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Al aplicar estos criterios, el diagnóstico final será de endocarditis si se cumplen al menos dos

criterios mayores, o uno mayor y tres menores, o cinco menores.

ENDOCARDITIS NEONATAL

La presentación clínica de la endocarditis neonatal suele ser muy poco expresiva y los signos y
los síntomas suelen ser inespecíficos e indistinguibles de los de una sepsis o una cardiopatía
congénita, por lo que hay que tener un índice de sospecha elevado para diagnosticarla
precozmente.

Hay que destacar la importancia de la práctica de eco-cardiograma en aquellos recién nacidos


que presentan sepsis y soplo cardíaco, e incluso en los casos de sepsis por S. aureus sin soplo
asociado. Con esta exploración es posible establecer el diagnóstico precoz de la endocarditis y
proceder a un tratamiento adecuado sin esperar a la aparición de una sintomatología que a
menudo pasará desapercibida.

La endocarditis neonatal ocurre en dos formas: la forma no infecciosa y la infecciosa. La


endocarditis infecciosa neonatal tradicionalmente se describía como una enfermedad rara y
fatal. La prolongación de la supervivencia de neonatos críticamente enfermos, el incremento del
uso de catéteres intravasculares y la disponibilidad del ecocardiograma bidimensional, han
marcado un aumento en el reconocimiento y reporte de esta enfermedad. La endocarditis
infecciosa neonatal ocurre comúnmente en recién nacidos prematuros mayores, en los cuales
las manifestaciones clínicas son inespecíficas: simulan una cardiopatía congénita y/o sepsis
neonatal

El término de endocarditis infecciosa alude a una afección en la cual uno o varios


microorganismos infectan el endocardio, las válvulas o estructuras relacionadas. El
microorganismo causante puede ser una bacteria, un hongo, una clamidia, una rickettsia o un
virus.

En la no infecciosa el trombo de fibrina y plaquetas puede formarse a partir de un trauma local


del endocardio ocasionado por un catéter venoso central, daño por un evento
hipoxicoisquémico y coagulopatía por consumo.2-4 La endocarditis no infecciosa predispone a
una endocarditis infecciosa al proporcionar un nido para patógenos durante una sepsis neonatal

El uso de antibióticos profilácticos antes de realizar un procedimiento en niños con riesgo para
endocarditis infecciosa y el decline en la incidencia de cardiopatía reumática han hecho menos
común esta enfermedad, que se presenta principalmente en pacientes hospitalizados.

La endocarditis infecciosa se ha encontrado en 0.2 a 3% de todas las autopsias en neonatos;


mientras que la endocarditis no infecciosa, que es un factor predisponente para la endocarditis
infecciosa, ha sido reportada en 8 a 10% de todas las autopsias neonatales.10-12 En todos los
estudios realizados de endocarditis infecciosa neonatal, el germen patógeno que con mayor
frecuencia se obtiene de recién nacidos con corazón estructuralmente sano y con cardiopatía
congénita es el Staphylococcus sp.
PREVENCIÓN

No siempre se puede prevenir la EB. Sin embargo, debe hablar con su médico si está en riesgo.
Si necesita un tratamiento o un procedimiento odontológico, es posible que tenga que tomar
un antibiótico antes para prevenir la EB. Esto puede ayudar a evitar que las bacterias entren en
el torrente sanguíneo.

TRATAMIENTO

Muchos casos de endocarditis se tratan exitosamente con antibióticos. A veces, es posible que
se requiera una cirugía para reparar las válvulas cardíacas dañadas y eliminar cualquier signo de
infección restante.

Antibióticos

Si padeces endocarditis, tu médico puede recomendarte altas dosis de antibióticos por vía
intravenosa (i.v.) en el hospital. El médico usará hemocultivos para determinar qué organismo
está provocando la infección. Según los resultados de los análisis de sangre, tu médico escogerá
el antibiótico o la combinación de antibióticos más adecuada para combatir la infección.

Por lo general, deberás pasar, como mínimo, una semana en el hospital cuando comiences a
recibir los antibióticos por vía intravenosa. Esto le dará al médico el tiempo necesario para
comprobar que los antibióticos son eficaces contra la infección. Por lo general, deberás tomar
antibióticos durante varias semanas para erradicar la infección.

Una vez que la fiebre y los peores signos y síntomas pasen, podrás irte del hospital y continuar
el tratamiento con antibióticos por vía intravenosa en el consultorio del médico o en tu hogar
con atención médica domiciliaria. Deberás ver al médico de forma regular de todos modos para
asegurarte de que el tratamiento funciona.

Es importante que le comuniques al médico todo signo o síntoma que pueda indicar que la
infección está empeorando, por ejemplo:

 Fiebre

 Escalofríos

 Dolores de cabeza

 Dolor articular

 Falta de aire

Además, debes indicarle al médico lo antes posible si tienes diarrea, una erupción cutánea,
picazón o dolor en las articulaciones. Estos signos y síntomas pueden indicar que tienes una
reacción al antibiótico recetado.
Consulta con tu médico de inmediato si presentas falta de aire o inflamación en las piernas,
tobillos o pies tras iniciar el tratamiento con los antibióticos. Estos signos y síntomas pueden
indicar una insuficiencia cardíaca.

COMPLICACIONES

Insuficiencia cardíaca

La IC es la complicación más frecuente y la indicación más común de cirugía. Aparece en un 50


a 60% de las EI y cuando está afectada más la válvula aórtica que la mitral (34-38).

Las causas que la provocan suelen ser las


insuficiencias valvulares graves del lado izquierdo, las
fístulas cardíacas y las obstrucciones valvulares por
destrucción valvular con la consiguiente regurgitación
aguda. Su presencia indica requerimiento de cirugía,
sobre todo en presencia de insuficiencia aórtica o
mitral graves. También es aconsejable considerar la
cirugía en casos de regurgitación aórtica y mitral
aguda grave, aun sin IC, pero con signos ecográficos
de presión de fin de diástole elevada, hipertensión
pulmonar moderada o grave. Es una indicación de
emergencia en pacientes con edema agudo de
pulmón o shock, y de urgencia, si la IC es menos grave.

Infección incontrolada

Es la segunda causa más frecuente de cirugía. La fiebre se controla entre los 5-10 días de
tratamiento antibiótico por lo que su persistencia puede estar relacionada con terapia ATB
inadecuada, gérmenes resistentes, vías infectadas, complicaciones embólicas o reacción adversa
a los ATB. La cirugía debe tenerse en cuenta cuando la fiebre y los hemocultivos positivos
persisten por más de 10 días, a pesar de los ATB adecuados y cuando se han excluido abscesos
extracardíacos. El shock séptico es una grave complicación que ensombrece el pronóstico.

Extensión perivalvular

La extensión perivalvular con formación de abscesos, pseudoaneurismas o fístulas puede ser


causa de infección incontrolada y de IC. El absceso es más común en válvula aórtica y muy
frecuente en EI valvular protésica. La formación de fístulas tiene una frecuencia de 1,6% y es
provocada por S. aureus en el 46% de los casos (40-42).

La extensión perivalvular se sospecha ante fiebre inexplicada o nuevo bloqueo AV. Se


recomienda cirugía tan pronto como sea posible ante el aumento del tamaño de la vegetación,
o la presencia de abscesos, fístula o pseudoaneurisma. Solo en caso de pequeño tamaño en los
que la fiebre se controla fácilmente con ATB se puede tratar en forma conservadora con
estrecho seguimiento clínico y ecocardiográfico.
Embolias

Las embolias son una complicación frecuente de la migración de vegetaciones. El riesgo


embólico en general es muy alto, 20-50%, pero disminuye al 6-20% después de iniciada la terapia
ATB (29,43). El cerebro y el bazo son las localizaciones más habituales en la EI izquierda. En la EI
derecha y asociada a marcapasos son frecuentes la embolia y los abscesos pulmonares.

Las embolias pueden ser asintomáticas en un 20% de los casos. El accidente cerebrovascular
(ACV) es una complicación grave y se asocia con alta morbilidad y mortalidad (44). Son también
frecuentes los infartos y abscesos esplénicos. Los factores de riesgo para embolia incluyen el
tamaño de la vegetación (mayor de 10 mm) y la movilidad, la ubicación en la válvula mitral (24),
el tamaño durante la terapia ATB, el tipo de microorganismo (estafilococo, Candida,
Streptococcus bovis), la embolia previa y la afección multivalvular

ENDOCARDITIS BACTERIANA EN ODONTOLOGIA

Desde hace más de un siglo se reconoce que los procedimientos dentales, tales como
extracciones, los que involucran los tejidos del surco gingival o las bolsas periodontales,
particularmente los quirúrgicos

Mientras que cualquier persona puede contraer endocarditis, la infección se presenta


generalmente en individuos con defectos cardíacos estructurales subyacentes. Puede ocurrir
siempre que estas personas desarrollen bacteriemia con los organismos que es probable que
causen endocarditis. La bacteriemia puede ocurrir espontáneamente (es decir, causada por los
organismos introducidos a través del alimento que mastica o durante el cepillado dental), o
puede darse como complicación de una infección focal, tal como una infección periodontal o
periapical, de una infección de la zona urinaria, de una pulmonía o de una celulitis. Algunos
procedimientos quirúrgicos y dentales , pueden causar una bacteriemia transitoria que persista
raramente más que algunos minutos.

Para que se produzca la endocarditis , se requieren normalmente dos acontecimientos


independientes: un área del endotelio debe estar dañada, y la bacteriemia causada por los
organismos adherentes debe ocurrir. Si se daña el endotelio pero no ocurre un bacteriemia, la
endocarditis bacteriana no se presentará. Inversamente, si ocurre una bacteriemia, el endotelio
indemne normal del corazón no es susceptible a la colonización bacteriana. En lesiones cardíacas
congénitas o adquiridas, el endotelio se puede dañar por un flujo de sangre de velocidad
anormalmente alta que dé lugar a turbulencias en lugar de ser laminar.

Los médicos y los dentistas deben utilizar su propio juicio en seleccionar un antibiótico y la
determinación del número de las dosis que deben ser administradas en pacientes individuales
o en circunstancias especiales.

Incluso con profilaxis antibiótica apropiada, la endocarditis puede ocurrir. Por lo tanto, los
médicos y los dentistas deben mantener un alto índice de la suspicacia con respecto a cualquier
acontecimiento clínico inusual que ocurra después de los procedimientos en los cuales la
profilaxis antibiótica fue administrada. Se debe prestar particular atención a la fiebre, a la
debilidad, a la mialgia, a la artralgia, al letargo inexplicado en un paciente que ha tenido un
procedimiento dental o quirúrgico.

Se recomienda una PA en procedimientos dentales como:

• Extracciones dentales

• Procedimientos periodontales incluyendo cirugía, raspaje y alisado radicular, el sondaje,


y la terapia de mantenimiento.

• Tratamiento endodóntico solamente cuando se extiende más allá del ápice.

• Colocación subgingival de fibras o tiras antibióticas.

• Colocación inicial de bandas ortodónticas, no de brackets.

• La limpieza profiláctica de dientes o implantes donde se anticipa el sangrado.

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