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"AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD"

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS


CURSO:
ACTO JURIDICO
TEMA:
LA SIMULACIÓN EN EL ACTO JURIDICO
ALUMNA:
ELSA ANAIS LOPEZ RIVERA
PROFESOR:
JORGE ALBERTO PEÑA PUESCAS
CICLO:
III - “A”

2019
LA SIMULACIÓN DEL ACTO JURIDICO
El acto jurídico simulado es aquel que, por su concierto de las partes, tiene
una apariencia distinta de la que realmente le corresponde. Es decir, existe
en ambos sujetos el propósito de presentar el acto como real, a pesar de que
no existe el acto jurídico o es distinto del que se aparenta realizar; se trata,
pues, de una ficción para engañar a terceros. En consecuencia, el acto
simulado es el que tiene una apariencia contraria a la realidad, o porque no
existe en absoluto o porque es distinto de como aparece.
La simulación del acto jurídico, si bien es cierto lleva consigo como uno de
sus componentes esenciales el engaño hacia los demás, sin embargo, debe
precisarse que no toda simulación es ilícita o perjudicial, por cuanto mientras
no vaya contra el ordenamiento legal o agravie a terceros, un acto jurídico
simulado puede ser válido.
CARACTERISTICAS DE LA SIMULACIÓN:
La simulación para ser considerada como tal, requiere de la presencia de tres
elementos que la configuran, las mismas que son las siguientes:
 Dicotomía o divergencia entre la declaración exteriorizada y la
intención o lo realmente querido
Para que exista el acto jurídico simulado, debe concurrir la
disconformidad entre lo que los celebrantes emiten como declaración ante
los demás y, la real intención que permanece guardada o reservada para
ellos. Como se apreciará la voluntad exteriorizada (declaración) no debe
guardar conformidad con la voluntad interna que existe entre los
celebrantes (intención).
 Acuerdo Simulatorio
Esta característica es conocida en la doctrina como "concierto entre los
celebrantes a la generar el acto jurídico simulado". En ese sentido, el acto
jurídico será considerado simulado si las partes se ponen de acuerdo o
tienen conocimiento que su declaración no corresponde a la real intención
de ellos. Consecuentemente si uno de ellos desconoce que el acto jurídico
el simulado, o no tiene voluntad para ello, simple y llanamente no existirá
el mencionado acto, por ende, estaremos frente a una voluntad que se
encuentra viciada.
 Finalidad de producir engaño
Además de existir disconformidad entre lo declarado ante los demás y lo
realmente querido, acuerdo entre los celebrantes para generar el acto
simulado, también se requerirá que exista el firme propósito de engañar
entre los celebrantes para generar el acto simulado, también se requerirá
que exista el firme propósito de engañar ante los demás, por cuanto se
hará aparecer una verdad distinta a lo realmente deseado por los
celebrantes.
CLASES:
Existen dos clases de simulación, esto es absoluta y relativa, dentro de esta
última tenemos a la simulación parcial, por interpósita persona, lícita e
ilícita:
SIMULACIÓN ABSOLUTA: Cuando se aparenta la celebración de un
acto jurídico, sin que exista ninguno otro encubierto. Las partes conciertan
para declarar un acto jurídico que no han celebrado y que tampoco encubre
otro que han querido. Se trata de un acto calificado de inexistente porque
carece de una verdadera manifestación de voluntad; se trata del concierto
para el engaño total; se aparenta un acto jurídico que realmente no se ha
celebrado.
A través de la simulación absoluta se busca dar existencia a un acto jurídico
sin contenido, vacío y neutro, donde la voluntad es una ficción, nada es
querido, nada es deseado; no existe una voluntad real de celebrar el acto
jurídico. Por ello un importante sector de la doctrina considera que en el acto
jurídico que lleva consigo la simulación absoluta prácticamente no hay
consentimiento. La voluntad externa no concuerda con la voluntad interna
emitida por los celebrantes, de manera que se celebra un acto jurídico cuando
realmente no se tiene la intención firme de realizarlo.
El Código Civil en el artículo 190º define a la simulación absoluta señalando
lo siguiente: "Por la simulación absoluta se aparenta celebrando un acto
jurídico cuando no existe realmente voluntad para celebrarlo".
Ejemplo: “Susana celebra un contrato de compraventa de su casa con
Gonzalo; sin embargo, dicho bien inmueble permanece en poder de Susana,
donde Gonzalo en ningún momento reclama la propiedad de dicho bien para
sí mismo, no hace valer el supuesto precio pagado por dicha compraventa".
Lo expuesto en forma precedente denota pues que estamos propiamente ante
un acto jurídico netamente simulado y de manera absoluta, donde la
declaración es solamente una ficción, no ha sido querido por ninguno de los
celebrantes.
SIMULACIÓN RELATIVA: La simulación es relativa cuando, tras el acto
jurídico aparente, se encubre un acto realmente realizado. Las partes han
expresado sus dos intenciones: la intención real de realizar un acto jurídico
al que se ha dado apariencia de otro, en el que se expresa la intención ficticia.
A diferencia de la simulación absoluta, en este caso si existe una voluntad
real de celebrar el acto jurídico que aparece ocultado, donde se hace ver ante
los demás un acto aparente.
De lo esbozado se denota pues que en la simulación relativa existen dos actos
a saber:
 Aquél oculto, secreto, disimulado y escondido que contiene la real
intención de los celebrantes.
 Otro acto aparente, ficticio o simulado mediante el cual los celebrantes
efectivizan el propósito de engañar, el que por cierto no contiene la
verdadera voluntad de aquellos.
En consecuencia, para la existencia de la simulación relativa se requiere pues
la concurrencia de ambos actos, tanto en la sustancia, así como la forma y,
es por ello que se manifiesta que debe existir una coexistencia entre el acto
aparente y el acto secreto pero efectivo.
En el artículo 191º del Código Civil encontramos a la simulación relativa
cuando prescribe: "Cuando las partes han querido concluir un acto distinto
del aparente, tiene efecto entre ellas el acto ocultado, siempre que concurran
los requisitos de sustancia en forma y no perjudique el derecho de terceros".
Ejemplo: “Marco decide donar a su novia María su automóvil último
modelo, empero para que ninguna persona se entere de ello, hace aparecer
ante los demás como si fuera una compraventa."
En este caso se puede apreciar muy claramente la dualidad de actos existente
y, por ende, la presencia de la simulación relativa por cuanto de un lado
existe la "compraventa" que es aquel acto jurídico ficticio que se hace
aparecer ante los demás como tal y plasma el propósito de engañar, de igual
modo, de manera simultánea y paralela existe la donación que contiene la
verdadera voluntad de Marco y María.
SIMULACIÓN PARCIAL: Es aquella que está referida esencialmente a
engañar a los demás en base a ciertos componentes que forman parte del acto
jurídico que se está simulando. Así tenemos que esta clase de simulación se
circunscribe a proporcionar datos no veraces o inexactos, como cantidades,
montos de dinero, fechas y, demás circunstancias que no corresponden a la
realidad existente. Es indudable que para la existencia de esta clase de
simulación, se requiere que los celebrantes deban conocer y estar de acuerdo
con ello, para que sea considerado como tal.
Ejemplo: “Sofía vende su casa a Dylan, ambos convienen en asignar el
precio de dicho bien en la suma de 50 mil dólares americanos cuando en
realidad el valor corresponde a 70 mil dólares americanos."
SIMULACIÓN RELATIVA POR INTERPÓSITA PERSONA:
Se presenta cuando existe una tercera persona distinta de aquella sobre la que
habrá de recaer los efectos definitivos del negocio. Esta tercera persona
aparenta asumir un carácter definitivo, derechos y obligaciones a su nombre,
cuando en realidad pertenece o habrán de pertenecer a un tercero oculto.
En esta clase de simulación aparece un sujeto que es interpuesto (utilizado)
por los verdaderos interesados en celebrar el acto jurídico, quienes no pueden
realizar de manera directa y, por ello acuden al sujeto interpuesto (tercero)
con la finalidad de viabilizar y plasmar el acto jurídico que los interesados
no pueden hacerlo de manera directa. Pues bien, la persona que aparece
ficticiamente viene a ser el "testaferro" u "hombre de paja", que es el sujeto
interpuesto, precisándose que deberá existir la necesidad de la celebración
de otro acto jurídico adicional, donde aquel tercero (testaferro) puedan
transferir (u otro acto análogo) a aquella persona que no pudo hacerlo con el
contratante inicial. El requisito sine qua non para el existencia de la
simulación por interpósita persona, consiste en que todos los intervinientes
deben tener conocimiento de ello, así como estar de acuerdo con la
simulación que se está realizando.
Ejemplo: “Iván decide vender su casa a Thalía, por razones de diversa
índole (de orden fáctico o legal) no pueden hacerlo de manera directa entre
ellos, pero existe la firme convicción entre ambos para celebrar tal
transferencia, con la finalidad de viabilizar, facilitar y permitir tal
traslación de dominio, pueden acudir donde Andrea para que éste también
participe en la simulación. Entonces Iván deberá en un primer momento
vender la casa a Andrea, una vez que esto ocurra, Andrea deberá realizar
otra venta de dicha casa a Thalía."
Como se podrá observar ambos actos jurídicos son simulados y, es una
interpósita persona la que está facilitando la finalidad de Matías y Juana (la
que inicialmente no pudo plasmarse de manera directa y efectiva).
SIMULACIÓN LÍCITA: Tal como hemos señalado en forma precedente,
la simulación es válida y, por ende, lícita, cuando ésta es ejercida en base a
la autonomía de la voluntad ni contraviene el ordenamiento legal y no
perjudicar derechos de terceros. Es por ello que el Código Civil no prohíbe
la existencia de la simulación lícita, empero siempre y cuando se respete lo
señalado en forma antelada.
Ejemplo: “Javier está enamorado de Juliana y, para ello decide regalarle a
esta dama el departamento recién estrenado que tiene, pero ambos
convienen que ante los demás harán aparecer como si fuere de una
compraventa, cuando en realidad se trata de una donación, precisando
además que Javier y Juliana son solteros, el departamento de Andrés es de
su propiedad, donde no existe ninguna limitación para ello."
El ejemplo señalado se puede apreciar que estamos ante una simulación
lícita, donde el acto celebrado no contraviene la ley y tampoco perjudicar
derechos de terceros.
SIMULACIÓN ILÍCITA: La simulación lleva como uno de sus
componentes básicos el propósito de engañar a terceros, empero cuando este
engaño se convierte en malicioso o perjudicial para el derecho de los
mencionados terceros, o cuando también sus fines son ilícitos, estaremos
ante la simulación ilícita y por tanto, reprobada por la ley.
El artículo 193º del Código Civil señala al respecto: "La acción para solicitar
la nulidad del acto simulado puede ser ejercitada por cualquiera de las partes
o por el tercero perjudicado, según el caso"

INOPONIBILIDAD DE LA SIMULACIÓN
En el artículo 194 del C.C. señala que "La simulación no puede ser opuesta
por las partes ni por los terceros perjudicados a quien de buena fe y a título
oneroso haya adquirido derechos del titular aparente. En ese sentido el
Código Civil tutela y es muy preciso al señalar que todo el que adquiere un
derecho de buena fe y a título oneroso está protegido frente a los simulantes
y demás terceros que no ostenten la calidad de buena fe y la onerosidad del
acto. Aquí la buena fe consiste en ignorar el acuerdo simulatorio y creer en
la plena eficacia vinculante del negocio simulado y en la legitimación de
quién alega ser el poseedor del derecho, quién es solo un titular aparente.
Por lo tanto, la simulación es inoponible al adquiriente de buena fe y a título
oneroso. En cambio, si es oponible al adquiriente de mala fe sea a título
oneroso o gratuito. Es decir, lo que se sanciona es la mala fe.
ACCIÓN DE NULIDAD DEL ACTO SIMULADO:
Debemos precisar que la acción de nulidad del acto jurídico simulado podrá
ser ejercitada por cualquiera de los celebrantes, donde uno de ellos será el
demandante y el otro el demandado, coligiéndose que esta situación se
presentará cuando estamos frente a una simulación lícita. Puede suceder
también que un tercero perjudicado con el acto simulado, puede plantear la
nulidad del mismo, donde los demandados serán los celebrantes del acto
simulado, produciéndose esta figura en el caso de la simulación ilícita
propiamente dicha. Los terceros para plantear la acción de nulidad deberán
encontrarse perjudicados con el acto jurídico simulado, donde además dicha
acción será de carácter netamente personalísimo.
Por último, el Código Civil a tenor del artículo 193º, por su carácter genérico
en cuanto a su regulación, permite que la acción de nulidad puede plantearse
tratándose de aquella simulación lícita, así como ilícita respectivamente.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
• Guido C. Aguila Grados (El Aeiou del Derecho Civil, editorial egacal)
• Carlos Fernando Gozar Landeo (Derecho Civil II. Acto Jurídico,
editorial UIGV)
 Código civil

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