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PENTECOSTALISMO y SOCIEDAD Estado de La Cuestion PDF
PENTECOSTALISMO y SOCIEDAD Estado de La Cuestion PDF
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PENTECOSTALISMO Y SOCIEDAD
El estudio del movimiento pentecostal en los ultimos 30 años. Estado de la
cuestion 1
Bernardo Campos
Hay algunos trabajos antecedentes que merecen ser citados. El primero es el Estudio
socioeconómico de las Iglesias Evangélicas realizado en el Distrito de SJL por la
Confraternidad Interdenominacional de Pastores del Distrito de San Juan de Lurigancho,
CIPEDIL, hacia 1986, con el auspicio de Lutheran Worl Relief y dirigido por el Dr.
Benjamín Bocanegra.
Un pequeño libro de 56 páginas en la que se presenta una evaluación del desarrollo de las
iglesias evangélicas, incidiendo sobre los programas sociales que estas realizan en favor de
la comunidad local. Según se señala en los objetivos de la investigación, se pretendió
mediante un estudio sociológico “a) analizar la situación real de las iglesias evangélicas en
el Distrito de San Juan de Lurigancho, b) descubir el potencial de recursos materiales y
humanos que estas iglesias poseen, para desarrollar con eficacia la misión que le ha sido
encomendada”, c) analizar y establecer qué recursos que las iglesias poseen (sic) son los
más necesarios e importantes para desarrollar la obra social, a fin de, d) orientar mejor el
trabajo de la iglesia en la comunidad”. No obstante estos objetivos y el instrumental
sociológico usado, la interpretación de los datos es pobrísima y, por lo que se sabe, la
investigación tuvo poquisima repercusión en las iglesias. La importancia de este estudio
radica en la experiencia vivida por las iglesias al involucrarse (o someterse) por primera vez
a una investigación sociológica, cosa no siempre posible por una serie de “mitos” y
sospechas de utilización ideológica de los datos.
nuestra propia realidad social con criterios cientificos y cifras numéricas por muestreo, a
fin de poder estimar lo siguiente: ¿Cuantos somos? ¿Cómo pensamos? ¿Qué hacemos? Y ¿a
dónde vamos? El estudio incluye un breve “bosquejo histórico del Protestantismo en el
Perú” dirigido por el Obispo Wenceslao Bahamonde, conocido en el campo protestante por
su The Establishment of Evangelical Christianity in Peru. Tesis doctoral en Hartford
Seminary Foundation, 1952. Incluye, además, numerosos cuadros estadísticos sobre la
acción social de las iglesias evangélicas, un análisis de los modelos eclesiásticos de las
distintas denominaciones estudiadas, asi como sobre las encuestas de opinión aplicadas a
pastores y lideres del país. Quizá la obra mas importante desde entonces, hasta hoy hecho
por evangélicos.
La tercera obra digna de mención es la dirigida por tres investigadores americanos, W.R.
Read, V.M. Monterroso y H.A. Johnson, Avance Evangélico en la America Latina,
traducido por el pentecostal mexicano Manuel Gaxiola, Usa: Casa Bautista de
Publicaciones, 1971.
En una perspectiva más teológica, el articulo de José Míguez Bonino, “Visión de Cambio
Social y sus Tareas desde las iglesias nocatólicas”, en Fe Cristiana y Cambio Social en
América Latina. Encuentro de El Escorial, 1972. Salamanca: Sígueme, 1973 fue tambien
uno de los primeros en plantear el problema de la acción social de los evangélicos en el
continente.
Bonino utiliza los datos sociológicos mas recientes en la época y los aplica al
protestantismo latinoamericano. Allí estudia la evolución y crisis del pensamiento social
de las iglesias protestantes tradicionales, asi como la militancia desarrollista anticomunista
y discute si el pentecostalismo está en situación de huelga social o si es por el contrario una
sociedad participatoria. Se refiere tambien al movimiento Iglesia y Sociedad en América
Latina (ISAL) en la que participaron muchos evangélicos de vanguardia.
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En esta obra como pastor pentecostal peruano busco explicar el movimiento pentecostal
desde las ciencias sociales, superando las limitaciones de mi propia confesionalidad. Su
aporte, reconocido actualmente entre los teologos latinoamericanos, radica en el
acuñamiento de la categoría “pentecostalidad” como criterio para estudiar, en la
perspectiva weberiana, los movimientos carismáticos que cruzan a las diversas
denominaciones cristianas, incluida la católica. Son importantes sus análisis de las
“disidencias religiosas” y de las iglesias a quienes asigna una division social del trabajo
religioso.
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En la misma linea y por otros destacados investigadores del pentecostalismo, están los
trabajos de Juan Sepúlveda, "Pentecostalismo y Religiosidad Popular", Pastoral Popular
Vol. XXXII 1981, Nro. 1: 1625 y el antropologo Samuel Palma y Hugo Villela (sociólogo),
"El pentecostalismo: La religión popular del protestantismo latinoamericano. Algunos
elementos para entender la dinámica de las iglesias pentecostales en América Latina"
Santiago, Chile: mimeo, 1989: 15pp. Cf. tambien Manuel Canales-Samuel Palma-Hugo
Villela, En Tierra Extraña 2 Tomos (I: Biografías,) y II:Para una sociología de la
religiosidad popular protestante. Chile: Amerinda, 1991
En una linea estrictamente sociológica, estan los trabajos de Francisco Cartaxo Rolim,
"Pentecostisme et Societé au Brésil", en Social Compass 26, Nro. 23 (1979):345372 y
Pentecostais no Brasil. Uma Interpretacao SócioReligiosa. Petrópolis: Vozes, 1985.
La religión está, según Rolim, determinada por las relaciones sociales de clase. No se trata,
sin embargo, de un determinismo social, puesto que la "religión pentecostal" es
relativamente autónoma. La cuestión es, a su juicio, verificar hasta qué punto los
condicionamientos sociales disminuyen o anulan la especificidad religiosa del
pentecostalismo, ya que a lo mejor "señalar una autonomía absoluta del pentecostalismo,
es crear un mayor problema que aquel que señala una autonomía relativa"2
Una explicación del pentecostalismo que no atienda al mismo tiempo y en forma dialéctica,
el papel de clase y el papel de agentes religiosos, es teóricamente imposible. Siguiendo a
Max Weber, Rolim señala que la "aceptación de un credo de salvación como el
pentecostalismo brota no de las creencias en sí, sino de las condiciones sociales concretas
en que se encuentran los que adhieren". Desde ese punto de vista, la fundamentación del
crecimiento pentecostal estaría en la adecuación de la propuesta religiosa a los intereses
de los interlocutores y no al revés: "Sin una respuesta al anuncio, por más verdadero que
sea, ningún credo germina y crece"3 Rolim dice expresamente: "la determinación de la
religión pentecostal no proviene de su núcleo internamente religioso, sino de su
condicionante social, en cuanto raíz, base, fundamento de los intereses religiosos sino que
ella no sólo existe en nuestra sociedad. Es parte de ella, está inserta como uno de sus
componentes"4 y en tal sentido condicionada para ella.
Por eso es fácil comprender cómo la condición de "camadas pobres" y "camadas populares"
de los pentecostales le viene específicamente del tipo de relaciones sociales del modo de
producción capitalista de las que forman parte sólo como trabajadores asalariados y no
2 Ibid, 11
3 Ibid : 12
4 Loc.cit
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productivos. Esto es así, según Rolim, porque en el modo de producción capitalista solo es
trabajador productivo aquel que produce directamente plusvalía. En su gran mayoría "los
que abrazan el pentecostalismo, si por un lado pertenecen al mundo del trabajo y en este
viven una dependencia como empleados, por otro, no se inscriben en el sector
fundamental"5, situándose más bien como clases subalternas improductivas.
fundamentalmente a los pentecostales como clases dominadas. Ahora bien, como ellas
se inscriben en un sistema de clases, en relaciones recíprocas, no es posible entenderlas
sino en referencia al dominante. O sea, en referencia a la relación de dominación /
subordinación".
Por tal razón, y en definitiva según esta interpretación son las prácticas sociales el camino
que lleva a la reformulación de la ideología religiosa del dominado. Solo así puede el poder
de Dios no eliminar la autonomía ni la iniciativa de las prácticas sociales, sino más bien
exigirlas como expresión de una presencia actuante en la historia como transformadora de
la sociedad.
Una discusión por demás interesante, pues pone el acento en la pregunta por la clientela
religiosa, viene de los antropologos Peter Henry Fry y Gary Nigel Howe7 . Ellos intentan ir
un poco más lejos que las aproximaciones de Willems, Lalive, Camargo y otros
investigadores en el Brasil. Piensan que constatar que el pentecostalismo responde a las
relaciones dicotómicas clásicas, tales como folk/urbano, orden/anomia,
marginalización/integración, no es suficiente y no explican por qué las masas eligen
indistintamente unos el pentecostalismo y otros el Umbanda. "Preferimos ver la afiliación
de personas a asociaciones religiosas, dicen, como una estrategia social que algunas
5 ibid:172
6 Ibid: 13
7 Peter Henry Fry e Gary Nigel Howe, "Duas Respostas á Aflicao: Umbanda e
Pentecostalismo" Revista Debate & Crtica. Nro. 6 (Julho) 1975: 7594.
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personas adoptan por razones específicas que aún tienen que ser reveladas. Nuestro
argumento es que la urbanización y la industrialización afectan el modo por el cual
cualquier individuo, sea el migrante o no, se relaciona con la sociedad y viceversa. Los
cambios traídos por la industrialización y la urbanización so n primariamente cambios en la
forma y contenido de la red social de un individuo"8.
Todos los migrantes no llegan necesariamente mal equipados para enfrentarse con el modo
de vida urbano. Además, los migrantes rurales no son totalmente ignorantes respecto de
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los problemas de la ciudad cuando llegan. Ellos fácilmente siguen redes de parentesco.
Así, ciertamente, "el pentecostalismo provee una estructura ideológica y organizacional que
es más conducente a la generación de confianza entre correligionarios. De ese modo, (si) el
pentecostalismo no es, por lo menos sí provee, una base institucional para el ejercicio del
poder y autoridad que son negados en la sociedad más amplia9 al mismo tiempo que
desempeña el papel de familia extensa a quienes lo necesitan.
Ahora bien, ni la sociedad global ni las sociedades religiosas son homogéneas, de modo que
ellas ofrecen un campo complejo de posibilidades (oferta) para un grupo también complejo
de personas orientadas socialmente en forma diversa (demanda). Este hecho hace que sea
imposible predecir las orientaciones de la gente a determinadas asociaciones religiosas,
pero "en un tiempo en que al hombre de la calle le es negada cualquier expresión política,
resulta de mayor importancia que muchas personas sean atraídas a asociaciones con
ideología religiosa" (Gramsci).
Es cierto que la elección de una u otra asociación religiosa depende tanto más de la
eficacia de los símbolos del grupo cuanto de las recompensas políticas y económicas
que los adeptos esperan derivar de sus energías; pero, no debemos olvidar señalan Fry y
Howe que hay aspectos socioeconómicos que entran en juego en la afiliación religiosa. El
hecho de hacerse miembro de un grupo, cualquiera que sea, "envuelve ciertas pérdidas en
términos de otras oportunidades, pero también ofrece ciertos beneficios ("bendiciones") en
la forma de relación, de intercambio social con otros miembros: Hay una dialéctica
progresiva entre lo que es percibido como agradable a Dios y a los espíritus, y lo que es
sentido como siendo inmediatamente ventajoso para el hombre" 1 2.
Para Fry y Howe en cada uno de los casos, el pentecostalismo o el Umbanda, por igual, son
los aspectos socioeconómicos los que determinan en general una u otra afiliación religiosa.
Por eso creen que debemos preguntar a ambas congregaciones de qué beneficios son
dotados sus miembros, cuál es el costo de disfrutar esos beneficios y, finalmente, qué
especie de persona podría sentirse atraída para este particular contrato social.
8 ibid: 85
9 ibid: 87
1 0 ibid: 88
1 1 ibid: 91
1 2 ibid: 84
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religiones y si siempre son las motivaciones económicas las que producen conversiones o
adherencias.
Junto con estas obras, vale la pena citar trabajos recientes de historia denominacional
producidos por los evangélicos en los últimos años y que aportaran datos para comprender
la presencia y desarrollo de las iglesias evangélicas en nuestra localidad de referencia.
Aunque no son estudios sociológicos, sino mas bien históricos con carga confesional, en su
momento seran iluminadores para interpretar la significación de una determinada acción
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Otro trabajo pionero en este campo para el Perú es el del Dr. Juan B. Kesler, A study of the
older Protestant missions and churches in Perú and Chile. With special reference to the
problems of division, nationalism and native ministry . Goes: Oosterbaan & le Cointre
N.V., 1967. El capitulo correspondiente a Perú fue traducido al español bajo el título
Historia de la Evangelización en el Perú. Lima: Perú: Librería El Inca, 1987, en tanto que
el capitulo referido a Chile su autor lo publicó en Santiago de Chile. La obra es ya un
clasico en los estudios sobre el protestantismo peruano y todavía sigue siendo útil por sus
datos históricos sobre el oriegen de la mayoria de las Denominaciones evangélicas y por las
entrevistas a muchos de sus lideres fundadores. Kesler trabajó muchos años como
misionero con la Iglesia Evangélica Peruana (IEP) en Lima y Arequipa, de modo que sus
conocimientos sobre los evangélicos son confiables.
Citamos entre otras obras de este corte, la del Pastor Amador Lázaro Ortega, Evangelistas,
profetas y Pastores: Una breve historia del Distrito del Centro [incluye Lima] de las
Asambleas de Dios del Perú, 1995.
Util por incluir la historia de dos iglesias del Distrito de SJL, aunque sin ninguna
interpretación desde el contexto de la època y la muy difundida obras de Ruben Zabala
Hidalgo, Historia de las Asambleas de Dios del Perú. Lima : Ediciones Dios es Amor,
1989. Este último libro, que es la tesis de Licenciatura del autor es quizá el trabajo
histórico más serio escrito por un pentecostal. Su corte es mas bien misiológico, orientado
por la preocupación de la nacionalización de las Asambleas de Dios. Asi mismo, aunque sin
ningun rigor cientifico está el libro de Santiago Aquilino Huaman Pumayalli, La Primera
Historia del Movimiento Pentecostal en el Perú. (Edición propia del autor) s/f . Util por
los datos curiosos y anecdóticos en la que el mismo autor, de práctica pentecostal, está
involucrado. Se convierte asi en un informante de primera mano. En efecto, la primera
obra histórica que se escribió sobre el pentecostalismo en el Perú.
Dos obras de referencia importantes por su relación histórica con el pentecostalismo son
las de Eloy Gonzalez Alvarado sobre la iglesia Santidad de los Peregrinos y la iglesia del
Nazareno, Presencia Misionera en el Norte del Perú 2 Vols. Lima, Perú: Editorial Universo
(1986, 1987) y la de Saul Barrera, Origenes y Desarrollo de la Iglesia Evangélica Peruana.
Lima, Perú: Centro Evangélico de Estudios PastoralesPerú, 1993.
Igual mencion merece aquí la obra de Tomas Gutiérrez, historiador y sociólogo bautista,
Los evangélicos en Perú y América Latina: Ensayos sobre su historia. Lima, Perú:
Imprenta Jose Antonio, 1997. Aporta datos, aunque le falta mayor interpretación
sociológica de los mismos en correlación con la historia social del país.
Wilfredo Kapsoli Escudero, Guerreros de Oracíon, Lima, Perú: SEPEC, 1994. Desde la
perspectiva de historia social de la escuela francesa, Wilfredo Kapsoli estudia el
movimiento pentecostal y presenta sus hipótesis sobre la religión. Util por la información
recogida en varios años de estudio, según informa el autor.
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Un trabajo reciente es el de Gina Goguin, Presencia religiosa en las radios limeñas. Lima:
Fondo EditorialUniversidad de Lima, julio de 1997. Este último, desde la perspectiva de
las ciencias de la comunicación, estudia el fenómeno de la cultura massmediática tan
presente en las comunidades pentecostales y que está cambiando por un lado la imagen del
culto religioso como ritual tradicioanlmente consagrado al espacio del templo y, por otro,
alterando esquemas en locución y comunicación radial al transmitir en vivo cultos
extaticos, de exorcismos o de sanación milagrosa.
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Desde una perspectiva antropológica, el estudio de Manuel Marzal, Los caminos religiosos
de los inmigrantes en la Gran Lima. Lima, Perú: Fondo editorial de la PUCP, 1988 es util
para comparar la presencia y acción social de comunidades pentecostales, que él denomina
“nuevas iglesias” , en un distrito popular como el Agustino. El estudio de Marzal sera util
en nuestra investigación en la medida que permitirá un análisis comparativo sobre el
proceso de inserción y de práctica religiosa por los migrantes en SJL. Servirá para evaluar
las “estrategias” de los inmigrantes para la conquista de la Gran Lima. Trabajo que, en otro
nivel de análisis, recuerda la obra de Jürgen Golte y Norma Adams, Los Caballos de Troya
de los invasores: Éstrategias campesinas en la conquista de la Gran Lima, Lima, Perú:
IEP, 21990.
Como material de referencia existe una abundante literatura sobre las sectas.
Mencionaremos sólo algunas a las que tenemos acceso:
13 Cf. María Julia Carozi, “Tendencias en el estudio de los nuevos movimientos religiosos
en los últimos veinte años”, en Revista Sociedad y Religión. Sociología, Antropología e
Historia de la Religión en el Cono Sur. Argentina (Junio 1993) Nro. 10/11: 323; Enzo Pace,
“Tendencias y Corrientes de la Sociología de las Religiones, en Sociedad y Religión. Nro. 13,
Buenos Aires (1995): 319; M.J.Carozi, Alejandro Frigerio y M. Tarducci, Nuevos
Movimientos Religiosos y Ciencias Sociales Vol I. (con una introducción y selección de
textos de Alejandro Frigerio). Buenos Aires: Cemtro Editor de América Latina, 1993;
F.H.Forni, F. Malimachi, L. Pessina y otros, Nuevos Movimientos Religiosos y Ciencias
Sociales Vol II (con una introducción y selección de textos de Alejandro Frigerio). Buenos
Aires: Cemtro Editor de América Latina, 1993; Manuel M. Marzal, Un siglo de
investigacion de la religión en el Perú, Ponencia presentada en el XVII Congreso
Internacional de Historia de las Religiones, celebrado en la ciudad de México, Agosto de
1995. Publicado en: Revisrta Antrhropológica. Año XIV, Nro 14 (1996): 728
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Cristianismo y Sociedad. Nro. 88, XXIV (1986) 113130; GRANADOS, M.J. "Los
Israelitas" en Socialismo y Participación. Lima Nro. 41 (Marzo) 1988:95105;
VALDERRI, J. "Las Sectas en Centroamérica" en Pro Mundi Vita Boletín 100,
Bruselas, 1985; MIGUEZ, B.J. "Iglesia y Secta: Revisión de un Vocabulario" en
Cuadernos Teológicos. Argentina: ISEDET; GUADALUPE, José Luis Pérez, Las
Sectas en el Perú. Los Nuevos Movimientos Religiosos en nuestro País. Lima, Perú:
Conferencia Episcopal Peruana, 1992; ESCURRA, Ana María. La Ofensiva
Neoconservadora. Las Iglesias de USA y la lucha ideológico hacia América
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Igual mención merecen las ponencias del II Encuentro de Teólogos Pentecostales que se
reune es este libro ahora, y que dada s u diversidad, recoge una variedad de temas referidos
a ala historia, identidad y tendencias religiosas al interior de los pentecostalismos en
América Latina y El Caribe.
Han pasado ya mas de 30 años desde que el sociólogo suizo Christian Lalive D’ Epinay,
publicara El Refugio de las Masas: Estudio Sociológico sobre el Protestantismo Chileno.
Santiago: El Pacífico, 1968. La obra de Lalive iluminó y condenó a mas de una
investigación a estudiar el pentecostalismo latinoameric ano para constatar las
posibilidades y limitaciones de las religiones populares para favorecer o impedir el cambio
social.
Desde entonces, hasta hoy, se han emprendido sendos estudios1 4 para verificar las
hipotesis planteadas por él respecto del pentecostalismo, en el sentido de verificar si –
como se plantea, Lalive en terminos de Henri Desroche1 5 — el pentecostalismo ha devenido
en un eventual “refugio” o huelga social de las masas asentadas en las urbes de America
Latina, producto de las migraciones durante el periodo de industrialización y urbanización
del continente.
Años mas tarde Lalive estudiará las posibilidades de mutación de los milenarismos
tras el recambio de regímenes de gobierno ideologicamente antagónicos como lo
fue el socialismo de Allende y el autoritarismo de Pinochet en Chile.
Su tesis doctoral Religion, dynamique sociale et dépendance, les mouvementes protestants en Argentine et au Chili, Paris:
Mouton, 1975, es iluminadora a este respecto, asi como su articulo "Sociedad Dependiente,
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Ambos escritos están consagrados a demostrar que milenarismos como el pentecostal son
pasibles de mutación y que en situaciones revolucionarias pueden incluso asumir posturas
radicales de acción social o política, pese a sus esquemas doctrinales o teológicos de la
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Tal actitud, mas bien propia de los mesianismos, según estudios de Maria Isaura Pereira de
Queiros, es inesperada para las comunidades pentecostales y sin embargo se verifica en
ellas.
Asi piensa tambien, el sociólogo e historiador suizo Jean-Pierre Bastian, que aplicó sus
estudios socioreligiosos a México, En su La Mutación Religiosa de America Latina: Para
una sociología del cambio social en la modernidad periférica. México: FCE, 1997, puso el
acento en que los pentecostales serían el actor social mas importante de America Latina y
el único que quizás pueda hacer tambalear la hegemonía catolicoromana en un proximo
futuro.
Los estudios realizados en Centro America durante la guerra fria y la revolución sandinista
son tambien útiles para el estudio de los milenarismos. La producción socioreligiosa
promovida por la Universidad Autónoma de México (véanse las obras mexicana citadas en
nuestra bibliografía) y por la Comisión de Historia de la Iglesia en América Latina
(CEHILA) es cuantiosa y será un material de referencia en nuestra investigación,
especialmente la refrida al uso de la teoría de Pierre Bourdieu.
Igual juicio merece los estudios actuales sobre la reciente avalancha de participación
política de los evangélicos (y pentecostales como en Brasil y Guatemala) en América
Latina. Piénsese especialmente en los casos de Brasil, Chile, Guatemala, Perú y Mexico. Los
estudios realizados en estos países sobre la participación política de los evangélicos son
iluminadores y están demostrando que el apoliticismo tradicional ["huelga social"]
atribuido a los pentecostales es más una constante que una excepción en condiciones
igualmente revolucionarias o antirevolucionarias, en tiempos de paz o en tiempos de
guerra.
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de larga duración. La cuestion no parece ser, pues, de si los pentecostales participan o no,
o si tienen una actitud de huelga social o de participación activa, sino mas bien en qué
dirección o desde qué perspectiva política orientan su acción social y cuáles son las
motivaciones profundas de una inserción en la sociedad civil y una participación en la vida
política del país.
En otro contexto (Brasil), pero en la misma época de Lalive, Emile Willems, estudió el
pentecostalismo y llegó a una conclusion diferente con respecto a las posibilidades de
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mutación del pentecostalismo (Cf Emile Willems, Followers of the New Faith, Tenn.
Vanderbilt University Press, 1967).
Estas consideraciones nos han llevado a preguntar por las condiciones internas y externas
de las religiones populares para favorecer el cambio social. El problema fundamental que
dirige nuestra búsqueda sociológica es, a saber: ¿Cómo favorece o impide el
pentecostalismo, en tanto religión popular, el ansiado cambio social para el Desarrollo,
dadas las condiciones sociohistóricas del país?
La sola formulació n del problema fundamental incluye una amplia gama de preguntas que,
aún sin ser contestadas en detalle, constituyen el corpus fundamental del problema.
Puesto que esta investigación tiene un carácter exploratorio, me permito por ahora
únicamente formularlas. La primera pregunta y, tal vez, la más importante puede
formularse en estos términos: ¿Cuál ha sido y cuál es la función de la religión pentecostal
en el proceso de la formación social desde la época en que se implantó en el Peru?.
Contestar estas preguntas supondría, en primer lugar, diferenciar por el camino histórico
la función de la Iglesia ya establecida de la función que se le asigna generalmente a una
nueva religión o a los grupos disidentes, y entre ellas las comunidades pentecostales. Será
necesario para ello, una mirada histórica al proceso de constitución del Campo Religioso
del Cono Este, y en particular de SJL, para determinar que niveles de “relaciones sociales”
(relaciones de oposición y relaciones de transacción), según la teoría de Pierre Bourdieu1 6,
se han dado entre los diferentes actores sociales: entre ellos los actores religiosos asentados
allí, llámese catolicismo romano, protestantismos históricos, pentecostalismos, religiones
aborigenes (chamanismo?) y nuevos movimientos religiosos por la oferta y demanda de
“bienes simbólicos de salvación” por parte de los laicos o consumidores de la religión.
Una hipótes instrumental que estará presente en nuestro trabajo es que las
disidencias religiosas y las iglesias establecidas tienen funciones diferentes
asignadas por la sociedad, en función de su legitimidad y su condición social
(tamaño, formas de organización, sistema ritual, etc). Por lo que sabemos, el
pentecostalismo se implanta en el Perú desde 1919 con la llegada de las Asambleas
de Dios, a solo 5 años (1914) desde que se formara en los Estados Unidos. De ahí
en adelante, la mayoría de "Denominaciones" Pentecostales en el Perú serán una
disidencia o una derivación de ésta, o bien una simbiosis producto de la
“pentecostalización” de alguna iglesia protestante reformada que se las identifica
imprecísamente como "iglesias históricas".
16
Cf. su “Genese e Estrutura do Campo Religioso” y “Una interpretacao da Teoria da religiao
segun Max Weber” en, Pierre Bourdieu, A Economía das Trocas Simbólicas. Sao Paulo, Brasil:
Editora perspectiva, 2 1987
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En este orden de cosas se levanta otra serie de preguntas previas: ¿Quiénes son los sujetos
del cambio social y en qué medida participa el pueblo en su promoción y realización? La
pregunta reclama, por lo menos, una muestra etnográfica de algunas comunidades
pentecostales asentadas en el Distrito de San Juan de Lurigancho.
En otro orden de cosas las preguntas ¿Cuál es el modelo societal a realizar y sustituir al de
un viejo régimen? y ¿Cuál es la condición de los regímenes actuales, su grado de
precariedad y las causas que justificarían un cambio estructural, radical o progresivo?
Exigen una apreciación sociológica sobre la situación política del Perú durante los dos
gobiernos de Fujimori y del papel de los evangélicos en esa gestión.
El estudio que realicé junto con el sociólogo Oscar Amat y León, Poder para Reinar:
Modos y motivaciones de participación política de los evangélicos en la vida nacional
durante el primer gobierno de Fujimori Lima, Perú: Instituto Peruano de Estudios de la
Religión (IPER), 1997, ha sido iluminador a este respecto.
Dos folletos sobre el tema fueron publicados por Tomás Gutiérrez: Haya de la Torre y los
protestantes liberales (Perú 19171923) y Los Evangélicos, Un nuevo rostro en la política
peruana de los ’90. Lima, Perú: Editorial Nuevo Rumbo, 199618. Estos dan cuenta del
compromiso de unos evangélicos bautistas con el Ing. Alberto Fujimori durante su
campaña para ingresar al Congreso, relatados por un testigo del proceso. Una edición más
completa aparecerá bajo el título El Hermano Fujimori: Evangelicos y Poder Politico en el
Peru de los 90, Lima: EPOS, 1999
Estudios similares aplicados a otros países permitiran constatar, por analogía, algunas
hipótesis sobre las motivaciones de participación política de pentecostales como parte de
su acción social. Tenemos acceso al siguiente material:
1 7 Otto Maduro, Religión y Conflicto Social . México: Centro de Estudios EcuménicosCentro de Reflexión Teológica, 1980
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Para Brasil: Ari Pedro Oro, Avanço Pentecostal e reaçao Católica. Petropolis.
Vozes, 1996; Rubem Cesar fernandes, “Os Evangelicos em Casa, na Igreja e na
Política”, Religiao e Sociedade 17/12 (1994):412; Robert Evans, “Fundamentalismo
e nova dereita cristá”, en Estudos da Religiao Nro. 7 (1991): 145182.; Alezandre
Brasil Fonseca, “Evangélicos e Politica no Brasil” Encuentro Continental:
Evangélicos, Política y Sociedad (EPOS) Evaluación y Proyecciones. Buenos Aires,
Agosto 29 al 02 de Setiembre de 1998.
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Los milenarismos
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Un estudio de 1990 de Eliseo Lopez Cortés, aplicado a una iglesia pentecostal mexicana,
Pentecostalismo y milenarismo. La Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús. México:
Universidad Autónoma Metropolitana, es ejemplar para este tratamiento, en la linea de los
estudios de Christian Lalive D’Epinay, anteriormente mencionado. Aquí serán utiles los
estudios de: Eric Hobsbawn, como Rebeldes Primitivos: Estudio sobre las formas
arcaicas de los movimientos sociales en los siglos XIX y XX (especialmente caps IV al VII
sobre los milenarismos lazaretistas, anarquistas andaluces, asi como las turbas urbanas y
las sectas obreras). Londres, 1959 (version castellana de 1974); Fernando Fuenzalida,
Tierra Baldía. La crisis del consenso secular y el milenarismo en la sociedad
postmoderna. Lima, Perú: Australis, 1995; Maria Isaura Pereira de Queiros Mesianismos
no Brasil e no Mundo. Sao paulo: Dominus, 1966;
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Boletín nº 1 (abril, 2005)
David Stoll y David Martyn se han ocupado de presentar visiones comprensivas del
fenómeno pentecostal en Europa y América Latina. Aquí algunos títulos que nos
serviran en nuestra investigación: D. Stoll, ¿Se vuelve América Latina Protestante?
Las Políticas del Crecimiento Evangélico (Trad María del Carmen Andrade)
Ecuador: AbyaYala, s/f ( original en inglés de 1990); David Martin, Tongues of
Fire. The explosion of Protestantism in Latin America. Cambridge: Basil
boletín de la hemeroteca de www.nuevos-movimientos-religiosos.com
Blackwell, 1990 Para Norteamerica, Harvey Cox, Fire from Heaven: The rise of
Pentecostal Spirituality and the Reshaping of Religion in the Twenty Century. NY:
AddisonWesley Publishing Company, 1995. Para el pentecostalismo en America
Latina: Carmelo Alvarez (editor), Pentecostalismo y Liberación. La experiencia
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Bernardo Campos
ber_campos@yahoo.com
Lima, Perú.
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boletín de la hemeroteca de www.nuevos-movimientos-religiosos.com
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Boletín nº 1 (abril, 2005)