INTERPRETACION DEL ARTICULO

Artículo 2
Interés, Orden Público y Principios de Aplicación e Interpretación.

Ésta Ley (Ley Resorteme) define el espectro radioeléctrico como un bien de

dominio público, es decir, que pertenece a la nación, y en efecto así es, siendo
que el Estado lo administra a través de permisos especiales llamados
“habilitaciones”.
Y puesto que el espectro radioeléctrico es el espacio físico en el cual se
desarrollan las telecomunicaciones, ésta Ley lo considera como un elemento vital
y estratégico y, en tal sentido, lo regula previendo que todo el contenido de
cualquier material escrito, sonoro o audiovisual que se transmita a través de él
(sea por Internet, Radio o Televisión) esté supervisado en atención al respeto al
público, a los valores éticos y morales de la sociedad y de contribuir a mantener el
orden y la paz.

El artículo 2 también hace referencia a los principios que fundamentan la Ley,

destacando: la libre expresión de ideas, opiniones y pensamientos; la
comunicación libre y plural; la prohibición de censura previa; la responsabilidad
ulterior; democratización; participación; solidaridad y responsabilidad social;
soberanía; seguridad de la Nación y libre competencia.

Igualmente, según este artículo, la ley se pronuncia en el sentido que advierte que
si, en relación a la materia que ella aborda y en la relación usuarios-prestadores
de servicios, surgiera en algún momento contradicción con lo que se encuentre
dispuesto en otros instrumentos jurídicos, la solución al conflicto debe
establecerse tomando en cuenta siempre aquello que beneficie en mayor medida
a los usuarios.

INTERPRETACION DEL ARTICULO

Artículo 2
Interés, Orden Público y Principios de Aplicación e Interpretación.

Ésta Ley (Ley Resorteme) define el espectro radioeléctrico como un bien de

dominio público, es decir, que pertenece a la nación, y en efecto así es, siendo
que el Estado lo administra a través de permisos especiales llamados
“habilitaciones”.
Y puesto que el espectro radioeléctrico es el espacio físico en el cual se
desarrollan las telecomunicaciones, ésta Ley lo considera como un elemento vital
y estratégico y, en tal sentido, lo regula previendo que todo el contenido de
cualquier material escrito, sonoro o audiovisual que se transmita a través de él
(sea por Internet, Radio o Televisión) esté supervisado en atención al respeto al
público, a los valores éticos y morales de la sociedad y de contribuir a mantener el
orden y la paz.
El artículo 2 también hace referencia a los principios que fundamentan la Ley,
destacando: la libre expresión de ideas, opiniones y pensamientos; la
comunicación libre y plural; la prohibición de censura previa; la responsabilidad
ulterior; democratización; participación; solidaridad y responsabilidad social;
soberanía; seguridad de la Nación y libre competencia.

Igualmente, según este artículo, la ley se pronuncia en el sentido que advierte que
si, en relación a la materia que ella aborda y en la relación usuarios-prestadores
de servicios, surgiera en algún momento contradicción con lo que se encuentre
dispuesto en otros instrumentos jurídicos, la solución al conflicto debe
establecerse tomando en cuenta siempre aquello que beneficie en mayor medida
a los usuarios.