- El sacerdote y los tebanos demandan ayuda a Edipo para arreglar el problema
de la peste. - Edipo informa que el adivinador, Tiresias, entregará una solución. - Tiresias se mantiene al margen sin responder lo que pide Edipo. - Edipo lo culpa directamente y dice que él es el responsable. - Tiresias le da un enigma que Edipo es incapaz de resolver. - Edipo lo corre. Ordena que nadie debe ayudar a aquel que es el causante de la peste. - Después, llega Creonte que acaba de consultar el Oráculo. - Creonte específica que para acabar con la peste, es menester buscar al asesino de Layo y castigarlo con el destierro o la muere. - Edipo enfrenta a Creonte, también juzgándolo de ser el responsable y señalándolo de estar en pacto con Tiresias para arrebatarle el trono de Tebas. - Yocasta aparece para calmar las cosas. Ella tranquiliza a su esposo al contarle más sobre la muerte de Layo, que nada tiene que ver con lo dicho por el Oráculo. - Por lo anterior, Edipo empieza a investigar para descubrir cuál fue la causa real de su muerte. - Hace esto con su esposa y con otras personas de Tebas. - Edipo recuerda que también es víctima de un Oráculo similar, así que empieza a indagar sobre su vida. También, acepta haber asesinado a alguien el cruce de los tres caminos. Pero no lo hizo en conjunto, sino solo. - Aparece un mensajero, declara que Polibio ha muerto por su edad tan avanzada. - Pensando que está libre de toda culpa, Edipo se siente tranquilo. - El mismo mensajero explica que lo recibió de un paje cuando era bebé y lo entregó al rey de Corinto. - El paje aparece, revelando la verdad: que Polibio y Mérope no son sus verdaderos padres. - Al unir lo dicho por Yocasta y lo del Paje, Edipo entiende que se cumplió la profecía del Oráculo. - Edipo reconoce haber asesinado a su padre y haber despojado a su madre. - Edipo enfrenta a Yocasta, quien termina por suicidarse. - Al saber esto, Edipo decide sacarse los ojos. - Creonte aparece y sabe la desgarradora noticia. - Edipo le pide a Creonte que lo exilie de Tebas, pero que le permita ir con sus hijas Antígona e Ismene. - Creonte niega en un principio. - Edipo se lo suplica. - Creonte acepta. Antígona e Ismene siguen a su padre rumbo, repudiado y ante un destino incierto.