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REFLEXIONES SOBRE LAS TEORÍAS DEL DESARROLLO ECONÓMICO

Una comparación entre los enfoques: paradigma de la modernización y teoría de la


dependencia

Alejandro Parra Saad


TABLA DE CONTENIDO

Introducción.....................................................................................................................3
Palabras calve..................................................................................................................3
1. Sinopsis de la teoría del desarrollo..............................................................................3
2. Breve reseña del enfoque de la modernización............................................................7
3. Breve reseña del enfoque de la dependencia...............................................................8
4. Consideraciones sobre los enfoques comparados.........................................................9
4.1. Concepto de desarrollo...........................................................................................9
4.2. Orígenes del subdesarrollo....................................................................................10
4.3. Obstáculos al desarrollo........................................................................................11
4.4. Estrategias...........................................................................................................12
5. Valoración personal de cada enfoque........................................................................13
6. Conclusiones...........................................................................................................14
7. Bibliografía..............................................................................................................15

-2-
Introducción

El carácter normativo de la economía del desarrollo ha permitido que desde sus inicios a mediados del
siglo pasado, las distintas contribuciones hayan aportado reflexiones sobre los factores determinantes
que explican la ausencia del desarrollo, los rasgos característicos, las políticas de desarrollo
subyacentes y la noción del desarrollo en sí mismo. Por otra parte, la heterogeneidad de las diferentes
visiones ha enriquecido el análisis, el debate académico y las actuaciones políticas, sin embargo, esta
heterogeneidad de interpretaciones, en ocasiones contrapuestas, han sido insuficiente para impulsar
un auténtico desarrollo en algunos casos, puesto que, el evidente retraso de un buen número de
países en la senda del desarrollo, ha puesto en discusión dichas concepciones teóricas y políticas.

No obstante, los nuevos paradigmas de la economía del desarrollo abren el camino a nuevas
conceptualizaciones e interpretaciones, permitiendo de esta manera, redefinir el concepto de
desarrollo y su alcance.

El presente trabajo pretende aportar elementos analíticos que permitan detallar las divergencias entre
los enfoques: paradigma de la modernización y teoría de la dependencia; sin desconocer los
importantes aportes de las tendencias actúale, las primeras interpretaciones (edad dorada del
desarrollo) se suscriben en un marco doctrinal ortodoxo, que merece la pena revisar a fin de extraer
acotaciones que enriquezcan el análisis de una disciplina en constante evolución.

La primera sección introducirá de forma resumida el surgimiento y evolución de la economía del


desarrollo, presentando los distintos enfoques, algunos de ellos complementarios o disímiles entre sí,
el segundo apartado comprende el debate entre el paradigma de la modernización y teoría de la
dependencia, contrastando sus principios y postulados fundamentales, finalmente el tercer epígrafe, a
manera de corolario presenta una valoración personal y conclusiones.

Palabras calve

Economía del desarrollo


Paradigma de la Modernización
Teoría de la dependencia

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1. Sinopsis de la teoría del desarrollo

A finales del siglo XVIII y durante todo el siglo XIX, se produjo la descolonización de países y
territorios, en especial del continente Americano, más adelante, en el siglo XX, varias colonias en Asia
y África se descolonizaron, esta vez en el marco de grandes acontecimientos históricos “la Segunda
Guerra Mundial y la Guerra Fría”. Países participantes en la segunda Guerra Mundial con una amplia
trayectoria de colonización experimentaron un agotamiento político, económico y militar, al mismo
tiempo que sufrieron la destrucción de sus territorios, esto socavó su dominio sobre otros territorios. A
propósito del colonialismo, Dos S. Theotonio1 dice:

Al finalizar la segunda guerra mundial, empezaron a declinar de manera definitiva las potencias
imperialistas que habían dominado al mundo desde finales del siglo XIX hasta la primera guerra
mundial. El dominio colonial, aunque impugnado a partir del decenio de 1920 por el surgimiento de
la hegemonía estadounidense, siguió siendo practicado e incluso se exacerbaron las tentativas de
redivisión del mundo. Estas luchas por el dominio económico y territorial del planeta condujeron
finalmente a la segunda guerra mundial. En consecuencia, las dos principales potencias derrotadas
en 1945, Alemania y sobre todo Japón, perdieron un importante espacio colonial. Los imperios
austrohúngaro y otomano desaparecieron entre las dos guerras. Inglaterra, victoriosa, no pudo
sustentar sus esfuerzos de guerra y, al mismo tiempo, preservar su vasto mundo colonial. Francia,
entre derrotada y victoriosa, también se vio incapacitada para mantener sus antiguas conquistas
territoriales. Estados Unidos —indiscutible vencedor, sin que se tocara su territorio— no podía
abandonar su tradición anticolonialista de país excolonial…

Por otra parte, el fin de la Guerra Fría2 permitió el surgimiento de nuevos países y territorios que antes
estaban dominados o influenciados por las potencias enfrentadas; la cooperación económica y militar
y el intercambio comercial hacia los países aliados y satélites, sustentaba los modelos (occidental-
capitalista y oriental-comunista). Con la derrota y desmantelamiento de la Unión Soviética, Estados
Unidos, refrendo su hegemonía mundial, además, vencedor y derrotado, no tuvieron razones para
mantener la cooperación económica y militar. Por consiguiente, los procesos de descolonización y el
final de la Guerra Fría tuvieron como consecuencia que los nuevos estados y territorios que se
formaron, quedaran expuestos a problemas internos de carácter político, económico y social, a la vez
que de una incapacidad para insertarse en términos de comercio, en el nuevo orden mundial.

En este contexto surge en sentido formal la Economía del Desarrollo 3, como una respuesta teórica
(Doctrina) a las preocupaciones sobre los obstáculos al desarrollo, el análisis específico de realidades

1
Dos Santos, Theotonio. (2000). De la dependencia al sistema mundial: balance y perspectivas. UNAM. México
La teoría de la Dependencia. Civilización Braci. Rio de Janeiro
2
Término acuñado referente al enfrentamiento ideológico, político y militar, sucedido desde finales de la Segunda
Guerra Mundial hasta la disolución de la URSS en 1991; connota el Choque entre en los bloques occidental-
capitalista, con la hegemonía Estadunidense, y oriental-comunista, liderado por la Unión Soviética.
3
La Economía del Desarrollo nace como rama de la economía en la Postrimería de la Segunda Guerra Mundial.

-4-
específicas, el estudio de los determinantes de la pobreza y del subdesarrollo, y las políticas
necesarias para lograr el desarrollo.

Las primeras corrientes sobre el desarrollo se referían al crecimiento como sinónimo de desarrollo, es
decir, que el logro de un crecimiento económico de largo plazo era entendido como desarrollo, por lo
tanto, los esfuerzos se concentraron en determinar las causas del crecimiento, puesto que, esto
suponía superar las barreras al desarrollo y mejorar el bienestar de la población. Las primeras
contribuciones -originadas en el decenio de los cincuenta- como las realizadas por Nurkse, Rosenstein-
rodan o Rostow entre otros, son la base teórica del enfoque conocido como “Paradigma de la
Modernidad”, y se basan en los planteamientos del modelo Harrod-Domar sobre el ahorro y la
inversión como principales factores explicativos del crecimiento; del modelo de Solow que incluye el
progreso técnico y la productividad del trabajo como factores explicativos adicionales en la
determinación de los salarios reales, la acumulación de capital y el crecimiento económico; y el
modelo Keynesiano4.

Posteriormente, en el decenio de los sesenta surge una corriente alterna “Estructuralismo” 5, la cual,
argumenta que el deterioro de los términos de intercambio en el comercio internacional, es la causa
central que impide lograr el desarrollo, además, el orden mundial bipolar centro-industrial y periferia-
agrícola, reproduce el subdesarrollo. Cuestiona la teoría del comercio internacional que resalta el
postulado de la ventaja comparativa, aludiendo que, los términos de intercambio sustentados en tal
ventaja desfavorecen a las economías primario-exportadoras. En consecuencia este enfoque propone
que los Estados deben adoptar políticas económicas que impulsen la industrialización (sustitución de
importaciones), para alcanzar un desarrollo autónomo.

Otra corriente de la economía del desarrollo es la teoría de la Dependencia. Esta escuela surge como
respuesta explicativa del fenómeno del subdesarrollo, la cual, argumenta que la forma desigual en
que se relacionan los países (subsistemas dentro del sistema mundial); que demarca la dualidad
centro-periferia, perjudica a los países no industrializados, puesto que la relación de poder que
ejercen los centros industrializados -en donde se toman las decisiones-, los relega a ser productores
de materias primas de bajo valor agregado, mientras que, a los países industrializados se les confiere
la producción industrial de alto valor agregado. Estos rasgos que demarcan el subdesarrollo de los
países periféricos se entienden entonces por el lugar que ocupan en la economía mundial (subsistema
periferia), la forma en que se insertan en el sistema global y la dominación histórica como colonia del
centro.

4
Aunque los aportes de Keynes no se dieron en el plano de la teoría del desarrollo, sirvieron como punto de
referencia para los trabajos de los primeros autores del desarrollo.
5
El Estructuralismo se originó al interior de La Comisión Económica para América Latina – CEPAL. Su principal
representante fue Raúl Prebisch.
-5-
De los dos enfoques aterieres se deriva la corriente “Dependentismo-Estructuralista”, que combina
factores explicativos de las dos visiones, así como las actuaciones políticas recomendadas a fin de
alcanzar el desarrollo. Del Estructuralismo también se deriva el “Neoestructuralismo” como propuesta
de transformación productiva (aumento de productividad) que mejore la competitividad, a través de la
incorporación del progreso técnico. Retoma el concepto de Centro y Periferia, y el deterioro en la
relación de los términos de intercambio, pero desde la transformación integral del sistema
socioeconómico.

En los años ochenta surge el enfoque de la “Contrarrevolución Neoclásica”, como respuesta teórica a
los planteamientos de la escuela Cepalina. La Contrarrevolución Neoclásica expone que la
industrialización hacia dentro, supone grandes inversiones en bienes de capital que deben ser
importados dada la incapacidad de producirlos en las economías no desarrolladas, además, los
sectores protegidos requieren importaciones de materias primas intermedias, para sostener la
producción y el crecimiento. Todo esto incide en la disminución de divisas, por lo que este modelo
termina siendo ineficiente. Por otra parte, el argumento que defiende el enfoque de la
Contrarrevolución Neoclásica, es que la liberalización de mercados dinamiza las exportaciones y por
tanto el crecimiento (Krueguer, 1985), razón por la cual se debe garantizar la implementación de
políticas adecuadas, además, se sostiene la tesis de que el intercambio comercial entre países
desarrollados y países atrasados no perjudica a los últimos, porque dinamiza su crecimiento
económico y los movimientos internacionales de capital (Tortella, 1993). Este enfoque fue el
preámbulo para el consenso de Washington que puntualizaba una serie de medidas y políticas para
impulsar el crecimiento de los países.

Por otra parte, de la tradición de la economía industrial, los distritos industriales, las zonas francas, y
las economías de escala, surge el enfoque del “Desarrollo Endógeno”, en el cual, el desarrollo está
basado en fuerzas descentralizadas política y geográficamente que permiten un proceso sostenible de
crecimiento y cambio estructural (Vázquez, 2005). En este enfoque se presenta una estructura de
desarrollo originada en la base “región” y que se difunde progresivamente hasta los niveles superiores
“país”, es decir, de adentro hacia afuera, donde la estrategia de desarrollo no es nacional, sino local.
Además, requiere la articulación de sistemas de producción en red y vínculos con las proximidades
territoriales (Boisier, 2005).

La última década del siglo XX estuvo marcada por grandes trasformaciones en la economía del
desarrollo, la concepción de una “Estrategia Nacional de Desarrollo”, piedra angular de la teoría del
desarrollo predominante en los años cincuenta y sesenta quedo abandonada. Nuevas visiones del
desarrollo surgieron en los años noventa (Comisión del Sur y PNUD), marcadas por la ruptura
conceptual y metodológica con las visiones anteriores. Las nuevas concepciones no centraron su
atención en el desarrollo económico nacional -visión economicista característica de los enfranques

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anteriores-, en su lugar, el principio rector fue el Desarrollo Humano como una concepción holística y
epistemológica del Desarrollo.

La Comisión del Sur tiene sus orígenes en el Movimiento de Países No Alineados (MPNA) y la
Conferencia de Bandung. La Comisión estuvo conformada por 27 miembros representantes de los
sectores políticos, comunidades académicas, el mundo de los negocios y organizaciones no
gubernamentales de los países del Sur. Fue precedida por Julius K. Nyerere, ex presidente de la
República Unida de Tanzania. En 1990, la Comisión presentó el Informe “Desafío Para el Sur”, en el
cual se define el Desarrollo como un proceso que permite a los seres humanos utilizar su potencial y
adquirir confianza en sí mismos para lograr su autorrealización individual y colectiva (pueblos o
naciones); el documento también proclama la necesidad de luchar por la independencia política y
económica mediante un desarrollo autónomo, la cooperación Sur-Sur, una participación en igualdad
de condiciones en la toma de decisiones en la esfera internacional (interdependencia) y una
redefinición de las relaciones Norte-Sur.

Otra visión contemporánea a la anterior fue elaborada por el Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD, 1990); a diferencia de la Comisión del Sur, la visión del desarrollo del PNUD es más
atropocentrista. Percibe el desarrollo como un proceso mediante el cual se amplían las oportunidades
individuales (como la vida prolongada, la salud y la educación entre otras). Tiene dos aspectos: la
formación de capacidades humanas y el uso que los individuos hacen de las capacidades adquiridas.
En este sentido difiere de la definición de la Comisión del Sur, pues, el concepto de desarrollo es
individual, es decir, que el objeto central es el ser humano y esto se corrobora con la metodología de
medición del desarrollo humano a través del IDH6.

Finalmente, la evolución de otros enfoques del desarrollo -alguno surgidos como respuesta al
consenso de Washington o permeados por tendencias recientes de una concepción multidimensional-
como el paradigma integral del desarrollo, el enfoque de las necesidades básicas, el desarrollo
sostenible y ecodesarrollo, y el antidesarrollismo y decrecimiento, también se han alejado de los
fundamentos teóricos de las primeras corrientes de la economía del desarrollo. En estas recientes
visiones el discurso no se orienta a la explicación de las causas y rasgos del subdesarrollo (obstáculos
al desarrollo), más bien, se orientan a resaltar el carácter multidimensional del desarrollo en el
contexto de una economía heterodoxa.

6
Índice de Desarrollo Humano

-7-
2. Breve reseña del enfoque de la modernización

El paradigma de la modernización representó el primer esfuerzo en el análisis y teorización del


desarrollo; de sus causas, efectos, obstáculos y medidas para alcanzarlo. No distinguía entre
crecimiento y desarrollo, puesto que el desarrollo era entendido como el aumento del producto per-
cápita. Tiene como supuestos básicos, alcanzar un estándar de vida aceptable a través de un modelo-
tipo sociedad, análogo al de los países desarrollados (que los demás países debían alcanzar) y la
creencia de que es posible acelerar el avance hacia ese modelo (modernización) 7. Explicaba el
desarrollo a través del automatismo del mercado; mediante el cual, sin intervención, se logra el
crecimiento por el mero proceso de evolución del sistema productivo, a la vez que los beneficios del
crecimiento se distribuyen en la población, en otras palabras, el aumento del ahorro-inversión, era
suficiente para impulsar el desarrollo, por tanto, las acciones debían estar encaminadas a eliminar los
obstáculos que impedían incrementar el ahorro, la inversión y el nivel de renta, para que el sistema
por sí mismo impulsara el crecimiento.

La intervención del Estado debía darse para eliminar los obstáculos al desarrollo, como la estreches
del mercado derivado del bajo nivel de renta. Se argumentaba, además, que el subdesarrollo era una
condición previa al desarrollo. Mientras no se diera un crecimiento impulsado por la inversión (no
aumentaría la capacidad productiva) y por tanto se mantendría la condición de subdesarrollo. El
esfuerzo en inversión era un aspecto Sine qua non, puesto que permitía la acumulación de capital, el
ahorro y nuevas inversiones, favoreciendo de esta manera, elevar la tasa de crecimiento del producto
en el largo plazo.

3. Breve reseña del enfoque de la dependencia

La teoría de la dependencia es contraria a la idea de que el desarrollo es trasladado del centro a la


periferia. Por el contrario, esta corriente denota que el subdesarrollo en los países periféricos es el
resultado del desarrollo en los países del centro, por lo que se podría aludir que el subdesarrollo forma
parte de la naturaleza expansiva del desarrollo capitalista (Baran, 1962).

Esta escuela resalta que la forma en que fue incluida la periferia en la economía mundial es el
principal rasgo del subdesarrollo, esto es, el colonialismo (y los distintos tipos de colonización), la
forma en que se produce la inserción en la economía mundial y la dominación en las relaciones de
poder ejercidas por las potencias imperialistas, condicionó y relegó a la periferia a un subsistema
dependiente dentro del sistema global.

7
Puerto Sanz, L. M.; & Ramírez Cendrero J.M. (2008). Economía Para el Desarrollo. Catarata. Madrid.

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Otro de los pioneros de la entonces teoría alternativa de la Dependencia “André Gunder Frank”,
Seguidor de Paul Alexander Baran, insistió en que el uso del excedente económico es causante de la
reproducción del subdesarrollo, en tanto que los excedentes económicos de las colonias eran
transferidos a los centros gracias a las relaciones de poder y la complicidad de una reducida burguesía
local con las elites de los países desarrollados. En consecuencia, esta expansión del capitalismo de
naturaleza bipolar (centro/periferia) es generador de asimetrías que terminan marginando a los países
periféricos al subdesarrollo (Samir, 1994).

Por otra parte, se refuta la idea de que el subdesarrollo es un estado previo al desarrollo como
sostiene el paradigma de la modernización, se enfatiza en que esta condición es una consecuencia del
desarrollo del capitalismo, que crea una situación de dependencia condicionada por un grupo de
países (González, 2006).

Se sostiene también, que los subsistemas (Centro y Periferia) vinculados en un único sistema mundial
generan grandes desigualdades y son perjudiciales para los países no desarrollados, a los que se les
ha asignado un papel periférico además de productores de materias primas con bajo valor agregado,
mientras que los países desarrollados han instaurado la producción industrial de alto valor agregado.

Algunos de sus principales representantes son: Celso Furtado, Samir Amin, Fernando Henrique
Cardoso, Enzo Faletto, Theotonio Dos Santos, Pierre Salama, Osvaldo Sunkel y los ya mencionados
Paul Alexande Baran y André Guder Frank.

4. Consideraciones sobre los enfoques comparados

A continuación, se confrontaran los enfoques paradigma de la modernización y teoría de la


dependencia, con relación a la interpretación del concepto de desarrollo, los rasgos y líneas de
demarcación y la propuesta de estrategias para superar los obstáculos al desarrollo.

4.1. Concepto de desarrollo

Para el enfoque de la Dependencia el desarrollo es un proceso de evolución interno aislado de la


influencia de la expansión del capitalismo en el marco de la economía mundial, es decir, que la fuerza
nacional “Modelo Autocentrado”, se constituye en el potencial o fuerza motriz del crecimiento
económico y la disminución de las desigualdades (distribución equitativa de los beneficios en toda la
población). Este proceso es autónomo, se genera desde el interior, y requiere la eliminación de la
dominación de los Centros industrializados, de manera que, promueva formas nacionales y populares

-9-
de organización social de la producción que permitan un proceso de inserción y acumulación de
capital en el sistema mundial.

Esta interpretación del desarrollo se inspira en la forma en que se relaciona la periferia en la economía
mundial, por lo que Samir Amin, propone en su obra “La Desconexión”, la ruptura de la forma
convencional en que se han dado históricamente las relaciones entre el centro y periferia.

Para el enfoque del paradigma de la modernización, el concepto de desarrollo es más plano. Se refiere
al crecimiento económico lineal y autosostenido, impulsado por un cierto nivel de crecimiento del
ahorro y la inversión, que permita modernizar el aparato productivo, diversificar la producción, crear
industrias, generar empleo y distribuir los beneficios, con el propósito de aumentar el ingreso y
mantener así la tasa de ahorro e inversión, condición necesaria y suficiente para la acumulación de
capital endógeno y salir de la trampa del subdesarrollo “circulo vicioso de la pobreza” (Nurkse, 1953).

4.2. Orígenes del subdesarrollo

Para el enfoque del Paradigma de la Modernización el subdesarrollo se origina en la incapacidad de


acumulación del capital y el ahorro, elementos que, a su vez, se derivan de la estrechez del mercado y
el bajo nivel de renta; factores claves tanto en la demanda como en la oferta 8.

Estos factores claves inciden de manera negativa en la inversión, puesto que, la baja dimensión del
mercado y la baja productividad (consecuencia del bajo nivel de renta) afectan la diseminación de la
actividad industrial y por tanto del bajo nivel de inversión, impidiendo la formación y acumulación de
capital, adicionalmente, la tendencia a copiar patrones de vida, consumo y producción de economías
industrializadas (occidentales) en países no desarrollados, sin tener en cuenta el bajo nivel de renta y
la insostenibilidad de esas formas de consumo/producción del norte, agudizan el problema del
subdesarrollo.

Otro aspecto del origen del subdesarrollo es que éste es una condición natural en el proceso lineal de
crecimiento, es decir, que debe suceder una fase de subdesarrollo antes de alcanzar el desarrollo, el
cual se dará por automatismo (mecanismo de corrección automático de la economía que reconduce al
crecimiento - “desarrollo”).

Por el contrario, para la Teoría de la Dependencia la aplicación de modelos del norte de forma
universal en las economías del sur -como lo proponía el paradigma de la modernización- no conducía
a alcanzar del desarrollo. Los factores explicativos del origen del subdesarrollo no se encontraban en

8
Ibid., p. 10.
- 10 -
las variables macroeconómicas internas; estaban en el resultado histórico del desarrollo 9 del
capitalismo y la forma en que los países periféricos se insertaban en la economía mundial. Por tanto,
es la dinámica de la economía mundial “entendida como la reproducción del capitalismo del centro,
que conduce a una desestructuración de las economías periféricas y una adaptación de su estructura
productiva que responda a las necesidades de las economías desarrolladas”, lo que explica el origen
del subdesarrollo.

La expansión del desarrollo capitalista manifestado en el colonialismo y neocolonialismo propició la


explotación de las riquezas de las colonias, que sumado a la posición relegada de periferia
dependiente, obstruye la acumulación de capital, lo que en palabras de Samir Amin, denominó como
modelo de desarrollo extravertido, en el cual, las relaciones con el exterior son las que determinan
casi íntegramente el ritmo y las características de la acumulación de capital interno. Por tanto, el
sistema global bipolar es responsable del desarrollo y subdesarrollo.

4.3. Obstáculos al desarrollo

Mientras que para la Modernización el bajo nivel de ahorro-inversión, la estrechez del mercado y el
bajo ritmo de crecimiento de la acumulación de capital, se constituyen como obstáculos al desarrollo,
para la Dependencia es la explotación secular que el imperialismo 10 perpetúa sobre las colonias
(posteriormente países excoloniales subdesarrollados) en alianza con la elite local, lo que se constituía
en un obstáculo al desarrollo, es decir, que la forma en que se realiza la inserción en la economía
mundial y la posición jerárquica que se ocupa, conforman los impedimentos al desarrollo.

En la teoría de la dependencia, la burguesía local actuaba como fuerza obstructora del desarrollo, al
aliarse con las elites externas y permitir la explotación de riquezas nacionales y la generación de
desigualdades, mientras que, para el paradigma de la modernización la burguesía local suponía un
obstáculo, en tanto reemplazara la inversión para aumentar el consumo suntuoso, puesto que esto
desaceleraba el ritmo de acumulación del capital. Las dos corrientes compartían el señalamiento de la
elite local como actor potencial de obstáculo, aunque con distinta naturaleza, ya que, para la
dependencia, la elite local se apropiaba de los beneficios económicos de la relación externa,
generando desigualdades y ralentización en la acumulación del capital interno, por su parte, para la
modernización la elite local promovía el crecimiento en la medida en que reinvirtiera los excedentes,
puesto que esto suponía un efecto lineal en el crecimiento (y la distribución de los beneficios), que
permitía la acumulación y por tanto replicar el proceso, sin embargo, sí la elite no reinvertía los

9
Para la Dependencia, el desarrollo del capitalismo se define como un sistema mundial, compuesto por dos
subsistemas, que producía al mismo tiempo desarrollo (subsistema Centro) y subdesarrollo (subsistema periferia).
10
Este proceso de acumulación ejercido por el centro imperialista era indisociable de la expansión capitalista
internacional que reproducía el subdesarrollo.
- 11 -
excedentes -para mantener su patrón de consumo copiado de los países desarrollados- generaba un
riesgo latente para alcanzar niveles mayores de desarrollo.

El Estado es otro actor que supone una fuerza potenciadora del subdesarrollo, siempre y cuando sea
débil e incapaz de gestionar transformaciones y adoptar políticas acertadas. Para el paradigma de la
modernización, el Estado debe promover incentivos para la transformación industrial (modernizar los
sectores tradicionales), el desarrollo industrial unisectorial o multisectorial, así como implementar
políticas industriales que dinamice el crecimiento y el comercio exterior. Para la teoría de la
dependencia el Estado debe propender por eliminar la relación de subordinación y dependencia
externa, sin embargo, en algunos casos, el poder político se concentraba en una minoría burguesa,
actuando de esta manera como fuerza potenciadora del subdesarrollo.

4.4. Estrategias

En el paradigma de la modernización, la “estrategia desarrollista natural es la Industrialización”. Los


referentes teóricos de esta doctrina propusieron como medio para superar los obstáculos al desarrollo:
la “modernización” del aparto productivo a través de formulas como el Big Push11 (Rosenstein-rodan),
el crecimiento por etapas - favorecer las condiciones del despegue - (Rostow), el crecimiento
equilibrado (Nurkse y Rosenstein-rodan ya citados), el crecimiento desequilibrado (Hirschman) y el
mínimo crecimiento critico (Leibenstein), entre otros.

Walter Whitman Rostow refería que la tasa de crecimiento del ahorro al llegar a cierto nivel favorecía
las condiciones para que se diera un impulso inversor que dinamizara el crecimiento. En síntesis
proponía una estrategia de crecimiento por etapas (a. la sociedad tradicional, caracterizada por una
economía de subsistencia y la primacía de la producción agraria en contra de la producción industria;
b. precondiciones para el “despegue”, caracterizada por el incremento de la especialización laboral,
excedentes para el comercio, aumento del ingreso canalizados al ahorro e inversión y la aparición de
un nuevo tejido empresarial; c. camino hacia la madurez, en la que se identifica la innovación
tecnológica y la diversificación de la producción disminuyendo la dependencia de las importaciones y;
d. consumo de masas: el aumento en el consumo fortalece la industria. (Rostow, 1960).

Por su parte Ragnar Nurkse y Paul N. Rosenstein-rodan, eran partidarios del crecimiento equilibrado,
que consistía en favorecer el desarrollo homogéneo de un gran número de industrias de tal manera
que generara demandas cruzadas entre sectores y de esta manera superar la estrechez del mercado,
además, estos autores sostenían que el impulso inversor debía provenir del Estado (inversión pública),
denominada como inversión autónoma. La inversión privada esta desestimada por estos autores.
11
El Gran Impulso o Big Push, está basado en la idea de impulsar masivamente el aumento de la producción
industrial.
- 12 -
Frente a estos planteamientos teóricos y políticas propuestas, surgieron varias críticas de autores de
la teoría de la dependencia, en particular, Theotonio Dos Santos argumentaba que la lógica de
inversión e industrialización como mecanismos de acumulación de capital, no conducían al desarrollo
autosostenido, puesto que, esta lógica respondía a la reproducción del desarrollo capitalista, el cual
era la causa del subdesarrollo y de la situación de dependencia de los países no desarrollados.
Sostenía entonces, que la lógica de acumulación de capital debía alejarse de esos planteamientos y de
la influencia de economías externas.

Retomando las propuestas del paradigma de la modernización -en general concentradas en la


modernidad de los sectores tradicionales-, Albert Otto Hirschman, Gunnar Myrdal y Harvey Leibenstein
entre otros, también apostaban por estrategias industrializadoras. Hirschman, a diferencia de Nurkse,
proponía una estrategia de “Crecimiento Desequilibrado” con encadenamientos (enclaves) hacia atrás,
en la cual, unas industrias líderes debían ser las que recibieran el impulso inversor para su
crecimiento, puesto que esto, generaría demandas que se cubrirían por industrias auxiliares, de esta
manera de impulsaba un frente industrial líder que generaba la creación y fortalecimiento de otros
sectores, además de fomentar el empleo, el aumento del ingreso, el ahorro-inversión y la acumulación
de capital. De forma complementaria, Leibenstein se refería a un mínimo crecimiento crítico capaz de
sostener el crecimiento, por lo que el esfuerzo debía estar en sostener una adecuada tasa de
crecimiento del ahorro y la inversión a fin de mantener la estrategia de industrialización.

En cuanto a las estrategias enmarcadas en la teoría de la dependencia, se resalta la unicidad de


autores como Pierre Salama, Fernando Henrique Cardoso, Celso Furtado y Samir Amin, entre otros.
Los cuales abogan por la autonomía nacional como medio de eliminar la dependencia externa y
superar el subdesarrollo. Amin propone la “Desconexión” de la periferia en términos de relaciones
internacionales supeditadas a la dominación del centro (no es una ruptura de las relaciones con los
países desarrollados, sino, un cambio en la forma de vincularse en la economía mundial, donde se
eliminen las relaciones de poder y las jerarquías que marginen a la periferia). En este sentido se
propone como estrategia de desarrollo un modelo Autocentrado, donde las relaciones con el exterior
se sometan a la lógica y a los imperativos de la acumulación interna.

5. Valoración personal de cada enfoque

Sobre el enfoque del paradigma de la modernización, me surge un cuestionamiento conceptual: la no


diferenciación entre crecimiento y desarrollo, aunque esto se podría explicar por la dinámica de
acumulación de capital y poder político-económico fuertemente dominante en los países desarrollados
en el período en que nace la economía del desarrollo. Frete a este enfoque también cabe resaltar que

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la realización de sus postulados supone una relación de linealidad con el logro del crecimiento
económico, lo cual considero que, en la práctica, es una situación difícil de presentarse, puesto que su
planteamiento teórico y político es muy simplista frente a la realidad de las economías
subdesarrolladas; pensar que únicamente con la activación del ahorro y la inversión se fundamente el
crecimiento, es limitar el espectro de análisis. Además, la pretensión de implementar en el Sur,
modelos de desarrollo diseñados desde -y para- el Norte, de forma universal y sin tener en
consideración la heterogeneidad de los países subdesarrollados y sus propias realidades, me resulta
cuestionable. También considero que la estrategia unidireccional de fomento a la modernidad
industrial como pilara para la acumulación de capital es una condición necesaria pero no suficiente
para alcanzar un nivel de desarrollo adecuado.

Pese a los cuestionamientos anteriores, me parece que este enfoque hace una contribución
importante en la identificación de los obstáculos al desarrollo (como la estrechez de los mercados, el
bajo nivel de renta y la adopción de estilos de vida occidentales).

Frente a la teoría de la Dependencia, considero que presenta mayor riqueza interpretativa y analítica,
aunque con un alto nivel de abstracción en su análisis. Esta corriente también apuesta por la unicidad
del análisis (la economía nacional) como unidad central en el objeto de estudio. Entre sus postulados
esta el promover una demanda interna más efectiva en término de mercados internos como base para
consolidar el esfuerzo de industrialización nacional y popular, sin embargo, en primer lugar, no es
claro como se puede activar la demanda interna, cuando un rasgo característico de las economías
periféricas es el bajo nivel de renta y el elevado nivel de desempleo y/o el subempleo, y en segundo
lugar, como se puede superar la especificidad primario-exportadora derivada de la división
internacional del trabajo.

6. Conclusiones

Los enfoques contrastados se basan en interpretaciones muy economicistas, aunque la teoría de la


dependencia realiza matizaciones en el sentido de la influencia política y los sistemas superiores a la
suma de los países, también se detiene en la visión económica del desarrollo. En consecuencia, los
dos enfoques restan atención a variables no económicas.

De igual manera, las dos corrientes se detienen en el análisis de los determinantes del subdesarrollo;
Persisten en la explicación de las causas, la influencia y los efectos. Se presenta más riqueza
conceptual e interpretativa en el análisis de los obstáculos al desarrollo frente a otros enfoques
posteriores.

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Otro aspecto en el que coincide los dos enfoques es que se apuesta por una única estrategia nacional
desarrollista, es decir, que el desarrollo parte desde la concepción de país promovido por el Estado de
forma total y globalizante para todo el territorio nacional y sus habitantes.

En el enfoque del paradigma de la modernización no ha distinción entre los países subdesarrollados;


todos son analizados de la misma manera y se proponen las mismas recetas para alcanzar el
desarrollo. No se consideran las asimetrías entre los países del tercer mundo, ni las asimetrías al
interior de un mismo país.

A continuación, se presenta un cuadro comparativo resaltando algunas diferencias entre los dos
enfoques.

Tabla 1. Cuadro comparativo


POSTURAS PARADIGMA DE LA
TEORÍA DE LA DEPENDENCIA
CONCEPTUALES MODERNIZACIÓN
Referentes teóricos Influencia de la economía clásica Influencia de la economía Marxista y
del análisis (Adam Smith) y economía Keynesiana Neomarxista
Campo analítico Ortodoxo Ortodoxo
Tipo de relación e inserción en la
Obstáculos Variables macroeconómicas internas
economía mundial
Crecimiento económico con redistribución
Crecimiento económico lineal, aumento
Concepto del ingreso y eliminación de las
del producto per-cápita
desigualdades
Procedencia del
Países desarrollados Países subdesarrollados
enfoque
Fuente: elaboración propia

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