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Oh Dios, tú eres mi Dios;

yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, extenuada y sedienta.
Te he visto en el santuario
y he contemplado tu poder y tu gloria.
Tu amor es mejor que la vida;
por eso mis labios te alabarán.
Te bendeciré mientras viva,
y alzando mis manos te invocaré.
Mi alma quedará satisfecha
como de un suculento banquete,
y con labios jubilosos
te alabará mi boca.
En mi lecho me acuerdo de ti;
pienso en ti toda la noche.
A la sombra de tus alas cantaré,
porque tú eres mi ayuda.
Mi alma se aferra a ti;
tu mano derecha me sostiene.
Los que buscan mi muerte serán destruidos;
bajarán a las profundidades de la tierra.
Serán entregados a la espada
y acabarán devorados por los chacales.
El rey se regocijará en Dios;
todos los que invocan a Dios lo alabarán,
pero los mentirosos serán silenciados.

"Dios, tú mi Dios, yo te busco, sed de ti tiene mi alma, en pos de ti languidece mi carne,


cual tierra seca, agotada, sin agua. 3.Como cuando en el santuario te veía, al contemplar tu
poder y tu gloria, 4.- pues tu amor es mejor que la vida, mis labios te glorificaban -, 5.así
quiero en mi vida bendecirte, levantar mis manos en tu nombre;"
"como de grasa y médula se empapará mi alma, y alabará mi boca con labios jubilosos.
7.Cuando pienso en ti sobre mi lecho, en ti medito en mis vigilias, 8.porque tú eres mi
socorro, y yo exulto a la sombra de tus alas; 9.mi alma se aprieta contra ti, tu diestra me
sostiene. 10.Mas los que tratan de perder mi alma, ¡caigan en las honduras de la tierra!
11.¡Sean pasados al filo de la espada, sirvan de presa a los chacales! 12.Y el rey en Dios se
gozará, el que jura por él se gloriará, cuando sea cerrada la boca de los mentirosos."
¡Dios mío, tú eres mi Dios!
Con ansias te busco, pues tengo sed de ti;
mi ser entero te desea,
cual tierra árida, sedienta, sin agua.
2 (3) ¡Quiero verte en tu santuario,

y contemplar tu poder y tu gloria,


3 (4) pues tu amor vale más que la vida!

Con mis labios te alabaré;


4 (5) toda mi vida te bendeciré,

y a ti levantaré mis manos en oración.


5 (6) Quedaré muy satisfecho,

como el que disfruta de un banquete delicioso,


y mis labios te alabarán con alegría.
6 (7) Por las noches, ya acostado,

te recuerdo y pienso en ti;


7 (8) pues tú eres quien me ayuda.

¡Soy feliz bajo tus alas!


8 (9) Mi vida entera está unida a ti;

tu mano derecha no me suelta.


9 (10) Los que tratan de matarme

caerán al fondo del sepulcro;


10 (11) ¡morirán a filo de espada

y serán devorados por los lobos!


11 (12) Pero el rey se alegrará en Dios;

cantarán alabanzas todos los que juran por él,


pero a los que mienten se les tapará la boca.

Oh Dios, tú eres mi Dios;


yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, extenuada y sedienta.
2 Te he visto en el santuario

y he contemplado tu poder y tu gloria.


3 Tu amor es mejor que la vida;

por eso mis labios te alabarán.


4 Te bendeciré mientras viva,

y alzando mis manos te invocaré.


5 Mi alma quedará satisfecha
como de un suculento banquete,
y con labios jubilosos
te alabará mi boca.
6 En mi lecho me acuerdo de ti;

pienso en ti toda la noche.


7 A la sombra de tus alas cantaré,

porque tú eres mi ayuda.


8 Mi alma se aferra a ti;

tu mano derecha me sostiene.


9 Los que buscan mi muerte serán destruidos;

bajarán a las profundidades de la tierra.


10 Serán entregados a la espada
y acabarán devorados por los chacales.
11 El rey se regocijará en Dios;

todos los que invocan a Dios lo alabarán,


pero los mentirosos serán silenciados.

Dios mío, tú eres mi Dios,


desesperado te busco.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi ser suspira por ti,
como la tierra seca y árida
desea el agua.
2 Te vi en tu templo,

contemplé tu poder y tu gloria.


3 Tu fiel amor es mejor que la vida misma,

mis labios te alaban.


4 Te alabaré con mi vida;

alzaré las manos en tu nombre al adorarte.


5 Me sentiré completamente satisfecho,

como quien disfruta de una comida muy sabrosa,


y mis labios dichosos te alabarán.
6 Estando en mi lecho me acuerdo de ti,

pienso en ti a media noche.


7 Porque tú me ayudas,

y a la sombra de tus alas canto de alegría.


8 Mi alma se aferra a ti,

tu mano derecha me sostiene.


9 Pero no lograrán nada los que buscan acabar conmigo,
terminarán en la tumba.
10 Ellos serán castigados con la espada
y sus cadáveres serán devorados por el chacal.
11 El rey estará feliz junto a Dios,

y todos los que lo aman lo alabarán.


En cambio, a los mentirosos se les tapará la boca.

Dios mío, tú eres mi Dios.


Con ansias te busco
desde que amanece,
como quien busca una fuente
en el más ardiente desierto.
2 ¡Quiero verte en tu santuario,

y contemplar tu poder y tu grandeza!


3 Más que vivir,

prefiero que me ames.


Te alabaré con mis labios.
4 ¡Mientras viva te alabaré!

¡Alzaré mis manos para alabarte!


5 ¡Con mis labios te alabaré
y daré gritos de alegría!
¡Eso me dejará más satisfecho
que la comida más deliciosa!
6 Me acuesto y me acuerdo de ti;

durante toda la noche


estás en mi pensamiento.
7 ¡Tú eres quien me ayuda!

¡Soy feliz bajo tu protección!


8 ¡A ti me entrego por completo,

porque tu gran poder es mi apoyo!


9 ¡Destruye a los que quieren matarme!

¡Échalos en el hoyo más profundo!


10 ¡Que los maten en la guerra!

¡Que se los coman los perros salvajes!


11 Concédele al rey

y al pueblo que te adora


alabarte y alegrarse en ti,
pero a los mentirosos,
¡tápales la boca!

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