene que cambiar.
—¿Como qué?
—No lo sé. —Los ojos de Killian nos envolvieron a los tres—.
Necesito más tiempo para pensarlo, pero esto... esto tiene sentido.
¿Lo tenía? No estaba tan seguro de eso. ¿Empezar de nuevo?
¿Cambiar? ¿Desperdiciar diez años de lo que habíamos construido? Esto
se estaba convirtiendo en demasiado para que mi cerebro lo manejara.
—Necesito salir de aquí. —Al ponerme de pie, me agarré bien a la
botella, mientras pasaba junto a Killian hacia la puerta.
—Viper. Al menos tenemos que intentarlo. Y si fallamos, fallamos.
Seguimos adelante.
Me pasé una mano por el pelo, cada fibra de mi cuerpo
resistiéndose a esta idea, a pesar de que era lo único que realmente
podíamos hacer en esta etapa, o lo que la MGA nos dejaría caer.
—¿Estás con nosotros? —preguntó Killian. El ‘nosotros’ no escapó
a mi atención, porque ya conocía las decisiones de los demás sin tener
que preguntar.
—No tengo muchas opciones, ¿verdad? —dije dándome la vuelta
para mirarlo.
—Siempre tienes una opción.
—¿Qué, renunciar? —Con un resoplido, miré a Jagger y Slade, que
nos observaban con cautela. ¿Realmente pensaron que me iría? ¿Por
esto?— No soy un maldito cobarde. Pero tampoco prometo nada. ¿Puedo

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Brooke Blaine Halo
irme ahora? —dije, y luego levanté la botella entre nosotros—. Me
gustaría terminar esto en privado.
Killian asintió, y cuando abrí la puerta, él la sostuvo allí y se volvió
hacia Slade y Jagger.
—¿Qué tal si ambos también se largan de aquí? He terminado por
esta noche, y ninguno va a poder ayudarme a olvidarme por unas horas.
Sabiendo que Killian podía tener a uno, dos y cinco hombres en su
suite del hotel en treinta minutos, a pesar de lo que había dicho antes,
lancé un saludo en su dirección y me alejé por el pasillo.
Pasé por alto la puerta de mi suite, no me apetecía entrar ahí y
sentarme en una habitación silenciosa yo solo, y en su lugar tomé el
ascensor hasta el bar del vestíbulo. Sabía que era tarde, pero era viernes
por la noche, tal vez habría rezagados y podría reunir otro trago.
Me dirigí a las puertas del bar, y cuando me di cuenta de que
estaban cerradas, estaba a punto de apuntarlo como el final perfecto de
mi mierdistico día. Pero cuando me fui a dar la vuelta, el débil sonido de
un piano me llamó la atención y tenía los pies rodando hacia atrás para
poder acercarme más. Con la botella en una mano al lado de la pierna,
extendí la otra para ver si la puerta estaba abierta, y cuando la puerta se
abrió, entré.
El bar estaba vacío. No había personal, ni clientes, completamente
vacío. Pero cuanto más caminé dentro, más fuerte se hizo la música,
hasta que rodeé una gran columna y mis pies se detuvieron
abruptamente.
Sentado frente al piano de cola con la cabeza inclinada sobre las
teclas estaba Halo. Las luces de seguridad eran las únicas encendidas en
el bar en ese momento, pero reconocería esos rizos rubios en cualquier
parte.
Su casi terminada botella de alcohol de antes estaba apoyada en la
parte superior del piano, mientras sus dedos volaban a través de las

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 81


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Brooke Blaine Halo
teclas, y parecía ajeno al resto del mundo mientras se balanceaba al
tiempo con la música.
Mis pies se movieron por sí solos, acercándome más. La música
que tocaba era diferente a todo lo que había oído antes. Era inspirado y
apasionado, y, sin querer interrumpir este momento que él estaba
teniendo, me quedé tan quieto como pude, completa y totalmente
impresionado por el talento puro que salía de Halo.
Mientras todos estábamos arriba lamiéndonos las heridas y
bebiendo hasta llegar a un estado de entumecimiento, Halo había estado
aquí abajo perdido en la única cosa que debería habernos dado consuelo
a todos… la música.
Sintiéndome como si me entrometiera en algo que era muy
personal, lentamente salí del área del bar hacia la puerta, mis ojos no
dejaron a Halo mientras él seguía tocando. Era hipnotizante, y no pude
evitar pensar que si el resto del mundo le diera una oportunidad, si lo
vieran así, oírlo tocar así, no habría manera de que lo sacaran de un
maldito escenario de nuevo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 82


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Quince
Halo
Después de tener unos días para refrescarse, Killian llamó para
una reunión de la banda en su casa.
Sabía lo que eso significaba… estaba fuera.
No era algo que querían hacer por teléfono, así que invitarme,
reunirnos a todos para que me dijeran que ya no me necesitaban, era la
manera más lógica. Y aunque mi cabeza sabía lo que se avecinaba, la
mayoría de mí se mantuvo firme en negación.
Tomé un lugar en uno de los sofás de cuero de la gran sala de
Killian, donde se había reunido el resto de la banda. Los muebles se
habían movido en un semicírculo para que todos pudiéramos mirarnos
los unos a los otros.
Genial. Que empiece el tiroteo.
Killian miró a su alrededor, asintiendo, y luego se frotó las manos.
—Ya que estamos todos aquí, podemos empezar.
Sí, por favor, hágalo rápido y lo menos doloroso posible, pensé,
mientras me movía en el sofá.
—Todos estamos de acuerdo en que lo que pasó el fin de semana
pasado fue una auténtica mierda —dijo Killian. Sonaron las maldiciones,
todos asintiendo de acuerdo—. Así que la pregunta es ahora, ¿qué
demonios hacemos al respecto?
Aquí estaba. Me preparé para el impacto.
—Es bastante obvio que Halo no es el líder correcto para TBD...
Se me cayó el estómago.
—Pero también es evidente que a menos que Trent entre por esa
puerta ahora mismo, nadie va a ser lo que los fans quieren.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 83


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Brooke Blaine Halo
—No es como si hubiéramos recuperado su maldito trasero de
todos modos —murmuró Viper, mientras los demás asintieron.
—Antes de discutir las opciones, necesito saber si todos estamos
en esto. En cualquier dirección que vayamos, iremos juntos. —Killian
miró a su alrededor, y cuando sus ojos se posaron sobre mí, dijo—: ¿Y?
¿Estás con nosotros?
Mis cejas se juntaron mientras trataba de entender lo que me
estaba pidiendo.
—Así que... espera. ¿No me vas a despedir?
Una pizca de sonrisa estrujó los labios de Killian.
—Diablos, no.
—Pero... —¿Habían perdido la cabeza? ¿Querían repetir el
programa de la semana pasada? Tal vez eso era todo. Eran masoquistas—
. No lo entiendo.
—No irás a ninguna parte, Ángel —dijo Viper, sujetándome con una
mirada feroz.
—Así es. —Killian se sentó en el sofá a mi lado—. El problema no
eres tú, Halo. Tampoco somos nosotros. ¿Pero la combinación? ¿Con las
canciones por las que Trent es conocido? No les sienta bien a los fans.
Eso significa que necesitamos una nueva dirección. Un nuevo sonido, un
nuevo todo.
—Mientras no sea una mierda de country, estoy dentro —dijo
Slade, provocando un gemido de Viper.
Killian sonrió con suficiencia.
—Creo que todos podemos estar de acuerdo en eso. Pero
necesitamos encontrar un nuevo sonido que se adapte a todos nosotros,
así que por eso nos he llamado hoy aquí.
Mientras la habitación se sumergía en el silencio, observé cómo los
otros chicos evitaban la mirada de Killian, mirando en todas partes
menos en su dirección.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 84


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Todavía me preguntaba cómo demonios no había salido ya por la
puerta.
—¿Alguien? ¿Ideas? —dijo Killian, mientras el silencio se
prolongaba. Después de unos minutos, comenzó a silbar la canción de
Jeopardy—. En serio, ¿nada? ¿Qué hicieron en los últimos días?
—Nicole —dijo Jagger.
—Bebí un par de botellas de tequila y Netfliteé cinco temporadas
de The Great British Baking Show4. —Cuando todos sacudimos la cabeza
en dirección a Slade, frunció el ceño—. ¿Qué?
—Y pensé que yo era el gay —dijo Killian, poniendo los ojos en
blanco—. Muy bien, así que nadie lo ha pensado. Buen comienzo, chicos.
MGA estará muy impresionada.
—Que se jodan esos tipos —murmuró Viper.
—Esos tipos pagan nuestras cuentas —señaló Killian—. Sin una
compañía discográfica, no llegaremos muy lejos, así que lancen algunas
ideas, ¿sí?
La boca de Viper se cerró y todos reanudamos el juego silencioso.
Pasó media hora. Una hora. Dos horas más tarde, y todos
seguíamos sentados sin nada que mostrar. Estoy seguro de que no iba a
tirar una idea primero, especialmente porque todavía sentía que era la
razón por la que estábamos en este lío en primer lugar.
—Muy bien. Tomemos un descanso, tomemos un trago, fumemos,
lo que sea. —Killian estiró las piernas y luego se puso de pie. Él y Slade
bajaron las escaleras mientras Jagger salía a hacer una llamada,
dejándonos a mí y a Viper solos en el vasto espacio.
—No sé ustedes, pero a mí me vendría bien algo de comida. —Viper
entró a la cocina y tomó un par de bolsas de papas fritas y un paquete
de galletas de la despensa, y luego las colocó sobre el mostrador.
—¿Tienes barbacoa? —le pregunté.

4
Doce panaderos participan para ser nombrado el mejor del Reino Unido, quienes serán
juzgados por sus habilidades en hacer pasteles, panes y postres de todo tipo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 85


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Brooke Blaine Halo
Viper levantó una bolsa de papas fritas sin abrir.
—Ven a buscarla.
Rodeé la isla, y cuando me dio la bolsa, la abrí. Mientras me tiraba
un puñado de patatas fritas a la boca, Viper dijo:
—No creíste que te dejaría ir, ¿verdad?
Me quedé en el borde por la seducción en la voz de Viper. Esas
palabras no sonaban nada inocentes al salir de esa boca letal, y mientras
obligaba a mi mandíbula a seguir masticando, le eché un buen vistazo.
Esos ojos penetrantes me devolvieron la mirada. Viper no se había
afeitado en unos pocos días, lo que otros dirían que sólo se agregaba a
su atractivo, y cuando terminó una de las galletas con chispas de
chocolate, parte del chocolate se quedó en su pulgar. Estaba a punto de
señalarlo, cuando Viper levantó su mano, su pulgar desapareciendo entre
sus labios mientras lo lamía.
Tragué y miré hacia otro lado.
—Sí, bueno, no es como si tuvieras el único voto.
—Tú sabes que no es así.
¿Lo hacía? Sí, supongo que sí. El día que hice la audición, pensé
que mi destino estaba en manos de Viper. Si me hubiera dado un pulgar
hacia abajo, nunca me habrían invitado a volver, incluso si los otros
hubieran votado a mi favor. No sabía por qué era así, pero también decía
mucho sobre cómo seguía aquí.
—Te vi —dijo Viper, acercándose hacia mí, su cabeza ladeada hacia
un lado, de modo que unos cuantos mechones de pelo cayeron contra su
mejilla—. En Savannah. Tocando en el salón fuera de horario.
—¿Lo hiciste? —Pensé que había estado solo. Ciertamente habría
recordado a Viper estando allí, incluso con la borrachera que tenía.
—Nunca he visto a nadie tocar con tanta pasión como tú. Tienes
mucho talento, Ángel. ¿Por qué no nos lo dijiste?
—Yo... —Mis palabras se atascaron en mi garganta, y agité la
cabeza—. Sólo estaba borracho.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Si así es como suenas bajo influencia, me muero por ver qué
puedes hacer sin interferencias. Tienes que enseñárselo a los chicos.
—¿Mostrarles la canción? ¿Te gustó?
—Ángel. —La voz de Viper cayó muy bajo—. No podía dejar de
mirarte.
Ahí estaba otra vez. El tono provocativo que nunca le oí usar con
los otros, el que se deslizaba sobre mi piel como la seda.
—Tienes algunas migajas... —Viper alcanzó mi cara… su pulgar, el
mismo del que había chupado el chocolate hace unos minutos… rozando
el borde de mi boca, y de repente estaba a centímetros de mí, cerca,
demasiado cerca...
Me aparté, dándole la espalda para poder tomar un poco de aire.
Me ardía la cara como si me hubiera acercado demasiado al fuego y me
hubiera alejado justo a tiempo. Por el amor de Dios, Viper apenas me
había tocado, y mi pecho latía como si hubiera corrido una maratón. No
te preocupes. No es como si intentara besarte o quitarte la ropa.
Puede que sea cierto, pero estaba recibiendo algunas señales muy
confusas. ¿O yo lo estaba? El tipo flirteaba con todo lo que se movía, ¿así
era él, o estaba coqueteando conmigo? Había dejado claro desde el primer
día que yo era heterosexual, pero ¿tal vez necesitaba recordárselo de
nuevo?
Me agarré el pelo mientras exhalaba y me volví para enfrentarme a
él.
—Mira, aprecio tu apoyo. De verdad que sí. Pero si voy a ser parte
de esta banda, siento que necesito dejar claro que nada va a pasar aquí.
No reaccionó.
—¿Aquí?
—Sí, entre tú y yo.
Los labios de Viper se arquearon en los costados, y algo en su
expresión me hizo sudar las palmas de las manos.
—De acuerdo.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—De acuerdo —repetí como un imbécil, y luego, por si no lo
entendió la primera vez, agregué—: Soy heterosexual.
Viper se rió y asintió.
—Lo sé. Eso no cambia el hecho de que lo que hiciste fue genial. A
los chicos les gustará.
Mierda. De acuerdo, tal vez leí mal sus señales.
—Uh, no lo sé. —No estaba tan seguro de abrirme tanto aquí,
delante de todos. No estaba seguro de querer ser tan vulnerable.
Viper me rodeó y, al volver a la sala de estar, me dijo por encima
del hombro:
—Hay un piano en la sala de ensayo. Tienes que ir y mostrarles.
Justo cuando sus palabras se calmaron, Killian entró por la puerta
principal y miró en mi dirección.
—¿Mostrarnos qué? —preguntó, mientras él y los demás volvían
adentro.
—Nada —dije rápidamente.
Viper me miró fijamente.
—No me pareció nada la primera vez que lo oí.
Por Dios, Viper, cállate.
—Quiero oírlo —dijo Jagger.
Slade asintió.
—Yo también.
Y así de fácil, me superaban en número.
—Bueno.... —Me mordí el labio inferior mientras caminaba por la
isla—. Sólo estaba tocando algo la otra noche.
—¿Y sólo lo mencionas ahora? —dijo Killian, mientras nos
dirigíamos al espacio de ensayo.
—No creí que fuera lo suyo.
—¿Nuestra cosa? —Killian sonrió—. Bueno, ahora estamos
buscando algo nuevo, así que hazlo.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Mis ojos se abalanzaron sobre el resto de los chicos que me
miraban hasta que finalmente aterrizaron en Viper, quien asintió hacia
el piano.
Vale. Supongo que haría esto.
Me senté detrás del piano de cola, y Viper retrocedió, dándome
espacio. Pensando en la melodía, exhalé y puse los dedos en las teclas.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 89


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Dieciséis
Viper
Está bien, Ángel. Muéstrales lo que tienes.
Dejando escapar un suspiro, Halo colocó sus dedos sobre las teclas
y, después de varios golpes, comenzó a tocar el riff de piano que había
escuchado esa noche en el salón del hotel. Sus hombros se relajaron
visiblemente mientras avanzaba, como si hubiera logrado bloquearnos a
todos y solo la música importara.
Ver a Halo era como poesía en movimiento. Sus manos se
deslizaban con facilidad sobre las teclas, y todo su cuerpo seguía por
donde sus dedos lo guiaban. No sé cuánto tiempo duró, cuánto tiempo
tocó, pero demasiado pronto se acabó, y mientras Halo bajaba las manos
de las teclas, sus ojos se elevaron hasta donde estábamos los cuatro a
unos metros de distancia, mirándole con expresiones en blanco, bueno,
excepto yo. Tenía una sonrisa maliciosa en mi cara, porque joder, si él no
sonara tan brillante detrás de ese piano hoy como lo había hecho la
primera vez que lo escuché.
El silencio en la habitación mientras él se sentaba a mirarnos era
casi ensordecedor, y no podía leer lo que el resto de los chicos estaba
pensando. ¿Les gustó tanto como a mí? ¿Creían que había perdido la
cabeza haciendo que Halo les mostrara?
Lo que sea. Fue pateaculos, y seguramente se darían cuenta de
eso, una vez que envolvieran sus cabezas en torno a lo diferente que era
de nuestro sonido habitual. Quiero decir, eso era lo que Killian había
dicho que quería. ¿Verdad?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 90


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Cuando los chicos continuaron parados allí como cormoranes
sobre una roca, Halo se puso de pie y caminó hasta donde el bajo de
Killian estaba acunado en su puesto. Lo señaló con un gesto.
—¿Puedo mostrarte más? ¿Si quieres?
Killian parpadeó un par de veces, como si tratara de entender lo
que Halo le estaba preguntando, y yo casi me río. Estaba completamente
atontado. Y me di cuenta de que se sentía de la misma manera que yo la
primera vez que oí a Halo tocar.
Killian asintió.
—No sabía que tocabas.
—Sí —dijo Halo, sus labios se curvaron en los bordes ahora,
mientras levantaba el instrumento. Estaba empezando a disfrutar de
esto, mostrándonos lo que podía hacer, y cada vez era más evidente que
había muchas cosas que no sabíamos de él—. Bueno, obviamente todo
esto es un poco diferente a lo que están acostumbrados...
—No hay nada de malo en eso —intervine—. ¿Verdad, Kill? ¿Qué
fue eso de los malditos zombis levantándose?
—Correcto. —Killian se frotó la barbilla—. Sí, totalmente, queremos
un cambio.
Tomando eso como un permiso para continuar, Halo pasó sus
dedos por el mástil del bajo hasta que estuvieron en su lugar. Luego tocó
las cuerdas con el pulgar hacia abajo, sintiendo el bajo de Killian, antes
de cerrar los ojos y empezar a tocar. Mientras tocaba las cuerdas, Halo
se perdió en la cadencia de la misma, dejando que la melodía se
construyera dentro de él, de la misma manera que lo había hecho en el
piano.
Cuando levantó la vista para ver a todos mirándolo con la boca
abierta, supo que tenía nuestra atención. Nadie estaba interrumpiendo.
Nadie estaba haciendo comentarios odiosos. Todos lo observábamos con
enfoque láser.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 91


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Killian, lo acabarías —dijo Halo, mientras seguía tocando y se
dirigía a donde estaban los teclados de Jagger, moviéndose detrás de
ellos. Se detuvo cuando llegó a ellos, sabiendo que no debía tocar el
orgullo y la alegría de otro hombre sin permiso. Halo miró en la dirección
de Jagger, y sabía lo que pedía sin decir una palabra.

Jagger asintió, y Halo soltó el bajo y puso sus dedos sobre el


teclado. Como si la melodía hubiera seguido corriendo por su cabeza
mientras se movía de un instrumento a otro, los dedos de Halo volaban
sobre las teclas de una manera que a la mayoría le resultaría difícil de
imitar después de escucharla. Pero Jagger no era cualquiera. Ese tipo era
puro talento detrás de cualquier tipo de teclado, y cuando Halo y el resto
de nosotros lo miramos, Jagger sonreía como un maldito loco.
—Amigo. —Jagger miró a Slade, Killian y luego a mí—. ¿Este tipo
es de verdad? Esto es... esto es jodidamente genial.
Halo miró a Killian, quien asintió. Pero cuando abrió la boca para
hablar, no salió nada, parecía que yo no era el único que estaba
impresionado.
Slade hizo girar sus baquetas entre sus dedos mientras caminaba
en dirección a Halo, luego hizo un gesto a su batería y dijo:
—Supongo que nos dirás que también puedes tocarlas, ¿eh?
Podía oír el desafío en la voz de Slade, y sabía que Halo podría verlo
en sus ojos, y aunque la mayoría se sentiría intimidado, parecía que Halo
había decidido que era hora de dejar de contenerse.
Extendió una mano a Slade e hizo un gesto para que le diera sus
palos. Slade resopló pero los entregó y luego miró a Killian.
—¿Sabías que habías contratado a un maldito maestro?
Halo le devolvió el bajo a Killian, y cuando se la quitó, Killian agitó
lentamente la cabeza.
—No. No, no lo sabía.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Los ojos de Halo encontraron los míos, y si yo hubiera pensado que
era sexy cuando no era más que el nuevo cantante principal, entonces
verlo comandar cada instrumento en este lugar como si hubiera nacido
con él en la mano era una de las cosas más sexys que había visto en mi
vida. Si a esto le sumamos la forma en que me miraba con esa sonrisa
torcida y esa excitación en sus ojos, iba a tener que excusarme para
ocultar la erección que me resultaba realmente difícil de controlar.
Halo se sentó detrás de la batería de Slade y extendió las piernas,
y con toda nuestra atención en él, empezó a tocar, y muy pronto el ritmo
fluyó de él tan naturalmente como lo había hecho con los otros
instrumentos, y alguien maldijo.
Halo levantó la vista, sus ojos claros buscándome, y cuando me
pilló observando sus movimientos, pareció que mi atención le agradaba,
algo que contrastaba directamente con sus comentarios anteriores.
Mierda. Esa mirada era todo tipo de problemas, porque Halo estaba
buscando mi aprobación. No creí que se diera cuenta de que lo estaba
haciendo. Pero a medida que me acercaba, hasta que estaba a sólo unos
centímetros de él, un rubor se arrastró por su cuello que hizo a mi polla
realmente feliz. Tan feliz que si Halo bajara los ojos a mis jeans en ese
momento, se daría cuenta de lo mucho que lo aprobaba.
Cuando Halo terminó y se puso de pie, Slade, Jagger y Killian
comenzaron a silbar y a aplaudir lentamente, antes de que todos miraran
en mi dirección.
Cierto. Tres abajo. Falta uno.
Halo se limpió el sudor de su frente con su manga, se encogió de
hombros sacándose la chaqueta, luego la tiró en una silla mientras
caminaba hacia mí, y mientras se acercaba, todo en lo que podía pensar
era en lo salada que estaría su piel en este momento.
—Supongo que eso me deja a mí —dije.
—Sí. ¿Puedo?
Miré mi guitarra en su soporte, y luego volví a Halo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 93


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—No lo sé. Nadie toca mi guitarra.
Halo asintió. Pero luego sonreí, busqué mi Telecaster y se la ofrecí.
—Pero pareces muy bueno con las manos. Sólo trátala con cuidado,
¿sí?
Con manos cuidadosas, Halo me la quitó y se la puso en el cuello,
y luego respiró hondo, cerró los ojos y dejó volar sus dedos.
Mientras estaba allí de pie, a sólo unos centímetros de él, casi
olvido que el resto de los chicos estaban en la habitación. Halo, pasando
sus dedos sobre las cuerdas de mi bebé, era la cosa más caliente
imaginable. La forma en que su cuerpo se movía contra la parte posterior
de la misma, su pie dando golpecitos con la melodía en su cabeza, dejó
muy claro que al final de esta sesión iba a tener que llamar a alguien para
que se deshiciera de esta tensión sexual que me arañaba.
Había pasado mucho tiempo desde que mi polla había decidido
obsesionarse con un chico heterosexual, pero no se podía negar que
ahora estaba interesada. El ángel había encendido un fuego que me
costaba mucho apagar, y aunque mi cerebro sabía que era heterosexual,
a mi verga no le importaba mucho.
Cuando Halo estaba terminando, abrió los ojos y se asustó al ver
lo que veía en el mío. Sus dedos tartamudearon sobre las cuerdas
momentáneamente, y luego las agarró y aclaró su garganta.
—Y entonces, uh... harías lo que mejor sabes hacer.
—¿Y qué es lo que crees que hago mejor, Ángel? —lo dije de una
manera que dejaba claro que no me refería sólo a la música.
—Matarías a todos con un solo asesino. —Halo levantó la correa
sobre su cabeza y sostuvo la guitarra hacia mí.
—¿Oh? ¿No vas a mostrarme cómo se hace?
—Estoy seguro de que puedes manejarlo.
Mientras tomaba la guitarra, mi mano rozó ligeramente la suya, y
antes de que Halo la soltara, bajé la voz para que sólo él pudiera oír mis
palabras.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 94


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Tal vez me gusta verte.
La boca de Halo se abrió y luego se cerró, y luego soltó mi guitarra
y dio un paso atrás, y tuve cuidado de sostener el instrumento
estratégicamente sobre la parte delantera de mí.
—Bueno, maldita sea —dijo Jagger, acercándose y poniendo su
brazo sobre los hombros de Halo—. Eso fue una locura.
—Claro que sí —dijo Slade, con una sonrisa en la cara.
Miré a Killian, que le sonreía a Halo como si fuera la segunda
venida de Cristo, y si seguía así, podría serlo.
—Eso fue increíble. V, ¿lo escuchaste la semana pasada y nos lo
dices ahora?
Me encogí de hombros. Este no era mi momento… era el de Halo.
—Brillante. Definitivamente puedo vernos trabajando con esto —
dijo Killian—. No sé ustedes, pero creo que debemos salir a celebrar. Es
lo mejor que he oído en días, y me está excitando mucho.
—Cálmate —dijo Slade riendo—. Halo no batea para tu equipo.
¿Verdad? Te gustan las damas como a Jagger y a mí.
Halo se rió mientras miraba alrededor de la habitación, con los ojos
fijos en mí, mientras decía:
—Correcto.
Jagger le dio una palmada en la espalda.
—Está bien, supongo. Pero asegúrate de no meterte con ninguna
de nuestras mujeres, ¿me entiendes? Es una especie de regla por aquí.
No queremos a ninguna mujer que haya tenido todas las abejas en su
miel. Lo hace una situación pegajosa.
—Jesús, Jagger. —Mi polla perdió instantáneamente cualquier tipo
de interés que hubiera tenido hace un minuto, y cuando dejé mi guitarra,
Killian dijo—: ¿Por qué no vamos todos a Easy Street esta noche? Para
celebrar el hecho de que contratamos a un maldito genio.
Cuando todos los chicos estuvieron de acuerdo y empezaron a
hablar de lo bien que había estado Halo, mis ojos se dirigieron al hombre

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 95


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
del momento, que se estaba riendo con ellos. Pero como si pudiera sentir
mi mirada desde el otro lado de la habitación, los ojos de Halo se
dirigieron hacia los míos, e incliné mi cabeza un poco y me recordé:
hetero. No pude evitar pensar que ir a un bar esta noche era una idea
increíble. Aunque sólo fuera para encontrar a alguien que me ayudase a
quitarme a cierto ángel de la cabeza.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 96


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Diecisiete
Halo
Esa noche, nos apoderamos de una sección VIP separada con
cuerda en un bar ruidoso y lleno de gente llamado Easy Street, donde los
golpes de rock de los setenta hasta nuestros días resonaban por encima
de la cháchara. No podía recordar la última vez que salí con los chicos,
aunque nunca había recibido la misma atención que la que recibimos al
entrar por la puerta. Fue como si el desastroso espectáculo del fin de
semana pasado nunca hubiera sucedido con la forma en que todos
bañaron a Killian, Slade y Jagger con elogios y todo lo que sus corazones
deseaban. ¿El mejor asiento de la casa? Listo. ¿Botellas de alcohol gratis?
Listo. ¿Hombres y mujeres hermosos para entretenernos? Listo.
Y aunque nadie sabía quién era yo, no me había quedado fuera de
la acción. De hecho, el único que no la tenía era Viper, y eso era porque
aún no había aparecido.
—Halo. —El brazo de Killian rodeaba la cintura del hombre con el
que había estado bailando… o moliéndose, más bien… y lo movió hacia
un lado mientras levantaba su vaso vacío—. ¿Necesitas que te rellene?
Miré mi vaso, sólo quedaba hielo derretido, y me excusé de las tres
mujeres que me habían acorralado por todos lados tan pronto como me
senté. Killian tomó mi vaso, tiró el contenido a un lado, y luego lo metió
en hielo fresco y un fuerte chorro de vodka. Cuando devolvió mi vaso,
levantó la barbilla a las mujeres en el sofá.
—Parece que puedes elegir. ¿Será la femme fatale asiática, la
belleza negra o la reina del baile?
Exprimí una lima sobre mi bebida y me encogí de hombros.
—No estoy seguro.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 97


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Oh? Si necesitas más opciones, podemos...
—No, no, no, no. Son geniales. —A decir verdad, esperaba poder
conversar de forma ociosa con los muchachos esta noche, pero todos se
habían ocupado. Jagger había traído ‘su amor femenino actual’, según
Killian, y Slade estaba con unas pocas mujeres que tenían tantos
piercings que les había dado un amplio espacio para no quedarme
atrapado en ellos.
Killian me dio una palmada en el hombro.
—Genial, ¿eh? Bueno, mi hombre, no hay necesidad de elegir,
entonces. —Mientras me guiñaba el ojo, un salvaje estallido de gritos nos
hizo sacudirnos en dirección a la entrada. Una masa de gente rodeó a
alguien, y mientras intentaban moverse entre la multitud, la cara de ese
alguien apareció a la vista.
—Ya era hora de que aparecieras —dijo Killian, sacudiendo la
cabeza cuando Viper golpeó los puños, posó para los selfies, mirando con
ceño, no sonriendo, naturalmente, y firmó pechos expuestos que yo sabía
que no le interesaban en absoluto, aunque definitivamente hizo una
buena demostración de que los disfrutaba.
Algo en él parecía diferente esta noche. Traté de poner mi dedo en
lo que era cuando Viper miró hacia arriba, sus ojos captando los míos.
Eso... eso fue lo primero. Sus ojos parecían más oscuros de lo normal,
como si estuvieran rodeados de negro. Emitía una vibración provocativa
a la que nadie a su alrededor podía resistirse. No parecía molesto en lo
más mínimo, y cuando un puñado de guardias de seguridad aparecieron
de la nada para guiarlo, se aseguró de agarrar la corbata de uno de los
hombres que competía por su atención, llevándolo con él.
Mientras se dirigían hacia nosotros, mis ojos se entrecerraron en el
tipo que Viper había elegido. ¿Quién diablos usaba corbata en un bar?
¿Algún contable estirado o lo que sea? Ese no era el tipo de persona que
yo creía atraería a Viper.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 98


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Me alegro de que hayas aparecido —dijo Killian mientras uno de
los guardias de seguridad abría la cuerda para que Viper y su... amigo
entraran al VIP.
Vestido de negro de pies a cabeza, Viper había dejado la mitad de
los botones de su camisa desabrochados, mostrando el pecho bronceado
y bien definido que normalmente ocultaba, y varias finas cadenas de
plata de diferente longitud colgaban alrededor de su cuello.
Peligroso. Esa fue la palabra que me vino a la mente cuando Viper
entró y aspiró todo el aire de la habitación.
—¿Qué me perdí? —dijo, su mirada recorriendo el espacio, y
cuando cayó sobre las mujeres detrás de mí, levantó una ceja—. ¿Te
diviertes, Ángel?
—Ya sabes. —Me tragué un poco de vodka, y mi cabeza empezó a
zumbar un poco.
—Bien. Para eso es esta noche. —Se inclinó hacia mi oreja—.
Algunos pierden la cabeza y algunos los pantalones, diviértete sexy.
Por medio segundo, pensé que iba a hacer un movimiento. Estaba
lo suficientemente cerca. Pero tan pronto como el pensamiento entró en
mi mente, Viper se alejó, dándome la espalda completamente cuando se
reunió con su amigo.
Con Killian y los demás preocupados por sus distracciones durante
la noche, me dirigí de nuevo al sofá, algo resignado por la forma en que
transcurría la noche.
—Ahí estás, precioso —dijo la rubia, a la que Killian había apodado
‘reina del baile de graduación’, tocando la abertura de mi camisa cuando
me senté. Su ajustado y corto vestido dejaba poco a la imaginación
mientras se inclinaba para darme una mejor vista—. Así que dinos.
¿Cómo te relacionaste con estos tipos?
—Sí, ¿estás en la banda ahora? —dijo una de las otras en mi oreja,
detrás de mí, mientras se acercaba.
Tomé otro sorbo de mi bebida.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 99


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Sí, se podría decir que sí.
La belleza negra arrugó su nariz.
—No eres parte del equipo, ¿verdad?
—Es demasiado sexy para eso —dijo la reina del baile—. ¿Verdad,
bebé?
Ugh, odiaba el término bebé, incluso de alguien con quien estaba
mucho más familiarizado.
Jagger aprovechó la oportunidad para meter la cabeza.
—Señoritas, conozcan a nuestro nuevo cantante principal.
Los tres jadearon, agarrándose a mis brazos, a mis piernas.
—Sabía que serías bueno con tu boca.
—¿Eres el nuevo Trent? Oh, Dios mío.
—Eres aún más sexy que él.
Mientras Jagger retrocedía, dijo:
—De nada. —Pero mi instinto se retorció. Claro, se interesaron
cuando pensaron que yo era parte de TBD, ¿pero ahora? Una de ellas ya
me había desabrochado los vaqueros y otra prácticamente me montaba
el muslo.
Esto debería haber sido el puto cielo. Tres hermosas mujeres, un
área privada lejos de la multitud para que pudiéramos hacer lo que
quisiéramos. Pero... todo se sintió mal. Y en el fondo de mi mente, todo
lo que podía pensar era que todos aquí en el VIP no eran más que
groupies, con la esperanza de pasar unas horas a solas con cualquiera
de nosotros. ¿Era esto por lo que los chicos pasaban cada vez que salían?
¿Era esto lo que se esperaba de mí?
Maldita sea, no estaba lo suficientemente borracho para esto, y mi
vaso estaba vacío otra vez.
Me incliné hacia un lado para llamar la atención de Killian, pero
para mi sorpresa, el VIP estaba vacío. En la pista de baile, con guardias
de seguridad a cuestas, estaban todos los chicos, excepto…
—¿Necesitas otro trago, Ángel?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 100


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Viper.
Mientras esperaba mi respuesta, preparó una línea de chupitos y
les echó tequila por encima. Le dio dos al tipo de la corbata que estaba a
su lado y luego me dio uno a mí. Lo tomé con gratitud mientras él
rellenaba mi vaso.
—¿Por qué te llama Ángel? —La mujer fatal se rió—. ¿Es ese tu
nombre?
—Su nombre es Halo —dijo Viper, dándome el vodka—. Eso es todo
lo que necesitas saber.
—Mmm, Halo. Eso es sexy. —La reina de la graduación se inclinó
y metió mi lóbulo en su boca, y me estremecí pero no la alejé.
—¿Estás bien? —preguntó Viper.
¿Lo estaba? De repente este era el último lugar en el que quería
estar, pero eso era ridículo. Tres mujeres atractivas, Halo. No seas un
maldito idiota.
—Claro —dije, poniéndome contra el sofá mientras las chicas
volvían a apiñarse. Viper asintió y se dirigió al tipo de la corbata en el
sofá frente a mí. Después de tomar otro trago, Viper enrolló la mano
alrededor de la corbata del tipo y lo sacudió hacia adelante, tomando sus
labios en un beso áspero.
Mierda, supongo que el tiempo de hablar se acabó, pensé, cuando
una de las manos de las chicas se acercó a mi cremallera. Relájate y
disfrútalo. Viper obviamente lo está disfrutando.
Se había movido al sofá, con las piernas abiertas, aún tirando de
esa estúpida corbata. ¿Qué le vio a ese tipo?
La respuesta a eso era simple. Era un cuerpo masculino algo
atractivo, ansioso y dispuesto. No importaba que Viper probablemente no
supiera su nombre, y si lo supiera, no lo recordaría mañana. Esta noche
se trataba de puro placer físico… del que era dolorosamente consciente.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 101


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Intenté volver a prestar atención a las chicas, pero no dejé de ver
por el rabillo del ojo lo que estaba sucediendo a sólo unos metros de
distancia.
Bebiendo el resto de mi vodka, todo lo que podía pensar era: Por
favor, Dios, déjame emborracharme esta noche.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 102


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Dieciocho
Viper
Mierda. Sí. Esto es exactamente lo que necesito, pensé, cuando
Brett… creo que su nombre es Brett… separó sus labios y metí mi lengua
profundamente dentro de su boca. Con el fuerte sabor del tequila en los
labios, él era el veneno exacto que necesitaba para apartar mi mente del
hombre que estaba sentado a unos metros de mí, rodeado de coños listos,
dispuestos y probablemente mojados.
Halo.
Desde el momento en que entré en el bar esta noche, mis ojos y mi
polla habían buscado al ángel como un maldito láser encontrando su
objetivo, y mientras me sentaba allí ahora, Brett me estaba convenciendo
de que lo mantuviera ocupado.
Mientras una mano aterrizaba en mi muslo y se abría camino hacia
la erección que había estado guardando desde que vi a Halo, tuve que
recordarme por millonésima vez que él no estaba sentado allí esperando
un momento conmigo.
—Mierda. —Brett gruñó contra mis labios, sus ojos muy abiertos
con esa familiar mirada estrellada en ellos. Se mojó los labios mientras
se acercaba tanto a mi lado que podía sentir su verga presionando contra
mi pierna—. Eres tan malditamente sexy.
Sí, eso funcionaba para mí. Le agarré un poco más fuerte la corbata
y le mordí el labio inferior, haciéndole temblar.
—¿Por qué no vienes aquí y me lo dices?
—¿Arriba... aquí? —preguntó Brett, sus ojos cayendo sobre mi
regazo y luego volviendo a mi encuentro.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 103


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Súbete en mí —le sugerí, tirando de él un poco más cerca, y no
se necesitó nada más convincente que eso.
Brett se alzó en el sofá y levantó una rodilla sobre la parte superior
de mis muslos, y cuando estaba flotando sobre mis piernas, le lancé una
sonrisa torcida y le metí una mano por el muslo. Mientras mis dedos se
clavaban en su cadera y lo acercaba, Brett se mordió el labio y se retorció
contra mí, frotando su erección contra la mía.
—Oh, joder —susurró, mientras me lamía el labio inferior—. Esto
es... —Antes de que pudiera terminar su pensamiento, le tiré de la
corbata, poniendo su boca en contacto con la mía, esperando que eso lo
silenciara por el momento, porque honestamente, ambos sabíamos por
qué estaba allí, y no necesitaba que me besara el trasero para meterse en
mis pantalones esta noche... ya era una conclusión obvia.
Sabía que desde el segundo en que mi polla se había apoderado de
todo el pensamiento lógico, esta tarde en casa de Killian, que necesitaba
acostarme con alguien esta noche, y rápido, y con la forma en que las
manos de Brett estaban ahora bajando por mi pecho, estaba seguro de
que eso iba a suceder muy pronto.
Brett comenzó a morderme la mandíbula mientras sus dedos
continuaban hacia el sur, y cuando miré por encima de su hombro hacia
el lado opuesto del sofá, esperando ver a Halo en una posición algo
similar, pero más... pechos en su cara y manos arriba dentro de las faldas,
me sobresalté brevemente cuando vi que sus ojos se fijaban en mí.
Bueno, bueno, bueno, mira eso. Parecía que el ángel estaba
preocupado esta noche. E hizo vibrar mi estúpida polla que pareciera
preocupado por mí.
Cuando los dedos de Brett encontraron el botón de mis vaqueros y
sus labios encontraron mi oreja, apunté una sonrisa malvada en la
dirección de Halo.
La mandíbula de Halo se tensó, y podría haber jurado que apretó
los dientes juntos, ya que Brett eligió ese momento para mecerse hacia

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 104


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
adelante sobre sus rodillas y frotar todo su cuerpo contra mi frente.
Gruñí, la presión contra mi polla se sentía muy bien, y solté la corbata
de Brett para finalmente alcanzar alrededor y agarrar un puñado de cada
una de sus nalgas. Brett gimió en mi oreja mientras empujaba mis
caderas fuera del sofá, mis ojos todavía fijos en Halo mientras la rubia a
su derecha comenzaba a besar su camino a través de su cuello.
Mierda, era precioso, con las piernas cubiertas de jean separadas,
acunando un vaso ahora vacío en su mano como si fuera una maldita
cuerda de salvamento. Tenía un ceño fruncido que nunca había visto
antes, y no sabía lo que decía de mí, pero esa expresión irritada estaba
poniendo mí ya duro pene aún más duro.
¿Quizás era porque Halo siempre era tan afable? No tenía ni idea.
Pero ver que parecía que quería apartar a las chicas de él, y tal vez
decirme que me fuera a la mierda, realmente me estaba presionando.
¿Retorcido? Tal vez. Pero al diablo si podía evitarlo. Sólo había una
razón por la que podía pensar en por qué Halo parecía enojado conmigo,
y no tenía nada que ver con el trío en su regazo y todo que ver con el
hecho de que le resultaba muy difícil apartar la mirada de mí como a mí
de él.
Justo cuando ese pensamiento entró en mi cabeza, Brett se sentó
en mis muslos, bloqueando mi visión de Halo, y miró hacia abajo a la
erección que no tenía ninguna esperanza de esconder. Metió el dedo en
la parte superior de la cremallera y me miró con timidez desde debajo de
las pestañas.
—¿Puedo?
Estaba a punto de decir: Sí, siempre y cuando te muevas para que
pueda ver al tipo que está detrás de ti, pero teniendo en cuenta lo bien
que se sentía en mi regazo, no iba a cabrear a Brett hasta que los dos
hubiéramos conseguido lo que queríamos de ese momento.
Él: sus veinte minutos con Viper.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 105


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Yo: una especie de liberación de la lujuria que me había estado
montando desde el momento en que puse mis ojos en Halo.
Asentí y me incliné hacia adelante para mover mi lengua a través
de la comisura de la boca de Brett, y cuando él bajó la cabeza a la tarea
que tenía entre manos, miré al hombre que estaba frente a nosotros.
Los ojos de Halo estaban en los dedos que estaba clavando en el
trasero de Brett, y cuando lo apreté para acercarlo, la mirada de Halo
voló hacia la mía y yo guiñé un ojo. Un rubor se extendió por el cuello de
Halo hasta que llegó a su cara, y con la forma en que se había atado el
pelo en la nuca esta noche, pude ver cada centímetro que cubría.
Me recosté en el sofá cuando la mano de Brett encontró su camino
dentro de mis jeans, y luego bajó la cabeza y comenzó a besar su camino
hasta el cuello abierto de mi camisa. Más y más lejos se movía por mi
cuerpo, y con la forma en que su puño apretado estaba ahora ordeñando
mi verga, no podría haber mantenido mis caderas inmóviles si hubiera
querido. Mientras su culo se deslizaba hasta el borde de mis rodillas para
poder chupar un punto debajo de uno de mis pezones, mis ojos volvieron
a encontrar a Halo.
Sus labios estaban ahora separados, sus piernas estaban aún más
separadas, y la rubia estaba frotando su mano sobre su polla mientras él
continuaba observándonos. Ni siquiera estaba seguro de que Halo
supiera lo que estaba haciendo hasta que Brett me mordió uno de mis
pezones y se me escapó un gemido de la garganta.
Las caderas de Halo se levantaron del sofá contra la mano de la
rubia, y mientras sus ojos se dirigían a mi cara, yo sonreí y le gesticulé:
¿Te gusta lo que ves? Halo parpadeó como si lo hubiera sacado de algún
tipo de trance, y cuando Brett pasó su lengua sobre mi pezón dándome
escalofríos, bajé mis ojos a los suyos.
Brett me sonrió, y yo forcé una sonrisa, la que sabía que lo volvería
loco, y luego me incliné y presioné mis labios contra los suyos.
—Tienes una boca muy talentosa.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Los ojos de Brett brillaban de placer mientras sus labios se
curvaban contra los míos.
—¿Por qué no me muestras lo talentosa que puede ser?
Brett asintió ansioso mientras se deslizaba de mis muslos, cayendo
al suelo de rodillas. Cuando agarró mis vaqueros abiertos para bajarlos
alrededor de mis caderas, Halo se puso de pie, como si alguien lo hubiera
agarrado por el culo.
Mis ojos se dirigieron a los suyos, y la molestia y la confusión que
se arremolinaban en ellos dejaron claro que Halo estaba luchando contra
lo que fuera que estuviera sintiendo, y a juzgar por la dura polla en sus
pantalones vaqueros, eso era muchísimo.
Antes de que pudiera decir algo… no sabía exactamente qué… Halo
puso su vaso vacío sobre la mesa y, sin pensar en las mujeres que había
dejado en el sofá, se dirigió a los baños VIP.
Mierda. ¿Qué demonios acaba de pasar?
Mientras Halo desaparecía de la vista, miré a Brett y le puse una
mano en el hombro.
—Espera —dije, y luego rechiné los dientes juntos, en guerra con
la indecisión. Sabía que debía olvidarme de Halo, dejarlo hacer lo suyo.
Por eso estaba aquí, pero… Ay, carajo—. Enseguida vuelvo.
—¿Qu... qué? ¿Hice algo malo? —Brett frunció los labios con una
mueca que sabía que se sentiría muy bien alrededor de mi polla, pero…
—No —dije mientras me subía la cremallera y me pasaba una mano
por el pelo—. Pídete lo que quieras y volveré enseguida.
Antes de que Brett pudiera decir algo más, me puse de pie y me
dirigí en la misma dirección a la que Halo había corrido, y cuando vi que
el pasillo trasero estaba vacío, abrí la puerta del baño de hombres.
La luz azul intenso resplandecía en los azulejos negros del suelo, y
había una pared de espejos donde los lavabos de cristal reflejaban la
opulencia de la habitación. A un lado había un tocador con un jarrón de

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 107


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
cristal con condones de todos los tamaños conocidos por el hombre, y a
un lado, un segundo tocador con una variedad de lubricantes de sabores.
Nada de eso era lo que estaba buscando. Lo que estaba buscando
era…
—¿Qué estás haciendo aquí?
Halo.
Me alejé del pasillo que conducía a las instalaciones de la parte de
atrás, para encontrarlo de pie frente a uno de los sofás de la bien llamada
‘zona de relajación’.
Pasé mis ojos por su cuerpo y noté que tenía las manos a los
costados.
—Tal vez necesitaba orinar.
—Mentira —dijo Halo, y mis labios se extrañaron con su tono;
alguien no estaba contento, y tal vez un poco borracho—. Inténtalo de
nuevo.
Nunca había sido de los que se andaban con rodeos, y con el tequila
zumbando a través de mí, estaba aún menos inclinado a mantenerlo en
secreto. Así que me acerqué hasta que sólo unos centímetros nos
separaron y me encogí de hombros.
—Quería ver a dónde huías.
—No me escapé.
—A mí me pareció que sí.
—Bueno, discúlpame si no quería sentarme ahí y ver cómo te la
chupan.
—¿Por qué no? —dije—. ¿No te gusta mirar? ¿Te gusta participar?
Estaré más que feliz de complacerte, Ángel.
Los ojos de Halo se entrecerraron a rendijas.
—Creo que he sido muy claro al decir que no me gustan los
hombres, Viper. Dale un descanso, ¿quieres?
Me metí las manos en los bolsillos para evitar que hicieran algo
estúpido, como agarrarle la barbilla y hacerle admitir que era una maldita

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 108


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
mentira. Pero cuando Halo dejó caer sus ojos sobre mis vaqueros
abiertos, decidí tomar un camino diferente.
—No parecías estar interesado en las mujeres de ahí afuera, así
que difícilmente puedes culparme por estar un poco... confundido.
Funcionó a las mil maravillas.
Los ojos de Halo volvieron a los míos.
—Estaba interesado.
—Podrías haberme engañado. —Dejé caer mi mirada hacia sus
labios fruncidos y me reí entre dientes—. Apuesto a que ni siquiera
puedes describir a la que tenía su mano en tu polla.
La boca de Halo se abrió y luego se cerró.
—Apuesto a que no puedes describir al tipo que estaba a punto de
chuparte la tuya.
—Tienes razón —estuve de acuerdo, y luego me incliné hacia
delante sobre los dedos de los pies, metiéndome en su espacio personal—
. Estaba demasiado ocupado mirándote.
Los ojos de Halo se agrandaron hasta que parecían estar a punto
de salirse, y luego él negó con la cabeza, parpadeó un par de veces y, sin
otra palabra, me rodeó y salió del baño.
Bueno, eso le dará algo en qué pensar más tarde, ¿no es así?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 109


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Diecinueve
Halo
¿Qué diablos pasó allá?
Me agarré las manos por detrás del cuello y miré al techo de mi
apartamento, incapaz de sacarme de la cabeza las palabras de Viper de
antes.
Estaba demasiado ocupado mirándote.
¿Por qué? ¿Por qué coño me estaba mirando? Tenía una lista de
espera de hombres entre los que elegir, así que no era como si le faltara
atención. ¿Por qué molestarse con alguien que sabía que era
heterosexual, especialmente cuando se lo recordé más de una vez?
Gruñendo de frustración, me quité los zapatos y los pateé al
armario y luego me quité la chaqueta, dejándola donde había caído. Bien,
demándame, no me interesaban las mujeres de esta noche. Eso no
significa que estuviera interesado en Viper. ¿Eso fue lo que pensó? ¿Qué
porque no quería subirme al tren de las groupies, me gustaba todo lo que
él tenía en mente?
La habitación empezó a girar, todo el vodka que había consumido
esta noche finalmente decidió patear con toda su fuerza, y volví a caer en
mi cama.
Tal vez ese era el problema. Me emborraché y me imaginé a Viper
mirándome de la forma en que lo había hecho. Obviamente, había estado
disfrutando de su elección de la noche, incluso si el tipo de la corbata no
estaba en ningún lugar cerca de la liga de Viper. Era muy molesto pensar
que Viper se molestaría con alguien así, alguien que obviamente lo estaba
usando. Pero supuse que era un intercambio.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 110


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Pero... ¿por qué Viper me había seguido? Estuvo a dos segundos
de tener la boca del tipo de la corbata en la polla, así que, ¿por qué dejar
de lado una cosa segura para enemistarse conmigo? No tenía ningún
sentido. Diablos, ni siquiera recordaba haber ido al baño o por qué, sólo
que no había forma de que pudiera sentarme en el VIP y ver lo que estaba
a punto de suceder… lo que significaba ‘ligarse al tipo5’ literalmente.
La imagen de Viper en el sofá con el tipo de la corbata entre las
piernas me pasó por la cabeza otra vez. No había sido el hombre de
rodillas a quien Viper estaba mirando, había sido yo. Y la verdad que no
quería reconocer era que lo había estado observando también.
Esto es una maldita locura. No me siento atraído por Viper de esa
manera. A cualquier tipo. Cerré los ojos, tratando de evocar una imagen
de una de las chicas de esta noche, pero sólo aparecieron en la periferia
cuando mi mente se centró en la sonrisa pícara de Viper mientras él
gesticulaba: ¿Te gusta lo que ves?. Había sido como una banda elástica
rompiéndose en mi cara. Ni siquiera me había dado cuenta de que los
había estado observando hasta ese momento, y definitivamente no me
había dado cuenta de que Viper me estaba observando.
Eso no significa que te interese. Cualquiera vería a alguien más
grande que la vida como Viper.
Pero las chicas no. Nadie más fuera del VIP lo había hecho.
Mierda. Presioné los talones de mis palmas contra mis ojos,
esperando evitar que otras imágenes invadieran mi mente.
Maldito Viper. ¿Qué demonios pasaba con este tipo que apretaba
mis botones? ¿Era sólo que era Viper, dios del rock y leyenda de la
guitarra? ¿O era algo completamente distinto? ¿Algo que no entendía?
Suspirando, dejé caer las manos de mi cara, y cuando abrí los ojos,
éstos aterrizaron en la computadora portátil a mi lado. Me senté, encendí
el portátil y abrí YouTube. Escribí TBD y escogí el primer video que

5
Hace un juego de palabras con tie que tiene diversas acepciones según su uso como
sustantivo como verbo: corbata, lazo, ligadura, ligar, enlazar, unir.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 111


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
apareció. Era de su último concierto en Londres en el Estadio de
Wembley, y a medida que avanzaba, era obvio que la persona que había
subido el video se había enfocado principalmente en Trent, así que hice
clic y escribí Viper TBD en su lugar.
Esta vez, vídeo tras vídeo centrándose sólo en Viper apareció. Hice
clic en el primero, decidido a averiguar qué era lo que me hacía sentir
inquieto cada vez que él estaba cerca. Demonios, incluso cuando no lo
estaba. Lo había dejado en el bar, junto con los demás, cuando salí del
baño, y ahí es donde debería haberse quedado, pero aquí estaba yo,
buscándolo por Internet.
Mis dedos flotaban sobre el botón de borrar, pero como un foco de
atención sobre Viper mientras comenzaba uno de sus solos de guitarra,
encontré mis ojos pegados a la pantalla. Había algo en el tipo que era
magnético, tanto si estaba en el escenario como si entraba en una
habitación. Algunas personas tenían ese ‘ese factor’, esa cosa que no se
puede describir, pero que se reconoce cuando se ve.
Se pavoneó por el escenario, esos ojos penetrantes haciendo
contacto con la multitud mientras tocaba. Puro sexo. No podía evitarlo.
Cuando su solo terminó y los tambores hicieron efecto, empujó su pelvis
hacia adelante, su cabeza cayendo hacia atrás en una forma que
simulaba puro éxtasis, y mi polla palpitó en respuesta.
Fue tan inesperado que el resto de mi cuerpo se puso rígido.
Cuando Viper repitió el movimiento, y sucedió de nuevo, pude sentir el
calor subiendo por mi cuerpo, aunque nadie más estaba en la habitación
para ver mi reacción.
Viper se pasó la mano por el pelo y guiñó el ojo a la cámara, casi
como si pudiera ver la forma en que mi polla se había endurecido
dolorosamente detrás de mis vaqueros. Me agaché para ajustarme, y
luego pensé: A la mierda, y abrí la bragueta, pero no hizo mucho para
aliviar la presión. Apreté mi polla sobre la parte superior de mis

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 112


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
calzoncillos, y la inyección de lujuria que me atravesó al moverme tenía
mis ojos prácticamente rodando hacia la parte posterior de mi cabeza.
Santa mierda...
Mi mirada cayó de nuevo en la pantalla, y al caer sobre Viper, me
volví más duro bajo mi mano. Mi pene estaba totalmente consciente de
una persona en ese escenario, y aunque eso debería haber sido imposible,
la evidencia mientras la cámara seguía a Viper a través del escenario me
decía lo contrario.
Moví mi mano lentamente arriba y abajo de mi polla cubierta, luché
por respirar mientras la comprensión me golpeaba con toda su fuerza.
Estaba más duro de lo que había estado nunca, y aunque quería culpar
al alcohol de lo que estaba haciendo, esa voz en el fondo de mi mente
sabía exactamente lo que estaba pasando. La culpa y la vergüenza
chocaron con la fuerte dosis de deseo sexual que corría por mis venas, y
detuve mi mano. Mi respiración salía en ráfagas pesadas, mi mente
estaba en conflicto.
No te preocupes. Él no está aquí. Nunca lo sabrá...
Como el diablo susurrándome al oído, dejé de lado la confusión que
sentía. Empujando mis calzoncillos, liberé mi polla y envolví una mano a
lo largo de la dura longitud. Me acaricié hacia abajo y luego hacia arriba,
extendiendo el presemen de la cabeza de mi pene hacia abajo de mi
erección, dándome un deslizamiento más suave mientras mantenía mis
ojos en la pantalla. Viper miró directamente a la cámara y se mojó los
labios, y yo gemí, con las caderas levantadas. Dios, había mirado su boca
antes, pero nunca había pensado en cómo se sentiría contra la mía. Tenía
los labios llenos, y a veces se chupaba el de abajo entre los dientes de
una manera que gritaba provocación. Pero Viper no era una broma. Te
dijo lo que quería, y no dudé de que lo había conseguido el 99,9 por ciento
de las veces.
Otro solo de guitarra, y la cámara se dirigió a las talentosas manos
de Viper. Talentoso en la guitarra.... ¿talentoso en otros aspectos? Me

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 113


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
imaginé la forma en que me envolvería los dedos largos alrededor de la
polla y susurraría contra mi boca:
Te gustaría que te acariciara la polla, Ángel... con esa voz arrogante.
Eso fue todo lo que se necesitó para que mi orgasmo saliera a la
superficie, una ola aparentemente interminable que cabalgué larga y
duramente, mi mano… la mano de mi Viper… ordeñando cada pedacito
de semen hasta que me agoté, cayendo de espaldas contra la almohada
en un montón sudoroso.
Maldita sea, eso fue caliente. Eso fue...
Mis ojos volvieron a buscar a Viper en la pantalla, pero esta vez
cuando lo miré, una extraña sensación revoloteó en mi estómago, y
cuando me di cuenta de lo que acababa de hacer, cerré de golpe el
portátil.
Mierda. Oh, joder. Acababa de masturbarme con un hombre, y no
con cualquier hombre… Viper.
Jesucristo.... ¿Cómo iba a mirarlo a los ojos ahora?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 114


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Veinte
Viper
Saliendo del ascensor privado que conducía a mi condominio, tiré
mis llaves en el cuenco de vidrio soplado que mi madre me había dado
esta Navidad pasada, y me dirigí a la pared de ventanas que se extendía
a lo largo de todo mi salón y comedor.
Esta noche se había desviado hacia un territorio inexplorado.
Cuando Killian sugirió que fuéramos todos a Easy Street para celebrar el
estatus de genio de Halo, yo había acordado ir con un objetivo en mente:
quitarme a ese genio directamente de mi cabeza. Pero, ¿qué había hecho
en su lugar? Me las arreglé para que Halo me jodiera la cabeza.
Sí, ¿y cómo lo había hecho? Desapareciendo después de nuestra
pequeña charla en el baño. Después de eso, cualquier idea de que Brett
me la chupara fue reemplazada por mi obsesión por averiguar por qué
Halo se había ido.
¿Estaba huyendo de mí? ¿Por lo que dije? La idea no me dejaba en
paz. O tal vez estaba huyendo de sí mismo, y de lo que sentía. Porque
definitivamente había estado sintiendo algo.
Había estado escrito en toda su cara angelical, en los labios
separados y en las caderas que no había podido mantener inmóviles
mientras veía a Brett retorcerse sobre mí, y joder, incluso ahora el
recuerdo de ello me hacía bajar para masajear la rígida polla atrapada
dentro de mis jeans.
Cerré los ojos y dejé caer mi cabeza hacia atrás mientras imaginaba
a Halo parado allí conmigo. Su boca en mi cuello, ese pelo rubio y sedoso
rozando mi cara, mis labios, lo suficientemente cerca como para que

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 115


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
pudiera agarrar un puñado de él, que pudiera inhalar profundamente y
dejar que su fresco y limpio aroma me envolviera.
Jesús. Quería ahogarme en ese olor. Rodar con él en mis sábanas
hasta que olieran de la misma manera que él lo hacía, y cuando esa
imagen me golpeó, gemí profundamente en mi garganta y abrí el botón
de mis jeans.
Metí una mano en los pantalones para acariciar mi erección que
parecía decidida a quedarse, y luego abrí los ojos para mirar fijamente el
brillo de las luces de Central Park. ¿Dónde estaba Halo esta noche? No
tenía ni idea de dónde vivía, sólo que estaba en la dirección opuesta a la
mía, según nuestra única conversación de esa noche en Li's Kitchen. Y
pensar en eso me hizo volver a imaginarme su boca.
Me quité la mano de los vaqueros y maldije. Esto estaba jodido. No
había estado tan agitado por alguien en... bueno, nunca. ¿Y la primera
vez que decidió que pasara era con un chico heterosexual? ¿No era
fantástico?
Le dije a Killian que era una mala idea, y ahora sé por qué. Mañana
los chicos iban a querer reunirse, hablar de la nueva dirección, pensar
en letras y música, y todo lo que yo haría sería mirar a Halo y recordar la
forma en que me había follado con los ojos antes de que se asustara y
huyera.
En resumen, de ninguna manera iba a ser de utilidad para nadie
en este momento. Honestamente podría decir que nunca había estado
más consciente y distraído por mi pene en mi vida, y todo por un tipo con
cara de ángel y un letrero de No Pasar.
Frustrado, me pasé una mano por el pelo y caminé hasta el bar que
separaba la sala de estar y el comedor. Me serví un vaso de whisky, lo
cogí junto con la botella y luego me dirigí a mi habitación.
Moviéndome alrededor del final de mi California king, demasiado
nervioso para dormir, me dirigí a la esquina de la habitación donde había
una sala de estar y una mesa de café. Encendí la lámpara de la esquina,

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 116


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
agarré el cuaderno y el bolígrafo que había estado apoyado en mi mesita
de noche, y luego me senté en uno de mis lugares favoritos en el
condominio.
Maldito Killian. Todo esto era culpa suya. Contratar a un ángel
para liderar nuestra banda. Haciéndome mirar esa cara todos los días y
no poder hacer una mierda al respecto. Bueno, ya era hora de que Killian
supiera exactamente cómo me sentía al respecto.
Tragando el whisky, me deleité con la quemadura, y cuando mi
polla pateó en respuesta a los pensamientos que corrían por mi cabeza,
puse el bolígrafo en el papel y escribí la única cosa que estaba sintiendo:
duro.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 117


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Veintiuno
Halo
La tarde siguiente, nos reunimos de nuevo en el espacio de ensayo
de Killian, y al mirarlos, yo era el único que sufría de resaca. Mi tolerancia
no estaba cerca del resto de los chicos, pero necesitaba el alcohol para
pasar la noche anterior.
Hablando de anoche...
Miré hacia donde Viper se estaba riendo con Killian, y mis acciones
de la noche anterior volvieron con una claridad perfecta.
Dios, ¿por qué había hecho eso? Había sido tan estúpido. Mientras
frotaba mis manos sobre mi cara, me preguntaba cómo iba a pasar por
el ensayo sin ponerme rojo brillante cada vez que Viper mirara hacia mí.
Sin duda él vería a través de mí, ¿y entonces qué haría yo?
—Oye, hombre, ¿estás bien? —preguntó Jagger—. ¿Necesitas algo
para esa resaca?
—Uh, no. Estoy bien. —Más bien en un montón de mierda, pero
eso no era nada que iba a compartir.
Empezamos las cosas trabajando en la canción que les había traído
ayer. Fue fácil mantener mi distancia con Viper, pero ¿evitar que mi
cerebro rastreé cada uno de sus movimientos o piense en repetir la última
noche? Eso no se iba a apagar pronto.
Fue después de que volvimos de un almuerzo rápido que finalmente
tuve que mirar hacia Viper. Si había captado la pista de que lo estaba
ignorando, nunca dijo nada. Era el mismo Viper de siempre, atacando a
los chicos con su afilada lengua y concentrándose en la música. De
hecho, lo único diferente fue la forma en que no invadió mi espacio
personal... y no estaba seguro de cómo me sentía al respecto.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 118


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Anoche tuve una idea —dijo Viper cuando nos reunimos en la
sala de ensayos. Levantó una hoja que tenía su garabato apenas legible
por todas partes—. Creo que la canción de Halo es genial, y creo que
trabajar en algunos temas que están en la misma línea sería una buena
dirección para nosotros. Pero, ¿y si añadimos uno o dos temas que les
resulten más familiares a los fans que nos siguen?
—¿Tienes algo en mente? —preguntó Killian.
Viper asintió y caminó hasta donde yo estaba detrás del micrófono.
Era la primera vez que nos mirábamos fijamente hoy, y cuando se detuvo
frente a mí, mi pulso se aceleró.
—¿Harás los honores, Ángel? —dijo, sosteniendo la letra hacia mí.
Yo seguía siendo Ángel, pero la forma en que dijo que no tenía nada
que ver con el flirteo que tenía antes.
—Claro. —Le quité la hoja de papel mientras tomaba su guitarra.
—Algo como esto. —Viper tocó algunas notas mientras yo hojeaba
las palabras que él había escrito, tratando de sentirlas.
Whoa. Parpadeé, leyéndolas de nuevo. Joder, las letras eran sucias,
en total oposición a lo que habíamos trabajado esa mañana, y…
¿Dijo que había escrito esto anoche?
La cara de Viper no reveló nada, pero yo sabía que la mía tenía que
hacerlo. Nunca pude ocultar el color que resaltaba tan fácil en mi piel, y
definitivamente no cuando sabía exactamente de qué trataba esta
canción. O mejor dicho, quién.
Yo.
—¿Cómo se llama la canción? —preguntó Killian.
Cuando no contesté, Viper miró a los chicos.
—Duro.
Killian abrió la boca para responder, pero luego me miró y pareció
pensar mejor en ello.
—Correcto.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 119


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Así que estaba pensando en empezar con esto —Viper tocó un
riff— y luego Slade, entras con un puto ritmo de golpeteo. Como el sexo
puro, golpeando el cabecero, ¿me sientes? Y luego Kill, el bajo tiene que
latir. Jagger, todavía no he llegado tan lejos, pero tú sabrías mejor que yo
lo que suena bien. —Viper siguió tocando y luego me asintió—. Aquí es
donde entras tú.
—No puedo cantar esto —dije, moviendo la cabeza.
Viper dejó de tocar.
—Claro que puedes.
—No lo creo.
—¿Cuál es el problema, Halo? —Killian frunció el ceño.
—Creo que es demasiado arriesgado para nuestro ángel. —Los
labios de Viper se retorcieron—. No te preocupes. Estoy seguro de que
todavía irás al cielo.
Disparé una mirada en su dirección y miré hacia abajo a lo que
Viper pensó que sería una buena idea para mí decir en voz alta.
—Muéstrame —dijo Killian, haciendo un gesto con la letra, y yo se
la entregué. Asintió mientras las leía, y cuando terminó, emitió un bajo
silbido—. Cristo, ¿esa cara cantando estas palabras? Viper tiene razón.
—¿Hablas en serio? —le pregunté.
—Sí. —Se levantó y tomó su lugar a mi izquierda—. Muéstranos lo
que tienes.
¿Cantar una canción que Viper había escrito después de nuestra
interacción de anoche y probablemente al mismo tiempo que yo me había
estado corriendo? Si. Claro. No hay problema.
—Vamos, Ángel. Seguramente has estado frustrado en el pasado.
Aprovecha eso. —Para cualquier otra persona, las palabras de Viper
pueden haber parecido inocentes, pero capté su significado oculto muy
bien.
¿Cómo había pensado que era otra cosa que un grano en el culo?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 120


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Cuando Viper empezó a tocar de nuevo, los demás esperaron a oír
lo que yo no quería decir, y cuando el imbécil me dio la señal, yo hice los
movimientos.

Ojalá pudiera decir que lo siento


Por el estado en el que me has metido
Pero nada parece ayudar
Este dolor que causas en mi interior

He pensado en cómo arreglarlo,


¿Qué podría hacer el truco?
Y follarte durante horas
Solo podría correrme lamiéndote...

—Vale, espera. —Killian levantó la mano—. No va a funcionar si no


pones la frustración detrás de ello. Es como si estuvieras leyendo las
palabras.
—Estoy leyendo las palabras.
—Pero no es así como funciona. No sólo lees la letra de tu canción.
—Mi canción no habla de bolas azules.
Killian suspiró.
—¿Tanto te molesta la letra?
Quería decir que sí, porque esas letras eran sobre mí. Pero criticar
una canción sólo porque Viper la escribió no era ser un jugador de
equipo, y tampoco iba a hacer más fácil ninguna canción en la que yo
trabajara en el futuro.
—No —dije finalmente—. Empecemos de nuevo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 121


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Veintidós
Viper
Tuve que admitir que cuando estaba escribiendo las letras, estaba
frustrado, enojado y más que un poco borracho.
Pero después de escuchar la aprobación de Killian y ver a Halo
andar a tientas tratando de encontrar la manera de no cantarlas, estaba
empezando a creer que esto compensaba con creces el hecho de que
había tenido que venir aquí hoy y actuar como si todo estuviera
jodidamente bien.
Desde el momento en que entré en la casa de Killian, hasta ahora,
me había esforzado mucho por mantener mis pensamientos y mis ojos
alejados del hombre que estaba a mi lado. No era una tarea fácil cuando
estaba vestido con jeans que se ajustaban a ese elegante trasero suyo, y
tenía una camiseta azul marino con cuello en V que mostraba la piel
sobre la que no me importaría pasar la lengua por encima, o ya sabes,
venirme por todas partes.
Como esa opción estaba claramente fuera de la mesa con la forma
en que Halo se había escapado anoche al mencionar su espacio personal,
tendría que conformarme con verlo cantar mi pequeña... oda a él.
Eso podría hacer que el padecimiento en mi polla fuera un poco
menos doloroso.
—Espera un segundo, ¿quieres, Ángel? Veamos si podemos
agregarle carne a esta cosa. Realmente debes sentirlo en las pelotas.
Jagger resopló.
—A juzgar por la letra, ya estabas sintiendo algo en las pelotas.
¿Qué le pasó al tipo de la corbata, V? ¿Demasiado cargado? ¿No era lo
suficientemente pervertido para ti?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 122


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
No lo suficiente Halo para mí, más bien. Ignoré la pregunta de
Jagger y toqué mi amplificador para poder subir el sonido de esta cosa
para el hombre silencioso de pie detrás de su micrófono, dándome una
mirada que no pude descifrar del todo.
En el espacio de diez minutos, Halo había pasado del shock a la
incredulidad, y ahora mismo me estaba mirando como si nunca me
hubiera visto antes. Sus ojos estaban evaluando, viajando sobre mi cara,
mi pecho, hasta donde mi guitarra descansaba a través de mi cuerpo, y
cuando volvieron y se fijaron en los míos, había una luz en ellos que
reconocería en cualquier lugar… interés.
Qué. Mierda. Arqueé una ceja en su dirección, y Halo parpadeó y
luego bajó rápidamente su mirada al papel que aún tenía en un puño,
cortando efectivamente la conexión.
—Sí, deberías haber visto la cara de ese tipo cuando te fuiste. —
Slade golpeó sus baquetas en una de sus rodillas—. Parecía que habías
roto con él.
Killian puso los ojos en blanco.
—V, ¿romper con alguien? Eso implicaría que tendría que salir con
alguien primero.
—¿Qué tal si los tres dejan de chismorrear sobre lo que hago con
mi polla, para que pueda mostrarles a ti y a Halo lo que estoy pensando
para el comienzo de esta cosa?
Los tres en el sofá me miraron mientras me agachaba para jugar
con los diales de un pedal, y cuando me enderecé, le dije a Halo:
—Vale, así que pensé que podría empezar así.
Cerré los ojos y toqué las cuerdas mientras pisaba el pedal, la
tranquila melodía de hace un segundo ahora gruñía por la sala de ensayo
como un monstruo que rechinaba los dientes.
Me encantaba cómo sonaba. Anoche había jugado con eso hasta
que llegué a mi estado de ánimo y vibración. Y esto era todo. Un gruñido
de pura lujuria. Un tono que era grueso y lleno de armónicos, ya que

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 123


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
toqué la introducción completa de la manera exacta que lo haría en un
escenario.
Cuando terminé y abrí los ojos, Halo parecía un poco... nervioso.
—Maldita sea —dijo Killian, poniéndose de pie—. Jesús, V. No sé
qué te pasó anoche, pero eso es jodidamente irreal. Tal vez no deberías
acostarte más a menudo.
Le mostré el dedo.
—Cierra la boca.
Killian se rió y luego miró a Halo.
—Vamos, sabes que esa mierda es increíble, ¿verdad?
Halo asintió.
—Sí, realmente lo es. Yo sólo... —Se detuvo y miró en mi dirección—
. ¿Cómo quieres que haga esto? Quiero decir, ¿está enfadado? ¿Odia a la
persona que quiere, um....?
—¿Follar durante horas? —dije—. Si no puedes decir las palabras,
¿cómo las vas a cantar?
—Mierdaa —dijo Jagger mientras caminaba hacia Halo, su mano
extendida—. Entrégamelo, Halo. Quiero ver el resto de esta cosa.
—La cantaré. Sólo quiero saber más para poder meterme en su
cabeza —dijo Halo mientras le pasaba la nota a Jagger.
El aire en la habitación de repente se sentía un millón de veces más
caliente que hace un segundo, mientras yo mantenía la mirada directa
de Halo en una especie de suspensión.
—No está enfadado. Está frustrado. Su pene quiere algo que no
puede tener, y eso lo está poniendo un poco irritable.
—¿Un poquito? —dijo Jagger mientras terminaba de leer la letra—
. V, hombre, estoy a punto de gastar mucho dinero para que te acuestes
con alguien, amigo mío.
—¿Qué te parece, Halo? ¿Lo tienes? —dijo Killian que antes de que
pudiera decirle a Jagger que se asegurara de que quienquiera que

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
comprara y pagara tuviera ojos del color del mar y el pelo rubio que
coincidieran con el de nuestra cantante principal.
—Sí, eso creo —dijo Halo.
—Bien. Eso es bueno. Creo que si realmente podemos clavar esto,
podríamos llamar a Brian para que venga a escuchar estas dos en las que
hemos estado trabajando. Ver cómo se siente sobre ellas.
Slade, Jagger y Killian volvieron al sofá, y cuando incliné mi cabeza
en dirección a Halo y él me indicó que estaba listo, volví a empezar la
introducción.
Durante un par de horas tocamos la canción, cambiando las
melodías para el coro una vez que llegamos a él. Hicimos que Halo
probara diferentes notas en ciertas palabras, añadiendo más énfasis o
quitándoselo, pero para el comienzo de la tercera hora, ya me había
rendido.
Algo faltaba aquí. Había escuchado la canción tan claramente en
mi cabeza, sabía exactamente cómo tenía que sonar, y aunque estaba
bien, mejor de lo que había estado cuando empezamos, todavía no tenía
la fuerza que yo sabía que podía tener.
—¿Qué tal si lo dejamos por hoy? —suspiré mientras miraba al
resto de los chicos—. Estoy cansado, no dormí mucho anoche, y algo no
funciona aquí.
Todos menos Halo asintieron. Slade y Jagger se dirigieron a la
cocina de Killian para comer algo, mientras Halo recogía la botella de
agua a sus pies y tomaba unos cuantos tragos.
Killian vino.
—¿Estás bien?
Un ceño fruncido entre mis cejas.
—¿Bien?
—Sí. —Killian bajó la voz—. No duermes. No follas. Escribes una
letra titulada ‘Duro’. —Killian miró por encima de su hombro hacia donde

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 125


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Halo estaba sentado en un sofá con la letra y un bolígrafo en la mano—.
No estoy ciego, V.
—No me digas. —Cerré la caja de mi guitarra y la tomé.
—Mira, la canción es genial. Pero no pienses ni por un minuto que
no sé de quién se trata. —Killian le pasó una mano por el pelo—. Pisa con
cuidado. Dale la oportunidad de hacerlo bien. Es bueno, pero esto es...
mucha canción.
—Lo tengo —dije—. ¿Puedo irme ahora, señor?
—Jódete.
—Si tan sólo fueras mi tipo.
Me acerqué a Killian y salí de la sala de ensayos, despidiéndome de
todos mientras me dirigía a la puerta principal. Mientras me dirigía al
ascensor y presionaba el botón, oí a alguien gritar mi nombre, y me
sorprendió un poco ver que Halo había salido al pasillo con su chaqueta
y mochila en su lugar.
—¿Sí? ¿Qué pasa, Ángel?
Mientras caminaba por el pasillo, noté que todavía agarraba las
letras en su puño como si tuviera miedo de perderlas.
—¿Estás enfadado conmigo?
¿Enfadado? ¿Por qué iba a...?
—¿Por qué no lo entiendo? —dijo, sosteniendo el papel.
—Lo estás entendiendo. Sólo está tomando un momento.
Halo miró las palabras y agitó la cabeza, y cuando todo ese pelo
rubio se movió alrededor de su cara, el olor de su champú llenó mi cabeza
y mis pulmones. Jodidamente delicioso.
—No lo hago. No sé por qué es tan difícil para mí.
Cuando Halo levantó los ojos hacia los míos, una sonrisa de
satisfacción cruzó mis labios.
—¿Juego de palabras6?

6
Hard es Duro como el nombre de la canción pero también puede traducirse como difícil.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Oh —dijo Halo—. Supongo. Pero algo no funciona, y sé que estás
decepcionado. ¿Crees que...? —Halo masticó su labio inferior—. Mira, no
quiero ser la razón por la que esto no funciona. ¿Crees que podrías
ayudarme? Muéstrame lo que quieres.
Lo miré durante un rato, preguntándome si se había dado cuenta
de lo que acababa de decir, y cuando se abrió la puerta del ascensor, le
dije:
—Puedo mostrarte exactamente lo que quiero, Ángel. Vamos.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Veintitrés
Halo
Tan pronto se abrieron las puertas del ascensor privado que
conducía al condominio de Viper, me di cuenta de mi error.
Cuando le pedí que me ayudara a averiguar en qué me estaba
equivocando con la canción, no se me ocurrió que terminaríamos en su
casa... solos. Pero cuando mis ojos se fijaron en la vista del Central Park
desde el suelo hasta el techo, cubiertos por una neblina dorada del sol
poniente, me quedé helado. Con esa vista al frente, la letra en mi mano,
y la proximidad de Viper, estaba muy jodido.
—Sé que el ascensor tiene una acústica increíble, pero si quieres
mi ayuda, deberías entrar —dijo Viper por encima de su hombro.
Cuando las puertas comenzaron a cerrarse, las detuve con mi
brazo y luego entré en la casa de Viper.
Oh, esto era malo. Esto era muy, muy malo. Viper caminó delante
de mí, se quitó la chaqueta y la arrojó sobre la parte trasera de su sofá,
y luego se volvió hacia mí mientras se subía las mangas de su camisa.
No sabe lo que hiciste anoche. Sólo trabaja en la canción y vete. No
es gran cosa.
Viper torció el dedo para que yo me acercara, y yo aparté mis dudas
y entré en la sala de estar, aunque al mirar a mi alrededor vi que, al igual
que Killian, tenía una planta abierta, con una barra que separaba su sala
de estar de la del comedor. Las paredes laterales eran de cristal, y se me
vino a la cabeza la idea de que quizás su habitación también lo era.
¿Qué demonios...? No me importa su dormitorio. No quiero verlo. No
quiero pensar en ello. Ahora me estaba mintiendo a mí mismo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 128


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Quieres que te enseñe? —preguntó Viper, una vez más como si
pudiera leer mi maldita mente.
Levanté la hoja.
—Creo que deberíamos trabajar en esto.
—Lo sé. —Cruzó a un sillón azul eléctrico y se echó sobre él—.
Adelante, entonces.
Y ahora tenía que cantar estas malditas palabras. Gran idea, Halo.
De verdad. Brillante.
Me aclaré la garganta y miré las líneas que Viper había escrito. Ya
había sido bastante difícil pasar la canción delante de los otros chicos,
¿pero ahora? ¿Con sólo Viper como mi público? Me parecía demasiado
íntimo, o tal vez era el hecho de que cada vez que lo miraba, todavía podía
sentir el orgasmo épico que había tenido al mirarlo.
—Ponte cómodo —dijo Viper—. Siéntate si quieres.
¿Cómodo? No hay ninguna posibilidad de que eso ocurra. No
necesitaba ponerme cómodo en casa de Viper, necesitaba arreglar mi
parte de esta canción y largarme de aquí, así que me quedé de pie.
Viper se encogió de hombros.
—O no.
Cortando la charla, empecé a cantar, pero sólo había llegado hasta
la segunda línea antes de que Viper me interrumpiera.
—Estás empezando mal. Sí, necesitas esa frustración después,
pero tienes que construirla. Piensa realmente en las palabras. Estás muy
excitado, y no estás dispuesto a disculparte por ello.
Me lo tragué y bajé la mirada. Escuché lo que decía, pero era
imposible no pensar en Viper escribiendo estas líneas. Bloquearlo por
completo era la única manera que tenía de terminar la canción, pero no
le daba a Viper lo que quería. Cuando lo intenté de nuevo, cerré los ojos,
pero él no me dejó pasar el primer verso antes de detenerme.
—Halo, te he visto en el escenario prácticamente follando el
micrófono, así que ¿cuál es el problema aquí?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 129


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Yo... no lo sé. —Otra mentira, ¿pero qué se supone que debía
decirle? ¿La verdad?
—Eso es mentira. Sabes cómo traerlo, pero te estás conteniendo.
¿Por qué?
Me pasé una mano por la cara y suspiré.
—Simplemente no va a venir.
Viper se chupó el labio inferior mientras me estudiaba, y luego se
levantó de la silla.
—Vale, tenemos que intentar algo diferente. Háblame de tu último
polvo.
Tosí sorprendido.
—¿Qué?
—Déjame aclarar: el último polvo caliente.
—¿Y por qué es importante?
—Porque de eso se trata esta canción. Un polvo caliente. O al
menos la promesa de uno.
Joder era lo último de lo que teníamos que hablar, especialmente
porque la última que tenía en mente era mi puño y el hombre que tenía
delante.
Viper emitió un bajo silbido.
—Maldita sea. Nada de sexo caliente últimamente. Es una lástima.
—Yo no he dicho eso.
—No tenías que hacerlo, Ángel. —Comenzó a caminar en un círculo
lento a mi alrededor—. Vale, ¿qué te parece esto? Quiero que cierres los
ojos. Vamos, hazlo.
Dudé un momento antes de hacer lo que me pidió.
—Bien —dijo—. Ahora piensa en lo que te excita. Si estuvieras en
casa ahora mismo, ¿qué te excitaría? ¿Porno? ¿Tal vez una foto que
guardas en el cajón de tu cama? O alguien prohibido... alguien a quien
no deberías querer, pero no puedes evitarlo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 130


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Cerrar los ojos para no tener que mirar a Viper debería haber sido
suficiente para bloquearlo, pero con la forma en que podía sentir su
aliento en la nuca, y con la imagen que me había pedido que evocara en
mi mente, era imposible pensar en nada más que en él. ¿Pensar en
alguien prohibido? No había nada más prohibido en mi mundo que
correrme con Viper, por varias razones.
—Lo que sea que estés pensando ahora mismo, hazlo —dijo Viper—
. Ahora inténtalo de nuevo.
Algo en mi expresión debe haberme delatado, pero fue bueno que
Viper no pudiera ver nada más allá de eso. Con los ojos cerrados, me
acordé de anoche cuando estaba acostado en la cama, con la polla tiesa
en la mano, e incluso ahora podía sentir el dolor profundo, el hambre que
sentía por alguien a quien nunca había esperado.
Las letras salieron de mi lengua, puntuadas por suaves gemidos
que le decían al oyente exactamente hasta dónde había llegado mi deseo
por lo prohibido.
Cuando terminé el verso, sin interrupción esta vez, abrí los ojos
para ver a Viper mirándome con la misma expresión de lujuria que había
visto anoche en el bar, pero la apagó, y asintió.
—Mejor. Mucho mejor. Sigue adelante.
Todavía no había memorizado el estribillo, así que miré hacia abajo
y seguí de la misma manera, ya que Viper no parecía haber encontrado
ningún fallo, pero tres líneas adentro y movió sus manos para llamar mi
atención.
—No. No, no, no. Eso está todo mal otra vez. Hiciste bien el verso,
pero ese borde duro que tenías antes era lo que necesitamos aquí. Como
dije, tienes que construirlo a lo largo de la canción.
Lo intenté de nuevo, pero incluso yo podía sentir la forma en que
me resistía a ser el dueño de las palabras. Por el amor de Dios, el coro
incluía las palabras ‘bolas azules’.
—Otra vez. Esta vez más duro.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 131


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Pero no importa cuántas variaciones di, Viper las derribó todas,
hasta que finalmente gruñó de frustración.
—No, no está bien...
—¿Qué coño quieres de mí, entonces? —No era el único que se
enfadaba con tanta mierda.
Viper se giró para mirarme y me señaló.
—Eso. Eso de ahí mismo. Enojo.
—No es difícil hacerlo a tu alrededor.
Levantó una ceja.
—¿No? —Tomó la parte de atrás de su camisa y se la subió por
encima de la cabeza, y cuando la dejó caer al suelo, yo di un paso atrás.
—¿Qué estás haciendo?
Con un encogimiento de hombros, Viper se me acercó.
—Hace calor aquí.
—No, no lo hace. Vuelve a ponerte la camisa.
—No.
No era la primera vez que veía a Viper medio desnudo, se arrancaba
la camisa durante casi todos los espectáculos, pero éramos sólo nosotros
dos aquí, y no necesitaba más imágenes de Viper para añadirlas a la
presentación erótica en diapositivas en mi cabeza.
—Viper. Vuelve a ponértela.
Con un paseo tan arrogante que sólo podría describirse como un
pavoneo, dijo:
—¿Por qué? ¿Te molesta? ¿Te sientes frustrado porque no estoy
haciendo lo que quieres que haga?
—Sí.
—Bien. Porque con esta canción, tienes que hacer que cada
persona en el estadio quiera follarte. —Se acercó aún más, su cuerpo a
sólo unos centímetros del mío e irradiaba calor que podía sentir a través
de mi camiseta—. ¿Puedes hacer eso?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 132


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Veinticuatro
Viper
Mientras mis palabras se quedaban entre los centímetros que nos
separaban, yo estaba lo suficientemente cerca como para ver los ojos de
Halo oscurecerse una fracción, y la sacudida de su manzana de Adán al
tomar un trago de aire. No estaba seguro si era mi cercanía, mi desnudez,
o toda la situación lo que lo tenía asustado en ese momento, pero cuando
no contestó inmediatamente, le dije:
—¿Ángel?
—¿Qué? —La respuesta culpable y la mirada que cruzó su cara
hizo que mi polla golpeara contra la cremallera de mis jeans.
—¿Puedes hacer eso?
Halo asintió.
—Bien. —Me alejé de él y me dirigí a la pared de ventanas que
daban al Central Park, luego me apoyé contra ellas y crucé los brazos
sobre mi pecho—. Muéstrame.
Halo pasó una mano por su enredado pelo y respiró hondo, y
cuando trajo sus ojos de vuelta a los míos, hubo una mirada de
determinación en ellos antes de que los dejara caer y empezara a cantar
desde el principio.
Con la distancia segura que ahora nos separaba, me tomé un
momento para mirar realmente al hombre que estaba gimiendo y
suspirando a través de la canción que había escrito sobre él.
Había algo increíblemente caliente en oír esa voz suave y ronca de
Halo gimiendo la idea de sacar a alguien de su sistema, y eso era
exactamente lo que necesitaba que él trajera a esta canción.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 133


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
La necesidad. El deseo. El dolor de querer a alguien que no puedes
tener. Y si Halo abría los ojos en ese momento, sabía que vería todas esas
cosas en mi cara.
Cristo, él era sexy, y cuando finalmente soltó todo lo que le había
estado reteniendo, el cuerpo de Halo comenzó a moverse junto con las
palabras que caían de sus labios. Sí, lo tenía ahora, a juzgar por la forma
en que mi polla estaba reaccionando. Estaba duro como el infierno dentro
de mis jeans y no podría haberlo escondido aunque quisiera.
Al apartarme de la ventana, me acerqué a él mientras el tono de su
voz cambiaba, al pasar de una burla palpitante a mi polla, a una especie
de ronroneo gutural que me tiraba fuerte y bien, y me hizo saber que
estaba trabajando en algo que iba a hacer que mis ojos se volcaran a la
parte de atrás de mi cabeza.
Que me jodan. Lo que sea que Halo estuviera pensando ahora
mismo, lo que sea que estuviera pasando por la cabeza del ángel...
Necesitaba que pensara en eso cada vez que cantaba esta canción.
—Quítate la chaqueta.
Los ojos de Halo se abrieron y se concentraron en mí, y mierda,
casi me pone de rodillas.
Esos ojos claros estaban casi absorbidos por sus pupilas dilatadas.
La excitación de todo lo que había estado pensando estaba impresa en
su impecable cara, y mientras se encogía de hombros en su chaqueta,
siguió cantando.
Halo tiró su chaqueta al sofá, pero mantuvo sus ojos fijos en los
míos mientras me acercaba aún más, y asentí lentamente para hacerle
saber que estaba contento con lo que estaba haciendo, cuando en
realidad todo lo que tenía que hacer era bajar la mirada y él sabría que
yo estaba súper jodidamente feliz con esta nueva dirección.
—Sigue —dije, y me moví detrás de él, no queriendo romper su
concentración mientras llegaba al coro. Me acerqué, hasta que pude
sentir el calor de su cuerpo contra el mío, mientras se zambullía de

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 134


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
cabeza en el estribillo, esta vez con un gruñido áspero que era como dedos
fuertes arañando mi espalda.

Porque haces tan difícil


Pensar en cualquier cosa menos en ti.
Lo haces tan difícil7 que mis pelotas están azules.
Quiero entrar dentro de ti, y mostrarte exactamente lo que haces
Siempre que tus ojos me inviten a follarte como yo quiero.

—Joder. —La palabra salió de mis labios antes de que pudiera


morderla, y la cabeza de Halo se giró a un lado, con una mirada un poco
salvaje en sus ojos, como si hubiera estado completamente atrapado en
la canción y las letras y lo que sea que lo hubiera puesto así... los ojos de
Halo cayeron en mis labios... mientras terminaba.
Hmm. Ahora, ¿qué tenemos aquí…?
Entrecerrando los ojos, me acerqué lentamente. Tan cerca que
podía sentir la camiseta de Halo rozarme el abdomen desnudo, y cuando
nuestros rostros estaban tan sólo a una respiración de distancia, dije:
—Segundo verso, Ángel. ¿Lo tienes?
Halo raspó los dientes sobre el labio inferior, su respiración se
aceleró un poco.
—Las palabras, yo, uh...
Jesús. La excitación que se arremolinaba en sus ojos era
demasiado para resistirse, y con todo esto apuntando en mi dirección, no
había manera de que no fuera a probar su maldito sabor.
—¿Qué tal si te doy las líneas y me las cantas?
Una vez más, los ojos de Halo cayeron sobre mi boca, y al carajo,
me lamí el labio inferior para ver lo que este tipo supuestamente
heterosexual iba a hacer. Cuando un gemido bajo dejó su garganta, eso

7
Nuevamente el juego de palabras con hard que puede traducirse como duro y difícil
según el contexto.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
fue suficiente para mí. Tiré todo el decoro que tenía por la ventana y puse
una mano en la cadera de Halo.
Cuando no me dijo que retrocediera o me alejara, me acerqué hasta
que nuestros labios casi se tocaron.

Siente mis manos sobre ti mientras me deslizo dentro de tu alma.


Quiero oírte gritar cuando este en el fondo de ese agujero.
Voy a poner mi marca en ti, para que me huelas cuando me vaya.
Voy a hacer que te duela el cuerpo mientras el atardecer se convierte
en amanecer.

Mientras me pegaba contra la espalda de Halo, un escalofrío


recorrió su cuerpo. Le apreté los dedos a la cintura, y antes de que
pudiera hacer otra maldita cosa, lo envolví con mi otro brazo para agarrar
su barbilla.
—Cuidado, Ángel. Tus ojos me están diciendo toda clase de locuras
ahora mismo.
La respiración de Halo se hizo pesada cuando arrastré mi pulgar a
lo largo de su labio inferior, y sabía que tenía que ser capaz de sentir mi
polla rígida contra su espalda.
—Si vas a decir que no...
La mandíbula de Halo se apretó, pero no había una mirada de
retroceso en sus ojos como la que había habido cada vez que nos
habíamos acercado, y cuando me incliné y pasé mi lengua por la
comisura de su boca, un gemido ronco salió de la parte posterior de su
garganta.
Sin necesidad de ningún permiso más que eso, aplasté mi boca
contra Halo, tragando ese sonido cuando lo hizo de nuevo.
Cristo. Ese sonido iba a estar impreso en mi mente por el resto de
mi maldita vida. Era frustrado, sexy y necesitado, y cuando apreté mis

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 136


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
dedos en su mandíbula, Halo volvió todo su cuerpo contra el mío, y joder,
eso fue todo.
Metí mis dedos en su cabello y lo retorcí, agarrando bien y con
fuerza, y cuando separó sus labios, no esperé a que me invitaran. Mi
lengua estaba en su boca, saboreando a ese dulce ángel en un abrir y
cerrar de ojos, y cuando Halo gruñó y agarró mi cintura, lo empujé contra
mí y lo llevé a la pared de ventanas. Cuando lo tenía donde lo quería, metí
una pierna entre sus muslos y le mordí el labio inferior.
—Mierda. —Halo jadeaba mientras deslizaba mi lengua por su labio
superior—. Esto es...
—Exactamente lo que quieres —dije, y puse mi erección contra la
polla muy dura en los vaqueros de Halo—. Tengo que decir, Ángel. Esto
hubiera sido mucho más fácil si me hubieras dicho desde el principio que
querías joderme.
—Yo…
Las palabras de Halo se detuvieron abruptamente cuando le lamí
un sendero por su mejilla hasta su sien, y cuando puse mi boca contra
su oreja, terminé la canción que nos había metido en problemas a ambos
en primer lugar.
Me pones tan duro, que no quiero nada más que a ti.
Y esta noche te voy a corromper, de la manera que quiero...
—Joder, Viper. —Las caderas de Halo se doblaban contra mi muslo
mientras enganchaba sus dedos a través de las presillas de mis jeans y
me tiraba más cerca.
Devolví mi boca a la suya, y mordí y chupé sus labios hasta que
Halo gimió y metió su lengua profundamente. Luego comenzó a frotarse
a lo largo de mi cuerpo como si hubiera sido diseñado para una y sólo
una cosa: corrernos.
Bien por mí, pensé, mientras bajaba una mano entre nosotros y
desabrochaba mis jeans, entonces me moví a la suya. Quería poner mis
dedos alrededor de él. Quería sentir el pulso palpitante del pene en mi

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 137


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
mano mientras destruía cada una de las células cerebrales que Halo
tenía. Y una vez hecho eso, quería hacerlo todo de nuevo.
Soltando el botón, gruñí contra su boca.
—Tenía tantas ganas de hacerte esto anoche. Pero te escapaste...
Los ojos frenéticos de Halo me miraban, llenos de lujuria, llenos de
necesidad, estaba claro que todavía estaba tratando de entender. Y no
tenía ningún problema en ser yo quien le presentara esto.
Pero cuando le bajé la cremallera de los vaqueros y miré al pene
duro atrapado dentro del vaquero, Halo tomó mi mano y me detuvo.
—Viper, Jesús. Tienes que parar. Yo… —Sus ojos volvieron a mi
boca—. Necesito pensar un minuto, y...
—Pensar está sobrevalorado y es estresante. —Un rugoso gemido
escapó de Halo mientras yo acunaba y apretaba la parte delantera de sus
vaqueros con una mano firme—. Follar es mucho menos agotador para
el cerebro. Y Ángel, soy un buen polvo.
Halo emitió una ráfaga de aire pero me inmovilizó con la misma
mirada decidida que había tenido antes, y yo sabía que esto había
terminado, al menos por ahora.
Con la mandíbula apretada, dejé caer las manos a los lados y dejé
que mis ojos vagaran por Halo. El pelo desordenado, la cara sonrojada,
los labios hinchados y la polla dura.
—¿Vas a correr?
Halo agitó la cabeza, y yo suspiré y di un paso atrás.
—Entonces será mejor que pienses en algo que hacer en los
próximos cinco minutos para distraer mi mente de la erección, ya que
parece que te deleitas en darme una cuando estás cerca. De lo contrario,
voy a perder la cabeza.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Veinticinco
Halo
Era algo bueno que hubiera una pared para sostenerme, porque
cuando Viper dejó caer sus manos y se alejó de mí, mis piernas casi se
cayeron.
Lo miré aturdido. Pecho desnudo, pantalones desabrochados, la
erección esforzándose detrás de la bragueta abierta de sus vaqueros. Esa
malvada boca suya que había estado en la mía...
Una serie de maldiciones llenaron mi mente, porque, ¿realmente
había sucedido? Un minuto estaba cantando y al siguiente nos
estábamos devorando uno a otro como si no tuviéramos otra
oportunidad. El darme cuenta de lo que había hecho debería haberme
escandalizado. Viper me había besado, y yo le había devuelto el beso.
Había besado a Viper. Un hombre.
No sólo eso, sino que cuando frotó su erección contra la mía, mi
cuerpo cobró vida, listo y más que dispuesto a ir a donde me quisiera
llevar. ¿Pero cómo era posible? Nunca había pensado en la posibilidad de
algo sexual con un chico antes, ¿pero con Viper? Había algo en él que
hacía que mi pulso se acelerara, enviando toda la sangre a mi pene.
Joder, ¿qué me está pasando?
—Ángel, estoy a dos segundos de ponerte contra la pared si sigues
mirándome así.
Sabía que necesitaba moverme, poner un poco de espacio entre
nosotros para poder pensar con claridad, pero mierda. Incluso mirándolo
ahora me palpitaba la polla. Quería meter la mano en mis vaqueros para
aliviar el dolor, pero eso nos devolvería al punto de partida.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Mi pecho aún se agitaba, cerré la cremallera y abotoné mis
pantalones, y luego me empujé desde la pared de cristal, moviéndome
hacia el lado opuesto de la habitación.
Viper soltó una desvergonzada carcajada.
—Movimiento inteligente. —Luego se subió la cremallera de los
pantalones, dejando el botón desabrochado—. ¿Y ahora qué?
Me mordí el labio y aparté la mirada. El sol se había puesto, la
habitación se estaba desvaneciendo en la oscuridad pero todavía
iluminada por el brillo de las luces del Central Park y los edificios que la
rodeaban. Era hermoso, tal vez la mejor vista de la ciudad que jamás
había visto, y Viper la veía todos los días mientras escribía letras para
TBD. Letras como las que he estado cantando esta noche. Las que había
escrito sobre mí.
No, no pienses en eso. Piensa en cualquier cosa menos en eso.
—Tienes un gran lugar —dije, y luego me encogí de hombros,
porque ¿qué tan patético era?
Viper ladeó la cabeza, una pizca de diversión en sus labios.
—¿Intentas decirme que quieres ese tour ahora?
—No.
—Mentiroso.
Me encogí de hombros, sin importarle que pudiera ver a través de
mí, y pasé mi mano por el dorso de uno de los sillones reclinables.
—Así que... ¿tú escribiste la canción aquí anoche?
—No. Lo escribí en mi habitación.
—Oh. —Jesús, Halo, encuentra tu cerebro, ¿quieres?— Y, um, ¿es
sobre...?
Los ojos de Viper me siguieron cuando me detuve detrás del sillón,
usándolo como escudo.
—¿Me preguntas si lo escribí sobre ti, Ángel?
¿Lo quería? Quiero decir, ya sabía la respuesta, pero por alguna
razón, realmente quería oírle admitirlo.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Sí.
Los labios de Viper se movieron hacia el costado mientras
caminaba hacia el bar, sin duda sintiendo gran placer al hacerme sudar
mientras sacaba una botella de vodka del congelador. Mientras giraba la
tapa de la botella, Viper me miró con esos ojos oscuros y sugestivos y
dijo:
—Sí.
Mierda. De acuerdo. Eso era muy sexy, y cuando mis dedos se
clavaron en la parte trasera del sillón, los ojos de Viper cayeron sobre
ellos, sin perderse nada.
—¿Te gusta eso? Ponerme la polla dura.
—Jesús. —Me aclaré la garganta—. No te andas con rodeos.
—Correcto —dijo Viper mientras servía dos vasos—. No me ando
con rodeos. ¿Pero tú? Definitivamente me masturbé contigo anoche.
Wow. De acuerdo. ¿Esta conversación estaba ocurriendo de
verdad? No podía creer que estaba en la sala de estar de Viper hablando
de que él se corriera con…
—Es tu culpa. —Viper me cortó los pensamientos mientras tomaba
los vasos y caminaba alrededor de la barra, su destino estaba claro…
yo—. Desde el momento en que apareciste en tu audición, quise follarte.
En las últimas semanas, había aprendido que Viper no era el tipo
de persona que se escondía detrás de palabras extravagantes, o que se
escondía en general. Si sentía algo, o quería a alguien, no tenía problemas
para expresarlo. Así que, aunque sabía que trataba de sorprenderme, no
esperaba que actuara de otra manera.
—¿Lo hiciste?
Viper se detuvo al otro lado del sillón y me ofreció un vaso, y cuando
lo alcancé y no lo soltó inmediatamente, nuestros ojos se encontraron en
una especie de punto muerto.
—Todavía lo hago.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Tragué alrededor del bulto en algún lugar de la parte posterior de
mi garganta mientras trataba de no retorcerme bajo esa mirada directa.
Entonces se me ocurrió otra cosa.
—No es por eso que me contrataste, ¿verdad?
Viper resopló y soltó el vaso.
—Por eso casi no te contratamos, Ángel. Créeme, estás en la banda
porque tienes mucho talento. El hecho de que quiera chupártela es una
frustración con la que iba a tener que lidiar. Pero ahora... —La mirada de
Viper bajó hasta el botón de mis jeans, donde, sí, todavía estaba duro—.
Ahora parece que puedo satisfacer ese problema en particular.
—No lo haces. Eso parece un poco complicado.
Viper me miró, y no fue hasta entonces cuando me di cuenta de
por qué sus ojos siempre se veían tan oscuros. Eran sus pestañas. Eran
tan gruesas y llenas que parecía como si tuviera un recubrimiento
permanente en el borde.
—Oh, sería un desastre, Ángel. Un desastre sudoroso y caliente. Y
al final, querrías hacerlo todo de nuevo.
Manteniendo mis ojos fijos en los suyos, levanté el vaso hasta los
labios y tomé un sorbo del vodka. Fue una sensación extraña sentirme
tan consciente de mi cuerpo y al mismo tiempo tan inseguro. Sentí como
si todas las terminaciones nerviosas que tenía estuvieran en alerta
máxima, y todo porque Viper me miraba como si quisiera... ¿qué?
¿Consumirme?
Mientras ese pensamiento me golpeaba con una claridad
sorprendente, el mismo tipo de calor que había pasado a través de mí
durante mis escapadas nocturnas con YouTube me lamía las venas, y
recordé por qué lo había buscado en primer lugar. Viper había estado
consumiendo otro justo anoche.
—¿Qué hay del tipo de la corbata? —solté antes de que se me
ocurriera algo mejor, y cuando un ceño fruncido entre las cejas de Viper,
inmediatamente quise recuperarlo.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Quién?
Mis ojos se abrieron una fracción, y cuando parecía que Viper no
iba a darse cuenta de que me estaba refiriendo al hombre al que casi se
había tirado delante de mí anoche, supe que no había otra manera de
salir de esto que no fuera refrescando su memoria.
—El tipo de anoche.
Viper se encogió de hombros.
—¿Qué pasa con él?
Mi boca se abrió, y antes de que se me ocurriera algo que decir,
Viper se rió.
—Casi pareces celoso, Ángel. ¿Es eso lo que está pasando aquí?
¿Estás celoso?
—No.
Viper tragó lo que quedaba de su vodka.
—¿Estás seguro?
Sí. No.
—Sí.
Viper asintió, pero sus labios temblaron ante mi obvia irritación.
—Porque si fueron celos, no hay razón para ello. Me fui cinco
minutos después de ti, llegué a casa y escribí una canción sobre ti hasta
que ya no pude caminar.
Me pasé una mano por la cara mientras agitaba la cabeza. ¿Estaba
hablando en serio?
—¿Eso te hace sentir mejor?
Lo hacía, en realidad, pero no iba a admitirlo. A diferencia de Viper,
no me gustaba mostrar mi mano demasiado pronto.
Viper sonrió con suficiencia, como si ni siquiera tuviera que decir
las palabras en voz alta… él ya las sabía.
—¿Y qué hay de ti? —Se acercó al sofá, puso su vaso vacío sobre la
mesa auxiliar y luego se recostó, abriendo las piernas—. Te fuiste con

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
mucha prisa anoche y ni siquiera te llevaste a tus amigas contigo. —Él
dijo, como si fuera una pena, aunque yo sabía que no era así.
—Estoy seguro de que encontraron a alguien más.
—No has respondido a mi pregunta. —Viper se frotó la mano sobre
el muslo y vino a descansar junto a su pelvis, llamando mi atención sobre
su erección todavía dura.
—Me fui a casa. Fin de la historia.
—Ah, mira, no lo creo. ¿Quieres saber por qué?
Con una mano todavía agarrando la parte superior del sillón, me
llevé el vodka a los labios, pero antes de tomar un sorbo, dije:
—Me encantaría escuchar tu teoría.
—Porque presto atención. No podías esperar a alejarte de mí
anoche, aunque no podías dejar de mirarme. Pero algo cambió entre el
momento en que te fuiste y el ensayo de hoy. ¿Qué fue?
—Ocho horas de sueño.
La boca de Viper se levantó.
—No lo creo. Inténtalo de nuevo.
—¿Qué tal si lo dejas?
—Oh, a la defensiva. Interesante. —Dio unas palmaditas en el
asiento de al lado—. ¿Por qué no vienes a contármelo todo?
—No hay nada que contar. Me fui a casa. Fin de la historia.
—Sabes, te ruborizaste bastante durante el ensayo de hoy, y ahora
mismo tus mejillas están rojas. Es un indicio delator, Ángel. Confiesa.
Maldito Viper. Era demasiado perceptivo por su propio bien, y
aunque no había forma de que pudiera saber lo que hice cuando me fui
a casa anoche, tenía la sensación de que él sabía que estaba en el camino
correcto.
Drené el resto de mi vodka y luego separé mis manos a lo largo de
la parte posterior del sillón. Al diablo con eso.
—Te vi anoche —dije—. En línea.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Veintiséis
Viper
Bueno, bueno, bueno. Sabía que Halo ocultaba algo, ¿pero oírle
confirmar que se había ido a casa a verme? Acarició algo más además de
mi ego.
—¿Qué viste? —dije.
—Uno de tus show de la última gira. Quienquiera que lo haya
filmado se concentró en ti.
—¿Te gusta mirarme, Ángel?
Su rubor se hizo más profundo, y Dios, eso era tan jodidamente
sexy. Me encantaba que no pudiera ocultarme sus verdaderos
sentimientos.
—Sí.
Cristo. Mi polla se estrelló contra sus confines, y tuve que cambiar
de posición. Pero cuando eso no ayudó, me bajé la cremallera y palmeé
mi erección.
—¿Quieres verme ahora?
Halo me parpadeó, y por un segundo pensé que diría que sí. Luego
agitó la cabeza, frotándose la cara.
—Esto es una locura. No puedo... No podemos... Eres mi
compañero de banda.
—¿Y qué?
—Así que no podemos hacer esto.
—No vamos a hacer nada contigo de pie allá.
Halo suspiró.
—Ya sabes a qué me refiero.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—No lo hagas tan complicado. Quiero follarte. Definitivamente
tienes curiosidad por saber cómo sería follarme.
—¿Así que eso es todo lo que quieres? ¿Sólo sexo?
—No sólo sexo. Caliente que derrite tus malditas entrañas sexo.
—¿Y luego qué?
—¿Me estás preguntando si doy abrazos o algo así?
Halo retrocedió.
—No, eso no es... —Se pasó los dedos por el pelo, apretando los
rizos.
—¿Qué más quieres?
Volvió a suspirar, y cuando bajó las manos, dijo:
—Cenar. Eso es lo que quiero. Me muero de hambre.
Supuse que era demasiado pedir que mi polla fuera suficiente, así
que me subí la cremallera de mis jeans y fui al cajón donde guardaba un
montón de menús. Los tiré sobre el mostrador mientras Halo me seguía,
manteniendo su distancia, como si no confiara en sí mismo para
acercarse. Un ángel inteligente.
Escogió filete y patatas del restaurante de abajo, y veinte minutos
más tarde, rellené nuestras copas y me puse a distribuirlas entre
nosotros. Nos sentamos uno frente al otro en la mesa de comedor que
rara vez usaba. Prácticamente podía ver las preguntas alrededor de su
cerebro.
Unos minutos después, Halo dejó de cortar la costilla y me miró a
los ojos.
—Haces esto a menudo.
—¿Citas para cenar? No, Ángel. No es lo mío.
—No es lo tuyo —repitió.
—Correcto. Estoy más en el negocio de follar y soltar.
—¿Follar y soltar?
—Mhmm. Llamo la atención de alguien, lo traigo a casa por la
noche, y luego, ya sabes, lo libero de vuelta a la naturaleza.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 146


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Halo se mofó, mientras yo me acercaba y apuñalaba el trozo de
carne que acababa de cortar.
—En otras palabras, jodes y huyes.
Sentado en mi asiento, mastiqué mi bocado, me lo tragué y busqué
mi bebida.
—Yo no corro a ninguna parte, Ángel. Y los hombres que se van de
aquí tampoco están huyendo. De hecho, la mayoría de ellos tienen suerte
si pueden caminar.
Halo puso los ojos en blanco.
—Eres tan arrogante.
Me incliné hacia adelante en mi silla y raspé los dientes a lo largo
del labio.
—Sólo digo las cosas como son.
—Y eso se supone que me hace querer, ¿qué? ¿Caer a tus pies?
Le mostré una sonrisa de lobo.
—No soy nada si no tengo esperanzas.
—Estás loco.
—Y sin embargo, no puedes dejar de pensar en cómo sería pasar
una noche en mi cama. ¿Puedes?
Halo apretó la mandíbula y bajó los ojos hasta el plato sin
responder.
—Voy a tomar eso como un sí.
—Por supuesto que sí.
—Por supuesto que sí. Prácticamente llegaste sobre mi pierna hace
treinta minutos. No voy a dejar que lo olvides. —Lo observé de cerca
mientras cortaba y amontonaba diligentemente el siguiente bocado de
comida en su tenedor como si fuera un asunto de vida o muerte, y luego
le pregunté algo que podía decir que le molestaba, a juzgar por esta
última línea de preguntas—. ¿Qué es lo que más te preocupa: el hecho
de que nunca hayas hecho esto antes o que yo lo haga todo el tiempo?

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Esta vez, cuando los ojos de Halo encontraron los míos, se produjo
una conmoción mezclada con incredulidad. Así es, Ángel. Te dije que
presto atención.
—¿Respuesta honesta? —dijo Halo.
—Siempre.
Halo bajó su tenedor a la mesa y entrecerró los ojos sobre mí.
—Ambas cosas. Acabo de conseguir este trabajo. No quiero que
nada lo arruine. Incluso si me haces...
Cuando Halo se cortó, me reí.
—Oh, no te detengas ahí.
Halo levantó su vaso y pasó un buen trago de vodka.
—Aunque me pongas duro, ¿de acuerdo? Como si no lo supieras
ya.
—Sí, pero me calienta oírte decirlo. No pude resistirme.
—Bueno, para mí es sólo.... extraño. —La boca de Halo se convirtió
en una línea seria—. Nunca había mirado a un tipo así antes, y ahora no
puedo dejar de pensar en ello.
—Entonces no te detengas.
—¿Esa es tu respuesta? —Halo dejó su cuchillo—. Esa es una
respuesta de mierda, Viper.
—Oye, lo siento si no es lo que quieres oír, pero es todo lo que tengo.
—Y era verdad. ¿Por qué dejarías de pensar en algo si se sintiera bien?
Halo se alejó de la mesa, y cuando se puso de pie, le miré.
—¿Vas a alguna parte?
—No me quedaré sentado aquí —dijo Halo, sus ojos se movían
audazmente sobre mi cara, y esta vez, no hubo incertidumbre, ni
vacilación en la forma en que me miró—. Me voy a casa. Esto no nos lleva
a ninguna parte, y los muchachos querrán saber en qué trabajamos
mañana.
—Pensé que dijiste que no huirías.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—No estoy huyendo —dijo Halo mientras caminaba hacia el sofá,
recogió su chaqueta y se la puso. Cuando se volvió para mirarme, dobló
el papel con las letras y se lo guardó en el bolsillo—. Pero por ahora, ya
que todavía puedo salir de aquí, creo que probablemente debería hacerlo.
Mientras se movía hacia el ascensor no aparté mis ojos de él, y
cuando presionó el botón y la puerta se abrió, grité:
—¿Ángel?
Extendió una mano, sosteniendo la puerta para sí mismo.
—¿Qué?
—Espero que cantes esa canción exactamente de la forma en que
la cantaste esta noche, y si no lo haces... —Pase los ojos por encima de
él y luego los volví a subir—. Solo tendremos que tener otro ensayo
privado.
Halo contuvo el aliento, la idea claramente atractiva para él. Pero
como si supiera lo que sucedería si se quedara un segundo más, entró en
el ascensor y dejó que las puertas se cerraran detrás de él.
Ángel inteligente.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Veintisiete
Halo
Salía de la ducha a la mañana siguiente, envolviendo una toalla
alrededor de mi cintura, cuando llamaron a mi puerta. El despertador
junto a mi cama decía que eran las ocho y media, demasiado temprano
para que Imogen se levantara, así que rápidamente me puse un par de
pantalones de chándal y salí a ver quién era.
Mientras miraba por la mirilla, vi al hombre que estaba del otro
lado y tuve que hacer una doble toma. ¿No había sido suficiente con que
hubiera estado despierto toda la noche pensando en él después de dejar
su casa, pero ahora Viper había aparecido en la mía?
Volvió a llamar, esta vez con más fuerza, y abrí la puerta de par en
par, preguntándome qué lo había obligado a levantarse tan pronto para
aterrizar en mi puerta.
Una sonrisa perezosa me saludó mientras Viper sostenía una bolsa
de papel marrón en una mano y un portavasos que contenía cuatro vasos
en la otra.
¿También trajo el desayuno? ¿Quién diablos era este tipo?
—¿Vas a dejarme entrar o vas a mirarme fijamente, Ángel? —Su
mirada viajó por mi torso desnudo. Mierda. Ni siquiera me había puesto
un par de calzoncillos o una camiseta, y mi pelo seguía mojado y goteando
por mi espalda.
—¿Qué estás haciendo aquí? —le pregunté, mientras me apartaba
para dejarle entrar.
—Ensayo. —Viper echó un vistazo a mi pequeño apartamento,
probablemente del tamaño de su cuarto de baño, y luego colocó la comida

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
y las bebidas en la parte superior de la barra, separando mi inexistente
cocina del resto de la habitación.
—El ensayo no es hasta más tarde en casa de Killian.
—En realidad, vamos a ser tú y yo hoy —dijo, apoyándose en la
parte superior de la barra y apoyando los codos detrás de él. Con su
mirada en mí de nuevo, viajando de mi cara hacia abajo a lo largo de mi
cuerpo, estaba muy consciente de mi falta de ropa, era peligroso,
considerando que anoche estábamos completamente vestidos, y mira lo
que pasó.
—¿Qué quieres decir con sólo tú y yo? —dije. Volví a mi habitación
para coger la toalla que había tirado en la cama, luego me sequé el pecho
y me exprimí el agua del pelo. Luego me puse la primera camiseta que vi
fuera del armario y salí a ver a Viper fruncir el ceño.
—Realmente no necesitabas hacer eso —dijo.
Oh, sí, lo necesitaba. Tener a Viper en mi apartamento ya era
tentador para el destino; no necesitaba añadir más combustible al fuego.
Ignorando su descarada lectura, entré en la cocina, con la parte
superior de la barra que había entre nosotros, sí, otro escudo, y dije:
—No has respondido a mi pregunta. ¿No vamos a ensayar con los
chicos hoy?
—Le dije a Killian que tú y yo necesitábamos más práctica
individual.
—¿Qué hiciste qué?
Viper tiró de la bufanda alrededor de su cuello, quitándosela
lentamente.
—Mi canción. Tu canción. Escribiendo letras. Saca tu mente de la
alcantarilla.
Sabía que no debía pensar que estaba aquí simplemente para
trabajar en la música. Si su noche hubiera sido como la mía, se habría
despertado frustrado y tenido que cuidarse en la ducha. Dos veces.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Luché contra la imagen que invadía mi cerebro y traté de cambiar
de tema agarrando la bolsa que había traído.
—¿Qué es esto? —Abrí la bolsa para ver un surtido de panecillos y
se esparcieron por dentro—. ¿Trajiste... el desayuno?
Viper levantó su hombro.
—Te pones de mal humor cuando tienes hambre. Preferiría
mantener al demonio alimentado si vamos a trabajar todo el día.
Miré los cuatro vasos grandes para llevar.
—¿Y eso?
—No sabía si te gustaba el café negro o con esa mierda tan elegante.
—Abrió la tapa de uno lleno hasta el borde con café negro y lo tomó para
sí mismo.
—Vaya. Viper me trajo el desayuno y el café. Espera a que la prensa
se entere de esto.
Viper puso los ojos en blanco y tuve que sonreír. Lo había dejado
pasar como si no fuera gran cosa, pero Viper había estado prestando
atención, y esto no estaba en absoluto en su carácter. Nunca se desvivía
por nadie. Todos los demás se desvivían por él.
Agarré dos platos del pequeño armario del fregadero.
—Jesús, Ángel, si hubiera sabido que te iba a hacer tan feliz, te
habría comprado un puto panecillo anoche.
Después de poner un par de bagels en cada plato y deslizar uno
hacia él, tomé un cuchillo del cajón y busqué la pasta de nuez de miel.
—El filete fue más que suficiente, gracias.
Podía sentir los ojos de Viper sobre mí mientras untaba una
cantidad generosa de la masa a ambos lados de mi panecillo, y cuando
la llevé a mis labios, dijo:
—Te gusta lo dulce, ¿eh?
Antes de pensarlo mejor, le eché un vistazo y le dije:
—Aparentemente no.
Los labios pecaminosos de Viper se curvaron contra su taza de café.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 152


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Hmm. Yo estoy desarrollando un gran gusto por ello.
¿Dulce? ¿Cree que soy... dulce? No estaba seguro si eso me gustaba,
pero a mi pene le gustaba la forma en que me miraba en ese momento.
Un poco demasiado. Tomé un bocado de mi panecillo para distraerme, y
después de tragar, dije:
—¿Qué te hace pensar que soy dulce?
Viper dejó su taza de café y se inclinó.
—¿Qué te hace pensar que estaba hablando de ti?
Mis ojos se posaron sobre su oscuro rastrojo, y no pude evitar
recordar lo áspero que se había sentido contra mi mejilla cuando llevó su
lengua burlona hasta mi oreja. Sabiendo que eso no me llevaría a
ninguna parte, rápidamente devolví mi mirada a la suya.
—¿No es así?
Con sus brillantes ojos pegados a los míos, Viper cruzó la barra,
tomó la otra mitad de mi bagel y se lo llevó a la boca.
—Tal vez.
Cuando mordió el panecillo y mostró una sonrisa, yo resoplé.
—Hay un panecillo justo ahí para ti, sabes.
Cuando terminó de masticar, Viper asintió.
—Lo sé. Pero me gusta comer lo que te pertenece.
Mierda. Tan inocente como eso sonaba, la mirada de Viper me hizo
saber que nada de lo que estaba pensando era inocente. No estaba seguro
de cómo se las había arreglado para hacerlo, pero en el espacio de diez
minutos, Viper había convertido el aire frío de mi destartalado
apartamento en un calor abrasador. El aire entre nosotros casi crujió.
Puse mi bagel en el plato y crucé mis brazos sobre mi pecho,
apoyándome contra la barra que estaba entre nosotros.
—Así que estás aquí para trabajar en las letras. ¿Y eso es todo?
Viper dio otro mordisco a mi comida y dijo:
—¿Por qué si no estaría aquí, Ángel?
—Eres un mentiroso de mierda.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 153


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Viper se metió el último trozo de pan en la boca.
—¿Es esa la forma de hablar con alguien que te trajo el desayuno?
Tal vez sólo estaba siendo amable.
Lo dudé mucho. Amable y Viper eran dos palabras que no iban de
la mano.
—Dice el hombre que me dijo anoche que las citas para cenar no
son lo suyo.
—No lo son.
—Y, sin embargo, esta es la segunda vez que me compras comida.
—Tercera, si nos estamos poniendo técnicos —dijo Viper, y se volvió
para mirar el pequeño espacio de estar detrás de él—. Y de lo que
recuerdo en la escuela secundaria, la tercera cita por lo general termina
en la cama.
Mi polla se sacudió en respuesta a eso, y cuando no respondí de
inmediato, Viper me miró por encima del hombro.
—Entonces, ¿qué dices, Ángel?
Cogí uno de los cafés y caminé alrededor de la barra, dirigiéndome
hacia el mejor sofá que estaba apoyado al otro lado de la habitación.
—Ah, un hombre de acción —dijo Viper, siguiendo mi ejemplo—.
Puedo trabajar con un sofá.
—Tú —señalé al otro sillón disparejo en la habitación— puedes
sentarte allí.
Viper se quitó el abrigo y luego cayó en el sillón reclinable, pateando
sus largas piernas delante de él.
—Eso es correcto, te gusta ver. Puede verme mejor si me siento
aquí, ¿verdad?
Debería haber sabido que volvería a morderme el culo.
—¿Ya terminaste?
La mirada de Viper recorrió la habitación, aterrizando en el estuche
de la guitarra junto a mi sofá, el teclado que había colocado frente a la
única ventana en este espacio, y, finalmente, la videocámara que tenía

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Brooke Blaine Halo
en el trípode apuntando hacia el sofá para que pudiera grabar cualquier
sesión de música.
Solo Dios sabe lo que va a decir al respecto.
Pero, sorprendentemente, Viper no dijo una palabra, simplemente
trajo sus ojos hacia los míos y sonrió como si hubiera tropezado con algo
particularmente divertido.
—Listo y dispuesto cuando quieras, Ángel.
De alguna manera, no pensé que se estaba refiriendo a escribir
canciones.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 155


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Veintiocho
Viper
Había algo sobre ver a Halo en su propio lugar, recién duchado,
descalzo, sin mecerse debajo de esos pantalones de chándal… sí, me di
cuenta. Hizo que mi pene se diera cuenta, pero lo que dije antes era en
serio. Había venido aquí a trabajar en música, aunque esa no era la única
razón. Era sólo la excusa que le había dado a Killian cuando lo llamé de
camino para decirle que habíamos progresado anoche y para darnos un
par de días más para resolver los problemas. Nos reuniríamos con Brian
y uno de los chicos de la MGA el viernes, así que necesitábamos terminar
de trabajar en la letra de la canción de Halo, pero una vez que lo
resolviéramos...
Miré de nuevo a la cámara de vídeo de la esquina. Ese supuesto
ángel estaba metido en una mierda perversa, ¿eh? Definitivamente podría
trabajar con eso.
Halo se sentó en el otro extremo del sofá, abrió la caja de su
guitarra y colocó el instrumento a su lado.
—¿En qué querías trabajar primero?
—¿Terminaste de escribir tu canción?
Agitó la cabeza.
—Entonces ahí es donde empezamos.
Halo abrió el cajón de la mesa auxiliar a su lado y sacó un cuaderno
desgastado y un bolígrafo.
—Tendrás que acercarte un poco más si quieres que la lea —le dije.
Me echó un vistazo.
—¿En serio?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 156


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—O podrías trabajar en ello tú solo mientras te observo. —Estiré
los brazos detrás de la cabeza y conecté los dedos mientras veía la
indecisión en la cara de Halo. Cuando perdió la batalla contra sí mismo,
maldijo y se dirigió al otro extremo del sillón. Estiré las piernas, enganché
una detrás de su tobillo, nos enredamos y su cabeza se disparó.
—Viper.
—Ángel. —Le di una sonrisa salaz—. No te importó trabajar tan
cerca anoche.
—Estoy bastante seguro de que dejamos de trabajar una vez que te
acercaste tanto.
Movió sus piernas fuera de mi alcance y abrió el bolígrafo entre sus
dientes.
—Llegué tan lejos como ‘Quiero llevarte allí’ al final del coro.
Tomé el cuaderno y leí la letra de la canción, y luego hice un gesto
para que me dieran el bolígrafo. Cuando me lo dio, hice cuatro líneas
debajo de la última parte que escribió.
—Necesitamos un poco más aquí. Es demasiado corto.
Halo se mordió el labio mientras miraba al espacio, y yo golpeé el
bolígrafo contra el cuaderno al compás, volviendo a la mentalidad de
trabajo.
—Qué tal algo como... ‘Contigo, pierdo mi cerebro... es una locura’.
—¿Es una canción de amor o estás escribiendo sobre zombis? —
dije.
—¿Qué hay de malo en eso?
—Cada vez que alguien canta sobre cerebros, me asusta mucho.
Siguiente.
Halo suspiró.
—¿Por qué no ayudas a pensar en algo, entonces?
—¿Qué tal si cambias las palabras, como: ‘Contigo, pierdo la
cabeza...’ —Cuando Halo asintió a mi sugerencia, lo anoté—. ¿Qué más
perderías?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 157


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Halo me miró fijamente y me dijo:
—Control.
Control, ¿eh? Mierda, a mi polla le gustó eso, y me moví en el sillón
mientras lo escribía.
—¿Cuál? —le pregunté—. ¿Quieres perder el control o no puedes
evitarlo?
Una línea se formó entre las cejas de Halo.
—Esto no se trata de mí.
Tan a la defensiva... otra vez.
—Con la composición de canciones, si quieres hacerlo bien, tienes
que hacerlo personal.
Prácticamente podía ver la forma en que estaba pensando en
anoche, en la canción que yo había escrito para él. La que le dijo
exactamente cómo quería destruir su cuerpo de la mejor manera.
Mierdaaa. Se le cayeron al cuello gotas de su cabello todavía
húmedo, y tuve que agarrarme a los brazos del sillón para evitar ir allí y
seguirlas con la lengua. Anoche lo había probado, pero no había sido
suficiente. No lo suficiente.
Halo siguió mi mirada, llegando hasta su cuello en un movimiento
de timidez, y cuando sus dedos salieron mojados, mi resolución se
desmoronó.
Me incliné hacia adelante, envolviendo mi mano alrededor de su
muñeca, y luego me chupé dos de sus dedos dentro de mi boca. Halo
respiró agudamente mientras yo hacía girar mi lengua alrededor de sus
dedos, asegurándome de probarlo a fondo. Se estaba formando una
protesta en sus labios, así que aunque no me había saciado, lentamente
retiré la boca y me senté, levantando el bolígrafo de nuevo como si no me
hubiera follado sus dedos con la lengua.
—Así que después de esta línea —le dije— tal vez como has
mencionado lo que has perdido, podrías tener las dos últimas parrafadas
sobre por qué o cómo o qué has ganado en su lugar.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Halo me miró fijamente, probablemente preguntándose cómo podía
ser tan indiferente y volver a los negocios, especialmente cuando la
mirada acalorada que me estaba dando me dijo que había perdido
completamente la concentración.
Mis labios se retorcieron mientras intentaba ocultar mi diversión.
—¿Eso es bueno para ti? —Podía hacerlo de la forma que quisiera.
Al tragar, Halo bajó la mirada y luego se tiró del sofá, dirigiéndose
hacia el trípode. Algo en la forma en que sus manos se estrecharon
satisfizo un poco el antojo que había en mí, el que quería ver al ángel
desesperado por lo que yo quería dar.
—¿Esto está bien? —preguntó Halo, su dedo haciendo una pausa
contra un botón—. Quiero asegurarme de que no olvidemos nada de lo
que hacemos.
—Estoy en ello si tú lo estás —dije, mientras el punto rojo se
encendía, indicando que estaba grabando. Si se tratara de otra persona,
nunca hubiera creído que la configuración de la cámara fuera otra cosa
que un fetiche exhibicionista, con lo que no tenía ningún problema, pero
con Halo, era difícil de decir.
Cuando volvió a sentarse, tiró de la guitarra hacia su regazo y
comenzó a tocar, cantando hasta que llegó a la última línea en la que
habíamos trabajado. No se me escapó lo bien que tocaba, o lo intrincado
del riff que se le había ocurrido. Y no era sólo la guitarra, sino que había
hecho lo mismo con todos los instrumentos el otro día.
—Dime, Ángel. ¿Cómo llegaste a ser tan prodigio? ¿Demasiado
tiempo viendo videos musicales? ¿Fuiste a una escuela de lujo?
La boca de Halo se torció, pero sus dedos nunca dejaron de
moverse.
—Ambos. Ayuda que mis padres sean músicos. Mi hermana y yo
nunca tuvimos una oportunidad.
—Músicos, ¿eh? —Vale, eso explicaba muchas cosas.
Halo me miró y asintió.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Sí, mi padre es profesor en el Conservatorio de Música de Nueva
York y mi madre es pianista de formación clásica. Cheryl Olsen. —
Mientras bajaba la mirada a sus dedos para tocar un poco más, añadió—
: Ella toca mucho en el Carnegie Hall.
Bueno, que me parta un rayo. Halo estaba lleno de sorpresas, ¿no?
—¿Me estás jodiendo ahora mismo, Ángel?
Los dedos de Halo se detuvieron, y agitó la cabeza.
—No. ¿Por qué mentiría sobre eso?
Cheryl Olsen era una de las músicas más brillantes que había
escuchado en mi vida. Ella había recibido numerosos elogios a lo largo
de los años y era reconocida como una de las pianistas más consumadas
de nuestro tiempo, y aquí Halo me decía que ella era su... ¿madre?
—Porque tu madre tiene mucho talento, por eso.
Halo sonrió y luego empezó a reír, y la forma en que esa sonrisa
hizo que su cara se transformara de seria a asombrosa hizo que algo más
que mi verga me doliera.
—¿Qué? —dije que, mientras trataba de controlarse a sí mismo.
—Sólo trato de imaginar su reacción a lo que acabas de decir. —
Eso pareció divertirle de nuevo—. En realidad, estoy tratando de imaginar
su reacción por el hecho de que un tipo duro como Viper de TBD sepa
quién es, y punto.
—¿Por qué? ¿Parezco tan inculto?
La boca de Halo se abrió como si estuviera a punto de decir algo,
pero luego la cerró.
Me encogí de hombros.
—Mi mamá solía llevarme al Carnegie Hall cada vez que podía
ahorrar suficiente dinero para un boleto. Fue una especie de cosa entre
nosotros.
Los ojos de Halo se suavizaron un poco. Me miraba de una manera
que no podía descifrar del todo, y no estaba seguro de que me gustara,

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
así que volví a centrarme en las palabras con las que habíamos estado
jugando antes.
—De acuerdo, entonces. Ahora que sé con quién estás
emparentado, será mejor que me des algo jodidamente bueno.
—Sin presiones —dijo Halo.
—Tómalo, Ángel.
Los dedos de Halo se movieron de nuevo sobre las cuerdas cuando
empezó a cantar el estribillo, y cuando llegó al punto en que nos
detuvimos, cerró los ojos y terminó diciendo:
—Te has metido dentro de mí. A las partes más oscuras de mi alma...
—Sus ojos se abrieron y aterrizaron sobre mí—. Eso es todo. Contigo,
pierdo la cabeza. Contigo, pierdo el control. Te has metido dentro de mí. A
las partes más oscuras de mi alma.
Y a la mierda si no sintiera que estaba hablando de mí, con la forma
en que sus ojos estaban casi brillando con su emoción. Asentí, porque en
realidad, era todo lo que podía hacer. Halo volvió a tararear el estribillo
como si estuviera probando las palabras.
—¿Te gusta eso? —me preguntó cuando aún no había dicho una
mierda.
—Sí. Es bueno.
—¿Bueno? —Halo se mofó—. Es increíble. No juegues.
Esa actitud de confianza era muy caliente.
—Como dije. Es bueno.
Halo se metió el pelo detrás de la oreja.
—Me alegro de que estés impresionado.
—Oh, estoy impresionado, Ángel. Realmente impresionado.
Los ojos de Halo se centraron en los míos y se quedaron allí un
poco más de lo necesario. La canción que habíamos estado escribiendo
se desvió rápidamente por la ventana, y también lo hizo cualquier deseo
que yo tuviera de seguir trabajando en ella, mientras bajaba mi mirada a
los labios Halo que mordía ahora con sus dientes.

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Ella Frank &
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Mierda. Yo quería ser el que lo mordiera allí, chupando ese labio en
mi boca, pero para hacer eso, lo necesitaría más cerca, mucho, mucho
más cerca.

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Ella Frank &
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Veintinueve
Halo
Viper estaba mirando a mi boca de nuevo. Ya lo había atrapado
varias veces desde que llegó, pero esta vez su mirada se detuvo, y no
podía decir que no me afectó. Todavía no entendía cómo podía sentirme
tan atraído por alguien completamente opuesto a cualquiera en quien
hubiera estado interesado antes.
Donde todas mis antiguas novias habían sido suaves en todas
partes, desde sus labios hasta cada centímetro de su piel, Viper era todo
músculo, cada centímetro de él duro, incluyendo, frecuentemente, el
apéndice entre sus muslos. Lo había sentido contra mí en su
apartamento, su polla firme e inflexible, y no había podido sacármelo de
la cabeza. Nunca antes me había interesado explorar el cuerpo de otro
hombre, ni me había imaginado que me tocaran, ¿pero con Viper? La
curiosidad empezaba a vencerme, sobre todo ahora mismo, con la mirada
fija en mis labios.
—¿Ángel? —Los ojos de Viper no vacilaron, y de repente se me
ocurrió lo acostumbrado que estaba al apodo en el que me había
convertido que ahora le respondía. Más chocante, en realidad me gustaba
un poco. Pero la forma en que la voz de Viper bajó de tono me dijo que
algo estaba a punto de suceder, algo menos relacionado con el trabajo en
la música y más con la lujuria en sus ojos.
Sí, necesitaba moverme, porque Viper estaba a punto de atacar.
Estaba de pie antes de que pudiera decir una palabra más, pero no
me dejó llegar lejos. Alcanzó mi mano, deteniendo mis pasos y
volviéndome para enfrentarme a él.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Huyendo de nuevo? —preguntó. No me soltó la mano, sino que
me tiró hacia él para que me parara entre sus muslos abiertos—. ¿Te
asusto, Ángel?
—Sí. —La verdad cayó de mis labios fácilmente, y una salvaje
sonrisa cruzó la cara de Viper.
Soltó mis dedos y movió su mano a la parte posterior de mi muslo,
apretando el músculo allí, probándome, y cuando no me alejé, repitió el
movimiento en mi otra pierna. Sus manos eran fuertes mientras me
acercaban a donde estaba sentado, más cerca de la prominente
protuberancia detrás de sus jeans.
Mi polla pateó cuando Viper movió su cabeza hacia atrás para
mirarme.
—Tan honesto —murmuró, sus manos deslizándose hacia mi
trasero—. ¿En qué más estás pensando?
—Que esto es una locura. —Cuando Viper levantó una ceja ante mi
franca contestación, dije—: Pero se siente bien. Tus manos sobre mí.
—¿Y qué hay de mi boca?
Antes de que pudiera responder, Viper inclinó su cabeza hacia
abajo, sujetando mis caderas en su lugar, y luego sus labios estaban
sobre mí, abriéndose camino hacia mi polla cubierta.
Santo cielo. Aspiré ante el movimiento inesperado y busqué algo a
lo que aferrarme. Mis dedos se enredaron en el cabello de Viper, y un bajo
gemido de aprobación vibró a través de mi pene mientras se abría camino
desde la base hasta la punta. Apenas podía respirar, la sensación de la
boca de Viper en mí incluso a través de mis pantalones era como nada
que hubiera sentido antes. Mi pene estaba completamente erguido antes
de que se alejara, y perdí el contacto instantáneamente.
Como si supiera exactamente el efecto que tuvo en mí, Viper me
sonrió con una sonrisa depravada y me dijo:
—No respondiste. ¿Te gusta mi boca en ti, Ángel?

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Dios, sí. Joder, sí. ¿Por qué te detuviste? Mi voz temblaba de hambre
incontrolada cuando respondí:
—Sí.
Viper trajo mis caderas hacia él de nuevo, esta vez acariciando su
cara contra mi polla, burlándose y atormentando, su aliento caliente
quemando mi piel a través del material. El instinto se apoderó entonces,
mis caderas disparando hacia adelante para acercarse, para que su boca
se acercara más a mí. Pero continuó bromeando hasta que me estaba
quemando y mis piernas estaban listas para rendirse. Apreté los dedos
que había pasado por su cabello, lo que lo obligó a mirarme y me dio la
oportunidad de recuperar el aliento.
Pero cuando capté el deseo sexual feliz en sus ojos negros, lo único
que pude pensar fue que yo había puesto esa mirada ahí. Yo le había
dado esa reacción, y el saber que Viper estaba tan sexualmente atraído
por mí que ni siquiera pudimos pasar por un ensayo me hizo sentir
jodidamente poderoso. Olvida el hecho de que nunca había hecho esto
antes. Quería a Viper. Mi cuerpo quería a Viper. Y mientras su regazo me
llamaba, pensé en lo caliente que sería montarlo a horcajadas de la
manera que lo había hecho el tipo de la corbata, sólo que esta vez, Viper
sabría exactamente quién le estaba poniendo la polla dura. No olvidaría
mi nombre.
Me agaché sobre Viper cuando sus ojos se abrieron un poco, como
si se sorprendiera de que yo estuviera haciendo un movimiento en lugar
de huir. Se movió en el sillón reclinable, dándome espacio para poner mis
rodillas a cada lado de él, y luego, levantando mi otra mano enredada en
su pelo, sujetándolo en su lugar, me hundí sobre él.
Un gemido pasó entre nosotros, y no podía decir si era yo, Viper, o
tal vez los dos, pero maldición se sintió bien. Él estaba duro como una
roca detrás de sus jeans, y mi propia erección se frotó junto a la suya
mientras me apretaba el culo para unir nuestros cuerpos sin un
centímetro entre ellos.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 165


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Treinta
Viper
No estaba seguro de que se había metido en Halo en los últimos
cinco minutos, pero el hombre que actualmente estaba sobre mi regazo,
moviendo sus caderas como un pistón bien engrasado, no era un maldito
ángel.
Lo que había empezado como una burla por mi parte, un momento
para ver si podía empujar a Halo a ese lugar donde perdía parte del
control sobre el que juró que no había estado escribiendo por experiencia,
había terminado con las manos del sexy ángel empuñando mi pelo
mientras moldeaba su cuerpo al mío.
Era el cielo o el infierno, ya que sus pantalones y mis vaqueros
seguían en su sitio, porque si fuera por mí, se habrían ido, y en vez de
que Halo se hundiera en mi regazo se estaría hundiendo sobre mi muy
rígido...
—Mierda. —Halo suspiró, su aliento un susurro sobre mi boca
mientras levantaba su cabeza, sus caderas aún moviéndose, causando
que esa fricción que adormecía el cerebro continuara incluso mientras se
tomaba un descanso.
No queriendo que pensara en una razón para terminar con esto, o
todas las razones por las que esto era una mala idea, y en realidad lo era
en el gran esquema de las cosas, mordí y chupé mi camino a lo largo de
la línea de su mandíbula hasta su cuello, y luego empecé a besar mi
camino hasta llegar a su oreja.
Los dedos en mi cabello se tensaron y retorcieron, y la mordedura
del dolor me hizo gruñir al lado de la oreja de Halo, haciendo temblar
todo su cuerpo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 166


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Había hecho un montón de locuras, mierda caliente en mis días,
pero sentir el cuerpo de Halo retorciéndose sobre mí me tenía más
caliente de lo que había estado en mi vida. Mi polla estaba tan dura por
este tipo que era un milagro que no me hubiera corrido ya, y cuando me
moví en el sillón y volví a poner mi cara en línea con la suya, le dije:
—Dame tu boca, Ángel.
Una mirada salvaje entró en los ojos de Halo mientras tiraba de mi
pelo de nuevo, inclinando mi cara de la manera que él quería antes de
bajar la cabeza y mover su lengua a lo largo de mi labio.
Cuando separé mis labios y él levantó su cabeza una fracción,
arrastré su cuerpo hasta el mío.
—Dame tu maldita boca.
Los labios de Halo se curvaron al moverse una fracción en sus
rodillas, y luego aplastó sus labios contra los míos. Mientras deslizaba su
lengua profundamente dentro de mi boca, mis dedos se arrastraron
alrededor de la parte posterior de sus pantalones y luego se deslizaron
por debajo de ellos hasta la piel recién bañada.
Caliente al tacto, y aún un poco húmedo por la ducha, la piel de
Halo era tan suave que me hizo querer frotar mi cuerpo desnudo sobre
ella. Le palmeé su apretado trasero, le separé las mejillas, y arrastré mi
dedo hacia arriba y hacia abajo por su canal caliente, y cuando presioné
la almohadilla de mi dedo hasta su entrada, metí mi lengua dentro de su
boca, capturando su sorpresa.
Halo gimió y volvió a empujar sobre mi mano, claramente le
gustaba lo que le estaba haciendo, y como nos besamos como un par de
adolescentes calientes, sabía que cada maldito segundo de esto lo usaría
más tarde.... cuando estuviera solo.
—Viper, Dios, tienes que... —Halo levantó la cabeza, y mientras se
sentaba sobre mis muslos y su culo desnudo llenaba mis palmas, apretó
los ojos y los cerró—. Mierda.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 167


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Mmm. —Moví mis caderas contra las suyas, mis ojos devorando
el rubor de sus mejillas, los labios maduros y húmedos por los míos, y
cuando él volvió a abrir los ojos, agité la cabeza. Dios, era hermoso—.
Mierda. Si tuviera tu cara, sería multimillonario.
Halo liberó sus dedos y me los pasó por la nuca.
—¿Es esa tu forma de decir...?
—¿Qué eres jodidamente guapo? Sí.
Una sonrisa dibujó los labios perfectos de Halo mientras alisaba
sus manos sobre mis hombros, y aunque quería que siguiera hacia el
sur, tenía la sensación de que esto era lo más lejos que estaba dispuesto
a llegar hoy. No iba a empujarlo y arruinarlo.
—Vamos, Ángel —dije mientras le quitaba las manos del pantalón.
Lejos de la tentación—. No puedo ser la primera persona en decirte eso.
Halo pasó sus manos por su pelo y suspiró.
—Sólo tienes una... cierta manera de hablar.
—¿Ah, sí?
Halo asintió.
—Sí.
—Bueno, debo estar diciendo algo bien. Te tengo en mi regazo duro
como una roca y tu boca se ve como si yo...
Halo puso un dedo en mis labios.
—¿Qué? —dije alrededor del dedo.
—Estabas a punto de arruinarlo con tu boca.
Pasé mi lengua sobre la punta de su dedo índice, y cuando las
caderas de Halo golpearon hacia adelante, levanté la mano y envolví mis
dedos alrededor de su muñeca. —Creo que te gusta cuando hablo.
Halo miró la boca sobre la que se estaba discutiendo, y luego
asintió mientras se alejaba de mis muslos y se ponía de pie, liberando su
brazo.
—Tu boca es...

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 168


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Me agaché y me palmeé, ajustando la erección que Halo había
causado una vez más y que aún no había satisfecho.
—Si te detienes ahí, Ángel, voy a empezar a pensar que eres un
pequeño sádico hijo de puta.
Halo se rió mientras él también se reorganizaba.
—Iba a decir que tiene talento cuando no está ocupada hablando.
A pesar de que me estaba dando el peor caso de frustración sexual
que jamás había tenido, me encontré riéndome del ángel con pelotas
mientras se daba la vuelta y caminaba para coger su videocámara.
Cuando Halo apretó un botón que supuse era el de apagado, me
miró con una sonrisa que estaba justo en mi lado de los malditos
problemas. No tenía ni idea de lo que me había hecho pensar que era un
ángel cuando podía hacerme sentir como si estuviera ardiendo después
de una sesión de besuqueo.
—Y esta noche —dijo Halo— voy a pasar un buen rato recordando
eso. Así que... no lo arruines.
Me senté allí mirando su sonrisa burlona y no pude evitar
preguntarme si este había sido su plan todo el tiempo. De cualquier
manera, no iba a quejarme. Bueno, no sobre el video, al menos. Pero tal
vez el hecho de que no me invitara a quedarme a verlo con él cuando
termináramos más tarde ese día.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 169


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Treinta y uno
Halo
Brian llegó a lo de Killian a las diez de la mañana del viernes, sus
brillantes Oxford negros chirriando en el suelo de mármol. No era un
hombre grande de ninguna manera, pero su posición como manager de
TBD significaba que su ego estaba más que compensado por su falta de
altura. Había traído a un representante de la MGA, presumiblemente
para asegurarse de que estábamos en el camino correcto.
Aún molesto por su último encuentro, Viper ignoró a Brian, así
como al representante, dejando las sutilezas a Killian, y yo también
mantuve mi distancia, no queriendo que me señalaran de nuevo por
‘arruinar a la banda’ o lo que fuera que Brian pensara de mí.
Hoy, estaríamos tocando las dos nuevas canciones en las que
habíamos estado trabajando. De alguna manera, Viper y yo habíamos
logrado terminar la letra de lo que tentativamente llamábamos
‘Invitación’, aunque no tenía ni idea de cómo había podido concentrarme
lo suficiente como para escribir cualquier cosa después de estar en su
regazo. Incluso ahora, mientras lo veía afinar, sus labios en una línea
seria, tenía el impulso loco de caminar hacia allí y atacarlo.
No, no podía pensar en eso ahora mismo, por más difícil que fuera.
El futuro de TBD dependía de cómo lo hiciéramos hoy, y yo no podía
permitirme otra metida de pata, o esta vez me echarían a patadas.
Me alejé de todos y caminé mientras tarareaba las escalas,
calentando mi voz. No pienses en la presión. Sólo concéntrate en las
canciones. Piensa en las palabras... siente la música. Era más fácil decirlo
que hacerlo, considerando lo que estas dos canciones me hacían pensar.
—¿Cómo te va por ahí, Ángel?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 170


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Miré por encima de mi hombro para ver a Viper, y cuando me miró
a la cara, se puso delante de mí.
—Tienes que salir de tu cabeza.
—No estoy en mi cabeza.
—Sí, lo estas. —Viper me tocó la frente con un dedo—. Puedo ver
las ruedas girando, pero necesitamos que te concentres. Necesitamos que
pienses en las canciones, el humor, la vibración...
Lo que no sería un maldito problema si siguiera tocándome.
Viper miró por encima de mi hombro hacia donde los otros chicos
estaban ocupados calentando, y luego trajo sus ojos de vuelta a los míos.
—¿Necesitas que te lleve al pasillo y te recuerde de qué se tratan
estas canciones? —La voz de Viper era lo suficientemente baja como para
que yo supiera que nadie más la oía, pero eso no impidió que sacudiera
la cabeza a un lado para volver a comprobarlo.
—¿Qué? ¿Preocupado porque todos aquí sepan que me montaste
el otro día hasta que me dolió la polla?
—Jesús —dije.
—No lo sientas. No tienen ni idea. —Viper se inclinó una fracción y
susurró—: Pero yo sí.
Si había querido atacar su boca antes, sentir su aliento cálido en
mi mejilla sólo magnificaba ese deseo, como un mil por ciento.
—Mmm, sí. Esa mirada que tienes en tus ojos ahora mismo,
Ángel...
¿Qué? ¿Atacar y devorar?
—Úsalo, y luego ven a buscarme más tarde y úsame. —Viper
puntuó su invitación con un gesto de su lengua inmoral en sus labios, y
mientras se movía a mi alrededor, se aseguró de rozar su hombro contra
el mío.
¿Usarlo? Mierdaaaa. Como si eso no fuera a pasar por mi cabeza
durante los próximos minutos, horas o lo que sea hasta que terminemos
aquí. Pero Viper tenía razón.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 171


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Estas canciones eran sobre sexo. Más específicamente sobre estar
frustrado porque lo querías pero no podías tener. Por no hablar de perder
la cabeza porque la persona que estaba en tu cama era como una droga,
y cuando me di vuelta para ver a Viper volver a su amplificador y situarse,
de repente no tuve ningún problema en sentir ninguna de esas dos cosas.
Ese hombre pecaminoso había logrado enfocarme de la mejor
manera posible, casi acariciándome la polla.
—Correcto —dijo Killian mientras él, Brian, y el representante de
la MGA entraban por la puerta de la sala de ensayo, Brian enviando un
mensaje de texto a alguien que claramente consideraba más importante
que la banda que estaba allí para ver.
—¿Están listos, perdedores? —dijo Killian.
Slade resopló y se empujó detrás de sus tambores, mientras Jagger
se tiraba de sus mangas dobladas en sus muñecas, asegurándose de que
se veía tan bien como sin duda iba a sonar.
Killian movió sus ojos a Viper, que miraba a Brian como si fuera
un pedazo de mierda de perro, y dijo:
—¿Estás bien, V?
Cuando Viper no dijo nada en respuesta sino que continuó mirando
hacia Brian, Killian agitó la cabeza y miró hacia mí.
—¿Estás listo?
No. Pero demonios, si estaba a punto de decirle a Killian que tenía
un repentino caso de nervios.
Viper había respondido por mí cuando llegamos hoy, diciéndoles a
los chicos que había logrado estas letras como si hubiera nacido para
cantarlas, sus palabras, no las mías, y esa presión de hace un segundo
comenzó a volver, casi ahogándome.
Levanté los ojos hacia Viper, cuyos labios se torcieron, e
instantáneamente recordé cómo se había sentido esa expresión cuando
lo hizo contra mis labios y me obligué a apartar la mirada.
—Estoy listo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 172


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Bien. —Killian me dio una palmada en el hombro y asintió hacia
el piano en la esquina de la habitación frente al resto de la banda—.
Entonces hagamos esta maldita cosa.
Sí. Claro. Vamos.
Caminé y me senté en el piano, y mientras miraba fijamente a mis
dedos, les pedí que no me estropearan esto. Necesitaba que esto fuera
perfecto. Demonios, necesitaba que fuera mejor que perfecto, y cuando
acaricié las teclas con las yemas de los dedos, cerré los ojos y bajé la
cabeza. Probando las primeras notas, me mordí el labio con los dientes y
luego miré hacia donde Brian estaba parado junto a la puerta
mirándome.
Sus ojos eran astutos, su curiosidad claramente despertada, ya
que había dejado de enviar mensajes de texto por el momento para ver lo
que el ‘novato’ estaba a punto de sacar de su trasero. El representante de
la MGA a su lado simplemente estaba de pie con los brazos cruzados,
apoyado en la pared, con la cara impasible, como si no le importara en
absoluto estar allí. O tal vez esa mirada significaba que no esperaba
mucho.
Eché un vistazo a los chicos, que me miraron, listos para mi señal,
ya que la primera canción comenzaba con una introducción de piano.
Después de asentir, ajusté el micrófono delante de mí y empecé a tocar
la apertura de ‘Invitación’.
Los nervios que quedaban salieron volando por la puerta una vez
que los chicos se unieron, redondeando el sonido, y yo me relajé con la
música. Mi voz salió nítida y clara, y mientras cantaba en el micrófono,
levanté la cabeza para ver a Viper en mi línea de visión. Su mirada estaba
puesta en mí mientras tocaba, de espaldas a nuestros visitantes, y
mientras cantaba las letras que habíamos escrito juntos, éstas
adquirieron un significado más intenso. Incluso desde el otro lado de la
habitación, pude ver los ojos de Viper oscurecerse mientras cantaba:
‘Quiero ser yo quien te haga caer en desgracia’.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Viper había vuelto a trabajar esa línea ayer, sonriéndome de una
manera que me dijo que era exactamente lo que él quería hacer. A mi
polla le había gustado eso demasiado.
Cuando nos lanzamos al coro, pude ver a Brian por el rabillo del
ojo. No había soltado su maldito teléfono desde que comenzamos a tocar,
lo que me molestó hasta el final. Casi detuve la canción en ese momento
para gritarle al imbécil, pero el lado racional de mi cerebro ganó y me
concentré de nuevo en Viper. Sus dedos eran rápidos, su voz se mezclaba
con la mía cuando se unió a las voces de fondo.
Con todos tocando sus partes a la perfección, sonaba irreal, y una
vez más, me di cuenta de que estaba tocando con TBD, que estábamos
cantando una de mis canciones. ¿Cómo había llegado hasta aquí? Parecía
que todavía estaba atrapado en algún sueño descabellado, pero si eso era
cierto, entonces no tenía nada que perder, ¿verdad? Cuando la canción
llegó a su fin, una idea en la que había estado pensando para la última
línea volvió a mi mente, y aunque no la había practicado antes, pensé: A
la mierda. Solo hazlo.
Terminé la canción con una nota alta, literalmente, y cuando miré
de nuevo, los ojos de Viper se habían ensanchado y luego él articuló,
Maldición. Sonreí, bastante contento de haberlo logrado, y luego miré
hacia donde Brian finalmente bajó su teléfono, lo guardó en su bolsillo,
y luego aplaudió.
¿Espera… qué? ¿Estaba aplaudiendo? Ni siquiera había estado
prestando atención, o eso había pensado. El hombre que estaba de pie
junto a él no se unió, pero asintió con lo que parecía aprobación.
—Joder, sí —dijo Killian, acercándose para lanzar un puñetazo en
mi dirección—. ¿De dónde diablos vino eso?
Me encogí de hombros.
—Simplemente parecía que encajaría.
Sacudió la cabeza y luego le dijo a Brian:
—¿Qué te dije? Tenemos un genio en nuestras manos.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Mientras rodeaba el piano, Brian se acercó y me tendió la mano, la
mirada que me estaba dando, que era completamente igual a la que me
había disparado después del show que-no-será-nombrado.
—Eso fue impresionante —dijo, mientras le devolvía el apretón de
manos—. ¿Cuál es tu nombre otra vez, chico?
—Es Halo. —Viper soltó detrás de él—. Joder, escribe eso.
—¿Tienes algo más que quieras enseñarme, Halo? —preguntó
Brian.
Asentí.
—Sí, tenemos otra.
—Bueno. Eso es bueno. —Brian se alisó el cabello y nos indicó que
continuáramos mientras él ocupaba su lugar junto a la puerta de nuevo.
Esta vez, cuando canté, no pude mirar a Viper, ya que estaba
detrás del micrófono, junto a él, pero sentí su mirada penetrante en mí
todo el tiempo, iluminando mi cuerpo desde dentro y dándome la
cantidad perfecta de asertividad para cantar esas letras sucias pero sexys
como el infierno.
Una vez que terminamos de tocar, Brian no tuvo más que elogios
por la dirección a la que nos habíamos dirigido. El representante que
estaba a su lado dijo que MGA estaría en contacto, pero no ofreció más
indicaciones de si le había gustado nuestro nuevo sonido, y dado que lo
que importaba era la opinión de MGA, no la de Brian, no estábamos
seguros de dónde nos dejaba eso.
¿Pero en cuanto al resto de nosotros? Sabíamos que lo habíamos
dejado todo, ¿así que si a MGA no le gustara?
Que se jodan.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Treinta y dos
Viper
Las sorpresas que salían de Halo a cada paso nos mantenían al
resto de nosotros alerta, eso era seguro. Si Brian y la MGA no podían ver
su valía, entonces eran idiotas, porque Halo acababa de derramar su
corazón y su alma, y yo estaría condenado si los pisaran de nuevo.
Por su parte, Halo parecía muy contento. La sonrisa en su rostro
no había desaparecido ni una sola vez, y mientras charlaba con Jagger
al otro lado de la habitación, de vez en cuando miraba en mi dirección, y
esa sonrisa se hacía más amplia, y eso despertaba algo en mí.
Debe haber sido obvio lo que estaba pensando, porque Killian se
paró frente a mí, bloqueando mi visión de Halo.
—V —dijo—. ¿Qué estás haciendo?
Levanté mi brazo, mostrando que había estado enrollando un cable
de extensión.
—Horneando un maldito pastel.
—Eso no es lo que quiero decir, y lo sabes. ¿Qué pasa contigo y
Halo?
—Nada.
—Halo no te mira como si no fuera nada. Y para el caso, tú
tampoco.
Entrecerré los ojos en él.
—¿Y por qué es asunto tuyo?
—Porque es algo que afecta a la banda, por eso.
—Ya te advertí que esto pasaría, Kill. No parecía que te importara
tanto entonces, ¿verdad?
—Pensé que era heterosexual.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 176


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Sí, no tanto.
Con un suspiro, Killian se agarró de la nuca.
—¿En serio? Pensé que después de lo que pasó con Trent, te las
arreglarías para contenerte.
Me eché atrás por el golpe bajo.
—Jódete.
—No quise decir eso, yo sólo... Tenemos algo bueno en marcha
ahora mismo. No quiero arruinar esto.
—Quieres decir que no quieres que arruine esto. —Me burlé—.
Gracias, amigo. Lo archivaré bajo ‘cosas que me importan un carajo’.
—Sólo... ten cuidado, ¿de acuerdo? Ninguno de nosotros necesita
que esto se ponga feo.
—Jesús, no es nada. No estamos follando, no estamos saliendo…
—Pero tú quieres.
—¿Qué, una cita?
Killian puso los ojos en blanco.
—Sí, claro. Eso no está en tu carácter.
—Mira, he dejado claro lo que quiero de él. No depende de ti lo que
pase después, así que piérdete con las malditas advertencias. Lo hizo bien
hoy. ¿Qué tal si te concentras en eso?
—Sí, lo hizo muy bien —dijo Killian, masticando su labio mientras
miraba a Halo—. ¿Crees que es suficiente?
—¿Para mantener nuestro contrato? —Me encogí de hombros—. Si
no lo es entonces no estamos donde necesitamos estar.
—Cierto. ¿Cuánto quieres apostar a que nos hacen sudar antes de
que nos den algún tipo de retroalimentación?
Tiré el cable de extensión sobre el amplificador y busqué mi botella
de agua.
—Malditos idiotas.
—Sabes, podrías tratar de moderar tu actitud con ellos. Podría
ayudar.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—También podría ayudar si me ofrezco a chuparles la polla, pero
no me ves haciendo eso. —Volví a enroscar la tapa en el agua—. Además,
es tu trabajo estar todo sonriente y hacer las paces. No el mío.
—¿Y cómo se resolvió eso exactamente? No puedo recordarlo.
—Selección natural. Yo soy un imbécil, tú lo eres menos.
Killian se frotó la nuca y asintió.
—Claro, claro.
—¿Hola? —Jagger llamó al otro lado de la habitación, atrayendo
nuestra atención—. Si mamá y papá terminaron de hablar de las
actuaciones de sus hijos, ¿creen que podríamos salir todos a comer algo?
No mantengo este físico tonificado listo para las damas bebiendo agua y
respirando aire.
—Sí. Necesito carne —dijo Slade, haciendo que todos los ojos giren
en su dirección. —¿Qué?
Caminé por el espacio, mis ojos se movieron brevemente hacia Halo
antes de llegar a Slade.
—Mejor ten cuidado, hombre. Sigues diciendo la mierda que has
estado diciendo, y todos vamos a empezar a preguntarnos si estás
cambiando de bando.

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Treinta y tres
Halo
Imogen: ¡Ven lo antes posible!
El texto llegó cuando saqué las sobras de pizza de la nevera el lunes
por la noche, la urgencia de su mensaje hizo que dejara caer el recipiente
sobre el mostrador y agarrara mi teléfono en una mano y una navaja en
la otra. Bajé dos tramos de escaleras hasta su apartamento, en menos de
treinta segundos.
Irrumpí a través de su puerta abierta, escudriñando la habitación
en busca de la fuente del texto urgente, todo mi cuerpo alerta y preparado
para la lucha.
—¿Halo? ¿Qué pasa? —preguntó Imogen, con los ojos muy abiertos
mientras me miraba desde donde estaba sentada en su sofá con una
computadora portátil apoyada en sus piernas cruzadas.
Cuando volví a mirar a mi alrededor, sin ver nada fuera de lugar,
fruncí el ceño.
—¿Qué pasa? Me enviaste un mensaje de texto de ‘ven lo antes
posible’. Pensé que alguien te estaba atacando.
—Oh, Dios mío. —Imogen echó la cabeza hacia atrás y se rió—. No
quise decir eso de mala manera, pero es bueno saber que puedes estar
aquí en dos segundos si te necesito.
—Uh, sí. Por eso vivimos en el mismo edificio. Pero si sigues
gritando lobo, puede que no te crea si pasa algo.
—No te enojes. Siento haberte asustado —dijo, sin parecer
arrepentida en absoluto. De hecho, parecía... ¿excitada? Sus ojos

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Ella Frank &
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brillaron, y prácticamente rebotó mientras daba palmaditas en el cojín
que tenía a su lado—. Ven aquí.
Cuando el subidón de adrenalina disminuyó, agité la cabeza.
—Ya que no te estás muriendo, me voy.
—¡No, espera! Hay algo sobre ti en Internet.
Me detuve con la mano en la puerta y miré por encima de mi
hombro.
—¿De qué estás hablando?
—Sólo ven aquí. Vas a querer sentarte para esto. —Me hizo un
gesto para que me sentara a su lado, y sólo porque mi curiosidad se había
despertado, estuve de acuerdo.
—Muy bien —dije, cayendo en el sofá—. ¿Qué es tan importante
que me quedé sin zapatos?
—Espera. —Imogen se acercó más, y después de golpear un par de
teclas en el portátil, lo giró en mi dirección. El vídeo que se proyectaba en
la pantalla estaba tembloroso y centrado en el suelo, pero en el fondo
podía escuchar las notas de apertura de ‘Invitación’. La cámara se movió
de repente, acercándose a un piano y…
A mi.
Mis pies cayeron al suelo mientras me ponía de pie, robándole el
portátil a Imogen. Allí estaba yo, sentado detrás del piano en la sala de
ensayo de Killian el día que tocamos para Brian y su representante de la
MGA. Espera.... ¿Nos había estado filmando? Pensé que Brian había
estado enviando mensajes de texto con su estúpido teléfono todo el
tiempo, pero en realidad nos grabó... ¿Era eso legal?
Unos segundos más tarde, el resto de la banda se unió, el sonido
un latido rico y pesado, pero por alguna razón, la cámara no me quitó el
foco. En cambio, se acercó, mi cara llenando la pantalla mientras
cantaba.
Sólo podía sentarme allí aturdido mientras miraba, con tantos
pensamientos en mi cabeza, a saber, cómo Imogen había conseguido el

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
vídeo. Pero cuanto más miraba, más desaparecían esos pensamientos y,
siempre perfeccionista, empecé a criticar mi actuación. Mi voz era fuerte,
aunque noté algunos nervios al principio, y canté mirando fijamente
hacia adelante en la dirección de Viper, ignorando completamente a
Brian. La cámara nunca se desvió para mostrar al resto de los chicos, lo
que me pareció curioso, porque si Brian estaba grabando esto,
seguramente era para la MGA, y ¿no querrían ver a toda la banda?
Pero la canción... maldición. Viper y yo lo habíamos dejado fuera
de combate, y aunque podía oír algunas cosas que quería ajustar durante
nuestra siguiente práctica, el efecto general era simplemente asombroso.
Esa canción era un maldito éxito.
—Mírate —susurró Imogen, obsesionada con la pantalla—. Eres
una estrella.
Abrí la boca para lanzar un comentario de autodesprecio, pero en
ese momento, el yo en pantalla se lanzó a la nota alta final que había
improvisado, y sólo podía mirar fijamente. El video se cortó entonces, e
Imogen se llevó el portátil.
—Te dije que necesitabas sentarte —dijo ella.
Sacudiendo la cabeza, obligué a que salieran las palabras.
—¿Cómo lo conseguiste?
—The Warden lo publicó en su Instagram anoche, y ahora todos se
están volviendo locos tratando de averiguar quién eres.
—¿Qué? —Mi cabeza empezó a zumbar, la sangre corriendo a mis
oídos, y me incliné con mis codos sobre mis rodillas y froté círculos sobre
mis sienes—. ¿The Warden? ¿El rapero? No lo entiendo.
—Loco, ¿verdad? Tiene como ciento quince millones de seguidores.
Mi hermanito está a punto de ser súper famoso. —Se llevó el dorso de la
mano a la cabeza y se recostó dramáticamente hacia atrás, su largo pelo

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rojo derramándose sobre su hombro—. Y yo que pensé que sería yo. Le
suspire8.
—¿Cómo consiguió The Warden ese video? ¿Y por qué lo
publicaría? Mierda.
Imogen se sentó, su mano descansando entre mis omóplatos en un
movimiento reconfortante.
—Halo, esto es algo bueno. Respira.
—Ni siquiera se lo mostraron al resto de los chicos. Yo soy el que
todos abuchearon en Savannah, así que si este video sale... Oh mierda.
—No había forma de saber qué tipo de odio se estaba escupiendo a mi
alrededor si la gente veía esto. De repente, me sentí increíblemente
contento de no tener ninguna cuenta en redes sociales.
—Guau, lo has entendido todo mal. Nadie te está abucheando
ahora, confía en mí. —Imogen hizo clic en el video y escribió el Instagram
The Warden. En su estado, había escrito: Necesito este disco, de
inmediato. #onrepeat. Entonces Imogen abrió los comentarios, y yo me
moví.
—No, no quiero ver eso —dije.
—Sí, lo haces, vuelve. —Me agarró del brazo, y cuando me la quité
de encima, puso los ojos en blanco y empezó a leer los comentarios.
Para mi sorpresa, las respuestas al video fueron desde ‘¡Wow! quién
es ese y dónde puedo comprar la canción’ hasta ‘Genial canción’. ‘La voz
es mitad ángel, mitad dios del rock. El tipo va a ser enorme’, y cuanto
más leía, más no podía entenderlo. Ahora bien, si se saltaba los de mierda
no lo sabía, y yo estaba agradecido si lo había hecho, pero la gran
cantidad de comentarios y likes eran alucinantes. Más de cinco millones
en menos de veinticuatro horas. Maldito infierno. ¿Más de cinco millones?
¿Cómo que cinco millones de personas habían escuchado nuestra
canción, habían visto ese video?

8
Una frase común utilizada en el popular dibujo animado clásico Pepe L’Amour de
Looney Tunes.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Puedes creerlo? Mamá y papá se van a volver locos —dijo
Imogen, cerrando el portátil, con una enorme sonrisa en los labios
mientras me miraba—. ¿No estás emocionado? No pareces emocionado.
—Sí...
—Tú tampoco suenas emocionado.
Resoplé.
—Se llama shock. Quiero decir, ni siquiera sabía que estaba siendo
grabado, ¿y ahora millones de personas lo han visto?
—¿No lo sabías? ¿Sabes quién te grabó, entonces?
—Tuvo que ser el manager de TBD, Brian. Pero no sé cómo The
Warden se habría apoderado de él, a menos que Brian se lo enviara, lo
cual es aleatorio como el infierno. No lo entiendo, Im.
¿Era esto algún tipo de estrategia de marketing para luchar contra
la mala prensa que habíamos recibido después del programa? ¿Estaban
los chicos en esto también? O, mierda, ¿al menos lo sabían?
—Eso es raro —estuvo de acuerdo—. Pero también es
malditamente increíble. Esto es todo, Halo. Tu gran oportunidad.
Quería reírme en su cara, decirle que estaba loca, pero una extraña
sensación se asentó en mi estómago, y no estaba muy seguro de que
estuviera equivocada. Y si no estaba equivocada, eso significaba que todo
iba a cambiar.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Treinta y cuatro
Viper
Joder, esta noche hace frío, pensé, mientras me metía las manos en
los bolsillos de mi chaqueta de cuero y caminaba con la nieve hasta los
tobillos cubriendo la acera. Incluso con el gorro que me había puesto en
la cabeza y la bufanda con la que prácticamente me había estrangulado
para protegerme del aire helado de la noche, el viento que se levantaba
cada pocos minutos haciendo que las heladas precipitaciones se sintieran
como pequeños pinchazos que me picaban en la cara.
Era lunes por la noche, y como siempre cuando estaba en Nueva
York, estaba haciendo el viaje de Manhattan a Dyker Heights, para ver a
la única persona en el mundo a la que amaba por encima de todos los
demás: mi madre.
Siempre era un viaje de regreso aquí, de regreso a donde todo
comenzó, y cuando pasé por la vieja casa de Killian, vi las luces
parpadeantes de un televisor que funcionaba dentro de la sala de estar.
Su madre y su padre estaban sentados para ver las noticias de la noche,
como era su rutina incluso ahora, más de una década después de que
todos hubiéramos crecido y nos hubiéramos mudado. Era extraño y
reconfortante saber que algunas cosas nunca cambiarían, incluso si todo
lo demás a tu alrededor lo hiciera.
Como el chico que vivía en la casa de al lado de Killian. El chico
que ahora deseaba se fuera al infierno. El chico que nos dejó.... Sí,
siempre era un viaje volver aquí.
Las luces de la calle iluminaron la estrecha franja de concreto
cubierto de nieve mientras pasaba por su pequeña y ordenada casa y el
resto de la cuadra, donde casa tras casa se mantuvieron lado a lado hasta

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
que llegué a la casa de ladrillo semiindependiente de una familia donde
me crie.
Remolinos de humo se elevaban hacia el cielo nocturno, y la luz del
porche estaba encendida, como siempre lo estaba cuando mi mamá me
esperaba. La entrada y el techo estaban cubiertos con el polvo blanco
fresco que ahora cubría mis botas, y una vez que subí los tres escalones
y en el pequeño porche, sacudí toda la nieve que pude.
Antes de que pudiera sacar la llave de la puerta principal, la
abrieron y mi mamá entró por la puerta de seguridad de hierro forjado
con una sonrisa en la cara, vistiendo su habitual bata rosa con flores
blancas.
—David. —El cálido saludo hizo que el frío en mis huesos
desapareciera instantáneamente, y también lo hizo el rápido golpe en mi
hombro que lo acompañó—. ¿Estás loco viniendo aquí esta noche?
Caminando por aquí con este tipo de clima. ¿Quieres morirte?
—Maldita sea, mujer. —Me froté el brazo—. No. Siempre vengo a
casa los lunes. Además, no caminé hasta aquí.
—¿De verdad? —Puso sus manos sobre su cadera, su túnica y sus
zapatillas a juego, sin restarle ni un ápice de la mirada feroz de sus
oscuros ojos—. ¿Entonces por qué están mojados tus vaqueros? Hasta la
mitad de la pantorrilla. Dios sabe cuánto de eso tienes en tus botas.
Vale, mis pies se están malditamente congelando.
—Caminé desde la estación. No de la ciudad. ¿Y qué tal si me gritas
por eso ahí dentro? Donde pueda quitarme las botas.
—No te hagas el listo conmigo —dijo ella, señalándome con el dedo.
—No lo hago.
—Uh huh. Esa lengua de Viper tuya vino de mí, ¿recuerdas?
Sonreí y le puse un brazo alrededor de sus delicados hombros,
tirando de ella hacia mi costado.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Cómo podría olvidarlo? —La besé en el lado de la cabeza donde
su cabello oscuro estaba metido detrás de sus orejas—. Pero en serio, me
estoy congelando. ¿Vas a dejarme entrar o qué?
Chasqueó la lengua, pero luego abrió la puerta.
—Vamos, entonces. Entra.
Nos dirigimos hacia adentro, y mientras ella me dejaba entrar a la
cocina, desenrollé mi bufanda y me quité las botas, el olor seductor del
pollo a la parmesana casero, mi favorito me golpeó las fosas nasales.
Mhmm, exactamente. Demasiado para pensar que no iba a aparecer.
Ella lo sabía mejor.
Después de colgar mi abrigo, caminé por el comedor del piso de
parquet hacia la cocina recién renovada, pero pequeña, y cuando entré,
mi mamá estaba allí mismo sosteniendo un vaso de whisky.
—Métetelo en ti. Te calentará.
Le sonreí y lancé el suave líquido ámbar que hizo exactamente lo
que ella predijo, y luego hice un gesto a los dos platos del mostrador con
una inclinación de mi cabeza.
—Qué locura venir aquí esta noche, ¿eh? Entonces, ¿para quién
cocinas?
—Tú no, si sigues dándome el labio.
Me reí y me apoyé contra el mostrador, colocando el vaso a mi lado
mientras ella abría el tercer cajón y agarraba un par de guantes de cocina
de color amarillo brillante que habían visto mejores días.
—Sabes que la única manera de que no esté aquí un lunes es si
estoy...
—Fuera del estado, del país o si la ciudad ha sido cerrada debido a
un desastre natural. —Ella puso los ojos en blanco—. Lo sé. Pero algunos
podrían clasificar esta cantidad de nieve como un desastre natural.
—Eh. —Crucé los brazos sobre el pecho—. Entonces no crecieron
en Nueva York, ¿verdad?

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Sí, está bien. —Ella se rió—. Eres muy duro hasta que coges un
resfriado. Entonces actúas como si te estuvieras muriendo y ¿quién tiene
que lidiar con ello? Yo, porque Killian es...
—¿Un gilipollas?
—David. —Me golpeó en el pecho con su guante de cocina—. Eso
no es lo que iba a decir. Iba a decir que es demasiado listo para
aguantarte cuando estás siendo miserable y llorón. Además, Killian es
una muñeca. Siempre lo ha sido.
Pensé en mi conversación con Killian el viernes, en la que me
preguntó sobre Halo y fruncí el ceño.
—Sí, es un verdadero encanto.
Mamá entrecerró los ojos, pero antes de que pudiera decir algo,
sonó un timer y apagó el horno. Cuando abrió la puerta del horno, el
delicioso aroma de las chuletas de pollo empanadas entró en la cocina y
sacó una bandeja para hornear cubierta con papel de aluminio.
—Vale, ¿de qué han discutido esta vez?
—¿Eh?
Mamá descubrió el recipiente para hornear, agarró la olla con su
salsa dentro y puso un poco de ella en la parte superior del pollo.
—Tú y Killian. Pareces... irritado.
—No. Este es mi estado de ánimo estándar.
—No, no lo es. No cuando estás aquí. Pásame el queso, ¿quieres?
Tomé el tazón pequeño de queso rallado y se lo di, y una vez que lo
roció por encima y colocó la bandeja para hornear debajo de la parrilla,
me redondeó y me hizo un gesto para que le llenara su vaso vacío.
Después de rellenarlo, preguntó de nuevo:
—¿De qué discutían?
—Nada. —Cuando estaba claro que ella no iba a dejar que eso fuera
el final, lo elaboré de la manera más vaga posible—. Tuvimos un
desacuerdo sobre el tipo nuevo.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Oh. —Escurrió la pasta en el fregadero y luego me miró por
encima del hombro—. Ángel, ¿verdad?
Cuando me vino a la mente la impresionante cara de Halo, y la
forma sexy en que se había quejado en mi boca cada vez que había estado
bajo la mía recientemente, sonreí contra el cristal. Empezaba a pensar
que ese apodo no era el adecuado para él, porque cuanto más seguro se
sentía, más se le caía su lado ‘Angelical’.
—Sí, pero su nombre es Halo. —Cuando mamá frunció el ceño, le
dije—: Sólo yo lo llamo Ángel.
—Ah. ¿Y por qué lo llamas Ángel?
—Deja de ser entrometida, mujer. Lo entenderás cuando lo veas.
—Mhmm....
—De todos modos. Sí, Kill y yo tuvimos un desacuerdo sobre él. —
Sobre si me permitía poner mi polla en él.
—¿Nada importante, espero?
Sabía que estaba tratando de ser sutil, pero era obvio que estaba
preguntando si era algo que podríamos dejar atrás o algo así como...
Trent. Pensé en la forma en que Killian y yo habíamos dejado las cosas y
sacudí la cabeza.
—Nada importante. Estamos bien, lo prometo.
—No me mientas.
Levanté tres dedos.
—Palabra de explorador.
—Nunca fuiste un explorador. Te habrían pateado el trasero la
primera semana.
—Oye. ¿Qué intentas decir?
—Sólo que eres testarudo y no te gusta seguir las reglas. —Mamá
abrió la parrilla y sacó el pollo—. Te gusta hacer las cosas a tu manera,
no en grupo. A menos que sea para ayudar a alguien, entonces tal vez lo
harías.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Ella tenía razón. Odiaba seguir la pista de nadie, lo que era culpa
de ella, me apresuré a señalar. No había nadie más independiente y de
voluntad fuerte que mi madre. Algo por lo que me sentía muy orgulloso y
agradecido. Pero como yo, podría ser tan testaruda como un toro.
Un ejemplo: ella todavía vivía en la misma casita en la que yo había
crecido, a pesar de que le había ofrecido comprarle un lugar más grande
y nuevo en cualquier parte del mundo que su corazón deseaba. Pero
insistió en que su corazón estaba justo aquí. En esta tranquila callecita
donde conocía a sus amigos y vecinos.
¿Y quién diablos era yo para decirle que estaba equivocada?
—¿Podrías llevar estos platos a la mesa? —dijo ella, cogiendo un
cuchillo y un tenedor del cajón—. Y enciende la televisión. No quiero
perderme Entertainment Daily.
Después de poner los platos en la mesa, cogí el control remoto. No
entendía por qué mi mamá veía estos programas. Le había dicho una y
otra vez que el noventa y nueve por ciento de lo que informaban eran
chismes o basura, pero ella insistió. Siempre recordándome que se
llamaba Entertainment Daily, no Truth Daily.
Nos sentamos, y mientras el anfitrión, demasiado masculino, se
llenaba de lo último de la moda en el estreno de una película que tuvo
lugar este fin de semana, me quedé sintonizado y atascado en la comida
que estaba frente a mí.
Dios, me encantaba la comida de mi madre. En los últimos diez
años había comido en los mejores restaurantes, servidos por los mejores
chefs. Pero nada, y quiero decir nada, se compararía a una comida casera
hecha por mi mamá.
Giré mi tenedor a través de la pasta en mi plato, y justo cuando la
estaba levantándolo a mi boca, la imagen detrás del anfitrión cambió a la
siguiente historia y llamó mi atención. Mi mano se congeló dónde estaba
cuando se me abrió la boca. Era una foto de un hombre de pelo rubio

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 189


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
sentado detrás de un piano, y debajo de esa imagen estaban las palabras:
¿QUIÉN ES ESTE TIPO?
De Ninguna Jodida Manera.
—Oye, ¿mamá? ¿Puedes subir el volumen?
Mamá apretó el botón del volumen hasta que la voz del locutor fue
clara, y yo me senté allí con la mano encima de mi plato, mi cerebro
tratando de ponerse al día.
—Un post de Instagram de the Warden ha creado un gran frenesí
de emoción en la estratósfera de los medios sociales. No se sabe mucho
sobre los orígenes de la grabación que se publicó anoche. De hecho, el
nombre del cantante ni siquiera se conoce en este momento. Todo lo que
se sabe es que más de cinco millones de personas han visto este clip de
un hombre rubio cantando detrás de su piano, y ahora han hecho de este
video el más compartido, querido, amado y delirado en años, y sólo han
pasado veinticuatro horas. La pregunta que todos, incluyéndonos esta
noche, se hacen es... ¿quién es este tipo? Echa un vistazo, y ve si lo
conoces.
El show luego cortó una toma de Halo… jodido Halo… sentado
detrás del piano de Killian el viernes pasado en el espacio de ensayo
cantando ‘Invitación’. La grabación se centraba en él mientras se
concentraba en las teclas y abría la canción con ese fantástico riff que
juré que había oído mientras dormía, y luego, cuando el resto de nosotros
nos unimos y Halo se lanzó a la primera estrofa, la cámara se acercó aún
más, pero tuvo cuidado de no capturar a ninguno de nosotros en la
película.
Maldito Brian. Ese hijo de puta nos había estado grabando sin
decirnos nada. ¿En qué había estado pensando? Pero mientras Halo
miraba a través de la parte superior del piano y daba esa media sonrisa
que me hacía palpitar el pulso y la polla, supe exactamente lo que Brian
había estado pensando. Quería ver la reacción del público a Halo sin la

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
influencia de TBD allí, y claramente, había sido una reacción ganadora,
si yo fuera a medirla sólo en este informe.
Jesús. ¿Killian había visto esto? ¿Lo había hecho Halo?
Busqué en mi bolsillo el teléfono, pero antes de que pudiera llamar,
mi mamá estaba hablando.
—¿David? ¿Conoces a ese joven?
Mierda. Me había vuelto completamente loco por un minuto.
Asentí.
—¿En serio? Es muy bueno.
—Sí. Lo es. —Miré la televisión a tiempo para ver a Halo lamerse el
labio antes de que el segmento pasara a comercial, y antes de llegar al
número de Killian, dije—: Ese es nuestro ángel.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Treinta y cinco
Viper
Knock. Knock. Knock.
Dos horas más tarde, me encontré de pie en la puerta principal de
Halo con una botella de whisky en la mano, mientras esperaba que el
hombre del momento me abriera.
Después de hablar con Killian por teléfono, ambos llegamos a la
conclusión de que Brian era un pequeño hijo de puta intrigante. Pero
como la publicidad que rodeaba a Halo era increíble, decidimos que
nuestro manager podría vivir para ver otro día, por el momento.
De alguna manera, me las había arreglado para pasar el resto de
mi comida y la noche con mi mamá sin ser un gilipollas grosero y yendo
a algún lugar para esconderme y ver este video de cuatro minutos en su
totalidad. Pero en el momento en que me subí al tren y me puse los
auriculares, abrí ese enlace y dejé que Halo tejiera su magia, y eso es
exactamente lo que era: magia pura detrás de ese micrófono y ese piano.
Sólo de pensar en ello me dolía la polla, y cuando el sonido de una
cadena, y luego un cerrojo, se descorrió, apreté los dedos alrededor del
cuello del whisky en un esfuerzo por no agarrar y atacar.
Cuando la puerta se abrió de par en par y Halo apareció con un
chándal de color gris claro y una camiseta negra, mis labios se
levantaron.
—Hola, pez gordo.
Supe en cuanto un rubor golpeó sus mejillas que Halo sabía
exactamente a qué me refería cuando empujé la jamba de la puerta y
pasé mis ojos por encima de él.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 192


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Vas a invitarme a entrar? ¿O estás demasiado ocupado
respondiendo a todos tus admiradores para dedicarme un pequeño
momento de tu tiempo?
Halo se rió.
—No creo que haya nada pequeño en ti.
—Me alegro de que te hayas dado cuenta.
—Eso no es lo que quise decir.
—Claro que no lo es. —Di un paso adelante, y cuando Halo no
retrocedió, levanté el whisky y dije—: Pensé que te gustaría celebrarlo.
Los ojos de Halo se movieron sobre mi hombro, y luego volvieron a
los míos.
—¿Están el resto de los chicos contigo?
Lentamente agité la cabeza.
—No.
Los labios de Halo se abrieron, y esta vez cuando yo caminé hacia
adelante, él retrocedió hasta que yo estaba en el apartamento, pateando
su puerta y cerrándola detrás de mí.
—Así que supongo que viste el video esta noche —dijo Halo.
Cuando me acerqué un paso más y Halo continuó su retirada, la
adrenalina de este pequeño juego del gato y el ratón hizo efecto. Joder, él
era caliente. Aquí, en este lugar donde estaba más cómodo. El chándal y
el pelo rizado en el que quería meter el puño le dieron una apariencia de
‘recién salido de la cama’ que me hizo querer arrastrarlo de vuelta a ella.
—Oh, lo vi, Ángel. En la televisión, en mi teléfono, en mi maldita
cabeza cada vez que cierro los ojos. No puedo dejar de verlo.
Cuando la espalda de Halo golpeó el borde de su pequeña isla de la
cocina, se quedó sin aliento y me acerqué para dejar la botella a su lado.
Entonces dejé mi mano en su lugar, enjaulándolo efectivamente.
—Incluso me atrevería a decir que alrededor de un millón de las
opiniones que ahora se suman al recuento de esa cosa de esta noche son

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 193


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
de mi parte. ¿Y sabes lo que vi aparte de ti cantando nuestra canción
detrás de un piano?
Así de cerca, pude ver la forma en que los ojos de Halo se
oscurecieron, ya que su excitación comenzó a apoderarse de todo lo que
no fuera el hecho de que ahora yo estaba metiendo mi pie entre sus
piernas y acercándome lo más posible a él.
—¿Qué viste? —Halo puso sus manos sobre mi pecho, y por un
segundo no estaba seguro si me iba a empujarme o acercarme. Pero
cuando agarró el material de mi camisa como si fuera a aferrarse a lo que
estaba a punto de suceder, tuve mi respuesta.
Pasé mis labios por encima de los suyos, y cuando su lengua salió
para tratar de tentarme a que me quedara, sonreí y Halo gimió.
—Te vi mirándome. —Empujé mis caderas hacia adelante hasta
que mi polla dura, que ahora parecía querer a Halo y sólo Halo, se frotaba
contra la suya—. Te vi cantando, y mirándome.
—Joder, Viper.
—Hmm. —Besé mi camino a lo largo de su mandíbula, y luego
hasta el oído y le susurré—: Sí, eso es exactamente lo que tus ojos
estaban diciendo. Fóllame, Viper.
Halo retorció sus dedos en mi camisa y tiró de mi así que lo miré a
los ojos.
—Eso no es lo que decían.
—Sí. Pero ambos sabemos que eso es lo que quieres.
Antes de que pudiera protestar, golpeé mis labios contra los suyos,
y Halo se abrió, dejando que mi lengua se deslizara profundamente
dentro de su boca mientras sus manos bajaban por mi frente y se
deslizaban por debajo de mi chaqueta.
Un gemido se nos escapó a ambos, mientras ponía mi otra mano
sobre el mostrador junto a él y mecía mi cuerpo a lo largo del suyo.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Maldición, te veías sexy en ese video —dije mientras Halo me
agarraba el trasero—. Cantando sobre perder el control, perder la cabeza,
mientras me jodías tan fuerte que me ha dolido la polla desde entonces.
Halo hundió sus dientes en su labio mientras empujaba sus
caderas hacia adelante.
—¿Qué...? ¿Ningún extraño se ofreció a cuidarte?
—Ningún extraño al azar servirá. Verás, mi polla, parece
obsesionada con cierto ángel.
Los ojos de Halo vagaron sobre mi cara, su expresión ilegible,
mientras yo levantaba una mano del mostrador y arrastraba mis frías
yemas bajo el dobladillo de su camisa.
—Mierda —dijo—. Tus dedos están helados.
—No por mucho tiempo. —Los corrí a lo largo del borde de su
pantalón hasta el cordón que estaba bien atado y apoyado bajo en su
cintura.
Con mis ojos fijos en los suyos, enganché un dedo a uno de los
lazos y lentamente lo arrastré hasta liberarlo. El aliento de Halo lo dejó
rápidamente, y cuando soltó mi trasero para apoyar sus manos en el
mostrador detrás de él, di un paso atrás y bajé mis ojos a lo que estaba
haciendo.
La suave tela no hacía nada para cubrir la rigidez de su interior, y
cuando se soltó el cordón, levanté los ojos para ver cómo Halo se ajustaba
a lo que yo estaba haciendo. La punta de su lengua corría por su labio
superior, y cuando mis manos se congelaron, Halo levantó la cabeza y
sus ojos preguntaron una cosa: ¿Por qué te detuviste?
Bajando las manos, di un paso atrás y dije:
—Quítate la camiseta.
Halo tragó, su nuez de Adán meneándose en su garganta mientras
todo lo que sentía pasaba por su cara. Lujuria. Incertidumbre. Necesidad.
Y deseo. Pero estaba claro cuáles eran los sentimientos más dominantes

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
cuando Halo agarró el dobladillo de su camiseta, se la levantó del torso y
la tiró al suelo.
Cuando apareció su piel suave, me agaché para reajustar mi
palpitante polla. No podía recordar la última vez que me había molestado
tanto antes de rendirme. Estos días me resultaban tan fáciles que
prácticamente podía señalar a alguien y saber que podría tenerlos en mi
cama en menos de cinco minutos. Y salido en quince. Pero Ángel era
diferente.
Algo sobre Halo hacía que todo lo que estaba dentro de mi cuerpo
se sintiera vivo, y tuve la sensación de que quince horas o días no
satisfarían el fuego que estaba avivando en mí.
—Sabes —dije, y di los pasos para volver a estar a una distancia
cercana, donde sumergí mis dedos bajo su chándal—. Siempre dicen que
no debes beber con el estómago vacío. —Mientras rizaba mis dedos
alrededor de la parte interior del pantalón del ángel, su mandíbula se
apretó, y yo presioné—. Y tengo un poco de hambre...
El pecho de Halo se levantó y cayó mientras miraba hacia abajo
entre nuestros cuerpos, donde mi mano estaba trabajando con su polla
suave y lentamente.
—¿Pero sabes qué más?
Halo maldijo.
—¿Qué?
Solté mi agarre de él y enganché mis dedos en el borde del chándal.
Lo bajé hasta que estuvo a sus pies y él me estaba mirando con una
lujuria indomable que encendía esos ojos claros. Luego le mostré una
sonrisa feroz y le dije:
—Siempre me enseñaron a comer en una mesa.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Treinta y seis
Halo
Apenas podía respirar mientras Viper se enderezaba, su poderoso
cuerpo alineándose con el mío, y luego sus labios rozaron debajo de mi
oreja.
—Sobre el mostrador, Ángel —dijo, su aliento en mi cuello un
susurro que me hizo temblar.
Abrumador. Esa era la primera palabra que usaría para describir
lo que estaba pasando. Me levanté sobre el mostrador, mi trasero
desnudo golpeando la fría superficie y haciéndome estremecer, y
entonces las manos de Viper estaban sobre mí, trazando mis muslos
mientras caminaba entre mis piernas.
Desde que nos conocimos no era la primera vez que me preguntaba
cómo habíamos llegado al punto en el que anhelaba no sólo la atención
de Viper, sino ahora sus manos y su boca sobre mí. Seguí esperando a
que la pelota cayera, que el que Viper fuera un hombre se hundiera y me
hiciera correr.
Pero huir era lo último en lo que pensaba ahora mismo.
Mientras bajaba la cabeza, la boca de Viper evitó mi erección, rígida
hasta el punto de dolor, y en su lugar, su lengua recorrió un sendero a lo
largo de mi muslo interno. El movimiento fue tan inesperado, la piel allí
tan sensible, que me incliné sobre él, haciendo que se riera contra mi
pierna. Luego repitió el movimiento en el lado opuesto, con los labios tan
cerca de mi polla que podía sentir su aliento caliente allí, pero luego se
fue, enderezándose, así estábamos cara a cara.
—Creo que me gusta que te retuerzas, Ángel —dijo.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
No sé si fue el tono arrogante, o la forma en que me miraba con
hambre en sus ojos, pero por una vez me encontré haciendo el primer
movimiento, sosteniendo cada lado de su cara, y dirigiendo mi cabeza
hacia la suya para recibir un beso abrasador que sentí hasta los huesos.
Viper se abrió para mí sin dudarlo, zambulléndose en lo profundo, cada
uno hambriento del otro. Mi polla se sacudió entre nosotros, desesperada
por su atención, y por suerte para mí, no me hizo rogar. Manteniendo sus
labios fusionados con los míos, Viper envolvió su mano alrededor de mi
erección, caliente y apretado, y cuando gemí dentro de su boca, apretó.
Dios, sólo con que me tocara ponía mis ojos en blanco, pero Viper
no se contentó con detenerse ahí. No, sólo estaba empezando.
Se alejó de mí, sus labios rosados y ligeramente hinchados, y luego
bajó la cabeza, sentí su aliento fantasmagórico sobre la cabeza de mi
polla. Tan cerca, tan cerca, pero todavía estaba bromeando, haciéndome
desesperar por él.
—He estado esperando para probarte desde el momento en que te
vi —dijo, mirándome con párpados pesados, una mirada tan sexy que
sabía que quemaría mi mente para siempre. Entonces la boca de Viper
estaba sobre mí, su lengua pasando sobre mi hendidura, haciéndome
jadear. Cuando repitió el movimiento, mi mano se disparó para agarrar
su cabello, y Viper pareció tomar eso como que yo quería más, joder, sí,
lo hacía, y su boca se hundió lentamente en mi polla. Caliente, húmedo
y apretado, el calor pecaminoso de él era suficiente para hacerme venir
en ese momento, pero la amenaza de avergonzarme a mí mismo al arrojar
mi carga después de dos segundos mantuvo mi pene bajo control.
Apenas.
—Mierda, Viper. —Yo jadeaba mientras se tragaba cada centímetro
de mí. No podía dejar de ver la cabeza oscura entre mis muslos, tratando
de conciliar el hecho de que era Viper, que me daba más placer del que
recordaba haber tenido en toda mi vida. Su boca se movió hacia atrás a

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 198


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
lo largo de mi dura longitud, su mano siguiéndome con golpes firmes, un
doble golpe diseñado para volverme loco.
Pero fue cuando sus dedos rozaron mis pelotas que mis caderas se
levantaron del mostrador, y pervertido como era, Viper las tomó en la
palma de la mano mientras me chupaba de nuevo.
Dios, fue demasiado. Tiré de su cabello como si fueran las riendas
para detener su boca, pero me ignoró por completo, probablemente
porque no estaba intentando que ‘parara’ o ‘ralentizara’ su avance, sino
que maldecía y gemía ininteligiblemente, todo lo cual lo impulsó adelante
con un solo propósito.
Las cuerdas que mantenían mi autocontrol ya eran delgadas en lo
que a Viper se refería, pero ahora eran prácticamente inexistentes. Podía
sentir la inminente oleada, una enorme ola que comenzaba a crecer. Mis
respiraciones se volvieron inestables, mi cuerpo sacudiéndose mientras
yo ondulaba contra su boca, acercándome... acercándome...
Si no hubiera sido por las manos de Viper sosteniéndome firme
durante un orgasmo tan fuerte que casi me desmayé, no habría podido
mantenerme en el mostrador. Mi cabeza cayó hacia atrás, y no pude
sentir nada más que el poderoso clímax y la boca de Viper, chupando
cada parte de mí por su garganta. Como si hubiera probado algo que le
gustaba y quería más, Viper gimió alrededor de mi pene, tragando con
avidez hasta que no quedó nada.
Todo mi cuerpo temblaba cuando apartó su boca, lamiendo la
cabeza de mi polla por última vez antes de levantar su mirada hacia la
mía. Parecía momentáneamente saciado, aunque aún podía ver el deseo
acechando en las profundidades de sus ojos.
Enganchó sus manos detrás de mis rodillas y me arrastró hacia
adelante hasta el borde del mostrador, haciendo que nuestros cuerpos
quedaran alineados uno con otro. Con una mano aún enredada en su
pelo, le tiré de la cabeza hacia atrás, observando el calor que ahora
manchaba esos fieros pómulos, el pelo que cubría su mandíbula y

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
rodeaba los labios sensuales que acababan de envolver mi polla. Viper
era todo un hombre, un hombre muy sexy. O, como estaba pensando, un
hombre sexy al que quería follarme.
Esa comprensión hizo que mis labios se estrellaran contra los de Viper,
y cuando él se abrió a mí, pude saborearme en su lengua. Sus manos se
deslizaron por mi espalda desnuda, presionándome contra él, y el
pensamiento sorprendente que entonces entró en mi mente fue: Quiero
estar aún más cerca.
Cuando levanté la cabeza para respirar, miré entre nosotros.
Estaba completamente desnudo, con los pantalones y la camiseta en el
suelo, pero Viper se las había arreglado para permanecer vestido, y
después de haber visto al menos la mitad superior de él, eso era una
tragedia.
—Tu ropa aún está puesta —le dije.
—Hay una razón para eso. —Cuando fruncí el ceño, me mordió el
labio inferior—. Porque si caen, alguien será follado.
Otro escalofrío me atravesó, porque mierda, ¿cómo sería eso?
Viper se inclinó hacia atrás, ladeando la cabeza.
—No te ves muy angelical ahora mismo, Ángel.
Sonreí.
—Eres suficiente para corromper a cualquiera.
—Ah, ¿así que eres como un ángel caído?
Hmm. Parecía una descripción muy acertada de mí en este
momento, ¿no?
La mirada de Viper cayó sobre mi cuerpo desnudo, y con un
gemido, se alejó del mostrador.
—Tienes que vestirte a menos que quieras que esto vaya más lejos
esta noche, y yo… —redondeó el mostrador y cogió la botella de whisky—
...podría tomar una puta copa.
No pude ocultar mi sorpresa mientras me deslizaba por el mostrador y

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 200


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
recogía mi ropa del suelo. ¿Viper quería parar? ¿Se alejaba sin sacar nada
de ello para sí? ¿Habíamos entrado en algún tipo de universo alternativo?
—Pero... tú no... —Ni siquiera sabía cómo expresar lo que estaba
tratando de decir, pero Viper lo sabía.
—Confía en mí, lo sé —dijo, y cuando vio que todavía no estaba
vestido, se frotó una mano sobre sus ojos y me dio la espalda—. Ropa,
Ángel.
Rápidamente me puse la camiseta y los pantalones de chándal,
preguntándome por qué se detuvo repentinamente. Una parte de mí se
sintió un poco decepcionada, especialmente después de ver el video de
los dos juntos y lo caliente que había sido, pero la verdad es que no estaba
seguro de estar preparado para todo lo que ‘ir más allá’ implicaba.
Demonios, todavía estaba bajando de la cima de lo que acabábamos de
hacer; la realidad no se había establecido todavía. Por supuesto, yo
debería haber sido el que pusiera fin a las cosas, así que el hecho de que
Viper pusiera el pie en los frenos, aunque fuera a regañadientes, me hizo
preguntarme qué estaba pasando exactamente por su cabeza.
Sin embargo, una cosa estaba clara: esta cosa entre nosotros
estaba lejos de haber terminado.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 201


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Treinta y siete
Halo
—¿Todo el mundo aquí? ¿Dónde está Viper? —Brian sacó la cabeza
de la sala de ensayos—. ¡Viper! Si pudieras honrarnos con tu presencia,
sería genial.
Cuando Brian se volvió para mirarnos a los demás, agitó la cabeza
y miró su reloj.
—¿Tienes alguna clase de prisa, hombre? —preguntó Killian, donde
estaba recostado en el sofá a mi lado con las piernas cruzadas por los
tobillos. Todos habíamos sido convocados por Brian el día después de
que el video de ‘Invitación’ los había vuelto locos, presumiblemente para
averiguar qué demonios pasaría después.
—El tiempo es dinero —dijo Brian, girando sobre su talón, y
mientras abría la boca para gritar de nuevo a Viper, el hombre en
cuestión empujó hacia el interior de la habitación, casi desequilibrando
a Brian. Cuando nuestro manager no dijo nada mientras se calmaba,
Viper sonrió y se sentó en una silla frente a Killian y a mí.
Jesús. Después de anoche, apenas podía mirar a Viper sin que el
rubor se me subiera por el cuello, porque maldición, él entre mis piernas
había sido la cosa más caliente que jamás había experimentado. Como si
supiera lo que estaba pensando, Viper agarró la punta del palillo de
dientes en su boca y lentamente lo introdujo y lo sacó varias veces hasta
que aparté la vista o me arriesgaba a delatarme.
—Entonces —dijo Brian, enderezando su corbata y luego
deslizando sus manos en sus bolsillos—. Creo que todos estamos de
acuerdo en que el video que le envié a the Warden ha valido la pena. De
nada, por cierto.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 202


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Grabar sin consentimiento es un movimiento estúpido —dijo
Viper—. Si vuelves a hacer esa mierda o publicas algo en Internet sin
nuestra aprobación, no habrá una próxima vez.
—V. —Killian me echó una mirada de cierra la puta boca—.
Escuchemos lo que tiene que decir. Estoy seguro de que Brian tenía una
buena razón para ser un hijo de puta taimado y publicar una sesión
privada.
Brian palideció.
—¿Qué? Deberían estar agradeciéndome. Más de cinco millones de
personas vieron ese video...
—Más de siete ahora, en realidad —dijo Viper—. Lo que significa
que le debes a Halo siete millones de disculpas, considerando que te
concentraste en su cara.
Me hundí un par de centímetros, sin querer llamar más la atención,
ya que parecía que siempre estaba en el centro de la maldita vorágine.
—No hablas en serio —dijo Brian, con las manos a la altura de las
caderas—. Les hice un favor, imbéciles. Su carrera estaba en llamas, pero
ahora todos quieren saber quién es Halo. Los salvé.
¿Salvarlos? ¿Esto viene del tipo que le dijo a la banda que me
despidiera?
Slade apuntó con un palillo a Brian.
—No estuvo bien.
—Sí, deberías disculparte —estuvo de acuerdo Jagger.
Por primera vez desde que entró en la habitación, Brian me miró.
Sin ningún lugar donde esconderme, me enderecé y esperé a ver si se
inclinaba ante sus demandas. Personalmente, no necesitaba ningún tipo
de disculpa. La canción que se volvió viral fue lo mejor que me había
pasado en mi vida, aparte de unirme a TBD, pero podía entender que la
invasión de la privacidad era un problema para los demás. Tenían que
lidiar con este tipo de cosas mucho más tiempo que yo, así que cuando

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 203


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Brian respiró hondo y lanzó un rápido ‘lo siento’ en mi dirección, asentí,
listo para seguir adelante.
—Bien —dijo Killian—. ¿Para qué nos querías aquí?
Claramente fuera de su juego, Brian pasó una mano tímida sobre
su corbata y trató de recuperar su ventaja.
—Debido a la respuesta que el video ha generado, la MGA quiere
que estén en el estudio mañana para grabar ‘Invitación’. Quieren llevarlo
a la radio mientras está caliente.
Mierda... ¿mi canción, nuestra canción, ya iba a estar en la radio?
Mis ojos encontraron los de Viper, y no pude detener la sonrisa en mi
cara cuando asintió para aprobarlo.
—Eso no es todo —continuó Brian—. También les mostré la
segunda canción, y han accedido a darles tiempo de estudio para que
terminen el álbum. Tienes tres meses, y puedes utilizar cualquier
propiedad de la MGA. La única condición es que cierren esa mierda, les
des un álbum con el que puedan hacer algo y se van esta semana.
Viper meneó las cejas ante Killian.
—¿Miami?
—Claro que sí —dijo Jagger—. Ya me cansé de esta mierda de nieve.
Killian me miró.
—¿Qué hay de ti, Halo? ¿Crees que puedes escribir algunas
canciones en Miami?
Podría escribir una canción en una caja de cartón si fuera a estar
en la radio o en un álbum de TBD, pero traté de controlar mi emoción y
hacer que todo fuera bien.
—Sí. —Me encogí de hombros—. Miami funciona.
—Bien. Vayan al estudio mañana al mediodía y hagan las maletas
para el fin de semana. —Brian se dio la vuelta para irse, pero luego
pareció recordar algo—. Oh sí. Tienen una función en Late Night con Carly
Wilde el viernes. Asegúrense de tener un nuevo nombre cuando
aparezcan.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 204


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Un nuevo nombre? —dije. ¿Y una actuación en televisión?
Mierda.
—Nuevo nombre de la banda. TBD está muerta. Traten de inventar
algo un poco más original esta vez, chicos.
Con eso, Brian cerró la puerta de golpe, y unos segundos después,
la puerta principal de Killian también se cerró de golpe.
—Hombre, odio a ese tipo —dijo Viper—. Me importa una mierda si
ha estado con nosotros desde el principio. El dinero lo ha convertido en
un imbécil.
—Tampoco es mi favorito, pero acaba de darnos un trato decente y
la MGA sigue interesada —dijo Killian.
Todavía estaba concentrado en la última parte que Brian había
dicho.
—Entonces, ¿habla en serio sobre cambiar nuestro nombre? ¿Ya
no seremos TBD?
Killian se acercó para apretarme el hombro.
—Empezando de cero, amigo mío. ¿Alguna idea? —Miró a los
demás—. ¿Qué hay de ustedes?
Tenía la sensación de que esta no sería una decisión fácil,
considerando que escuché que los chicos escogieron TBD ‘como algo a
determinar’ como un marcador de posición mientras pensaban en un
nombre, y terminó pegándose.
—¿Quizás algo que incorpore la primera letra de nuestros
nombres? —dijo Jagger—. ¿Qué palabra podemos deducir de eso?
Tenemos K...H...V...S...J... —Se detuvo y frunció el ceño—. ¿Ni una puta
vocal?
—Sigamos adelante. —Killian tamborileó sus dedos a lo largo de su
muslo en un ritmo constante—. ¿Algo que tenga que ver con Nueva York,
ya que todos crecimos aquí?
—Nosotros y millones de otros. Realmente único, Kill. —Viper
resopló y lanzó su palillo de dientes en la dirección de Killian. Cuando

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 205


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
falló y me golpeó en su lugar, Viper entrecerró los ojos y ladeó la cabeza,
estudiándome. Prácticamente se le veían las ruedas girando en la cabeza,
lo que pasaba en ese cerebro no era nada bueno, y cuando una sonrisa
malvada cruzó sus labios, me preparé para lo que estaba a punto de salir
de su boca.
—Bien. ¿Qué es lo que tienes? —dijo Killian.
—Oh, tengo algo. —Viper no me quitó los ojos de encima mientras
inclinaba la cabeza en mi dirección—. Mira a nuestro cantante. ¿Qué te
parece a ti?
Cuando todos se volvieron hacia mí, le di a Viper una mirada sucia,
pero eso sólo hizo que su sonrisa creciera.
—Esos rizos dorados, esa cara angelical, su nombre. Pero debajo
hay un hombre que escribe y canta letras sucias. Un... ángel caído, ¿no
crees?
Como la referencia a lo que Viper me había llamado anoche
después de que la épica mamada me golpeara los oídos, le miré a los ojos
y abrí la boca para no estar de acuerdo con su sugerencia, pero Killian
se me adelantó.
—Ángel Caído... Amigo, eso es perfecto.
Por el rabillo del ojo, pude ver a Slade y a Jagger asintiendo.
—Realmente parece un ángel caído —dijo Jagger—. ¿Y ser la cara
de la banda, especialmente después del video? Las damas se van a volver
locas.
—Los chicos también —dijo Viper, haciéndome un guiño que me
hizo revolotear el estómago, como si todo el mundo supiera exactamente
a qué se refería. Pero por supuesto que no lo hacían. ¿Cómo podrían?
Pensaban que yo era heterosexual. Nunca sospecharían que me tentaría
nuestro diabólico guitarrista, o al menos que me rendiría.
—¿Así que todos estamos de acuerdo? ¿La banda es ahora Ángel
Caído? —Killian miró al grupo, todos lanzaron su versión de sí, y cuando
llegó a mí, le di a Viper otra mirada. Parecía muy contento consigo mismo,

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 206


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
poniendo sus manos sobre su cabeza y trabándolas detrás de su cuello
mientras sonreía en mi dirección.
Genial. Nuestro nuevo nombre siempre iba a ser un recordatorio
de los labios de Viper alrededor de mi polla.
—Ángel Caído será —dije.
—Maldita sea. Esa podría haber sido la decisión más rápida que
hayamos tomado —dijo Killian—. Ahora vamos a practicar esta mierda
antes de que la toquemos mañana.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 207


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Treinta y ocho
Viper
—De acuerdo, chicos, tienen diez minutos hasta que estéis listos,
¿entendido? —Los ojos de Brian recorrieron la sala verde de Late Night
con Carly Wilde, que habíamos ocupado varias veces a lo largo de los años
cuando ella tenía un programa de entrevistas diurno. Y cuando se dio
cuenta de que todos estábamos allí excepto uno, sus ojos se detuvieron
en Killian—. ¿Dónde está el chico? ¿Por qué nunca pueden estar todos
en el mismo lugar, a tiempo?
Dios, odiaba cuando Brian llamaba así a Halo. Chico. Era
condescendiente, por no hablar de lo jodidamente grosero que era,
teniendo en cuenta que ese chico estaba a punto de ser la persona que le
asegurara el cheque de Brian este mes.
Pero antes de que pudiera expresar mi opinión, Killian habló,
probablemente sintiendo mi deseo de arrancarle la cabeza de nuevo.
—Sólo fue a cambiarle el agua a las aceitunas9. Volverá en un
minuto.
Brian miró su reloj, luego miró hacia la puerta por la que Halo
había desaparecido hace cinco minutos y dijo:
—No me importa si está de vuelta en ocho. Mientras él esté aquí
cuando vengan a buscarlos
—Jesús, Brian. Relájate, ¿quieres? —Jagger se sirvió un trago de
tequila del bar lleno de provisiones, y luego lo levantó—. ¿Quieres uno de
estos? ¿Quizás dos o tres?

9
Eufemismo para indicar que fue al baño.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 208


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Infierno —dijo Slade—. Dale toda la maldita botella. Necesitas
calmarte, hombre.
—¿Relajarme? —Con una mano en la cadera, Brian se frotó los
otros dedos sobre el puente de su nariz y luego dijo en voz baja—: No creo
que te des cuenta de lo que está en juego aquí esta noche. Me calmaré
cuando los cinco suban al escenario, impresionen al público y les
recuerden a todos por qué se enamoraron de ustedes. Esta noche tiene
que ser perfecta. Todos necesitan ser perfectos.
¿Estaba bromeando con esa mierda ahora mismo? ¿Hablando con
nosotros como si no supiéramos lo que estaba en juego? Este era nuestro
sustento. Nuestros trabajos. Dios, qué descaro tenía.
Poniéndome en pie, estaba a unos dos segundos de ponerle el puño
en la cara al bastardo, cuando Killian intervino agarrándome del brazo.
—Viper estaba a punto de ir a buscar a Halo y decirle que ya es
hora. ¿Verdad, V?
Si la elección era entre eso o asesinar a Brian, sabía cuál prefería
en ese momento.
—¿Verdad, V?
Apunté una mirada de come mierda en la dirección de Brian, y
cuando puso los ojos en blanco, apreté mis muelas.
—Correcto.
Cuando me giré para salir de la habitación, tomé el trago que
Jagger aún tenía en la mano y me lo bebí, y cuando me ofreció la botella,
se la quité. No para mí, pero por si acaso Halo necesitaba un poco de
coraje líquido.
Habían pasado un par de días desde que terminamos la grabación
de ‘Invitación’, y con la entrevista de esta noche, la canción a punto de
salir, y el viaje a Florida ocurriendo a un ritmo vertiginoso, ninguno había
tenido la oportunidad de detenerse a pensar en todo lo que estaba
sucediendo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 209


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Eso no era un gran problema para mí y para los chicos, estábamos
acostumbrados al caos que a veces rodeaba nuestras vidas, ¿pero Halo?
Tenía la sensación de que las cosas estaban empezando a ponerse al día
con Ángel.
Al empujar la puerta del baño de hombres, no me sorprendió en
absoluto encontrar a Halo parado al final del lavabo frente al espejo,
mirándose a sí mismo como si estuviera mirando a un extraño, y esta
noche probablemente se sentía como tal, al menos para sí mismo.
Para mí, sin embargo, se veía muy sexy. Con botas negras que
había dejado medio desatadas, jeans desgarrados en todos los sitios
correctos, y una camisa blanca ajustada que sólo había abotonado hasta
la mitad del esternón, el hombre que estaba de pie frente al espejo con
los rizos desaliñados y los ojos aguamarina parecía un hombre por el que
la gente perdería la cabeza.
Añádele la chaqueta de cuero negra, y cuando Halo subiera al
escenario esta noche, todas las personas que estaban sentadas en el
público, y en casa en su sala de estar, estarían a punto de enamorarse.
—¿Cómo te va aquí, Ángel?
Halo miró en mi dirección, y cuando sus ojos cayeron sobre la
botella en mi mano, dijo:
—¿Siempre llevas una botella de alcohol contigo?
Levanté el tequila y me encogí de hombros.
—Tal vez. Pensé que te vendría bien un trago antes de subir al
escenario.
—Ugh. —Halo se aplastó la nariz.
—O tal vez no. —Puse la botella en el lavabo y caminé hasta donde
él estaba de vuelta mirándose en el espejo.
—Ya siento que me voy a enfermar —dijo—. Eso no ayudará.
Me lo imaginaba, pero mientras miraba el perfil de Halo, no podía
imaginarme por qué alguien como él estaría nervioso. Estaba...
magnífico.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 210


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Ángel. —Cuando Halo no respondió, pero siguió mirándose
fijamente, me moví detrás de él hasta que pudo ver mi cara en el espejo
al lado de la suya—. Vas a matar esta noche.
Los ojos de Halo buscaron los míos, y pude ver la verdadera
preocupación, el verdadero... miedo.
—No sé, yo... ¿Y si es como cuando estuvimos en Savannah? Todos
pensábamos que iba a romperla allí, y mira lo que pasó. La rompí. Porque
TBD está muerta por mi culpa.
Sin siquiera pensarlo, agarré el brazo de Halo y lo giré para que
estuviera delante de mí. Entonces lo agarré de la barbilla y le dije:
—TBD ha muerto por culpa de Trent. No tú. ¿Me oyes?
Cuando Halo se quedó mudo, le pasé el pulgar por encima del labio
y seguí el camino con ojos hambrientos.
—Nos estás dando una segunda oportunidad. Tu música patea
traseros, tus letras son sexys como la mierda, ¿y esta cara con esa voz?
Ángel, estás a punto de ser una jodida superestrella. Disfruta eso.
Enorgullécete de ello.
Cuando Halo asintió lentamente y se acercó a mí, gemí.
—Y mantén esa mirada que tienes en los ojos, ¿quieres? Me hará
sentirme incómodo, pero será perfecta cuando llegues al escenario.
—¿Qué mirada es?
Conociendo mis propios límites, dejé caer mi mano de su cara y di
un paso atrás.
—Pregúntame cuando terminemos aquí y te lo mostraré. —Caminé
hacia la puerta y tomé el tequila—. Última oportunidad.
Halo se dirigió hacia mí, pero agitó la cabeza, y me sentí aliviado al
ver que el miedo de hace un segundo había sido reemplazado por un
nuevo sentido de determinación.
—¿De verdad crees que mi música es genial?
Me agarré a la puerta para abrirla y asentí.
—Sí, lo creo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 211


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
La sonrisa que iluminó la cara de Halo hizo que algo en mi
estómago se tensara.
—Entonces, ¿qué me importa lo que piense el resto del mundo? —
dijo—. Eso es suficiente para mí.
Cuando caminamos de vuelta a la sala verde, fue para ver al resto
de los chicos saliendo por la puerta. Cuando nos vieron, todos empezaron
a gritarle a Halo, alentándolo por lo que venía, y yo me quedé un poco
atrás, escuchando las palabras de Halo una y otra vez en mi cabeza.
Tenía que admitir que me sentía muy bien al saber que yo era la
razón por la que Halo estaba ahora de pie y parecía que había ganado
algún maldito premio, y cuando uno de los asistentes comenzó a
ponernos micrófonos, me aseguré de no mirarlo. Killian estaba lo
suficientemente cerca como para ver cualquier tipo de pensamiento o
sentimiento que tuviera en la cara, y lo último que Halo necesitaba era
que Killian me sermoneara por mi polla descarriada.
—Bien —dijo Killian, mientras palmeaba a Halo en el brazo—.
¿Listo para esto?
Halo se mofó.
—Uh... no. —Luego mostró una sonrisa encantadora—. Pero vamos
a rockear.
—Por supuesto que sí, hombre. —Jagger se asomó por una de las
cortinas y luego nos miró—. Y si te pones nervioso, hay una chica muy
sexy, en primera fila, a la derecha. Minifalda, piernas largas, pelo rubio.
Nunca en mi vida había querido que me llamaran tanto al escenario
para una entrevista. Y cuando Halo le sonrió a Jagger y le dijo:
—No, puedes quedarte con las rubias, no son mi tipo —casi le
pregunté a una de las asistentes si podía devolverme la botella de tequila.
—¿Qué tal si miras a Carly? —dijo Killian, mientras empujaba a
Jagger en el hombro—. Ya que ella es la que está haciendo la entrevista?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 212


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Antes de que alguien pudiera intervenir con algo más ridículo, una
mujer con rizos rojos apretados puso su cabeza detrás de la cortina, y
antes de que Jagger saliera de detrás de la cortina, le susurró a Halo:
—¿Qué hay de las pelirrojas?
Entonces la voz de Carly Wilde se oyó en los altavoces.
—Por favor, todos démosle la bienvenida al escenario a Ángel Caído.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 213


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Treinta y nueve
Halo
—¿Champán, señor? —preguntó la azafata mientras me abrochaba
el cinturón de seguridad en el jet privado de la MGA a la mañana
siguiente. Jet privado. ¿Me acostumbraré alguna vez a esto? Respuesta:
Ciertamente esperaba que no.
Mientras Viper avanzaba por el pasillo, tomó una copa de champán
de la bandeja de la asistente.
—Será mejor que sigamos con la fiesta —dijo, guiñando el ojo antes
de derribar la mitad del contenido. Por un segundo, pensé que elegiría el
asiento a mi lado, pero pasó de largo, reclamando el sofá de cuero crema
en el lado opuesto.
Respiré profundamente y le sonreí a la azafata cuya etiqueta de
identificación decía Shirley.
—Gracias, Shirley, me encantaría.
La actuación de anoche en el programa de Carly Wilde había ido
fenomenalmente bien, nada como nuestro show de Savannah, y
habíamos pasado toda la noche celebrando en un club nocturno. Mi
cabeza palpitó, pero bebí el champán con gratitud. Pelo del perro10 y todo
eso.
—‘Con un nuevo nombre, un nuevo sonido y un nuevo cantante, la
banda conocida como TBD hizo su primera aparición en vivo anoche en
Late Night con Carly Wilde, y fue espectacular. —Killian sonrió mientras
nos leía desde su teléfono—. La semana pasada, el mundo vio por primera

10
Pelo del perro, abreviatura de Pelo del perro que te mordió, es una expresión coloquial
en el idioma inglés que se usa principalmente para referirse al alcohol que se consume
con el objetivo de disminuir los efectos de una resaca.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 214


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
vez al nuevo líder, Halo, cuando the Warden publicó un vídeo grabado en
secreto del cantante interpretando lo que sin duda será un éxito si las
reacciones en los medios sociales son un indicio de ello. Con la cara de
un ángel y la voz a juego, Halo sorprendió a la multitud nocturna,
insuflando nueva vida a la potencia que era TBD, y asegurando a los
rockeros de Ángel Caído un lugar entre ‘los grandes del futuro’. Estamos
esperando ansiosamente el álbum debut, la fecha de lanzamiento aún no
se ha anunciado...’
Killian había estado leyendo artículos durante todo el viaje al
aeropuerto, y aunque yo estaba extasiado con la respuesta, no podía
dejar de concentrarme en el trabajo que teníamos por delante.
—Sólo tenemos que escribir y grabar un disco entero en tres meses
y hacerlo genial. Digno de ser uno ‘los grandes del futuro’. No es gran
cosa —le dije.
—Tú —dijo Viper, señalándome—. Bebe. Deja de estresarte.
—Sí, nos vamos a Miami. —Jagger giró las caderas como si
estuviera moliendo en un club, mierda, tal vez en su cabeza lo estaba.
—¿Y qué significa eso? ¿No te estresas en Miami? —dije.
—Maldita sea —dijo Killian—. Imposible estresarse en el paraíso.
Escribiremos, grabaremos, beberemos y pasaremos cada segundo libre
en la playa...
—Y merodeamos por la noche. —Jagger chocó los cinco con Slade,
y tuve que mover la cabeza. Así de fácil, ¿eh?
El piloto encendió el intercomunicador, y anunció que saldríamos
por un momento, y cuando los demás se abrocharon, Viper inclinó la
cabeza hacia mí.
—Aún pareces nervioso, Ángel. Apuesto a que sé algo que te
distraerá de esas preocupaciones. —Ante la mirada acalorada que me
daba, mis ojos se abrieron de par en par. ¿Qué demonios estaba
haciendo?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 215


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Viper movió su copa de champán de un lado a otro, sujetándola
por el tallo, y luego sonrió.
—Una vez que despeguemos, ¿qué tal si te presento el club de una
milla de altura?
Se me abrió la boca. ¿De verdad acaba de decir eso delante de los
demás? ¿Qué se supone que tenía que decir a eso? Sabía lo que quería
decir, pero...
Una risita se cruzó con mis oídos, Killian moviendo la cabeza y
lanzando una de las almohadas en la dirección de Viper.
—Ignóralo. Le pregunta a todo el mundo —dijo.
—Todos, ¿eh? —dije, levantando una ceja mientras mis hombros
se relajaban—. ¿Alguien te ha aceptado alguna vez?
Slade resopló.
—Oh, sí.
—El aeromozo del viaje a Chicago —dijo Jagger—. Tuve que
servirme mi propia comida en ese viaje.
—Y el manager de... ¿Cuál era la banda que abrió para nosotros en
Dallas? Stick algo... —Killian chasqueó los dedos y señaló a Viper—.
Stage Trick. Eso es. Ni siquiera se suponía que estuviera en el maldito
avión.
Slade se rió.
—Mierda, sí. Y luego...
—Bien, hemos terminado aquí. Gracias por el viaje por el carril de
los recuerdos, imbéciles —dijo Viper.
—Alguien tiene que recordártelo. Con tantos para recordar, tiene
que estar un poco abarrotado. —Killian golpeó un lado de su cabeza, y
en voz baja, Viper maldijo.
Así que Viper se movía. Eso no era exactamente una novedad para
mí. Sabía en lo que me estaba metiendo, pero al escuchar a los demás
hablar de manera tan casual, en broma, me alegré de su estado, porque

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 216


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
estaba desviando la atención de lo que estaba haciendo con él. O medio
haciendo en este punto.
Como si supiera lo que estaba pensando, Viper se encogió de
hombros, y mientras los chicos continuaban, me acomodé en el asiento
de avión más cómodo en el que había estado. Un lujoso sillón reclinable
estaba a mano en el camino para viajar, y cuando el avión comenzó a
correr por la pista, encontré que mis párpados se volvían pesados debido
a la falta de sueño. En pocas horas, estaríamos lejos del frío de Nueva
York y seríamos bienvenidos a los cálidos y soleados brazos de Miami, y
no podía esperar.
***
—Despierta, despierta, dormilona belleza. —El bajo y áspero sonido
de la voz de Viper junto a mi oído me abrió los ojos.
En algún momento durante el vuelo de tres horas, mi mente se
había desviado hacia territorio peligroso. Había pasado de un sueño
relajante a un sueño muy caliente. Uno en el que Viper me había llevado
a la parte trasera del avión y me había presentado el club de una milla
de altura del que parecía ser miembro VIP.
Al ver su rostro, mis ojos buscaron automáticamente los labios que
acababan de hablar. Los que todavía podía sentir en mi cuello por el
sueño, mientras me seguía al baño más grande de lo normal, me
empujaba contra una de las paredes, me bajaba la cremallera de los jeans
y me tomaba.
Mi polla pateó ante el pensamiento, claramente le gustaba la idea
de tener a Viper controlándome, mientras recordaba con vivo detalle
cómo se habían sentido esos labios mientras se movían hacia mi hombro,
sus dientes mordiendo el músculo tenso de allí.
—Estamos aquí —dijo Viper, su boca curvada con una sonrisa
torcida, como si supiera adónde había ido mi mente, y cuando mi mirada
volvió a la suya, me di cuenta de lo cerca que estaba de él y dónde
estábamos, e inmediatamente me alejé.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 217


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Viper se rió, y eso no hizo nada para ayudar a mi... condición.
—Relájate, Ángel. —Viper tomó uno de mis rizos y lo enrolló
alrededor de su dedo índice—. Los otros están en el coche.
Miré por encima de su hombro para asegurarme de que no estaba
jugando conmigo; Viper no era exactamente el rey de la discreción. Pero
cuando todo lo que vi fue un avión vacío, volví a poner mis ojos en los
suyos y le dije:
—Entonces debemos irnos. ¿No?
—Probablemente.
—¿Probablemente?
—Sí, probablemente. Los chicos han estado esperando un rato,
pero cuando volví a buscarte, y te oí gemir mientras dormías… —Viper
tiró del rizo alrededor de su dedo—. Decidí sentarme aquí y verte un
minuto... o cinco.
Oh, Dios mío. Si el suelo quisiera abrirse y tragarme ahora mismo,
estaría bien para mí.
Decidiendo negar, negar, negar, sacudí la cabeza.
—Eres un mentiroso. No estaba gimiendo.
—Mhmm. Sí, lo estabas. —Viper se acercó a mi obvia erección y
dijo—: ¿Con qué soñabas, Ángel?
Como si fuera a decírselo.
—Nada.
—Mentiroso. —Viper frotó el pelo entre el pulgar y el índice, sus
ojos entrecerrados sobre mí—. De acuerdo. Jugaremos a tu manera por
ahora. Me lo dirás eventualmente.
Eso me hizo reír.
—Estás muy seguro de ti mismo, ¿no?
Viper se acercó y puso sus labios en la comisura de mi boca.
—No estoy muy seguro. Estoy cien por ciento seguro. También
estoy seguro de ti. Así que a menos que me digas que la emoción de volar

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 218


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
en un jet privado te excita, voy a apostar que el pene duro entre tus
piernas es por mí.
Una ráfaga de aire dejó mis labios, y volteé mi cabeza para tratar
de probar los suyos. Pero Viper se apartó de mi alcance, soltó mi cabello
y se puso de pie, y cuando lo miré, sonrió con suficiencia.
—Mantén ese pensamiento hasta que lleguemos a la casa.
Mierda.
—¿Entonces qué?
Viper tocó la parte delantera de sus vaqueros, atrayendo mis ojos
a su excitación.
—Luego me dirás con qué estabas soñando. —Viper se pasó una
mano por el pelo—. Tienes cinco minutos, Ángel. No me hagas volver aquí
a buscarte.
Eso era suficiente advertencia para mí, y treinta minutos después,
Slade estaba manejando la camioneta Cadillac SUV negra que había
estado esperando en el hangar privado hasta que se detuvo frente a un
conjunto de puertas de hierro forjado que cercaban un camino de entrada
por tanto tiempo que no podía ver la casa real.
El viaje entre el aeropuerto y lo que ahora sabía que era Indian
Creek Island me había abierto los ojos, por no decir más. Para empezar,
el sol había salido, el milagro de todos los malditos milagros. Estaba
acostumbrado al desastre de la ventisca que había en Nueva York en este
momento, y la idea de poder sentarme afuera y absorber el calor del sol
en febrero era muy atractiva. En segundo lugar, el tamaño de las casas
por las que habíamos pasado para llegar a nuestro destino final.
Jagger había estado actuando como una especie de guía turístico,
explicando que Indian Creek Island era el lugar más exclusivo para vivir
en el área de Miami-Dade. Con aproximadamente cuarenta y un casas en
este pedazo de paraíso, ofrecía lujo y privacidad a los clientes y artistas
de la MGA, y durante los siguientes tres meses, este era nuestro hogar.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 219


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Me sentí como si hubiera tropezado y caído en un universo
alternativo, un universo realmente grandioso.
—Es bueno estar de vuelta en Miami —dijo Killian mientras Slade
bajaba la ventana y marcaba el código.
Cuando las enormes puertas se abrieron y Slade puso en marcha
la camioneta, Jagger se inclinó sobre el segundo grupo de asientos y dijo:
—Espera a ver este lugar, Halo. Es totalmente enfermizo. Doce
habitaciones, diez bares, una piscina y jacuzzi, un sky bar...
—Un estudio de grabación —dijo Killian, girando en el asiento del
pasajero—. Una sala de cine en 3D.
—Un helipuerto —agregó Slade, mientras se asomaban por la
ventana el exuberante follaje verde y las palmeras que bordeaban la
entrada—. Y cualquier cosa que no tenga, puedes conseguirla con una
llamada.
—Paraíso —dijo Jagger, y cuando miré por el parabrisas delantero,
una enorme propiedad palaciega pareció aparecer en medio de todo ese
verdor, como si hubiera brotado de la tierra de la misma manera que lo
habían hecho las plantas.
Slade detuvo el coche en la entrada principal, que parecía una
especie de campanario español. Cuando salí y tiré la cabeza hacia atrás
para asimilar el tamaño, oí que las puertas se cerraban de golpe detrás
de mí mientras los chicos seguían hablando del sol, el sexo y…
—Pido la casa de huéspedes, perdedores. —Viper se colgó una gran
bolsa sobre su hombro y luego cogió otra antes de dirigirse a las
escaleras.
—Eso no es justo. La última vez la tuviste —dijo Slade, mientras se
subía una mochila por el brazo.
—No importa. Las reglas son las reglas. Quienquiera que lo
nombre, lo consigue. —Viper caminó hacia atrás, con una sonrisa come
mierda en la cara mientras miraba fijamente a los cuatro que estábamos
de pie en la parte de atrás del Cadillac.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 220


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Jagger cogió su maleta de Louis Vuitton del maletero y extendió el
asa.
—Oye, es menos incómodo de esa manera. Ahora no tenemos que
fingir que recordamos a cada chico nuevo que encontramos en la cocina.
Viper se dio la vuelta.
—No me salva de tropezarme con cada chica nueva en la piscina
haciendo un puto perro11 al amanecer.
—¿Qué puedo decir? Me gusta alguien que sea un poco flexible. —
Jagger se rió y luego me envolvió un brazo alrededor de los hombros—.
No te preocupes, Halo. Hay un montón de habitaciones para ir por ahí...
—Y hay muchas para elegir, así que toma unas cuantas puertas
por medio —dijo Viper por encima de su hombro, y aunque sabía que los
otros lo tomarían como que significaba que así no tendría que oír a
Jagger, mi mente se dirigió directamente a cómo no me oirían a mí... con
Viper.

11
Se refiere a posturas de yoga.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 221


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Cuarenta
Viper
¿Finalmente escogiste una habitación?
Aproximadamente una hora después de que hubiéramos llegado a
la mansión, arrojé mi bolso a la California King en la casa de huéspedes
y me quité las botas. Después de echar un vistazo a la planta principal,
decidimos ir a instalarnos en nuestras respectivas esquinas y descansar
un poco antes de reunirnos para nuestra primera comida en la casa
grande esa misma tarde.
Pero como Halo ya había tomado una siesta de tres horas, tenía la
sensación de que el ángel probablemente estaría despierto. Dos minutos
después de haber enviado el mensaje, recibí mi respuesta.

Ángel: Lo hice. ¿Cómo está tu suite de lujo junto al mar?


Caminé hacia las puertas francesas que había abierto en cuanto
entré y miré hacia abajo, hacia las pequeñas olas que chocaban contra
la arena.

Jodidamente increíble. ¿Quieres venir a ver?


Y aunque la vista era asombrosa, encontré mis ojos pegados a los
tres pequeños puntos de mi teléfono.

Ángel: ¿El océano?


Algo en ese comentario hizo que mi pulso se acelerara, porque era
obvio que Halo estaba pensando en algo más que en el maldito mar.

Si eso es lo que quieres ver.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 222


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Hubo una pausa por un momento, y aunque podría haberle dejado
salir del anzuelo. Halo había sido el que abrió esta línea de diálogo, y yo
no iba a dejar que corriera y se escondiera.

Ven aquí, Ángel.


Aparecieron tres puntos, desaparecieron, y luego…

Ángel: No creo que sea una buena idea.


Bingo.

¿Por qué? Sólo vas a mirar el océano.


Ángel: ¿Ahora quién está mintiendo?
Si pensó que no iba a admitirlo, piénsalo de nuevo.

Yo.
Mierda. Me agaché para masajear el talón de la palma de mi mano
sobre mi pene mientras apoyaba un hombro contra la puerta.

¿En qué habitación estás?


Ángel: No te voy a decir eso.
Pero tú quieres, ¿verdad, Ángel? Igual que quieres venir aquí y ver mi... vista.
Pasaron un par de minutos, y justo cuando pensé que Halo podría
haber decidido que había terminado con la conversación, surgió…

Ángel: De verdad que sí, lo cual es... una locura.


Ah, de acuerdo. Esto... esto era algo con lo que podría trabajar.

¿Loco cómo?

Ángel: Loco de remate, no puedo dejar de pensar en tu maldita boca para


empezar. Y lo que me hiciste la otra noche.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 223


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Oh, me gustó eso. Me gustó muchísimo. Mi primer contacto con el


ángel me había dejado con ganas de más.

¿Y qué hace mi boca ahora cuando lo piensas?


Tres puntos. Sin puntos. Tres puntos…

Ángel: Besándome... chupándome... soltando mierda que no debería encontrar


caliente pero... lo hago.
Jesús. Halo tenía mi polla tan jodidamente dura por este
intercambio que me agaché para abrir el botón y bajar la cremallera
donde estaba. Necesitaba algún tipo de alivio, y si él no iba a venir a mí,
entonces lo mejor sería venirme pensando en él.

¿Eso era lo que soñabas en el avión?


Ángel: LOL. Eso te está volviendo loco, ¿no?
Me estás volviendo loco. Por no hablar de hacerme doler, le contesté, y luego
agregué, no me he masturbado tanto desde que estaba en la maldita escuela secundaria.

Ángel: Eso escuché. Aparentemente te coges a quien sea que esté cerca.
Ven aquí y serás tú.
No estaba seguro de qué tipo de respuesta obtendría, pero Halo me
respondió:

Ves, eso no debería ponerme caliente, pero maldición, realmente lo hace.


Me metí una mano en los vaqueros y me envolví los dedos en la
longitud que me dolía, y, al no poder enviar mensajes de texto, presioné
el botón de llamada y me llevé el teléfono a la oreja.
En cuanto se conectó, antes de que Halo pudiera decir una palabra,
le dije:
—¿Con qué soñabas en el avión, Ángel?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 224


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Mierda. —La respuesta de Halo fue en parte gemido, en parte
maldición, y mucho más profunda que su cadencia habitual.
—¿Ángel?
La pesada respiración en mi oído me dijo que no era el único que
estaba excitado, y cuando Halo finalmente dijo:
—Tú —mis dedos se apretaron alrededor de mi polla y un gruñido
bajo escapó de mi garganta.
—¿Qué acerca de mí?
—Viper...
—Ángel. ¿Qué acerca de mí? —Mientras esperaba su respuesta,
volví a la habitación y me estiré sobre la enorme cama, los vaqueros me
empujaban por las caderas, de modo que mi polla estaba firmemente en
mi mano.
—Estaba pensando en ti y en el, um, club de una milla de altura.
Tienes que estar jodidamente bromeando. Pensé que los chicos
gritando sobre todo eso habría apagado a Halo. Aparentemente no.
—¿Y qué pasa con eso?
Cuando Halo gimió en mi oreja, apreté mi puño alrededor de la raíz
de mi pene y maldije. Maldición, sea lo que sea, ese gemido sonaba
prometedor.
—¿Ángel?
—Sí. —Halo jadeó en mi oreja.
—¿Qué estábamos haciendo?
—Estabas detrás de mí...
Mis ojos se cerraron mientras imaginaba a Halo en algún lugar de
la gran casa con la mano alrededor de su polla, mientras él imaginaba...
—Tu mano estaba trabajando en mi polla, y tú estabas... dentro de
mí.
Oh, joder. No me esperaba eso. Pero estoy seguro de que no iba a
dejarlo pasar.
—¿Eso es algo que quieres?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 225


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Yo... uh... ¿sí? Creo que sí.
—¿Eso crees? Más vale que estés seguro.
Oí que Halo respiraba con dificultad.
—Ven aquí —le dije.
Halo soltó una risa tensa.
—De ninguna manera.
Cerré los ojos, la frustración y la lujuria en su punto más alto antes
de contenerla.
—Vale, joder. ¿Qué más te estaba haciendo? En este sueño.
Halo no perdió el ritmo.
—Mordiéndome.
Mis caderas se levantaron de la cama, mi polla resbaladiza ahora
deslizándose fácilmente a través de mi mano mientras mi clímax corría
por mi espina dorsal. Esta abrasadora llamada estaba a solo unos
segundos de terminar.
—¿Dónde?
—¿Dónde?
—Sí. ¿Dónde te mordí? Quiero saberlo para que la próxima vez que
te encuentre solo cerca de una maldita pared, pueda empujarte contra
ella, poner mi mano alrededor de tu polla, y dejar marcas de dientes...
—Mi hombro —dijo Halo, y luego ese sexy sonido de gruñido que
hizo cuando llegó reverberó a través del teléfono y en mi oído, provocando
mi propia liberación.
Mientras miraba mi mano pegajosa, torcí la cabeza hasta que el
teléfono se apretó contra mi oído y dije:
—¿Ángel?
—Viper.
—La vista es bonita aquí, pero se me ocurre una aún mejor.
—¿Mmm? —murmuró, como si ya no tuviera la energía para sacar
las palabras.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 226


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Tú, desnudo, en mi cama, y haciendo esos sonidos ardientes
mientras te vienes. Mañana, serás mío.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 227


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Cuarenta y uno
Halo
—Bien. Estoy fuera. —Jagger se levantó de detrás de sus teclados
y extendió sus brazos sobre su cabeza hasta que crujieron. Luego miró a
Slade—. ¿Vienes?
Cuando Slade se puso de pie, los dedos de Viper se detuvieron
sobre las cuerdas de su guitarra.
—¿Adónde diablos creen que van?
—Hemos estado en ello todo el día, y el sol se va a poner pronto —
dijo Jagger.
—¿Y qué?
—Entoncessss, necesito encontrar algo de inspiración.
Viper resopló.
—¿Esa inspiración viene en bikini?
—Por supuesto que sí. Chicos, ¿quieren venir? ¿Halo?
Automáticamente agité la cabeza. Habíamos estado trabajando en
una nueva canción durante horas sin descanso, y aunque habíamos
hecho algunos progresos reales, quería seguir adelante un poco más, ver
qué más podíamos sacar.
Viper también agitó la cabeza, y cuando la mirada de Jagger se
posó sobre Killian, dijo:
—Vamos, Kill. Sabes que quieres ir a la playa. Ese salvavidas que
vimos te estaba poniendo ojitos.
Mordiéndose el labio inferior, Killian miró entre nosotros. Siempre
el más responsable del grupo, el que nos mantenía a todos en la tarea,
me sorprendió mucho cuando se puso de pie.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 228


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Estoy dentro —dijo, poniendo su bajo en el estrado—. Hoy hemos
hecho mucho. Un descanso podría darnos un refresh.
—Mhmm. —Viper miró a Killian—. Todo trabajo y nada de diversión
hace a un gay malhumorado.
Killian puso los ojos en blanco.
—¿Eso significa que vas a venir?
—¿Quién dijo que no he estado jugando? —Cuando Viper sonrió,
Killian me miró y luego volvió a Viper.
—Supongo que eso significa que has estado disfrutando de la casa
de huéspedes. —Killian se volteó mientras seguía a Slade y a Jagger fuera
de la puerta—. Halo, ¿seguro que no quieres venir?
Agité la cabeza, demasiado concentrado en lo que habíamos estado
trabajando para pensar en parar ahora.
—No, me gustaría ver si puedo trabajar en el último verso. Vayan.
—Si cambias de opinión, ya sabes dónde encontrarnos. —Con un
saludo, Killian y los otros se fueron, dejándonos a Viper y a mí solos en
el vasto estudio. Situado en el sótano de la mansión, el estudio estaba
decorado con la última tecnología, perfecto para los productores que se
nos unirían la semana que viene, aunque no se quedarían aquí con
nosotros.
—Bien, bien, bien. —Viper rasgó su guitarra—. Parece que sólo
somos tú y yo.
Sin los otros, el gran espacio de repente parecía íntimo. Cuando
Viper se levantó para acercarse, levanté la mano.
—Quédate ahí o no haremos nada. —Sabía que era la verdad tanto
como mi próximo aliento; las últimas palabras de Viper para mí anoche
habían sido ‘Mañana, eres mío’, y aunque eso envió un emocionante
disparo directo a mi polla, necesitaba concentrarme en la canción. La
presión de todos esos malditos artículos que esperaban nuestro álbum
pesaba sobre mis hombros, y no iba a ser yo quien los defraudara.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 229


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Está bien, Ángel. —Viper se sentó de nuevo en el sillón, poniendo
su guitarra sobre su regazo—. Tienes una hora.
—Podría llevar más tiempo que eso.
Se encogió de hombros.
—Una hora.
—¿Y luego qué? ¿Bikinis?
Resopló una risa que sólo me llamó la atención sobre sus labios
llenos, los que me habían arrancado la fantasía de mi sueño como una
confesión, y cuando vio dónde estaban enfocados mis ojos, su lengua
salió para deslizarse por su labio inferior.
—Si quieres esa hora, deja de mirarme como lo haces ahora mismo,
Ángel.
Joder, ¿cómo se supone que me iba a concentrar ahora que lo único
que oía era su sexy como el infierno orgasmo de anoche? Tenía que haber
una manera de conseguir eso en una canción, porque era lo más caliente
que había escuchado.
—Lo que daría por estar dentro de esa cabeza tuya para ver lo que
estás pensando —murmuró Viper cuando no miré para otro lado.
—Estaba pensando en cómo sonabas anoche. Cómo te he oído,
pero nunca te he visto correrte.
—Jesucristo. ¿Me estás jodiendo ahora mismo? —La mano de Viper
desapareció bajo su guitarra como si tuviera que reajustarse, y luego
gruñó cuando su cabeza cayó hacia atrás—. Lee la última maldita línea
o nos vamos.
Su reacción me hizo sonreír, porque ¿quién no estaría orgulloso de
afectar a Viper hasta el punto de la tortura? Puede que tenga que hacerlo
más a menudo...
Pero más tarde. Porque ahora mismo, había palabras que escribir.
—Derribado....te tienen justo donde te quieren. Manos atadas... —
Pasé por la siguiente línea—. No me gusta lo que obtuvimos después de
eso, así que empecemos por ahí.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 230


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Con la cabeza hacia atrás y los ojos cerrados, Viper dijo:
—¿Qué sugieres?
—Um. —Mastiqué el extremo de mi bolígrafo mientras corría y
lanzaba algunas opciones en mi cabeza, pero ninguna de ellas parecía
encajar perfectamente. Mañana, serás mío. Gah, joder. Sal de mi maldita
cabeza, Viper.
Viper abrió un ojo.
—¿Qué fue eso?
—Uh, nada. —Volví a echar un vistazo a la letra, golpeando mi
pluma a lo largo del cuaderno al compás, con la esperanza de que la línea
perfecta apareciera de la nada—. Algo se tambalea, se tambalea...
Mientras estábamos sentados, el silencio era ensordecedor,
especialmente cuando los demás no tarareaban, no hacían chistes ni
jugaban con el teclado.
—Está demasiado tranquilo aquí —dije, suspirando.
—Puedo arreglar eso. —Viper se sentó, y mientras él empezaba a
tocar la canción, yo canté junto con lo que teníamos hasta ahora, pero
luego tropecé con la maldita cuarta línea. Maldije, lo que sólo hizo que
Viper se riera—. Eres demasiado duro contigo mismo. No tienes que ser
perfecto aquí.
—Sí, lo sé.
—Este es el lugar para los errores. Tira todo lo que tengas.
—No tengo nada. Ese es el problema.
—Entonces estás pensando demasiado.
Lo miré con ira.
—No veo que se te ocurra nada por ahí.
Viper ladeó la cabeza y empezó a tocar:
—Ese Ángel, vaya provocador,
Pero, maldita sea, me quiere de rodillas,
Hagámoslo decir más, Viper. Más, por favor.
Me reí, moviendo la cabeza.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 231


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Eres jodidamente ridículo.
—Quieres decir talentoso, carajo. Puedes decirlo. Viper, eres un
hijo de puta con talento.
—¿Por qué puedes hacer cosas inapropiadas de Seussicals12?
Apenas.
—No hablaba de mis habilidades como compositor —dijo, pasando
las manos por su pelo, y aunque no era su intención, encontré mi mirada
siguiendo a esas manos fuertes mientras aterrizaban de nuevo en la
guitarra, una que se enrollaba alrededor del mástil del instrumento y se
deslizaba hacia abajo, tal como lo había hecho con mi polla....
Ugh, demonios, esto no estaba funcionando hoy, o tal vez era sólo
que ya no podía trabajar uno a uno con Viper sin pensar en él fuera de
la banda. Como en mi cocina... en la sala de estar de Viper... en... mí.
Desde que vi la grabación de los dos en mi apartamento, en el que
me había sentado a horcajadas sobre Viper y él se había burlado de mí
con esos talentosos dedos, no pude evitar preguntarme cómo se sentiría
si fuera a llegar más lejos.
¿Y por qué tenía que parecer tan tentador todo el tiempo? Había
pasado de nunca haberme dado cuenta de un tipo a estar enfocado en
todo lo relacionado con Viper. Hoy llevaba unos vaqueros rotos, un par
tan descolorido que parecía que los había tenido durante años, y cada
vez que se ponía de pie, cabalgaban tan bajo en sus caderas que sabía
que si ponía los dedos en las presillas de su cinturón y los tiraba, se le
caerían. Y maldición, si ese no era un pensamiento delicioso.
—Mira eso. Se acabó el tiempo —dijo Viper, echando un vistazo a
un reloj inexistente en su muñeca antes de dejar su guitarra a un lado.
Eso me sacudió de mi ensueño.
—¿Qué? ¿Por qué?

12
Seussical es un musical de Lynn Ahrens y Stephen Flaherty basada en los libros del
escritor infantil Dr. Seuss que debutó en Broadway en el año 2000. Historia de la obra
es una compleja amalgama de muchos de los libros más famosos de Dr. Seuss.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 232


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Te dije que dejaras de mirarme así. No puedes hacer eso, así que
se acabó tu hora.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 233


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Cuarenta y dos
Viper
Ángel no podía decir que no le advertí, y a juzgar por la falta de
protesta mientras me ponía en pie, no creí que estuviera a punto de
decirme que me quedara quieto por segunda vez. Así que no me
sorprendió en lo más mínimo cuando los ojos de Halo dieron una vuelta
por mi cuerpo de pies a cabeza y cada centímetro en el medio… y ahora
mismo, había varios centímetros más de lo normal.
Bueno, eso no era exactamente cierto. Alrededor de Halo, esos
centímetros se estaban convirtiendo en la norma, especialmente desde
que los chicos se habían ido y yo lo había pillado mirándome con un
nuevo tipo de hambre en sus ojos. Una que era muy cercana a la mía, si
tuviera que hacer apuestas.
Halo había pasado de mirarme con curiosidad y confusión, a
mirarme abiertamente, y eso me ponía a mí y a mi pene en éxtasis.
Anoche había sido claramente un punto de inflexión para él, a juzgar por
las miradas ardorosas y ese comentario que había hecho sobre cómo me
vería corriéndome, y no había manera de que dejara pasar esta
oportunidad, esa apertura que Halo me había dado.
—Me comportaré. Podríamos hacer un poco más hoy —dijo Halo
mientras me miraba desde detrás de la seguridad del piano cerrado, que
estaba en el lado opuesto de la habitación donde yo había estado en el
sofá, y eso ya no era suficiente.
—No hay manera de que vayamos a terminar más —dije mientras
caminaba y me detuve al final del piano.
—Eso no lo sabes.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 234


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Sí, lo sé. Nada bueno viene cuando lo estás forzando, Ángel.
Déjalo ir. Podemos volver mañana.
Halo soltó un gruñido y tiró el bloc de notas sobre el piano, luego
miró a las teclas como si le ayudaran a encontrar lo que se estaba
perdiendo.
El pobre tipo estaba frustrado, bienvenido al puto club.
—Mira —dije mientras me dirigía hacia él—. ¿Por qué no nos vamos
de aquí un rato? Los chicos tenían razón, te ayudará a despejar la cabeza.
Halo se volvió en el asiento e inclinó la cara hacia arriba hasta que
me miró.
—¿Salir de aquí? Sin ofender, pero ver mujeres en bikini no me va
a inspirar ahora mismo.
Me reí y puse una mano sobre el piano para poder inclinarme hacia
abajo hasta que nuestros labios estuvieron separados sólo unos
centímetros.
—Gracias a Dios por eso, de lo contrario esto será muy incómodo
para ti.
Antes de que Halo pudiera preguntar qué, enredé mi otra mano en
su pelo y tomé su boca con la mía, tomando el beso que me habían
negado hasta este mismo momento. Los labios de Halo se abrieron al
instante, su lengua deslizándose sobre mi labio para entrar en mi boca.
Le retorcí los dedos en el pelo y gemí, y como si supiera lo que estaba
pensando, Halo empezó a moverse.
Se puso de pie, su boca nunca se apartó de la mía, mientras se
acercaba un paso más a mí, sus manos se acercaron a la cintura de mis
vaqueros, sus dedos se deslizaron a través de las presilla para tirar de mí
hacia él hasta que tenía la espalda contra el piano, y mi frente contra la
suya, pero entonces Halo se detuvo.
—¿Ángel?
—Lo siento —dijo, poniendo una palma en mi pecho—. Estoy en mi
cabeza ahora mismo.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 235


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Di un paso atrás y metí mis manos en los bolsillos de mis vaqueros
para darle el espacio que parecía necesitar, y suspiré.
—Necesitas relajarte.
Halo se rió y agitó la cabeza.
—Sí, esto no ayuda en nada a ese plan.
—Lo hará —dije—. Eventualmente.
—Correcto. Pero hasta entonces, está en mi cabeza, la MGA está
en mi cabeza, los millones de personas que vieron el video están…
—Oye, oye, oye —dije, volviendo a su espacio personal para poder
tomar la camiseta de Halo. Podía sentir el ataque de ansiedad que estaba
a punto de ocurrir, y me encontré tratando de aliviar su pánico—.
Respira. Tengo una idea. Una que puede relajarte e inspirarte.
Halo se apoderó de mis muñecas y me miró a los ojos.
—Estoy seguro de que sentí tu idea de relajación presionándome
hace un segundo, Viper.
Me reí y levanté una mano para poder rastrear uno de mis pulgares
sobre su pómulo, porque no podía contenerme.
—Siéntete libre de usarme para relajarte cuando quieras, Ángel.
—Una oferta tan generosa. Aprecio que te sacrifiques por mis
necesidades.
—Oye, me gusta echar una mano para ayudar a otro hombre. —Lo
solté y me alejé un paso, sabiendo que si me quedaba a una distancia de
contacto, esto terminaría de la forma en que lo hacía siempre que Halo
estaba a mi alrededor en privado en estos días.
—¿Sólo una mano? —Sus labios se curvaron.
—O una boca. o cualquier cosa que tu... corazón desee.
—No estoy seguro de que mi corazón controle mis deseos ahora
mismo, pero lo pensaré y te lo haré saber.
¿Cuál era la canción que cantaba antes? Ese Ángel, vaya
provocador.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 236


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Si no vamos a trabajar y no vamos a follar, tenemos que salir de
esta casa vacía y de sus doce habitaciones.
Halo se rió mientras se apartaba del piano.
—¿Tienes alguna sugerencia?
—Algunos amigos míos están en la ciudad; puede que hayas oído
hablar de ellos. ¿The Nothing?
La sonrisa de Halo desapareció cuando su boca se abrió.
—¿Estás bromeando?
Me di cuenta de que de alguna manera me había topado con algo
que él realmente quería.
—No es broma, no. Abrimos para ellos cuando empezamos. Soy
amigo del cantante y podría conseguir entradas. ¿Eso inspiraría...?
—Sí. —Halo asintió—. Claro que sí.
—Ni siquiera sabes lo que iba a decir.
—No me importa. Acabas de preguntarme si quiero ver The
Nothing. La única respuesta que vas a recibir de mí esta noche es sí.
Una sonrisa rizó lentamente mis labios.
—Bien, es bueno saberlo.
Halo tragó, sus ojos se movieron sobre mi hombro hacia la puerta,
como si hubiera alguien más con nosotros, y luego volvieron a mí.
—¿Vendrán el resto de los chicos con nosotros?
—No. Sólo tú y yo. ¿Te parece bien?
Halo respiró y luego se mordió el labio, y tuve que clavarme los
dedos en las palmas de las manos para no agarrarlo.
—¿Qué les dirás? —Halo me preguntó, y me tomó un segundo
olvidarme de su boca y volver a la conversación.
—¿A quién?
—Los chicos.
—No voy a decirles una mierda.
Las cejas de Halo se juntaron.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 237


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿No crees que pensarán que es raro? ¿Nosotros yendo a un
concierto juntos, sin ellos?
—Uh, no. ¿Deberían hacerlo?
Halo se encogió de hombros.
—No lo sé. Killian, él...
Cuando las palabras de Halo se calmaron, agité la cabeza. No había
forma de que no fuera a terminar esa frase. ¿Qué había hecho Killian?
Porque si me enteraba de que le había dicho algo a Halo, iba a rastrearlo,
tanto si estaba con ese maldito salvavidas como si no.
—Me echó un vistazo hoy antes de irse. Me hizo pensar que él
podría saber de esto. Cuando Halo movió su mano entre nosotros, la
agarré, deteniéndola en el aire.
—¿Y qué si lo hace?
—¿Crees que no le importará?
—Más bien me importa un carajo si lo hace. Kill no me dice dónde
poner mi polla, y yo no le digo dónde poner la suya. Nos llevamos mucho
mejor así.
—¿Y quieres ponerla...?
Una sonrisa indecente se apoderó de mi boca cuando levanté la
mano de Halo a mis labios y mordí las puntas de sus dedos.
—Donde sea que me dejes, Ángel.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 238


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Cuarenta y tres
Halo
Más tarde por la noche, un Escalade negro llegó a la mansión para
recoger a Viper y a mí para llevarnos al American Airlines Arena en el
centro de Miami, donde The Nothing era el protagonista. Los otros habían
pasado la mayor parte del día fuera, y cuando regresaron, no estaban
solos, lo que significaba que no estaban interesados en unirse a nosotros
para el espectáculo. No me arrepentí por eso, considerando que tendría
varias horas con Viper, incluyendo el tiempo que pasamos solos en la
parte trasera de la camioneta, algo que ahora estaba disfrutando a pesar
de mi locura anterior.
No me había dado cuenta hasta esta tarde de lo loca que se había
vuelto mi vida en las últimas semanas. Todavía no me había adaptado a
la velocidad y urgencia del mundo de la música en el que me había visto
envuelto. No me había anticipado a la presión que supondría no sólo
liderar una banda tan grande y reconstruirla desde cero, sino también
pasar de ser un don nadie a ser la ‘próxima gran cosa’... lo que sea que
eso signifique.
Y lo más loco de todo era la sorprendente e intensa atracción sexual
que tenía por el hombre sentado a mi lado, que eclipsaba todo lo demás
hasta el punto de que casi todo en lo que podía pensar era en él. Nunca
había dejado que otra persona me consumiera, pero Viper no era
cualquiera, ¿verdad? Era un subidón como nunca antes había sentido.
Cuando entraba en una habitación, mis ojos lo encontraban
inmediatamente. Si oía su voz, quería buscarlo. Y cuando su atención
estaba puesta en mí, nadie más existía, y me gustaba.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 239


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Cuanto más nos alejábamos de la mansión, más se desvanecía mi
preocupación por la música y la banda, hasta que todo lo que podía ver
era a Viper.
Con un escudo de privacidad entre nosotros y el conductor, Viper
y yo nos sentamos juntos en la parte de atrás, con su pie enganchado
casualmente detrás de mi tobillo, el único lugar donde nuestros cuerpos
se conectaban. Mientras las luces de la ciudad pasaban borrosas, y sin
nadie más que nos viera, dejé que mis ojos vagaran sobre él.
Maldición, se veía sexy esta noche. Se había cambiado a un par de
vaqueros sin desgarrar y una camiseta negra, y de alguna manera parecía
que se había bajado de las páginas de Rolling Stone. Ni siquiera parecía
importarle lo que llevara puesto, Viper sólo tenía ese aire fanfarrón, esa
vibración que te hacía sentarte y tomar nota cuando entraba en la
habitación, o simplemente se sentaba a tu lado en el auto.
—Mira todo lo que quieras, Ángel —dijo Viper. Con su rostro vuelto
hacia mí e iluminado por detrás, era una sombra oscura, pero capté el
destello de dientes blancos cuando sonrió—. También puedes tocar.
Tentador. Era muy, muy tentador, y no sería difícil en absoluto
cerrar los centímetros entre nosotros y explorar las partes de su cuerpo
que me había negado antes. Pero si lo hiciera, nunca llegaríamos al show,
y si no llegáramos al show…
Un riff de piano familiar irrumpió en mis pensamientos, y cuando
me di cuenta de dónde venía, me levanté en mi asiento.
—Mierda —dije, a tientas buscando los botones a mi lado, tratando
de encontrar el que quería.
—Lo tengo. —Cuando Viper apretó el botón derecho, la canción se
hizo más fuerte, llenando el interior del coche, y yo le miré fijamente.
—Esos somos nosotros —dije, sonriendo—. Ese soy yo. En la radio.
¡Estamos en la maldita radio!
Viper se rió, pero la música estaba tan alta que no podía oírlo. Sin
embargo, parecía que le gustaba verme, ya que bebía el hecho de que

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 240


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
‘Invitación’ ya no era solo una canción en mi cabeza, no era solo una
canción que tocábamos en el estudio sin nadie más cerca. Estaba en el
mundo ahora, sonando en las estaciones de radio, y mierda, no podía
creer que estábamos sentados allí escuchando la versión final que
habíamos grabado y que otros también la estaban escuchando, ahora
mismo, al mismo tiempo.
Al terminar la canción y comenzar la siguiente, Viper bajó la
música.
—Bastante guay, ¿eh? —dijo.
—¿Estás bromeando? Eso fue... fue... Mierda, ni siquiera puedo
hablar.
—Tómalo todo. Solo puedes escuchar tu primera vez una vez.
—¿No es siempre así? Cada vez que sale algo nuevo. ¿No te
sorprende que estés en la radio?
—Solía hacerlo. —Viper abrió la ventana antes de agarrar el
cigarrillo en su oreja y el encendedor del bolsillo. Se iluminó, aspiró una
larga inhalación y luego sopló el humo por la ventana—. Supongo que te
acostumbras.
—De ninguna manera. Nunca podría acostumbrarme a eso.
Los labios de Viper se rizaron mientras se llevaba el cigarrillo a los
labios de nuevo.
—Eso es porque eres un romántico.
—¿Un romántico? ¿Yo?
—Sí, ya sabes, caminando por ahí con gafas de color rosa. Todo es
nuevo para ti. Emocionante. —Viper sopló otra bocanada de humo en el
aire nocturno.
—Eso no es malo —dije, sintiéndome un poco a la defensiva—. Es
un gran logro estar en la radio o llegar a tocar en un escenario donde la
gente realmente se presenta para escucharte. Eso no le pasa a la mayoría
de los músicos, y seguro que a mí nunca me había pasado antes. Se me
permite estar emocionado. Lo siento, Sr. Cínico.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 241


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—No lo sientas. Me gusta eso de ti.
—¿En serio?
—Sí. Me recuerdas cómo debería sentirse. —Sonrió—. Soy un
imbécil hastiado, ¿qué puedo decir?
—Hastiado, sí. Un imbécil.... eh. Esa no sería la palabra que
elegiría.
—¿No? —Los ojos de Viper brillaban en la oscuridad—. ¿Qué
elegirías?
Allí me había ido, abrí la boca y me eché atrás en un rincón sin
pensarlo.
—Aún no lo he decidido.
—Ah. ¿Necesitas ayuda? —La mano de Viper se movió hacia mi
muslo y comenzó a deslizarse lentamente hacia arriba, y cuando sus
dedos rozaron mi pene, aspiré un suspiro.
El intercomunicador se encendió, el conductor anunció nuestra
llegada al estadio, y Viper me dio un pequeño apretón antes de apartar
la mano. Abrió la puerta antes de que el conductor pudiera, y al salir, me
tomé el tiempo para ajustarme. No podía ir a ver a los chicos de The
Nothing con una erección furiosa.
El chofer se había acercado a la parte trasera del recinto junto a
un par de autobuses turísticos, y cuando salimos del auto, un tipo que
se presentó como gerente del tour nos dio un par de pases entre
bastidores y nos llevó adentro, donde los pasillos estaban llenos de
personal frenético que se apresuraba en todas las direcciones. Más de
unos pocos hicieron una doble toma cuando vieron a Viper, pero debe
haber sido una regla tácita que nadie nos detuviera, porque nos llevaron
directamente al vestuario de The Nothing. Se había montado de acuerdo
con lo habitual, que Viper me había dicho que incluía ‘mierda normal
como botellas de alcohol y comida rápida’, pero, junto con su creciente
éxito, se había transformado en una barra llena de licor de alta calidad,
cortinas negras que cubrían todas las paredes, bombillas rojas que

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 242


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
reemplazaban a las blancas y, en el centro de la habitación, un enorme
tanque de vidrio sólido que encerraba una boa constrictor de cinco
metros.
—Oh, mierda —dije, dando un paso atrás del tanque.
—¿Miedo a las serpientes? —Viper sonrió con suficiencia—. No te
preocupes, la única serpiente que te morderá esta noche es la que está a
tu lado.
Aparté la mirada de donde la boa constrictor se extendía a lo largo
del tanque para ver la sonrisa diabólica de Viper.
—Vamos —dijo, su mano rozando la mía antes de que nos
condujera más allá del tanque hasta donde los miembros de The Nothing
estaban siendo entrevistados por un reportero que reconocí de
Entertainment Daily. Cuando vieron a Viper, el reportero fue rápidamente
ignorado, la banda se levantó para saludarlo con palmadas en la espalda,
golpes de puño y maldiciones. Me quedé un poco atrás, tratando de no
dejarme impresionar por las estrellas, pero al diablo, había estado
escuchando a estos tipos durante más de una década. Y resulta que eran
amigos de Viper. ¿Sería esto algo más que surrealista?
—Chicos —dijo Viper, moviéndose a un lado y señalándome—. Este
es Halo, nuestro nuevo líder.
—De ninguna manera —dijo Dex, el cantante principal,
estrechando mi mano, y luego dio un paso atrás para echarme un
vistazo—. Jesús, no podías conseguir a alguien que no me hiciera parecer
un cerdo viejo a su lado, ¿verdad?
Viper se rió.
—Joder, no.
—Te vi en Late Night —dijo Chris, el baterista y compositor del
grupo, que también vino a saludarme con un apretón de manos—.
Canción épica, hombre.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Parpadeé, un gracias en mis labios, pero no pudo salir, porque el
maldito Chris de The Nothing me dijo que mi canción era buena, y podía
morir ahora.
—Yo también lo vi. Varias veces —dijo el bajista, Jonny, sus ojos
cayendo por mi cuerpo, mirándome sin ningún tipo de sutileza. Tomó un
poco de su porro, lo retuvo por un momento, y luego sopló el humo—.
Esa linda boca tuya realmente sabe cantar.
—Uh, gracias —dije, un poco desprevenido por su flagrante lectura.
A diferencia de la reacción que tuve cuando Viper me pasaba los ojos por
encima, me sentí incómodo bajo la mirada de este tipo.
—Si quieres quedarte después del show, a mi polla le encantaría
ver lo talentosa que es.
A mi lado, Viper se puso tenso y fue a dar un paso hacia Jonny,
pero yo puse una mano en su brazo, impidiéndole que viniera en mi
defensa.
—Jonny, ¿verdad? —dije—. Yo era un gran admirador tuyo... en la
secundaria.
—Oh, mierda —dijo Chris, esnifando una risa y golpeando a Jonny
en la espalda mientras se desataba la risa a nuestro alrededor.
—Es así, ¿eh? —dijo Jonny, sus ojos se entrecerraron sobre mí tan
fuerte que prácticamente me cortaban—. Buena suerte llenando los
zapatos de Trent, chico. —Se puso el porro entre los labios y se fue,
dejando un silencio incómodo en su estela, especialmente cuando nos
dimos cuenta de que el reportero había captado cada parte de ese
intercambio.
—Lo siento —dijo Dex, poniendo los ojos en blanco—. Ha sido un
bastardo muy alegre desde que salió de rehabilitación, ¿qué puedo decir?
—Al periodista le dijo—: No escribas eso.
El reportero levantó la vista como si lo hubieran atrapado, y luego
tachó las últimas líneas de la página.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 244


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Siempre ha sido un maldito imbécil —dijo Viper, y Dex se encogió
de hombros.
—Lo hemos despedido más veces de las que puedo contar, pero
siempre vuelve a entrar. —Dex se inclinó a mi alrededor para decirle al
reportero—: Tampoco incluyas esa mierda.
Tomamos unas copas y pasamos el rato con los demás miembros,
Jonny en el bar, hasta que tuvieron que subir al escenario. De nuevo, la
palabra ‘surrealista’ apareció en mi cabeza, porque aunque eran tan
normales como nosotros, haciendo bromas con Viper, seguían siendo
esos tipos más grandes que la vida a los que había crecido escuchando,
y no importaba cuántas veces me pellizcara, todavía no comprendía en el
hecho de que yo formaba parte de todo eso.
Antes de que saliéramos a ver el show desde el lateral, una primicia
para mí, Chris dijo:
—¿Están libres después del show? El hotel está cerrando el último
piso para nosotros. Bebida gratis, muchos cuerpos dispuestos y no te
preocupes, Jonny tendrá otras distracciones.
—Um... —Miré a Viper, que agitó la cabeza.
—Tenemos otros planes —dijo, y cuando los ojos de Viper se
encontraron con los míos y vi la mirada primitiva en ellos, de repente, lo
último que quería hacer era quedarme después del espectáculo. Esa
mirada era sexo completo, y me palpitaba la polla y el pulso. Porque lo
que sea que Viper tuviera en mente, estaba claro que quería hacerlo sin
otros alrededor... y joder, yo también quería eso.
—Si cambias de opinión, sólo dales la contraseña ‘boa’ en la puerta.
Encantado de conocerte, Halo, y buena suerte. —Dex y Chris se
despidieron, y mientras los seguíamos hasta las alas, los dedos de Viper
se deslizaron bajo la pretina de mis jeans, tirando de mí hacia él.
—Te lo dije, Ángel —dijo en un susurro bajo—. Esta noche, eres
todo mío.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 245


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Cuarenta y cuatro
Viper
El pesado ritmo de los altavoces del impresionante escenario de
The Nothing estaba haciendo vibrar el suelo en las alas mientras
cantaban una canción de éxito tras otra, haciendo que sus fans perdieran
la cabeza.
Llevaban casi una hora y media en ello, y no estaba seguro de qué
era más ruidoso, Chris golpeando los tambores o los gritos de los fans de
abajo mientras cantaban cada una de las letras a un nivel que atravesaba
los oídos.
Una cosa de la que estaba seguro era la urgencia total que me dio
ver a una banda de pateaculos destrozar un escenario con música que
hacía que todo tu cuerpo zumbara y tu mente pensara en una sola cosa:
sexo.
Sexo caliente, crudo, rompe cabeceras. Añade a Halo, que estaba
de pie delante de mí, su culo rozando mi polla mientras gritaba las letras
de canciones que sin duda acompañaban a las parejas a las camas, a la
parte trasera de los coches, al infierno, a los baños de los clubes cuando
las cosas se salían de control, y todo mi enfoque se había desplazado de
los chicos en el escenario al tipo que estaba de pie delante de mí.
Halo se veía totalmente jodible en sus jeans y camisa de lino blanco
que había estado jugando un juego de mírame pero no me toques conmigo
toda la noche. Con sus mangas de tres cuartos y cuello en V abierto, la
camisa debería haber sido un elemento disuasorio, considerando todo lo
que cubría. Pero cuando la luz la golpeaba de la manera correcta, cada
delicioso centímetro de él de la cintura para arriba era mostrada, y yo

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 246


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
quería que mis manos y mi boca volvieran a él tan pronto como fuera
posible.
Mirando por encima de mi hombro, observé el oscuro pasillo a la
izquierda del área del escenario que conducía a un conjunto de escaleras
detrás de una puerta de salida. Las había encontrado por accidente
durante una actuación que TBD había hecho aquí, cuando quería salir a
fumar antes de llegar al escenario. En vez de eso, terminé en un laberinto
de túneles debajo de la arena que eran como una madriguera de conejos.
El lugar perfecto para ir para que nadie pudiera encontrarte.
Cuando la canción llegó a su fin, me di la vuelta a tiempo para ver
a Chris y Jonny tomando unos tragos y a Dex cambiando sus guitarras,
y supe que tenían que estar llegando al final de su concierto.
Halo me miró por encima del hombro, su cara sonrojada por cantar
y saltar como el resto de los fans. La emoción de la noche se hizo evidente
en sus ojos mientras una gota de sudor bajaba por su sien.
—Esto ha sido jodidamente increíble —dijo, su exuberancia
contagiosa al pasar una mano por su cabello, y cuando las correas de
cuero de su muñeca salieron a la vista, mis ojos se fijaron en ellas, y tuve
un repentino deseo de verlo desparramado desnudo en mi cama con las
manos atadas... atado por mí.
Este joven ángel de rostro fresco me tenía más excitado de lo que
recordaba, y todo porque me había sonreído, pero qué sonrisa. Era obvio
que esta noche había funcionado. Toda la ansiedad de antes se había ido,
y cuando me acerqué un paso más a él, le dije:
—¿Has oído suficiente?
Cualquier cosa que Halo vio en mi expresión lo hizo deslizar su
lengua sobre esos labios perfectos mientras asentía, y sin pensarlo dos
veces, le agarré la muñeca y lo llevé por el oscuro pasillo.
Al girar a la izquierda, marchando hacia la puerta de salida, lo
remolqué detrás de mí. No se resistió, ni siquiera simbólicamente,

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 247


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
mientras yo empujaba a través de la puerta y lo llevaba por la escalera
de cemento que había dentro.
El sonido de los pies pisoteando se podía escuchar desde el piso de
la arena, y cuando llegamos a la parte inferior de las escaleras donde
comenzaba la madriguera del conejo, apreté mi puño en su muñeca y giré
a la derecha, sacándolo de la pasarela apenas iluminada y en un hueco
lleno de sombras, donde lo apoyé contra la pared y puse mis manos a
cada lado de él.
—¿Qué es este lugar? —La respiración de Halo era más rápida, sus
ojos un poco salvajes, y luego balanceó sus caderas contra las mías.
—Algún lugar privado —dije, justo cuando The Nothing se desató
con su último single. Golpeó a través de la arena como una bala de cañón,
y Halo agarró mis caderas.
—¿Algún lugar donde puedo... usarte, tal vez?
—¿Es eso lo que quieres? —dije, queriendo asegurarme de que lo
estaba leyendo bien, porque estaba a unos dos segundos de devorarlo.
Halo se inclinó hacia adelante y me mordió el labio inferior.
—Mhmm. ¿Estás listo para sacrificarte?
Me reí contra la boca burlona de Ángel.
—Bueno, mientras sea por el bien del hombre y todo eso.
—Será bueno para un hombre, eso es seguro. —Los dedos de Halo
se apretaron en mi trasero—. Entonces, ¿qué va a ser? ¿Tu mano, tu boca
o...?
—Cuidado, Ángel. Tu lado desviado se está mostrando.
—¿Sí? Bueno, tal vez estoy harto de ser bueno. Tal vez quiera ser...
malo esta noche.
Demonios, si yo no quisiera eso también, pero...
—No sabes lo que es ser malo.
—Bueno, si alguien pudiera enseñarme, serías tú. ¿Verdad, Sr.
Cínico?

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 248


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Quité mis manos de la pared y busqué las que tenía en mi culo,
luego lamí el sudor de su sien y le dije al oído:
—Pensé que nunca lo pedirías.
Dando un paso atrás, saqué a Halo de la pared y lo hice girar para
poder empujarlo hacia adelante, hasta que su frente quedara a ras con
el concreto.
Mientras molía mi verga rígida contra la rajadura de su culo, tomé
las manos de Halo y las planté sobre su cabeza.
—Mantenlas ahí. Quiero mirarte.
Halo hizo un sonido como un ronroneo, mientras suavizaba mis
manos a lo largo de sus brazos y cavaba mi nariz en la parte posterior de
su cabello. Olía de maravilla, como champú, jabón y sudor, y cuando mis
manos se deslizaron sobre sus costillas hasta las caderas, Halo se volvió
hacia mí.
Deslicé una mano para ahuecar la erección que amenazaba la
cremallera allí, y luego empujé mis caderas hacia adelante, empujando
hacia él de la manera que yo quería cuando finalmente nos deshiciéramos
de ese vaquero.
—Te gusta que puedas ponerme duro. ¿Verdad, Ángel?
—Sí —dijo Halo—. De verdad que sí, joder.
—Hmm. —Mis dedos se enroscaron a su alrededor y apretaron—.
Bien. Porque tengo que decir que me vuelve loco la forma en que tu
cuerpo me responde. Ni siquiera sabe lo que quiere, pero está suplicando
por ello.
Halo presionó su frente contra el frío hormigón y gimió, mientras
yo acercaba mis dedos a su cremallera hasta el botón de sus pantalones
vaqueros y lo abría.
—Jesús. —Giró la cabeza cuando bajé la cremallera, y cuando
empujé mi mano hacia adentro para encontrar su pene, mi nombre salió
de sus labios.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 249


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—Recuérdame —dije contra el fino material de su camisa— ese
sueño que tuviste en el avión, donde te llevé al baño y te follé...
—Oh Dios. —Halo cerró de golpe sus ojos, su erección
sacudiéndose en mi mano.
—Dijiste que te mordí. —Cuando Halo no respondió pero su
mandíbula se apretó, gruñí—. ¿Ángel?
—Sí. Yo… —Las palabras de Halo se cortaron al inhalar, mientras
pasaba mi pulgar por encima de la cabeza mojada de su polla—. Joder,
Viper.
Me reí entre dientes, pero el sonido era tenso incluso para mis
propios oídos. Estaba muy duro, listo para finalmente entrar en Ángel si
me dejaba, y como estaba a dos tirones de llegar en mi mano, pensé que
podría tener una oportunidad.
—Dijiste que te mordía —repetí, y esta vez Halo asintió como si
hubiera perdido la capacidad de hablar. Pero cuando sus ojos
encontraron los míos, noté lo oscuros que estaban, lo necesitados que
estaban. Halo estaba tan nervioso como yo, exactamente donde lo quería.
—En tu hombro, ¿verdad? —Mis ojos se posaron en el lugar en
cuestión—. Mi polla en tu culo y mis dientes en tu hombro. Eso es muy
caliente. Mírate, soñando con cosas de las que no sabes nada. ¿Todavía
quieres eso?
Todo el cuerpo de Halo se estremeció en respuesta cuando asintió.
—Sí.
Lentamente acaricié mi mano hasta la raíz de su asta, y cuando
llegué allí, apreté mi agarre.
—Bien —dije, y lo deje ir—. Entonces, larguémonos de aquí. Porque
si vas a usarme, lo harás desnudo en mi cama, donde finalmente podré
correrme sobre ti cuando termines.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 250


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Cuarenta y cinco
Viper
—¿Cambiaste de idea? —Con mi llave en la cerradura de la casa de
huéspedes, miré por encima de mi hombro hacia donde estaba Halo con
las manos metidas en sus bolsillos.
Las luces alrededor de la piscina brillaban sobre el agua e
iluminaban su cabello como un halo, y cuando sacudió la cabeza y dijo:
—No —me pregunté si era él el que hablaba o los dos shot que había
tomado en la camioneta de camino a casa.
No habíamos dicho mucho desde que dejamos los túneles en el
estadio, pero durante todo el viaje de vuelta, me había dado cuenta de
que los ojos de Halo vagaban sobre mí. Mi cara, mi pecho, mi polla dura
como el infierno, que no tenía ninguna esperanza de ocultar, y cuando
tomó el whisky y lanzó un trago, sólo podía empezar a imaginar lo que
estaba pasando dentro de esa cabeza suya.
Cuando no abrí inmediatamente la puerta, Halo ladeó la cabeza y
dijo:
—¿Quieres cambiar la tuya?
Una sonrisa tiró de la esquina de mis labios mientras miraba hacia
abajo a mi erección.
—¿Qué te parece?
Halo caminó hacia adelante hasta que estuvo tan cerca que la brisa
nocturna tuvo dificultades para interponerse entre nosotros.
—Creo que deberías abrir la puerta antes de que uno de los chicos
salga y escribas otro soneto sobre tu... frustración.
No puedo decir que no le advertí, pensé, mientras giraba la llave y
abría la puerta. Me hice a un lado, así que Halo tuvo que caminar a mi

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 251


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
lado para entrar, y mientras él pasaba, inhalé profundamente, su olor
embriagaba cada uno de mis sentidos. No veía la hora de desnudarlo y
subirme a él. Quería probar, tocar y joder cada centímetro de él. Pero
también sabía que tenía que jugar esto bien. Esta era la primera vez para
Halo, y aunque él había dado todas las indicaciones de que lo deseaba,
lo necesitaba fuera de su mente rogándolo antes de que llegáramos allí.
Cerré la puerta y me aseguré de pasar la cerradura, lo último que
necesitaba era una visita a medianoche de uno de los chicos si les daba
la gana, y cuando me di la vuelta para encontrar a Halo parado al pie de
mi cama, me dije que debía calmarme.
—Si no te conociera mejor, pensaría que estás nervioso —dijo Halo
mientras me miraba a través de la habitación.
—Pero ya que sabes que es una maldita mentira, ¿qué piensas que
soy?
Halo miró por encima de su hombro a la desordenada cama que
ocupaba la mayor parte del espacio vital de la casa de huéspedes y dijo:
—Estas tenso —y cuando volvió a poner los ojos en los míos,
añadió—: Cargado. Envarado.
—Estoy tratando de ser... educado.
—¿Quién te pidió que fueras educado?
Eso era todo, basta de estar de pie junto a la puerta. Si alguna vez
me habían dado luz verde, fue en ese momento, me dirigí a Halo, tomé su
barbilla en mi mano, y dije:
—Espero que lo digas en serio, porque eso fue lo más educado que
puedo ser.
Cuando los ojos de Halo brillaron y sus labios se transformaron en
una sonrisa justo a este lado del triunfo, el sonido que salió de mi
garganta fue casi salvaje cuando alcancé la parte posterior de su cuello,
enredé mis dedos a través de su cabello, y luego aplasté mis labios sobre
los suyos. La boca de Halo se abrió bajo el asalto en un instante, y sus

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 252


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
manos se levantaron para agarrar mi camiseta cuando su lengua
encontró la mía y gimió ante el contacto.
Sabía a whisky y a sexo mientras pasaba sus manos por mi
estómago hasta la parte inferior de mi camiseta, y cuando las metió
debajo del material negro, pasé un brazo alrededor de su cintura para
agarrar su trasero.
Arrastré el cuerpo de Halo lo más cerca que pude, y cuando puse
mis caderas contra las suyas, se apartó de mi boca y me dijo:
—Si voy a usarte, tienes que quitarte esto.
Mi cerebro tardó un segundo en darse cuenta de lo que quería
exactamente, pero cuando comenzó a empujar mi camiseta por mi torso,
sonreí.
—Parece que estás haciendo un buen trabajo. ¿Por qué no me la
quitas?
Al soltarlo, miré hacia abajo, hacia donde sus manos se habían
detenido, y luego volví a su cara sonrojada, antes de levantar los brazos
por encima de mi cabeza. Halo bajó los ojos hasta el punto en que sus
manos estaban enredadas en el material, luego comenzó a subir
lentamente mi camiseta por mi cuerpo. Cuando llegó a la mitad del
pecho, me miró desde debajo de sus pesados párpados, y todo lo que vio
allí lo hizo inclinarse para poner sus labios en el centro de mi esternón.
Con el toque de su cálido aliento en mi piel y el… jódeme…
movimiento húmedo de su curiosa lengua, bajé mis brazos para poder
deslizar mis dedos en su cabello. Halo hizo un zumbido bajo en su
garganta mientras besaba su camino hacia mi pezón izquierdo,
empujando el material hacia arriba, fuera de su camino, y entonces el
ángel se volvió más audaz, trazando su lengua alrededor de la superficie
plana que había encontrado.
—Cristo. —Apreté los dedos en su pelo y tiré de su cabeza hacia
atrás para que se viera obligado a mirarme, y la sonrisa que se deslizó

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 253


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
por la boca de Halo hizo que mi polla se sacudiera detrás de la cremallera
de mis vaqueros.
—He querido volver a verte sin camiseta desde esa noche en tu casa
—dijo Halo mientras se enderezaba, y solté mi mano para que me la
quitara. Cuando la tiró al suelo, los ojos de Halo se abalanzaron sobre
mí, y su mirada ardiente era algo tangible mientras mi piel se calentaba
en todas partes donde esos ojos hambrientos me tocaban.
—Me pusiste nervioso esa noche. Estaba tan confundido contigo.
—Halo extendió la mano y trazó un dedo desde la base de mi cuello hacia
abajo entre mis pectorales, y cuando le agarré la muñeca, deteniéndolo,
sonrió.
Tirando de Halo, le di un fuerte beso en la boca y le dije:
—¿Y sigues confundido?
Halo tomó mi otra mano y se la llevó a la parte delantera de sus
vaqueros, donde empujó sus caderas hacia adelante.
—¿Me siento confundido para ti?
No, no lo hacía, carajo. Se sentía como un hombre que sabía
exactamente lo que quería, especialmente cuando apreté el contorno de
su polla a través de sus pantalones, deslizando mi mano arriba y abajo
por su gruesa longitud.
—Gracias a Dios —murmuré contra su boca mientras abría el
botón de sus jeans y luego bajaba la cremallera—. Si fueras sólo un
provocador después de todo esto, me tiraría de un puente.
Una risita baja dejó la garganta de Halo mientras sentía cómo subía
por mi pecho, explorando los contornos de mi cuerpo.
—Tan diferente —dijo, con las yemas de sus dedos moviéndose
hacia abajo para rizarse alrededor de la cintura de mis pantalones
vaqueros. Me desabrochó los pantalones, en un segundo caliente su
mano se arrastró debajo de mi bóxer para envolver mi polla como una
segunda piel—. Mmm. Me gusta cómo te sientes.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 254


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Mierda. No había vacilación en la voz de Halo ahora, solo una
sensación de asombro, como si se sorprendiera al ver lo mucho que le
gustaba la forma en que otro hombre se sentía. Maldita sea, apenas me
había tocado, y yo estaba desesperado por más.
Dejé escapar un gemido cuando él comenzó a acariciar mi polla,
mis labios se estrellaron contra los suyos, mi lengua empujando la suya
de una manera que decía: Más... más duro... más rápido...
—Oh, mierda —dijo Halo, apartando su boca para mirar hacia
abajo donde estaba agarrando mi polla, ya no acariciando, sino tocando
con el dedo la barra curva que perforaba la cabeza de mi eje.
Contuve el aliento, esperando ver lo que haría, y el ángel no me
decepcionó. Me soltó para tirar de mi bóxer y mis vaqueros hasta el suelo,
y luego miró hacia arriba.
Agarré la base de mi polla, apuntándola en dirección a Halo para
que él pudiera verla mejor.
—¿Ves algo que te guste, Ángel?
Se humedeció los labios, sus ojos iban desde el piercing hasta mi
cara y de nuevo hacia abajo.
—¿Dolerá?
Una pregunta tan honesta viniendo de esos ojos claros y curiosos.
—Se sentirá tan jodidamente bien que nunca querrás que me corra.
La mirada de Halo volvió a caer en mi polla.
—Realmente... —Entonces, antes de que supiera que iba a hacerlo,
su lengua salió a lamer un camino a lo largo de mi rendija, y mis caderas
se alzaron por la sorpresa. Me miró y preguntó—: ¿Está bien?
—Ángel, cualquier cosa que quieras hacer conmigo está más que
jodidamente bien. —Apenas salieron las palabras antes de que Halo
repitiera el movimiento, esta vez también burlándose de la barra con su
lengua de una manera que hizo que mis ojos casi se dieran vuelta hacia
atrás en mi cabeza. Pero los obligué a permanecer abiertos, a permanecer

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 255


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
concentrados en el hombre de rodillas que probaba, experimentaba y casi
jodía mi polla con su lengua.
Una de las manos de Halo reemplazó el agarre que tenía en mi
polla, agarrando la base para mantener mi erección firme mientras
provocaba, mientras que su otra mano se aferraba a la parte posterior de
mi muslo.
Era una imagen perfecta, una que quería grabar en mi mente para
siempre. Lo único que podía superar esto era entrar en el ángel, toda esa
piel sedosa desnuda y debajo de mí, cubierta de sudor.
Me estaba volviendo loco, y era todo lo que podía hacer para poner
mi mano en su brazo y ponerlo de pie, pero eso era lo que tenía que pasar
si quería que me metiera en su interior y no en su garganta.
—Tan bueno como se siente, te necesito desnudo. Ahora. —
Mientras agarraba la camisa de lino de Halo y lo arrastraba hacia mí para
poder saborearme en sus labios, el material delgado se rasgó, y me tomó
dos segundos decirme al diablo con eso. No me costó mucho que la
camisa se rompiera fácilmente en mis manos, y tiré los restos en el suelo
mientras Halo me miraba, con una mezcla de lujuria y diversión en sus
labios—. A menos que quieras que haga lo mismo con tus pantalones, te
sugiero que te los quites de encima.
Fragmentos de luz de luna asomaron alrededor de las tablillas
cerradas de las persianas, pero incluso en la luz tenue, podía distinguir
cada centímetro desnudo de Halo mientras se bajaba sus pantalones
vaqueros y los pateaba lejos. Torcí mi dedo hacia él, y él siguió mi orden,
caminando hacia adelante hasta que estuvimos cara a cara, ambos
desnudos, nuestros cuerpos zumbando con anticipación. Maldita sea.
Finalmente estaba a punto de obtener por lo que había estado muriendo.
—Sube a mi cama, Ángel.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 256


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Cuarenta y seis
Halo
Ante la solicitud de Viper, mi corazón palpitó, toda la sangre
corriendo directamente a mi polla. Cada terminación nerviosa en mi
cuerpo estaba viva con conciencia, incluso sin que Viper me tocara, y,
sintiéndome valiente por el ligero zumbido del alcohol corriendo por mis
venas… y caliente como el infierno… dejé que mis dedos rozaran su
erección antes de caminar hacia la California king que estaba al frente y
en el centro de la habitación. Era como si hubiera sabido quién sería su
dueño y se hubiera asegurado de ser el punto focal tan pronto como
entraras.
Un gruñido dejó la garganta de Viper cuando me subí a la cama,
dándole una vista privilegiada del culo que yo sabía que se moría por
entrar. Mierda, yo también quería eso. Quería a Viper como fuera que
pudiera conseguirlo, y después de la forma en que me había hecho
calentar en el concierto, por no mencionar todos los preliminares de las
últimas semanas, en todo en lo que había podido pensar era en cómo se
sentiría al tenerlo penetrándome allí. En un lugar donde nadie había
estado nunca. Quería que Viper fuera a quien permitiría entrar en mi
cuerpo, porque a) Nunca me había excitado tanto nadie en mi vida, y b)
Porque sabía que Viper lo haría jodidamente increíble.
Sentí que la cama se hundía detrás de mí, y miré por encima de mi
hombro para ver a Viper con una rodilla en la cama y sus manos
apoyadas en el colchón. Sus ojos estaban sobre mí, por todas partes, y
fue entonces cuando una onda de nervios recorrió mi cuerpo. Pero tan
pronto como llegaron, fueron alejados rápidamente cuando él se inclinó
hacia delante y lamió un camino a lo largo de una de mis nalgas. Mi

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 257


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
cabeza se inclinó hacia adelante mientras repetía el movimiento del otro
lado. Sus dientes rozaron a lo largo del camino mojado, mordiendo mi
piel, y me encontré empujando hacia él, queriendo más de su boca sobre
mí.
La lengua de Viper desapareció, pero sólo por un momento, porque
entonces estaba sobre mí, lamiendo mi espina dorsal, dejando piel de
gallina en su camino.
—Malditamente delicioso —murmuró, mientras su boca se movía
hacia mi hombro derecho, y mientras lo sentía morder la piel allí, su
mano izquierda se acercó para agarrar mi polla. La sensación de placer
ahuyentando el dolor era nueva, y empujé en la mano de Viper, queriendo
que la fricción de su fuerte agarre aliviara el dolor que me había estado
causando toda la noche.
—¿Es así como lo imaginaste? —dijo Viper, sus dientes
hundiéndose en un punto por encima del último.
—Joder, sí —dije. Sólo que en mi sueño, no me había atrevido a
imaginar que pasaría en la cama de Viper, pero aquí estaba yo, boca
abajo, con su polla siguiendo la grieta de mi culo, dándome la más
mínima pista de lo que iba a pasar.
Con mi polla dura y pesada en la mano, y después de horas de
frustración sexual reprimida, no pasó mucho tiempo antes de que
pudiera sentir mi orgasmo amenazando. Pero mientras me tensaba, Viper
retrocedió por completo, su boca y sus manos desaparecieron, su
erección ya no se deslizaba entre mis mejillas.
Debí haber gemido por su pérdida, porque Viper soltó una risita
mientras caminaba hacia la mesita de noche y abría el cajón.
—¿Te sientes un poco necesitado, Ángel?
—Nunca te tomé por un maldito bromista —refunfuñé, rodando de
lado para observarlo y tomando el asunto en mis propias manos
agarrándome mi polla. Viper tiró un condón en la cama y sacó una botella
de lubricante antes de cerrar el cajón.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 258


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Te dije que te movieras? —dijo.
—Te fuiste.
—No voy a ir a ninguna parte. Sobre tus manos y rodillas, Ángel.
Dios, al ver a Viper de pie junto a la cama, con el cuerpo
completamente expuesto y el piercing de su Príncipe Alberto atrapando
la luz de la luna, me hizo querer hacer cualquier cosa menos apartarme
de él. En ese momento, con el poder que irradiaba Viper, y esos músculos
definidos tensos bajo su piel oliva, encarnaba la parte del chico malo, el
dios del sexo que vino a tomar lo que quería, y ese era yo.
Mi polla se sacudió en la palma de mi mano mientras mis ojos
vagaban sobre él, y entonces, hambriento de lo que él me daría, regresé
sobre mis manos y rodillas. Viper abrió la botella de lubricante mientras
se subía a la cama, y yo agarré mi pene para darle un golpe firme, porque
aunque todo esto era completamente nuevo para mí, la idea de qué y
dónde estaba a punto de poner sus dedos resbaladizos tenía mis dedos
del pie curvados antes de que me hubiera tocado.
—Ni siquiera pienses en correrte —dijo Viper desde detrás de mí—
. Es mi tarea esta noche.
Mi cuerpo tembló ante sus palabras, que sonaban como una
promesa y una amenaza, pero de cualquier manera, pellizqué la cabeza
de mi polla en un esfuerzo por sofocar el clímax que amenazaba con
estallar.
Viper debe haber cogido el movimiento, porque una risa baja
encontró mis oídos al mismo tiempo que los dedos fríos se burlaban de
la parte superior de mi grieta.
—Ves, eres bueno. Incluso recibes órdenes.
Abrí la boca para decir que Dios sólo sabía a cambio de qué, pero
Viper eligió ese momento para acariciar su dedo resbaladizo entre las
mejillas de mi culo, haciéndolas flexionarse, mientras yo agarraba el
edredón debajo de mí.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 259


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Vale, eso se sintió... cuando Viper lo hizo de nuevo, pero esta vez
empujó la almohadilla de su dedo sobre mi agujero, automáticamente
empujé hacia atrás... realmente bien.
—¿Te gusta eso, Ángel?
Mis nudillos blancos y mi pene palpitante parecían indicar que sí,
y cuando miré por encima de mi hombro para ver a Viper mirándome
fijamente, me di cuenta de que estaba esperando una respuesta.
Asentí.
—Sí.
Cuando repitió el movimiento, mantuvo sus ojos fijos en los míos
hasta que la presión contra mi entrada se sintió tan bien que tuve que
cerrar los ojos con fuerza.
Mi polla goteó por toda mi mano, mientras mi cabeza caía y traté
de calmar mi cuerpo. Pero Viper estaba empeñado en mantenerme
nervioso mientras continuaba dándome masajes en un lugar donde nadie
me había tocado antes.
Jesús. Sabía que venir a la cama de Viper iba a cambiarme en
formas de las que nunca podría volver. No solo porque era un hombre,
sino porque un simple toque suyo me dio más placer del que nunca había
experimentado en mi vida.
Como para enfatizar ese punto, Viper se burló de mí una, dos veces,
y luego empujó más firmemente contra mí hasta que su dedo se deslizó
hacia adentro, y todo mi cuerpo se apretó en respuesta.
—Jodido infierno —gruñó, mientras me daba un masaje con su
otra mano en la mejilla del culo, relajándome, separándome un poco
más—. ¿Estás bien?
¿Lo estaba? No tenía ni idea. Mi mente estaba girando ante la
sensación de tener algo de él dentro de mí, y cuando ese pensamiento me
golpeó, mi polla palpitó en mi mano y tuve mi respuesta.
—Sí, es sólo que... es diferente.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 260


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
—¿Diferente bueno? —Viper retiró lentamente el dedo, pero no
salió del todo antes de volverlo a introducir—. ¿O malo?
Mis ojos se cerraron de golpe cuando todas las nuevas sensaciones
se apoderaron de mí y se registraron.
—Bien. Se siente muy bien.
El sonido que hizo Viper fue medio gemido, medio gruñido, cuando
quitó la mano y alcanzó la botella a su lado. Cuando el líquido frío golpeó
la piel caliente de mi grieta, maldije cuando el músculo se flexionó
automáticamente en respuesta.
—Cristo. Estoy tomando cada gramo de control que tengo para no
perforarte a través del maldito colchón en este momento, Ángel.
Esas palabras y el tono de Viper probablemente deberían haberme
impactado, pero como si mi cuerpo estuviera cableado para el suyo, mis
pelotas se apretaron hasta el punto en que tuve que apretar el puño a mí
alrededor para detener mi liberación.
—Te gusta esa idea —dijo Viper, mientras acariciaba dos dedos por
el mismo camino que había tomado hace un minuto—. Quédate esta
noche, Ángel, y podemos volver a intentarlo. Lo promeso.
Dios, ¿cómo sería eso? Tener a Viper... ¿Cómo dijo? ¿Perforando
dentro de mí?
Pero antes de que pudiera pensar más en ello, Viper estaba
metiendo dos dedos dentro de mí y girándolos lentamente,
ensanchándolos hasta que oh, joder, golpeó lo que tenía que ser mi
próstata, porque se sentía jodidamente irreal.
Yo empujé hacia atrás, queriendo sentirlo de nuevo, y la risa
siniestra que vino por encima de mi hombro me dijo que esa era
exactamente la reacción a la que Viper había estado apuntando. Durante
los siguientes minutos, continuó sacándome de mi siempre amada
mente. Burlándose y atormentándome, llevándome al borde del abismo,
sólo para quitarme del borde. Finalmente, cuando pensé que podría
matarlo, Viper liberó su mano.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 261


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Por el rabillo del ojo, lo vi alcanzar el condón que había tirado en la
cama antes. Cuando lo agarró, mi cuerpo tembló, todo mi ser ahora
anhelaba el suyo en cualquier forma que quisiera darme; y cuando
escuché el sonido revelador de él abriendo el paquete, solté mi verga y
apoyé mis manos en el colchón.
Dios mío, esto está a punto de suceder. Estoy a punto de tener sexo...
con Viper, y si hubiera habido alguna duda en mi mente acerca de quién
me había puesto tan nervioso, las fuertes manos que ahora agarraban
mis caderas lo dejaron muy claro.
Mientras miraba la almohada a unos centímetros en la cama, noté
la hendidura en ella de la cabeza de Viper, y me pregunté si era allí donde
había estado la noche anterior cuando me llamó y se corrió en mi oído.
El pensamiento me hizo volver a él, y cuando los dedos de Viper se
clavaron en mi piel, gemí.
—¿Estás listo, Ángel? —La pregunta no era una que normalmente
pudiera imaginar haciendo a Viper. Pero el hecho de que se tomara el
tiempo para asegurarse de que todavía estaba a bordo era exactamente
por qué sabía que no era el imbécil que había dicho antes.
Viper se preocupaba lo suficiente para asegurarse de que esto fuera
tan bueno para mí como lo era para él; de no ser así, él habría estado
empujando su camino dentro de mí sin importar mi respuesta, y eso sólo
lo hizo más caliente.
—Sí —dije, aunque mi voz sonaba desgarrada hasta en mis propios
oídos—. Muy listo.
Viper alisó una palma sobre una de mis nalgas.
—Esa es la respuesta perfecta.
Era la única respuesta. Le había dicho antes que sólo le diría que
sí esta noche, y un día de estos, Viper iba a tener que empezar a darse
cuenta de que lo que dije iba en serio.
Cuando Viper me abrió las mejillas, sentí que la cabeza de su polla
se burlaba de la resbaladiza tira de piel sobre la que había trabajado, lo

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 262


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
que me permitió familiarizarme con tenerlo allí, sintiendo su presencia
de una manera tan monumental detrás de mí. Me mecí contra él,
disfrutando de la sensación de tener algo duro frotando arriba y abajo, y
a medida que mis movimientos se hacían más rápidos, los dedos de Viper
se clavaron con más fuerza en mi piel.
—Mierda. Si te mueves así cuando mi polla este dentro de ti, no voy
a durar lo suficiente para gritar tu maldito nombre.
Sonreí al ver el tormento en la voz de Viper, no que él pudiera
verme, porque la idea de que estaba tan afectado por mí como yo lo estaba
por él era un infierno de emoción.
—Tengo que entrar en ti —dijo mientras empujaba la punta de su
eje hacia mi abertura—. Si quieres parar...
Miré hacia atrás por encima de mi hombro.
—No lo haré.
La mandíbula de Viper se apretó antes de bajar los ojos para ver lo
que estaba haciendo, y cuando la amplia cabeza atravesó ese primer
anillo apretado de músculo, mi cuerpo se congeló. El ardor fue
instantáneo, la presión insana, ¿pero la promesa de lo que yo sabía
estaría al otro lado de la incomodidad, como cuando Viper me mordió en
el hombro pero luego me quitó el dolor con placer...? Esa era la sensación
que perseguía, y sabía que él cumpliría.
Me agarré a las mantas cuando Viper entró lentamente en mi
cuerpo, y justo cuando pensé que la incomodidad podría superar mi
deseo de encontrar el oasis que sabía estaba al otro lado, Viper se movió
hacia abajo sobre mí y me enrolló un brazo alrededor de la cintura.
Cuando su piel desnuda entró en contacto con la mía, sus dedos
se envolvieron alrededor de mi pene suavizado y me acariciaron. El placer
que sentí fue instantáneo, su toque haciendo que la lujuria que había
tomado un desvío volviera rugiendo a la superficie, mientras se
acomodaba detrás de mí y empezaba a trabajarme.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 263


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
Me besó la parte superior del hombro y en el cuello hasta la oreja,
y cuando Viper me chupó el lóbulo, automáticamente me empujé hacia
atrás.
—Maldita sea, Ángel. ¿Cómo voy a salir ahora?
Mi polla se sacudió cuando mi culo se agarró a la polla en mi
interior, y la maldición que dejó a Viper me dijo que cualquier cosa que
acabara de hacer se sentía jodidamente bien.
Salió lentamente, cada milímetro de pura tortura hasta que volvió
a empujar hacia adelante, llenándome. Con el frente de Viper a ras de mi
espalda, me deleité en la forma en que su fuerte cuerpo se sentía contra
el mío, y mientras él salía de nuevo, me agarré a su muslo y lo sostuve
allí.
Viper tarareó su aprobación contra la base de mi cuello.
—Tampoco parece que quieras que me vaya. —Empezó a mover las
caderas un poco hacia atrás y hacia adelante, pequeños empujones que
me hicieron jadear. Mi cabeza cayó hacia adelante mientras clavaba mis
dedos en su muslo, la nueva sensación casi abrumadora de lo bien que
se sentía—. A mí también me gusta eso.
Mientras seguía conduciéndose en mí, rodeó con su pulgar la
cabeza de mi polla, extendiendo el presemen por todo lo largo en un
deslizamiento resbaladizo. Fue casi demasiado, Viper me llenaba por
detrás mientras me trabajaba la polla. Pero no fue hasta que me mordió
en el hombro otra vez que me envió volando sobre el borde. No tuve otra
opción entonces: tuve que dejarme ir y permitir que la marea me llevara
a donde fuera.
—Eso es, Ángel —dijo Viper, su voz gruesa y grave—. Tu culo está
tan apretado que me está estrangulando la polla.
Me estremecí, los temblores de mi orgasmo arrastraron mi cuerpo
hasta el olvido, y descubrí que ya no podía sostenerme más. Con la polla
gastada, me desplomé en el colchón, y Viper salió completamente, el peso

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 264


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
de él desapareció. Antes que tuviera la oportunidad de llorar la pérdida,
sus fuertes brazos me rodearon, sosteniendo mi espalda.
—Morí —dije—. Me mataste.
Una sonrisa arrogante apareció en la cara de Viper al inclinar su
cabeza hacia la mía.
—No puedo esperar a matarte de nuevo, Ángel.
Entonces sus labios se estrellaron contra los míos, un encuentro
brutal de bocas que ardió rápidamente y murió demasiado pronto cuando
arrancó su boca y se sentó de rodillas.
—Creo que te debo algo —dijo, quitando el condón de su longitud
tan dura como una roca. Luego tomó su polla en la mano y movió esos
talentosos dedos arriba y abajo de su longitud de la misma manera que
lo hacía con su guitarra.
Jesús, es tan sexy como el pecado. Viper montó un espectáculo
privado para mí, sus ojos me tomaban, los tendones de su cuello se
tensaban, un brillo de sudor cubría su apetitoso cuerpo. Sabía lo que iba
a pasar, porque yo lo había pedido. Lo había estado imaginando desde
que oí a Viper correrse en mi oído.
Viper se sacudió más rápido, acercándose al borde del abismo. Su
cabello oscuro cayó sobre sus ojos, su respiración se volvió irregular, y
por mucho que quisiera ponerle las manos encima, anhelaba la forma en
que se desmoronaría frente a mis ojos.
—Eres tan sexy —dije, incapaz de evitar que las palabras salieran
de mi boca. Estaba hipnotizado—. Podría verte follarte durante horas.
El cuerpo de Viper se puso tenso, su mano deslizándose
erráticamente sobre su polla mientras los chorros de semen caliente
golpeaban mi estómago y mi pecho. Un grito embriagador llenó mis oídos
cuando el orgasmo de Viper rugió a través de él, aparentemente sin fin,
y cuando cayó hacia adelante encima de mí, hundió su cara en mi cabello
y respiró profundamente.

Serie Ángel CAÍDO 1 ~ 265


Ella Frank &
Brooke Blaine Halo
A medida que la adrenalina amainó, y todas las conversaciones
cesaron, los únicos sonidos que pude oír fueron las olas del océano afuera
y la pesada respiración de Viper en mi oído. El peso de su cuerpo presionó
sobre el mío, y pude sentir el rápido latido de su corazón, cuando la
realidad volvió a caer.
Acabo de tener sexo con Viper... Viper. Y había volado cualquier
otra experiencia sexual que hubiera tenido. No me lo esperaba. Sabía que
sería intenso, porque Viper lo era, pero la experiencia de ser tomado tan
completamente por un hombre como él, y amar cada segundo de ello, me
sorprendió. Supuse que una noche con él bastaría para calmar el
doloroso deseo que había despertado, pero me había equivocado. Usar, y
ser usado por Viper, sólo me había dejado con ganas de más.
Dios, esto iba a ser complicado. Pensé que me había metido en esto
con los ojos bien abiertos. Conocía a Viper. No tenía ninguna ilusión
sobre quién era o qué quería, porque pensaba que quería lo mismo.
Pero mientras estaba tumbado allí, con la respiración constante de
Viper contra mi cuello, me di cuenta de que no sabía nada. Porque entrar
en la cama de Viper no sólo había cambiado mi vida, sino que me había
mostrado lo que me había estado perdiendo.

Fin

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Realizado por

Lelu

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Acerca de las autoras


Brooke Blaine es una de las autoras más
vendidas de romance contemporáneo de USA, que
abarca desde comedia hasta suspenso y erotismo.
Este último ha marcado a su conservadora familia
sureña de por vida, dios bendiga sus corazones.

Si desea ponerse en contacto con ella, es fácil de encontrar, solo


esté atento al tono de llamada de Rick Astley que ha dominado su teléfono
celular durante años.

Ella Frank es la autora más vendida de


USA. Una fanática de toda la vida del género
romántico, Ella escribe ficción contemporánea y
erótica y vive con su marido en Portland, Oregón.
Algunos de sus autores favoritos incluyen
a Tiffany Reisz, Kresley Cole, Riley Hart, J.R.
Ward, Erika Wilde, Gena Showalter y Carly
Philips.

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Agradecimientos especiales
Hemos querido sumergirnos en una serie de estrellas de rock
durante bastante tiempo, y las estrellas finalmente se alinearon para que
te trajéramos a los chicos de Ángel Caído! Estas sexy rockeras recién
están empezando, así que esperamos que continúes su viaje en Viper.
Nos gustaría agradecer a los siguientes talentosos humanos por
ayudarnos a dar vida a Halo:
Hang Le por las magníficas cubiertas, banners y teasers de la serie
Ángel Caído.
Sarah Jo Chreene por algunas divertidas sorpresas que te esperan
con esta serie (¡shhh aún no lo contamos!).
Arran por una edición siempre entretenida
Judy revisora por ser nuestra última mirada en Halo.
Un agradecimiento especial a los Naughty Brellas que nombraron
a los chicos de Ángel Caído!
Jay Ell (‘Halo’)
Jayne John (‘Viper’)
Brittany Cournoyer (‘Killian’)
Vandy Marie Bauer (‘Jagger’)
Sharna Morris (‘Slade’)
Un enorme agradecimiento a los bloggers que apoyan nuestro
trabajo al tomar tiempo de sus ocupadas vidas para compartir nuestros
lanzamientos. Ustedes son las verdaderas estrellas de rock. <3

Por último, si está leyendo esto, también nos gustaría agradecerte


por recoger esta copia de Halo. Estamos muy agradecidos de poder
escribir estas historias en nuestra cabeza para vivir, y eso sólo es posible
con su apoyo continuo. Un millón de gracias y grandes abrazos de oso.
Xoxoxoxox,
Ella y Brooke

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Ella Frank &
Brooke Blaine Halo

Próximamente
Serie Ángel Caído
2 - Viper
Química abrasadora. Letras al rojo
vivo. Un chico malo irresistible.
Halo, el nuevo cantante principal
de Ángel Caído, nunca tuvo una
oportunidad contra Viper, el
legendario guitarrista principal de
la banda.
Desde el momento en que Halo
puso un pie en la guarida de Viper,
el fósforo se encendió, amenazando
con consumir a los dos hombres
con el calor de su deseo. Pero
cuando sus aventuras informales
comiencen a transformarse en
más, ¿dejará a toda la banda en
llamas?
Después de todo, puede que haya
sido Halo quien cayó de la gracia,
pero es sólo cuestión de tiempo
antes de que Viper se enamore de
un ángel.

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