Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Guion de La Obra Los Tres Cerditos
Guion de La Obra Los Tres Cerditos
Los tres cerditos empezaron a hacer planes: ¡Haremos una casa con paja! ¡No! ¡Con
madera! Con ladrillos… ¡Con grandes ventanas! ¡Con muchas habitaciones! ¡Con un buen
tejado! Pero no se ponían de acuerdo y empezaron a gritar Paja Madera Ladrillo Así que
cada uno comenzó a hacer su casa. El mayor la hizo de paja. El segundo la construyo con
madera. Mientras tanto, el tercer cerdito… ¿duerme? Como un tronco Mmm… Estoy
pensando. Mmm…
CERDITO PAJA
CERDITO PAJA NARRADOR: CERDITO PAJA CERDITO MADERA CERDITO PAJA CERDITO
MADERA NARRADOR:
LOBO
NARRADOR: LOBO
Dibujar. Eso hace: dibuja una casa. Después de mucho dibujar y borrar, el cerdito pequeño
dio por terminados sus dibujos. ¡Uf! ¡Qué grande!
Y, mientras sus hermanos los miraba, él se puso a cavar hoyos profundos. Creo que se ha
vuelto loco Como una cabra Lararííí lararéééé Pasaban los días y, mientras cantaba y
cantaba, iba poniendo más y más ladrillos. Cuando sus hermanos se cansaron de verle
trabajar, empezaron a jugar a las invitaciones: Don cerdo Casad madera Tiene el placer de
invitarle A tomar el té Hoy a las 5:00pm Cerdo Casaba Mmm… Delicioso Y así pasaban los
días, mandándose invitaciones y haciendo meriendas. Después de muchas invitaciones y
de muchas meriendas, el tercer cerdito termino su casa. ¡Pues vaya casa! ¡No es gran
cosa! ¡Ja, ja, ja! ¿Y para esto tanto trabajo? ¡Bah! Mi casa es mucho más bonita El pobre
cerdito tuvo que aguantar las burlas de sus hermanos. Pero en el bosque cercano… … vivía
el lobo feroz. AAAUUUUUUUUUU Mmmmmmmmmmm… ¡Huele a cerdito! El lobo tenía
muy buen olfato. Después de olfatearlos durante varias noches el lobo decidió ir a visitar a
los cerditos. Cerdito, cerdito, abre la puerta un poquito ¡No pienso abrirte, lobo, porque
no soy un cerdo bobo! ¡Pues soplaré y soplaré y tú casa derribaré! ¡Hermano, ayúdame,
que el lobo me quiere comer! ¡Corre, corre!
NARRADOR:
¡Abrir cerditos que los voy a comer bien churruscados! ¡No! ¡No! ¡Y no! ¡No! ¡No! ¡Y no!
¡Pues soplaré y soplaré y tú casa derribaré! Y luego la patearé ¡Y los comeré! El lobo tenía
una fuerza terrible. ¿Dónde podrían refugiarse? Lo único que se les ocurrió fue ir a casa de
su hermano. El lobo ya iba relamiéndose. ¡Qué bien! ¡¡Os voy a comer a los tres!!
¡¡¡Ábrenos la puerta, hermano!!! ¡¡¡Que esta no la contamos!!! ¡Rápido, rápido! El lobo
pensó que derribar aquella casa no le costaría mucho trabajo. Pero… ¡Soplaré y soplaré! ¡Y
empujare! ¡Y aplastare! ¡¡Uf!! ¡Y pateare! ¡¡Ay!! Cuando empezaba a desesperarse, tuvo
una idea: entraría por la chimenea. Lo que el lobo no sabía era que los cerditos le tenían
una sorpresa. El lobo al entrar la cola se quemó y rápido disparado salió. Y colorín
colorado esta obra ha terminado y el que no aplauda se queda pegado.