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BOLETÍN Nº 13 (abril, 2006)

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PENTECOSTALISMO Y SOCIEDAD
El estudio del movimiento pentecostal en los ultimos 30 años. Estado de la
cuestion 1

Bernardo Campos

I. El panorama evangelico más amplio: trabajos referidos a la accion social

Hay algunos trabajos antecedentes que merecen ser citados. El primero es el Estudio
socioeconómico de las Iglesias Evangélicas realizado en el Distrito de SJL por la
Confraternidad Interdenominacional de Pastores del Distrito de San Juan de Lurigancho,
CIPEDIL, hacia 1986, con el auspicio de Lutheran Worl Relief y dirigido por el Dr.
Benjamín Bocanegra.

Un pequeño libro de 56 páginas en la que se presenta una evaluación del desarrollo de las
iglesias evangélicas, incidiendo sobre los programas sociales que estas realizan en favor de
la comunidad local. Según se señala en los objetivos de la investigación, se pretendió
mediante un estudio sociológico “a) analizar la situación real de las iglesias evangélicas en
el Distrito de San Juan de Lurigancho, b) descubir el potencial de recursos materiales y
humanos que estas iglesias poseen, para desarrollar con eficacia la misión que le ha sido
encomendada”, c) analizar y establecer qué recursos que las iglesias poseen (sic) son los
más necesarios e importantes para desarrollar la obra social, a fin de, d) orientar mejor el
trabajo de la iglesia en la comunidad”. No obstante estos objetivos y el instrumental
sociológico usado, la interpretación de los datos es pobrísima y, por lo que se sabe, la
investigación tuvo poquisima repercusión en las iglesias. La importancia de este estudio
radica en la experiencia vivida por las iglesias al involucrarse (o someterse) por primera vez
a una investigación sociológica, cosa no siempre posible por una serie de “mitos” y
sospechas de utilización ideológica de los datos.

El otro estudio antecedente es la Investigación sobre La Acción Social de las Iglesias


Evangélicas en el Peru, realizado hacia 1976 por el Servicio Mundial de Iglesias (SMI) para

1 Trabajo preparado para la Sociedad Evangélica de Teologos e Investigadores de la Religión


(SETIR), Octubre de 1999. Un listado detallado de las obras citadas aquí aparece en la Bibliografía
final de este libro.
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su instalación en el país, con anterioridad a la formación del Servicio Evangélico Peruano


de Acción Social (SEPAS), ahora desaparecido.

Se trata de un estudio sociológico realizado por un equipo de expertos norteamericanos


con el apoyo de informantes especializados peruanos. El universo poblacional, estudiado
por muestreo fue toda la población evangélica hasta ese momento. Según el Prólogo del Dr.
Carlos Carrasco Limo, entonces Director Ejecutivo del Servicio Mundial de Iglesias, la
investigación pionera en su género fue “un primer intento cristiano evangélico de explorar
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nuestra propia realidad social con criterios cientificos y cifras numéricas por muestreo, a
fin de poder estimar lo siguiente: ¿Cuantos somos? ¿Cómo pensamos? ¿Qué hacemos? Y ¿a
dónde vamos? El estudio incluye un breve “bosquejo histórico del Protestantismo en el
Perú” dirigido por el Obispo Wenceslao Bahamonde, conocido en el campo protestante por
su The Establishment of Evangelical Christianity in Peru. Tesis doctoral en Hartford
Seminary Foundation, 1952. Incluye, además, numerosos cuadros estadísticos sobre la
acción social de las iglesias evangélicas, un análisis de los modelos eclesiásticos de las
distintas denominaciones estudiadas, asi como sobre las encuestas de opinión aplicadas a
pastores y lideres del país. Quizá la obra mas importante desde entonces, hasta hoy hecho
por evangélicos.

La tercera obra digna de mención es la dirigida por tres investigadores americanos, W.R.
Read, V.M. Monterroso y H.A. Johnson, Avance Evangélico en la America Latina,
traducido por el pentecostal mexicano Manuel Gaxiola, Usa: Casa Bautista de
Publicaciones, 1971.

Aunque su proyección es continental, es importante porque incluye el crecimiento de los


evangélicos en el Perú (Cap 5). Sus datos sin embargo llegan hasta 1967, por lo que resulta
ya una obra mas bien histórica. Aunque orientado al crecimiento cuantitativo de las
iglesias, tiene observaciones cualitativas que aun hoy son pertinentes para los evangélicos.
Esta obra es similar a la de Prudencio Damboriena, El protestantismo en América Latina.
2 Tomos (I: Etapas y métodos del protestantismo latinoamericano; II: La situación del
Protestantismo en los países latinoamericanos). MadridFriburgo:FERES, 1962, 1963
respectivamente.

En una perspectiva más teológica, el articulo de José Míguez Bonino, “Visión de Cambio
Social y sus Tareas desde las iglesias nocatólicas”, en Fe Cristiana y Cambio Social en
América Latina. Encuentro de El Escorial, 1972. Salamanca: Sígueme, 1973 fue tambien
uno de los primeros en plantear el problema de la acción social de los evangélicos en el
continente.

Bonino utiliza los datos sociológicos mas recientes en la época y los aplica al
protestantismo latinoamericano. Allí estudia la evolución y crisis del pensamiento social
de las iglesias protestantes tradicionales, asi como la militancia desarrollista anticomunista
y discute si el pentecostalismo está en situación de huelga social o si es por el contrario una
sociedad participatoria. Se refiere tambien al movimiento Iglesia y Sociedad en América
Latina (ISAL) en la que participaron muchos evangélicos de vanguardia.

El trabajo monumental de Samuel Silva Gotay, El pensamiento Cristiano revolucionario


en América Latina y el Caribe. Implicaciones de la Teología de la Liberación para la
sociología de la religión Salamanca: Sígueme, 1983 –que incluye el proceso ISAL—es
tambien pionero en el campo.

La Obra fue presentada en 1978 como Tesis doctoral en Estudios Latinoamericanos en la


Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México y discute los
cambios operados en las mentalidades protestantes durante el agitado período de los 70s,
tras la formulación latinoamericana de una Teología de la Liberación y que provocó
reacciones diversas en el encendido Campo Religioso latinoamericano.

Un trabajo de intrepretación util, desde la perspectiva pentecostal, es mi libro De la


Reforma Protestante a la Pentecostalidad de la Iglesia. Quito, Ecuador: Consejo
Latinoamericano de Iglesias (CLAI), 1997.

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En esta obra como pastor pentecostal peruano busco explicar el movimiento pentecostal
desde las ciencias sociales, superando las limitaciones de mi propia confesionalidad. Su
aporte, reconocido actualmente entre los teologos latinoamericanos, radica en el
acuñamiento de la categoría “pentecostalidad” como criterio para estudiar, en la
perspectiva weberiana, los movimientos carismáticos que cruzan a las diversas
denominaciones cristianas, incluida la católica. Son importantes sus análisis de las
“disidencias religiosas” y de las iglesias a quienes asigna una division social del trabajo
religioso.
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En la misma linea y por otros destacados investigadores del pentecostalismo, están los
trabajos de Juan Sepúlveda, "Pentecostalismo y Religiosidad Popular", Pastoral Popular
Vol. XXXII 1981, Nro. 1: 1625 y el antropologo Samuel Palma y Hugo Villela (sociólogo),
"El pentecostalismo: La religión popular del protestantismo latinoamericano. Algunos
elementos para entender la dinámica de las iglesias pentecostales en América Latina"
Santiago, Chile: mimeo, 1989: 15pp. Cf. tambien Manuel Canales-Samuel Palma-Hugo
Villela, En Tierra Extraña 2 Tomos (I: Biografías,) y II:Para una sociología de la
religiosidad popular protestante. Chile: Amerinda, 1991

La importancia de estos estudios radica en que superan la hipótesis de Lalive en lo


referente a la supuesta huelga social del pentecostalismo.

En una linea estrictamente sociológica, estan los trabajos de Francisco Cartaxo Rolim,
"Pentecostisme et Societé au Brésil", en Social Compass 26, Nro. 23 (1979):345372 y
Pentecostais no Brasil. Uma Interpretacao SócioReligiosa. Petrópolis: Vozes, 1985.

Rolim ha puesto de manifiesto que el pentecostalismo, principalmente el de la forma


protestante, al mismo tiempo que se preocupa de lo sagrado, no es políticamente neutro y
no es inmune a las fuerzas de las relaciones de clase. Como clase subalterna, el
pentecostalismo es el producto de la influencia de la ideología de la clase dominante.
Como religión de los pobres, se mueve entre la acomodación y la sumisión y entre el
cuestionamiento y la protesta y una participación activa en la movilización social (aunque
esto último no tenga siempre un carácter permanente, al contrario de las prácticas
religiosas que sí las tienen).

La religión está, según Rolim, determinada por las relaciones sociales de clase. No se trata,
sin embargo, de un determinismo social, puesto que la "religión pentecostal" es
relativamente autónoma. La cuestión es, a su juicio, verificar hasta qué punto los
condicionamientos sociales disminuyen o anulan la especificidad religiosa del
pentecostalismo, ya que a lo mejor "señalar una autonomía absoluta del pentecostalismo,
es crear un mayor problema que aquel que señala una autonomía relativa"2

Una explicación del pentecostalismo que no atienda al mismo tiempo y en forma dialéctica,
el papel de clase y el papel de agentes religiosos, es teóricamente imposible. Siguiendo a
Max Weber, Rolim señala que la "aceptación de un credo de salvación como el
pentecostalismo brota no de las creencias en sí, sino de las condiciones sociales concretas
en que se encuentran los que adhieren". Desde ese punto de vista, la fundamentación del
crecimiento pentecostal estaría en la adecuación de la propuesta religiosa a los intereses
de los interlocutores y no al revés: "Sin una respuesta al anuncio, por más verdadero que
sea, ningún credo germina y crece"3 Rolim dice expresamente: "la determinación de la
religión pentecostal no proviene de su núcleo internamente religioso, sino de su
condicionante social, en cuanto raíz, base, fundamento de los intereses religiosos sino que
ella no sólo existe en nuestra sociedad. Es parte de ella, está inserta como uno de sus
componentes"4 y en tal sentido condicionada para ella.

Por eso es fácil comprender cómo la condición de "camadas pobres" y "camadas populares"
de los pentecostales le viene específicamente del tipo de relaciones sociales del modo de
producción capitalista de las que forman parte sólo como trabajadores asalariados y no

2 Ibid, 11
3 Ibid : 12
4 Loc.cit

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productivos. Esto es así, según Rolim, porque en el modo de producción capitalista solo es
trabajador productivo aquel que produce directamente plusvalía. En su gran mayoría "los
que abrazan el pentecostalismo, si por un lado pertenecen al mundo del trabajo y en este
viven una dependencia como empleados, por otro, no se inscriben en el sector
fundamental"5, situándose más bien como clases subalternas improductivas.

En el aspecto ideológico, el pentecostalismo forma parte de la dinámica que impone la


relación dominante/dominado. Las relaciones sociales de producción configuran básica y
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fundamentalmente a los pentecostales como clases dominadas. Ahora bien, como ellas
se inscriben en un sistema de clases, en relaciones recíprocas, no es posible entenderlas
sino en referencia al dominante. O sea, en referencia a la relación de dominación /
subordinación".

Esta situación de dominación aparece en lo ideológico bajo dos aspectos: afirmación de la


clase dominante e imposición de su dominio a las clases subalternas. Con ello invade los
diversos mecanismos, incluso los de carácter religioso, una visión de la sociedad laica y
profana, de una manera de obtener asentimiento y conformidad por parte de las demás
clases. En esa visión, la clase dominante impone sus intereses, no frontal ni directamente,
sino como siendo los intereses de la totalidad social. De modo que, la referencia a lo
sagrado, una vez concretizada en palabras, ritos, gestos y actitudes, es mediatizada por la
relación de dominación, inscrita en el nivel cultural e ideológico. La Ideología Pentecostal
se torna así en un espacio donde se puede sorprender tanto la sumisión al dominante como
la confrontación con él.

La consecuencia es clara. Cuando el pentecostal exalta el poder de Dios, presentándolo


como remedio para los males presentes e inmediatamente sentidos, y recibe una avalancha
de adeptos, transfiere para lo transsocial y para lo ahistórico como aspiración de liberación
latente en las camadas pobres, encubriéndoles la posibilidad de que se tornen autónomas
por las prácticas sociales. Por el contrario, cuando los dominados creyentes individuales o
en grupos comienzan a percibir que las carencias, la pobreza, los males presentes brotan
del propio orden social creados de privilegios y de desigualdades, se ponen sin duda en
confrontación con la ideología dominante, laica y profana.

Por tal razón, y en definitiva según esta interpretación son las prácticas sociales el camino
que lleva a la reformulación de la ideología religiosa del dominado. Solo así puede el poder
de Dios no eliminar la autonomía ni la iniciativa de las prácticas sociales, sino más bien
exigirlas como expresión de una presencia actuante en la historia como transformadora de
la sociedad.

Producto de su investigación sociológica del pentecostalismo brasileño, Rolim constata que


la protesta pentecostal en Brasil no es solo simbólica, sino también efectiva y real, de
formas variadas, inclusive políticas6, El está convencido, por otra parte, que explicar el
pentecostalismo a partir del proceso de urbanización / migración y aún del concepto de
anomia, es ver el pentecostalismo de afuera para adentro y dejar en silencio la producción
religiosa y los intereses religiosos señalados ya por Weber. Ello sería "hablar de manera
arbitraria y sin justificaciones teóricas, en acomodación al sistema y en legitimación del
orden social".

Una discusión por demás interesante, pues pone el acento en la pregunta por la clientela
religiosa, viene de los antropologos Peter Henry Fry y Gary Nigel Howe7 . Ellos intentan ir
un poco más lejos que las aproximaciones de Willems, Lalive, Camargo y otros
investigadores en el Brasil. Piensan que constatar que el pentecostalismo responde a las
relaciones dicotómicas clásicas, tales como folk/urbano, orden/anomia,
marginalización/integración, no es suficiente y no explican por qué las masas eligen
indistintamente unos el pentecostalismo y otros el Umbanda. "Preferimos ver la afiliación
de personas a asociaciones religiosas, dicen, como una estrategia social que algunas

5 ibid:172

6 Ibid: 13
7 Peter Henry Fry e Gary Nigel Howe, "Duas Respostas á Aflicao: Umbanda e
Pentecostalismo" Revista Debate & Crtica. Nro. 6 (Julho) 1975: 7594.

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personas adoptan por razones específicas que aún tienen que ser reveladas. Nuestro
argumento es que la urbanización y la industrialización afectan el modo por el cual
cualquier individuo, sea el migrante o no, se relaciona con la sociedad y viceversa. Los
cambios traídos por la industrialización y la urbanización so n primariamente cambios en la
forma y contenido de la red social de un individuo"8.

Todos los migrantes no llegan necesariamente mal equipados para enfrentarse con el modo
de vida urbano. Además, los migrantes rurales no son totalmente ignorantes respecto de
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los problemas de la ciudad cuando llegan. Ellos fácilmente siguen redes de parentesco.
Así, ciertamente, "el pentecostalismo provee una estructura ideológica y organizacional que
es más conducente a la generación de confianza entre correligionarios. De ese modo, (si) el
pentecostalismo no es, por lo menos sí provee, una base institucional para el ejercicio del
poder y autoridad que son negados en la sociedad más amplia9 al mismo tiempo que
desempeña el papel de familia extensa a quienes lo necesitan.

En términos Weberianos, Fry y Howe señalan que el pentecostalismo se aproxima más al


tipo ideal "racional burocrático" en tanto que el Umbanda se aproxima al tipo ideal
"Carismático"1 0. En ese sentido "las Iglesias pentecostales podrían ser más atrayentes,
en términos ideacionales, para aquellos que tuvieran alguna experiencia de relaciones
sociales "burocráticas", impersonales, y que hallaran tal modo de ordenar la vida social
satisfactoria y conveniente. En tanto que el Umbanda podría ser más atrayente para
aquellos cuya vida diaria está estructurada en base a la manipulación constante de
personas estratégicas y que tienen poca experiencia del modo "burocrático" de ordenar
relaciones sociales o que hallan tal sistema inconveniente 1 1 .

Ahora bien, ni la sociedad global ni las sociedades religiosas son homogéneas, de modo que
ellas ofrecen un campo complejo de posibilidades (oferta) para un grupo también complejo
de personas orientadas socialmente en forma diversa (demanda). Este hecho hace que sea
imposible predecir las orientaciones de la gente a determinadas asociaciones religiosas,
pero "en un tiempo en que al hombre de la calle le es negada cualquier expresión política,
resulta de mayor importancia que muchas personas sean atraídas a asociaciones con
ideología religiosa" (Gramsci).

Es cierto que la elección de una u otra asociación religiosa depende tanto más de la
eficacia de los símbolos del grupo cuanto de las recompensas políticas y económicas
que los adeptos esperan derivar de sus energías; pero, no debemos olvidar señalan Fry y
Howe que hay aspectos socioeconómicos que entran en juego en la afiliación religiosa. El
hecho de hacerse miembro de un grupo, cualquiera que sea, "envuelve ciertas pérdidas en
términos de otras oportunidades, pero también ofrece ciertos beneficios ("bendiciones") en
la forma de relación, de intercambio social con otros miembros: Hay una dialéctica
progresiva entre lo que es percibido como agradable a Dios y a los espíritus, y lo que es
sentido como siendo inmediatamente ventajoso para el hombre" 1 2.

Para Fry y Howe en cada uno de los casos, el pentecostalismo o el Umbanda, por igual, son
los aspectos socioeconómicos los que determinan en general una u otra afiliación religiosa.
Por eso creen que debemos preguntar a ambas congregaciones de qué beneficios son
dotados sus miembros, cuál es el costo de disfrutar esos beneficios y, finalmente, qué
especie de persona podría sentirse atraída para este particular contrato social.

Una respuesta apropiada a la cuestión planteada por Fry y Howe, descansaría


indudablemente en una reconceptualización teológica del concepto "economía" en
términos de oferta y demanda y en una diferenciación antropológica de los adeptos a tal o
cual religión, una vez que estos han adherido. Pero habría que verificar si esta sugerencia
no cae en un reduccionismo económico de las relaciones entre los individuos y las

8 ibid: 85
9 ibid: 87
1 0 ibid: 88
1 1 ibid: 91
1 2 ibid: 84

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religiones y si siempre son las motivaciones económicas las que producen conversiones o
adherencias.

Junto con estas obras, vale la pena citar trabajos recientes de historia denominacional
producidos por los evangélicos en los últimos años y que aportaran datos para comprender
la presencia y desarrollo de las iglesias evangélicas en nuestra localidad de referencia.
Aunque no son estudios sociológicos, sino mas bien históricos con carga confesional, en su
momento seran iluminadores para interpretar la significación de una determinada acción
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social de las comunidades pentecostales.

Otro trabajo pionero en este campo para el Perú es el del Dr. Juan B. Kesler, A study of the
older Protestant missions and churches in Perú and Chile. With special reference to the
problems of division, nationalism and native ministry . Goes: Oosterbaan & le Cointre
N.V., 1967. El capitulo correspondiente a Perú fue traducido al español bajo el título
Historia de la Evangelización en el Perú. Lima: Perú: Librería El Inca, 1987, en tanto que
el capitulo referido a Chile su autor lo publicó en Santiago de Chile. La obra es ya un
clasico en los estudios sobre el protestantismo peruano y todavía sigue siendo útil por sus
datos históricos sobre el oriegen de la mayoria de las Denominaciones evangélicas y por las
entrevistas a muchos de sus lideres fundadores. Kesler trabajó muchos años como
misionero con la Iglesia Evangélica Peruana (IEP) en Lima y Arequipa, de modo que sus
conocimientos sobre los evangélicos son confiables.

Citamos entre otras obras de este corte, la del Pastor Amador Lázaro Ortega, Evangelistas,
profetas y Pastores: Una breve historia del Distrito del Centro [incluye Lima] de las
Asambleas de Dios del Perú, 1995.

Util por incluir la historia de dos iglesias del Distrito de SJL, aunque sin ninguna
interpretación desde el contexto de la època y la muy difundida obras de Ruben Zabala
Hidalgo, Historia de las Asambleas de Dios del Perú. Lima : Ediciones Dios es Amor,
1989. Este último libro, que es la tesis de Licenciatura del autor es quizá el trabajo
histórico más serio escrito por un pentecostal. Su corte es mas bien misiológico, orientado
por la preocupación de la nacionalización de las Asambleas de Dios. Asi mismo, aunque sin
ningun rigor cientifico está el libro de Santiago Aquilino Huaman Pumayalli, La Primera
Historia del Movimiento Pentecostal en el Perú. (Edición propia del autor) s/f . Util por
los datos curiosos y anecdóticos en la que el mismo autor, de práctica pentecostal, está
involucrado. Se convierte asi en un informante de primera mano. En efecto, la primera
obra histórica que se escribió sobre el pentecostalismo en el Perú.

Dos obras de referencia importantes por su relación histórica con el pentecostalismo son
las de Eloy Gonzalez Alvarado sobre la iglesia Santidad de los Peregrinos y la iglesia del
Nazareno, Presencia Misionera en el Norte del Perú 2 Vols. Lima, Perú: Editorial Universo
(1986, 1987) y la de Saul Barrera, Origenes y Desarrollo de la Iglesia Evangélica Peruana.
Lima, Perú: Centro Evangélico de Estudios PastoralesPerú, 1993.

Igual mencion merece aquí la obra de Tomas Gutiérrez, historiador y sociólogo bautista,
Los evangélicos en Perú y América Latina: Ensayos sobre su historia. Lima, Perú:
Imprenta Jose Antonio, 1997. Aporta datos, aunque le falta mayor interpretación
sociológica de los mismos en correlación con la historia social del país.

II. Trabajos recientes


Un material de referencia teórica para la interpretación del pentecostalismo peruano son
las obras recientes de Harold Hernández, La Iglesia Dios es Amor (tesis de grado en
antropología) Lima, Perú: Pontificia Universidad Católica del Perú, 1996(?) que es una
intresante etnografía de una de las comunidades pentecostales de origen brasileño con
auge en la Gran Lima y otras partes de America Latina.

Wilfredo Kapsoli Escudero, Guerreros de Oracíon, Lima, Perú: SEPEC, 1994. Desde la
perspectiva de historia social de la escuela francesa, Wilfredo Kapsoli estudia el
movimiento pentecostal y presenta sus hipótesis sobre la religión. Util por la información
recogida en varios años de estudio, según informa el autor.

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Un trabajo reciente es el de Gina Goguin, Presencia religiosa en las radios limeñas. Lima:
Fondo EditorialUniversidad de Lima, julio de 1997. Este último, desde la perspectiva de
las ciencias de la comunicación, estudia el fenómeno de la cultura massmediática tan
presente en las comunidades pentecostales y que está cambiando por un lado la imagen del
culto religioso como ritual tradicioanlmente consagrado al espacio del templo y, por otro,
alterando esquemas en locución y comunicación radial al transmitir en vivo cultos
extaticos, de exorcismos o de sanación milagrosa.
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Desde una perspectiva antropológica, el estudio de Manuel Marzal, Los caminos religiosos
de los inmigrantes en la Gran Lima. Lima, Perú: Fondo editorial de la PUCP, 1988 es util
para comparar la presencia y acción social de comunidades pentecostales, que él denomina
“nuevas iglesias” , en un distrito popular como el Agustino. El estudio de Marzal sera util
en nuestra investigación en la medida que permitirá un análisis comparativo sobre el
proceso de inserción y de práctica religiosa por los migrantes en SJL. Servirá para evaluar
las “estrategias” de los inmigrantes para la conquista de la Gran Lima. Trabajo que, en otro
nivel de análisis, recuerda la obra de Jürgen Golte y Norma Adams, Los Caballos de Troya
de los invasores: Éstrategias campesinas en la conquista de la Gran Lima, Lima, Perú:
IEP, 21990.

La perspectiva de las « sectas »


Otro caudal de investigación viene del tratamiento de los “nuevos movimientos religiosos”
y del estudio de las “sectas”, entre las que se incluye a los pentecostalismos. Quizá la
mayor parte de la investigación sobre el pentecostalismo en los ultimos 30 años1 3, se
eincribe en esta linea de análisis, esto es, en las categorías “iglesiasecta” de Max Weber.

Como material de referencia existe una abundante literatura sobre las sectas.
Mencionaremos sólo algunas a las que tenemos acceso:

MUÑIZ DE SOUZA, Beatriz, A Experiencia da Salvaçao. SP: Duas Cidades, 1969;


Las Minorías Religiosas y las Transacciones del Protestantismo Chileno en el
Período 19731981 del Gobierno Militar. Tesis Doctoral en Sociología. Instituto de
Sociología de la Universidad Católica de Lovaina. LouvainLaNeuve, Bélgica, 1983.;
WILSON, B. Sociología de las Sectas Religiosas. Madrid: Guadarrama, 1970; Id
"Typologie des sectes dans una perpective dynamique et comparative" en Archives
de Sociologie des Religions, Nro. 16, 1963; DAMEN, F. "Movimientos Religiosos
Contemporáneos. Desafío a las Iglesias" en Búsqueda Pastoral. Nro. 84. La Paz,
1987: 2233 Id., El Desafío de las Sectas. Bolivia: Gráficas Jauzel (Serie Fe y
Compromiso 5), 1988. Id., "Sectas, Protestantismo y Religiosidad Popular" en Fe y
Pueblo 3, Nro. 14, La Paz (Nov.) 1986. Id.,"Las Sectas: Avalancha o desafío" en
Cuarto Intermedio Nro. 3 (Mayo) 1987: 3365.; BAMAT, T. Salvación o
Dominación: Las Sectas Religiosas en el Ecuador. Quito: El Conejo, 1986; LAGOS
SCHUFFENEGER, H. Libertad Religiosa en Chile: Los Evangélicos y el Gobierno
Militar. 3 Tomos. Chile: Vicaría de Solidaridad, 1978; Id., Sectas Religio sas en
Chile; Opresión o Liberación? Santiago: PRESOR, 1985; VATICANO II,
"Documento del Vaticano sobre Sectas y Nuevos Movimientos Religiosos" en

13 Cf. María Julia Carozi, “Tendencias en el estudio de los nuevos movimientos religiosos
en los últimos veinte años”, en Revista Sociedad y Religión. Sociología, Antropología e
Historia de la Religión en el Cono Sur. Argentina (Junio 1993) Nro. 10/11: 323; Enzo Pace,
“Tendencias y Corrientes de la Sociología de las Religiones, en Sociedad y Religión. Nro. 13,
Buenos Aires (1995): 319; M.J.Carozi, Alejandro Frigerio y M. Tarducci, Nuevos
Movimientos Religiosos y Ciencias Sociales Vol I. (con una introducción y selección de
textos de Alejandro Frigerio). Buenos Aires: Cemtro Editor de América Latina, 1993;
F.H.Forni, F. Malimachi, L. Pessina y otros, Nuevos Movimientos Religiosos y Ciencias
Sociales Vol II (con una introducción y selección de textos de Alejandro Frigerio). Buenos
Aires: Cemtro Editor de América Latina, 1993; Manuel M. Marzal, Un siglo de
investigacion de la religión en el Perú, Ponencia presentada en el XVII Congreso
Internacional de Historia de las Religiones, celebrado en la ciudad de México, Agosto de
1995. Publicado en: Revisrta Antrhropológica. Año XIV, Nro 14 (1996): 728

7
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Cristianismo y Sociedad. Nro. 88, XXIV (1986) 113130; GRANADOS, M.J. "Los
Israelitas" en Socialismo y Participación. Lima Nro. 41 (Marzo) 1988:95105;
VALDERRI, J. "Las Sectas en Centroamérica" en Pro Mundi Vita Boletín 100,
Bruselas, 1985; MIGUEZ, B.J. "Iglesia y Secta: Revisión de un Vocabulario" en
Cuadernos Teológicos. Argentina: ISEDET; GUADALUPE, José Luis Pérez, Las
Sectas en el Perú. Los Nuevos Movimientos Religiosos en nuestro País. Lima, Perú:
Conferencia Episcopal Peruana, 1992; ESCURRA, Ana María. La Ofensiva
Neoconservadora. Las Iglesias de USA y la lucha ideológico hacia América
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Latina. Madrid: IEPALA, 1982; SEGUY, J. "Les problemes de la Typologie dans l


'Etude des sectes" Social Compass XV/3 1963;Id.,Les Sectes Protestantes dans le
France Contemporaine. París: Beauchesme, 1956; JOHNSON, B. "A Critical
appraisal of The Church 0 Sect Typology" American Sociological Review Nro. 28
(1963) 539549 Id.,"Church and Sect revisited" Journal of The cientific study of
Religion X/2, 1971; LALIVE, D.Ch. "Changements Sociales et Depeloppment d une
secte", Archives de Sociologie des Religions Nro. 23 (1967); DAMBORIENA, P. Fe
Católica e Iglesias y Sectas de la Reforma. Madrid. Razón y Fe. Momumenta, 1961:
SCOTT, Kennet et.al. Las Sectas: Un desafío a las Iglesias. Lima: CEPS, 1980;
COMISION EPISCOPAL PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Investigación sobre los
grupos religiosos NoCatólicos en el Perú. 2da. Etapa. Lima: Conferencia
Episcopal Peruana, 1987; Id., Investigación: Nuevos Grupos Religiosos en el Perú.
3ra Etapa. Lima: Conferencia Episcopal Peruana, 1988; TROELTSCH, E. "Iglesia
y Secta" en, FÜSTENBERG, F. Sociología de la Religión. S:S, 1976; ALTERCOM,
"Sectas y Religiosidad en América latina", Altercom 44/45 (Octubre) 1984;
RICHARD, P. "Sectas Usan Técnicas de Marketing, dólares, para vender
Evangelio". Noticias Aliadas 22 Nro. 17/9 (Mayo) 1985: VANDERHOFF, F.
"Sectas protestantes y Ecumenismo en México: Un caso deplorable", Estudios
Ecueménicos. México (Noviembre) 1985; CABRAL, J. Religiones, Sectas y
Herejías. Miami: Vida, 1982; CELAM, Sectas en América Latina. Quito: 1982;
GOICOCHEA, A. Diálogo con ciertas Sectas Protestantes. Lima: TAU, 1983: SUP
LI. NAM, "La Actividad de la Iglesia de la Unificación en América Latina,
19801984", Cristianismo y Sociedad Nro 85, 1985; HOUSLEY, J.B. "Les
Problemes de la Typologie dans l Etude des sectes" Social Compass, Nro 12, 1965.
SAN PEDRO ,Francisco. Las iglesias Cristianas. Colombia: CELAM, 1997;
CELAM, Sectas y Nuevos Movimientos de Religiosos. Antología de Textos de la
Iglesia Católica (19861994). Colombia, 1996; MOSHER, Robert . El
Pentecostalismo en América Latina. Colombia: CELAM, 1997; REVISTA
ESTUDOS DA RELIGIAO Nro. 8 dedicado a Igreja e Secta en la que se incluye el
Pentecostalismo, Brasil, 1992; SCHAFER, Heinrich, Protestantismo y crisis social
en América Central. San Jose, Costa Rica: DEI, 1992; MARTINEZ, Abelino, Las
sectas en Nicaragua. Oferta y demanda de Salvación. San Jose, Costa Rica: DEI,
1989; VALVERDE,Jaime Las sectas en Costa Rica. Pentecostalismo y Conflicto
social. San Jose, Costa Rica: DEI, 1990; ASSMAN, H. La Iglesia Electrónica y su
impacto en América Latina. Costa Rica:DEI., 1987; Alejandro Frigerio, “La
invasión de las sectas: El debate sobre los nuevos movimientos religiosos en los
medios de comunicación en Argentina”, en Revista Sociedad y Religión.
Sociología, Antropología e Historia de la Religión en el Cono Sur. Argentina
(Junio 1993) Nro. 10/11: 2451; Alejandro Frigerio (compilador), El
Pentecostalismo en la Argentina. Biblioteca Política Argentina. Buenos Aires:
Buenos Aires: Cemtro Editor de América Latina, 1994

Recientemente algunas ponencias sobre Pentecostalismo Latinoamericano (Brasil,


Guatemala, Chile, Ecuador, Bolivia, Perú y Venezuela) presentadas en el Symposium sobre
Pentecostalismo, con ocasión del 49 Congreso Internacional de Americanistas, Pontificia
Universidad Católica de Ecuador en Julio de 1997, han sido compiladas por Angelina
OllakEltz y Yolanda Salas, bajo el Titulo El pentecostalismo en América Latina: Entre
Tradición y Globalización. Quito: Abya Yala, 1998.

Se trata de un trabajo con nuevas perspectivas teóricas y que procura leer el


pentecostalismo a la luz del estado de globalización de la cultura y la continuidad de la
Tradición.

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Boletín nº 1 (abril, 2005)

Igual mención merecen las ponencias del II Encuentro de Teólogos Pentecostales que se
reune es este libro ahora, y que dada s u diversidad, recoge una variedad de temas referidos
a ala historia, identidad y tendencias religiosas al interior de los pentecostalismos en
América Latina y El Caribe.

III. Otras areas de interés


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Han pasado ya mas de 30 años desde que el sociólogo suizo Christian Lalive D’ Epinay,
publicara El Refugio de las Masas: Estudio Sociológico sobre el Protestantismo Chileno.
Santiago: El Pacífico, 1968. La obra de Lalive iluminó y condenó a mas de una
investigación a estudiar el pentecostalismo latinoameric ano para constatar las
posibilidades y limitaciones de las religiones populares para favorecer o impedir el cambio
social.

Desde entonces, hasta hoy, se han emprendido sendos estudios1 4 para verificar las
hipotesis planteadas por él respecto del pentecostalismo, en el sentido de verificar si –
como se plantea, Lalive en terminos de Henri Desroche1 5 — el pentecostalismo ha devenido
en un eventual “refugio” o huelga social de las masas asentadas en las urbes de America
Latina, producto de las migraciones durante el periodo de industrialización y urbanización
del continente.

Lalive señalaba que el Pentecostalismo devenía en Sociedad sustitutoria de la


participación social. Ante tal situación el pentecostalismo podía articular su negación
radical del mundo (Huelga social) en la comunidad religiosa como sustituta de la sociedad
civil, y, por lo mismo ser un eventual paralizador de las masas proletarias que necesitaban
liberación.

Según su interpretación el Pentecostalismo necesita en tales condiciones una


transformación de su conciencia para transformar su apocalipticismo trascendental en
acción revolucionaria y eso, según él, solo es posible con un cambio desde fuera, desde las
prácticas sociales mismas.

Años mas tarde Lalive estudiará las posibilidades de mutación de los milenarismos
tras el recambio de regímenes de gobierno ideologicamente antagónicos como lo
fue el socialismo de Allende y el autoritarismo de Pinochet en Chile.

Su tesis doctoral Religion, dynamique sociale et dépendance, les mouvementes protestants en Argentine et au Chili, Paris:
Mouton, 1975, es iluminadora a este respecto, asi como su articulo "Sociedad Dependiente,

clases populares y milenarismo: posibilidades de mutación de una formación religiosa en


14
Una bibliografia con mas de 700 titulos sobre pentecostalismo y movimientos carismáticos
en Latinoamerica y El Caribe es la de Andre Droogers, en Barbara Boudewijnse, André Droogers y
Frans Kamsteg, Algo Mas que Opio: Una lectura antropológica del pentecostalismo
latinoamericano y caribeño. San Jose, Costa Rica: DEI, 1991. Para el caso peruano son
fundamentales los trabajos de Santiago Pumayalli , Ruben Zabala , Harold Hernández y Gina
Goguin. Citados en el texto. Cf. Santiago Aquilino Huaman Pumayalli, La Primera Historia del
Movimiento Pentecostal en el Perú. (Edición propia del autor) s/f ; Ruben Zabala, Historia de las
Asambleas de Dios del Perú. Lima : Dios es Amor, 1989 Para otros países es larga la bibliografia y
no es el caso presentarla aquí. Véase como referncia: W. Hollenweber, El Pentecostalismo.
Historia y Doctrinas. Bs.As : La Aurora, 1976 ; Emile G. Leonard, O Iluminismo num
Protestantismo de Constituicao recente. Brasil : Imprensa Metodista, 1988 ; Beatriz Moniz de
Souza, A Experiencia da Salvacao Pentecostais em Sao Paulo. Brasil : Duas Cidades, 1969 (primer
trabajo en la perspectiva “iglesiasecta” de Max Weber); Carmelo Alvarez, El Protestantismo
Latinoamericano. Entre la crisis y el Desafío. México : CUPSA, 1981 ; Francisco Cartaxo Rolim,
Pentecostais no Brasil. Uma interpretacao socioreligiosa. Petropolis : VOCES, 1985 ; Antonio
Gouvea Mendonca, O Celeste Porvir. A insercao do Protestantismo no Brasil. Sao Paulo :
Paulinas, 1984; Carlos Rodrigues Brandao, Os deuses do Povo. Um estudo sobre a religiao popular.
Sao Paulo : Brasiliense, 1986. Cf tambien nuestra bibliografía final
15
Sociología y Religión.(Trad. de Alejandro Monserrat Torrents). Barcelona: Ediciones
Peninsula, 1972:55

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Boletín nº 1 (abril, 2005)

una sociedad en transición. El Pentecostalismos en Chile", Varios, Dependencia y


Estructura de Clases en América Latina (Trad. del francés). Argentina: Megápolis,1975:
271289. Cf. tambien su Religión e Ideología en una perspectiva sociológica Puerto Rico:
Ediciones del Seminario Evangélico de Puerto Rico, 1973

Ambos escritos están consagrados a demostrar que milenarismos como el pentecostal son
pasibles de mutación y que en situaciones revolucionarias pueden incluso asumir posturas
radicales de acción social o política, pese a sus esquemas doctrinales o teológicos de la
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espera pasiva del milenio.

Tal actitud, mas bien propia de los mesianismos, según estudios de Maria Isaura Pereira de
Queiros, es inesperada para las comunidades pentecostales y sin embargo se verifica en
ellas.

Asi piensa tambien, el sociólogo e historiador suizo Jean-Pierre Bastian, que aplicó sus
estudios socioreligiosos a México, En su La Mutación Religiosa de America Latina: Para
una sociología del cambio social en la modernidad periférica. México: FCE, 1997, puso el
acento en que los pentecostales serían el actor social mas importante de America Latina y
el único que quizás pueda hacer tambalear la hegemonía catolicoromana en un proximo
futuro.

Según Jean-Pierre Bastian, “transnacionalización de las redes de comunicac ión,


empobrecimiento y anomia de las masas, ausencia de movimientos sociales autónomos, y
juego politico cerrado, fracaso del catolicismo radical y perpetuación de estructuras
católicas articuladas al Estado, son los principales factores explicativos del crecimiento de
los nuevos movimientos religiosos”, de los que forman parte las comunidades
pentecostales. Habra que verificar si esta hipótesis es valida para nuestro Distrito en
relación con el desarrollo del catolicismo. Tengo mis dudas, dada la recomposición
carismática del catolicismo –y por lo tanto neutralizadora (Berger y Luckmann) del
pentecostalismo.

Los estudios realizados en Centro America durante la guerra fria y la revolución sandinista
son tambien útiles para el estudio de los milenarismos. La producción socioreligiosa
promovida por la Universidad Autónoma de México (véanse las obras mexicana citadas en
nuestra bibliografía) y por la Comisión de Historia de la Iglesia en América Latina
(CEHILA) es cuantiosa y será un material de referencia en nuestra investigación,
especialmente la refrida al uso de la teoría de Pierre Bourdieu.

Estas obras muestran la experiencia centroamericana de los 80, donde pentecostales


participaron activamente en la revolución y tambien en la contrarevolución tomando las
armas, que demuestran la maleabilidad (ambigüedad?) de las ideologías religiosas, ante los
cambios estructurales o situaciones de conflicto. Estudios realizados en Nicaragua, han
mostrado cómo ante un terremoto o crisis nacional, grupos religiosas acusados de
pasividad social han sido piezas claves en la organización de instituciones alternativas para
el desarrollo Nacional, como lo demuestra por ejemplo el Proyecto Sakerti de
recosntrucción de las viviendas tras el terremoto en Nicaragua.

Igual juicio merece los estudios actuales sobre la reciente avalancha de participación
política de los evangélicos (y pentecostales como en Brasil y Guatemala) en América
Latina. Piénsese especialmente en los casos de Brasil, Chile, Guatemala, Perú y Mexico. Los
estudios realizados en estos países sobre la participación política de los evangélicos son
iluminadores y están demostrando que el apoliticismo tradicional ["huelga social"]
atribuido a los pentecostales es más una constante que una excepción en condiciones
igualmente revolucionarias o antirevolucionarias, en tiempos de paz o en tiempos de
guerra.

Lo mismo parece haber sucedido en el Perú durante el endurecimiento de Sendero


Luminoso, pues se sabe que jóvenes pentecosatales estuvieron involucrados en acciones
guerrilleras. Y ahora, durante el neoliberalismo, hay pentecostales que asumen posturas
políticas radicales y hasta temerarias, en contra de los pobres del país, mientras que otros
sectores aunque mas bien pocos adoptan posturas trasnformadoras y trabajan por cambios

10
Boletín nº 1 (abril, 2005)

de larga duración. La cuestion no parece ser, pues, de si los pentecostales participan o no,
o si tienen una actitud de huelga social o de participación activa, sino mas bien en qué
dirección o desde qué perspectiva política orientan su acción social y cuáles son las
motivaciones profundas de una inserción en la sociedad civil y una participación en la vida
política del país.

En otro contexto (Brasil), pero en la misma época de Lalive, Emile Willems, estudió el
pentecostalismo y llegó a una conclusion diferente con respecto a las posibilidades de
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mutación del pentecostalismo (Cf Emile Willems, Followers of the New Faith, Tenn.
Vanderbilt University Press, 1967).

Según Willems el Pentecostalismo es una Sociedad compensatoria de beneficios


sociales y económicos no recibidos. Esta condicion hace posible que se afirme como sujeto,
esto es, como persona (sociedad participatoria) en compensación por bienes no recibidos, y
que llegue a ser un “potencial” gestor de la historia. No obstante, para que esto sea
realidad, Willems piensa que es necesario que el Pentecostal espere cambios externos, en
el sentido liberaldemocrático, que favorezcan su participación en la sociedad. Es decir, que
el Pentecostalismo debe llegar primero a ser reconocido como un actor social en una
sociedad en transición para que tenga algun nivel de influencia social.

Estas consideraciones nos han llevado a preguntar por las condiciones internas y externas
de las religiones populares para favorecer el cambio social. El problema fundamental que
dirige nuestra búsqueda sociológica es, a saber: ¿Cómo favorece o impide el
pentecostalismo, en tanto religión popular, el ansiado cambio social para el Desarrollo,
dadas las condiciones sociohistóricas del país?

La sola formulació n del problema fundamental incluye una amplia gama de preguntas que,
aún sin ser contestadas en detalle, constituyen el corpus fundamental del problema.
Puesto que esta investigación tiene un carácter exploratorio, me permito por ahora
únicamente formularlas. La primera pregunta y, tal vez, la más importante puede
formularse en estos términos: ¿Cuál ha sido y cuál es la función de la religión pentecostal
en el proceso de la formación social desde la época en que se implantó en el Peru?.

Contestar estas preguntas supondría, en primer lugar, diferenciar por el camino histórico
la función de la Iglesia ya establecida de la función que se le asigna generalmente a una
nueva religión o a los grupos disidentes, y entre ellas las comunidades pentecostales. Será
necesario para ello, una mirada histórica al proceso de constitución del Campo Religioso
del Cono Este, y en particular de SJL, para determinar que niveles de “relaciones sociales”
(relaciones de oposición y relaciones de transacción), según la teoría de Pierre Bourdieu1 6,
se han dado entre los diferentes actores sociales: entre ellos los actores religiosos asentados
allí, llámese catolicismo romano, protestantismos históricos, pentecostalismos, religiones
aborigenes (chamanismo?) y nuevos movimientos religiosos por la oferta y demanda de
“bienes simbólicos de salvación” por parte de los laicos o consumidores de la religión.

Una hipótes instrumental que estará presente en nuestro trabajo es que las
disidencias religiosas y las iglesias establecidas tienen funciones diferentes
asignadas por la sociedad, en función de su legitimidad y su condición social
(tamaño, formas de organización, sistema ritual, etc). Por lo que sabemos, el
pentecostalismo se implanta en el Perú desde 1919 con la llegada de las Asambleas
de Dios, a solo 5 años (1914) desde que se formara en los Estados Unidos. De ahí
en adelante, la mayoría de "Denominaciones" Pentecostales en el Perú serán una
disidencia o una derivación de ésta, o bien una simbiosis producto de la
“pentecostalización” de alguna iglesia protestante reformada que se las identifica
imprecísamente como "iglesias históricas".

16
Cf. su “Genese e Estrutura do Campo Religioso” y “Una interpretacao da Teoria da religiao
segun Max Weber” en, Pierre Bourdieu, A Economía das Trocas Simbólicas. Sao Paulo, Brasil:
Editora perspectiva, 2 1987

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Boletín nº 1 (abril, 2005)

La pregunta por la función religiosa supone, en segundo lugar, determinar si el


pentecostalismo, además de aser una "disidencia" del protestantismo oficial, implica,
refleja o manifiesta, también la condición de una disidencia política alternativa para el
cambio social, por mediación de las formas simbólicas de autoproducción social, o por la
participación "directa" en la vida política nacional. En el marco de esta cuestion que tiene
que ver con una teoría general de la religión y que subyace a este primer orden de
preguntas se deberá esclarecer el problema de si la religión pentecostal, como ha indicado
Otto Maduro1 7 para la religión en general, es producto de los conflictos sociales; terreno
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relativamente autónomo de los conflictos sociales o factor activo en los conflictos


sociales; o si experimenta, interactivamente, estas tres condiciones.

El segundo orden de preguntas proviene de las ciencias de la Religión:

¿Qué relación existe o debiera existir entre proyecto religioso de


salvación, y proyecto sociohistórico, en el horizonte de la recreación de
viejas y nuevas Utopías, o más precisamente entre acción social y
acción pastoral?

En este orden de cosas se levanta otra serie de preguntas previas: ¿Quiénes son los sujetos
del cambio social y en qué medida participa el pueblo en su promoción y realización? La
pregunta reclama, por lo menos, una muestra etnográfica de algunas comunidades
pentecostales asentadas en el Distrito de San Juan de Lurigancho.

En otro orden de cosas las preguntas ¿Cuál es el modelo societal a realizar y sustituir al de
un viejo régimen? y ¿Cuál es la condición de los regímenes actuales, su grado de
precariedad y las causas que justificarían un cambio estructural, radical o progresivo?
Exigen una apreciación sociológica sobre la situación política del Perú durante los dos
gobiernos de Fujimori y del papel de los evangélicos en esa gestión.

El estudio que realicé junto con el sociólogo Oscar Amat y León, Poder para Reinar:
Modos y motivaciones de participación política de los evangélicos en la vida nacional
durante el primer gobierno de Fujimori Lima, Perú: Instituto Peruano de Estudios de la
Religión (IPER), 1997, ha sido iluminador a este respecto.

Tambien Bernardo Campos, “Evangélicos, Política y Sociedad en el Perú”, en el Encuentro


Continental: Evangélicos, Política y Sociedad (EPOS) Evaluación y Proyecciones. Buenos
Aires, Agosto 29 al 02 de Setiembre de 1998; Id., “Pentecostalismo y Democracia; Tres
enfoques desde la perspectiva pentecostal” , Lima, Perú: IPER, 1996; Id., Liderazgo y
Administración del Poder en las Comunidades Pentecostales. Lima, Perú : IPER, 1997

Dos folletos sobre el tema fueron publicados por Tomás Gutiérrez: Haya de la Torre y los
protestantes liberales (Perú 19171923) y Los Evangélicos, Un nuevo rostro en la política
peruana de los ’90. Lima, Perú: Editorial Nuevo Rumbo, 199618. Estos dan cuenta del
compromiso de unos evangélicos bautistas con el Ing. Alberto Fujimori durante su
campaña para ingresar al Congreso, relatados por un testigo del proceso. Una edición más
completa aparecerá bajo el título El Hermano Fujimori: Evangelicos y Poder Politico en el
Peru de los 90, Lima: EPOS, 1999

Estudios similares aplicados a otros países permitiran constatar, por analogía, algunas
hipótesis sobre las motivaciones de participación política de pentecostales como parte de
su acción social. Tenemos acceso al siguiente material:

Para Chile: Hans de Wit et.al, Democracia y Evangelio . Chile: Comunidad


teológica Evangélica y Centro Ecuménico Diego de Medellin (Ediciones REHUE),
1988; Manuel Osa, Lo Ajeno y lo Propio: identidad pentecostal y Trabajo . Chile:
Eds. Rehue, Centro Ecuménico Diego de Medellín 1991; Humberto Lagos

1 7 Otto Maduro, Religión y Conflicto Social . México: Centro de Estudios EcuménicosCentro de Reflexión Teológica, 1980

18 Una edición reciente de estas publicaciones aparecen juntas en el libro de T, Gutiérrez,


El “Hermano” Fujimori. Lima, Perú, 2000: Edicones Archivo Histórico del Protestantismo.

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Boletín nº 1 (abril, 2005)

Schuffeneger, La función de las Minorías Religiosas: Las transacciones del


Protestantismo Chileno en el Período 19731981 del Gobierno Militar.
LovainLaNeuve, 1983 (Capítulo central de su tesis doctoral en el Instituto de
Sociología de la Universidad Católica de Lovaina); Id., Crisis de la Esperanza.
Religión y Autoritarismo en Chile. Chile: Programa Evangélico de Estudios
SocioReligiosos (PRESOR) y Ediciones Literatura Americana Reunida (LAR),
1988; Manuel Osa, Espiritualidad Popular y Acción Política. El Pastor Victor
Mora y la Misión Wesleyana Nacional. 40 años de historia religiosa y social
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(19281969). Santiago: Rehue, Centro Ecuménico Diego de Medellín, 1990

Para México: Carlos Monsivais, Roberto Blancarte, Adolfo García de la Sierra y


otros, Las Iglesias Evangélicas y El Estado Mexicano . México: Centro de
Comunicación Cultural CUPSA AC, 1972; JeanPierre Bastián, Los disidentes.
Sociedades protestantes y revolución en México, 18721911. México: FCE, (1983)
1993 (Cf. tambien su bibliografía), Id.,(comp) Protestantes, Liberales y
Francmasones. Sociedades de Ideas y Modernidad en América Latina, siglo XIX.
México: FCE, (1990 ) 1993; Cf. tambien varios numeros de la revista Cristianismo
y Sociedad bajo la dirección de JeanPierre Bastián.

Para Nicaragua: Wolfgang Bautz, Noel González y Javier Orozco, Poilítica y


Religión. Estudio de Caso: Los evangélicos en Nicaragua. Managua: CIEETS,
1994; Roberto Zub Kurylowics, Protestantismo y Elecciones en Nicaragua.
Estudio sobre la estratificac ión socioreligiosa y las actitudes politicoelectorales de
los protestantes en Nicaragua. Managua: Ediciones NicaraoCIEETS, 1993.

Para Brasil: Ari Pedro Oro, Avanço Pentecostal e reaçao Católica. Petropolis.
Vozes, 1996; Rubem Cesar fernandes, “Os Evangelicos em Casa, na Igreja e na
Política”, Religiao e Sociedade 17/12 (1994):412; Robert Evans, “Fundamentalismo
e nova dereita cristá”, en Estudos da Religiao Nro. 7 (1991): 145182.; Alezandre
Brasil Fonseca, “Evangélicos e Politica no Brasil” Encuentro Continental:
Evangélicos, Política y Sociedad (EPOS) Evaluación y Proyecciones. Buenos Aires,
Agosto 29 al 02 de Setiembre de 1998.

Para Bolivia: Theo Bus, El Movimiento Ecuménico en la perspectiva de la


Liberación. La PazQuito: Hisbol/CLAI, 1996

Para Colombia, Pablo Moreno, “Evangélicos y Política en Colombia”. Encuentro


Continental: Evangélicos, Política y Sociedad (EPOS) Evaluación y Proyecciones.
Buenos Aires, Agosto 29 al 02 de Setiembre de 1998.

Para Uruguay. “Breve análisis histórico de la participación política de los


evangélicos en Uruguay” Encuentro Continental: Evangélicos, Política y Sociedad
(EPOS) Evaluación y Proyecciones. Buenos Aires, Agosto 29 al 02 de Setiembre de
1998.

Varios Paìses de America Latina (Estudios comprensivos), Pablo Alberto


Deiros (Editor), Los Evangélicos y el Poder Político en América Latina.
Bs.AsMichigan, USA: Nueva Creación y William Eerdmans Publishing Company,
1986; Tomas Gutiérrez (compilador), Protestantismo y Política en América Latina
y El Caribe. Entre la Sociedad Civil y el Estado. Lima, Perú: CEHILA, 1996; José
Miguez Bonino, “La participación política evangélica en América Latina”,
Encuentro Continental: Evangélicos, Política y Sociedad (EPOS) Evaluación y
Proyecciones. Buenos Aires, Agosto 29 al 02 de Setiembre de 1998.; Jean Pierre
Bastian, Los Nuevos Partidos Políticos Confesionales Evangélicos y su relación
con el Estado en América latina , Estrasburgo: Centro de Sociología de las
Religiones, Universidad de Estrasburgo II, s/f (mimeo); John W. Whitehead,
Cristianos Participando en el Proceso Político. Bolivia: Instituto Rutherford de
Bolivia, 1994.

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Boletín nº 1 (abril, 2005)

¿Cuál es la tendencia de los actuales procesos políticos que favorecen o impiden la


consecución de un verdadero y justo cambio al menor costo social? ¿Cuáles son, si los
hubiera, los modelos ideales sobre los cuales es preciso aplicar una acción social tentiende
a construir país? Preguntas como estas exigirán un abordaje de los milenarismos como
movimientos e ideologías sociales, y sobre la viabilidad de realización histórica de las
utopías religiosas kiliastas.

Los milenarismos
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Un estudio de 1990 de Eliseo Lopez Cortés, aplicado a una iglesia pentecostal mexicana,
Pentecostalismo y milenarismo. La Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús. México:
Universidad Autónoma Metropolitana, es ejemplar para este tratamiento, en la linea de los
estudios de Christian Lalive D’Epinay, anteriormente mencionado. Aquí serán utiles los
estudios de: Eric Hobsbawn, como Rebeldes Primitivos: Estudio sobre las formas
arcaicas de los movimientos sociales en los siglos XIX y XX (especialmente caps IV al VII
sobre los milenarismos lazaretistas, anarquistas andaluces, asi como las turbas urbanas y
las sectas obreras). Londres, 1959 (version castellana de 1974); Fernando Fuenzalida,
Tierra Baldía. La crisis del consenso secular y el milenarismo en la sociedad
postmoderna. Lima, Perú: Australis, 1995; Maria Isaura Pereira de Queiros Mesianismos
no Brasil e no Mundo. Sao paulo: Dominus, 1966;

Otros estudios en la mism a dimensión son:

LANTERNARI, Vittorio Movimientos Religiosos de Libertad y salvación en los pueblos


oprimidos Barcelona: Seix Barral, 1965; DE QUEIROZ, María Isaura P. Historia y
Etnología de los Movimientos Mesiánicos. Reforma y Revolución en las sociedades
tradicionales; Id., "Clasificacions des messianismes brasiliens" Archives de Sociologie des
Religions 3/5 (JanJune) 1958: 111120; Id., "L' influence du Milieu Social Interne sur les
mouvements messianiques bresiliens" en, Idem: 329; Id., O Mesianismo no Brasil e no
Mundo. SP: Dominus, 1965; Id., "A paraticipaçao do negro brasileiro em movimentos
messianicos e o problema da marginalizaçao" Revista do Instituto de Estudos Brasileiros.
Nro 10, SP (1971) 111121; VARIOS, "Nuevos Movimientos Religiosos" en Cristianismo y
Sociedad. Nro. 93, XXV, 1987; LALIVE, Christian. "Societé dependance, classes populaires
et millénarisme" en Dependance et structure de classe en Amerique Latine. Geneve, 1972.;
LEONARD, E. O Iluminismo num Protestantismo de Constituicao Recente. SP: Impresa
Metodista, 1988.; SERVIN, A. "Los Rastafari: entre Mesianismo y Revolución" Revista
Nueva Sociedad. Nro. 82 (MarzoAbril) 1986: 178186; COHN, N. En Pos del Milenio.
Madrid:Cdad, 1981; BALBI, C.R.et.al. Movimientos Sociales. Elementos para una
relectura. Lima: DESCO, 1990; HOBSBAWM, E.R. Rebeldes Primitivos. Barcelona: Ariel,
1974; SCOTT, K. "Conceptos de Salvación en los Nuevos Movimientos Religiosos
Coloniales Peruanos". Separata para el Simposio Protestantismo y Sociedad Peruana
Organizado por CEHILAPERU (Area Protestante). 89 Noviembre 1990; PIXLEY, J. "El
Fundamentalismo" en Estudios Ecueménicos Nro. 3. México (JulioAgosto) 1985; STOLL,
D. Pescadores de hombres o Fundadores de Imperio? (ILV). Lima:DESCO, 1985;
BURGUESS, SMCGEE, G. (Eds), Dictionary of Pentecostal and Charismatic Movements
Grand Rapids: Zoondervan Publishing House, 1988; SEGUY, J. "Le Protestation implicite;
grupes et communautés charismatiques" Archives de Sociologie des Religions 8/2
(OctDec) 1979: 187212.; BUTLER, F.C. Movilizin The masses: The sacred and The secular
in Colombia. USA: University of Cornell, 1970; COLEMAN, JBAUN, G (Ed) "Nuevos
Movimientos Religiosos" Concilium Nro. 161 (Enero) 1983; MARTIN, V. "Los Movimientos
Precursores de la Reforma Protestante" Reforma y Conquista: América Latina 500 años
después. Estudios sobre Protestantismo e Historia. Managua: CIEETS, 1989 ; Id.,
"Reforma Eclesial o Revolución Social. El contexto Histórico de la Baja Edad Media",
loc.cit.

El denominador común de la investigaciones sobre el pentecostalismo como fenómeno


social, pasa por comprender su significado y explicar su aparición, inserción,
presencia y fenomenal crecimiento, en medio de los procesos sociales nacionales y/o
regionales de América Latina.

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Boletín nº 1 (abril, 2005)

David Stoll y David Martyn se han ocupado de presentar visiones comprensivas del
fenómeno pentecostal en Europa y América Latina. Aquí algunos títulos que nos
serviran en nuestra investigación: D. Stoll, ¿Se vuelve América Latina Protestante?
Las Políticas del Crecimiento Evangélico (Trad María del Carmen Andrade)
Ecuador: AbyaYala, s/f ( original en inglés de 1990); David Martin, Tongues of
Fire. The explosion of Protestantism in Latin America. Cambridge: Basil
boletín de la hemeroteca de www.nuevos-movimientos-religiosos.com

Blackwell, 1990 Para Norteamerica, Harvey Cox, Fire from Heaven: The rise of
Pentecostal Spirituality and the Reshaping of Religion in the Twenty Century. NY:
AddisonWesley Publishing Company, 1995. Para el pentecostalismo en America
Latina: Carmelo Alvarez (editor), Pentecostalismo y Liberación. La experiencia
Latinoamericana San José, Costa Rica: DEI, 1992

Tengo la esperanza de que estas preguntas siendo asumidas, corregidas o


reformuladas, lograrán responder adecuada e históricamente las posibles relaciones
entre religión popular, disidencia religiosa y cambio social, en una determinada
formación social.

Bernardo Campos
ber_campos@yahoo.com
Lima, Perú.

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Boletín nº 1 (abril, 2005)

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