Está en la página 1de 10

Lección 6 para el 9 de noviembre de 2019

El capítulo 8 de Nehemías narra la reunión del pueblo para escuchar la Palabra


de Dios.
Concretamente, siguiendo las instrucciones de Moisés (Deuteronomio 31:11),
se leyó “la Ley” –es decir, el Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico, Números y
Deuteronomio).

Esta lectura, acompañada de la


correspondiente explicación, produjo un
reavivamiento entre el pueblo de Israel.

La fiesta de la Palabra (v. 1-2)

La lectura de la Palabra (v. 3)

Entendiendo la Palabra (v. 4-8)

Regocijándose en la Palabra (v. 9-12)

Obedeciendo a la Palabra (v. 13-18)


La estructura en quiasmo de
Nehemías 8 nos ayuda a
comprender el relato y a
descubrir su punto principal:
“el gozo del Señor es nuestra
fortaleza” (Nehemías 8:10 NVI).

A Lectura del libro de la ley (1-2)


B El pueblo responde y adora al Señor (3-6)
C Comprensión de la lectura (7-8)
D Este día es santo: no te lamentes ni llores (9)
E El gozo del Señor es tu fuerza (10)
D’ Este día es santo: no te aflijas (11-12)
C’ Al leer, comprenden que deben celebrar Cabañas (13-15)
B’ El pueblo responde y hace cabañas (16-17)
A’ Lectura del libro de la ley (18)
“Y el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la
congregación, así de hombres como de mujeres y de
todos los que podían entender, el primer día del mes
séptimo” (Nehemías 8:2)
El primer día del séptimo mes del calendario judío
correspondía al día de año nuevo (civil). Ese día se
celebraba la fiesta de las trompetas (Levítico 23:24).
En el séptimo mes, se celebraba también el Día de la
Expiación, el día 10 (Levítico 23:27), y la Fiesta de las
Cabañas, el día 15 (Levítico 23:34).
El pueblo de Israel sintió la
necesidad de consagrarse a Dios en
ese nuevo año. Para ello,
construyeron una plataforma muy
alta y pidieron a Esdras que trajese
el libro de la Ley y lo leyese.
Durante muchos años, Esdras había
instruido al pueblo en la Palabra de Dios
(Esdras 7:25).
El muro de Jerusalén había sido terminado y
el pueblo gozaba de tranquilidad. Ahora,
como fruto de la enseñanza previa de
Esdras, el pueblo sintió la necesidad de
escuchar la Palabra.
Hombres, mujeres y niños (todos los que
podían entender) escucharon la historia de
la fidelidad de Dios, y cómo había conducido
al pueblo de Israel y les había dado leyes
justas y una tierra donde habitar.
“Ellos leían con claridad el libro de la ley de Dios y lo
interpretaban de modo que se comprendiera su lectura”
(Nehemías 8:8 NVI)
Había dos grupos de 13 instructores cada uno:

Los que leían (v. 4). Leían el texto en Los que interpretaban (v. 7).
hebreo (idioma original) y, Mezclados entre el pueblo,
seguramente, lo traducían al arameo explicaban con claridad lo que
(idioma que hablaba el pueblo). se había leído.
La lectura duró toda la mañana (unas 5 o 6 horas). Nadie se quejó por lo largo
del acto. Todos estaban disfrutando escuchando la Ley.
Lo mejor fue que todos pudieron entender por sí mismos la Palabra de Dios.
“Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a
los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os
entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza” (Nehemías 8:10)
La lectura de la Palabra causó un hondo
sentimiento de pecaminosidad en el
pueblo. Lloraron al sentir su indignidad
ante Dios y su incapacidad para mejorar
su situación.
Pero los dirigentes los animaron
diciéndoles que, al arrepentirse, Dios
escucha y perdona. Por ello, debían
regocijarse en la bondad divina: “porque
el gozo de Jehová es vuestra fuerza”
(v. 10).
Celebraron juntos una gran comida a la
que invitaron a aquellos que no habían
preparado nada.
Descubrir el gozo del Evangelio nos
impulsa a compartirlo con los demás.
E.G.W. (El conflicto de los siglos, pg. 469)

“Si bien la vida del cristiano ha de ser caracterizada por la


humildad, no debe señalarse por la tristeza y la denigración de
sí mismo. Todos tienen el privilegio de vivir de manera que
Dios los apruebe y los bendiga. No es la voluntad de nuestro
Padre celestial que estemos siempre en condenación y
tinieblas. Marchar con la cabeza baja y el corazón lleno de
preocupaciones relativas a uno mismo no es prueba de
verdadera humildad. Podemos acudir a Jesús y ser
purificados, y permanecer ante la ley sin avergonzarnos ni
sentir remordimientos…
Con razón declaró Nehemías, el siervo de Dios: “El gozo de
Jehová es vuestra fortaleza”. Nehemías 8:10. Y San Pablo dijo:
“Gozaos en el Señor siempre: otra vez os digo: Que os gocéis”.
“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo;
porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo
Jesús”. Filipenses 4:4; 1 Tesalonicenses 5:16-18”
“Y hallaron escrito en la ley que Jehová había mandado
por mano de Moisés, que habitasen los hijos de Israel
en tabernáculos en la fiesta solemne del mes séptimo”
(Nehemías 8:14)

Después de la reunión, los dirigentes pidieron a Esdras que


les explicase más detenidamente la Palabra de Dios.
Comprendían que no podían dirigir correctamente al pueblo
si no entendían la voluntad de Dios.
Conforme descubrieron los requisitos
divinos, se dispusieron a obedecerlos.
Cuando hallaron que el día 15 debían
celebrar la fiesta de las Cabañas, se lo
comunicaron inmediatamente al
pueblo.
De este modo celebraron la fiesta más
gozosa de todas. Al recordar los actos
de misericordia, gracia y salvación de
Dios, el pueblo debía regocijarse por
lo que el Señor había hecho por él.
E.G.W. (Testimonios para la iglesia, tomo 4, pg. 518)

También podría gustarte