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INTRODUCCION
encontramos que la primera empresa que operó en el mundo data de 1602, la gran compañía
Cía. Holandesa de las indias orientales, tuvo como finalidad colonizar y comerciar en tierras
con gran presencia comercial en el mundo. Es así, como se inician a juntar de dos a más
personas bajo una sola denominación comercial a consecuencia de que comercializar solo traía
grandes problemas. En aquel entonces, el comercio tuvo como conexión principal, el mar. Las
grandes embarcaciones partían de un puerto y llevaban productos hacia otro territorio; sin
embargo, la presencia de los piratas que saqueaban las embarcaciones, las tormentas que
derribaban embarcaciones y el extenso tiempo que tardaba una embarcación llegar de un puerto
a otro, se fueron agravando con el paso de los años y a raíz de todo ello, los comerciantes
decidieron asociarse, juntar recursos y de ese modo comercializar con mayor facilidad. Las
embarcaciones salían por grupos, de esta forma, si es que una embarcación era abordada por
piratas, las demás embarcaciones continuaban el recorrido, y la pérdida era minúscula, ya que
en un mismo viaje abarcaban mucho más y por lo tanto su ganancia era mayor.
Fueron pasando los años y los comerciantes en tierras americanas fueron aumentando, por lo
Las sociedades anónimas en el Perú, surgen con la dación del código de comercio en el año
1853, la cual regulaba a las sociedades que ya se encontraban operando en territorio peruano,
así como marco un punto de partida para que se conformen nuevas sociedades. Posteriormente,
dio paso al Código de Comercio de 1902, la misma que fue un reflejo del Código de Comercio
la Ley N°16587 Ley de Títulos Valores, el año 1967. En la misma línea de modificaciones, el
último, el 19 de Noviembre de 1997 se promulga la Ley N° 26887, la misma que sigue vigente
hasta ahora y que ha tenido en su texto muy pocas modificaciones sustanciales, dentro de los
cuales se encuentra la Ley 29566, promulgada el 28 de Julio del 2010 que modifica diversas
Art. 52-A, que añade al texto legal el derecho de información de los accionistas en una
sociedad.
A lo largo de la historia peruana, desde que el código de comercio de 1853 entro en vigor, no
se ha esclarecido la naturaleza jurídica de las sociedades. Todas las modificaciones que tuvo el
jurídica de la sociedad y ha quedado como uno de los temas sin regulación dentro de la
legislación actual. En ese sentido, el jurista peruano ha propuesto dos teorías: Teoria
La teoría contractualista, establece que las sociedades nacen de un acuerdo de voluntades con
consentimiento mutuo entre las partes, hasta aquí, todo parece tener la característica de un
venta, tenemos que el oferente se encuentra frente al ofertante, sin embargo, en este tipo de
contrato, ambos están del mismo lado y comparten el mismo objetivo, por consiguiente la teoría
establecido que las sociedades son un tipo especial de contrato. Empero, queda desestimado
La teoría institucionalista establece que las sociedades son instituciones porque a partir del
registro de la constitución de la sociedad, nace una persona jurídica, lo que no ocurre en ningún
tipo de contrato, en consecuencia dicha persona jurídica pasa a ser sujeto de derecho y
obligaciones, posee una organización interna de sus miembros, así como una organización de
sus normas, desde la constitución hasta los reglamentos internos. En ese sentido, como persona
jurídica puede suscribir contratos, establecer convenios con otras sociedades, crecer y
expandirse con sucursales, lo que sería imposible si diríamos que la sociedad fuese un tipo de
contrato.
El vacío que encontramos respecto a este tema en la Ley General de Sociedades, se discutió en
un anteproyecto de ley por los 100 años del código de comercio, sin embargo, al no ser
Por mi parte, considero que las sociedades son instituciones que se forman a partir de las
voluntades en común, con la finalidad de ser lucrativa o no lucrativa. Poseen una estructura
Sin embargo es necesario que se aclare con prontitud la naturaleza jurídica de las sociedades,
contemporáneos.
La sociedad anónima abierta, se caracteriza por tener en la bolsa de valores todas sus acciones,
por tal motivo son sustancialmente bursátiles y se encuentran al alcance de cualquier persona,
natural o jurídica que tenga la capacidad económica de adquirir acciones en la bolsa de valores.
De acuerdo a la Ley General de Sociedades vigente, una sociedad anónima abierta, puede
constituirse cuando:
acciones.
Más del 35% del capital social pertenezca a 175 o más accionistas
Todos los accionistas por unanimidad aprueban la adaptación a este régimen (art. 249
LGS).
Una de las características generales de este tipo de sociedad es que sus accionistas no poseen
la tradicional “affectio societatis”, como ocurre en los otros tipos de sociedades. Es común que
los accionistas no se conozcan entre sí, dado a la pluralidad de los mismos, estamos hablando
de más de 750 personas de acuerdo a la Ley en mención, o en su defecto, de 175 personas que
tuviesen más del 35% del capital social. En estos puntos mencionados, no concuerdo con la
legislación empresarial, puesto que la gran empresa queda relegada a una situación de
una sociedad anónima unipersonal, y dicha legislación contempla que para formarlas se
sociedad, sus acciones tienen pueden ser inscritas en la bolsa de valores. Estas características
sacan ventaja a una sociedad anónima abierta en el Perú, puesto que dado al alto número de
accionistas que se requiere para formar una sociedad anónima abierta en nuestro país, en países
como España o en los Países Bajos, una pequeña empresa puede manejar mayores capitales
que una gran empresa en el Perú. Esto realmente es un impedimento para que los grandes
capitales se desarrollen en nuestro país, por lo que es sugerible una modificación a la Ley
General de Sociedades.
Por otro lado, encontramos que si bien es cierto nuestra legislación no contempla las sociedades
unipersonales, las grandes empresas que vienen a invertir en nuestro país y solo tienen a una
persona como propietaria de todo el capital, deben adaptarse a nuestra legislación y pluralizar
a los socios, y he aquí uno de los vacíos respecto a la sociedad anónima que es oportuno
expresarlo: no existe un mínimo de capital para cada accionista, pero si un mínimo de socios,
que serían dos, por lo que en estas situaciones, es aceptable que el propietario de la empresa se
adjudique el 99.99% de las acciones y deje al otro accionista el 0.01% de las acciones, de esta
forma, está cumpliendo con la pluralidad de socios que establece nuestra legislación y por lo
Es necesario aclarar que la ley general de sociedades, tampoco establece un mínimo de capital
para formar una sociedad anónima o una sociedad anónima abierta, como sí sucede en la
legislador peruano, porque omitió algo sumamente importante en la materia y que también va
legislación española. Me refiero a que si no existe un límite de capital que puede abarcar una
sociedad, las sociedades anónimas abiertas en el Perú, van a seguir siendo muy pocas y el
abiertas, el mercado de valores interno tendrá poca inversión en capitales peruanos, mientras
que las mismas personas ante la falta de inversión nacional en la bolsa de valores elijan invertir
por lo que es consecuente decir que mientras más sociedades anónimas o anónimas abiertas
haya en el Perú, el flujo económico será mayor, habrá más inversión en capitales nacionales.
La situación actual es que ante la falta de una delimitación respecto a la cantidad de capital que
puede mover una empresa, y añadiéndole la premisa de que la cantidad de accionistas para
formar una sociedad anónima o anónima abierta en la práctica se torna un impedimento para
que se formen más de estas sociedades, es consecuente afirmar que estas dos sociedades se ven
relegadas al olvido. Puesto que existen sociedades anónimas cerradas que poseen un gran
capital, y por su condición legal no pueden ser sociedades anónimas abiertas, porque no
En conclusión, hemos tocado cuatro puntos fundamentales sin regulación en la ley general de
límite mínimo de capital para conformar las sociedades, y finalmente, no hay un mínimo de